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EL AMOR
Una actitud de amor es buscar siempre el bienestar de los demás
EL PERDON
El perdón genuino se expresa de diferentes formas
LA CONFESION
Confesar debe ser un hábito en la vida del cristiano
LA RESTITUCION
El verdadero encuentro con Cristo, produce una actitud de restitución
LA HUMILDAD
Una actitud humilde es resultado de un carácter humilde
LA DILIGENCIA
Una actitud diligente lleva a la prosperidad
EL SERVICIO
El creyente es llamado a tener una actitud de siervo cada día
LA AMONESTACION
La amonestación siempre debe buscar la restauración del hermano
PROPÓSITO DE LA SERIE
Estudiar y practicar actitudes correctas en la vida cristiana
1. EL AMOR
El amor es definido como una entrega generosa, y con buena voluntad hacia otra persona, es
también tratar a los demás como si formaran parte de su propia familia. El hombre ha sido creado
por Dios para amar. Por tanto, una actitud de amor es buscar siempre el bienestar de los
demás
Una actitud de amor es la que reconoce a los demás como superiores a él mismo
2. EL PERDÓN
Perdonar es el acto de no retribuir las ofensas con el castigo merecido. Hoy la mayoría de
personas que habitamos en esta tierra sufrimos actos de violencia, intolerancia e injusticia, pero
¿cómo expresar perdón ante estas situaciones? El perdón genuino se expresa de diferentes
formas.
Cristo fue crucificado, Pablo sufrió el abandono y Esteban murió apedreado por sus compatriotas,
pero, a pesar de todas estas difíciles circunstancias, todos ellos pasaron por alto los agravios que
les hicieron y hoy son modelos de perdón. Enseñándonos que el perdón genuino se expresa
de diferentes formas.
3. LA CONFESIÓN
La confesión es el reconocimiento delante de Dios de la culpa por un pecado cometido contra Él.
Confesar es una necesidad para todo creyente, pues tiene como fin que el hombre obtenga el
perdón y la limpieza del Creador, recordando siempre que confesar debe ser un hábito en la
vida del cristiano.
Confesar debe ser un hábito en la vida del cristiano, pues le permite disfrutar de la relación
con Dios, trayendo limpieza y restauración para su vida.
4. LA RESTITUCIÓN
La restitución es la compensación por los daños causados a otra persona. En la Palabra de Dios
encontramos la historia de un hombre que por medio de su trabajo había dañado a otros, pero
después de conocer a Cristo, se dispuso a reparar los daños causados, enseñándonos que
el verdadero encuentro con Cristo, produce una actitud de restitución.
Zaqueo demostró a través de actos externos el cambio interno que había tenido al conocer a
Cristo. Por tanto, el verdadero encuentro con Cristo produce una actitud de restitución.
5. LA HUMILDAD
La humildad consiste en no exigir derechos y renunciar a muchas cosas que por ley
corresponden a la persona. En la escritura encontramos el ejemplo de Juan el bautista quien vivió
de manera humilde. La vida de este hombre nos enseña que una actitud humilde es resultado
de un carácter humilde.
Reconocer que el hombre es valioso solo en Dios (Teoestima), ayuda a vivir humildemente
Juan el bautista entendió y obedeció bien el plan de Dios para su vida, por eso mantuvo una vida
caracterizada por la humildad delante de todos los hombres, dejándonos la lección que una
actitud humilde es resultado de un carácter humilde.
6. LA DILIGENCIA
La diligencia consiste en hacer las cosas en el tiempo en que necesitan ser realizadas. Ser
diligente es necesario para todas las áreas de la vida, y de la diligencia se puede aprender que
una actitud diligente lleva a la prosperidad.
1. LA DILIGENCIA ES NECESARIA EN LA RELACIÓN CON DIOS
Una actitud diligente lleva a la prosperidad, pues si el hombre de Dios utiliza bien los recursos
que Él le ha dado, va a ser prosperado en lo que hace.
7. EL SERVICIO
Servir según el plan Divino, es estar atento para ayudar a las necesidades de los demás, y servir
es también la expresión de la vida cristiana. Pero el hombre olvida esto y en vez de servir,
muchos esperan ser servidos. Por esta gran necesidad, El creyente es llamado a tener una
actitud de siervo cada día.
d) A la familia, Job1:5
El creyente es llamado a tener una actitud de siervo cada día, en el hogar, iglesia, trabajo y
comunidad donde resida. No olvidando usar en el servicio los recursos provistos por Dios, sin
esperar nada a cambio.
8. LA AMONESTACIÓN
Amonestar consiste en identificar en una persona pensamientos erróneos, corrigiéndolos al
colocar en ella los pensamientos correctos. Este proceso es una responsabilidad de todo
creyente, que a la vez, debe ser realizado con mucho cuidado para no llegar a dañar al que se
está amonestando, porque la amonestación siempre debe buscar la restauración del
hermano.
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a) Amonestar tiene el propósito de advertir, Hch.20:31
La amonestación siempre debe buscar la restauración del hermano. Por tanto debe ser
hecha bajo los parámetros Bíblicos, teniendo la llenura del Espíritu Santo como el origen de la
amonestación y la restauración del hermano como la meta del proceso de corrección.