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Es por ello que es importante conocer la relevancia que este concepto tiene sobre las
personas, en especial los profesionales, quienes son representantes de su labor y así mismo
el papel que juega la ética como reglamento de una sociedad.
Para principios de este artículo, es apropiado iniciar con la definición del principal
concepto, la ética representa la reflexión del propio modelo de vida, tanto acciones,
comportamientos, y actos en donde la razón tiene un papel importante en la toma de
decisiones para comprender, justificar y argumentar. Otros la conocen como la obligación
efectiva del ser humano que lo debe llevar a su perfeccionamiento personal, el compromiso
que se adquiere consigo mismo de ser siempre más persona; refiriéndose a una decisión
interna y libre que no representa una simple aceptación de lo que otros piensan, dicen y
hacen. Es muy común que este término se suela confundir con la moral, a pesar de guardar
una estrecha relación ambas son distintas, ya que la moral tiene que ver más con el
conjunto de normas que engloba la sociedad y que transmiten de generación en generación,
por lo contrario la ética es más individual y adaptada a la mentalidad de cada persona por
separado.
Para poder hablar de la ética profesional, hay que remontarse en su origen por sí solo. El
término “ética” hace su primera aparición en la época esclavista, específicamente con los
profundos cataclismos producidos en las relaciones entre los hombres en el proceso de la
transición de la sociedad primitiva a la civilización clasista. Bien es sabido que la ética se
suele confundir con la moral; sin embargo, fue desde este momento que el desarrollo del
pensamiento ético se desligó de la normativa moral. También es preciso conocer que la
ética tiene raíces filosóficas, de hecho fue Aristóteles, un popular filósofo de la época
antigua quien le asigno el nombre por el cual hoy día se conoce.
Así como existe un tipo de ética a nivel personal, existe uno en la rama de la
profesionalidad. En este contexto, se requiere que los profesionales practiquen la
responsabilidad social y ética, pues el sentido de una profesión en primer lugar es realizar
un bien indispensable dentro de la sociedad, y así como se exigen ciertos conocimientos y
procedimientos en cada área, el cultivo de hábitos y excelencias en su labor es igualmente
importante.
Por su parte, la ética profesional establece las condiciones en las cuales el individuo se
puede relacionar con su entorno, de igual forma es importante que un profesional ofrezca
un servicio justo y que realice una buena labor, es lo que corresponde y que resulta bien
para los clientes. Este tipo de ética tiene una clasificación de 3 ramas: economicismo
limitado (tiene como objetivo maximizar los beneficios, respetando las normas legales),
dualismo racionalista (busca los beneficios, pero respetando los principios que establece
alguna teoría ética racionalista) y en tercer lugar está el realismo moderado (entiende que el
ser humano puede identificar las necesidades de su entorno y establecer una relación
equitativa con este medio).
Así mismo, los derechos también son importantes en la ética profesional, ya que si el
profesional cree que ese aspecto no va en concordancia con lo que él considera que es
correcto en su pensamiento ético, el mismo no está obligado a participar de ello.
Una persona podrá establecer su ética profesional a través de dos puntos que son
fundamentales; estos son los valores individuales, los cuales se ven modificados en cuanto
a vivencias y voluntad propia, y en segundo lugar está el código de ética, el cual se puede
definir como una normativa que rige el comportamiento ético del profesional.
La ética profesional puede incluir normas para realizar un servicio profesional que también
son exigidas con carácter legal, como leyes y reglamentos administrativos. Los
profesionales suelen tener experiencia que va más allá de la comprensión de alguien que no
es profesional, esto quiere decir que el cliente no puede saber con claridad la calidad del
trabajo que se realiza a nombre del profesional, por ende confía en este como miembro del
gremio que le corresponde y las normas que se regulan con ello.
Una de las carreras que exige una normativa regulada bajo los principios de ética
profesional bajo cualquier superficie es la Contaduría Pública, pues tiene cimientos a través
de distintas leyes y reglamentos que van formando al profesional y que estrictamente debe
acatar para la correcta realización de sus labores como profesional.
Hay que tener en cuenta que el propósito del contador público es satisfacer las necesidades
de la información financiera de las organizaciones y diversos entes para planificar y
optimizar la gestión efectivamente y ayudar en la toma de decisiones; significando un grado
de responsabilidad para con sus clientes.
“El contador público deberá realizar su trabajo cumpliendo eficazmente las disposiciones
profesionales promulgadas por el estado y por el consejo técnico de la contaduría pública
aplicando los procedimientos adecuados debidamente establecidos. Debe tener siempre
presente que la sinceridad, la buena fe y la lealtad para con sus colega son condiciones
básicas para el ejercicio libre y honesto de la profesión y para la convivencia pacífica,
amistosa y cordial de su miembros” (Vargas, 2008).
Existen una serie de normas y disposiciones que rigen la labor del profesional en cuanto a
la relación con sus colegas, clientes, Estado y público en general, todas ellas se encuentran
establecidas en el Código de Ética, las cuales están elaboradas y supervisadas por el
respectivo colegio profesional.
Ciertamente hay individuos del gremio que actúan en contra de lo que el Código de Ética
señala, afectando de esta forma la credibilidad de los que si se rigen de esta normativa. Es
por ello que como profesionales hay que ser coherentes y actuar de buena fe y
responsabilidad ante las distintas situaciones que se presentan durante el ejercicio de la
profesión.
Conclusión
Todos estos principios y normas se deben poner en práctica para que de esa forma los
expertos sepan que actitud tomar ante distintas situaciones y de esa forma no perjudicar el
papel de su labor como profesional. Como se nombró anteriormente, algunos de los deberes
que un profesional de Contaduría Pública debe establecer son la responsabilidad, la
solidaridad, estar de acuerdo con la moral establecida, el secreto profesional e igualmente
algunos derechos como lo son la elección de la profesión, el beneficio propio y la
capacitación.
El orden de todos estos factores formara profesionales conscientes de sus acciones y que
compartan entre todos la misma ética profesional para ofrecerle a sus clientes un trabajo
eficaz.
Bibliografía