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Diálogo entre terapeuta y paciente, basado en la violencia familiar, usando las

técnicas de comunicación: reflejo de sentimiento, parafraseo, recapitulación y

confrontación.

Terapeuta: Hola, Ana. ¿Cómo estás hoy?

Paciente: Hola, terapeuta. Pues la verdad es que estoy muy mal. Ayer tuve otra pelea con

mi esposo y me pegó muy fuerte. Me duele todo el cuerpo.

Terapeuta: Vaya, lo siento mucho. Te veo muy triste y asustada.

Paciente: Sí, estoy muy triste y asustada. No sé qué hacer. Él dice que me quiere, pero

que yo le provoco. Que, si no fuera tan rebelde, él no me pegaría.

Terapeuta: Entonces, él te culpa a ti de su violencia. Y tú, ¿qué piensas?

Paciente: Pues no sé. A veces pienso que tiene razón, que yo soy la culpable. Que, si le

hiciera caso, él no me trataría así. Pero otras veces pienso que no es justo, que él no tiene derecho

a pegarme ni a insultarme. Que yo no soy su propiedad.

Terapeuta: Veo que tienes pensamientos contradictorios. Por un lado, te sientes culpable

y responsable de su violencia. Por otro lado, te sientes indignada y rebelde ante su abuso. ¿Es

así?

Paciente: Sí, es así. No sé qué pensar. Me siento muy confundida.

Terapeuta: Te comprendo. Es normal que tengas confusión. Pero quiero que sepas que

hay algo que está muy claro. Y es que la violencia de tu esposo no es tu culpa. Es su culpa. Él es

el que tiene un problema, no tú. Él es el que tiene que cambiar, no tú. Tú eres una persona

valiosa, que merece respeto y cariño.

Paciente: ¿De verdad? ¿No será que yo hago algo mal? ¿Que soy una mala esposa?
Terapeuta: No, no es tu culpa. Tú no haces nada mal. Tú eres una buena esposa, y una

buena persona. Lo que pasa es que tu esposo te ha hecho creer lo contrario. Te ha manipulado y

te ha hecho sentir inferior. Te ha quitado la confianza y la autoestima. Pero eso no es verdad. Tú

tienes muchas cualidades y fortalezas. Tú puedes salir de esta situación y recuperar tu bienestar.

Paciente: Gracias por decirme eso. Me hace sentir un poco mejor. Pero no sé cómo salir

de esta situación. Me siento atrapada.

Terapeuta: Bueno, para eso estamos aquí. Para ayudarte a encontrar una solución. Pero

antes de eso, tenemos que trabajar en tu autoestima y en tu seguridad. ¿Te parece bien?

Paciente: Sí, me parece bien. ¿Qué tengo que hacer?

Terapeuta: Pues vamos a seguir con el ejercicio que empezamos la sesión pasada.

Vamos a identificar y cuestionar los pensamientos negativos que tienes sobre ti misma y sobre tu

relación. ¿Te acuerdas?

Paciente: Sí, me acuerdo. Me pareció un ejercicio muy útil.

Terapeuta: Me alegro. Entonces, vamos a continuar con él. ¿Qué pensamiento negativo

te viene a la mente ahora?

Paciente: Pues me viene el pensamiento de que no puedo dejarle, porque me ha

amenazado con matarme si lo hago.

Terapeuta: ¿Y eso es cierto? ¿Hay alguna evidencia que lo demuestre?

Paciente: Pues no sé. Él me lo ha dicho muchas veces, y me da mucho miedo. Pero

también sé que hay otras mujeres que han salido de situaciones parecidas. Que han pedido ayuda

y han conseguido escapar de sus maltratadores.

Terapeuta: Exacto. Entonces, ese pensamiento es falso. Es una distorsión cognitiva.

¿Qué podrías pensar en su lugar, que fuera más realista y positivo?


Paciente: Podría pensar que sí puedo dejarle, que no estoy sola, que hay personas que me

pueden ayudar. Que hay recursos y opciones para protegerme de él.

Terapeuta: Muy bien. Ese pensamiento es más acorde con la realidad. ¿Y cómo te hace

sentir ese pensamiento?

Paciente: Me hace sentir más esperanzada, más animada, más decidida.

Terapeuta: Perfecto. Eso es lo que buscamos. Que cambies los pensamientos negativos

por otros más positivos, que te ayuden a sentirte mejor y a tomar decisiones más saludables. ¿Te

parece que sigamos con este ejercicio?

Paciente: Sí, me parece bien. Gracias por ayudarme.

Terapeuta: De nada, Ana. Estoy aquí para eso. Vamos a seguir trabajando juntos, hasta

que logres salir de esta situación y recuperes tu bienestar. ¿Te parece?

Paciente: Sí, me parece. Gracias, de verdad.

Terapeuta: A ti, por confiar en mí. Hasta la próxima sesión.

Identifique la técnica de comunicación y justifique su respuesta.

Situación: María de 30 años, asiste a terapia por diferentes problemas personales, en el

trascurso del proceso menciona

Paciente: “Por situaciones laborales no cuento con tiempo para asistir a la consulta en

los horarios establecidos, por lo que pido que las sesiones se puedan realizar por vía

telefónica”

Terapeuta: “Comprendo su situación, pero lo que usted me solicita no es posible,

recuerde lo conversado en un inicio, los encuentros son personales y en este espacio, con la

finalidad de lograr mejores resultados en su proceso”


La técnica de comunicación es la “Recapitulación”, ya que el paciente le pregunta a su

terapeuta que por situaciones laborales no tiene un tiempo estimado para asistir presencialmente

a sus consultas, por lo que es mejor realizarlas por teléfono. Y el terapeuta comprende la

situación, es empático consigo mismo, pero RECUERDA en sí mismo las conversaciones que

tuvieron en las primeras sesiones, la importancia de realizar las sesiones presencialmente y las

principales metas y objetivos de esta.

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