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RYAN M. MCGRAW
Publicaciones Aquila
¿Cómo puedo vencer la lujuria?
Publicaciones Aquila
5510 Tonnelle Ave.
North Bergen, NJ 07047–3029
EE. UU.
Publicado originalmente en inglés por Reformation
Heritage Books bajo el título How Can I Overcome Lust?
Copyright © 2018 por Ryan M. McGraw
Primera edición en español: 2018
Copyright © 2018 por Publicaciones Aquila para esta
versión en español. Todos los derechos reservados. Ninguna
parte de esta publicación puede ser reproducida,
almacenada en un sistema de recuperación en cualquier
forma o por cualquier medio, electrónico, mecánico, de
grabación u otro, sin el permiso previo del editor.
Traducción: Ana Juliá Cristóbal
Revisión: Bonifacio Lozano, Lillian A. Payero
Diseño de la cubierta: Latido Creativo
Las citas bíblicas se han tomado de la Biblia de las
Américas (LBLA). Copyright © 1986, 1995, 1997, The
Lockman Foundation. Usadas con permiso.
ISBN: 978-1-932481-45-7
Impreso en EE. UU.
Printed in USA
CULTIVANDO LA PIEDAD BÍBLICA
Editores de la serie
Joel R. Beeke y Ryan M. McGraw
El Dr. David Martyn Lloyd-Jones dijo una vez que lo que la
Iglesia necesita hacer por encima de todo es «empezar a
vivir ella misma la vida cristiana. Si lo hiciera, los hombres y
las mujeres se agolparían para entrar en nuestros edificios.
Dirían: “¿Cuál es el secreto?”». Como cristianos, una de las
necesidades más grandes que tenemos es la de que el
Espíritu Santo cultive la piedad bíblica en nosotros a fin de
exhibir la belleza de Cristo a través de nosotros, todo ello
para la gloria del Dios trino. Teniendo presente ese objetivo,
esta serie de libritos trata asuntos vitales para la
experiencia cristiana a un nivel básico. Cada librito aborda
una pregunta concreta a fin de transmitir información a la
mente, estimular los sentimientos y transformar a la persona
por completo por la gracia del Espíritu, de tal manera que la
Iglesia «[adorne] la doctrina de Dios nuestro Salvador en
todo respecto» (Tit 2:10).
¿Cómo puedo vencer la
lujuria?
Ryan M. McGraw
Publicaciones Aquila
5510 Tonnelle Ave.
North Bergen, NJ 07047
EE.UU.
Libros recomendados
¿CÓMO PUEDO VENCER LA
LUJURIA?
Buscar
El primer paso para vencer nuestros malos deseos es
buscar a Cristo en los lugares celestiales. Pablo comienza
así:
Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas
de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la
tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está
escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra
vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis
manifestados con Él en gloria (Col 3:1-4).
El apóstol nos indica primero cómo debemos pensar en
lugar de darnos una lista de pasos prácticos que seguir. De
este modo es como se presenta siempre en la Escritura el
progreso en la vida cristiana. Los mandatos de este texto son
buscar las cosas de arriba, donde está Cristo sentado, y
poner la mira en ellas. Las buscamos y ponemos la mira en
ellas porque Cristo está allí. El resto de la sección es una
declaración de hechos, más que una exhortación. Si somos
creyentes, hemos muerto al pecado, al yo y a las cosas de
esta vida. Nuestras vidas están escondidas con Cristo en
Dios. Cristo es nuestra vida. Él será manifestado, y nosotros
seremos manifestados con Él en gloria. Para erradicar los
malos deseos, hay que empezar por meditar en las verdades
bíblicas y ejercer la fe en las promesas del Señor.
Necesitamos tener una idea clara de quién es Cristo para
nosotros y confiar en lo que Él ha hecho y va a hacer, tanto
por nosotros como en nosotros.
Hacer morir
A continuación, Pablo nos exhorta a hacer morir nuestros
pecados. Comienza así:
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros:
fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos
deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales
la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en
las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo
cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también
vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los
unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre
con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a
la imagen del que lo creó se va renovando hasta el
conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío,
circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni
libre, sino que Cristo es el todo, y en todos (Col 3:5-11
RVR1960).
Aquí encontramos dos mandatos: hacer morir lo terrenal
en nosotros y dejar nuestras malas obras. Robert Carr,
ministro de la Iglesia de Inglaterra en el siglo XVII, escribió
que uno de los Padres de la Iglesia calificaba este pasaje
como «el texto más difícil de toda la Biblia y el deber
cristiano más complicado que podemos afrontar»9. Destacan
al menos dos aspectos generales con respecto a hacer morir
el pecado. Primeramente, Pablo presenta diversos ejemplos
en lugar de dar prioridad a casos particulares de pecado. Su
idea es que los principios relativos a erradicar el pecado son
comunes a todos los tipos de pecado. En segundo lugar, el
apóstol comenta que estos pecados solían caracterizar a los
creyentes, pero que los cristianos ya no se identifican con
ellos. Ahora nos hemos revestido del nuevo hombre y nos
vamos renovando conforme a la imagen de Dios en Cristo,
junto con todos nuestros hermanos, vengan de donde vengan.
Aunque el pecado permanece en nosotros, ya no reina en
nosotros. Es inexcusable que los cristianos se identifiquen
como siervos del pecado. Son santos y santificados para
Dios. «Los que practican tales cosas no heredarán el reino
de Dios» (Gá 5:21). Eso no significa que debamos dudar de si
estamos en Cristo simplemente por encontrarnos batallando
contra el pecado. Tampoco quiere decir que tengamos que
excusar el pecado afirmando que lo hemos vencido cuando,
en realidad, seguimos cayendo en él. Al contrario, significa
que el proceso de erradicar el pecado ha de emanar de la fe
en cuanto a quién es Cristo para nosotros y en lo que Él está
haciendo en nosotros. «Cristo es el todo, y en todos», y
debemos esperar que Él lo sea por la fe, si hemos de hacer
morir nuestras obras y deseos pecaminosos10. Carr añade
que nuestro bautismo incluye un voto de vivir de esta
manera11.
Sustituir
Pablo concluye su exhortación a vivir piadosamente
demostrando que no basta con deshacerse del pecado.
Debemos sustituir las prácticas pecaminosas por prácticas
piadosas y transformar los deseos desordenados en deseos
correctos. El apóstol escribe:
Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados,
revestíos de tierna compasión, bondad, humildad,
mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y
perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra
otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que
es el vínculo de la unidad. Y que la paz de Cristo reine en
vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados
en un solo cuerpo; y sed agradecidos. Que la palabra de
Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda
sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros
con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a
Dios con acción de gracias en vuestros corazones. Y todo
lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de El a
Dios el Padre (Col 3:12-17).
Fijémonos en que las meditaciones y exhortaciones de
Pablo en Colosenses 3 empiezan y terminan con Cristo. Así
es como las cosas deberían y deben ser en la vida cristiana.
Cristo no es un simple concepto diseñado para aliviar las
conciencias heridas, como si se tratara de una máquina
expendedora que dispensa la justificación. Es un Salvador
vivo que imprime su carácter en personas vivas a través de
su Palabra y de su Espíritu. Debemos revestirnos de
prácticas justas para sustituir a las injustas que desechamos.
En este sentido, permitir que «la palabra de Cristo habite
en abundancia en [nosotros]», cantar alabanzas y dar
gracias a Dios por medio de Cristo son aspectos vitales de
nuestra santificación. Tenemos que estar saturados y llenos
de la Palabra y del Espíritu Santo si queremos buscar «las
cosas de arriba, donde está Cristo sentado» (Col 3:1). Eso
significa que no se puede hacer morir el pecado y seguir la
piedad (1 Ti 6:11) sin orar, cantar y estudiar la Biblia con
persistencia y oración12. Solo este proceso nos permite
hacer todas las cosas, de palabra y de hecho, en el nombre
del Señor Jesucristo.
Repetir
Es importante reconocer, a la luz de la enseñanza anterior,
que, en opinión de Pablo, es posible hacer todas las cosas, ya
sea que comamos o que bebamos, para la gloria de Dios (1
Co 10:31). Aunque nunca lo practiquemos a la perfección en
esta vida, iremos avanzando progresivamente. Pablo
esperaba que su enseñanza pudiera estimular a los
cristianos para buscar la santidad, y no que se resignaran a
seguir practicando el pecado.
El pecado tiene un árbol genealógico. No siempre es
posible trazar el linaje directo de los pecados concretos,
pero sí podemos ver la semejanza familiar. No debería
sorprendernos que una cultura presa de una falta
generalizada de dominio propio y negación de uno mismo
esté obsesionada con la lujuria. Endeudarse se ha convertido
en la forma de vida de las personas. Desean trabajar lo
menos posible, se están ahogando en sus distracciones, y la
glotonería y la obesidad han pasado a ser problemas
habituales. Si no tenemos dominio propio con respecto al
dinero, el tiempo, el ocio y la alimentación, ¿por qué íbamos
a esperar tenerlo en lo referente a la sexualidad? Parece que
la Iglesia cristiana en Occidente, por desgracia, se asemeja
grandemente al mundo en estos aspectos y muchos más. La
buena noticia es que, por lo general, la victoria en una o
varias de estas áreas da lugar a progresos en todas ellas.
Cuando arranquemos las malas hierbas del pecado y las
sustituyamos con plantas sanas que den el fruto de justicia
(He 12:11), la maleza volverá a brotar. Sin embargo, los
cristianos podemos y debemos hacer progresos repetidas
veces contra «la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la
arrogancia de la vida» (1 Jn 2:16).
¿Qué es la lujuria?
La lujuria es dirigir los deseos sexuales dados por Dios
hacia un objeto equivocado, con el fin equivocado y en el
momento equivocado. Jesús dijo:
Habéis oído que se dijo: “NO COMETERÁS
ADULTERIO.” Pero yo os digo que todo el que mire a una
mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su
corazón. Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar,
arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se
pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea
arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión
de pecar, córtala y échala de ti; porque te es mejor que
se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo
vaya al infierno. También se dijo: “CUALQUIERA QUE
REPUDIE A SU MUJER, QUE LE DE CARTA DE
DIVORCIO.” Pero yo os digo que todo el que se divorcia
de su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace
cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una
mujer divorciada, comete adulterio (Mt 5:27-32).
En este pasaje Jesús relaciona el séptimo mandamiento
con diversas prácticas pecaminosas. En contraste con los
escribas y fariseos, que reducían el pecado a sus expresiones
externas, Jesús enseñaba que tanto el pecado como la
justicia tienen su origen en el corazón. Los escribas y
fariseos creían que podían vencer al pecado cambiando sus
circunstancias. Por eso, Jesús afirma que la justicia de
quienes entran en el Reino de los cielos debe superar la de
los escribas y fariseos (Mt 5:20). El séptimo mandamiento
requiere castidad en el corazón, palabra y conducta14.
Buscar la piedad en este terreno es irreconciliable con
permitir que la lujuria supure en el corazón, tanto como lo
sería procurar divorcios ilegítimos.
La lujuria es un deseo sexual inapropiado. Para hacerla
morir, no podemos ni pasarla por alto, ni ponerle un nombre
distinto. Tampoco podemos simplemente esperar curarnos
de ella con la edad. Debemos identificarla, atacarla, hacerla
morir y sustituirla por prácticas agradables al Señor.
CONCLUSIÓN
Nuestra comprensión del llamamiento de Cristo a ser sus
discípulos debe experimentar una revisión radical en nuestro
mundo occidental. Hoy la Iglesia cristiana necesita
urgentemente una autodisciplina y un dominio propio que
estén centrados en Cristo y llenos del Espíritu, y que
glorifiquen a Dios42. Como Pablo, debemos aprender a
golpear nuestro cuerpo y hacerlo nuestro esclavo (1 Co
9:27). Necesitamos que el Espíritu restaure nuestras
facultades y deseos en Cristo, en vez de permitir o bien que
se lleven a la práctica de un modo desenfrenado, o que se
supriman aunque resulte antinatural. El deseo sexual exalta
al Creador, mientras que la lujuria denigra a la criatura.
Las siguientes afirmaciones y preguntas resumen el
contenido de este librito y proporcionan al lector algunos
mecanismos para cultivar la meditación mientras intenta
vencer la lujuria:
1. Vencer la lujuria debe seguir el patrón de los principios
generales de la vida cristiana. ¿Estás procurando rendirlo
todo a Cristo, incluida tu sexualidad?
2. Vencer la lujuria debe ser el resultado de la unión con
Cristo y la fe en Él. ¿Combates la lujuria ejerciendo la fe en
el Cristo completo?
3. Vencer la lujuria debe depender del poder omnipotente
del Espíritu. ¿Utilizas los medios que Dios ha establecido
para tu santificación y confías en que Él los va a bendecir?
4. Vencer la lujuria es, principalmente, una cuestión de
meditación. ¿Reconoces lo vital que es la meditación para la
vida cristiana?
5. Vencer la lujuria es una batalla continua que terminará
tan solo cuando veamos a Cristo en gloria. ¿Tu deseo de
verle tal como Él es refuerza tu resolución de combatir tus
malos deseos?
El pecado es, en esencia, egoísta, mientras que la
obediencia se centra sobre todo en los demás43. El pecado
es autoindulgencia, mientras que obedecer es negarnos a
nosotros mismos, lo cual no equivale a negar nuestros deseos
naturales. Obedecer es abandonar lo pecaminoso porque
deseamos más aún la gloria de Jesucristo44. C. S. Lewis
escribió: «No hay más que un bien: Dios. Todo lo demás es
bueno cuando mira hacia Él y malo cuando le vuelve la
espalda. Y cuanto más alto y poderoso sea algo en el orden
natural, más demoníaco se tornará si se rebela»45. Tal vez
hacer morir la lujuria sea una de las principales áreas donde
puedes practicar el negarte a ti mismo y perseguir el
«incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, [tu] Señor»
(Fil. 3:8). Cuando empieces a negarte a ti mismo y a hacer
progresos contra tus malos deseos en un área, el Espíritu
Santo fortalecerá tus músculos espirituales para librar otras
batallas. Las Escrituras dan esperanza para vencer los
malos deseos a aquellos que se lo toman en serio y que están
dispuestos a utilizar los medios que Dios ha provisto para
conseguirlo.
___________
1. LEWIS, C. S. The Great Divorce (El gran divorcio). Nueva York: Harper
One, 1973, pp. 106-115. Mi agradecimiento a John y Pam Leding por sus
valiosos comentarios sobre el primer borrador de este librito.
2. LEWIS, C. S. The Great Divorce, p. 114.
3. Confesión de Fe de Westminster, V.IV.
4. MANTON, Thomas. A Practical Commentary, or an Exposition with Notes,
on the Epistle of James (Comentario práctico a la Epístola de Santiago, o
una exposición con notas). Londres: [s. n.], 1652, p. 92.
5. MANTON, Thomas. Epistle of James, p. 117.
6. MANTON, Thomas. Epistle of James, p. 119.
7 Confesión de Fe de Westminster, XV.IV.
8. Puedes obtener más información acerca de este asunto en: BEEKE, Joel
R. Developing Healthy Spiritual Growth: Knowledge, Practice and Experience
(Desarrollo de un crecimiento espiritual saludable: Conocimiento, práctica y
experiencia). Darlington, Inglaterra: EP Books, 2013.
9. CARR, Robert. An Antidote against Lust: Or a Discourse of Uncleanness
(Un antídoto contra la lujuria, o un discurso acerca de la impureza).
Londres: [s. n.], 1690, p. 5.
10. El cuarto voto de la Orthodox Presbyterian Church para la admisión
de nuevos miembros pregunta: «¿Reconoces a Jesucristo como tu Señor
soberano y prometes, en dependencia de la gracia de Dios, servirlo con todo
lo que está en ti, abandonar el mundo, resistir al diablo, mortificar tus
obras y deseos pecaminosos, y vivir una vida santa?». ORTHODOX
PRESBYTERIAN CHURCH. Book of Church Order (Libro de orden en la
iglesia). [s. l.]: Orthodox Presbyterian Church, 2015, 3.B.2.b.
11. CARR, Robert. Antidote against Lust, p. 50.
12. Puedes obtener ayuda a este respecto en: MCGRAW, Ryan M. How Can
I Remember and Practice the Bible? (¿Cómo puedo recordar y practicar la
Biblia?). Grand Rapids: Reformation Heritage Books, 2016 (Cultivating
Biblical Godliness).
13. MURRAY, John. Principles of Conduct: Aspects of Biblical Ethics
(Principios de conducta: Cuestiones de ética bíblica). Grand Rapids:
Eerdmans, 2003, p. 56.
14. Catecismo Menor de Westminster, preg. 71.
15. Puedes encontrar un excelente análisis de la naturaleza y la práctica
de la meditación en: BEEKE, Joel R. How Can I Practice Christian Meditation?
(¿Cómo puedo practicar la meditación cristiana?). Grand Rapids:
Reformation Heritage Books, 2016 (Cultivating Biblical Godliness).
16. OWEN, John. The Works of John Owen, D.D. (Las obras de John Owen,
doctor en Teología). William H. Goold (ed.). Edimburgo: Johnstone & Hunter,
1850. Vol. 6, p. 33.
17. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 34.
18. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 37. Énfasis del original.
19. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 41.
20. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 42.
21. Reconociendo esta relación, el Catecismo Mayor de Westminster sitúa
la glotonería, por ejemplo, bajo los mandamientos sexto (preg. 136) y
séptimo (preg. 139).
22. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 44.
23. Catecismo Menor de Westminster, preg. 83.
24. Catecismo de Heidelberg, preg. 114.
25. «Aunque la corrupción que aún queda puede prevalecer mucho por
algún tiempo, la parte regenerada triunfa mediante el continuo suministro
de fuerza de parte del Espíritu santificador de Cristo; y así crecen en gracia
los santos, perfeccionando la santidad en el temor de Dios» (Confesión de
Fe de Westminster, XIII.III). Véase VAN VLASTUIN, Willem. Be Renewed: A
Theology of Personal Renewal (Sé renovado: Una teología de renovación
personal). Göttingen: Vandenhoeck & Ruprecht, 2014 (Reformed Historical
Theology, vol. 26).
26. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 57.
27. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 51.
28. EDWARDS, Jonathan. Jonathan Edwards’ Resolutions and Advice to
Young Converts (Las resoluciones de Jonathan Edwards y sus consejos para
jóvenes conversos). Stephen J. Nichols (ed.). Phillipsburg, NJ: P&R, 2001, p.
30.
29. Confesión de Fe de Westminster, XIII.II
30. MURRAY, John. Principles of Conduct, p. 56.
31. JONES, Mark. Faith, Hope, Love: The Christ-Centered Way to Grow in
Grace (Fe, esperanza y amor: La manera cristocéntrica de crecer en la
gracia). Wheaton, IL: Crossway, 2017, p. 217.
32. Cowan plantea que Owen pretendía con esto oponerse al formalismo
de la Iglesia de Inglaterra de su época. Véase COWAN, Martyn C. John Owen
and the Civil War Apocalypse: Preaching, Prophecy, and Politics (John Owen y
el apocalipsis de la guerra civil: Predicación, profecía y política). Londres:
Routledge, 2018 (Religious Cultures in the Early Modern World), p. 88.
33. DUCKETT, Eleanor Shipley. The Gateway to the Middle Ages:
Monasticism (La puerta a la Edad Media: La vida monástica). Nueva York:
Dorset Press, 1990.
34. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 62.
35. WATSON, Thomas. The Lord’s Prayer (El padrenuestro). Edimburgo:
Banner of Truth, 1999, p. 294.
36. OWEN, John. Works. Vol. 6, p. 62.
37. BEEKE, Joel R. Friends and Lovers: Cultivating Companionship and
Intimacy in Marriage (Amigos y amantes: El cultivo del compañerismo y la
intimidad en el matrimonio). Adelphi, MD: Cruciform Press, 2012.
38. WATSON, Thomas. The Lord’s Prayer, pp. 323-326.
39. Puedes encontrar un enfoque cristocéntrico de los atributos divinos
en: JONES, Mark. God Is: A Devotional Guide to the Attributes of God (Dios
es: Guía devocional acerca de los atributos de Dios). Wheaton, IL: Crossway,
2017.
40. OWEN, John. Works. Vol. 1, p. 304.
41. Sin embargo, no deberíamos olvidar que Owen hizo hincapié en que la
justificación en Cristo es el principal motivo que ha de impulsarnos a
obedecer a Dios. Véase OWEN, John. Works. Vol. 5, p. 4.
42. VANDRUNEN, David. God’s Glory Alone: The Majestic Heart of
Christian Faith and Life (La gloria solo para Dios: El corazón majestuoso de
la fe y la vida cristianas). Grand Rapids: Zondervan, 2015 (The 5 Solas), p.
123.
43. CARR, Robert. Antidote against Lust, p. 31.
44. Puedes obtener más información acerca de la negación de uno mismo
en: MCGRAW, Ryan M. Why Should I Deny Myself? (¿Por qué debería negarme
a mí mismo?). Grand Rapids: Reformation Heritage Books, 2015 (Cultivating
Biblical Godliness). Este librito se ha publicado en español y está disponible
en Cristianismo Histórico (www.cristianismohist.com).
45. LEWIS, C. S. The Great Divorce, p. 106.
Libros recomendados
¿QUÉ ES EL ARREPENTIMIENTO?
Jeremy Walker
El espíritu de la época nos dice que, en lugar de sentirnos
mal con nosotros mismos, debemos aumentar nuestro amor
propio. Sin embargo, para llegar a ser cristiano y mantener
una vida cristiana saludable, tenemos que practicar el
arrepentimiento. Esto significa reconocer con tristeza
nuestro pecado y anhelar la santidad y una obediencia mayor
a la voluntad de Dios. En este folleto, Jeremy Walker explica
que el arrepentimiento bíblico implica dejar el pecado y
volverse a Dios. Nos proporciona cuadros bíblicos del
arrepentimiento, así como medidas prácticas para
desarrollar esta característica importante en nuestras vidas.
“Leer el folleto de Jeremy Walker, ¿Qué es el
arrepentimiento?, es como ir con un doctor de almas a la
sala de operación y ver cómo abre el corazón humano.
Primero nos enseña brevemente la naturaleza del pecado y
sus consecuencias devastadoras. Después, usa el bisturí
quirúrgico para separar con destreza el verdadero
arrepentimiento del falso, para que en realidad encontremos
la salvación en Jesucristo. Todo cristiano debe leer este libro
y ponerlo en las manos de aquellos que le pregunten
seriamente sobre el camino a la vida”.
—Conrad Mbewe, pastor de Kabwata Baptist Church,
Zambia, y conferenciante
Jeremy Walker es pastor de Maidenbower Baptist Church
en Crawley, Inglaterra y el autor de Passing Through:
Pilgrim Life in the Wilderness.
Disponible en Cristianismo Histórico
GUARDA TU CORAZÓN
John Flavel
“Antes de ser regenerado, el corazón del hombre es la
parte peor de su ser, pero después es la mejor. El corazón es
el asiento de los principios y la fuente de las acciones. Dios
fija su atención en él, y de la misma manera, la atención del
cristiano debe centrarse principalmente en su corazón. La
mayor dificultad en la conversión es ganar el corazón para
Dios, y la mayor dificultad después de la conversión es
mantener el corazón en Dios”.
—John Flavel
“Los escritos de Flavel lo revelan como alguien de mente
clara y elocuente, al más puro estilo puritano ortodoxo,
enfocado en Cristo, sus temas se centran en la vida, con la
mente siempre puesta en hacer que progresara la verdadera
piedad, con paz y gozo en el Señor”.
—J. I. Packer
En esta obra clásica, el puritano John Flavel le habla al
creyente sobre la necesidad de guardar su corazón en todo
tiempo y de cumplir con este deber de forma bíblica. El
autor explica lo que significa guardar el corazón y procede a
detallar aquellos tiempos de la vida cristiana en los que este
necesita un cuidado especial. Incluye consejos pastorales
para doce períodos importantes de la vida cristiana, entre
ellos los tiempos de prosperidad, adversidad, peligro,
necesidad y tentación. Para estos tiempos, y otros que
pudieran venir, Flavel tiene palabras de aliento, exhortación
y guía que son pertinentes para los cristianos de cualquier
época.
Tomarlas en serio ayudará al creyente a cultivar su amor
por Dios para que este no mengüe, sin importar la
circunstancia en la que se esté esforzando por ofrecer un
servicio agradable a Dios.
En 1662 John Flavel fue expulsado de la iglesia de
Inglaterra y comenzó a predicar ilegalmente en casas
particulares, en bosques y hasta en una isla rocosa en el río
Salcombe. A pesar de esto, su congregación nunca dejó de
estimarlo y, cuando las restricciones fueron suspendidas en
1687, edificaron una gran iglesia en la que él pudo continuar
su ministerio. Allí permaneció hasta su muerte en 1691. Su
predicación y escritos demuestran su profunda experiencia
espiritual y su labor en la oración y el autoexamen.
Disponible en Cristianismo Histórico
Publicaciones Aquila
5510 Tonnelle Ave.
North Bergen, NJ 07047
EE.UU.
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