Está en la página 1de 3

4.

Definiciones
-Existen muchas formas de analizar a las ciudades
en el proceso de urbanización, pero intentemos una definición.
Definamos a las ciudades y metrópolis primero como lugares,
sin excluir a la población, estable o cambiante, al territorio,
con una concentración de edificios, y a los procesos sociales,
culturales y económicos.
Definamos a las ciudades en términos de tamaño, viviendas,
división de trabajo, así como de densidad de interacciones
y determinadas configuraciones sociales y espaciales.
Las ciudades se refieren a la acumulación y concentración:
densidad de individuos, grupos, edificios, infraestructuras,
relaciones sociales, ya sean formales o informales,
representaciones, organizaciones, instituciones y proyectos políticos.
Las interacciones densas crean todo tipo de conflicto
y problemas de organización.
Las ciudades, metrópolis y regiones urbanas
son monstruos políticos,
más o menos democráticos y gobernados
por mercados, arreglos informales, élites políticas, empresas, ONG,
grupos comunales, iglesias o pandillas.
Las ciudades y metrópolis son construidas,
organizadas y manejadas por la gente,
pero, la mayoría del tiempo, dentro de organizaciones e instituciones.
Dicha población, dicha gente piensa sobre cómo cambiar
dichas ciudades, cómo controlar, ejercer o resistirse a la autoridad,
cómo desarrollar los servicios y promover la calidad de vida
o excluir a varios grupos de personas.
Geógrafos económicos, como Scott y Stopper,
resaltan que la dimensión clave
en la mayoría de las ciudades es la densidad.
La polarización espacial densa de numerosas actividades
se acumuló en el suelo urbano.
Ya que estas actividades, de la producción a la religión,
no pueden coexistir en el mismo lugar, es necesario poseer un mecanismo
para distribuirlas en una ciudad organizada.
Deben ser organizadas en patrones dentro de la tierra,
lo que puede reflejar las relaciones de poder
y, a veces, problemas de eficiencia.
Ese es el famoso nexo de la tierra urbana.
Es un rompecabezas infinito
con múltiples combinaciones ya que debe adaptarse a las diferentes aplicaciones
del suelo urbano, el desarrollo histórico,
y capaz de limitar las consecuencias negativas de la aglomeración.
¿A quién está dirigida la pregunta?
La mayoría de las ciudades o áreas urbanizadas
son sistemas complejos de interacción
y representación entre esos diferentes grupos,
pero que recubren una enorme y compleja infraestructura física,
regulada, de cierta forma.
Dichas ciudades son el encuentro
de interacciones complejas, flexibles y desiguales,
pero están organizadas, de cierta forma.
Es por esta razón que las ciudades pueden llegar a ser
tan productivas y desiguales a nivel económico, cultural y tecnológico
al mismo tiempo.
Recordemos que las ciudades son parte de los Estados.
La cuestión urbana siempre es una cuestión de escala
y de unidad de análisis.
Salvo el período de las ciudades rodeadas de muros,
como el caso en China o Roma.
La cuestión del límite de la ciudad y del espacio urbano,
siempre debe ser sujeto de discusión.
Además, las escalas se solapan.
Normalmente, los urbanistas se enfocan en vecindarios, centros de la ciudad,
periferias, suburbios,
metrópolis, regiones urbanas, redes de ciudades, el Estado y el mundo.
Por esta razón, el análisis de las ciudades y metrópolis
debe enfrentarse, por lo menos, con las siguientes dimensiones.
Primero, el lado material de dichas ciudades.
La ciudad de muros, plazas, viviendas, calles, luces,
edificios, desechos, sin olvidar la estructura física, la arquitectura,
la planificación, los ingenieros y las obras en construcción.
Segundo, las ciudades son máquinas económicas para producir riquezas.
Por tanto, la importancia de la división el trabajo, la producción,
el consumo y comercio, el efecto de la aglomeración y la innovación.
Las ciudades también son centros culturales
que deben ser comprendidos en términos de imaginación, diferencias,
representaciones, ideas,
símbolos, formas de artes, grafitis, textos,
sentidos, religión, estética e imágenes.
Las ciudades y metrópolis se desarrollan en torno a la política.
Deben comprenderse en términos de dominación,
relaciones de poder, gobierno, gobernanza,
movilizaciones, movimientos, políticas públicas, riqueza inmobiliaria,
educación, y, en particular,
en función de la supervisión y vigilancia policial.
Las ciudades y metrópolis son centros sociales dinámicos
con una gran cantidad de desigualdades étnicas, económicas y de género.
Por ende, la importancia de la vida cotidiana,
de movimientos sociales y, a veces, hasta de disturbios.
Las ciudades son también concentraciones de tecnología,
conocidas a veces como ciudades cíborg, de servicios públicos,
enormes sistemas de información, la cuestión de los datos públicos,
y de problemas de control.
Finalmente, hoy en día, es necesario observar a las ciudades
y pensar sobre la ecología dentro de la ciudad.
Hay que pensar de qué manera la naturaleza
logra desarrollarse en la ciudad, y pensar en función
del uso de la energía y el desarrollo sostenible.

También podría gustarte