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DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE
LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS
DE JUNÍN Y AYACUCHO”
CURSO: BIOQUIMICA II
TEMA: LIPOPROTEINAS
INTEGRANTES:
Ayachi Plasencia Lesly.
Diaz Arévalo Emilio Junior.
Gutiérrez Rivera Renzo Renildo.
Macedo Rodríguez Ángel Antonio Alejandro.
Nacimento Gonzales Vanny Felicia.
Sánchez Vela Adrián Enrique
Tello De La Cruz Leo Valentín.
IQUITOS – PERÚ
2024
INDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. OBJETIVO
3. MARCO TEORICO
4. ESTRUCTURA DE LAS LIPOPROTEINAS
5. FUNCIÓN DE LAS LIPOPROTEINAS
6. MECANISMO DE ACCIÓN
7. METODOS DE REGULACIÓN
8. CONCLUSIONES
9. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
INTRODUCCION
Las lipoproteínas son complejos de lípidos y proteínas
específicas, que se denominan apolipoproteínas, que tienen
como función el transporte de lípidos en un medio acuoso
como es la sangre. Las apolipoproteínas (apo) son proteínas
que tienen la capacidad de solubilizar los lípidos en la sangre.
Las lipoproteínas son partículas supramoleculares, con dos
regiones bien definidas: una superficie anfipática y un centro
hidrofóbico formado por lípidos neutros (triglicéridos y ésteres
de colesterol). La capa superficial contiene una combinación de
fosfolípidos, colesterol libre y proteínas anfipáticas en contacto
con el medio acuoso circundante. Los componentes proteicos
de las lipoproteínas son conocidos como apolipoproteínas.
Estas proteínas son moléculas anfipáticas capaces de
interactuar con lípidos y con el ambiente acuoso del plasma.
Algunos autores han descrito dos tipos principales de
apolipoproteínas: uno que posee primordialmente estructura
secundaria de hoja β (beta), que se asocia con gotas lipídicas de
forma irreversible y crea lipoproteínas de baja densidad; y otro
que consiste de hélices α (alfa) y se asocia reversiblemente con
gotas lipídicas. La mayoría de las proteínas del segundo tipo
forman partículas lipoproteicas de alta densidad.
OBJETIVO
Fig A.(4)
Lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL).
Las VLDL, o lipoproteínas de muy baja densidad, son partículas grandes con
baja densidad (d<1,006g/ml) y alto contenido de triglicéridos (1). Su composición
apolipo-proteica es similar a la de los quilomicrones, excepto por dos aspectos:
no contienen apoA-I y tienen forma completa de apoB (apoB-100) debido a la
falta de la enzima editadora de apoB en el hígado, donde se sintetizan las VLDL.
La apoB-100 es la proteína estructural de las VLDL y de las lipoproteínas que se
sintetizan a partir de su catabolismo: IDL, LDL y Lp(a). La principal estimulación
para la síntesis de VLDL parece ser la captación y catabolismo de quilomicrones
residuales por parte del hígado(2). Al igual que los quilomicrones, la función
principal de las VLDL es transportar los triglicéridos de la síntesis endógena y
suministrar ácidos grasos a los tejidos musculares y adiposos (3). El proceso
mediante el cual se generan los ácidos grasos a partir de los triglicéridos es el
mismo que se explicó en el caso de los quilomicrones, y depende
principalmente de la actividad de la enzima LPL y su cofactor apoC-II. Como
resultado de esta acción, las VLDL se vuelven más pequeñas, con una relación
más equilibrada entre su contenido de colesterol y triglicéridos, y adquieren
mayor densidad. Además, al igual que en el catabolismo de los quilomicrones,
el catabolismo de las VLDL es una de las vías de síntesis de HDL(2).
Fig. B(5)
Lipoproteínas de densidad intermedia (IDL).
Las lipoproteínas de densidad intermedia, también conocidas como IDL (con
una densidad entre 1,019 g/ml y 1,006 g/ml), son un tipo minoritario de
lipoproteínas que tienen una composición apolipoproteica similar a las VLDL (1).
Sin embargo, son más pequeñas y densas que éstas, presentando una
proporción menor de triglicéridos en relación con el colesterol, debido a su
origen mayoritariamente como producto de la lipólisis de las VLDL. Se estima
que aproximadamente la mitad de las partículas de IDL son capturadas por
receptores hepáticos que reconocen apoE, mientras que la otra mitad se
convierte en LDL a través de un proceso complejo en el que interviene la lipasa
hepática (LH). En situaciones de ayuno, como en la mayoría de los análisis
clínicos, las IDL provienen principalmente de las VLDL. Sin embargo, en
situaciones postprandiales o en algunas situaciones patológicas, pueden
producirse e incluso acumularse partículas de IDL que corresponden a
quilomicrones residuales(2).
Lipoproteínas de baja densidad (LDL).
Las lipoproteínas de baja densidad o LDL son caracterizadas por su contenido de
apoB-100 y tienen como componente lipídico principal los ésteres de colesterol.
Su función es transportar y entregar colesterol a las células, incluyendo tejidos
periféricos y el hígado. Las LDL son reconocidas por los receptores de LDL
presentes en la membrana plasmática que reconocen apoB-100 y apoE. Estos
receptores son sintetizados por múltiples células y se fijan en zonas específicas
de la membrana plasmática llamadas hoyos revestidos, los cuales están
compuestos por una proteína llamada clatrina. Cada 5 minutos
aproximadamente, las LDL unidas a estos hoyos revestidos experimentan
endocitosis y son transportadas hacia el citoplasma en forma de endosomas. En
caso de contener LDL unidas al receptor, el contenido proteico y lipídico de las
mismas es hidrolizado para formar aminoácidos y colesterol no esterificado. El
colesterol no esterificado es tóxico para las células por encima de una cierta
concentración y, por lo tanto, debe ser utilizado adecuadamente, ya sea para la
síntesis de membranas o de hormonas esteroides, o bien convertido en ésteres
de colesterol por la enzima ACAT para ser almacenados como depósito celular
de colesterol. Una vez completado su ciclo celular, el receptor de LDL puede ser
degradado por PCSK9 o reciclado para iniciar nuevamente el ciclo(2).
Las células también pueden sintetizar colesterol de nuevo a través de una larga
vía de síntesis endógena, la cual tiene como punto crítico de regulación la
conversión de hidroximetilglutarilCoA a mevalonato, paso catalizado por la
HMGCoA reductasa. Sin embargo, la mayor eficiencia de la vía de síntesis del
receptor de LDL hace que predomine sobre la activación de la vía endógena de
síntesis de colesterol, ya que mediante la síntesis de menos proteínas se
obtiene acceso a un mayor número de moléculas de colesterol. Los niveles de
colesterol no esterificado intracelular regulan de forma coordinada los dos
sistemas de síntesis de colesterol, asegurando así su coordinación y evitando un
exceso de colesterol intracelular. La expresión y funcionalidad adecuadas de los
receptores de LDL son un determinante importante de la concentración de LDL
sérica(2).
Lipoproteinas de alta densidad (HDL).
Las lipoproteínas de alta densidad (HDL), que tienen una densidad menor a 1,21
g/ml y mayor a 1,063 g/ml, se caracterizan por su contenido de apoA-I, así
como por tener como componente principal ésteres de colesterol. La síntesis de
HDL depende tanto del catabolismo de las partículas ricas en triglicéridos
(quilomicrones y VLDL) como de la síntesis de apoA-I, que inicialmente no está
asociada a los lípidos, por parte del hígado y el intestino(2).
La función más conocida de las HDL es el transporte reverso de colesterol,
aunque también parecen ser relevantes otras funciones como la inhibición de la
modificación oxidativa de las LDL, la capacidad antiinflamatoria y
antitrombótica. La función de las HDL depende en gran medida de su contenido
de apoA-I, su principal apolipoproteína (1). Esta apolipoproteína facilita la salida
del exceso de fosfolípidos y colesterol intracelular a través de mecanismos
específicos que requieren gasto de energía. Este paso, conocido como eflujo,
depende de su interacción con transportadores del tipo ATP-binding cassette A1
y G1 (ABCA1 y ABCG1). También existe en menor medida un eflujo de colesterol
de células periféricas a través del receptor scavenger receptor B-I (SR-BI).
Posteriormente, el colesterol HDL obtenido del flujo celular pasará a ser
esterificado por la enzima lecitina: colesterol aciltransferasa (LCAT), que
también necesita de la presencia de apoA-I como cofactor. El aumento de
colesterol esterificado en el núcleo de las HDL irá aumentando el tamaño y
redondeando la forma de las HDL, hasta que finalmente su contenido en
ésteres de colesterol será liberado a los hepatocitos tras interaccionar con SR-
BI. El colesterol captado de esta forma puede ser eliminado por la bilis y las
heces, a través de la secreción hepática e intestinal mediada por un
heterodímero de ABCG5/ABCG8. Alternativamente, el colesterol puede ser
convertido, a nivel hepático, en ácidos biliares, siendo eliminados por vía biliar y
fecal si no son antes reabsorbidos a nivel intestinal. Dado que el colesterol no
puede ser degradado por el organismo, el transporte reverso de colesterol (y
ácidos biliares) es la única vía conocida de eliminación de colesterol en nuestro
organismo(2).
Es importante señalar que en los seres humanos la lipoproteína mayoritaria es
la LDL, pero también se produce una transferencia no específica de colesterol
entre diversos tipos de lipoproteínas, en un proceso que es catalizado por la
proteína transferidora de ésteres de colesterol (PTEC). El resultado final de su
acción depende de la concentración de las diferentes lipoproteínas y de su
tiempo de vida media, y es la transferencia de colesterol de HDL a LDL y VLDL, y
de triglicéridos de VLDL a HDL. Aunque no se conoce bien el significado
fisiológico de estos intercambios, los animales con menor actividad de PTEC
(como los roedores) no presentan susceptibilidad a la arteriosclerosis y tienen
la HDL como lipoproteína mayoritaria. La entrega de colesterol por parte de
HDL a través del receptor SR-BI, así como la acción de la lipasa endotelial (LE) y
de la PTEC, tienden a disminuir el tamaño de las partículas de HDL, lo que
parece ser importante para que dichas partículas puedan seguir funcionando en
nuevos ciclos de transporte reverso de colesterol. Sin embargo, en estos
procesos de lipólisis y transferencia se pierden lípidos hidrófobos y se
desprende de la superficie de la HDL apoA-I (que es catabolizada a nivel renal),
lo que disminuye el tamaño de HDL. Existe una clara relación directa, a nivel
poblacional, entre el tamaño de las partículas de HDL y la concentración de
colesterol HDL. Existen diferentes enfermedades hereditarias por deficiencia de
HDL que se deben a mutaciones en algunos de los siguientes genes: ABCA1,
APOA1 y LCAT. También existen alteraciones hereditarias que causan aumento
de HDL, como las debidas a mutaciones en el gen de la PTEC, LH o LE(2).
Fig. C y D (6)
Fig. H(7)
a. Vía para el transporte del colesterol desde la periferia al hígado (vía de retorno).
La función del sistema mediado por apo AI en las HDL es transportar el
colesterol desde la periferia hacia el hígado. Este sistema está conectado con la
vía exógena y endógena de transporte de lípidos. Las partículas HDL derivan de
precursores complejos proporcionados por el hígado e intestino, y se convierten
de discoidales a esféricas (HDL2 y HDL3). Posteriormente, las HDL son
incorporadas nuevamente al hígado mediante receptores específicos para apo
A-I(7).