Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Golpes en la noche
Una familia, compuesta por dos pequeños y sus padres, viajaban por
carretera hacia [....] cuando el coche se les averió. Los padres salieron a
buscar ayuda y, para que los niños no se aburrieran, les dejaron con la
radio encendida. Cayó la noche y los padres seguían sin volver cuando
escucharon una inquietante noticia en la radio: un asesino muy peligroso se
había escapado de un centro penitenciario cercano a [....] y pedían que se
extremaran las precauciones.
Solo el mayor de los niños se atrevió a girar la cabeza para mirar qué provocaba
los golpes. No debería haberlo hecho: sobre el coche había un hombre de gran
tamaño, que golpeaba la parte superior del vehículo con algo que tenía en las
manos: eran las cabezas de sus padres.
Yoduloso
Hace unos años, en un campamento, hubo un grupo de jóvenes que, durante
una excusión, se perdió. Tras varias horas perdidas, encontraron a un hombre
solitario: llevaba un hacha a la espalda y no les daba buena espina pero,
desesperados, le preguntaron cómo se llegaba al pueblo. A pesar de la
primera impresión, el hombre resultó ser supergradable: les dijo que se
llamaba Yoduloso y les acompañó hasta el pueblo, donde se despidió. Antes,
se hizo una foto junto a los jóvenes.
El grupo de jóvenes contó en el pueblo que el hombre que los había llevado
hasta allí se llamaba Yoduloso, pero los vecinos de la localidad dijeron que
aquello era imposible. El único Yoduloso que había habido en el pueblo
falleció hace más de 100 años, y murió de una forma horrible: un grupo de
niños jugaba a la pelota y se le escapó, y Yoduloso fue a por ella. Llevaba un
hacha en la mano y tuvo la mala suerte de tropezar y cortarse su propia
pierna. Murió desangrado.
Manitou
Hace muchísimos años venía a los campamentos un joven llamado Manitou.
Debido a su mal comportamiento, fue expulsado del campamento, y decidió
vengarse. Durante toda la eternidad: aunque esto ocurrió hace muchísimo
tiempo, Manitou sigue visitando los campamentos. Podemos saber que está
cerca porque antes de su llegada puede escucharse un sonido similar al de un
tambor.
Así pasaron los años y Sara se hizo adulta. Una noche, en la radio, escuchó
que cerca de [....] estaba en busca y captura un asesino muy peligroso. Sara,
acompañada de su perro, no tenía miedo: se metió en la cama, extendió la
mano hacia el borde y el perro, como todas las noches, empezó a lamerla.
Una de las chicas se burló de aquella idea, así que las otras la desafiaron a
que se levantara y fuera a visitar la tumba. Como prueba de que había ido,
tenía que clavar una estaca de madera sobre la tierra de la tumba. La chica se
fue y sus amigas apagaron la luz otra vez y esperaron a que volviera.
Pero pasó una hora, y otra más, sin que tuvieran noticias de su amiga. Se
quedaron en la cama despiertas, cada vez más aterradas. Llegó la mañana y la
chica no había aparecido. Aquel mismo día, los padres de la chica regresaron
a casa y, junto al resto de padres, acudieron al cementerio. Encontraron a la
chica tirada sobre la tumba… Muerta. Al agacharse para clavar la estaca en el
suelo, había pillado también el bajo de su falda. Cuando intentó levantarse y
no pudo, creyó que el viejo muerto la había agarrado. Murió del susto en el
acto.