Exposición detallada del origen del sistema monetario en el Mediterráneo del
siglo VII a.C. y análisis de algunas de las piezas más bellas del arte numismático griego. Uno de los soportes más icónicos del arte griego fueron sus monedas. Objetos clave del desarrollo económico occidental que hallaron su origen y momento de expansión en el periodo de la gran colonización griega del Mediterráneo. La Hélade -aquello que de forma un tanto laxa e incorrecta llamamos Grecia Antigua-, jamás estuvo unificada sino que se articuló en más de 500 ciudades estado que acuñaron sus propias monedas escogiendo para cada una de ellas el peso, valor y forma que consideraron más oportuno. No obstante, la moneda no nació en Grecia sino que vino de oriente. Los arqueólogos sitúan su origen en los reinos de lidia en torno al 650 .C. siendo importnt saber que antes de esta fecha no hay constancia en euroasia del uso de un sistema monetario. Los intercambios se realizaban por medio de complicadas equivalencias imaginarias de diversos productos como la sal, las plumas, los metales o las piedras preciosas. Sin embargo, las primeras monedas orientales, nada tenían que ver con lo que nosotros llevamos hoy en los bolsillos, sino que eran, en su forma primaria, meras pepitas de electro con un peso determinado que medía su valor. El electro o electrum no es sino una aleación de oro y plata, que los antiguos llamaban oro blanco, con trazas de otros minerales, que se encuentra naturalmente en los ríos auríferos. Las primeras monedas griegas aparecieron en la isla de Egina, situada en medio del Golfo Sarónico, sobre el año 600 a. C., aunque hay estudiosos que las datan un poco antes. Eran de plata y se identificaban por la imagen de una tortuga como símbolo de la prosperidad de la ciudad basada en el comercio marítimo.
LAS FORMAS DE GOBIERNO EN LA ANTIGUA GRECIA
Existieron varios sistemas de gobierno durante la historia de la civilización griega, como: La monarquía. Fue el gobierno que tenía como figura central a un rey que recibía el trono a través de la herencia familiar. En Atenas funcionó una monarquía encabezada por un rey que gobernaba junto a un consejo de nobles, llamados eupátridas, hasta que las reformas de Solón en el siglo VI a. C. establecieron una oligarquía. En Esparta funcionó una diarquía, en la que gobernaban dos reyes acompañados por un consejo de ancianos llamado gerusía. El reino de Macedonia, desde el que Alejandro Magno conquistó gran parte del mundo entonces conocido, y los reinos helenísticos que se formaron tras su muerte, tenían sistemas monárquicos. La oligarquía. Fue el tipo de gobierno que concentraba el poder en un grupo pequeño de individuos, generalmente de la misma clase social. En Atenas, este sistema fue implementado por Solón en el siglo VI a. C., quien dividió a la sociedad en clases con distintos niveles de participación política según sus ingresos económicos, en contra del sistema previo basado en la pertenencia a un linaje. Los más pobres pudieron por primera vez votar en una asamblea que se llamó ecclesía. Algunos escritores de la antigua Grecia consideraban a la oligarquía una forma degenerada de un modelo ideal de gobierno llamado aristocracia (el “gobierno de los mejores”), aunque el término aristocracia suele ser usado por los historiadores para referirse a los sectores sociales que poseían tierras y privilegios hereditarios. La tiranía. Fue el tipo de gobierno que encabezaba un individuo que había tomado el poder de una polis por la fuerza, tras derrocar al gobierno precedente gracias al apoyo popular o militar. El tirano se destacaba por asumir un poder absoluto y, aunque algunos tiranos fueron impopulares (sobre todo, entre la aristocracia), otros fueron apreciados por los ciudadanos. En Atenas, Pisístrato instauró una tiranía a mediados del siglo VI a. C., al ocupar el gobierno de la polis por la fuerza, y si bien fue tolerado debido a su moderación, sus hijos y sucesores Hipias e Hiparco fueron repudiados. La democracia. Fue la modalidad de gobierno introducida en Atenas a finales del siglo VI a. C. y adoptada luego en otras polis. Tras el derrocamiento de los tiranos en Atenas, un aristócrata llamado Clístenes propuso una reforma radical para evitar el retorno de la tiranía. Estableció el principio de la isonomía (es decir, la igualdad legal y política de todos los ciudadanos, con independencia de su linaje y riqueza) y la división territorial en demos, cuyos ciudadanos participaban en las asambleas. Esto dio nacimiento a la democracia, en la que todos los hombres libres participaban políticamente (pero permanecían excluidas las mujeres y los esclavos).
Grecia clásica: Una guía fascinante de una época de la antigua Grecia que influyó en la civilización occidental, desde las guerras persas y el ascenso de Atenas hasta la muerte de Alejandro Magno