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INGENIERÍA DE ROCAS
Notas del curso por Evert Hoek
i
Prefacio
El ingeniero de rocas dispone de herramientas cada vez más sofisticadas y, sin
embargo, sigue habiendo muchas cuestiones fundamentales de diseño: ¿cómo se
decide el riesgo aceptable de fallo de un talud a cielo abierto, la cantidad de
deformación que puede tolerarse en los cimientos de una presa de arco, las cargas
admisibles en los cables de refuerzo de una caverna subterránea o si un túnel debe
construirse con métodos de perforación y voladura o con tuneladora?
Estas cuestiones, de gran importancia práctica en la ingeniería civil y minera, se
abordan en estos apuntes, que se basan en una serie de casos prácticos, cada uno de
ellos cuidadosamente elegido para ilustrar los conceptos y los enfoques prácticos
utilizados. Las herramientas y técnicas utilizadas van desde simples estimaciones hasta
los modelos numéricos más sofisticados disponibles en la actualidad. El debate incluye
la selección de los datos de entrada adecuados, el uso de estudios de sensibilidad y
enfoques probabilísticos y el uso iterativo del rendimiento observado para calibrar y
perfeccionar los modelos durante el diseño y la construcción.
Estos apuntes se han preparado como material para ser utilizado durante los cursos
y también para proporcionar un volumen de referencia tras la finalización de los
mismos. Se subraya que se trata de notas y que el volumen no es un texto formal. No
se ha publicado ni se publicará en su forma actual y su contenido se revisará de vez en
cuando para satisfacer las necesidades de determinados públicos. Las notas fueron
actualizadas y corregidas en diciembre de 2000.
Se anima a los lectores a que me envíen sus comentarios, correcciones, críticas y
sugerencias a la dirección indicada más abajo. Estas aportaciones me ayudarán a
mejorar los apuntes para futuros cursos.
2.1 ntroducción18
2.2 Deslizamientos de tierra ...................................................................... en embalses18
2.3 Deformación de los ................................................................................ taludes delas
rocas25
2.4 Fallos estructurales en ...................................................................... masas rocosas27
2.5 Excavaciones en ......................................................................................roca débil29
2.6 Factor de.................................................................................................. seguridad35
2.7 Análisis probabilísticos38
3.1 ntroducción40
3.2 Clasificaciónmacizo rocoso de ................................................................ngeniería40
3.2.1 Clasificación demasas rocosas de Terzaghi .....................................................41
3.2.2 Clasificaciones que implican el ................................. tiempo de permanencia42
3.2.3 Índice de designación de la calidad de la roca..................................... (RQD)42
3.2.4 Clasificación de la estructura de la roca (RSR)44
3.3 Clasificación geomecánica47
3.4 Modificaciones de la RMR para la ............................................................. minería48
3.5 Índice de calidad de los túneles de roca, Q51............................................................
3.6 Utilización de .................................. sistemas de clasificación de macizos rocosos58
9.1 ntroducción115
9.2 Mecánica de las .......................................................................................cascadas117
9.3 Posibles medidas que podrían adoptarse para reducir .............los riesgos decaída de
rocas119
Ingeniería de la vi
roca
9.3.1 Identificación de posibles .............................. problemas dedesprendimiento de
rocas119
9.3.2 Reducción de los niveles de energía asociados a la .................... excavación119
9.3.3 Sujeción física de los .......................................... desprendimientos de rocas119
9.4 Sistema de clasificación deriesgo de caída de ............................................. rocas123
9.4.1 Altura dela ..................................................................................... pendiente125
9.4.2 Eficacia de ............................................................................................ zanja126
9.4.3 Riesgo medio del vehículo................................................................. (AVR)127
9.4.4 Porcentaje de la ....................................................................... distanciavisual de
decisión127
9.4.5 Anchura dela ..................................................................................... calzada128
9.4.6 Carácter geológico128
9.4.7 Tamaño del bloque o cantidad de caída de rocas por ......................... evento130
9.4.8 Clima y presencia de agua en .......................................................... la ladera130
9.4.9 Historia de la caída de rocas130
9.5 Análisis del riesgo de desprendimiento de rocas en las ........................ carreteras131
9.5.1 Clasificación RHRS ................................................. para el corte de argilita132
9.5.2 Análisis deriesgo...................................................... para el corte de argilita133
9.6 Comparación entre el riesgo evaluado y el ................................. riesgo aceptable134
9.7 Conclusiones136
10.1 ntroducción137
10.2 Tensionesin
........................................................................................................................situ137
10.3 El .................................................................................................... mapamundial del
estrés140
10.4 Desarrollar un .................................................................... programade medición del
estrés143
10.5 Análisis de las ...................................................................... tensiones inducidas144
10.6 Métodos numéricos de ........................................................ análisis de tensiones147
10.6.11 Método de los elementos límite148
10.6.2 Métodosde elementos finitos y de diferencias .....................................finitas149
10.6.33 Método de los elementos diferenciados150
10.6.44 Enfoques híbridos151
10.6.5 Modelosbidimensionales ................................................. y tridimensionales151
10.6.6 Análisis de tensiones con el programa PHASE2........................................... 152
10.7 Ejemplo práctico de ................................................................ análisisbidimensional
de tensiones152
10.7.1 Análisis de la ............................................................................. estabilidad dela
cabecera154
10.7.2 Análisis de la ............................................................... excavación completa158
10.7.33 Conclusión160
15.1 ntroducción276
15.2 Tecnologíadel hormigón .................................................................... proyectado276
15.2.1 Hormigón proyectadode mezcla ............................................................. seca276
15.2.2 Hormigón proyectadoen ...................................................................húmedo277
15.2.3 Hormigón proyectadomicro-sílice reforzado con fibra de.................... acero278
15.2.4 Hormigón proyectadoreforzado con .....................................................malla281
15.3 Aplicacionesdel hormigón ................................................................. proyectado283
15.4 Diseño del ................................................................................. soporte dehormigón
proyectado285
16.1 ntroducción289
16.2 Perspectiva histórica289
16.3 Dañospor ..................................................................................................oladura290
16.4 Control de daños291
16.5 Diseño .............................................................................. y control de voladuras297
16.6 Conclusión298
17 Referencias299................................................................................................................
Índice de xi
contenidos
Agradecimientos
Parte del material contenido en los capítulos 3, 4, 5, 10, 11, 14 y 15 si de un libro de Hoek, E, Kaiser,
P.K. y Bawden W.F. titulado Support of Underground Excavations in Hard Rock que fue publicado por
A.A. Balkema de Rotterdam en 1995. Se agradece el permiso del Sr. A . A . Balkema para reproducir este
material.
El pedido de este libro se reproduce al dorso. Este formulario de pedido debe enviarse a una de las siguientes
direcciones:
A.A. Balkema Publishers, P.O. Box 1675, 3000 BR Rotterdam, Países Bajos
(Fax +31.10 4135947)
Para los clientes de Estados Unidos y Canadá
A.A. Balkema Publishers, Old Post Road, Brookfield, VT 05036-9704
(Fax 802 276 3837)
También se puede contactar con A.A. Balkema Publishers por correo electrónico en balkema@balkema.nl y en
Internet en http://www.balkema.nl.
Parte del material contenido en el capítulo 11 sobre las propiedades del macizo rocoso procede de un
artículo y una nota técnica publicados en el International Journal of Rock Mechanics and Mining Sciences
y se agradece el permiso de Elsevier Science para reproducir este material. Las referencias son:
Hoek, E. y Brown, E.T. Estimaciones prácticas de la resistencia del macizo rocoso. Int. J. Rock Mech. Min.
Sci. Vol. 34, No. 8, pp 1165-1186, 1995.
Hoek, E. Fiabilidad de las estimaciones Hoek-Brown de las propiedades del macizo rocoso y su impacto en
el diseño. Int. J. Rock Mech. Min. Sci. Vol. 35, No. 1, pp 63-68, 1998.
La revista International Journal of Rock Mechanics and Mining Sciences puede consultarse en Internet en
la dirección http://www.elsevier.nl/inca/publications/store/2/5/6/index.htt.
Ingeniería de la la rocxaiiiv
roca
A.A.Balkema Publishers
Formulario de pedido:
Un volumen completo que trata del diseño de bulones, pasadores, cables y hormigón proyectado para
excavaciones subterráneas en roca dura. Se ofrecen numerosos ejemplos prácticos y se hace un amplio uso
del software de fácil manejo desarrollado específicamente para esta aplicación (disponible por separado).
Los temas tratados incluyen sistemas de clasificación de macizos rocosos, resistencia al cizallamiento de
discontinuidades, análisis de fallos estructuralmente controlados, tensiones in situ e incluidas, estimación
de la resistencia del macizo rocoso, diseño de soportes para rocas sobrecargadas, así como discusiones
sobre diferentes tipos de soportes subterráneos.
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1.1 Introducción
Figura 1.1a: La presa de Vajont durante el llenado del embalse. En la distancia media, en el
centro de la imagen, está el monte Toc con la pendiente inestable visible como una cicatriz
blanca en la ladera de la montaña por encima de la línea de flotación.
Figura 1.1b: Durante el llenado del embalse de Vajont se sumergió la punta de la ladera del monte
Toc, lo que precipitó un deslizamiento. En la parte central de la fotografía se ve el montículo de
escombros del deslizamiento. El descenso muy rápido del material del deslizamiento desplazó el
agua del embalse provocando una ola de 100 m de altura que sobrepasó el muro de la presa. La
presa en sí, visible en primer plano, no sufrió grandes daños.
Introducción3
Figura 1.1c: La ciudad de Longarone, situada aguas abajo de la presa de Vajont, antes de la
rotura del Monte Toc en octubre de 1963.
Figura 1.1d: Los restos de la ciudad de Longarone tras la inundación provocada por el
desbordamiento de la presa de Vajont como consecuencia de la rotura del monte Toc. En
esta inundación murieron más de 2000 personas.
4 Capítulo 1: Desarrollo de la ingeniería de
rocas
Los primeros años de la década de 1960 fueron muy importantes en el desarrollo general
de la mecánica de las rocas en todo el mundo porque se produjeron una serie de fallos
catastróficos que demostraron claramente que, tanto en las rocas como en el suelo,
"estábamos sobrepasando los límites de nuestra capacidad para predecir las
consecuencias de nuestras acciones" (Terzaghi y Voight (1979)).
En diciembre de 1959, los cimientos de la presa de arco de hormigón de Malpasset, en
Francia, fallaron y la inundación resultante mató a unas 450 personas. En octubre de
1963, unas 2.500 personas murieron en la ciudad italiana de Longarone a causa de una
ola generada por un corrimiento de tierras que desbordó la presa de Vajont. Estas dos
catástrofes tuvieron una gran repercusión en la mecánica de las rocas en la ingeniería
civil y se escribió un gran número de artículos sobre las posibles causas de los fallos
(Jaeger (1972)).
En 1960 se derrumbó una mina de carbón en Coalbrook (Sudáfrica) con la pérdida de
432 vidas. Este suceso fue el responsable del inicio de un intenso programa de
investigación que dio lugar a importantes avances en los métodos utilizados para el
diseño de pilares de carbón (Salamon y Munro (1967)).
El desarrollo formal de la mecánica de las rocas como disciplina de la ingeniería por
derecho propio data de este periodo, a principios de los años 60, y trataré de repasar esta
evolución en los siguientes capítulos de estas notas. Me considero extremadamente
afortunado por haber estado íntimamente involucrado en el tema desde 1958. También he
tenido la suerte de haber ocupado puestos que exigían viajar mucho y que me han puesto
en contacto personal con la mayoría de las personas a las que se asocia el desarrollo de la
mecánica de rocas moderna.
Los estallidos de roca son fallos explosivos de la roca que se producen cuando se inducen
concentraciones de tensión muy elevadas alrededor de las aberturas subterráneas. El
problema es especialmente grave en la minería a gran profundidad en rocas duras y
frágiles. La figura 1.2 muestra los daños provocados por un estallido de roca en una mina
subterránea. Las minas de oro a gran profundidad de la zona de Witwatersrand
(Sudáfrica), las minas de oro de Kolar (India), las minas de níquel de Sudbury (Canadá),
las minas de la zona de Coeur d'Alene (Estados Unidos) y las minas de oro de la zona de
Kalgoorlie (Australia) son algunas de las minas que han sufrido problemas de estallido de
rocas.
Ya en 1935 las minas de níquel a gran profundidad cerca de Sudbury experimentaban
problemas de estallido de rocas y Morrison elaboró un informe sobre estos problemas en
1942. Morrison también trabajó en problemas de estallido de rocas en los campos de oro
de Kolar, en la India, y describe algunos de estos problemas en su libro A Philosophy of
Ground Control (1976).
Los primeros trabajos sobre estallidos de rocas en las minas de oro sudafricanas fueron
realizados por Gane et al (1946) y Cook et al (1966) presentaron un resumen de las
investigaciones sobre estallidos de rocas realizadas hasta 1966. Los trabajos realizados
por Cook (1963) sobre la localización sísmica de los estallidos de roca permitieron
mejorar considerablemente nuestra comprensión de la mecánica de los estallidos de roca
y sentaron las bases de los sistemas de control microsísmico que ahora son habituales en
las minas con problemas de estallidos de roca.
Una característica de casi todos los estallidos de roca es que se producen en rocas
frágiles sometidas a grandes tensiones. En consecuencia, el análisis de las tensiones
inducidas en torno a las excavaciones mineras subterráneas, clave en la generación de
estallidos de roca, puede abordarse mediante el
6Ráfagas de rocas y teoría elástica5 Capítulo 1: Desarrollo de la ingeniería de
rocas
teoría de la elasticidad. Gran parte de los primeros trabajos de mecánica de rocas
aplicados a la minería se centraron en el problema de los estallidos de rocas, y estos
trabajos están dominados por soluciones teóricas que suponen una roca elástica isotrópica
y que no tienen en cuenta el papel de las discontinuidades estructurales. En la primera
edición del libro de Jaeger y Cook Fundamentals of Rock Mechanics (1969), se
mencionan las discontinuidades estructurales en una docena de las 500 páginas del libro.
Este comentario no supone una crítica a este destacado libro, sino que ilustra el
predominio de la teoría elástica en el enfoque de la mecánica de rocas asociado a los
problemas mineros de profundidad. Los libros de Coates (1966) y de Obert y Duvall
(1967) reflejan el mismo énfasis en la teoría elástica.
Este énfasis en el uso de la teoría elástica para el estudio de los problemas de la
mecánica de las rocas fue particularmente fuerte en el mundo anglosajón y tuvo tanto
ventajas como desventajas. La desventaja era que ignoraba el papel crítico de las
características estructurales. La ventaja fue que la enorme concentración de esfuerzos en
este enfoque dio lugar a avances que podrían no haberse producido si el enfoque hubiera
sido más general.
Muchas minas y grandes proyectos de ingeniería civil se han beneficiado de estos
primeros trabajos de aplicación de la teoría elástica y la mayoría de los métodos
modernos de diseño de excavaciones subterráneas tienen su origen en estos trabajos.
Figura 1.2: Resultados de un estallido de roca en una mina subterránea en roca frágil sometida a
tensiones muy elevadas.
6 Capítulo 1: Desarrollo de la ingeniería de
rocas
Stini fue uno de los pioneros de la mecánica de las rocas en Europa y destacó la
importancia de las discontinuidades estructurales para controlar el comportamiento de las
masas rocosas (Müller (1979)). Stini participó en una amplia gama de trabajos de
ingeniería civil cerca de la superficie
Mecánica de rocas de ingeniería7
Una de las principales deficiencias de los ensayos de laboratorio de las muestras de roca
es que éstas tienen un tamaño limitado y, por lo tanto, representan una muestra muy
pequeña y muy selectiva del macizo rocoso del que fueron extraídas. En un proyecto
típico de ingeniería, las muestras ensayadas en el laboratorio representan sólo una
fracción muy pequeña del uno por ciento del volumen de la masa rocosa. Además, como
sólo se analizan las muestras que sobreviven al proceso de recogida y preparación, los
resultados de estos ensayos representan una muestra muy sesgada. ¿Cómo se pueden
utilizar estos resultados para estimar las propiedades de la masa rocosa in situ?
En un intento de proporcionar orientación sobre las propiedades de las masas rocosas
en las que se puede basar la selección de los sistemas de sostenimiento de túneles, se han
desarrollado varios sistemas de clasificación de masas rocosas.
1
Disponible en Rocscience Inc., 31 Balsam Ave., Toronto, Ontario, Canadá M4E 3B5 tel: 1-416-698-8217 fax:
1-416-698-0908 email: software@rocscience.com
Clasificación del macizo rocoso9
Las clasificaciones típicas son las publicadas por Bieniawski (1973, 1974) y por
Barton, Lien y Lunde (1974). Estas clasificaciones incluyen información sobre la
resistencia del material rocoso intacto, el espaciado, el número y las propiedades de la
superficie de las discontinuidades estructurales, así como consideraciones sobre la
influencia del agua subterránea, las tensiones in situ y la orientación e inclinación de las
discontinuidades dominantes. La figura 1.6 reproduce un cuadro, publicado por Barton
(1989), que puede utilizarse para seleccionar diferentes tipos de soporte para las
excavaciones subterráneas sobre la base de la clasificación del macizo rocoso publicada
por Barton, Lien y Lunde (1974).
Estos sistemas de clasificación del macizo rocoso han demostrado ser herramientas
prácticas de ingeniería muy útiles, no sólo porque proporcionan un punto de partida para
el diseño del sostenimiento de los túneles, sino también porque obligan a los usuarios a
examinar las propiedades del macizo rocoso de forma muy sistemática. Los juicios de
ingeniería que pueden hacerse como resultado de la familiaridad y la comprensión
obtenidas de este estudio sistemático son probablemente tan útiles como cualquiera de los
cálculos asociados a los sistemas de clasificación.
Figura 1.6: Cuadro para la selección preliminar del sostenimiento de las excavaciones
subterráneas sobre la base del índice de calidad de los túneles Q publicado por Barton, Lien y
Lunde (1974). El índice de sostenimiento de la excavación ESR depende de la aplicación para la
que se haya diseñado la excavación subterránea. Según Barton (1989).
Resistencia de la masa rocosa11
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los diseñadores de estructuras de
ingeniería en roca es el de estimar la resistencia del macizo rocoso. Este macizo rocoso
suele estar formado por una matriz entrelazada de bloques discretos. Estos bloques
pueden estar más o menos erosionados y las superficies de contacto entre los bloques
pueden variar desde limpias y frescas hasta cubiertas de arcilla y con superficies
resbaladizas.
La determinación de la resistencia de un macizo rocoso in situ mediante ensayos de
laboratorio no suele ser práctica. Por lo tanto, esta resistencia debe estimarse a partir de
observaciones geológicas y de los resultados de las pruebas realizadas en trozos de roca
individuales o en superficies de roca que han sido extraídas del macizo rocoso. Esta
cuestión ha sido ampliamente discutida por Hoek y Brown (1980), quienes utilizaron los
resultados de estudios teóricos (Hoek (1968)) y de modelos (Brown (1970), Ladanyi y
Archambault (1970)) y la limitada cantidad de datos de resistencia disponibles, para
desarrollar un criterio de fallo empírico para masas rocosas articuladas. Hoek (1983)
también propuso que los sistemas de clasificación de macizos rocosos, descritos en la
sección anterior de este documento, pueden utilizarse para estimar las constantes de los
macizos rocosos necesarias para este criterio de fallo empírico. La aplicación práctica de
este criterio de fallo en una serie de proyectos de ingeniería ha demostrado que estas
estimaciones son razonablemente buenas para masas rocosas alteradas, pero que, en
masas rocosas no alteradas y fuertemente entrelazadas, como las que pueden encontrarse
en la construcción de túneles, los valores de resistencia estimados son demasiado bajos.
Es necesario seguir trabajando para mejorar el criterio Hoek-Brown y otros criterios de
fallo para masas rocosas articuladas, y en un capítulo posterior de estas notas se exponen
algunas ideas al respecto.
1.9 Mediciones de tensión in situ
Figura 1.7: Disección de un núcleo de granito de 150 mm como resultado de las altas
tensiones in situ.
La seguridad durante la construcción y la estabilidad a largo plazo son factores que deben
tener en cuenta los diseñadores de excavaciones en roca. No es raro que estos requisitos
lleven a la necesidad de instalar algún tipo de soporte en roca. Afortunadamente, los
desarrollos prácticos en este campo han sido significativos durante los últimos 25 años y
el ingeniero de rocas de hoy en día tiene una amplia gama de sistemas de soporte (Hoek y
Brown (1980), Hoek (1982), Farmer y Shelton (1980)).
En la construcción de túneles, los conjuntos de acero y el revestimiento de hormigón
siguen desempeñando un papel importante en los terrenos muy pobres, pero en los
terrenos ligeramente mejores, el uso de combinaciones de pernos de roca y hormigón
proyectado se ha convertido en algo muy común. El uso de cables largos no tensados en
la minería subterránea (Clifford (1974), Fuller (1983), Hunt y Askew (1977), Brady y
Brown (1985)) ha sido una innovación especialmente importante que ha dado lugar a
mejoras significativas en la seguridad y los costes de explotación en yacimientos
masivos. Las lecciones aprendidas de estos sistemas mineros se han aplicado con
considerable éxito en la ingeniería civil y el uso de espigas no tensadas, instaladas lo más
cerca posible del frente de avance, tiene muchas ventajas en la construcción de túneles de
alta velocidad. El uso de cables o barras de refuerzo no tensados ha demostrado ser
también una técnica muy eficaz y económica en la estabilización de taludes de roca. Este
refuerzo se instala progresivamente a medida que el talud se inclina hacia abajo y es muy
eficaz para unir el macizo rocoso y evitar que se inicie el barrenado.
El diseño de los sistemas de sostenimiento de rocas tiende a basarse en reglas
empíricas generadas por la experiencia (Lang (1961), Endersbee y Hofto (1963),
Cording, Hendron y Deere (1971)) y los modelos analíticos disponibles actualmente no
son muy fiables. Algunos modelos teóricos interesantes, que proporcionan una
comprensión muy clara de la mecánica
Métodos de excavación en roca15
1.14 Conclusiones
En los últimos 25 años, la mecánica de las rocas se ha convertido en una materia madura
que se apoya en una sólida base de geología y mecánica de ingeniería. Personas
procedentes de muchas disciplinas diferentes han contribuido a este tema y han
desarrollado una amplia gama de herramientas y técnicas prácticas. Todavía hay mucho
margen para el desarrollo, la innovación y la mejora en casi todos los aspectos del tema y
es un campo que continuará proporcionando retos apasionantes durante muchos años.
2
2.1 Introducción
1
Basado en el texto de la conferencia de Müller presentada en el 7º Congreso de la Sociedad Internacional de
Mecánica de Rocas celebrado en Aquisgrán, Alemania, en septiembre de 1991.
Deslizamientos de 19
tierra en embalses
20 Capítulo 2: Cuándo es aceptable un diseño de ingeniería
de rocas
Deslizamientos de 21
tierra en embalses
22 Capítulo 2: Cuándo es aceptable un diseño de ingeniería
de rocas
Deslizamientos de 23
tierra en embalses
Durante la construcción de las presas de Mica y Revelstoke en el río Columbia, en la
Columbia Británica (Canadá), se investigaron varios posibles deslizamientos. Dos de
ellos, el Downie Slide, un antiguo deslizamiento de roca de 1.400 millones de metros
cúbicos, y el Dutchman's Ridge, un deslizamiento de roca potencial de 115 millones de
metros cúbicos, recibieron una atención especial debido a las graves consecuencias que
podría haber tenido el fallo de estos deslizamientos (Imrie (1983), Lewis y Moore (1989),
Imrie, Moore y Enegren (1992)).
Downie Slide y Dutchman's Ridge están situados en secciones escarpadas, estrechas y
en forma de V del valle del río Columbia, que ha estado sometido a varios episodios de
glaciación. El lecho rocoso de estos lugares se compone principalmente de para-gneises y
esquistos precámbricos dentro o al margen del Complejo Metamórfico de Shuswap. En
ambos casos, los posibles planos de deslizamiento, determinados por la perforación con
diamante y el control del desplazamiento de la pendiente, son fallas tectónicas o cizallas
relativamente planas que se inclinan hacia el exterior y que se encuentran en la base del
valle del río.
Sobre la base de una investigación exhaustiva y de programas de control, la Autoridad
de Energía e Hidráulica de la Columbia Británica (BC Hydro) decidió que había que
tomar medidas correctoras para mejorar la estabilidad tanto del deslizamiento de Downie
como de Dutchman's Ridge. Estas medidas correctivas consistieron en la realización de
pozos de drenaje que se extendían dentro y/o detrás de las superficies de falla y se
complementaban con pozos de drenaje perforados en cámaras excavadas a lo largo de los
pozos. Los trabajos en el deslizamiento de Downie se llevaron a cabo entre 1977 y 1982
(incluyendo un periodo de observación de 3 años) y los trabajos en Dutchman's Ridge se
llevaron a cabo entre 1986 y 1988.
Los resultados de estos estudios se utilizaron para decidir la ubicación del conducto de
sustitución.
Además de la construcción de este conducto de sustitución para desviar el agua de la
parte superior y potencialmente inestable del talud, se ha instalado un sistema completo
de control del desplazamiento y de la presión del agua que está siendo supervisado por
BC Hydro (Baker (1991), Tatchell (1991)).
En los taludes, los cimientos y las excavaciones subterráneas poco profundas en roca
dura, el fallo suele estar controlado por la presencia de discontinuidades como fallas,
zonas de cizallamiento, planos de estratificación y juntas. La intersección de estas
características estructurales puede liberar bloques o cuñas que pueden caer o deslizarse
desde la superficie de la excavación. El fallo de la roca intacta rara vez es un problema en
estos casos en los que la deformación y el fallo se producen por el deslizamiento a lo
largo de las superficies de las discontinuidades individuales o a lo largo de las líneas de
intersección de las superficies. La separación de planos y la rotación de bloques y cuñas
también pueden desempeñar un papel en el proceso de deformación y fallo.
El análisis de la estabilidad de estas excavaciones depende, en primer lugar, de una
correcta interpretación de las condiciones geológicas estructurales del macizo rocoso,
seguida de un estudio de los bloques y cuñas que pueden liberarse con la creación de la
excavación. La identificación y visualización de estos bloques y cuñas es, con mucho, la
parte más importante de este análisis. El análisis de la estabilidad de los bloques y cuñas,
y de las fuerzas de refuerzo necesarias para estabilizarlos, es un proceso relativamente
sencillo una vez realizada esta identificación.
El proyecto de almacenamiento por bombeo de Río Grande está situado en la provincia
de Córdoba, en la República Argentina. Cuatro turbinas de bombeo reversibles que
funcionan a una altura media de 170 m dan al proyecto una capacidad total instalada de
750 MW. Estas turbinas están instaladas en una caverna de 25 m de luz, 50 m de altura y
105 m de longitud a una profundidad media de 160 m .
La roca en la que se encuentran las excavaciones subterráneas es un gneis tonalítico
masivo de excelente calidad (Amos et al (1981)). El gneis tiene una resistencia media a la
compresión uniaxial de 140 MPa. La tensión principal máxima, determinada por las
pruebas de sobreexcavación, es de 9,4 MPa y está casi horizontal y orientada
aproximadamente normal al eje de la caverna. En las rocas masivas, esta relación de 15:1
entre la resistencia uniaxial y la tensión principal máxima es poco probable que provoque
un fallo significativo en la roca, lo que fue confirmado por los análisis numéricos de
tensión (Moretto (1982), Sarra Pistone y del Río (1982)). El principal tipo de
inestabilidad al que hubo que hacer frente en las excavaciones subterráneas fue el de los
bloques y cuñas potencialmente inestables definidos por la intersección de rasgos
estructurales (Hammett y Hoek, (1981)). En una sección de la caverna, cuyo eje está
orientado en la dirección 158-338, se cartografiaron cuatro conjuntos de juntas y se
encontró que tenían los siguientes valores de dirección de buzamiento/inclinación:
La figura 2.4 es una vista en perspectiva de la caverna de energía de Río Grande que
muestra las cuñas típicas que pueden formarse en el techo, las paredes laterales, el banco
y el suelo mediante los conjuntos de juntas 2, 3 y 4. Estas figuras representan los tamaños
máximos posibles de las cuñas que se pueden formar y, durante la construcción, los
tamaños de las cuñas se redujeron de acuerdo con las longitudes medias de las trazas de
las juntas medidas en los frentes de excavación. En la figura 2.4 es evidente que el techo
y las dos cuñas de las paredes laterales eran potencialmente inestables y que era necesario
estabilizarlas. Esta estabilización se logró mediante la colocación de pernos de roca
tensados y rejuntados que se instalaron en cada etapa de la excavación de la caverna. Las
decisiones sobre el número, la longitud y la capacidad de los bulones fueron tomadas por
el personal geotécnico in situ mediante cálculos de equilibrio límite basados en el
volumen de las cuñas definidas por las longitudes de trazado medidas. Para las cuñas que
se deslizaban en un plano o a lo largo de la línea de intersección de dos planos, se
instalaron pernos de roca a través de estos planos para que el factor de seguridad de
deslizamiento de la cuña fuera de 1,5. Para las cuñas que se desprendían libremente del
techo, se utilizó un factor de seguridad de 2. Este factor se calculó como la relación entre
la capacidad total de los pernos y el peso de la cuña, y pretendía tener en cuenta las
incertidumbres asociadas a la instalación de los pernos.
La cuña del suelo no tenía importancia, mientras que las cuñas del banco de la base del
muro de aguas arriba se estabilizaron con tacos colocados en agujeros verticales rellenos
de lechada antes de la excavación de los bancos inferiores.
El reconocimiento temprano de los posibles problemas de inestabilidad, la
identificación y visualización de las cuñas que podían liberarse y la instalación de
soportes en cada fase de la excavación, antes de que las bases de las cuñas quedaran
totalmente expuestas, dieron como resultado un programa de estabilización muy eficaz.
Aparte de una cantidad mínima de malla y de hormigón proyectado aplicado a las zonas
de intensa unión, no se utilizó ningún otro soporte en la caverna de energía, que ha
funcionado sin ningún signo de inestabilidad desde su finalización en 1982.
Excavaciones en roca 29
débil
2.5 Excavaciones en roca débil
Los lechos débiles de limolita, de hasta 2 m de espesor, parecen haber provocado una
concentración de movimientos de cizalla durante la actividad tectónica, de modo que se
han desarrollado zonas de falla paralelas al lecho. La característica común observada en
todas estas fallas es la presencia de un relleno continuo de arcilla con un grosor que varía
entre unos pocos mm y 200 mm. El eje de la caverna está orientado intencionadamente en
ángulo recto con el rumbo de estas fallas, como se muestra en la figura 2.5.
Las tensiones medidas in situ en la masa rocosa que rodea la caverna son
aproximadamente
Tensión principal máxima (horizontal max = 10,9 MPa
Tensión principal mínima (vertical min = 7,5 MPa
La tensión principal máxima es paralela al lecho y normal al eje de la caverna.
30 Capítulo 2: Cuándo es aceptable un diseño de ingeniería
de rocas
Los cuatro casos prácticos analizados en las secciones anteriores se han presentado para
demostrar que hay que tener en cuenta una serie de criterios a la hora de decidir si una
estructura de roca es adecuada para cumplir sus objetivos de diseño. Esto es cierto para
cualquier diseño en roca, ya que el rendimiento de cada estructura dependerá
exclusivamente de las condiciones particulares de la roca, las cargas de diseño y el uso
final previsto.
En un grupo de estructuras, los diseños tradicionales se han basado en un "factor de
seguridad" contra el deslizamiento. Estas estructuras, que incluyen presas de gravedad y
de relleno, así como taludes de roca y suelo, implican la posibilidad de deslizamiento a lo
largo de superficies de fallo bien definidas. El factor de seguridad se define como el
factor por el que pueden reducirse los parámetros de resistencia al corte para que el talud
(o la cimentación de la presa) alcance un estado de equilibrio límite (Morgenstern
(1991)). El valor numérico del factor de seguridad elegido para un diseño concreto
depende del nivel de confianza que tenga el diseñador en los parámetros de resistencia al
corte, las presiones de las aguas subterráneas, la ubicación de la superficie de fallo crítica
y la magnitud de las fuerzas motrices externas que actúan sobre la estructura.
Para las superficies de falla que implican el deslizamiento sobre superficies rocosas
ásperas u onduladas, tales como juntas o planos de estratificación, la metodología
propuesta por Barton (1976) es apropiada para estimar la resistencia al corte general de la
superficie de deslizamiento potencial. Esto implica añadir un componente de rugosidad
medido o estimado a la resistencia básica a la fricción que puede determinarse en
muestras de ensayo de cizallamiento de laboratorio aserradas y pulidas.
Para masas rocosas muy articuladas en las que no hay zonas de debilidad dominantes
como fallas o zonas de cizallamiento, se puede obtener una estimación aproximada de la
resistencia al cizallamiento de la masa rocosa mediante el uso de sistemas de clasificación
de masas rocosas como los propuestos por Hoek y Brown (1988).
En todos los casos, se puede confiar más en el componente de fricción, , de la
ecuación de resistencia al cizallamiento de Mohr-Coulomb y hay que tener mucho
cuidado en la estimación de la resistencia cohesiva, c'. Cuando no se disponga de
Factor de 39
esestgiumraidcaiodnes fiables de este valor a partir de ensayos de cizallamiento cuidadosamente
realizados o de análisis retrospectivos de fallos existentes,
40 Capítulo 2: Cuándo es aceptable un diseño de ingeniería
de rocas
es prudente asumir una resistencia cohesiva de cero para cualquier análisis de estabilidad
que implique estructuras como los cimientos de una presa.
En el diseño de presas de relleno y de gravedad se tiende a abandonar los elevados
factores de seguridad de 2 ó 3 que se han utilizado en el pasado, siempre que se tenga
cuidado en la elección de parámetros de resistencia al corte sensatos y conservadores,
especialmente en el caso de costuras débiles continuas en los cimientos. En la tabla 7 se
ofrece un ejemplo de la gama de factores de seguridad que pueden utilizarse en el diseño
de presas de tierra o escollera.
2.7Análisis probabilísticos
previsto para las condiciones geológicas existentes en el lugar, para fuerzas externas que
van desde cero hasta el máximo posible para esa pendiente. La disponibilidad de
programas de microinformática de fácil manejo para la mayoría de las formas de análisis
de equilibrio límite significa que estos estudios paramétricos pueden llevarse a cabo de
forma rápida y sencilla para la mayoría de los diseños.
3
3.1 Introducción
Durante las fases de viabilidad y diseño preliminar de un proyecto, cuando se dispone de
muy poca información detallada sobre el macizo rocoso y sus características tensional e
hidrológica, el uso de un esquema de clasificación del macizo rocoso puede ser muy
beneficioso. En su forma más simple, esto puede implicar el uso del esquema de
clasificación como una lista de comprobación para garantizar que se ha tenido en cuenta
toda la información relevante. En el otro extremo del espectro, pueden utilizarse uno o
varios esquemas de clasificación de macizos rocosos para construir una imagen de la
composición y las características de un macizo rocoso que proporcione estimaciones
iniciales de los requisitos de soporte, y para proporcionar estimaciones de las propiedades
de resistencia y deformación del macizo rocoso.
Es importante entender que el uso de un esquema de clasificación del macizo rocoso
no sustituye (ni puede hacerlo) a algunos de los procedimientos de diseño más
elaborados. Sin embargo, el uso de estos procedimientos de diseño requiere el acceso a
información relativamente detallada sobre las tensiones in situ, las propiedades del
macizo rocoso y la secuencia de excavación prevista, nada de lo cual puede estar
disponible en una fase temprana del proyecto. A medida que esta información esté
disponible, el uso de los esquemas de clasificación del macizo rocoso deberá actualizarse
y utilizarse junto con los análisis específicos del emplazamiento.
Los niveles, la meteorización del macizo rocoso y la influencia del agua no suelen ser
significativos y pueden ignorarse. Los diferentes sistemas de clasificación hacen hincapié
en los distintos parámetros, y se recomienda utilizar al menos dos métodos en cualquier
emplazamiento durante las primeras fases de un proyecto.
L = 38 cm
L = 17 cm
Longitud total del recorrido del núcleo = 200 cms
L = 35 cm
Rotura de la
perforación
L=0
no hay
Figura 4.1re: cPurpoercaecdióinmiento de medición y cálculo del RQD (según Deere, 1989).
Palmström (1982) sugirió que, cuando no se dispone de un núcleo, pero las trazas de
discontinuidad son visibles en las exposiciones superficiales o en los pozos de
exploración, la RQD puede estimarse a partir del número de discontinuidades por unidad
de volumen. La relación sugerida para masas rocosas sin arcilla es:
RQD = 115 - 3,3 Jv(4,1)
donde Jv es la suma del número de juntas por unidad de longitud para todos los conjuntos
de juntas (discontinuidades), conocido como el recuento volumétrico de juntas.
El RQD es un parámetro que depende de la dirección y su valor puede cambiar
significativamente, dependiendo de la orientación de la perforación. El uso del recuento
volumétrico de juntas puede ser bastante útil para reducir esta dependencia direccional.
El RQD pretende representar la calidad del macizo rocoso in situ. Cuando se utiliza un
núcleo de perforación de diamante, se debe tener cuidado para asegurar que las fracturas,
que han sido causadas por la manipulación o el proceso de perforación, se identifican y se
ignoran al determinar el valor de RQD. Cuando se utilice la relación de Palmström para la
cartografía de la exposición, no deben incluirse las fracturas inducidas por la voladura al
estimar el Jv.
El RQD de Deere se ha utilizado ampliamente, sobre todo en Norteamérica, durante los
últimos 25
años. Cording y Deere (1972), Merritt (1972) y Deere y Deere (1988) han intentado
relacionar el RQD con los factores de carga de roca de Terzaghi y con los requisitos de
los pernos de roca en
Clasificación del macizo rocoso de 45
ingeniería
túneles. En el contexto de esta discusión, el uso más importante de RQD es como
componente de las clasificaciones de masas rocosas RMR y Q que se tratan más adelante
en este capítulo.
Figura 4.2: Estimaciones del soporte RSR para un túnel circular de 7,3 m de diámetro. Obsérvese
que, por lo general, los bulones y el hormigón proyectado se utilizan conjuntamente. (Según
Wickham et al 1972).
Clasificación del macizo rocoso de 47
ingeniería
Tabla 4.1: Clasificación de la estructura de la roca: Parámetro A: Geología general de la zona
Tabla 4.3: Clasificación de la estructura de la roca: Parámetro C: Aguas subterráneas, estado de las juntas
Suma de parámetros A B
+
13 - 44 45 - 75
Caudal de agua
Condición conjunta
previsto gpm/1000 pies b
de túnel Buen Feria Pobr Buena Feria Pobr
a e e
Ninguno 22 18 12 25 22 18
Leve, < 200 gpm 19 15 9 23 19 14
Moderado, 200-1000 gpm 15 22 7 21 16 12
Pesado, > 1000 gp 10 8 6 18 14 10
Nota 2. La tabla 4.4.F ofrece una descripción de "Aceptable" para las condiciones
supuestas en las que el túnel debe ser conducido contra el buzamiento de un conjunto
de juntas con un buzamiento de 60o. Si se utiliza esta descripción para "Túneles y
minas" en la tabla 4.4.B, se obtiene una calificación de ajuste de -5.
* Algunas condiciones se excluyen mutuamente. Por ejemplo, si hay un relleno, la rugosidad de la superficie se verá ensombrecida por la influencia
de la gubia. En estos casos, utilice directamente A.4.
** Modificado según Wickham et al (1972).
50 Capítulo 3: Clasificación del
macizo rocoso
Tabla 4.5: Directrices para la excavación y el sostenimiento de túneles de roca de 10 m de
luz de acuerdo con el sistema RMR (según Bieniawski 1989).
I - Muy buen La cara completa, Por lo general, no se requiere ningún soporte, excepto el
rock 3 m de avance. atornillado puntual.
RMR: 81-100
III - Roca justa Rúbrica superior y banco Pernos sistemáticos 50-100 mm Ninguna.
RMR: 41-60 Avance de 1,5-3 m en la de 4 m de longitud, en la corona
cabecera. Comenzar el apoyo espaciados 1,5 - 2 m y 30 mm en
después de cada ráfaga. en la corona y paredes los lados.
Soporte completo a 10 m de con malla metálica en
la cara. la corona.
IV - Roca pobre Rumbo superior y banco Pernos sistemáticos de 100-150 mm Nervios ligeros y
RMR: 21-40 de 1,0-1,5 m de avance 4-5 m de longitud, en la corona medianos
en el rumbo superior. espaciados 1-1,5 m en y 100 mm en espaciados a 1,5
Instalar el soporte al mismo la corona y paredes los lados. m donde sea
tiempo que la excavación, a 10 con malla metálica. necesario.
m del frente.
1. Tamañobloque (RQD/Jn)
2. Resistenciaal corte entre bloques (Jr/ Ja)
3. Tensiónactiva (Jw/SRF)
Sin duda, hay otros parámetros que podrían añadirse para mejorar la precisión del
sistema de clasificación. Uno de ellos sería la orientación de las juntas. Aunque
muchos registros de casos incluyen la información necesaria sobre la orientación
estructural en relación con el eje de la excavación, no se encontró que fuera el
parámetro general importante que cabría esperar. Parte de la razón de ello puede ser
que las orientaciones de muchos tipos de excavaciones pueden ajustarse, y
normalmente se ajustan, para evitar al máximo el efecto de las juntas principales
con orientación desfavorable. Sin embargo, esta opción no está disponible en el
caso de los túneles, y más de la mitad de los registros de casos estaban en esta
categoría. Los parámetros Jn, Jr y Ja parecen desempeñar un papel más importante
que la orientación, ya que el número de conjuntos de juntas determina el grado de
libertad para el movimiento de los bloques (si lo hay), y las características de
fricción y dilatación pueden variar más que el componente gravitatorio descendente
de las juntas con orientación desfavorable. Si se hubieran incluido las orientaciones
de las juntas, la clasificación habría sido menos general y se habría perdido su
simplicidad esencial.
La tabla 4.6 ofrece la clasificación de los parámetros individuales utilizados para
obtener el índice de calidad de túneles Q para un macizo rocoso. El uso de esta tabla se
ilustra en el siguiente ejemplo.
Una cámara de trituración de 15 m de envergadura para una mina subterránea debe ser
excavada en una norita a una profundidad de 2.100 m bajo la superficie. El macizo rocoso
contiene dos conjuntos de juntas que controlan la estabilidad. Estas juntas son onduladas,
ásperas y sin meteorizar, con una mancha superficial muy pequeña. Los valores de RQD
oscilan entre el 85% y el 95% y las pruebas de laboratorio realizadas en muestras de roca
intacta dan una resistencia media a la compresión uniaxial de 170 MPa. Las direcciones
de las tensiones principales son aproximadamente verticales y horizontales y la magnitud
de la tensión principal horizontal es aproximadamente 1,5 veces la de la tensión principal
vertical. El macizo rocoso está localmente húmedo, pero no hay indicios de que fluya el
agua.
El valor numérico de RQD se utiliza directamente en el cálculo de Q y, para este
macizo rocoso, se utilizará un valor medio de 90. La tabla 4.6.2 muestra que, para dos
conjuntos de juntas, el número de conjunto de juntas, Jn = 4. Para las juntas rugosas o
irregulares que son onduladas, la tabla 4.6.3
Índice de calidad de los túneles 53
de roca, Q
da un número de rugosidad de la junta de Jr = 3. La tabla 4.6.4 da el número de alteración de la
junta, Ja
= 1,0, para muros de junta no alterados y sólo con manchas superficiales. La tabla 4.6.5
muestra que, para una excavación con una afluencia menor, el factor de reducción de
agua en las juntas, Jw = 1,0. Para una profundidad bajo la superficie de 2.100 m, la
tensión de sobrecarga será de aproximadamente 57 MPa y, en este caso, la tensión
principal mayor1 = 85 MPa. Dado que la resistencia a la compresión uniaxial de la norita
es de aproximadamente 170 MPa, esto da una relación de c 1 = 2. La tabla 4.6.6 muestra
que, para una roca competente con problemas de tensión en la roca, este valor dec 1 puede
producir condiciones de estallido de la roca pesada y que el valor de SRF debe estar entre
10 y
20. Para este cálculo se asumirá un valor de SRF = 15. Utilizando estos valores se obtiene:
90 3 1 4.5
Q=
4115
Al relacionar el valor del índice Q con los requisitos de estabilidad y soporte de las
excavaciones subterráneas, Barton et al (1974) definieron un parámetro adicional que
denominaron Dimensión Equivalente, De, de la excavación. Esta dimensión se obtiene
dividiendo la envergadura, el diámetro o la altura de la pared de la excavación por una
cantidad denominada Relación de Apoyo de la Excavación, ESR. Por lo tanto:
Vano de la excavación, diámetro o altura (m)
D
e Relación de apoyo de la excavación ESR
El valor de la ESR está relacionado con el uso previsto de la excavación y con el grado
de seguridad que se exige al sistema de soporte instalado para mantener la estabilidad de
la excavación. Barton et al (1974) sugieren los siguientes valores:
Categoría de excavaciónESR
A Aperturastemporales deminas .3-5
B Aperturas permanentes de minas, túneles de 1.6
agua para la energía hidroeléctrica
(excluyendo las compuertas de alta presión),
túneles piloto, derivaciones y cabeceras para
grandes excavaciones. 1.3
C Almacenes, plantas de tratamiento de agua,
túneles menores de carretera y ferrocarril,
cámaras de compensación, túneles de 1.0
acceso.
D Centrales eléctricas, grandes túneles de
carretera y ferrocarril, cámaras de 0.8
protección civil, intersecciones de portales.
E Centrales nucleares subterráneas, estaciones
de ferrocarril, instalaciones deportivas y
públicas, fábricas.
Tabla 4.6: Clasificación de los parámetros individuales utilizados en el índice de calidad de los
túneles Q (según Barton et al 1974).
DESCRIPCIÓN VALOR NOTAS
1. DESIGNACIÓN DE LA CALIDAD DE LA ROCA RQD
A. Muy pobre 0 - 25 1. Cuando el RQD se informa o se mide como 10
B. Pobre 25 - 50 (incluyendo 0), se utiliza unvalor nominal de 10 para
C. Feria 50 - 75 evaluar Q.
D. Buena 75 - 90
E. Excelente 90 - 100 2. Los intervalos RQD de 5, es decir, 100, 95, 90, etc.,
son suficientemente precisos.
Tabla 4.6: (cont.) Clasificación de los parámetros individuales utilizados en el índice de calidad de los
túneles
Q (según Barton et al 1974).
DESCRIPCIÓN VALOR NOTAS
4, NÚMERO DE MODIFICACIÓN CONJUNTA Ja r grados (aprox.)
b. Contacto con la pared de la roca antes de la
cizalla de 10 cm 4.0 25 - 30
F. Partículas arenosas, sin arcilla, roca desintegrada, 6.0 16 - 24
etc.
G. Rellenos minerales arcillosos fuertemente 8.0 12 - 16
sobreconsolidados y no reblandecidos
(continuo < 5 mm de espesor) 8.0 - 12.0 6 - 12
H. Sobreconsolidación media o baja, rellenos
minerales arcillosos de reblandecimiento
(continuo < 5 mm de espesor)
J. Rellenos de arcilla hinchable, es decir,
montmorillonita,
6.0
(continuo < 5 mm de espesor). Los valores de Ja
8.0
dependen del porcentaje de partículas de
8.0 - 12.0 6 - 24
tamaño de arcilla que se hinchan y del acceso
5.0
al agua.
c. No hay contacto con la pared de la roca
cuando se cizalla 10.0 - 13.0
K. Zonas o bandas de desintegración o aplastamiento 6.0 - 24.0
L. roca y arcilla (véase G, H y J para la arcilla
M. condiciones)
N. Zonas o bandas de arcilla limosa o
arenosa, pequeña fracción de arcilla, no
reblandecida
O. Zonas o bandas gruesas y continuas de arcilla
P. & R. (ver G.H y J para las condiciones de la arcilla)
5. REDUCCIÓN CONJUNTA DEL AGUA Jw presión de agua aproximada (kgf/cm2)
A. Excavación seca o afluencia menor, es decir, < 5 1.0 < 1.0
l/m localmente 1.0 - 2.5
B. Afluencia o presión media, ocasional 0.66
derrame de rellenos articulares 2.5 - 10.01.Los factores C a F son estimaciones
C. Gran afluencia o alta presión en roca competente 0.5 brutas; aumentar Jw si se instala el
con juntas sin rellenar drenaje.
2.5 - 10.0
D. Gran afluencia o alta presión 0.33
E. Flujo o presión excepcionalmente alta en la 0.2 - 0.1 > 102.No se consideran los problemas
voladura, especiales causados por la formación de
que decae con el tiempo hielo.
F. Flujo o presión excepcionalmente altos 0.1 - 0.05 > 10
Tabla 4.6: (cont.) Clasificación de los parámetros individuales en el índice de calidad de los túneles Q
(Según Barton et al 1974).
DESCRIPCIÓNVALENCIAS
6. FACTORES DE REDUCCIÓN DEL ESTRÉSRF
b. Roca competente, problemas de tensión en la roca
. Para un campo de tensión virgen fuertemente anisotrópico
H. Tensión baja, cerca de la superficie> 200> 132,5 (si se mide): cuando 51/310,
reducir c
J. Tensión media200- 1013 - 0,661,0 a 0, y t a 0,. Cuando 1/3 >
10,
K. Tensión elevada, estructuramuy apretada10- 50,66- 0,330,5- 2reduce cyta
0, y 0,, donde (generalmente favorable a la estabilidad, = resistencia a la compresión no confinada, y
ser desfavorable para la estabilidad del murot = resistencia a la tracción (carga
puntual) y 1 y
L. Las tensiones principales mayores y menores son las siguientes: estallido de la roca ( rocamasiva) 5- 2,50,33 - 0,165-
103.
M. Explosión de roca pesada ( roca masiva ) < 2,5< 0,1610- 203.Se dispone de pocos
registros de casos en los que la profundidad de
c. Apretando la roca, el flujo plástico de la corona de roca incompetente bajo la superficie es menor que
el ancho del tramo.
bajo la influencia de la alta presión de la rocaSugiere aumentar el SRF de
2,5 a 5 para este tipo de
N. Presión dela roca de apriete leve5- 10casos(ver H).
O. Fuerte presión dela roca10-20
d. Roca hinchable, actividad química de hinchamiento en función de la presencia de agua
P. Inflamación leve de la presión dela roca5- 10
R. Fuerte presión dela roca hinchada10-15
NOTAS ADICIONALES SOBRE EL USO DE ESTAS TABLAS
Al hacer estimaciones de la calidad del macizo rocoso (Q), deben seguirse las siguientes directrices, además de las notas que figuran en
las tablas:
1. Cuando no se dispone de un núcleo de sondeo, la RQD puede estimarse a partir del número de juntas por unidad de volumen, en el
que se suma el número de juntas por metro de cada conjunto de juntas. Se puede utilizar una relación sencilla para convertir este
número en RQD para el caso de masas rocosas sin arcilla: RQD = 115 - 3,3 Jv (aprox.), donde Jv = número total de juntas por m3
(0 < RQD < 100 para 35 > Jv > 4,5).
2. El parámetro Jn, que representa el número de conjuntos de juntas, a menudo se verá afectado por la foliación, la esquistosidad, el
clivaje pizarroso o la estratificación, etc. Si están fuertemente desarrolladas, estas "juntas" paralelas deben contarse obviamente
como un conjunto de juntas completo. Sin embargo, si hay pocas "uniones" visibles, o si sólo las rupturas ocasionales en el núcleo
se deben a estas características, entonces será más apropiado contarlas como uniones "aleatorias" al evaluar Jn.
3. Los parámetros Jr y Ja (que representan la resistencia al cizallamiento) deben ser relevantes para el conjunto de juntas o la
discontinuidad rellena de arcilla más débil en la zona dada. Sin embargo, si el conjunto de juntas o la discontinuidad con el valor
mínimo de Jr/Ja está orientado favorablemente para la estabilidad, entonces un segundo conjunto de juntas o discontinuidad
orientado menos favorablemente puede ser a veces más significativo, y su valor más alto de Jr/Ja debe ser utilizado al evaluar Q. El
valor de Jr/Ja debe relacionarse de hecho con la superficie más probable para permitir que se inicie la falla.
4. Cuando un macizo rocoso contiene arcilla, debe evaluarse el factor SRF adecuado a las cargas de desprendimiento. En estos
casos, la resistencia de la roca intacta tiene poco interés. Sin embargo, cuando la unión es mínima y la arcilla está completamente
ausente, la resistencia de la roca intacta puede convertirse en el eslabón más débil, y la estabilidad dependerá entonces de la
relación esfuerzo de la roca/resistencia de la roca. Un campo de tensiones fuertemente anisotrópico es desfavorable para la
estabilidad y se contabiliza aproximadamente como en la nota 2 de la tabla de evaluación del factor de reducción de tensiones.
5. Las resistencias a la compresión y a la tracción c y t) de la roca intacta deben evaluarse en condiciones de saturación si esto es
apropiado para las condiciones in situ presentes y futuras. Debe hacerse una estimación muy conservadora de la resistencia para
aquellas rocas que se deterioran cuando se exponen a condiciones húmedas o saturadas.
Índice de calidad de los túneles 61
de roca, Q
Figura 4.3: Categorías de soporte estimadas en base al índice de calidad de túneles Q (Según
Grimstad y Barton 1993).
Figura 4.4: Histogramas que muestran las variaciones de RQD, Jn, Jr y Ja para una arenisca
seca articulada en condiciones de tensión "media", reproducidos a partir de las notas de
campo preparadas por el Dr. N. Barton.
60 Capítulo 3: Clasificación del
macizo rocoso
Al utilizar cualquiera de estos métodos, se pueden adoptar dos enfoques. Uno es
evaluar el macizo rocoso específicamente para los parámetros incluidos en los métodos
de clasificación; el otro es caracterizar con precisión el macizo rocoso y luego atribuir las
calificaciones de los parámetros en un momento posterior. Se recomienda este último
método, ya que proporciona una descripción completa del macizo rocoso que puede
traducirse fácilmente en cualquiera de los índices de clasificación. Si sólo se registraran
los valores de clasificación durante la cartografía, sería casi imposible realizar estudios de
verificación.
En muchos casos, conviene dar un rango de valores a cada parámetro en una
clasificación de macizos rocosos y evaluar la importancia del resultado final. En la figura
4.4, reproducida a partir de las notas de campo preparadas por el Dr. N. Barton en un
proyecto, se ofrece un ejemplo de este enfoque. En este caso particular, el macizo rocoso
es seco y está sometido a condiciones de tensión "media" (Tabla 4.6.6.K) y, por tanto, Jw
= 1,0 y SRF = 1,0. Histogramas
mostrando las variaciones en RQD, Jn, Jr y Ja, a lo largo de la exploración de aditamento
mapeada, son
presentado en esta figura. El valor medio de Q = 8,9 y el rango aproximado de Q es
1.7 < Q < 20. El valor medio de Q puede utilizarse para elegir un sistema de apoyo
básico, mientras que el rango da una indicación de los posibles ajustes que serán
necesarios para satisfacer las diferentes condiciones encontradas durante la construcción.
Otro ejemplo de este enfoque se encuentra en un artículo de Barton et al (1992) sobre
el diseño de un pabellón deportivo subterráneo de 62 m de luz en gneis articulado. Se
presentan y analizan los histogramas de todos los parámetros de entrada del sistema Q
para determinar el valor medio ponderado de Q.
Carter (1992) ha adoptado un enfoque similar, pero ha ampliado su análisis para
incluir la derivación de una función de distribución de la probabilidad y el cálculo de una
probabilidad de fallo en un debate sobre la estabilidad de los pilares de la corona de la
superficie en minas metálicas abandonadas.
A lo largo de este capítulo se ha sugerido que el usuario de un esquema de
clasificación de macizos rocosos debe comprobar que se está utilizando la última versión.
Una excepción es el uso de la clasificación RMR de Bieniawski para la estimación de la
resistencia del macizo rocoso (que se discute en el capítulo 8), donde se utiliza la versión
de 1976 y la de 1989. También vale la pena repetir que es aconsejable el uso de dos
esquemas de clasificación de macizos rocosos.
4
4.1 Introducción
Supongamos que se obtienen varias muestras de una roca para el ensayo de cizallamiento.
Cada muestra contiene un plano de estratificación transversal que está cementado; en
otras palabras, habría que aplicar una fuerza de tracción a las dos mitades de la muestra
para separarlas. El plano de estratificación es absolutamente plano, sin irregularidades ni
ondulaciones en la superficie. Como se ilustra en la figura 4.1, en un ensayo de
cizallamiento cada probeta se somete a una tensiónn normal al plano de estratificación, y
se mide la tensión de cizallamiento necesaria para provocar un desplazamiento. El
esfuerzo de cizallamiento aumentará rápidamente hasta que se alcance la resistencia
máxima. Esto corresponde a la suma de la resistencia del material de cementación que
une las dos mitades del plano de estratificación y la resistencia a la fricción de las
superficies coincidentes. A medida que el desplazamiento continúa, la tensión de
cizallamiento caerá hasta un valor residual que entonces
permanecen constantes, incluso para grandes desplazamientos de cizalla.
Si se trazan las resistencias de cizallamiento máximas y residuales para diferentes
tensiones normales, se obtienen las dos líneas ilustradas en la figura 4.1. En el caso de las
superficies de discontinuidad planas, los puntos experimentales suelen caer a lo largo de
líneas rectas. La línea de resistencia máxima tiene una pendiente de y una intercepción de
c en el eje de resistencia al corte. La línea de resistencia residual tiene una pendiente der .
La relación entre la resistencia máxima al cizallamientop y la tensión normaln puede
representarse mediante la ecuación de Mohr-Coulomb:
p c n (4.1)
r n (4.2)
r n (4.3)
62 Capítulo 4: Resistencia al corte de las
discontinuidades
Figura 4.2: Sección diagramática a través de la máquina de cizallamiento utilizada por Hencher y Richards
(1982).
Figura 4.3: Máquina de cizallamiento del tipo utilizado por Hencher y Richards (1982)
para la medición de la resistencia al cizallamiento de las juntas de láminas en el granito
de Hong Kong.
Resistencia al corte de superficies rugosas63
Una máquina de ensayo de cizallamiento típica, que puede utilizarse para determinar el ángulo de
fricción básico
b se ilustra en las figuras 4.2 y 4.3. Se trata de una máquina muy sencilla y el uso de un
brazo de palanca mecánico garantiza que la carga normal sobre la probeta se mantenga
constante durante todo el ensayo. Esta es una consideración práctica importante, ya que
es difícil mantener una carga normal constante en los sistemas controlados hidráulica o
neumáticamente y esto dificulta la interpretación de los datos del ensayo.
Hay que tener en cuenta que, al colocar la probeta, hay que tener mucho cuidado de
que la superficie de cizallamiento esté alineada con precisión para evitar la necesidad de
una corrección angular adicional.
En la actualidad, la mayoría de las determinaciones de la resistencia al cizallamiento
se llevan a cabo mediante la determinación del ángulo de fricción básico, tal como se ha
descrito anteriormente, y luego se realizan correcciones por la rugosidad de la superficie,
tal y como se comenta en las siguientes secciones de este capítulo. En el pasado se hacía
más hincapié en la realización de ensayos de superficies discontinuas a escala real, ya sea
en el laboratorio o en el campo. Hay un número importante de artículos en la literatura de
los años 60 y 70 que describen grandes y elaborados ensayos de cizallamiento in situ,
muchos de los cuales se realizaron para determinar la resistencia al cizallamiento de las
capas débiles en los cimientos de las presas. Sin embargo, el elevado coste de estas
pruebas, junto con la dificultad de interpretar los resultados, ha provocado un descenso en
el uso de estas pruebas a gran escala y hoy en día apenas se ven.
El autor opina que tiene sentido económico y práctico realizar unaserie de pruebas de
cizallamiento en laboratorio a pequeña escala, utilizando equipos como los ilustrados en
las figuras 4.2 y 4.3, para determinar el ángulo de fricción básico. El componente de
rugosidad que se añade a este ángulo de fricción básico para obtener el ángulo de fricción
efectivo es un número que depende del lugar y de la escala y que se obtiene mejor
mediante estimaciones visuales sobre el terreno. En las páginas siguientes se describen
técnicas prácticas para realizar estas estimaciones del ángulo de rugosidad.
Una superficie de discontinuidad natural en roca dura nunca es tan lisa como una
superficie aserrada o rectificada del tipo utilizado para determinar el ángulo de fricción
básico. Las ondulaciones y las asperezas de una superficie de junta natural influyen
considerablemente en su comportamiento ante el cizallamiento. Por lo general, esta
rugosidad de la superficie aumenta la resistencia al cizallamiento de la misma, y este
aumento de la resistencia es extremadamente importante en términos de estabilidad de las
excavaciones en roca.
Patton (1966) demostró esta influencia mediante un experimento en el que realizó
ensayos de cizallamiento en probetas "diente de sierra" como la ilustrada en la figura 4.4.
El desplazamiento por cizallamiento en estas probetas se produce como resultado del
desplazamiento de las superficies por las caras inclinadas, lo que provoca la dilatación
(un aumento de volumen) de la probeta.
La resistencia al cizallamiento de las muestras de dientes de sierra de Patton puede
representarse mediante:
n tanb ) (4.4)
Figura 4.4: Experimento de Patton sobre la resistencia al cizallamiento de las probetas con
dientes de sierra.
La ecuación (4.4) es válida a bajas tensiones normales en las que el desplazamiento por
cizallamiento se debe al deslizamiento a lo largo de las superficies inclinadas. A
tensiones normales más elevadas, se superará la resistencia del material intacto y los
dientes tenderán a romperse, dando lugar a un comportamiento de resistencia al
cizallamiento que está más relacionado con la resistencia del material intacto que con las
características de fricción de las superficies.
Aunque el planteamiento de Patton tiene el mérito de ser muy sencillo, no refleja la
realidad de que los cambios en la resistencia al cizallamiento con el aumento de la tensión
normal son graduales y no abruptos. Barton y sus colaboradores (1973, 1976, 1977,
1990) han estudiado el comportamiento de las juntas de rocas naturales y han propuesto
que la ecuación (4.4) puede reescribirse como
JC
n b JRC log10 (4.5)
Figura 4.2: Perfiles de rugosidad y valores correspondientes del CCI (Según Barton y Choubey 1977).
66 Capítulo 4: Resistencia al corte de las
discontinuidades
Borde recto
Amplitud de asperidad - mm
400 20
16 C
300 12 oe
200 10 fici
8 en
6 te
100 5 de
4 ru
3 go
50 si
A 40 2 da
m 30 d
pli
tu
20 1 de
la
d ju
de 10 0.5 nt
la a
s (J
as 5 R
pe 4 C)
re 3
za
s- 2
m
m 1
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0. 10.2 0.5 123 4 510
0.3
Longitud del perfil - m
Figura 4.6: Método alternativo para estimar el CCI a partir de las mediciones de la
amplitud de la rugosidad de la superficie a partir de un borde recto (Barton 1982).
Estimaciones de campo de JCS67
Dispersión media de la
resistencia para la mayoría de
las rocas10- MPa 20 25
50 15
0 0 0 0
3
|+ |+ |+ |+ |+
de
4050
la
300
ro
350 ca
2 -
00 kN
2 /Pme
R
50
es so
1
ist de
en la
00
ci un
190
a 80 id
a 70 ad
la 60
co
m 50
pr 40
es
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30
n Or
un ie
ia nt
20
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- n
M de
Pa l
10
0 10 20 30 40 50 60 m
art
0 10 20 30 40 50 60 illo
0102030405060
0102030405060
0102030405060
L
0,02JRCo
n
CCIn CCIo (4.6)
L
0,03JRCo
L
JCSn JCSo (4.7)
L
Tabla 4.1: Resistencia al cizallamiento de las discontinuidades rellenas y de los materiales de relleno
(Según Barton 1974)
Cuando la presión del agua está presente en una masa rocosa, las superficies de las
discontinuidades son forzadas a separarse y la tensión normaln se reduce. En condiciones
de estado estacionario, cuando hay tiempo suficiente para que las presiones del agua en la
masa rocosa alcancen el equilibrio, la tensión normal reducida se define porn ' = n - u),
donde u es la presión del agua. La tensión normal reducidan ' suele denominarse tensión
normal efectiva, y puede utilizarse en lugar del término de tensión normal n en todas las
ecuaciones presentadas en las secciones anteriores de este capítulo.
Debido al desarrollo histórico del tema de la mecánica de rocas, muchos de los análisis,
utilizados para calcular los factores de seguridad contra el deslizamiento, se expresan en
términos de la cohesión de Mohr-Coulomb (c) y el ángulo de fricción (), definidos en la
ecuación 4.1. Desde la década de 1970 se reconoce que la relación entre la resistencia al
cizallamiento y la tensión normal está representada con mayor precisión por una relación
no lineal como la propuesta por Barton (1973). Sin embargo, como esta relación (por
ejemplo, la ecuación 4.5) no se expresa en términos de c y , es necesario idear algún
medio para estimar las resistencias cohesivas y los ángulos de fricción equivalentes a
partir de relaciones como las propuestas por Barton.
En la figura 4.8 se definen la cohesión instantánea ci y el ángulo de fricción
instantáneo i para una tensión normal n. Estas cantidades vienen dadas por el intercepto y
la inclinación, respectivamente, de la tangente a la relación no lineal entre el
cizallamiento
resistencia y la tensión normal. Estas magnitudes pueden utilizarse para los análisis de
estabilidad en los que se aplica el criterio de fallo de Mohr-Coulomb (ecuación 4.1),
siempre que la tensión normal n sea razonablemente próxima al valor utilizado para
definir el punto tangente.
En una aplicación práctica típica, se puede utilizar un programa de hoja de cálculo para resolver
la ecuación
4.5 y calcular los valores instantáneos de cohesión y fricción para un rango de valores de
tensión normal. En la figura 4.9 se ilustra una parte de dicha hoja de cálculo.
ci
zall
tangent i
ami
ent e
o
ci
n normaln
Fórmulas celulares:
SIGNMIN = 10^(LOG(JCS)-((70-PHIB)/JRC))
TAU = SIGN*TAN((PHIB+JRC*LOG(JCS/SIGN))*PI()/180)
DTDS =TAN((JRC*LOG(JCS/SIGN)+PHIB)*PI()/180)-(JRC/LN(10))
*(TAN((JRC*LOG(JCS/SIGN)+PHIB)*PI()/180)^2+1)*PI()/180
PHI =ATAN
(DTDS)*180/PI() COH
=TAU-SIGN*DTDS
Figura 4.9 Impresión de las celdas de la hoja de cálculo y de las fórmulas utilizadas para calcular
la resistencia al cizallamiento, el ángulo de fricción instantáneo y la cohesión instantánea para un
rango de tensiones normales.
Nótese que la ecuación 4.5 no es válida para n = 0 y deja de tener sentido práctico
que significa para b JRC log10 ( JCS / n ) > 70. Este límite puede utilizarse para determinar a
valor mínimo de n. Un límite superior para n viene dado por n = JCS.
En la hoja de cálculo que se muestra en la figura 4.9, el ángulo de fricción instantáneo
i, para una tensión normal de n, se ha calculado a partir de la relación
i arctan (4.8)
72 Capítulo 4: Resistencia al corte de las
discontinuidades
JCS b JRta
n JC
JRC log10 180 ln10 CCI log10 b (4.9)
La cohesión instantánea ci se calcula a partir de:
Al elegir los valores de ci e i para su uso en una aplicación concreta, debe estimarse la
tensión normal media n que actúa sobre los planos de discontinuidad y utilizarse para
determinar la fila adecuada en la hoja de cálculo. Para muchos problemas prácticos sobre
el terreno, bastará con un único valor medio de n pero, cuando se consideren problemas
de estabilidad críticos, esta selección deberá hacerse para cada superficie de
discontinuidad importante.
5
5.1 Introducción
Cuña de caídaCuña de
deslizamiento
Los pasos que hay que dar para solucionar este problema son:
1. Determinación del buzamiento medio y de la dirección de buzamiento de los
conjuntos de discontinuidades significativas.
2. Identificación de posibles cuñas que puedan deslizarse o caer desde el fondo o las
paredes.
3. Cálculo del factor de seguridad de estas cuñas, en función del modo de fallo.
4. Cálculo de la cantidad de refuerzo necesaria para que el factor de seguridad de
las cuñas individuales alcance un nivel aceptable.
74 Capítulo 5: Inestabilidad controlada estructuralmente
en túneles
5.2 Identificación de posibles cuñas
El tamaño y la forma de las cuñas potenciales en el macizo rocoso que rodea una
abertura dependen del tamaño, la forma y la orientación de la abertura y también de la
orientación de los conjuntos de discontinuidades significativas. La geometría
tridimensional del problema requiere un conjunto de cálculos relativamente tediosos.
Aunque se pueden realizar a mano, es mucho más eficaz utilizar uno de los programas
informáticos disponibles. Uno de estos programas, llamado UNWEDGE1 , fue
desarrollado específicamente para su uso en la minería subterránea de roca dura y se
utiliza en la siguiente discusión.
Consideremos un macizo rocoso en el que se producen tres conjuntos de juntas
fuertemente desarrollados. Los buzamientos medios y las direcciones de buzamiento
de estos conjuntos, mostrados como grandes círculos en la figura 5.1, son los
siguientes:
Figura 5.1: Gráfico del hemisferio inferior de áreas iguales de grandes círculos que
representan las direcciones medias de buzamiento y hundimiento de tres conjuntos de
discontinuidades en un macizo rocoso. También se muestra, como línea punteada en cadena,
la tendencia del eje de un túnel excavado en este macizo rocoso. El hundimiento del túnel
está marcado con una cruz.
1
Este programa está disponible en Rocscience Inc., 31 Balsam Ave., Toronto, Ontario, Canadá
M4E 3B5 tel: 1-416-698-8217, fax: 1-416-698-0908 email: software@rocscience.com
Identificación de posibles cuñas75
Wedge Modo de
Weight- falloFact
tonelada ordesegu
s ridad
Cuña del
techo13Caídas0
Cuña lateral 13.7CuñasenJ1/J20.36
Cuña lateral 23.7Deslizaen J30.52
Cuña de suelo43Estable
76 Capítulo 5: Inestabilidad controlada estructuralmente
en túneles
6.7 m
7m
Figura 5.2: Cuñas formadas en el techo, el suelo y las paredes laterales de una rampa
excavada en un macizo rocoso articulado, en el que el buzamiento medio y la dirección de
buzamiento de tres rasgos estructurales dominantes están definidos por los grandes círculos
trazados en la figura 5.1.
Capacidad de los
pernos de roca
Lr
Lw
En el caso de las cuñas de tejado, la fuerza total que debe aplicar la armadura debe ser
suficiente para soportar todo el peso propio de la cuña, más un margen para los
errores y la mala calidad de la instalación. Por lo tanto, para la cuña de tejado
ilustrada en la figura 5.3, la tensión total aplicada a los pernos o cables de roca debe
ser de 1,3 a 1,5 , lo que da unos factores de seguridad de 1,3 a 1,5. El factor de
seguridad más bajo sería aceptable en una abertura de acceso a la mina temporal,
como una perforación, mientras que el factor de seguridad más alto se utilizaría en
una abertura de acceso más permanente, como un túnel de carretera.
Cuando la cuña es claramente identificable, se debe intentar distribuir los
elementos de apoyo uniformemente alrededor del centroide de la cuña. Esto evitará
cualquier rotación que pueda reducir el factor de seguridad.
78 Capítulo 5: Inestabilidad controlada estructuralmente
en túneles
Al seleccionar los pernos de roca o los pernos de cable que se van a utilizar, se debe
prestar atención a la longitud y la ubicación de estos pernos. En el caso de los pernos
de cable inyectados, la longitud Lw a través de la cuña y la longitud Lr en la roca
detrás de la cuña deben ser suficientes para garantizar un anclaje adecuado, como se
muestra en la figura 5.3. En el caso de pernos o cables correctamente inyectados,
estas longitudes deberían ser generalmente de un metro. Si no se sabe con certeza la
calidad de la lechada, deben utilizarse longitudes de anclaje más largas. Cuando se
utilicen pernos anclados mecánicamente con placas frontales, las longitudes deben ser
suficientes para garantizar que se dispone de suficiente roca para distribuir las cargas
de estas fijaciones. Estas condiciones se comprueban automáticamente en el programa
UNWEDGE.
En el caso de las cuñas laterales, los pernos o cables pueden colocarse de forma
que se aumente la resistencia al corte de las superficies de deslizamiento. Como se
ilustra en la figura 5.3, esto significa que se colocan más pernos o cables para cruzar
los planos de deslizamiento que a través de los planos de separación. Siempre que sea
posible, estos pernos o cables deben estar inclinados de manera que el ángulo esté
entre y , ya que esta inclinación inducirá la mayor resistencia al cizallamiento a
lo largo de las superficies de deslizamiento.
El programa UNWEDGE incluye una serie de opciones para diseñar el
sostenimiento de las excavaciones subterráneas. Entre ellas se encuentran: el
atornillado con patrón, desde una posición de perforación seleccionada o colocada de
forma normal a la superficie de la excavación; y el atornillado puntual, en el que la
ubicación y la longitud de los pernos son decididas por el usuario para cada
instalación. Se pueden seleccionar pernos anclados mecánicamente con placas
frontales o pernos o cables totalmente inyectados para proporcionar soporte. Además,
se puede aplicar una capa de hormigón proyectado a la superficie de la excavación.
La figura 5.4 muestra los diseños de los pernos de roca para la cuña del techo y
una de las cuñas de la pared lateral para el ejemplo de excavación de un túnel
comentado anteriormente. Para la cuña del techo, tres pernos de roca anclados
mecánicamente con una capacidad de 10 toneladas, cada uno de ellos de
aproximadamente 3 m de longitud, producen un factor de seguridad de 1,63. La cuña
de la pared lateral, que sólo pesa 3,7 toneladas, sólo requiere un perno de roca de 10
toneladas para un factor de seguridad de 4,7. La posición del extremo del cuello del
perno debe estar situada para facilitar la perforación.
Figura 5.4: Diseño de pernos de roca para la cuña del techo y una de las cuñas de la pared
lateral en el ejemplo del túnel comentado anteriormente.
Soporte para controlar el fallo 79
de la cuña
5.3.2 Soporte de hormigón proyectado para cuñas
El programa UNWEDGE ha sido diseñado para el análisis de una única cuña definida
por tres discontinuidades que se cruzan. Aunque esto es adecuado para muchas
aplicaciones prácticas, no ofrece ninguna facilidad para seleccionar las tres juntas más
críticas en una gran población de discontinuidades ni para analizar el número y la
ubicación de las cuñas, que pueden formarse a lo largo de la longitud de una abertura
como una conducción.
Varios autores, entre ellos Tyler et al (1991) y Hatzor y Goodman (1992), han
realizado los primeros intentos de aplicar la teoría de la probabilidad a estos
problemas y se han obtenido algunos resultados prometedores. Los análisis
desarrollados hasta ahora no son fáciles de utilizar y no pueden considerarse
herramientas de diseño. Sin embargo, estos estudios han mostrado el camino para el
desarrollo futuro de tales herramientas y se prevé que dentro de unos años se
dispondrá de métodos de análisis probabilístico potentes y fáciles de usar.
6
6.1 Introducción
Figura 6.2: Pernos de roca anclados mecánicamente del tipo utilizado en el proyecto de Río
Grande. Estos pernos se tensaron al 70% de su carga de fluencia en el momento de la
instalación y, posteriormente, se volvieron a tensar y se inyectaron completamente.
Soporte del túnel de 83
cola
Figura 6.4: Un cabezal de 6 m de ancho conducido por delante del frente del túnel para
permitir el refuerzo previo de cuñas potencialmente inestables en el techo. El jumbo de siete
brazos se ve trabajando en el frente.
7.1 Introducción
Figura 7.1: Una vista de la calle Sau Mau Ping en Kowloon que muestra los bloques de
apartamentos al otro lado de la carretera desde las empinadas laderas de roca.
Figura 7.2: Juntas en láminas en el granito. Estas características, a veces denominadas juntas
"piel de cebolla", son el resultado de procesos de exfoliación durante el enfriamiento del
granito.
94 Capítulo 7: Un problema de estabilidad de taludes
en Hong Kong
Pendiente
potencialmente inestable
cA W (cos p sin p ) U T cos
(7.1)
W (sin p cos p ) T
donde
H
(7.2)
sin p
2
rH
(cot p cot f ) (7.3)
2
H2
w w (7.4)
4 sin p
Figura 7.6: Cálculo del factor de seguridad para un talud sin grieta de tensión.
Modelos de equilibrio 97
límite
2 z2
rH
cot p cot (7.8)
2
zw A
Uw (7.9)
2
z2
V ww
(7.10)
2
Figura 7.7: Cálculo del factor de seguridad para un talud con una grieta de tensión llena de
agua.
98 Capítulo 7: Un problema de estabilidad de taludes
en Hong Kong
Hay que tener en cuenta que se trata de un análisis bidimensional y que estas
dimensiones se refieren a un corte de 1 metro de espesor a través del talud. También
es importante reconocer que este análisis sólo considera el equilibrio de fuerzas y
supone que todas las fuerzas pasan por el centroide de la cuña. En otras palabras, el
equilibrio de momentos no se tiene en cuenta en este análisis. Aunque se trata de una
simplificación de la situación real representada en las figuras 7.6 y 7.7, los errores
introducidos no se consideran significativos, dada la incertidumbre de los demás
datos de entrada utilizados en estos análisis.
En la figura 7.7, la profundidad z de la grieta de tensión se calcula mediante la
ecuación 7.6. Esta ecuación se obtiene minimizando la ecuación 7.5 con respecto a la
profundidad de la grieta de tensión z (Hoek y Bray 1974). Esta minimización se
realiza para un talud seco y la precisión de la ecuación 7.6 disminuye a medida que
aumenta la profundidad del agua en la grieta de tensión. Sin embargo, para los fines
de este análisis, la estimación dada por la ecuación
7,6 se considera aceptable.
análisis posterior de las fallas de los taludes. En este gráfico se ha superpuesto una
zona elíptica que abarca el rango estimado de resistencia al cizallamiento para las
juntas de láminas en granito no meteorizado. Al elegir este rango se ha considerado
que el ángulo de fricción probablemente oscila entre para superficies planas muy
lisas y para superficies rugosas o parcialmente cementadas. La resistencia cohesiva
c es más difícil de estimar y se ha elegido el rango de 0,05 a
0,2 MPa se eligió sobre la base de los resultados de los análisis retrospectivos de los
fallos de los taludes, representados en la figura 7.8.
Material
Resistenci
alterado Macizos
a residual
con Suelo rocosos o
de las partículas inalterado vertederos
superficie
redondea y masas que
s
das rocosas contienen
deslizante
débilment articulada partículas
s
e s con un y bloques
recubierta
cementad contenido angulares
s con
as y con mineral duros y
materiales
un de arcilla limpios
0.5 de alto
contenido relativame entrelazad
contenido
apreciable nte bajo os
en
de Macizos de roca dura
minerales
minerales no alterados y sin
arcillosos
arcillosos patrones estructurales
0.4 importantes que se
inclinan hacia la
pendiente
Figura 7.8: Relación entre los ángulos de fricción y las resistencias cohesivas movilizadas en
el momento del fallo de los taludes en diversos materiales. Los puntos graficados se
obtuvieron a partir de información publicada del análisis retrospectivo de fallas de taludes.
(Según Hoek y Bray 1974).
Hong Kong no se considera una región altamente sísmica, pero los terremotos
relativamente pequeños no son desconocidos en la región. Por consiguiente, se
consideró que había que tener en cuenta la posible influencia de las cargas sísmicas
en la estabilidad del talud de Sau Mau Ping.
El método tradicional para incorporar la aceleración inducida por los terremotos o
las grandes explosiones en los análisis de estabilidad de los taludes consiste en añadir
una fuerza exterior W a las fuerzas que actúan sobre el talud (véanse las figuras 7.6 y
7.7), donde es la aceleración como proporción de g, la aceleración debida a la
gravedad. Se sabe que esta forma "pseudoestática" de análisis es muy conservadora
pero, en el caso del talud de Sau Mau Ping, este conservadurismo no se consideró
fuera de lugar.
En conversaciones con ingenieros y geólogos locales, la opinión consensuada fue
que la aceleración horizontal que podría inducir un terremoto de 10 años de período
de retorno en la región sería de aproximadamente 0,08 g. Este valor se utilizó en
todos los análisis de sensibilidad que se comentan en las siguientes secciones.
7.7 Decisión sobre la estabilidad a corto plazo del talud de Sau Mau Ping
0.25
Rango estimado de
resistencia al
cizallamiento para juntas La leyenda:
0.20 de láminas en granito no
envejecido 1. Pendiente global con grieta
de tensión seca (zw =0)
2. Pendiente global con grieta
C
0.15 4 de tensión llena de agua (zw
oh
es = z)
ió 2 3. Pendiente global sin grieta
n de tensión, seca (Hw = 0)
c-
1
4. Pendiente global sin grieta
0.10
M de tensión, saturada (Hw =
Pa H)
3
5. Banco simple con grieta de
tensión seca (zw = 0)
0.05
6. Banco simple con grieta de
8 tensión llena de agua (zw =
5 6
7 z)
7. Banco simple sin grieta de
tensión, seco (Hw = 0)
8. Banco único sin grieta de
tensión, saturado (Hw = H)
0.00
05101520253035404550
En las conversaciones con las autoridades viales de Hong Kong, se tomaron las
siguientes decisiones:
1. No se procederá a la evacuación de los residentes de los dos bloques de
apartamentos, situados frente a la ladera en cuestión.
2. Se perforarían agujeros horizontales de drenaje en la cara del talud para penetrar
en la superficie de fallo potencial en un intento de reducir las presiones de
levantamiento en el talud.
3. Se instalarían piezómetros en agujeros perforados en la parte superior del talud.
Estos piezómetros se medirían periódicamente durante los periodos de lluvias
importantes y la carretera se cerraría al tráfico si el nivel de agua subiera hasta los
niveles que decidieran los ingenieros responsables del proyecto.
4. Se llevará a cabo una investigación sobre las medidas correctoras más eficaces
para estabilizar el talud a largo plazo.
La leyenda:
3
7 1. Reducción de la altura del
2.0 8 talud H para el talud con
grieta de tensión
1 2. Reducción de la altura del
2 talud H para un talud sin
Fa 1.5
grieta de tensión
ct 6
or 3. Reducción del ángulo de la cara
de 5 del talud
se f para talud con grieta de
gu 1.0 tensión
rid Se requiere un factor
de seguridad de 1,5 4. Reducción del ángulo de la cara
ad
para la estabilidad a del talud
largo plazo del talud f para pendiente sin grieta de
0.5
tensión
4 5. Drenaje de talud con
grieta de tensión
6. Drenaje de la pendiente
0.0
sin grieta de tensión
0102030405060708090100 7. Refuerzo de talud con grieta
Variación porcentual
de tensión
8. Refuerzo del talud con
Figura 7.12: Evaluación de las opciones de reparación para aumentar la estabilidad del talud
para una reducción de menos del 25% del ángulo del talud. En otras palabras, una
reducción del ángulo total de la cara del talud de a 37, lograría el resultado
deseado. Esta conclusión es generalmente cierta y la reducción del ángulo de la
cara de un talud suele ser una medida correctiva eficaz. En el caso de los taludes
en construcción, la utilización de un talud más plano es siempre una de las
principales opciones para lograr una mayor estabilidad.
La curva 4 (pendiente sin grieta de tensión) es una anomalía y demuestra que los
cálculos a veces no tienen sentido. La reducción del factor de seguridad que
muestra esta curva es el resultado de la reducción del peso del bloque deslizante a
medida que se reduce el ángulo de la cara. Dado que la presión del agua sobre la
superficie de deslizamiento se mantiene constante, la tensión efectiva que actúa
sobre la superficie de deslizamiento disminuye y, por tanto, el componente de
fricción de las fuerzas de resistencia disminuye. Cuando queda un trozo de roca
muy fino, la presión del agua lo hace flotar fuera de la pendiente. El problema de
este análisis radica en la suposición de que el bloque es completamente
impermeable y que el agua permanece atrapada bajo la superficie de fallo. En
realidad, el bloque se rompería mucho antes de flotar y, por tanto, la presión del
agua que actúa sobre el plano de falla se disiparía.
Las curvas 5 y 6 muestran que el drenaje no es una opción muy eficaz para
ninguno de los modelos de talud considerados. En ninguno de los dos casos se
alcanza un factor de seguridad de 1,5. Esto es algo sorprendente, ya que el drenaje
suele ser una de las medidas correctoras más eficaces y económicas. Las razones
del escaso rendimiento del drenaje en este caso se deben a la combinación de la
geometría del talud y la resistencia al corte de la superficie de fallo.
Las curvas 7 y 8 muestran que, para los dos modelos de talud considerados, el
refuerzo del talud mediante bulones o cables puede ser una medida correctora
eficaz. La fuerza de anclaje necesaria para un factor de seguridad de 1,5 sería de
unas 100 toneladas por metro de longitud de talud para el talud sin grieta de
tensión.
7.9 Decisión final sobre las obras de reparación a largo plazo
Las dos opciones más atractivas para las obras de reparación a largo plazo de este
talud son el refuerzo mediante cables o pernos o la reducción del ángulo de la cara del
talud. La primera opción se rechazó finalmente por su elevado coste y por la
incertidumbre sobre la resistencia a la corrosión a largo plazo del refuerzo que podría
colocarse en el talud. Es posible que esta última preocupación no esté justificada,
pero, teniendo en cuenta la pésima calidad de algunas construcciones en Hong Kong
en el momento de realizar este estudio, se decidió que no merecía la pena correr el
riesgo.
La opción elegida finalmente fue la de reducir el ángulo del talud a , excavando
todo el bloque que descansaba sobre la superficie de falla y eliminando así el
problema por completo. Dado que en Hong Kong siempre se necesitan áridos de
buena calidad, se decidió trabajar este talud como una cantera. Se tardó varios años en
organizar esta actividad y, durante este tiempo, se controlaron los niveles de agua en
el talud mediante piezómetros. Aunque la carretera se cerró dos veces durante este
periodo, no se produjeron problemas importantes y el talud se excavó finalmente
hasta el plano de falla.
8
8.1 Introducción
Es importante reconocer que las ecuaciones 8.3 y 8.4 dan los valores más
probables de y no necesariamente los valores reales.
Evidentemente, es deseable incluir el mayor número posible de muestras en
cualquier conjunto de observaciones, pero, en ingeniería geotécnica, existen serias
limitaciones prácticas y financieras en cuanto a la cantidad de datos que pueden
recogerse. En consecuencia, a menudo es necesario hacer estimaciones basadas en el
juicio, la experiencia o las comparaciones con resultados publicados por otros. Estas
dificultades se utilizan a menudo como excusa para no utilizar las herramientas
probabilísticas en ingeniería geotécnica, pero, como se mostrará más adelante en este
capítulo, se pueden obtener resultados útiles a partir de datos muy limitados. Una vez
estimada la media y la desviación estándar, la densidad de probabilidad
para una distribución normal se define por:
1x2
ex
f (x 2 (8.5)
x
para x .
Introducción a la teoría de la 109
probabilidad
Como se verá más adelante, este rango de x puede causar problemas cuando un
se utiliza como base para un análisis de Montecarlo en el que se muestrea
aleatoriamente toda la gama de valores. Esto puede dar lugar a unos pocos números
muy pequeños (a veces negativos) y a números muy grandes que, en determinados
análisis, pueden causar inestabilidad numérica. Para superar este problema, a veces se
trunca la distribución normal para que sólo se consideren válidos los valores que caen
dentro de un rango determinado.
No existe una solución de forma cerrada para la función de distribución
acumulativa (FDC), que debe hallarse mediante integración numérica.
Otras distribuciones: Además de la distribución normal comúnmente utilizada, hay
una serie de distribuciones alternativas que se utilizan en los análisis de probabilidad.
Algunas de las más útiles son:
Las distribuciones Beta (Harr, 1987) son distribuciones muy versátiles que
pueden utilizarse para sustituir a casi todas las distribuciones comunes y que no
sufren los problemas de valores extremos comentados anteriormente porque el
dominio (rango) está limitado por valores específicos.
Las distribuciones exponenciales se utilizan a veces para definir sucesos como la
ocurrencia de terremotos o estallidos de rocas o cantidades como la longitud de
las juntas de un macizo rocoso.
Las distribuciones lognormales son útiles cuando se consideran procesos como la
trituración de agregados en los que el tamaño final de las partículas resulta de una
serie de colisiones de partículas de muchos tamaños que se mueven en diferentes
direcciones con diferentes velocidades. Estos mecanismos multiplicativos tienden
a dar lugar a variables que se distribuyen de forma lognormal, a diferencia de las
variables que se distribuyen de forma normal como resultado de los mecanismos
aditivos.
Las distribuciones de Weibul se utilizan para representar la vida útil de los
dispositivos en los estudios de fiabilidad o el resultado de pruebas como los
ensayos de carga puntual en núcleos de roca en los que pueden darse unos pocos
valores muy elevados.
Ya no es necesario que la persona que se inicie en el campo de la teoría de la
probabilidad conozca y comprenda las matemáticas implicadas en todas estas
distribuciones de probabilidad, ya que se pueden utilizar programas informáticos
disponibles en el mercado para realizar muchos de los cálculos de forma automática.
Hay que tener en cuenta que el autor no aboga por el uso ciego de software de "caja
negra" y el lector debe tener mucha precaución si utiliza este tipo de software sin
intentar entender exactamente lo que hace. Sin embargo, no tiene sentido escribir
informes a mano si uno está dispuesto a dedicar tiempo a aprender a utilizar
correctamente un buen procesador de textos, y lo mismo se aplica al software
matemático.
Uno de los paquetes de software más útiles para el análisis de probabilidades es un
programa llamado BestFit1 que tiene una biblioteca incorporada de 18 distribuciones
de probabilidad y que
1
BestFit para Windows y su programa complementario @RISK para Microsoft Excel o Lotus 1-2-3
(para Windows o Macintosh) se pueden adquirir en Palisade Corporation, 31 Decker Road, Newfield,
Nueva York 14867, EE.UU. Número de fax: 1 607 277 8001.
110 Capítulo 8: Factor de seguridad y probabilidad de
fallo
En el caso del problema del talud Sau Mau Ping, el factor de seguridad del talud
global con una grieta de tensión se define por:
1. Dimensiones fijas:
Altura total del taludH= 60 m
inclinación global f =
del plano de falla p =
Peso unitario de la r = 2,6 toneladas/m3
Peso unitario del w = 1,0 toneladas/m3
La figura 8.2 ilustra el diseño de una hoja de cálculo de Microsoft Excel con
gráficos de las funciones de distribución de probabilidad de las variables de entrada
aleatorias y del factor de seguridad calculado. Merece la pena analizar en detalle cada
uno de los gráficos para demostrar el razonamiento que subyace a la elección de las
funciones de distribución de la probabilidad.
Análisis de la pendiente general de Sau Mau Ping con una grieta de tensión
llena de agua
Cantidades fijas Cantidades
calculadas
Altura total del talud H= 60 metros zcalc = 14.01 metros
Ángulo de inclinación psif = 50 grados A = 80.19 metros
global cuadrados
Ángulo del plano de psip = 35 grados W = 2392.46 toneladas
falla
Peso unitario de la gamma = 2.6 t/cu.m U = 360.19 toneladas
roca
Peso unitario del agua gammaw= 1 t/cu.m V = 40.36 toneladas
Fuerza de refuerzo T= 0 toneladas Capacidad 1852.91 toneladas
=
Ángulo de refuerzo theta = 0 Desgloses Demanda 1513.02 toneladas
=
Factor de 1.22
seguridad =
Variables de Randon
Cantidad Media Desviació Min. Max. Distr.
n
estándar
Ángulo de fricción phi 35.00 5.00 15.00 60.00 35.00
Fuerza de cohesión coh 10.00 2.00 0.00 25.00 10.00
Profundidad de la z 14.01 3.00 0.10 24.75 14.01
grieta de tensión
Profundidad del agua zw 14.01 0.10 24.75 8.98
Terremoto acc. alfa 0.08 0.00 0.16 0.05
0. 100.25
0.080.20
Pr Pr
0.060 .15
ob ob
ab ab
0.040 .10
ilid ilid
ad 0.
ad
020.05
0.00 0.00
20304050 05101520
0.14 0.09
0.08
0.12
0.07
0.10
Pr Pr 0.06
ob 0.08 ob
ab 0.06 ab 0.05
ilid ilid 0.04
ad 0.04 ad
0.03
0.02 0.02
0.00 0.01
0510152025 0510152025
16 2.0
14
12 1.5
Pr 10 Pr
ob ob
8 1.0
ab ab
ilid 6 ilid
ad ad
4 0.5
0 0.0
0.00 0 .02 0 .04 0 .06 0 .08 0 .10 0 .12 0 .14 0 .16 0.51.01.52.
02.5
aceleración del terremoto
Factor de
seguridad
Figura 8.2: Hoja de cálculo para el análisis de hipercubos latinos de @RISK de la pendiente
de Sau Mau Ping con las distribuciones de las variables de entrada aleatorias y la función de
112 Capítulo 8: Factor de seguridad y probabilidad de
fallo
densidad de probabilidad para el factor de seguridad calculado. La probabilidad de fallo,
mostrada por la región oscura para F<1, es de aproximadamente el 21% para las
condiciones asumidas.
.
Probabilidad de 113
fracaso
Nota:
9.1 Introducción
Los desprendimientos de rocas son un riesgo importante en los cortes de rocas para
carreteras y ferrocarriles en terrenos montañosos. Aunque los desprendimientos de rocas
no suponen el mismo nivel de riesgo económico que las fallas a gran escala que pueden
cerrar, y de hecho lo hacen, las principales rutas de transporte durante días, el número de
personas muertas por desprendimientos de rocas tiende a ser del mismo orden que el de
las personas muertas por todas las demás formas de inestabilidad de los taludes rocosos.
Badger y Lowell (1983) resumieron la experiencia del Departamento de Carreteras del
Estado de Washington. Afirmaron que "en los últimos 30 años se ha producido un
número importante de accidentes y casi media docena de víctimas mortales a causa de
desprendimientos de rocas ... [y] ... el 45% de todos los problemas de taludes inestables
están relacionados con desprendimientos de rocas". Hungr y Evans (1989) señalan que,
en Canadá, se han producido 13 muertes por desprendimiento de rocas en los últimos 87
años. Casi todas estas muertes se han producido en las carreteras de montaña de la
Columbia Británica.
Figura 9.2: La construcción en una carretera activa, a veces necesaria cuando no hay absolutamente
ningún acceso alternativo, aumenta el riesgo de caída de rocas muchas veces por encima del de los
taludes sin construcción o de las situaciones en las que la carretera puede cerrarse durante la
construcción.
70
60 Gama de puntos de
liberación
para el análisis de
Monte Carlo
Punto de
50
liberación para
El esta trayectoria
ev
ac
ió
n 40
m
30
20
01020304050
Distancia m
70
60
50
El
ev
ac
ió 40
n
m
30
20
01020304050
Distancia m
9.3 Posibles medidas que podrían adoptarse para reducir los riesgos de caída de
rocas
Si se acepta que no es posible detectar o evitar todos los desprendimientos de rocas, hay
Posibles medidas que podrían adoptarse para reducir los riesgos 119
de caída de rocas
que considerar métodos para frenar los que se producen. Estos métodos se ilustran en la
figura 9.4.
1
Dynamic Analysis of Fragmental Rockfall, disponible en O. Hungr Geotechnical Research Inc., 4195
Almondel Road, West Vancouver, BC, Canada V7V 3L6.
120 Capítulo 9: Análisis de los riesgos de
caída de rocas
a. b. Rockshed
Bermas
c. d. e. Valla
Zanja Llena
r
Figura 9.4: Posibles medidas para reducir los daños debidos a los
desprendimientos de rocas. Según Spang (1987).
Las bermas son un medio muy eficaz para atrapar los desprendimientos de rocas y se
utilizan con frecuencia en los taludes permanentes. Sin embargo, las bermas sólo pueden
excavarse desde arriba hacia abajo y su utilidad es limitada para minimizar el riesgo de
desprendimiento de rocas durante la construcción.
Los cobertizos para aludes o refugios para avalanchas se utilizan mucho en pendientes
pronunciadas sobre vías férreas o carreteras estrechas. Un refugio eficaz requiere un
techo de gran pendiente que cubra una extensión relativamente estrecha. En el caso de
una carretera ancha de varios carriles, puede que no sea posible diseñar una estructura de
cobertizo con la suficiente resistencia para soportar grandes desprendimientos de rocas.
Las trampas para rocas funcionan bien para atrapar los desprendimientos de rocas
siempre que haya espacio suficiente en el pie del talud para acomodar estas trampas para
rocas. En el caso de calzadas muy estrechas en el pie de las pendientes pronunciadas,
puede que no haya espacio suficiente para acomodar las trampas para rocas. Esta
restricción también se aplica a los rellenos de tierra o roca y a los muros de gaviones o de
hormigón macizo.
Se estima que las vallas de captura o de barrera de uso común tienen una capacidad de
absorción de energía de 100 kNm2 . Esto equivale a una roca de 250 kg que se mueve a
unos 20 metros por segundo. Las vallas de barrera más robustas, como las utilizadas en
los Alpes europeos3 , tienen una capacidad de absorción de energía de hasta 2500 kNm,
lo que significa que podrían detener una roca de 6250 kg que se moviera a unos 20
metros por segundo. En la figura 9.5 se ilustran los detalles de una red típica de alta
capacidad.
Otro sistema de contención que merece una mayor consideración es el uso de una
malla colocada sobre el frente. Este tipo de sujeción se utiliza habitualmente en los
taludes permanentes y se ilustra en la figura 9.6. La malla se coloca sobre la cara de la
roca y se fija en varios puntos a lo largo del talud. El objetivo de la malla no es detener
los desprendimientos de rocas, sino atrapar la roca que cae entre la malla y la pared
rocosa y reducir así la componente de velocidad horizontal que hace que la roca rebote
hacia la calzada.
2
La energía cinética de un cuerpo que cae viene dada por 0,5 x masa x velocidad2 .
3
La valla de malla metálica que incorpora cables y juntas de deslizamiento que absorben la energía es
120 Capítulo 9: Análisis de los riesgos de
caída de rocas
fabricada por Geobrugg Protective Systems, CH-8590 Romanshorn, Suiza, Fax +41 71466 81 50.
Posibles medidas que podrían adoptarse para reducir los riesgos 121
de caída de rocas
a: Anclaje empotrado en la
roca con cables fijados.
Figura 9.5: Detalles de un sistema de red para desprendimientos de rocas fabricado por
Geobrugg de Suiza.
122 Capítulo 9: Análisis de los riesgos de
caída de rocas
Redes colgantes o
cadenas para que los
bloques caigan desde
arriba
Banco
como
recolecto
r de
rocas
Señales
de Trampa para rocas
adverte
ncia
Lecho de grava
Valla o muro
Figura 9.6: Medidas de control de desprendimientos de rocas. Según Fookes y Sweeney (1976).
W=25'
100
30 grados - ángulo
de inclinación
Alt 80
Rollo
ur
a Alt
de W = 20' ur Rebote45grados
l 60 a
tal de 60 grados
ud l Oto
- tal ño
pi ud Profundidad (D)
40 Anchura
es W = 15' (W)
Desprendimientos de rocas en las laderas
20
D = 4'
W = 10'
D = 3'
0
90 80 7060 5040
Ángulo de inclinación global -
Cifras tomadas del manual de la FHWA "Rock
grados Slopes" de noviembre de 1991. USDOT
Capítulo 12 Página 19.
Figura 9.7: Cuadro de diseño de zanjas para desprendimientos de rocas basado en el trabajo de
Ritchie (1963).
4
Este sistema ha sido adoptado por los estados de Oregón, Washington, Nuevo México e Idaho y, de forma
Sistema de clasificación de 123
riesgo de caída de rocas
ligeramente modificada, por California, Colorado y Columbia Británica.
124 Capítulo 9: Análisis de los riesgos de
caída de rocas
categorías incluidas en la clasificación, mientras que la Figura 9.8 muestra un gráfico que
puede utilizarse para realizar estimaciones más precisas de las puntuaciones de las
categorías. La curva que se muestra en la Figura 9.8 es
calculada a partir de la ecuación y 3x donde, en este caso, x = (Altura de la pendiente -
pies)/25. Se pueden calcular curvas similares para otras puntuaciones de categoría a partir
de los siguientes valores del exponente x.
100
90
80
70
60
Pu
nt
ua 9.8: Puntuación por categoría
50Figura
ció
n
gráfico para la altura de la
de pendiente.
la
ca
te 40
go
ría
30
20
10
0
025 5075 100
Altura de la
pendiente - pies
Sistema de clasificación de 125
riesgo de caída de rocas
Tabla 9.1: Sistema de clasificación del riesgo de caída de rocas.
CRITERIOS DE CALIFICACIÓN Y PUNTUACIÓN
CATEGORÍA PUNTOS 3 PUNTOS 9 PUNTOS 27 PUNTOS 81
ALTURA DE LA PENDIENTE 25 FT 50 FT 75 FT 100 FT
EFICACIA DE LA ZANJA Buena Captación Captació No
captación moderada n limitada hay
captación
RIESGO MEDIO DEL VEHÍCULO 25% 50% 75% 100%
del tiempo del tiempo del tiempo del tiempo
PORCENTAJE DE DECISIÓN Sitio adecuado Vista moderada Sitio limitado Muy limitado
DISTANCIA DE LA VISTA distancia, 100% distancia, el 80% distancia, el 60% distancia de
de de visión,
de bajo diseño bajo valor de bajo valor de El 40% de las
diseño diseño personas con
bajos
valor valor de diseño
ANCHO DE LA CALZADA, 44 pies 36 pies 28 pies 20 pies
INCLUIDOS LOS ARCENES
PAVIMENTADOS
ESTADO Juntas Juntas Juntas Juntas
ESTRUCTURA discontinuas, discontinuas, discontinuas, continuas,
L orientación orientación orientación orientación
CASO 1
erosión
DIFERENCIA EN Pequeñ Diferenci Gran Diferenci
LAS TASAS DE a a diferencia a extrema
EROSIÓN diferencia moderada
TAMAÑO DEL BLOQUE 1 FT 2 FT 3 FT 4 FT
AL
T
U
R
A
T
O
T
AL
D CL
H.I H.I
EL
T
AL E.P E.P
U
X
D
DITCHHIG
HWAY
ALTURA TOTAL DE LA PENDIENTE = + H.I
(X) sin
sin - )
La eficacia de una zanja se mide por su capacidad para evitar que la caída de rocas llegue
a la calzada. Para estimar la eficacia de la zanja, el evaluador debe tener en cuenta varios
factores, como: 1) la altura y el ángulo de la pendiente; 2) la anchura, la profundidad y la
forma de la zanja; 3) el tamaño del bloque previsto y la cantidad de roca caída; 4) el
impacto de las irregularidades de la pendiente (características de lanzamiento) en la caída
de rocas. Es especialmente importante que el calificador evalúe el impacto de las
irregularidades de la ladera porque una característica de lanzamiento puede anular los
beneficios esperados de un área de caída. El calificador debe evaluar en primer lugar si
alguna de las irregularidades, naturales o artificiales, de una ladera lanzará rocas que
caigan sobre la calzada pavimentada. A continuación, basándose en el número y el
tamaño de las características de lanzamiento, estimar qué parte de las rocas que caen se
verán afectadas. El personal de mantenimiento puede proporcionar información valiosa
sobre el rendimiento de las cunetas. Los puntos de calificación deben asignarse de la
siguiente manera:
Esta categoría mide el porcentaje de tiempo que un vehículo estará presente en la zona de
peligro de caída de rocas. El porcentaje se obtiene utilizando una fórmula (que se muestra
a continuación) basada en la longitud de la pendiente, el tráfico medio diario (ADT) y el
límite de velocidad anunciado en el lugar. Un porcentaje del 100% significa que en
promedio se puede esperar que un coche esté dentro de la sección de peligro el 100% del
tiempo. Se debe tener cuidado de medir sólo la longitud de un talud donde la caída de
rocas es un problema. Las longitudes sobreestimadas sesgarán fuertemente los resultados
de la fórmula. Cuando existan ADT's elevadas o longitudes de talud más largas, se
obtendrán valores superiores al 100%. Cuando esto ocurre, significa que en un momento
dado hay más de un coche en la sección medida. La fórmula utilizada es:
ADT (coches/hora) x Longitud de la pendiente (millas) x 100% = AVR
Límite de velocidad publicado (millas por hora)
Estos dos valores pueden ser sustituidos en la fórmula que aparece a continuación para
calcular el "Porcentaje de la distancia visual de decisión".
Sistema de clasificación de 127
riesgo de caída de rocas
Distancia
real del emplazamiento
()x100%=
Distancia
emplazamiento de decisión
()
128 Capítulo 9: Análisis de los riesgos de
caída de rocas
9.4.5 Anchura de la calzada
Las condiciones geológicas del talud se evalúan con esta categoría. El caso 1 es para los
taludes en los que las juntas, los planos de estratificación u otras discontinuidades son la
característica estructural dominante de un talud de roca. El caso 2 es para los taludes en
los que la erosión diferencial o las pendientes excesivas son la condición dominante que
controla la caída de rocas. El evaluador debe utilizar el caso que mejor se adapte al talud
al realizar la evaluación. Si se dan ambas situaciones, se puntúan las dos, pero en la
calificación sólo se utiliza el peor caso (la puntuación más alta).
Caso 1
Condición estructural La orientación de las juntas adversas, tal y como se utiliza aquí,
implica tener en cuenta aspectos como el ángulo de fricción de la roca, el relleno de la
junta y la cabeza hidrostática si hay agua. Las juntas adversas son las que provocan fallos
por bloqueo, cuña o derrumbe. El término "continuo" se refiere a las juntas de más de 3
metros de longitud.
3 puntosJuntas discontinuas ,
orientación
favorableR
oca unida sin juntas
orientadas negativamente, planos de estratificación, etc.
9 puntosJuntas discontinuas , orientación aleatoria Taludes
de roca con juntas orientadas al azar que crean un patrón
tridimensional. Es probable que este tipo de patrón tenga
algunos bloques dispersos con juntas de orientación adversa,
pero no hay un patrón de juntas adversas dominante.
27 puntosJuntas discontinuas , orientación adversa El
talud de roca presenta un patrón de juntas prominente, un
plano de estratificación u otra discontinuidad, con una
orientación adversa. Estas características tienen menos de
3 metros de longitud continua.
81 puntosJuntas continuas , orientación adversa El talud de
roca presenta un patrón de junta dominante, un plano de
estratificación u otra discontinuidad, con una orientación
adversa y una longitud superior a 3 metros.
Caso 2
Condición estructural Este caso se utiliza para los taludes en los que la erosión
diferencial o el exceso de inclinación es la condición dominante que conduce a la caída
de rocas. Las características de la erosión incluyen taludes con una inclinación excesiva,
unidades de roca sin soporte o rocas resistentes expuestas en un talud que eventualmente
pueden conducir a un evento de caída de rocas. El desprendimiento de rocas está causado
por la pérdida de soporte, ya sea localmente o en toda la ladera. Los taludes más comunes
que son susceptibles de sufrir esta condición son: unidades estratificadas que contienen
rocas fácilmente meteorizadas que se erosionan socavando rocas más duraderas; taludes
de talud; unidades muy variables como conglomerados, flujos de lodo, etc. que se
meteorizan provocando la caída de rocas y bloques resistentes, y taludes de roca/suelo
que se meteorizan permitiendo la caída de rocas a medida que se erosiona el material de
la matriz del suelo.
Esta medida debe ser representativa del tipo de desprendimiento de rocas más probable.
Si los bloques individuales son típicos de la caída de rocas, el tamaño del bloque debe ser
utilizado para la puntuación. Si una masa de bloques tiende a ser el tipo dominante de
caída de rocas, se debe utilizar la cantidad por evento. Esto puede determinarse a partir
del historial de mantenimiento o estimarse a partir de las condiciones observadas cuando
no se dispone de historial. Esta medida también será beneficiosa para determinar las
medidas correctoras.
El análisis del riesgo de daños a los vehículos o la muerte de sus ocupantes como
consecuencia de los desprendimientos de rocas en las carreteras no ha recibido una
cobertura muy amplia en la literatura geotécnica. Los trabajos que tratan directamente de
la probabilidad de que se produzca un fallo en un talud y la muerte, las lesiones o los
daños resultantes han sido publicados por Hunt (1984), Fell (1994), Morgan (1991),
Morgan et al (1992) y Varnes (1984). La mayoría de estos trabajos se refieren a
Análisis del riesgo de 131
desprendimiento de rocas en las
dcaesrpreretenrdaismientos de tierra y no a desprendimientos de rocas. Un excelente estudio sobre
el análisis de riesgos aplicado a los desprendimientos de rocas en las carreteras se
encuentra en la tesis de maestría de Christopher M. Bunce (1994), presentada en el
Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Alberta. Esta tesis revisa la
metodología de evaluación de riesgos y luego la aplica a un caso concreto en el que un
desprendimiento de rocas mató a un pasajero e hirió al conductor de un vehículo.
132 Capítulo 9: Análisis de los riesgos de
caída de rocas
Bunce (1994) presentó una serie de enfoques para la estimación de la probabilidad anual
de que se produzca un accidente mortal como consecuencia de un desprendimiento de
rocas en el corte de Argilita. Algunos de estos enfoques son relativamente sofisticados y
tengo que cuestionar si este nivel de sofisticación es coherente con la calidad de la
información de entrada que está disponible en los proyectos de carreteras.
Un enfoque que considero compatible con el problema del desprendimiento de rocas y
con la calidad de la información de entrada disponible es el análisis del árbol de eventos.
La mejor manera de explicar esta técnica es mediante el ejemplo práctico del análisis para
el Corte de Argilita, que se muestra en la Figura 9.10. He modificado el árbol de eventos
presentado por Bunce (1994) para hacerlo más sencillo de seguir.
En el análisis del árbol de sucesos, se asigna una probabilidad de ocurrencia a cada
suceso en una secuencia que podría conducir a una fatalidad por caída de rocas. Por
ejemplo, en la figura 9.11, se supone que llueve el 33% del tiempo, que los
desprendimientos de rocas se producen el 5% de los días de lluvia, que los vehículos son
impactados por el 2% de estos desprendimientos, que el 50% de estos impactos son
significativos,
es decir, que provocan al menos una víctima mortal. Por lo tanto, la probabilidad anual de
que un vehículo sea golpeado por un desprendimiento de rocas provocado por la lluvia
viene dada por (0,333 * 0,05
* 0,02 * 0,5) = 1,67*10-4 .
Probabilidad Probabilidad
Iniciando Vehículo anual de Potencial anual de
evento Desprendim debajo Impacto número de
significati ocurrencia ocurrencia
(anual) iento de de la víctimas
rocas falla vo mortales
rainno
0,317nil
33%95%
síno
1,63*10-2
nil 5%98%
sín o
1,67*10-4 nil
2%50%
sí uno
1,67*10-4 50%50% 8,33*10-5
dos
33% 5,56*10-5
3 o más
2.78*10-
17%
5
Probabilidad anual de una sola víctima mortal=(8,33+ 5,56 + 2,78) * 10-5 = 1,67 * 10-4
Probabilidad anual de dos víctimas mortales=(5,56+ 2,78) * 10-5 = 8,34 * 10-5
Probabilidad anual de tres o más víctimas mortales=2,78 * 10-5 = 2,78 * 10-5
Figura 9.11: Análisis del árbol de eventos de los desprendimientos de rocas en el corte de
Argillite en la Columbia Británica. (Según Bunce, 1994)
sí uno
1,00*10-3 50%50% 5,00*10-4
dos
33% 3,30*10-4
3 o más
1.70*10-4
17%
Figura 9.12: Árbol de sucesos para un ejemplo hipotético en el que las actividades de
construcción en el corte de Argilita se llevan a cabo durante un periodo de seis meses mientras
la autopista se mantiene abierta.
100
Inaceptable
Pr 10-3
ob
ab
ilid
10-4
ad
an
ua
l 10-5
de
oc
Propuesta de riesgo
urr
individual de BC
en 10-6 Hydro
ci
a
Aceptable
10-7
10-8
10-9
110100100010000
Figura 9.13: Comparación entre los riesgos de muerte por caída de rocas con los criterios de
riesgo aceptables publicados y propuestos.
Otro punto que hay que tener en cuenta en la figura 9.13 es el marcado como "Riesgo
individual propuesto por BC Hydro". Esta probabilidad anual de víctimas mortales de 10 -
4
(1 entre 10.000) se basa en el concepto de que el riesgo para un individuo de la rotura de
una presa no debe superar el riesgo individual de "muerte natural" que corre el grupo de
población más seguro (niños de 10 a 14 años). También se está desarrollando el consenso
de que la probabilidad anual de muerte de 10-4 define el límite entre el riesgo voluntario
(acceso restringido al personal de la obra) e involuntario (acceso del público en general)
(Nielsen, Hartford y MacDonald, 1994).
136 Capítulo 9: Análisis de los riesgos de
caída de rocas
En la figura 9.13, he representado las probabilidades anuales estimadas de muertes por
desprendimiento de rocas en el corte de argilita de la autopista 99 de BC, con y sin
construcción. Estos gráficos muestran que el riesgo estimado para estos taludes, sin
construcción, es significativamente inferior a la línea de 0,001 vidas por año. El riesgo
estimado para los taludes de Argillite Cut durante la construcción activa es
aproximadamente diez veces mayor y es marginalmente superior al criterio de 0,001
vidas por año. Dado el hecho de que los tribunales tienden a ser poco comprensivos con
los ingenieros que, a sabiendas, ponen en peligro al público, no sería prudente proceder a
la construcción mientras se intenta mantener el tráfico. Una medida más prudente sería
cerrar la autopista durante los periodos de construcción activa en las laderas, incluso si
esto significara tener que lidiar con la ira de los automovilistas frustrados.
9.7 Conclusiones
Tensiones in situ e
inducidas
10.1 Introducción
La roca en profundidad está sometida a tensiones resultantes del peso de los estratos
suprayacentes y de tensiones bloqueadas de origen tectónico. Cuando se excava una
abertura en esta roca, el campo de tensiones se altera localmente y se induce un nuevo
conjunto de tensiones en la roca que rodea la abertura. El conocimiento de las
magnitudes y direcciones de estas tensiones in situ e inducidas es un componente
esencial del diseño de las excavaciones subterráneas ya que, en muchos casos, se
supera la resistencia de la roca y la inestabilidad resultante puede tener graves
consecuencias en el comportamiento de las excavaciones.
Este capítulo aborda la cuestión de las tensiones in situ y también los cambios de
tensión que se inducen cuando se excavan túneles o cavernas en rocas sometidas a
tensión. Los problemas relacionados con el fallo de la roca alrededor de las aberturas
subterráneas y con el diseño de los apoyos para estas aberturas se tratarán en capítulos
posteriores.
La presentación que sigue pretende abarcar sólo aquellos temas que son esenciales
para que el lector conozca cuando se trata de analizar la inestabilidad inducida por
tensiones y el diseño de apoyos para estabilizar la roca en estas condiciones.
v z (10.1)
Pr 1000
of
un
di
da
d v ,027z
ba
jo 2000
la
su
pe
rfi
cie 3000
,z
(m
)
Figura 10.1: Mediciones de tensiones verticales en proyectos de minería e ingeniería civil en
todo el mundo. (Afret Hoek y Brown 1978).
Las tensiones horizontales que actúan sobre un elemento de roca a una profundidad z
por debajo de la superficie son mucho más difíciles de estimar que las tensiones
verticales. Normalmente, la relación entre la tensión horizontal media y la tensión
vertical se denota con la letra k, de forma que:
h k z (10.2)
Pr
of 1000
un Eh (GPa)
di 10
da
d 25
ba
jo 50
2000
la 75
su
pe 100
rfi
cie
,z 3000
(m
Figura 10.)2: Relación entre la tensión horizontal y la vertical para diferentes módulos de
deformación basados en la ecuación de Sheorey. (Según Sheorey 1994).
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Cuando los estudios de sensibilidad han demostrado que las tensiones in situ pueden
tener una influencia significativa en el comportamiento de las aberturas subterráneas,
se recomienda medir las tensiones in situ. Más adelante, en este mismo capítulo, se
exponen sugerencias para establecer un programa de medición de tensiones.
Figura 10.3: Mapa mundial de tensiones que indica las orientaciones de las tensiones
horizontales máximas sobre una base de topografía media (indicada por el sombreado
definido en la barra vertical de la derecha de la imagen). Mapa facilitado por el Dr. M.L
Zoback a partir de un trabajo de Zoback (1992).
142Capítulo 10: Tensiones in situ e inducidas
Figura 10.4: Mapa de tensiones generalizado que muestra las direcciones medias basadas en
las agrupaciones medias de los datos mostrados en la figura 7.3. El significado de los
símbolos se describe en el texto. Mapa facilitado por el Dr. M.L. Zoback a partir de un
trabajo de Zoback (1992).
Desarrollar un programa de medición del estrés143
a. Durante el diseño preliminar, la información presentada en las ecuaciones 10.1, 10.2 y 10.3
puede utilizarse para obtener una primera estimación aproximada de la tensión vertical y
horizontal media en las proximidades del túnel. Para una profundidad de 1.000 m, estas
ecuaciones dan la tensión vertical v = 27 MPa , la relación k = 1,3 (para Eh = 75 GPa) y,
por tanto, la tensión horizontal media h=
35,1 MPa. Un análisis preliminar de las tensiones inducidas alrededor del túnel propuesto
(como se describe más adelante en este capítulo) muestra que es probable que estas
tensiones inducidas superen la resistencia de la roca y que la cuestión de la medición de las
tensiones debe considerarse con más detalle. Hay que tener en cuenta que para muchas
aberturas en rocas fuertes a poca profundidad, los problemas de tensión pueden no ser
significativos y no es necesario seguir con el análisis.
b. En este caso concreto, se considera que los problemas de tensión son importantes. Un paso
típico sería buscar en la bibliografía para determinar si existen resultados de programas de
medición de tensiones in situ para minas o proyectos de ingeniería civil en un radio de, por
ejemplo, 50 km del emplazamiento. Con suerte, se dispondrá de algunos resultados de
mediciones de tensiones para la región en la que se encuentra el túnel y estos resultados
pueden utilizarse para perfeccionar el análisis comentado anteriormente.
c. Suponiendo que los resultados del análisis de las tensiones inducidas en la roca
que rodea el túnel propuesto indiquen que es probable que se desarrollen zonas
significativas de rotura de la roca, y que los costes de sostenimiento sean
probablemente elevados, es probable que
144Capítulo 10: Tensiones in situ e inducidas
Las tres tensiones principales son perpendiculares entre sí, pero pueden estar
inclinadas respecto a la dirección de la tensión aplicada in situ. Esto es evidente en la
figura 10.6, que muestra las direcciones de las tensiones en la roca que rodea un túnel
horizontal
sometido a un esfuerzo horizontal in h1 igual a tres veces la vertical in situ
situ
estré v . Las barras más largas de esta figura representan las direcciones del máximo
s
tensión principal1 , mientras que las barras más cortas dan las direcciones del mínimo
princip en cada elemento considerado. En este caso concreto2 es coaxial
ales3
con la tensión in situ h2 , pero las otras tensiones 1y 3 se inclinan por
h1 y v .
principales
Análisis de las tensiones inducidas145
Figura 10.5: Ilustración de las tensiones principales inducidas en un elemento de roca cercano
a un túnel horizontal sometido a una tensión vertical in situ v , una tensión horizontal in situ
h1 en un plano normal al eje del túnel y una tensión horizontal in situ h2 paralela al eje del
túnel.
Figura 10.6: Direcciones de los esfuerzos principales en la roca que rodea un túnel horizontal sometido
a una tensión horizontal in situ h1 igual a 3 v , donde v es la tensión vertical in situ.
146Capítulo 10: Tensiones in situ e inducidas
8
2
0 1
1.2
1.0
0.6
0.8
1. 21.0
Figura 10.7: Contornos de las magnitudes de las tensiones principales máximas y mínimas en
la roca que rodea un túnel horizontal, sometida a una tensión vertical in situ de v y a una
tensión horizontal in situ de .
La mayoría de las excavaciones subterráneas tienen una forma irregular y suelen estar
agrupadas cerca de otras excavaciones. Estos grupos de excavaciones pueden formar
un conjunto de complejas formas tridimensionales. Además, debido a la presencia de
características geológicas como fallas e intrusiones, las propiedades de la roca rara
vez son uniformes dentro del volumen de roca de interés. En consecuencia, las
soluciones de forma cerrada descritas anteriormente tienen un valor limitado a la hora
de calcular las tensiones, los desplazamientos y los fallos del macizo rocoso que
rodea las excavaciones subterráneas. Afortunadamente, en las últimas décadas se han
desarrollado una serie de métodos numéricos basados en el ordenador que
proporcionan los medios para obtener soluciones aproximadas a estos problemas.
Los métodos numéricos para el análisis de los problemas de tensión en la mecánica
de las rocas pueden dividirse en dos clases:
Métodos de frontera, en los que sólo se divide en elementos el límite de la
excavación y el interior del macizo rocoso se representa matemáticamente como
un continuo infinito.
Métodos de dominio, en los que el interior del macizo rocoso se divide en
elementos geométricamente simples, cada uno de ellos con propiedades supuestas.
El comportamiento colectivo y la interacción de estos elementos simplificados
modelan el comportamiento global más complejo del macizo rocoso. Los métodos
de elementos finitos y de diferencias finitas son técnicas de dominio que tratan la
masa rocosa como un continuo. El método de los elementos diferenciados es
también un método de dominio que modela cada bloque individual de roca como
un elemento único.
Estas dos clases de análisis pueden combinarse en forma de modelos híbridos para
maximizar las ventajas y minimizar los inconvenientes de cada método.
Es posible hacer algunas observaciones generales sobre los dos tipos de enfoques
que se han discutido anteriormente. En los métodos de dominio, se requiere un
esfuerzo considerable para crear la malla que se utiliza para dividir el macizo rocoso
en elementos. En el caso de modelos complejos, como los que contienen múltiples
aberturas, el mallado puede resultar extremadamente difícil. La disponibilidad de
generadores de malla altamente optimizados en muchos modelos hace que esta tarea
sea mucho más sencilla que cuando había que crear la malla manualmente. En
cambio, los métodos de contorno sólo requieren que se discretice el límite de la
excavación y que la masa rocosa circundante se trate como un continuo infinito. Dado
que el método de límites requiere menos elementos, se reduce la demanda de
memoria del ordenador y de la habilidad y experiencia del usuario.
En el caso de los métodos de dominio, los límites exteriores del modelo deben
situarse lo suficientemente lejos de las excavaciones para que los errores, derivados
de la interacción entre estos límites exteriores y las excavaciones, se reduzcan a un
mínimo aceptable. Por otro lado, dado que los métodos de límites tratan la masa
rocosa como un continuo infinito, las condiciones de campo lejano sólo deben
especificarse como tensiones que actúan sobre toda la masa rocosa y no se requieren
límites exteriores. El principal punto fuerte de los métodos de frontera es la
simplicidad que se consigue al representar el macizo rocoso como un continuo de
extensión infinita. Sin embargo, esta representación dificulta la incorporación de
propiedades variables de los materiales y la modelización de la interacción roca-
soporte. Aunque se han desarrollado técnicas que permiten que algunos elementos
límite
148Capítulo 10: Tensiones in situ e inducidas
modelización de las propiedades variables de las rocas, este tipo de problemas es más
conveniente modelizarlos con métodos de dominio.
Antes de seleccionar la técnica de modelización adecuada para determinados tipos
de problemas, es necesario comprender los componentes básicos de cada técnica.
El método de los elementos límite debe su nombre al hecho de que sólo los límites de
la geometría del problema se dividen en elementos. En otras palabras, sólo se dividen
en elementos las superficies de excavación, la superficie libre en el caso de los
problemas de poca profundidad, las superficies de las juntas cuando éstas se
consideran explícitamente y las interfaces de materiales en el caso de los problemas
multimateriales. De hecho, varios tipos de modelos de elementos límite se denominan
colectivamente "método de elementos límite". Estos modelos pueden agruparse como
sigue:
1. Método indirecto (tensiones ficticias), llamado así porque el primer paso en la
solución es encontrar un conjunto de tensiones ficticias que satisfagan las
condiciones de contorno prescritas. Estas tensiones se utilizan luego en el cálculo
de las tensiones y desplazamientos reales en el macizo rocoso.
2. Método directo, llamado así porque los desplazamientos se resuelven directamente
para las condiciones de contorno especificadas.
3. Método de la discontinuidad del desplazamiento, llamado así porque representa el
resultado de una hendidura alargada en un continuo elástico que se separa.
Las diferencias entre los dos primeros métodos no son evidentes para el usuario
del programa. El método directo tiene ciertas ventajas en cuanto al desarrollo del
programa, como se verá más adelante en la sección sobre enfoques híbridos.
El hecho de que un modelo de elementos límite se extienda "hasta el infinito"
también puede ser una desventaja. Por ejemplo, un macizo rocoso heterogéneo está
formado por regiones de extensión finita, no infinita. Para manejar estas situaciones
hay que utilizar técnicas especiales. Las juntas se modelan explícitamente en el
método de los elementos límite utilizando el enfoque de la discontinuidad del
desplazamiento, pero esto puede suponer un aumento considerable del esfuerzo
computacional. La convergencia numérica suele ser un problema para los modelos
que incorporan muchas juntas. Por estas razones, los problemas que requieren la
consideración explícita de varias articulaciones y/o una modelización sofisticada del
comportamiento constitutivo de las mismas, suelen tratarse mejor con uno de los
métodos de dominio, como los elementos finitos.
Una aplicación muy utilizada de los elementos de frontera de discontinuidad de
desplazamiento es la modelización de yacimientos tabulares. En este caso, todo el
filón mineral se representa como una "discontinuidad" que inicialmente está llena de
mineral. La extracción se simula mediante la reducción de la rigidez del mineral a
cero en las zonas donde se ha producido la extracción, y se puede examinar la
redistribución de tensiones resultante en los pilares circundantes (Salamon, 1974, von
Kimmelmann et al., 1984).
Se pueden encontrar más detalles sobre los métodos de elementos límite en el libro
Boundary element methods in solid mechanics de Crouch y Starfield (1983).
Métodos numéricos de análisis de tensiones149
Las fuerzas desequilibradas, que actúan en un punto de integración del material, dan
lugar a la aceleración de la masa asociada al punto; la aplicación de la ley de
movimiento de Newton expresada como ecuación de diferencia produce
desplazamientos incrementales; la aplicación de la relación constitutiva apropiada
produce el nuevo conjunto de fuerzas, y así sucesivamente marchando en el tiempo,
para cada punto de integración del material en el modelo. Esta técnica de solución
tiene la ventaja de que tanto las no linealidades geométricas como las del material se
acomodan, con un esfuerzo computacional adicional relativamente pequeño en
comparación con un análisis lineal correspondiente, y el gasto computacional sólo
aumenta linealmente con el número de elementos utilizados. Otra ventaja práctica
reside en el hecho de que la divergencia numérica suele hacer que el modelo prediga
un comportamiento físico evidentemente anómalo. Así, incluso los usuarios
relativamente inexpertos pueden reconocer la divergencia numérica.
La mayoría de los paquetes de elementos finitos disponibles en el mercado utilizan
técnicas de solución implícitas (es decir, matriciales). Para los problemas lineales y de
no linealidad moderada, las técnicas implícitas tienden a ser más rápidas que las
técnicas de solución explícita. Sin embargo, a medida que aumenta el grado de no
linealidad del sistema, las cargas impuestas deben aplicarse en incrementos más
pequeños, lo que implica un mayor número de reformulaciones y reducciones
matriciales y, por tanto, un mayor gasto computacional. Por lo tanto, los problemas
altamente no lineales se tratan mejor con paquetes que utilizan una técnica de
solución explícita.
En las condiciones del terreno descritas convencionalmente como bloques (es decir,
cuando la separación de las juntas es del mismo orden de magnitud que las
dimensiones de la excavación), las juntas que se cruzan forman cuñas de roca que
pueden considerarse cuerpos rígidos. Es decir, estas piezas individuales de roca
pueden ser libres de girar y trasladarse, y la deformación, que tiene lugar en los
contactos de los bloques, puede ser significativamente mayor que la deformación de
la roca intacta, por lo que las cuñas individuales pueden considerarse rígidas. En tales
condiciones, suele ser necesario modelar explícitamente muchas juntas. Sin embargo,
el comportamiento de estos sistemas es tan altamente no lineal, que incluso un código
de elementos finitos articulados, que emplee una técnica de solución explícita, puede
tener un rendimiento relativamente ineficiente.
Un enfoque de modelización alternativo consiste en desarrollar estructuras de
datos que representen la naturaleza de los bloques del sistema analizado. Cada bloque
se considera un cuerpo libre único que puede interactuar en lugares de contacto con
los bloques circundantes. Los contactos pueden representarse mediante los
solapamientos de los bloques adyacentes, evitando así la necesidad de elementos de
unión únicos. Esto tiene la ventaja añadida de que pueden producirse desplazamientos
relativos arbitrariamente grandes en el contacto, una situación que no suele ser
tratable en los códigos de elementos finitos.
Debido al alto grado de no linealidad de los sistemas que se modelan, se favorecen
las técnicas de solución explícita para los códigos de elementos distintos. Al igual que
en el caso de los códigos de elementos finitos que emplean técnicas de solución
explícita, esto permite una modelización constitutiva muy general del
comportamiento de las juntas con poco aumento del esfuerzo computacional y hace
que el tiempo de cálculo sólo dependa linealmente del número de elementos
utilizados. El uso de técnicas de solución explícita exige menos conocimientos y
experiencia que el uso de códigos que emplean técnicas de solución implícita.
Aunque el método de los elementos diferenciados se ha utilizado hasta ahora sobre
todo en entornos académicos, se está abriendo camino en las oficinas de consultores,
planificadores y diseñadores. La experiencia en la aplicación de esta potente
herramienta de modelización a situaciones prácticas de diseño y la posterior
documentación de estos casos prácticos es
Métodos numéricos de análisis de tensiones151
para poder comprender dónde, cuándo y cómo se aplica mejor el método de los
elementos diferenciados.
10.6.4 Enfoques híbridos
Para el análisis de las tensiones y desplazamientos en la roca que rodea un túnel, un pozo o
una perforación, en los que la longitud de la abertura es mucho mayor que las dimensiones de
su sección transversal, puede utilizarse un modelo bidimensional, como el que se ilustra en la
figura 10.5. Las tensiones y los desplazamientos en un plano, normal al eje de la abertura, no
se ven influidos por los extremos de la misma, siempre que éstos estén lo suficientemente
alejados.
En cambio, una central subterránea de cámara de trituración tiene una forma
mucho más equidimensional y no se puede despreciar el efecto de las paredes
extremas. En este caso, es mucho más adecuado realizar un análisis tridimensional de
las tensiones y desplazamientos en el macizo rocoso circundante. Desgraciadamente,
este cambio de dos a tres dimensiones no es tan sencillo como parece y hay
relativamente pocos modelos numéricos tridimensionales buenos, que sean adecuados
para el trabajo rutinario de análisis de tensiones en un entorno minero típico.
EXAMINE3D1 es un programa de elementos límite tridimensional que proporciona un
punto de partida para el análisis de un problema en el que la geometría tridimensional
de las aberturas es importante. Estos análisis tridimensionales proporcionan
indicaciones claras de las concentraciones de tensiones y de la influencia de la
geometría tridimensional. En muchos casos, es posible simplificar el problema a dos
dimensiones considerando las tensiones en las secciones críticas identificadas en el
modelo tridimensional.
Existen modelos tridimensionales de elementos finitos más sofisticados, como
VISAGE2 , pero no son especialmente fáciles de utilizar en la actualidad. Además, la
definición de los parámetros de entrada y la interpretación de los resultados de estos
modelos pondrían a prueba las capacidades de todos los modelistas, salvo los más
experimentados. Probablemente sea mejor dejar este tipo de modelización en manos
de estos especialistas.
1
Disponible en Rocscience Inc., 31 Balsam Avenue, Toronto, Ontario, Canadá M4E 3B5, Fax 1 416
698 0908, Teléfono 1 416 698 8217, Email: software@rocscience.com, Internet
http://www.rocscience.com.
2
Disponible en Vector International Processing Systems Ltd., Suites B05 y B06, Surrey House, 34
Eden Street, Kingston on Thames, KT1 1ER, Inglaterra. Fax 44 81 541 4550, Teléfono 44 81 549
3444.
152Capítulo 10: Tensiones in situ e inducidas
Los detalles incluidos en este ejemplo, basado en un caso real, son los siguientes:
Se va a construir un túnel de alivio para una presa de terraplén en una arenisca de
baja calidad. El diámetro de excavación del túnel es de unos 13 m y la cubierta sobre
el techo es de 8 m. El túnel tendrá un revestimiento de hormigón no reforzado de 1,3
m de espesor y, tras la colocación de este revestimiento, se construirá sobre el túnel
una parte de la presa de escollera de 28 m de altura.
Las preguntas que hay que abordar son:
1. ¿Qué apoyo se necesita para excavar el túnel con seguridad bajo la cubierta muy
poco profunda?
2. ¿Es apropiada para este túnel la secuencia de excavación de la parte superior y del
banco, utilizando métodos de perforación y voladura?
3. ¿Cómo responderá el revestimiento de hormigón a la carga impuesta por la
colocación de 28 m de escollera sobre el túnel?
Para responder a estas preguntas se realizaron una serie de análisis de elementos
finitos bidimensionales con el programa PHASE2. En el primero de estos análisis se
examinaron los requisitos de estabilidad y apoyo de la excavación de la cabecera. El
análisis final
incluyó toda la secuencia de excavación y sostenimiento y la colocación del enrocado
sobre el túnel. El modelo completo de elementos finitos se ilustra en la figura 10.8.
En la Figura 10.9 se muestra una vista ampliada de la excavación y del sistema de
sostenimiento final.
3
Disponible en Rocscience Inc., 31 Balsam Avenue, Toronto, Ontario, Canadá M4E 3B5, Fax 1 416
698 0908, Teléfono 1 416 698 8217, Email: software@rocscience.com, Internet
http://www.rocscience.com.
4
Disponible en ITASCA Consulting Group Inc., Thresher Square East, 708 South Third Street, Suite
310, Minneapolis, Minnesota 55415, USA, Fax 1 612 371 4717
Ejemplo práctico de análisis bidimensional de tensiones153
Excavación y
sistema de Superficie
apoyo libre
Figura 10.8: Modelo de elementos finitos que muestra la geometría de la malla y las
condiciones de contorno. También se muestra el sistema de soporte final utilizado para este
caso, que se discutirá en el texto que sigue.
Carga superficial
uniformemente distribuida de
0,616 MN/m2 debido a la
colocación de 28 m de
escollera en la fase final de la
construcción
Cables no tensados de 15 m
de longitud instalados desde la
superficie antes de la
excavación de la cabecera
Excavaciones de banco
El macizo rocoso es una arenisca de baja calidad que, al estar cerca de la superficie,
está muy articulada. Las propiedades mecánicas5 asumidas para esta masa rocosa son
una resistencia cohesiva c = 0,04 MPa, un ángulo de fricción = y un módulo de
deformación E = 1334 MPa. No se dispone de mediciones de tensiones in situ pero,
debido a la ubicación del túnel en el lado del valle, se ha supuesto que la tensión
horizontal normal al eje del túnel se ha reducido por el alivio de la tensión. El modelo
está cargado por gravedad y se supone una relación entre la tensión horizontal y la
vertical de 0,5.
Se utilizó una versión simplificada del modelo ilustrado en las Figuras 10.8 y 10.9 para
analizar los requisitos de estabilidad y soporte del cabezal superior. Este modelo excluía el
revestimiento de hormigón y las excavaciones del banco.
El primer modelo se utilizó para examinar las condiciones de una excavación completa del
frente superior sin ningún apoyo. Este es siempre un punto de partida útil en cualquier estudio
de diseño de sostenimiento de túneles, ya que proporciona al diseñador una imagen clara de la
magnitud de los problemas a los que hay que hacer frente.
El modelo se cargó en dos etapas. En la primera, el modelo se cargó sin excavaciones y se
creó asignando al material dentro del límite de la excavación las propiedades del macizo
rocoso circundante. Esta primera etapa se lleva a cabo para permitir que el modelo se
consolide bajo la carga gravitacional. Es necesaria para crear una referencia con la que se
puedan medir los desplazamientos posteriores en el modelo.
Los resultados del análisis se ilustran en la Figura 10.10, que muestra el alcance de la
cesión en el macizo rocoso que rodea el cabezal superior, y en la Figura 10.11, que muestra
los desplazamientos inducidos alrededor del túnel.
La gran cantidad de cesión en el macizo rocoso que recubre el cabezal superior sugiere
que esta excavación será inestable sin apoyo. Este punto de vista está respaldado por los
desplazamientos mostrados en la Figura 10.11.
Fallo de
tracción
Fallo de
cizallamiento
5
En el capítulo 11 se analizan los métodos de estimación de las propiedades del macizo rocoso.
Ejemplo práctico de análisis bidimensional de tensiones155
5 mm de hundimiento de la superficie
26 mm de
desplazamiento del techo
4 mm. de
inclinación del
suelo
El lector puede sorprenderse de que el desplazamiento en el techo del túnel sea sólo
de 26 mm cuando la extensión de la zona de fluencia sugiere el colapso completo del
techo. Hay que recordar que PHASE2 es un modelo de elementos finitos de pequeña
deformación y que no puede acomodar las grandes deformaciones asociadas al
colapso completo de un túnel.
Al examinar la figura 10.11 es más importante observar la forma del perfil de
desplazamiento global que la magnitud de los desplazamientos. Un macizo rocoso no
tolerará los desplazamientos diferenciales que se ilustran y la excavación de un
cabezal superior no soportado provocaría, casi con toda seguridad, un
desprendimiento progresivo que llevaría al colapso final.
Una regla general utilizada por los tuneleros experimentados es que una
excavación subterránea no será autoportante a menos que la cubierta sobre el túnel
supere 1½ veces la luz de la abertura. Esta es una situación típica que se da cuando se
excavan portales de túneles y hay varias opciones disponibles para resolver el
problema.
Una de estas opciones es utilizar un revestimiento de hormigón proyectado para
estabilizar el macizo rocoso por encima del túnel. Un análisis por elementos finitos de
esta opción muestra que una capa de 50 mm de espesor de hormigón proyectado
totalmente endurecido (resistencia a la compresión uniaxial de 30 MPa) es suficiente
para estabilizar el túnel. El problema es cómo introducir una capa de hormigón
proyectado totalmente endurecida en la boca del túnel. Un segundo problema es si los
trabajadores tendrían suficiente confianza en dicha solución para trabajar en el túnel.
Un proyecto en el que se utilizó esta solución fue la construcción de un túnel de
desviación de 8 m de luz para una presa. El macizo rocoso era una piedra caliza muy
poco cementada que podía excavarse a mano, pero que tenía la suficiente resistencia
como para ser marginalmente autoportante. El contratista escandinavo del proyecto
había utilizado el hormigón proyectado durante muchos años y los tuneleros, muy
experimentados, tenían plena confianza en trabajar bajo una cubierta de hormigón
proyectado. El túnel no estaba en la ruta crítica del proyecto, por lo que la
construcción podía avanzar a un ritmo lo suficientemente lento como para permitir
que el hormigón proyectado fraguara antes del siguiente avance. Una capa de
hormigón proyectado no reforzado
156Capítulo 10: Tensiones in situ e inducidas
fue el único soporte utilizado en este túnel, con conjuntos ocasionales de acero
empotrados en el hormigón proyectado donde las condiciones del terreno eran
particularmente difíciles.
En el caso del cabezal superior de piedra arenisca que aquí se estudia, se rechazó
la solución de hormigón proyectado porque, a pesar del análisis de elementos finitos,
los proyectistas no tenían suficiente confianza en la capacidad de la capa de hormigón
proyectado para soportar la gran luz de la piedra arenisca en bloque. Además, el
contratista de este proyecto de presa no tenía mucha experiencia en el uso de
hormigón proyectado en túneles y era poco probable que los trabajadores estuvieran
preparados para operar bajo una cubierta de hormigón proyectado únicamente.
Otra alternativa que se utiliza habitualmente en la excavación de portales de
túneles es utilizar lances de acero para estabilizar la parte inicial del túnel bajo
cubierta. Esta solución funciona bien en el caso de túneles pequeños, pero en este
caso, un túnel de 13 m de luz requeriría unos lances muy pesados. Una desventaja
adicional en este caso es que la instalación de los conjuntos permitiría una
deformación demasiado grande en el macizo rocoso. Esto se debe a que los conjuntos
de acero son un sistema de soporte pasivo y sólo soportan una carga cuando la masa
rocosa se ha deformado sobre los conjuntos. Dado que este túnel se encuentra en los
cimientos de una presa, una deformación excesiva es claramente inaceptable debido a
las vías de fuga adicionales que se crearían a través del macizo rocoso.
La solución adoptada finalmente se tomó "prestada" de la industria minera, en la
que a menudo se utilizan espigas sin tensión y totalmente inyectadas para preapoyar
el macizo rocoso por encima de las excavaciones subterráneas. En este caso, se
instaló un patrón de 3 m x 3 m de cables de 15 m de longitud y 60 toneladas de
capacidad desde la superficie del suelo antes de comenzar la excavación del frente
superior. Cuando estos cables quedaron al descubierto en la excavación, se colocaron
placas frontales y se cortó el exceso de longitud del cable. Además, se instaló un
patrón de 2 m x 2 m de pernos de roca anclados mecánicamente de 6 m de longitud
radialmente desde el techo del cabezal superior.
Los resultados de un análisis de este sistema de apoyo se ilustran en las figuras
10.12 y 10.13, que muestran la extensión de la zona de fluencia y las deformaciones
en el macizo rocoso por encima del cabezal superior.
3 mm de hundimiento de
la superficie
Desplazamiento de 3
mm en las placas
frontales de los pernos
de roca
Desplazamiento de
7 mm entre pernos
de roca
4 mm. de
inclinación del
suelo
Figura 10.13: Desplazamientos en el macizo rocoso soportados mediante
cables precolocados con lechada y pernos de roca tensados.
Figura 11.14:
Cabezal superior
soportado por
cables y pernos de
roca y conjuntos de
acero ligero.
158Capítulo 10: Tensiones in situ e inducidas
Tras haber excavado con éxito la parte superior de este túnel de alivio, como se ha comentado
en el apartado anterior, la siguiente cuestión era cómo se comportaría la excavación durante
el descenso de la banqueta y cómo toleraría el revestimiento de hormigón las cargas
adicionales impuestas por la colocación de 28 m de escollera compactada.
El modelo completo, ilustrado en la figura 10.9, se utilizó para esta investigación y se
comprobó que no había problemas con la excavación de los bancos. Las figuras 10.15 y
10.16 ilustran la zona de fluencia y los desplazamientos del macizo rocoso que rodea a la
excavación completa soportada por medio de cables y pernos de roca y, a efectos de este
estudio, un fino revestimiento de hormigón proyectado.
2 mm de hundimiento de
la superficie
22 mm de
desplazamiento
hacia abajo
18 mm de
desplazamiento
hacia abajo
Desplazamiento de la
superficie de 28 mm
45 mm de
desplazamiento
hacia abajo
30 mm de
desplazamiento
hacia abajo
10.7.3 Conclusión
11.1 Introducción
Para casi cualquier tipo de análisis utilizado para el diseño de taludes, cimentaciones
y excavaciones subterráneas, se requieren estimaciones fiables de las características
de resistencia y deformación de las masas rocosas. Hoek y Brown (1980a, 1980b)
propusieron un método para obtener estimaciones de la resistencia de macizos
rocosos articulados, basado en una evaluación del enclavamiento de los bloques de
roca y del estado de las superficies entre estos bloques. Este método fue modificado a
lo largo de los años para satisfacer las necesidades de los usuarios que lo aplicaban a
problemas que no se habían considerado cuando se desarrolló el criterio original
(Hoek 1983, Hoek y Brown 1988). La aplicación del método a macizos rocosos de
muy baja calidad requirió nuevos cambios (Hoek, Wood y Shah 1992) y, finalmente,
el desarrollo de una nueva clasificación denominada Índice de Resistencia Geológica
(Hoek, Kaiser y Bawden 1995, Hoek 1995, Hoek y Brown 1997). En Hoek y Brown
(1997) se ofrece una revisión del desarrollo del criterio y de las ecuaciones propuestas
en las distintas etapas de este desarrollo.
Este capítulo presenta el criterio de Hoek-Brown en una forma que se ha
encontrado práctica en el campo y que parece proporcionar el conjunto más fiable de
resultados para su uso como entrada para los métodos de análisis en el uso actual en
la ingeniería de rocas.
El criterio de fallo generalizado de Hoek-Brown para masas rocosas articuladas se define por:
a
''
m 3 (11.1)
13ci b
dond' 1 ' 3 son las tensiones efectivas máxima y mínima en el momento del fallo,
Para los trozos de roca intactos que componen el macizo rocoso la ecuación 11.1 se simplifica
a:
''
m 3 ' 0.5
(11.4)
13ci i
La relación entre las tensiones principales en el momento de la rotura para una roca
determinada se define
por dos constantes, la resistencia a la compresión ci y una constante mi .
uniaxial
Siempre que sea posible, los valores de estas constantes deben determinarse mediante
el análisis estadístico de los resultados de un conjunto de ensayos triaxiales sobre
muestras de núcleos cuidadosamente preparadas.
Obsérvese que el rango de valores de la tensión 3principal menor (' ) sobre el que se
realizan estas pruebas es crítico para determinar valores fiables para las dos
constantes. Al derivar 3
los valores originales ci y mi , Hoek y Brown (1980a) utilizaron un rango de 0 < '
de
< 0,5 ci y, para ser coherente, es esencial que se utilice el mismo rango en
cualquier prueba triaxial de laboratorio sobre muestras de roca intacta. En el análisis
deben incluirse al menos cinco puntos de datos.
En la figura 11.1 se ilustra un tipo de célula triaxial que puede utilizarse para estos
ensayos. Esta célula, descrita por Hoek y Franklin (1968), no requiere drenaje entre
ensayos y es conveniente para el ensayo rápido de un gran número de muestras.
Existen celdas más sofisticadas para fines de investigación, pero los resultados
obtenidos de
Propiedades intactas de la roca163
la celda ilustrada en la Figura 11.1 son adecuadas para las estimaciones de resistencia de la
roca requeridas
para estimar ci y mi . Esta célula tiene la ventaja adicional de que puede utilizarse
en el campo cuando se analizan materiales como carbones, pizarras y filitas que son
extremadamente difíciles de conservar durante el transporte y la preparación normal
de las muestras para las pruebas de laboratorio.
de acero dulce
Figura 11.1: Vista en corte de una célula triaxial para el ensayo de probetas de roca.
2 y xy x y n) x (11.6)
cin
x2 ( x)2 n) n
x x) n)
c
2 xy x y
(11.8)
x x) 2 n] y 2 y) 2 n]
2
En el cuadro 11.1 se presenta una hoja de cálculo para el análisis de los datos de las
pruebas triaxiales. Obsérvese que los datos de ensayos triaxiales de alta calidad
suelen dar un coeficiente de determinación r2 superior a 0,9.
Cuando no es posible realizar pruebas de laboratorio, se pueden utilizar las tablas 11.2 y
11.3 para
obtener estimaciones de ci y mi .
Las pruebas de laboratorio a corto plazo en rocas frágiles muy duras tienden a
sobreestimar la resistencia de la masa rocosa in situ. Las pruebas de laboratorio y los
estudios de campo sobre el granito de excelente calidad del Lac du Bonnet,
reportados por Martin y Chandler (1994), muestran que la resistencia in situ de esta
roca es sólo un 70% de la medida en el laboratorio. Esto parece deberse al daño
resultante de la microfisuración de la roca, que se inicia y desarrolla intensidades
críticas a niveles de tensión más bajos en el campo que en las pruebas de laboratorio
realizadas con tasas de carga más altas en especímenes más pequeños. Por lo tanto, al
analizar
los resultados de las pruebas de laboratorio en este tipo de rocas para estimar los ci
valores de
y mi , es prudente reducir los valores de la tensión principal efectiva mayor en
fallo al 70% de los valores medidos.
Las rocas anisotrópicas y foliadas, como las pizarras, los esquistos y las filitas,
cuyo comportamiento está dominado por planos de debilidad, clivaje o esquistosidad
estrechamente espaciados, presentan dificultades particulares en la determinación de
las resistencias a la compresión uniaxial.
Salcedo (1983) ha informado de los resultados de un conjunto de ensayos de
compresión uniaxial direccional en una filita grafítica de Venezuela. Estos resultados
se resumen en la figura
11.2. Se observa que la resistencia a la compresión uniaxial de este material varía en
un factor de aproximadamente 5, dependiendo de la dirección de la carga. Las
pruebas del comportamiento de esta filita grafítica en el campo sugieren que las
propiedades del macizo rocoso dependen de la resistencia paralela a la esquistosidad
más que de la normal a ella.
Propiedades intactas de la roca165
Tabla 11.1: Hoja de cálculo para el cálculo deci y mi a partir de los datos del ensayo triaxial
Fórmulas celulares
y = (sig1-sig3)^2
sigci = SQRT(sumy/n - (sumxy-sumx*sumy/n)/(sumxsq-
(sumx^2)/n)*sumx/n) mi = (1/sigci)*((sumxy-sumx*sumy/n)/(sumxsq-
(sumx^2)/n))
r2 = ((sumxy-(sumx*sumy/n))^2)/((sumxsq-(sumx^2)/n)*(sumysq-(sumy^2)/n))
100
90
80
R
es 70
ist
en 60
ci
a 50
a
la 40
co
m 30
pr
es 20
ió
10
n-
M 0
Pa
0102030405060708090
Tabla 11.3: Valores de la constante mi para roca intacta, por grupo de roca. Nótese que los
valores entre paréntesis son estimaciones.
7
Orgánico
Carbó
n (8-
21)
No BrecciaSpariticMicritic
clástic Carbonato (20)Piedra calizaPiedra
o caliza
(10)8
Química Gypstone Anhidrita
16 13
Mármo HornfelsQu
No Foliado
l9 artzite
(19)24
Migmatita Anfibolita Milonitas
Ligeramente (30) 25 - 31 (6)
foliado
Foliado* Gneis Esquis Filitas Pizar
33 tos 4 (10) ra
-8 9
Granito Rhyolite Obsidian
a
33 (16) (19)
Luz
Granodiorita Dacita
(30) (17)
Diorita Andesita
IGNEOUS
(28)19
Oscu Gabbro Dolerita Basalt
ro o
27 (19) (17)
Norite
22
Tipo Aglomerado Brecha Tuff
piroclástico (20) (18) (15)
extrusivo
* Estos valores son para especímenes de roca intacta ensayados normales a la estratificación o
a la foliación. El valor de mi será significativamente diferente si el fallo se produce a lo largo
de un plano de debilidad.
Al decidir el valor de ci para las rocas foliadas, hay que decidir sobre
si se utiliza la mayor o la menor resistencia a la compresión uniaxial obtenida de
M
E
T
A
M
Ó
R
FI
C
O
168Capítulo 11: Propiedades de la masa rocosa
resultados como los de la figura 11.1. La composición mineral, el tamaño de los granos, el
grado de metamorfismo y la historia tectónica son factores que determinan las características
de
el macizo rocoso. El autor no puede ofrecer ninguna orientación precisa sobre la pero
elección de ci
sugieren que el valor máximo debe utilizarse para masas rocosas duras y bien
entrelazadas, como las pizarras de buena calidad. La resistencia a la compresión
uniaxial más baja debería utilizarse para masas rocosas de baja calidad y perturbadas
tectónicamente, como la filita grafítica ensayada por Salcedo (1983).
A diferencia de otras rocas, el carbón es de origen orgánico y, por tanto, tiene
componentes y propiedades únicas. A menos que estas propiedades se reconozcan y
se tengan en cuenta en la caracterización del carbón, los resultados de cualquier
prueba mostrarán una gran cantidad de dispersión. Medhurst, Brown y Trueman
(1995) han demostrado que, teniendo en cuenta el "brillo" que refleja la composición
y la hendidura del carbón, es posible diferenciar las características mecánicas de los
distintos carbones.
cd c50
50 0.18
(11.9)
Esta relación, junto con los datos en los que se basó, se ilustra en la figura 11.3.
El autor sugiere que la reducción de la resistencia se debe a la mayor posibilidad
de fallo a través y alrededor de los granos, los "bloques de construcción" de la roca
intacta, a medida que se incluyen más y más de estos granos en la muestra de ensayo.
Finalmente, cuando se incluye un número suficientemente grande de granos en la
muestra, la resistencia alcanza un valor constante.
Medhurst y Brown (1996) han informado de los resultados de los ensayos
triaxiales de laboratorio realizados sobre muestras de 61, 101, 146 y 300 mm de
diámetro de un carbón de brillo medio altamente escindido procedente de la mina de
Moura en Australia. Los resultados de estas pruebas se resumen en la Tabla 11.4 y en
la Figura 11.4.
Los resultados obtenidos por Medhurst y Brown muestran una disminución
significativa de la resistencia al aumentar el tamaño de la muestra. Esto se atribuye a
los efectos del espaciado de los tacos. Para este carbón, las hendiduras persistentes
están espaciadas entre 0,3 y 1,0 m, mientras que las hendiduras no persistentes dentro
de las bandas de vitrain y los litotipos individuales definen bloques de 1 cm o menos.
Esta separación da lugar a un tamaño de muestra "crítico" de aproximadamente 1 m
por encima del cual la resistencia permanece constante.
Es razonable extender este argumento más allá y sugerir que, cuando se trata de
masas de roca a gran escala, la resistencia alcanzará un valor constante cuando el
tamaño de las piezas individuales de roca sea lo suficientemente pequeño en relación
con el tamaño global del
Influencia del tamaño de la muestra169
estructura que se está considerando. Esta sugerencia se plasma en la figura 11.5, que
muestra la transición desde una muestra de roca intacta isotrópica, pasando por u n
macizo rocoso altamente anisotrópico en el que el fallo está controlado por una o dos
discontinuidades, hasta un macizo rocoso muy articulado isotrópico.
1.5
Re
siste
ncia 1.4 Mármol
Caliza
a la Granito
comp 1.3 Basalto
Lava de basalto y
resió
andesita Gabro
n Mármol
1.2 Norite
uniax
Granite
ial de Diorita de cuarzo
la 1.1
mues
tra de 1.0
diám
etro d
Resis 0.9
tenci
a a la 0.8
comp
resió
0.7
n
050100150200250300
uniax
ial de Diámetro de la muestra d mm
lF
a igura 11.3 Influencia del tamaño de la muestra en la
mreuseisstencia de la roca intacta. Según Hoek y Brown (1980a).
tra de
50
mm
Tabla11.4 Resistencia máxima del carbón Moura DU en
fundceión de los parámetros contenidos en la ecuación (11.1), a
pardtiiám
r de un valor deci = 32,7 MPa.
etro
Diámetro mb s a
(mm)
61 19.4 1.0 0.5
101 13.3 0.555 0.5
146 10.0 0.236 0.5
300 5.7 0.184 0.6
masa 2.6 0.052 0.65
170Capítulo 11: Propiedades de la masa rocosa
100
Diámetro de la 61
muestra (mm)
90
80101
70146
Re
sis 60300
te 1
nci
a 50
axi
al '
M 40mass
Pa
30
20
10
0
012345678910
Especímenes de roca
intactos
- utilice la ecuación
11.4
Un conjunto de
articulaciones - no
utilizar el criterio Hoek-
Brown
Dos conjuntos de
articulaciones - no utilizar
el criterio Hoek-Brown
Muchas articulaciones -
utilizar la ecuación
11.1 con precaución
Figura 11.5: Diagrama idealizado que muestra la transición de una masa rocosa intacta a
una muy articulada con el aumento del tamaño de la muestra.
s
GSI (11.11)
9
y
a= 0.5(11.12)
Para GSI < 25, e s decir, masas rocosas de muy baja calidad, se aplica el criterio
Hoek-Brown modificado con
s= 0(11.13)
y
GSI
a ,65 (11.14)
200
1
En versiones anteriores de esta tabla se utilizaban los términos BLOQUEADO/SEAMBLE y
APAGADO, siguiendo la terminología utilizada por Terzaghi (1946). Sin embargo, estos términos
resultaron ser engañosos y han sido sustituidos, en esta tabla, por BLOQUEADO/DISTURBADO, que
refleja con mayor exactitud la mayor movilidad de una masa rocosa que ha sufrido algún tipo de
plegado y/o fallamiento, y DESINTEGRADO, que abarca una gama más amplia de formas de
partículas.
174Capítulo 11: Propiedades de la masa rocosa
Tabla 11.6: Estimación del índice de resistencia geológica GSI basada en las descripciones geológicas.
Índice de resistencia geológica175
Figura 11.6: Comparación entre los resultados obtenidos con la voladura controlada (a la
izquierda) y la voladura a granel normal para una excavación superficial en gneis.
Cuando todas las caras visibles han sido dañadas por la voladura, se debe intentar
compensar los valores más bajos del GSI obtenidos en dichas caras. En las caras
recientemente voladas, se habrán creado nuevas superficies de discontinuidad por la
voladura y éstas darán un valor de GSI que puede ser hasta 10 puntos inferior al del
macizo rocoso no alterado. En otras palabras, los daños graves causados por la
voladura pueden tenerse en cuenta subiendo una fila en las tablas 11.5 y 11.6.
Cuando las caras dañadas por la voladura han estado expuestas durante varios
años, puede ser necesario también dar un paso hasta una columna a la izquierda para
permitir la meteorización de la superficie que habrá ocurrido durante esta exposición.
Así, por ejemplo, una superficie rocosa muy dañada por la voladura que tiene la
apariencia de una masa rocosa BLOQUEADA/DISTURBADA y JUSTA (BD/F en la
Tabla 11.5) puede ser en realidad MUY BLOQUEADA y BUENA (VB/G) en su
estado in situ no meteorizado y no perturbado.
Una cuestión práctica adicional es si los testigos de sondeo pueden utilizarse para
estimar el valor del GSI detrás de las caras visibles. En el caso de masas rocosas de
calidad razonable (GSI > 25), el mejor enfoque es evaluar el núcleo en términos de la
clasificación RMR de Bieniawski y luego, como se ha descrito anteriormente, estimar
el valor GSI a partir de la RMR. En el caso de masas rocosas de baja calidad (GSI <
25), se recuperan relativamente pocas piezas de núcleo intactas de más de 100 mm y
resulta difícil determinar un valor fiable de RMR. En estas circunstancias, el aspecto
físico del material recuperado en el núcleo debe utilizarse como base para estimar el
GSI.
176Capítulo 11: Propiedades de la masa rocosa
''
(1' ' ) 3 1 (11.19)
3
Para el GSI > 25, cuando a =
0,5: ' mbci
' 1 2(' ' ) (11.20)
3 1 3
Y log A BX (11.23)
donde
Y , X ntm (11.24)
c c
A 10^ Y T B X T (11.26)
nit
i arctan (11.27)
c
singtcria=da: 85
equivalente E MPa mi = 10 GSI = 45
Tangente: signt = 15.97 MPa phit= 30.12 grados coht = 4.12 MPa
Cálculo:
Suma
sig31E- 3.04 6.07 9.1 12.14 15.18 18.21 21.25 85.00
10
sig14.0 22.48 33.27 42.30 50.40 57.91 64.98 71.74 347.08
0
ds1ds3 4.07 3.19 2.80 2.56 2.40 2.27 2.18 35.35
15.89
signo0.24 6.87 12.56 17.85 22.90 27.76 32.50 37.13 157.80
tau0.94 7.74 11.59 14.62 17.20 19.48 21.54 23.44 116.55
x-2.36 -1.08 -0.83 -0.67 -0.57 -0.48 -0.42 -0.36 -6.77
y-1.95 -1.04 -0.87 -0.76 -0.69 -0.64 -0.60 -0.56 -7.11
xy4.61 1.13 0.71 0.52 0.39 0.31 0.25 0.20 8.12
xsq5.57 1.17 0.68 0.45 0.32 0.23 0.17 0.13 8.74
sig3sig 68.23 202.01 385.23 612.01 878.92 1183.65 1524.51 4855
10.00
sig3sq 9.22 36.86 82.94 147.45 230.39 331.76 451.56 1290
0.00
taucalc0.96 7.48 11.33 14.45 17.18 19.64 21.91 24.04
sig1sig3fit 11.36 20.51 29.66 38.81 47.96 57.11 66.26 75.42
signtau 7.26 10.56 13.63 16.55 19.38 22.12 24.81
fit3.41
tangente 8.10321 11.4032 14.4729 17.3991 20.2235 22.9702 25.655
4.25309
Fórmulas celulares:
mb = mi*EXP((GSI-100)/28)
s = IF(GSI>25,EXP((GSI-100)/9),0)
a = IF(GSI>25,0.5,0.65-GSI/200)
sigtm = 0,5*sigci*(mb-SQRT(mb^2+4*s))
A = acalc = 10^(sumy/8 - bcalc*sumx/8)
B = bcalc = (sumxy - (sumx*sumy)/8)/(sumxsq - (sumx^2)/8)
k = (sumsig3sig1 - (sumsig3*sumsig1)/8)/(sumsig3sq-(sumsig3^2)/8)
phi = ASIN((k-1)/(k+1))*180/PI()
coh = (sigcm*(1-SIN(phi*PI()/180)))/(2*COS(phi*PI()/180))
sigcm = sumsig1/8 - k*sumsig3/8
E = IF(sigci>100,1000*10^((GSI-10)/40),SQRT(sigci/100)*1000*10^((GSI-10)/40))
phit = (ATAN(acalc*bcalc*((signt-sigtm)/sigci)^(bcalc-1)))*180/PI()
coht = acalc*sigci*((signt-sigtm)/sigci)^bcalc-signt*TAN(phit*PI()/180)
sig3 = Comienza en 1E-10 (para evitar errores de cero) y se incrementa en 7 pasos de
sigci/28 hasta 0,25*sigci sig1 = sig3+sigci*(((mb*sig3)/sigci)+s)^a
ds1ds3 = IF(GSI>25,(1+(mb*sigci)/(2*(sig1-sig3)),1+(a*mb^a)*(sig3/sigci)^(a-1))
sign = sig3+(sig1-sig3)/(1+ds1ds3)
tau = (sign-sig3)*SQRT(ds1ds3)
x = LOG((sign-sigtm)/sigci)
y = LOG(tau/sigci)
xy = x*yxsq = x^2sig3sig1=
sig3*sig1sig3sq= sig3^2taucalc = acalc*sigci*((sign-
sigtm)/sigci)^bcalc
s3sifit = sigcm+k*sig3
sntaufit = coh+signo*TAN(phi*PI()/180)
tangente =
coht+signo*TAN(phit*PI()/180)
180Capítulo 11: Propiedades de la masa rocosa
80
70
60
M 50
Pa
' 1 1 sin ' '
1cm 3
Te 40
ns
1 sin '
ió
n
pri
m 3
nc a
ip ''
al 13ci b
pri
nc
ip 20
al
10
cm
0
0102030
Tensión principal menor 3' MPa
30
tangent
M
Pa
e
20 B
R n tm
es A
c
ci
ist
en 10
ci
a c ' ' tan ' n
al
co
rte 0
010203040
Tensión normal ' MPa
n
Figura 11.8: Gráfico de los resultados de los ensayos triaxiales simulados a escala real en un
macizo rocoso definido por una resistencia a la compresión uniaxial ci = 85 MPa, una
constante Hoek -Brown mi = 10 y un índice de resistencia geológica GSI = 45.
Parámetros de Mohr-Coulomb181
0.20
R
es
0.10 ist
en
0.08 ci
a
0.06 co
0.05
he
siv
0.04 a /
R
0.03 es
mi
ist
350.02
en
25 ci
20 a
16
13 un
10 ia
xi
70.01
5 al
0.008 de
102030405060708l0a90
Índice de resistencia geológica GSI ro
ca
a. Gráfico de la relación entre la resistencia a la int
ac
cohesión y la resistencia a la compresión uniaxialci .ta
55m
i
35
5030
25
20
4516
13
Á 40
ng 10
ul
o 357
de
fri 305
cci
ón 25
-
gr
20
ad
os
15
10
102030405060708090
Figura 11.9: Gráficos de la resistencia a la cohesión y los ángulos de fricción para diferentes valores de
GSI y mi .
182Capítulo 11: Propiedades de la masa rocosa
Obsérvese que el GSI ha sido sustituido por el RMR en esta ecuación y que el módulo Em
se reduce progresivamente a medida ci es inferior a 100. Esta reducción se basa
que el valor de
sobre el razonamiento de que la deformación de las masas rocosas de mejor calidad
está controlada por las discontinuidades mientras que, para las masas rocosas de peor
calidad, la deformación de los trozos de roca intactos contribuye al proceso de
deformación global.
Basándose en las deformaciones medidas, la ecuación 11.30 parece funcionar
razonablemente bien en los casos en que se ha aplicado. Sin embargo, a medida que
se recopilen más pruebas sobre el terreno, puede ser necesario modificar esta relación.
En el caso de masas rocosas duras de muy buena calidad, como los granitos masivos
o las cuarcitas, el análisis de desprendimientos alrededor de aberturas sometidas a
grandes esfuerzos (Hoek, Kaiser y Bawden 1995) sugiere que la masa rocosa se
comporta de forma elástica y frágil, como se muestra en la figura 11.10(a). Cuando se
supera la resistencia del macizo rocoso, se produce una repentina caída de la
resistencia. Esto se asocia a una importante dilatación de los trozos de roca rotos. Si
esta roca rota está confinada, por ejemplo, por un soporte de roca, se puede suponer
que se comporta como un relleno de roca con un ángulo de fricción de
aproximadamente = y una resistencia cohesiva nula.
Las propiedades típicas para esta masa de roca dura de muy buena calidad pueden
ser las que se muestran en la Tabla 11.7. Nótese que, en algunos análisis numéricos,
puede ser necesario asignar una resistencia cohesiva muy pequeña para evitar la
inestabilidad numérica.
Comportamiento posterior al fracaso183
70
60
50
40 Elástico-frágil
Es
tré
s 30
20
10
0
0.0000.0010.0020.003
Cepa
(a) Masa de roca dura de muy buena calidad
15
10
Es
tré Ablandamiento
s de la tensión
5
0
0.0000.0010.0020.003
Cepa
2.0
Elástico-plástico
1.5
Es
tré 1.0
0.5
0.0
0.0000.0010.0020.003
Cepa
Figura 11.10: Características de post-fallo sugeridas para masas rocosas de diferente calidad.
184Capítulo 11: Propiedades de la masa rocosa
Tabla 11.7: Propiedades típicas de una masa de roca dura de muy buena calidad
Resistencia de la roca intacta ci 150 MPa
Constante Hoek-Brown mi 25
Índice de resistencia geológica GSI 75
Ángulo de fricción
Fuerza de cohesión 13 MPa
Resistencia a la compresión del cm 64,8 MPa
macizo rocoso
Resistencia a la tracción del macizo tm -0,9 MPa
rocoso
Módulo de deformación Em 42000 MPa
Relación de Poisson 0.2
Ángulo de dilatación /4 = 11.
Características posteriores a la cresta
de la ola
Ángulo de fricción f
Fuerza de cohesión cf 0
Módulo de deformación Efm 10000 MPa
El análisis de la rotura progresiva de macizos rocosos de muy baja calidad que rodean
los túneles sugiere que las características posteriores a la rotura de la roca se
representan adecuadamente suponiendo que se comporta de forma perfectamente
plástica. Esto significa que
Fiabilidad de las estimaciones de resistencia del macizo rocoso185
Las técnicas descritas en las secciones anteriores de este capítulo pueden utilizarse
para estimar las características de resistencia y deformación de masas rocosas
articuladas isotrópicas. Al aplicar este procedimiento a los problemas de diseño de la
ingeniería de rocas, la mayoría de los usuarios sólo consideran las propiedades
"medias" o promedio. De hecho, todas estas propiedades muestran una distribución en
torno a la media, incluso en las condiciones más ideales, y estas distribuciones
pueden tener un impacto significativo en los cálculos de diseño.
En el texto que sigue, se realiza un cálculo de estabilidad de taludes y un cálculo
de diseño de sostenimiento de túneles para evaluar la influencia de estas
distribuciones. En cada caso se estiman las características de resistencia y
deformación del macizo rocoso mediante el procedimiento Hoek-Brown, suponiendo
que los tres parámetros de entrada están definidos por distribuciones normales.
La figura 11.11 se ha utilizado para estimar el valor del GSI a partir de las
observaciones sobre el terreno de las condiciones superficiales de bloqueo y
discontinuidad. En esta figura se incluye un círculo rayado que representa los límites
de confianza del 90% de un valor de GSI de 25 ± 5 (equivalente a una desviación
estándar de aproximadamente 2,5). Esto representa el rango de valores que un
geólogo experimentado asignaría a un macizo rocoso descrito como
BLOCKY/DISTURBED o DISINTEGRATED and POOR. Normalmente, rocas
como el flysch, el esquisto y algunas filitas pueden entrar en este rango de
descripciones de masas rocosas.
186Capítulo 11: Propiedades de la masa rocosa
Figura 11.11: Estimación del índice de resistencia geológica GSI basada en las descripciones
geológicas.
Fiabilidad de las estimaciones de resistencia del macizo rocoso187
Según la experiencia del autor, algunos geólogos hacen esfuerzos extraordinarios para
intentar determinar un valor "exacto" de GSI (o RMR). La geología no se presta a tal
precisión y simplemente no es realista asignar un único valor. Es más apropiado un
rango de valores, como el ilustrado en la figura 11.11. De hecho, en algunos entornos
geológicos complejos, el intervalo indicado por el círculo con forma de cruz puede
ser demasiado optimista.
Las dos propiedades de laboratorio necesarias para la aplicación del criterio de
Hoek-Brown son la resistencia a la compresión uniaxial de la roca intacta ( ci ) y la
constante del material de la roca intacta mi . Lo ideal es que estos dos parámetros se
determinen mediante ensayos triaxiales en probetas cuidadosamente preparadas,
como describen Hoek y Brown (1997).
Se supone que los tres parámetros de entrada pueden representarse mediante
distribuciones normales, como se ilustra en la figura 11.12. Las desviaciones estándar
asignadas a estas tres distribuciones se basan en la experiencia del autor en programas
geotécnicos para grandes proyectos civiles y mineros en los que se dispone de fondos
suficientes para realizar investigaciones de alta calidad. Para las investigaciones
preliminares de campo o los proyectos de "bajo presupuesto", es prudente asumir
desviaciones estándar mayores para los parámetros de entrada.
Los valores del ángulo de fricción , la resistencia cohesiva c ' , la compresión uniaxial
fuerza del macizo rocoso cm y el módulo de deformación Em del macizo rocoso
se calcularon mediante el procedimiento descrito en las secciones anteriores de este
capítulo. El programa complementario de Excel @RISK2 se utilizó para un análisis de
Monte Carlo en el que se realizaron 1.000 cálculos para valores seleccionados al azar
de los parámetros de entrada. Los resultados de estos cálculos se analizaron con el
programa BESTFIT1 y se comprobó que los cuatro parámetros de salida podían
describirse adecuadamente mediante las distribuciones normales ilustradas en la
Figura 11.12.
En varios ensayos se comprobó que los parámetros de salida , c ' y cm eran siempre
bien representados por las distribuciones normales. Por otra parte, para los valores de GSI de
más
de 40, el módulo de deformación Em estaba mejor representada por una lognormal
distribución.
ENTR SALIDA
0.16 ADA 0.35
ci 0.30
0.12
Media de 10 0.25
Pr MPa Pr
0.20 Media de 22,85°.
ob Stdev 2,5 MPa ob Stdev 1,31°
0.08
ab ab 0.15
ilid ilid
ad 0.04 ad 0.10
0.05
0.00 0.00
182022242628
05101520
Ángulo de fricción - grados
Resistencia de la roca intacta - MPa
0.40 7.0
6.0
0.30
mi
5.0
Pr Pr
ob Media 8 ob 4.0 Media 0,23 MPa
0.20
ab Stdev 1 ab 3.0 Stdev 0,068 MPa
ilid ilid
ad 0.10 ad 2.0
1.0
0.00 0.0
0.162.0
cm
GSI
0.121.5
Media 0,68
Pr Media 25 Pr MPa
ob Stdev 2,5 ob
0.081.0 Stdev 0,21 MPa
ab ab
ilid ilid
ad ad 0.040.5
0.00 0.0
0.00.51.
1520253035 01.5
0.0100
Em
0.0075
Pr Media 373 MPa
ob Stdev 48 MPa
0.0050
ab
ilid
Figura 11.12: Distribuciones normales ad 0.0025
supuestas para los parámetros de entrada y
distribuciones calculadas para los 0.0000
parámetros de salida. 200 250 300 350 400 450 500 550
Módulo de deformación -
MPa
Fiabilidad de las estimaciones de resistencia del macizo rocoso189
139.3,324.4
300,160
400,160
400,127
240,120 Superficie
0,100
freática
100,100
4
Factor de
seguridad
3 Media = 1,31
Pr Stdev = 0,11
ob
ab 2
ilid
ad 1
0
0. 1. 1. 1. 1. 1. 1. 1. 1.
9 0 1 2 3 4 5 6 7
Factor de seguridad
El factor de seguridad medio para este talud es de 1,3, un valor que se utiliza con
frecuencia en el diseño de taludes para minas a cielo abierto. Es interesante que la
probabilidad de fallo, dada por la parte de la curva de distribución para SF < 1, es
muy pequeña. Esto sugiere que, para una investigación geotécnica de alta calidad
como la asumida en este estudio, un factor de seguridad de 1,3 es adecuado para
garantizar la estabilidad en las condiciones asumidas.
2 po cm
pc k (11.31)
r
donde
k
(11.32)
(1 k )((k ) pi cm
po cm (k 1) (11.33)
ro
uip (1 rp (11.34)
2(1 )( po pcr (1 2)( po pi
o
r r
Fiabilidad de las estimaciones de resistencia del macizo rocoso191
0.0
12345
Radio de la zona plástica / radio del túnel
2.55.07.510.012.5
Radio de la zona plástica - m
1000
presión de apoyo = 0,3 MPa
distribución lognormal
media = 0,004, stdev = 0,0019
750
Pr
ob no hay apoyo
500 distribución lognormal
ab
media = 0,0102, stdev = 0,0079
ilid
ad 250
0
0.000.010.020.030.04
Deformación del túnel / radio del túnel
0255075100
Deformación del túnel - mm
Los siguientes ejemplos se presentan para ilustrar la gama de propiedades del macizo
rocoso que puede encontrarse sobre el terreno y para dar al lector una idea de cómo se
abordó la estimación de las propiedades del macizo rocoso en una serie de proyectos
reales.
Resistencia de la roca ci
110 MPa Ángulo de fricción
intacta
Constante Hoek-Brown mi 17.7 Fuerza de cohesión 9,4 MPa
Índice de resistencia GSI 75 cm 43 MPa
Resistencia a la
geológica compresión del macizo
rocoso
Constante Hoek-Brown mb 7.25 tm -0,94 MPa
Resistencia a la
tracción del
macizo rocoso
Constante Hoek-Brown s 0.062 Módulo de deformación Em 42000 MPa
Constante a 0.5
4 Disponibleen ITASCA Consulting Group Inc., Thresher Square East, 708 South Third Street, Suite 310,
Minneapolis, Minnesota 55415, USA. Fax 1 612 371 4717
5 Anteriormente en el Instituto de Mecánica de Rocas (Kolar), Kolar Gold Fields, Karnataka, ahora con los Servicios
Figura 11.28: Aspecto del esquisto ateniense de muy baja calidad en la cara del
cabezal lateral ilustrado en la figura 11.27.
El túnel de Yacambú Quibor, en Venezuela, está considerado como uno de los más
difíciles del mundo. Este túnel de abastecimiento de agua de 26 km de longitud a
través de los Andes se está excavando en areniscas y filitas a profundidades de hasta
1.200 m bajo la superficie. La filita grafítica es una roca de muy baja calidad y da
lugar a graves problemas de compresión que, sin un apoyo adecuado, provocan el
cierre total del túnel. En 1979, una tuneladora de cara completa quedó completamente
destruida al quedar atrapada por las condiciones de compresión del terreno.
En su peor momento, la filita grafítica tiene una resistencia a la compresión no
confinada de unos 15 MPa y el valor GSI estimado es de unos 24. Las propiedades
típicas de la masa rocosa son las siguientes:
Resistencia de la roca ci 15 MPa Constante a 0.53
intacta
Constante Hoek-Brown mi 10 Ángulo de fricción
Índice de resistencia GSI 24 Fuerza de cohesión 0,34 MPa
geológica
Constante Hoek-Brown mb 0.66 Resistencia del macizo cm 1 MPa
rocoso
Constante Hoek-Brown s 0 Módulo de Em 870 MPa
deformación
8 MPa
12 MPa
Tensiones in situ
Perfil
deformado
Zona de falla sin soporte
con soporte
Zona de fracaso
sin apoyo
La figura 11.31 ilustra un caso en el que la base de la falla de un talud está definida
por una falla de buzamiento hacia el exterior que no llega a la punta del talud. La falla
circular a través del macizo rocoso de baja calidad que recubre la falla permite la falla
de la punta del talud. El análisis de este problema se llevó a cabo asignando a la masa
rocosa de la punta del talud las propiedades que se habían determinado mediante la
aplicación del criterio de Hoek-Brown. La búsqueda de la superficie de falla crítica se
realizó utilizando el programa XSTABL6 que permite analizar superficies de falla
complejas y que incluye facilidades para la introducción de características de falla no
lineales como las definidas en la ecuación 11.2.
Grieta de tensión
6 Disponible
en Interactive Software Designs, Inc., 953 N. Cleveland Street, Moscow, Idaho, USA 83843, Fax + 1
208 885 6608
Ejemplos prácticos de estimación de las 205
propiedades del macizo rocoso
12
12.1 Introducción
La figura 12.1 muestra los resultados de un análisis tridimensional por elementos finitos
de la deformación del macizo rocoso que rodea un túnel circular que avanza a través de
un macizo rocoso débil sometido a tensiones iguales en todas las direcciones. El gráfico
muestra los vectores de desplazamiento en el macizo rocoso, así como la forma del perfil
del túnel deformado. La figura 12.2 ofrece un resumen gráfico de las características más
importantes de este análisis.
La deformación del macizo rocoso comienza aproximadamente medio diámetro del
túnel por delante del frente de avance y alcanza su valor máximo aproximadamente un
diámetro y medio por detrás del frente. En la posición del frente ya se ha producido
aproximadamente un tercio del cierre radial total del túnel y el frente del túnel se deforma
hacia dentro, como se ilustra en las figuras 12.1 y
12.2. Que estas deformaciones induzcan o no problemas de estabilidad en el túnel
depende de la relación entre la resistencia del macizo rocoso y el nivel de tensión in situ,
como se demostrará en las páginas siguientes.
Nótese que se supone que el proceso de deformación descrito se produce
inmediatamente después de la excavación del frente. Esta es una aproximación razonable
para la mayoría de los túneles en roca. Los efectos de las deformaciones dependientes del
tiempo sobre el rendimiento del túnel y el diseño del sistema de apoyo no se discutirán en
este capítulo.
Perfil
deformad
o
Se supone que el inicio de la falla plástica, para diferentes valores de la tensión efectiva
de confinamiento '3, se define por el criterio de Mohr-Coulomb y se expresa como:
'
1 cm k' 3 (12.1)
La resistencia a la compresión uniaxial del macizo rocoso cm se define
por:
2c' cos ' (12.2)
cm
(1 sin ' )
Para estimar la resistencia cohesiva c' y el ángulo de fricción ' de un macizo rocoso
real, puede utilizarse el criterio de Hoek-Brown (Hoek y Brown 1997). Una vez
estimados los parámetros del criterio de fallo, los valores de c' y ' pueden calcularse como
se describe en el capítulo 11.
2 po cm
pcr (12.4)
1k
Análisis de las 207
deformaciones del túnel
rpo 2( po (k 1) cm ) 1
(k 1) (12.6)
(1 k )((k 1) pi cm
Para el fallo plástico, el desplazamiento radial total hacia el interior de las paredes del
túnel es:
r (1 rp
uip (1 )( po pcr (1 2)( po pi (12.7)
r
En la figura 12.4 se presenta una hoja de cálculo para determinar las
características de resistencia y deformación del macizo rocoso y el
comportamiento del macizo rocoso que rodea el túnel.
208 Capítulo 12: Túneles en roca
débil
Entrada: sigci = 10 MPa mi = 10 GSI = 25
mu = 0.30 ro = 3.0 m po = 2.0 Mpa
pi = 0.0 MPa pi/po = 0.00
Cálculo:
Suma
sig31E- 0.36 0.71 1.1 1.43 1.79 2.14 2.50 10.00
10
sig10.0 1.78 2.77 3.61 4.38 5.11 5.80 6.46 29.92
0
sig3sig 0.64 1.98 3.87 6.26 9.12 12.43 16.16 50
10.00
sig3sq0 0.13 0.51 1.15 2.04 3.19 4.59 6.25 18
.00
Fórmulas celulares:
mb = mi*EXP((GSI-100)/28)
s = IF(GSI>25,EXP((GSI-100)/9),0)
a = IF(GSI>25,0.5,0.65-GSI/200)
sig3 = Comienza en 1E-10 (para evitar errores de cero) y se incrementa en 7 pasos de
sigci/28 hasta 0,25*sigci sig1 = sig3+sigci*(((mb*sig3)/sigci)+s)^a
k = (sumsig3sig1 - (sumsig3*sumsig1)/8)/(sumsig3sq-(sumsig3^2)/8) phi
= ASIN((k-1)/(k+1))*180/PI()
coh = (sigcm*(1-SIN(phi*PI()/180)))/(2*COS(phi*PI()/180))
sigcm = sumsig1/8 - k*sumsig3/8
E = IF(sigci>100,1000*10^((GSI-10)/40),SQRT(sigci/100)*1000*10^((GSI-10)/40))
pcr = (2*po-sigcm)/(k+1)
rp = IF(pi<pcr,ro*(2*(po*(k-1)+sigcm)/((1+k)*((k-1)*pi+sigcm)))^(1/(k-1)),ro)
ui = IF(rp>ro,ro*((1+mu)/E)*(2*(1-mu)*(po-pcr)*((rp/ro)^2)-(1-2*mu)*(po-pi)),ro*(1+mu)*(po-pi)/E)
Figura 12.4: Hoja de cálculo de las características del macizo rocoso y del comportamiento del
macizo rocoso que rodea un túnel circular en un campo de tensión hidrostática.
Un medio útil para estudiar las tendencias generales de comportamiento es crear gráficos
sin dimensiones a partir de los resultados de los estudios paramétricos. En las figuras 12.5
y 12.6 se presentan dos de estos gráficos adimensionales. Estos gráficos se construyeron
a partir de los resultados de un análisis de Monte Carlo en el que los parámetros de
entrada para la resistencia del macizo rocoso y la deformación del túnel se variaron al
azar en 2000 iteraciones1 . Es notable que, a pesar de la amplia gama de condiciones
incluidas en estos análisis, los resultados siguen una tendencia muy similar y que es
posible ajustar curvas que dan una muy buena indicación de la tendencia media.
1
Utilización del programa @RISK junto con una hoja de cálculo de Microsoft Excel para estimar la
resistencia del macizo rocoso y el comportamiento del túnel (ecuaciones 4 a 7). Se muestrearon
distribuciones uniformes para los siguientes parámetros de entrada; las dos cifras entre paréntesis definen
los valores mínimo y máximo utilizados: Resistencia de la roca intacta ci (1,30 MPa), constante de Hoek-
Brown mi (5,12), índice de resistencia geológica GSI (10,35), tensión in situ (2, 20 MPa), radio del túnel (2,
Análisis de las 209
8demfo
).rmaciones del túnel
2G1r0áficos adimensionales de la deformación Capítulo 12: Túneles denelrtoúcnael209
débil
10
8
R
ad
io 7
de
la
6
zo
0.57
na r 1,
pa 5
sti p p
ca
/ 4 ro
ra
di 3
o
de
l 2
tú
ne
1
l
0.00.10.20.30.40.50.60.70.80.91.0
1.0
0.9
0.8
D
ef 0.7
or
m
ac 0.6
2
ió ui
n 0.5 .002 c
de
l ro p
0.4
tú
ne
l / 0.3
ra
di 0.2
o
de
0.1
l
tú
ne 0.0
l 0.00.10.20.30.40.50.60.70.80.91.0
Figura 12.6: Deformación del túnel frente a la relación entre la resistencia del macizo
rocoso y la tensión in situ.
210 Capítulo 12: Túneles en roca
débil
La figura 12.5 muestra un gráfico de la relación entre el radio de la zona plástica y el
radio del túnel frente a la relación entre la resistencia del macizo rocoso y la tensión in
situ. Este gráfico muestra que el tamaño de la zona plástica aumenta muy rápidamente
una vez que la resistencia del macizo rocoso cae por debajo del 20% de la resistencia del
macizo rocoso. La experiencia práctica sugiere que, una vez que se alcanza esta fase de
crecimiento rápido, resulta muy difícil controlar la estabilidad del túnel.
La figura 12.6 es un gráfico de la relación entre la deformación y el radio del túnel y la
relación entre la resistencia del macizo rocoso y la tensión in situ. Una vez que la
resistencia del macizo rocoso cae por debajo del 20% del nivel de tensión in situ, las
deformaciones aumentan sustancialmente y, a menos que estas deformaciones se
controlen, es probable que se produzca el colapso del túnel.
Las figuras 12.5 y 12.6 corresponden a la condición de presión de apoyo cero (pi = 0).
Se realizaron análisis similares para un rango de presión de apoyo frente a las relaciones
de esfuerzo in situ (pi /po ) y se utilizó un proceso estadístico de ajuste de curvas para
determinar las curvas de mejor ajuste para los datos generados para cada valor de pi /po .
Estas curvas se presentan en las figuras 12.7 y 12.8.
Las series de curvas mostradas en las figuras 12.7 y 12.8 están definidas por las
ecuaciones:
r pi cmp pi
0.
1.25 .625 (12.8)
r po po
pi
u 2.4
.002 .0025 pi cm p (12.9)
r po po
En la figura 12.9 se presenta un gráfico alternativo de los datos utilizados para construir
la figura 12.8. Para los lectores que hayan estudiado los análisis de la interacción roca-
soporte, este gráfico les resultará familiar y ofrece una buena indicación de la influencia
de las presiones de apoyo en la deformación del túnel.
Hoek y Brown (1980a) y Brady y Brown (1985) han publicado ecuaciones que pueden
utilizarse para calcular la capacidad de los pernos de roca anclados mecánicamente, de
los revestimientos de hormigón o de los conjuntos de acero para un túnel circular. No
sería útil reproducir estas ecuaciones aquí, pero se han utilizado para estimar los valores
representados en la figura 12.10. Este gráfico muestra las presiones máximas de apoyo (
psm ) y los desplazamientos elásticos máximos (usm ) para diferentes sistemas de apoyo
instalados en túneles circulares de diferentes diámetros. Nótese que, en todos los casos, se
supone que el sostenimiento actúa sobre toda la superficie de las paredes del túnel. En
otras palabras, los revestimientos de hormigón y hormigón proyectado son anillos
cerrados; los conjuntos de acero son círculos completos; y los pernos de roca anclados
mecánicamente se instalan en un patrón regular que rodea completamente el túnel.
2E1s2timaciones de la capacidad de apoyo211 Capítulo 12: Túneles en roca
débil
5
0 Presi
R 4 0.05
ón
ad 0.10
de
0.15
io 0.20 ap
de 0.30 oy
la 0.40 o
zo 0.50 Te
na 3 nsi
plá ón
in
sti
sit
ca u
/
ra
di 2
o
de
l
tú
ne
l 1
0.00.10.20.30.40.50.60.70.8
Figura 12.7: Relación entre la zona plástica y el radio del túnel frente
a la relación entre la resistencia del macizo rocoso y la tensión in situ
para diferentes presiones de apoyo.
1.0
0.9
0.8
D
ef 0.7
or
m
ac 0.6
ió
n 0.5
de
l 0.4
tú
ne
l / 0.3
ra
di 0.2
o
de
0.1
l
tú
ne 0.0
l 0.00.10.20.30.4
0.9
0.8
Pr
esi 0.7
ón
de 0.6
ap
oy
o/ 0.5
Resi
te 0.50 st
nsi 0.4 0.40 e
ón 0.30
0.25 n
in 0.20 ci
0.3
sit 0.15 a
u 0.10 d
0.2 el
m
0.1 a
ci
z
0.0 o
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16 0.18 0.20
ro
Deformación del túcnel / radio del túnel
o
Figura 12.9: Relación entre la presión ds e apoyo y la deformación del
túnel para diferentes relaciones entre lao resistencia del macizo rocoso
T
y la tensión in situ. e
n
10.00 si
ó
n
in
sit
u
a 1,5 m de distancia
Revestimiento de hormigón
proyectado de 5 cm de grosor y
14 MPa. Conjuntos de acero 8I23
a 1,5 m de distancia.
Tornillos de 19 mm a 2 m de distancia
0.01
24 6810
Las figuras 12.6 y 12.7 muestran que puede hacerse una estimación aproximada del
comportamiento del túnel si se dispone de la relación entre la resistencia del macizo
rocoso y la tensión in situ. A efectos de este análisis, la tensión in situ se estima a partir
de la profundidad bajo la superficie y el peso unitario de la roca. Para una profundidad de
150 m y un peso unitario de 0,027 MN/m3 , la tensión vertical in situ es de
aproximadamente 4 MPa. Se considera que el material de la falla es incapaz de soportar
altos niveles de tensión diferencial y se supone que las tensiones horizontales y verticales
son iguales dentro de la zona de la falla.
Se ha comprobado que la relación entre las resistencias a la compresión uniaxial en el
campo y en el laboratorio cm ci ) , calculada mediante la hoja de cálculo que aparece en la
figura 11.7 del capítulo 11 y que se muestra en la figura 12.11, puede estimarse a partir
de la siguiente ecuación:
cm (0,0034m
0.8
)cii {1,029 0,025e( 0.1m i ) }GSI (12.10)
1.0
Re 0.9
sist
enc mi
0.8
ia 35
de 0.7 30
la 25
ma 0.6
sa
roc 0.5
osa
cm 0.4
/
Re 0.3 20
sist 15
enc 0.2 10
ia
inta 5
0.1
cta
ci 0.0
0102030405060708090100
granodiorita
GSI = 55
Zona de
falla
GSI = 15
Ejemplo práctico 217
Figura 12.16: Montaje de una junta de fricción en un conjunto de acero de sección de sombrero.
Figura 12.18: Espiral en material de la zona de falla rico en arcilla de muy baja calidad.
222 Capítulo 12: Túneles en roca
débil
Figura 12.19: Excavación de un túnel de 10 m de luz a través de una roca débil bajo la
protección de un paraguas. El revestimiento final de hormigón no se incluye en esta figura.
Ejemplo práctico 223
Para los túneles más grandes en terrenos muy pobres, se suelen utilizar postes de
protección para crear un paraguas protector delante del frente. Estos postes consisten en
tubos de acero de 75 a 140 mm de diámetro a través de los cuales se inyecta la lechada.
Para que los postes de anclaje funcionen eficazmente, el macizo rocoso debe comportarse
de manera friccional, de modo que puedan formarse arcos o puentes entre los postes de
anclaje individuales. La técnica no es muy eficaz en materiales de falla que contienen una
proporción importante de arcilla, a menos que la distancia entre los postes sea muy
estrecha. Los postes se instalan mediante una máquina especial de perforación, como se
ilustra en la figura 12.20.
Cuando el macizo rocoso es adecuado para la aplicación de postes, se puede
considerar la posibilidad de estabilizar el frente mediante tacos de fibra de vidrio
inyectados en el frente, tal como se ilustra en la figura 12.19.
13.1 Introducción
En el contexto de este debate, la roca débil es aquella que fallará cuando se someta a
los niveles de tensión inducidos por la excavación de grandes cavernas subterráneas a
profundidades de entre 100 y 300 m bajo la superficie. Las rocas sedimentarias, como las
areniscas, las pizarras, las limolitas y las fangolitas, se encuentran entre las rocas que
entran en esta categoría. Los túneles y cavernas asociados a proyectos hidroeléctricos
subterráneos se excavan a veces en masas rocosas de este tipo.
Los conceptos de diseño que se exponen se basan en la experiencia adquirida en varios
proyectos hidroeléctricos. La elección del tamaño y la forma de las cavernas de potencia
y de los transformadores, la ubicación de estas cavernas entre sí y con respecto a la
superficie del suelo, la influencia de las juntas y los planos de estratificación en la
estabilidad de las excavaciones y la elección de los sistemas de soporte más adecuados
son cuestiones comunes a todos estos proyectos. Al aplicar estos principios a un nuevo
esquema, el lector debe ser consciente de que cada esquema tendrá su propio conjunto de
propiedades de la masa rocosa, condiciones de tensión in situ y limitaciones de diseño
impuestas por consideraciones mecánicas, eléctricas e hidráulicas. Por lo tanto, los
conceptos generales de diseño aquí expuestos deben modificarse para adaptarse a cada
proyecto.
La figura 13.1 muestra la relación entre las tensiones principales máximas y mínimas
y las tensiones normales y de corte en el momento de la rotura definidas por el criterio de
rotura de Hoek-Brown.
Figura 13.1: Gráfico de las relaciones entre las tensiones principales máximas y
mínimas y las tensiones normales y de cizallamiento para el fallo de una limolita
de calidad regular a pobre. Las propiedades de la limolita se definen en la página
anterior.
13.3.1 Tensiones en torno a las cavernas subterráneas cerca de los pies de las laderas
Dado que los proyectos hidroeléctricos suelen estar situados en zonas montañosas, hay
que tener en cuenta la influencia de la topografía de la superficie en el campo de
tensiones in situ para decidir la ubicación exacta de la central eléctrica subterránea.
La figura 13.2 muestra las tensiones principales máximas y mínimas en un talud
cargado gravitacionalmente con una relación de tensiones in situ horizontales y verticales
de campo lejano de 3 : 1. Las tensiones in situ
tensiones, especialmente la tensión principal 3 , están significativamente alterados
mínima en el
en las proximidades de la cara del talud en comparación con las tensiones del campo
lejano. Estos cambios locales en el campo de tensiones in situ influyen en las tensiones
inducidas en el macizo rocoso que rodea una caverna subterránea situada cerca de la
punta del talud1 .
La figura 13.3 ilustra los resultados de un análisis de elementos límite en el que se ha
situado una caverna subterránea de la central eléctrica a diferentes distancias de la punta
del talud analizado en la figura 13.2. En esta figura se representan los contornos que
muestran las zonas en las que se ha superado la resistencia a la tracción y al cizallamiento
del macizo rocoso. Las trayectorias de fallo en estas zonas sobrecargadas indican la
dirección en la que se propagaría el fallo de la roca, suponiendo que el macizo rocoso es
homogéneo.
1
Estos análisis se realizaron con el programa de elementos límite elásticos EXAMINE 2D desarrollado en
el Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Toronto. El programa puede obtenerse en
Condiciones de estrés 225
inocssictuience Inc., 31 Balsam Avenue, Toronto, Ontario, Canadá M4E 3B5, Fax 1 416 698 0908, Teléfono 1
R
416 698 8217, Correo electrónico: software@rocscience.com, Internet http://www.rocscience.com.
226 Capítulo 13: Grandes cavernas de la central
eléctrica en roca débil
Muchas cavernas subterráneas se han construido con un arco de hormigón in situ como
soporte del techo. Como se ilustra en la figura 13.6, el arco de la caverna se excava en
toda su anchura y se proporcionan anclajes inclinados para soportar la reacción del arco
de hormigón. El arco de hormigón armado se vierte en su lugar cuando el suelo de la
excavación está al nivel de la parte inferior de las cartelas inclinadas. A continuación, se
excava la parte inferior de la caverna, normalmente con un banco hacia abajo.
2
Este análisis se realizó originalmente con el programa EXAMINE 2D , que sólo es adecuado para los
análisis elásticos. Desde entonces, se dispone de nuevos programas como PHASE 2 que pueden utilizarse
para un análisis completo de fallo progresivo. Se recomienda que los análisis del tipo descrito aquí se lleven
a cabo con un programa como PHASE2 , que está disponible en Rocscience Inc., 31 Balsam Avenue,
Toronto, Ontario, Canadá M4E 3B5, Fax 1 416 698 0908, Teléfono 1 416 698 8217, Email:
software@rocscience.com, Internet http://www.rocscience.com.
Problemas en la utilización de un arco de hormigón en roca débil231
En macizos rocosos fuertes, para los que el fallo del macizo rocoso no es un problema,
la forma convencional elegida para una caverna subterránea de la central eléctrica es
similar a la ilustrada en la figura 13.11. El techo abovedado proporciona estabilidad en la
roca por encima del techo de la caverna y también proporciona una altura conveniente
para una grúa aérea. Las paredes laterales son fáciles de excavar mediante perforación
vertical y voladura y proporcionan paredes limpias y sin complicaciones para la
ubicación de las columnas de la grúa y el alojamiento de los servicios.
El problema de esta forma de caverna cuando se utiliza en macizos rocosos débiles,
sobre todo con altas tensiones horizontales in situ, es que las paredes laterales altas y
rectas se desvían hacia el interior (véase la figura 13.6) y se induce el fallo por tracción,
como se muestra en la figura 13.11. Las zonas de fallo se ilustran en esta figura y el
movimiento máximo de la pared lateral es de 38,5 mm. La estabilización del macizo
rocoso que rodea esta caverna requerirá un refuerzo significativo en forma de cables
inyectados o pernos de roca.
En la figura 13.12 se ilustra una forma de caverna alternativa. Esta forma elíptica se ha
utilizado en proyectos como Waldeck II en Alemania (Lottes, (1972)) y Singkarak en
Indonesia (véase la figura 13.9). Como se muestra en la Figura 13.12, la profundidad de
las zonas de fallo en las paredes laterales se ha reducido en comparación con la de la
caverna convencional. Esto da lugar a una caverna global más estable y a una menor
necesidad de apoyo.
Aunque esta forma de caverna es mejor desde el punto de vista geotécnico, tiene
algunas desventajas prácticas. La forma de la caverna es tal que la construcción tiene que
ejecutarse con más cuidado que la caverna convencional de paredes rectas y elementos
como las grúas y los servicios tienen que diseñarse para encajar en la forma de la caverna.
Estas diferencias pueden crear problemas importantes cuando la mano de obra es
limitada.
En los esquemas de roca débil en los que he participado, se ha elegido la forma de
caverna convencional en lugar de la forma elíptica porque las ventajas generales de la
caverna elíptica no se han considerado de importancia crítica en comparación con la
simplicidad de la forma de caverna convencional. Las técnicas actuales de diseño de
soportes, que se analizan más adelante en este capítulo, son relativamente poco
sofisticadas y los cambios de tensión resultantes de un cambio en la forma de la caverna
son probablemente demasiado pequeños como para tener un gran impacto en el diseño
del soporte. Por lo tanto, es dudoso que los costes y el tiempo totales que conlleva la
construcción de cavernas de forma convencional sean mayores que los que supondría la
construcción de cavernas elípticas.
Recomiendo que cada esquema se investigue por sus propios méritos, teniendo en
cuenta los problemas de construcción así como los factores geotécnicos. En algunos
casos, puede estar justificado el uso de una forma de caverna elíptica pero, en general, la
forma de caverna convencional ilustrada en la figura 13.11 será adecuada para todas las
masas rocosas, excepto las más débiles. Antes de dejar este tema, hay que prestar
atención a las condiciones desfavorables de tensión y de fallo potencial creadas por la
base escalonada de la caverna. Por lo general, se requiere algún tipo de escalón para
alojar los tubos de tiro y las partes inferiores de las turbinas. Se podría argumentar que
este escalón debería crearse con hormigón in situ tras la excavación de una caverna de
forma óptima. En la práctica, este planteamiento, en cierto modo teórico, resulta
innecesario y antieconómico, ya que el fallo en la base de la caverna es relativamente
fácil de controlar.Lainestabilidad de este banco se debe al alivio de
tensiones resultante de la creación de un paramento vertical sin soporte y de un soporte
mínimo en forma de varillas de acero inyectadas no tensadas (clavijas), instaladas desde
el suelo de la caverna antes de la excavación
de los bancos inferiores, contrarrestará esta inestabilidad.
238 Capítulo 13: Grandes cavernas de la central
eléctrica en roca débil
Las buenas prácticas de voladura son útiles en este caso, ya que los daños en el banco
pueden reducirse significativamente mediante la voladura previa de la cara del banco
cuando el nivel general de la excavación está todavía 2 o 3 m por encima de la parte
superior del escalón. Los daños causados por la voladura previa se limitan a la roca que
se encuentra por encima del escalón y que es eliminada posteriormente por la voladura
final hasta la cota del escalón. El posible fallo por cizallamiento del suelo de la caverna y
de la parte inferior de la pared lateral de aguas abajo no supone ninguna amenaza grave,
ya que es autoportante y porque la parte inferior de la caverna suele estar rellena de
hormigón para formar los cimientos de las turbinas, los túneles de drenaje y otras
estructuras de servicio.
En todos los análisis presentados hasta ahora se ha supuesto que el macizo rocoso es
débil pero que es isótropo y homogéneo. En otras palabras, no hay direcciones de
debilidad dominantes en la masa rocosa. Estas suposiciones rara vez son válidas en masas
rocosas reales, ya que las juntas y los planos de estratificación suelen estar presentes,
especialmente en el caso de las rocas sedimentarias. Aunque estas características no
tienen el mismo impacto que las fallas o las zonas de cizallamiento, pueden introducir un
patrón direccional de debilidad en la masa rocosa y esto debe tenerse en cuenta en el
diseño de la caverna.
Dado que cada macizo rocoso tendrá su propio conjunto de características
estructurales, es esencial que se realice un análisis para todos y cada uno de los proyectos.
Este capítulo se ocupa de conceptos generales más que de detalles específicos y en la
figura 13.13 se presenta un ejemplo sencillo que ilustra estos conceptos.
Juntas en las
que no se ha
producido
deslizamiento
Límites deformados
Recomiendo sin reservas el uso de uno de los esquemas de clasificación existentes para
obtener una primera aproximación al nivel de soporte necesario para una gran caverna en
un macizo rocoso débil. Sin embargo, se aconseja tener cuidado con la aceptación acrítica
de las recomendaciones procedentes de ellos. La recopilación de los datos necesarios para
calcular los valores de RMR o Q de un macizo rocoso suele proporcionar suficiente
información para que el ingeniero de diseño se forme una idea clara de los modos
particulares de fallo que debe resistir su diseño. La consideración cuidadosa de los
posibles patrones de comportamiento del macizo rocoso, en particular la influencia de las
estructuras geológicas, puede conducir a una modificación significativa de las
recomendaciones de sostenimiento obtenidas de la aplicación de los sistemas de
clasificación.
Brown et al (1983). Todas estas soluciones consideran el desarrollo de una zona de rotura
"plástica" en un macizo rocoso homogéneo que rodea un túnel circular en un campo de
tensiones hidrostáticas, y estos supuestos imponen severas limitaciones a la aplicación de
estas soluciones al diseño práctico de sostenimiento de rocas. No obstante, estos modelos
simplificados han demostrado ser muy útiles para el desarrollo de la comprensión de los
conceptos básicos de la interacción del sostenimiento de la roca, por lo que insto a los
lectores interesados a que se familiaricen con estos modelos y conceptos. En Hoek y
Brown (1988) se puede encontrar una discusión sobre este tema junto con una lista de los
pasos de cálculo sencillos necesarios.
Hoy en día, la disponibilidad de potentes herramientas de análisis numérico como
FLAC y PHASE2 permite estudiar las opciones de apoyo con gran detalle. Estos análisis
ya no están limitados por la capacidad de los programas, sino por la calidad de la
información de entrada. El lector debe evitar la tentación de creer en los resultados de un
solo análisis, por muy convincente que parezca el resultado. Siempre es necesario llevar a
cabo estudios paramétricos para cubrir la gama de posibles parámetros de entrada. Sólo
así se puede establecer una sólida comprensión del comportamiento del macizo rocoso
que rodea la excavación.
La excavación de una caverna de gran tamaño en roca débil requerirá, por lo general,
la instalación de apoyos o refuerzos sistemáticos en la roca durante la excavación como
parte integrante del ciclo de excavación. Incluso cuando se prevea el uso de arcos y/o
paredes laterales de hormigón fundido para el sostenimiento final, deben tenerse en
cuenta los requisitos de estabilidad temporal durante la excavación, que a menudo
requerirán un amplio apoyo si se quiere conseguir una excavación segura y controlada.
En muchos casos, la única diferencia significativa entre los apoyos utilizados con fines
temporales y permanentes está relacionada con los requisitos de protección contra la
corrosión. La protección contra la corrosión es una consideración de diseño importante en
entornos en los que se encuentra agua corrosiva durante la investigación preliminar o la
excavación. En la práctica moderna, las medidas de protección contra la corrosión
suelen requerir al menos una barrera física (protección individual contra la corrosión)
para proteger los pernos de roca individuales o los anclajes de roca contra la corrosión
(British Standards, 1987). Esta barrera física suele adoptar la forma de una vaina de
plástico corrugado que encapsula completamente la barra o el cable de acero del que se
forma el anclaje.
El refuerzo del macizo rocoso para grandes cavernas suele consistir en la instalación
de pernos de roca formados a partir de barras de acero deformadas o de cables fabricados
con cordones de pretensado. Los pernos de roca suelen ser más baratos y rápidos de
instalar, pero los cables pueden proporcionar una mayor capacidad y pueden ser más
fáciles de instalar cuando se requieren elementos de refuerzo largos. Las combinaciones
de pernos de roca y cables se utilizan habitualmente para combinar las mejores
características de ambos sistemas. Los bulones se instalan cerca del frente para un apoyo
inmediato, mientras que los cables se instalan posteriormente como sistema de refuerzo
principal.
Hay que tener en cuenta la posibilidad de que, durante la excavación, los cables
recojan un exceso de carga respecto a su carga de instalación, hasta el punto de que se
vean sometidos a una gran sobrecarga. En esta circunstancia, la predicción de la carga
final del cable es un elemento importante para decidir la carga instalada adecuada, el
momento de la instalación y el tensado y la elección entre cables totalmente inyectados o
ajustables. Según la experiencia del autor, los cables totalmente inyectados son más
246 Capítulo 13: Grandes cavernas de la central
convenientes para el contratista y preolpécotrrciicoanean ruoncasodpéobritle más rígido, especialmente en
respuesta a las deformaciones que se producen en un gran ángulo con respecto a los
cables.
Diseño del refuerzo 247
Sin embargo, el uso de cables ajustables (es decir, retensables) puede ser apropiado en
circunstancias en las que se prevén deformaciones muy grandes. Estos cables se fabrican
colocando una funda de plástico sobre una parte importante de la longitud del cable. Este
revestimiento rompe la unión entre el cable y la lechada y permite que el cable se
deforme independientemente de la roca circundante.
Es importante reconocer que hay dos tipos de soportes de roca o de cable que se
utilizan habitualmente en las excavaciones subterráneas. En macizos rocosos de buena
calidad en los que la estabilidad está controlada por las juntas de intersección, los planos
de estratificación, las zonas de cizallamiento y las fallas, el sostenimiento debe diseñarse
para reforzar bloques y cuñas específicos que puedan caer o deslizarse en la excavación.
Este tipo de sostenimiento, frecuentemente denominado "atornillado puntual", implica la
instalación de unos pocos pernos o cables en lugares claramente definidos, con su
longitud, orientación y capacidad elegidas para proporcionar un soporte adecuado a la
cuña o bloque considerado.
Aunque el "atornillado puntual" puede ser necesario para bloques o cuñas aislados en
macizos rocosos débiles, es el segundo tipo de soporte, a menudo denominado
"atornillado en serie", el que resulta más pertinente en este capítulo. El "atornillado con
patrón" implica la instalación de pernos o cables en un patrón regular que está diseñado
para reforzar toda la masa rocosa de forma muy parecida a como actúa el acero de
refuerzo en el hormigón armado. Por lo general, los pernos de roca de 5 m de longitud y
20 toneladas de capacidad instalados en un patrón de rejilla de 2 m x 2 m podrían
utilizarse en toda la zona del techo y las paredes de una gran caverna subterránea. Estos
pernos proporcionarían una presión de apoyo de 2,5 toneladas/m2 si se cargaran al 50%
de su capacidad.
La primera cuestión que hay que decidir es la longitud de los bulones o cables. Los
análisis de la extensión de las zonas de roca sobrecargada, como los presentados en las
figuras 13.11 y 12.12, son útiles para determinar la extensión aproximada de la roca que
requiere soporte. Por lo general, los pernos o cables deben extenderse 2 o 3 m más allá
del límite de la zona de material sobrecargado. Como se ha indicado anteriormente, hay
que tener mucho cuidado al utilizar este enfoque para seleccionar las longitudes de
refuerzo, ya que cambios relativamente modestos en las propiedades del macizo rocoso o
en las tensiones in situ pueden dar lugar a cambios significativos en las zonas de
sobreesfuerzo. Por lo tanto, si las longitudes de refuerzo se basan en estos estudios, es
esencial realizar estudios paramétricos en los que estos datos de entrada varíen en el
rango máximo creíble.
Un enfoque alternativo es utilizar la experiencia previa. En las figuras 13.16 y 13.17 se
indican las longitudes de los pernos y cables del techo y las paredes laterales en algunas
cavernas típicas de grandes centrales eléctricas en macizos rocosos débiles. En los
mismos gráficos se muestran las relaciones empíricas sugeridas por Barton (1989) para
pernos y cables. Para las excavaciones subterráneas de centrales eléctricas, estas
relaciones se simplifican a :
La elección del perno de roca y la separación de los cables se basa en las siguientes
consideraciones:
248 Capítulo 13: Grandes cavernas de la central
a) Para garantizar que los pernos oecléacbtlreiscainetnerraocctúaednébeinltre sí para formar una zona de
roca uniformemente reforzada (Lang, 1961), la separación S de los pernos o cables
debe ser inferior a la mitad de la longitud L, es decir, S < L/2.
Diseño del refuerzo 249
¿Deben tensarse los bulones y los cables y en qué fase de la secuencia de excavación
debe aplicarse una capa de hormigón proyectado? Estas cuestiones se plantean en los
debates sobre el diseño del sostenimiento de las excavaciones subterráneas en macizos
rocosos débiles. Aquí se abordan mediante un ejemplo práctico basado en la secuencia de
instalación de apoyos para la caverna de energía del proyecto de almacenamiento por
bombeo de Mingtan, en Taiwán. Este proyecto se describe detalladamente en Cheng y
Liu (1990) y se pueden encontrar más detalles en un artículo de Moy y Hoek (1989). La
figura 13.18 muestra un resumen de las principales etapas de instalación de los apoyos en
esta caverna de 25 m de envergadura y 46 m de altura en una arenisca de calidad regular
a pobre.
Durante un contrato preliminar se utilizó una galería de exploración/drenaje existente
y dos galerías de trabajo longitudinales para instalar cables inyectados en el patrón
ilustrado en la figura 13.18a. Estos cables de 50 toneladas de capacidad tenían doble
protección anticorrosiva y se instalaron hacia abajo desde la galería de
exploración/drenaje, situada a 10 m por encima de la corona del arco, y hacia arriba desde
las dos galerías de trabajo. Se aplicó una ligera carga de enderezamiento de 5 toneladas a
cada cable antes de la inyección, por lo que los cables estaban efectivamente sin tensión
pero rectos y totalmente inyectados en la masa rocosa. Como estos cables se instalaron
antes de que se excavara la caverna, no se produjeron desplazamientos significativos en
la masa rocosa en el momento de la inyección de los cables.
La excavación del techo de la caverna, ilustrada en la Figura 13.18b, indujo
importantes desplazamientos (Moy y Hoek (1989)) y éstos tensaron los cables
inyectados. Si los cables se hubieran tensado antes de la inyección, la tensión adicional
inducida por los desplazamientos de la masa rocosa podría haber provocado un
sobreesfuerzo en los cables. El objetivo de la instalación de estos cables inyectados no
tensados era reforzar la masa rocosa del mismo modo que la colocación de barras de
refuerzo en el hormigón actúa para reforzarlo. El proceso pretendía mejorar la calidad
general del macizo rocoso para que la excavación principal pudiera seguir adelante con
menos problemas de estabilidad de la roca que si no se hubiera colocado el refuerzo
previo.
El techo de la caverna se excavó mediante un cabezal central de 6 m x 6 m que
posteriormente se acuchilló hasta la anchura total de la caverna, como se ilustra en la
figura 13.18b. Tras la exposición de la superficie final del techo en cada etapa de este
proceso de excavación, se aplicó una capa de 50 mm de hormigón proyectado de
microsílice reforzado con fibra de acero a una distancia de entre 5 y 10 m del frente. El
objetivo de esta capa de hormigón proyectado era proporcionar soporte a los pequeños
bloques y cuñas que, de otro modo, habrían quedado libres para caer entre los cables de
refuerzo. Además, el hormigón proyectado proporcionó un sellado inmediato contra los
cambios de humedad que podrían causar el desprendimiento en algunas de las unidades
de roca limosa expuestas en la superficie.
En esta fase se utilizó una capa de hormigón proyectado relativamente delgada para
permitir los desplazamientos inducidos por la excavación adyacente de la parte superior
de la caverna. Incluso si estos desplazamientos indujeron una pequeña fisuración del
hormigón proyectado, la presencia de la armadura de fibra de acero proporcionó una
Diseño del refuerzo 255
elevada capacidad de deformación posterior a la fisuración del hormigón proyectado y,
por tanto, mantuvo su capacidad de soporte.
256 Capítulo 13: Grandes cavernas de la central
eléctrica en roca débil
Figura 13.18: Secuencia de instalación de soportes para la caverna de energía del proyecto de
almacenamiento por bombeo de Mingtan, en Taiwán.
Diseño del refuerzo 257
El diseño de grandes cavernas en masas rocosas débiles difiere del de las cavernas en
rocas más resistentes en que el fallo de la masa rocosa que rodea las excavaciones y las
grandes deformaciones del techo y las paredes tendrán que ser tenidas en cuenta en el
diseño. Para ello es necesario comprender el comportamiento de los macizos rocosos
débiles y la interacción del soporte con estos macizos rocosos durante la excavación y el
posterior funcionamiento de las cavernas.
La estimación de las características de resistencia y deformación de los macizos
rocosos débiles es un proceso incierto y pueden preverse grandes variaciones en las
propiedades, especialmente en las rocas sedimentarias estratificadas. Esto significa que
no es posible realizar un análisis preciso de las tensiones y deformaciones inducidas por
la excavación de las cavernas, y el proyectista tiene que recurrir a estudios paramétricos
en los que las tensiones in situ y las propiedades de los materiales varían en su rango
máximo creíble para establecer tendencias generales de comportamiento. En este capítulo
se han presentado ejemplos de tales estudios paramétricos, utilizando un análisis de
elementos límite elásticos bidimensionales. Los estudios más refinados, que utilizan
análisis de fallo progresivo no lineal, sólo se justifican cuando se han recopilado
suficientes datos del seguimiento del comportamiento real de la excavación para
proporcionar datos de entrada realistas para dichos análisis. Un ejemplo de este tipo de
análisis más refinado se presenta en Cheng y Liu (1990).
Cuestiones como la ubicación de las cavernas en relación con las puntas de los taludes
y la determinación de las longitudes de los revestimientos de acero en los túneles a
presión, aunque no son fundamentales para la cuestión del diseño de las cavernas, tienen
importantes implicaciones prácticas y financieras y se han considerado brevemente en
este capítulo.
Las principales cuestiones que se han abordado son las relativas al fallo y las
deformaciones inducidas en la masa rocosa que rodea a las grandes cavernas y cómo se
abordan en la elección de la forma de la excavación y el tipo de refuerzo utilizado. Los
arcos de hormigón, utilizados tradicionalmente para sostener el macizo rocoso sobre las
grandes cavernas de las centrales eléctricas, pueden sufrir una flexión excesiva como
consecuencia de las grandes deformaciones que se producen en estas rocas débiles. Por
consiguiente, el autor recomienda que no se utilicen arcos de hormigón o que, si se
utilizan, se preste mucha atención a la adecuación de las características de deformación
del arco a los desplazamientos que se producen en el macizo rocoso. Un medio de apoyo
preferido consiste en la instalación de cables y pernos de roca inyectados en el macizo
rocoso y la aplicación de una capa superficial de hormigón proyectado para estabilizar la
roca dañada por la voladura cerca de la superficie. Este sistema es muy flexible, en
comparación con el arco de hormigón, y puede moverse con la masa rocosa para
acomodar los grandes desplazamientos asociados a la excavación de la caverna. La
protección contra la corrosión de los cables es esencial, ya que
2R5e6sumen y conclusiones255 Capítulo 13: Grandes cavernas de la central
eléctrica en roca débil
Estos proporcionan el principal soporte permanente del macizo rocoso y deben tener una
vida útil superior a la de la propia caverna.
La secuencia de instalación de los cables, los bulones y el hormigón proyectado es una
cuestión importante que se ha ilustrado mediante un ejemplo práctico. La cuestión de si
los bulones y los cables deben tensarse antes de la inyección y cuándo deben aplicarse las
diferentes capas de hormigón proyectado está relacionada con el desarrollo del patrón de
deformación en la roca que rodea la excavación. Por consiguiente, la secuencia de
instalación de los soportes debe ajustarse cuidadosamente a la secuencia de la excavación
para proporcionar un soporte adecuado sin el riesgo de sobrecargar los elementos de
soporte.
Todo el cuidado que se ha puesto en la estimación de las tensiones in situ, la
resistencia del macizo rocoso y las características de la deformación y en la realización
del diseño del sostenimiento puede desperdiciarse si se inflige un daño excesivo a la roca
por una voladura descuidada. Existen técnicas para controlar los daños causados por las
voladuras, que han demostrado ser muy eficaces cuando los propietarios y los ingenieros
colaboran con el contratista para garantizar el uso de estas técnicas durante las fases
críticas de un proyecto.
14
Pernos y cables
14.1 Introducción
Los pernos y clavijas se han utilizado durante muchos años para el soporte de
excavaciones subterráneas y se ha desarrollado una amplia variedad de tipos de
pernos y clavijas para satisfacer las diferentes necesidades que surgen en la minería y
la ingeniería civil.
Los pernos de roca suelen consistir en varillas de acero lisas con un anclaje
mecánico en un extremo y una placa frontal y una tuerca en el otro. Siempre se tensan
después de la instalación. Para aplicaciones a corto plazo, los pernos suelen dejarse
sin rejuntar. Para aplicaciones más permanentes o en rocas con presencia de aguas
subterráneas corrosivas, el espacio entre el perno y la roca puede rellenarse con
cemento o lechada de resina.
Las clavijas o barras de anclaje suelen consistir en barras de acero deformadas que
se inyectan en la roca. No es posible tensarlas y la carga de las espigas se genera por
los movimientos de la masa rocosa. Para que sean eficaces, los pasadores deben
instalarse antes de que se produzca un movimiento significativo en la masa rocosa. La
figura 14.1 ilustra una serie de aplicaciones típicas de bulones y clavijas que pueden
utilizarse para controlar diferentes tipos de fallos que se producen en las masas
rocosas alrededor de las aberturas subterráneas.
La evolución hacia excavaciones subterráneas de mayor tamaño, tanto en minería
como en ingeniería civil, ha dado lugar al desarrollo gradual de la tecnología de
refuerzo con cables para asumir las tareas de soporte que superan la capacidad de los
bulones y clavijas tradicionales. En este capítulo se repasan algunas de las cuestiones
relativas al hardware que son fundamentales para el éxito de la aplicación de los
cables en las excavaciones subterráneas.
Los anclajes de cáscara de expansión vienen en una amplia variedad de estilos, pero
el principio básico de funcionamiento es el mismo en todos estos anclajes. Como se
muestra en la figura 14.2, los componentes de un anclaje de cáscara de expansión
típico son un cono cónico con una rosca interna y un par de cuñas sujetas por una
fianza. El cono se enrosca en el extremo roscado del perno y todo el conjunto se
introduce en el orificio que se ha perforado para recibir el perno de roca. La longitud
del orificio debe ser al menos 100 mm mayor que el perno, ya que de lo contrario la
fianza se desprenderá al ser forzada contra el extremo del orificio. Una vez colocado
el conjunto, un tirón fuerte del extremo del perno asentará el anclaje. Si se aprieta el
perno, el cono se introducirá más en la cuña, lo que aumentará la fuerza del anclaje.
Pernos 257
para
rocas
Roca masiva sometida a bajos niveles de Roca masiva sometida a altos niveles de
tensión in situ. No hay soporte permanente. tensión in situ. Patrón de pernos o clavijas
Puede ser necesario un apoyo ligero para de roca con malla o hormigón proyectado
la seguridad de la construcción. para inhibir la fractura y mantener la roca
rota en su lugar.
Roca masiva con relativamente pocas Roca masiva con relativamente pocas
discontinuidades sometida a discontinuidades sometida a condiciones de
condiciones de baja tensión in situ. alta tensión in situ. Pernos o clavijas
Pernos "puntuales" situados para evitar pesadas, inclinadas para atravesar la
el fallo de bloques y cuñas individuales. estructura de la roca, con malla u hormigón
Los pernos deben ser tensados. proyectado reforzado con fibra de acero en
el techo y las paredes laterales.
Figura 14.1: Aplicaciones típicas de bulones y clavijas para controlar diferentes tipos de fallos
del macizo rocoso durante la excavación de túneles.
258 Capítulo 14: Pernos y cables
cono
tubo fian
respiradero za
shell
cinta
tubo de inyección de
lechada
Estos anclajes de cartucho de expansión funcionan bien en rocas duras, pero no son
muy eficaces en rocas estrechamente articuladas y en rocas blandas, debido a la
deformación y el fallo de la roca en contacto con los agarres de cuña. En tales rocas,
se recomienda el uso de anclajes de cartucho de resina, descritos más adelante en este
capítulo.
En el otro extremo del perno de roca desde el anclaje, se puede utilizar una cabeza
fija o un extremo roscado y un sistema de tuerca. En cualquiera de los dos casos, se
requiere algún tipo de placa frontal para distribuir la carga del perno en la pared de la
roca. Además, se necesita una arandela cónica o un asiento cónico para compensar el
hecho de que la cara de la roca rara vez está en ángulo recto con el perno. Los
proveedores de pernos para roca ofrecen una gran variedad de placas frontales y
arandelas cónicas o abombadas.
En general, las roscas de los pernos para roca deben ser lo más gruesas posible y
deben ser laminadas en lugar de cortadas. Una rosca fina se daña fácilmente y causará
problemas de instalación en un entorno subterráneo típico. Una rosca cortada debilita
el perno y no es raro ver pernos con roscas cortadas que han fallado en la primera
rosca de la parte posterior de la tuerca. Desgraciadamente, los pernos de rosca
laminada son más caros de fabricar y el coste añadido tiende a limitar su aplicación a
situaciones en las que se requieren pernos de alta resistencia.
El tensado de los pernos para roca es importante para garantizar que todos los
componentes estén en contacto y que se aplique una fuerza positiva a la roca. En el
caso de los pernos ligeros de "seguridad", la cantidad de tensión aplicada no es crítica
y el apriete de la tuerca con una llave convencional o con una llave de torsión
neumática es adecuado. Cuando se requiere que los pernos soporten una carga
significativa, generalmente se recomienda instalar inicialmente una tensión de
aproximadamente el 70% de la capacidad del perno. Esto proporciona una carga
conocida con una reserva en caso de que la carga adicional sea inducida por
desplazamientos en la masa rocosa.
Pernos 259
para
rocUasna de las principales causas de fallo de los pernos de roca es la oxidación o la
corrosión, lo que puede contrarrestarse rellenando el hueco entre el perno y la pared
de la perforación con lechada. Aunque esto no es necesario en las aplicaciones de
soporte temporal, debería considerarse la posibilidad de aplicar lechada cuando el
agua subterránea pueda inducir la corrosión o cuando los pernos deban realizar una
función de soporte "permanente".
El método tradicional para la inyección de lechada en los pernos de roca es utilizar
un tubo de inyección corto para introducir la lechada en el agujero y un tubo de
respiración de menor diámetro, que se extiende hasta el final del agujero, para purgar
el aire del agujero. El tubo de respiración suele estar pegado al vástago del tornillo y
esto suele causar problemas porque este tubo y sus accesorios pueden dañarse durante
el transporte o la inserción en el agujero. Además, hay que perforar la placa frontal
para acomodar los dos tubos, como se ilustra en la figura 14.2. El sellado del sistema
para la inyección de lechada puede ser un problema.
Muchas de estas dificultades se superan utilizando un perno hueco. Aunque son
más caros que los pernos convencionales, estos pernos huecos hacen que el proceso
de inyección sea mucho más fiable y deberían considerarse siempre que se requieran
instalaciones permanentes de pernos para roca. La lechada debe inyectarse a través de
un tubo corto de lechada insertado en el cuello del agujero y el agujero central del
perno debe utilizarse como tubo de ventilación. Cuando se instalen estos pernos en
agujeros descendentes, la lechada debe introducirse a través del perno hasta el final
del agujero y el tubo corto debe utilizarse como tubo de respiración.
Dado que el objetivo principal de la inyección de pernos anclados mecánicamente
es evitar la corrosión y bloquear el anclaje mecánico en su lugar, el requisito de
resistencia de la lechada no es tan importante como en el caso de los tacos o cables
inyectados (que se tratará más adelante). La lechada debe ser fácilmente bombeable
sin ser demasiado fluida y una proporción típica de agua/cemento de 0,4 a 0,5 es un
buen punto de partida para una mezcla de lechada para esta aplicación. Es muy
importante asegurarse de que el espacio anular entre el perno y la pared de la
perforación esté completamente lleno de lechada. El bombeo debe continuar hasta
que haya una clara indicación de que el aire ha dejado de sangrar a través del tubo de
respiración o que se vea que la lechada regresa a través de este tubo.
Figura 14.3: Cartucho típico de resina de dos componentes utilizado para el anclaje y
la inyección de pernos de roca.
Placa
frontal
Tuerca de
Cartucho de
bloqueo
anclaje de
fraguado rápido
Cartuchos de
"lechada" de
fraguado lento
Barra de
refuerzo
Figura 14.4: Montaje típico para crear un perno de roca anclado y rejuntado
con resina. El rejuntado con resina implica colocar cartuchos de resina de
fraguado lento detrás de los cartuchos de anclaje de fraguado rápido y hacer
girar la varilla del perno a través de todos ellos para mezclar la resina y el
catalizador. El perno se tensa después de que la resina de anclaje de fraguado
rápido haya fraguado y la resina de fraguado lento fragua más tarde para
rejuntar la varilla en su lugar.
Clavija 261
s
Al hacer girar la varilla del perno a través de todos estos cartuchos se inicia la
reacción química en todas las resinas, pero como los cartuchos de "lechada" de
fraguado lento están programados para fraguar en un máximo de 30 minutos, el perno
puede tensarse a los dos o tres minutos de su instalación (después de que la resina de
anclaje rápido haya fraguado). Esta tensión se bloquea con los cartuchos de lechada
de fraguado posterior y la instalación resultante es un perno de anclaje totalmente
tensado y rejuntado.
El elevado coste unitario de los cartuchos de resina se ve compensado por la
rapidez de la instalación. El proceso descrito anteriormente da como resultado una
instalación de pernos de roca completamente tensada y rejuntada en una sola
operación, algo que no puede ser igualado por ningún otro sistema actualmente en el
mercado. Sin embargo, existen problemas potenciales con las resinas.
La mayoría de los sistemas de resina/catalizador tienen una vida útil limitada que,
dependiendo de las temperaturas y condiciones de almacenamiento, puede ser tan
corta como seis meses. La compra de los cartuchos de resina debe limitarse a las
cantidades que se vayan a utilizar dentro de la vida útil. Se debe tener cuidado de
almacenar las cajas en condiciones que se ajusten a las recomendaciones del
fabricante. En aplicaciones críticas, es una buena práctica probar la actividad de la
resina sacrificando un cartucho de cada caja, antes de que el contenido se utilice bajo
tierra. Esto puede hacerse rompiendo el compartimento que separa la resina y el
catalizador con la mano y, tras mezclar los componentes, medir el tiempo de fraguado
para comprobar si está dentro de las especificaciones del fabricante.
Romper la vaina de plástico de los cartuchos y mezclar las resinas de forma eficaz
también puede presentar problemas prácticos. Cortar el extremo de la varilla del
perno en ángulo para formar una punta afilada ayudará en este proceso, pero el
usuario también debe estar preparado para hacer algunos experimentos para lograr los
mejores resultados. Tenga en cuenta que el tiempo o el número de rotaciones para
hacer girar las resinas es limitado. Una vez iniciado el proceso de fraguado, la
estructura de la resina puede resultar dañada y la instalación general debilitada por el
hilado adicional. La mayoría de los fabricantes proporcionan instrucciones sobre el
número de rotaciones o la duración del hilado.
En algunas rocas arcillosas débiles, las superficies de las perforaciones se recubren
de arcilla durante la perforación. Esto provoca el deslizamiento de los cartuchos de
resina durante la rotación, lo que da lugar a una mezcla incompleta y a una unión
insatisfactoria. En masas rocosas muy fracturadas, la resina puede filtrarse en la roca
circundante antes de fraguar, dejando vacíos en la columna de resina que rodea al
perno de roca. En ambos casos, el uso de lechada de cemento en lugar de lechada de
resina puede proporcionar una solución más eficaz.
Existe cierta incertidumbre sobre la protección contra la corrosión a largo plazo
que ofrecen las lechadas de resina y también sobre la reacción de algunas de estas
resinas con las aguas subterráneas agresivas. En el caso de las aplicaciones
temporales, estas preocupaciones probablemente no sean un problema debido a la
limitada vida útil de la mayoría de las instalaciones de pernos para roca. Sin embargo,
cuando se requiere una vida útil muy larga, los conocimientos actuales sugieren que
los pernos con lechada de cemento pueden proporcionar una mejor protección a largo
plazo.
14.3 Clavijas
Cuando las condiciones son tales que la instalación del soporte puede llevarse a cabo
muy cerca de un frente de avance, o en previsión de los cambios de tensión que se
262 Capítulo 14: Pernos y cables
producirán en una fase posterior de la excavación, se pueden utilizar tacos en lugar de
pernos para roca. La diferencia esencial entre estos sistemas es que los bulones
tensados aplican una fuerza positiva a la roca,
Clavija 263
s
mientras que las espigas dependen del movimiento de la roca para activar la acción de
refuerzo. Los puntos de extracción minera, que se extraen antes de la voladura de los
testigos, son buenos ejemplos de excavaciones en las que las espigas no tensadas
funcionan bien.
La forma más sencilla de espiga que se utiliza hoy en día es la espiga con lechada
de cemento, como se ilustra en la figura 14.5. Se bombea una lechada gruesa
(normalmente una lechada con una relación agua/cemento de 0,3 a 0,35) en el agujero
introduciendo el tubo de lechada hasta el final del agujero y retirando lentamente el
tubo a medida que se bombea la lechada. Siempre que se utilice una lechada lo
suficientemente viscosa, no se saldrá del agujero. La espiga se introduce en el orificio
hasta la mitad y luego se dobla ligeramente antes de introducirla por completo. Este
doblez servirá para mantener la espiga firmemente alojada en el agujero mientras la
lechada se endurece. Una vez que la lechada haya fraguado, se puede colocar una
placa frontal y una tuerca en el extremo de la espiga y apretarla. La colocación de esta
placa frontal es importante, ya que, si el pasador debe reaccionar a los
desplazamientos de la masa rocosa, la roca cercana al cuello del pozo tenderá a
alejarse del pasador a menos que esté sujeta por una placa frontal.
En los puntos de extracción minera y en los pasos de mineral, el flujo de roca rota
puede causar graves problemas de abrasión e impacto. Los extremos salientes de las
barras de refuerzo inyectadas pueden obstruir el flujo de la roca. Por otra parte, las
barras de refuerzo pueden doblarse, romperse o arrancarse de la masa rocosa. En estos
casos, se puede utilizar un cable flexible inyectado, ilustrado en la figura 14.6, en
lugar de las barras de refuerzo más rígidas. Esto permitirá una gran flexibilidad con
resistencia al impacto y a la abrasión.
Los tacos más antiguos, como el "perfobolt" escandinavo o los tacos en los que la
lechada se inyecta después de insertar la varilla, no suelen utilizarse. La instalación es
más compleja y requiere más tiempo, y el producto final no tiene un mejor
rendimiento que el simple taco inyectado descrito anteriormente.
Lechada de
cemento
barra
de
refue
rzo
placa
frontal
Figura 14.5: Clavija con lechada utilizando una barra deformada insertada en un agujero
lleno de lechada.
264 Capítulo 14: Pernos y cables
Lechada de
cemento
Cable
Figura 14.6: Los cables Gorouted pueden utilizarse en lugar de las barras de
refuerzo cuando se requiere un soporte más flexible o cuando el impacto y la
abrasión pueden causar problemas con el soporte rígido.
Los estabilizadores Split Set fueron desarrollados originalmente por Scott (1976,
1983) y son fabricados y distribuidos por Ingersoll-Rand. El sistema, ilustrado en la
figura 14.7, consiste en un tubo de acero de alta resistencia ranurado y una placa
frontal. Se instala introduciéndolo en un orificio ligeramente subdimensionado y la
fuerza de resorte radial generada, por la compresión del tubo en forma de C,
proporciona el anclaje por fricción a lo largo de toda la longitud del orificio. En la
tabla 14.1 se ofrece una lista de las dimensiones y capacidades típicas de los
estabilizadores Split Set.
Dado que el sistema es rápido y sencillo de instalar, ha ganado una rápida
aceptación entre los mineros de todo el mundo. El dispositivo es especialmente útil en
entornos de estallido de roca leve, ya que se desliza en lugar de romperse y, cuando se
utiliza con malla, retiene la roca rota generada por un estallido leve. Siempre que la
demanda impuesta a los estabilizadores Split Sets no supere su capacidad, el sistema
funciona bien y puede considerarse para muchas aplicaciones mineras. Rara vez se
utilizan en aplicaciones de ingeniería civil.
La corrosión sigue siendo uno de los principales problemas de los estabilizadores
Split Set, ya que no es posible proteger la superficie exterior del pasador. El
galvanizado del tubo ayuda a reducir la corrosión, pero probablemente no es una
medida preventiva en la que se pueda confiar para aplicaciones a largo plazo en
entornos agresivos.
Tabla 14.1: Especificaciones del Split Set (según la División de Split Set, Ingersol-Rand
Company).
Modelo de estabilizador Split Set SS-33 SS-39 SS-46
En 1993, el pasador Swellex original fue sustituido por el Swellex EXL, fabricado
con un acero de alta resistencia pero dúctil. Este acero permite un desplazamiento
significativo sin pérdida de capacidad. Stillborg (1994) llevó a cabo una serie de
pruebas en las que se instalaron pernos y clavijas a través de una "junta" simulada y
se sometieron a cargas de tracción. En las pruebas de los tacos EXL Swellex, la
apertura de la junta concentra la carga en la parte del taco que atraviesa la junta, lo
que provoca una reducción del diámetro y una progresiva "desconexión" del taco
fuera de la junta. Las características dúctiles del acero permiten que la sección
despegada se deforme bajo una carga constante hasta que, finalmente, se produce el
fallo cuando el desplazamiento total alcanza unos 140 mm con una carga constante de
aproximadamente 11 toneladas. Estas pruebas se describen con más detalle más
adelante en este capítulo.
La corrosión de los pasadores Swellex es un asunto preocupante, ya que la
superficie exterior del tubo está en contacto directo con la roca. Atlas Copco ha
trabajado con fabricantes de revestimientos para superar este problema y afirma haber
desarrollado revestimientos eficaces resistentes a la corrosión.
Características carga- 265
deformación
Tubo plegado de 25 a
28 mm de diámetro
Taco expandido
Agujero de 33 a 39 mm de
diámetro
14.5 Cables
Tendón multihilo
(Clifford, 1974)
Tendón de
alambre múltiple
con jaula de
pájaros (Jirovec, Antinodo Nodo
1978)
Un solo
filamento (Hunt
& Askew, 1977)
NormalIndentad
oDibujado
Hilo simple
revestido
(Hunt & Askew,
1977)
Enfundado Recubierto
Encapsulado
Anclaje de barril
y de cuña en el
cordón (Mathews
et al, 1984) Ancla doble de doble Componente de anclaje 2
efecto único3 componente
s
Anclaje engarzado
en el cordón
(Schmuck, 1979)
Cuadra Circular
do
Taco de Tubo de
cizallamiento acero
de alta
capacidad
(Mathews et al, Hormigón
1986)
Cordón de la
jaula de pájaros
(Hutchins et al,
1990) Antinodo Nodo
Cordón de
bulbo (Garford,
1990) Antinodo Nodo
Filamento
ferruginoso
(Windsor, 1990) Antinodo Nodo
Figura 14.10: Resumen del desarrollo de los sistemas de refuerzo de cables para la minería
subterránea (Windsor (1992)).
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Presión de confinamiento
Desplazamiento radial
Resistencia al corte
Presión de confinamiento
Desplazamiento radial
Fuerza de tracción
estos tipos de cables, ya que las características de flujo de la lechada requeridas por el
método del tubo de lechada están limitadas a lechadas en el rango de 0,3 a 0,35 de
relación agua/cemento.
Uno de los componentes más críticos en una instalación de cables es la columna de
lechada. Hay que tener todo el cuidado posible para garantizar que la columna
contenga el menor número posible de huecos de aire. En el método del tubo de
respiración, un tubo de respiración de gran diámetro permitirá el retorno de la lechada
así como del aire. Cuando se utiliza el método del tubo de lechada en los agujeros
ascendentes, se debe dejar un tubo de 0,3 a
Una lechada con una relación agua/cemento de 0,35 asegurará que se requiera el
bombeo para hacer fluir la columna de lechada, y esto evitará el desprendimiento de
la lechada en el pozo. Debe evitarse una lechada con una relación agua/cemento
inferior a 0,3, ya que tenderá a formar vacíos de aire encapsulados al fluir alrededor
del cable.
La mayoría de las aplicaciones descritas en este capítulo han estado relacionadas con
las excavaciones subterráneas. Sin embargo, en determinadas circunstancias, también
puede ser necesario reforzar taludes y cimientos, y los cables han demostrado ser muy
eficaces en dichas aplicaciones.
La figura 14.16 ilustra una unidad preparada para perforar agujeros de 140 m de
longitud y 50 mm de diámetro para la instalación de cables, ilustrada en la figura
14.17, en un talud.
Estos cables se instalaron para estabilizar los taludes de los cimientos de una presa
en gneis. Las juntas de lámina paralelas a la superficie de los taludes empinados
habrían provocado una inestabilidad de los taludes a gran escala si no se hubiera
reforzado la excavación, que socava estas juntas de lámina.
Los cables ilustrados tienen una capacidad última de 312 toneladas y una carga de
trabajo de 200 toneladas. Los cables se rellenaron completamente con lechada
después del tensado. El coste de los materiales y la instalación de estos cables fue de
aproximadamente 500 dólares por metro.
15
15.1 Introducción
Como se ilustra en la figura 15.1, los componentes secos del hormigón proyectado,
que pueden estar ligeramente prehumedecidos para reducir el polvo, se introducen en
una tolva con agitación continua. El aire comprimido se introduce a través de un
Cables 279
barril giratorio o una cubeta de alimentación para transportar el
Tecnología del 277
hormigón
proyectado
materiales en un flujo continuo a través de la manguera de suministro. El agua se
añade a la mezcla en la boquilla. La gunita, nombre propio del mortero proyectado en
seco utilizado a principios del siglo XX, ha caído en desuso en favor del término más
general de hormigón proyectado.
aire comprimido
inyección de agua
aire comprimido
punta de goma
de la boquilla
De los muchos avances en la tecnología del hormigón proyectado en los últimos años,
dos de los más significativos fueron la introducción del humo de sílice, utilizado
como aditivo cementante, y el refuerzo de fibra de acero.
El humo de sílice o micro sílice es un subproducto de la industria del metal
ferrosilicio y es una puzolana extremadamente fina. Las puzolanas son materiales
cementantes que reaccionan con el hidróxido de calcio producido durante la
hidratación del cemento. El humo de sílice, añadido en cantidades del 8 al 13% en
peso del cemento, puede permitir que el hormigón proyectado alcance resistencias a
la compresión que duplican o triplican el valor de las mezclas de hormigón
proyectado normales. El resultado es un hormigón proyectado extremadamente fuerte,
impermeable y duradero. Otras ventajas son la reducción del rebote, la mejora de la
resistencia a la flexión, la mejora de la adherencia a la masa rocosa y la posibilidad de
colocar capas de hasta 200 mm de grosor en una sola pasada gracias a la
"pegajosidad" del hormigón proyectado. Sin embargo, cuando se utiliza el hormigón
proyectado de mezcla húmeda, esta pegajosidad disminuye la trabajabilidad del
material y se necesitan superplastificantes para restaurar esta trabajabilidad.
El hormigón proyectado reforzado con fibra de acero se introdujo en la década de los
70 y desde entonces ha sido aceptado en todo el mundo como sustituto del tradicional
hormigón proyectado liso reforzado con malla metálica. El principal papel que
desempeña el refuerzo en el hormigón proyectado es conferir ductilidad a un material
que de otro modo sería frágil. Como se ha señalado anteriormente, el sostenimiento
de la roca sólo está llamado a soportar cargas significativas una vez que la roca que
rodea una excavación subterránea se deforma. Esto significa que las deformaciones
no elásticas distribuidas de forma desigual y de gran magnitud pueden sobrecargar y
provocar el fallo del sistema de soporte, a menos que dicho sistema tenga la suficiente
ductilidad para acomodar estas deformaciones.
Los diseños típicos de mezclas de hormigón proyectado reforzado con fibra de acero
y humo de sílice se resumen en la Tabla 15.1. Estas mezclas pueden utilizarse como
punto de partida cuando se emprende un programa de hormigón proyectado, pero
puede ser necesario buscar la ayuda de un experto para "afinar" los diseños de las
mezclas y adaptarlos a los requisitos específicos de la obra. Para muchas aplicaciones
de mezcla seca puede ser ventajoso comprar hormigón proyectado premezclado en
sacos de hasta 1.500 kg de capacidad, como se ilustra en la Figura 15.3.
La figura 15.4 muestra los tipos de fibras de acero disponibles actualmente en el
mercado norteamericano. Además de su uso en el hormigón proyectado, estas fibras
también se utilizan ampliamente en los forjados de hormigón de los edificios, en las
pistas de aterrizaje de los aeropuertos y en aplicaciones de hormigón similares.
Wood et al (1993) han informado de los resultados de un amplio estudio comparativo
en el que se utilizaron todas las fibras mostradas en la figura 15.4 para reforzar
muestras de hormigón proyectado, que luego se sometieron a una serie de pruebas.
Tecnología del 279
Hourm
h miogódne sílice liso y reforzado con fibras
proyectado
280 Capítulo 15: Soporte de
hormigón proyectado
Las muestras de hormigón proyectado se prepararon por proyección sobre paneles
verticales, utilizando procesos de mezcla húmeda y seca. Todas las muestras
reforzadas con fibra contenían la misma dosis de fibra de acero de 60 kg/m3 (véase la
tabla 15.1). Todas las muestras se curaron en condiciones de humedad relativa
controlada y todas se probaron siete días después de la proyección.
Tabla 15.1: Diseños típicos de mezclas de hormigón proyectado con humo de sílice reforzado
28 mm
d=0.5
0.45
25 mm
0.53
0.50
32,5 mm
1.35
0.50
32,5 mm
2.75
0.25
25,5 mm
.1.12
Figura 15.6: Curvas de deflexión de carga para losas de hormigón proyectado sin
reforzar y reforzadas con fibra de acero ensayadas a flexión. Según Kompen (1989).
Cuando el hormigón proyectado se aplica a macizos rocosos con juntas acuíferas bien
definidas, es importante proporcionar drenaje a través de la capa de hormigón
proyectado para aliviar las altas presiones de agua. Los agujeros de drenaje,
equipados con tubos de plástico como se ilustra en la figura 15.12, se utilizan
habitualmente para este fin. Cuando la afluencia de agua no se limita a unos pocos
elementos específicos, puede fijarse una estera de fibra porosa a la superficie de la
roca antes de aplicar la capa de hormigón proyectado. Cuando resulte práctico
hacerlo, el agua de estos desagües debe recogerse y dirigirse a una zanja de drenaje o
a un sumidero.
Tabla 15.2: Resumen de las aplicaciones recomendadas del hormigón proyectado en la minería
subterránea, para diferentes condiciones del macizo rocoso.
Descripció Comporta Requisitos de Aplicación de hormigón proyectado
n del miento apoyo
macizo del
rocoso macizo
rocoso
Roca No hay Ninguna. Ninguna.
metamórfica o desconchados,
ígnea masiva . desprendimientos
Condiciones de ni fallos.
baja tensión.
Roca Las superficies de Superficie de Aplicar 25 mm de espesor de
sedimentaria algunas pizarras, sellado para hormigón proyectado liso a las
masiva. limolitas o arcillas evitar el superficies permanentes lo antes
Condiciones de pueden desprendimiento. posible después de la excavación.
baja tensión. desprenderse como Reparar los daños del hormigón
resultado del proyectado debidos a la voladura.
contenido de
humedad
cambiar.
Roca masiva con El surco de la falla Provisión de apoyo y Retire el material débil hasta una
una única y amplia puede ser débil y sellado de la profundidad igual a la anchura de la
falla o zona de erosionable y puede superficie en las falla o zona de cizallamiento y rejunte
cizalla. causar problemas de proximidades de la las barras de refuerzo en la roca sana
estabilidad en la falla débil de la zona adyacente. Si es necesario, se puede
roca articulada de cizalla. utilizar una malla soldada para
adyacente. proporcionar un soporte temporal a la
roca. Rellene el vacío con hormigón
proyectado simple. Extienda
lateralmente el hormigón proyectado
reforzado con fibra de acero al menos
Diseño del soporte de 287
hormigón proyectad o en la anchura de la grieta.
zona.
288 Capítulo 15: Soporte de
hormigón proyectado
Roca Desprendimiento Retención de la Aplicar 50 mm de hormigón
metamórfica o de la superficie, roca rota y control proyectado sobre la malla soldada
ígnea masiva. desconchados y de la dilatación del anclada detrás de las placas frontales
Condiciones de posibles daños macizo rocoso. de los pernos, o aplicar 50 mm de
alta tensión. por estallido de hormigón proyectado reforzado con
rocas. fibra de acero sobre la roca e instalar
los pernos de roca con placas frontales;
a continuación, aplicar una segunda
capa de hormigón proyectado de 25
mm.
Extienda la aplicación de
hormigón proyectado hacia las
paredes laterales donde sea
necesario.
Roca Desprendimiento Retención de la Aplicar una capa de 75 mm de
sedimentaria de la superficie, roca rota y control hormigón proyectado reforzado con
masiva. desconchados y del apriete. fibras directamente sobre la roca
Condiciones de posibles limpia.
alta tensión. estrujamientos También se necesitan pernos o
en pizarras y clavijas para un soporte adicional.
rocas blandas.
Roca metamórfica Posibilidad de que Suministro de Aplique 50 mm de hormigón
o ígnea con algunas las cuñas o los soporte adicional al proyectado reforzado con fibra de
juntas muy bloques caigan o se disponible en los acero a las superficies de roca en las
espaciadas. deslicen debido a la pernos de roca o que queden expuestas las huellas de
Condicion carga de gravedad. cables. las juntas.
es de baja
tensión.
Roca Posibilidad de que Suministro de apoyo Aplicar 50 mm de hormigón
sedimentaria con las cuñas o los adicional al proyectado reforzado con fibra de
algunos planos de bloques caigan o se disponible en los acero en la superficie de la roca en la
estratificación y deslicen debido a la pernos de roca o que se exponen las trazas de
juntas muy carga de gravedad. cables. Sellado de discontinuidad, prestando especial
espaciados. Plano de la cama los puntos débiles atención a las trazas del plano de
Condiciones de Las exposiciones exposiciones estratificación.
baja tensión. pueden del plano de
deteriorarse con el la cama.
tiempo.
Roca Fallos combinados, Retención de la Aplicar 75 mm de hormigón
metamórfica o estructurales y roca rota y control proyectado liso sobre malla soldada
ígnea controlados por la de la dilatación del anclada detrás de las placas
articulada. tensión, en torno al macizo rocoso. frontales de los pernos o aplicar 75
Condiciones de límite de apertura. mm de hormigón proyectado
alta tensión. reforzado con fibra de acero sobre
la roca, instalar los pernos de roca
con placas frontales y luego aplicar
una segunda capa de hormigón
proyectado de 25 mm
Pueden ser necesarias capas de
hormigón proyectado más gruesas en
las concentraciones de tensión
elevadas.
Roca sedimentaria Deslizamiento, Control de la rotura Aplique 75 mm de hormigón
débil estratificada y desconchamiento del macizo rocoso y proyectado reforzado con fibra de
articulada. y posiblemente de la compresión. acero a las superficies rocosas limpias
Condicion apretamiento. lo antes posible, instale pernos de roca,
es de alto con placas frontales, a través del
estrés. hormigón proyectado, aplique
segunda capa de hormigón proyectado
de 75 mm.
Roca Ravelling de Prevención del Aplicar 50 mm de hormigón
metamórfica o pequeñas cuñas y desgarro progresivo. proyectado reforzado con fibra de
ígnea muy bloques definidos acero sobre la superficie de roca
articulada. por las juntas de limpia en el techo de la excavación.
Condiciones de intersección. Pueden ser necesarios pernos o tacos
baja tensión. para el soporte adicional de los
bloques grandes.
Diseño del soporte de 289
hR
orom
caisgeódn
imperno
tayrieactad oSeparación del Control de la Se necesitan pernos o clavijas
muy articulada y lecho en separación del para controlar la separación del
estratificada. excavaciones de lecho y del lecho.
Condicion gran envergadura y barrido. Aplicar 75 mm de hormigón
es de baja desbarbado de las proyectado reforzado con fibra a
tensión. trazas del lecho en las trazas del plano de asiento
inclinación antes de atornillar.
caras.
Roca ígnea o Apretamiento y Control del fallo y la Aplique 100 mm de hormigón
metamórfica muy flujo "plástico" de dilatación del proyectado reforzado con fibra de
articulada, la masa rocosa macizo rocoso. acero tan pronto como sea posible e
conglomerados o alrededor de la instale pernos de roca, con placas
escollera abertura. frontales, a través del hormigón
cementada. proyectado. Aplique 50 mm
Condicion adicionales de hormigón proyectado si
es de alto es necesario. Extienda el soporte hacia
estrés. las paredes laterales si es necesario.
290 Capítulo 15: Soporte de
hormigón proyectado
Roca Apretamiento y Control del fallo y la Aplique 50 mm de hormigón
sedimentaria flujo "plástico" de dilatación del proyectado reforzado con fibra de
muy articulada la masa rocosa macizo rocoso. acero lo antes posible, instale vigas de
con superficies alrededor de la celosía o conjuntos de acero ligeros,
recubiertas de abertura. Las rocas con puntales invertidos cuando sea
arcilla. ricas en arcilla necesario, y luego más hormigón
Condicion pueden hincharse. proyectado reforzado con fibra de
es de alto acero para cubrir los conjuntos o las
estrés. vigas. Es posible que sea necesario
realizar un prepolo o un espaldarazo
para estabilizar el frente antes de la
excavación. Pueden dejarse huecos en
el hormigón proyectado final para
permitir el movimiento resultante de la
compresión o el hinchamiento. Los
huecos deben cerrarse una vez que la
abertura esté
estable.
Condiciones de Desconchados, Retención de la Aplique de 50 a 100 mm de hormigón
estallido leve en desprendimientos y roca rota y control proyectado sobre la malla o el
rocas masivas leves estallidos de de la propagación cableado que está firmemente unido a
sometidas a altas rocas. de la falla. la superficie de la roca por medio de
condiciones de estrés. pernos de roca o pernos de cable.
16
16.1 Introducción
Total96246
Figura 16.5: Resultados obtenidos mediante una voladura bien diseñada y cuidadosamente
controlada en un túnel de 19 pies de diámetro en gneis en el proyecto hidroeléctrico Victoria
en Sri Lanka. Fotografía reproducida con permiso de la British Overseas Development
Administration y de Balfour Beatty - Nuttall.
Aunque hay margen de mejora en las técnicas reales utilizadas en las voladuras,
muchas de las técnicas existentes, si se aplican correctamente, podrían utilizarse para
reducir los daños de las voladuras tanto en la excavación de rocas en superficie como
en la subterránea. Como se ha señalado anteriormente, la escasa comunicación y la
reticencia a involucrarse por parte de la mayoría de los ingenieros, hace que las
buenas prácticas de voladura no se utilicen generalmente en los proyectos de minería
e ingeniería civil.
¿Qué se puede hacer para mejorar la situación? En opinión del autor, la necesidad
más acuciante es una mejora importante de las comunicaciones. La información
escrita disponible en la actualidad sobre el control de los daños causados por las
voladuras es muy inadecuada, como en el caso de los manuales de voladuras
publicados por los fabricantes de explosivos, o está oculta en revistas técnicas o
textos que no son leídos por los ingenieros de voladuras en la práctica. Lo ideal es un
libro claro y conciso que exponga los principios de diseño y control de las voladuras
en un lenguaje inequívoco y no matemático. De no ser así, una serie de artículos, en
un lenguaje igualmente sencillo, publicados en revistas especializadas, sería de gran
ayuda.
Además de la mejora gradual de la comprensión de las causas y el control de los
daños por voladura que se logrará gracias a la mejora de las comunicaciones, también
es necesario que los ingenieros que participan en los proyectos de excavación de
rocas tomen medidas más urgentes. Dichos ingenieros, que al menos deberían ser
conscientes de
298 Capítulo 16: Daños por voladura en
la roca
los daños causados por una voladura deficiente, deberían adoptar una postura mucho
más firme con los propietarios, los gestores, los contratistas y los capataces de
voladuras. Aunque estos ingenieros no se consideren competentes para rediseñar las
voladuras, pueden persuadir a las demás partes para que busquen el asesoramiento de
un especialista en voladuras. Los fabricantes de explosivos suelen suministrar estos
servicios especializados o pueden recomendar a personas que ayuden a mejorar el
diseño de las voladuras. Por cierto, además de reducir los daños de la voladura, una
voladura bien diseñada suele ser más eficaz y puede proporcionar una mejor
fragmentación y mejores condiciones de la pila de escombros con el mismo coste.
16.6 Conclusión
Referencias
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