Mantenimiento de herramientas

En los salones de uñas, es un tema de gran importancia para garantizar la salud y la seguridad de
los clientes y del personal que trabaja allí. La esterilización adecuada de las herramientas y equipos
utilizados en los tratamientos de uñas es esencial para prevenir la propagación de enfermedades
infecciosas. En este artículo, exploraremos la importancia de la esterilización en los salones de
uñas.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ESTERILIZACIÓN EN LOS SALONES DE UÑAS?

Te contamos el por qué de la importancia de la esterilización en tu salón de uñas. Esta es

fundamental para garantizar la seguridad de los clientes y del personal. Los tratamientos de uñas
pueden provocar pequeñas heridas o cortes en la piel, lo que aumenta el riesgo de infección si las
herramientas y equipos no se esterilizan adecuadamente. Las enfermedades infecciosas, como la
hepatitis B, la hepatitis C y el VIH, también pueden propagarse a través del uso de herramientas no
esterilizadas.

¿COMO HACERLO?

En primer lugar, coloca tus herramientas en un recipiente con agua tibia y jabón. El agua
caliente junto con el jabón llegara a los lugares más ocultos y difíciles de alcanzar. Eso te
resultará especialmente útil para eliminar trozas de gel o esmalte que se quedan pegados a las
herramientas.
Deja las herramientas a remojo durante aproximadamente 5 minutos. Puedes dejarlas más
tiempo si así lo crees conveniente.
Una vez a remojo, con ayuda de un cepillo limpia suavemente y a fondo el interior de las
herramientas, por los lugares de difícil acceso, asegurándote siempre que no quedan restos de
suciedad.
A continuación, con las manos bien limpias o utilizando guantes, saca las herramientas de
manicura del agua y sécalas completamente con ayuda de una toalla de papel.
Una vez secas las herramientas colócalas en un recipiente y cúbrelas completamente con
alcohol y déjalas reposar durante unos 30 minutos aproximadamente.
Pasado ese tiempo saca las herramientas del alcohol con las manos limpias y déjalas que se
sequen al aire sobre una toalla papel.
Por último, pero no menos importante, guarda tus herramientas de manicura en un lugar seco
y limpio, lejos del polvo y la humedad.