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LIMPIEZA DE ÓXIDOS CON ÁCIDOS

Muchos metales se oxidan en presencia del aire y se forma una capa de óxido en ellos. Esta capa
se puede limpiar empleando un ácido.

Una de las capas de óxido más difíciles de limpiar corresponde con la del óxido de hierro (Fe 203).
Para este caso, se emplea ácido clorhídrico o ácido fosfórico (este tiene la ventaja adicional de
que forma una capa de fosfato que previene una posterior oxidación).

El ácido clorhídrico se puede encontrar en una droguería o una ferretería (como ácido muriático).
El ácido fosfórico se halla en las bebidas gaseosas cola.

El ácido a emplear no debe ser muy concentrado, ya que podría remover el óxido pero también
atacar al metal (este proceso es conocido como corrosión por ácidos).

Prueben el poder de limpieza de los ácidos sobre alguna pieza de cobre o bronce (también pueden
ser monedas mientras sean completamente doradas), que se encuentre recubierto por una pátina
oscura de óxido.

Materiales:

 Dos piezas oxidadas de cobre, bronce y otros materiales para comparar


 Solución de ácido sulfúrico casero (ver experiencia “ácido sulfúrico casero”)
 Ácido clorhídrico diluido y/o ácido fosfórico diluido o gaseosa cola (opcional)
 Un limón
 Guantes de látex o de cocina

Procedimiento:

1. Colóquense guantes (de látex o de cocina)

2. Sumerjan parte de una de las piezas oxidadas en la solución de ácido sulfúrico casero durante 5
minutos. Registren los cambios observados y tomen fotografías

3. Expriman el jugo de un limón y agréguenle el mismo volumen de agua para diluirlo. Sumerjan en
él otra pieza oxidada, dejen actuar 5 minutos y comparen su efecto respecto del ácido sulfúrico
casero. Registren mediante fotografías

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