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Serie de folletos No.

50-S

La función del FMI


El financiamiento y su interacción con
el ajuste y la supervisión

Paul R. Masson y Michael Mussa

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL


Washington
1995

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


ISSN 0252-2993
ISBN 1-55775-585-X

Las opiniones expresadas en este folleto son las de los autores y no deben
atribuirse a los directores ejecutivos de la institución ni a sus respectivas
autoridades nacionales.

El término "país" empleado en esta publicación no se refiere en todos los casos a una
entidad territorial que sea un Estado, tal como éste se entiende en el derecho y la prác-
tica internacionales. Dicho término abarca también algunas entidades territoriales
que no son estados, pero acerca de las cuales se mantienen y publican datos
estadísticos a nivel internacional en forma separada e independiente.

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Índice

Prefacio v

Introducción 1
Base del fínanciamiento del FMI 3
Organización del folleto 4
Principales propuestas de reforma 6

Transformación del entorno internacional 8


Flexibilidad de los tipos de cambio 8
Expansión de los flujos de capitales privados 14
Mantenimiento de la paridad cambiaría 17
Financiamiento de los déficit en cuenta corriente 18
Creciente integración de las economías nacionales 20
Mayor número de países miembros 24

Fundamentos del financiamiento del FMI 25


Imperfecciones del mercado 26
Bienes públicos internacionales 28

Lecciones de la crisis mexicana en materia


de supervisión y financiamiento 30

Implicaciones para la necesidad futura


de recursos del FMI 36
Necesidades potenciales de financiamiento de los países 37
Efectos de contagio y efecto "monzón" 39
Efectos de la supervisión en la necesidad de financiamiento
que brinda el FMI 41

Bibliografía 43

Cuadros
1. Razones entre reservas, excluido el oro,
e importaciones de bienes y servicios 9
2. Correcciones de grandes déficit en cuenta corriente
y variaciones del producto, el tipo de cambio real
y las reservas 15

iii

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ÍNDICE

3. Países industriales y países en desarrollo de ingreso


mediano; variación mensual de las reservas brutas
en relación con las cuotas ante el FMI (1985-93) 16
4. Flujos netos de financiamiento externo a los países
en desarrollo y a las economías en transición 22
5. Correlación entre los rendimientos de algunos bonos
Brady de América Latina y los rendimientos de los
bonos Brady mexicanos; enero 1993-marzo 1995 24

Gráficos
1. Estados Unidos: Tipo de cambio efectivo real,
saldo en cuenta corriente y posición fiscal
del gobierno general 12
2. Italia y Suecia: Tipo de cambio efectivo real y
saldo en cuenta corriente 13
3. Flujos de comercio en relación con el PIB 21

iv

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Prefacio
En ocasión del cincuentenario del FMI en 1994 se han llevado a cabo
varias conferencias y estudios en los que se ha considerado la posible
evolución futura de la institución. Además, los cambios que han tenido
lugar en el entorno económico internacional como resultado de una ma-
yor integración de los mercados financieros y de la proliferación de los
flujos de capital han provocado inquietudes desde diferentes perspecti-
vas, lo que exige una revaluación sistemática de la función de financia-
miento que le compete al FMI. La perentoriedad de dicho estudio ha
sido puesta de relieve por lo acontecido recientemente, sobre todo la cri-
sis cambiaría que padeció Europa en 1992 y 1993 y la crisis económica
y financiera de México en 1994 y 1995.
Este folleto trata un aspecto de esta revaluación global: las razones que
justifican el respaldo financiero del FMI y la relación que existe entre ese
respaldo y la supervisión que ejerce la institución con el objeto de corre-
gir desequilibrios de las balanzas de pagos de los países miembros.
El texto original en inglés está basado en un documento preparado por
los autores como parte de la respuesta a la solicitud que formulara el Co-
mité Provisional de que el Directorio Ejecutivo examinase la función del
FMI. Los autores agradecen a Peter Clark, Donald Mathieson y Steven Sy-
mansky, del Departamento de Estudios, por sus aportes y comentarios; se
han recibido asimismo valiosos comentarios sobre los borradores de cole-
gas de otros departamentos. Claire Adams colaboró en los aspectos de
estadística e informática y Rosalind Oliver mecanografió numerosos
borradores, además de la revisión final del folleto.

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La función del FMI
El financiamiento y su interacción
con el ajuste y la supervisión

Introducción
El Convenio Constitutivo1 define una amplia gama de responsabilidades
del FMI. El Artículo I especifica que los fines del FMI son: fomentar la
cooperación monetaria internacional; facilitar la expansión del comercio
internacional contribuyendo así a alcanzar y mantener altos niveles de ocu-
pación y de ingresos reales; fomentar la estabilidad cambiaría; coadyuvar
a establecer un sistema multilateral de pagos para las transacciones corrien-
tes y eliminar las restricciones cambiarías; infundir confianza a los países
miembros poniendo recursos a su disposición temporalmente y con las ga-
rantías adecuadas para reducir al mínimo los disturbios derivados de la co-
rrección de los problemas de balanza de pagos, y ayudar a aminorar el gra-
do de desequilibrio de las balanzas de pagos de los países miembros. El
Convenio Constitutivo original fue enmendado para incorporar nuevas res-
ponsabilidades del FMI, sobre todo la supervisión y la administración del
Departamento de DEG. En la práctica, las funciones del FMI fueron evo-
lucionando como respuesta a las cambiantes circunstancias de la economía
mundial y de las necesidades de sus países miembros.
En conjunción con el quincuagésimo aniversario de las instituciones de
Bretton Woods, se ha puesto gran atención en la función del FMI; la recien-
te crisis económica de México ha centrado aún más la atención. En su reu-
nión de abril de 1995, el Comité Provisional, principal órgano rector del
Fondo Monetario Internacional (1995c), consideró varias iniciativas para
fortalecer la eficacia de la institución, sobre todo en materia de supervisión,
e hizo un llamado a que se examinase nuevamente "la evolución del papel
del FMI en un entorno de mayor mundialización e integración . . .". El

1
Adoptadoen la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas celebrada en
Bretton Woods, New Hampshire, el 22 de julio de 1944. El Convenio Constitutivo ha sido
revisado tres veces, y las enmiendas entraron en vigor en 1969, 1978 y 1992.

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

Comité Provisional (Fondo Monetario Internacional (1995c)) solicitó espe-


cíficamente al Directorio Ejecutivo que:
siga examinando si los recursos del FMI son suficientes y, en relación con su
examen del papel del FMI, que prosiga su labor relativa a la undécima revisión
general de cuotas . . .
se examinen los asuntos relacionados con los préstamos de los países miembros
al FMI . . .
inicie una amplia evaluación . . . del papel y las funciones del DEG [Derecho
Especial de Giro] . . .
examine las opciones para continuar financiando y adaptando el SRAE [servi-
cio reforzado de ajuste estructural] . . .
[y considere] la manera en que el FMI puede ayudar mejor a los países miem-
bros a hacer frente a perturbaciones súbitas de los mercados.

Dentro de este nutrido programa de trabajo, este folleto tiene un pro-


pósito relativamente específico: dar un fundamento racional al respaldo
financiero del FMI y a la relación entre dicho respaldo y la supervisión
del FMI para cumplir con su responsabilidad de procurar evitar y ayudar
a corregir los desequilibrios en las balanzas de pagos de los países.
Además del financiamiento, el FMI tiene importantes funciones de su-
pervisión de la economía internacional y de la política económica de los
países miembros, suministro de asistencia técnica, así como compilación
y presentación de estadísticas y otro tipo de información sobre las econo-
mías de los países miembros y la economía internacional. Estos aspectos
de las actividades del FMI son importantes independientemente de su in-
teracción con el financiamiento. En este folleto, sin embargo, estas fun-
ciones se consideran sólo en la medida en que interactúan con el finan-
ciamiento que el FMI concede a sus países miembros. Sería enorme la
tarea de tratar de abarcar detalladamente, en un solo documento, la fun-
ción integral del FMI. Esto significa que este folleto debe considerarse en
el contexto de otros elementos conexos del examen constante de las acti-
vidades y responsabilidades de la institución. Cabe aclarar que no se re-
consideran muchos asuntos vinculados al fortalecimiento de la supervi-
sión que ejerce el FMI; no se analizan cuestiones específicas sobre el
monto y distribución de las cuotas, las fuentes de financiamiento para el
FMI ni el alcance de sus servicios financieros, y en gran medida se dejan
de lado esferas importantes, como la asistencia técnica y la distribución
de liquidez incondicional en forma de asignaciones de DEG.

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Introducción

Base del financiamiento del FMI


La fundamentación general del respaldo financiero que ofrece el FMI a
sus países miembros está claramente prescrita en el Artículo I, inciso v)
del Convenio Constitutivo:
Infundir confianza a los países miembros poniendo a su disposición temporal-
mente y con las garantías adecuadas los recursos generales del Fondo, dándo-
les así oportunidad de que corrijan los desequilibrios de sus balanzas de pagos
sin recurrir a medidas perniciosas para la prosperidad nacional o internacional.

La idea de infundir "confianza a los países miembros" se refiere no so-


lamente a ofrecer respaldo a los países que están en dificultades, sino
también a la expectativa razonable de que se dispondrá del apoyo adecua-
do a los países miembros que acepten los riesgos inevitables (y en gene-
ral aceptables) de adoptar una política económica más abierta. El concep-
to de ofrecer respaldo "temporalmente y con las garantías adecuadas" no
sólo protege los recursos del FMI sino que también hace que la expecta-
tiva de apoyo no incentive la adopción de medidas inadecuadas ni induz-
ca un aplazamiento del ajuste necesario. El requisito de que exista una
necesidad de balanza de pagos limita el alcance del respaldo del FMI 2 . El
objetivo de actuar "sin recurrir a medidas perniciosas para la prosperidad
nacional o internacional" no expresa la poca probabilidad de efectuar un
ajuste sin sacrificios, sino la expectativa realista de que el respaldo con-
dicional a programas vigorosos de ajuste puede coadyuvar a impedir
ajustes que son innecesariamente nocivos para el país en cuestión y para
los países con los que mantiene relaciones en el ámbito del comercio y
las finanzas internacionales.
En el Convenio Constitutivo original, la responsabilidad del FMI en lo
que se refería a la vigilancia de los tipos de cambio en el sistema de pa-
ridades abarcaba lo que posteriormente se volvió su función de supervi-
sión en el sistema de tipos de cambio mixtos que prevaleció desde prin-
cipios de la década de los años setenta. Desde el punto de vista legal, el
mandato de la supervisión por parte del FMI es separado y distinto del
mandato del financiamiento que concede la institución, pero sin embargo

2
E1 requisito formal de necesidad de "balanza de pagos" está establecido en el Artículo V
del Convenio Constitutivo del FMI, el cual estipula en la Sección 3 b) ii) que todo país
miembro tendrá derecho a comprar al FMI las monedas de otros países miembros siempre y
cuando "declare que necesita realizar la compra debido a su posición de balanza de pagos o
de reserva o a la evolución de sus reservas".

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

la supervisión interactúa con los fines del financiamiento y con las nece-
sidades que del mismo tienen los países3. La supervisión eficiente por
parte del FMI y la respuesta constructiva de los países miembros deberá
ayudar a evitar o a aminorar la gravedad de las perturbaciones generales
en la economía mundial y los problemas específicos de los países que se
suman a las causas de las dificultades de balanza de pagos. No obstante,
aunque el FMI ejerza una supervisión eficiente, los países tendrán dese-
quilibrios en sus balanzas de pagos debido a embates externos o porque
la gestión de la política económica está inevitablemente sujeta a errores
humanos. En esas circunstancias, la disponibilidad de financiamiento
condicional por parte del FMI puede fortalecer la función de supervisión,
porque será mayor el efecto multiplicador para motivar políticas adecua-
das de ajuste y porque ayudarán a contener los efectos perjudiciales
del mismo. Por consiguiente, tal como se concibió en Bretton Woods,
sigue existiendo en el FMI una importante relación simbiótica entre la
supervisión y el financiamiento.
Organización del folleto
En la sección que sigue se describe la naturaleza cambiante del entor-
no económico internacional, elemento fundamental para evaluar si debe
o no modificarse la función del FMI y, en su caso, cómo debería modifi-
carse. El uso creciente de la flexibilidad cambiaría y la alta movilidad de
capitales internacionales privados han permitido a los países industriales
recurrir mucho menos al financiamiento del FMI de lo que se pensó en
Bretton Woods o de lo que ocurrió en los primeros años de la institución.
Sin embargo, muchos países miembros no gozan de acceso inmediato a
los flujos de capitales privados, sobre todo en épocas de dificultades eco-
nómicas; el número de países que se encuentran en esa situación se ha in-
crementado recientemente a medida que ingresaron al FMI nuevos países
miembros, entre ellos las economías en transición.
En la sección subsiguiente se analizan las circunstancias en las cuales el
financiamiento del FMI sigue teniendo un importante papel, incluso en un
mundo de amplia movilidad de capitales privados. Las imperfecciones del
3
En el Artículo IV, Sección 3, se señalan tres esferas generales de responsabilidad en ma-
teria de supervisión. El FMI supervisará "el sistema monetario internacional a fin de asegu-
rar su buen funcionamiento..."; vigilará "el cumplimiento por cada país miembro de sus obli-
gaciones conforme a la Sección 1 [del Artículo IV]", y ejercerá "una firme supervisión de las
políticas de tipos de cambio de los países miembros..."

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Introducción

mercado y la indiferencia ante algunos aspectos de "bienes públicos" de


los flujos de financiamiento explican por qué los flujos de capitales priva-
dos no pueden sustituir totalmente el financiamiento del FMI. Al ejercer
supervisión y al imponer condicionalidad, el FMI puede negociar directa-
mente con las autoridades que formulan la política nacional y obtener el
compromiso de adoptar medidas para corregir los desequilibrios de pagos.
De esta manera, el FMI puede catalizar otras fuentes de financiamiento a
las que los países no tendrían acceso si no pusiesen en práctica un progra-
ma respaldado por el FMI. Más aún, analizando los aspectos de bienes pú-
blicos que prevalece en algunos países que requieren financiamiento para
fines de balanza de pagos, el FMI puede estar racionalmente preparado
para actuar en circunstancias en las que las decisiones del sector privado
respecto a la concesión de crédito basadas exclusivamente en los riesgos
y rendimientos financieros privados podrían provocar una falta de acción
económica, con graves consecuencias.
A continuación se presentan posibles enseñanzas para la función del FMI
a partir de la reciente crisis mexicana, la cual ha demostrado que la apertu-
ra a los mercados financieros entraña grandes dificultades para la adopción
disciplinada de las medidas correctas de política económica. Con una su-
pervisión más firme por parte del FMI y la voluntad de las autoridades de
poner en práctica medidas congruentes con el asesoramiento que brinda la
institución puede reducirse la probabilidad y la magnitud de las dificulta-
des de balanza de pagos. La información financiera y la supervisión de la
política financiera de los países miembros que ofrece el FMI revisten par-
ticular importancia. Pese a ello, era muy improbable lograr en México un
ajuste libre de costos de la sobrevaluación del peso y de los desequilibrios
externos, ni siquiera en las mejores circunstancias, y bien pudo haber sido
necesario contar con cierto grado de financiamiento del FMI. En realidad,
el vigoroso programa de ajuste de las autoridades, aunado al gran volumen
de respaldo financiero externo, coadyuvó a limitar los costos para México
y, en forma más general, para la economía mundial.
La última sección se refiere a las implicaciones generales del actual de-
bate sobre la necesidad de recursos del FMI y su relación con la supervi-
sión que éste ejerce. Si bien en los últimos años los países industriales no
han efectuado compras en los tramos superiores de crédito, el FMI debe
mantener la liquidez adecuada para hacer frente a la utilización de recursos
en los tramos de reserva y a la posibilidad de que se adopten programas en
los tramos superiores de crédito. En el caso de los países en desarrollo de

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

ingreso mediano, su creciente exposición a los mercados financieros inter-


nacionales puede acrecentar la necesidad de financiamiento del FMI a cor-
to plazo para contrarrestar los efectos de un posible cambio en la actitud de
los inversionistas. Esto iría aunado al fortalecimiento de la supervisión que
ejerce el FMI, sobre todo en aspectos que exacerban la posibilidad de que
se produzcan crisis potenciales de balanza de pagos o la gravedad de las
mismas. En lo que respecta a las economías en transición y los países en
desarrollo de ingreso más bajo, que generalmente carecen de acceso inme-
diato a los flujos de capitales privados, cabe esperar que continuarán de-
pendiendo, de tanto en tanto, de la asistencia del FMI para resolver proble-
mas de ajuste de la balanza de pagos. Sus problemas económicos
especiales dan lugar a pensar que en la supervisión que ejerce el FMI y los
programas de ajuste respaldados por la institución (así como la asistencia
técnica) deberá prestarse especial atención a cuestiones estructurales y
coordinarse directamente con las actividades de otras instituciones multila-
terales. Por consiguiente, el plazo de respaldo "temporal" para el ajuste de
la balanza de pagos de estos países puede ser a menudo un poco más largo
que para otros países que, en general, padecen problemas de ajuste menos
acuciantes.

Principales propuestas de reforma


En este folleto se supone que el sistema monetario internacional conti-
nuará evolucionando con la misma tendencia que en los últimos años4. Se
considera en general que, por lo menos en los próximos años, seguirá vi-
gente el sistema actual descentralizado de flexibilidad controlada entre las
principales monedas. No obstante, si se llevan a la práctica reformas sus-
tanciales en el sistema monetario internacional, será necesario evaluar
nuevamente la función de la supervisión y el financiamiento del FMI.
Por ejemplo, el sistema monetario internacional podría inclinarse hacia
una mayor inflexibilidad en los regímenes cambiarios y, como consecuen-
cia, las principales monedas estarían vinculadas por un sistema de zonas
meta5. La Comisión de Bretton Woods ha sugerido que el FMI asuma la
responsabilidad, que actualmente le compete a los países industriales del
Grupo de los Siete, de coordinar la política económica a efectos de reducir

4
Véase la explicación en Goldstein et al. (1992).
5
Las propuestas del sistema de zonas meta están más relacionadas con John Williamson.
Véase, por ejemplo, Williamson y Miller (1987) y Williamson y Henning (1994).

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Introducción

la volatilidad y los desajustes de los tipos de cambio, y quizás en definiti-


va adoptar un sistema de bandas cambiarías flexibles6. En las circunstan-
cias actuales, sin embargo, parece prematuro dedicar mucha atención a
estos aspectos, habida cuenta de la oposición de los principales países a
las propuestas de establecer un sistema monetario internacional basado en
paridades cambiarias.
Se ha sugerido asimismo una orientación completamente diferente,
por ejemplo, que el FMI abandone su función de financiamiento y cen-
tre su atención casi enteramente en mejorar la "disciplina del mercado"
que ejercen los flujos de capitales privados con el objeto de evitar y co-
rregir desajustes en las balanzas de pagos de los países. En efecto, el
FMI puede convertirse en una especie de entidad clasificadora de la po-
lítica económica de los países (véase Minton-Beddoes (1995)). Se ha
propuesto también, en este contexto, que el FMI adopte un papel prota-
gónico en la coordinación de la reestructuración de la deuda soberana en
una función equivalente a la de un tribunal de quiebras (véase Sachs
(1995) y Minton-Beddoes (1995)).
En realidad no se sabe a ciencia cierta si una disciplina reforzada del
mercado sustituiría adecuadamente la supervisión que ejerce el FMI y el
financiamiento (condicional) que otorga para corregir desequilibrios de
balanza de pagos. Además, se modificarían considerablemente el papel del
FMI en los países miembros y sus relaciones con ellos si tuviera que fun-
cionar como una entidad clasificadora. Al no contar con un procedimien-
to viable y acordado internacionalmente para resolver el incumplimiento
de pagos de una deuda soberana —que, en el mejor de los casos, parece-
ría una perspectiva distante— tendrán que seguir funcionando y evolucio-
nando los mecanismos informales; indudablemente, el FMI tendrá que se-
guir desempeñando un papel fundamental (junto con el Club de París y el
Club de Londres) en esos mecanismos. La capacidad del FMI de suminis-
trar recursos financieros seguirá facilitando la función que cumple en las
relaciones entre los países deudores y acreedores. Por consiguiente, la
creación de un servicio de ajuste de la deuda internacional, por sí mismo,
no será suficiente para traer aparejado un cambio importante en la función
de financiamiento del FMI, pese a que podría entrañar una modificación
en el tipo de asesoramiento que brinda en materia de política económica y

6
Comisión de Bretton Woods (1994). Véase también Bergsten (1995), de Larosiére (1995),
Kenen (1995) y Volcker (1995).

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

un fortalecimiento de la supervisión (véase, por ejemplo, Eichengreen y


Portes (1995)).

Transformación del entorno internacional


En comparación con el mundo que se concebía en Bretton Woods,
hubo cuatro acontecimientos decisivos que modificaron el entorno inter-
nacional en el cual realiza sus actividades el FMI. En primer lugar, se
abandonó el sistema de paridades fijas vinculado al oro con ajustes infre-
cuentes, adoptándose una flexibilidad mucho mayor de los tipos de cam-
bio. En segundo lugar, se incrementó notablemente el volumen y la agili-
dad de los flujos de capitales privados. Tercero, los países se han integrado
más, gracias a una mayor apertura al comercio exterior y a los flujos de
capital, así como a la eliminación de obstáculos al comercio de bienes y
activos y a los cambios tecnológicos que han reducido los costos de las
transacciones. Cuarto, el número de países miembros del FMI se ha incre-
mentado enormemente y la institución se ha vuelto universal, lo que ele-
va la demanda potencial de recursos del FMI por parte de muchos de los
miembros de reciente ingreso, los cuales en ocasiones necesitan un cuan-
tioso financiamiento para fines de balanza de pagos.

Flexibilidad de los tipos de cambio


La adopción de tipos de cambio flotantes entre las monedas de los prin-
cipales países industriales a principios de los años setenta modificó radi-
calmente la naturaleza del sistema monetario internacional al desvincular
el valor del dinero y el precio del oro, y a la vez dar libertad a la política
monetaria para abordar objetivos nacionales. En los países que instituye-
ron tipos de cambio flotantes —entre ellos los tres principales países in-
dustriales— el mantenimiento de una paridad fija dejó de ser una preocu-
pación crítica de la política económica; en general, estos países
aprovecharon esa mayor flexibilidad cambiaria para centrarse más en los
objetivos fundamentales de la política nacional. Los desequilibrios en la
cuenta corriente no desaparecieron, ni se aceleró su neutralización, como
consecuencia de la adopción de tipos de cambio flotantes. Los países con
tipos de cambio flotantes seguían teniendo reservas oficiales (cuadro 1) y
los gobiernos siguieron interviniendo para influir en la evolución de los
tipos de cambio determinados por el mercado. No obstante, al no existir la
obligación de intervenir para defender las paridades, cambió el objetivo de

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Transformación del entorno internacional

CUADRO 1. RAZONES ENTRE RESERVAS, EXCLUIDO EL ORO,


E IMPORTACIONES DE BIENES Y SERVICIOS1
(Porcentaje)
1970 1975 1980 1985 1990 19942

Países industriales 13,4 13,0 13,2 13,4 15,3 17,6

Países en desarrollo 19,4 32,0 29,2 27,0 28,6 31,0


Países con dificultades
recientes de servicio
de la deuda 17,0 25,5 31,2 19,3 20,8 39,1
Economías pequeñas de
bajo ingreso 17,1 12,1 10,0 12,0 10,6 27,4

Países en transición 16,3


Antigua Unión Soviética3 13,2

...
Fuente: FMI, bases de datos de Perspectivas de ...
... la economía ...
mundial y de... Estadísticas
financieras internacionales.
1
Reservas al final del año expresadas ...con respecto
... a la importación
... ... y servicios
... de bienes
del año. Las importaciones incluyen pagos de intereses sobre la deuda cuando se dispone de
datos. Los grupos de países son los que se utilizaron en la edición de mayo de 1995 de Pers-
pectivas de la economía mundial; algunos de estos grupos han experimentado cambios en su
constitución en los últimos años.
2
Los datos sobre algunos países son estimaciones del personal del FMI.
3
Excluye Tayikistán. Las importaciones excluyen el comercio dentro de la antigua Unión
Soviética y, en la mayoría de los casos, no incluyen los servicios.

la mayoría de las intervenciones, y los desequilibrios de pagos del Estado


perdieron gran parte de su anterior relevancia.
La modificación del carácter fundamental del sistema monetario inter-
nacional que los tipos de cambio flexibles trajeron aparejados dieron ori-
gen a cambios considerables en la función del FMI. La supervisión que
ejerce la institución sobre el sistema monetario internacional y sobre los
resultados y políticas económicas de los países miembros (sobre todo su
política cambiaría) sustituyó la responsabilidad inicial de supervisar los
tipos de cambio dentro del sistema de paridades. Dado que la política mo-
netaria de los principales países pasó a constituir el ancla nominal del sis-
tema monetario internacional, una de las responsabilidades esenciales del
FMI era verificar que dicha política no fuese inflacionaria ni deflaciona-
ria. En general el FMI dejó de financiar los desequilibrios de pagos de los
países industriales, como respaldo a paridades establecidas o ajustadas, y

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

con el correr del tiempo fue orientando su asistencia financiera a los


países en desarrollo7.
Es difícil determinar a ciencia cierta si, en general, la adopción de regí-
menes de tipos de cambio flotantes ha mejorado o empeorado los resulta-
dos globales de la economía mundial8. Lo ocurrido con la defensa de las
paridades cambiarías desde la desintegración del sistema de Bretton
Woods ha puesto de manifiesto que si se tratase de evaluar, en un escena-
rio completamente opuesto, cuáles hubiesen sido las consecuencias de ha-
berse mantenido un sistema mundial de paridades, la política económica
actual de los principales países industriales sería hoy en día considerable-
mente diferente. Los estudios de simulación en los que se emplean mode-
los econométricos con diferentes países indican, en general, que la paridad
fija no es una opción óptima en el conjunto de medidas dirigidas a la es-
tabilización de la economía nacional9. No obstante, se sigue argumentan-
do que en un régimen mundial de paridades fijas hubiese habido una dis-
ciplina más firme sobre las políticas económicas nacionales y que esa
disciplina hubiese ayudado a evitar algunos importantes errores, como la
excesiva absorción monetaria de los brotes de inflación de mediados y
fines de los años setenta. De todas maneras, en la práctica es evidente que
quienes formulan la política económica en los tres principales países in-
dustriales no tienen interés —ni ven beneficio alguno— en adoptar un sis-
tema monetario internacional que impondría fuertes restricciones en su ca-
pacidad para dirigir sus propias políticas monetarias nacionales en
atención a los objetivos de sus respectivos países.

7
Los últimos programas respaldados por el FMI para los países industriales se pusieron en
marcha en Italia y en el Reino Unido en 1977, después de la adopción general de los tipos
de cambio flotantes. Ambos países padecían dificultades de balanza de pagos como resulta-
do de la primera crisis del petróleo, y la lira y la libra esterlina estaban sujetas a fuertes pre-
siones a la baja. En ese momento se consideraba que el FMI tenía todavía la función impor-
tante de coadyuvar a hacer frente a esos problemas. A partir del tercer trimestre de 1992, la
libra esterlina y en particular la lira se habían depreciado sensiblemente, sobre todo frente a
las monedas de los otros países europeos principales. Estas depreciaciones ayudaron a me-
jorar de manera considerable las cuentas corrientes de ambos países sin necesidad de recu-
rrir a los recursos del FMI.
8
Se ha sugerido que la desaceleración general del crecimiento de los países industriales
desde principios de los años setenta puede atribuirse en cierto grado al colapso del sistema
mundial de paridades. No obstante, no existe ninguna evidencia empírica seria para susten-
tar esta hipótesis. Véase un examen de los efectos de la volatilidad de los tipos de cambio en
los regímenes flotantes, en Goldstein (1995).
9
Véase, por ejemplo, Taylor (1989), y Frenkel, Goldstein y Masson (1989).

10

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Transformación del entorno internacional

Si bien los tipos de cambio flotantes tienen la virtud de conceder una ma-
yor independencia a las políticas monetarias nacionales, por lo menos en
los países principales, no necesariamente producen perfiles de ajuste ópti-
mos en sus balanzas de pagos. Da la impresión de que en algunos casos las
fuerzas del mercado impulsan a los tipos de cambio en una dirección con-
traria a las necesidades de un ajuste ordenado de la balanza de pagos,
como parece haber ocurrido en Estados Unidos en el primer quinquenio de
los años ochenta, y sobre todo a fines de 1984 y principios de 1985 (gráfi-
co 1). Por otra parte, cuando los mercados financieros perciben súbitamen-
te la necesidad de una corrección en la balanza de pagos del país, pueden
orientar a los tipos de cambio en la dirección correcta pero a un punto tal
que pareciera forzar una corrección excesivamente acusada o rápida. Por
ejemplo, las grandes depreciaciones de la lira italiana y de la corona sueca
desde el segundo semestre de 1992 han coadyuvado a mejorar rápida y sen-
siblemente las cuentas corrientes en ambos países (gráfico 2). Sin embar-
go, cabe preguntarse si una depreciación un poco más moderada del tipo de
cambio no hubiese facilitado una recuperación económica más equilibrada
y con menos riesgo de que se acelere la inflación.
Otro ejemplo de los problemas causados por la flotación de los tipos de
cambio es la abrupta depreciación del peso mexicano a principios de 1995,
lo que ha contribuido a una rápida reducción del déficit en cuenta corrien-
te del país, a costa de grandes pérdidas del producto y un resurgimiento de
la inflación. En la otra columna del libro mayor, la fuerte apreciación del
yen desde el tercer trimestre de 1992 encierra sus propios riesgos a corto
plazo, dado que se ha elevado el excedente en cuenta corriente de Japón
como resultado de la curva J y ha socavado la recuperación económica.
En general suele suceder que el ajuste del tipo de cambio por sí solo no
es el método más eficiente ni más conveniente para corregir un desequili-
brio de pagos. La depreciación de la moneda tiene que complementarse
con otras medidas para lograr la reducción requerida en la demanda agre-
gada que permita resolver el desequilibrio entre el ahorro y la inversión y
oponerse al exceso de demanda que resulta del aumento de exportaciones
netas. Las fuerzas del mercado que inducen variaciones en los tipos de
cambio por lo general no pueden, por sí mismas, garantizar mejoras dura-
deras en la posición de los pagos externos del país, pero en algunos casos
puede reforzar la disciplina necesaria en la política económica.
Más allá de estas consideraciones teóricas, la evidencia empírica indica
claramente que, para la mayoría de los países, la reducción de desequilibrios

11

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


GRAFICO 1. ESTADOS UNIDOS: TIPO DE CAMBIO EFECTIVO REAL, SALDO EN CUENTA CORRIENTE

LA FUNCION DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISION


12

Y POSICION FISCAL DEL GOBIERNO GENERAL

Fuente: FMI, base de datos del Departamento de Estudios y de Perspectivas de la economia mundial.
'Con base en los costos unitarios normalizados de la mano de obra en el sector manufacturero.

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Transformación del entorno internacional

GRÁFICO 2. ITALIA Y SUECIA: TIPO DE CAMBIO EFECTIVO REAL


Y SALDO EN CUENTA CORRIENTE

Fuente: FMI, base de datos del Departamento de Estudios y de Perspectivas de la


economía mundial.
1
Con base en los costos unitarios normalizados de la mano de obra en el sector manufacturero.
2
Con base en el índice de precios al consumidor.

13

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

de pagos en el régimen de flotación generalizada de tipos de cambio no


ha sido un proceso exento de sacrificios. La correción de un déficit insos-
tenible en cuenta corriente casi siempre estuvo acompañada de grandes
pérdidas de producto y de una depreciación del tipo de cambio real. En el
cuadro 2 se presentan datos sobre algunos países que han reducido aprecia-
blemente sus abultados déficit en cuenta corriente. Para los países industria-
les y en desarrollo que figuran en el cuadro, la variación de la cuenta co-
rriente fue paralela a una desaceleración del crecimiento del producto y a
una depreciación del tipo de cambio real. Las pérdidas del producto fueron
particularmente acusadas en los últimos años para algunos países en desa-
rrollo, sobre todo Turquía, México y Filipinas.
El hecho de que los países, en especial los países en desarrollo, sigan
manteniendo y utilizando reservas internacionales es otra prueba más de
que no consideran óptimo un ajuste basado exclusivamente en la acción
de las fuerzas del mercado (véase el cuadro 1). En el caso de los países
industriales, que por lo regular gozan de un acceso favorable a los mer-
cados financieros mundiales, el costo en que incurren por tenencia de re-
servas (la diferencia entre el costo del endeudamiento y el rendimiento
que generan las reservas) suele ser relativamente bajo. Muchos países en
desarrollo, en cambio, deben pagar un costo muy elevado por mantener
reservas. Cabe pensar, entonces, que la decisión de muchos países en de-
sarrollo de mantener reservas refleja la preferencia de emplearlas para
hacer frente a desequilibrios de pagos, en lugar de confiar exclusiva-
mente en la alternativa del ajuste del tipo de cambio. En este sentido,
debe señalarse que desde 1970 se elevó el nivel de tenencias de reservas
en relación con las importaciones (cuadro 1) y que el uso de las reservas
(cuadro 3) es relativamente elevado, tanto en los países industriales
como en los países en desarrollo, en comparación con las cuotas que les
fija el FMI.

Expansión de los flujos de capitales privados


Como ya ha sido bien documentado (véase, por ejemplo, Mussa et al.
(1994), y Goldstein et al. (1993)), el monto y la agilidad de los flujos de
capitales privados han aumentado sensiblemente en las últimas décadas.
Esto ha tenido dos repercusiones importantes en el sistema monetario in-
ternacional. En primer lugar, ha sido más difícil mantener paridades fijas
cuando el mercado no las percibe como viables, y esta dificultad se ha
exacerbado por el hecho de que los activos de reserva no han crecido en

14

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


CUADRO 2. CORRECCIONES DE GRANDES DEFICIT EN CUENTA CORRIENTE Y VARIACIONES DEL PRODUCTO,
EL TIPO DE CAMBIO REAL Y LAS RESERVAS
(Porcentaje)
Partida
Variacion de la Variacion de la Variacion del Variacion informativa:
razon cuenta tasa de crecimiento tipo de cambio de las Razon inicial
Anos corriente/PIB del PIB efectivo real1 reservas2 cuenta corriente/PIB

Paises industriales
Islandia 1982-83 6,3 -4,3 -17,0 -30,9 -8,3
Grecia 1985-86 4,2 -1,5 -9,6 -8,2 -10,3
Italia 1992-93 3,5 -1,4 -17,1 -46,4 -2,3
Finlandia 1992-93 3,6 -2,6 3 -26,6 -21,9 -Afi
Paises en desarrollo
Mauritania 1988-89 21,4 -0,9 -8,9 -28,0 -6,4
Chad 1986-87 14,9 -2,8 3 -24,5 -54,0 -7,9

Transformation del entorno international


Venezuela 1988-89 14,7 -1,6 3 -3,3 -58,7 -9,2
Ecuador 1982-83 7,5 -4,1 -7,0 -51,5 -8,5
Mexico 1982-83 7,3 -7,4 ^40,3 -70,0 -3,7
Turquia 1993-94 5,6 -13,2 -17,0 -7,0 -3,7
Mali 1986-87 5,3 -7,3 -19,6 -57,7 -10,3
Filipinas 1983-84 4,8 -9,2 -16,8 -5,9 -5,3
Kenya 1980-81 4,0 -1,8 -4,5 -33,8 -12,3

Fuente: FMI, bases de datos de Perspectivas de la economia mundial y de Estadisticas financieras internacionales.
1
Variacion de los indices relativos de los precios al consumidor en el bienio.
2
En el primer ano.
15

3
Crecimiento promedio del producto en el bienio.

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

CUADRO 3. PAÍSES INDUSTRIALES Y PAÍSES EN DESARROLLO DE INGRESO


MEDIANO; VARIACIÓN MENSUAL DE LAS RESERVAS BRUTAS
EN RELACIÓN CON LAS CUOTAS ANTE EL F M I ( 1 9 8 5 - 9 3 )

Pérdida Mes/año de
máxima la pérdida
Desviación (Porcentaje de máxima de
estándar la cuota actual) reservas

Países industriales
Alemania 65 281 X-92
Australia 19 56 I-92
Austria 30 108 III-91
Bélgica 16 49 IX-92
Canadá 16 49 IX-92
Dinamarca 61 215 I-93
España 83 530 IX-92
Estados Unidos 5 13 III-91
Finlandia 60 222 X-91
Francia 20 64 XI-93
Grecia 61 116 X-93
Irlanda 54 240 IX-92
Islandia 32 99 IX-92
Italia 36 127 VII-92
Japón 22 61 III-90
Noruega 55 240 XI-92
Nueva Zelandia 31 97 VI-88
Países Bajos 22 33 III-93
Portugal 106 579 IX-92
Reino Unido 14 31 IX-92
Suecia 78 317 XI-92
Suiza 46 120 I-93

Países en desarrollo de ingreso mediano


Argentina 24 57 III-91
Bolivia 18 55 I-90
Brasil 30 60 I-86
Chile 23 35 I-86
Colombia 23 71 X-93
Corea 58 196 XII-89
Costa Rica 23 72 V-90
Egipto 34 153 XI-90
El Salvador 21 61 V-90
Filipinas 30 96 V-93
Hungría 27 45 XII-92

16

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


Transformación del entorno internacional

CUADRO 3 (conclusión)

Pérdida Mes/año de
máxima la pérdida
Desviación (Porcentaje de máxima de
estándar la cuota actual) reservas

Indonesia 18 31 V-90
Israel 46 98 X-91
Jordania 57 334 VIII-91
Malasia 68 193 XII-92
Marruecos 20 38 III-89
México 52 167 XI-93
Paraguay 39 160 X-92
Perú 18 47 IX-91
Polonia 15 54 XII-90
Singapur 93 161 III-91
Sudáfrica 8 23 IX-92
Tailandia 37 59 VII-92
Túnez 27 93 IV-91
Turquía 36 112 XII-93
Uruguay 19 103 XI-86
Venezuela 15 28 VII-90
Fuente: Cálculos del personal del FMI.

la misma proporción que los flujos de capitales privados10. En segundo


lugar, ha permitido a los países financiar déficit (y superávit) en cuenta
corriente, supuestamente para beneficio de acreedores y deudores, pero
también, como parece ser en algunos casos, se han aplazado los ajustes
necesarios.
Mantenimiento de la paridad cambiaría
Las crisis de 1992-93 que tuvieron lugar en el mecanismo de ajuste de
cambios (MAC) del Sistema Monetario Europeo (SME) son los ejemplos

10
El volumen negociado de los tres principales mercados de divisas se triplicó entre 1986 y
1992, en tanto las reservas en divisas de los países industriales sólo crecieron un 77% en dó-
lares de EE.UU. en ese período. En abril de 1992, por conducto de una encuesta sobre los mer-
cados de divisas se estimó que el volumen negociado mundialmente era de US$880.000 mi-
llones diarios, cifra que se compara con un monto de reservas en divisas excluido el oro en
los países industriales de alrededor de US$414.000 millones (Mussa et al. (1994)). El análi-
sis preliminar de una encuesta más reciente realizada por el Banco de Pagos Internacionales
indica que el volumen diario negociado supera actualmente el billón de dólares de EE.UU.

17

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

más patentes de las dificultades que surgen cuando se mantienen los tipos
de cambio dentro de bandas estrechas en torno a una paridad central. La
experiencia recogida en este período revela la importancia del ajuste opor-
tuno de los tipos de cambio insostenibles, la necesidad de adoptar una po-
lítica macroeconómica congruente y creíble para validar una paridad fija,
y la fuerza masiva de los flujos de capitales con fines especulativos cuan-
do los mercados de capitales privados no creen que pueda sostenerse
dicha paridad. Lo acontecido durante las crisis del MAC indican que, en
la situación moderna de movilidad internacional de capitales, pueden sur-
gir presiones muy fuertes porque se suscitan dudas en torno a la sosteni-
bilidad de los tipos de cambio, aun si los mismos parecen corresponder a
las variables fundamentales de la economía.
Pese a todo, el acceso a los flujos de capitales privados puede también
ayudar a la defensa de los tipos fijos al permitir a los gobiernos conseguir
reservas adicionales (empréstitos) con las cuales pueden intervenir en los
mercados monetarios. Por ejemplo, durante la crisis del MAC de 1992, el
Reino Unido aplicó un programa de empréstitos en divisas valorado en
ECU 10.000 millones, en tanto Suecia contrajo créditos por un total de
ECU 31.000 millones para ayudar a defender sus tipos de cambio. En am-
bos casos, los esfuerzos desplegados para defender las paridades oficiales
resultaron ser infructuosos. En definitiva, si bien el acceso a los flujos de
capitales privados puede ser de utilidad para defender tipos de cambios
fijos, no es ninguna garantía de éxito.

Financiamiento de los déficit en cuenta corriente


Los déficit en cuenta corriente pueden obedecer a diferentes razones
legítimas (es decir, cuando no son el resultado de una política inadecua-
da), y la mayor disponibilidad de flujos de capitales privados puede ayu-
dar a financiar esos desequilibrios. En primer lugar, se puede producir un
déficit cuando existen diferencias durante mucho tiempo entre el ahorro
y la inversión en diferentes países. Los países que cuentan con oportuni-
dades de inversión más rentables pero carecen de un nivel adecuado de
ahorro interno pueden beneficiarse de la afluencia de capital del exterior;
de la misma manera, los países con ahorro excedente pueden obtener una
mayor redituabilidad inviniendo en el extranjero. En segundo lugar, la di-
ferencia en las posiciones cíclicas de los países provocará superávit y
déficit en cuenta corriente, dado que el ahorro y la inversión tienen, por
lo general, movimientos diferentes durante el ciclo. En consecuencia, las

18

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


Transformación del entorno internacional

trayectorias del consumo pueden ser menos irregulares de lo que serían


si la cuenta corriente estuviese siempre en equilibrio. En tercer lugar, los
superávit y déficit en cuenta corriente pueden ser el resultado de una di-
versificación no sincronizada de la cartera entre los países (por ejemplo,
cuando la liberalización más rápida en un país provoca salidas netas de
capital). Por lo general, la diversificación de la cartera mejora la relación
recíproca entre el riesgo y el rendimiento.
Aun así, la expansión de los flujos de capitales privados no siempre ni
necesariamente acrecienta la eficiencia económica y el bienestar. La
afluencia de capital, por su parte, puede hacer que se retrase el ajuste nece-
sario de la política económica. Por ejemplo, una afluencia persistente de
capital a los Estados Unidos desde principios de los años ochenta ha teni-
do efectos positivos porque ayudó a financiar las inversiones de Estados
Unidos en circunstancias en que la tasa de ahorro nacional era baja (y se
registraba un déficit fiscal considerable). Pudo haber sido preferible, no
obstante, que una disciplina externa más estricta haya inducido esfuerzos
más firmes para corregir las causas subyacentes del déficit en cuenta co-
rriente del país. En Europa, durante el período 1987-92, la euforia que pro-
vocaron las perspectivas de la unión monetaria dio origen a una afluencia
masiva de capitales en países del MAC donde prevalecían altas tasas de in-
flación y de interés. A menudo, el capital que ingresaba estaba denomina-
do en monedas de países con tasas más bajas de interés (principalmente el
marco alemán)11. Se produjo asimismo un brusco incremento de flujos de
capital hacia mercados emergentes en 1992-93, lo que complicó la políti-
ca económica de estos países debido a su limitada capacidad para esterili-
zar el capital que afluía, y contribuyó a la sobrevaluación de los tipos de
cambio. Como contrapartida de la afluencia de capital, cuando cambia la
actitud del mercado, como ocurrió en los dos casos citados previamente, se
produce una rápida salida de capital. El cambio en la actitud del mercado
provocó un ataque especulativo masivo contra varias monedas europeas,
incluso algunas cuyas paridades centrales no estaban claramente sobreva-
luadas desde el punto de vista de la competitividad, y la venta indiscrimi-
nada de bonos y acciones de América Latina inmediatamente después de la
devaluación del peso mexicano en diciembre de 1994.
Lo que se quiere señalar aquí no es que en general los flujos de capita-
les internacionales estén mal orientados ni que la relativamente libre

11
Esta situación es lo que Goldstein et al. (1993) denominan "juego de convergencia".

19

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

movilidad del capital internacional sea perjudicial, sino todo lo contrario.


Se quiere señalar que el régimen moderno de movilidad de capitales inter-
nacionales no es perfecto y que, por ende, las actividades de financiamien-
to y supervisión del FMI pueden ser de gran utilidad.

Creciente integración de las economías nacionales


Desde la segunda guerra mundial se ha incrementado enormemente el co-
mercio exterior de bienes y de activos financieros. En cierta medida, el cre-
cimiento de los primeros años de la posguerra obedeció simplemente a que
las exportaciones y las importaciones se recuperaron a los niveles previos al
conflicto bélico en la medida en que avanzaba el proceso de reconstrucción
y se abandonaban los controles que imperaron durante la guerra. En déca-
das posteriores, el comercio exterior continuó creciendo a un ritmo sosteni-
do que ha sido superior al crecimiento del PIB de los países industriales y
de los países en desarrollo (gráfico 3). Este crecimiento sostenido fue refle-
jo de la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias y de la reduc-
ción de los costos del transporte. El FMI ha contribuido en este proceso al
lograr fomentar y generalizar la convertibilidad de la cuenta corriente.
La integración de los mercados financieros ha sido aún más espectacu-
lar. Una de las características de esta integración ha sido la expansión de
los flujos de capital, como se señala anteriormente. En el período inme-
diatamente posterior a la guerra, la mayoría de los países (con la notable
excepción de Estados Unidos y Canadá) aplicaban numerosas restriccio-
nes a las transacciones en cuenta de capital. Actualmente la convertibili-
dad de la cuenta de capital entre los países industriales es casi absoluta y
ha sido adoptada por varios países en desarrollo. Esta expansión de la
convertibilidad de la cuenta de capital, aunada a las innovaciones tecno-
lógicas y financieras, ha elevado sobremanera el monto de los títulos de
crédito extrafronterizos. Por ejemplo, el valor de los préstamos interna-
cionales se elevó del 5% del PIB de los países industriales en 1973 al
19% en 199312. También los países en desarrollo adquirieron acceso al
capital privado, principalmente a través de los créditos bancarios en los
años setenta y ochenta, y más recientemente en forma de flujos de inver-
siones de cartera y directa (cuadro 4).
La creciente integración económica ha generado ganancias derivadas del
comercio exterior en bienes y activos financieros, y no cabe duda de que

12
Cifras citadas en Mussa et al. (1994).

20

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


GRAHCO 3. FLUJOS DE COMERCIO EN RELACION CON EL PIB1
(Porcentaje)

Transformation del entorno international


Fuentes: FMI, bases de datos de Perspectivas de la economia mundial y de Estadisticas financieras internacionales, y estimaciones del
personal del FMI.
21

J
De bienes y servicios no factoriales.

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

CUADRO 4. FLUJOS NETOS DE FINANCIAMIENTO EXTERNO A LOS


PAÍSES EN DESARROLLO Y A LAS ECONOMÍAS EN TRANSICIÓN
(Miles de millones de dólares de EE.UU.)

1987-88 1989-90 1991-92 1993-94


Países en desarrollo
Flujos no creadores de deuda (neto) 31 53 66 118
Crédito y préstamos del FMI (neto) -9 -3 1 -1
Empréstitos externos (neto) 72 97 199 214
De bancos comerciales 21 29 26 -28
De acreedores oficiales 38 43 35 29
Otros 13 25 138 213
Total, fínanciamiento externo (neto) 94 147 265 332

Países en transición
Flujos no creadores de deuda (neto) 1 1 11 24
Crédito y préstamos del FMI (neto) -2 -1 5 5
Empréstitos externos (neto) -25 2 4 9
De bancos comerciales 7 8 -8 9
De acreedores oficiales -4 10 41 10
Otros -28 -16 -29 -10
Total, fínanciamiento externo (neto) -26 2 20 37

Fuente: Fondo Monetario Internacional (1995b, cuadro A33).

éstas, a su vez, han contribuido a la prosperidad de la posguerra. La mayor


integración significa además que los países están cada vez más expuestos
a embates del exterior a través de los vínculos del comercio y de los mer-
cados de capital. Pero la apuesta valió la pena: los beneficios de la integra-
ción, en general, han superado holgadamente a los costos. Cabe señalar, sin
embargo, que la velocidad adecuada y las condiciones necesarias para una
plena liberalización del mercado de capitales siguen siendo importantes as-
pectos de la política económica. En la medida en que los embates externos
sean leves o que mantengan una correlación negativa con las conmociones
internas, una mayor exposición al exterior puede no ser perjudicial, pero no
deja de ser válida la preocupación de que los embates externos o las con-
mociones puedan agravarse debido a la apertura. Por ejemplo, ni la crisis
de la deuda de los años ochenta ni la reciente crisis económica de México
podrían haber hecho eclosión en economías firmemente cerradas al comer-
cio exterior y a los movimientos de capital.

22

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


Transformación del entorno internacional

Por diferentes razones, los países en desarrollo han estado más ex-
puestos a los choques externos que los países industriales principales. En
primer lugar, varios países en desarrollo dependen excesivamente de los
ingresos generados por la exportación de un reducido número de pro-
ductos básicos primarios, lo que hace que sus posiciones en cuenta
corriente se tornen especialmente vulnerables a las fluctuaciones de los
precios mundiales y de la demanda externa. En segundo lugar, esos paí-
ses a menudo no tienen mercados financieros internos desarrollados, por
lo que no pueden recurrir a fuentes internas seguras para financiar insu-
ficiencias en el ingreso público. Tercero, los países en desarrollo no
pueden obtener préstamos externos en su propia moneda y por lo gene-
ral tienen que depender del financiamiento en divisas (o utilizar las re-
servas) para hacer frente a dificultades de balanza de pagos. Cuando se
produce un embate externo o una perturbación interna (inclusive un error
en la política económica) se genera un problema de financiamiento de la
balanza de pagos, se agota el financiamiento en moneda extranjera y
se amplifica la magnitud del ajuste necesario para corregir el desequili-
brio de pagos. Cuarto, muchos países en desarrollo han acumulado cuan-
tiosas deudas externas en divisas y para cumplir con el servicio de estas
deudas es menester un superávit comercial u otras entradas de capital. La
existencia de un gran volumen de títulos de crédito internacionales en
divisas (o, más generalmente, grandes inversiones externas de cartera)
expone a los países a cambios en la actitud de los inversionistas extran-
jeros, lo que podría forzar a las autoridades a restringir marcadamente la
demanda interna para ajustar la balanza de pagos. Quinto, al analizar
los datos sobre los activos que los países en desarrollo negocian
internacionalmente se deduce que dichos activos están sujetos a pro
blemas de ineficiencia en los mercados financieros. Se ha detectado
un efecto de arrastre, que se manifiesta en rendimientos de los activos
correlacionados en serie, quizá debido a los movimientos de las
inversiones de cartera en las instituciones que se especializan en los
mercados emergentes (Fondo Monetario Internacional (1995a)). Más
aún, en las semanas inmediatamente posteriores a la devaluación del
peso mexicano, en diciembre de 1994, se produjeron efectos de contagio
y los precios de los activos negociados internacionalmente de diferentes
países latinoamericanos —con diferentes variables económicas fun-
damentales— se acercaron mucho más que en períodos precedentes
(cuadro 5).

23

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

CUADRO 5. CORRELACIÓN ENTRE LOS RENDIMIENTOS DE


ALGUNOS BONOS BRADY DE AMÉRICA LATINA Y LOS RENDIMIENTOS
DE LOS BONOS BRADY MEXICANOS; ENERO 1993 - MARZO 1995
(Porcentaje)
Ene. 1993- Febrero- Med. mayo 1994- Med. dic. 1994-
ene. 1994 mayo 1994 med. dic. 1994 prin. ene. 1995

Argentina 0,56 0,84 0,77 0,89


Brasil 0,22 0,51 0,45 0,73
Venezuela 0,55 0,65 0,47 0,78
Fuente: Folkerts-Landau et al. (1995, cuadro 1.4).

Mayor número de países miembros


El contexto en el que opera el FMI se ha modificado en gran medida
como consecuencia del incremento del número de países miembros. Esta
expansión obedece a dos hechos fundamentales del período de posguerra:
el proceso de descolonización, que comenzó a fines de la década de los
años cuarenta y que duró hasta fines de los setenta, y la recientemente ini-
ciada transformación de las antiguas economías de planificación central
en economías de mercado. Estos dos procesos le han conferido al FMI el
carácter de organización universal. Al mismo tiempo, dado que la mayo-
ría de países de reciente adhesión no han establecido un acceso garantiza-
do a los flujos de capitales privados, continuó aumentando el número de
usuarios potenciales de los recursos del FMI.
Casi todas las economías en transición siguen estando mucho menos in-
tegradas en la economía mundial que muchos países en desarrollo, y por
esa razón, el uso que han podido hacer de los flujos de capitales privados
dista mucho del grado en que los han aprovechado los países en desarro-
llo de ingreso mediano y más adelantados (véase el cuadro 4), si bien
algunos han logrado el acceso al mercado o están a punto de lograrlo. Mu-
chos países en transición —al igual que los países en desarrollo más po-
bres— han tenido que recurrir al financiamiento oficial para obtener gran
parte del respaldo para la balanza de pagos. Habida cuenta de que la ma-
yoría de las economías que se encuentran en proceso de transformación no
son beneficiarías de grandes montos de flujos de financiamiento bilateral
oficial, el FMI ha participado activamente concediéndoles financiamiento

24

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


Fundamentos del financiamiento del FMI

para la balanza de pagos, con sujeción a una gran condicionalidad a fin de


asegurar la aplicación de las políticas estructurales necesarias en un
marco de estabilidad macroeconómica.
En síntesis, cuando se preveía la necesidad potencial de recursos del
FMI, la Conferencia de Bretton Woods no previo la adopción de una ma-
yor flexibilidad cambiaría ni el acceso generalizado de los países indus-
tríales al financiamiento privado. Tampoco previo el crecimiento del co-
mercio mundial y de los movimientos de capital ni la mayor integración
de las economías nacionales, lo que las ha dejado más expuestas a los em-
bates externos, ni el aumento del número de países miembros, lo que ha
generado una mayor demanda de recursos del FMI por parte de países
cuya corrección de los desequilibrios de balanza de pagos puede requerir
un poco más de tiempo del que se concibió en Bretton Woods. La evolu-
ción de estas necesidades explica por qué los países miembros han apro-
bado incrementos periódicos de las cuotas que aportan al FMI.

Fundamentos del financiamiento del FMI


El financiamiento que otorga el FMI para fines de balanza de pagos com-
plementa el que ofrece el sector privado (y otros prestamistas oficiales)13.
En la concepción del contexto internacional que prevaleció en Bretton
Woods no se preveía que los flujos de capitales privados llegasen a ser un
factor preponderante ni se esperaba que, a diferencia de lo que ocurrió con
la cuenta corriente, se impusiese la convertibilidad de la cuenta de capital.
En ese contexto, se suponía que la función crediticia del FMI sería vital
para el sistema monetario internacional. En la práctica, sin embargo, se
hizo un uso muy reducido de los recursos de la institución en los primeros
años de la posguerra y, en los últimos años, la gran expansión de los flujos
de capitales privados ha reducido la necesidad de acudir al FMI para los paí-
ses que tienen acceso asegurado a los mercados internacionales de capital,
que son la mayoría de los países industriales y algunos países en desarrollo.
Cabe preguntarse, entonces, si aún se justifica la función del FMI como
proveedor de financiamiento para resolver dificultades de balanza de pagos.

13
Se incluyen en este rubro los préstamos de los bancos de desarrollo y los swaps del ban-
co central. Los primeros se refieren por lo general a la concesión de créditos para proyec-
tos a largo plazo, en tanto los últimos son de alcance limitado (con excepción del servicio
de financiamiento a muy corto plazo del mecanismo de ajuste de cambios de Europa) y de
corto plazo.

25

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

Como sucede en otras esferas de la intervención gubernamental, la razón ge-


neral que justifica la función del FMI surge de la existencia de imperfeccio-
nes en el mercado o del suministro inadecuado de bienes públicos, situacio-
nes que los créditos del FMI pueden ayudar a remediar. Aceptada esta
generalización, la fundamentación de las actividades de financiamiento del
FMI sigue siendo la misma que en el momento en que se celebró la Confe-
rencia de Bretton Woods: algunos países importantes tienen acceso irrestric-
to al financiamiento privado de los desequilibrio de pagos, pero no así todos
los países que conforman la economía mundial. Si no pudiesen recurrir al fi-
nanciamiento del FMI (con sujeción a cierta condicionalidad), muchos paí-
ses con dificultades de balanza de pagos tendrían que adoptar medidas que
serían innecesariamente lesivas para la prosperidad nacional e internacional.
El financiamiento del FMI, al ayudar a evitar que eso suceda, beneficia a los
países que padecen dificultades de pagos y a los países con los que mantie-
nen relaciones comerciales y financieras.

Imperfecciones del mercado


Por lo general, la disciplina del mercado hace que se reconozca anticipa-
damente la insostenibilidad de la política económica y propicia los ajustes
necesarios. No obstante, el mercado no siempre se mueve sobre la base de
juicios adecuados ni refleja evaluaciones óptimas desde el punto de vista
social. En ocasiones, los mercados siguen suministrando financiamiento
para medidas de política insostenibles, aplazando de esa manera los ajustes
requeridos. Si los problemas se reconocen cuando es demasiado tarde, el
cambio de actitud de los mercados puede provocar una violenta reversión
de la afluencia de capital, creando como consecuencia una crisis de balan-
za de pagos. Si no se cuenta con financiamiento oficial, la crisis obliga a
las autoridades a tomar medidas de ajuste drásticas con un costo potencial-
mente muy alto en pérdidas de producto y de empleo. Puede ocurrir asimis-
mo que otros países, cuyos indicadores económicos justificarían el acceso
al capital privado, en realidad no lo tienen o acceden a él a un costo eleva-
do. La falta de acceso a los mercados internacionales de capital impide que
un país se beneficie plenamente de la asignación eficiente de capital.
Existen cuatro factores importantes que afectan a los prestamistas pri-
vados y que provocan estas imperfecciones del mercado:
• Información imperfecta sobre la política y las circunstancias econó-
micas de un país, lo que puede provocar cambios en la actitud del merca-
do que no se justifican si se tienen en cuenta los indicadores económicos

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Fundamentos del financiamiento del FMI

básicos. Un ejemplo reciente sería el gran volumen de capitales que se di-


rigió hacia los mercados emergentes a principios de esta década y su brus-
ca interrupción o reversión después de la crisis de México (véase Folkerts-
Landau y otros (1995)).
• Problemas de coordinación entre los prestamistas, lo que puede pro-
vocar efectos de arrastre o beneficios para algunos sectores sin asumir car-
ga alguna. La crisis de la deuda de América Latina de los años ochenta
ilustra ambos aspectos del problema. La falta de preocupación por los ries-
gos potenciales y la competencia entre los bancos al reciclar los ingresos
de los países productores de petróleo provocó un período inicial de so-
breendeudamiento a fines de los años setenta. El estallido de la crisis de la
deuda en 1982 dio origen a un largo período de negociaciones de alivio de
la deuda, durante el cual los acreedores trataron de situarse en una posi-
ción favorable con respecto al país prestatario y otros acreedores.
• Problemas para hacer cumplir los contratos de crédito a prestatarios
soberanos, lo que puede crear una renuencia a conceder préstamos. La in-
capacidad de los prestatarios para comprometerse a rembolsar los créditos
y la ausencia de un procedimiento claro al cual pudiesen recurrir los acree-
dores en caso de incumplimiento puede dar lugar a una situación de finan-
ciamiento que no es la ideal (véase Eaton y Fernández (1995)).
• Equilibrios múltiples. Por ejemplo, puede darse un equilibrio en el
que los prestamistas creen que las autoridades realmente van a hacer lo
que dicen y que cuentan con recursos en términos razonables para cumplir
con los compromisos, y otro equilibrio en el que los prestamistas no creen
en las autoridades y en el cual los inversionistas exigen una alta prima por
riesgo, lo que a su vez provoca una crisis de balanza de pagos. No hay nin-
guna garantía de que el mercado, por sí solo, escoja el mejor de los dos
equilibrios. Si bien la investigación empírica en este campo es aún inci-
piente14, al examinar los ataques especulativos contra las monedas que in-
tegran el MAC se deduce que, en estos episodios, los indicadores econó-
micos son los mismos que en períodos en que no se producen ataquen de
esa índole15.
El FMI puede aliviar estos fallos del mercado por medio de sus activida-
des de supervisión y de financiamiento. Con una supervisión más firme, en

14
Los primeros aportes son, entre otros, los de Jovanovic (1989) y Dagsvik y Jovanovic
(1994).
15
Véase Eichengreen, Rose y Wyplosz (1994).

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

la cual se aliente a los países a declarar datos puntualmente, la institución


ayudaría a que los mercados financieros cuenten con la información que ne-
cesitan para formarse una opinión sobre la capacidad crediticia de un país,
lo que resolvería el primero de los problemas mencionados. El FMI ha ayu-
dado a los países miembros a restablecer sus relaciones con bancos comer-
ciales y acreedores oficiales mediante una supervisión reforzada, generando
confianza en las políticas de ajuste de los países y facilitando acuerdos de
reestructuración de deuda, lo que ayuda a corregir la segunda imperfección
del mercado (véase, por ejemplo, el capítulo III de Watson et al. (1986)).
Sin embargo, el impacto más contundente que puede tener el FMI es a
través del financiamiento y la condicionalidad adscrita al mismo, y del
asesoramiento en materia de política económica que brinda. El compromi-
so de recursos en respaldo de un programa es indicio de la confianza que
deposita el FMI en las medidas que adopta un país miembro. Ese indicio
tiene más probabilidades de convencer a los prestamistas privados de la
capacidad crediticia de un prestatario que el mero hecho de anunciar el
respaldo. De esta manera, el FMI puede catalizar otras fuentes de finan-
ciamiento y ayudar a obtener compromisos de otros prestamistas.
Por otra parte, el FMI debe proteger sus recursos y tener en cuenta, al
aplicar el criterio de condicionalidad, el rembolso de los fondos que otor-
ga en préstamo. El criterio de condicionalidad resta gravedad al tercer pro-
blema mencionado. Es decir, el FMI estaría dispuesto a prestar su respal-
do financiero en circunstancias en que no lo harían los prestamistas
privados, dado que estos últimos tienen menos influencia en la política
económica de los países prestatarios. Además, cabría suponer que la im-
posición de condiciones generaría externalidades sobre otros prestamistas,
quienes también se beneficiarían de la adopción de medidas más promiso-
rias en los países prestatarios y de una mayor capacidad para rembolsar los
préstamos. De esta manera, además de denotar su confianza en la política
económica del país miembro, el FMI puede ayudar a evitar un mal equi-
librio, el cuarto tipo de imperfección del mercado.

Bienes públicos internacionales


Una segunda esfera importante en la que el FMI necesita complementar
los flujos de capitales privados es el suministro de bienes públicos interna-
cionales. El FMI, al estar preparado para suministrar recursos en épocas de
conmociones adversas, puede alentar a los países a abrir más sus economías
a los flujos de comercio y de capitales. Dado que la apertura es un bien pú-

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Fundamentos del financiamiento del FMI

blico (porque todas las partes se benefician del comercio exterior), el estímu-
lo a la misma satisface un interés mundial (véase Frenkel, Goldstein y Mas-
son (1988)); es más, el crecimiento del comercio exterior y la eliminación de
restricciones cambiarías figuran explícitamente entre los fines de la institu-
ción en el Artículo I del Convenio Constitutivo. El FMI puede estimular el
suministro de estos bienes públicos ofreciendo una especie de seguro contra
conmociones a los países (por ejemplo, México, Argentina, la República
Checa y Polonia, entre muchos otros en los últimos años) que estén liberali-
zando o hayan liberalizado sus economías. Este seguro comprende el acce-
so al crédito del FMI en condiciones razonables en caso de que se deteriore
la balanza de pagos. Es poco probable que los mercados financieros priva-
dos suministren esa seguridad en montos adecuados; si lo hacen, cobrarían
una prima por riesgo demasiado elevada porque los prestamistas no pueden
aprovechar plenamente los beneficios del bienestar mundial. La disponibili-
dad de recursos del FMI ofrece la seguridad necesaria para que los países
puedan aplicar medidas adecuadas de política económica con externalidades
favorables, facilitando de esa manera el cumplimiento del mandato de otras
instituciones (por ejemplo, la Organización Mundial del Comercio).
Debe admitirse que, como en otras actividades de seguros, como el se-
guro contra incendios, existe un problema potencial de riesgo moral: la
parte asegurada puede verse inducida a exponerse a situaciones adversas
más de lo conveniente. Si el FMI los va a rescatar cuando se vean en
serios problemas, ¿por qué no aplicar medidas que pueden no ser las más
adecuadas e innecesariamente arriesgadas?
Al examinar este problema de riesgo moral deberán tenerse en cuenta
tres cosas. En primer lugar, como sucede también con un seguro contra in-
cendios, conviene correr cierto grado de riesgo16; la solución de mínimo
riesgo, que podría prevalecer si no hubiese una red de protección, sería ce-
rrar la economía al comercio y al capital extranjeros. En segundo lugar, la
exposición excesiva al riesgo está limitada por el coaseguro, lo que signi-
fica que el asegurado tendrá que absorber una parte significativa de toda
pérdida. Por ejemplo, un país que escoja medidas inadecuadas que termi-
nan provocando dificultades de balanza de pagos suele pagar un costo im-
portante en el proceso de ajuste subsiguiente. Además, el financiamiento
16
Una forma de evitar riesgos si no se ha adquirido una póliza de seguro contra incendios
sería no construir casas de madera ni instalar estufas de gas, pero esto representaría un cos-
to social más alto que en una situación de equilibrio en la que se dispone de seguro contra
incendios.

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

del FMI no tiene carácter de donación, y el beneficiario deberá pagar


intereses y rembolsar el principal a su debido tiempo17. Por último, si-
guiendo con la analogía del seguro contra incendios, puede decirse que el
FMI, al ejercer la supervisión y la condicionalidad, y evitar que se corran
riesgos excesivos, es el inspector de bomberos.
Otro bien público internacional es un régimen cambiario que facilite un
ajuste sin sobresaltos y fomente la estabilidad, lo que corresponde a uno de
los fines del FMI que prescribe el Artículo I, iii). Evidentemente, el sistema
de paridades fijas con ajustes infrecuentes se modificó radicalmente al sus-
tituirse el régimen de Bretton Woods por la flotación generalizada. En gran
medida, este cambio refleja la dificultad de defender tipos de cambio fijos a
nivel mundial en un entorno de mayor movilidad del capital (como ya se
mencionó) y la preferencia de los países industriales centrales de dedicar sus
políticas monetarias al fomento de los objetivos de estabilidad interna
(como se describe en Mussa et al. (1994)). Habida cuenta de que, en gene-
ral, estos países han logrado mantener en los últimos años una baja infla-
ción, cabe pensar que sería un error distraerlos de su preocupación actual de
poner sus propias cosas en orden (véase Frenkel, Goldstein y Masson
(1991)). No obstante, el FMI sigue siendo responsable de asegurar, a través
de la supervisión que ejerce, el funcionamiento ordenado del régimen de
tipos de cambio flexibles con un mínimo de volatilidad y desajustes.

Lecciones de la crisis mexicana en materia de


supervisión y financiamiento
En diferentes documentos se han tratado varias facetas importantes de
la crisis económica que padeció México en 1994-95 18 . Para los fines de
este trabajo, nos centraremos en ocho puntos vinculados a cuestiones de
mayor alcance sobre la función del FMI.
En primer lugar, una información económica inadecuada puede acrecen-
tar la incertidumbre de los tenedores de activos privados e inducirlos a ac-
tuar no en función de los indicadores económicos básicos sino por otras mo-
tivaciones (como se señaló en la sección "Imperfecciones del mercado"). En

17
A título ilustrativo, el alivio para los damnificados cuyas viviendas estaban construidas
en zonas de inundación, otorgado en forma de préstamos a tasas de interés del mercado, y no
en forma de donaciones, no presenta ningún problema de riesgo moral.
18
Véanse entre otras fuentes, Background Paper II de Folkerts-Landau et al. (1995);
Anexo I de Fondo Monetario Internacional (1995b), y Camdessus (1995).

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Lecciones de la crisis mexicana en materia de supervisión y financiamiento

el caso de México, parece ser que muchos tenedores de activos privados han
juzgado erróneamente la necesidad de una corrección en la balanza de pagos
y basaron sus decisiones de inversión en la expectativa de que no se deva-
luaría el peso. La ausencia de datos económicos clave, o el retraso en su de-
claración, pudieron haber agravado esta situación. La sorpresa que provocó
la devaluación inicial y la magnitud que cobró posteriormente hizo que
muchos tenedores de activos revaluasen sus posiciones de cartera y que las
medidas adoptadas por las autoridades mexicanas perdiesen credibilidad. Se
produjo, en consecuencia, una rápida reversión de flujos de capital y una
crisis de confianza. De aquí en adelante no hay ninguna salvaguardia eficaz
contra bruscos cambios en las expectativas de los inversionistas ni contra los
efectos económicos de los mismos, aunque la declaración oportuna de datos
económicos y el análisis minucioso de las perspectivas y políticas económi-
cas pueden ser de gran utilidad. El FMI tiene responsabilidades en ambas es-
feras: puede alentar la declaración oportuna de datos económicos precisos y
completos, y a la vez puede analizar y hacer públicas sus inquietudes gene-
rales sobre los problemas económicos existentes o en cierne19.
En segundo lugar, la apertura de los mercados financieros y la exposición
a los flujos de capitales privados dificultan la implementación continua y
disciplinada de medidas coherentes y bien concebidas de política económi-
ca. La crisis económica que ha acosado a México desde fines de diciembre
de 1994 es, en gran medida, una secuela de los problemas que se acumula-
ron antes y durante ese año. Si se hubiesen adoptado medidas oportunas pa-
ra corregir la apreciación del peso y el bajo índice de ahorro nacional, Mé-
xico quizá no hubiese quedado a salvo de todas sus dificultades económicas
actuales, pero éstas hubiesen sido significativamente menos severas. El
FMI, por su parte, puede aprovechar importantes enseñanzas en lo que se
refiere a la supervisión y al financiamiento. Una de las tareas fundamenta-
les de la supervisión que ejerce el FMI es reconocer el surgimiento de difi-
cultades de balanza de pagos y brindar asesoramiento oportuno y pertinen-
te en política económica para hacer frente a esas dificultades, limitando de
esa manera el peligro de que se produzcan fuertes perturbaciones económi-
cas y financieras. También es responsabilidad de las autoridades nacionales

19
Cabe mencionar que la cuestión de si el FMI debe o no publicar sus opiniones sobre los paí-
ses y la forma en que lo haga siguen siendo objeto de controversia. El FMI dispone de varios
medios para presentar sus puntos de vista sobre aspectos importantes de la política económica,
como el Informe Anual, los estudios de Perspectivas de la economía mundial, y los discursos y
comunicados de prensa del Director Gerente y de otros funcionarios de la institución.

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

reconocer los problemas en cierne, prestar mucha atención al análisis y al


asesoramiento y actuar de manera constructiva para contener los riesgos de
que se produzca una crisis de gravedad. Lo sucedido recientemente con la
crisis mexicana es un indicio del potencial y de la necesidad de mejorar, por
ambos lados, el proceso de supervisión. No obstante, también es evidente
la necesidad del financiamiento del FMI en algunas circunstancias: no se-
ría realista decir que tan solo con una mejor supervisión pueden resolverse
todos los problemas, dadas las dificultades de llegar a un consenso nacio-
nal sobre políticas adecuadas y los ocasionales imprevistos.
Tercero, en el caso de México, las ineficiencias del sector bancario y
financiero parecen haber tenido bastante relevancia en el período que cul-
minó en la devaluación y en la gravedad de la crisis que se produjo. En
lo que se refiere al FMI, esto implica que la supervisión deberá prestar
particular atención a la solidez del sector financiero, en circunstancias
normales y en una situación en la que la economía puede estar sujeta a
fuertes presiones de ajuste. El diagnóstico y la corrección oportuna de las
ineficiencias del sector financiero podrían mitigar la cuantía de las pérdi-
das derivadas de los esfuerzos que necesariamente debe hacer un país
para corregir desajustes en la balanza de pagos.
Cuarto, una característica importante del caso mexicano que hizo aún
más severa la crisis fue el gran volumen de Tesobonos, títulos de deuda a
corto plazo denominados en dólares de EE.UU. emitidos por el Gobierno
de México. En cuanto al FMI, responsable de asistir a los países que pade-
cen dificultades de balanza de pagos, debe tener presente que la supervi-
sión deberá centrarse en las medidas de política económica, incluida la ad-
ministración de la deuda, que tengan implicaciones potencialmente
importantes para el uso de los recursos de la institución.
Quinto, un aspecto más favorable de la situación que imperaba en Méxi-
co a fines de 1994, en comparación con la que prevalecía al iniciarse la cri-
sis de la deuda en el verano de 1982, fue que una gran parte del capital que
ingresó al país en lo que va de esta década lo hizo en forma de inversión
directa o de cartera en el sector privado20. Cuando hizo eclosión la crisis,
los precios de mercado de estos activos privados absorbieron el impacto
más contundente del cambio de actitud de los inversionistas. En cambio, la
crisis de la deuda de los años ochenta había entrañado un dilatado proceso

20
Esto, por lo general, es más común en los flujos de capital hacia los países con mercados
emergentes en esta década.

32

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Lecciones de la crisis mexicana en materia de supervisión y financiamiento

de reprogramaciones de deuda y, en última instancia, de castigos contables


de préstamos otorgados por consorcios bancarios al Gobierno de México o
de préstamos garantizados por el Gobierno de México, durante el cual el
país había perdido todo acceso a los mercados mundiales de capitales.
Para mantener este avance en la estructura de los flujos de capital, será im-
portante mantener el principio de que los riesgos vinculados a las inversio-
nes privadas en activos del sector privado no son responsabilidad de los go-
biernos. De lo contrario, si los gobiernos asumen la responsabilidad del
servicio de la deuda de entidades privadas, podrían acrecentarse sensible-
mente el desquicio económico y las necesidades de financiamiento para re-
solver problemas de ajuste de la balanza de pagos. El FMI, al ejercer la su-
pervisión, podría evitar que eso suceda porque desalentaría la concesión
masiva de garantías públicas, explícitas o implícitas, para la inversión pri-
vada. Asimismo, podría considerarse la posibilidad de auspiciar la adop-
ción de un código de conducta, en virtud del cual los gobiernos conven-
drían en no presionar a otros gobiernos a que otorguen garantías ex post
para beneficio de los inversionistas extranjeros21.
Sexto, con respecto a las repercusiones que la crisis mexicana tuvo fue-
ra de sus fronteras, es evidente que los flujos de financiamiento y los pre-
cios de los activos en otros países reaccionaron rápidamente, por efecto
de contagio. En las semanas inmediatamente posteriores a la devaluación
y flotación del peso mexicano, bajaron considerablemente los precios de
las acciones y los bonos en todos los países de América Latina, pese a que
las circunstancias eran diferentes en cada uno22. Parece probable que la
relativamente pronta disponibilidad de financiamiento a gran escala como

21
Es sumamente importante que no se permita la amplificación del problema potencial de
incumplimiento de pagos por parte de prestatarios soberanos mediante la asunción por el
gobierno de las deudas de entidades privadas, como ya ha ocurrido.
22
Argentina sufrió una fuerte presión a raíz de la crisis mexicana y adoptó un vigoroso pro-
grama de ajuste encaminado a generar un excedente fiscal global y a reducir el déficit en cuen-
ta corriente sin abandonar la paridad entre el peso argentino y el dólar de EE.UU. El déficit
de la balanza en cuenta corriente de Argentina, antes de la crisis, era de aproximadamente la
mitad del de México en relación con el PIB. El programa de ajuste argentino estuvo respalda-
do por la liberación de dos compras en el marco del acuerdo ampliado del FMI (DEG 278 mi-
llones, o 18% de su cuota en el FMI), por la prórroga de dicho acuerdo a un cuarto año y por
un incremento en el monto contemplado en el acuerdo del equivalente de DEG 1.537 millo-
nes (100% de la cuota). Además, Argentina obtuvo financiamiento paralelo del Banco Mun-
dial, del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco de Exportación e Importación
de Japón, así como a través de la colocación de bonos en bancos extranjeros privados y en el
sector privado nacional, por un total equivalente al 275% de la cuota.

33

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

respaldo de un programa adecuado de ajuste revistió suma importancia


para contener la crisis dentro de los confines de México y para limitar sus
efectos de contagio. Para el futuro, la lección es clara: en el moderno con-
texto internacional de capitales con gran movilidad y de mercados finan-
cieros muy sensibles, será menester tomar medidas vigorosas inmediatas
para frenar una crisis económica y sus efectos potenciales de contagio,
sean o no racionales desde la perspectiva de los inversionistas individua-
les. Para el FMI y los países miembros, esto significa que los países de-
berán prepararse para actuar de inmediato y que deberán suministrarse
mecanismos adecuados de respaldo financiero para implantar programas
vigorosos de ajuste.
Séptimo, si bien no es posible establecer con un alto grado de confianza
cuáles hubiesen sido las consecuencias si no se hubiese establecido un fuer-
te programa de ajuste en México, cabe pensar que los resultados para Mé-
xico (y otros países) hubiesen sido mucho peores que el penoso proceso de
ajuste que está teniendo lugar actualmente. En términos concretos, si el Go-
bierno de México no hubiese contado con la seguridad de un considerable
respaldo externo (casi US$40.000 millones de financiamiento a mediano
plazo del FMI y del Gobierno de Estados Unidos), se hubiese visto obliga-
do a reprogramar unilateralmente su deuda externa e interna, sobre todo los
Tesobonos. Este resultado, podría decirse casi con certeza, hubiese provoca-
do una recesión más profunda y prolongada en México, efectos de contagio
más virulentos y persistentes para otros países de mercados emergentes y
una situación menos favorable para las perspectivas de crecimiento econó-
mico del país a mediano plazo. Desde todo punto de vista, los beneficios que
se logren al evitar estas pérdidas deben superar varias veces el costo econó-
mico del respaldo financiero que se le ha concedido a México.
Octavo, se ha sugerido que el respaldo financiero que se le dio a México
fue una "operación de rescate" que plantea serias inquietudes en torno al
"riesgo moral" de inducir a los gobiernos a adoptar medidas indebidamen-
te arriesgadas, pero esas inquietudes son exageradas. Se presenta el proble-
ma del riesgo moral si la expectativa de recibir un respaldo financiero muy
subsidiado indujese a los gobiernos a aplicar medidas que de otra manera
serían desacertadas basándose en el cálculo racional de que la generosidad
del respaldo potencial podría dar un carácter económicamente ventajoso a
tales medidas. No obstante, como se mencionó previamente, el mecanismo
de coaseguro impide que se corra un riesgo excesivo, y es evidente que
México padece un considerable sufrimiento económico como resultado de

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Lecciones de la crisis mexicana en materia de supervisión y financiamiento

la crisis (pese al respaldo financiero a gran escala que recibió). Ningún go-
bierno, en su sano juicio, hubiese decidido correr el riesgo de padecer las
dificultades económicas que asolan actualmente a México motivado por la
expectativa del respaldo financiero que ese país recibió como consecuencia
de la crisis. Es más, varios países, siguiendo el ejemplo de México, han
optado por corregir las deficiencias de su política económica.
Otra inquietud es que el respaldo externo que recibió México socavó la
disciplina del mercado protegiendo a los tenedores de activos mexicanos
del riesgo de pérdida. La disciplina del mercado es importante porque, en
principio, ofrece una amplia cobertura contra los riesgos generales de las
medidas desacertadas, no solo contra el problema menos amplio de que el
prestatario adopte un comportamiento que supone un "riesgo moral". El
debilitamiento de la disciplina del mercado no parecería ser una cuestión
relevante para la mayoría de los activos, cuyo valor descendió apreciable-
mente durante la crisis, pero es motivo de preocupación en el caso de los
Tesobonos, cuyos tenedores no sufrieron pérdida alguna.
En el caso de México, el uso de reservas y la inyección de recursos fi-
nancieros externos permitieron a las autoridades evitar que cundiera el pá-
nico cuando los inversionistas se lanzaron a rescatar los Tesobonos que
iban llegando a su vencimiento. ¿Implica esto que la disciplina del merca-
do será seriamente socavada en el futuro? Eso es lo que ocurriría si los
participantes del mercado sacaran en conclusión de este incidente que los
pasivos denominados en moneda extranjera de los gobiernos soberanos
están siempre libre de riesgos. Esta conclusión no sería lógica, dado que
los tenedores de esos valores registraron pérdidas de capitales en años an-
teriores, por ejemplo, durante la crisis de la deuda de los años ochenta.
También es evidente, haciendo un análisis general externo de este caso,
que la mayoría de los participantes en el mercado lo considera singular y
que por lo tanto difícilmente lo considerarían un precedente importante a
la hora de considerar inversiones futuras.
En cuanto al futuro, cabría esperar que no vuelvan a presentarse requi-
sitos de financiamiento en la escala de los que surgieron a raíz de la cri-
sis de México y que, cuando las dificultades se hagan manifiestas, los pro-
gramas de ajuste sean suficientemente vigorosos para poder evitar el
incumplimiento de pagos de las deudas soberanas. No obstante, los inver-
sionistas no deberían tener garantía alguna contra el riesgo de incumpli-
miento, porque de lo contrario los acreedores no tendrían incentivos para
actuar con precaución y probablemente sería difícil para los prestatarios

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

imponer desincentivos adecuados a la imprudencia. Por lo tanto, pese a


que los programas respaldados por el FMI pueden ayudar en muchos
casos a evitar incumplimientos de pagos por parte de los gobiernos (cuan-
do las circunstancias lo ameritan) el concepto general sobre la función del
FMI —proveedor de asistencia temporal para fines de balanza de pagos
con salvaguardias adecuadas— no incluye ni debería incluir una protec-
ción contra resultados insatisfactorios. Por otra parte, en vista de la mag-
nitud de los costos y de los posibles efectos secundarios adversos que se
producen cuando un gobierno no paga sus deudas, y de los límites al res-
paldo financiero que se concede para frenar incluso las verdaderas crisis
de liquidez, la comunidad internacional tiene razones para insistir en que
se eviten prudentemente las medidas que entrañen el riesgo de un incum-
plimiento de pagos.

Implicaciones para la necesidad futura


de recursos del FMI
La explicación precedente sobre la función del FMI tiene profundas im-
plicaciones para los posibles requisitos futuros de recursos de la institu-
ción para hacer frente a las necesidades de los países miembros que deben
corregir de manera más ordenada los desajustes de sus balanzas de pagos.
Al examinar estas implicaciones conviene considerar por separado las si-
tuaciones de los países industriales, las economías en transición y los paí-
ses en desarrollo de mediano y bajo ingreso. Se considerará asimismo la
necesidad de recursos del FMI desde la perspectiva de evitar o mitigar los
efectos de contagio y los efectos "monzón" (véase su descripción más
adelante). Por último, se analiza la interacción entre la supervisión y la
necesidad de financiamiento.
No se hace intento alguno de cuantificar la escala del aumento de las
cuotas frente al FMI que podría ser necesario en un plazo relativamente
próximo; esa tarea específica requiere un tratamiento analítico separado.
Además, como se señaló en la introducción, no se considera detallada-
mente la función de la asistencia técnica a los países en desarrollo y a las
economías en transición. La asistencia técnica puede ser un importante
apoyo del asesoramiento del FMI en materia de política económica por-
que coadyuva a resolver desequilibrios estructurales a mediano plazo y a
establecer una infraestructura adecuada. Es, entonces, necesario comple-
mentar las funciones de supervisión y de financiamiento del FMI.

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Implicaciones para la necesidad futura de recursos del FMI

Necesidades potenciales de financaimiento de los países


Los países industriales no han utilizado los recursos del FMI en los tra-
mos superiores de crédito durante casi dos decenios. Es probable que esta
situación continúe mientras los países industriales sigan gozando de acce-
so irrestricto a los flujos de capitales privados como medio de financiar
sus desequilibrios de pagos internacionales. Además, algunos países in-
dustriales podrán recurrir a mecanismos regionales de respaldo en perío-
dos de dificultades, como ya ha ocurrido en años anteriores23. No obstan-
te lo cual, no puede descartarse la posibilidad de que los países
industriales hagan uso más activo de sus tramos de reserva o que algunos
países industriales puedan verse obligados a solicitar un crédito al FMI. Y
si los países industriales tienen que utilizar los recursos del FMI, proba-
blemente sea en circunstancias de perturbaciones generalizadas en el sis-
tema monetario internacional. Aunque más no fuese por prudencia, el FMI
deberá seguir manteniendo la liquidez adecuada para financiar los posi-
bles giros de los países acreedores y deberá preservar (y quizá fortalecer)
los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos (AGP)24 en caso
de que se produzcan giros en gran escala, sobre todo de los países que par-
ticipan en dichos Acuerdos Generales.
En lo que se refiere a las economías en transición, existen diferencias im-
portantes en sus trayectorias de desarrollo económico y por ende, es proba-
ble que sean diferentes las necesidades que motiven el uso de los recursos
del FMI. Algunos países ya han logrado un nivel considerable de estabiliza-
ción macroeconómica y de reforma estructural. La necesidad de estos paí-
ses de utilizar los recursos de la institución para resolver problemas de ba-
lanza de pagos puede menguar en el futuro, en relación con la etapa inicial
de sus esfuerzos de estabilización. Algunos de estos países ya han comen-
zado a establecer un acceso favorable a los mercados de capitales privados
y uno, en particular, ha rembolsado en su totalidad los préstamos obtenidos
del FMI. Sin embargo, aún no han adquirido la reputación necesaria que les

23
Además de sus mecanismos normales de transferencias fiscales a los países miembros de
menor ingreso, la Comunidad Europea (ahora la Unión Europea) ha suministrado previa-
mente respaldo financiero a gran escala a Italia y Grecia para ayudar a estos países a resol-
ver dificultades de balanza de pagos. La Comisión Europea ha cooperado con el FMI, en ge-
neral, en la supervisión de los Estados miembros, pero la Unión Europea ha preferido que
sus miembros soliciten financiamiento dentro de la Comunidad en lugar de recurrir al FMI.
24
Este mecanismo permite al FMI solicitar préstamos a los principales países industriales
(el Grupo de los Diez) y entidades vinculadas a ellos.

37

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

garantice el acceso ininterrumpido a fuentes privadas de financiamiento de


balanza de pagos en caso de que surjan dificultades económicas y, ocasio-
nalmente, tendrán que recurrir al FMI.
Parecería que, en general, las economías en transición que han avanzado
menos en su programa de estabilización y en su desarrollo de relaciones
con acreedores y donantes tendrían una mayor necesidad de recursos del
FMI en los años inmediatamente próximos. Estos países no tienen un ac-
ceso garantizado a los flujos de capitales privados y las oportunidades de
catalizar otras fuentes de financiamiento de balanza de pagos, que no sean
los recursos del FMI, parecen ser menos favorables que en otros países. El
período durante el cual muchas economías en transición requerirán el apo-
yo del FMI en conjunción con sus actividades de estabilización macroeco-
nómica puede ser un poco más extenso que en el caso de los programas de
ajuste de la balanza de pagos respaldados por el FMI, y un poco más ele-
vada la cuantía del respaldo financiero acumulado. Tras muchos años de
planificación centralizada, muchas economías en transición padecen difi-
cultades muy peculiares para establecer las instituciones básicas y los com-
portamientos esenciales para la estabilidad macroeconómica y la viabilidad
razonable de la balanza de pagos. Debe destacarse, no obstante, que estas
circunstancias especiales no deben contravenir el principio fundamental de
que el respaldo financiero que ofrece el FMI debe ser de carácter temporal.
En el caso de los países en desarrollo de mediano ingreso, esta crecien-
te apertura al comercio exterior y a los mercados financieros internaciona-
les ha sido un hecho muy positivo de los últimos años, porque contribuye
al crecimiento y al bienestar de estos países así como al de los países con
los que efectúan transacciones en los mercados de mercancías y de capita-
les. Pero, como se señaló anteriormente, una mayor apertura tiende a ha-
cerlos más vulnerables a las perturbaciones que afectan sus balanzas de pa-
gos, como el cambio de condiciones en los mercados mundiales de capital
y de la actitud de los inversionistas hacia los mercados emergentes. Mu-
chos países en desarrollo parecen haber respondido a esta creciente vulne-
rabilidad acumulando niveles más altos de reservas internacionales. Sin
embargo, como se ha demostrado recientemente, con la apertura a los flu-
jos internacionales de capital, las reservas, aunque su monto sea elevado,
pueden agotarse rápidamente ante dificultades de balanza de pagos. Algu-
nos países en desarrollo de ingreso más alto han establecido un historial de
acceso continuo a los mercados de capitales privados, inclusive durante pe-
ríodos de tensión económica general, pero no es una situación que pueda

38

©International Monetary Fund. Not for Redistribution


Implicaciones para la necesidad futura de recursos del FMI

generalizarse a corto plazo para la mayoría de los países en desarrollo.


Estos países seguirán siendo vulnerables a interrupciones potenciales del
acceso al financiamiento privado precisamente en circunstancias en que
otros factores podrían generar dificultades de balanza de pagos. Esto signi-
fica que el FMI continuará desempeñando una importante función median-
te la concesión de financiamiento de balanza de pagos para respaldar los
programas de ajuste de los países miembros.
Los países en desarrollo más pobres, muchos de los cuales acarrean una
pesada carga de la deuda y limitaciones en materia de asistencia para el de-
sarrollo, también requieren que el FMI respalde programas vigorosos de
ajuste para restablecer la viabilidad externa. Dada la magnitud de los dese-
quilibrios estructurales de muchos de estos países, el período típico de ajus-
te para la corrección de los desequilibrios de pagos ha sido más extenso que
en otros países en desarrollo. Además, en general se requiere asistencia en
condiciones concesionarias para que estos países puedan resolver proble-
mas de balanza de pagos y no empeorar la difícil situación del servicio de
la deuda. Para ello recurren al SRAE, cuya tasa de interés es de sólo ½%,
y no a los recursos generales del FMI. La índole de los problemas que en-
frentan estos países también implica que el FMI tiene una función especial-
mente importante en el suministro de asistencia técnica y en la coordina-
ción de esfuerzos con otras instituciones financieras internacionales y
bancos regionales de desarrollo. A diferencia de la labor del Grupo del Ban-
co Mundial, la participación continua del FMI reside en suministrar finan-
ciamiento temporal de la balanza de pagos y asesoramiento en política ma-
croeconómica, no en la concesión de préstamos para proyectos ni en la
asistencia para el desarrollo. Por consiguiente, el carácter y la fundamen-
tación de su intervención en los países en desarrollo más pobres son los
mismos que para los demás países miembros.

Efectos de contagio y efecto "monzón"


Los efectos de contagio que repercutieron sobre los países en desarrollo
ponen de relieve la necesidad de atender de inmediato una crisis incipiente.
Dadas las responsabilidades del FMI en el sistema monetario internacional,
tiene la función primordial de procurar evitar las crisis mediante una super-
visión más firme y de contenerlas una vez que hicieron erupción mediante
el financiamiento condicional a los países que padecen dificultades de ba-
lanza de pagos. Al limitar los efectos de contagio potenciales, la adopción
de medidas vigorosas en las primeras fases de la crisis bien puede reducir a

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

la larga la demanda de recursos del FMI. Es más, la necesidad de financia-


miento del FMI sería presuntamente de corto a mediano plazo, siempre que
se hayan comprometido recursos de la institución para respaldar un sólido
programa de ajuste y de esta manera se haya logrado calmar la crisis.
Pese a todo, una de las dificultades más graves para evaluar la necesidad
potencial de financiamiento del FMI es que las dificultades de balanza de
pagos de los países en desarrollo y su vinculación a las conmociones gene-
rales de la economía mundial tienen un comportamiento similar al de los
monzones. El efecto "monzón" significa que, por lo general, los disturbios
en la balanza de pagos de los principales grupos de países en desarrollo
ocurren en un mismo período y están correlacionados con las condiciones
económicas generales de los países industriales. A fines de los años seten-
ta, la recuperación económica de los países industriales, el incremento de
los precios mundiales de los productos básicos, la prevalencia de tasas de
interés reales negativas en los países industriales importantes, y la disponi-
bilidad inmediata de préstamos de bancos internacionales fueron factores
que alentaron y facilitaron el endeudamiento a gran escala de muchos paí-
ses en desarrollo. A principios de los años ochenta, la profunda recesión de
los países industriales, el colapso de los precios mundiales de los produc-
tos básicos, el fuerte incremento de las tasas de interés reales y la contrac-
ción crediticia de los bancos internacionales contribuyeron a la crisis de la
deuda que afectó simultáneamente a un número significativo de países en
desarrollo y dio lugar a un extenso período de dificultades económicas.
A principios de esta década se produjo un ciclo de acontecimientos de ca-
racterísticas similares pero menos violentos que ha afectado la situación
económica y financiera de muchos países en desarrollo. No obstante, no hay
ninguna garantía de que los problemas cíclicos que padece la economía
mundial sean, en general, tan leves como en los últimos años, lo que difie-
re considerablemente de lo acontecido en un período histórico más largo25.
Por consiguiente, si se ha de planificar con prudencia será menester tener en

25
Si bien la economía de Estados Unidos sufrió una fluctuación cíclica leve (en compara-
ción con otros períodos de su historia) desde mediados de los años ochenta, algunos otros paí-
ses industriales han padecido recesiones muy graves a principios de esta década. Cabe seña-
lar, sin embargo, que las recesiones en los diferentes países industriales han estado un tanto
desfasadas y que han aminorado las fluctuaciones en la actividad combinada de todos los paí-
ses industriales. Además, a diferencia de lo ocurrido en años anteriores, el grupo de países en
desarrollo mantuvo un sólido crecimiento durante los primeros años de esta década, pese a la
desaceleración de los países industriales.

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Implicaciones para la necesidad futura de recursos del FMI

cuenta la posibilidad de que futuros disturbios en la economía mundial ge-


neren demandas simultáneas y considerables de recursos del FMI por parte
de un gran número de países en desarrollo en respaldo de programas de ajus-
te de la balanza de pagos.
El ejemplo de México sugiere que el FMI puede actuar rápidamente
mediante la concesión de financiamiento en situaciones de crisis utilizan-
do los servicios financieros existentes. El caso mexicano es sin duda ex-
cepcional por su magnitud y por las circunstancias del apoyo logrado, en
relación con la escala de los recursos de la institución. No obstante, aún
ante la probabilidad de que el financiamiento brindado por el FMI en
casos específicos sea significativamente menor que el que recibió Méxi-
co, la posibilidad de que varios países puedan requerir un cuantioso fi-
nanciamiento de su balanza de pagos en forma casi simultánea plantea in-
quietudes en torno a la eficacia de los procedimientos y a la magnitud de
los recursos del FMI. De acuerdo con esta perspectiva, la Reunión Cum-
bre que celebró en Halifax el Grupo de los Siete países industriales
(Fondo Monetario Internacional (1995d)) recomendó en junio de 1995 al
FMI "poner en marcha un 'mecanismo de financiamiento para emergen-
cias' que, en situaciones de crisis, permita un acceso más rápido a los
acuerdos con el FMI, con estricta condicionalidad y mayor volumen de
desembolsos al principio de los programas". Una cuestión vinculada con
ésta es la suficiencia de las cuotas que fija el FMI y la disponibilidad y
modalidades de uso de otras fuentes de financiamiento (incluyendo una
ampliación de los AGP).

Efectos de la supervisión en la necesidad de


financiamiento que brinda el FMI
Cualesquiera sean las modalidades que puedan concebirse para que el
respaldo financiero que ofrece el FMI sea más oportuno y eficaz en el
caso de países miembros que enfrentan dificultades de balanza de pagos
y están emprendiendo programas de ajuste bien concebidos, la supervi-
sión que ejerce el FMI desempeña una importante función al limitar la
probabilidad y la gravedad de las dificultades que exigen dicho respaldo.
Son por lo menos tres las dimensiones básicas de esta responsabilidad
que influyen en las necesidades potenciales de financiamiento.
En primer lugar, como lo demuestra claramente la experiencia recogida,
lo más probable es que las necesidades simultáneas de financiamiento a
gran escala de varios países surjan en circunstancias de tensión general en

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LA FUNCIÓN DEL FMI: EL FINANCIAMIENTO, EL AJUSTE Y LA SUPERVISIÓN

la economía mundial, por lo que el FMI deberá centrar su supervisión en


las causas de esa tensión y en las políticas que ayudarán a evitarla. Para
ello, no será primordial supervisar a los usuarios más probables del respal-
do del FMI, sino a los países de mayor importancia sistémica. El FMI se
encuentra en una posición singular para ejercer la supervisión multilateral
de sus países miembros y para identificar problemas de política económi-
ca con repercusiones potenciales a nivel regional y mundial. Por lo tanto,
al fortalecer la supervisión de los principales países industriales y de los
países en desarrollo más importantes —si bien es poco probable que hagan
uso de los recursos del FMI— podrán reducirse las necesidades globales de
financiamiento.
Segundo, una supervisión eficaz que ofrezca un diagnóstico precoz y
propicie un ajuste oportuno puede aminorar la posibilidad y la gravedad
de los desajustes en las balanzas de pagos de los países miembros. Esto
significa que la supervisión deberá reducir la probable escala de financia-
miento que puedan necesitar determinados países del FMI y el riesgo de
que hagan erupción crisis importantes con amplios efectos de contagio.
Tercero, si en el cumplimiento de la tarea de supervisión se tiene en
cuenta la vulnerabilidad de las políticas y sistemas financieros de los paí-
ses, incluida la gestión de la deuda, será más fácil identificar situaciones
en las que la corrección de las dificultades de balanza de pagos puedan
exacerbar los efectos adversos en la economía. Por ejemplo, la adopción
de una política monetaria restrictiva puede poner en peligro un sistema
bancario de por sí frágil. La solución de estas deficiencias sistémicas
deberá facilitar la tarea de corregir los desajustes de balanza de pagos y
reducir la escala del financiamiento requerido.
Estas recomendaciones son congruentes con varias iniciativas recien-
tes que fueron adoptadas para fortalecer la función de la supervisión que
ejerce el FMI. El Comité Provisional, en su reunión de abril de 1995
acordó que el FMI debería fortalecer su supervisión de manera simétrica
mediante:
• un diálogo de política económica más intenso y continuo con los países
miembros y mostrándose abierto y franco en sus recomendaciones
relativas a las políticas adecuadas;
• la declaración regular y puntual de datos económicos a la institución
por parte de todos los países;
• la publicación oportuna de datos completos por parte de los países
miembros para dar más transparencia a la política económica;

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Bibliografía

• una mayor atención a la política de financiamiento de los países


miembros y a la solvencia de su sector financiero, y
• un mejor enfoque de su supervisión con el objeto de identificar pro-
blemas de importancia sistémica potencial.

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SERIE DE FOLLETOS DEL FMI

(Salvo indicación en contrario, la serie de folletos se publica


en español, francés e inglés)

38. La condicionalidad del Fondo: Evolución de sus principios y prácticas.


Manuel Guitián. 1981.
39. El orden en las finanzas internacionales, la promoción de los acuerdos de derecho
de giro del FMI y la formulación de los convenios de préstamos celebrados con
prestamistas privados. Joseph Gold. 1982.
40. Derechos especiales de giro, monedas y oro: Sexta reseña y examen de nuevos
acontecimientos jurídicos. Joseph Gold. 1983.
41. Los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos. Michael Ainley. 1984.
42. El Fondo Monetario Internacional: Su organización financiera y sus actividades.
Anand G. Chandavarkar. 1984.
43. Servicios de asistencia técnica y de capacitación del Fondo Monetario Internacional.
1985.
44. DEG, monedas y oro: Séptima reseña y examen de nuevos acontecimientos
jurídicos. Joseph Gold. 1987.
45. Organización y operaciones financieras del FMI. Departamento de Tesorería.
Primera edición, 1990 (sólo en inglés). Cuarta edición, 1995. Cuarta edición
también en ruso.
46. La singular naturaleza de las funciones del Fondo Monetario Internacional.
Manuel Guitián. 1992.
47. Dimensión social del diálogo del FMI en materia de políticas. Personal del FMI.
1995.
48. El gasto público improductivo: Un enfoque pragmático para el análisis de las
medidas de política. Departamento de Finanzas Públicas del FMI. 1995.
49. Directrices para el ajuste fiscal. Departamento de Finanzas Públicas del FMI. 1995.
50. La función del FMI: El financiamiento y su interacción con el ajuste y la
supervisión. Paul R. Masson y Michael Mussa. 1995.

Pueden obtenerse ejemplares de estos folletos e información sobre otros números


de la serie de folletos del FMI dirigiéndose a:
International Monetary Fund, Publication Services
700 19th Street, N.W., Washington, D.C. 20431, EE.UU.
Teléfono: (202) 623-7430
Telefax: (202) 623-7201
Internet: publications@imf.org

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