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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA

CAMPUS SANTO DOMINGO


FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD E INGENIERÍA

PROFESORA SANDRA GUADALUPE LAGUNES GÁLVES


BIOLOGÍA GENERAL 112 T
ESTUDIANTE CRYSTAL TINEO GRULLÓN
MAR. 23 DE ENERO 2024
CICLO CELULAR Y MITOSIS
El texto aborda el ciclo celular y la mitosis en células eucariotas. Se destaca que no todas las
células se dividen, y algunas, como los glóbulos rojos y las células musculares, no lo hacen
después de madurar. El ciclo celular se divide en dos fases principales: la interfase, donde la
célula se prepara para la división, y la fase M, que incluye la mitosis y la citocinesis.

INTERFASE
Durante la interfase, la célula crece y se activa metabólicamente. La fase S implica la duplicación
del ADN y la síntesis de proteínas histonas. La fase G1 es un período de crecimiento y
metabolismo, mientras que la G2 precede a la mitosis y se caracteriza por un aumento en la
síntesis de proteínas.
La fase M comprende la mitosis y la citocinesis. La mitosis produce dos núcleos con
cromosomas idénticos al núcleo parental. La citocinesis, que comienza antes de que la mitosis
termine, implica la división del citoplasma para formar dos células hijas.
La mitosis se divide en cinco etapas: profase, prometafase, metafase, anafase y telofase. En
resumen, el texto proporciona una descripción detallada del ciclo celular eucariota, destacando
las fases y procesos clave involucrados en la división celular.
1. PROFASE
Durante la profase, la primera etapa de la mitosis, los cromosomas duplicados experimentan
una condensación visible al microscopio. La cromatina se enrolla, haciendo que los cromosomas
sean más cortos y delgados, facilitando su distribución a las células hijas. En esta fase, los
cromosomas son teñidos y se vuelven visibles como cuerpos oscuros. Cada cromosoma,
duplicado durante la fase S, consiste en un par de cromátidas hermanas, unidas en el
centrómero. Las cohesinas, complejos proteicos anulares, mantienen unidas a las cromátidas
hermanas, especialmente en el centrómero, asegurando la segregación cromosómica precisa.
Cada centrómero tiene un cinetocoro asociado, un complejo multiproteínico al que se unen los
microtúbulos. Estos microtúbulos contribuyen a la distribución cromosómica durante la mitosis,
asegurando que cada célula hija reciba una copia de cada cromosoma. La célula en división se
describe metafóricamente como un globo con una línea ecuatorial que determina el plano
medio, y los microtúbulos forman el huso mitótico, una estructura que separa los cromosomas
duplicados durante el anafase.
Cromátidas hermanas y centrómeros
En la mitosis, las cromátidas hermanas, formadas por fibras de cromatina enrolladas, están
fuertemente asociadas en sus regiones centrómeras, cada una con un cinetocoro que sirve
como sitio de adhesión microtubular. Los microtúbulos, esenciales para la formación del huso
mitótico, se extienden desde los polos hasta el plano medio de la célula. En células animales, los
centros organizadores de microtúbulos tienen centríolos, rodeados por material pericentriolar,
duplicados durante la fase S de la interfase. Durante la profase, los microtúbulos se irradian
desde el pericentriolo, formando ásteres que migran a los polos opuestos, estableciendo así los
dos polos del huso mitótico. Las células animales difieren de las vegetales en la organización
detallada del huso mitótico, destacando la presencia de centríolos en las primeras.
2. PROMETAFASE
En la prometafase de la mitosis, la envoltura nuclear se fragmenta, permitiendo que los
microtúbulos del huso se conecten con los cromosomas. Las unidades fragmentadas de la
envoltura nuclear son capturadas en vesículas para su reutilización en las células hijas. Durante
este proceso, el nucléolo se contrae, el huso mitótico se forma completamente y los
cromosomas duplicados se dispersan en la región nuclear. Los microtúbulos del huso se alargan
y contraen en un proceso de "búsqueda y captura", aparentando buscar a los cromosomas.
Cuando un microtúbulo se acerca a un centrómero, es capturado por el cinetocoro de un
cromosoma duplicado, moviéndolo hacia el plano medio de la célula. Durante estos
movimientos, los microtúbulos se acortan o alargan, especialmente en el extremo del
cinetocoro. Las cromátidas hermanas quedan unidas a los microtúbulos del huso desde polos
opuestos, y los cromosomas se desplazan hacia el plano medio de la célula. A medida que la
célula avanza de la prometafase a la metafase, las cohesinas se disocian de las cromátidas
hermanas, liberándolas entre sí, aunque algunas cohesinas permanecen cerca del centrómero.
En resumen, la prometafase marca eventos clave en la preparación para la división celular, con
la conexión de los microtúbulos a los cromosomas y el inicio de su movimiento hacia el centro
de la célula.
3. METAFASE
En la metafase de la mitosis, todos los cromosomas duplicados se alinean en el plano medio de
la célula, conocido como la placa metafase. Cada cromátida hermana de un cromosoma está
unida por su cinetocoro a los microtúbulos de un polo, mientras que su cromátida hermana está
unida a los microtúbulos del polo opuesto. El huso mitótico comprende tres tipos de
microtúbulos: los polares, que se extienden desde cada polo hasta la región ecuatorial; los
cinetocoros, que se unen a los cinetocoros de los cromosomas; y los astrales, microtúbulos
cortos que forman ásteres en cada polo.
Durante la metafase, cada cromátida aparece completamente condensada y es claramente
visible. Este momento es crucial para examinar el cariotipo y detectar posibles anomalías
cromosómicas. Al final de la metafase, las proteínas de cohesina que unen a las cromátidas
hermanas en sus centrómeros se disocian, marcando la transición a la siguiente etapa, el
anafase. En resumen, la metafase se caracteriza por el alineamiento preciso de los cromosomas
en el plano medio de la célula y la visibilidad óptima de su estructura.
4. ANAFASE
Durante el anafase de la mitosis, las cromátidas hermanas se separan, convirtiéndose en
cromosomas individuales que se mueven hacia polos opuestos de la célula utilizando los
microtúbulos del huso como guía. Los cinetocoros, unidos a los microtúbulos cinetocoro, lideran
el camino, mientras que los brazos del cromosoma quedan atrás. Este proceso culmina cuando
todos los cromosomas alcanzan los polos celulares.
Los biólogos celulares han avanzado en la comprensión del mecanismo del movimiento
cromosómico en el anafase, utilizando diversas técnicas como micrografías electrónicas y
microláseres para estudiar los movimientos cromosómicos y perturbar físicamente células en
división. Aunque los microtúbulos carecen de propiedades elásticas o contráctiles, contribuyen
al desplazamiento de los cromosomas mediante procesos dinámicos de despolimerización en su
extremo más cercano al plano medio de la célula, jalonando así los cromosomas hacia los polos.
Además, durante el anafase, el huso mitótico se alarga parcialmente debido a que los
microtúbulos polares, asociados con proteínas motoras, se deslizan unos sobre otros en el plano
medio. Este deslizamiento reduce el traslape, empujando indirectamente los cromosomas hacia
los polos opuestos. En conjunto, estos mecanismos aseguran la separación exitosa de los
cromosomas durante el anafase.
5. TELOFASE
Durante la etapa final de la mitosis, telofase, los cromosomas llegan a los
polos y existe un retorno a las condiciones tipo interfase.

LA CITOCINESIS
La citocinesis, última fase de la división celular, se inicia generalmente durante la telofase y
forma dos células hijas separadas. En células animales y fúngicas, la citocinesis comienza con la
formación de un anillo contráctil de actomiosina, integrado a la membrana plasmática y ubicado
en la región ecuatorial, perpendicular al huso mitótico. Este anillo se contrae, generando un
surco divisor que se profundiza gradualmente y divide el citoplasma en dos células hijas, cada
una con su propio núcleo. En células vegetales, la citocinesis se lleva a cabo mediante la
formación de una placa celular en la región ecuatorial del huso. Esta placa, originada a partir de
vesículas del complejo de Golgi, crece lateralmente hacia la pared celular y contribuye tanto a la
formación de la pared celular primaria como a la lamela media, que cementa las paredes
celulares. Las membranas vesiculares se fusionan para convertirse en la membrana plasmática
de cada célula hija.
Es importante destacar que la citocinesis es esencial para evitar la formación de células
multinucleadas. En ciertos tipos celulares, como en los mohos mucilaginosos plasmodiales, la
mitosis no se sigue de la citocinesis, resultando en un cuerpo celular masivo y multinucleado. En
resumen, la citocinesis es crucial para la formación de células hijas independientes y asegura la
distribución adecuada de los componentes celulares.
La mitosis genera células genéticamente idénticas a la célula madre
La mitosis garantiza la producción de dos células genéticamente idénticas a la célula parental,
asegurando que cada núcleo hija reciba el mismo número y tipos de cromosomas que la célula
progenitora. Esta regularidad es esencial para mantener la composición genética consistente en
un organismo multicelular. Las células que reciben un número anormal de cromosomas debido
a mal funcionamiento en la división celular pueden presentar anomalías significativas y,
frecuentemente, no sobreviven.
Aunque la mitosis se encarga de la ordenada distribución de cromosomas (y centríolos si están
presentes), la variabilidad de orgánulos citoplásmicos como mitocondrias y cloroplastos
también es esencial para el funcionamiento celular. Estos orgánulos contienen su propio ADN y
se reproducen por división, un proceso no mitótico que se asemeja a la división celular
procariótica. Esta replicación generalmente ocurre durante la interfase, y como muchas copias
de cada orgánulo están presentes en cada célula, la citocinesis se encarga de distribuir
proporcionalmente los orgánulos en el citoplasma de cada célula hija.
Sin núcleos, las procariotas se dividen por fisión binaria
Las procariotas, como bacterias y arqueas, carecen de núcleos y se reproducen asexualmente
mediante un proceso llamado fisión binaria. Aunque su ADN es más simple que el de las células
eucariotas y consta generalmente de un solo cromosoma circular, la distribución precisa del
material genético es esencial para asegurar que las células hijas sean genéticamente idénticas a
la célula parental.
En la fisión binaria, la molécula de ADN circular se replica, resultando en dos cromosomas
idénticos. La replicación comienza en un lugar específico llamado origen de replicación y
progresa en ambas direcciones hasta encontrarse. Posteriormente, los cromosomas hijas se
separan y se desplazan hacia extremos opuestos de la célula alargada. La citocinesis, controlada
por el anillo Z, una proteína de andamiaje, se encarga de dividir el citoplasma mediante la
invaginación de la membrana plasmática entre las dos copias de ADN. Finalmente, se sintetiza
una nueva pared celular transversal entre las dos células, completando el proceso de
reproducción bacteriana.

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