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Teología Fundamental

SEMINARIO DIOCESANO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE


Área de Teología

Teología Fundamental
PROFESOR: PBRO. LIC. JOSÉ JUAN MARTÍNEZ MUÑOZ.
Curso 2023- 2024 Segundo Semestre

FICHA TÉCNICA # 1

PARTE I:

NATURALEZA DE LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL


1.1. Génesis histórica.
1.1.1. Origen real e histórico.
Origen real. Es el resultado de la pregunta del creyente por su propio
ser y situación de creyente.
 Teología fundamental. Una reflexión sistemática y científica a partir de la
actitud espontánea que surge en todo creyente: la fe que busca entender
(“fides quaerens intellectum”). Es el diálogo que no precisa en principio de
otro interlocutor que el propio espíritu en el que la fe y la razón se
relacionan.
 La fe tiene una dimensión social y apostólica (misionera, evangelizadora): es
anuncio de salvación a la que están llamados todos los hombres.
 Origen histórico. Nace a partir de la apologética, cuyo desarrollo ha tenido
lugar sobre todo con el comienzo de la edad moderna. Este nombre
reemplazó el de apologética, como una nueva orientación y comprensión de
su tarea, motivada por la evolución de la ciencia, la cultura y el pensamiento
filosófico y teológico.
1.1.2. Historia
 Nuevo Testamento: No son escritos apologéticos, muestran claramente la
intención de dar razón de la fe ya que tienden a demostrar a judíos y
paganos que Cristo es el mesías.
 Juan (10, 37): Jesús apela a sus obras como pruebas de su origen en el
padre.
 Los cuatro evangelios presentan la historia de Jesús como el designio
claro de conseguir la fe en el como mesías.
 Act 2,32 acentúa el valor demostrativo de las apariciones después de la
resurrección.
 Pablo Act 17, establece una relación entre la religión de los atenienses y
su predicación.
 Carta magna de la apologética. 1 Pe 3,15: “Siempre dispuestos a dar
razón de la esperanza a quien os pida cuentas de ella”.

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 En el NT el anuncio de Jesús es un anuncio situado que tiene en cuenta los
oyentes concretos, a cuya racionalidad apela como camino para llegar a la
fe.
a) Los Padres.
 Siglo II. Tres destinatarios: (1) los emperadores y autoridades civiles en
defensa de las acusaciones contra los cristianos, (2) los judíos y paganos
para convencerlos de sus errores, (3) los mismos cristianos para
confirmarlos en la fe en medio de las pruebas. De este tipo son las
Apologías y el Diálogo con Trifón de Justino y la Legatio pro christianis de
Atenágoras.
 Siglo III. Tertuliano: Apología. Clemente de Alejandría: Protréptico.
Orígenes: Contra Celso.
 Siglo IV. Eusebio de Cesarea: Preparación evengélica y Demostración
evangélica.
 Siglo V. Teodoreto de Ciro: La curación de las enfermedades paganas .
San Agustín: De vera religione, De utilitate credendi y De civitate Dei. Es el
iniciador de una línea apologética que busca en el interior del hombre, en el
corazón inquieto (“irrequitum cor”), el punto de conexión para llevar al otro
a la fe. No apela a la razón sino a la interioridad del hombre.
b) Edad Media.
 En la sociedad medieval todo y todos son cristianos. El impulso apologético
decae. Santo Tomás de Aquino: Summa contra gentiles, Summa Theologiae.
En la Summa contra gentiles distingue las verdades sobre Dios que son
accesibles a la razón (las cuales demuestra) y las reveladas por Dios que
exceden el alcance del entendimiento humano (sobre éstas da razones
probables). Hay que mostrar que las verdades de fe no son opuestas a la
razón natural: creer es razonable –no más, no menos–.
c) El humanismo y la Reforma
 Hay nuevos descubrimientos geográficos (s. XIV y XV), una nueva
valoración de épocas pre-cristianas como las civilizaciones romana y griega.
Esto plantea la elaboración de tratados De Vera Religione: Marsilio Ficino
(1433-1499) con su obra Sobre la religión cristiana; Luis Vives (1492-1540)
con su obra De veritate fidei Christianae.
 La razón va siendo un principio que actúa independientemente de la fe.
Todavía se dan obras en la línea de los De vera religione. Philippe
Duplessis-Mornay: Traité de la verité de la religion chrétienne . Hugo Grocio:
De veritatis religionis christianae.
 Influencias de la Reforma protestante: (1) la pregunta por la verdadera
religión se prolonga ahora en la pregunta por la verdadera iglesia de Cristo,
(2) diferente importancia acordada a la razón en relación con la fe.
 Principio “sola Scriptura”: sólo la Escritura es fuente de conocimiento
teológico, no el Magisterio ni la Tradición. La razón se desarrolla
autónomamente, y junto con este principio, acaba entregada al juicio y
opinión personales y al subjetivismo: (a) interpretación personal, (b)
fundamentalismo: se toma literalmente y no hay nada que interpretar.

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 Principio “sola fides”: la fe sóla salva, una fe sin apoyos o presupuestos


racionales, puro abandono y confianza, la fe no es algo razonable; no se
pueden tener razones para creer.
 Esquema Apologético: Tres argumentos para demostrar tres verdades .
(1) argumentación religiosa para demostrar que Dios existe ( De religione),
contra los escépticos (2) argumentación cristiana para demostrar que Dios
ha hablado a través de Cristo ( De vera religione), contra judíos y
mahometanos y (3) argumentación católica para demostrar que Dios ha
fundado la Iglesia Católica por medio de Cristo ( De vera Ecclesia Christi),
contra los protestantes y acatólicos. Este esquema está vigente más o
menos así hasta hoy. La obra de Pierre Cahrron (1541-1603) Des Trois
Verites es un primer delinearse de las tres demostraciones: la religiosa, la
cristiana y la católica.
 Fuentes. Necesidad de responder a los protestantes sobre la Tradición y
Magisterio como “lugares” (fuentes) de los que la Teología podía extraer su
conocimiento de la revelación. Melchor Cano: De locis theologicis.
d) Siglos XVII-XVIII.
 La apologética ahora será la unión de los dos tratados: el de las tres
demostraciones y el de locis. Se tienen en cuenta el aspecto apologético y el
metodológico.
 El cambio de punto de partida en la filosofía (separación fe-razón) acabó
afectando directamente a la teología. La filosofía va considerando
progresivamente injustificable racionalmente a la teología. La fe pierde
progresivamente su conexión con el ámbito de lo racional. Se niega que la
revelación sobrenatural como algo imposible. Lord Cherbury: todo lo que se
considera revelado debe ser ratificado por la razón.
 La exclusividad que se le reconoce a la razón entendida al modo deista
(Dios es un arquitecto al que se le puede conocer a través de las leyes de la
naturaleza, pero que no tiene nada que ver conmigo) o al modo panteísta
(todo es Dios y Dios es todo; monismo: una única sustancia) ejerce una
tremenda crítica sobre la idea de revelación. La Ilustración (sólo lo que se
apoya en la razón vale) polarizó la apologética haciendo que se orientara a
demostrar el carácter veritativo de la fe, es decir, que la revelación es
verdad. Se trataba de demostrar que la fe contenía legítimamente
afirmaciones sobre la realidad y no sólo sobre sí misma. Así se fue
reforzando el carácter noético (intelectual) de la fe que era concebida como
el asentimiento de la razón a las verdades de la revelación.
 Tras Kant, el racionalismo de la Ilustración comienza a ser idealismo, es
decir, una filosofía del sujeto y del espíritu. Para los idealistas la
revelación se opone a misterio. La fe en una revelación no puede ser ya
respuesta a algo objetivo que viene de afuera del sujeto. Las posibilidades
son: (1) agnosticismo: no se puede afirmar ni que Dios existe ni que no
existe; (2) panteísmo; (3) la reducción de la revelación a filosofía,
de la fe a conocimiento racional. Fichte, Schelling, Hegel: intentan construir
una filosofía de la revelación en la que los misterios desaparecen al ser

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iluminados por el espíritu. Schleiermacher: la fe equivale a sentimiento y
experiencia de la dependencia respecto de lo Absoluto.
e) Siglo XIX
 Siglo de la apologética. Atravesado por el problema de la relación fe-razón.
 Francia: orientación del tradicionalismo y fideísmo (sólo vale el
asentimiento a las verdades de la fe; no hay lugar para la razón) moderados
frente a los excesos de la Revolución (excesos de la razón que se
comprueba que es falible y se equivoca). Chateubriand: Le genie du
christianisme. L. De Bonald y J. De Maistre: apelan a la tradición divina
como origen de todo conocimiento. F. De Lamennais: Essai sur
l’independence en matière de religion. L. Bautain: La philosophie du
christianisme.
 Alemania. Se intenta responder a los críticos como Kant y Hegel utilizando
su mismo método. En especial G. Hermes que intentó llegar a fundamentar
la fe a partir de la razón práctica pero no logró evitar el racionalismo, y A.
Günter que pretendía superar el pateísmo hegeliano a través de un uso
intuitivo, y no discursivo de la razón. J. Frohschammer apelaba a la “razón
históricamente educada” por la revelación como el órgano capaz de
comprender el misterio.
 Vaticano I. Constitución dogmática sobre la fe Dei Filius: se ocupó de la
revelación, de la fe y de las relaciones entre fe y razón.
f) Siglo XX
 M. Blondel: “método de inmanencia”: lo verdaderamente importante no es
una demostración intelectual del origen divino del cristianismo, sobre la
base de argumentos extrínsecos, sino la atención al conjunto de
disposiciones interiores del sujeto. Se cultiva la apologética clásica: Gardeil,
Garrigou-Lagrange, Bainvel, Tanqueray, Nicolau.

1.2. Panorama de las concepciones más importantes de Teología


Fundamental.
1.2.1. Crisis de la apologética manualística
 Apologética clásica.: modo de afrontar teológicamente la fe y su situación
en el mundo. Objeto: demostrar el hecho de la revelación divina de la que
Jesucristo ha sido heraldo y la Iglesia el órgano autorizado. Método:
pruebas racionales con argumentaciones (a) filosóficas, y (b) históricas.
 Argumentación filosófica. Pasos: (1) noción de revelación, (2)
posibilidad de revelación, (3) necesidad moral de la revelación, (4) carácter
hipotéticamente necesario y obligatorio, (5) discernibilidad de la revelación.
Defiende la revelación contra la crítica de que no es posible porque
destruiría la idea de Dios filosóficamente.
 Argumentación histórica. Demostrar que Dios ha comunicado a los
hombres en la persona de Cristo y de los apóstoles una revelación que es
norma de la verdadera religión, y que la Iglesia ha sido constituida
depositaria y guardiana de esta revelación. Modos: (1) a través de la Iglesia
considerada como hecho divino, (2) utilizando la Sagrada Escritura como

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documento histórico para llegar al hecho del establecimiento divino del


cristianismo y de la Iglesia.
 Críticas a la apologética clásica. (1) polarización en la crítica deista,
(2) su carácter predominantemente defensivo, (3) su preocupación casi
exclusiva por el objeto con el consiguiente olvido del sujeto llamado a creer.
1.2.2. Acuerdos básicos sobre la naturaleza de la TF
 Objeto: no es todo lo relacionado con la fe, afectado por su dimensión
dialógica (negativo); sí son las realidades de carácter fundamental: LA
REVELACIÓN, LA FE y la Credibilidad, que hace posible que la revelación
llegue al mismo hombre (positivo).
 Método: (1) apologético: racional pero sin prescindir de la fe , evitando el
fideísmo (no hay lugar para la razón), el extrincesismo (la revelación no
tiene que ver nada con lo que el hombre necesita) y el racionalismo (no hay
lugar para la fe) y (2) dogmático: a partir de la fe, tomando la Escritura, la
revelación y los documentos de la Iglesia.
 Credibilidad. A partir del aspecto apologético adquiere relieve esta
propiedad de la revelación.
 Cinco puntos de referencia. (1) revelación, (2) fe, (3) credibilidad, (4)
método dogmático, (5) método apologético.
1.2.3. Dos “formas” esenciales de TF
 Teologal. Concepciones de la TF que consideran como elemento
fundamental el hecho de la revelación divina entendida como misterio y don
de Dios. La fe como respuesta es posible (por la continuidad entre el
espíritu humano y la misma revelación) y necesaria (sólo a través de la fe
alcanza el hombre su vocación sobrenatural y encuentra el sentido de su
existencia). Atiende primeramente a la Sagrada Escritura y a la Tradición. La
mediación eclesial tiene lugar a través, fundamentalmente, del Magisterio y
del sensus fidei. Tras el estudio de la revelación, contempla también la
credibilidad, considerando el espíritu humano en su dimensión cogniscitiva y
existencial. En la línea de Dei Verbum. TF desde arriba, de la acción de Dios
a la recepción humana.
 Antropocéntrica. Afronta el análisis del espíritu humano llamado a creer
en la revelación de Dios. Autorreflexión sobre las formas y categorías ( a
priori y a posteriori) que determinan la actividad-receptividad del sujeto.
Con esto se considera las condiciones de posibilidad de toda revelación. TF
desde abajo, o teología formal, hermenéutica, política.

1.3. El objeto de la TF
1.3.1. La revelación, objeto primario.
 Objeto primario: LA REVELACIÓN en cuanto tal ( sub ratione revelationis).
Constituida por la revelación de la persona, las obras y palabras de Jesús de
Nazaret, el Cristo.
 No es sólo un concepto a priori que se determina formalmente, sino que es
la autocomunicación personal y libre de Dios a los hombres, es revelación

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que se sitúa a otro nivel que la creación; es Dios que sale al encuentro del
hombre para salvarle y introducirle en su vida divina.
 La revelación no supone la desaparición del misterio de Dios , sino que
representa a la vez la máxima aproximación a Dios y la máxima
trascendencia. La revelación es sobrenatural, don gratuito de Dios, realidad
divina.
1.3.2. La credibilidad como objeto de la Teología Fundamental.
 Es necesario que entre la revelación y el espíritu humano se de una
discontinuidad (porque si no pertenecería al mundo de lo naturalmente
cognoscible) y una continuidad (porque sino no podría ser conocida). Esta
continuidad-discontinuidad mantiene plenamente el misterio de Dios y al
mismo tiempo lo abre a través de las mismas vías que recorren las
facultades cognoscitivas del hombre.
 La revelación apela al hombre histórico con vocación sobrenatural, ante
quien se presenta como una oferta y una respuesta perfectamente
adecuada a lo que él necesita y se pregunta al nivel de su razón, de su
existencia personal y de su vida en sociedad. Se presenta como creíble
(digna de fe porque responde a la búsqueda de la verdad plena) poniendo
de relieve la Inmanencia de la revelación: su situarse en el interior del
dinamismo del espíritu humano. La revelación exige al mismo tiempo que el
hombre salga de sí mismo y responda a la vez con la entrega de la fe,
entrega orientada no sólo al futuro sino también al presente.
1-3.3. Presupuestos dogmáticos.
 Dios. El Dios que se revela es el Deus absconditus a quien nadie vio jamás,
Dios misterioso que se manifiesta como Padre a través de su Hijo encarnado
por medio del Espíritu Santo. Esta revelación de Dios sólo tiene lugar por el
amor y la misericordia.
 Hombre. El hombre, caído y necesitado, está llamado con una vocación
sobrenatural a la vida divina. En ese hombre convergen lo natural y
sobrenatural que están siempre llamados a formar una unidad sin
disolverse.
 Creación y revelación. La revelación no está en el mismo plano que la
creación. La revelación no se sitúa en el orden de lo debido sino de lo
gratuito, no viene a limitar la naturaleza o a corregirla, sino a dar a conocer
el amor de Dios a sus creaturas y el nivel divino en el que han sido situadas.
Creación y revelación son dos momentos sucesivos que originan dos
situaciones para el hombre: (1) El hombre “natural” que no conoce más
orden que el de la naturaleza y de la razón pertenece al orden sobrenatural
(2) El hombre, manteniendo íntegra esa misma dimensión “natural” y
apoyándose en ella, acepta la llamada del Dios revelado y cree.
1.3.4. Consecuencias metodológicas.
 Método fundamentalmente dogmático: aquel proceder que considera
como fuentes del conocimiento teológico de la revelación, la credibilidad a la
Sagrada Escritura y la Tradición recibidas e interpretadas en la fe de la
Iglesia. En la práctica se utilizará también el método apologético, sobre

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todo al tratar de la credibilidad. El método apologético se caracteriza por


buscar un discurso de la fe válido dirigido a quienes no tienen fe. También
se añade un cierto análisis fenomenológico del espíritu humano.
 El resultado de ese método será la acreditación de Cristo en la Iglesia como
garante y fundamento último de credibilidad de la revelación.

PARTE II: CONCEPTO GENERAL DE REVELACION


2.1. Los elementos básicos sobre la revelación
 La revelación es la autocomunicación manifestativa de Dios al hombre, que
implica la voluntad amorosa de Dios de entregar, el misterio de su vida a los
hombres.
 El concepto de revelación es un concepto unificante de una realidad
múltiple.

2.2. Vocabulario bíblico sobre la revelación


 Antiguo Testamento: no existe propiamente el concepto de revelación
divina (se consideran las palabras y acciones de Dios como un todo). Lo que
aparece es un entramado de aspectos que constituyen la revelación. Existe
la expresión revelar o descubrir (galah), pero no es apropiada, porque está
afectado de resonancias apocalípticas.
 La revelación de Dios se describe como una presencia y una palabra de
Dios a través de: teofanías (Ex 24,16 ss: el Sinaí; Ex 40,34), de
manifestación de Dios en forma humana (Abraham: Gen 18), en
acontecimientos históricos (salida de Egipto Ps 77,15-21).
 la revelación de Dios en el AT tiene lugar a través de su palabra , la
revelación es fundamentalmente oída.
 Dabar Yahwé Se designa como palabra de Dios. No sólo signo
lingüístico de la realidad mediante el conocimiento, sino una realidad
expresiva y llena de energía. Conlleva la idea de proyección hacia
adelante de lo que está detrás, en el corazón (Gen 12,17) y de “decir” (Ps
45,2; Gen 11,1). Es lo que sale de la boca o los labios, pero tiene su
origen en el corazón. Reviste un valor noético y dinámico implicados
mutuamente. El contenido de la palabra no es sólo la expresión de una
idea, sino una cierta comunicación personal por la que el sujeto se
introduce de alguna manera en su palabra, dándole así una fuerza y
eficacia que se convierten en fidelidad.
 Debar Yahwé: 242 veces en el AT. Modo de comunicar algo (sentido
noético) y primer momento del designio salvador de Dios, cuando Dios se
da a conocer (sentido dinámico).
 ´amar Yahwé: 90 veces. Originalmente “ser claro”, luego pasó a
significar “decir”. La palabra dicha, la manifestación visible del interior de
la cosa (Ps 19, 3 ss; Job 22,28).

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 Nuevo Testamento: tampoco aparece un término que englobe la
revelación de Dios. Aunque, el desvelamiento de Dios (1 Tim 6,16) se sigue
dando por la palabra.
 Sinópticos: lo que Cristo hace es predicar (khruvssein) o evangelizar
(eujaggelivzeqai), enseñar (didavskein), revelar (ajpokaluvptein).
Prevalecen: predicar (khruvssein) y enseñar (didavskein). Diferencia:
predicar se refiere a la proclamación, todavía general, de la noticia del
Reino de Dios realizado por Jesucristo; enseñar significa instruir más
detalladamente en los misterios de la fe y en los preceptos de la vida
moral.
 S. Pablo: Esquema fundamental: misterio y evangelio. El misterio
revelado de Dios constituye la buena nueva de la salvación. Distingue
entre la acción de Dios y la de los Apóstoles. Dios revela (ajpokaluvptein),
da a conocer (gnwrivzein); los Apóstoles: hablan (lalei'n), predican,
enseñan (khruvssein, didavskein), dan testimonio (marturei'n), comunican
la palabra, la predicación (khrugma), el testimonio (marturiva), el misterio
(musthvrion), el evangelio (eujaggevlion). Síntesis de ambos conceptos
Rom 16,25-26.
 S. Juan: no aparece “revelar”, “predicar” ni “evangelizar”, sino
“testimonio” (marturiva) 13 veces, y la forma verbal marturei'n 33.
Introduce el lovgoz tou' qeou'. “Logos” sólo aparece en tres pasajes del
corpus joanneo Jn 1,1; 1Jn 1,1-2; Apoc 19,13). Origen: el dabar bíblico.
Cristo es el Logos encarnado, que da testimonio del Padre y da a conocer
la verdad.

2.2. Padres de la Iglesia


 Su reflexión de los tres primeros siglos se caracteriza: (1) carácter no
sistemático ni reflejo (2) La revelación era una novedad de vida traída por
Cristo (3) Jesucristo ocupa el centro de lo que los Padres afirman sobre la
revelación. Tienen una comprensión global y no explicitada del misterio
revelador y salvador de Dios en Cristo. Al ser pastores y obispos, sus obras
son de carácter exhortativo, atendiendo las necesidades de sus oyentes, y a
los peligros que ponían en peligro su fe.
 Las constantes en la presentación patrística de la revelación son las
siguientes:
1) Dios ha salido de su misterio y se ha manifestado a los hombres . Primero
al pueblo judío, por Ley y los profetas, y luego a toda la humanidad por
medio de Cristo. Ya aparece también afirmado el conocimiento de Dios
fuera de la revelación, aunque es un conocimiento débil e imperfecto. El
valor positivo del conocimiento racional aparece especialmente afirmada
en Clemente de Alejandría que llega a hablar de un “tercer testamento”
que es el de la filosofía griega en la que veía un don del Logos.
2) La revelación de Dios significa que el Padre ha dado a conocer su
misterio por Cristo. Cristo es la revelación y el revelador de Dios, quien
hace visible al Dios invisible, la palabra que brota del silencio (Ignacio de
Antioquía Ad Magn. VIII, 2). Esta revelación tiene lugar a través de su
humanidad, y a través de su palabra (idea de Cristo maestro). Por

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Teología Fundamental

palabra Cristo es maestro de los profetas (Ignacio de Antioquía Ad Magn.


IX, 2), y en cuanto Logos, maestro que instruye a la humanidad
(Clemente de Alejandría).
3) El plan de la revelación, responde a una acción pedagógica de Dios (S.
Ireneo, Clemente, etc.). Dios educa a la humanidad desde el principio y la
prepara progresivamente para recibir a Cristo. Junto a una preparación
está la elección del pueblo de Israel a quien Dios se comunica mediante
la Ley y los profetas.
4) La revelación de Dios tiene carácter histórico , tiene lugar en un tiempo y
espacio determinados. Se inserta en la historia a través de mediadores.
En el AT los profetas, en el NT Cristo y los Apóstoles: Cristo de parte de
Dios, y los Apóstoles de parte de Cristo (Clemente Romano, Ad Rom.42,
1-3). La Iglesia a su vez, es mediadora en la recepción de la revelación
porque ella la ha recibido de los Apóstoles y mediante ellos de Cristo y de
Dios.
5) La revelación de Dios es distinta de las “novitates” de los herejes, es un
todo, con unos límites: revelación que se transmite, “parádosis”. El
criterio indicador de la interpretación auténtica es el de la apostolicidad.
6) La temporalis dispensatio de la revelación es una condescendencia
(sugkataøbaiz) de Dios.

2.3. La revelación en la Edad Media


 La revelación equivale a la Sagrada Escritura , un “biblicismo fundamental.
Los comentadores y maestros no han accedido al principio de “tradición”.
Identifican revelación con la Biblia. No hay distinción entre revelación e
inspiración.
 Concepto formal de revelación: la revelación de Dios se caracteriza
porque supera la capacidad de la razón humana; a partir de esto se marcan
orientaciones y corrientes que perdurarán en la historia.
2.3.1. Revelación y razón
 Hay una aceptación de la filosofía aristotélica. La filosofía y teología es
platónica, por la influencia de S. Agustín: el hombre está hecho para la
verdad y toda verdad le perfecciona. No hay diferencia entre iluminación de
un conocimiento o de otro, lo que dio lugar a una mutua asimilación entre
cultura y revelación, el cristianismo se consideraba como la verdadera
sabiduría.
 La naturaleza es siempre algo concreto, dotado de fuerzas nativas en
virtud de las cuales se dirige, en su propio orden, hacia la verdad. La
verdad es algo que el hombre conquista, no algo que le adviene. Si hay
algo más allá de la naturaleza, es incognoscible. El saber ahora no es
resultado de una iluminación sino un conocimiento por causas.
 Conocimiento de Dios: la filosofía delimita su campo frente a la teología.
La revelación se da como una instrucción divina: Dios es el maestro que
enseña a los hombres el fin que ha asignado a la vida humana y cómo
quiere conducir esa vida a su fin. El hombre acepta, cree esa instrucción
divina. La razón no puede legitimar los enunciados de la fe, que pertenecen

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a un orden supra-racional. El hombre no es capaz de conocer con su razón
la verdad de las afirmaciones de fe, pero puede dar razones de conveniencia
(credibilidad).
 La revelación: se determina en la relación negativa con la razón: lo
revelado es aquello cuya verdad se afirma más allá e independientemente
del alcance de la razón. Aunque la razón no pueda conocer las razones
intrínsecas de lo revelado, puede afirmar que es razonable creer en ello, a
partir de la prueba de que es Dios, que no puede engañarse ni engañarnos,
quien lo ha manifestado. Por eso, la fe no es racional pero sí razonable. La
revelación no se opone a la razón, sino que viene a completarla. Rationes y
testimonia: mediante las rationes se llega a una comprensión de la fe,
mientras que los testimonia la justifican y fundamentan.
 La revelación natural permite conocer una verdad sobre Dios a partir de la
creación, la revelación sobrenatural proporciona una verdad más profunda e
inalcanzable sobre el mismo Dios y la salvación que ofrece a los hombres.
La Sagrada Escritura y la predicación las enseñan al hombre, y este movido
por la gracia, llega a creer. El conjunto de lo revelado es doctrina sagrada,
verdad de fe, enseñanza.
2.3.2. Carisma de profecía
 Santo Tomás explica el momento originario de la revelación en los profetas.
Intenta establecer una cierta continuidad por parte del sujeto entre lo que
conoce por sí mismo y lo que recibe por la revelación.
 Naturaleza del profeta: Dios se comunica a los hombres a través de
hombres concretos. Esta revelación depende también de sus receptores
directos de la revelación.
 La profecía: don de carácter cognoscitivo: “conocimiento dado
sobrenaturalmente al hombre de las verdades que superan actualmente el
alcance del espíritu, con las que ha sido instruido por Dios para el bien de la
comunidad”, se Distingue: el conocimiento profético (pasivo) propiamente
dicho y la denuntiatio (activo) o proclamación de la profecía. Para ese
conocimiento se necesita la acceptio rerum (por formas sensibles,
imaginativas sensibles, y especies inteligibles) y el iudicium speculativum
(elemento formal, la luz divina). Esencia de la profecía: la luz divina
comunicada al vidente, el lumen propheticum que permite al profeta ver las
cosas con la luz de Dios. Por iluminación recibida, el profeta juzga sin error
y con certeza los elementos presentes en su conocimiento y toma así
posesión de la verdad que Dios quiere comunicarle.

2.4. Concilio de Trento


 Los postulados teológicos del protestantismo acabaron afectando la noción
de revelación, por lo cual intervino el Concilio de Trento.
 Aspectos particulares de la interpretación protestante : (1) la reducción de
hecho y explícita, del papel de la razón en el conocimiento de Dios; el único
conocimiento de Dios que interesa es el que nos viene por la revelación de
Jesucristo (2) la fe fiducial: La única fe que justifica es la “fe-confianza”.

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Teología Fundamental

Creer es entregarse a Él, a un Dios externo al hombre, un Dios juez que


por gracia mira al hombre con benevolencia y perdón.
 Principio de sola Scriptura: la Sagrada Escritura es soberana y no
puede estar sometida a ninguna instancia humana para su interpretación.
Es la única regla de fe, y su interpretación la realiza el individuo con la
asistencia del Espíritu Santo, mediante la cual conoce lo que está revelado
y lo que hay que creer. La fe no cuenta ya con la mediación de la Iglesia.
Se abre un camino hacia el subjetivismo y el racionalismo.
 Concilio de Trento: Sobre la doctrina de la Sagrada Escritura y la
Tradición, y la naturaleza de la fe.
1) Decretum de libris sacris et traditionibus recipiendis: sesión IV (8 de
abril de 1546). El Concilio utiliza el término Evangelio para designar la
revelación. La Iglesia enseña: (1) ha recibido la buena nueva prometida
por los profetas, promulgada por Jesucristo y predicada por los
Apóstoles a toda criatura. El Evangelio es la fuente única de toda verdad
saludable y de toda disciplina de costumbres. (2) la verdad salvífica y la
ley del obrar moral, cuya fuente única es el Evangelio, se contiene en
los libros sagrados y en la tradiciones no escritas.(3) recibe con igual
piedad y reverencia los libros del AT y del NT, y las tradiciones no
escritas que proceden de la boca de Cristo o del dictado del Espíritu
Santo y se conservan en la Iglesia católica mediante la sucesión
apostólica.
2) Decretum de iustificatione (sesión VI, 13 de enero de 1547) Cap 5:
necesidad de la gracia y de la libre cooperación del hombre con la
acción divina. Cap 6: actuación de la fe para la justificación: “Se
disponen para la misma justificación, cuando empujados y ayudados por
la gracia divina, al recibir la fe por el oido ( fidem “ex auditu”
concipientes), se dirigen libremente hacia Dios y creen que son
verdaderas aquellas cosas divinamente reveladas y prometidas, y en
primer lugar que Dios justifica al impío mediante su gracia: “mediante la
redención que hay en Cristo Jesús” (D.1526/798).
 Resumen: Trento enseña que (1) la revelación —llamada aquí Evangelio—
es la doctrina anunciada por los profetas, promulgada por Cristo,
transmitida por los Apóstoles y conservada en la Iglesia. (2) Se contiene en
los libros de la Sagrada Escritura y en las tradiciones que arrancan de
Jesucristo. (3) La fe es un asentimiento a la verdad de lo que Dios ha
manifestado.

2.5. Vaticano I
 Punto final de una serie de intervenciones magisteriales de los Papas en el
siglo XIX (discusiones en la relación fe-razón).
 Medio católico: (1) intento de diálogo de la teología con el pensamiento
moderno (2) rechazo de ese pensamiento con la consiguiente independencia
de la formulación de la fe en relación con el pensamiento.
 Dei Filius: Antes de tratar del conocimiento natural de Dios y de la
revelación desarrolla, en el capítulo I: enseñanza sobre la creación. Afirma,
contra el hegelianismo, la distinción de Dios respecto del mundo , y que Dios
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creó el mundo libremente y no para alcanzar mayor perfección. Frente al
deismo afirma así mismo que Dios cuida y gobierna el mundo con su
providencia.
 Capítulo 2 (De revelatione) Afirma la cognoscibilidad natural de Dios.
Recoge la verdad del racionalismo y rechaza su falsedad. A esta
posibilidad de conocimiento racional de Dios le adviene la realidad de la
revelación sobrenatural. Al impersonal “Dios…puede ser conocido con la
luz natural de la razón humana” le sustituye ahora la acción de una
persona: “placuisse eius sapientiae et bonitati (…) se ipsum… revelare”. La
revelación es afirmada como acción manifestativa divina, en relación con
dos atributos divinos: la sabiduría y la bondad. La revelación es un acto de
amor (bondad) y de enseñanza (sabiduría); es un acto de transmisión del
conocimiento que Dios tiene de Sí mismo y de su designio salvador sobre
los hombres.
 Contenido de la revelación desde un punto de vista formal: formado
por verdades cognoscibles en sí para la razón, que gracias a que han
sido reveladas pueden ser conocidas “por todos, fácilmente, con firme
certeza y sin mezcla de error”. La revelación es absolutamente
necesaria para participar de los bienes divinos a los que el hombre
está llamado, y que superan absolutamente a la inteligencia humana
(D.3005/1786). La revelación es una revelación sobrenatural, y se halla
contenida en la Escritura y en la Tradición (D.3006/1787).
 Concibe la revelación fundamentalmente como manifestación, de modo
intelectual: la revelación da a conocer la verdad sobrenatural de Dios
que supera absolutamente el alcance y las posibilidades de la razón
humana. Pone en relación inequívocamente la revelación y la
salvación. La revelación nace de la bondad de Dios y es absolutamente
necesaria para que participe el hombre de aquellos bienes divinos a los
que está ordenado por su elevación al orden sobrenatural. La
revelación está ordenada a las realidades salvíficas.
 Capítulo 3 (De fide) La revelación en relación con la razón: “el hombre
depende totalmente de Dios como de su creador y Señor, y la razón
creada está plenamente sometida a la Verdad increada; por eso estamos
obligados a responder a Dios que se revela, con el pleno obsequio del
entendimiento y de la voluntad que constituye la fe”. Por la fe creemos
que “son verdaderas las cosas reveladas por Dios no por la intrínseca
verdad de las cosas conocida con la luz natural de la razón, sino por la
autoridad del mismo Dios que se revela, que no puede ni engañarse ni
engañarnos” (D.3008/1789). La revelación es una comunicación de
verdad realizada por Dios que es aceptada por la autoridad del mismo
Dios que se revela y no por la evidencia de la manifestación. La verdad de
la razón pertenece al orden natural ; la luz con la que asiente es la propia
de la misma razón y la base sobre la que se llega es la de la evidencia. La
verdad, en cambio, de la revelación es sobrenatural, sólo se llega a su
contenido —los misterios— por la fe, y el motivo sobre el que se apoya la
fe es la autoridad de Dios. La razón humana no es independiente de la fe
(D.3031/1810).

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Teología Fundamental

 Evitar el extrinsecismo: establecer una comunicación entre lo natural y


lo sobrenatural a través de una relación auténtica y profunda entre fe
y razón (capítulo 4).

2.6. Vaticano II: Dei Verbum


 Constitución Dogmática Dei Verbum: promulgada oficialmente el 18 de
noviembre de 1965, recoge el término revelación divina, tema central de la
Teología.
2.6.1. Perspectiva de Dei Verbum
 Se sitúa en la estela de los concilios de Trento y Vaticano I. Quiso ofrecer
una presentación completa sobre la revelación.
 Dei Verbum consta de cinco capítulos, de los cuales la Teología
Fundamental se interesa por el capítulo I ( De ipsa revelatione) y II (De
divinae revelationis transmissione), y más en concreto por los números 2-7.
Describe sumariamente la naturaleza de la revelación (n. 2), la revelación en
el pueblo de Israel (n. 3), en Cristo (n. 4). Sólo después de tratar de la fe
(n. 5) se refiere al conocimiento de Dios por la creación (n. 6). En el n. 7, ya
dentro del capítulo II, sobre la transmisión, se trata del papel de los
Apóstoles, lo cual sirve de introducción a la enseñanza sobre la Tradición y
las relaciones entre Sagrada Escritura, Tradición y Magisterio (n. 8-10).
2.6.2. Naturaleza y objeto de la revelación (Dei Verbum 2)
Sigue un método descriptivo: La revelación es presentada en un proceso
que arranca de la voluntad de Dios: “placuit Deo in sua bonitate et
sapientia…” fórmula que introduce un cambio respecto a la de Vaticano I
(“…placuisse eius sapientiae et bonitati”) que pone de manifiesto el carácter
personal con el que Dei Verbum quiere presentar la revelación.
 La revelación no es una mera comunicación de un mensaje, sino un
encuentro en el que Dios habla como un amigo e invita a entrar en su
compañía: autocomunicación de Dios al hombre. Hay un
recentramiento teologal de la revelación divina: no se trata ya de una realidad
que se define por su relación negativa con otra sino del mismo misterio de
Dios que se presenta y fundamenta desde sí mismo, y cuya acción entre los
hombres no tiene otra razón de ser que su libertad.
 El misterio de Dios es su vida íntima , trinitaria, manifestada por Cristo, y a la
cual los hombres tienen acceso por el mismo Cristo en el Espíritu. La
autocomunicación de Dios no implica solamente la apertura y manifestación
de algunos atributos de Dios, sino también del designio salvador de Dios. La
revelación de Dios es presentada desde el principio en una esencial unión
con la salvación.
 La revelación responde a un plan, a una economía, que se administra por
las palabras y hechos (gesta, verba), intrínsecamente conexos entre sí. Los
hechos y las palabras evocan la “bondad y sabiduría” de Dios que se
manifiestan en la revelación inseparablemente unidas. La revelación tiene
lugar en la historia, como historia de salvación, y al mismo tiempo es una
comunicación de verdad. Los hechos “manifiestan y confirman la doctrina”.

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 Inseparabilidad entre gesta y verba, opera y doctrina, res y verba, verba y
mysterium: característica sacramental de la revelación. A través de las
palabras y de los hechos, es el misterio de Dios el que se entrega.
Autocomunicación que tiene su plenitud en Cristo “mediador y plenitud de
toda revelación”, palabra hecha carne.

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