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PDF-Almacenes Compress
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© ESIC Editorial
Avda. de Valdenigrales, s/n 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid)
Tel.: 91 452 41 00 - Fax: 91 352 85 34
www.esic.es
ISBN: 978-84-16462-07-0
Portada: Gerardo Domínguez
Digitaliza:
Digitaliza: Midac Digital
CARTA AL LECTOR
PRIMERA PARTE
CONCEPTOS BÁSICOS DE LA GESTIÓN DE ALMACENES
SEGUNDA PARTE
ORGANIZACIÓN Y DISEÑO DE ALMACENES
Capítulo 6. Informatizació
Informatización n y robótica
1. El pap
papel
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info
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2. La rorobo
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Capítulo 7. Productivida
Productividad d y rendimientos
1. La prprod
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2. Co
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3. Fa
Fact
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4. Co
Compmpon
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5. Ca
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6. Rel
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7. Pr
Prod
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macécénn
FIGURA 1
OBJETIVO BÁSICO
FIGURA 2
ELEMENTOS DE COSTE EN ALMACÉN
FIGURA 3
CONCEPTO DE ALMACÉN
• Recepción de materiales.
• Adecuación, en su caso, de productos a los requerimientos
comerciales (embalajes, etiquetados, etc.).
• Almacenamiento de productos propiamente dicho (ubicación física).
• Selección de productos para atender a los pedidos de clientes o
fábrica (picking).
• Preparación de la expedición o entregas.
• Carga de camiones.
FIGURA 8
RESUMEN CARACTERÍSTICAS DE LOS PRODUCTOS
CARACTERÍSTICAS OPERATIVAS
En este grupo incluimos fundamentalmente los siguientes aspectos:
5. Características de su demanda
En cuanto a las características de su demanda, conviene distinguir si se
trata de:
FIGURA 23
SISTEMAS DRIVE-IN Y DRIVE THROUGHT
FIGURA 24
ESTANTERÍAS DINÁMICAS (RODILLO)
Sistemas compactos
En los sistemas compactos se incluyen las llamadas “estanterías
móviles”, que se mueven a través de raíles en el suelo, bien sea de forma
manual o motorizada, consiguiéndose una buena utilización del volumen, ya
que se eliminan pasillos a la vez que permiten un buen sistema de seguridad.
Se utiliza fundamentalmente para productos pequeños introducidos en
gavetas y de acceso manual. Debido a su funcionamiento lento, sólo es
recomendable para productos de poco movimiento. Hoy en día también se
han desarrollado aplicaciones para productos paletizados, aunque son poco
frecuentes.
El alto coste del equipo, junto con su funcionamiento lento y la
necesidad de una buena organización para equilibrar el trabajo, constituyen
los principales handicaps del sistema.
FIGURA 25
ESTANTERÍAS MÓVILES (COMPACTOS)
3. Almacenes robotizados
Los almacenes robotizados, llamados también tipo Silo, son instalaciones
de alta compactación, con objeto de conseguir la máxima utilización del
“cubicaje” disponible o autorizado según las ordenanzas vigentes de
construcción.
Su altura suele oscilar entre 20 y 60 metros, con lo cual se consigue una
máxima utilización del volumen disponible, teniendo en cuenta que los
pasillos diseñados tienen una anchura del orden de 1,20 m.
Se caracterizan por que todos los movimientos físicos del almacén se
realizan de una forma automática, sin intervención humana, a través de unos
equipos llamados transelevadores.
Un transelevador es un equipo de manutención caracterizado por que
realiza simultáneamente movimientos de translación y elevación para situarse
a la altura del alvéolo desde el cual tiene que efectuar la operación de apilado
o recuperación del pallet almacenado.
Los transelevadores operan de acuerdo con las órdenes recibidas a través
de un procesador central especialmente programado para optimizar todos los
procesos de movimiento físico dentro del almacén, estando a su vez
conectado con el “host” de la empresa desde donde se reciben las órdenes
para procesar las diferentes transacciones del almacén.
El sistema trabaja con la filosofía de “posicionamiento aleatorio”,
distribuyendo la carga dentro de las estanterías, de acuerdo con un mapa de
almacén, de tal manera que transmite las órdenes a los transelevadores
mediante un sistema de coordenadas para indicarle la posición en la cual se
tiene que situar; a su vez, el transelevador permite que la operación se
controle mediante un sistema de reconocimiento a través de rayos infrarrojos
o técnicas similares.
El número de transelevadores a emplear dependerá de las características
del almacén (cantidad y frecuencia de operaciones), así como de los tiempos
de respuesta de la instalación (tiempo de ciclo requerido).
Cuando se diseñan instalaciones con transelevadores para atender a más
de un pasillo, los cambios del lineal se efectúan con ayuda de las unidades
denominadas “transfer” o bien mediante un sistema de “cambio de agujas”,
según el tipo de equipo empleado. En todo caso, hay que tener en cuenta que
estos ingenios son elementos muy costosos que hay que escatimar dentro de
la garantía del servicio requerido.
La justificación de este tipo de instalaciones, se basa fundamentalmente
en la posibilidad de conseguir una máxima utilización del cubicaje
disponible, ya que el suelo es caro y, en consecuencia, para que la instalación
sea rentable, es necesario que el coste fijo de pallet almacenado sea inferior a
cualquier otro sistema posible de almacenamiento. Téngase en cuenta que, si
bien la instalación física es muy costosa debido a la alta tecnología empleada,
supone una drástica reducción de mano de obra, siendo frecuente encontrar
almacenes que se manipulan en su totalidad por equipos de 3 o 4 personas.
Entre las principales ventajas operativas merece destacar las siguientes:
1.º Ahorro de espacio.
Conviene señalar que, debido a la escasa anchura que requieren los
pasillos, estas instalaciones llevan consigo un ahorro de más de la
mitad del espacio requerido por otro tipo de instalaciones
convencionales.
2.º Ahorro de tiempo.
Debido a la alta velocidad de los transelevadores de hasta 150
m/minuto en desplazamiento horizontal y 40 m/minuto en
desplazamiento vertical, es posible obtener ciclos de alimentación y
extracción muy pequeños, permitiendo muchos movimientos diarios
simultáneos en difrerentes turnos de trabajo.
3.º Gestión automática de almacenes.
El almacén se transforma en una especie de “caja negra”, movido
directamente desde la consola de un computador, el cual puede dar
en todo momento cuenta y razón de los diferentes movimientos
realizados en un período de tiempo, situación de existencias, costes
operativos, etc., de una forma muy similar a la que un banco da de
sus extractos de c/c. Téngase en cuenta que el operario no va
montado en el transelevador, dándose las órdenes a través de la
consola del computador, lo que hace que todas las entradas y salidas
se realicen de forma automática.
El personal adquiere una alta calificación, deja de ser “hombre de
mono” para convertirse en “operario de bata blanca”, a excepción,
claro está, del personal de carga y descarga de vehículos.
4.º Fiabilidad y versatilidad.
Un almacén robotizado puede almacenar cualquier tipo de
mercancías, siempre que se ajuste a unas características estándar
muy rigurosas de paletización.
FIGURA 26
ALMACÉN ROBOTIZADO (SILO)
FIGURA 27
ALMACENAMIENTO DE PRODUCTOS
Capítulo 4
Estructura y capacidad de almacenaje
OBJETIVO
Poder evaluar la cantidad de productos máxima que se puede
albergar en un almacén y su grado de ocupación.
1. Áreas funcionales y operativas
Áreas funcionales
El concepto de lay-out alude a la disposición física de las diferentes
áreas de trabajo dentro de un almacén, así como a la de los elementos
constitutivos insertos en los mismos. Constituye, sin duda alguna, la parte
técnica más delicada en el diseño de un almacén, ya que el lay-out condiciona
de forma permanente el funcionamiento del mismo.
En este capítulo vamos a referirnos fundamentalmente a las
características de las diferentes áreas que componen un almacén, así como su
interrelación, eludiendo en lo posible entrar en excesivos detalles técnicos
relacionados con su diseño.
En primer lugar, en todo almacén hemos de distinguir necesariamente las
siguientes áreas de trabajo:
– Áreas de almacenaje.
– Áreas de manipulación del producto.
– Áreas de carga y descarga de vehículos.
– Áreas de servicios internos.
– Áreas de servicios externos.
Hemos de tener en cuenta que cada una de las referidas áreas tiene un
carácter específico, estando a su vez condicionadas por una serie de
limitaciones constructivas tales como vías de acceso, altura a cerchas de la
nave, vigas, etc., así como por condicionantes ambientales tales como
refrigeración, cámaras isotérmicas o bien por normas de seguridad e higiene
en el trabajo, regulación contra incendios, todo ello dependiendo de la
naturaleza de los productos a manipular y de las reglamentaciones
municipales correspondientes.
A continuación indicamos las características más relevantes de cada una
de ellas.
Área de almacenaje
Este área representa el espacio físico ocupado por las mercancías
almacenadas en el caso de almacenamiento en bloque, o bien por la
infraestructura de estanterías o cualquier otro medio de almacenamiento
empleado.
En general, los metros cuadrados y cúbicos ocupados por este área
dependerán de factores tales como:
Áreas de servicio
Hemos de distinguir entre servicios internos tales como oficinas del
almacén, archivo, zona para cargas de baterías, botiquín, etc., de los llamados
servicios externos como equipos de fuel-oil, parking de vehículos, puesto de
vigilancia, etc.
Una vez conocidos los diferentes elementos que intervienen en cada una
de las áreas de un almacén, pasaremos a un estudio de la interrelación que
existe entre cada uno de ellos mediante el análisis del flujo de materiales.
La organización del trabajo en los almacenes responde al concepto de
líneas de flujo, movido a través de un sistema de información, en donde la
producción sigue un “proceso secuencial” a través de las diferentes áreas de
trabajo donde se efectúan distintas tareas hasta terminar el proceso, tal y
como se pone de manifiesto en la figura 29.
FIGURA 29
PROCESO DE SALIDA
2. El concepto de capacidad de almacenaje
Entendemos por capacidad de almacenaje el número máximo de
“unidades de contención” (huecos de almacenamiento) que un almacén puede
albergar dentro de las instalaciones establecidas en el mismo.
Cada sector empresarial tiene unas unidades tipificadas de medida a
estos efectos, que obviamente están dictaminadas por la naturaleza de los
productos albergados; por ejemplo, en el sector de almacenistas de hierro se
hablaría de Tm., mientras que en otros sectores se medirá en términos de
pallets, m3 o unidades físicas, dependiendo del producto o “unidad de
contención” que se utilice para ubicar el producto.
A efectos terminológicos, vamos a denominar “pallet” o paleta a todo
sistema de contención empleado para la manipulación y ubicación del
producto, aunque éste no sea específicamente la conocida base de madera, es
decir, por extensión incluiríamos cualquier otro medio de contención, como
aulas, contenedores, bandejas, etc., siempre y cuando esté homologado
dentro de la empresa.
Evidentemente, la capacidad de un almacén dependerá
fundamentalmente de cinco factores:
A. CAPACIDAD NOMINAL
La capacidad nominal se refiere al número máximo de pallets o Tm., que
se pueden albergar dentro de un almacén con unas características
tecnológicas definidas, y cuyo cálculo se deriva directamente del contenido
del formulario de datos indicados en el punto anterior. Así tendríamos, por
ejemplo, la siguiente información resumida tomada del ejemplo anterior:
La relación m2/pallet se llama ratio ocupacional, y nos da una noción de
los m2 que utiliza cada pallet almacenado.
Se puede observar que el ratio ocupacional es menor en la medida en que
los almacenes están mas compactados y utilizan mayor altura disponible; así,
en el caso anterior vemos que el almacenamiento en bloque, pese a ser un
sistema muy compacto, su ratio ocupacional es muy elevado debido a que no
utiliza prácticamente ni la mitad de la altura disponible en la nave.
B. CAPACIDAD UTILIZADA
Llamaremos capacidad utilizada al promedio de “pallets” o Tm. que han
sido objeto de almacenamiento durante el año.
Para el cálculo de este dato no tenemos más remedio que recurrir al
stock promedio calculado a nivel ítem (tal y como se explica en el apartado
4.2 de la 2ª parte de esta publicación), y transformarlo en términos de Tm. o
pallets aplicando los factores de conversión apropiados.
La relación entre la capacidad utilizada y la capacidad disponible nos
dará el índice de ocupación correspondiente; así:
EJEMPLO DE SUBOCUPACIÓN
Capítulo 6
Costos de almacenaje y manipulación
1. Introducción.
2. Naturaleza de los costes de almacenaje y manipulación.
3. Coste unitario de almacenamiento.
4. Cálculo del coste de almacenamiento por producto.
5. Costes de posesión de los productos.
6. Costes de manipulación
OBJETIVO
Poder calcular los costes de almacenamiento y posesión por
unidad de producto almacenado, así como los costes de
manipulación de los diferentes procesos.
1. Introducción
La excelencia logística de un almacén no sólo hemos de juzgarla desde
un punto de vista de los rendimientos o tiempos de respuesta de los diferentes
procesos operativos que en él se generan, sino que debemos conocer el coste
de los recursos utilizados para conseguir los objetivos propuestos
(economicidad de los procesos logísticos de almacén), para así poder
establecer políticas de mejora y priorizar inversiones.
En consecuencia, hemos de distinguir entre:
Conceptos básicos
Antes de hablar de los procedimientos y pasos a seguir para establecer un
sistema de control de costes en el almacén, conviene recordar algunos
conceptos básicos que serán de suma utilidad, sobre todo para las personas no
introducidas en la teoría general de costes.
Centro de costes
Denominamos centro de coste al conjunto de personas y/o máquinas que
realizan operaciones similares y repetitivas dentro de un área de almacenaje,
tales como picking de productos, preparación de pedidos, carga y descarga de
vehículos, etc.
El centro de costes no implica siempre la utilización de un espacio
reservado (puede ser virtual) como en el caso de picking o recogida de
productos, si bien implica siempre el empleo de unos recursos materiales y/o
recursos humanos.
El hecho de que una persona pueda realizar tareas específicas en el
almacén en diferentes centros de costes tampoco invalida el concepto.
Su definición y delimitación es un tanto convencional en función de las
características del almacén.
Operación
Operaciones son aquellas tareas concretas que se realizan dentro de un
centro de coste, bien sean de carácter manual o mecánico; por ejemplo,
retractilado de pallets, empaquetado, etiquetado, etc. Las operaciones deben
estar debidamente definidas e identificadas.
Proceso
Un “proceso” es un conjunto de operaciones realizadas secuencialmente
dentro de un centro de coste, o a través de diferentes centros de costes, y que
tiene como objetivo final el cubrir una determinada actividad del almacén,
tales como:
• Recepcionar mercancías.
• Almacenar productos.
• Preparar expediciones, etc.
EJEMPLO ANEXO
GRÁFICO RECORRIDO TIPO BEDAUX
• Operaciones manuales (o mecánicas).
• Operaciones automáticas.
• Operaciones mentales o burocráticas.
• Almacenamiento o archivo.
• Transporte físico del producto.
• Demoras o esperas obligatorias en el proceso.
a) Costes Fijos.
b) Costes Variables.
c) Costes Directos
d) Costes Indirectos.
Ejemplo:
Llamando:
6. Costes de manipulación
Ejemplo diagrama flujo de información:
DISEÑO EN FORMA DE U
DISEÑO EN FORMA DE I
R = Recursos necesarios,
F = Flujo de productos (pallets, bultos, cajas, etc.),
Tc = Tiempo precalculado para cada ciclo,
Td = Tiempo disponible para efectuar el proceso según la programación
efectuada:
R = (F × Tc) / Td
PROCESO DE ENTRADAS
Ciclo de ubicación en pallets en almacén
6. Cálculo de estándares de ejecución
En el ejemplo anterior de cálculo de tiempos de ciclo hemos definido los
tiempos de cada operación en términos de segundos, así como el tiempo total
del ciclo evaluado en el ejemplo en 3,9 minutos.
ESTÁNDARES DE EJECUCIÓN
En todo caso, la homologación de estos estándares se puede realizar
midiendo a posteriori el grado de eficiencia conseguido, que nos da una idea
del grado de cumplimiento por parte de los operarios de los estándares
indicados.
OBJETIVO
Compenetrar al lector con las diferentes técnicas existentes
para el tratamiento de pedidos en el almacén, así como su
importancia desde el punto de vista de costes, eficiencia y
servicio al cliente.
1. El concepto de picking en almacén
Entendemos por “picking”, palabra inglesa habitualmente empleada en
los almacenes y que etimológicamente significa coger, el hecho físico de ir a
una estantería o zona concreta dentro del área de almacenaje para recoger lar
mercancías requeridas por un determinado pedido.
Cualquiera otra operación de recogida de productos que no obedezca al
concepto anterior, tales como; movimientos internos por reorganizaciones de
almacén, destrucción de productos obsoletos, traspaso de mercancías de un
almacén a otro de la misma empresa (reposiciones), etc., por definición la
vamos a considerar fuera de este concepto.
El picking constituye en sí mismo un ciclo completo dentro del proceso
de tratamiento de pedidos, tal y como hemos explicado en el capítulo 5 de la
primera parte cuando hablamos de los procesos operativos.
Para comprender la importancia de este ciclo hay que tener en cuenta que
el coste de manipulación de productos en un almacén crece de forma
desorbitada en el momento en que hay que atender a operaciones de
preparación de pedidos. Merece la pena hacernos la siguiente reflexión
comparativa:
En un proceso de entradas (por ejemplo, los productos cuya unidad de
carga vengan paletizados a razón de 100 paquetes por pallet), el coste del
proceso por paquete desde que se carga el pallet en el muelle hasta que se
sitúa en la zona de estanterías, sería de una centésima parte del coste total del
referido proceso. Sin embargo, cuando se manipulan procesos de pedidos de
clientes, el coste de todas las operaciones, desde que se acepta el pedido por
comercial hasta que se prepara el paquete para su expedición, habría que
imputarlo a la cantidad de productos solicitada.
Estudios realizados al respecto han calculado que, en términos de
promedio, el coste de estas manipulaciones representan en torno a un 65% del
coste de las operaciones de un almacén, por lo cual es perfectamente posible
obtener grandes ahorros en los costes de manipulación de un almacén
simplemente racionalizando los ciclos operativos correspondientes a un
proceso de pedidos.
Naturalmente, aquí nos referimos siempre por su importancia a los
llamados almacenes comerciales de distribución.
2. Potencial de mejora
Si analizamos un proceso de picking, inexorablemente nos encontramos
con los siguientes pasos que tiene que realizar el operario del almacén:
FIGURA 44
EL PICKING DE PEDIDOS
FIGURA 49
EVOLUCIÓN DE LOS STOCKS
Lógicamente, en el momento en que se hace un inventario el stock puede
estar situado en un punto poco representativo de su nivel medio, por lo cual
es necesario trabajar con el concepto de stock promedio anual .
Este dato no siempre se tiene disponible en los registros informáticos
existentes, por lo que será necesario sustituirlo por otro concepto
convencionalmente aceptable, como es el concepto de Stock Promedio de
Lote o Stock Base, cuya interpretación y cálculo se exponen a continuación.
Para entender bien estos conceptos, hemos de tener en cuenta lo
siguiente:
Supongamos que recibimos al cabo del año un número de remesas fijas
en tiempo y cuantía de un determinado producto; por ejemplo, 100 unidades
cada mes, o sea 12 entregas anuales, en total 1.200 unidades al cabo del año.
Normalmente, durante el período que media entre dos recepciones
sucesivas de mercancías, disminuirán gradualmente los stocks como
resultado de la demanda en curso.
Por lo tanto, en teoría, en el caso ideal de que la demanda fuese constante
y proporcional al tiempo (siguiendo una línea recta) el stock se reduciría justo
a cero en el momento en que llegase la nueva remesa de lotes.
Esto está reflejado en el esquema siguiente, donde la demanda está
representada por una línea recta inclinada. En consecuencia, durante el
período de reposición, el stock promedio sería igual a la mitad de la remesa
de lotes (1/2 Q) y se le denomina stock promedio de lotes o (stock base).
STOCK BASE
Naturalmente, la realidad es muy diferente, ya que ni los periodos de
recepción ni los lotes de entrega recibidos son completamente fijos.
Por otro lado, la demanda tampoco es constante ni proporcional al
tiempo.
Entonces, ¿de qué nos sirve esta hipótesis? Pues muy sencillo: vamos a
actuar con el concepto de promedio, tanto para los lotes de entrega como
para la demanda prevista (previsión de ventas); y en esta circunstancia
diríamos que:
STOCK DE SEGURIDAD
Por lo tanto, el stock de seguridad se define en consecuencia como el
stock adicional necesario calculado para cubrir las fluctuaciones entre la
demanda esperada y la real durante el plazo de reposición del producto.
Como este tiempo también puede desviarse de su valor esperado, el stock
de seguridad debe cubrir también este tipo de desviación.
En definitiva, podemos decir de una forma más ortodoxa que el stock de
seguridad es un stock adicional que la empresa tiene que mantener para
garantizar una disponibilidad del producto en cierto porcentaje de casos
precalculados en términos de probabilidad; por ejemplo, el 95%.
Por lo tanto, el “stock promedio total” (stock operativo) sería igual al
“stock base” más el stock de seguridad calculado.
Aclaración:
– Code ítem: código del artículo o referencia comercial.
– Cantidad de entradas: cantidad de veces que el producto entró en el
almacén en el periodo considerado (se deben excluir las devoluciones
de ventas).
– Volumen de entradas: Cantidad de unidades que entraron en el
periodo considerado.
– Volumen de salidas: Cantidad de unidades que han salido en el
periodo considerado (ventas, transferencias, etc.).
– Stock de seguridad en días: Stock mínimo en términos de días de
consumo.
En su caso puede ser el stock de seguridad calculado científicamente
o una estimación del mismo.
Al stock operativo hay que sumarle un margen del 10-15% para atender
al llamado “stock administrativo” o diverso (obsoletos, pendientes de
devolución, etc.).
3. Número de huecos o estantes requeridos
Aquí el problema se plantea en los siguientes términos:
Una vez conocido el “stock promedio” que el almacén tiene que albergar
en sus instalaciones, se trata de saber ahora el número de huecos o unidades
de almacenamiento que el almacén necesita tener; en definitiva, la capacida
requerida del mismo.
En primer lugar, tenemos que tener en cuenta el sistema de organización
empleado para la ubicación de los productos; así, si empleamos un sistema de
posición fija, la previsión de espacios estará basada en unos stock máximo,
mientras que si utilizamos un sistema de posición aleatoria , la previsión
estará basada en un concepto de stock promedio.
En la práctica, en un sistema de posición fija, multiplicaremos por 2 el
stock operativo calculado, o sea:
MÓDULO BASE
O sea, 5 cm de separación de cada pallet con los largueros traseros de las
estanterías y 10 cms. de separación lateral, tal y como se puede observar en la
figura anterior, en la cual Ma significa la anchura del módulo y Ml la
longitud del mismo, siendo igualmente A y L el ancho y largo del pallet y h
la anchura del pasillo.
Obsérvese que el módulo base no implica que se apile un solo pallet por
alvéolo o estante, de hecho pueden ser 2 ó 3, nunca más de tres en la práctica.
También se puede observar que el pallet está colocado por el “lado
estrecho” del mismo, pues de lo contrario ocuparíamos un área mayor, como
puede comprobarse fácilmente aplicando la fórmula indicada en el gráfico
anterior.
Hay que tener en cuenta que el valor “h” de la anchura de los pasillos es
un dato constante que depende del tipo de elevadora que utilicemos; así por
ejemplo si empleamos una elevadora convencional para digamos 3 niveles de
estanterías, sabemos que tenemos que aplicar una anchura de pasillos de 3,5
m (ver punto 3.2 de la parte I).
Suponiendo que empleásemos un pallet de 1 × 1,20 m, apilado por el
lado estrecho, el área ocupada por el módulo base sería:
FIGURA 50
ANCHURA DE PASILLOS
Hipótesis de cálculo:
Ejemplo:
Supongamos que la “producción” ha crecido un 10%; su índice de
crecimiento sería de 110.
Supongamos que el potencial de personal utilizado (directos) creció un
5%; su índice sería del 105.
Productividad = ((110/105) – 1) × 100 = 4,76%
Por el contrario:
Supongamos que la producción ha crecido un 12% (índice 112).
Supongamos que el personal directo ha crecido un 15% (índice 115).
OBJETIVO
Familiarizar al lector con la filosofía, desarrollo y utilización
de las referidas métricas en la gestión de almacenes.
1. Concepto de indicador de gestión
El proceso de planificación logística comienza con la fijación de unos
objetivos logísticos para la totalidad de la actividad empresarial, fijados en
términos de producto-mercado y basados en el plan de actividades estratégico
de la empresa, los cuales darán lugar a unos “targets” o planes de acción
concretos para conseguir los objetivos propuestos. Estos objetivos, en lo que
a logística de almacenaje se refiere, afectan fundamentalmente a los
siguientes aspectos:
a) Servicio al cliente:
• Ciclo de respuesta al cliente.
• Fiabilidad de entregas.
• Calidad de entregas.
b) Utilización de recursos:
• Tiempo de tramitación de pedidos.
• Tiempo de tramitación de albaranes.
• Tiempo de transporte.
1. Fijación de objetivos.
2. Desarrollo de indicadores de gestión.
3. Control y seguimiento del proceso.
B. Modo de expresión.
Los IG’s deben expresarse en forma de ratios o porcentajes , ya que
estas cifras son más estables y fáciles de interpretar que las cifras absolutas;
nos permiten analizar la evolución de los mismos y efectuar comparaciones
con indicadores similares de otros sectores o departamentos.
C. Nivel de agregación.
Conviene que los indicadores de gestión se instrumenten a un
determinado “nivel de agregación” definido; por ejemplo, familia de
productos, sector de mercado, etc.
D. Simplicidad operativa.
Estos datos deben ser sencillos de calcular e interpretar, empleando en lo
posible instrumentos informáticos que actúen sobre bases de datos fiables y
actualizadas. De esta forma conseguiremos una frecuencia operativa
razonable prácticamente sin coste adicional.
E. Nomenclatura aplicable.
Todo indicador de gestión debe identificarse con unas siglas que
expresen de forma clara e inequívoca la métrica a utilizar, por ejemplo:
“Cuando el plazo de entrega real de un pedido sea mayor que el previsto según la zona en que esté
ubicado el cliente, se pondrá un asterisco en el registro de seguimiento de pedidos, caso
contrario no se pone nada.”
1. Conc
Concep
epttos gene
generaralles.
es.
2. Plan
Plante
team
amieient
ntoo del
del prob
proble
lema
ma..
OBJETIVO
Enseñar a planificar la actividad del almacén en función de los
objetivos comerciales de servicio impuestos al mismo.
1. Conceptos ge
generales
Hasta ahora, cuando hemos hablado de la capacidad requerida de los
almacenes, de su localización física o su nivel tecnológico, nos estábamos
refiriendo a lo que técnicamente se denomina “decisiones estratégica”, cuya
misión no es otra que la de definir los “recursos” necesarios para cumplir con
los objetivos logísticos propuestos. Obviamente, la planificación estratégica
se refiere siempre a un horizonte de largo plazo, medido en términos de
meses o años en su caso.
La planificación de todas las acciones necesarias para tener disponible
estos recursos en el momento previsto, entran dentro de la denominada
“planificación táctica”, que por su naturaleza se suele medir en términos de
meses o semanas.
Un jefe de almacén puede o no tomar parte en las decisiones anteriores,
todo dependerá de la responsabilidad que se le asigne en su empresa. Ahora
bien, lo que es completamente ineludible para él es su participación en lo que
denominamos planificación operativa . Esta planificación responde al
quehacer diario de un almacén y tiene como objetivo fundamental el poder
utilizar los recursos disponibles de la forma más económica y eficiente
posible, siempre de acuerdo con los objetivos comerciales establecidos.
Un almacén que no planifique sus operaciones día a día, sería un caos
organizativo. Del mayor o menor grado de planificación existente dependerá
la calidad del servicio prestado.
Cuando esta planificación operativa se deja al buen criterio del jefe de
almacén, normalmente ocurre una o varias de estas circunstancias:
– Disponibilidad de existencias.
– Rapidez del suministro.
– Fiabilidad en la fecha prometida.
– Calidad de la entrega.