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SERIE METAMORFOSIS:
(Esta serie está inspirada en la trama de la novela: Metamorfosis de Franz Kafka)
Historia 1: Soy una mariposa Por Luciana Angulo Chain
Historia 2: Cuando era gato Por Fiorella Aronna Acosta
Historia 3: La Mona Luisa Por Sofía Ballestas Iglesias
Historia 4: El Sapo Por Bianca Bolívar Haddad
Historia 5: ¡Ayuda! ¡Me convertí en un perro! Por Gabriela Cardona Bolivar
Historia 6: Pedro el Perro Por Samuel Castro
Historia 7: La papa Por Carlos Andres Daccarett Molinares
Historia 8: Metamorfosis Por Martina Diliz Marquez
Historia 9: Metamorfosis Por Camilo Freidel Lora
Historia 10: De científico a lobo Por Juan Sebastián Gómez
Historia 11: De humano a pájaro en una noche Por Daniel Alejandro Ibarra
Historia 12: El Mono Famoso Por María Del Mar Mantilla Gutiérrez
Historia 13: Las señales de Amelia y su abuela. Por Luciana Maria Moncada
Historia 14: Un Problema Serio Por Alejandro Navas Toro
Historia 15: Atrapada en el cuerpo de un tigre Por Sofía Nieto
Historia 16: El Ratón Humano Por Juan Pablo Ordoñez Vargas
Historia 17: ¡No soy un Mono! Por Isabella Osorio Paternina
Historia 18: El Sueño Loco de Pablo Por Natalia Catalina Pérez Said
Historia 19: Mi Despertar Como Un Panda Por Alejandro Mario Pinedo
Historia 20: Una vida gatuna Por Alejandro Joaquín Piñeros Donado
Historia 21: El Chango Humano Por Jack Pryszlak Tarud
Historia 22: El Deportista Loro Por Elías Eduardo Radi Chemas
Historia 23: El hombre perro Por Nicolás Robayo Duran
Historia 24: Lobo Por Juan Sebastian Romero Puche
Historia 25: El hombre que se convirtió en mono Por Salim Jose Suz
Historia 26: De humanos a Abejas Por Ana Paula Urdaneta Sierra
SERIE SUSPENSO:
Historia 1: El Señor Sin Cara Por Luciana Angulo Chain
Historia 2: Historia de suspenso Por Fiorella Aronna Acosta
Historia 3: Historia de suspenso Por Sofia Ballestas Iglesias
Historia 4: Historia de suspenso Por Bianca Bolívar Haddad
Historia 5: Historia de suspenso Por Gabriela Cardona Bolívar
Historia 6: Historia de suspenso por Samuel David Castro Vergara
Historia 7: Historia de suspenso Por Carlos Andres Daccarett Molinares
Historia 8: Historia de suspenso Por Martina Diliz Marquez
Historia 9: Historia de suspenso Por Camilo Freidel Lora
Historia 10: Historia de suspenso Por Juan Sebastián Gómez Piñeros
Historia 11: Historia de suspenso Por Daniel Alejandro Ibarra Escaff
Historia 12: Historia de suspenso Por Maria Del Mar Mantilla Gutierrez
Historia 13: Historia de suspenso Por Luciana Maria Moncada Romero
Historia 14: Historia de suspenso Por Alejandro Navas Toro
Historia 15: Historia de suspenso Por Sofia Nieto
Historia 16: Historia de suspenso Por Juan Pablo Ordoñez Vargas
Historia 17: La Puerta Por Isabella Osorio Paternina
Historia 18: El Experimento Fallado Por Natalia Catalina Pérez Said
Historia 19: Perdidos En El Laberinto Por Alejandro Mario Pinedo Sarmiento
Historia 20: Historia de suspenso Por Alejandro Joaquin Piñeros Donado
Historia 21: Historia de suspenso Por Jack Pryszlak Tarud
Historia 22: Historia de suspenso Por Elias Eduardo Radi Chemas
Historia 23: El laberinto sin salida Por Nicolas Robayo Duran
Historia 24: La casa del terror por Juan Sebastian Romero Puche
Historia 25: El niño y la Maldición por Salim Jose Suz De Castro
Historia 26: Perdida en la Multitud Por Ana Paula Urdaneta Sierra
SERIE METAMORFOSIS
(Esta serie está inspirada en la trama de la novela: Metamorfosis de Franz Kafka)
Soy una mariposa Por Luciana Angulo Chain
Camila era una niña creativa. Le gustaba pintar, cantar y muchas cosas más. Un
día, Camila se levantó sintiéndose rara. Cuando se iba a parar empezó a flotar. Se
chocó con su cama y vio que era gigante. Se cayó al piso y empezó a pensar:
¿qué me pasó? Después de dos minutos, volvió a flotar y se vio en el espejo. ¡Era
una mariposa! Fue abajo, donde su mamá estaba. Pero ahí estaba su gato. Ella
empezó a moverse rápido y su gato la estaba tratando de atrapar. Ella llegó hasta
donde su mamá y voló alrededor de ella, pero su mamá pensaba que era una
mariposa normal. Camila vio una foto de ella y se paró en su cara. Su mamá
estaba confundida porque después empezó a mover sus alas rápidamente. Su
mamá se dio cuenta que era Camila y la ayudó a que se volviera humana otra vez.
Cuando era gato Por Fiorella Aronna Acosta
Un día muy temprano, me levanté para ir a la escuela, pero ese día me levanté
diferente a todos los días. Al levantarme de la cama sentí como si esta fuera más
grande que los demás días. Luego me dirigí al baño como todos los días, pero no
pude meterme en la bañera, fue muy raro, siempre me ha gustado bañarme. De
repente fui al espejo y ¡oh! Mi reflejo era el de un gato, yo era un gato. Que iba
hacer, tenía que ir a dar clases. Salí del cuarto y mi mamá pensó que yo era un
gato de la calle y empezó a echarme con la escoba. Intenté decirle con mis
maullidos que era yo, su hijo, pero ella seguía alejándome con la escoba. Como
pude, salí por la ventana. Pensaba cómo explicarle a mi mamá que yo era su hijo
y que estaba convertido en gato. Mi mamá cerró la ventana para que yo no
pudiera entrar más a la casa. Pasó el mediodía y del colegio llamaron a mi casa a
preguntar por qué no había ido al colegio. Mi mamá empezó a preocuparse y a
preguntar dónde estaba. Y como podía, con mis patas, tocaba la ventana. Para
decirle que abriera. Ella me miró por la ventana fijamente y me dejó pasar, salí
corriendo hacia mi cuarto, ella me siguió como si me entendiera. Y yo brinqué en
la cama y empecé a maullar, y ella logró entenderme porque empezó acariciarme.
Hasta que me quedé dormido junto a ella. Luego al despertar no sé cómo ya
estaba en mi cuerpo, ya era yo nuevamente y estaba acostado junto a mi mamá.
La Mona Luisa Por Sofía Ballestas Iglesias
Había una vez una niña que vivía con su mamá en la mitad de la selva, su casa
era gigante, tenía dos piscinas, daba la vista al mar y tenía un río al lado. Luisa,
una niña tierna, amable, pero un poco torpe, salió a caminar y le dio hambre. No
había nada más que una planta muy rara, Luisa decidió comerla. En el camino, se
sintió un poco cansada, y cuando regresó a su casa se durmió enseguida.
Al despertar, se sentía muy extraña, cuando fue a lavarse los dientes y se vio en el
espejo, no podía creer lo que veía… ¡Sorprendida! Intentó gritar, pero le salían
sonidos como de un mono. Quería correr pero se caía al intentarlo, caminaba
como un mono. En su trastedad rompía todo lo de su alrededor. Su mamá, al
escuchar los ruidos, sube extrañada y se sorprende al ver a un mono. Comienza
a gritar y pegarle con una toalla, hasta botarla de la casa. Luisa intenta avisarle a
la mamá lo que le había ocurrido, pero la mamá más lo golpeaba y la botaba de la
casa.
Muy triste Luisa, se sienta en un árbol y comienza a pensar cómo podría avisarle a
la mamá que ella es Luisa. Su mamá mientras tanto comienza a buscar a Luisa
por toda la casa. Cuando Luisa escucha a su mamá gritar regresa a su casa, pero
esta le cerraba la puerta. Luisa cada vez se desespera más al no poder explicarle
a su mamá. Se va llorando hacia la selva, donde se encuentra a un mago que se
da cuenta que algo le pasa a esta mona. Luisa le hace señas que solo él
entiende, y decide ayudarla.
Le dice que busque algo que ella le haya regalado a su mamá. Entonces deciden
regresar a la casa en busca de una carta que ella le escribió a su mamá. El mago
entretiene a la mamá haciéndose pasar por un vendedor de frutas, mientras que
Luisa entra a la casa por la ventana. Encuentra la carta y baja a llevarsela a su
mamá. Nuevamente la mamá, al ver a la mona, vuelve a intentar botarla de la
casa, pero el mago la detiene y le dice que la mire a sus ojos fijamente.
Al mirarla su mamá, siente una sensación de ternura y expresión en los ojos que
le llaman la atención. El mono le entrega una carta. Al recibirla se acuerda que
sólo Luisa sabía dónde estaba. Y comienza a llorar. Hija mía ¿qué te pasó? La
mamá como era profesora de niños sordos sabía cómo comunicarse por señas,
así Luisa le pudo explicar lo que había sucedido y fueron a buscar la planta, ya
que el mago le dijo que si la volvía a comer antes de la media noche regresaba a
su estado natural.
Salieron en busca de la planta, comenzó a llover muy fuerte y era muy difícil ver
en la oscuridad de la selva. Cuando ya pensaban que todo estaba perdido, de
pronto para de llover y apareció un gigante arcoíris que iluminaba toda la selva y
así pudieron encontrar las plantas al final de este arcoiris.
Luisa comió de la planta y se quedó dormida. Al despertarse volvió todo a la
normalidad. Fin.
Hace muchos años había un niño llamado Andrés, Andrés era un niño muy
estudioso y le encantaba estudiar y leer. Andrés, desde pequeño siempre había
querido un perro, ese ha sido su sueño desde pequeño y le ha pedido ese regalo a
su papás por mucho tiempo. Era su cumpleaños número 13, deseaba con todo su
corazón un perro, pero cuando ya se iba a acabar el día el papá de Andrés llegó
con una caja muy grande y pesada. Andrés muy curioso lo abrió y se dio cuenta
que era un perro grande, pesado, blanco y se veía muy tierno.
Un día normal, Andrés fue al colegio en su carro para mostrar a su nuevo perrito,
todos lo querían agarrar con todas sus fuerzas pero ya era tarde, el papá se lo
llevó a la casa. Meses después, una amiga de la mamá de Andrés fue a visitarla.
A Andrés nunca le gustó la amiga de su mamá, él no se dio cuenta y lo dijo en voz
alta. Su mamá lo regañó, pero lo que no sabía Andrés era que ella había venido a
casa para cuidarlo. “Mamá como me viene a cuidar ella si ya tengo 13 años, ya
soy un adolesente que se cuida solo” - dijo Andrés rabioso. La mamá no lo dejó
estar solo por un día, la amiga de la mamá, Estefanía, no era buena. Ella es una
bruja que concede cosas horribles a las personas que no las obedecen o habla
mal de ella por su apariencia. Pero eso no lo sabía Andrés, hasta que Estefanía
sacó su libro de la cartera y empezó a decir: “convierte a este niño en perro hasta
que no pueda aguantar más, cambia de vida en un click nomás” - dijo Estefania
con su voz alegre. Empezaron a aparecer luces verdes y moradas de sus manos,
cuando vio que el alma de Andrés y su perro cambiaron, después un rayo fuerte
apareció y cuando Andrés abrió los ojos estaba como un perro. Andrés alterado
trataba de hablar pero lo único que decía era “Woof, woof”. En cambio, el perro de
Andrés no sabía cómo caminar bien, comía comida de perro y hacía las cosas que
hacen los perros: ladrar, orinar en cualquier lugar, jugar con sus juguetes etc.
Llegó la hora que Estefanía se iba y sus papás llegaban, Andrés se mordía a sí
mismo para ver si estaba soñando pero lo único que vio fueron los moretones que
tenía en la pata izquierda de tanto morderse, sonó el timbre. Llegó Diana y su
esposo, ellos tenían una sospecha rara porque no vieron el perro saltar encima de
ellos, solo les ladraba sin parar, porque era Andrés el perro que tanto ladraba. En
cambio el que se tiraba a ellos era el perro en el cuerpo de Andrés. Los papás lo
regañaron por casi fracturarle una pierna a Diana por todo el peso que tenía
Andrés. Andrés pasó días sin comer porque no quería probar la comida de perro,
pero le tocó hacerlo ya que estaba muy flaco sin comer 5 días seguidos, así que
decidió probarla. No le sabía a nada porque los perros no sienten el sabor, así que
fue un alivio para él. Andrés ya estaba muy molesto ya quería volver a ser humano
y sentir los abrazos de su mamá y papá, ver a sus amigos todos los días en el
colegio, así que decidió ir a la casa de Estefanía para que le retornara su cuerpo
devuelta. De suerte Estefanía era su vecina, así que decidió correr hacia allá y
llevó un plumero y papel para poderle escribir sus disculpas.
Andrés llegó a su apartamento, cogió el papel y agarró el bolígrafo con la boca y
decidió escribir: “Querida Estefanía, lamento haber dicho todas esas cosas, me
arrepiento con todo mi corazón decirlas, eso no está bien, recapacité todo estas
semanas y decidí no molestarte jamás, lo siento. Att. Andrés.” A Estefanía le gustó
mucho esa carta y también se preguntó a sí misma si era bueno poner un humano
a un perro, le abrió la puerta a Andrés, corrió a buscar su libro y dijo: “devuelvo el
cuerpo a este niño”. Después de decir esto, llegó la misma luz que vio ese día y
Andrés volvió a ser perro y lo primero que hizo fue darle un gran abrazo a
Estefania y le dijo: “disculpa, eso no fue mi intención”. Andrés dijo esto con una
voz de culpa. Andrés tuvo una lección que le llegó al corazón.
Había un niño llamado Pedro. A él le gustaban mucho los perros. Un día se fue a
un campo lleno de flores. El cielo estaba azul claro, y el aire estaba fresco. Estaba
sentado en una colina, descansando bajo un árbol, cuando, de repente, vio un
perro caminando hacia él. El perro era de color café oscuro, y era grande. Pedro
empezó a sobar al perro, y se sintió raro, pero después se fue el perro. El próximo
día, cuando despertó, no pudo agarrar nada, ni pudo caminar bien. Cuando se
miró los brazos, eran negros y peludos, y eran de perro. Pedro se había dado
cuenta que él era el perro que sobó el día anterior. Pedro fue a abrir su puerta,
pero no pudo, ya que era un perro, entonces se agachó y saltó lo que más pudo, y
con su boca abrió la puerta. Bajó las escaleras de su casa y fue donde su padre
para ver si lo podía ayudar. El padre estaba en la cocina haciendo el desayuno, y
vio a Pedro y preguntó qué hacía un perro en la casa. Le dio comida y Pedro trató
de escribir con la comida: “yo soy Pedro, ayuda”, pero el papá pensó que era un
desorden y lo limpió. Pedro trató de escribir lo mismo con unos palos que había
encontrado afuera, y el padre pensó que era un regalo. Trató muchas veces
durante el día, pero el padre no entendía. El padre sacó a Pedro a caminar, y
Pedro escribió en la arena lo mismo, y el padre lo vio y se dio cuenta, le preguntó
a Pedro si verdaderamente era él, y Pedro movió la cabeza diciendo que sí. El
padre se puso a llorar y abrazó a Pedro mientras bajaba el sol. Cuando bajó
completamente, volvió a su forma original otra vez, oyeron una voz diciendo:
“felicitaciones”. Desde ese día vivieron felizmente otra vez, y Pedro nunca volvió a
transformarse en animal otra vez.
Metamorfosis Por Martina Diliz Marquez
Había una vez un niño pobre y huérfano, porque sus papás lo habían abandonado
cuando era un bebe. Un día el niño despertó y sintió algo diferente, pero lo ignoró
hasta que se dio cuenta que despertó en un lugar diferente y que se veía
diferente. Él, desesperadamente, empezó a tratar de despertar de esta pesadilla
pero resultó que era la vida real.
Entonces empezó a pensar qué había pasado o qué había hecho mal para que
alguien lo castigara de esta manera. Se puso a caminar para intentar encontrar el
pueblo y así encontrar respuestas.
Empezó a caminar hacia el norte porque esa era la dirección que él pensaba por
donde iba a estar el pueblo, se hizo de noche y encontró una roca mediana para
dormir, al siguiente día él despertó y siguió su camino.
Empezó a ver algo a la distancia y empezó a caminar más rápido hacia él, cuando
llegó, todas las personas se asustaron y corrieron, pero el león empezó a escribir
con sus patas en la tierra. Cuando todas las personas leyeron el mensaje, se
asombraron, en ese momento el león se convirtió otra vez en un niño y les contó a
todos su historia, después de que se transformó, él descubrió que él tenía un
poder. Después de ese día el niño controló su poder y fue declarado el protector
de ese pueblo.
Metamorfosis Por Camilo Freidel Lora
El veterinario dijo: “Durante ese mes lo examinamos todos los días, mientras paso
a paso le decíamos que tocara una tecla de la máquina. Si lo hacía bien le
dabamos un premio, hasta que un día de la última semana nos comenzó a hablar
sin que le dijéramos.”
De científico a lobo Por Juan Sebastián Gómez
De humano a pájaro en una noche Por Daniel Alejandro Ibarra Escaff
Un Problema Serio Por Alejandro Navas Toro
Atrapada en el cuerpo de un tigre Por Sofía Nieto
Había una vez un señor que le encantaba la plomería. Una noche se durmió
bastante temprano, cuando se levantó fue al baño a cepillarse los dientes, cuando
de repente quiere coger el cepillo de dientes lo único que ve es el piso, no
alcanzaba nada, era muy bajito. Toma el cajón más pequeño de la casa para
poder alcanzarlo, cuando lo abre ve una crema, cuando lee la crema ve que es
para personas que se vuelven locas, él pensó que se estaba volviendo loco, se la
restregó en toda la cara desesperado, cuando se la echó lo hizo dormir enseguida.
Cuando la madre va al cuarto de Andres no lo ve. Entra al baño y vio un ratón ahí
tirado en el suelo dormido. La madre no pudo con el ratón, cogió su celular, llamó
a la policía, el celular casi se colapsa por tantas llamadas que hacía para que
vinieran personas para que cogieran ese ratón. Cuando llegó la policía, fueron a
buscar al ratón, cuando la mamá les mostró el cuarto, entraron al baño en donde
se suponía que estaba el ratón. No ven nada, el ratón se había escondido.
Durante cinco días la mamá vio muchas cosas extrañas, encontró todas las
herramientas de plomero tiradas en el piso, vio un humano pintado en el piso y
muchas cosas más.
¡No soy un Mono! Por Isabella Osorio Paternina
“¡Ay Mati! ¡Por favor! ¡Compórtate! ¡No fue tan malo! Tu pintas muy bien!” - Gritó
Tía Josefina mientras abría la puerta de la casa lentamente.
“Tía, es que no me gustó nada, todo fue aburrido, esa clase de arte estaba super
aburrida, prefiero jugar al Nintendo” - Exclamó Matias entrando a la pequeña casa.
“Bueno, basta de charla, tienes que ir a dormir, mañana tienes colegio y no quiero
que te pierdas tu primer día” - Murmuró Tia Josefina, frotando la espalda a Matias
mientras se acomodaba para dormir en su suave y pequeña cama.
“Bueno, por cierto, gracias por el helado, estuvo muy rico, ¡Me gustó mucho!” -
Dijo Matias con la sábana en la cabeza.
“Espero que te hayan gustado las vacaciones Mati, ahora si, buenas noches” -
Murmuró Tia Josefina cerrando la puerta lentamente.
“Grrr” Gruño el estómago de Matias.
“Tengo mucha hambre, quiero comer, pero no quiero despertar a mi tía, mejor me
quedo quieto” - Pensó Matias con la cara sudada de tanto calor.
Era una mañana soleada y Matias se despertó alegremente, cuando escuchó un
ruido de pasos afuera de su puerta.
“¿Tía?” - Preguntó Matias caminando hacia afuera.
“Hola Mati, mira, traje mercado nuevo, compré unas cosas nuevas que me vendió
un señor, tu solo quédate, hoy vamos a salir de paseo al centro” - Dijo Tía Josefina
sacando el mercado de las bolsas.
A Matias se le caía la saliva de tanto pensar en comida, pero decidió olvidarlo e ir
de paseo.
Dos semanas pasaron y Matias seguía teniendo mucha hambre, pero no se quería
gastar toda la comida del refrigerador, o si no su tía lo iba a castigar de manera
que no comiera por una semana.
Era de noche, y el estómago de Matias gruñía tanto que hasta se escuchaba en
Nueva York, no podía parar de pensar en la comida, por lo tanto, decidió ir al
refrigerador y probar secretamente la comida que había traído su tía.
“¡Wow! ¿Qué es esto?” - Pensó Matias abriendo un tarro rojo que estaba atrás de
la nevera.
“Se ve muy delicioso, lo voy a probar” - Murmuró.
A Matias se le pusieron los ojos muy brillantes de tanto sabor y textura que había
en ese tarro.
Lo siguió comiendo hasta que ya no pudo más y lo dejó a un lado.
“Wow, las lagartijas no comemos mucho, pero al parecer yo sí” - Dijo Matias yendo
hacia su cama.
La noche pasó y era una mañana escampada. Tía Josefina se levantó con buen
humor y fue a preparar el desayuno. Puso salchichas en la sartén, y el sonido de
la fritura levantó a Matias.
“Que hermosa mañana, pero, tengo mucho frío en los pies” - Pensó.
Fue a lavarse los dientes, se paro, y...
“¡Ouch!”- Se quejó en su mente.
“Creo que en estas semanas he crecido mucho, pero esto es bastante,
normalmente yo soy muy bajito, bueno, extraño pero aceptable” - Dijo yendo al
baño.
Su vista estaba muy borrosa del sueño que tenía, no se pudo mirar al espejo muy
bien, pero no le dio mucha importancia.
Caminó hacia la cocina y saludó a su tía con la mano, ya que no quería hablar por
el sueño.
“¡Ay por dios! ¿Quién eres y qué estás haciendo en mi casa?”- Grito Tia Josefina
asustada.
Matias abrió la boca, pero las palabras no salían, trato de hablar esforzándose
más pero no podía.
“¡Auxilio!” - Gritó más fuerte Tía Josefina recostada hacia la mesa del comedor.
Matias trató de decirle que era él, pero no pudo, no sabía qué hacer, hasta que
recordó algo.
Corrió hacia el pasillo y fue hacia el cuarto de Tia Josefina, cogió un canvas y
pinturas y lo llevó hacia la cocina, en donde estaba Tia Josefina asustada casi por
desmayarse.
Matias empezó a pintar palabras y más palabras, aunque tenía una letra muy clara
y bonita, estaba todo manchado de pintura roja.
“¿Qué estás haciendo?” - Preguntó Tia Josefina acercándose al teléfono.
Matias levantó el canvas para que la tía Josefina pudiera ver, pero
desgraciadamente por su altura, se chocó con el techo, entonces decidió ponerlo
abajo para que la tía Josefina pudiera verlo.
“¡Tía! ¡Soy yo! ¡Matías! ¡ No se que me paso!” - Decía el letrero.
“¿Mati? ¿Eres tú?! ¡No lo puedo creer! ¿Qué te pasó?” - Preguntó Tía Josefina
asustada.
Matias siguió escribiendo y le mostró otra vez el canvas.
“¡No sé! ¡Ayer me comí un tarrito rojo! ¡No sé si eso me hizo esto!” - Decía el
Letrero.
“¡Rayos! ¡Nunca debí comprarle cosas a ese señor! ¡Perdóname Matias!” - Dijo
Tía Josefina llorando un río de lágrimas.
“Tranquila tía, vamos a ir a donde ese señor, no te preocupes” - decía el canvas
de Matias.
“Esta bien, vamos” - Murmuró tía Josefina, caminando hacia afuera de la muy
pequeña casa, en donde habitaban una lagartija, y ahora un mono. Y siempre que
Matias y la Tia Josefina caminaban en la calle, todas las personas le decían a
Matias un mono, y él siempre respondía: “¡No soy un Mono!”
Sueño Loco de Pablo Por Natalia Catalina Pérez Said
El
Pablo se despertó en la mitad de la noche sin poder respirar, fue a tomar agua y
enseguida se le quitó, sorprendentemente era suficientemente pequeño para
caber en la pecera de Pluto y allí se trató de dormir. En la mañana se despertó un
poco confundido. No se acordaba de nada de lo que pasó la noche anterior y su
cuarto se veía mucho más grande, intentó pararse de su cama y no podía. Ni
siquiera estaba en su cama, se miró las manos y ERA UN PEZ. Le trató de decir a
su mamá pero no podía, su mamá no estaba en el cuarto de él, entonces espero y
espero y espero como por 5 horas. Hasta que por fin entró la mamá de Pablo a su
cuarto. Pablo necesitaba tener la atención de su mamá, entonces empezó a saltar
y a escupir agua de la pecera hasta que la mamá se volteo y vio las locuras que
estaba haciendo este pececito y cuando al fin tenía su atención, trató de escribir el
nombre “Pablo” en la arena de la pecera con sus pequeñas aletas. Cuando hizo
esto su mamá estaba muy sorprendida y por alguna razón le empezó a lamer la
cara “¿Qué está pasando?” - Se preguntaba Pablo, hasta que por fin se despertó y
se dio cuenta que todo fue un sueño y no se había convertido en un pez, y
tampoco su mamá lo estaba lamiendo, sino su perro, Bruno y por esto se
despertó. Estaba muy feliz y fue corriendo a darle un abrazo a su mamá.
Era una mañana de Julio, eran las nueve de la mañana en la casa de Diego.
Diego se acaba de despertar y no se puede levantar de la cama, Diego piensa que
es sólo porque se acaba de levantar o que está hinchado. Diego va al baño para
lavarse los dientes pero después se da cuenta que no es un humano, es un
panda. Trata de gritar “Mamaaa” pero le sale “GRRRR”. La mamá de Diego se
pone a gritar como loca y enseguida va para donde el sonido, para ver que es. La
mamá está con la boca abierta de lo que encontró, encontró un desorden gigante
en el cuarto de su hijo desaparecido. Empezó a gritarle al panda gigante que
donde está su hijo. El panda se esconde. La mamá empieza a analizar el panda,
el panda mide 2 metros, está cubierto de pelos blancos y negros y con unas
garras gigantes. El panda se acerca a la mamá y la abraza con cuidado. La mamá
se da cuenta que el panda es amigable, después la mamá se pregunta por qué. El
panda señala a la foto de él y se señala a él mismo, después señala a la foto de la
mamá y señala a la mamá. La mamá por fin entendió y ahora vivirán felices por
siempre.
Una vida gatuna Por Alejandro Joaquín Piñeros Donado
Hace unos pocos años, había un actor llamado Chris, él siempre estaba
estudiando el papel de todas las cosas famosas de USA, también pasaba mucho
tiempo con su esposa llamada Sophia. Un día, él estaba practicando hasta que
escuchó a alguien afuera de su casa pidiendo dinero para bebidas y él como era
tan generoso bajó y le dio 10 dólares para una bebida, cuando subió a su cuarto
bebió la bebida y se comenzó a sentir raro y se desmayó. Cuando se despertó
estaba en un basurero en el suelo y sintió que todo se veía muy grande hasta que
con un metal se miró la cara y se desmayó de nuevo. Cuando despertó, comenzó
a analizar la situación y fue a su casa, cuando vio a su esposa, cogió comida de la
nevera que estaba abierta y comenzó a escribir SOS. La esposa lo vio y pensó
que ese gato era especial pero que no era su esposo, hasta que lo buscó y no lo
encontró y también lo llamó por teléfono y la dejó en buzón. Así que ahí se dio
cuenta que su esposo se convirtió en un gato, comenzó a investigar y vio que hay
un lugar de problemas extraordinarios en su ciudad a pocos minutos de su casa.
Cuando llegó, un señor lo vio y la esposa le dijo que su esposo era un gato, él dijo
que no era el primer caso de esos. Así que solo tenía que hacer una cosa, que era
matar el gato para que volviera el cuerpo de su esposo, pero la señora, cuando lo
iba a hacer, el señor le dijo que era mentira y tenía que comprar una poción de
1000 dólares, ella sin pensarlo lo compró y se la dio al gato y volvió su esposo y
no volvió a confiar en el hecho de tomar bebidas de la calle.
FIN.
Mientras Juan (Un can alero muy bueno y exitoso) estaba en batalla, se topó con
una bruja del ejército opuesto que se enfrentó a él ferozmente con hechizos y
encantamientos. Cuando la bruja estaba a punto de morir, condenó a Juan a
convertirse en una mosca. Por fortuna se equivocó de hechizo y lo condenó a
volverse un gorila dentro de 3 semanas.
Durante 3 semanas Juan siguió con su rutina normal con una batalla aquí y allá de
vez en cuando. Pero un día se despertó y se sorprendió.
“¿Por qué no puedo caminar erguido?”- Pensó confundido, apenas salió del cuarto
vio como sus sirvientes estaban aterrorizados unos corrieron y otros se
congelaron. Uno gritó en medio del terror: “Un gorila”. En ese momento se dio
cuenta que era un animal.
Juan trató de coger del cuarto un escudo con su nombre. Después cogió a un
sirviente y apuntó al escudo y así mismo. El sirviente no entendió nada al ser
cegado por su miedo.
“Que lindo día hace hoy, espera ¿por qué el cuarto está tan grande?, ¿será que
me hice más pequeño?, ¿y mis manos y mis piernas? ¿por que soy tan pequeño y
por qué tengo pico?, ¡oh no! me convertí en un loro” - pensó a sí mismo Thiago.
Thiago era un deportista muy famoso y de alto rendimiento. Él vivía con su amigo,
que también era su coach, pero ahora cuando su amigo se despierta, él no sabe
cómo decirle lo que pasó. “¿Thiago estás ahí?”- preguntó su amigo Pancho.
Pancho vio un ave volando en su casa, él no sabía que ese ave era su amigo
Thiago, Thiago intentó comunicarse con él pero no pudo.
Pasaron unos seis meses en los que Thiago intentó comunicarse con Pancho pero
Thiago no pudo decirle nada ya que Pancho lo ignoraba, pues creía que era un
simple pájaro. Thiago ya había aprendido a hablar así que estaba listo para decirle
a Pancho que era él. “Pancho hola, soy Thiago, me convertí en un loro” - dijo
Thiago a Pancho. Pancho no lo podía creer, él le dijo a Thiago que dijera su frase
típica y la dijo, la palabra era: “Rayos, Viejo, macarrones con queso.
Inmediatamente Pancho supo que sí era Thiago. Él le explicó lo que había
pasado, “Lo que pasó fue que un científico loco iba a ser un experimento pero
salió mal e hizo que el loro y yo cambiáramos de cuerpos” - dijo Thiago. Todo
seguía normal, Thiago seguía siendo un loro, pero lo que no sabía es que el
científico ya se las había ingeniado y ya sabía cómo hacer que el ave volviera a la
normalidad. El científico estaba listo para presionar el botón. 3.2.1…
Un día la sospecha de los padres era tan inmensa que le dijeron al perro salta si
eres Alberto y él saltó, entonces se dieron cuenta que era él y vivieron felices los
tres.
Lobo Por Juan Sebastian Romero Puche
Max trató de decirle que no era un lobo común y corriente, el padre lo encerró en
una jaula. La jaula estaba sucia de pelos de animales y la jaula olía mal. Pasaron
2 semanas después de que el padre lo encerró en la jaula. En una ocasión, el
padre estaba cocinando, después de un rato el padre salió a ver si el lobo seguía
ahí. Max le trató de hacer la mímica al padre, el padre trató de entender lo que
estaba diciendo y cuando él entendió, supo que era su hijo Max. Después, Max le
hizo una mímica para decirle que necesitaba agua. Le dio agua y volvió a ser Max
humano. El padre y el hijo vivieron felices para siempre.
Un día un niño llamado Gabriel fue al colegio. El colegio tenía una fuente en el
parque, olía a perfume porque todo el mundo tenía que usar perfume. Después de
que terminó sus tareas se acostó a dormir. Al día siguiente se despertó como un
mono y sus papás lo echaron de la casa.
Gabriel estaba solo, sin comida, sin amigos, sin nada, excepto un diccionario.
Entonces Gabriel entró a su casa sin ser descubierto y empezó a hacer ruidos
arriba y sus papás lo vieron.
“¿Qué haces aquí?” Preguntó el papá amenazando al mono. Como Gabriel no
podía hablar señaló palabras y después los papás le creyeron y llamaron a un
científico para ver qué le pasaba y decía.
“Bueno si es normal en un año o 6 meses recuperará su forma humana.”
“¿Qué? ¡6 meses o un año!”
“Si, pero si usted quiere que sea para una semana me tendrá que pagar 900
dólares.”
“¿Qué? 900 dólares, eso es mucho dinero.” Después de un tiempo, Gabriel tuvo
una idea, recordó que un amigo le debía un favor, entonces cogió unos 450
dólares más 450 dólares de él y le pagó al científico y éste le dió el antídoto.
Gabriel se lo tomó y a la siguiente semana fue humano otra vez.
De humanos a Abejas Por Ana Paula Urdaneta Sierra
Era un día normal en la vida de Santiago. Decidió salir a caminar al parque cerca
de su casa. Iba caminando feliz de la vida cuando se acercaba una abeja y se
montó en su hombro. Decidió actuar normal y no prestarle atención pero cuando
mira a su lado la abeja le había picado. Fue un dolor terrible. Se sintieron como 2
años de dolor. Llegó a su casa para lavarse la herida y se empezó a sentir un
poco raro. Sus mejillas estaban rojas y sus papás se estaban preocupando.
Al día siguiente sus sábanas se sentían gigantes encima de él. Su cama era 1000
veces más grande y todo era diferente. Cuando se levantó, ¡empezó a volar! Miró
en su espejo y se dio cuenta que era una abeja igual a la que le picó ayer. Entró
en pánico, bajó a su cocina para llamar la atención de sus papás. Cogió un lápiz
con su boca y empezó a escribir cosas en las paredes. Su mamá lo vio y empezó
a tratar de matarlo con un matamoscas. Sus papás siempre le han tenido temor a
las abejas. ¡Esto iba a ser imposible!
Una semana después, Santiago todavía era una abeja. Sus papás y su familia
estaban preocupados porque pensaron que él había desaparecido. Su única
opción era picar a sus papás y rezar para que ellos se volvieran abejas también.
Así que creo un plan para llegar a ellos de la forma más fácil. Pasó por debajo de
las sillas, mesas, y muebles. Hasta que llegó a picar a su mamá. No era la primera
persona que picaba, entonces tenía experiencia. Cuando la picó, su mamá llamó a
su papá y lavaron la herida rápidamente. Enseguida, cuando estaban en el baño,
Santiago le picó a su papá. Al día siguiente, sus papás gritaron y gritaron hasta
que se dieron cuenta de que todos eran abejas. Se reunieron en la cocina en una
sola silla y decidieron empezar una nueva vida como insectos. Ahora, crearon su
propia casa y viven muy felices. No importa lo que pase, ellos siempre estarán
juntos. Fin.
SERIE SUSPENSO
Señor Sin Cara Por Luciana Angulo Chain
El
Lucas se levantó para tomar su celular que estaba sonando: “din din din”. Se
levantó de su cama y vio que sus amigos estaban hablando de un señor que
alguien había visto arrancarle la cara a una persona. Él les escribió que eso era
mentira, algo así no puede existir. Lucas se levantó después de su siesta y cogió
su maletín listo para que su mamá lo llevara a la pijamada con sus amigos. “Es
imposible que un señor sin cara exista” - se dijo a sí mismo. Vio fuera de la
ventana y ya estaba en la casa de David. Le dio un beso a su mamá y se fue.
Jugaron videojuegos, comieron pizza y bailaron. Pero cuando eran las 12 ya David
tenía sueño. Se acostaron en la cama y se durmieron. Pero algo levantó a Lucas,
sonaba como unos golpes. Él dijo “¿David puedes hacer silencio? estoy tratando
de dormir”. Pero el sonido siguió. Lucas se levantó y vio que David no estaba en
su cama. Salió de su cuarto a buscarlo pero vio que David estaba en el piso sin
cara y al frente de Lucas estaba un señor muy alto, su piel era gris y sus manos
tenían garras gigantes pero lo más importante era que no tenía cara. Lucas salió
corriendo mientras lloraba. Pero llegó a un vacío. Lucas corrió hacia el monstruo y
lo empujó. Vio al monstruo explotar cuando tocó el piso. Lucas empezó a celebrar
pero escuchó a alguien decir detrás de él: “Volveré algún día”.
Historia de suspenso Por Fiorella Aronna Acosta
Una noche en un barrio de barranquilla, bajo las sábanas se escondía un niño que
temblaba por el temor de que un monstruo cercano vendría por él. Todo está en tu
cabeza le decía la madre para consolarlo sin saber que el niño tenía razón…
Un día su mamá salió de compras y el niño se quedó solo en casa, empezó a oír
ruidos, su corazón se aceleró porque él sabía que el monstruo venía por él. Para
no escuchar los ruidos, el niño puso a todo volumen el televisor para no
escucharlo, pero de repente el televisor se apagó, intentó prender las luces de la
casa pero no podía porque había un fallo de electricidad desde entonces. Intentó
buscar una vela o una linterna que iluminara toda la casa, pero no podía porque
estaba temblando del miedo. De repente vio una sombra muy alta con unos ojos
rojos con fuego, entonces el niño intentó correr a la salida pero la sombra lo atrapó
y se lo llevó. Desde ese día nunca nadie pudo ver al niño, todavía su madre
desconsolada lo busca intentando encontrarlo.
Historia de suspenso Por Sofia Ballestas Iglesias
Era un día lluvioso, nublado y una noche oscura. Sin luces, sin nada. Solo "LA
CASA". Robert José, Mary y yo nos acercamos. Abrimos la puerta, al principio
parece normal, pero luego nos paramos en la cocina y vimos...
¡Esperen! ¡Vamos a empezar desde el principio!
Era verano y un día soleado y estaba vendiendo galletas de mi campamento de
verano. Cuando vi a Robert y José mirando la casa que estaba al otro lado de la
colina. Entonces, decidí ver qué estaban mirando. "¡Vicky ven! ¡Mira esta casa!",
Dijo José. Así que miré a través de un telescopio y vi una casa enorme y vieja.
Dije “¡Guau! ¡Qué casa tan espeluznante! ¿Quién vive allí?”. Ya eran las 5:30 pm
cuando mis padres también fueron a una fiesta con los padres de José. Mi mamá
llamó a Mary, la niñera, y todos nos quedamos en la casa de Robert. Vimos
películas, horneamos brownies, pero no eran tan buenos. Robert tuvo una idea.
"¿Por qué no vamos a LA CASA?"
María dijo: “¡No! No es una buena idea. Vamos a comprar unas pizzas”. En el
camino al restaurante empezó a llover y Mary no podía ver tan bien y se estrelló
junto a LA CASA. El carro ya no arrancaba, y los celulares se quedaron sin señal,
así que decidimos dejar el carro y volver caminando. Pero escuché un ruido
proveniente de LA CASA. Pensamos que era de alguien que nos querían ayudar,
así que nos acercamos a LA CASA. Escuchamos "¡Adelante!"
Abrimos la puerta, al principio parece normal, pero vieja. Cuando entramos, la
puerta se cerró y no pudimos abrirla. Empezamos a caminar para encontrar la
manera de salir, pero cuando llegamos a la cocina. No podíamos creer lo que
vimos...
Vimos un fantasma con un cuchillo mirándonos. Teníamos tanto miedo que
comenzamos a correr y gritar pidiendo ayuda. Cuando íbamos a la otra habitación
vimos a otro fantasma haciendo una fiesta, así que cerramos la puerta y seguimos
corriendo para buscar una puerta para salir. Estaba cansada, así que paramos de
correr y al lado de la habitación principal, vimos a un monstruo con todas las cosas
de los niños perdidos. Estábamos aterrorizados. Porque el monstruo empezó a
seguirnos. Ahora no íbamos a irnos de ahí. Entonces, nos escondimos en un
pequeño armario.
Mientras tanto, los padres de José fueron notificados de que hubo un accidente,
Mary se estrelló, pero no había nadie en el carro. Ya que él era el alcalde, llamó a
la policía para buscar a los niños y a Mary. Bloquearon el barrio, para revisar todas
las casas. Dos policías escucharon los mismos ruidos que escuchamos al entrar,
pero el monstruo estaba al frente, nadie puede venir a salvarnos. Mientras el
monstruo estaba distraído pudimos escaparnos por la ventana, así que corrimos y
corrimos... El oficial de policía pudo escapar cuando el monstruo vio que
estábamos escapándonos. Fuimos donde los padres de José y él decidió destruir
la casa. Y bloquear la zona, por si el monstruo y los fantasmas quieren entrar al
nuevo lugar. EL FIN.
Historia de suspenso Por Bianca Bolívar Haddad
“ Oye Max ¿vas a ir al bosque con nosotros hoy?” “Si yo voy”. Mientras que Max
decía eso en su mente él cuestionaba si sus papás lo iban a dejar ir, pero tenía
miedo de decirles a sus amigos eso. “Dale Max, nos vemos acá a las ocho de la
noche. Te veo en dos horas” - dijo Camilo. Ya habían pasado dos horas y Max
nada que aparecía. “Vamos a llamar a este loco, seguramente se le olvidó” - dijo
Camilo mientras que agarraba su celular para llamar a Max. “¿Dónde estás? Te
estoy esperando”. “Si, ya voy, estoy en camino”. Mientras que Max decía eso,
inclinó su cabeza y se dio cuenta de que no llevaba los zapatos puestos. “Tal vez
llegue en un rato porque se me olvidó algo'”. “Ok, yo te espero acá pero apúrate”.
“¿Cuánto más va a durar esta espera?” - se preguntó Camilo. Mientras Max
llegaba, Camilo llamó a un amigo. “Mira ahí viene Máx”. “Hola Alejandro, no sabía
que ibas a venir”. - dijo Max sorprendido. “Si, Camilo me llamó mientras que te
esperaba”.
Los tres comenzaron a caminar en círculos en el bosque. “Soy yo o ya pasamos
por acá, me parecen conocidos esos árboles” - dijo Alejandro preocupado. “Sí, ya
pasamos por acá, sigamos caminando, ya se está yendo el sol, encontremos
rápido un lugar para acampar”.
Ya habían pasado veinte minutos desde que se dieron cuenta que estaban
perdidos, el sol ya casi se iba y ellos todavía no habían encontrado un lugar donde
acampar, todos ellos se comenzaron a preocupar. Mientras estaban buscando el
lugar indicado, Camilo vio una casa abandonada. “Entremos” - dijo Alejandro con
mucha confianza. “No entren, esa casa puede estar embrujada” - dijo Max.
Alejandro y Camilo se rieron de él y entraron a la casa “Espéranos acá, no vamos
a durar” - dijo Camilo mientras se reía de Max. Cuando entraron no se dieron
cuenta que había un hueco en el es piso de la casa. Alejandro, cuando entró a la
casa se cayó por ese hoyo, el hoyo era muy negro y se escuchaban unas voces
desde abajo. Cuando Alejandro finalmente llegó al fondo del hoyo, Camilo se
asomó para ver si podía llegar a ver algo pero no veía nada. ¡AYUDA!- Max
intentó entrar a la casa pero las puertas se habían cerrado y no las podía abrir.
“MAX AYÚDAME” - gritó Camilo. Max fue a la parte de atrás de la casa y abrió una
puerta muy pesada y entró a un cuarto que estaba debajo de la casa. “¿Max?
¿cómo estás aquí que no entendí?” - dijo Alejandro. Yo sabía que los dos no me
iban a hacer caso, así que les hice una broma a los dos, Max se comenzó a reír
de Camilo y de Alejandro pero mientras él se reía no se dio cuenta de lo que
estaba pasando del otro lado de la habitación. Un monstruo de dos metros con
ojos rojos estaba atacando a Camilo y a Alejandro, los dos intentaban llamarle la
atención a Max pero fue muy tarde, cuando Max se dio cuenta salió corriendo de
la casa pero el monstruo lo siguió siguiendo, Max corrió por mucho tiempo hasta
que se libró del monstruo de ojos rojos y pelaje verde.
Ya han pasado dos años desde ese horrible accidente, Max todos los días vive
con el horrible recuerdo de cuando vio a sus dos mejores amigos muertos al frente
de él. Cada día a Max le toca mentir y decir que la última vez que vio a sus dos
amigos fue en la noche antes de irse a dormir.
Historia de suspenso Por Gabriela Cardona Bolívar
Hace mucho tiempo había una casa muy bonita donde una familia generosa y
amable vivía. Pero el segundo día que ellos vivían en esa casa escuchaban unos
sonidos muy extraños, todas las mismas noches escuchaban unos pasos y
sonidos en la cocina, hasta que un día el sonido estaba tan fuerte que Luciana se
levantó y agarró un elemento afilado para poder defenderse ella misma. Cada vez
que Luciana se acercaba a la cocina, los sonidos eran mucho más altos. Cuando
estaba a un paso de entrar a la cocina, como el largo de un gusano ¡BAM! se cayó
un plato y sonó durísimo, Luciana del miedo que tuvo se fue lo más rápido posible
a su cuarto, era tan rápida que parecía un leopardo. Luciana lo único que pensaba
esa noche era “qué era ese sonido tan fuerte que escuché y qué era lo que lo
provocaba o cómo se cayó” - pensaba Luciana con tantos nervios que hasta se
orinó en su cama. A la mañana siguiente, Luciana tenía un temor horrible, no
quería ir a la cocina. Pasó una semana después y Luciana no había dormido, sus
ojos llenos de ojeras y con tanto sueño, hasta que se durmió en clase. Ese mismo
día en clase, Luciana llegó a su casa y encontró dos carros de policías al frente de
su gran casa, para venir a darle noticias que un psicópata vivía en su sótano y se
alimentaba todas las noches de su nevera “con razón se acaba la comida tan
rápido de una noche al día siguiente” - dijo Luciana con felicidad, sabiendo que ya
iba a poder dormir en paz. Pero lo que Lucíana pensaba sin una respuesta era:
“¿Acaso hacía algo más de comer por las noches?”
Historia de suspenso por Samuel David Castro Vergara
Historia de suspenso Por Carlos Andres Daccarett Molinares
Mi corazón late fuerte más que un juguete. Estamos muertos más que un pájaro,
no dejaba de sonar la voz. Los sonidos eran el eco de las paredes. Mis amigos
estaban encerrados pero cuando vio que algo salió, se quedó aterrado. Cogió a mi
amigo y lo lanzó y cuando iba a morir lo tiramos a la lava pero era invencible,
cuando todos pensábamos que íbamos a morir, lo encerraron e intentaron
descubrir quién era, pero al quitarle la máscara detrás de ella salieron bichos y…
Historia de suspenso Por Martina Diliz Marquez
Al llegar la noche, cerró todas las puertas y trató de cerrar las ventanas, pero una
se negó a cerrarse. Después de mucha insistencia, la chica se rindió y dejó la
ventana abierta. Se dio un baño y se fue a dormir. Su perro tomó su sitio de
costumbre bajo la cama.
Más tarde, se despertó con el sonido de las gotas. Temerosa y temblando,
extendió su mano debajo de la cama, “¿será el perro u otra cosa?”. Sintió una
lamida y se volvió a dormir. Despertó más tarde nuevamente, extendió otra vez su
mano y sintió la lamida.
Preocupada por el sonido del goteo, ella se levantó y caminó lentamente hacia el
baño. El sonido de las gotas cayendo, TLUP TLUP se hacía cada vez más fuerte
mientras ella se acercaba, pensó: “qué será ese sonido”. Llegó al cuarto de baño y
encendió la luz. Ahí mismo fue testigo de una escena horrible: colgando en la
ducha estaba su perro, con un corte a lo largo de toda la garganta y la sangre
goteando en la bañera.
En el espejo del baño, algo llamó su atención. Escrito con la sangre de su perro,
roja como una manzana estaban las palabras “NO SOLO LOS PERROS LAMEN“.
Historia de suspenso Por Daniel Alejandro Ibarra Escaff
Historia de suspenso Por Maria Del Mar Mantilla Gutierrez De Piñeres
Mi nombre es, bueno era, Angela. Porque todo cambió hace dos meses. Me
desperté como cualquier otro dia pero note algo muy diferente y extraño. ¡Mi casa
era lujosa! Tenía joyas por todas partes y personas que me atendían como si fuera
de la realeza. Honestamente me pareció muy raro porque soy de bajos recursos y
apenas me alcanza para comer. Decidí bajar las escaleras de mi lujosa habitación
de ensueño que ni yo me imaginé que tenía, y por alguna razón, una de las
personas que me atendía me llamó con el nombre de Stephanie. Le dije que mi
nombre era Ángela pero nunca me prestó atención y luego pensé; “Que tal si todo
esto es solo un sueño, que tal si estoy muerta y estoy atrapada en mi propia
mente!.” Tenía diferentes hipótesis de lo que me estaba pasando, porque no había
manera científica de explicarlo. Así que agarré mi computadora y me puse a
investigar si es posible acabar en un universo pararelo. Se que suena realmente
estupido pero era mi hipótesis más confiable de lo que me estaba sucediendo. De
repente se descargo el computador y cuando la pantalla se puso negra alcanze a
ver mi rostro, era totalmente diferente a mi verdadero rostro! Estaba tan
confundida que tiré el computador ¡SPLASH! Se rompió toda la pantalla mientras
yo me quede paralizada por el ataque de shock que me dio por verme en la
pantalla de tal manera. Luego me desmayé y desperté en un hospital, tenía tanta
furia, es decir, ¿Qué hice para que me pasara esto? Se que todos lo verían como
algo increíble! tener una casa impresionante, personas que te atienden, todo lo
que pidas sin mover un dedo pero… No lo es. ¡Extrañaba a mi familia! Así que
aproveché y le pedí a la enfermera del hospital hablar con mi madre y padre, los
cuales no vi desde que todo cambio. Vinieron unas personas totalmente diferentes
a mis padres y reclamaron ser mis padres. No podía entender nada! es decir, si se
parecían a mis padres pero una versión más remodelada pero de mala actitud y
serios y secos como unos gatos recién bañados. Decidí escapar, me tiré del tercer
piso del balcón del hospital con la esperanza de volver a la normalidad. ¡BOOM!
Escuché un sonido perturbador que me hizo despertar de un coma en el que
estuve por 2 meses. No recordaba nada! Resulta que todo lo que viví era acto de
mi imaginación! solo estaba en coma, y no tenía nada que ver con un universo
paralelo Debí saberlo! por fin desperté, y volví a la normalidad.
Historia de suspenso Por Luciana Maria Moncada Romero
Hola, me llamo Luciana, y hoy les voy a contar mi experiencia de como tuve un
susto muy fuerte durante la noche. Era un viernes en la noche y tenía mucha sed,
le pedí el favor a mi hermana si me acompañaba porque me daba mucho miedo,
me dijo que no y en ese momento no sabía qué hacer. La sed que tenía era
mucha y me llené de valentía y bajé sola. La cocina estaba oscura como una
cueva. En verdad tenía mucho miedo, estaba buscando el botón de encendido de
la luz pero no lo encontraba, no me quería demorar mucho tiempo abajo, ya era
muy tarde por la noche, cogí mi vaso le eché hielo y agua y me refrescó
muchísimo. Iba en camino subiendo hasta que “pum, pum” escuché un sonido
como si alguien estuviera abajo y se hubiera tropezado.
Subí corriendo como flash a buscar a mi hermana porque ya mi mamá se había
dormido y antes de contarle todo a mi hermana me dije a mi misma: “¿por qué
todo lo miedoso me pasa a mi?”. Luego de cuestionarme unas cosas más, me fui
a decirle a mi hermana que escuché un fuerte ruido abajo en la cocina. Mi
hermana sin creerme nada me dijo: “Vamos a ver que escuchaste”.
Íbamos bajando y mi corazón latía fuertemente del miedo y pensé: “Que habrá en
la cocina”, abrimos todas las gambetas miramos todas las esquinas hasta que nos
decidimos por abrir la ventana que va hacia el patio. Las dos íbamos agarradas de
la mano hasta que vimos algo muy extraño con un mantel encima.
Mi hermana y yo teníamos mucho miedo hasta que mi hermana se decidió por
levantar el mantel y era mi perro con el mantel que se había caído de la mesa por
la brisa. Como mi perro no podía ver nada por el mantel, se chocó con todo y esos
fueron los fuertes ruidos que escuché.
Historia de suspenso Por Alejandro Navas Toro
Luciana estaba entrando a la casa, mientras caminaba por ella no pudo evitar ver
lo sucia que estaban las paredes, estaban más sucias que unos zapatos después
de jugar futbol. Subió los escalones y se encontró con una llave tirada en el piso.
“Hacia dónde me llevará esto” - ella pensó. Después de unos días, Luciana se dio
cuenta de que había una casa igual a esa al lado de ella, entonces pensó: “Esta
llave debe abrir esa casa”. Dio unos pasos adelante y entró. Cuando entró, notó
que sus manos se estaban volviendo grandes y muy blancas "Por qué esto
siempre me pasa a mi”. Al salir de la casa sus manos habían vuelto a la
normalidad. Al día siguiente entró otra vez a la casa pero esta vez no solo eran
sus manos, era todo su cuerpo, al salir notó que seguía con las manos grandes y
blancas. Entonces salió corriendo hacia su mamá, al hablarle lo único que salió de
su boca fue un "GRR.” Su mamá decidió llevarla al doctor y el doctor dijo que algo
pasó mientras estaba entrando a esa casa y ese algo la afectó y se convirtió en un
mm3 que es un tipo de criatura. El seguía hablando, entre muchas cosas que dijo
una de ellas fue que en este momento no había una cura para eso pero puede que
en el futuro la haya aunque no estaba tan seguro.
Historia de suspenso Por Juan Pablo Ordoñez Vargas
Hace 22,019 años había una ciudad que todos decían que estaba embrujada.
Había brujas volando, dragones volando, había una cantidad de cosas extrañas
que nunca se habían visto. Había un niño llamado Josh que soñaba con ser un
luchador o ser un guerrero, batallar con dragones y montar dragones y ser un
héroe. Sus músculos eran como una piedra, él era bastante fuerte. El pensaba:
“yo soy muy fuerte, será que puedo ser un guerrero”
Josh empezó a crecer, cuando tenía 22 años, luchó en guerras, sobrevivió y
nunca murió, pero las guerras no se acababan, venía la más fuerte. Contra
Alemania, ¿Cuando terminara la guerra?
Faltaba un día para la guerra contra Alemania. Tenía miedo, no quería batallar,
pero esta era su oportunidad para demostrar quien es. El día de la guerra, en la
mañana, estaba temblando porque tenía miedo de morir o perderse y nunca
volver. Cuando se estaban preparando para la guerra, empezó a oír como
disparos
“Trrrrrr” sonaron disparos, pareciera que estaban disparando a lo lejos para
empezar a dar miedo
”ratatatatata” sonaron disparos cada vez más acercándose. No estaban
preparados pero ya era hora, que comenzara la guerra. “¡Ataquen!”
La Puerta Por Isabella Osorio Paternina
Tenía que averiguar qué estaba pasando, qué estaba escondiendo. Entonces, me
lo propuse, iba a averiguar qué estaba pasando. Durante el almuerzo, cuando mi
jefe salía de la oficina, yo entraría. Muy cautelosamente entré a su oficina y lo que
encontré, nunca me lo esperaba.
De tanto miedo que tenía me estaba echando un paso a la vez hacia atrás, hasta
que “¡AAAHHHH!” Estaba cayendo por un túnel secreto en la oficina de mi jefe, y
de pronto “Ow,” por fin caí al suelo. Cuando lentamente me volteaba vi a todos los
niños experimentados, mirando directamente a mi alma.
Había una vez dos niños de 14 años, ellos eran mejores amigos, se llamaban:
Mateo y Felix. Un día estaban en el colegio y Felix invitó a Mateo a su casa,
estaban super emocionados. Cuando acabó el colegio la mamá de Felix lo vino a
recoger a él y a Mateo. Cuando llegaron, era la primera vez que Mateo visitaba la
casa de Felix y dijo: “Este lugar es mejor que una mansión”. Enseguida fueron a
jugar videojuegos en el cuarto de Felix, después de jugar por dos horas o más de
repente: “Ding Dong, Dong Dong” - suena el timbre, abren la puerta y encuentran
un papel que tiene unas coordenadas y dice que si van a ese lugar va a ver una
gran sorpresa. Decidieron que sí iban a ir y entonces pidieron un taxi. “El viaje está
tardando mucho, ¿verdad Felix?” - Dijo Mateo. “Si, yo se” - respondió Felix.
Después Felix se preguntó a sí mismo “¡Ay esto cuando va a acabar!”. Llegaron y
era un laberinto. Decidieron entrar juntos para ver si encontraban el final. Después
de un largo tiempo llegaron a una puerta grande. “Será que llegamos” Dijo Felix.
Entraron y había 2 puertas más. “¿Por qué todo lo malo me ocurre a mi?” - se
preguntó Mateo. Decidieron separarse y entraron, de repente “AHHHH” - gritó
Mateo. Felix se preocupó mucho y salió de la puerta y entró en la otra y vio a
Mateo lejos y empapado. “¿Mateo estás bien?” - Le pregunto Felix a Mateo. “Si
estoy bien sólo me cayó agua muy fría”.
Historia de suspenso Por Alejandro Joaquin Piñeros Donado
Hace mucho tiempo en una casa, había una niñera que cuidaba un niño muy
peculiar ,ella cada día que trabajaba ahí se decía a sí misma: “porque decidí venir
a cuidar este niño”. Ya que en las noches ella sentía temor por su impactante
mirada. Una noche: “ring ring ring” - sonó el celular de la casa y le dijeron que los
padres de ese niño habían fallecido por un accidente y en la entrada del cuarto del
niño él se estaba riendo. Estaba llorando la niñera, tenía miedo y su corazón latía
más y más fuerte. “Cuándo se acabará esto” - se preguntó a ella misma. Hasta
que una noche llamó a un amigo, cuando él entró, la vio escondida como si fuera
parte de la pared, cuando se fueron dejaron al niño sólo y cuando condujeron a
fuera del pueblo una fuerza controló el carro y murieron. FINAL
Historia de suspenso Por Jack Pryszlak Tarud
Una vez yo fui a un parque con mi amigo. El tobogán estaba dañado, los resortes
de las mecedoras estaban oxidados y otros 100 mil problemas más. Pero lo
especial era que solamente mi amigo y yo sabíamos que existía el parque, osea
que era de nosotros dos.
Cada día no renunciamos a ese parque. Hasta que un día nos quedamos hasta
las 9:00 am. Empezamos a escuchar pasos pero no había nadie.
“Oye Giovana, ¿tú también escuchas los pasos?” - dijo mi amigo Emil.
“Si” - respondí con temor. Podía sentir mi corazón saliendo de mi pecho. Pero
antes de que pudiéramos levantarnos, una figura imponente de 7 pies de altura le
destruyó el cráneo a mi amigo. Yo podía ver sus cerebro y su agonía. Él seguía
consciente. Yo salí corriendo como si fuera un cohete. “¡Quien es este sicopata!” -
pensé para mi mismo mientras trataba de secar mis lágrimas. Después de correr
un rato, llegué a mi casa pero decidí no entrar porque después yo y toda mi familia
estaría muerta. Continúe hasta el departamento de policía, les dije lo que pasó y
en ese momento escuché pasos detrás de mí “Pam Pam Pam” sus pasos lo
decían todo estaba muy rabioso, salí corriendo y vi al policía con el cráneo
aplastado y todavía consciente. Mi corazón latía aún más fuerte y mi sangre era
100 por ciento adrenalina. “¡Cuando va parar esto!” - Pensé con un terror
sofocante. Después de un rato vi a la policía disparando a aquella figura. El sonido
de las pistolas todavía me marca hasta ahora, por todos esos disparos estoy
medio sordo.
El no parecía recibir daño, pero sí se volvía más lento. Después de perderlo de
vista me fui al departamento de policía y dormí ahí. El sujeto no se sabe si está
vivo o muerto hasta el día de hoy. Se rumora que sigue vivo y que yo fui el único
que sobrevivió a sus intentos de asesinatos a un niño.
Historia de suspenso Por Elias Eduardo Radi Chemas
Mike era un chico muy curioso a él le gustaba mucho las cosas de terror. Las
cosas de terror le importaban más que su familia. Mike fue a un cementerio a
explorarlo y ver si pasaba algo paranormal. Cuando él llegó se dañó su linterna. El
pensó para sí mismo “Rayos, tenía que poner baterías nuevas.” Y después se
preguntó “¿Ahora qué haré?”. Después recordó que podía usar la lámpara de su
celular ya que este tenía batería. Luego de un cierto tiempo explorando, escuchó
unos ruidos SHING SHING SHING SHING era como un cuchillo afilándose. Como
él era tan curioso decidió ir a ver. Vio dos cadáveres en el suelo, impacientemente
vio a ver qué pasaba. Vio a un loco que había sacado un cuchillo y lo iba a
apuñalar, el psicópata movió su brazo para enterrar el filoso cuchillo dentro de
Mike y... (SUSPENSO)
Hace mucho tiempo paso una historia que el mundo jamás olvidará esto le pasó a
3 personas que un dia en sus vacaciones les paso algo a normal ellos aparecieron
en un laberinto uno se llamaba Karime otro Rafa y el otro Nicolas ellos habían
aparecido en un laberinto y tenían los tres sentían por dentro que su corazón les
temblaban y tenían mucho miedo. Tenían que llegar hacia el final ellos
escuchaban sonidos como pam pam y les daba mucho miedo tenían que terminar
el laberinto o si no se quedaban atrapados para siempre entonces empezaron a
recorrer la que estaba llorando era Karime que decía porque siempre a mi y
también habían dos asesinos uno alto y otro chiquito y entonces ellos iban
caminando y se encontraron a uno y empezaron a escapar un asesino casi le
pega un cuchillazo a Nicolas estaban escapando y se lograron escapar pero el
laberinto seguía ese era la primera prueba después tenían el segundo desafío les
apareció un cocodrilo y los persiguió hasta que Karime le echó gas pimienta en los
ojos y pudieron pasar el tercer y último reto era tener puntería Rafa era el que le
tocaba y fue dificil pero le pudo pegar al blanco y ya terminaron ya se iban hasta
que llegó el otro asesino que no había aparecido y los corretio pero se lograron
escapar cuando salieron tenían miedo y fueron a psicólogos y no volvieron de
hablar de eso jamás.
La casa del terror por Juan Sebastian Romero Puche
Un día estaba montando en bicicleta, pasé por una casa abandonada y destruida.
Mi instinto no sabía qué hacer, si investigar la casa o seguir montando bicicleta.
Pero decidí investigar la casa, toqué el timbre “Din-don” nadie respondió, cuando
me recosté a la puerta, caí sobre un piso roto.
¿Por qué siempre me tiene que pasar algo malo?
Entonces, después de tropezarme, vi una sombra de una persona como si fuera
un pájaro.
Rápidamente me levanté del piso, salí de la casa, agarré mi bicicleta y me fui a
toda velocidad y la persona que estaba en esa casa se me quedó mirando.
!¡Ah, ojalá que ese niño aprenda a no meterse en casas ajenas sin permiso! - dijo
la persona.
Qué pasará después, descúbrelo en el siguiente capítulo de EL MUÑECO
VENTRILOCUO.
niño y la Maldición por Salim Jose Suz De Castro
El
-Oye, ten cuidado por donde vas con tu patineta porque casi me atropellas.
-Ah sí, ¿y qué vas a hacer al respecto?
-¡MAMÁ!
-Creo que ya nos vamos, adiós- ¡BOOM! suena un rayo. Después, una persona
estaba detrás de él y él se volteó dándole un puñetazo y le pegó a su mamá que lo
estaba llamando al mismo tiempo que él la llamó y ahora el niño está castigado sin
salir, sin electronicos y sin invitar amigos a la casa. - Mamá porque me castigaste
si yo pensaba que alguien más estaba detrás de mí.
-Fue porque nadie le tiene que pegar a nadie.
-Porque estoy maldito.
-Es por tu bisabuelo. La única forma que te liberes es que mates a la persona que
más amas en el mundo, excepto tus familiares.
-¡Que! No porque tengo que matar a mi profesor.
-Al contrario tienes que matar a tu crush.
-¡QUE! No puede ser, pero la voy a matar. - Entonces él armó una cita con ella y la
mató y nadie lo descubrió.
Perdida en la Multitud Por Ana Paula Urdaneta Sierra
Nunca había experimentado una cosa así. En mi familia, siempre he sido la que
está acompañada, y no le gusta hacer cosas por sí misma. “¿Cómo será que fui
tan boba en perderme?” - Pensaba mientras esperaba escuchar mi nombre ser
llamado por algún familiar. Pero nada. Tal vez hasta me habían olvidado. “Bum,
bum, bum” - Se escuchaban los pasos de las millones de personas alrededor.
Para empeorar la situación, en frente de mí había un señor más alto que una
jirafa. No podía ver nada enfrente de mi. Decidí encontrar el camino hasta la
estación de servicio al cliente, en donde podía conseguir ayuda. Tal vez podrían
llamar mi nombre y por fin encontrar a mi familia. No podía esperar a darles un
gran abrazo y no separarme de ellos nunca más.
Todo este tiempo en busca de mi familia me tardé como 10 minutos. Pero el estrés
y las ansias de encontrarlos se sintieron como 5 horas. Después de haber
caminado por un rato, vi la carpa de servicio al cliente. En frente de ella había un
señor con la misma ropa que tenía puesta mi papá la última vez que lo vi. “¿Será
que es él?” - Pensé. La señora me señaló y el señor se volteó. “¡Era él! ¡Lo había
encontrado!” - Pensaba con una gran sonrisa. Mi mamá se acercó y me dio un
gran abrazo. Los latidos fuertes de mi corazón habían parado y me calmé.
Después de esto, pasamos un día genial en la feria. Ese día me hizo dar cuenta lo
importante que es tener cuidado cuando estás en lugares públicos. ¡Agradezco
mucho haberlos encontrado!