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1.

Concepto de concubinato

En nuestro país, el Código Civil no ofrece un concepto de concubinato en su


articulado, como sí lo hacen otros países. En el siguiente cuadro se presentan dos
definiciones expuestas por varios autores:

Sojo Bianco (2007, pág. 239) Para este autor, el concubinato es: “la relación
mediante la cual dos personas de sexo diferente y sin impedimento alguno para
contraer matrimonio, hacen vida en común en forma permanente, sin estar
casados, con las apariencias de una unión legítima y con los mismos fines
primarios y secundarios atribuidos al matrimonio”. Calvo Baca (2005) De acuerdo

Calvo Baca (pág. 442): “el concubinato es la unión de hecho entre dos personas
de diferente sexo y sin impedimento alguno para contraer matrimonio, que hacen
vida en común en forma permanente sin estar casados, con las apariencias de
una unión legítima y con los mismos fines primarios y secundarios al matrimonio”

2. Características del concubinato

Para que una unión extramatrimonial pueda calificarse como concubinato, debe
reunir ciertos caracteres, los cuales le hacen parecerse al matrimonio; por
consiguiente, no toda unión de hecho entre dos personas del sexo opuesto,
aunque hayan tenido descendencia, puede ser considerado como un concubinato,
porque debe tener todas las apariencias de un matrimonio legítimo y, en
consecuencia, poseer los caracteres mencionados en el esquema anterior y que
se muestran a continuación:

 Ser público y notorio.


 Debe ser regular y permanente.
 Debe ser singular (entre un solo hombre y una sola mujer).
 Debe tener lugar entre personas del sexo opuesto.
A continuación se explican estas características:
Ser público y notorio: esta característica permite determinar una posesión
de estado de concubinos, por lo cual, tanto el hombre como la mujer, son
tenidos como tales por sus familiares y relacionados.

Debe ser regular y permanente: pues como ya señalamos anteriormente,


una unión transitoria u ocasional no se considera como una unión
concubinaria.
Debe ser singular (entre un solo hombre y una sola mujer): esta es una
característica que viene desde el Derecho Romano y se ha conservado
hasta el Derecho actual.

Debe tener lugar entre personas del sexo opuesto: porque en caso
contrario no guardaría la relación de semejanza con el matrimonio y no se
cumplirían los postulados relativos a sus fines (art. 44, C.C.).

3. Presunción de la comunidad concubinaria

El artículo 767 del Código Civil consagra una presunción legal de comunidad de
bienes entre personas que viven en uniones no matrimoniales, siempre que
puedan calificarse como estables. El artículo 767 del C.C. determina que:

“Se presume la comunidad, salvo prueba en contrario, en aquellos casos de


unión no matrimonial, cuando la mujer o el hombre en su caso, demuestre
que ha vivido permanentemente en tal estado aunque los bienes cuya
comunidad se quiere establecer aparezcan a nombre de uno solo de ellos.
Tal presunción sólo surte efectos legales entre ellos dos y entre sus
respectivos herederos, y también entre uno de ellos y los herederos del
otro. Lo dispuesto en este artículo no se aplica si uno de ellos está casado”.

4. Requisitos o supuestos de la existencia de la comunidad concubinaria

Del contenido del referido artículo 767 del C.C., se advierte que la presunción
de la comunidad concubinaria no existe en todos los casos de uniones
extramatrimoniales, porque para que pueda admitírsele como tal, deben
concurrir determinados supuestos, cuya prueba debe aportar la persona que
pretenda ser favorecida con dicha presunción. Estos supuestos son:
convivencia no matrimonial permanente, formación de un patrimonio y
contemporaneidad de la vida en común y la formación del patrimonio.

A continuación se explican los requisitos de la existencia de la comunidad


concubinaria.

• Convivencia no matrimonial permanente: para que se cumpla este supuesto,


debe existir la unión de un hombre y una mujer con todos los indicios de un
matrimonio, en forma pública y notoria, y además con la consiguiente posesión de
estado de hijos de los descendientes, aún cuando ellos no hayan sido reconocidos
legalmente. Por consiguiente, el requisito esencial para que pueda admitirse la
existencia de la unión concubinaria, es que exista propiamente convivencia,
aunque no existe un determinado lapso de duración de esta unión para que pueda
establecerse su permanencia; lógicamente no podría calificarse así a una unión
clandestina o si se trata de relaciones casuales, como sería el caso de un hombre
que tiene una amante con quien mantiene relaciones con mayor o menor
frecuencia, pero sin que exista propiamente convivencia.

Tampoco puede admitirse la unión concubinaria cuando alguno o ambos


concubinos están unidos en matrimonio con una tercera persona, tal y como lo
establece el artículo 767 del C.C., en su última parte.

• Formación de un patrimonio: para que pueda existir este segundo


supuesto, y por lo tanto, pueda hablarse de comunidad concubinaria,
debe existir un patrimonio que se ha formado o aumentado mientras
exista la convivencia del hombre y la mujer, aunque los bienes
aparezcan a nombre de uno solo de ellos. En este caso, el legislador
establece, tanto para el hombre como para la mujer, la presunción de
haber contribuido en la formación o aumento de ese patrimonio, en
aras de mantener la igualdad de derechos para ambos sexos, que es
el espíritu y razón esencial de la reforma de 1982. Es importante
señalar al respecto que, por tratarse de una presunción iuris tantum,
es desvirtuable. En este sentido, si uno de los concubinos logra
probar que los bienes formados durante la unión concubinaria o el
incremento de los existentes para el momento de iniciarse la vida en
común le pertenece a él, dichos bienes no entrarían a formar parte
de la comunidad concubinaria.

Contemporaneidad de la vida en común y la formación del patrimonio:

este supuesto exige que el patrimonio se haya formado o aumentado durante la


vida en común, como lo señalamos anteriormente. Ahora bien, si el hombre o la
mujer adquirió o incrementó su patrimonio antes o después del tiempo en que
permaneció haciendo vida concubinaria, podrá alegar la propiedad exclusiva de
ese patrimonio o de su incremento, pero la carga de la prueba le corresponde al
concubino que alegue esta circunstancia.
5. Régimen legal venezolano

La protección jurídica otorgada al concubinato por parte del legislador venezolano


cubre aspectos tanto de carácter personal como patrimonial. En relación a los de
carácter personal, señalaremos los siguientes. La primera parte del artículo 70 del
C.C. contempla:

“Podrá prescindirse de los documentos indicados en el artículo anterior y de la


previa fijación de carteles, cuando los contrayentes deseen legalizar la unión
concubinaria existente en que hayan estado viviendo. Esta circunstancia se
certificará expresamente en la partida matrimonial…”.

En este sentido, tomando en consideración que las situaciones de hecho a las que
se refiere la norma son cada vez más numerosas, y que la función del Derecho
debe ser llamar al ciudadano a ladebida guarda de las instituciones jurídicas
básicas de la sociedad, tal como lo es el matrimonio, pilar fundamental del
resguardo de la familia, razón por la cual el Código exonera del cumplimiento de
los requisitos de forma para la celebración del matrimonio a que hace referencia el
artículo 69 del mismo Código; de modo que las parejas que estén motivadas para
legalizar su unión concubinaria no encuentren ningún impedimento para hacerlo, y
gocen de la debida protección jurídica que su condición requiera. Otro de los
aspectos personales contemplados en el C.C. es el referido en su artículo 211,

el cual establece: Articulo 211 del C.C. “Se presume, salvo prueba en contrario,
que el hombre que vivía con la mujer en concubinato notorio para la fecha en que
tuvo lugar el nacimiento del hijo, ha cohabitado con ella en el período de la
concepción”.

En este sentido, dispone la L.O.R.C. en los referidos artículos, que la libre


manifestación de voluntad, declarada de manera conjunta por un hombre y una
mujer, de mantener una unión estable de hecho, se registrará en el libro
correspondiente a “Las Uniones Estables de Hecho”, adquiriendo a partir de este
momento plenos efectos jurídicos, los cuales deberán ser aclarados
posteriormente.

6. Efectos

Efectos personales :
En cuanto a los efectos que produce el concubinato, es obligado volver a citar la
segunda parte del artículo 77 de la C.R.B.V.: Articulo 77 de La C.R.B.V. “Las
uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que cumplan los
requisitos establecidos en la Ley, producirán los mismos efectos que el
matrimonio”. Lógicamente, debemos pensar que las uniones estables de hecho a
que se refiere la norma constitucional, son las que anteriormente hemos señalado
como uniones concubinarias, es decir, las mismas que menciona el artículo 767
del C.C. Sin embargo, con respecto a lo señalado anteriormente, se hace
necesario que se aclare cuáles son esos requisitos legales que deben cumplir las
personas que conforman este tipo de unión para que se puedan producir los
mismos efectos que el matrimonio, y si esa promulgación llega a producirse, el
estado familiar tendrá en Venezuela dos fuentes: el matrimonio y el concubinato,
lo cual traería como consecuencia que este último dejaría de ser una relación de
hecho para transformarse en una situación de derecho.+

Ahora bien, refiriéndonos a la situación actual, podemos considerar que cuando el


constituyente insertó la referida norma, lo hizo con la intención de establecer entre
los concubinos los mismos Pág. 216 Unidad I. Familia y sus instituciones - Pág.
216 derechos y recíprocas obligaciones de contenido personal que en el Código
Civil se señala a los cónyuges, es decir, vivir juntos (cohabitación), guardarse
fidelidad y socorrerse mutuamente, con lo cual se podría tratar de aminorar los
casos de irresponsabilidad ocasionados por la facilidad que la situación de hecho
les permite, en algunos casos, abandonar a la mujer sin recursos económicos y
cargada de hijos

Efectos Patrimoniales

En relación a los efectos patrimoniales, debemos recordar que la comunidad


concubinaria deriva del funcionamiento de una presunción legal juris tantum, la
cual surte efectos únicamente entre los concubinos, pero no con respecto a
terceras personas, y que determina una comunidad universal de ganancias
obtenida por cada uno de ellos durante el concubinato; esta comunidad de bienes
funciona cuando están llenos los extremos señalados en esa misma norma:

• Unión y convivencia permanente no matrimonial.


• Unión entre un hombre y una mujer.
• Que no estén casados con terceras personas. Esta situación jurídica
les permite a los concubinos gozar del derecho de compartir la masa
común de bienes que ha ido generándose dentro de su unión, tal y
como ocurre en el caso de la comunidad limitada de gananciales en
el matrimonio, lo cual podrían hacerlo de manera voluntaria o, de no
haber acuerdo entre los miembros de la pareja al respecto,
ejerciendo las acciones legales correspondientes.

7. DIVORCIO

La palabra divorcio viene de divortium, voz latina que significaba “disolución del
matrimonio”.

El divorcio se producía como consecuencia de la cesación de la affectio


maritalis, es decir, por voluntad de ambos cónyuges o de uno de ellos de poner
término al matrimonio. Esa causa de ruptura podía producirse por el divortium
o por el repudium, palabras de dudoso significado en el concepto de muchos
autores, pues mientras que para algunos, el repudio era la expresión del deseo
de poner fin al matrimonio y el divorcio, el efecto producido por dicha
expresión; para otros el repudio aludía a la disolución por voluntad unilateral de
uno de los cónyuges, aludiendo el divorcio a la disolución por mutuo disenso.

Para nuestro ordenamiento jurídico, el divorcio es la disolución legal del


matrimonio en vida de ambos cónyuges, como consecuencia de un
pronunciamiento judicial dirigido precisamente a tal fin.

8. Definición de divorcio

En opinión de Grisanti (2002, p.283), “el divorcio es la causa legal de disolución


del matrimonio.

Es la ruptura o extinción de un matrimonio válido en vida de ambos cónyuges,


en virtud de un pronunciamiento judicial”. Es importante señalar al respecto
que, de acuerdo a las disposiciones de la ley de Derecho Internacional Privado,
en su artículo 23: Artículo 23 de la L.D.I.P. “El divorcio y la separación de
cuerpos se rigen por el derecho del domicilio del cónyuge que intenta la
demanda. El cambio de domicilio del cónyuge demandante sólo produce efecto
después de un año de haber ingresado en el territorio de un Estado, con el
propósito de fijar en él su residencia habitual”. Para Calvo Baca (2005, p.155),
“se entiende por divorcio la disolución del vínculo judicialmente declarada,
sobre la base de la demanda interpuesta por uno de los cónyuges, con
causales taxativamente previstas por la ley”. Una vez disuelto el matrimonio,
los cónyuges quedan libres para contraer nuevo matrimonio

9. Evolución histórica del divorcio Desde épocas muy arcaicas, muchos


pueblos han conocido y practicado el divorcio. Se lo aceptaba en el Antiguo
Egipto, en China y en la India, así como entre los israelitas, griegos,
romanos y germanos; también era utilizado por los aborígenes pobladores
de América.

10. Fundamentos a favor y en contra del divorcio

“el divorcio, como sostienen algunos, es un mal necesario que debe ser
considerado no como sanción a una culpa, sino como un remedio a la extinción
de un matrimonio a causa de la disgregación definitiva e irremediable de la
comunión espiritual y material de los cónyuges”. Pero existen dos corrientes
legislativas fundamentales, respecto de la manera a cómo debe entenderse la
institución del divorcio: para una de ellas, consiste en reconocer que se trata de
un castigo; en cambio para la otra, el divorcio es más bien un remedio. La
primera de esas corrientes se refiere, por lo tanto, a la idea de “divorcio
sanción”, y la segunda, al concepto de “divorcio remedio”.

Como una sanción

Los que defienden esta corriente consideran al divorcio como una sanción,
porque lo conciben como un castigo para el cónyuge que ha transgredido, en
forma grave, intencional e injustificada, sus deberes conyugales. Por
consiguiente, la disolución del matrimonio en vida de los esposos sólo tiene
sentido como un castigo. Tan es así, que el cónyuge inocente es el único que
puede demandar el divorcio. Dentro de este orden de ideas, las causales de
divorcio son muy típicas y características que resultan de la consideración del
divorcio como una sanción. En nuestro país, las seis (6) primeras causales de
divorcio previstas en el artículo 185 del C.C. se basan en la idea del divorcio
como una sanción.

Como un remedio

Consideran los que apoyan esta corriente que, de acuerdo con la misma, la
disolución del matrimonio en vida de los cónyuges se explica en función de
liberar a los esposos de un vínculo que se ha hecho intolerable,
independientemente de que esa situación pueda o no imputarse a alguna de
las partes. Se trata de un divorcio en el que no hay que entrar a indagar el por
qué del fracaso conyugal. En este caso, no existe cónyuge culpable y cónyuge
inocente, sino dos cónyuges entre los cuales se ha hecho, por circunstancias
en muchos casos independientes de su voluntad, intolerable el matrimonio. En
Venezuela, la causal establecida en el ordinal 7º del artículo 185 del C.C.
(interdicción por causa de perturbaciones psiquiátricas graves), la prevista en
el primer aparte de mismo artículo (transcurso de más de un año después de
declarada la separación de cuerpos) y la contenida en el artículo 185-A del
C.C. (ruptura prolongada de la vida en común), se inspiran en la consideración
del divorcio como un remedio o como una solución.

11. . Causales del divorcio


12. De acuerdo a una sentencia emanada de la Corte Suprema de Justicia
(C.S.J.) del 23 de julio de 1963, las cláusulas de divorcio constituyen
hechos que el actor debe comprobar plenamente, con la soberanía de que
están investidos los jueces del mérito y así deducir de éstos la existencia o
no de las mismas, y consiguientemente, la procedencia o no del divorcio
emanado. Todas las causales de divorcio establecidas en el artículo 185 del
C.C. implican violación grave de los deberes conyugales, exceptuando la
última. Cuando uno de los cónyuges pretende demandar a otro, debería
examinar si los hechos encajan dentro de las previsiones del artículo 185
del C.C., ya que el mismo contempla “son causales únicas de divorcio”, lo
cual significa que se demanda por esas y no por otras, al arbitrio de los
interesados. También es importante señalar al respecto que, así como no
puede intentarse una demanda sino en base a una de las causales
establecidas en el C.C., del mismo modo, el juez debe tratar de llamar a
reflexión a los cónyuges a los fines de ver si el vínculo espiritual,
fundamento del matrimonio, puede reconstituirse. Si ello es imposible, es
cuando se declara extinto dicho lazo, en razón de que prácticamente ya no
existía, pues de hecho había sido ya roto por los esposos. Las causales de
divorcio admitidas en la legislación venezolana vigente están taxativamente
consagradas en los artículos 185 y 185-A del C.C. Según este artículo, son
causales únicas de divorcio:
• El adulterio.
• El abandono voluntario.
• Los excesos, sevicia e injurias graves que hagan imposible la vida en
común.
• El conato de uno de los cónyuges por corromper o prostituir al otro
cónyuge o a sus hijos, así como la connivencia en su corrupción o
prostitución.
• La condenación a presidio.
• La adicción alcohólica u otras formas graves de fármaco-
dependencia que hagan imposible la vida en común.
• La interdicción por causa de perturbaciones psiquiátricas graves que
imposibiliten la vida en común. En este caso, el juez no decretará el
divorcio sin antes procurar la manutención y el tratamiento médico
del enfermo.

El adulterio,

de conformidad con el Diccionario de la Real Academia, es “el ayuntamiento


carnal ilegítimo de hombre con mujer, siendo uno de los dos o ambos
casados”, de modo que para que exista adulterio es necesario un contacto
carnal entre hombre y mujer y que el acto sea realizado consciente y
libremente. Ejemplo II.1. Adulterio No se podría tipificar el delito de adulterio
con una violación. Para que haya adulterio, deben coexistir dos elementos: el
material, de la cópula carnal llevada a cabo por una persona casada con quien
no es su cónyuge; y el intencional, de realizar el acto de manera consciente y
voluntaria. La prueba del adulterio requiere la demostración de que el marido o
la mujer, según el caso, ha tenido relaciones sexuales con persona diferente a
su cónyuge. No es necesario probar el elemento intencional, pues el acto
humano debe considerarse voluntario hasta que se demuestre lo contrario. La
demostración del adulterio es difícil, su prueba directa, casi imposible. Pero,
puede resultar de la cosa juzgada penal o civil, o también del reconocimiento,
por una persona casada o de su hijo adulterino, lo que es posible de acuerdo al
Código Civil vigente y debe admitirse, al menos como indicio, en la prueba de
adulterio. Disolución del Matrimonio –

Abandono voluntario (ord. 2º, art. 185, C.C.) El abandono voluntario como
causal de divorcio consiste en el incumplimiento grave, voluntario e
injustificado, de los deberes conyugales, como lo son: asistencia, socorro y
convivencia. Las condiciones que tipifican la causal son: • El abandono debe
ser grave: debe resultar de una actitud definitivamente adoptada por el marido
o por la mujer, pero no lo es si se trata de una manifestación pasajera de
disgustos o pleitos casuales entre los esposos

. • Debe ser voluntario: en este caso debe resultar de un acto intencional de


cónyuge, deben haber sido realizados dichos actos con el propósito preciso y
determinado de infringir los deberes derivados del matrimonio, porque aunque
el abandono sea grave, no constituye causal de divorcio si no es “voluntario”,
es decir, intencional. Si el demandado logra comprobar que su abandono no
fue voluntario, la acción deberá ser declarada sin lugar.

• Debe ser injustificado: el artículo 138 del C.C. estatuye que el Juez de
Primera Instancia en lo Civil podrá, por justa causa plenamente comprobada,
autorizar a cualquiera de los cónyuges a separarse temporalmente de la
residencia común. En este caso, el abandono no sería injustificado; en efecto,
si el esposo culpado de abandono tiene justificación suficiente para haber
procedido en la forma como lo hizo, no infringió en realidad las obligaciones
que le impone el matrimonio. Cuando se demanda el divorcio alegando
abandono voluntario, la parte actora tiene que señalar en el libelo cuáles son
los hechos constitutivos de la falta grave que imputa al otro cónyuge y las
circunstancias de la misma. En el lapso de pruebas deberá efectuarse la
comprobación respectiva, queda a la libre apreciación del juez de instancia la
determinación de si, en realidad, los hechos alegados y probados constituyen o
no la referida causal de divorcio.

. Excesos, sevicia e injurias graves (ord. 3º, art. 185, C.C.)

Se trata de aquellos excesos que hagan imposible la vida en común. Como el


matrimonio se fundamenta sobre vínculos de amor, el cual configura su
esencia, es lógico que estos hechos destruyan la fe y confianza mutua de los
esposos. . Excesos, sevicia e injurias graves. Acto Explicación Excesos Son
los actos de violencia ejercidos por uno de los cónyuges en contra del otro,
poniendo en peligro la salud, la integridad física y la vida misma. Sevicia
Consiste en el maltrato y la crueldad que, si bien no ponen en peligro la salud y
vida del otro cónyuge, hacen imposible la vida en común. Injuria Es el agravio y
ultraje, de obra o de palabra, que lesiona la dignidad, el honor, la reputación de
la persona contra quien se dirige. Los excesos, la sevicia y las injurias han de
ser voluntarios, es necesario que el cónyuge infractor haya actuado con
intención de agraviar o de desprestigiar a su cónyuge en plenitud de sus
facultades intelectuales. Además deben ser injustificados, por lo cual si se
demuestra que tales actuaciones provinieron de legítima defensa o de
cualquier otra causa que los justifique, no hay lugar a esta causal de divorcio.
Sin embargo, es una causal facultativa, lo cual ocasiona que corresponde al
Juez de Instancia apreciar tales hechos, con la finalidad de decidir si los
hechos alegados y probados son de tal naturaleza, que hagan imposible la vida
en común y, en consecuencia, declarar con lugar la acción intentada por la
parte actora.
El conato de uno de los cónyuges para corromper o prostituir al otro cónyuge o
a sus hijos, así como la connivencia en su corrupción o prostitución (ord. 4º,
art. 185, C.C.) Antes de entrar a analizar la causal, es necesario conocer el
significado de los conceptos que se encierran dentro de ella. Cuadro II.3.
Definiciones. Término Definición Corromper Significa no solamente incitar al
desvío en la conducta sexual, sino también alteración de una conducta honesta
y correcta. En realidad se considera que el término es más amplio que el de
“prostituir”. Prostituir Constituye la entrega corporal o cualquier tipo de
relaciones sexuales, exigiendo un pago en dinero o en especie. Sin embargo,
aún cuando no se dé el pago en dinero o en especie, se puede configurar la
causal si, por simple diversión o para satisfacer vicios sexuales, se trata de que
la esposa o los hijos tengan relaciones con personas, aún cuando no se
perciba ningún pago por ello. Connivencia Equivale a permitir o facilitar los
actos de terceros encaminados a la corrupción o prostitución del otro cónyuge
o de los hijos o de la omisión de aquél, cuando advirtiendo la actuación de un
tercero con tal fin, no trata de evitarla. Para que se incurra en esta causal, es
necesario que el acto que se le atribuya a uno de los cónyuges sea grave e
intencional. También es una causal facultativa, correspondiente al juez
competente Pág. 17 Unidad II. Disolución del Matrimonio - Pág. 17 apreciar los
hechos alegados y comprobados, con la finalidad de determinar si se declara
con lugar la acción intentada.

La condenación a presidio (ord. 5º, art. 185, C.C.) Estima el legislador


venezolano que la condenación a presidio de uno de los cónyuges implica la
comisión de un hecho punible que tipifica una ofensa para el otro cónyuge, y
además, constituye una violación grave del deber de asistencia conyugal. Para
que pueda invocarse como causal de divorcio la condenación a presidio, es
necesario que esta reúna varios requisitos: Cuadro II.4. Requisitos para la
condenación a presidio. Requisito Explicación Sentencia definitivamente firme
Hasta que el juicio criminal no haya concluido totalmente con decisión firme
que imponga a uno de los cónyuges la pena de presidio, no existe la causal de
divorcio. Sentencia posterior a la celebración del matrimonio La condenación a
presidio anterior al matrimonio no puede constituir causal de divorcio, porque
mientras el vínculo conyugal no ha nacido, no existe el incumplimiento de los
deberes que resultan del mismo. La sentencia penal debe ser dictada y queda
firme dentro del matrimonio. Sentencia dictada por tribunales venezolanos La
sentencia penal dictada por tribunales extranjeros no produce efectos en
Venezuela. Cuando la demanda de divorcio se fundamenta en esta causal, la
correspondiente sentencia penal definitivamente firme constituye documento
fundamental de la acción, por consiguiente, debe acompañar al libelo de
demanda copia certificada de la sentencia penal con la constancia de su
ejecutoria.

La adicción alcohólica u otras formas graves de fármaco-dependencia (ord. 6º,


art. 185, C.C.)

Esta causal, en el Código Civil de 1942, se denominaba “embriaguez


consuetudinaria”. La reforma de 1982 cambió dicha expresión por la de
“adicción alcohólica” y agregó a la causal la frase “y otras formas graves de
fármaco-dependencia”. Sin embargo, se trata de una causal facultativa, puesto
que corresponde al Juez de Instancia apreciar si los hechos alegados y
probados constituyen o no, a su juicio, adicción alcohólica o drogadicción, que
haga imposible la vida en común de los esposos. La adicción alcohólica y la
fármaco-dependencia, para serlo, requieren habitualidad o incapacidad del
adicto (que por eso precisamente lo es) de resistirse al consumo de tales
sustancias, como son el alcohol u otras drogas.

La interdicción por causa de perturbaciones psiquiátricas graves que


imposibiliten la vida en común (ord. 7º, art. 185, C.C.)

Esta causal constituye una innovación, porque fue introducida por la Ley de
Reforma Parcial del Código Civil, que entró en vigencia el 26 de julio de 1982.
Es una causal que ha sido muy discutida, porque sobre el asunto existen
opiniones contrarias; mientras que para unos autores, la posibilidad de
demandar por divorcio al cónyuge entredicho por causa de enfermedad mental
grave es contraria al deber que existe entre los esposos de socorrerse
mutuamente y de compartir la vida entera, para otros autores la inclusión de
esta causal viene a llevar una necesidad, ante la situación de los lamentables
casos de personas Disolución del Matrimonio –

facultades mentales, sin tener la certeza de que pueda ser un proceso


reversible y cuyos cónyuges se veían obligados a permanecer unidos a ellos
en matrimonio, sin posibilidad alguna de rehacer su vida, y sin asidero legal
para romper el vínculo. Ahora, indudablemente, es esencial encontrar una
solución a estas situaciones de hecho, siempre respetando los principios
morales y asegurando el cumplimiento de las obligaciones que derivan de la
solidaridad que debe existir entre los miembros que conforman la pareja
matrimonial, la cual debe ser norte y guía de las relaciones familiares. A tal
efecto, es muy importante la disposición incluida como causal séptima en el
artículo 185 del C.C., porque de manera taxativa prohíbe al juez decretar el
divorcio sin antes procurar la manutención y el tratamiento médico del enfermo.
13. Efectos personales y patrimoniales del divorcio
El divorcio produce siempre efectos ex nunc (hacia el futuro):
• Cada uno de los cónyuges continúa siendo pariente afín de los
parientes consanguíneos del otro cónyuge.
• Se disuelve el vínculo conyugal (art. 184, C.C.).
• Se extinguen los derechos-deberes conyugales.

Patrimoniales Los efectos patrimoniales son:

La sentencia de divorcio determina la pérdida de la vocaciónhereditaria ab-


intestato para el cónyuge culpable.

Se extingue el régimen de bienes.Se extingue el derecho-deber alimentario.

En relación a los hijos Los efectos del divorcio en relación a los hijos son los
siguientes: Si el divorcio se ha fundamentado en una de las causales previstas en
los ordinales 4º, 5º, 6º, del artículo 185 del C.C., el cónyuge culpable perderá la
potestad sobre sus hijos menores. Su ejercicio le corresponderá al cónyuge
inocente. En los demás casos, el divorcio no produce la privación de la patria
potestad

La responsabilidad de crianza seguirá siendo ejercida conjuntamente por el padre


y la madre (art. 359, LOPNA). El padre y la madre decidirán de común acuerdo
quién ejercerá la custodia de sus hijos, oyendo previamente su opinión (art. 360,
LOPNA). Si no existe acuerdo entre ellos respecto a cuál de los dos ejercerá la
custodia, el juez determinará a cuál de ellos corresponde. Con relación a este
punto, debemos recordar que para los casos de hijos de 7 años o menos, deben
permanecer preferiblemente con la madre, salvo que su interés superior aconseje
que sea con el padre. El juez también debe determinar el régimen de convivencia
familiar para el progenitor a quien no se haya atribuido la custodia, además del
monto de la obligación de manutención que dicho progenitor deberá suministrar a
los menores.
14. Concepto de separación de cuerpos

La separación legal de cuerpos es la situación jurídica en que se encuentran los


cónyuges, cuando, subsistiendo el matrimonio, ha quedado suspendido entre ellos
el deber conyugal de cohabitación, por sentencia firme o decreto judicial de
separación de cuerpos.

15. . Naturaleza jurídica

Con relación a la fundamentación jurídica de la separación legal de cuerpos,


existen las mismas tendencias que fueron analizadas al referirnos a este mismo
punto al divorcio (Cuadro II.1), y las cuales son: corriente de la separación de
cuerpos como sanción y corriente de la separación de cuerpos como remedio.
Estas corrientes se explican en el cuadro siguiente:

. Naturaleza jurídica de la separación de cuerpos.

Corriente de la separación de cuerpos como sanción

Es el modo de pensar tradicional. Concibe la separación legal de cuerpos como


una sanción para el cónyuge que ha violado en forma grave, consciente e
injustificada, sus deberes matrimoniales. Si uno de los cónyuges demanda la
separación legal de cuerpos, lo hace con la intención de que el juez aplique al
cónyuge infractor el castigo que se merece. Cuando el juez declara la separación
legal de cuerpos, aplica al cónyuge culpable la sanción a que se ha hecho
acreedor por su conducta de infracción de sus obligaciones conyugales.

Corriente de la separación legal de cuerpos como remedio

Para esta corriente, la separación legal de cuerpos es considerada como un


remedio, como una solución que el Derecho brinda a los cónyuges, cuya
convivencia se ha hecho inadmisible, y en virtud de la cual pueden ponerle fin a
esta situación. La causal característica de la solución que ofrece esta corriente, es
el mutuo consentimiento de los cónyuges. Cuando ellos resuelven entre sí solicitar
la separación legal de cuerpos, solicitan al juez que declare una solución para el
problema de la vida en común, que se ha tornado insoportable.

16. Clases de separación de cuerpos

En nuestro país, a partir de la promulgación del Código Civil de 1916, se


consagra el mutuo consentimiento como causa de separación legal de
cuerpos. Existen dos clases de separación de cuerpos: la separación de
cuerpos contenciosa y la separación de cuerpos por mutuo consentimiento.

17. . Clases de separación de cuerpos.

Contenciosa

De acuerdo a lo establecido por el legislador en el artículo 189 del C.C., “son


causas únicas de separación de cuerpos las seis primeras que establece el
artículo 185 para el divorcio y el mutuo consentimiento…”. Esta separación de
cuerpos contenciosa es la que presupone una demanda basada en alguna de
las seis (6) primeras causales previstas en el artículo 185; dicha separación
implica un juicio y culmina con una sentencia de separación de cuerpos.

Por mutuo consentimiento

En este tipo de separación de cuerpos no hay controversia, no hay litigio sino


que ambos cónyuges, de mutuo acuerdo, solicitan al juez competente la
declaración de la separación de cuerpos. Este procedimiento culmina con el
decreto de separación de cuerpos dictado por el juez, en atención a la solicitud
hecha, de mutuo acuerdo, por los cónyuges.

18. Causales por las cuales puede demandarse la separación de cuerpos

Según el artículo 189 del C.C., al cual hemos hecho referencia anteriormente,
solamente serían causas de separación legal de cuerpos contenciosa las seis
(6) primeras que establece el artículo 185 del C.C. para el divorcio. Por
consiguiente, solamente serían causas de separación de cuerpo contenciosa:
el adulterio, el abandono voluntario, los excesos, sevicia e injurias graves que
hagan imposible la vida en común, el conato de uno de los cónyuges por
corromper o prostituir al otro cónyuge o a sus hijos, así como la connivencia en
su corrupción o prostitución, la condenación a presidio y la adicción alcohólica
u otras formas graves de fármaco-dependencia que hagan imposible la vida en
común. Con respecto a la séptima causa, “la interdicción por causa de
perturbaciones psiquiátricas graves que imposibiliten la vida en común”, no es
causal de separación de cuerpos, pero sí de divorcio. A tal efecto, la doctora
Grisanti (2002, p. 311) considera que es una incongruencia del legislador de
1982, “porque resulta absurdo que la predicha causal lo sea de lo más –el
divorcio- y no de lo menos –la separación de cuerpos-”.}}

19. Procedimientos de la separación de cuerpos Los procedimientos de


separación de cuerpos se muestran en el gráfico siguiente:
Estos procedimientos se explican a continuación:}

▪ Procedimiento de la separación de cuerpos contenciosa El procedimiento


contencioso de separación de cuerpos consiste en un juicio propiamente dicho,
y tiene lugar cuando, con fundamento en cualquiera de las seis (6) primeras
causales señaladas en el art. 185 del C.C., uno de los cónyuges intenta por
una demanda ante el Tribunal competente. Las normas procesales son las
mismas en el caso de separación de cuerpos que en el divorcio y están
contenidas en los artículos 754 al 761 del C.P.C., en caso de que ambos
cónyuges sean mayores de edad, que no tengan hijos o de que todos éstos ya
hubieran cumplido dieciocho años; y en los arts.456 al 488 de la LOPNA
(únicamente en el supuesto de que alguno de los esposos o de cualquiera de
los hijos comunes de ellos sea menor de edad). Además, se aplican
complementariamente las normas contenidas en los artículos 191
(exceptuando el ord. 2º, derogado), 193 y 195 del C.C.

La separación de cuerpos contencioso se tramita, igual que el divorcio, como


un juicio ordinario con algunas especialidades procesales. El juez competente
lo es el de Primera Instancia en lo Civil, que tenga competencia territorial, que
es el de la jurisdicción donde se halle el domicilio conyugal (art. 754, C.P.C.),
excepto en casos en que haya hijos menores de 18 años, en cuya instancia el
juez será el de Protección del Niño y del Adolescente.

La especialidad procesal consiste en el emplazamiento que se hace a ambas


partes (demandante y demandado) para un primer acto conciliatorio, que
tendrá lugar cuarenta y cinco (45) días después de la citación del demandado o
de la demandada, a la hora que fije el juez. Si no se lograre la reconciliación en
este primer acto, el Tribunal tiene que emplazarlos para un segundo acto. Si
tampoco se lograre la reconciliación en el segundo acto, el demandante deberá
manifestar si insiste en su demanda, sin lo cual quedarán emplazadas para el
acto de contestación en el quinto (5to) día siguiente (art. 757, C.P.C.).
Contestada la demanda o dada por contradicha, la causa continuará por los
trámites del procedimiento ordinario (art. 759, C.C.).}}

Procedimiento de la separación de cuerpos no contenciosa

El juez competente es el Juez de Primera Instancia en lo Civil con jurisdicción en


el domicilio conyugal. En cuanto a la solicitud, los cónyuges que han decidido, de
mutuo acuerdo, separarse legalmente de cuerpos, deben presentar personalmente
y por escrito al juez competente la solicitud de separación, para que decrete la
separación en que han convenido, de conformidad con las estipulaciones que en
dicho escrito se mencionan, tanto respecto de la custodia y responsabilidad de
crianza de los hijos, como de los bienes habidos durante el matrimonio y también
sobre la obligación de manutención para los hijos y la cónyuge, cuando fuere el
caso. El juez, en el mismo acto, y respetando lo acordado por los cónyuges,
procederá a decretar la separación de cuerpos, o de cuerpos y bienes, si ha sido
solicitada (arts. 762 al 765, C.P.C.). Este procedimiento de jurisdicción graciosa o
voluntaria termina con el decreto de separación de cuerpos.

20. Efectos de la separación de cuerpos

La separación de cuerpos, ya sea por mutuo consentimiento o de tipo


contencioso, determina en relación con los esposos una serie de efectos, tanto
de carácter personal como de índole patrimonial. En el cuadro siguiente se
explican estos efectos:

Personales

No extingue el vínculo conyugal, las personas separadas siguen siendo


esposos entre sí.

Suspende el deber de cohabitación (art. 188, C.C.). Como la cohabitación es el


más importante de los efectos personales del matrimonio, la suspensión de ese
deber sólo deja subsistente una mera apariencia matrimonial.

Relaja los deberes de asistencia y protección, porque esas obligaciones sólo


pueden cumplirse a cabalidad cuando los esposos viven juntos.

Mantiene en vigencia los deberes de fidelidad y socorro, porque a pesar de que


están separados de cuerpos, subsiste el vínculo conyugal (arts. 137 y 139,
C.C.).

Apellido del marido: en uso de la facultad que lo concede a la mujer (art. 137,
C.C.) tiene derecho a seguir usando el apellido del marido.

Conversión en divorcio: si transcurre más de un año de la fecha del decreto o


de la sentencia definitiva de separación de cuerpos, sin que haya ocurrido la
reconciliación entre los cónyuges, cualquiera de los dos puede solicitar la
conversión en divorcio de dicha separación (art. 185, C.C., penúl. ap.).
Patrimoniales

Los efectos de orden económico, propios de la separación de  cuerpos, están


relacionados con el régimen patrimonial de los cónyuges y al derecho de
alimentos que existe entre ellos.

Consecuencias sobre el régimen de bienes: aún cuando la  separación de


cuerpos no extingue el vínculo conyugal, el legislador permite, cuando el
sistema patrimonial es de comunidad, que la separación de cuerpos vaya
acompañada por la separación de bienes, lo que trae como consecuencia la
disolución de ese régimen (art. 190, C.C.).

Consecuencias respecto del derecho de alimentos: este derecho  no queda


afectado por la separación de cuerpos. Tampoco afecta el deber de socorro entre
los esposos.

21. . Procedimiento del divorcio por el 185-A del C.C. o de la separación de


hecho
• Cualquiera de los cónyuges puede solicitar el divorcio, donde se
debe explicar más o menos detalladamente la situación planteada en
la separación de facto.
• Copia certificada del Acta de Matrimonio.
• El extranjero que hubiere contraído matrimonio en el exterior deberá
acreditar constancia de residencia en el país. La probable razón de
esta acreditación es la de evitar, en lo posible, casos de separación
de hecho doloso.
• Admitida la solicitud, se procede a citar al otro cónyuge y se enviará
citación al fiscal del Ministerio Público, enviándoles además copia de
la solicitud.
• Comparecencia del cónyuge demandado, personalmente. El art.
185-A del C.C. establece: Artículo 185-A del C.C. “El otro cónyuge
deberá comparecer personalmente ante el Juez en la tercera
audiencia después de citado. Si reconociere el hecho y si el fiscal del
Ministerio Público no hiciere oposición dentro de las diez audiencias
siguientes, el Juez declarará el divorcio en la duodécima audiencia
siguiente a la comparecencia de los interesados. Si el otro cónyuge
no compareciere personalmente, o si al comparecer negare el hecho,
o el fiscal del Ministerio Público lo objetare, se declarará terminado el
procedimiento y se ordenará el archivo del expediente”.
22. Medidas provisionales

De acuerdo con el art. 191 del C.C., una vez admitida la demanda de
separación de cuerpos o de divorcio, el juez puede dictar una serie de medidas
precautelativas. Pero esta norma fue parcialmente derogada por el art. 684 de
la LOPNA, la cual incluyó en sus artículos 351 y 360 previsiones sustitutivas,
de las que eliminó las características de estas medidas, consistentes en que
son accesorias, provisionales, facultativas, revisables, modificables o
revocables. Estas medidas provisionales se refieren a:

• Autorización de los esposos para separarse del hogar común (art.


191, ord. 1º, C.C.).
• Determinación de cuál de los cónyuges habrá de continuar habitando
el inmueble que servía de hogar común, durante el proceso (art. 191,
ord. 1º, C.C.).

Medidas provisionales relacionados con la responsabilidad de crianza de los


menores hijos comunes durante el divorcio (art. 360, LOPNA).

• Medidas provisionales relacionadas con la patria potestad y sus


atributos, de los menores hijos comunes durante el juicio de divorcio.
• Medidas provisionales relativas al inventario de los bienes comunes
de los esposos (art. 191, ord. 3º, C.C.).
• Otras medidas tendentes a evitar la dilapidación, la disposición o el
ocultamiento de bienes comunes (art. 191, ord. 3º, C.C.)

23. Efectos de la disolución del matrimonio

Los efectos de la ejecución de la sentencia de divorcio están contemplados en


el artículo 186 del C.C., y son:

• Disolución del matrimonio.


• Cesación de la comunidad entre los cónyuges.
• Libertad para contraer nuevas nupcias.
24. Diferencias entre la disolución del matrimonio, nulidad de matrimonio y
separación legal de cuerpos Como hemos estudiado anteriormente:
• La disolución del matrimonio es la extinción de un matrimonio válido.
Pág. 38 Unidad II. Disolución del Matrimonio
• La nulidad del matrimonio es una sanción civil, represiva y
excepcional, ocasionada por la trasgresión, en la celebración del
matrimonio, de ciertas disposiciones legales, y cuyo efecto es
eliminar el matrimonio de la vida jurídica, teniéndolo por no
celebrado.
• La separación legal de cuerpos entre cónyuges es la situación jurídica en
que se encuentran los esposos, cuando por virtud de una sentencia
definitiva y firme o de un decreto de separación, suspende entre ellos el
deber de cohabitación. Ahora bien, a pesar de que tienen un rasgo común,
existen entre ellas claras diferencias, tanto respecto a las causas que las
producen como en cuanto a los efectos que cada una de ellas produce.

25. Concepto de filiación

La filiación constituye la fuente normal y principal del estado de pariente


consanguíneo, porque sólo como consecuencia de la procreación puede
resultar un vínculo natural de sangre entre las personas (art. 37, prim. ap.,
C.C.). Pero también, y como consecuencia de una ficción legal, la
consanguinidad puede derivar de la adopción. (arts. 425 y 426 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente, L.O.P.N.A.). Ahora
bien, según López Herrera (2008, p.295), se admiten dos conceptos respecto a
la filiación: uno lato sensu, según el cual se denomina “filiación” a la relación de
parentesco que existe entre personas que descienden las unas de las otras, de
manera que podríamos entender la filiación como sinónimo de ascendencia o
de descendencia, y el otro, stricto sensu, en el cual la filiación se limita a la
relación inmediata de parentesco que existe entre el padre, la madre y el hijo.
26. Principios generales de la filiación Los tres (3) principios fundamentales que
constituyen la base jurídica de la filiación son ;

Estos principios se explican a continuación:

▪ Toda filiación debe ser legalmente probada Jurídicamente, no puede hablarse de


filiación si no existe prueba de ella, por consiguiente, nadie puede alegar a su
favor los efectos derivados de la filiación que pretenda, respecto a determinada o
determinadas personas, si no lo ha probado fehacientemente por cualquier medio
idóneo reconocido por el Derecho.

Ahora bien, toda persona, desde el punto de vista biológico, tiene un padre y una
madre, pero mientras el hecho natural no haya trascendido al campo jurídico y no
se haya establecido legalmente, no existe vínculo jurídico de filiación, pues ésta
sólo existe cuando está establecida legalmente.

▪ Los efectos de la filiación son independientes del medio de prueba utilizado para
demostrarla Los efectos que produce la filiación son siempre los mismos,
cualquiera que haya sido el medio jurídico empleado para su demostración.

▪ Los efectos de la filiación son independientes del momento de su prueba

Cuando la filiación resulte legalmente determinada, sus efectos abarcan tanto el


presente como el futuro, sin que se le exija a la persona que tal prueba deba
haberse realizado en determinado momento, ya que cuando se ha demostrado
legalmente el vínculo de filiación, el parentesco de las personas unidas por él no
nace con la prueba, porque ésta lo establece legalmente, mas no la produce.

27. Clases de filiación

En este sentido, la generación real puede ocurrir dentro del matrimonio o fuera
de él, lo que nos permite poder distinguir entre la filiación matrimonial y la
filiación extramatrimonial:

Matrimonial

Es el vínculo jurídico simultáneo que une al hijo con su padre y con su madre
cuando éstos están casados para la época de la concepción del hijo o para la
fecha de su nacimiento.

Extramatrimonial
Es el vínculo jurídico que existe entre el hijo y su padre y su madre cuando sus
padres no estaban casados, ni para el período de la concepción del hijo, ni
para la fecha de su nacimiento

28. Clases de filiación en el sistema legal venezolano

Un ejemplo de esta situación lo constituyen los artículos 425 y 426 de la hoy


vigente L.O.P.N.A., que a su vez derogó a la Ley de Adopción de 1983: El
artículo 425 de la referida Ley regula los efectos de la filiación en caso de
adopción y el artículo 426 establece la constitución de parentesco que se
produce como consecuencia de la adopción plena, que es la única clase de
adopción que admite en la actualidad la Ley venezolana, ya que anteriormente
se admitía la adopción simple.

29. Medios de prueba de filiación materna

Los medios de prueba de la filiación materna, de acuerdo a nuestra legislación


vigente, son cuatro (4), y están regulados en los arts. 197 al 199 del C.C.:

• El acta o partida de nacimiento, que identifique a la madre.


• Reconocimiento voluntario del hijo por la madre.
• La posesión de estado de hijo (matrimonial o extramatrimonial).

La prueba judicial (mediante juicio en el cual puede emplearse todo género de


pruebas

30. El reconocimiento voluntario del hijo por la madre

En defecto de la partida de nacimiento, también se puede probar la filiación


materna por la declaración que hiciere la madre; en este caso se trata de una
manifestación de voluntad o de una conducta que produce el efecto de determinar
la filiación. A tal efecto, la filiación del hijo extramatrimonial, desde el punto de
vista jurídico, no deriva de su procreación por determinada mujer, sino de una
declaración de maternidad de la cual resulta un reconocimiento voluntario.

En el caso de que la madre no hiciere la declaración, después de su muerte


pueden hacerla sus ascendientes, con el fin de reconocer la filiación materna en
las condiciones y con las formalidades que se señalan en el Capítulo III del Título
V (art. 198, ord. 1º del C.C.).
31. Concepto de filiación extramatrimonial

La filiación extramatrimonial es el vínculo jurídico que existe entre el hijo y su


padre o entre el hijo y su madre, cuando los padres no están casados, ni para
la época de la concepción del hijo ni para la fecha de su nacimiento.

32. . Reconocimiento voluntario


33. El reconocimiento voluntario es la declaración espontánea de paternidad o
maternidad hecha en las condiciones y con las formalidades establecidas
en la Ley. Establece el art. 217 del C.C. que en el reconocimiento, a los
efectos legales, debe constar:
• Partida de nacimiento inscrita en el Registro Civil.
• Partida de matrimonio de los padres.
• Testamento u otro acto púbico o auténtico.
• Reconocimiento hecho de modo incidental

34. Reconocimiento judicial

Si el hijo concebido y nacido fuera del matrimonio no es reconocido


voluntariamente por su padre o por su madre, su filiación extramatrimonial puede
ser establecida o comprobada por vía judicial; a tal efecto, la ley autoriza al hijo
para tratar de lograr, por la vía judicial, la prueba de su filiación extramatrimonial
materna o paterna, según se trate (art. 226, C.C.). En este caso, la prueba de la
filiación será la sentencia definitiva y firme que declare con lugar la acción de
inquisición de paternidad o maternidad. A este tipo de reconocimiento se le califica
como forzoso, porque la prueba de la filiación se impone al padre o a la madre por
la fuerza de una sentencia. Las acciones de que dispone el hijo para lograr
demostrar su relación filiatoria se denominan “de inquisición” o “de investigación
de la filiación extramatrimonial”, y son dos: una, relativa a la maternidad y la otra,
referente a la paternidad. Ambas son declarativas de reclamación de estado, pues
están orientadas a lograr una decisión judicial en la que se establezca o determine
la filiación que siempre ha correspondido a una persona.

35. Concepto de acciones de filiación

Las acciones de filiación son acciones declarativas de estado, porque todas ellas
están orientadas a lograr una decisión judicial que determine la filiación que
siempre ha correspondido a una persona, esto es, a declarar la preexistencia de
un estado familiar.

36. Tipos de acciones de filiación

Las acciones de filiación pueden ser:

de reclamación de filiación o de impugnación de filiación.

de filiación.

De reclamación Son acciones de reclamación cuando procuran lograr un


pronunciamiento judicial que reconozca la filiación.
De impugnación
Son acciones de impugnación cuando tienden a lograr que se niegue una
filiación indebidamente atribuida a una persona.

37. Acciones de impugnación de filiación


Las acciones son de impugnación cuando tienden a lograr que se niegue
una filiación indebidamente atribuida a una persona por un título
determinado. Las acciones de impugnación de filiación son: acción de
desconocimiento de la paternidad matrimonial, acción de impugnación de
estado y acciones de nulidad y de impugnación del reconocimiento. En el
cuadro siguiente se explican estas acciones.
38. . Acción de desconocimiento

Su objeto es desvirtuar y anular el funcionamiento de la presunción “Pater Is Est”,


consagrada en el artículo 201 del C.C., que atribuye la paternidad del hijo
concebido o nacido durante el matrimonio de la madre al marido de ella; en este
caso el legislador permite al marido desvirtuar esta presunción, mediante el
ejercicio de la acción de desconocimiento. Como esta es una materia sumamente
delicada, el legislador no concede al marido absoluta libertad de prueba de su no
paternidad; al respecto existen dos tipos de acción de desconocimiento:

• El desconocimiento normal.
• El desconocimiento por simple denegación
39. Filiación legal que le corresponde a los hijos que nazcan por inseminación
artificial y fecundación in vitro

Ahora bien, una vez discutidos estos puntos realmente importantes para
nuestra sociedad, se hace necesario determinar, con base en las disposiciones
pertinentes del Código Civil, la filiación legal que le corresponde a los hijos que
nazcan como consecuencia de tales acuerdos (inseminación artificial y
fecundación in vitro), recordando que, conforme a nuestra legislación Civil
vigente:

• La filiación materna resulta del nacimiento (art. 197, C.C.).


• La paternidad matrimonial se presume (art 201, encab., C.C.).
• La filiación extramatrimonial debe comprobarse a través del
reconocimiento, que puede ser voluntario o forzoso. A tal efecto,
vamos a analizar las diferentes combinaciones que podrían ocurrir
con relación a la inseminación artificial y a la fecundación in vitro.
40. Inseminación artificial

Las diferentes combinaciones que podrían ocurrir con relación a la


inseminación artificial son:

• Inseminación artificial de la esposa con esperma del marido.


• Inseminación artificial de la esposa con esperma de un donante.
• Inseminación artificial de una madre sustituta con esperma del
marido o de un tercero.

41. ▪ Inseminación artificial de la esposa con esperma del marido


• Si el procedimiento se realiza en vida de ambos cónyuges, el hijo
que nazca tiene por madre legal a quien lo da a luz (art. 197, C.C.), y
tiene por padre al marido de ella.
• Si la inseminación se efectúa después de fallecido el marido con
semen congelado dejado por él, el hijo es extramatrimonial y tiene
por madre legal a quien lo da a luz (art. 197, C.C.) , pero como la
paternidad es extramatrimonial, tiene que reclamarla el hijo.

42. ▪ Inseminación artificial de la esposa con esperma de un donante

La esposa es la madre legal de la criatura que ella dé a luz (art. 197, C.C.).
En este caso, coincide la maternidad legal con la biológica. • En cuanto a la
paternidad del hijo, en principio le corresponde al marido de la madre, por la
presunción del art. 201 del C.C. En este caso, el legislador establece una
distinción: Si el marido no autorizó la inseminación artificial de su esposa, puede
intentar la acción de desconocimiento del hijo (art.204, C.C.). Si el marido
autorizó la inseminación artificial de la esposa, la ley no le permite ejercer la 
acción de desconocimiento del hijo (art. 204, C.C.), la filiación queda amparada
por la presunción de paternidad matrimonial (art. 201, C.C.).

43. ▪ Inseminación artificial de una madre sustituta con esperma del marido o
de un tercero
• La madre sustituta es la madre legal y biológica de la criatura,
porque ella lo dio a luz (art 197, C.C.).
• Si la mujer es casada, el marido se tendrá como padre de la criatura,
a menos que interponga la acción de desconocimiento del hijo de su
esposa y la misma sea declarada con lugar. • Si el marido autorizó la
inseminación artificial de su esposa, no puede ejercer la acción de
desconocimiento (art 204).
• Si la madre sustituta no es casada, la criatura no tendrá padre legal,
a menos que sea reconocida como hijo extramatrimonial.
44. Fecundación in vitro

Las diferentes combinaciones que podrían ocurrir con relación a la fecundación


in vitro son:

• Óvulo de la esposa fertilizado con esperma del marido e implantado


en el útero de aquella.
• Óvulo de la esposa fertilizado con esperma del marido e implantado
en el útero de una madre sustituta.
• Óvulo de mujer no casada fertilizada con esperma de un donante e
implantado en el útero de la misma mujer.

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