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Jefe de Grupo:
Diego Lujano
Tutor: Patricia López Manzur
XANTOLO
Es uno de los festejos más importantes de la zona norte del estado de Veracruz, se
celebra generalmente del 31 de octubre al 3 de noviembre y se lleva a cabo en
poblaciones como Tempoal, Pánuco, Platón Sánchez, El Higo y Tantoyuca entre otras,
aunque es en el pueblo de Tempoal (comienza el día 28 de octubre) donde la
celebración se encuentra más arraigada a sus raíces.
Con varios días de anticipación comienzan los preparativos con la puesta de los
elementos decorativos de los altares en los hogares. Durante las días de fiesta se
utilizan cohetes para atraer a los espíritus buenos y alejar los malos para que puedan
llegar los fieles difuntos al hogar.
Se lleva a cabo una presentación los días 1 y 2 con los típicos “viejos” que al son de “La
viejada” representan el regreso de las almas de los muertos, quienes pueden entrar a
tomar los alimentos de los altares de las casas que ellos quieran, aunque detrás de
ellos viene la muerte para regresarlos al mundo de los muertos.
El día 31 de octubre también los niños recorren las calles en comparsas como almas de
“chiquitos” que entran a las casas a recoger sus ofrendas.
El 3 de noviembre la comparsa de “viejos” danza por la ciudad con dirección al
cementerio donde se mezclan con las familias que visitan a sus difuntos ofrendándoles
alimentos, flores y música.
LA CANTADA-NAOLINCO
Las fiestas de los fieles difuntos y de todos los santos que se celebran los días de
muertos en todo el país, en el municipio de Naolinco; estas fiestas arrancan con la
noche de “la cantada”, misma que consiste en visitar las casas donde se han elaborado
los altares y entonar allí los cantos de alabanzas y de los alabados; los cuales se tratan
de un tropo literario o juego de palabras que son creaciones de los habitantes de este
municipio.
Los cánticos son dedicados a santos, mártires y a personas relacionadas con la
religión. La fiesta de “la cantada de la Noche” inicia cuando los grupos de habitantes y
creyentes de esta tradición se dirigen al cementerio a cantar frente a la tumba de un
familiar la primera cantada de la noche, y posteriormente se desplazan de casa en casa
entonándola respetuosamente.
La tradición dicta que como muestra de agradecimiento de los cánticos, los dueños de
las viviendas ofrecen una copa de vino de fruta y los platillos preparados para la
ocasión, mientras que por las calles se cruzan niños, jóvenes y adultos alternando las
visitas a las diferentes viviendas.
La noche de “la cantada” en Naolinco se convierte en un ir y venir constante por las
calles del pueblo hasta la madrugada. Esta fiesta tradicional del lugar concluye hasta
tempranas horas de la mañana con la visita al cementerio.