UNA FAMILIA CON UNA FE INQUEBRANTABLE

La familia es una bendición:

1. “Tal vez en el dinero encuentres un poco de felicidad, en las amistades encuentres alegrías, en
las medicinas la cura pare tu enfermedad, pero el amor solo lo encontraras en tu familia”.
2. "Tener un lugar para ir - es un hogar. Tener alguien a quien amar - es una familia. Tener ambas -
es una bendición".
3. "Llámalo clan, llámalo red, llámalo tribu, llámalo familia: como quiera que lo llames, quienquiera
que seas, necesitas una.".
4. "Cuando miras tu vida, las mayores felicidades son las felicidades familiares.".

Dios ama a la familia y desde los inicios ha querido bendecir a las familias, lo vemos desde
Adán y Eva, hasta que de pronto los hombres se olvidaron de Dios; pero encontró una
familia que aún lo amaba y era la familia de Noe, y siguen pasando generaciones que se van
olvidando de Dios, pero vuelve a encontrar a una familia para poder bendecir a muchas
otras familias… encuentra a un hombre llamado Abram y a su esposa Saraí con quienes
iniciaría toda una descendencia de familias que amarían a Dios y poder ser de bendición a
todas las familias de la Tierra.
Entonces vemos que la familia es muy importante para Dios para poder llevar a cabo sus
planes y propósitos sobre esta tierra, Dios esta muy interesado en que cada familia sea
feliz y viva conforme a todas las bendiciones que Jesucristo conquistó en la Cruz del
Calvario, necesitamos que dentro de la ecuación de la felicidad esté Jesús con un valor
absoluto para poder tener buenos resultados.
Dios está interesado en que las familias estén:
1. SANAS EMOCIONALMENTE
Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dice; pero su
corazón no está contigo. Proverbios 23:7 (Están distanciados, hay falta de perdón)
El corazón se utiliza en la Biblia a menudo como sinónimo de mente. Y en la mente es
donde se incuban las razones, justificaciones, imaginaciones y deseos que dan lugar a las
acciones. Por tal razón necesitamos cuidar nuestros pensamientos, porque todo pecado se
incuba primero en la mente. Tal como lo expresó Jesús en Mateo 15:19: “Porque del
corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los
hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias”. De modo que, si queremos vivir una vida
santa, integra y recta, necesitamos primero en lo interno: en nuestros pensamientos ser
santos, íntegros y rectos.

Un corazón sano requiere pensamientos sanos. De allí el énfasis que hace la palabra de
Dios: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo
digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).
 2. FORTALECIDAS ESPIRITUALMENTE
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido
al mundo: nuestra fe 1 Juan 5:4
Necesitamos que todas nuestras familias tengan una FE inquebrantable y en la Biblia
encontramos algunos ejemplos y modelos a seguir, pero hoy veremos a una familia muy
especial que vivieron en un tiempo donde TODO estaba en su contra, un tiempo muy difícil,
de muchas crisis social, familiar, financiera… pues eran esclavos.
Vamos a hablar de la familia de Moisés, la historia de Moisés «es narrada en la forma más
convincente que un drama griego». El ejemplo de fe que se menciona por primera vez en la
narración de la vida de Moisés es el de sus padres, Amram y Jocabed (que son
mencionados en Éxodo 6.20). La fe de ellos fue realmente valiente y les permitió ir en
contra del decreto del faraón. Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus
padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
LA FE QUE VE. El Antiguo Testamento resalta lo que hizo la madre de Moisés mediante la fe
(Éxodo 2.1–10), sin embargo, su padre también fue sin duda un hombre de fe y JUNTOS
(papá, mamá e hijos TODOS INVOLUCRADOS en una META), escondieron a su hijo, así
como dice Hebreos 11.23. Puede que Dios les haya revelado a Amram y a Jocabed que su
hijo era un niño especial, con un propósito divino en la vida. Como hebreos que eran,
tuvieron que haber tenido alguna idea de que un libertador sería enviado a su pueblo
UNA FE AUDAZ. Si hubieran temido al decreto del rey, los padres de Moisés lo habrían
entregado a los egipcios. Sin embargo, no eran como los padres paganos, que expondrían a
un niño recién nacido para que muriera. En lugar de ello, lo colocaron en una pequeña
cesta flotante. Este constituyó un acto de confianza en Dios y en Su providencia. Actuaron
así porque era un «niño hermoso» (ver Éxodo 2.2) y porque «no temieron el decreto del
rey». El hecho de que no tuvieron temor tiene que ser indicación de que honraban y
confiaban en Dios más de lo que le temían a Faraón.
LA FE QUE CONFÍA. ¿Se preguntaron Amram y Jocabed qué pasaría si la corriente se llevaba
a su hijo al mar, y si el viento crearía oleaje que hundiera la pequeña embarcación? A
medida que actuaban por fe, estas posibilidades no parecían preocuparles. Israel tuvo que
haber estado buscando un salvador y Sus clamores en oración fueron escuchados y
contestados (Éxodo 3.9).
Vemos en esta breve referencia a la familia de Moisés, los elementos de una fuerte y
duradera fe en Dios. Fue una fe que vio las posibilidades que ofrecía Dios, una fe que se
atrevió a actuar, a pesar del edicto del rey, y una fe que confió en la providencia de Dios.