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SEGUNDO EXAMEN PARCIAL

Psicología Evolutiva: Adolescencia

Cátedra II (56)

2022 – Primer Cuatrimestre

Nombre y Apellido del Alumno: Sebastián Di Stefano

Número de Comisión: 13

Libreta Universitaria: 420774350

Docente de Teóricos: Mariana Soler

Docente de Prácticos: Agustina Guaragna


Introducción

En el comienzo de la cursada, la cátedra tuvo el desafío de introducir en los


alumnos la idea de un nuevo tipo de paradigma para que pensemos la materia;
ya no desde la habitual mirada simplista del paradigma evolucionista utilizado
históricamente. Este mismo sigue una lógica rectilínea, donde luego de un
suceso acontece otro y la forma de relacionarse es de un elemento con el
anterior como la causa (núcleo), y el posterior como consecuencia. El enfoque
psicoanalítico complejo para estudiar las adolescencias posibilita el dejar de
pensar todo dentro de un tiempo cronológico para hacerlo a partir de uno
lógico. El pensamiento es considerado en forma de red compuesto por
múltiples elementos interrelacionados donde no hay una única dirección
rectilínea simple hacia adelante, sino que hay múltiples caminos y dimensiones.

Siguiendo el paradigma de la complejidad (Najmanovich, 2008) en la


consigna podemos ver como Otero (2019) menciona la importancia del
construirse un pasado para enfrentar el devenir. No existe una conexión
simplista lineal que se desarrolla de forma cronológica entre los elementos del
pasado, presente y futuro, sino que, para el devenir del sujeto, la construcción
de un proyecto futuro es necesario que el Yo en la adolescencia invista al
pasado.

Es llamativo y distintivo con anteriores experiencias elaborando escritos el


hecho de que, si bien en esta oportunidad todos los estudiantes de cursada
contamos con la misma consigna y palabras claves dadas, al haber estudiado
el material dentro del paradigma de la complejidad no habrá un lugar o
concepto particular para empezar a desarrollar por la carencia de una
linealidad. Cada elemento que uno desarrolle contará con distintas direcciones
a seguir interrelacionándose con otros.

En mi caso el desarrollo de lo planteado de la cátedra elegí el concepto de


“soma” (Córdova, 2010) para el inicio por parecerme pertinente la idea de que
si bien nacemos siendo soma, también a lo largo de la vida continuamos
repitiendo esta infancia.
Desarrollo:

Córdova (2010) en un primer momento habla del soma como el lugar del
nacimiento y lo describe como una sustancia que carece de representación e
historia. Es aquello nuevo que no fue inscripto aún. El soma se inscribe por
medio del contacto con el otro. La madre con el primer contacto libidiniza al
niño recién nacido. Con este contacto con el otro materno es que el soma se
engendra a sí mismo como cuerpo erógeno produciéndose una filiación mutua.
Así, el soma al lograr la inscripción de su propio cuerpo logra devenir en
corpsi, un cuerpo ya constituido e integrado psicosomáticamente como cuerpo
psíquico y erógeno. El cuerpo es atravesado por las palabras que logran
incorporar la historia libidinal del sujeto y su genealogía.

Si bien se introdujo el concepto de soma tomando como ejemplo el nacimiento


de un bebé que carece de representación y es a-histórico y que sólo luego de
dado el encuentro con el otro podrá devenir en corpsi, también se destaca que
los sujetos nos encontramos de alguna forma en un continuo cambio
necesitando subjetivar nuevos encuentros y saberes para lograr inscribirlos en
nosotros mismos. De alguna forma el corpsi, que antes fue soma, también se
encontrará en el transcurso de la vida con vivencias, emociones, encuentros,
diversos elementos que deberá subjetivar y luego integrar para continuamente
desarrollarse. Sobre esto expuesto, Córdova (2010) introduce la idea de que
con el advenimiento del trauma puberal el cuerpo infantil deviene en parte
como un nuevo soma donde se presentan superficies heterogéneas con
sectores en blanco sin inscribir que no se encuentran representadas por el
psiquismo. Córdova (2010) retoma a Grassi, quien señaló a todas estas
intensas transformaciones de la pubertad como pertenecientes a un tiempo
lógico que denomino “entretiempo”, donde se produce la confluencia de la
sexualidad infantil y adulta. También, se produce un recambio que, desde la
mirada de la complejidad, logra introducir la repetición y reedición de los
momentos lógicos, la interacción continúa de lo puberal, lo adolescente y la
juventud interrelacionados. Se producirán pasajes tales desde el relacionarse
únicamente con el entorno familiar a hacerlo con pares sociales, también se
partirá desde un narcisismo hacia la búsqueda de ideales con alteridad en la
juventud, etc.

Durante el entretiempo de la sexuación (Córdova, 2010), la organización


previa, el corpsi del cuerpo infantil, es perturbado por el trauma puberal
(Córdova, 2019) que acontece haciendo que la persona se encuentre con un
cuerpo que no siente como propio. El acontecimiento (Córdova, 2019) es
introducido como la oportunidad de abordar el desorden necesario generado
por el trauma para buscar crear una nueva organización tomando los
elementos nuevos introducidos en el trauma para ligarlos, tomarlos como
propios e inscribirlos subjetivamente en esta nueva organización psicosomática
del adolescente constituyéndose nuevamente un corpsi (Córdova, 2010).

Continuando dentro del paradigma de la complejidad, Aulagnier (1991) señala


que para crear un proyecto a futuro, enfrentar el devenir, es indispensable el
construirse un pasado, ya que, el devenir del sujeto no es sin historia. A esta
última la dimensiona alejándola de lo lineal y haciendo hincapié en la
importancia de la repetición y los factores azarosos que la atraviesan.
Retomando el concepto del entretiempo de la sexuación, gracias a Aulagnier
podemos identificar dos etapas en la adolescencia: una destinada a la
construcción de un fondo de memoria que funcione como garantía de la
permanencia identificatoria y otra, a la organización del espacio relacional.

Puget (1997) toma a Aulagnier e introduce en lo que ella describe el concepto


del doble trabajo de historización en donde, como indica Piera, inscribirá el
pasado para poder trabajar con el futuro a devenir. Puget introduce el concepto
de la vincularidad. Podemos volver a destacar el corpsi mencionado
anteriormente, ya que en la adolescencia este busca ponerse en acción como
un cuerpo sexuado vincular. Es necesario inaugurar una nueva historia para
trabajar en el ahora, diferente a la del cuerpo infantil autoerótico relacionado
con lo familiar. Así, esta doble historización busca historizar la sexualidad
vincular y reescribir la historia pasada familiar. Aulagnier (1991) destaca un
pasaje de firma. El infante es coautor junto a su familia de su historia, mientras
que en la adolescencia ya su historia le es propia. Al construir su pasado y
poder construir el ahora teniendo un proyecto propio, le permitirá la creación de
nuevos sentidos y perseguir ideales. Con la historización del trayecto subjetivo
de la genealogía resulta en el proyecto identificatorio (Aulagnier, 1991).

Grassi (2012) tomando a Aulagnier explica que si bien en lo adolescente se


presentan sueños sobre lo que deparará el futuro, no son más que fantasías.
En la juventud es recién cuando esa promesa se va convirtiendo, aunque con
repeticiones y reediciones, en un actuar anticipado tomando como guía la
proyección de un futuro posible. Así, la juventud es líbido expectante de un
proyecto posible de concretar a futuro, un proyecto de identidad. La espera
hasta llegar a él no será pasiva, si no caracterizada por la creación, lo lúdico
que mediará en el proyecto. Si bien tiene algo individual en cuanto al sujeto que
lo persigue, también es colectivo debido a las interacciones con el conjunto
social que son puestas en juego en el seguimiento.

Llamamos entonces “Proyecto Identificatorio” (Aulagnier, 1991) al proceso sano


por el cual se significa la genealogía por medio de la investigación histórica
familiar. Es un trabajo psíquico en el que se puede visibilizar la importancia de
la interdependencia entre el pasado histórico familiar y el porvenir, ya que, el
Yo como aprendiz de historizador - historizante investigará sus herencias a las
cuales significará y utilizará como anclajes para su proyección a futuro (Grassi,
2010).
Conclusión

A lo largo de este escrito si bien hemos partido del concepto de “soma”, nos
encontramos con lo descripto en la introducción respecto del paradigma de la
complejidad: cada concepto se encuentra interrelacionado a los demás y en el
trabajo no son mencionados una única vez. Por el contrario, hay repetición y
reedición de estos al verse involucrados de distinta forma, en distintos
escenarios.

La cita de Otero respecto a Aulagnier corresponde a uno de los principales


temas abordados en la cursada: la no continuidad cronológica de los conceptos
y el pensar de forma lógica. La necesaria historización del pasado para trabajar
el ahora y enfrentar el devenir futuro fue de lo más central no sólo en la
materia, sino a largo de este trabajo en el que abordamos esto cada alumno
partiendo desde del concepto que elijamos pero que luego se interrelacionar
con los demás.

Concluyendo con esta idea, me resultaría interesante físicamente pegar en el


pizarrón las producciones de cada compañero de la comisión 13 a modo de red
y de forma oral señalar las diversas maneras en que cada uno abordó la
consigna. Esta red de trabajos escritos de la comisión podría luego unirse a
una mayor integrada con los trabajos de las demás comisiones o,
aprovechando las ventajas de los avances tecnológicos, podríamos hacerla de
forma virtual con los archivos en la página de la cátedra a modo para que
quede constituida una red que refleje no sólo elementos (archivos de escritos)
interrelacionados, sino que también dentro de estos puedan visualizarse
distintas formas de organización de la información válidas.

También considero que sería interesante, siguiendo la consigna dada en este


parcial, realizar charlas en escuelas explicando a los sujetos la idea del
paradigma de la complejidad para aportarles herramientas y temas (como, por
ejemplo: la idea de la doble historización) para debatir y nosotros observar
cómo lo utilizan.
Bibliografía

Aulagnier, P. (1991) Construirse un pasado. En Psicoanálisis. Revista de


APdeBA sobre Adolescencia XIII Nº 3.

Córdova, N. (2019) Del trauma puberal al acontecimiento adolescente. Parte I.


Inédito.

Córdova N. (2010) La creación del cuerpo adolescente Parte I: El entretiempo


adolescente. En Entre niños, adolescentes y funciones parentales.
Psicoanálisis e Interdisciplina (pp. 55-63). Buenos Aires, Editorial
Entreideas.

Grassi A. (2010) Adolescencia reorganización y nuevos modelos de


subjetividad. En Entre niños, adolescentes y funciones parentales.
Psicoanálisis e Interdisciplina, (pp.67-74). Buenos Aires: Editorial
Entreideas.

Grassi A. (2012) Sobre los intereses libidinales de los jóvenes y la subjetividad


en Devenir. Homenaje a S. Bleichmar. En Revista Generaciones Nº 1.
Buenos Aires: Eudeba.

Najmanovich, D. (2008) El desafío de la complejidad: redes y cartografías


dinámicas. En Mirar con nuevos ojos. Nuevos paradigmas en la ciencia y
pensamiento complejo. Buenos Aires: Biblos.

Otero, Ma. E. (2019) Visitando a Piera Aulagnier (pp. 86-95). En Grassi, A. y


Otero, Ma. E. (Comps.) Entramados vinculares y subjetividad. Niños,
niñas, adolescentes y familias en psicoanálisis. 1ª ed. Ciudad Autónoma
de Buenos Aires: Entreideas.

Puget, J. (1997) Historización en la adolescencia. En Cuadernos de ApdeBA Nº


1 de Niñez y Adolescencia. Buenos Aires, Publicación de la Asociación
Psicoanalítica de Buenos Aires.

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