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La intervención en los procesos de transformación social.


Teoría del Vínculo. Psicología Social de las Organizaciones.
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EJE TEMÁTICO 5: La intervención en los procesos de transformación social. Clase 1:
Teoría del
Vínculo. Principales características del Vínculo en la Psicología Social de Pichón
Rivière.
Dimensiones de la Investigación del Vínculo de la Psicología Social. Elementos de
la
intervención psicosocial. Psicología Social de las Organizaciones. Definición de la
Psicología
Social de las Organizaciones. Cuestiones problemáticas de la Psicología Social de
las
Organizaciones.
En esta primera clase del Modulo 5, La intervención de la Psicología Social en los
procesos de
transformación social, realizaremos una primera aproximación a los aportes propios
de la
Teoría del Vínculo y de la Psicología Social de las Organizaciones.
1. La Teoría del Vínculo
Para abordar los principales contenidos y alcances de la teoría del vínculo, se
propone la
lectura detallada del texto que se adjunta a esta clase: «Sobre la teoría del
vínculo en Enrique
Pichón Rivière. Una sistematización del texto Teoría del vínculo de Pichón» de
Hernando
Alberto Bernal Z.
Tal como lo expresa este autor en el articulo mencionado «La teoría del vínculo de
Enrique
Pichón Rivière tiene como fuente principal a la teoría de las relaciones de objeto
que imperaba
en el discurso kleiniano a finales de los años cincuenta. Pichón estaba muy
interesado en poner
a prueba el psicoanálisis con experiencias de trabajo social, y aseguraba que dicho
trabajo le
proporcionaría al psicoanálisis la verificación y confrontación necesarias para
contribuir en el
desarrollo de la psicología social. “Es imposible realizar una labor en profundidad
si se
prescinde del método psicoanalítico, así como es imposible que este método tenga
una
operatividad científica definida si no se lo confronta y verifica permanentemente
con un
trabajo social paralelo”. (Hernando Alberto Bernal Z. – «Sobre la teoría del
vínculo en Enrique
Pichón Rivière. Una sistematización del texto Teoría del vínculo de Pichón»)
El detalle acerca de los cuerpos teóricos que dieron fundamento a la teoría
pichoniana del
vinculo se encuentra en el punto 11. Fundamentos teóricos de la teoría del vínculo,
del articulo
citado.
A continuación destacamos los temas principales desarrollados en el articulo
mencionado:
1. Principales características del Vínculo en la Psicología Social de Pichón
Rivière:
En primer lugar el autor presenta el concepto de vinculo que plantea Pichón
Rivière, y que
constituye la cuestión nodal de su teoría:
“El concepto de vínculo es “la mínima unidad de análisis”de la psicología social.
Esto significa
que el objeto de estudio de ésta, no es el individuo, la persona o el sujeto en sí
mismo, como lo
es para la psicología o el psicoanálisis, sino el vínculo que un sujeto pueda
establecer con
otro sujeto. En este punto Pichón da un paso más, va más allá de la psicología de
las relaciones
de objeto. En ésta, lo que interesa es la relación de un sujeto con un objeto, en
una relación
unidireccional, en donde lo que se estudia es cómo el sujeto afecta al objeto. En
cambio Pichón
Rivière hace de este vínculo entre un sujeto y otro, una relación bidireccional, de
tal manera
que lo que se estudia en la psicología social es cómo un sujeto se relaciona con un
objeto que
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en este caso es otro sujeto y viceversa: cómo este objeto sujeto afecta al sujeto
que establece
un vínculo con él.
Por lo anterior se puede definir claramente al objeto de estudio de la psicología
social como el
estudio de “los efectos subjetivos que tiene el encuentro con el otro”en la medida
en que se lo
toma como modelo o ideal, auxiliar o semejante, objeto de amor y/o deseo y como
rival o
enemigo. Más adelante se desarrollará más ampliamente este punto que se apoya en
una
importante cita del texto de Freud, Psicología de las masas y análisis del yo y en
el que se
puede situar desde el psicoanálisis, el origen de la psicología social pichoniana.
Además que
sirve para diferenciar claramente el campo de intervención de la psicología social
y el del
psicoanálisis.” Bernal Z. Articulo Citado. (El subrayado es nuestro)
El autor detalla en su articulo las otras caracteristicas del concepto del vínculo
de la teoría
pichoniana, que pueden ser consultadas en el el trabajo de Bernal:
1. El vínculo es condición de supervivencia.
2. En todo vínculo hay circuitos de comunicación y aprendizaje.
En relación a esta característica el autor realiza una importante indicación, que
orienta la
comprensión del aporte central de Pichón Riviere a los procesos de intervención
social: el
Esquema Conceptual Referencial Operativo (ECRO)
“…la teoría del vínculo de Pichón Rivière no sólo se alimenta del psicoanálisis
freudiano y
kleiniano, sino que él también toma aspectos de otras teorías psicológicas y que le
sirven a
Pichón para establecer su ECRO o Esquema Conceptual Referencial Operativo. La
noción de
aprendizaje es tomada de la psicología conductista, y Pichón se apropia de ella,
junto con la de
comunicación, para convertirlas en dos de los más importantes objetivos de la
intervención de
su psicología social. De hecho, estos dos aspectos del vínculo se constituyen en
rasgos con los
que se define el vínculo cuando es normal. La patología del vínculo va a tener
mucho que ver
con los trastornos que se presentan en el vínculo a nivel de la comunicación y a
nivel del
aprendizaje…” Bernal Z. Articulo Citado. (El subrayado es nuestro)
En sus notas, Bernal cita una explicación conceptual del ECRO - Esquema Conceptual
Referencial Operativo, que nos permite comprender su centralidad teórica :
“¿Qué significa lo anterior? Iniciemos por el último término: lo operativo. Ello
quiere decir que
el autor en cuestión construyó un aparato conceptual cuyo objetivo fundamental era
su
aplicación. Ello quiere decir que no es del interés de Pichón la elucubración
teórica, sino su
puesta en escena en la realidad social. Esto es lo que le da su pertinencia y
validez social. Para
él un concepto es importante en tanto sea operativo. Esto a su vez se constituye en
la tarea
explicita de la técnica de los grupos operativos: operativizar los conceptos que se
trabajen, más
que repetir la teoría. Ahora bien, es claro que para poder aplicar, el sujeto en
cuestión tiene
que tener algún nivel de claridad sobre los conceptos de los que se ocupa. Sobre el
término
"esquema conceptual y referencial", se me antoja una analogía. Cada sujeto
construye un
esquema referencial desde el cual interpreta la realidad, esquema que no es
conceptual sino
ideativo, pues el concepto supone un constructo que da cuenta de un rasgo que se
repite en un
conjunto de fenómenos sociales, siendo estos compartidos por una comunidad
científica, y por
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tanto monosémicos. Al contrario, una idea es singular y polisémica. Lo anterior
supone que
Pichón construyó un conjunto de conceptos que le dan origen a un cuerpo teórico, el
cual se
constituye en el referente para interpretar distintos fenómenos sociales, cuerpo
del cual se
puede servir un psicólogo social”. Mejía, María Paulina. El ECRO y su concepción de
sujeto en
Enrique Pichón-Rivière. EN: Poiésis #5. Revista electrónica del Programa de
Psicología con
énfasis en Psicología Social de la Funlam.http://di.amigomed.edu.co/poiesis citado
por Bernal
en el texto de referencia (El subrayado es nuestro)
Continuando con la mención de las carácteristicas del concepto de vínculo de
Pichón,
planteado como estructura vincular, Bernal precisa que:
3. “El vínculo es “una estructura compleja”. Es decir que Pichón piensa que el
vínculo
no es una estructura simple, como lo es la relación de objeto, en la que hay
involucrados sólo dos elementos: el sujeto y el objeto. El vínculo es complejo por
varias
razones, y la primera es que hay más de dos elementos en juego. De hecho se
trata de una estructura triangular, es decir que hay un tercero en juego en la
relación
sujeto a sujeto; “…el gran tercero de todo vínculo es la cultura”. Esto nos conduce
a la
siguiente característica del vínculo. ” (El subrayado es nuestro)
4. “Hay una triangularidad en el vínculo. Pichón descompone esta estructura
triangular
del vínculo en bi corporal y tri personal. Es bi corporal porque hay en juego
siempre
dos sujetos relacionados entre sí y afectándose mutuamente. Y es tri personal
porque
hay una tercera “persona” presente en esa relación bi corporal. Estos tres
elementos
hacen una estructura en el sentido más simple del término, es decir, una estructura
es
aquella que está compuesta por una serie de elementos relacionados entre sí con la
siguiente característica: si se modifica uno sólo de los elementos de la
estructura, la
estructura toda es modificada, es decir, que los otros elementos de la estructura
resultarán afectados si se afecta uno sólo de los elementos de ella. ”. (El
subrayado es
nuestro)
5. “…. La estructura triangular cambia. Sin esta característica sería vana la
intervención y
la existencia del psicólogo social. Si la estructura vincular no cambiara, no fuese
susceptible al cambio, no valdría la pena intervenir sobre ella. Si no cambiara, no
habría nada que hacer. Pero ella cambia, y cambia a través de la historia. De hecho
hay
historia debido a que cambia la estructura de los vínculos entre los hombres. Si
esta
estructura no cambiara, no habría una historia para contar; la historia sería
siempre
la misma. La estructura cambia porque cambian los elementos en juego en la
estructura, por eso es posible intervenir sobre uno o varios de los elementos de la
estructura que están vinculados entre sí, pudiéndose lograr un cambio en los otros
elementos de la estructura, un cambio que de hecho, puede llegar a hacer historia.”
(El
subrayado es nuestro)
Finalmente, Bernal plantea la importancia del conflicto como inherente a la
estructura
vincular en la teoría de Pichón Rivière:
6. Esta característica es probablemente una de las más importantes. Dice así: La
estructura vincular es conflictiva. Las relaciones interpersonales son
conflictivas. El
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conflicto hace parte de la estructura vincular. Pero más allá de que el vínculo
conlleve
contradicciones, diferencias, ambivalencias y odios, a nivel del vínculo entre
semejantes
existe intrínsecamente una tensión agresiva, una rivalidad imaginaria entre el
sujeto y
el otro que hace parte de la forma como se constituye el yo de un sujeto por la vía
de
una identificación imaginaria con su propia imagen”. (El subrayado es nuestro)
Para profundizar estos conceptos, pueden encontrarse en el texto de Bernal,
explicaciones
detalladas acerca de la normalidad o la patología en los vinculos entre los sujetos
desde la
perspectiva de Pichón Rivière, como así tambien la distinción entre los dos campos
psicológicos
del vínculo: un campo externo y uno interno:
“En el campo externo el sujeto se relaciona con objetos externos, es decir,
fundamentalmente
con otros sujetos y eventualmente con cosas. En el campo interno el sujeto sostiene
relaciones
con objetos internos: objetos de sus ideas, pensamientos, fantasías o sueños. A la
psicología
social lo que le va a interesar es el campo externo, es decir, los vínculos
externos del sujeto con
objetos externos. Al psicoanálisis y a la psiquiatría lo que les interesa es el
campo interno: el
vínculo interno del sujeto con objetos internos (….) Pero si bien Pichón delimita
estos dos
campos de intervención, el uno para la psicología social y el otro para el
psicoanálisis y la
psiquiatría, no por esto él va a abandonar al psicoanálisis, por el contrario.
Pichón va a
instaurar un lazo muy estrecho entre éstos dos campos, estableciendo un principio
para su
ECRO. Dicho principio dice así: «El vínculo interno condiciona los vínculos
externos del sujeto»;
él lo dice en estos términos: “el vínculo interno está entonces condicionando
aspectos externos
y visibles del sujeto”. Así pues, el carácter o la manera habitual de comportarse
un sujeto, se
comprende por la relación de objeto interna de éste.” (El subrayado es nuestro)
Destacamos especialmente como nos introduce Bernal en la concepción pichoniana de
la
relación entre la dimensión psicológica y la dimensión social de los fenómenos
psicosociales,
que como hemos visto en los módulos anteriores constituye un tema central de la
construcción teorica en la Psicología Social como disciplina científica:
“El campo de intervención para la psicología social pichoniana y para el
psicoanálisis también
se puede delimitar partiendo del primer párrafo del primer capítulo introductorio a
la
Psicología de las masas y análisis del yo de 1921 de Sigmund Freud ya mencionado.
Lo cito
completo: “La oposición entre psicología individual y psicología social o de las
masas, que a
primera vista quizá nos parezca muy sustancial, pierde buena parte de su nitidez si
se la
considera más a fondo. Es verdad que la psicología individual se ciñe al ser humano
singular y
estudia los caminos por los cuales busca alcanzar la satisfacción de sus mociones
pulsionales.
Pero sólo rara vez, bajo determinadas condiciones de excepción, puede prescindir de
los
vínculos de este individuo con otros. En la vida anímica del individuo, el otro
cuenta, con total
regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo, y por eso
desde el
comienzo mismo la psicología individual es simultáneamente psicología social en
este sentido
más lato, pero enteramente legítimo.” Es un párrafo de crucial importancia para la
psicología
social. Lo primero que advierte Freud es que la oposición entre esta psicología y
la psicología
individual no es nítida si se piensa en que el sujeto no puede prescindir de sus
vínculos con otros
para constituirse como tal. El sujeto no es sin los otros. Como bien lo dijo ya
Pichón, el campo
del psicoanálisis, campo interno, tiene que ver con las relaciones de objeto
internas del sujeto.
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En términos de Freud, el objeto de estudio del psicoanálisis lo podemos definir
como la forma
singular como un sujeto “busca alcanzar la satisfacción de sus mociones
pulsionales”. Pero el
campo externo, el de la psicología social, lo podemos definir como el campo de los
vínculos del
sujeto con el otro, en tanto que este otro cuenta “como modelo, como objeto, como
auxiliar y
como enemigo”
En los puntos 4. Vínculo interno vínculo externo y 5. 10 observaciones sobre el
vínculo, del
texto de Bernal, se amplian las características del vinculo enunciadas. De este
último punto
destacamos la referencia especifica que hacer el autor a las posibilidades de
investigación del
vínculo por parte de la Psicología Social para Pichón Rivière:
“El vínculo también es investigable, y la investigación permanente de los vínculos
es labor de
todo psicólogo social. Según Pichón, existen tres dimensiones de la investigación
en Psicología
Social:
 Investigación psicosocial: es la investigación del sujeto en la medida en que
establece
vínculos con otros sujetos, es decir, que parte del sujeto hacia fuera; recuérdese
que el
vínculo es la mínima unidad de análisis de la psicología social, por eso no se
estudia al
individuo solo, sino en la medida en que se vincula con otros.
 Investigación sociodinámica: tiene como objeto de estudio al grupo como
estructura.
Es la investigación de los pequeños grupos, como la familia, en los que la
estructura
que los determina es tal que, si uno de los elementos de la estructura se modifica,
esto
tendrá efectos en los otros elementos de la estructura.
 La investigación institucional: es la investigación de los grandes grupos; toma
como
objetos de investigación a las grandes instituciones o a todo un país inclusive.
Estos
tres tipos de investigación se interrelacionan entre sí.” Bernal. Obra citada. (el
punteado y negritas son nuestras)
Para ampliar acerca de los principios fundamentales de la teoria pichoniana sobre
el vínculo,
del el objeto central de las investigaciones en psicología social, la relación con
los contextos
sociohistóricos y culturales de los fenómenos psicosociales y los objetivos de la
intervención
psicosocial se pueden consultar los ítems 6 al 10 del articulo de Bernal.
Finalmente en el punto 12 del texto que estamos analizando encontramos los
elementos a
tener en cuenta en la intervención psicosocial:
“12.1. El existente. Es un momento fenomenológico, que, a partir de la observación
que se está
haciendo, se aísla del contexto o del material existencial que ofrece el grupo o el
sujeto. A partir
de él, el psicólogo social hace una hipótesis sobre lo que sucede a nivel
inconsciente en ese
momento. “El existente tiene una estructura, una forma, una configuración, es una
Gestalt, en
realidad una Gestaltum, es decir, un continuo proceso de formarse una Gestalt o
estructura”.
12.2. El emergente. Surge después de la intervención que hace el psicólogo social
en el grupo a
partir del existente, es decir, que un existente pasa a ser un emergente después de
una
intervención pertinente del psicólogo en la lectura que hace de lo latente. Dicha
intervención
tiene como objetivo hacer explícito lo implícito. El emergente es, entonces, el
producto que
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resulta de una situación previa, denominada existente. Pichón dirá que tanto el
existente como
el emergente deben ser considerados como figuras que emergen del fondo organizado
en cada
aquí-ahora. Fondo y figura son las dos divisiones que se encuentran en cada
estructura. Todo lo
que aparece en primer plano tiene, por tanto, una determinación interna.
“Continuamente se
organizan estructuras, los emergentes, que son los existentes de cada momento, a
los cuales
enfrentamos con una nueva interpretación”.
12.3. La acción en espiral dialéctica. La situación vincular configura “…un proceso
vivo y
permanente en acción de espiral dialéctica”. En efecto, el existente que pasa a ser
un
emergente, pasa de nuevo a ser un existente de la situación, así como la
modificación de los
esquemas referenciales involucrados en la situación vincular, se da por ese
movimiento
dialéctico en espiral que se produce en uno y otro al afectarse mutuamente.
12.4. El aprendizaje. Pichón concibe al aprendizaje como la apropiación
instrumental de la
realidad con el fin de modificarla. Gracias al aprendizaje, el sujeto realiza una
adaptación
activa a la realidad, de forma dialéctica, es decir, que se establece una relación
mutuamente
modificante y enriquecedora entre el sujeto y el medio. “El proceso de aprendizaje
debe
comprenderse como un sistema de cierre y apertura que funciona dialécticamente. Se
cierra en
determinado momento y luego se abre para volver a cerrarse posteriormente”. El
aprendizaje
es uno de los seis vectores a tener en cuenta en el grupo operativo, o en todo
fenómeno
grupal.
12.5. El análisis de la situación triangular. Ya sabemos que el vínculo se
constituye como una
estructura compleja de interacción, en la que, a parte de las dos personas
involucradas en ésta,
hay implícito un tercero, el Otro cultural o los determinantes histórico−sociales
del vínculo y del
sujeto. Ese tercero también puede ser un tercero fantaseado, un objeto interno, que
el sujeto
proyecta sobre su partenaire. Según Pichón, toda situación debe ser revisada en
términos de
tres; ese tercero implícito en todo vínculo debe ser tenido en cuenta y, como
objetivo de toda
intervención, descubierto. La situación transferencial y el Complejo de Edipo son
ejemplos de
situaciones triangulares.”
2. La Psicología Social de las Organizaciones.
A fin de realizar una presentación general de los contenidos y alcances de la
Psicología Social
de las Organizaciones, presentamos a continuación el texto de Leonardo Schvarstein
que nos
permite situar esta disciplina abarcando sus antecedentes, su objeto y definición,
cuestiones
problemáticas, los aspectos epistemológicos, metodológicos, axiológicos y
teleológicos que la
constituyen. Asimismo el autor nos presenta su perspectiva acerca del rol del
psicólogo en el
campo de las organizaciones.
Objeto de la presentación: (….) caracterizar el rol del psicólogo trabajando en
organizaciones
desde el marco referencial de la Psicología Social de E. Pichon Riviere y desde el
marco del
Análisis Organizacional que he desarrollado personalmente. Para ello deberé definir
primeramente la Psicología Social de las Organizaciones y consideraré sus aspectos
epistemológicos, ontológicos, metodológicos, axiológicos y
teleológicos.Posteriormente,
abordaré el rol del psicólogo en el campo de las organizaciones desde esta
perspectiva,
utilizando el marco teórico de Pierre Bourdieu….
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Definición de la Psicología Social de las Organizaciones: Obviamente, caracterizar
a la
Psicología Social de las Organizaciones exige definir previamente a la Psicología
Social. Ello
significa, en principio, reconocer la existencia de muchas psicologías sociales,
entre ellas las del
interaccionalismo simbólico (G.H.Mead, Blumer), las de la influencia social (Asch,
Mugny,
Moscovici), las antropológicas y etnometodológicas (Goffman, Garfinkel), las
grupalistas
(Lewin, Bion, Anzieu), las conductistas (Allport, Skinner), las psicoanalíticas
(Freud, Pichon
Riviere, Kaës), las gestalticas (Heider, Newcomb), las institucionalistas
(Foucault, Castoriadis),
las sistémicas (Watzlawick, Minuchim, Slutzky). Esta extensa e incompleta
enumeración señala
la coexistencia de enfoques muy diversos que reconocen, no obstante, la existencia
de una
problemática común, la de la interacción. Podría decirse en efecto, desde esta
perspectiva, que
la psicología social es la disciplina que se ocupa del estudio de la interacción
humana. (el
resaltado en negrita es nuestro)
Schvarstein situa su perspectiva acerca de la Psicología Social de las
Organizaciones en el
marco conceptual de la psicología social de E. Pichon Riviere, priorizando las
concepciones de
sujeto, la del vínculo y la del grupo de la teoría pichoniana:
“La Psicología Social de Pichon Riviere aporta tres concepciones fundamentales,
articuladas en
torno a una concepción de salud entendida como adaptación activa a la realidad:
 la de sujeto: producido y productor, emergente de una trama de relaciones
sociales,
forjado en la relación dialéctica entre necesidad y satisfacción;
 la de vínculo: estructura compleja (a cuatro vías) que incluye un sujeto, un
objeto, su
mutua interrelación a través de procesos de comunicación y aprendizaje;
 la de grupo: conjunto restringido de personas que, ligadas por constantes de
tiempo y
espacio y articuladas por su mutua representación interna, se proponen en forma
explícita e implícita una tarea que constituye su finalidad, interactuando a través
de
complejos mecanismos de asunción y adjudicación de roles.”
“Así comprendida, la psicología social es pertinente para abordar las interacciones
entre
sujetos en ámbitos grupales, organizacionales y comunitarios. En particular, en el
ámbito de las
organizaciones, resulta sumamente útil para comprender y operar sobre la conducta
de los
sujetos en el marco de sus organigramas, sus normas y procedimientos, sus sistemas
y su
cultura, de sus procesos de adjudicación y asunción de roles, de planificación y de
control, de
gestión participativa, de resolución de conflictos en el marco de las relaciones
instituidas de
poder y autoridad, de sus cambios y transformaciones. Hacer psicología social en el
ámbito de
las organizaciones es pensar en los sujetos producidos por ellas y productores de
ellas, en el
marco de sus estructuras y sus procesos. “ (El subrayado es nuestro).
Profundizando, Schvarstein hace la pregunta ¿Qué significa entonces psicología
social de las
organizaciones ? fundando su respuesta en un concepto central para el encuadre de
los
procesos intervención social: el cambio social planificado:
“Recurro nuevamente a otra definición de Pichon Riviere, que dice que "la
psicología social es la
ciencia de las interacciones orientada a un cambio social planificado". Siendo esto
así, preciso
es reconocer que dicho cambio no puede sino ocurrir en el marco de las
organizaciones y las
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instituciones de la comunidad. Ello requiere, como lo propone Ana Quiroga
"investigar en su
estructura y función las distintas unidades interaccionales que operan como
mediaciones entre
las relaciones sociales " (Quiroga, 1986).
Esto significa que debe pensarse en las organizaciones y en sus efectos sobre los
sujetos, en el
marco de un criterio de "salud" específico para ellas constituido por el concepto
de eficacia. La
psicología social de las organizaciones constituye entonces una metáfora a través
de la cual se
expresa la necesidad de caracterizar a las organizaciones como dominios de
interacciones
específicas. Supone un ECRO (esquema conceptual, referencial y operativo) que
contenga
explícitamente una representación del ámbito organizacional. Debe articular y
caracterizar en
sus interacciones a los conceptos de sujeto y de grupo con los de organización:
definida, por
ejemplo, como "disposición de relaciones entre componentes o individuos que produce
una
unidad compleja o sistema, dotado de cualidades desconocidas en el nivel de los
componentes
o individuos (…) que asegura solidaridad y solidez a estas uniones, una cierta
posibilidad de
duración a pesar de las perturbaciones aleatorias" (Morin, 1981); institución:
"cuerpos
normativos jurídico – culturales compuestos de ideas, valores, creencias, leyes,
que determinan
las formas de intercambio social (…); nivel de la realidad social que define cuanto
está
establecido" (Lapassade, 1985).
Si la psicología social se caracteriza genéricamente por tratar de resolver la
contradicción
dialéctica que existe entre individuo y sociedad (desde la perspectiva del sujeto),
la metáfora de
la psicología social de las organizaciones (entendida desde la organización hacia
el sujeto)
constituye un aporte para abordar más específicamente la relación dialéctica
organización –
individuo. Así entendida, ayuda a resolver las tensiones que existen para propender
simultáneamente a la eficacia de la organización y a la adaptación activa a la
realidad de sus
miembros.”
Cuestiones problemáticas de la Psicología Social de las Organizaciones: El autor
plantea en
primer lugar las preguntas centrales que deben ser consideradas en la constitución
y ejercicio
de la psicologia social de las organizaciones: “¿ Qué relación se establece entre
las distintas
disciplinas que abordan el tema de las organizaciones y las distintas profesiones
que operan en
ellas ? ¿ Existen diversas concepciones de lo que una organización es, y, en tal
caso, cómo
determinan estas concepciones distintos enfoques de la psicología social de las
organizaciones
? ¿ Cómo se opera en las organizaciones desde esta perspectiva ? ¿ Hay alguna
metodología
específica ? ¿ Cuáles son los valores que sustentan la disciplina y orientan su
práctica ? ¿ Cuál
es la finalidad de una psicología social de las organizaciones ? ¿ Varía esta
finalidad con los
distintos enfoques teóricos y prácticos de la psicología social en general ?”
A fin de abordar estas cuestiones, Schvarstein desarrolla los aspectos o
dimensiones centrales
a considerar en la construcción de la Psicología Social de las Organizaciones como
disciplina
científica:
“ Aspectos epistemológicos: Siendo la epistemología aquella rama de la filosofía
que se ocupa
del conocimiento, surgen desde ella en relación a la psicología social de las
organizaciones por
lo menos tres cuestiones básicas. La caracterización de la disciplina en sí misma,
que he
abordado sucintamente en la sección anterior, y de los paradigmas que la sustentan
(objetivista, subjetivista / constructivista). El abordaje de las cuestiones
interdisciplinarias,
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dado que al ubicarse la psicología social en el cruce de al menos dos disciplinas
(la psicología y
la sociología), resulta ineludible entender los puntos de encuentro y cooperación
entre ellas, así
como las tensiones que surgen de su coexistencia en el campo de análisis y de
intervención. La
inclusión del observador / operador en el fenómeno que observa o sobre el cual
opera, hecho
que da lugar al fenómeno de su implicación en el campo (Lourau, 1972) y los efectos
que de tal
implicación resultan, entre ellos, la resignación de toda pretensión de
objetividad.
Aspectos ontológicos: La ontología aborda la determinación de aquello en lo cual
los entes
consisten, y se ocupa de las esencias antes que de las existencias. Desde esta
perspectiva,
surgen las siguientes cuestiones básicas. La necesidad de contar con uno o más
modelos que
representen la organización, y de reconocer (desde un punto de vista epistemológico
en
realidad), la distinción entre modelos descriptivos, explicativos y operacionales.
En mi caso, me
manejo con el modelo de identidad de las organizaciones (Etkin y Schvarstein,
1989), cuyas
raíces conceptuales resultan enteramente congruentes con las de la psicología
social de Pichon
Riviere. Particularmente útiles para la identificación y comprensión de los
distintos modelos de
organización, resulta el análisis de las distintas metáforas con que se alude a
ella (máquina,
organismo, prisión psíquica, texto, etc.) (Morgan, 1986). Las nociones de
estructura (eso) y
proceso (lo que conduce a eso) llevadas al ámbito específico de las organizaciones
y ubicadas
en el marco de los modelos elegidos. La caracterización de los procesos básicos de
la
organización (comunicación, planificación, administración, control, aprendizaje) y
las nociones
elementales asociados a ellos (conflicto, poder y autoridad, cambio). El concepto
de niveles de
recursividad, que implica la presencia del todo en cada parte y la "repetición de
las mismas
magnitudes ubicadas a niveles diferentes de una misma jerarquía" (Greimas y
Courtes, 1979).
Al considerar a las organizaciones como unidades compuestas (o sea que se les
reconocen
partes componentes), es necesario poder identificar el nivel focal de análisis o
intervención, y
su relación con el resto de los niveles de la organización. Estas distinciones
tendrán
consecuencias en el plano metodológico. En relación a lo anterior, los conceptos de
atravesamiento (Lapassade, 1985), que da cuenta de la sobredeterminación del todo
hacia las
partes, y de transversalidad (Guattari, 1976), que permite entender cómo cada parte
puede,
potencialmente, modificar el todo. La ética de la organización, entendida desde sus
aspectos
estructurales (localización del ethos de la organización) y dinámicos (origen y
transformaciones
de dicho ethos).
Aspectos metodológicos: Todo dispositivo analizador para la observación e
intervención en
organizaciones construye las reglas del juego y opera como instancia de
mediatización en la
relación entre el operador y la organización. Debe estar sustentado en una
metodología
congruente con el marco teórico que se utiliza, y en base a ello podemos hacer las
siguientes
consideraciones. El método dialéctico de análisis de las contradicciones constituye
el soporte
metodológico principal de las intervenciones estructuradas desde la psicología
social de Pichon
Riviere, sustentada como ya vimos en el materialismo dialéctico. Al mismo tiempo,
la base
psicoanalítica de este marco conceptual prescribe el trabajo sobre los aspectos
implícitos o
latentes que subyacen bajo las estructuras y las configuraciones grupales
manifiestas. El grupo
es, para esta psicología social, el ámbito privilegiado para el abordaje de estas
cuestiones, y la
técnica de grupo operativo es la herramienta específica a utilizar, siempre y
cuando estén
dadas las condiciones para poder utilizarla. Los distintos tipos de agrupamientos
posibles
marcan diferencias entre distintos dispositivos, y los modos de operar con ellos
son también
10
diversos. Una distinción es la que se establece entre clases institucionales
(cortes horizontales
de la organización) y familias organizacionales (agrupamientos verticales por
función o
división) (Mendel, 1981). Otras herramientas de observación e intervención son el
relevamiento y análisis documental, las encuestas, las observaciones en el campo,
las
entrevistas, las asambleas. Una distinción importante en la construcción del
dispositivo de
observación e intervención es la que existe entre el encargo (expresión de las
necesidades del
grupo gestor dentro de la organización cliente) y la demanda (extensión del
análisis de las
necesidades al conjunto de los miembros de la organización). El análisis
institucional como
metodología prescribe el pasaje del encargo a la demanda como uno de los momentos
de su
operación (Lapassade y Lourau, 1971). La cuestión de la territorialidad de la
operación es
importante, sobre todo si se tiene en cuenta que se opera en el marco de relaciones
de poder y
autoridad. Si la implicación del operador constituye uno de los aspectos
epistemológicos
relevantes a tener en cuenta, el análisis de esta implicación debe estar
explícitamente incluido
en el dispositivo de la operación. Metodológicamente, este análisis debe proveer al
operador
un espacio de extraterritorialidad semejante al que se constituye en el
psicoanálisis para el
análisis de la contratransferencia.
Aspectos axiológicos: La psicología social de Pichon Riviere está sustentada por
postulados
axiológicos que deben regir para la operación en las organizaciones como en
cualquier otro
ámbito. Esto significa sostener la autonomía de los sujetos, cuya entidad como
tales, más allá
de los roles que desempeñan, trasciende los límites de la organización; la
coherencia e
integración entre el pensar, el sentir y el hacer; la necesidad como fundamento
motivacional
del vínculo, y la cooperación entre todos los participantes para la satisfacción de
sus
necesidades; la diversidad en todos sus aspectos (social, cultural, étnica,
religiosa, ideológica) y
la heterogeneidad como criterio de agrupamiento; el conflicto considerado como
oportunidad y
como motor de la organización, en el sentido positivo de promoción de alternativas
superadoras y de nuevos aprendizajes. El sostén de estos valores está en íntima
relación con la
finalidad de la práctica, y esto es lo que paso a considerar en el punto que sigue.
Aspectos teleológicos: La teleología es la rama de la filosofía que estudia las
causas finales de
las cosas. La finalidad de una operación construida desde la psicología social de
Pichon Riviere
no puede desprenderse del sujeto, y tal como él lo señaló, debe estar guiada por el
interés por
la persona; orientada al desarrollo pleno de la existencia humana; acompañando a
los sujetos
en el reconocimiento de sus necesidades y en la posibilidad de darse una
organización para
satisfacerlas; al servicio de la conciencia crítica y de la promoción de la salud.
Este último punto, el de la promoción de la salud, con su correspondiente criterio
de adaptación
activa a la realidad del sujeto, debe contextualizarse cuando se trata de una
operación en el
ámbito de las organizaciones, ya que allí coexisten también otras preocupaciones, y
otras
finalidades que orientan a su vez otro tipo de intervenciones. En particular me
interesa
relacionar esta caracterización teleológica con el análisis organizacional, que es
el ECRO desde
el cual estructuro muchas de mis intervenciones, y al que defino como el dominio de
las
intervenciones en las organizaciones sociales que realizan el análisis sistemático
de sus
contradicciones con el propósito de favorecer el logro de la eficacia (Schvarstein,
1998).
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Esta definición pone de manifiesto que el desarrollo de la conciencia crítica y la
promoción de la
salud de los sujetos deben concebirse, en las organizaciones, en relación con, y en
el marco de,
el logro de su eficacia. De aquí surge una tensión, que se manifiesta a través de
la existencia de
relaciones simultáneamente complementarias y antagónicas entre el individuo y la
organización. Ello significa que, situacionalmente y particularmente, la promoción
de la salud
de una o más personas puede ir en contra del logro de la eficacia de la
organización, y que ello
condicionará el trabajo desde la psicología social. De aquí se desprenden
cuestiones
obviamente relacionadas con la ética del operador” Presentación de Leonardo
Schvarstein:
Psicología Social de las Organizaciones.
Bibliografía Obligatoria:
 Hernando Alberto Bernal Z. Sobre la teoría del vínculo en Enrique Pichón Rivière
- Una
sistematización del texto Teoría del vínculo de Pichón.
http://www.funlam.edu.co/uploads/facultadpsicologia/578481.pdf
 Presentación de Leonardo Schvarstein: Psicología Social de las Organizaciones.
analisiscorti.blogspot.com/2009/09/schvarstein-la-psicologia-social-de-las.html

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