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de América donde predominan las lenguas romances (lenguas derivadas del latín), como
la española, portuguesa y francesa.456789 Geográficamente incluye la mayor parte
del continente americano, desde el archipiélago de Tierra del Fuego, en América del Sur,
hasta el río Bravo en la frontera entre México y Estados Unidos, en América del Norte,
abarcando las islas caribeñas e incluyendo la parte central del continente,10 con excepción
de los países de la región donde no se hablan lenguas romances.11 De los tres idiomas
que definen a América Latina, el español y el portugués son los predominantes, quedando
el francés como idioma de solo un 3% de la población de la región.
El término «latino» a pesar de que su origen sea el gentilicio de Lacio y por herencia se
refiere a los pueblos que fueron romanizados y que mantuvieron el uso de lenguas
romances,1213se ha popularizado su uso como contracción de la palabra
«latinoamericano». En América, se aplica el término latino a los países que tuvieron origen
en la colonización de España, Portugal y Francia; son aquellos en los cuales se instaló
esta cultura neolatina, resultado del mestizaje con los pueblos originarios de América y del
África subsahariana.14 Tras las guerras de independencia en el siglo XIX, las corrientes
migratorias de los siglos XIX y XX aportaron millones de
inmigrantes españoles, portugueses e italianos que sumaron más elementos al carácter
latino (en especial en Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela). No obstante, hubo también
un importante movimiento migratorio de individuos portadores de otras culturas europeas,
asiáticas o africanas.151617
Concepto
Es un concepto lingüístico y geográfico de origen francés que surge en el siglo XIX para
identificar una región del continente americano con habla mayoritaria de lenguas derivadas
del latín (principalmente, español o portugués y, en menor medida, francés).20
El término se elaboró y difundió durante el reinado de Napoleón III Bonaparte pero varios
factores permitieron que durante el siglo XX Francia conservara una influencia
desproporcionada en América. Durante las dictaduras del siglo XX una buena parte de la
élite intelectual y político-financiera hispanoamericana se marchó al exilio en Francia. Y,
para muchos intelectuales, «la capital de América Latina estaba en París».21
Pero, acaso, lo que más le agradezco a Francia sea el descubrimiento de América Latina.
Mario Vargas Llosa22
El primer autor que combinó las palabras «América» y «Latina» en una misma expresión
fue el filósofo y político chileno Francisco Bilbao, el 22 de junio de 1856, en una
conferencia en París en la que leyó su texto «Iniciativa de la América: Idea de un Congreso
Federal de las Repúblicas».26 En el texto propone la creación de una confederación de
repúblicas de la región como alternativa para buscar un modelo de desarrollo que tenga en
cuenta las características propias de su población y su geografía, además de poder hacer
frente a proyectos imperialistas foráneos después de la intervención estadounidense en
México (1846-1848).27 Aunque es cierto que anteriormente Chevalier había elaborado el
término y hecho una reflexión profunda sobre el mismo.20
En la década de 1860, el término fue usado por los franceses para reivindicar un mayor
protagonismo en la región:28 el emperador Napoleón III impulsó una campaña para
destacar el parentesco cultural de los países de
herencia hispana y lusitana con Francia dado el común origen latino de sus culturas, pero
también de las regiones con herencia francesa, como Quebec, la Acadia, la Luisiana y las
islas del Caribe. De esta manera, el Segundo Imperio Francés pretendía ser un líder
cultural y político en América.29 Este movimiento se evidenció en el plano político al instalar
a su protegido Maximiliano como Emperador de México, devenido en una suerte
de protectorado francés.30 Así, debido parcialmente al esfuerzo de Napoleón III, la
expresión «América Latina» fue aceptada a partir de 1870 de manera casi universal.31
Sin embargo, otros historiadores latinoamericanos, como Arturo Ardao y Miguel Rojas Mix,
sostienen que el término «América Latina» se usó anteriormente y de manera opuesta a
cualquier proyecto imperialista, especialmente para contrarrestar el expansionismo
estadounidense bajo la idea del «Destino Manifiesto», pero también contra el imperialismo
europeo, caracterizado como despótico. De hecho, el propio Bilbao, durante la invasión
francesa de México, escribió «Emancipación de el Espíritu en América», donde pedía a
todos los países latinoamericanos que apoyaran la causa mexicana contra Francia,
alegando que Francia era «hipócrita, porque ella se llama a sí misma protectora de la raza
latina sólo para someterla a su régimen de explotación; traidora, porque habla de libertad y
nacionalidad, cuando, incapaz de conquistar la libertad por sí misma, ¡esclaviza a los
demás!».3233
En ese sentido, resulta importante destacar que la expresión «América Latina» nace como
término específico para diferenciar una región del mundo ubicada en América que ha sido
frecuentemente objeto de proyectos expansionistas y coloniales estadounidenses y
europeos, por lo que es preciso tener los eventos históricos específicos que Bilbao y
Torres Caicedo mencionan para entender el origen del término. No en vano los
historiadores que rastrearon los primeros usos de la expresión «América Latina», el
uruguayo Arturo Ardao y el chileno Miguel Rojas Mix, afirmaron que desde su origen
mismo la expresión «Latinoamérica» ha tenido connotaciones antiimperialistas y
anticolonialistas.36 Entre otros eventos históricos contemporáneos a los autores que tanto
Bilbao como Torres Caicedo mencionan como argumento central de sus propuestas, el
más evidente y recurrente en ambas obras es la intervención estadounidense en México,
donde este último país perdió más de la mitad de su territorio. Ambos autores también
hablan del peligro de perder el istmo de Panamá. Torres Caicedo también hace mención
expresa de la invasión de Nicaragua, donde el filibustero estadounidense William
Walker trató de crear una colonia de habla inglesa y reinstaurar la esclavitud, abolida hacía
ya tres décadas en ese país. Seis años después de «Iniciativa de la América», Bilbao
continuaría además con su proyecto anticolonialista al escribir La América en
peligro (1862),37 donde se opuso tajantemente a la invasión francesa de México. En ese
sentido, Miguel Rojas Mix afirma que «Bilbao no solo antecede a otros pensadores en la
utilización de la expresión América latina, también es precursor en la significación que este
concepto va a adquirir más tarde en el lenguaje de las izquierdas latinoamericanas. En él,
el concepto se acuña en un pensamiento anticolonialista, antiimperialista y de un proyecto
de sociedad socialista».38
Etimología
El término latinoamericano deriva de las palabras (latino) persona natural del Lacio y
(América) palabra derivada de Américo Vespucio que participó en al menos dos viajes de
exploración al Nuevo Mundo.
Definición
La expresión América Latina o Latinoamérica tiene varios usos y connotaciones
divergentes:40
Los primeros, hispanistas, por dar prioridad a la influencia española sobre la portuguesa o
francesa. De hecho, incluso autores brasileños como Nélida Piñón dudan de que el
nombre abarque a su país, por no ser hispano.43 El término latinoamericano también es
criticado en cuanto a que, según muchos estudiosos, parece integrar de manera forzada a
las colonias francesas que en poco se parecen histórica y culturalmente al resto de las
regiones hispanoamericanas. El escritor mexicano Carlos Fuentes, por su parte, acuñó la
variante "Indo-Afro-Ibero América" en su libro Valiente mundo nuevo (1990).
Adicionalmente, las naciones y pueblos no latinos del Caribe consideran que la expresión
«América Latina» no los abarca, porque no hablan una lengua romance.[cita requerida]
El uso mismo del nombre «América» ha sido históricamente controvertido. A principios del
siglo XIX, el líder independentista Simón Bolívar quiso llamar a toda la región «Colombia»,
en honor a Cristóbal Colón.45 Según el parecer del Libertador, Colón tenía más mérito
que Américo Vespucio para dar nombre al continente («América» se hizo popular en
Europa por las cartas geográficas de Mercator, primeros planos de América que salían de
España hacia el resto de Europa). Antiguamente, se utilizaba el término «Indias
Occidentales» para nombrar al continente. El subcontinente sur también era llamado
«América Meridional» o «América del Mediodía». En cuanto al subcontinente norte,
la Nueva España era también conocida como la «América Septentrional», México se
declaró independiente con ese nombre durante el Congreso de Anáhuac en 1813.