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Transformaciones de las Danzas

Las danzas tienen raíces desde Mesoamérica, durante la época de los Mayas y
Mexicas. Las danzas rituales a menudo están enlazadas con aspectos religiosos.

Con la llegada de los españoles, quisieron erradicar estas danzas pero era tal su
arraigo cultural que no pudieron hacerlo totalmente, algunas de esas danzas
tradicionales tenían orígenes ancestrales por lo que prefirieron adaptarlas según
sus intereses; las cristianizaron y les dieron nuevos significados y valores que
ayudaron en el proceso de aculturación y mestizaje; la danza se convirtió en un
recurso evangelizador, las antiguas deidades fueron sustituidas por santos y
vírgenes a quienes también había que venerar acompañándose de la danza.

Los conquistadores trajeron también sus bailes a la Nueva España, transformando


aquellas danzas referentes a los guerreros águila y guerreros jaguar en las de moros
y cristianos, entretejiendo así la hermosa trenza dorada de la danza mexicana, es
decir, fue a partir del siglo XVI que bajo el dominio de la cultura de conquista entraron
en contacto dos corpus de fiesta, uno traído de Europa y el otro ya existente en el
México prehispánico.

Poseedoras de aguda imaginación y de elevados poderes de invención, las diversas


razas indígenas de México modificaron de muy diversas maneras sus ancestrales
tradiciones dancísticas. Estas modificaciones fueron, con mucha frecuencia, más
cosa de apariencia que verdaderamente fundamentales y parece indudable que, a
pesar de esas transformaciones que aún hoy en día siguen teniendo lugar, el gran
número de los pasos y movimientos que se ejecutan actualmente en las danzas
tienen una gran antigüedad.

Cada una de ellas obtuvo una transformación la cual le da un significado diferente


a lo que era antes y nos permite ver y analizar cada uno de sus aspectos al momento
de su representación, de igual forma nos podemos dar cuenta de como estas
danzas conservan su toque prehispánico pero al mismo tiempo se muestra la
evangelización, por lo cual podemos predecir o adivinar cuáles de ellas han tenido
una transformación absoluta. (Terézia Anna Kernátsová, 2020, Bailes y Danzas
Mexicanas pp.2-3)

Las danzas autóctonas mexicanas

La danza autóctona mexicana tiene como antecedente a la danza prehispánica, que


al tomar ciertas características de otras culturas, sufrió cambios estructurales para
conformarse en lo que hoy conocemos como danzas autóctonas.

Este género se creó bajo el mando de los frailes europeos para conseguir una
pronta evangelización, ya que se percataron que los nativos indígenas gustaban de
la danza, el canto y la poesía: su vida estaba cargada de un sentido místico y
religioso. Desde un principio los indígenas les hicieron creer que estaban de
acuerdo con estos cambios, sin embargo, a quienes realmente les ofrecían sus
danzas eran a sus propias deidades.

Al sentirse perseguidos, muchos de los indígenas emigraron a zonas alejadas de la


civilización a conformar sus propias comunidades, esto permitió que gran número
de sus costumbres no sufrieran grandes cambios, tradiciones que a pesar del
tiempo todavía dan muestra de vida y que, pese a la influencia de culturas ajenas,
mantienen viva la esencia de culturas ancestrales.

Estas danzas se transmiten de padres a hijos, quienes apoyados por la gente


anciana de la comunidad, ayudan a que estas costumbres no desaparezcan, como
muchas otras que debido al mestizaje o a las modas han desaparecido.

Las danzas autóctonas están cargadas de religiosidad, respeto y devoción hacia la


naturaleza y sus dioses, sentimientos que unen en uno solo a la comunidad; unión
que no sólo les trae tranquilidad, sino que les permite la supervivencia espiritual en
este mundo tan complejo.

Toda la gente de la comunidad participa activamente en los rituales que realizan,


uniendo esfuerzos e ideas para conseguir una buena celebración; algunos
participan como músicos o danzantes, otros combinando estas dos habilidades, los
de mayor experiencia participan como mayordomos que se encargan de organizar
y financiar las actividades. Las mayordomías se heredan a los hijos y éstos a su vez
a los propios, quienes tienen como parte de su responsabilidad, enseñar y practicar
las danzas dentro de la comunidad. (Alberto Dallal,1997, La danza en México en el
siglo XX, Lecturas mexicanas, pp. 24-26.)

La Romería de Zapopan

Jalisco realiza una de las celebraciones para venerar a la virgen María, en sus
representaciones más populares en Talpa de Allende, Zapopan.

Esta festividad se remonta al pasado, cuando el pueblo de los caxcanes fue


evangelizado por los españoles y renunciaron a su dios Xopizinttli para aceptar la
imagen de la virgen.

Sin embargo, asociaron sus creencias con las entonces impuestas, generando un
ritual ancestral, una representación cultural y religiosa a través de la Romería.

La imagen de la Reina de Jalisco simbolizó un estandarte y se nombró Generala del


Ejército Trigarante durante la guerra de Independencia de México, por eso en el
peregrinar siempre la acompañan las bandas de guerra.

En la Romería, nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la


UNESCO en 2018, miles de creyentes acompañan a la virgen cada 12 de octubre
de la Catedral de Guadalajara a la Basílica de Zapopan. ( Martínez, R. & Reynoso,
2018 A.: “LA ROMERÍA DE ZAPOPAN TRADICIÓN QUE SOBREVIVE AL EMBATE
GUADALUPANO”438-439)

“Los danzantes, en este recorrido, son los que representan el mestizaje, a través
del baile, los sonidos de los cascabeles y tambores, la voz, la pintura en los
rostros, los trajes, que rinden oración a La Generala conectándola con la
Luna.[…]

Los danzantes recobran significado, reivindican su importancia, su presencia,


para no olvidar el derramamiento de sangre ante las imposiciones de la
invasión española”. ( Martínez, R. & Reynoso, 2018 A.: “LA ROMERÍA DE
ZAPOPAN TRADICIÓN QUE SOBREVIVE AL EMBATE GUADALUPANO”438-439)

Fotografías: Tomadas por el ayuntamiento de Zapopan

Huehuentones de Huautla de Jiménez

Los huehuentones, son los alegres viejos que regresan como las almas de los
difuntos en la temporada de día de muertos.

Cada 27 de octubre salen los huehuentones, hombres que con atuendos


tradicionales, máscaras de madera y sombreros de mimbre, recorren las calles
llenas de neblina cantando versos en mazateco que recuerdan historias del pasado,
“es una tradición muy antigua que nació en la Sierra Mazateca antes de la conquista
de México”, según el discurso del ex presidente municipal Mario de la Cruz en la
inauguración del festival de los huehuentones el día 27 de octubre de 2013.

El término Huehuentón “es una palabra de origen náhuatl que se refiere a los viejos
se sabe de varios carnavales de huehues difundidos en distintas partes del país y
se les llama de manera similar, huehueche, huehuenchones, huehuetones, etcétera;
sin embargo, en mazateco se les llama de dos maneras distintas: una de ellas es
chamab, y según la etimología mazateca cha significa gente, mientras mab significa
negro, por lo que se traduciría como hombres negros, concepto que hace alusión a
los muertos y es lo que simbolizan estos personajes”,(Quintana: 2007:69).

Los que han decidido contribuir en esta fiesta se dan cita en el panteón municipal,
se hacen partícipes de una ceremonia ritual en donde se utilizan 52 velas que sirven
para pedir a las ánimas el permiso de iniciar la fiesta. Una vez concluido este rito se
escucha el violín y con un grito de emoción se marca el inicio de la procesión que
año con año se sigue conservando como una muestra de las creencias mazatecas.

Las decenas de huehuentones tienen como obligación visitar la Catedral de San


Juan Evangelista y el altar de muertos que se ubica en su interior, si lo desean
pueden escuchar la celebración religiosa y una vez consumada, los huehuentones
pueden dispersarse por las calles y casas de este pueblo mágico en donde se les
invita a bailar, cantar, degustar bebidas y alimentos.

Esta peculiar tradición forma parte de las creencias que envuelven el regreso de los
seres queridos a este mundo para convivir con amigos y familiares entre música,
atole agrio, tesmole y la gastronomía mazateca. Estas magníficas representaciones
recorren cada noche las calles de Huautla de Jiménez del 27 de octubre al 2 de
noviembre de cada año. (INI.1981,El día en que vienen los muertos, Mazatecos I,
México.)

Fotografías: Tomadas por el ayuntamiento de Oaxaca


Conclusión

Las danzas prehispánicas no sólo representan a las comunidades indígenas y las


distingue, también las hace conectar con sus raíces y ancestros, para la mayoría
aceptar está transformación, hace que sea un proceso difícil por el apego
significativo, pero al final terminaron aceptando para poder preservar su danza
aunque con un significado diferente.

Es importante conocer el origen de las danzas y cómo es que hoy en día se


representan, pues esto hará que concienticemos más acerca de como es que poco
a poco se va perdiendo el verdadero significado y representación que originan a
estás danzas.

BIBLIOGRAFÍA

Kernátsová Terézia, Anna,”Bailes y danzas mexicanas”,Ámbito humanístico.nstituto Federico García


Lorca, Sección Bilingüe de Bratislava pp.1-10

D.V.Carlos, La danza Folklorica capitulo 2 1-47

Alberto Dallal,1997, La danza en México en el siglo XX, Lecturas mexicanas, pp. 24-26.

INI.1981,El día en que vienen los muertos, Mazatecos I, México

International Journal of Scientific Management and Tourism (2018) 4-1: 435-467, Martínez, R. &
Reynoso, A.: “LA ROMERÍA DE ZAPOPAN TRADICIÓN QUE SOBREVIVE AL EMBATE GUADALUPANO”

Teófilo Zaragoza García,2018,Ciudad de México, “LA PRÁCTICA CULTURAL DE CHÁJMAN


(HUEHUENTONES):UN RECURSO SOCIOEDUCATIVO ENTRE LOS MAZATECOS DE SAN MIGUEL NUEVO,
SANTA MARÍA CHILCHOTLA, OAXACA”. TESIS: LICENCIADO EN EDUCACIÓN INDÍGENA.

Consultado en: https://ciudadolinka.com/2023/10/12/pasado-prehispanico-y-religioso-las-danzas-


como-oracion-en-la-romeria/

Consultado en: https://www.viveoaxaca.org/2020/10/Huehuentones.html?m=1

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