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La trama del libro se sitúa en la Edad Media, en España, Toledo

concretamente, durante el reinado de Alfonso X. La protagonista es una


adolescente de 15 años alta y delgada que se llama Francisca.
Francisca, pobre y huérfana, Francisca trabaja como aprendiz en el
scriptorium real de Alfonso X, en Toledo. Está aprendiendo el oficio de
miniaturista a las órdenes del maestro Yehuda. Con ella está Eliezer, un
niño judío, hijo del maestro Yehuda, y Almudena una adolescente de 17
años que Francisca conoce desde bastante tiempo.
Un día Francisca estaba haciendo su trabajo como dibujante de miniaturas
cuando de pronto huele un extraño olor a humo proveniente de la sala de
sus maestros. Allí se encuentra a todos los maestros muertos y asfixiados
por el humo. Un guardia entra en la sala para ver qué ha pasado, su
nombre es Karim, un joven musulman que promete ayudar a Francisca a
resolver quien ha incendiado la sala de los maestros y porqué.
Desde el primer momento, Francisca y Karim son acusados de e­sas
muertes, por lo que han de iniciar una investigación que demuestre su
inocencia. En e­sa búsqueda, los jóvenes deben superar la desconfianza
mutua que sienten por pertenecer a diferentes religiones y esferas
sociales; pronto arrinconan los prejuicios y acaban enamorándose.
Francisca descubre que sus maestros estaban descifrando un fragmento
de uno de los libros de las cantigas de Santa Maria del rey Alfonso X el
Sabio, el rey que gobierna en esa época.
Eliezer y Almudena roban el libro en una catedral y se lo dan a Karim y a
Francisca. Francisca con ayuda de Martín el párroco que reside en la
catedral de San Ginés, ayuda a Francisca a descifrar su contenido. Pero
de pronto llegan los guardias y hacen huir a Francisca y a Karim a los
subterráneos de la catedral, donde hay canales de agua y otras
construcciones romanas. Cuando han dado esquinazo a los guardias
descubren una sala donde había un peregrino cuyo rostro no sabían
porque iba a tapado. El peregrino cura las heridas de Karim y Francisca, y
al final desvela su identidad, es el rey Alfonso X.
El asesino de los maestros termina siendo el hermano del rey. Al final del
libro, Sor Clarisa le entrega una carta a Francisca de su madre y en esta le
cuenta sus orígenes, que su padre era un judio, su madre era cristiana, y
su padre había sido matado por su abuelo materno. Al final de toda esta
aventura Alfonso X asciende a Francisca de empleo y la lleva a su castillo
para que sea miniaturista de las cortes.
Envuelta en un halo de leyenda gracias al mito sobre la mesa del rey
Salomón, a la que se supone escondida bajo las calles de Toledo , la
historia que El enigma del scriptorium avanza entre la novela histórica y la
de aventuras, tomando lo mejor de cada una de ellas.
Los personajes son uno de los puntos fuertes de la narración. La voz que
nos guía a través de la ciudad y sus enigmas, Francisca, es la de una
joven con las ideas claras, independiente y con una determinación
sorprendente para la edad que tiene. Karim, el joven que conoce en el
scriptorium, es un personaje que destila belleza y misterio y que cautiva
por su presencia y por su capacidad de ser sombra cuando es necesario.
Los maestros que acompañan a Francisca tienen ese aire de sabios casi
milenarios que uno siempre otorga a los eruditos de otros tiempos.
Trabajados con esmero, tanto los personajes principales como los
secundarios tienen una presencia impecable que les da cuerpo y fuerza
dentro de la historia.

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