Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FECHA: 30/12/2020
El asesino de Sucre
● Nombre : Jaime Benjamin Cardenas Pardo
● Alias : “El asesino de sucre” , “El jimmy
● Clasificación: Asesino en serie
● Características: Violación - Robos - Crímenes
por encargo
● Número de víctimas: 3 - 30 +
● Fecha del crimen: 2009 - 2011
● Fecha de detención: 17 de febrero de 2011
● Fecha de nacimiento: 9 de abril de 1987
● Perfil de la víctima: Hombres y mujeres
● Método del crimen: Arma blanca - Arma de
fuego - Golpes con piedras
● Lugar: Varios lugares, Bolivia
● Estado: Condenado a 30 años de prisión el 6 de diciembre de 2011
Estilo de Vida
Jaime Benjamín Cárdenas Pardo, también conocido como “El asesino de Sucre”,
nació el 9 de abril de 1987, en la ciudad de Santa Cruz, en Bolivia. Viene de una
familia numerosa y desestructurada, dado que son nueve hermanos y sus
padres están divorciados. Ante esta situación y la poca atención que recibía por
parte de sus progenitores, y teniendo necesidad de llamar la atención de su
familia, por un lado, y de dinero por otro, comenzó a tener relación con el
mundo de la delincuencia, las drogas y el alcohol.
Ante el poco entendimiento con la nueva mujer de su padre, con fuertes
discusiones, hizo que el menor se fuese de casa y estuviera en la calle largos
periodos de tiempo, juntándose con pandilleros y con delincuentes menores
que le fueron introduciendo en el mundo del hampa.
El propio Jaime, llegó a declarar:
“Mi niñez ha sido tranquila, nunca he vivido violencia. No puedo culpar a mis
padres, aunque son divorciados. He empezado a delinquir para llamar la
atención de mi familia y por tener amigos. Estuve en un colegio nocturno, la
mayoría eran pandilleros y les gustaba beber, así he empezado a robar”.
En la narración que Jaime Cárdenas, hace de su vida, infantil y adolescente,
afirma que: “Empecé a beber a mis 11 años, a escondidas de mi familia, bebía vino y
champán. A los 13 años conocí el alcohol y la marihuana en mi colegio. A mis 14
consumí cocaína y pastillas. Me drogaba porque mi papá casi no estaba con nosotros,
él trabajaba y yo peleaba mucho con mi madrastra.”
Confesión
Pero como todo tiene su principio y fin, el “Asesino de Sucre” también tuvo el
suyo. Tras las investigaciones policiales fue detenido, y con 23 años recién
cumplidos, Jaime Benjamín Cárdenas Pardo confesó que había asesinado a más
de 30 personas en varias provincias de Bolivia para robarles y, en algunos caso,
para violarlas. Fue una carrera fugaz.
Según se ha podido saber, en el interrogatorio llevado a cabo no se retracto de
ninguno de los hechos que se le imputaba, más bien al contrario, ya que
confesó los hechos que se han relatado, es decir: que días antes asesinó a un
hombre en la ciudad de Miraflores para robarle el ordenador portátil, y que
violó y mató a dos mujeres universitarias en Sucre.
Ante semejante desparpajo sin ninguna presión policial, aconsejaron un
examen psicológico, y una vez hecho, la Policía lo catalogó como “asesino”
psicópata en serie confeso”, si bien los peritos psiquiatras han confirmado que
Jaime Cárdenas es consciente de sus hechos, responsable de los mismos y
plenamente imputable.
Los mismos peritos psiquiatras ampliaron el informe reflejando que tiene una
personalidad agresiva, siendo un auténtico depredador, que no repara en
quitar una vida para obtener su objetivo, siendo éste el robo.
PERFILES CRIMINALES
El uso de la psicología para capturar criminales tuvo inicios literarios que datan
de 1841 con los “asesinatos de la calle morgue” de Edgar Allan Poe; sin
embargo, en la vida real esta aplicación tuvo principio en Gran Bretaña en el
año de 1888 cuando el Dr. George B. Philips patólogo forense, diseñó el
método “modelo – herida” este modelo se basaba en la comprensión de la
naturaleza de las lesiones de la víctima como base para la elaboración
estadística del perfil del delincuente.(Turvey 1999).
Ressler y colaboradores (1999), aclaran que los perfiles criminales sirven para
describir el tipo general de persona que puede cometer un acto criminal, no
para señalar a un individuo determinado.
Crímenes Violentos
3. Perfil geográfico.
3. Perfil geográfico.
Está relacionado con las características físicas del lugar, podría llamarse perfil
de la escena del crimen, ya que intenta generalizar la vinculación de las
localizaciones de la escena del crimen con la probable residencia de un
agresor desconocido. Aunque este tipo de perfil es primordialmente empírico,
emplea el concepto de mapa mental y trata de reconstruir una representación
psicológica relevante de las áreas del crimen en donde el agresor se sienta
confortable (Homant, 1998). Rossmo (1997) citado por Homant (1998) afirma
que un perfil geográfico es de gran ayuda para refinar el perfil de la escena del
crimen, ya que lo que se intenta es generalizar la vinculación de la localización
de la escena del crimen con la posible residencia del agresor, además de
ayudar a formular el mapa mental. Para el caso colombiano, es importante
mencionar que La Policía Nacional esta utilizando técnicas de
georeferenciación es decir que se esta implementando la técnica del perfil
geográfico.
Entrevista a testigos
Perfil Geográfico
Está relacionado con las características físicas del lugar, podría llamarse perfil
de la escena del crimen, ya que intenta generalizar la vinculación de las
localizaciones de la escena del crimen con la probable residencia de un
agresor desconocido.
Doble
Agresores organizados:
Los agresores organizados son descritos como más inteligentes, socialmente
competentes, son mas probables de que respondan a algunos precipitantes
estresores situacionales, y son más probables para demostrar cuidado,
planeación y control en el acto criminal; por tal motivo, estos son más difíciles
de capturar.
Fortalezas de la técnica.
Puede ser usada para justificar la solicitud de pruebas como allanamientos y de
análisis del ADN, y es aquí donde el investigador u oficial mayor, se une a un
equipo forense de investigación para buscar correlaciones en el ADN, la sangre
y los tejidos. Como se ocurrió en la resolución del caso de Duffy.
El Lugar
La escena del crimen puede no ser una sola, sino varios lugares que sirvieron
de contexto a los hechos, por ejemplo, puede ser distinto el lugar donde la
víctima fue abordada, al lugar donde ocurrió el crimen y también el lugar donde
se depositó el cadáver.
Perfil Criminal
Evidencia Psicológica
Durante el proceso de generación del perfil se deben tener en cuenta ciertos
aspectos de la víctima o de la escena del crimen que pueden ser observados
de los cuales se pueden extraer inferencias psicológicas, a esto es a lo que se
denomina evidencia psicológica.
El motivo es muy importante que esta técnica se limite a los crímenes en donde
no se evidencie motivo alguno tales como financiero, afectivo o sentimiento de
venganza y se deben agotar todas las pistas lógicas antes de utilizar esta
herramienta ya que las conductas son realizadas por los agresores para darle
gusto a sus fantasías y a sus necesidades psicológicas. Captar ciertas pistas
que no son físicas pero que son básicas para poder resolver los crímenes.
Trabajo Interdisciplinario
Psicólogos forenses: Su labor está en la habilidad de realizar entrevistas con el
propósito de hacer diagnósticos, tratamiento y asesorías en competencia /
sanidad de las personas. No están capacitados para ciencias forenses
relacionadas con evidencia física, ni tienen la experiencia para interpretar
conductas de la escena del crimen.
Psiquiatras forenses:
Son doctores médicos con entrenamiento en ciencias médicas como ciencias
conductuales. Están igualmente preparados para la labor que realizan también
los psicólogos forenses.
Detectives e investigadores:
En este se incluyen los oficiales de “law enforcement” y perfiladores criminales
en sector privado de todo el mundo que se entrenan en técnicas y se asesoran
con cursos y seminarios por medio de la lectura de libros e investigando,
acumulando así una experiencia investigativa.
Contexto Socio-Cultural
Debido a que nunca se sabe dónde va a ocurrir un crimen, al momento de
localizarlo, el perfilador criminal debe tener bases o conocimiento del sitio
donde se produjo la tragedia.
Se debe involucrar y entender los hábitos, los tipos de relaciones, los rituales
que se vivan en la población punto a trabajar; debe saber cuál es el
comportamiento o conducta que se tiene en este sitio para lograr entender o
esclarecer el porqué del crimen.
(Turvey, 1999)
Familiares de la Víctima
El policía debe mantener contacto tanto con la familia como los amigos del
delincuente para saber sus posibles conductas a tomar y así poder sobrevivir y
sobrellevar la relación en esta persona.(Ressler, 1999).
Sistematizar la Información
Para valorar un caso y realizar un posterior perfil criminal es de vital
importancia clasificar la documentación pues en muchos casos es abundante y
esto puede generar problemas en la consecución de los objetivos o en la
identificación de patrones; por esta razón se deben usar herramientas para
poder clasificarla de ahí la importancia de empezar a generar bases de datos
que permitan guardar información y encontrarla cuando sea necesaria.
Medios de Comunicación
La publicidad y la opinión pública son importantes y un buen detective las usará
como ventaja para obtener el máximo de información acerca del crimen y el
agresor. Sin embargo, los reportajes irresponsables y los relatos ficticios
pueden presentar grandes inexactitudes y distorsionar la perspectiva en el
trabajo detective y el procedimiento investigativo sugiriendo ciertas habilidades
y técnicas que en realidad simplemente no existen.
Observación
Limitaciones de la Técnica
Si bien los perfiles son una herramienta útil, no son el resultado de
encantamientos mágicos, no son siempre fidedignos y no se deben tomar
literalmente, es decir que la investigación no se limitará a las personas que
tengan las características indicadas en el perfil criminal.
La Técnica de Perfilamiento
El impedimento más serio a la aprobación empírica ha sido la ausencia de
medidas adecuadas y estandarizadas de indicadores de la escena del crimen.
Algunos investigadores han hecho esfuerzos para regularizar las definiciones
operacionales de las variables de la escena del crimen o del proceso por medio
del cual se hacen definiciones o mediciones en la escena del crimen.
Prejuicios de Perfiles
Predisponen a buscar ciertos perpetradores y convertir la técnica en una forma
de discriminación. Cuidado para no ofender o agredir a personas que, aunque
pueden cumplir con algunos patrones, no están implicados en el crimen.
A menudo nos damos de bruces con noticias que sobrepasan los límites
morales y humanos, las cuales nos sorprenden por su alto nivel de violencia y
crudeza. ¿Qué puede llevar a una persona a simple vista normal a
cometer asesinato? Y más difícil aún: ¿cómo funciona la mente de un asesino
de masas, un violador reincidente o un secuestrador de niños?
Pensar en los oscuros motivos que llevan a estas personas a cometer tales
actos resulta una tarea más que complicada. Precisamente, porque para
resolver un crimen muchas veces hay que meterse en la mente del asesino e
intentar comprender por qué hizo lo que hizo. Y este cometido es digno de
mención en profesionales que parecen estar preparados para estudiar los
detalles más escabrosos y luctuosos de una escena del crimen. Sobre todo en
Estados Unidos, uno de los países con más crímenes mediáticos, desde Ted
Bundy y sus más de 30 homicidios, a Charles Manson y su secta californiana la
cual estuvo involucrada en el asesinato de Sharon Tate, esposa del cineasta
Roman Polanski.
Al estudiar el perfil de estos criminales nos enfrentamos a la ingeniería que
trazaron para efectuar sus hechos violentos
Los impulsivos se caracterizan por escoger blancos fáciles como por ejemplo
personas vulnerables, adictos a las drogas o prostitutas
En este sentido, Estados Unidos es un país que ha vivido desde siempre muy
de cerca con la tragedia. No es como en España, donde no estamos para nada
acostumbrados a ver asesinatos en masa y la mayoría de los crímenes se
cometen en secreto y en el tú a tú. El año pasado se batió un récord en el
número de este tipo de homicidios colectivos, en el cual se produjeron 41
tiroteos masivos que acabaron con la vida de 211 personas, según un
informe conjunto de 'Associated Press', 'USA Today' y la Northeastearn
University de Chicago.
Del mismo modo, otro de los factores clave que los agentes deben tener en
cuenta para trazar la personalidad de la asesino es el arma escogida para
perpetrar el ataque. En este caso, si se trata de una pistola es porque optó por
llevar a cabo el crimen desde la distancia. Si usó un cuchillo es porque prefirió
la corta distancia, quizás a través de la traición en un descuido de la víctima,
por detrás o a cara descubierta.
Otra de las diferencias entre ambos tipos es que los más planificadores pillan a
sus víctimas en momentos en los que a priori se sienten seguras o en su
intimidad, mientras que los impulsivos se caracterizan por escoger blancos
fáciles, personas vulnerables que bien pueden ser adictos o prostitutas. En
ambos puede darse un cierto significado mesiánico; esto es, como el caso de
Charles Manson, poseer algún tipo de misticismo a través del cual persuadir y
convencer a gente próxima a ellos del sentido de su obra, incluso reclutarles
para llevar su plan a cabo.
El caso de Ed Kemper
Por ejemplo, Edmund Kemper, más conocido como "el asesino de las
colegialas", quien en los años 70 sembró el terror por todo California
asesinando a un número de mujeres que todavía no se conoce bien con
exactitud. Su historial delictivo no es nada llamativo en comparación a su vida y
personalidad, plagada de escenas y actitudes de lo más abyectas y
escatológicas. Ya desde muy joven torturaba y asesinaba a animales por
afición. Cuando tan solo era adolescente mató a sus dos abuelos y luego se lo
enseñó a su madre. Mantenía una relación muy extraña con ella, quien también
sufría de un trastorno límite de la personalidad y le alimentaba con cabezas de
pescado, según relata la investigadora Christine Ann Lawson en su libro
'Understanding the Borderline Mother'.
Su pulsión asesina estaba ligada al sexo, tanto es así que una vez confesó a
su hermana que estaba enamorado de su profesora y que para conquistarla o
besarla primero necesitaba quitarle la vida. Las memorias de la época le
retratan como un genio con un coeficiente intelectual superior a la media. Su
cacería se basaba en secuestrar a estudiantes que hacían autoestop -vale la
pena mencionar que se trataba de la década de los 60 en Estados Unidos, en
plena eclosión del movimiento hippie-, las llevaba a un lugar apartado y las
mataba para luego practicar sexo con ellas y enterrarlas en zonas donde sabía
que nadie las encontraría. El homicidio que supondría el cese de su actividad
criminal sería el de su madre, constatando así el origen de su locura. Si
seguimos las pautas de Jim Clemente, podemos deducir que Ed Kemper
actuaba de forma impulsiva, pero con cierta planificación para no ser pillado
durante un tiempo prolongado. Del mismo modo, usaba las distancias cortas
para acercarse a sus víctimas, y siempre prefirió el cuerpo a cuerpo. De esta
forma, escogía sitios recónditos y apartados, asegurándose perfectamente de
no dejar pistas y esconder bien los restos de sus víctimas una vez efectuado el
asesinato.
EN EL CASO DE BOLIVIA
Jaime Benjamín Cárdenas Pardo, alias ‘El Jimmy’, confesó ser el autor de más
de 30 asesinatos, pero también que se adentró en el mundo criminal cuando
era adolescente para llamar la atención de su padre, a quien no veía seguido.
‘El Jimmy’ nació el 9 de abril de 1987 en la ciudad boliviana de Santa Cruz,
dentro de una familia grande y desorganizada. Tenía 9 hermanos y sus padres
eran divorciados, por ello creció en un entorno donde recibía poca atención y
se sentía propenso a delinquir para ser tomado en cuenta y satisfacer sus
necesidades.
A eso se sumó que discutía mucho con su madrastra. Debido a ello se iba de
casa por largo tiempo para unirse con pandilleros que lo inducían al vicio y al
crimen, sobre todo al hurto de billeteras.
“A mis 13 años conocí el alcohol y la marihuana. A los 14 consumí cocaína y
pastillas. Me drogaba porque mi papá casi no estaba con nosotros, él trabajaba
y yo peleaba mucho con mi madrastra”, dijo un día.
Posteriormente, el robo dejó de ser un medio para conseguir dinero y satisfacer
sus vicios, pues se convirtió en su modo de vida, entonces prosiguió con el
asalto a transeúntes y conductores, y a desvalijar automotores.
Su primera víctima
A los 17 años mató por primera vez, la víctima se resistió al robo y por ello
recibió varias puñaladas. ‘El Jimmy’ fue detenido y confesó el delito, pero
asombrosamente semanas después fue liberado, ya que era menor de edad,
no tenía identificación y resultaba más barato dejarlo libre en lugar de pagar el
costo de su rehabilitación social, según archivos periodísticos.
Frente a tales circunstancias ‘El Jimmy’ se dedicó a delinquir a su antojo, por lo
que se aventuró a combinar la violencia con el sexo.
Para cumplir con ese capricho buscó la ayuda de Ever Albis Vera, un policía
dado de baja por colaborar en la evasión de un reo peruano del Penal San
Roque, en julio de 2009.
El 9 de octubre del mismo año, en Sucre, ‘El Jimmy’ y Ever contactaron a dos
jóvenes universitarias, a quienes invitaron a beber y bailar para luego
convencerlas de que consumieran droga.
Con la situación bajo control procedieron a violar a las chicas. Ellas los
amenazaron con denunciarlos, entonces los tipos reaccionaron de manera más
violenta: les desfiguraron sus rostros a cuchillazos y las mataron con pedradas
en la cabeza.
El crimen trajo como consecuencia otra muerte, pues las damas eran la novia y
la amiga de un comerciante de autos lujosos que prefirió vengarse y no
acusarlos ante las autoridades.
El mercader les pagó a delincuentes para que terminaran con la vida del hijo de
‘El Jimmy’ (no hay registros sobre el nacimiento o madre de la criatura). “El
novio de la muchacha que asesiné en venganza mandó a matarme”, narró.
“Los que contrató eran de más sangre fría que yo, apuñalaron a mi hijito en el
pecho”, relató él mismo. Esto lo motivó a matar a 15 hombres de las
localidades cercanas, a manera de desquite.
Desde entonces ‘El Jimmy’ incrementó su hoja de vida delictiva, y como
resultado fue aprehendido varias veces, no obstante, usó las ganancias de sus
robos para sobornar a policías y salir de la cárcel.
Una nueva captura
El 17 de febrero de 2011, en La Paz, asaltó con cuchillo a un ciudadano
peruano, apuñalándolo varias veces, aunque milagrosamente no pudo quitarle
la vida. Varias personas lo vieron y lo denunciaron, por lo que fue capturado
por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
‘El Jimmy’ admitió ser responsable de más de 30 asesinatos, incluidos los de
las universitarias, pero también confesó que cometió crímenes, al estilo
sicariato, para pagarle favores a policías que más de una vez lo dejaron salir de
la cárcel, algo que no fue investigado.
Sobre el resto de su vida delictiva explicó que unas veces mató cuando las
víctimas se opusieron al robo, otras porque las violaba y no quería ser
delatado, y por ambos motivos. Agregó que las muertes se produjeron en las
ciudades de Santa Cruz, La Paz, Miraflores, Cochabamba y Sucre.
En virtud de tales confesiones, mediante exámenes psicológicos y siquiátrico,
fue descrito por los médicos como alguien “consciente y responsable de lo que
hacía, plenamente imputable, catalogable como asesino en serie confeso y
sicópata, dotado de una personalidad agresiva, con un perfil de auténtico
depredador que no tiene reparo en matar con tal de conseguir su objetivo”.
El día del juicio
Su juzgamiento se prolongó por más de un año, pero finalmente el 6 de
diciembre de 2011 lo condenaron a 30 años de prisión, solo por la violación y el
asesinato de las universitarias Nairobi Alexis Muñoz, de 21 años, y Marfa
Delgado Roso, de 20. Ever Albis Vera, expolicía cómplice de ‘El Jimmy’, recibió
la misma sentencia.
Durante la audiencia, ‘El Jimmy’ agarró una botella de plástico que tenía agua y
se la arrojó a la fiscal, a quien amenazó y dijo que se vengaría si conseguía
escapar de prisión.
Como medida de prevención la Policía brindó resguardo a la agente del
Ministerio Público y después de terminado el juicio, el condenado fue llevado a
la prisión de San Roque, en Sucre, donde le asignaron la celda aislada
conocida como “El pozo”.
Logró escapar
El viernes 30 de marzo de 2012, ‘El Jimmy’ escapó de prisión. Un delegado de
la Policía detalló que el prófugo tenía un horario de salida para hacer sus
necesidades biológicas, y aprovechó ese tiempo para distraer a su custodio y
trepar el alambrado para huir por la calle Serrano.
Unidades de Inteligencia efectuaron operativos de rastreo, pero al no tener
resultados sospecharon que ‘El Jimmy’ había salido del país, por lo que
solicitaron a la Interpol emitir la alerta naranja, obteniendo una respuesta
positiva.
Finalmente, el 3 de mayo de 2012, en la localidad de Yucumo (Bolivia), ‘El
Jimmy’ fue recapturado cuando estaba en un taller de carpintería. Según
agentes del orden, el operativo se desarrolló sin necesidad de violencia.
Posteriormente a ello, el asesino Cárdenas fue conducido al penal de
Chonchocoro, en La Paz, donde al momento cumple su condena.