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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Filosofía y Letras

Maestría en Estética y Arte

Historia del Arte I

Docente: Dr. José Antonio Pérez Diestre

3 de junio de 2014

Ocultismo y simbolismo secreto en la representación de la mujer, a través de


la obra pictórica de Pieter Brueghel

Por: Oscar Ramírez Cortazar

1
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………….3
Ubicación geográfica de Los Países Bajos
División política
Eventos políticos

II. ASPECTOS…………………………………………………………………………...10
Características generales de Los Países Bajos en el Renacimiento

2.1 Aspecto económico


Transición del feudalismo hacia el capitalismo
Mercantilismo

2.2 Aspecto filosófico


Pensamiento político
Humanismo

2.3 Aspecto axiológico


El valor de las mujeres
Religión

2.4 Aspecto social


Las sociedades de Flandes y Holanda durante el Renacimiento

2.5 Aspecto estético y artístico


Técnicas y materiales
Vida y obra de Pieter Brueghel
Ocultismo y simbolismo secreto en la representación de la mujer

III. INTERRELACIÓN DE ASPECTOS………………………………………………..56

IV. CONCLUSIONES…………………………………………………………………....67

V. FICHAS………………………………………………………………………………..70

VI. BIBLIOGRAFÍA GENERAL……………………………………………….……….75

2
I. INTRODUCCIÓN

I.I Ubicación geográfica de los Países Bajos

Como nación, Holanda engloba a los históricos Países Bajos. La razón por la cual
los Países Bajos son conocidos como Holanda, es histórica, pues hace varios
siglos la provincia de Holanda era la más fuerte económicamente. Sin embargo el
nombre oficial de la nación holandesa es Reino de los Países Bajos.

―Gran parte del territorio de los Países Bajos se conforma por el estuario de tres
ríos europeos importantes, el Rin, el Mosa y el Escalda, que con sus respectivos
afluentes forman un delta‖ (Encyclopedia Britannica, 1994, p. 400). La mayor parte
de su territorio conforma una región costera en el norte de Europa, delimitada por
el Mar del Norte y el Canal de la Mancha. Aparte de lo mencionado, la geografía
holandesa es peculiar:

A través de los siglos la costa holandesa ha cambiado considerablemente como


resultado de la acción humana y los desastres naturales. Más de la mitad de sus tierras
están varios metros menos respecto del nivel del mar. Esta característica distintiva
contribuye al nombre del país. La mayor parte su territorio se divide en dos regiones
distintas, las planicies en el oeste y el norte, y algunas colinas en el sureste
(Encyclopedia Britannica, 1994, p. 615).

Los desastres por la pérdida de tierras, debido a las inundaciones y al drenaje


de pantanos para el cultivo, han dificultado la agricultura. ―No sólo el nivel del mar
es el problema, sino también el clima errático que provoca que los ríos se
desborden. Una extensión de dunas costeras protegen a los Países Bajos del mar
(…)‖ (Berkmoes y Zimmerman, 2013, p. 9).

A pesar de sus reservas naturales de lagos, páramos y bosques es fundamental


en Holanda el uso de polders, que son ―terrenos bajos delimitados por muros de
contención, gran parte de sus tierras han sido ganadas al mar‖ (Seward, 2005, p.
18).

Por medio de diques, canales y sistemas de bombeo de agua hay un uso


eficiente de la tierra. Además de que la creación de molinos de viento es
fundamental para bombear agua de las zonas bajo el nivel del mar, drenar los
lagos y de esta manera crear los polders.
3
Tan importante es la cuestión del agua en el territorio holandés que

…se divide en veinticuatro distritos, regidos por las Juntas de Agua, cuya autoridad son
los asuntos relativos a la gestión del agua. Su importancia radica en que estas Juntas,
en tanto que organismos regionales, regulaban el nivel del agua y protegían de las
inundaciones. Su creación en el siglo XIII es anterior a la creación de Holanda como
país (Seward, 2005, p. 37).

Holanda está dividida en dos


sectores principales por tres
grandes ríos, el Rin, el Waal, y el
Maas, que tiene su origen en
Francia. Estos dos últimos
―[f]uncionan como una barrera
natural entre feudos y crean una
división natural, por lo que es
evidente que algunos rasgos
fonéticos sean distintivos entre el
norte y el sur de estos ríos‖
(Enciclopedia Hispánica, 1991, p.
128).

El territorio sur-occidental de los


Países Bajos es parte del delta del
río Escalda y de sus afluentes. Hay
un recodo importante del Rin, el río
IJssel, que conecta con el Mar del
Norte. ―El IJssel forma una
delimitación, donde al este del río se
hablan dialectos del holandés (…)
La variación dialectal existe, aunque
Fig. 1 Mapa de Holanda y Flandes a en muchas áreas ha sido
principios del siglo XVI y comienzos del XVII reemplazada por el holandés
estándar‖ (Enciclopedia Hispánica,
1991, p. 614).

Los Países Bajos comparten fronteras con el Mar del Norte al este y el oeste,
Bélgica al sur, Alemania al este y teniendo fronteras marítimas con Reino Unido,
Alemania y Bélgica. De las doce provincias de Holanda, casi siempre los

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referentes principales son Holanda del sur y Holanda del norte, sus provincias más
importantes.

I.II División política

Cada una de las provincias de los Países Bajos tiene una historia que merece
atención específica. El origen de las provincias holandesas se remonta a un
ducado o condado medieval. ―Su situación cambió al centralizar Carlos V la
administración de las provincias bajo su mando y reduciendo sus poderes. El
monarca había unificado en un solo y poderoso estado el área correspondiente a
Bélgica, Holanda y Luxemburgo‖ (Historia de la Humanidad, 1980, p. 25).

Nos hemos centrado en los aspectos histórico-políticos del Ducado de


Brabante, por ser la tierra natal de Pieter Brueghel el Viejo, como también en la
ciudad de Amberes (provincia de Flandes) donde el pintor se formó, y así resaltar
su importancia. Hasta cierto punto la historia de los Países Bajos es la historia del
Ducado de Brabante, y viceversa.

El núcleo del Sacro Imperio Romano Germánico era el Reino de Alemania, pero
su verdadero poder residía en los electores, príncipes y arzobispos que
gobernaban zonas importantes.

El Ducado de Brabante pertenecía al Sacro Imperio Romano Germánico, que era un


complejo de territorios en el centro de Europa. El Sacro Imperio Romano Germánico
inició en 1183, con Otón I, hasta que Francisco II disolvió el título imperial en 1806.
Aunque el poder del emperador era limitado –por su función simbólica–, los diversos
príncipes, señores y reyes (que eran sus vasallos y súbditos), le debían lealtad (Las
Grandes Épocas de la Humanidad, 1982, p. 38).

Hasta cierto punto el Imperio estaba descentralizado, formado por principados,


ducados y ciudades imperiales libres. Con la idea de que el Imperio Romano se
había prolongado desde la antigüedad, el Sacro Imperio fue ―un concepto político-
religioso, pues por herencia era romano, por fe católico y por idioma
principalmente germano‖ (Echevarría Bacigalupe, 1998, p. 63).

Brabante fue parte importante de los históricos Países Bajos. ―[e]staba dividido
en cuatro zonas, cada una con una ciudad principal, las cuales eran Lovaina,
Amberes, Bruselas y Bolduque‖ (Historia de la Humanidad, 1980, p. 72).
5
Como posesión de Habsburgo, la sucesiva y fundamental historia de Brabante es la de
las ―Diecisiete Provincias‖ de la Casa de Habsburgo en los siglos XV y XVI. Bajo Carlos
V, rey de España y soberano del Sacro Imperio Romano Germánico, las Diecisiete
Provincias aglutinaban la mayor parte de Bélgica, Luxemburgo y algunas partes de
Francia y Alemania (De Brueghel a Rubens, 2008, p. 49).

Es en el Renacimiento cuando despunta la figura de Carlos V, que poseía una


buena parte de Europa. ―Era el heredero de casi todo el norte de los Países Bajos
(fusionados en 1540 en una sola entidad). Su Imperio abarcaba Bélgica,
Luxemburgo y una parte substancial del noroeste de Francia, Dunkerque,
Cambray y Arras‖ (De Brueghel a Rubens, 2008 p. 57)

Extensos territorios de Austria y el


Alto Rin pertenecían al monarca, –ya
con el cargo de emperador del Sacro
Imperio– por herencia de su abuelo
Maximiliano I. Le pertenecían de igual
manera porciones de Alemania, el sur
de Italia, España y parte de América.

Durante la Reforma el territorio


holandés se escindió en dos zonas:
―[e]l norte, de mayoría protestante
(Limburgo, Brabante y Flandes). El
sur (Artois, Cambray y Luxemburgo),
que era parte de los ‗Países Bajos
Españoles‘ de la Casa de Habsburgo‖
(Historia de Iberia Vieja, 2013, p. 5).

Fig. 2 Mapa de la situación política y territorial


de Holanda y Flandes en el siglo XVI

I.III Eventos políticos

―Gradualmente las provincias de los Países Bajos llegaron a ser regidas por un
solo soberano a través de matrimonios reales‖ (Historia de la Humanidad, 1980, p.

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125) De esta manera, los duques de Borgoña aglutinaron los diferentes territorios
de los Países Bajos, que anteriormente habían estado fragmentados y desunidos.

La cuna de Pieter Brueghel el Viejo fue la ciudad de Breda, cuyo antecedente


es el Ducado de Brabante. ―El Ducado de Brabante fue resultado de la elevación
de landgraviato (1085-1183) a feudo. La región estuvo bajo el control de los
Duques de Brabante desde el siglo XIII hasta el siglo XV‖ (Seward, 2005, p. 31).

―Felipe el Bueno heredó el Ducado de Brabante, volviéndolo parte de los Países


Bajos Borgoñones. Desde 1477 Brabante llegó a formar parte de las Diecisiete
Provincias de los Habsburgo, porque los territorios de la Casa de Borgoña pasaron
de la dote de María de Borgoña a la Casa de Habsburgo‖ (Historia de la
Humanidad, 1980, p.).

Para 1556 las Diecisiete Provincias estaban en poder del Imperio Español. No
obstante en el interior de esta área hubo feudos semi-independientes, como Lieja
y Cambray. ―Bajo el gobierno de Felipe el Bueno, duque de Borgoña, las
provincias comenzaron a crecer, entre ellas Brabante. El centro de posesiones de
la Casa de Borgoña fue el Ducado de Brabante, donde los duques tenían su Corte
en la ciudad de Bruselas‖ (Enciclopedia Hispánica, 1991, p. 75).

―Los duques de Borgoña se habían vuelto sistemáticamente señores de las


provincias holandesas, a través de dinastías. María I de Valois, duquesa de la
Casa de Borgoña, se casó con Maximiliano I de Habsburgo, rey de España‖
(Berkmoes y Zimmerman, 2013, p. 4).

―Al acaecer la muerte de María I, la Casa de Borgoña estaba llegando a su fin,


por lo que sus posesiones pasaron a su hijo Felipe I, el Hermoso. Gracias a que
su padre, Maximiliano I, era emperador, Felipe I era descendiente directo de la
Casa de Habsburgo‖ (Historia de Iberia Vieja, 2013, p. 7). Fue así que comenzaba
el periodo de los Países Bajos de Habsburgo.

Carlos V, nieto de Maximiliano I, aglutinó bajo su mando a las Diecisiete


Provincias, que al estar unidas, dependían de una potencia extranjera: el Imperio
Español. ―Las Diecisiete Provincias fueron reorganizadas en el Tratado de
Borgoña de 1548, mediante el cual los estados representados en la Dieta Imperial
ganaron un poco de autonomía‖ (Enciclopedia Hispánica, 1991, p. 365).

La Sanción Pragmática de 1549 –edicto que reorganizaba las Diecisiete


Provincias– determinó la centralización de las provincias para que permanecieran

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unidas en el futuro y heredadas por el monarca. Esta Sanción Pragmática creada
por Carlos V liberó a las provincias holandesas de sus arcaicas obligaciones.

Mann (2000) menciona un factor fundamental que determinó el destino de los


Países Bajos hasta el siglo XVI, el cual fue la unión con el reino de España en
1496 a través del matrimonio de Felipe I el Hermoso y Juana de Castilla (llamada
Juana la Loca) (p. 53).

Carlos V –que heredaría el imperio más grande del mundo de esa época–, sucedió a
su padre en 1506, cuando todavía era menor de edad. Su abuelo Maximiliano I había
incorporado la herencia territorial en el Círculo de Borgoña (cuyo territorio se redujo
considerablemente en el siglo XVI con la secesión en 1581 de siete provincias que se
habían unido), después de lo cual los territorios al oeste del Imperio desarrollaron un
cierto grado de autonomía (Echevarría Bacigalupe, 1998, p. 34).

En 1515 Carlos V, holandés nativo, comenzó a reinar su herencia territorial.


―Era sucesor de tres dinastías europeas importantes, a saber: la Casa de
Habsburgo, la Casa de Valois-Borgoña y la Casa de Trastámara de las coronas de
Castilla y Aragón. Con el tiempo concibió para sí el título de ‗Señor de los Países
Bajos‘, en que sólo él y su hijo podrían utilizar este título‖ (Mann, 2000, p. 92).

Después de la muerte de su abuelo paterno Maximiliano I en 1519, heredó la


monarquía de los Habsburgo. Fue el candidato natural de los electores para
suceder a su abuelo como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

El auge económico de la burguesía se expresó en el plano político. ―Reyes y


nobles, endeudados con los préstamos otorgados por la floreciente clase social,
rectora del nuevo régimen de economía monetaria, se vieron obligados a darle
una participación, aunque no decisiva, en los asuntos del estado‖ (Rivero, 2005, p.
2).

―Jacobo Fugger, banquero alemán, tuvo una influencia decisiva en la política


europea de la época apoyando a la dinastía de Habsburgo por medio de
financiamiento‖ (Skinner, 1978, p. 82). Las contribuciones considerables del
poderoso Fugger habían asegurado la elección de Maximiliano I y Carlos V para
convertirse en emperadores del Sacro Imperio.

―En 1530 en Bolonia, Carlos V fue coronado emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico por el papa Clemente VII, convirtiéndolo en el último monarca
en recibir una coronación papal‖ (Mann, 2000, p. 74). A pesar de tener la autoridad

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imperial, la autoridad de Carlos V se vio restringida por los príncipes alemanes del
Sacro Imperio Romano.

El monarca se opuso fuertemente a la Reforma protestante, pero fue inútil, ya


que en la década de 1550 el protestantismo ya se había establecido firmemente
en la Europa Central ―Carlos V exigió que las innovaciones religiosas no
autorizadas por la Dieta Imperial, fueran abandonadas, donde el incumplimiento
podría resultar en un juicio de la Corte Imperial. Impulsaría la convocatoria del
Concilio de Trento (1545), que quería anular la Reforma‖ (Enciclopedia Hispánica,
1991, p. 421).

Durante el siglo XVI un nacionalismo intenso y lleno de fuerza comenzó a


fragmentar el enorme Sacro Imperio Romano Germánico. ―Varios nobles
alemanes que se habían vuelto protestantes conformaron una fuerza militar, la
Liga de Esmalcalda (a la que luego se sumaron Francia y Dinamarca), con el fin
de hacer frente a Carlos V, además de que confiscaron tierras al clero y
expulsaron sacerdotes y príncipes católicos‖ (Historia de la Humanidad, 1980, p.
11).

Una pequeña victoria de los protestantes en 1552 obligó a Carlos V, cansado de tres
décadas de guerra, a firmar la Paz de Augsburgo, que concedió ciertas libertades a los
protestantes y puso fin a todas sus esperanzas en una unidad católica en su Imperio.
Tres años más tarde se concedió estatus oficial al luteranismo en el Sacro Imperio
Romano, permitiendo que los nobles eligieran la religión oficial dentro de los dominios
que controlaban (De Brueghel a Rubens, 2008, p. 83).

―Carlos V no tenía fuerza suficiente para una operación de castigo sin el


decidido apoyo del Papa y sin la convocatoria a un concilio‖ (Rojas Donat, 2009, p.
10). Desechó la represión religiosa y las conversiones forzadas, permitiendo a
cada cual vivir conforme a sus creencias, limitándose a ser el mando supremo
política de todos, fuesen católicos o protestantes. ―La no represión era anhelada
por buena parte del luteranismo alemán, alternativa que no parece posible
históricamente para la primera mitad del siglo XVI, pero, además, porque esta
directriz iba contra la conciencia del emperador, que era un tanto liberal‖ (Mann,
2000, p. 73).

―Después de la abdicación de Carlos V en 1555, sus dominios holandeses


fueron divididos entre su hijo Felipe II (que asumió el título feudal de los
territorios), y su hermano Fernando I (que heredó la dignidad imperial)‖ (Historia
de la Humanidad, 1980, p. 17). El monarca estuvo a punto de perder los Países
9
Bajos a causa de la rebelión religiosa, pues para la década de 1560, la minoritaria
comunidad protestante se había convertido en una influencia significativa en su
territorio.

Felipe II era enemigo acérrimo del movimiento protestante, mientras que su


padre proscribió la herejía. ―Felipe II Inició una versión holandesa de la Inquisición,
que condujo a la ejecución de personas. Para reforzar los intentos de
Contrarreforma, lanzó una reforma política que aumentaba el número de diócesis.
Insistió en su aplicación rigurosa, lo que provocó malestar popular‖ (Mann, 2000,
p. 91).

Al volverse calvinistas las provincias norteñas de los Países Bajos, las


tensiones religiosas se mantuvieron hasta la última mitad del siglo XVI. Bajo la
dominación extranjera, la revuelta de los holandeses contra el Imperio Español
recibió impulso de los miembros del naciente movimiento calvinista.

―El ambiente político en los Países Bajos era tenso debido a la predicación de
líderes calvinistas, el hambre por las malas cosechas de 1565 y las dificultades
económicas‖ (Castro Jiménez, p. 1). De esta manera en el siglo XVI el
protestantismo ganó terreno rápidamente en el norte de Europa. Tras la represión
inicial, los protestantes holandeses fueron tolerados por las autoridades locales.

La consecuencia fue que se produjeron ―ataques iconoclastas‖ (es decir,


destrucción de imágenes religiosas). ―La protesta iconoclasta por la riqueza
clerical, hizo que las autoridades locales hicieran concesiones, como designar
ciertas iglesias para el culto calvinista, pues temían una insurrección‖ (Schwartz,
2006, p. 163).

Hubo disturbios parecidos en Flandes y en otros lugares del Imperio, y en poco


tiempo en los Países Bajos se desató un movimiento iconoclasta por parte de los
calvinistas, que irrumpieron en las iglesias y otros edificios religiosos para profanar
y destruir el arte sacro y todo tipo de accesorios decorativos en la mayor parte de
la región.

El choque religioso provocó estallidos de violencia contra la represión de los


Habsburgo (…) Con la Revuelta Holandesa las provincias norteñas se sublevaron
contra Felipe II. Al principio se sublevaron simplemente contra sus virreyes, mientras
que los estatúderes –administradores que tenían como función mantener el orden y la
paz –, fingieron seguir representando a Felipe II (Mann, 2005, p. 98).

10
La Revuelta Holandesa iniciada a mediados del siglo XVI fue hasta cierto punto
exitosa, encauzada por los vientos protestantes que provenían de Alemania,
contra la dominación católica de Felipe II de España.

II. ASPECTOS

II. I Aspecto económico

II.I.I Transición del feudalismo al capitalismo

El modo de producción feudal había dominado en Europa aproximadamente un


milenio, pero fue en declive a principios de la Edad Moderna, es decir el
Renacimiento. Para Strate (2012) las razones del declive fueron

…el uso del dinero en lugar de la tierra como medio de intercambio, el trabajo de los
siervos que vivían como hombres libres, aunado a la creciente inutilidad de los ejércitos
feudales en la cara de una nueva tecnología militar (la pólvora), y un aumento general
de la productividad agrícola debido a la mejora de la tecnología y los métodos de la
agricultura (p. 205).

Desde la época feudal hubo una larga política económica en la que funcionarios
de la Iglesia Católica mantuvieron a la población bajo control, por medio de
tributos (indulgencias). Ejemplo de ello es que ―el Papa promulgó una bula, la cual
beneficiaba a todas las personas que contribuían con dinero para la
reconstrucción de la Basílica de San Pedro en Roma. En tanto que líder espiritual,
cada Papa revitalizó Roma con el dinero de las indulgencias‖ (Mann, 2000. p. 19).

Fue inevitable que la economía basada en el dinero propiciara prácticas


codiciosas y fuera por tanto condenada.

La esperanza de ganancias fáciles provocó especulaciones. Obviamente no faltaron


voces contra la corrupción. Erasmo de Rotterdam clamó: ―¿Cuándo hubo avaricia
mayor y fue menos castigada?‖ La venta de indulgencias variaba bajo los símbolos de
autoridad papal, donde clérigos y agentes de banca recibían dinero de los católicos a

11
cambio de cartas de absolución de pecados (Las Grandes Épocas de la Humanidad,
1982, p. 107).

A los católicos se les explotaba con indulgencias que, mediante un precio,


exoneraban a los pecadores y daban enormes ganancias a la Iglesia católica,
específicamente a Roma, donde llegaban los enormes tributos de los europeos.

El duro golpe causado por la Reforma protestante consistió en que la economía


se empieza a liberar de la doctrina católica. Con la Reforma el Pontificado italiano
perdió su principal fuente de ingresos, de cuya pérdida no se recuperaría. El cisma
de la Iglesia católica significó el cese del flujo de dinero que la había hecho
prosperar.

―El rasgo esencial del feudalismo era el régimen de propiedad privada de la


tierra, la pequeña producción agraria y artesanal, donde el trueque solía ser la
base del intercambio. La nobleza feudal poseía las tierras y el trabajo de los
campesinos era la fuerza productiva‖ (Historia Universal del Arte, 2005, chap. 1).

El sector agrícola ocupaba la mayor parte de la fuerza laboral, que incluso hasta
en el siglo XVI ―[t]odavía cuatro de cada cinco europeos trabajaban la tierra‖ (Las
Grandes Épocas de la Humanidad, 1982, p. 59).

Al comenzar el turbulento siglo XVI, la situación de la tierra era difícil, pues

…todavía muchos campesinos habían dejado atrás la servidumbre y eran libres,


trabajadores con paga, o alquilaban tierras. Pero la mayoría estaban agobiados por
altos impuestos y servicios a sus amos, que eran los dueños de la tierra. En algunos
casos el impuesto que los campesinos pobres tenían que pagar a su amo llegaba
hasta la mitad de su patrimonio (Encyclopedia Britannica, 1994, p. 822).

En su dura situación los campesinos tenían que cultivar las tierras de sus
aldeas, mantenerse ellos y sus familias, así como cumplir las exigencias de dos
amos a los cuales tenía que solventar. ―A la Iglesia católica iba la ‗gran primicia‘ o
cosecha de granos o diezmos de frutas y verduras; a su amo entregaba un
porcentaje fijo de sus productos como alquiler por la tierra‖ (Las Grandes Épocas
de la Humanidad, 1982, p. 61).

Al estar consolidándose el capitalismo, en las ciudades que eran rutas


comerciales el capital se invertía en sectores de la artesanía y la industria,
creando así una próspera burguesía. ―El mercado mundial quebró el particularismo
cerrado de las ciudades medievales. Los torrentes de oro y plata liquidaron
12
definitivamente la economía que subsistía en gran parte de Europa‖ (Rivero, 2005,
p. 3).

El régimen feudal choca con el desarrollo de nuevas fuerzas productivas,


puesto que ―(…) la Edad Media es una época paradójica, porque junto al
feudalismo se desarrolla la naciente burguesía comercial‖ (Rivero, 2005, p. 4).

La expansión del capitalismo y el ascenso de la burguesía minarán por


completo la estructura feudal, ya que ―la economía de subsistencia en base a la
tierra entra en contradicción con las nuevas relaciones de producción y de cambio.
Los siervos emigran del campo a la ciudad, incorporándose a los nacientes
gremios de artesanos‖ (Vitale, p. 1).

El Renacimiento no fue un fenómeno general que llegara a todos los rincones


de Europa, cuando en verdad se trató de ―[u]n movimiento circunscrito a las
ciudades y más todavía a las ricas burguesías urbanas‖ (Álvarez del Real, 1990, p.
73).

Las clases que dominaban las ciudades eran la nobleza y la burguesía. ―Las
ciudades sin murallas tenían el derecho a hacer ventas que se celebraban en las
grandes plazas de mercado. Mientras que los pueblos de los alrededores no
poseían mercados‖ (De Brueghel a Rubens, 2008, p. 76).

A comienzos del siglo XVI la importancia económica y estratégica de las


ciudades se expandió, y ―por la necesidad de comerciar la burguesía comienza a
asentarse en los aledaños de los castillos. Los burgos crecen. Como en otras
partes de Europa, en los Países Bajos el ascenso del Renacimiento coincidió con
un cambio social y económico, que fue el resurgimiento urbano‖ (Matthew, p. 41).

La economía se transforma radicalmente cuando nuevas necesidades van


cambiando, aunque lentamente, la vida económica. ―Las nuevas necesidades
fomentan la creación de sociedades comerciales, lo cual hace declinar a los
ideales corporativistas medievales, como las cofradías‖ (Historia Universal del
Arte, 2005, chap. 1).

Pueden hallarse en el periodo renacentista dos estratos económicos, de


acuerdo a Fleming (1971): ―los aristócratas y terratenientes, y los mercaderes y
artesanos‖ (p. 84). Aunque había un estrato medio: cambistas, jueces y notarios.
Mientras que el estrato más bajo reunía a ―(…) albañiles, carniceros, herreros,
lenceros, que eran una mayoría de asalariados que no participaban de la vida
13
política. El auge de la industria manufacturera fomenta el crecimiento de
trabajadores asalariados‖ (Historia de la Humanidad, 1980, p. 27).

II.I.II Mercantilismo

Básicamente las fuerzas productivas, los metales preciosos (oro y plata) y la


exportación de productos dieron empuje al mercantilismo, cuya característica era
que

…otorgaba atención preferente a los fenómenos de la circulación monetaria (…). El


estado debía intervenir directamente para asegurar una mayor entrada de oro y plata y
una mínima salida de los mismos. Este mercantilismo fue transformándose a medida
que se ensanchaba el mercado mundial. El mercantilismo se convirtió entonces en una
política económica, tendiente a exportar manufacturas nacionales en mayor cantidad
que la importación de artículos elaborados (Rivero, 2005, p. 4).

Lo anterior nos da una cierta idea de cómo funcionaba el modo de producción


capitalista, gracias al cual las ciudades impulsan su economía. El desarrollo de
circulación monetaria y el mercantilismo hacen posible el crecimiento de una
próspera clase urbana que demanda el consumo de cultura.

―Italia, con su racionalismo económico, anticipa la evolución capitalista de


Occidente. De Italia arranca el renacimiento de la economía, donde comienza a
desarrollarse la libre competencia y surge la primera organización bancaria de
Europa‖ (Hauser, 1978, p. 344).

A pesar de la constante inestabilidad por las guerras y plagas como la peste,


Flandes (el gran centro de comercio de telas) alcanzó una gran prosperidad
económica manteniendo un sólido comercio en el Mar el Norte. Mientras que en
los Países Bajos el comercio fue permitido en las grandes ciudades, y este
derecho se tradujo por lo general en una mayor población y desarrollo urbano.

Amberes y Bruselas evidenciaban una magnificencia incomparable. Las calles de


Bruselas eran bellas y largas. Amberes prosperó gracias al comercio con otras
naciones. Para 1550 poseía casi cien mil habitantes. Brabante, Flandes, Artois eran
provincias dominantes en la economía europea eran regiones con fuerte densidad de
población, donde las clases dominantes disponían de excelentes infraestructuras y
sólida manufactura (De Brueghel a Rubens, 2008, p. 57).
14
El producto de las minas entraba en el comercio para ser acuñado por las casas
de moneda. ―Los reinos acuñaban su moneda y también las ciudades libres y los
ducados gobernados por nobles y clérigos. Estas autoridades aumentaban las
dificultades del tráfico, reduciendo periódicamente el contenido de metal precioso
en sus aleaciones, lo cual obligó a los precios irse a las nubes‖ (Las Grandes
Épocas de la Humanidad, 1982, p. 150).

El auge de los negocios en el siglo XVI trajo prosperidad a muchos, pero


también problemas. Europa se encontró inmersa en la inflación, fenómeno que ya
empezaba a ser conocido. Se puede decir entonces que las finanzas eran una
dudosa bendición.

―El comercio crecía con transfusiones de metales preciosos. La cantidad de


metales para acuñación se dobló y cuadriplicó porque los métodos de explotación
aumentaron el rendimiento de las minas europeas y porque los barcos los traían
de África, Oriente y el Nuevo Mundo‖ (Rivero, 2005, p. 3).

El oro y la plata americanos produjeron una revolución de precios en Europa y a


la larga un inusitado proceso de inflación. ―A fines del siglo XVI los precios de las
mercancías aumentaron en más de tres veces su valor. El comercio era afectado
por las ‗crecientes y menguantes‘ de la moneda‖ (Historia Universal, 2008, p. 392).

En una sociedad dependiente del comercio, era esencial la libertad, aunado a


que había una plataforma de seguridad, fundamental para la creación y desarrollo
de empresas.

Había boticas, tiendas y droguerías supervisadas por los gremios de médicos y


farmacéuticos, que vigilaban los precios. Asimismo había gremios de carpinteros y
albañiles. Eran parte importante de todos los aspectos de la vida ciudadana,
intervenían en la fijación del número de días laborables y aseguraban que los
estamentos profesionales tuviesen representación política (Matthew, p. 17).

Al ser emprendedoras, muchos personas ganaron fama y poder. Jacobo Fugger


fue el ejemplo de que cualquier ciudadano podía escalar a un estrato alto si tenía
visión para los negocios. ―Fugger construyó un imperio financiero que incluía
minas, fábricas, bancos y tierras. Respetado por el Papa y por Lutero, su eterno
deudor era Carlos V‖ (Historia Universal del Arte, 2005, chap. 1).

―A la doble actividad de producción industrial y comercio, se agregaba la


financiera: el préstamo de dinero a interés, a cargo de los banqueros. Luego
prestar dinero a interés era una actividad vigilada por los protestantes‖ (Vitale, p.
15
2). De esta manera la burguesía ligada al capital es la que más triunfa, y la que se
asimila a la aristocracia del dinero.

Las familias importantes, como los Fugger, obtuvieron su riqueza y ascendencia


política a través del comercio, la banca y la industria. Muchas familias ricas
formaban alianzas estratégicas mediante concertaciones. Incluso ―[l]os nobles no
desdeñaban las actividades mercantiles, pues junto con la burguesía integraron
una aristocracia, cuyos similares intereses evitaron conflictos‖ (Historia de la
Humanidad, 1980, p. 74).

El dominio de ultramar español estaba en el Mar del Norte, el Mediterráneo y el


Océano Atlántico, tocando una extensa área de América. Era inmenso el estatus
español sobre mar y tierra. ―El mar le permitió al Imperio Español desarrollar el
comercio que tanto éxito le dio: oro, marfil y esclavos de África, joyas, tintes y telas
de Oriente, minerales de América‖ (Navarro, 2013, p. 25).

Los buques mercantes fueron la base de la riqueza. En las primeras décadas del
reinado de Carlos V hubo un auge en las ventas de la industria manufacturera gracias
a los metales preciosos de América que entraban por España y finalmente se
derramaban por las principales plazas comerciales europeas. Posteriormente Felipe II
vendía con anticipación los cargamentos de oro de para sostener sus aventuras
militares (Castro Jiménez, p. 1).

―Gracias al descubrimiento del Nuevo Mundo, las sociedades urbanas y


mercantiles estaban unidas mediante el comercio a los lugares más remotos de la
tierra. A partir de la revolución comercial y urbana, ya se puede hablar de tiempos
renacentistas‖ (Historia de la Humanidad, 1980, p. 48).

En esta época los puertos mercantiles estaban unidos mediante el comercio a


lugares remotos, como Oriente. La importancia de la ciudad flamenca de Brujas
superaba sus fronteras y se extendía por todas las regiones, porque con su puerto
se convirtió en potencia marítima.

El desarrollo tecnológico más importante del Renacimiento fue la carabela. Esta


combinación de tecnologías europeas de construcción naval por primera vez hizo un
amplio comercio y los viajes por el Atlántico factible. El comercio de los mercaderes
con otros puertos había creado una fuerte plataforma comercial, gracias al Imperio
Español que fue el propulsor de la revolución comercial que asestó el golpe decisivo
que asestó la burguesía comercial con los frutos de los nuevos descubrimientos
transoceánicos (Strate, 2012, p. 9).

16
Fue la persistente burguesía la que impulsó las finanzas en todo su esplendor.
―Gracias al capital monetario se financiaron empresas, desde centros artesanales
hasta centros manufactureros. Para aumentar su eficacia, las compañías de los
comerciantes y banqueros tenían sus respectivos especialistas (contadores,
cajeros, intermediarios, mensajeros)‖ (Schwartz, 2003, p. 72).

Una revolución económica estaba cambiando la vida diaria de la gente por


igual. Bajo el contexto del creciente comercio, surge una economía ―[c]uyo
principio soberano era que el capital debe servir para crear más capital. Su ansia
de dinero originó un gran auge, pues se crearon instituciones y prácticas
mercantiles, bolsas de valores, cartas de crédito, etc.‖ (Las Grandes Épocas de la
Humanidad, 1980, p. 62).

―Con el capitalismo, el Renacimiento toma una vía racional, donde la economía


se basa en términos como el cálculo y el método, que son creaciones
racionalistas‖ (Schwartz, 2003, p. 61). También comienzan a haber operaciones
financieras y aparecen términos relacionados la banca, como cuenta, crédito,
bancarrota.

―Las técnicas administrativas, bancarias y contables alcanzaron tal eficiencia


que las empresas fueron modelo de organización para la época. Dichas empresas,
que fueron acaparando los resortes del poder, se ocupaban del comercio, la
banca, los talleres‖ (Historia de la Humanidad, 1980, p. 115).

Las operaciones de las compañías eran amplias, diversas y complejas. ―La


mayoría de las empresas sacaban casi todos sus ingresos de los préstamos con
interés y de los beneficios de las fluctuaciones en los precios y tipos de cambio.
Muchas empresas invertían en minas, industrias y bienes raíces‖ (Las Grandes
Épocas de la Humanidad, 1982, p. 88).

Algunas compañías adquirieron tanto poder que hasta los monarcas acudían a
ellas para financiar sus guerras. ―La monarquía ejerció un papel de árbitro o
mediador entre la nobleza y la burguesía comercial, resguardando sus propios
intereses de clase‖ (Historia Universal del Arte, 2005, chap. 1)

Las rutas atlánticas, abiertas por los españoles en el siglo XV, confluirán en las
regiones flamencas, como Amberes. ―Los tejidos de las grandes ciudades iban
conquistando a los mercados del Mediterráneo, debido a la suavidad y belleza de
sus colores. Grandes compañías instalaron en Brujas a representantes del

17
comercio de telas con Flandes‖ (Fernández Madrid y Figueroba Figueroba, 1996,
p. 155).

Los Países Bajos habían alcanzado la hegemonía del comercio marítimo y


habían conseguido monopolizar parte del comercio europeo. Al finalizar el siglo
XVI Ámsterdam sustituirá a Amberes como centro financiero, y ―[c]omo siempre
ocurre (véase el caso de Florencia), tras el poder financiero vino el florecimiento
cultural. Con la libertad de comercio llegaron a Holanda la libertad de
pensamiento, la ciencia y la cultura del libro‖ (McLuhan, 1970, p. 5).

―Había una cerrada oligarquía de comerciantes, industriales y banqueros, que


dio a la región flamenca el carácter de gran centro emprendedor, con fábricas de
tapices, ropas, instrumentos de música, muebles. La excepción eran ciertos
objetos manufacturados en Oriente que llegaban a Amberes‖ (Castro Rivero,
2005, p. 46).

La burguesía flamenca es sólida y la organización de talleres, como los


artísticos, estaba en apogeo. En aquella época los pintores estaban sometidos a
los talleres artesanales, y cuando destacaban se les autorizaba a abrir su propio
taller y contratar ayudantes y aprendices.

Los artistas se agrupan en corporaciones (guildas) que exigen una completa


preparación técnica. Los pintores se nutrían de encargos provenientes de la
aristocracia, la iglesia, la burguesía, banqueros e instituciones, como ayuntamientos y
gremios. La inclusión del condado de Flandes entre las posesiones de los duques de
Borgoña promociona los encargos de pinturas y tapices (Fernández Madrid y
Figueroba Figueroba, 1996, p. 42).

―Los talleres artesanales, insuficientes para atender la demanda de los nuevos


mercados, complementaron a la industria manufacturera, financiada por la propia
burguesía comercial y bancaria‖ (Castro Jiménez, p. 1). La organización de los
talleres sirvió a los pintores para enfrentarse a la nueva estructura que se alzaba
en la sociedad holandesa, de un mercado capitalista de bienes artísticos. Desde el
siglo XV ―los pintores y escultores comienzan a trabajar en forma masiva y se
impone así también en el arte la producción impersonal de mercancías‖ (Hauser,
1978, p. 331).

En la época renacentista las obras de arte tenían la cualidad de un bien durable


para que fuera promovida en el mercado. ―Las obras tenían en común con el

18
dinero una cualidad abstracta: aunque no es nada en sí mismo, se le toma como
representativo de un cierto valor‖ (Burucúa, 2003, p. 279).

Dentro de esta economía capitalista el entusiasmo de los pintores los llevó a un


afán individualista de liberarse de las obligaciones del mecenazgo tradicional y a
un deseo de poseer de amplia libertad artística, cosa que sucedió con el holandés
Pieter Brueghel.

En el contexto de la economía en el Renacimiento, afirma Burucúa (2003) ―(…)


se yuxtaponen dos valores diferentes pero recíprocos: el que determina el
mercado y el del individuo que entraba a jugar en dicho mercado. Asociados,
configuran la ideología de la libertad individual (…)‖ (p. 103)

―Al estar llegando a su fin el Renacimiento, el equilibrio mercado-comprador del


artista se adaptaba a la demanda de los compradores de cuadros. A merced del
sistema mercantilista, artistas, comisionistas y coleccionistas participaban de un
dialogo eidético‖ (Navarro, 2013, p. 301).

Al frente de la estructura comercial que representa su taller, el artista toma ahora


conciencia de seguir siendo el simple instrumento mediador entre el cuerpo social y
sus aristas de poder, un constructor de atributos simbólicos confeccionados a la
medida de una clientela cuya tipología va tendiendo, también, a diversificarse
estructuradamente (Bozal, 1999, p. 232).

Es entonces que el artista opta por la posibilidad de satisfacer deseos


personales o del cliente o de ser un pintor libre ante su lienzo. Nobles, mercaderes
y hombres de poder y riqueza anhelaban reproducir sus efigies y sus proezas.

Para estas clases altas las condiciones económicas de la producción pictórica tenían
un carácter de objeto de transacción, con un precio y una calidad de materiales
escrupulosamente determinadas entre el comitente y el artista que producía el cuadro.
Un factor aunado a la estrecha relación entre comitentes, artistas y obras de arte fue la
sólida red cultural que se dio entre los centros económicos del norte y sur europeos
(Burucúa, 2003, p. 152).

En el Renacimiento la enorme demanda de obras de arte potencia la figura del


comitente. ―Se da una interacción entre comitentes y artistas, junto con las
aspiraciones o planes políticos de los primeros y los programas iconográficos de
los segundos, la del gusto de los unos y la búsqueda estética de formas de los
artistas‖ (De Brueghel a Rubens, 2008, p. 60).

19
Aparte de lo económico, los Países Bajos tuvieron un lugar importante en el
Imperio de Carlos V, porque eran su hogar, la región en la que nació y pasó su
infancia. Los ricos y emprendedores Países Bajos eran la joya de la Casa de
Habsburgo, que a diferencia de otros dominios, ―[e]stos eran dirigidos por una
clase mercantil la cual reclamaba saneamiento de tributos, anulación de gabelas
feudales y privilegios en la circulación de mercancías‖ (Navarro, 2013, p. 8).

Flandes, además de sede de grandes compañías comerciales y financieras, era


un destacado centro cultural y patria de muchos artistas y pensadores. ―Flandes
propició en Florencia la venta de paños que, luego de ser teñidos con tinturas
importadas de Oriente, eran vendidos a muy buen precio en otras partes del
mundo‖ (Historia Universal, 2008, p.16).

―Las ciudades flamencas gozaban de autonomía, porque contaban con leales


servidores, fomentaban el rendimiento agrícola, y como inmediata consecuencia
de su política, levantaban con cada ciudad un baluarte, con sus habitantes una
nueva milicia y sus riquezas constituían un tesoro‖ (Las grandes Épocas de la
Humanidad, 1982, p, 215).

A mediados del siglo XVI ―Brujas, que pertenecía a Flandes, ya había perdido
su posición preeminente como motor económico en el norte de Europa, donde los
Países Bajos iban cobrando importancia‖ (De Brueghel a Rubens, 2008, p. 32).

Visto lo anterior, la región del Ducado de Brabante se había convertido en el


centro económico, político y cultural de los Países Bajos, cuando su capital era
Bruselas. ―Los lazos establecidos por los Países Bajos con el Oriente dan origen a
un sistema económico unitario con la correspondiente división del trabajo: el
desarrollo industrial diferenciado y el trabajo asalariado‖ (Vitale, p. 1).

Bajo el reinado de Carlos V las guerras no fueron obstáculo para el intercambio


comercial activo. Pero no obstante había problemas, por ejemplo en el sector
agrícola. ―Las malas cosechas suscitaron la hambruna de 1565, aunado a la
Revuelta Holandesa y la crisis económica, lo que provocó la ola de iconoclastia
calvinista suscitada por la herejía protestante‖ (Molyneux, 2004, p. 30).

A mediados del siglo XVI la situación económica en los Países Bajos era
deplorable, pues los campesinos pobres estaban ahogados por altos impuestos,
en contraste con la aristocracia de la tierra. El resultado fue que ―En las aldeas el

20
hambre y la enfermedad se generalizaron, los mendigos aumentaron y los
bandidos asolaban los caminos‖ (Mann, 2000, p. 263).

En 1559 uno de los principales problemas de Felipe II era el lamentable estado


hacendario, prácticamente arruinado por las guerras imperiales. Lo llevó a medidas
desesperadas, a aumentar constantemente la presión fiscal, a arrendar rentas de unos
años para otros y a una gran dependencia de la llegada de las remesas de plata
americana. Felipe II se vio obligado a decretar entonces la primera bancarrota de su
reinado (Castro Jiménez, p. 1).

En la gestión de su Imperio, Carlos V y Felipe II aumentaron su autoridad


gubernamental en la cuestión de los impuestos. Como el comercio y la industria de
las ciudades producían importantes ingresos, ―[c]uando aumentaron los impuestos
para financiar las guerras, se dio una rebelión general de los Países Bajos‖
(Castro Jiménez, p. 1).

En los Países Bajos los artistas se enfrentaron con la crisis de la Reforma. ―Los
protestantes pusieron objeciones a los cuadros y estatuas religiosos, considerados
signos de idolatría. Los pintores de las regiones protestantes perdieron su mejor
fuente de ingresos: la pintura de retablos‖ (Schwartz, 2003, p. 97).

Lo que quedó como fuente de ingresos habitual fue la ilustración de libros y pintura de
retratos, que no era suficiente para vivir. La única rama que sobrevivió con la Reforma
fue la del retrato. Sólo existió una región protestante en la que el arte sobrevivió a la
crisis de la Reforma: los Países Bajos. Allí donde la pintura floreció, los artistas hallaron
una salida para conservar su predicamento; en lugar de concentrarse en retratos, se
especializaron en temas contra los que no podía poner en objeción la Iglesia
protestante (Rivero, 2005, p. 11).

Ya que el ámbito de la pintura se vio restringido, los pintores tomaron otra vía:
comenzaron a realizar cuadros en donde cultivaban una variedad de temas, en
particular escenas de la vida cotidiana, conocidas como pintura de género.

II.II Aspecto filosófico

El artista del Renacimiento fue el intérprete de una actitud mental nueva, la cual
consiste en que ―[e]l hombre era ya la expresión orgullosa del propio dios y su

21
heredero natural en la tierra‖ (Letts, 1985, p. 11). Este cambio en el pensamiento
condujo a un cambio en la expresión artística.

―La filosofía del mundo antiguo puso en jaque al pensamiento cristiano


medieval. El amor de Grecia hacia la belleza física, la naturaleza, la libertad y los
ideales de las ciudades-estado aparecieron al mismo tiempo que la conciencia
histórica de lo romano‖ (Burke, 2000, p. 79).

II.II.I Humanismo

Cuando nos referimos a los humanistas, hay una serie de características en


ellos:

…descubren, estudian, veneran y asimilan a los autores grecolatinos (paganos o


cristianos) y los adoptan como inspiración para su propio lenguaje y pensamiento. Su
síntesis de filosofía y retórica les proporcionó el ideal de combinar la elocuencia con la
sabiduría (Francesco Petrarca, Tomás Moro, Desiderio Erasmo, Michel de Montaigne,
Juan Luis Vives). El humanismo es el esfuerzo individual y social susceptible de
revalorizar al hombre y su dignidad gracias a la penetración directa, real y vivificante de
la cultura antigua en la moderna: tiene un carácter educativo, literario, filológico y
erudito, no necesariamente anticristiano (Álvarez del Real, 1990, p. 159).

Una concepción principal se fue forjando desde el siglo XV: el redescubrimiento


de los escritos del mundo antiguo. Afortunadamente los escritos antiguos o
clásicos no se habían perdido. ―En las bibliotecas de los monasterios se habían
copiado y guardado durante siglos las grandes obras de Virgilio o Aristóteles.
Salieron a la luz progresivamente nuevos manuscritos y temas eruditos‖ (Letts,
1985, p. 13).

Francesco Petrarca redescubrió la importancia de los estudios liberales, que en las


épocas griega y romana se consideraban esenciales para un hombre libre: gramática,
retorica, historia, poesía y filosofía moral; estas eran las materias que enseñaban a
hablar, leer y escribir, convirtiendo al alumno en un hombre culto. Quienes recibían
esta educación se llamaban humanistas (Burke, 2000, p. 79).

El humanismo resucitó valores y una cultura que habían estado enterrados


durante siglos, y que luego serían motivos de inspiración. Su amor a la naturaleza
y la cultura clásica se conciliaba con la familia, la educación y la política.

22
Desde la perspectiva de Abbagnano (1994) el humanismo del Renacimiento no
es sólo el aprecio y el estudio de los sabios clásicos, sino también ―(…) la voluntad
de renovar la sabiduría en su forma autentica y entenderla en su efectiva realidad
histórica. Por primera vez se presenta en el humanismo la exigencia de reconocer
la dimensión histórica de los acontecimientos‖ (p. 4).

Antes del 1500 el humanismo del Renacimiento italiano tuvo poca influencia
fuera de su territorio. Ya en el siglo XVI sus ideas se difundieron por toda Europa,
influyendo en el Renacimiento de los Países Bajos, con sus características propias
y puntos fuertes.

En el siglo XVI los estados italianos consiguieron imponerse en el mundo


cultural, propagándose desde allí hacia las demás ciudades europeas. A la cabeza
del movimiento renacentista figuraron filósofos, literatos, arquitectos y escultores.

―Aunque al principio la iglesia amparó el resurgimiento de la Antigüedad,


durante lo que se llamó el humanismo cristiano, muy pronto la institución cristiana
se percató de los peligros doctrinales y confesionales implicados por la
imaginación desbordante del hermetismo‖ (Braga, 2007, p. 1). Ejemplo de esto fue
el pensador italiano Giordano Bruno, quien ―(…) fue llevado a la hoguera no por
sus ideas humanistas, sino por sus escritos místicos y mágicos‖ (Burucúa, 2003,
p. 4).

Los humanistas fueron los que actuaron como mediadores entre su propia edad
y la venerada Antigüedad, e hizo esta última su elemento principal.

El humanismo, aunque exalta al hombre y sus capacidades, deja de lado las


reflexiones racionales acerca de dios propias de la filosofía escolástica, y no es tan
secular como el racionalismo: es relativamente cristiano. Y al exaltar al hombre,
muchas veces lo hace resaltando su condición de criatura de dios, superior por las
capacidades que le dio (Haindl Ugarte, p. 4).

El Renacimiento en Holanda fue paralelo al debilitamiento de la religión católica.


A consecuencia del socavamiento del catolicismo y el abandono del feudalismo, el
siglo XV vio el surgimiento de muchas instituciones y creencias seculares. La más
significativa fue sin duda el humanismo, que sentaría las bases filosóficas de gran
parte del arte renacentista.

La base espiritual de las transformaciones que inauguraron la Edad Moderna


fue la corriente de pensamiento que se enfocó hacia el hombre y el mundo
23
concreto: el humanismo. El pensamiento humanístico, más realista y terrenal,
revaloraba el mundo material, digno de ser conocido y disfrutado.

El hombre y la forma humana aparecen por dondequiera. Es este el esplendor


de la filosofía humanista.

Se toma en cuenta lo concreto, el mundo real, sus criaturas y sus fenómenos. También
se trata a la naturaleza vista en parte a través de las teorías de la Antigüedad, por
ejemplo el estudio de las sensaciones, los colores y los números siguiendo el Timeo de
Platón. El humanismo es, más allá del hombre, el retorno a las fuentes históricas del
hombre, a ese tipo de hombre que nos ha legado la sabiduría antigua (Bayer, 1980, p.
120).

El humanismo fue un movimiento de ideas que se desarrolló por impulso del


individualismo y el racionalismo, transformando el pensamiento europeo después
de la Edad Media y que ―(…) emancipándolo de la tutela ideológica, fue la
manifestación y el triunfo del espíritu laico‖ (Historia Universal del Arte, 2005, p. 1).

No obstante la clase lumpen sobrevivía ignorando las nuevas ideas, mientras


que en las ciudades se propagaba el pensamiento humanista, racional y científico.

Los historiadores aceptaron la idea de que había existido una Edad Media entre la
cultura del mundo antiguo y su recuperación moderna. Los latinistas del Renacimiento
miraban por encima del hombro a la Edad Media, que consideraban un periodo de
barbarismo y de tosco y primitivo arte. El Renacimiento hizo una extraordinaria
contribución a la definición de su campo cuando Giorgio Vasari en su obra Vidas de los
más excelentes pintores, escultores y arquitectos quiso demostrar de qué manera
habían conseguido los artistas recuperar las artes perdidas de la arquitectura, escultura
y pintura (Matthew, p. 96).

El Renacimiento tuvo su origen junto al humanismo, pero es más acertado


concebir que humanismo y Renacimiento no nacieron juntos, sino que el
humanismo recibió todo su impulso del Renacimiento. Porque como bien dice Eco
(2004) ―El humanismo es más bien la consecuencia y el beneficiario del
reemplazamiento de la doctrina cristiana, dominante en la Edad Media, por una
doctrina mística neoplatónica‖ (p. 23).

Los neoplatónicos sistematizaron las ideas de Platón, que fueron asimiladas en


el cristianismo, por pensadores como san Agustín, Dionisio Areopagita (de los más
conocidos) y otros pensadores cristianos del Renacimiento.

24
La filosofía del humanismo, inspirada en el interés por el mundo clásico y sus
ideas redescubiertas, se amplió a disciplinas como la literatura y la ciencia. ―Era
llamada humanismo, porque rechazaba el enfoque oscuro medieval y tenía una
visión del mundo poco cristiana. Para los humanistas, el raciocinio tenía un punto
de partida: el studia humanitatis, el estudio de las capacidades humanas‖
(Beuchot, 1998, p. 43).

El humanismo tuvo sus ilustres precursores en Italia, como Dante Alighieri y


Francesco Petrarca, que van constituyendo grupos en torno a las cortes y
academias. Pero es en Italia donde por obra de los humanistas comienzan a haber
pequeños antecedentes de los museos modernos

En el Renacimiento italiano había una visión del coleccionista y del hombre ilustrado,
idea que osciló entre la curiosidad y la erudición, entre el atesorar y mostrar, entre la
exhibición del objeto por su valor inherente y el ordenamiento de piezas para la
transmisión de información, entre un lugar de deleite y uno de estudio, entre la
construcción de un microcosmos dentro de cuatro muros (Rico Mansard, 2007, p. 66).

Sin embargo el conocimiento era hermético, puesto que no se sacaban los


acervos (rarezas y curiosidades) a espacios públicos. Había gabinetes de arte o
curiosidades, donde ―[s]e acudía a ver, observar o admirar los objetos por mero
placer, o bien para consultar en documentos y libros la información práctica y
significado, complementaria a lo exhibido (García Serrano, 2000, p. 16).

En el último Renacimiento la acepción de museo abarcaba categorías


intelectuales y filosóficas particulares, a decir de Hernández Hernández (2006)
eran ―[c]onstrucciones visuales o espaciales, como bibliotecas, estudios y casinos,
que ofrecían aspectos significativos de la vida intelectual europea. Museo era la
categoría mental que almacenaba una actividad cognitiva que respondiera a
determinados fines culturales‖ (p. 24). Dentro de la tradición humanista hay un
proceso cultural por el afán del coleccionismo en los museos.

El humanismo renacentista se caracterizó por un ambiente filosófico peculiar:


―la difusión ideológica de antiguos neoplatónicos como Plotino, Proclo y Jámblico
influyó para satisfacer la demanda de una cristiandad ávida de renovación, y la
concepción cosmológico-gnóstica que exponían insufló una nueva vitalidad teórica
al pensamiento cristiano‖ (Báez Rubí, 2005, p. 52).

Al utilizar metáforas como las de ―renacimiento‖, ―renovación‖, ―resurrección‖, los


humanistas del Renacimiento no estaban conscientes de su significación psico-
histórica, sino que representaban el retorno de la cultura antigua más bien en los
25
términos de una vuelta a la retórica clásica. En la historiografía cultural contemporánea
vino comprobándose que la imagen del Renacimiento como una luz que dispersa las
tinieblas de la Edad Media no es sino un mito polémico, forjado por los humanistas en
su lucha contra la cultura eclesiástica (Braga, 2007, p. 2).

En la educación, los medievales ponían el énfasis en memorizar hasta dominar


los aspectos específicos del conocimiento. En tanto que los pedagogos
humanistas del Renacimiento tenían un concepto muy particular sobre el saber:

Estaban convencidos de que el estudio de los clásicos constituía la mejor manera de


educar el espíritu de los jóvenes. Inspirados por la Grecia y Roma clásicas, los
humanistas creían que el objeto de la enseñanza consistía en formar personas
capacitadas para desempeñar con profesionalidad y elegancia cualquier cargo en la
sociedad (Beuchot, 1998, p. 42).

Los humanistas impartían a los jóvenes una formación clásica en la poesía,


gramática, retorica, historia y filosofía moral. Había currículos de matemáticas,
pintura, música y religión. Aunque fueron creados para educar a los hijos de la
aristocracia, sobre todo.

La habilidad en la confección, talla de madera o construcción de iglesias era


algo que adquirían hombres habilidosos sin aprenderlo en los libros, ya que los
―instruidos‖ se limitaban a cuestiones intelectuales. Cobró importancia la demanda
masiva de libros, folletos, y grabados para los pocos alfabetizados.

Una de las mayores señales del Renacimiento fue el interés en el aprendizaje clásico.
Muchos documentos estaban siendo llevados a la superficie para su análisis y estudio.
El aprendizaje clásico y el estudio eran necesarios para cualquier persona que viviera
en la época renacentista. La base de la literatura y el en esta época eran referencias
del griego antiguo, la sociedad latina y mitologías (Beuchot, 1998, p. 159).

Mann (2000) menciona el punto de inflexión en la historia del humanismo


holandés:

La transición hacia los estudios clásicos no ocurrió en unos pocos años; en los Países
Bajos la transición en sí llevó más de un siglo. Durante este período muchos científicos
y eclesiásticos viajaron a Italia. Trajeron los ideales clásicos y ayudaron a impulsar el
Renacimiento. Las mayores influencias del Renacimiento holandés se caracterizan por
haber traído la base del pensamiento renacentista italiano, al tiempo que se conservó
la cultura holandesa (p. 72).

26
Lo anterior fue el resultado de aquellos que habían viajado a Italia para
aprender más e inspirarse por el movimiento humanista. Lo cual hizo que los
pensadores de los ámbitos humanista, artístico y científico se centraran más en el
mundo que les rodeaba y se centraran menos en cuestiones metafísicas, como el
cielo, la gracia o lo divino.

Era común que los intelectuales humanistas dominaran el griego y el latín,


filosofía y derecho, estaban ávidamente interesados en el humanismo y las artes.
Conjuntamente a esto, a las universidades acudían estudiosos de toda Europa.
Ejemplo de esto es uno de los grandes humanistas europeos, el italiano Giovanni
Pico della Mirandolla, que ―[p]oseía conocimientos de las enseñanzas de Platón
tenían cabida el mito, el misticismo, la magia, las matemáticas, la ética y la física.
Se le calificó como Faro de Conocimiento‖ (Strate, 2012, p. 75).

―Cuando un joven deseaba introducirse en el humanismo, el primer paso solía


ser escribir a algún erudito conocido. Si por azar su corresponsal encontraba algún
mérito en lo que le contaba, el interesado lo difundía, ansioso de ser admitido en la
comunidad de estudiosos por méritos propios‖ (Vivir la Historia de la Italia del
Renacimiento, 2008, p. 64).

De la mano del intercambio de bienes de los ricos comerciantes había venido un no


menos vitalista intercambio de nuevas ideas. Un humanista instruido podría colocarse
como tutor privado, colaborando en el desarrollo intelectual de futuros nobles. Los jefes
de estado necesitaban secretarios. Los ricos recurrían a los filósofos para que les
ayudasen a decidir que pinturas y esculturas eran apropiadas para decorar una
biblioteca o mausoleo familiar (Matthew, p. 97).

El humanismo fue de la mano con el pensamiento racionalista, donde cobra


importancia la figura del español Raimundo Lulio. ―La escuela de Lulio que cobró
pujanza en el Renacimiento fue la técnica de la lógica calculistica (el ars magna)
con la cual fuera posible descubrir y demostrar los elementos de todas las
disciplinas, adquirir todo el saber‖ (Beuchot, 1998, p. 63). La idea de Lulio tenía la
pretensión de ser una técnica de tinte lógico y racional, parecida a una filosofía
analítica.

Desiderio Erasmo, natural de Rotterdam, fue importante en la difusión de las


ideas humanistas en el norte europeo, y fue una figura central en la intersección
del humanismo clásico y las cuestiones religiosas. Era la gran personalidad del
pensamiento humanista en los Países Bajos, enriqueció sus conocimientos sobre
los clásicos y griegos en sus frecuentes viajes por Europa.

27
―Los conflictos bélicos en los Países Bajos no entorpecieron el avance del
humanismo, debido a que los ricos se convirtieron en protectores del saber y las
artes. No obstante los humanistas y los reformadores holandeses condujeron la
rebelión contra el dominio español‖ (Mann, 2000, p. 25). La razón principal era que
los papas exprimían con tributos al orbe católico europeo, lo que en parte
desencadena la Reforma.

II.II.II Pensamiento político

Como antecedente al surgimiento del Renacimiento, en Alemania e Italia


principalmente, los ideales de dos enormes poderes (el Sacro Imperio Romano
Germánico y el Pontificado) se disputaban el dominium mundi, es decir el dominio
del mundo.

Dominium mundi es la idea de dominio universal desarrollada en la Edad Media.


Inspirado en el recuerdo del Imperio Romano, este propósito implicaba el
reconocimiento de una autoridad suprema, lo que generó una prolongada pugna
política y espiritual entre el poder imperial y el poder eclesiástico, representados
principalmente en el Sacro Imperio y la Iglesia Católica (Skinner, 1978, p. 5).

Hacia finales del siglo XV las potencias estaban preparadas para adueñarse del
escenario europeo. En este siglo Europa contempla como se forman en su interior
estados tan poderosos, como el español, implicado en una política imperial. ―En el
siglo XVI la región de Borgoña quedó políticamente barrida por obra de las
potencias que están al acecho: el Imperio Español y los Habsburgo‖ (Historia de la
Humanidad, 1980, p. 31).

―La fuerza que tenía España descansaba en la unión monárquica de Castilla y


León, conseguida a través de un matrimonio en 1479, y en las primeras riquezas
de América‖ (Encyclopedia Britannica, 1994, p. 846).

Cambió el paradigma del poder al terminar la Edad Media, lo que conllevó a que
además de la nobleza local, muchos de los administradores holandeses ya no fueran
los aristócratas, sino los que proviniesen de familias no nobles que habían elevado su
estatus. Los distritos de los Países Bajos, estaban representados por la nobleza, y los
ricos comerciantes de las ciudades tenían un alto grado de autonomía en el
nombramiento de sus administradores (Rojas Donat, 2002, p. 8).

28
Rivero (2005) menciona como se fue desmoronando el sistema político feudal
en Europa:

Los reyes van centralizando el poder, unificando sus dominios y haciendo sentir el
peso de la monarquía sobre los señores feudales. Las donaciones de tierras, hechas
por el rey a los caballeros, y las necesidades militares de la guerra, coartan las
tendencias autónomas y autárquicas de los señores feudales. El fortalecimiento de los
estados monárquicos va debilitando paulatinamente la sociedad feudal (p. 3).

Desde el siglo XV los duques de Borgoña tenían bien establecida su tradición


familiar, que se servía de alianzas matrimoniales para proteger su patrimonio. ‖Se
echó la red dinástica de modo que fuera posible pescar con ella tanto Borgoña
como los Países Bajos, puesto que las tierras comenzaron a caer bajo la
fascinación borgoñona‖ (Matthew, p. 22). Esto era habitual, como menciona
Schwartz (2003): ―[a]uparse al poder mediante la astucia, el dinero y oscuras
maniobras políticas‖ (p. 126).

―Aunque los vistosos duques de Borgoña eran verdaderos aristócratas que en


cada generación se había casado con princesas aristocráticas, gozaron en vida de
respeto, patrocinaron la cultura y la enseñanza y provocaron un cambio
permanente en la geografía política‖ (Historia Universal, 2008, p. 170).

El siglo XVI es el periodo de una nueva concepción social del arte donde ―[e]l
patronazgo de los gobernantes hacia los pintores tuvo éxito, por la inspiración y
maestría técnica y la relación entre cortes y artistas. La situación política había
creado sociedades capaces de beneficiarse de estas habilidades‖ (Mann, 2000, p.
75).

Cuando Carlos V se presentaba a la elección para ser el próximo emperador del


Sacro Imperio Romano Germánico, sus pretensiones de poder estuvieron en
peligro por un monarca francés. Sin embargo

…Jacobo Fugger aportó una suma de más de 850.000 florines, una parte importante
de su riqueza, recaudada en apoyo del rey, para garantizar al elector que habría de
suceder a Maximiliano I. De esta manera se evitó la elección de Francisco I de Francia
(…) La capacidad financiera de Fugger fue capaz de desviar las elecciones a su favor.
Transfirió una enorme suma a los príncipes-electores, lo cual resultó en la elección
unánime de Carlos V como emperador del Sacro Imperio el 28 de julio de 1519 (Las
Grandes Épocas de la Humanidad, 1982, p. 58).

Lo anterior es un claro ejemplo de corrupción y hace notar como en la época del


Renacimiento era habitual comprar apoyo político con dinero y repartir cargos.
29
―Había grandes redes de clientela, con cuya ayuda los poderosos lograban
estabilizar su poder y fundar dinastías‖ (Schwartz, 2003, p. 73). Las provincias
holandesas estaban gobernadas por soberanos que habían llegado al poder
mediante los matrimonios reales.

La cultura y la vida cortesana de los Países Bajos Borgoñones fueron una


importante influencia en la vida temprana de Carlos V.

En la monarquía absoluta el rey estaba sujeto a sus propias leyes; ya que era monarca
por derecho divino sus leyes son justas, y todos, incluso él, debían obedecerlas. Pero
también había un derecho natural en que la autoridad del rey, en muchos casos,
estaba limitada por las Cortes que tenían que votar los impuestos; con lo que el rey
dependía de ellas para conseguir recursos. Las Cortes eran convocadas por el rey; no
legislaban, pero podían hacer peticiones al monarca y votar impuestos (Las Grandes
Épocas de la Humanidad, 1982, p. 20).

Es en el mundo de la aristocracia donde ese grupo de gente privilegiada parece


apreciar y perseguir una vida de comodidad y gusto refinado. En el siglo XVI
política y religión están muy ligadas, no solo porque esté en disputa la soberanía
del Papa y la del rey o el emperador, sino porque el rey decide cuál es la religión
de sus súbditos.

La relación entre campesinos y citadinos era complicada, a medida que las


distintas provincias se fusionaban por medio de matrimonios y conquistas. ―Cada
provincia poseía un parlamento –o estado– que dependían de representantes que
se reunían por lo general en Bruselas‖ (De Brueghel a Rubens, 2008, p. 26).

Las provincias poseían un estatúder (antiguamente, en los Países Bajos se refería a un


administrador que tenía como función mantener el orden y la paz), y siempre era un
aristócrata nombrado por el soberano, donde el dominio personal generaba
imparcialidad. El soberano –o su representante– gobernaba en Bruselas, en un
Concilio de Estado gobernado por nobles

En Holanda el poder legislativo estaba constituido por una especie de Consejo federal,
una asamblea de delegados de los parlamentos provinciales llamados Estados
Generales. El gobierno estaba constituido por los estatúderes de las provincias, la
mayor parte de los cuales eran de la Casa de Orange. Por su parte los núcleos
urbanos tenían gobiernos autoritarios y aristocráticos (De Brueghel a Rubens, 2008, p.
63).

―El equilibrio entre los gobiernos locales y el tipo de gobierno semifeudal


funcionó correctamente bajo Carlos V. Los gobernadores, en su calidad de nobles,
30
reinaban las ciudades en virtud del rey de España, amén de que tenían apoyo de
la armada ibérica‖ (Historia de la Humanidad, 1980, p. 30).

En las ciudades del Imperio de Carlos V imperaban semidemocracias, en las


cuales

…los poderosos intentaban ganarse las simpatías de los ciudadanos mediante la


ostentación y los grandes proyectos artísticos u obras públicas, que permitieran a los
gobernantes legitimar su poder. Las empresas no financiaban las obras públicas, que
generalmente se hacían con fondos públicos, pero se encargaban de su organización y
administración (Historia Universal, 2008, p. 141).

―Por regla general, las ciudades estaban dominadas por una oligarquía
burguesa, con una serie de cuerpos e instituciones políticas. Los burgueses
debían obediencia a un noble local –el duque de Brabante, el conde de Flandes,
etc.‖ (Enciclopedia Hispánica, 1991, p. 247).

A finales del siglo XV en los Países Bajos se estaba consolidando la unidad


nacional holandesa, que más tarde llevó a la rebelión contra el Imperio Español.
―El debilitamiento del Imperio Español y el fin de su hegemonía política fueron
cruciales para la consolidación de la nación holandesa. El debilitamiento del Sacro
Imperio Romano Germánico conllevó a la secesión de varias provincias de los
Países Bajos (Encyclopedia Britannica, 1994, p. 559).

II.III Aspecto axiológico

―Los ideales del Renacimiento consistieron en el re-encuentro y el re-


establecimiento de una manera de ser y vivir también clásica, inspirada en fuentes
antiguas‖ (Álvarez del Real, 1990, p. 24).

En aquellos tiempos ―se intentaba reconstruir el significado de la existencia


histórica de griegos y romanos y comprender desde su economía y su
organización política hasta su ciencia, sus sistemas religiosos y filosóficos, su
axiología, sin cristales cristianos que la deformasen‖ (Burucúa, 2003, p. 217).

En la era renacentista –rinascita–, el mundo europeo parece detenerse a


reflexionar y ―romper‖ hasta cierto punto con el pasado inmediato para rescatar

31
principios morales y espirituales del mundo clásico a través de una renovación y
resurgimiento de estos principios.

Dominaba también ―la civilización del pasado más cercano, esto es, el conjunto
de las culturas cristianas —gótico, feudalismo, mística, ascetismo y escolástica—
que competía con los sistemas revitalizados por el humanismo erudito (Burucúa,
2003, p. 80).

Los artistas y las personas cultivadas de los siglos XV y XVI tenían y vivían la
convicción de que los separaba un abismo respecto a los gustos, actitudes y
valores de las generaciones anteriores. ―El factor de eficacia, empuje, que
concreta y motiva la creciente buena disposición de núcleos interesantes e
importantes de hombres acomodados de Europa en favor de actitudes mentales e
innovadoras y de nuevas formas de vida‖ (Historia Universal, 2008, p. 89).

―Coincidiendo con el desarrollo del fenómeno socioeconómico, un impulso


movió a los hombres a configurar y concretar una nueva definición de su propio
ser –y con ello, una nueva definición de su modo de ‗entender‘ y de ‗estar‘ en el
mundo– que fue acelerándose en el transcurso del tiempo‖ (Castro Jiménez, p. 5).

La nueva mentalidad del Renacimiento de estar en el mundo, empuja al hombre


a la búsqueda de fama, riqueza y placer, y genera la adquisición de obras de arte
y la potenciación de escuelas, academias, bibliotecas y museos.

―Para los renacentistas, los antiguos siempre serían los mejores: el pasado
constituía el exemplum para el comportamiento social y, por lo tanto, sería la regla
a seguir‖ (Báez Rubí, 2005, p. 13). Fueron surgiendo cada vez más ocasiones
propicias para que el hombre acomodado pudiera pensar, contemplar la
naturaleza, escribir, leer, buscar la belleza, expresar un sentimiento, revisar los
valores tradicionalmente adquiridos.

De alguna manera a la Antigüedad clásica se le rindieron honores, uno de los


cuales fue el afán de coleccionar objetos del pasado y reliquias. Lo anterior
deviene en la exteriorización del lujo noble, intelectual y estético. Los nuevos ricos
ansiaban que ellos y sus familias fueran inmortalizados en cuadros o retratos.

Los objetos útiles y ornamentales que formaban parte de la vida y proporcionaban


placer visual cambiaban según las modas; en los museos y colecciones particulares se
atesoraban por su valor intrínseco. Los artesanos querían que la obra gustase, debían
mucho del oficio a sus maestros y cuanto mejor era la enseñanza tanto mejor salían los
frutos y más secretamente se guardaban los conocimientos (Matthew, p. 62).
32
El sujeto histórico, en tanto que mecenas, que posibilitó la producción pictórica
de un artista de la talla de Pieter Brueghel fue

…el burgués activo y dinámico que gobernaba las relaciones comerciales y financieras
entre los pueblos europeos en la víspera de los grandes viajes transoceánicos, del
habitante de las ciudades más florecientes de Europa, un tipo de hombre volcado a la
posesión lúcida y planificada de la tierra, que tenía sus exponentes más robustos
quizás en Italia pero que también se hacía valer, y mucho, en Flandes (Burucúa, 2003,
p. 94).

En el consumo de arte el hombre burgués depositaba el sentido de la vida y el


ocio contemplativo. Ejemplo de lo anterior es que ―Maximiliano I creía en la
importancia del arte como instrumento de glorificación, que hasta se había
asegurado de los servicios de Alberto Durero para varios proyectos (Álvarez del
Real, 1990, p. 36).

A partir del Renacimiento, el artista logra conquistar una dignidad sociocultural


proporcional a la que un sector de sus patronos está dispuesto a reconocer. Adquiere
las matrices conformadoras de un status que le predisponen, desde el protagonismo en
el proceso creativo, tanto a los laureles de la gloria como a la perpetua inconclusión de
horizontes o al apetito endémico de un ansia insatisfecha (Bozal, 1999, p. 232).

Tal como en Italia y Alemania, la dignidad del arte y del artista en los Países
Bajos del siglo XVI eran importante para los nobles, como lo eran Alberto Durero o
Benvenuto Cellini. Contrario al Medioevo, en el Renacimiento se hacía hincapié
más en la genialidad que en la artesanía de la creación. Esto fue posible gracias al
historiador italiano Giorgio Vasari con la difusión de su obra Vida de los más
excelentes pintores, escultores y arquitectos, que impulsó la idea del artista como
un genio creativo.

La experiencia del mundo antiguo llevó a los humanistas a un punto en que


llevaron los ideales clásicos a su producción literaria, estética, científica y
filosófica, pretendiendo lograr una perfección que los artistas y los intelectuales
europeos debían alcanzar. Por ejemplo se dio en la época renacentista la
recepción del derecho romano. ―Los tribunales del renacimiento funcionaban de
modo similar a los modernos. El sistema judicial consistía en sistemas penales,
civiles y canónicos, sus sentencias eran arbitrarias y no era raro que se fallase a
favor de los ricos‖ (Matthew, p. 45).

33
II.III.I El valor de las mujeres

El destino de la mayoría de las mujeres de bajo estrato era parecido al que había
regido durante la Edad Media: trabajar en la casa o en los campos y cuidar de sus
familias. Las mujeres ricas, liberadas de las responsabilidades femeninas por su
riqueza, podían liberarse de la servidumbre. Los matrimonios tenían tal
importancia que los intereses económicos y sociales de la familia eran más
importantes que los sentimientos.

La religión era un terreno adecuado para las mujeres, llevando una vida monacal y
dedicándose al estudio de las sagradas escrituras. Las jóvenes que no sentían
inclinaciones románticas o maternales podían entrar a un convento, donde los estudios
eran tolerados. Aunque la vida monástica no era garantía de libertad intelectual, una
monja estaba bajo la autoridad de una madre y de la jerarquía de autoritarios varones
que regían la Iglesia (Matthew, p. 29).

Los iconos religiosos eran corrientes en las casas del Renacimiento, donde se
apoyaba la devoción religiosa de niños y adultos. ―Las mujeres, contemplaban las
imágenes de las santas y emulaban sus virtudes. La virginidad de María servía
como ejemplo de la santidad, humildad, amor y modestia‖ (Mann, 2000, p. 6).

Se esperaba esto de las mujeres:

Que fuesen recatadas y modestas, y que no apareciesen en público sino raramente. Y


en todo debían obedecer a sus maridos, quienes usaban la violencia contra ellas.
Como dijo San Bernardino de Siena, predicador del siglo XV: ―Yo os digo, hombres,
que nunca peguéis a vuestras mujeres mientras estén embarazadas por cuanto eso es
muy peligroso. No digo que no podáis pegarles, pero sí que escojáis el momento
adecuado‖ (Vivir la Historia de la Italia del Renacimiento, 2008, p. 9).

Para las mujeres no había nada en la vida más importante que la familia, y nada
que mereciera tanta atención y cuidado.

Las mujeres de familias aristocráticas pocas veces aparecían en público, salvo en la


iglesia. En asuntos matrimoniales una mujer patricia sólo desempeñaba dos papeles.
Mientras era joven se comportaba como la obediente esposa del hombre al que era
entregada como sello de la alianza que más convenía a su familia. Al hacerse mayor,
adquiría un interés en la selección de consortes para su descendencia (Vivir la Historia
de la Italia del Renacimiento, 2008, p. 13).

34
Los ricos no reparaban en gastos para publicitar sus nuevas alianzas. En
general las mujeres quedaban excluidas del humanismo, excepto un muy reducido
número proveniente de la clase alta.

Su educación debía ser atendida dentro del hogar. El no vestir bien, según la edad y
posición social, se consideraba una falta de respeto hacia los demás. Los más
acomodados encargaban riquísimas vestimentas y derrochaban en el vestir. El aspecto
proclamaba el estatus social, como si los ornamentos y vestimentas fueran la insignia
de valía.

Una joven doncella podía fascinar a los hombres. El típico noble deseaba una esposa
cuyas habilidades mejorasen la calidad de vida dentro de las cuatro paredes de la
casa. Las jóvenes de buena familia eran capaces de leer y escribir, recitar y hacer
labores (Matthew, p. 35).

A las mujeres ricas a veces les resultaba posible asumir nuevos papeles y
seguir sus propios deseos. Otra cuestión era que las mujeres tenían que ser
aceptadas y reconocidas por los hombres, mientras que las que carecían de
medios o educación continuaban la ancestral lucha por sobrevivir y cuidar de sus
seres queridos. ―El Renacimiento representó el marco adecuado para que el
concepto de mujer moderna enraizara en la sociedad‖ (Wied, 2011, p. 1).

Las mujeres nobles eran ricamente recompensadas por dar a luz varones, que se
consideraba su misión primordial. Las mujeres acomodadas permanecían en casa,
sobre todo si eran solteras, cuya castidad era celosamente guardada. Tradicionalmente
los matrimonios no se consumaban hasta que la esposa se mudaba a la casa del
marido (Mann, 2000, p. 42).

―La belleza femenina no era solamente un atributo exterior, sino que constituía
un signo de perfección moral interior. Era también un plus a la hora de encontrar
marido de la misma o superior clase, especialmente si la joven carecía de fortuna
o influencias políticas‖ (Vivir la historia de la Italia del Renacimiento, 2008, p. 53).

II.III.II Religión

Aparte del fenómeno artístico, aparecen nuevas orientaciones espirituales e


intelectuales, que operan en la realidad de los diversos grupos sociales, en su vida
económica y su cultura.

35
Desde la conquista espiritual del protestantismo, el Norte de Europa estaba
dividido entre católicos romanos y protestantes. Sin embargo ―En el Renacimiento,
que no fue tan hostil a la autoridad, se atacaba al clero, pero se respetaba a la
Iglesia como institución‖ (Hauser, 1978, p. 338).

Para la Iglesia católica romana los papas eran sucesores del primer obispo de
Roma, San Pedro, al que Jesucristo dio las llaves del reino de los cielos. Los
papas han reclamado desde entonces la representación de dios en la tierra y la
dirección de la iglesia.

Desde la Edad Media Roma fue el centro vital de los Estados Pontificios, cuyo
feudo abarcaba parte de Italia. En aquel, el Papa era líder espiritual y mandatario
terrenal. ―Sus corruptos afanes mundanos fueron los responsables de los
movimientos que sacudieron a la cristiandad en el siglo XVI. La continuación de
León X de vender indulgencias provocó la protesta de Martin Lutero en
Wittenberg, que desembocó en la Reforma‖ (Mann, 2000, p. 73).

En 1517, el monje agustino Martín Lutero coloca sus noventa y cinco tesis de
contenido religiosamente incorrecto, en la puerta de la iglesia de Wittenberg. Estas
tesis expresaban públicamente su amplia disconformidad. La semilla de la
discrepancia provocada por Lutero acabó dividiendo muy pronto a la Iglesia.

Cuando las aguas se calmaron un poco, la marea abrió frentes distintos. Los católicos,
que permanecieron fieles a la Iglesia romana o que al menos pudieron ser contenidos a
base de mucha persuasión. Así sucedió en España, Italia y Francia. Luego los
calvinistas. El término calvinista procede del reformador Juan Calvino, quien se
propuso hacer de Ginebra un estado religioso fundamentalista (Schwartz, 2003, p. 14).

A diferencia de Lutero, los calvinistas, que tenían mucha fuerza en los Países
Bajos, ―(…) rechazaban una Iglesia oficial compuesta de sacerdotes y obispos.
Insistían en la democracia de base de las comunidades sin sacerdotes ni prelados:
cada cual debía ser su propio sacerdote‖ (Schwartz, 2003, p. 14).

Aparte de haberse dividido los protestantes en diversas congregaciones, nació


en ella el rigorismo y el puritanismo fundamentalistas. El calvinismo extendió su
influencia principalmente en Suiza, Holanda e Inglaterra.

La antorcha de la Reforma fue levantada y concebida por hombres que modificaron las
enseñanzas de Lutero en maneras que él nunca había pensado. Las congregaciones
repartidas predominantemente en el norte de Alemania, siguieron el credo designado
por el monje alemán.

36
En Ginebra el moralista Calvino predicó acerca de un dios severo y exigente. Sus
discípulos difundieron estos principios a través de Europa. Los reformadores mostraron
poca tolerancia hacia las minorías religiosas. La Iglesia católica respondió con su
propia reforma, la cual purgó los abusos de poder y renovó el vigor espiritual. La batalla
subsecuente por las almas estuvo unida a una lucha por el poder político (Severy,
1983, p. 6).

El Papa León X presionaría a Carlos V para que expulsara a Lutero de las


tierras del Sacro Imperio Romano. ―Dicha conducta habría estado en consonancia
con el espíritu de la época, pero Carlos optó por no condenarlo sin antes
escucharlo. La cita sería en Worms, ante la Dieta, el 17 abril de 1521, y a ella fue
llamado Lutero‖ (Severy, 1983, p. 7).

La defensa de Lutero de sus escritos en la Dieta de Worms –formada por


nobles de Alemania, prelados y magistrados– en 1521 selló la enemistad con
Carlos V.

―Ganó Lutero (ya excomulgado por León X) una prohibición imperial, que lo
volvió proscrito. Fue invitado a abandonar su doctrina, pero se rehusó señalando
‗No puedo ni quiero retractarme, porque no es bueno ni sincero obrar contra la
propia conciencia‘, lo hubiera significado la quema en la hoguera‖ (Severy, 1983,
p. 20). De esta manera la ruptura con la Iglesia católica había quedado
consumada.

―Lutero había viajado a Worms bajo un salvoconducto dirigido por Federico el


Sabio, elector de Sajonia. A pesar de que nunca conoció a Lutero, declaró que el
monje era demasiado audaz, y continuo protegiéndolo a través de los primeros
años cruciales de la reforma, después de la aparición triunfal de Lutero‖ (Las
Grandes Épocas de la Humanidad, 1982, p. 76).

―Había resabios por la obsesión del pecado y la punición, y por consiguiente el


medio social. La culpa fue como un instrumento ideológico por el cual la institución
católica trató de impedir el trastorno del orden religioso‖ (Schwartz, 2003, p. 48). A
través de la perspectiva hostil de la religión católica dominante, los pecadores
tenían una vida condenable, que acabaría en una merecida condena en el infierno.

En tiempos de la Reforma protestante la Iglesia promovió ―la Inquisición y la


justicia secular (en tanto que órganos punitivos) y la enseñanza (reorganizada por
la Compañía de Jesús). El arte y la literatura se volvieron instrumentos
propagandísticos, que difundía la ideología de la Contrarreforma‖ (Historia de la
Humanidad, 1980, p. 51).
37
Carlos V, intranquilo por el destino de la cristiandad católica, en un principio
quiso recuperar los ideales de una unidad religiosa, que es ―[l]a universitas
christiana (universalidad cristiana)‖ (Rojas Donat, 2002, p. 1).

Dice Braga (2007) sobre el tiempos en que vivió Pieter Brueghel: ―El correlativo
interior de la lucha externa entre tendencias de cambio y tendencias de
conservación fue el choque entre dos cosmovisiones: la cosmovisión renacentista
y la cosmovisión contrarreformista‖ (p. 4).

La Reforma creo un cuerpo propio de eruditos influyentes y agresivos, convencidos de


que la historia de la Iglesia podía dividirse en tres periodos: antiguo, medio y
contemporáneo, en que en este ultimo la Iglesia sería restaurada y recuperaría su
perfección. Por su parte los católicos no tenían tan lúgubre opinión del periodo como
los protestantes (Braga, 2007, p. 5).

Era tarea de Carlos V encontrar una solución al quiebre de la unidad de la


cristiandad europea a comienzos del siglo XVI provocada por Martín Lutero. ―Tal
vez dicha unidad hubiese sido posible de no haber prevalecido un clima de radical
intolerancia que sacudió los espíritus de católicos y protestantes. Hubo un
malogrado intento de conciliación en 1530‖ (Rojas Donat, 2003, p. 2).

No obstante lo que más impacientaba a Lutero no era la salvación y más


concretamente, la salvación y condenación eternas. Lutero tenía sobre todo una
conciencia escrupulosa y una preocupación teológica.

Trató de conseguir la certeza de que con las buenas obras obtendría el perdón de sus
pecados. Su preocupación es el valor supuestamente salvífico de las buenas obras
(…) No tiene seguridad de que aquéllas valgan por sí mismas, esto es, que sean
buenas, pues el hombre está inclinado hacia el mal, sino en la medida en que Dios
quiera aceptarlas como algo bueno; sin certeza, el hombre espera que Dios valore su
esfuerzo por buscar el bien (Rojas Donat, 2003, p. 2).

Para el protestante había que actuar bien para merecer la gracia divina.
Además había un ―[s]entimiento popular genuino que aspiraba a un contacto más
directo con dios. Lutero se ocupó de este problema‖ (Schwartz, 2003, p. 38).

―Los príncipes alemanes católicos eran pocos y manifestaban poca voluntad


para imponer su fe, y el arbitraje de Carlos V estaba destinado al fracaso. Nunca
se logró un consenso entre teólogos católicos y protestantes‖ (Severy, 1983, p.
11). Por tanto, el Pontificado persistió en seguir condenando la doctrina luterana
de la justificación del creyente por la fe.

38
Muy importante es el resurgimiento en el siglo XV europeo de creencias
religiosas previas al cristianismo, lo cual se conoce como paganismo, ―un sistema
de creencias que se caracteriza por el culto politeísta y la veneración de fuerzas y
ciclos naturales‖ (Burucúa, 2003, p. 7).

El Renacimiento había correspondido a una época de la civilización europea en la cual


sobre todo los homines novi de la burguesía florentina del Quattrocento, y
paralelamente otros hombres semejantes en toda Europa, habían buscado en la
Antigüedad pagana, más allá de la cultura y de la axiología pluriseculares del
cristianismo, una experiencia global, completa y diferente de la vida (Burucúa, 2003, p.
207).

Se despertó principalmente el amor por las ciencias paganas de la Antigüedad,


pues ―[l]os eruditos de la época vuelven sus ojos a las obras de los antiguos,
convertidas ahora en objeto de estudio, como studia humaniora. Estos estudios,
aunque aparezcan a primera vista como lo opuesto a lo divino, son más bien de
suyo lo divino‖ (Hegel, 1955, p. 28).

En el siglo XVI, bajo la forma de disciplinas ocultas, antiguas creencias volvían


a emerger, y ―(…) la iglesia católica tuvo que enfrentarse con una cosmovisión
nueva en el Renacimiento‖ (Braga, 2007 p. 3).

Los conocimientos herméticos que salían a flote se relacionaban con prácticas


mágicas y alquímicas. Sin embargo la Contrarreforma católica fue contraria a la
adivinación y la predestinación, como también a las disciplinas herméticas
populares, como la astrología.

―Durante el Renacimiento la astrología fue popular: se enseñaba en las


universidades, los humanistas estudiaban sus antiguos orígenes, sus practicantes
trazaban cartas astrales adivinatorias en todas la cortes, y los marineros, papas,
reyes y futuros esposos consultaban sus horóscopos‖ (Vivir la Historia de la Italia
del Renacimiento, 2008, p. 43)

Burucúa (2003) clasifica las creencias y prácticas mágicas en la época


renacentista:

Había una magia de los antiguos (la mántica de las sibilas y la astrología alejandrina) y
saberes mágicos característicos del Medioevo (la alquimia y la numerología, entre
ellos), una magia natural que anunciaba la ciencia empírica (la fisonomía, el arte de los
ingenios mecánicos, la óptica, la manipulación curativa y preventiva de las hierbas y de
los simples podían colocarse bajo su amparo), una magia angélica, que aspiraba a

39
ganar para el operante la ayuda de los espíritus celestes, y una magia negra, centrada
alrededor del maleficium, que se deslizaba hacia la brujería (p. 14).

Se dio en el Renacimiento una transformación y transmisión de símbolos e


imágenes icónicos y una relectura de mitos antiguos. ―En la periferia figurativa del
arte se dieron imágenes cercanas a la magia, con significados complejos y
polivalentes, que los pintores clásicos dieron a los temas de sus obras, que
vendrían a ser ilustraciones de una filosofía compleja de la vida‖ (Bozal, 1999, p.
312).

La reacción violenta y represiva del sistema religioso frente al curso tomado por
los creyentes chocó con los conocimientos ocultos. He aquí que el hombre
renacentista ―[r]ecurre a la cultura pagana clásica sin ningún sentimiento de culpa
o de desviación, llevado por su afán de explorar nuevos horizontes (Braga, 2007,
p. 16).

Braga (2007) concibe a la visión pagana como una ―pseudomorfosis cristiana,


paralela al tiempo donde la visión cristiana impuesta desde arriba ya no tenía
inmediatez y fuerza de convicción (…)‖ (p. 7). Las formas de expresión paganas
que hace siglos habían sido prohibidas por la Iglesia católica estaban ahora
toleradas o incluso alentadas en ciertos círculos de conocimiento.

Desde el siglo XV la astrología se había vuelto una práctica corriente

Las teorías de los defensores de la astrología estaban siempre más o menos


acomodadas a la teología cristiana, recorriendo todas las variantes y combinaciones
posibles, desde el concepto pagano de gran organismo cósmico hasta las
concepciones astrológicas de Tomás de Aquino, para quien los astros pueden ejercitar
cierta influencia sobre el mundo material (y el cuerpo humano), pero no sobre el mundo
espiritual. El compromiso entre la astrología pagana y la doctrina cristiana no
convenció a la Iglesia (Braga, 2007, p. 16).

Durante el Renacimiento los horóscopos gozaban de popularidad, por lo que


―[a]lgunos papas surtieron condenas duras de la astrología (por ser una forma de
consulta mágica) y las técnicas de adivinación por suertes, hechicerías, agüeros,
pronósticos y encantamientos‖ (Burucúa, 2003, p. 260).

Los puntos en común que encontró el pensamiento pagano con el cristianismo fueron,
a grandes rasgos, la creación del universo por un ser divino, la inmortalidad del alma,
la concepción trinitaria, la devaluación del cuerpo material en favor del estoicismo, el

40
dominio del alama sobre los placeres y el dolor, y sobre todo, la formación de un alama
virtuosa para alcanzar a Dios (Báez Rubí, 2005, p. 53).

A finales de la Edad Media, el hombre europeo experimentaba un cansancio o


un agotamiento de la cosmovisión cristiana. De esta manera los humanistas se
volvieron hacia nuevos recursos, que daban la impresión de frescura, aunque
provinieran de la Antigüedad.

La misma Reforma, asimilando el catolicismo al Renacimiento, rechazó no sólo la


política mundana de la institución papal, sino también su ―paganización‖ renacentista
(por ejemplo, la utilización del desnudo en las representaciones sacras). Con sus
principios iconoclásticos, la Reforma entabló la ―gran censura de la imaginación‖. (…)
las directivas del Concilio de Trento estaban dirigidas en contra de las herejías
protestantes y también las paganas (Báez Rubí, 2005, p. 355).

Debido al surgimiento del ocultismo pagano, el Renacimiento es el renacer de


los conocimientos ocultos. ―(…) el verdadero paradigma renacentista es el modelo
mágico-hermético. Antes de ser filósofos o científicos en el sentido humanista, los
grandes pensadores y artistas (Da Vinci, Copérnico, Kepler) fueron neoplatónicos,
neopitagóricos, hermetistas‖ (Braga, 2007 p. 4).

Dejando de lado la guerra religiosa, tanto la Reforma como la Contrarreforma


coincidieron en su reacción represiva contra las creencias y las prácticas ocultas,
donde la Iglesia católica muchas veces trató a los ocultistas como magos negros.

II.IV Aspecto social

II.IV.I Las sociedades de Flandes y Holanda durante el Renacimiento

Tal como en Italia, en las ciudades de los Países Bajos las poderosas clases
sociales exigieron nuevas formas de expresión artística. En el siglo XVI la
sociedad acentuó el proceso de afianzamiento de una arquitectura urbana.

El clero, los nobles y los burgueses convierten las ciudades en instrumento y


manifestación de su poder y es entonces cuando se amplían y remodelan las
construcciones, cuando los ricos levantan sus palacios y la ciudad toma conciencia de

41
sus problemas. Las ciudades europeas se convirtieron en el destino de los viajes
culturales de los jóvenes artistas (Mann, 2000, p. 24).

Por siglos la turbulenta historia de Holanda fue de invasores y olas invasoras de


inmigrantes, esto último por su cercanía con otras regiones. ―Los holandeses
descendían de una mezcla de grupos germánicos y pre-germánicos, como frisios,
saxones y francos. A Holanda llegaron inmigrantes franceses, salisburgueses,
españoles, portugueses y suizos‖ (Enciclopedia Hispánica, 1991, p. 329).

―En el siglo XVI, dentro de una población mayoritariamente rural, treinta por
ciento de la población de Flandes, Brabante, Holanda y Artois eran ciudadanos de
provincias de los Países Bajos y del resto de Europa del norte‖ (Encyclopedia
Britannica, 1994, p. 597).

Bajo el reinado de Carlos V ―[l]os españoles que habían llegado, arribaron a los
burgos, villas, monasterios y edificios de toda Flandes‖ (De Brueghel a Rubens,
2008, p. 45). Sí bien en los Países Bajos la composición étnica era
predominantemente holandesa, había numerosos alemanes que traían su cultura,
por la cercanía geográfica.

En el medioevo la gente tenía el rol de ―feudal‖ por su lealtad al monarca, la


cual consideraban natural. ―El viejo mundo de los roles había sobrevivido como un
fantasma‖ (McLuhan, 1970, p. 61).La gente se trasladó a si misma de su rol de
siervos hacia un nuevo rol de asalariados con paga.

En esta época había competencia entre sujetos individualistas, lo que trajo


consecuencias:

El individualismo competitivo en la sociedad había invertido los valores colectivos y


corporativos. (…) una consecuencia natural de la acción especializada de los nuevos
modos de conocimiento fue que todas las formas de poder adquirieron un carácter
centralizado. El príncipe del Renacimiento tendió a constituirse en un centro exclusivo
de poder, rodeado de súbditos individuales. El resultado de tal centralismo, sí depende
de muchos nuevos desarrollos en los caminos y el comercio, fue el hábito de delegar
poderes y la especialización de muchas funciones en áreas separadas e individuales
(McLuhan, 1970, p. 12).

―Las consecuencias sociales del capitalismo fueron la repartición y abandono de


atributos y funciones, en aras de la rapidez y el creciente poder. Una clase
numerosa de proletarios suponía un mayor grado de especialización que el
periodo anterior‖ (Strate, 2012, p. 173).

42
Hasta el Medioevo la vida social humana había estado organizada de tal manera que
obligaba a todo individuo a cooperar. Todos los hombres estaban adscritos o
pertenecían a la comunidad en la que habían nacido o habían entrado voluntariamente.
Luego el individualismo se opuso al colectivismo cristiano. Este individualismo cobra
resurgencia durante el Renacimiento (Braga, 2007, p. 5).

―Ya no encontramos en esta época el elemento gregario de un grupo de fieles o


una religión, sino la composición única de elementos físicos, psíquicos e
intelectuales, que son los hombres de conocimiento‖ (Bayer, 1980, p. 191).

―En Italia el Renacimiento transformó decisivamente la consideración social del


artista y la concepción del arte, entendido desde un punto de vista histórico‖
(Kultermann, 1996, p. 2). Sobre aquella sociedad europea es más factible hablar
de una nueva concepción: el sujeto artístico.

Como colectivo, la figura del artista comienza a crecer vegetativamente y se diversifica


a través de una amplia tipología, siempre subsidiaria de confrontaciones con los
sistemas de fuerzas que modelan la Historia, cuyos resultados le van adjudicando
diferentes papeles y conformando una nueva y compleja "microsociedad de artistas".
Algunos de estos papeles provienen todavía de la inercia del Medioevo y se limitan a
adaptarse a las nuevas necesidades (…) El artista, incorporado al palacio civil o
religioso, se sueña a sí mismo en la piel de un demiurgo creador, como el poeta o el
filósofo (Bozal, 1999, p. 233).

El siglo XVI es el momento en que los grandes centros artísticos son Brujas,
Gante y los Países Bajos del sur. Hay una ciudad que predomina esencialmente:
Amberes, importante para la historia del arte flamenco en los siglos XVI y XVII.

La velocidad de transmisión del Renacimiento en Europa se le puede atribuir a


la invención de la prensa de impresión. Su poder para difundir el conocimiento de
la investigación científica e ideas políticas, en general afectó el curso del
Renacimiento en el norte de Europa.

Al igual que en Italia, la imprenta aumentó la disponibilidad de libros escritos en


lenguas vernáculas y la publicación de textos clásicos del griego y el latín y grandes
autores de la Antigüedad. Por otra parte, la Biblia llegó a estar disponible ampliamente
en traducciones, factor que a menudo ayudó a la expansión de la Reforma. El papel
representado por la imprenta en la institución de nuevos modos de cultura no es
insólito (Strate, 2012, p. 93).

Las imprentas y las bibliotecas hicieron del libro un elemento fundamental de la


vida cotidiana renacentista en lo que se refiere a la transmisión de cultura. ―El
43
paso de los caracteres manuscritos a la imprenta, representa la difusión
democrática‖ (Argüelles, p. 8).

La llegada de la imprenta tal como la del dinero, supuso cambios en la


estructura social. Gracias a la imprenta ha prevalecido desde el Renacimiento
hasta nuestra época una cultura del libro impreso, que nos ha legado riquezas
culturales. La imprenta llegó a desempeñar un nuevo papel en las instituciones y
nuevos patrones de cultura.

No se le puede añadir algo al sistema y obtener el mismo sistema más lo añadido, sino
que más bien el resultado es un sistema totalmente nuevo. (…) Sí introducimos la
imprenta de tipo móvil a una sociedad medieval, presenciamos, con el paso del tiempo,
el desarrollo del nacionalismo, el capitalismo, el individualismo y el progreso de la
ciencia y la tecnología (Argüelles, p. 9).

A finales del siglo XV por Cristóbal Colón es que se dio ―el descubrimiento de
que resultaba posible seguir un curso en línea recta, como si el espacio fuese
uniforme y continuo, un gran cambio en la conciencia humana del Renacimiento‖
(McLuhan, 1970, p. 22). Los grandes descubrimientos geográficos del siglo XV
tuvieron como protagonista a España, desde Colón que había zarpado hacia
América. ―El descubrimiento de América y el desplazamiento del modelo
geocéntrico por el heliocéntrico1 fueron los resultados del ensanchamiento de la
visión interior del mundo‖ (Strate, 2012, p. 205).

Mijaíl Batjin (1999) plantea en su obra La cultura popular en la Edad Media y el


Renacimiento una visión particular de la cultura popular renacentista, haciendo
énfasis en lo carnavalesco. Su principal aporte es que lo carnavalesco y lo
grotesco del mundo y del cuerpo, se enmarcan dentro de una cultura lúdica, de la
risa.

Desde la perspectiva de Batjin, y ateniéndose a la sociedad renacentista, para


Bozal (1999) ―[l]a cultura cómica popular invierte, desafía, parodia y niega, a través
de la risa, a la cultura oficial. La cultura popular de la risa se desarrolla en la plaza
pública y alcanza con el carnaval su máxima expresión, como inversión grotesca
del cuerpo y del mundo‖ (p. 34).

1
―(…) cuando Nicolás Copérnico descubrió que la tierra gira alrededor del sol, desplazó la
mirada geocéntrica (injuria geográfica) que postula que la tierra es el centro del universo, con lo
que privó al hombre de un lugar central en el universo, haciendo estallar el marco antropocéntrico
para localizar al hombre en un pequeño lugar en el cosmos‖ (Freud, 1978, p. 9).
44
Lo carnavalesco es subversivo y desacralizador. Durante el carnaval, que es
público, hay un periodo alegre, clima de fiesta, emancipación de la seriedad,
ambiente libre, familiaridad, alegres combates, disputas. Aquí cobra relieve Pieter
Brueghel, cuando pinta algunas obras caracterizadas por el pueblo y sus
campesinos. Una de las sátiras humanas de Brueghel es su conocida obra Boda
campesina, donde el tema principal es una comilona.

―En el cuadro Boda campesina más


admirable que el valor anecdótico, de
ingenio y observación, es la manera
de organizarlo para que no aparezca
apiñado o confuso. En este cuadro
alegre y simple Brueghel descubre un
nuevo dominio para el arte, que las
generaciones flamencas posteriores a
él exploraron‖ (Gombrich, 1997, p.
Fig. 1 Boda campesina (1566). Pieter 380).
Brueghel. Óleo sobre tela. Dimensiones: 114
x 164 cm.
Museo del Prado, España

En el tiempo de Brueghel los santos, los nobles y las familias burguesas nunca fueron
representados comiendo; podrían mostrarse sentados a la mesa, sin siquiera a abrir la
boca. A diferencia de los pintores que idealizaban a las personas como seres
hermosos, no los representaban comiendo, Brueghel hizo hincapié en la existencia
material de las personas, mostrando la necesidad del cuerpo de alimento (A World
History of Art, p. 1).

Brueghel nunca pintó la vida de la gente campesina con sentimentalismo. Sus


cuadros son una gran fuente de evidencia de los aspectos físicos y sociales de la
vida de los campesinos. Brueghel fue pionero en la pintura de la vida ordinaria, y
se acercaría a los campesinos con el fin de entender su estilo de vida.

Los personajes pueblerinos de Brueghel están lejos de los cuerpos bien


proporcionados o elegantemente estirados de los artistas italianos. Ningún pintor
antes de Brueghel se había atrevido a producir este tipo de obras.

En Baile campesino el baile contrasta con las pinturas de representaciones


cortesanas de bailes formales donde todos se visten con sus mejores ropas.
Brueghel pinta una escena de alegría rural (por el alcohol y el baile) del siglo XVI.
45
Aparte de ser una imagen humorística de la vida del pueblo llano ―[e]s importante
que los campesinos están absortos con cosas materiales en lugar de cuestiones
espirituales‖ (Fernández Madrid y Figueroba Figueroba, 1996, p. 74).

―Desde el periodo bajomedieval se permitió el desarrollo de actividades en el


ámbito de la cultura urbana, en que las ciudades ricas organizaban festejos
pródigos, El modo de celebrar las festividades era con frecuencia expresión del
orgullo del lugar antes que fervor religioso‖ (Historia Universal, 2008, p. 462).

En las fiestas seguía resonando el


espíritu carnavalesco del Medioevo,
pues ―[e]l Renacimiento no sería la
negación del medievo, sino su
completa plenitud y su más legítima
consecuencia‖ (Historia Universal,
2008, p. 119).

Fig. 2 Baile campesino (1569). Pieter Bruegel.


Óleo sobre tela. Dimensiones: 114 x 164 cm.
Museo de Historia del arte de Viena, Austria

II.V Aspecto artístico

II.V.I Técnicas y materiales

Desde el siglo XV Brujas fue el emporio más importante del arte, pero en el
siguiente siglo Amberes ocupó ese lugar. ―En Amberes los pintores que habían
heredado la tradición medieval fueron seducidos por la corriente Renacentista‖
(Lozano Fuentes, 1976, p. 82). Brueghel, un poco apartado de la tradición
flamenca, y a pesar de sus obras religiosas, se permitió algunas libertades, como
lo satírico en sus dibujos.

Su pintura tiene la tradición nativa de los grabados en madera, y en lo


conceptual a los frescos italianos. Los logros e innovaciones de los maestros

46
italianos produjeron gran impresión en el norte de Europa. Todo el que se interesó
por el renacer de lo antiguo llegó a dirigir su mirada hacia Italia, donde se habían
descubierto los tesoros de la Antigüedad.

La escuela flamenca de pintura en el siglo XV recibe el nombre de ―primitiva‖,


por el carácter pionero de sus artistas en la técnica del óleo, además de su
característico estilo.

La innovación técnica en la pintura al óleo fue el perfeccionamiento de fórmulas de


taller; se obtienen pastas que, trabajadas con pinceles muy finos y plumillas, permiten
una ejecución minuciosa llena de finura y fluidez, a la vez que secan rápidamente. Con
esta técnica, los cuadros ganan color, luz y juegos de transparencia.

Se desarrollan las pinturas sobre tabla. Las obras se conciben con minuciosidad y
detallismo para ser contempladas de cerca y por eso se recrean en detalles. Lo
consiguen multiplicando las ―veladuras‖, obtenidas por superposición de capas
coloreadas, que transparentan las más profundas (Fernández Madrid y Figueroba
Figueroba, 1996, p. 103).

―Gracias a su minuciosidad y detallismo muchas obras pueden ser


contempladas muy de cerca, permitiendo ver cabellos, tallos de flores y letras de
libros‖ (Gombrich, 1997, p. 326). Es sumamente importante la materia de que se
compone una pintura flamenca. Los pintores emplearon los recursos artísticos que
conocían para expresar la contextura de las telas y de los cuerpos animados y de
pintar fielmente lo que tenían ante sus ojos.

Los primitivos ofrecen en todos aspectos una similitud debido a que pintan
generalmente con clara de huevo en tablas lisas. La materia es mínima y vale por su
preciosidad, por su aspecto de esmalte. Posteriormente nacen, con los clásicos, la
experiencia del óleo y poco a poco las variedades del oficio y todas las riquezas de
materiales (Bayer, 1980, p. 420).

La pintura gótica desapareció en el siglo XV, y los primitivos flamencos habían


desarrollado su ate especialmente en retablos, de proporciones pequeñas,
detallismo y riqueza de colorido. ―El detallismo abarca aspectos del mundo animal
y vegetal e incluso el paisaje, ésta es una originalidad del arte realista de los
Países Bajos. Se le da importancia a la iconología e iconografía porque casi toda
la pintura flamenca es de carácter religioso y de temas de la vida diaria‖ (Lozano
Fuentes, 1976, p. 40)

Para Gombrich (1997) ―Toda obra que se destaque en la representación de la


superficie de las cosas, flores o edificios, es de un artista flamenco‖ (p. 249). Ahí
47
radica la diferencia entre el arte flamenco y el italiano. Incluso la innovación
flamenca del óleo (por el buen uso del color) y el uso de lienzo en lugar de madera
fueron grandes avances.

Jan Van Eyck perfeccionó la técnica de la pintura e inventó la pintura al óleo. Lo que
consiguió fue una prescripción nueva para la preparación de los colores antes de ser
colocados sobre tabla. Los pintores de entonces preparaban sus propios pigmentos,
obtenidos de plantas o minerales. Molidos en polvo los pigmentos, y antes de usarlos
les añadían líquido para formar con el polvo una especie de pasta. Pintar con un
ingrediente como el huevo no permitía conseguir transiciones suaves, fundiendo unos
colores con otros. Empleando aceite se trabajaba con mayor exactitud, y se podían
hacer colores transparentes para ser aplicados por capas Gombrich, 1997, p. 38).

La estancia artística de Pieter Brueghel en la ciudad flamenca de Malinas le


permitió adquirir preparación técnica.

En Malinas había alrededor de ciento cincuenta talleres de pintura de agua (una


técnica inusual que implica la acuarela opaca o témpera sobre lienzo, que fue utilizado
para la fabricación de tapices). Esta técnica fue empleada por Brueghel en algunas
pinturas. Brueghel se preocupaba por las tonalidades de la imagen final, así como
también practicaba con colores diluidos. Otros que la utilizaron fueron Jan Van Eyck,
Roger van der Weyden y Hieronymus Bosch (Wied, 2011, p. 2).

Los artistas flamencos fueron reconocidos como maestros casi perfectos en la


representación de la naturaleza. ―Tenían paciencia y cuidado extremos en pintar
flores, árboles o rebaños. Los pintores trataban de acaparar un mercado para sus
especialidades, haciendo obras cuyo objeto fuera desplegar su extraordinaria
destreza en la representación de la superficie de las cosas‖ (Mann, 2000, p. 44).

Los artistas estaban fascinados por el mundo que les rodeaba y por tanto

…para el artista del Renacimiento la naturaleza estaba aquí para ser contemplada y
copiada; no para ser temida, sino dominada. El artista era aún observador de la
naturaleza, pero la obra de arte se había convertido en un estudio de la naturaleza en
el cual el artista disponía de modo lógico cada una de las partes, formando un todo
organizado y comprensible (Letts, 1985, p. 11).

Los pintores del norte europeo ―(…) deseaban interpretar el mundo como parte
de un proceso de aprendizaje que debían compartir con el público. Por ejemplo la
pintura flamenca en el norte había tenido antes del Renacimiento un tratamiento
convincente en sus paisajes‖ (Burke, 2000, p. 74).

48
II.V.II Vida y obra de Pieter Brueghel

La pintura y otras artes visuales creadas en los dominios flamencos desde el siglo
XV fueron parte de un fenómeno artístico en que borgoñón y flamenco son sólo
partes de todo ese fenómeno, porque es más sensato hablar de pintura primitiva
flamenca, que ya es un término común.

―La meticulosidad con que los primitivos pintores flamencos captaban la


naturaleza, su innato sentido del diseño y su simbolismo altamente comprimido fue
continuado por sus seguidores, cada uno de los cuales añadió su propia dirección
a lo que había heredado‖ (Encyclopedia Britannica, 1994, p. 320).

El realismo detallado de la pintura flamenca primitiva era muy respetado en


Italia, pero hubo poca influencia estética de Italia hacia el Norte –a pesar del
intercambio cultural frecuente– al finalizar el siglo XV.

Los primitivos se interesan por la reproducción de objetos, como muebles o cuadros.


Incluso en temas de la vida religiosa aparecen objetos diversos. El amor al paisaje se
aprecia en los horizontes o brillo de las aguas. Este aspecto anticipa ya el
Renacimiento aunque las formas estáticas y el predominio de los detalles sobre el
conjunto lo sitúan en la última etapa del gótico2 (Fernández Madrid y Figueroba
Figueroba, 1996, p. 156).

La efervescencia de los descubrimientos técnicos, la ciencia y el ansia de


sabiduría no hacen que la pintura holandesa abandone del todo el primitivismo.
Como dice Bayer (1980) en este ámbito: ―El universo material, de ahora en
adelante, inspira amor por sí mismo y ya no como lenguaje simbólico; en este
realismo resulta obligatorio un cierto idealismo‖ (p. 101). Lo anterior puede ser
aplicado a la pintura holandesa, donde hay naturalismo, además de gestos y
expresiones en la representación de personas.

Como antecedente del Renacimiento en el Norte de Europa, en el siglo XV


Flandes fue semillero de una importante escuela pictórica. ―La historia del arte

2
No obstante es preciso señalar que ―[e]l termino gótico fue empleado primeramente por los
comentadores artísticos italianos de Renacimiento para señalar el estilo que consideraban bárbaro‖
(Álvarez del Real, 1990, p. 30).

49
holandés y flamenco desde el siglo XVI se inscribe esencialmente en las
provincias de Flandes y Brabante, en el sur, y la provincia de Holanda y Utrecht en
el norte‖ (Navarro, 2013, p. 1). Además existe y existió la ventaja de que las
distancias entre los centros artísticos de estas regiones son reducidas.

Para Eco hay dos factores principales distintos pero que convergen en la
pintura renacentista: ―[e]l descubrimiento de la perspectiva en Italia y la difusión de
nuevas técnicas pictóricas en Flandes‖ (Eco, 2004, p. 18).

Sin embargo desde el pensamiento italiano y opuesto al arte medieval, en el


Renacimiento ―[l]a obra no es la sirvienta de un dogma, sino que se hace
independiente‖ (Bayer, 1980, p. 98). De manera que en el Renacimiento ―(…)
aparece el arte por el arte, que se irá acentuando como tal a partir del siglo XVI‖
(Gombrich, 1997, p. 104).

Con la llegada del Renacimiento a Flandes y los Países Bajos ―el simbolismo
metafísico se debilita y el propósito del artista se reduce de manera más resuelta y
consciente a la representación del mundo sensible‖ (Hauser, 1978, p. 336).
Ateniéndonos a que el Renacimiento no fue sólo un fenómeno italiano, sino
también del norte de Europa, fue sobre todo

…un proceso por medio del cual un determinado estilo, que pudo empezar en la Italia
del norte y central, una forma de pintar, una forma de construir, (…) se extendió a gran
escala a los Países Bajos. Una muy mejorada movilidad de artesanos y artistas
posibilitó esa propagación tan intensa de ideas, objetos y prácticas. Aunque la energía
cultural de Italia siguió siendo notable (O‘Doherty, 2014, p. 47).

En Flandes se da un Renacimiento muy sui generis, pues se mantienen los


vocabularios pictóricos: el clásico y el primitivo, este último tesoro artístico de su
pasado. ―Italia no fue necesariamente preeminente en todos los campos artísticos,
pues la tradición renacentista holandesa –en particular la obra de Jan van Eyck y
Roger van der Weyden– fue enormemente influyente‖ (Vila Redondo, 2013, p. 65).
A través de Van Eyck la pintura flamenca se hizo internacional en Europa.

La inclinación hacia el mundo clásico en Italia es particular, diferente a los


Países Bajos, pues se justifica por ser el resultado de una sensibilidad nostálgica
subyacente que reivindicaba el esplendor del antiguo Imperio Romano.

Los artistas que viajaban a Roma provocaron un movimiento artístico que acabaría
imponiéndose en los Países Bajos. A principios del siglo XVI el Renacimiento italiano
había alcanzado su cenit, y su influencia se extendía en el continente europeo,

50
haciéndose evidente en la obra de Erasmo, Tomás Moro, Shakespeare, Cervantes y
Montaigne (Vivir la Historia de la Italia del Renacimiento, 2008, p. 79).

En el transcurso del siglo XVI los Países Bajos rivalizaron con Florencia, Milán,
Roma y Nápoles, en los campos de la erudición clásica, el conocimiento y el arte.
Mann (2000) señala que el Renacimiento holandés ―[d]ebía mucho a las
tradiciones vernáculas y a la ‗cultura popular‘ alemana. Es innegable que debió su
principal inspiración a Italia y se construyó sobre los cimientos puestos por los
humanistas y artistas italianos (p. 48)‖

Sí Renacimiento equivale a renacer (con todo el movimiento cultural, ideológico,


artístico e intelectual que conlleva), lo que entonces renació en Holanda fue el
gusto por la vida, la sensibilidad, los colores, la luz (Gombrich, 1997, p. 415). El
Renacimiento se vivió como una exaltación y por eso se expresó muy bien en el
arte que se dirige al sentido de la vista: la pintura.

La diferencia entre italianos y holandeses era que miraban a la Antigüedad y


sus modelos, pero en perspectivas distintas. ―Había un sentido pleno de la
corporeidad humana en los italianos y una atracción hacia el detalle naturalista en
los holandeses, tendencias que provocaban una imitación y admiración mutuas‖
(Burucúa, 2003, p. 104).

Hay que mencionar que en los albores del Renacimiento un realismo plástico se
empezó a manifestar.

(…) la pintura había utilizado un variado equilibrio entre el realismo y lo simbólico. En el


siglo XV la pintura occidental comenzó a girar de su antigua preocupación por las
realidades espirituales expresadas en las formas que le son propias, hacia un esfuerzo
por combinar la expresión espiritual con la imitación más completa posible del mundo
exterior (Bazin, 1966, p. 25).

Aquí viene a colación la atinada la afirmación de Hauser (1978): ―A medida que


la sociedad se libera de las cadenas de la doctrina católica, el arte se vuelve con
rapidez progresiva hacia la representación de la realidad‖ (p. 337).

Uno de los acontecimientos cruciales fue la culminación de la invención de la


perspectiva, que se concretó en el Quattrocento. La evolución de la pintura
renacentista tuvo su ingrediente científico: la anatomía, la geometría y la óptica.
Ahora los pintores tenían métodos científicos de perspectiva, con normas
específicas. ―La solución de crear espacios en la pintura era una solución hecha

51
por el hombre, que ilustraba desde un punto de vista humano un mundo natural‖
(Letts, 1985, p.45).

El descubrimiento del primer sistema científico, y en cierto sentido, el primer sistema


mecánico de reproducción, fue la cámara obscura de Da Vinci. El artista estaba ahora
en la posibilidad de crear la ilusión de un espacio con tres dimensiones donde los
objetos aparecían ante nuestros ojos, tal como las vemos en realidad (…) el arte
medieval siendo espiritual ignoraba el drama que vendría por las consecuencias de las
posibilidades técnicas (Bazin, 1966, p. 38).

Los ideales artísticos de la pintura del Renacimiento holandés ―[s]e basan en la


teorización de la actividad técnica, que puede concretarse en estos puntos: la
exploración de la naturaleza y la investigación del mundo circundante‖ (Álvarez del
Real, 1990, p. 85).

La pintura se encontró dividida en dos aspiraciones: una principalmente estética, la


expresión de realidades espirituales donde el símbolo trasciende a su modelo; la otra
era la duplicación del mundo exterior. Creció la tendencia por la ilusión, que devoró
poco a poco a las artes plásticas (…) La necesidad de ilusión no ha dejado de minar el
corazón de la pintura desde el siglo XVI. Una necesidad puramente mental (Bazin,
1966, p. 7)

―En la Grecia antigua y en la Europa del Renacimiento los artistas se esforzaron


sistemáticamente por aproximar paso a paso sus imágenes al mundo visible y
alcanzar parecidos‖ (Gombrich, 1982, p. 24). Los maestros renacentistas estaban
convencidos del valor de la ilusión, con la representación digna de la naturaleza,
por ejemplo.

Para Bayer (1980) el carácter de ilusión es ―espejismo y fantasía posible. El


ilusionismo pictórico es un pretexto para la duplicación del objeto exterior‖ (p. 110).
Precisamente es lo que logró el primitivo holandés Jan Van Eyck: ―la ilusión del
natural añadiendo pacientemente un detalle tras otro hasta que todo el cuadro se
convirtiera en una especie de espejo del mundo invisible. Su propósito fue
sostener el espejo de la realidad en todos sus detalles‖ (Gombrich, 1997, p. 416).

―Los artistas del Renacimiento europeo se propusieron explorar métodos, inferir


reglas y elaborar herramientas de dibujo y pintura que harían posible un dominio
de la mimesis ilusoria. De alguna manera la imitación es fiel a la naturaleza, ya
que recrea la integración de una figura que esté en el entorno natural‖ (Mann,
2000, p. 63). Imitar es una actividad que exige innovación técnica, que está bien
presente en la obra pictórica de Pieter Brueghel.
52
Bayer (1980) menciona que hay dos Renacimientos: ―El primero es muy
primitivo, y el segundo es ‗el clásico‘. El arte que renacía de los clásicos es fruto
de una habilidad y un saber. Es un arte que capta las verosimilitudes. La obra
viene a ser el ordenado doble del objeto copiado (…)‖ (p. 124).

Lo que fomenta sobre todo el paso del primitivismo a la estética renacentista es fa


preocupación por la conquista de exigencias técnicas. La inverosimilitud del se
considera como desdén e ignorancia de los órdenes técnicos íntegros. La vida
reaparece en la pintura. La característica de la pintura es la humanidad actuante, la
historia, y no un cuerpo humano único (Mann, 2000, p. 140).

Aunque en los Países Bajos el arte de la pintura se impregnó de los ideales


humanistas, el estudio de la Antigüedad y lo clásico no supuso una total mimesis.
De ahí que en los Países Bajos el arte pictórico renacentista no pueda tomarse
como una mera calca de los modelos clásicos. Lo que sí puede afirmar es que a
los pintores holandeses les interesaba sobre todo el naturalismo.

Gracias al humanismo renacentista y al ejemplo de los monumentos del arte


antiguo, el Renacimiento holandés se hizo sabio y se abocó a buscar la expresión
más que la belleza. Como bien dice en Mann (2000) ―[u]n arte no puede obrar
sobre otros por simple contacto, es preciso que el segundo llegue, en virtud de su
evolución natural, a un estado que lo haga sensible a las influencias del primero‖
(p. 12).

Hay que decir que la influencia del Renacimiento italiano en los Países Bajos no
obró por simple contacto, sino que el arte pictórico de esta región se hizo sensible
a las influencias que venían de Italia. En aquel momento histórico las influencias
eran favorables por el momento histórico en boga: el Alto Renacimiento italiano y
el comienzo de las tendencias estilísticas del Manierismo.

―Existen dos aportaciones tangibles de los italianos que tomarían los


holandeses: el conocimiento de la anatomía científica y la perspectiva matemática‖
(Álvarez del Real, 1990, p. 84). La tradición pictórica holandesa chocó con estos
nuevos acontecimientos, que le permitió ratificar sus ideales, pero no sucumbir
ante la estética de los italianos.

En Holanda hubo una recepción periférica del Renacimiento, ya que se había


mantenido viva durante un buen tiempo la tradición medieval, lo que propició el
paso sin una ruptura total del primitivismo holandés al Renacimiento. ―En Holanda
gracias al humanismo la pintura se aprestó a buscar la expresión, encauzando el

53
Renacimiento, más que crearlo. La pintura holandesa apenas pudo contar con
referencias clásicas‖ (Álvarez del real, 1990, p. 33).

Hay razones para argumentar a favor de Breda como la ciudad natal de


Brueghel, aduciendo a referencias históricas. ―Se cree que Brueghel nació en un
pueblo cerca de Breda; sin embargo era un hombre de ciudad y con un alto nivel
educativo, amistoso con los humanistas de su tiempo. Guicciardini, italiano
contemporáneo de Pieter Brueghel que vivió en Amberes, escribió que provenía
de Breda‖ (Wied, 2011, p. 1).

―Breda contaba con fortificaciones de estilo medieval y era enclave militar, ahí
radicaba su importancia política. Era feudo directo del Sacro Emperador Romano,
lo cual atrajo a muchos nobles, quienes construyeron residencias palaciegas en
los barrios antiguos de la ciudad‖ (De Brueghel a Rubens, 2008, p. 146).

Gombrich (1997) afirma que se sabe poco de la vida de Brueghel. Las fuentes
sobre la vida de Brueghel son muy escasas. Hay una biografía del siglo XVII sobre
el pintor, como señala Wied (2011): ―nada más que el trabajo de Van Mander de
1604, que es anecdótico, pero no siempre exacto. Aún más sorprendentemente,
Brueghel no dejó nada escrito, a pesar de su formación humanística‖ (p. 1).

La fuente del arte de Brueghel era la tradición flamenca: Joachim Patinir, pero sobre
todo Jan van Amstel y Cornelis Massys. Por otro lado, la influencia de los paisajes del
arte italiano está limitada o bien oculta. Brueghel asimiló el Renacimiento italiano de su
propia de manera. Sus figuras son corpulentas y pesadas. Estaba interesado en la
fisonomía humana, pero no en el retrato individual como género (Wied, 2011, p. 1).

La escuela flamenca ofrecía imágenes de hombres y mujeres con


características espirituales, físicas y estéticas. Tras un floreciente siglo XV, en el
siglo XVI Holanda juega un papel poco importante en el arte renacentista, con
pocas novedades. ―En Holanda la crisis de la Reforma siguió otro derrotero, donde
el arte no fue tan víctima de esa crisis. Incorporaron los principios de la pintura
italiana, tanto en Holanda como en Flandes (Letts, 1985, p. 101).

Aunque heredero de los pintores primitivos flamencos, en especial de El Bosco,


Brueghel conllevó un nuevo espíritu humanista y una amplitud de miras en los
temas que pintó. Se le conoce menos como dibujante, y a pesar de esto, los
dibujos que se le atribuyen fueron llevados a grabados, que le dieron fama de
continuador de la obra de Hieronymus Bosch, El Bosco.

54
Brueghel realizó sobre todo dibujos al estilo del Bosco, donde ―[c]oncuerda con
el gusto satírico-alegórico del siglo XV y la técnica del paisaje (…) Después de su
viaje a Italia abandonó la influencia del Bosco y se inclinó hacia el mundo real
pintando la vida cotidiana e histórica de su país‖ (Lozano Fuentes, 1976, p. 74).

―Los métodos pictóricos de El Bosco habían evolucionado en el sentido de que


fue de los que llegó a representar la realidad de una manera más verosímil. En el
Bosco hay un gran deseo de originalidad hacia el carácter simbólico de los
elementos temáticos‖ (Mann, 2000, p. 58).

Se da esta expresión notable en la obra de El Bosco. Brueghel utilizó su propia


fantasía para desarrollar la tradición establecida por El Bosco. Brueghel produjo
inquietantes paisajes naturales llenos de seres mágicos, como broma fantástica y
como una realidad inquietante. Probablemente fue la mezcla entre los dos elementos,
o quizá la emoción del miedo, lo que era tan buscado en ese momento (A World
History of Art, p. 1).

Brueghel creó una obra muy personal acerca de la representación de la


naturaleza, que no puede ser encasillada tajantemente como renacentista.

El naturalismo del siglo XV es la continuación del naturalismo del gótico (…) los datos
empíricos eran registrados y analizados mediante la coherencia y la conciencia. Lo
notable era que la obra de arte se había transformado en un ―estudio de la naturaleza‖.
En el naturalismo del gótico las cosas dejaron de ser símbolos y empezaron a tener
sentido y valor, como mera reproducción de las cosas terrenas (Hauser, 1978, p. 335).

Como otros grandes maestros del Renacimiento, Brueghel tuvo la capacidad de


transformar, reinterpretar y rearmar lo heredado por las vertientes artísticas, donde
la del Bosco es la más importante. ―Brueghel y el Bosco fueron los favoritos de
Felipe II, quien aseguró sus obras en la colección de los Habsburgo en España‖
(Vitale, p. 19).

El estilo y temática de Brueghel serán adoptados, pero rara vez serán


superados por los artistas (sobre todo de las provincias del norte de los Países
Bajos) de finales del siglo XVI y principios del XVII, que se encontraban
influenciados por su trabajo, sobre todo en los paisajes y pintura de género (Wied,
2011, p. 1).

Brueghel aprendió pintura en Amberes de la mano de Pieter Coecke van Aelst, y


aunque hay poca afinidad entre el arte de Coecke y la tardía obra de Brueghel, no hay
ninguna razón para dudar de Coecke, que en su tiempo fue uno de los pintores más

55
admirados: fue pintor de la corte de Carlos V y fue además un activo escultor,
arquitecto y diseñador de tapices, vidrieras y decoraciones (Wied, 2011, p. 1).

Poco después de convertirse en un gran maestro, Brueghel partió hacia Italia,


camino de Francia, como otros artistas holandeses de su época. ―No se contentó
con el viaje hasta Roma, en 1552 continuó hasta el sur, hacia Calabria y Nápoles.
Partió hacia el norte en el año 1554‖ (Woodward, 2009, p. 1).

En la década de 1550 estaba trabajando en un gremio de Malinas. En Amberes y


Bruselas realizó la mayoría de sus cuadros a partir de la década de 1560, cuando
arribó a la región el duque de Alba. Las pinturas de Brueghel desde 1557, parecen
indicar un gran período de gran creatividad. El círculo de Brueghel de amigos y
conocidos incluía a algunos de los humanistas más eminentes de los Países Bajos,
como Abraham Ortelius y el editor Christoph Plantin (Wied, 2011, p. 1).

Pieter Brueghel vivió sólo treinta y cuatro años. Al final de su vida vivió el miedo
por la represión del poder religioso y político. Antes de su muerte conminó a su
esposa para que quemara ciertos dibujos "que eran demasiado fuertes o
sarcásticos". Esto ha llevado a la especulación de sus puntos de vista políticos y
religiosos: sí fue un satírico o un agudo observador de la realidad social, que no
fue indiferente a las atrocidades de la ocupación española (Wied, 2011, p. 4).

III. INTERRELACIÓN DE ASPECTOS

III.I Ocultismo y simbolismo secreto en la representación de la mujer

―Brueghel era seguidor de la filosofía neo-estoica, familiarizado con Erasmo de


Rotterdam, Tomás Moro y con los escritos éticos del humanista Dirck Volckertsz.
Ortelius, a partir de sus estrechas relaciones con Brueghel, fue la autoridad que
tuvo fundamento intelectual en el arte de este‖ (Wied, 2011, p. 5).

Como una persona educada y humanista, Brueghel no estuvo cercano a ningún


grupo político ni religioso, como tampoco adoctrinado con alguna corriente
filosófica.

Los sentimientos humanistas de Pieter Brueghel eran cuestiones de experiencia, en


lugar de la lectura; su visión del mundo era artística e intuitiva, más que filosófica. Su
56
obra está impregnada de un espíritu de independencia e imparcialidad hacia los
fenómenos de su tiempo, similar a mentes como François Rabelais, Michel de
Montaigne o William Shakespeare (Wied, 2011, p. 7).

Después del largo paréntesis de la Edad Media el retorno a la tradición antigua


tiene su razón de ser gracias al ―[e]spíritu italiano en tanto que intercambio cultural
como una empresa colectiva europea literales, como en el caso la exportación de
libros y pinturas (literalmente) e ideas (metafóricamente)‖ (Burke, 2000, p. 28).

―A los artistas del norte que estaban en contacto con las obras maestras del sur
de Europa, su propio arte les pareció de pronto trasnochado y pasado de moda‖
(Gombrich, 1997, p. 6). La pintura italiana renacentista empezó a seducir a la de
Flandes.

De los mayores maestros holandeses del siglo XVI en la pintura de la vida de


los campesinos, Brueghel pintó a los campesinos en sus fiestas y regocijos,
trabajando, comiendo y bebiendo. ―Sí hubiera nacido como un campesino rudo
probablemente nunca hubiera pintado‖ (Gombrich, 1997, p. 416)

Su educación temprana sigue siendo un misterio. ―Perteneció a la guilda de


artistas de Amberes, en particular al gremio de San Lucas. Fue un grabador con
éxito antes de dedicarse a la pintura en la década de 1550, tenía una clientela de
buenos contactos y mecenas urbanos‖ (Woodward, 2009, p. 1).

Brueghel fue en realidad un hombre de ciudad, ya que trabajó en Amberes y


Bruselas, donde realizó numerosas obras a partir de la década de 1560, cuando
llegó a los Países Bajos el duro duque de Alba. ―El duque de Alba Dirigió una
campaña de terror contra los protestantes y otros herejes que ya había estado en
vigor desde hace décadas‖ (Woodward, 2009, p. 1).

Podemos saber acerca de Brueghel mediante la identificación de las cosas que


no pintó, por ejemplo no hay en su obra retratos en comisión ni –aún más
importante– representación de la desnudez, que fue un tema favorito en el
Renacimiento.

―Brueghel fue el ‗segundo Bosco‘, término usado por Vasari. La pintura de


Brueghel Dulle Griet (La loca Meg) lleva alguna relación con la demonología del
Bosco. (…) la obra de Brueghel seculariza a la del Bosco, que es un pintor tardío
medieval, el último primitivo, y Brueghel es el primer moderno" (Wied, 2011, p. 1).

57
Fue tal la revitalización del ocultismo en la Europa renacentista que se había
propagado un pensamiento mágico-demoniaco. Esto se ve por ejemplo en el
pensamiento de muchos humanistas, que ―[e]n sus ideas mágicas conciben una
magia ‗demoniaca‘ que apela al poder e influencia de los demonios (…) prevalece
la forma demoniaca de forma espiritual en poetas, pintores y músicos, o con
religiosos de uno y otro bando de la Europa cristiana escindida‖ (Burucúa, 2003, p.
71).

Brueghel compartía el pensamiento esotérico de muchos de sus


contemporáneos. ―Perteneció a la ―hereje‖ escuela esotérica llamada La Familia
del Amor, que tuvo como miembros a artistas, pensadores y políticos. Rechazaron
el caos religioso del periodo, entre ellos católicos, luteranos y calvinistas, a favor
de un estado místico interior, que llamaban la ―iglesia invisible‖ (Carnac, 2006, p.
7).

Hay un paralelismo entre Brueghel y El Bosco: ―su concepción del paisaje de


estilo flamenco; formas que crean un mundo extraño; temas alegóricos tratados
con ironía (la vida del pecador es un carro de heno en El carro de heno); no se
limitan a contemplar la naturaleza, sino a crear un mundo imaginario de sueños
fantásticos‖ (Mann, 2000, p. 69). En esta obra destaca el gran carro, rodeado de
personas comunes que han pecado. Hombres y mujeres (sacerdotes y monjas,
nobles y aristócratas) lo rodean para coger el heno. El carro es arrastrado por
seres infernales que finalmente los llevarán al infierno.

―La imagen del Renacimiento como un sistema regido por la tensión bipolar
entre teología y humanismo es insuficiente. Hay que añadirle un tercer término,
pensamiento oculto u ocultismo‖ (Carnac, 2006, p. 6). Ciertas pinturas de Pieter
Brueghel están llenas de alegorías ocultas, que lo hacen ver a como un humanista
y un místico, pues las ideas humanistas y neoplatónicas son el corazón del
Renacimiento en Flandes en el siglo XVI.

―El carro de heno alude a un proverbio flamenco: ‗El mundo es


un pajar, y cada hombre arranca de él lo que puede‘. El pajar es
la metáfora de lo terrenal, la riqueza y los deseos transitorios,
pero que tienen valor insignificante y corrompen. Los demonios
se aprovechan de los hombres ávidos de deseos y los llevan al
infierno‖ (A World of Art, p. 1).

―El pandemónium de El Bosco está en un insondable


mundo de miedo piadoso, con trampillas que conducen al
Fig. 3 El carro de heno. El 58
Bosco (1502). Óleo sobre
tela. Dimensiones: 135 x 200
cm. Museo del Prado,
España
infierno; los espíritus de Brueghel están en tierra firme, en una ratio humanista. En
El Bosco se percibían como criaturas reales; en Brueghel son sólo alusiones, a
menudo con tintes irónicos‖ (Wied, 2011, p. 6).

En las pinturas de naturaleza más seria que sus pinturas de campesinos,


Brueghel introduce demonios desnudos en posiciones extrañas. ―Brueghel los ha
pintado simplemente como cuerpos, que demuestra la distancia que hay entre
ellos y los seres espirituales, es decir los ángeles‖ (A World of Art, p. 1). Los
iconos maléficos de Brueghel conllevan una visión bíblica, pero alimentada por
ideas morales y por la fantasía del pintor.

Según Wied (2011) en el cuadro El triunfo de la muerte ―Los estudiosos no se


ponen de acuerdo si esta alegoría acerca de los demonios o el sueño de un
paraíso anterior a la caída de los ángeles‖ (p. 1). Pero la pintura tiene un mensaje
sombrío:

No hay escape del flagelo de la guerra. No sólo la muerte es inevitable e implacable


para la sociedad alta y baja, una lección que los artistas de la Edad Media y el
Renacimiento no se cansaban de enseñar a sus audiencias era que la muerte es
perversamente creativa. La alucinación es tan intensa y llena de acción como en El
Bosco, con la sangre fría de la violencia (Woodward, 2009, p. 1).

El triunfo de la muerte de
Brueghel se abre a una
interpretación que está oculta por
un velo semiopaco. ―Es difícil saber
sí las escenas de El triunfo de la
muerte son puramente imaginadas,
son convenciones basadas en
visiones infernales de artistas
anteriores, son observaciones de
testigos de las atrocidades de la
guerra, o una combinación de las
Fig. 4 El triunfo de la muerte (1562). Pietertres‖ (Woodward, 2009, p. 1). Sin
Brueghel. Óleo sobre tela. Dimensiones: 117 x embargo muchos aspectos
162 cm. incognoscibles de la pintura
Museo del Prado, España
pueden ser, aparte de las
simpatías religiosas del autor, un torbellino virtuoso sobre la destrucción humana.

59
El secularismo de esta pintura la vuelve un icono de pesadilla donde sus
cualidades -el realismo y la atmósfera de lo anecdótico- la hacen tan apreciada
hoy en día, porque las mujeres protagonizan estas terribles anécdotas:

Una mujer ha caído en el camino de la carreta de la muerte; ella sostiene en su mano


un huso y rueca, símbolos clásicos de la fragilidad de la vida humana. El delgado hilo
está a punto de ser cortado por las tijeras en la otra mano. Una mujer está en una
escena de una canción de amor, que al igual que el juego de cartas, es un bien
terrenal. Una mujer está siendo observada por un esqueleto en una parodia horrible de
enamoramiento después de la cena (Woodward, 2009, p. 1).

Brueghel fue el centro de algunas influencias, o más bien, sus pinturas. ―Las
diversas influencias están representadas por el paganismo, el misticismo de
Meister Eckhart y sus seguidores, así como las escuelas gnósticas o heréticas,
tales como los Adamitas, con quien Hyeronimus Bosch estaba asociado‖ (Carnac,
2006, p. 13).

En el siglo XVI, los temas mitológicos e históricos se hicieron uniformes entre


los artistas del norte y el italiano. Los pintores del norte tenían nuevos temas,
como el paisaje y la pintura de género.

En 1568 un libro de proverbios se publicó en Amberes, que contenía la afirmación de


que "Una mujer hace un estruendo, dos mujeres un montón de problemas, tres un
mercado anual, cuatro una pelea, cinco un ejército y contra seis el diablo por sí solo no
tiene ningún arma". Este proverbio, cuando se considera en torno a Dulle Griet de
Brueghel, refleja algunas de las ansiedades acerca de las mujeres en la población del
Renacimiento (Woodward, 2009, p. 1).

Brueghel incluye en La loca Meg o


Dulle Griet un simbolismo implícito en
los personajes femeninos, que dicho
sea de paso cada uno de estos
personajes tiene en su rostro
características individuales. Las
figuras demoniacas representan el
símbolo de un estatus inferior que
debe ser derrotado, en contraste con
las poderosas mujeres que los
Fig. 5 La loca Meg (1562) Pieter Brueghel. combaten.
Óleo sobre tela. Dimensiones: 115 x 161 cm.
Museo Mayer Van Der Bergh, Bélgica

60
Los demonios estaban fuertemente asociados con las brujas, mujeres que
intercambiaban relaciones sexuales con estos demonios de poderes sobrenaturales.
Dulle Griet es una mujer que supuestamente posee poderes sobrenaturales. Griet era
el nombre despectivo dado a cualquier mujer malhumorada y regañona. Ella alude a un
proverbio flamenco: ―Ella podía saquear el infierno y volver indemne‖.

En realidad, los hombres eran los dominantes, dejando que las mujeres fueran
concebidas como brujas. Las mujeres en esta pintura parecen ser la personificación de
la ansiedad de que las mujeres podrían tener demasiado poder y salirse de control.
Estas son las mujeres que pueden marchar hasta la boca del infierno y salir ilesas. Son
las que pueden luchar contra el diablo y ganar, que les da en esta pintura un poder
aterrador que trastoca las definiciones de humano y animal (Woodward, 2009, p. 1).

Hay interpretaciones sugeridas en torno a La loca Meg, y no es fácil acercarse al


verdadero significado de la pintura en su conjunto. Pero se puede apreciar la
visión apocalíptica, por el tormento del fin de los tiempos descrito en el Apocalipsis
de San Juan. ―En el siglo XVI Meg simboliza la locura como vicio, y la figura en el
centro de la pintura es alegoría de esa locura. La alegoría es un ataque contra la
naturaleza humana y la situación político-religiosa en Amberes. Las escenas
adicionales ilustran las causas y consecuencias de las fallas humanas‖ (Mann,
2000, p. 31).

A la mujer del centro se le han asignado


varias identidades del folklor flamenco, la
figura de la Fortuna, la ―personificación de
la codicia‖ y la ―mujer pendenciera‖. La
figura de la Fortuna era llamada "Gret
Sauermal", que era una mujer que discutía
con su marido y podía visitar las puertas
del infierno sólo para salir indemne,
debido a su mal carácter y su pendencia.
Hay otro proverbio personificado, la mujer

Fig. 6 La loca Meg (detalle) Pieter que ata al diablo a un colchón (fig. 6), lo
Brueghel. Óleo sobre tela. que significa que es una mujer valiente o
dominante (A World History of Art, p. 1)

En esta pintura el tema central es el caos en manos de mujeres con demasiado


poder. Están actuando fuera del ámbito previsto para ellas, y exhiben en sí
mismas potencia. No sólo están por encima de los hombres que deberían

61
controlarlas, sino sobre los híbridos entre animales y humanos representados por
los demonios. Por su comportamiento Meg, la protagonista del cuadro, no está
inmersa en el ámbito de una adecuada feminidad y por supuesto no es el único
personaje que rechaza los roles esperados para las mujeres.

La intención de Brueghel no sólo era ilustrar proverbios, sino ilustrar la


estupidez del hombre. Los proverbios más graves que ilustra son los de la locura,
que conducen al pecado, pues el moralista (aunque más humanista) Brueghel
pinta en ese cuadro un mundo al revés.

En una estructura social como la holandesa los proverbios eran estrategias para
hacer frente a diversas situaciones y experimentar lecciones de vida, ya que un
proverbio es básicamente una historia moral. El ingenioso estudio de Brueghel
sobre la insensatez humana está representado en el cuadro, como una
interpretación literal de los proverbios de su época. Y relaciona las acciones
humanas con las de los demonios, pues―[e]n ese momento, mucho de lo que se
había considerado como real, como existente, no eran sólo los árboles y los
animales, sino también los demonios. Los estudios científicos no pudieron disipar
las creencias populares‖ (A World History of Art, p. 1).

―En Los proverbios flamencos el tema general es que ‗el mundo está al revés‘,
como lo indica iconográficamente la pintura‖ (Wied, 2011, p. 1). El efecto se ve
reforzado por la de la del pueblo y el entorno cotidiano, que crean la impresión de
un manicomio al aire libre.

Las pinturas de Brueghel tratan de las debilidades y las locuras humanas,


siguiendo la tradición del Bosco. Y esto se nota en Los proverbios flamencos,
donde curiosamente también una mujer ata a un demonio (fig. 7). Sin embargo en
Brueghel decaen los simbolismos al estilo del Bosco, a favor de contenidos de
aspectos más cotidianos, como la muerte y los sentimientos humanos. Ejemplo de
ello es que en El triunfo de la muerte, se entiende que la vida es algo fugaz y la
muerte es la gran limitante del hombre.

Brueghel es un eslabón entre el primitivismo flamenco y el Renacimiento.


Además su obra tiene un carácter ocultista, que es el aviso a sus contemporáneos
de los tormentos infernales que esperan a los hombres pecadores. El simbolismo
de sus mujeres malvadas expresa la inseguridad y desesperación del siglo XVI de
los Países Bajos, que conocieron guerras, hambre y sequía (muchas veces
considerados castigos divinos), junto con la represión religiosa.

62
―Había una magia demónica -que apelaba al poder e influencia de los demonios
(dáimona)- en el pensamiento filosófico renacentista (…) La magia creía posible
producir acciones idénticas a las de un ente sobrenatural. En el plano político la
magia mantenía relaciones críticas con la religión‖ (Burucúa, 2003, p. 71).

Los fenómenos celestes, deformidades físicas y epidemias eran aún inexplicables, y en


consecuencia se atribuyeron a la influencia de los demonios y seres maléficos, junto
con sus cómplices humanos. Estos, como las brujas y los hechiceros, podían ser
capturados y castigados. Miles de personas -en particular mujeres-, supuestamente en
connivencia con las fuerzas del mal,, fueron torturadas, declaradas culpables y
quemadas en la hoguera. Informes confesionales y biografías reflejan en gran medida
como la presencia de demonios fue experimentada como parte de la realidad cotidiana
(A World History of Art, p. 1).

En la obra de Brueghel el demonio no es sólo una entidad relacionada con el


exceso de poder femenino, sino aún más importante, es un ser que cruza la línea
entre humanos y animales. Detrás de sus visiones pictóricas Pieter Brueghel quiso
dejar un mensaje relativamente moralista, porque él tenía un ideario religioso y es
por esto que plasma escenas de ese tipo muchas veces en mundos terrenales,
como es el caso de El triunfo de la muerte.

Uno de los factores extrapictóricos del arte renacentista fue la ciencia, tanto
matemática como geométrica, que también estaba inmersa en aquella sociedad
de mentalidad racional. Hubo pues un encuentro entre la sabiduría de los artistas y
el legado artístico y geométrico recuperado de la Antigüedad griega y su técnica.

La nueva concepción individualista de la sociedad renacentista en general


contrastaba con la visión colectivista medieval. El siglo de Brueghel vio la
exploración de los confines de la tierra, y algunos avances del conocimiento sobre
el hombre y la naturaleza. El interés de la gente se centró en lo que hoy
llamaríamos la realidad.

Y la avanzadilla humanista que se propagó desde Italia hacia toda Europa debió
su éxito a la imprenta de tipos móviles que permitió la rápida propagación de
libros. ―Contribuyeron a la difusión del humanismo los estudiosos que se
convirtieron en impresores y los impresores interesados en el estudio‖ (Burke,
2000, p. 35).

Durante el siglo XVI y más allá, la imprenta transformó al mundo europeo al


facilitar la educación –pues la alfabetización es propensa a ir de la mano con el

63
triunfo de la imprenta– y la comunicación. Hasta tal punto el hombre renacentista
fue conformado gracias a la imprenta.

Las ideas que están en el aire desde el Renacimiento y que establecen el


desmarque frente al mundo medieval parten de lo siguiente: lo importante en el
arte no es el oficio, la destreza o la técnica, sino la constitución creativa en
libertad. Es así que el arte es sobre todo creación de individuos libres.

La creación artística en sí tiene que estar guiada por una idea, por el pensar, y
esto se nota mucho en el Renacimiento, donde ―[l]a pintura como arte supremo, ya
no es un arte menor hecho por artesanos o artistas anónimos de oficio. La pintura
logra la autoconciencia de sí misma y se instaura, a través de los pintores, en la
cima de las artes‖ (Juanes López, 2010, p. 17).

Para los pintores del Renacimiento, y gracias a la ciencia, ―[h]abía una garantía
de la capacidad ilusionista, en parte por los descubrimientos científicos, como las
cámaras oscuras o los perspéctografos‖ (Gubern, 1996, p. 38).

Una de las maneras de Pieter Brueghel de concebir su pintura fue plasmar


aquella sociedad carnavalesca, a través de escenas extraídas de la vida de los
campesinos pobres, que son el pueblo llano, donde el artista desplegó su
conocimiento de la naturaleza humana. La representación de personas con rostros
poco nada agraciados hace pensar en el deseo de alejarse de los cánones de
belleza.

La pintura sobre los campesinos generalmente los consideraba como figuras de burla,
considerándolos estúpidos, glotones, borrachos. Los campesinos fueron utilizados por
los artistas para divertir al espectador, y también para advertirle que tuviera cuidado
con las malas costumbres y el comportamiento incorrecto. Es como para que se
mostraran en poemas satíricos, cuentos y la juerga del Carnaval, como tipos negativos
que son objeto de risa (Gombrich, 1997, p. 417).

Como otros pintores holandeses, Brueghel estuvo relativamente inmerso en la


estética del Renacimiento italiano. Esto es porque a pesar de su apreciación por la
naturaleza, no hay escenas bucólicas ni pastoriles. Muchas de sus obras
contienen paisajes de bosques, formas de árboles y rocas, pero con anécdotas,
animales y seres humanos.

Su pintura fue un tanto amarga, porque representó a la naturaleza con realismo


y como un escenario en el cual se desarrolla el destino del hombre, con sus
actividades de fiestas y trabajos agrícolas, como un magnifico escenario.
64
La actitud de Brueghel respecto a la vida rustica de la aldea en su época, considera al
hombre de campo como un personaje burlesco. (…) en la vida rustica la naturaleza
humana se advierte con menor disimulo, libre de barniz artificioso y convencional. Así
pues, cuando los artistas de la pintura quieren poner de manifiesto la insensatez de la
condición humana, toman por modelo la vida popular (Gombrich, 1997, p. 381).

Los descubrimientos del siglo XV dieron origen a la formación del mercado


mundial capitalista, inaugurando una nueva etapa en la historia. ―La biografía
moderna del capital se abre en el siglo XVI, con el comercio y mercado mundiales‖
(Letts, 1985, p. 104).

El descubrimiento de América fue un triunfo para la burguesía comercial y los


banqueros, en que este suceso de trascendental importancia permitió a la
burguesía europea dar un salto progresivo en las empresas mercantiles. El
descubrimiento del Nuevo Mundo, con sus materias primas, posibilitó el avance
industrial y contribuyó al desarrollo del capitalismo moderno.

Los Países Bajos y Flandes, al estar situados en Europa del norte, amén de los
fundamentos teóricos y científicos del arte, tuvieron un estímulo que provino de los
cánones italianos, al mismo tiempo que la reflexión sobre el arte de la Antigüedad.
Incluso en los Países Bajos, aparte del arte antiguo y de le época, hubo
conocimiento de los tesoros artísticos que Hernán Cortés trajo de América. ―Los
magníficos objetos de la nueva tierra dorada sorprendían por el sutil ingenio de los
hombres de los países extranjeros‖ (Kultermann, 1996, p. 22).

Aunque el comercio es una actividad secundaria, sus intereses inmediatos


condujeron al descubrimiento y la colonización de regiones que jugaron un papel
decisivo en el auge de la manufactura. Es interesante anotar que el auge
manufacturero, producido por la colonización de las nuevas zonas geográficas, fue
promovido por los intereses comerciales.

En el Renacimiento la "mecanización", en tanto que "fragmentación", llevó a la


adjudicación de tareas especializadas, separando así las funciones que los sujetos
desempeñaban. Es pues, la esencia de la tecnología mecánica y el ejemplo de
ello es la aparición de la imprenta en pleno Renacimiento, que tanto empuje dio a
la difusión del conocimiento.

Entre los grandes territorios de la pintura en los siglos XV y XVI, cada uno con
su especificidad, están Italia y los Países Bajos, prueba de que el Renacimiento no
fue un movimiento homogéneo. El Renacimiento fue una era de cultura cortesana,
donde el mecenazgo de la nobleza desde el siglo XV, fue fundamental para la
65
consecución de estatus político por medio del arte. Los flamencos desarrollaron a
través de Europa una reputación por sus esculturas, tapetes, pinturas y joyería,
estableciendo una fuerte presencia en el mercado dominado por nobles y
comerciantes.

El triunfo de la pintura flamenca fue posible por la cercanía a la tradición de la


pintura italiana, influyente hasta cierto punto. No obstante la cultura visual de los
primitivos flamencos quedó en sucesores como Pieter Brueghel, que introdujo las
cualidades pictóricas del Renacimiento –por las figuras en espacios perspectivos–,
y los temas y formas naturalistas de Hieronymus Bosch, El Bosco.

Como se vio en la investigación, en esa época ya había documentos hechos


por intelectuales que reconstruían las carreras y las obras de los artistas, así como
de las guildas que los tenían bajo control y les daban bienestar espiritual. De esta
manera sabemos que por desgracia Brueghel no pudo disfrutar completamente del
mecenazgo que se le otorgó, por su muerte prematura.

A Brueghel se le revelaron grandes posibilidades plásticas en el óleo, ya que


era habilidoso en la estética del retrato, a pesar de la simpleza narrativa.
Comparado con otros pintores, su técnica pictórica es claramente flamenca, como
los grandes maestros Roger van der Weyden o El Bosco. A pesar de las
posibilidades de innovación, fue el óleo el que ofreció el gran potencial para la
exploración de tonos, uno de los desarrollos clave en la pintura holandesa.

El naturalismo gótico no pretendía tanto convencer al observador de la realidad


de los objetos o acontecimientos descritos. Más bien el naturalismo tenía un valor
simbólico, por su exotismo proveniente de la capacidad imaginativa del artista.
Como otros holandeses, Brueghel marcó un hito, porque en el Renacimiento
todavía la pintura era un arte menor, hecho por artesanos anónimos. Y no
obstante él tiene una dimensión pensante, propositiva y creativa; ya que la pintura,
al nivel de un humanista, es una actividad del pensar. Pues las obras pictóricas
están para el privilegio de la vista, que en el proyecto pictórico de Brueghel, incitan
a pensar reflexivamente, aunque de manera terrorífica, por sus obras del infierno.

Lo que hace único al Bosco es el patetismo humano, la extravagancia y su


temática sacada de la simbología de la alquimia. Por su parte Brueghel es
anarquista en su espacio pictórico y sus caprichos fantásticos son de grandes
proporciones. De ahí que sus grotescos seres sean una mezcla de animales y
humanos. Quizá no pretendió ser tan cruel al dejar sus mensajes moralizantes,

66
sino que quiso comunicar acerca del castigo de los pecados. Pero hay que decir
que en sus obras hay más de realismo que de pesadilla.

La distancia histórica y temporal entre el presente humanista del Renacimiento,


el pasado cristiano medieval y el pasado remoto (pagano) que renacía con fuerza,
había quedado establecida en la psique de los intelectuales y artistas de la Europa
del siglo XVI.

Burucúa (2003), epígono del pensamiento de Aby Warburg –para quien los
patrones clásicos atrajeron a los artistas del Renacimiento, junto con las formas de
la Antigüedad pagana–, plantea atinadamente que ―la cultura clásica se filtró de un
modo complejo y azaroso, a través del largo periodo medieval, para reemerger
convenientemente amañada en el Renacimiento‖ (p. 62).

IV. CONCLUSIONES

Ciertamente Brueghel tuvo libertad en su ser como artista, lo cual se da casi


siempre en la pintura del Renacimiento. Se dio en él la creación de un artista libre,
cuya pintura no era ya oficio ni mera manualidad. La preparación de Brueghel en
al arte de la pintura fue ardua y compleja, a la vez que su furia creativa y ansia de
manifestarse contradicen la idea de un férreo canon clásico o la categoría de lo
bello.

Según Burke (2000) ―Se puede hablar de dos renacimientos en el siglo XV,
centrados respectivamente en el norte de Italia y el sur de los Países Bajos, las
regiones más urbanizadas de la Europa de esa época‖ (p. 34). La concepción de
estos renacimientos paralelos tiene que considerar las similitudes y resistencias.
Esto es porque en Flandes y los Países Bajos las nuevas ideas incrustadas en
aquellas estructuras de pensamiento encontraron cierta resistencia debido a un
distanciamiento. ―Leer una idea antes que oírla de otro hace más fácil que el lector
permanezca distante y crítico. El lector puede comparar y contrastar los
argumentos de los textos, antes que verse abrumado por la presencia de un
orador‖ (Mann, 2000, p. 69).

―La diáspora protestante desempeño un papel importante no solo en la difusión


del Renacimiento sino en su asimilación en el norte de Europa‖ (Mann, 2000, p.
39). Pero la asimilación de la Antigüedad fue diferente, pues ―siempre había
67
habido una tensión entre los valores cristianos y el intento de hacer revivir la
Antigüedad pagana‖ (Burucúa, 2003, p. 64). Brueghel, inmerso en una sociedad
todavía católica, no abrazó la idea de la Antigüedad clásica.

La aportación de Brueghel al mundo del arte pictórico fue sobre todo su


temática: escenas de género, la vida cotidiana y campesina, fiestas y
celebraciones, proverbios populares. ―Se preocupó por los colores vivos y la figura
humana, como colectividad‖ (Letts, 1985, p. 102). El aspecto mencionado por Letts
se ve sobre todo en El triunfo de la muerte.

La temática católica-moralista a la que alude tiene un carácter enigmático, que


parece insondable, pero que en realidad pudimos desvelar su mensaje (ya que
una obra revela algo como un velo semiopaco). A la reunión de cristianismo y
ocultismo agrega referencias carnavalescas en su vertiente grotesca.

Brueghel agrega referencias a la sabiduría popular, los proverbios, en el


contexto del pensamiento holandés. Pinta obras que son un manifiesto: el castigo
por los pecados terrenales. Se trata de una forma de pensar los problemas
sociales y religiosos de la época.

La lengua flamenca de la época de Brueghel era rica en proverbios alegóricos.


Y Brueghel representó proverbios en sus cuadros poniendo significados ocultos y
enigmáticos, pero de una manera grotesca e imaginativa.

Con su preparación técnica como buen maestro flamenco, su creatividad


plástica se potencia con la técnica del óleo y otros materiales, que da grandes
posibilidades.

La riqueza de matices que nos presenta el Renacimiento holandés, da la


oportunidad de conocer las características de esa sociedad que lo hizo posible,
por las implicaciones que su presencia tuvo en la dinámica cultural de la época. Es
una sociedad que reconoce que el artista tuene el papel de intermediario que en
su pintura apostó por el presente junto con la reivindicación de la memoria clásica
del pasado.

Los artistas flamencos revitalizaron su arte con grandes trabajos en este tiempo
excepcional, dándole una nueva dirección. Este triunfo tuvo parte con los
mecenas, la nobleza de Borgoña y Flandes, luego los sucesivos Habsburgo
españoles.

68
Maneja con maestría el espacio del óleo, e incluso la flora y la fauna eran más
tridimensionales, con su aparente veracidad. La maravilla inspirada por la
escrupulosa observación de la naturaleza en su variedad refleja el matrimonio
Renacentista de ciencia y arte.

A pesar de la tradición medieval de la pintura del norte europeo, en este periodo


de la dinastía Habsburgo, Brueghel sobresale. Kultermann (1996), en cuanto al
progreso de la historia del arte, y ateniéndose a la visión de Giorgio Vasari,
menciona que ―[h]ay un ritmo de florecimiento, decadencia y renacer‖ (p. 30).
Porque de alguna manera el mundo antiguo fue el culmen de un gran desarrollo
artístico, luego llegó la relativamente oscura Edad Media, hasta que al fin se
impuso el Renacimiento.

La pintura de las mujeres malditas de Brueghel nos hace pensar que para él los
males son originarios, y quizá insuperables. Eso significa que la lucha contra el
mal es eterna, incesante. Todas las tentaciones están ahí: los bienes terrenales
que tientan, y el mal que fascina y atrae. Hasta en el infierno hay el castigo de los
placeres mundanos que acosan y hacen sucumbir al creyente.

La innovación de Brueghel era un estilo que, a la manera de otros pintores de la


Europa del norte, exploraba el mundo visual, donde se descubrían objetos y
paisajes maravillosos que podían ser emulados. Independientemente del
tratamiento personal que Brueghel da a su obra, tiene algo en común con el
Renacimiento italiano y se reconoce en él la herencia de las formas flamencas.

Como bien dijo Vasari (2007) ―el arte –el nuevo término que ahora significa
inventiva, habilidad y licencia poética del artista– ha añadido una nueva dimensión
a la aguda observación científica de la naturaleza. La combinación de ambos
factores crea el arte del Renacimiento pleno‖ (p. 64).

Por ultimo viene a colación la atinada frase de Bozal (1999), quien siguiendo
también una línea warburguiana, ―[l]a historia parece tener una infancia feliz (la
Antigüedad), una adolescencia traumática (la Edad Media) y una madurez (el
Renacimiento)‖ (p. 297).

69
Museo Mayer Van Der Bergh
Título: La loca Meg
Autor: Pieter Brueghel ―el Viejo‖ Época: Siglo XVI (1562)
Dimensiones: 115 x 161 cm. Forma: Bidimensional
Técnica: Óleo sobre tela

Descripción formal:
La pintura muestra un ejército de mujeres atípicas y demonios humanoides que brotan de ―la
boca del infierno‖. Destaca en el centro una mujer masculinizada que usa una armadura de
hombre y una espada. La escena se desarrolla simultáneamente en un mundo terrenal donde las
figuras demoniacas realizan acciones propias de hombres.

ESTADO DE CONSERVACIÓN

BUENO REGULAR MALO PÉSIMO

RECOMENDACIONES DE PRESERVACIÓN
Su estado de conservación es bueno, así que solo se recomiendan acciones de mantenimiento.
Se recomienda mantener la obra en las condiciones climáticas adecuadas.

OBSERVACIONES
Cuando Pieter Brueghel realizó el cuadro, estaba destinado a una serie de pinturas de similitud
estilística y composicional a El triunfo de la muerte.

FECHA DE ELABORACIÓN 17/05/2014

Croquis de localización: Amberes, Bélgica

70
MUSEO DE HISTORIA DEL ARTE DE VIENA
Título: Baile campesino
Autor: Pieter Brueghel ―el Viejo‖ Época: Siglo XVI (1569)
Dimensiones: 114 x 164 cm. Forma: Bidimensional
Técnica: Óleo sobre tela.

Descripción formal:
La pintura recrea la escena cotidiana de un pueblo donde los habitantes están celebrando un
festín popular. Destacan los personajes que están bebiendo y bailando, junto con una pareja a la
derecha y al fondo algunas más, además de un músico y un hombre aparentemente ebrio,
sentado a su lado.

ESTADO DE CONSERVACIÓN

BUENO REGULAR MALO PÉSIMO

RECOMENDACIONES DE PRESERVACIÓN
Su estado de conservación es bueno, así que solo se recomiendan acciones de mantenimiento.
Se recomienda mantener la obra en las condiciones climáticas adecuadas.

OBSERVACIONES
El cuadro no está firmado y fue pintado casi al mismo tiempo que Boda campesina. Los tamaños de ambos son
idénticos y pueden haber sido concebidos como una dupla o como parte de una serie que ilustra la vida campesina.

FECHA DE ELABORACIÓN: 17/05/2014

Croquis de localización: Austria, Viena

71
MUSEO DE HISTORIA DEL ARTE DE VIENA
Título: Boda campesina
Autor: Pieter Brueghel ―el Viejo‖ Época: Siglo XVI (1566)
Dimensiones: 114 x 164 cm. Forma: Bidimensional
Técnica: Óleo sobre tela.

Descripción formal:
El cuadro representa un banquete de pueblo, donde se celebra una boda, acompañada de
músicos y personajes que comen y beben, además de numerosas personas que ocupan la
escena, haciendo otras actividades

ESTADO DE CONSERVACIÓN

BUENO REGULAR MALO PÉSIMO

RECOMENDACIONES DE PRESERVACIÓN
Su estado de conservación es bueno, así que solo se recomiendan acciones de mantenimiento.
Se recomienda mantener la obra en las condiciones climáticas adecuadas.

OBSERVACIONES
FECHA DEpertenece
El cuadro ELABORACIÓN: |7/05/14
a un conjunto de tres obras de la misma época, donde las otras son Baile en
la boda y Baile campesino.
FECHA DE ELABORACION: 17/05/14

Croquis de localización: Viena, Austria

72
MUSEO DEL PRADO
Título: El triunfo de la muerte
Autor: Pieter Brueghel ―el Viejo‖ Época: Siglo XVI (1562)
Dimensiones: 117 x 162 cm. Forma: Bidimensional
Técnica: Óleo sobre tela.

Descripción formal:
El cuadro recrea una acción bélica del infierno en la tierra, representado por un paisaje terrenal
cubierto de fuego sobre todo en la parte superior. Algunos hombres y mujeres están tratando de
defenderse con lanzas y espadas de los seguidores de la muerte, que son el ejército de
maléficos esqueletos. En su esfuerzo inútil, los vivos son torturados de formas varias por estos

ESTADO DE CONSERVACIÓN

BUENO REGULAR MALO PÉSIMO

RECOMENDACIONES DE PRESERVACIÓN
Su estado de conservación es bueno, así que solo se recomiendan acciones de mantenimiento.
Se recomienda mantener la obra en las condiciones climáticas adecuadas.

OBSERVACIONES
El cuadro combina dos tradiciones visuales: la nativa del norte europeo de los grabados en
madera y la de los frescos de edificaciones del sur de Italia.
FECHA DE ELABORACIÓN: 17/05/2014

Croquis de localización: Madrid, España

73
MUSEOS ESTATALES DE BERLÍN
Título: Proverbios flamencos
Autor: Pieter Brueghel ―el Viejo‖ Época: Siglo XVI (1559)
Dimensiones: 117 x 163 cm. Forma: Bidimensional
Técnica: Óleo sobre tela.

Descripción formal:
El cuadro representa varios proverbios flamencos del siglo XVI, pintados figurativamente. Lo que
más ocupa la escena es la arquitectura del pueblo y luego el entorno cotidiano, donde hay
animales y personas al aire libre, en que estas últimas realizan acciones absurdas y violentas.

ESTADO DE CONSERVACIÓN

BUENO REGULAR MALO PÉSIMO

RECOMENDACIONES DE PRESERVACIÓN
Su estado de conservación es bueno, así que solo se recomiendan acciones de mantenimiento.
Se recomienda mantener la obra en las condiciones climáticas adecuadas.

OBSERVACIONES
Pieter Brueghel el Joven, hijo del artista, realizó copias de la obra del padre y pintó ejemplares del cuadro. No todas
las versiones de las copias muestran exactamente los mismos proverbios y difieren en detalles menores.

FECHA DE ELABORACIÓN: 17/05/2014

Croquis de localización: Berlín, Alemania

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