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Asignatura:
Criminología
Catedrático:
Abogado Juan Rodríguez Cerritos
Sección:
0901
Entre los años de 1990 y 1999, se reportó la desaparición de por lo menos 140 menores en
diferentes lugares de Colombia.
Las autoridades no sospechaban que se trataba de un solo problema nacional y por ello cada
departamento atendía de forma independiente los casos sin presumir los nexos que tenía
con otras investigaciones.
Los homicidios de menores crecían y se registraban por toda la geografía Colombiana, la
escena de muerte se extendía a 70 localidades de 13 departamentos e incluso a regiones del
norte de Ecuador.
En Noviembre de 1998 en un lugar conocido como Nacederos en las afueras de Pereira, una
ciudad ubicada a 380 km al occidente de Bogotá, se hallaron los cuerpos de 14 niños, todos
con múltiples heridas de arma blanca.
Por lo que las autoridades empezaron una exhaustiva investigación para dar con el asesino
que estaba dejando tanto luto y desgracia en las familias, y procedieron a practicar análisis
genéticos a través de pruebas de ADN y la reconstrucción morfológica.
En la escena del crimen se encontraron restos de parafilia esto hizo pensar a los
investigadores que los crímenes habían podido ser cometidos por los miembros de una
secta satánica, pero luego descartaron la hipótesis porque llegaron a la conclusión que los
ritos satánicos se practican casi siempre en cementerios e iglesias.
En los laboratorios, los médicos forenses después de analizar las heridas que presentaban
los cuerpos, determinaron el accionar de un pervertido sexual y varios factores los llevaban
a pensar que estaban ante un asesino serial.
La búsqueda de las autoridades continuaba y estas descubrieron un patrón parecido entre
los niños y es que eran de características humildes, trabajadores, independientes y que se
ganaban la vida en la calle.
El asesino dejaba varias pertenencias en las escenas del crimen, las cuales sirvieron a los
investigadores para saber cuáles eran sus características corporales, como ser su estatura, su
edad, que usaba anteojos, aparentemente cojeaba de un pie, y tenía una quemadura en su
brazo izquierdo producto de un incendio que se dio en uno de los lugares donde abusó y
mató a un menor, así como también que le gustaba mucho ingerir alcohol.
Los investigadores reunieron todos los archivos de procesos judiciales en donde se
involucraban a pedófilos, y de más de 5000 expedientes se redujo a 25, y en uno de esos
estaba el nombre de Luis Alfredo Garavito, nativo de Génova, la población donde se habían
reportado los primeros 3 casos de menores asesinados.
El 22 de abril de 1999, luego de recibir una llamada de una mujer quien expresaba que un
niño semidesnudo estaba en su tienda, asegurándole que un hombre había intentado
violarlo.
Las autoridades policiales, junto al niño y su madre, recorrieron al lugar en busca del
hechor, y tras horas en la calle el menor logró identificar al hombre y la policía procedió a
capturarlo.
Luego de la retención policial, los investigadores se aprestaron a conocer quién era el
detenido, y quedaron sorprendido al constatar que habían capturado al asesino en serie de
niños más grande de la humanidad… Luis Alfredo Garavito, quien guarda prisión en una
cárcel colombiana con estrictas medidas de seguridad para evitar un asesinato en su contra.
PERFIL CRIMINAL DE LUIS ALFREDO GARAVITO
Modo Operandi
Gross define el modus operandi, como la manera en la que un crimen se ha cometido. Son
las acciones y conductas encaminadas a cometer el crimen.
En el perfil criminológico, el análisis del MO es relevante, ya que nos puede dar
información sobre el agresor en diversos aspectos:
Sobre una habilidad, profesión o determinado conocimiento.
Sobre una posible relación entre agresor-víctima.
Sobre la familiaridad del agresor con la escena del crimen.
Para facilitar su huida Garavito llevaba a los niños a lugares que solían ser montañas
aisladas de difícil acceso, en donde habían grandes plantaciones de azúcar que limitaban la
visibilidad, no era fácil que se pudiera llegar a pie, ya que quienes cuidan dichas
plantaciones solo podían acceder al lugar montados a caballo.
La escena del crimen
Con esta sabemos cuál es la conducta del delincuente y seremos capaces de extraer
características que lo diferencian de otros y saber su identificación para su captura.
Podemos describir las escenas del crimen en el caso Garavito de la siguiente manera:
Se han hecho muchos estudios en cerebros de personas que han cometido delitos así como
también se considera una causa los aspectos sociales, como la relación de sus padres,
relaciona en el desarrollo al momento de alcanzar la madurez y aspectos que tiene que ver
con conductas o afecciones en su psique como la megalomanía o delirio de grandeza que
encontramos en algunos asesinos seriales como Gravito.
Estos asesinos seriales casi siempre dejan objetos y se llevan objetos de la víctima consigo
para satisfacer su fetichismo o tótem la cual ha provocado que hayan sido detenidos.
Luis Alfredo Garavito en las escenas del crimen solía dejar algunas de sus pertenencias,
incluso botellas de alcohol, señal que cometía los delitos en estado de ebriedad.
Su firma era realizar heridas en los miembros superiores de los niños, los torturaba y hacia
sufrir antes de matarlos, esto se puede relacionar con el aspecto Ira/venganza.
También coleccionaba fotografías de los niños, documentos y artículos de periódico en
donde se redactaba sobre los asesinatos que él había cometido, con estos se podía recrear el
momento en el que abusó de los niños, esto forma parte del aspecto Autoafirmación.
Y en las escenas del crimen también se encontraron restos de parafilia, señal que el hechor
era un pervertido sexual, formando esto parte del aspecto Sadismo.
La víctima
Se entiende por víctima a la persona que haya sufrido daño, como consecuencia de acciones
u omisiones realizadas en su contra, tipificadas como delito y sancionadas por la legislación
penal.
Conocer a la víctima nos ayuda de manera indirecta conocer su agresor y que pueda existir
relación entre ellos.
Las víctimas de Garavito: las investigaciones y búsqueda por parte de las autoridades a
cargo de los crímenes llegaron a determinar un patrón parecido entre los niños y es que eran
de características:
humildes, niños trabajadores, independientes y que se ganaban la vida en la calle.
Por lo que los investigadores decidieron infiltrar a uno de sus mejores hombres en el bajo
mundo, la misión trataba de preparar el disfraz y los micrófonos. Vestidos como indigentes
los detectives recorrieron cada uno de los rincones del mundo de la indigencia y así poder
recabar alguna información que les pudiera servir para dar con el asesino.
Elegir como sus víctimas a niños de bajos recursos se volvió la mejor arma para Garavito,
porque sabía que ellos no se iban a negar a que él les “ayudara” comprándoles comida, así
como también le servía que era “simpático” y “amable” con todos.
Podríamos deducir que Garavito elegía a niños como sus víctimas, porque quería de alguna
manera “vengar” los abusos que sufrió en su niñez por parte de su padre, mismos que
estuvieron siempre en su mente y que fueron la causa de que repitiera esa conducta una y
otra vez.
APORTACIÓN DE LA CRIMILOGÍA CIENTÍFICA (C.C) EN NUESTRO
SISTEMA PENAL.
Criminología científica
Conjunto de teorías, resultados y métodos de estudio de la conducta criminal.
En nuestro Código Penal no hay artículos que hablen de crímenes seriales en sí, pero si
podemos encontrar la reincidencia en el artículo 28, que es una condición de los asesinos
seriales, es decir, que vuelven a cometer el delito varias veces, y ya es parte de sus vidas, es
un círculo del cual nunca salen, solo hasta que son capturados y empiezan a pagar por sus
actos.
Lastimosamente en nuestro país la mayoría de asesinatos, abusos, robos y violaciones
quedan en la total impunidad, debido al poco interés que toman las autoridades al caso, los
cuales van en aumento y han pasado a formar parte desgraciadamente de la sociedad y el
vivir del hondureño
Criminología aplicada
Constituye las aportaciones de la criminología científica y empírica que forman parte del
sistema penal.
Actos de precaución
Son acciones que realiza el agresor, antes, durante y después del crimen, para ocultar,
confundir y despistar a los investigadores respecto a cómo sucedieron los hechos, y
principalmente dirigidas a impedir su identificación.
Para poder aproximarse a su victimas (niños), Garavito solía ser social con todo las
personas en los lugares a donde llegaba, por lo que si alguien lo miraba junto a un niño
caminando o comprándole algo no sospecharían de él. Esta acción era la que más repetía y
le funcionaba, ya que solía ir a los lugares en donde se llevaban los niños trabajando o
pidiendo en la calle, primero hacia que lo conocieron y le tuvieran confianza, para luego
engañarlos dándoles comida y posterior a eso llevárselos a los lugares alejados de la
multitud para abusar de ellos y asesinarlos.
Garavito también en uno de sus crímenes incendio la escena para que los policías y los
involucrados en la investigación no dieran con él. Otro método de precaución que tomo
para despistar a los investigadores fue que simulaba estar cojo de un pie.
SOBRE LAS TEORÍAS
Maslow establece una serie de necesidades en el ser humano que pueden ser organizadas de
forma jerárquica respecto a su importancia y a su capacidad para motivar, de tal manera que
se deben cubrir necesidades inferiores antes de que la persona se disponga a cubrir otras
necesidades y, por otro lado, una vez que se tenga cierta necesidad cubierta, ésta dejará de
ser motivante y buscará una necesidad superior
Necesidades fisiológicas
Estas necesidades estarían asociadas con la supervivencia del organismo, como lo son la de
alimentarse, dormir y la satisfacción sexual, entre otras.
Esta necesidad la vemos reflejada en la conducta de Garavito, ya que violaba a los niños
para satisfacer su apetito sexual, esta aberración la repitió en cientos de ocasiones y se
podría deducir que la hacía con los niños producto de loa tratos que le daba su padre
cuando era un niño.
McClelland enfoca su teoría básicamente hacia tres tipos de motivación: logro, poder y
afiliación.
Poder: Necesidad de influir y controlar a otras personas y grupos, y obtener reconocimiento
por parte de ellas. A las personas motivadas por este motivo les gusta que se las considere
importantes y desean adquirir progresivamente prestigio y status. Intentan siempre cumplir
sus deseos.
Garavito tenía un trastorno de la personalidad que lo hacía creerse y sentirse superior a los
demás, en su captura se mostró un tipo muy serio, hablaba de manera fría y calculadora, no
tenía susto, y quiso evadir la captura mostrando su tranquilidad y no se vio asustado.
Fases psicológicas de Norris
El psicólogo Joel Norris (1990), tras las entrevistas realizadas a asesinos, identifica una
serie de fases por las que éstos pasarían en su ciclo de violencia.
Estas fases tienen relevancia en el caso porque con ellas vamos a poder comparar las
acciones, posibles pensamiento y sensaciones que Garavito experimentaba antes, durante y
después del crimen.
Fase de aura: En esta fase hay un alejamiento de la realidad por parte del asesino,
volviéndose antisocial y centrándose en sus fantasías. Esta fase puede durar desde días
hasta meses, sin que familiares o allegados puedan percibir este cambio de personalidad.
Garavito pierde contacto con la realidad y se imaginaba todas las aberraciones que les haría
a los niños de manera que el pudiera satisfacer sus necesidades y luego asesinarlos sin
piedad.
Siempre iba a lugares donde trabajaban los niños, los llevaba a comer o comprarles algo y
luego se iba con ellos a un lugar lejano donde nadie los viera ni escuchara.
Buscaba a niños porque sabía que eran fáciles de engañar, que no iban a sospechar de él, ni
se iban a imaginar las intenciones que en realidad tenia.
Fase de captura: Una vez que el asesino tiene a su víctima donde quiere se muestra tal y
como es, la ataca y la controla para que no pueda escapar.
Luego de llevarse a los niños engañados, Garavito procedía a inmovilizarlos, quitarles la
ropa y mostrar que lo que quería con ellos no era ayudarlos ni darles de comer, si no otra
intención que iba acabar con sus vidas.
Fase de asesinato: Norris describe esta fase como la recreación de los traumas infantiles del
asesino en la figura de la víctima, realizando un intercambio de papeles. A veces el asesino
mata rápidamente, otras veces se recrea en la muerte por medio de la tortura y puede
mantener viva a la víctima durante horas o días.
Garavito les producía heridas con arma blanca a los niños para hacerlos sufrir, luego los
viola y posteriormente los mataba.
Probablemente el recordaba al momento de cometer el crimen, las veces en que su padre lo
trataba con agresividad o las ocasiones en que fue abusado sexualmente n su niñez.
Fase tótem: Fase con un gran contenido emocional en la que el asesino trata de mantener la
euforia y el placer obtenido en la fase de asesinato. Para ello es posible que robe algún
objeto de la víctima o mutile alguna parte del cadáver para poder revivir el asesinato y sus
emociones.
Los asesinos seriales casi siempre dejan objetos en la escena o se llevan algún objeto de la
víctima para revivir el hecho delictivo, Garavito solía dejar la botella donde bebía alcohol,
también algunas de sus pertenencias como ropa o zapatos.
En la maleta que había dejado Gravito a su hermana se encontraron recortes de periódicos
tanto a nivel regional y nacional, boletas de rifas, tickets de autobús, fotografías, libros de
medicina alternativa y cristianos, algo sobre satanismo, así como cuchillos y cremas
lubricantes, que eran los mismo elementos encontrados en las escenas del crimen.
Todo eso el los guardaba para poder recordar cada asesinato que había cometido contra los
niños.
Claramente y como lo expresan los narradores del Caso Garavito, éste es un asesino serial
de niños. Coleccionaba fotografías de los niños, documentos, recortes de periódicos que
hablaban sobre los asesinatos que cometía y con eso buscaba saciarse cuando no mataba o
estaba en su periodo de “descanso”. Esto hacia que su deseo volviera una y otra vez, por lo
que después de un periodo de tiempo se iba en busca de su siguiente víctima.
ÓPTICA PERSONAL
Desde mi opinión podríamos evitar ver a diario este tipo de comportamiento por parte de
personas que no tienen valores, respeto y tolerancia por la vida, las opiniones, las ideas y la
libertad sexual de los demás, a través de la enseñanza de estos en su niñez, porque desde
pequeños se puede observar por nuestros comportamientos lo que seremos cuando estemos
adultos.
El crecer en un hogar con educación, amor, valores y con la presencia de Dios hace que
seamos en el futuro personas honradas, respetuosas y sin estar pensando en hacerle el mal o
los demás.
Muchas investigaciones sobre asesinos han apuntado que muchos de ellos en su infancia
sufrieron abusos sexuales por sus padres, por amigos de sus padres o algún otro familiar,
por lo que eso vino a repercutir en su vida adulta, queriendo “vengarse” por así decirlo de
quien o quienes cometieron los mismos actos que hoy ellos cometen contra vidas inocentes.
También se podría evitar la comisión de estos actos, aplicándoles a estos asesinos mano
dura, a través de penas que hagan que se retracten de realizar hechos de esa naturaleza,
como la cadena perpetua o la pena de muerte.
El caso de Luis Garavito, fue de mucha complicación para los fiscales, investigadores,
agentes policiales y todas las autoridades colombianas que se vieron involucradas para
lograr resolver, recabar y dar con el asesino serial de niños que tanto atemorizaba a padres
de familia que tenían niños y que podían llegar a ser víctimas de este depravado.
Garavito ya había sido capturado antes de que las autoridades supieran que él era a quien
buscaban, pero por falta de pruebas en su contra lo dejaron libre, si ellos hubiesen
investigado más a profundidad o revisado a detalle su archivo judicial, habrían caído en
cuenta que él había estado en todos los lugares donde se encontraron los cadáveres de los
niños que fueron víctimas y no pudieron defenderse del asesino serial más grande de la
humidad.
Fue casi una década en la que Garavito abusó y mató a cientos de menores, lo que nos dice
que se fue haciendo cada vez más cuidadoso en la comisión de sus crímenes porque la
policía no lograba dar con él, a pesar de las pruebas que se encontraban en las escenas del
crimen no lo podían identificar, pero con los mejores investigadores, morfologos y forenses
se logró recabar la suficiente información para saber cómo era, dónde se movía y qué
victimas elegía.
CONCLUSIONES
1. Luis Alfredo Garavito fue el asesino en serie de niños más grande de la humanidad,
al torturar, violar y asesinar a 140 niños. Sus víctimas eran menores muy humildes
de escasos recursos que trabajaban en la calle y aceptaban ayuda de cualquiera,
situación que Garavito aprovechó para engañarlos con regalos, llevándolos a
comprar comida y luego llevárselos a lugares lejanos donde los niños no pudieran
ser escuchados cuando estuviesen siendo abusados.
2. Con la firma del delincuente nos podemos dar cuenta de las motivaciones
emocionales y psicológicas del asesino, lo que le da placer y que no forma parte
esencial para cometer el delito, son acciones que emplea para satisfacer fantasías
que ha tenido e imaginado por mucho tiempo y que las logra realizar en el momento
del delito.
5. El asesino en serie tiene seis fases que conforman un ciclo de violencia, mismo que
claramente repiten en muchas ocasiones, debido a que nunca quedan conformes y
buscan satisfacer la necesidad de poder y control sobre sus víctimas.
6. Los asesinos seriales no tienen una apariencia siniestra, por lo que buscan ser
aceptados y pertenecer a grupos sociales para que no sospechen de ellos ni los
involucren en la comisión de los delitos.