JIT son las siglas en inglés de "Justo a Tiempo" (Just-In-Time).

Es un sistema de gestión de
inventario y producción que se centra en la fabricación de productos o la entrega de servicios en el
momento exacto en que son necesarios, ni antes ni después. JIT es un componente clave del
Sistema de Producción Toyota (TPS) y es un enfoque fundamental en la filosofía Lean
Manufacturing.

El objetivo principal del JIT es reducir al mínimo el inventario en todas las etapas de producción y
distribución, eliminando el desperdicio y los costos asociados con el almacenamiento de
excedentes de inventario. Al implementar el JIT, las empresas pueden mejorar la eficiencia
operativa, reducir los tiempos de entrega, minimizar los costos de almacenamiento y mejorar la
calidad del producto al reducir la posibilidad de obsolescencia y deterioro.

Algunos de los principios y prácticas asociados con el JIT incluyen:

Producción basada en la demanda: La producción se inicia solo cuando hay una solicitud del cliente
o una necesidad real del siguiente proceso en la cadena de valor. Esto minimiza el riesgo de
producir productos no deseados o en exceso.

Cero inventario o inventario mínimo: Se busca reducir al mínimo la cantidad de inventario en todas
las etapas del proceso, desde materias primas hasta productos terminados. Esto incluye la
implementación de sistemas de reabastecimiento en respuesta a la demanda del cliente, como el
uso de sistemas kanban.

Flujo continuo de producción: Se busca eliminar los cuellos de botella y los tiempos de espera en la
producción, permitiendo un flujo continuo y uniforme de productos a través del proceso de
fabricación.

Calidad en la fuente: Se enfatiza la detección y corrección de problemas de calidad en la etapa

inicial del proceso, evitando así la producción de productos defectuosos y la necesidad de
retrabajo.

Flexibilidad y polivalencia: Se promueve la flexibilidad en la producción para poder cambiar

rápidamente entre diferentes productos o adaptarse a cambios en la demanda del cliente.

El JIT es ampliamente utilizado en una variedad de industrias, incluyendo la manufactura, la

logística, el transporte y los servicios. Su implementación exitosa requiere una estrecha
colaboración entre proveedores, fabricantes y clientes, así como un compromiso con la mejora
continua y la eficiencia operativa.