En la unidad habitacional donde vive Martín, un día
empiezan a desaparecer niños. Toda la investigación había sido inútil, como las precauciones tomadas por los padres angustiados. Un grupo de amigos llamados "Los Camachuelos" querían hacer una broma a una niña de su escuela que nunca hablaba con nadie. Le dijeron que entrara a un salón, pero ella desconfiaba.
Finalmente, comenzó a confiar en ellos, pero cuando
extendió la mano, uno de los chicos hizo una mueca asustadiza. La niña gritó, lo empujó y se fue llorando. Dos semanas después, la niña, llamada Carmen, desapareció.
Más tarde, otro niño llamado Kikín también desapareció.
Los amigos se dieron cuenta de que algo extraño sucedía en las noches despejadas. Un niño, Marco, decidió investigar. Descubrió que un hombre pájaro estaba robando a los niños y llevándolos a una colina. Nadie sabía por qué. El niño decidió escapar y pedir ayuda a unos detectives.
Con la ayuda de los detectives, atrajeron al hombre
pájaro y lo hirieron. Cuando lo vieron de cerca, se dieron cuenta de que era el portero de la escuela quien decidía quién entraba y salía. El hombre pájaro murió y nunca hubo más robos.