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* Sobre la creación *

Solo se puede crear lo que ya existe.

En una charla exploratoria del círculo del parque surgió la idea de que la originalidad no existe. Todo está hecho de algo anterior.
Si llevásemos esta idea a su extremo se podría preguntar ¿Si la originalidad no existe, existe acaso la creación? ¿Qué es crear algo?
Mi motivación para escribir este texto parte de mostrar una diferencia muy poco tenida en cuenta en reflexiones sobre lo humano.
Dejando de lado el tema de si es posible crear algo “nuevo”, es cierto que usamos todas estas palabras de formas menos absolutas.
Una forma absoluta de pensar la creación es la teológica. Solo Dios es capaz de auténtica creación, radicalizada en el ser ex nihilo.
Esta manera de pensar quedará también descartada y junto a ella todos los problemas que se presentan al comienzo de este texto.
Crear es, para mi, esencialmente dos cosas.

* Primero, siendo la forma más básica de creación, es demarcar algo. Poner un “cordón”, “marco” o “forma” a lo real.

* Segundo, es pasar cualquier cosa de un nivel simplemente de la experiencia a un nivel conceptual.

Ambas cosas, aclarando que estas expresiones son maneras iniciales de decir lo que quiero transmitir, pueden ocurrir juntas.

Un hacha. En cuanto escribo esto ya tengo la imagen de esta invención con características pueden ser replicadas en un hacha real.
El hacha tiene una forma y materiales de ciertas características que se relacionan con la funcionalidad que se supone deben tener.
Si mágicamente ya no existiese la piedra o el acero, se podrían seguir haciendo de tungsteno. En el mundo seguirán siendo hachas.
Ahora un músico improvisando. En este caso no puedo imaginar algo tan exacto. No se puede replicar de manera fija.
Lo que estas dos cosas comparten es que aunque una sea iterable y otra no, ambas tienen un marco en el que se manifiestan.
Estamos acostumbrados a pensar la creación como el contenido interior de esas manifestaciones, sean hachas o un solo de bongó.
Mi forma de entender esto es que lo fundamental en realidad es ese marco en base al cual se concibe lo hecho o lo que se hace.
Solo porque existe este marco se puede luego jugar con sus límites y lo que queda en su interior.
Imaginemos ahora a un chimpancé tocando en unos bongoes un ritmo idéntico al de un fragmento de un músico improvisando.
¿Habrá este chimpancé creado ese ritmo improvisado de la misma manera que el músico? No lo sabemos, pero podemos suponer.
Si suponemos que el chimpancé no hizo lo que hizo separando ese actuar de otros actos, como jugar alegremente, no lo creó.
Si el chimpancé no tiene dentro de sí una separación de lo que es música de lo que no, no habrá creado música, habrá hecho eso.
En la experiencia del mono, tocar los bongos habrá sido una actividad dentro del flujo menos diferenciado de su experiencia.
El arte contemporáneo, al desarrollarse en los marcos mismos, transgrediendo o creando nuevos, suele suscitar sospechas.
En el ejemplo del primate, podrán entender cómo la improvisación en el bongó no sería muy diferente si se tratara de un niño.
Conocen la típica crítica del arte contemporáneo: eso mi hijo podría hacerlo. Cómo han improvisado algunos de mis alumnitos de
piano me ha sorprendido y fascinado algunas veces: verlos tocar haciendo sonidos con su aparato fonador dignos de Stockhausen.
Stockhausen, el reconocido compositor de música culta del siglo XX, tiene una polémica sobre el atentado a las torres gemelas.
Cito:
“Bien, lo ocurrido es, por supuesto —deben entender correctamente esto— la más grande obra de arte jamás hecha. El hecho
que los espíritus han realizado con un único acto es algo con lo que en música nunca podremos soñar. Esa gente practicó diez
años duramente, fanáticamente para un concierto. Y entonces murieron. Y eso es la más grande obra de arte que existe en
todo el cosmos. Ahora imagine que eso ha ocurrido aquí. Hay gente quienes están tan concentrados en esta única actuación, y
entonces cinco mil personas son conducidas a la resurrección. En un momento. Yo no puedo realizar eso. Comparado con eso,
no somos nada, como compositores [...] Esto es un crimen, por supuesto que lo sabéis, porque la gente no lo había acordado.
Ellos no venían a este concierto. Esto es obvio. Y nadie les había dicho: «tú puedes ser asesinado en el proceso».

Posteriormente aclaró que la obra sería de Lucifer, por lo que no dudaba que fuera maligna, pero no es esto lo que me interesa.
No es extraño que una persona tan comprometida como él a abrir el marco de lo que es lo musical y el arte diese esta opinión.
¿Pero con los criterios que di, una piedra no sería también una creación, en tanto una enmarcación de lo real? ¿Creen que no?
Pensemos. Un artista contemporáneo pone una piedra gris en medio de una sala de exposición y la titula “El ser”. Es una creación.
Ahora pensemos la misma situación, pero lo que cambia es el título, que dice “piedra gris en medio de una sala de exposición”.
Estamos acercándonos a un límite. Ahora la “obra” consiste en la misma piedra pero tirada en medio de un río junto a otras más.
¿Dónde deja de ser arte, dónde el concepto de “obra” y “arte”, su cordón, está ya tan deshilachado que no logra marcar nada más?
Es por esto que existe la categoría de “arte conceptual”. Una de las últimas cosas que se pueden hacer es proponer un marco.
Ahora, una piedra es algo creado en tanto concepto, porque puede ser articulado de maneras accesibles a la voluntad, como los
diamantes artificiales, o piedras imaginarias que podrían ser creadas en laboratorio con características inéditas en la naturaleza.
Pero no quiero hacer trampa. No parece bien decirle a una piedra algo creado. Debería agregarse una condición más.

* Tercero, es algo que puede llegar a ser actualizado por cierta disposición a la que se entra o cierto ejercicio de la voluntad.

Estaría de acuerdo, pero esta vez voy a dejar de lado ese punto para avanzar sobre algo más profundo y amplio que lo coloquial.
¿Antes de que existiese un tipo de diálogo llamado “debate”, la gente debatía? Por supuesto, era algo que simplemente sucedía.
Sin embargo el nombrarlo, delimitarlo, permite articularlo y que esta actividad antes indistiguida se diversifique y desarrolle.
Con el paso del tiempo el debate no será ya nunca lo que fue antes de que su concepto se creara como acto de elevación.
Otra expresión podría ser útil para decir qué es crear. Es dar relieve. Elevar, de la dimensión “plana” de la experiencia, algo.
No hay que malentender de estas expresiones que crear entonces es un acto pasivo. Pasar las cosas de nivel es un acto positivo.
Antes del final podría escribir sobre muchos ejemplos de diferentes actividades y formas de creación, pero sería muy extenso.
Menciono que con lo dicho problemas como el de la paradoja del barco de Teseo podrían ser analizados con mayor profundidad.
Incluso el gran problema de los universales y particulares podría encontrar una solución o perspectiva diferente aquí.
Para terminar voy a usar el tema de la diferencia entre género y sexo en diversar teorías, perspectivas y discusiones recientes.
Comprendo que puede generar polémica y mi responsabilidad es, también, para la totalidad de este texto.
Cierto pensar entiende al sexo y al género como algo distinguible pero, como suele pasar, reduccionismos han aparecido.
Cierta corriente va más allá y considera que el sexo biologico en realidad no existe. Nótese el mecanismo contrario al crear en esto.
Otra corriente también hace algo similar. Considera que el género en tanto tal no existe, y diluye su creación en sub-características.
Por último, hay quienes que tanto género como sexo no tienen nada que ver entre sí. Cuestionando esto es que voy a comenzar.
En primer lugar existe la interacción primitiva de seres de una especie gonocórica, donde hay machos y hembras, no hermafroditas.
Su diferencias físicas producirán hechos y modos de cierta similitud en cada clase, lo que producirá diferencias en la percepción.
En otro nivel, cuando se nombran estas diferencias, se construye lo que llamamos hombre y mujer embutidos en esas diferencias.
Esta es la primera creación. Al delimitar qué es, se indaga en su interior, pero este interior puede ser diferente para cada grupo.
Es por esto que aún sin la distinción conceptual, el género comienza a aparecer en cómo cada cultura y pueblo vive su diferencia.
Esto, con el tiempo, se transforma en características e incluso formas de identidad, como el gusto de muchos gatos por las cajas.
Solo por este relieve son posibles la realidad trangerenero o no binaria, así como la unisexualidad identitaria en personas intersex.
¿Cómo vestían las mujeres transgénero en la europa del 1900? Como todas las mujeres de esa época y lugar.
¿Qué sucede entonces con el concepto más nuevo, el de no-binarismo? ¿Por qué no aparece un tercer género? Dicen los críticos.
Porque solo se puede crear lo que de alguna manera ya existe, inclusive si es solo como una abstracción, un fragmento de lo real.
Lo no binario entonces sería una forma de borrar esa separación, así como la libertad de moverse entre dos cosas a la vez o más.
Es aquí donde las características que describí sobre la creación se manifiestan en muchos conceptos descubiertos y creados a la vez.
Lo que aparece es lo bigénero, trigénero, pangénero, género fluido, agénero, xenogénero, tercer género, Maverique entre otros.
Sí estas creaciones crecen lo suficiente en su interior solo lo podrá confirmar el tiempo. No toda creación es igual de noble.
Yo agradezco que muchas cosas no sean creadas y opongan resistencia a todas nuestras creaciones. A ellas también nos debemos.
¿Se podría decir que con este texto lo que hice fue crear la idea de creación? De algún modo sí, porque es una abstracción.
Qué es eso que llamamos crear, si admitimos la separación, es algo mucho más rico que todo lo que pueda decir en este texto.

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