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El objetivo del gobierno de los datos es su protección, por lo que puede ser una buena
idea considerar la nube. Al comienzo del proceso de diseño de una política de gobierno de
datos, es importante identificar a los jugadores. La gobernanza de datos no necesita
necesariamente experiencia técnica. Un equipo debe incluir experiencia técnica, pero
debe estar equilibrado con otras habilidades, como experiencia empresarial, cumplimiento
legal, comunicación, gestión y planificación de proyectos, etc.
Probablemente sea necesario un equipo de gobierno de datos que pueda hacer coincidir
los objetivos comerciales con la recopilación de datos, con personal especializado en
cumplimiento de leyes y normativa, pero navegar por el espacio de big data es un desafío
especial y no es recomendable tener una sola persona especializada en eso. Aunque al
menos, deberemos tener un recurso dedicado a ello. En la UE, por ejemplo, si estamos
recopilando la información de residentes en la UE, entonces, según el RGPD, debemos
tener un oficial de protección de datos. Debemos tener una buena representación de
cualquier unidad organizativa interna o externa de nuestra empresa, que deba formar
parte de la recopilación y el análisis de datos.
Hay cuatro pilares para una estrategia de gobernanza de datos exitosa. Primero tenemos
que proteger nuestros datos. Esto es de suma importancia porque la alternativa puede ser
devastadora para una empresa. Debemos garantizar la disponibilidad, porque los datos
son tan buenos como la capacidad de acceso que tengamos a ellos, por eso es
importante la velocidad de acceso porque estamos hablando de una cantidad significativa
de datos complejos.
También es importante tener en cuenta la tasa de cambios. Los datos pueden cambiar
con frecuencia. Especialmente cuando se recolectan las 24 horas del día, los 365 días del
año.
La recopilación de datos es tan útil como la forma en que se utilizan. Debemos reconocer
cuándo se están logrando resultados y cuándo debemos modificarlos. Así que aquí hay
algunas cosas que podemos incorporar a su estrategia de gobierno de datos. Primero, no
apresurarse a encontrar una solución para entregarla a los usuarios finales de nuestra
empresa. Trabajaremos con las herramientas y los datos. Debemos construirlo y probarlo
cuidadosamente en entornos sandbox para asegurarnos de que funciona y funcione bien.
Esta es una de las razones por las que una pequeña prueba de concepto dirigida a un
dominio específico es una muy buena idea. Podemos planear escalar más adelante, pero
al principio, lo extenderemos para que funcione. Nuestras soluciones y resultados deben
tener estructuras de monitoreo integradas, para que el monitoreo sea constante. Y
planificaremos actualizar nuestra estrategia, políticas de gobierno y procedimientos en un
ciclo. En algunos casos, el momento es indeterminado. Debemos reaccionar a los
problemas según sea necesario. Luego está la medición. Debemos conocer nuestros
resultados para determinar si vale la pena el esfuerzo. Revisar los resultados con
regularidad. Construiremos una estructura que sea ágil y capaz de evolucionar junto con
los resultados, nuestras necesidades y cambios comerciales. Definiremos métricas en las
estrategias de datos y las utilizaremos para medir resultados. Y actualizaremos las
políticas y procedimientos según sea necesario utilizando los resultados como guía.
También mantendremos la disponibilidad de los datos. En este sentido, dejaremos que TI
tome la iniciativa. Son los expertos en hacer que las herramientas funcionen y el flujo de
datos. Evitaremos a toda costa puntos únicos de falla. Normalmente, los mecanismos de
redundancia de datos, como los sitios espejo, mitigarán los problemas de disponibilidad. Y
si nuestros datos residen en un centro de datos o un proveedor en la nube, esto no
debería ser un problema. No obstante, trataremos estos datos como lo hace con el resto
de datos. Siempre es prudente asegurarse de que esté respaldado y almacenado de
manera segura.