Cuadernos de Discusión de

Comunicación e Información

11
ISSN: 2301-1424

La seguridad de los periodistas

en las agendas de derechos humanos
y desarrollo sostenible: Oportunidades para
mejorar los mecanismos de reporte sobre
violaciones de derechos humanos
en Guatemala, Honduras y El Salvador

Oscar Antonio Pérez

Luis Enrique Salazar

Con el apoyo de:

Organización
de las Naciones Unidas
para la Educación,
la Ciencia y la Cultura
Publicado en 2018 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultu-
ra, (7, place de Fontenoy, 75352 París 07 SP, Francia) y la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO
para América Latina y el Caribe, Oficina de UNESCO en Montevideo, (Luis Piera 1992, Piso 2, 11200
Montevideo, Uruguay).

© UNESCO 2018

ISSN 2301-1424

Esta publicación está disponible en acceso abierto bajo la licencia Attribution-ShareAlike 3.0 IGO (CC-
BY-SA 3.0 IGO) (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/igo/). Al utilizar el contenido de la pre-
sente publicación, los usuarios aceptan las condiciones de utilización del Repositorio UNESCO de
acceso abierto (http://www.unesco.org/open-access/terms-use-ccbysa-sp).

Los términos empleados en esta publicación y la presentación de los datos que en ella aparecen no
implican toma alguna de posición de parte de la UNESCO en cuanto al estatuto jurídico de los países,
territorios, ciudades o regiones ni respecto de sus autoridades, fronteras o límites.

Las ideas y opiniones expresadas en esta obra son las de los autores y no reflejan necesariamente el
punto de vista de las organizaciones que coordinaron y/o apoyaron este trabajo, ni las comprometen.

Diseño gráfico, de cubierta y maquetación: María Noel Pereyra

Gráfico de cubierta: Freepik.com
La seguridad de los periodistas en las agendas
de derechos humanos y desarrollo sostenible:
Oportunidades para mejorar los mecanismos
de reporte sobre violaciones de derechos humanos
en Guatemala, Honduras y El Salvador

Consultores:

Oscar Antonio Pérez

Luis Enrique Salazar

San Salvador, El Salvador, Centroamérica, junio de 2018

 4

Una invitación al debate

Cuadernos de discusión de CI - 11

Hace más de tres siglos, el pensador, poeta y político británico John Milton publicó uno de los textos más
importantes y conocidos contra la censura: Aeropagítica. El mismo fue uno de los catalizadores de un
importante debate sobre la protección de la libertad de expresión y de prensa.

Mucho siglos antes de él, los griegos produjeron sólidas discusiones sobre la importancia de la doxa
(opinión) para la democracia.

Los debates sobre la centralidad de la libertad de expresión y del acceso a la información y al conoci-
miento para las democracias, para el desarrollo, la protección y promoción de otros derechos humanos
no son para nada una novedad.
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...

Sin embargo, no hay duda que el advenimiento de las nuevas tecnologías de la comunicación e infor-
mación, particularmente la expansión de la Internet, ofrecen una dimensión singular e inédita a estas
discusiones.

Las repercusiones en el sistema de protección y promoción de los derechos humanos, la consolidación

de las democracias, el desarrollo, la toma de decisiones, las políticas públicas y, al fin del día, en la vida
cotidiana de cada ciudadano y ciudadana son sin precedentes.

El avance de las sociedades del conocimiento está íntimamente conectado a la profundización de las dis-
cusiones sobre el derecho a la libertad de expresión y al acceso universal a la información en un mundo
cada vez más conectado. Libertad de prensa, desarrollo de los medios, privacidad, el rol de las TIC en las
políticas públicas, gobiernos abiertos, protección documental, alfabetización mediática e informacional,
son algunos de los muchos temas que están sobre el tapete.

La Oficina de la UNESCO en Montevideo, buscando intensificar la función de laboratorio de ideas de la

Organización, ofrece a sus stakeholders estos Cuadernos de Discusión de Comunicación e Información.

Producidos por los principales expertos en cada tema, el objetivo central es ofrecer insumos para que to-
madores de decisión y formuladores de políticas públicas puedan tener en cuenta distintos ángulos de los
asuntos que están en el orden del día de la agenda internacional, siempre teniendo como eje conductor
los estándares internacionales existentes.

No se pretende ofrecer la última palabra. Al contrario, lo que se desea es contribuir a un debate cada vez
más informado y plural sobre cuestiones centrales de ayer, hoy y mañana.

¡Buena lectura!
 5

Prólogo

Monitorear, evaluar y producir evidencias: elementos clave para la

construcción de políticas públicas de protección y promoción de la
libertad de prensa

Cada periodista asesinado o neutralizado por el terror

es un observador menos de la condición humana.
Cada ataque distorsiona la realidad creando
un clima de miedo y autocensura.
Barry James, periodista

La buena noticia es: han multiplicado los mecanismos globales y regionales que tienen por objetivo moni-
torear los contextos nacionales para el ejercicio del periodismo en un ambiente seguro. El Plan de Acción
de Naciones Unidas para la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad; el Objetivo de
Desarrollo Sostenible 16, meta 10; los Exámenes Periódicos Universales; el informe de la Directora Ge-
neral de la UNESCO sobre la Seguridad de los Periodistas y el Peligro de la Impunidad; los Informes de
la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos son
todos ejemplos de estos esfuerzos, respaldados y apoyados por los Estados Miembros.

La mala: la intensificación de estos esfuerzos está íntimamente correlacionada al crecimiento de casos de

violencia contra los y las periodistas en los últimos años. Desde la forma más cruda de censura y violencia
– el asesinato – hasta muchas otras modalidades que van del crimen o el secuestro a la violencia digital.

El texto que sigue busca trabajar sobre la buena noticia, sin dejar de lado el contexto grave en el que
estamos. Hace un llamado para que los varios actores de este ecosistema – organismos internacionales,
gobiernos, sistemas judiciales, organizaciones de la sociedad civil, gremios profesionales, empresarios de
medios – coordinen de manera más coherente y eficiente estos esfuerzos que ya están en curso.

Tal coordinación, sostiene el presente documento, validado en un taller con múltiples partes involucradas
en mayo de 2018 en San Salvador, podrá al mismo tiempo mejorar los procesos de rendición de cuentas
(accountability) alrededor de la protección y promoción de la seguridad de los y las periodistas y consoli-
dar un conjunto de políticas públicas, basadas en evidencias, con este mismo objetivo.

Sin robustos mecanismos de monitoreo de la situación, la política de las 3 Ps (prevención, protección y

procuración de justicia) será, como mínimo, menos eficiente. Por tanto, esperamos que este documento
sea un insumo adicional valioso para consolidar los mecanismos existentes y profundizar las estrategias
de coordinación entre los varios actores.

¡Buena Lectura!

Los Editores
 6

Contenido
Cuadernos de discusión de CI - 11

Una invitación al debate............................................................................................................ 4

Prólogo.................................................................................................................................... 5

Resumen Ejecutivo / Executive Summary.................................................................................... 7

I. Introducción.................................................................................................................... 9

La centralidad del EPU...................................................................................................................10

Sistema Interamericano de Derechos Humanos, UNESCO y Agenda 2030...........................................10
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...

Los informes como catalizadores de diálogos nacionales....................................................................11

II. La seguridad de los periodistas en la Agenda 2030........................................................... 12

Los ODS y los derechos humanos.....................................................................................................12

Indicador 16.10.1: ambiciosa agenda de supervisión global
de la seguridad de los periodistas...........................................................................................13
El FPAN 2019: espacio propicio para destacar y discutir
el tema de la seguridad de los periodistas...............................................................................14
Proyecto “Voces del Sur”: la unificación de indicadores es posible......................................................15

III. Hoja de Ruta para mejorar los mecanismos de reporte sobre violaciones
a los derechos humanos en el ámbito de la seguridad de los periodistas.............................. 15

Sensibilizar a los funcionarios y otros actores clave...........................................................................15

Posición de partida........................................................................................................................................15
Escenario esperado........................................................................................................................................15
Fortalecer la capacidad de reporte y seguimiento de recomendaciones................................................16
Posición de partida........................................................................................................................................16
Escenario esperado........................................................................................................................................17
Fortalecer los espacios de elaboración de informes y seguimiento de las recomendaciones....................17
Posición de partida........................................................................................................................................17
Escenario esperado........................................................................................................................................18

IV. Recomendaciones para mejorar los mecanismos de reporte sobre

violaciones a los derechos humanos en el ámbito de la seguridad
de los periodistas en Guatemala, Honduras y El Salvador................................................... 20

Recomendaciones en relación con la Agenda 2030...........................................................................20

Recomendaciones para fortalecer capacidad
de reporte y seguimiento de recomendaciones.........................................................................20
Recomendaciones para fortalecer los espacios de
elaboración de informes y seguimiento de recomendaciones.....................................................25
Recomendaciones para fortalecer la actividad de los organismos internacionales..................................26

V. Anexos.......................................................................................................................... 28

1. Descripción del proceso de consulta realizado.........................................................................28

2. Lista de participantes en la consulta.......................................................................................28
 7

Resumen Ejecutivo:

El presente documento, que se centra de manera particular en Guatemala, Honduras

y El Salvador, parte de la relevancia que ha ido cobrando en las agendas de derechos
humanos, consolidación democrática y desarrollo sostenible el tema de la seguridad
de los periodistas.1 Esto ha conducido a que los Estados deban reportar sobre las
violaciones ocurridas en este ámbito y sobre los esfuerzos de prevención, protección
y procesamiento en relación con las amenazas y ataques que sufren estos importantes
actores sociales. Además de constituir mecanismos de rendición de cuentas, estos
informes constituyen elementos clave para la elaboración de políticas públicas de
prevención, protección y procuración de justicia para los crímenes cometidos contra
las personas que ejercen las diferentes facetas de la actividad periodística.
Luego de una breve descripción de los componentes de la Agenda 2030, que incluye
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el presente documento destaca el in-
dicador 16.10.1, que ha sido creado para el seguimiento del ODS 16 (paz, justicia
e instituciones sólidas). Este indicador releva “el número de casos verificados de
homicidio, secuestro, desaparición forzada, detención arbitraria y tortura de periodis-
tas y miembros asociados de los medios de comunicación”, y su formulación en el
Marco de indicadores mundiales para los Objetivos de Desarrollo Sostenible y metas
de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible representa un reconocimiento de la
importancia de la supervisión global de la violencia contra los periodistas, además
de plantear una ambiciosa agenda que demanda capacidades locales de supervisión.
Asimismo, se plantea el Foro Político de Alto Nivel (FPAN, un espacio interguberna-
mental que da seguimiento a la implementación de la Agenda de Desarrollo Sosteni-
ble), que se reunirá por primera vez en el año 2019 bajo los auspicios de la Asamblea
General de Naciones Unidas, como una interesante ventana de oportunidad para dis-
cutir a nivel global el tema de la seguridad de los periodistas. El FPAN prevé revisar
en profundidad el cumplimiento del ODS 16.
En la última sección se describen los pasos que Guatemala, Honduras y El Salvador
deberían tomar para mejorar la coordinación entre los actores que participan en la
formulación de informes sobre la seguridad de los periodistas y el seguimiento de las
recomendaciones realizadas por los diversos mecanismos internacionales de monito-
reo de derechos humanos en relación con dicha temática. Finalmente, se presenta
una serie de recomendaciones, medidas y acciones específicas dirigidas a los actores
estatales, de la sociedad civil e internacionales.

1 En el presente documento el término periodista comprende a los “periodistas, trabajadores y

trabajadoras de los medios de comunicación y productores y productoras de medios sociales que
generan un volumen importante de actividad periodística de interés público”, conforme fuera
utilizado por la Directora General de la UNESCO en su Informe de 2016 sobre la seguridad de los
periodistas y el peligro de la impunidad.
 8

Executive Summary
Cuadernos de discusión de CI -11

The starting point of this document, which mainly focuses on Guatemala, Hondu-
ras and El Salvador, is the relevance that the issue of the safety of journalists1 has
gained on the sustainable development, democratic consolidation and human rights
agendas. This has prompted States to report on the violations committed in these two
areas and on the protection, prevention, and processing efforts made in regards to the
threats and attacks suffered by journalists. Apart from accountability tools, reports
are key policymaking elements for the prevention, protection, and the prosecution of
perpetrators of crimes against those who carry out all sorts of journalistic activities.
Following a brief description of the components of the 2030 Agenda and the Sus-
tainable Development Goals (SDGs), the document focuses on Indicator 16.10.1,
developed for the follow-up of Goal 16 (Peace, justice, and solid institutions) and by
which governments should report the number of verified cases of killing, kidnapping,
enforced disappearance, arbitrary detention and torture of journalists and associated
media personnel. The inclusion of this indicator within the framework of the inter-
national Sustainable Development Goals and indicators and on the 2030 Agenda is
tantamount to acknowledging the importance of the global monitoring of violence
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos

against journalists, and poses an ambitious agenda which requires local monitoring
capacities.
The High-level Political Forum on Sustainable Development (HLPF, an inter-govern-
mental platform entrusted with following up the implementation of the Sustainable
Development Agenda) will meet in 2019 under the auspices of the General Assembly
to conduct an in-depth review of SDG16. This provides an important window of oppor-
tunity to discuss the issue of the safety of journalists at a global level.
Finally, the document presents the steps that Guatemala, Honduras and El Salva-
dor should take in order to improve coordination among the actors who take part in
preparing reports on the safety of journalists and follow-up of the recommendations
emerging from the application of international human rights monitoring mechanisms.
A series of recommendations for governmental, civil society and international actors
are presented in the final section.
Resumen ejecutivo /Executive Summary

1 The term “journalist” follows the definition used by UNESCO’s Director-General in her 2016 Report
on the Safety of Journalists and the Danger of Impunity, and is understood here as encompassing
“journalists, media workers and social media producers who generate a significant amount of public-
interest journalism”.
 9

La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos

y desarrollo sostenible: Oportunidades para mejorar los mecanismos
de reporte sobre violaciones de derechos humanos en Guatemala,
Honduras y El Salvador
“Cuando al periodista se le calla pierde la ciudadanía completa,
porque perdió una voz que habla por ella.
Es un atropello que pone en riesgo la libertad de expresión.”
Periodista centroamericana

“Nuestra profesión no nos obliga a ser de un lado, sino a hablar la verdad,

trabajar la justicia y los datos bien manejados. Con base en datos producimos
y sacamos ese producto comunicacional que garantiza los derechos
de la población a informarse para tomar decisiones importantes a su bienestar.”
Periodista centroamericana

“En la investigación (de los crímenes contra periodistas) hay que partir
de que lo que se cometió no fue contra un ciudadano común y corriente,
sino que fue contra un ciudadano que ejerce la libertad de expresión y que
al atentar contra ese ciudadano se atentó contra toda la población.
Ese es el enfoque de libertad de expresión”
Fiscal de un Ministerio Público centroamericano

I. Introducción lencia contra un individuo, sino que es también

El ejercicio del periodismo en ambientes en los
que se garantiza su seguridad es, además de una
condición para el ejercicio independiente de esta
profesión, una garantía de periodismo libre, inde-
pendiente y plural para la sociedad, uno de los
principales pilares del sistema democrático.
La violencia letal y otras formas de violencia contra
los periodistas (por ejemplo, la tortura, las amena-
zas de muerte, las detenciones arbitrarias, las in-
timidaciones, el hostigamiento, las campañas de
desprestigio, la vigilancia sistemática e intrusiva,
tanto en línea como fuera de línea, la destrucción
de equipos, los ataques contra las instalaciones de
los medios de comunicación, su clausura o el de-
comiso ilegal de sus bienes), aparte de constituir
hechos contra valores esenciales como la vida y
la integridad, demandan una particular considera-
ción dado su alcance, su onda expansiva. Cuando
se ejerce este tipo de violencia, se acalla la voz de
los intermediarios de ideas y de información, de
personas que generan ideas propias a partir de su
contacto con la realidad. Asimismo, la violencia
contra los periodistas genera en la sociedad la per-
cepción de la existencia generalizada de impuni-
dad: si incluso las personas que deberían gozar de
garantías para ejercer su trabajo son vulnerables a
la violencia, y si no se resuelven sus casos ante la
justicia, entonces nadie es inmune. Por otro lado,
la violencia contra los periodistas no puede ser
entendida exclusivamente como un acto de vio-
una violación del derecho colectivo de la sociedad
a buscar y recibir información, tal como se reco-
noce en el artículo 19 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos y otros instrumentos inter-
nacionales, además de los tratados ratificados por
una gran cantidad de Estados.
Esta situación genera temor y hasta terror en bue-
na parte de la población (si no en toda), aparte
de que se pierde un espacio que tiene entre sus
funciones revelar lo que sucede en la comunidad,
la sociedad y el Estado, ejercer contraloría y lla-
mar la atención sobre los problemas de funciona-
miento del poder público y otras expresiones del
poder, tales como la corrupción, el mal uso de los
recursos y los abusos. De esta manera, actividad
periodística, una de las principales herramientas
de la democracia, termina debilitándose o incluso
anulándose. Adicionalmente, los periodistas que
no son directamente atacados pueden ejercer au-
tocensura como respuesta ante el escenario ge-
neral de violencia contra la profesión, otra forma
por la cual los victimarios habrán alcanzado su
objetivo.
Por otra parte, es necesario subrayar que los ca-
sos de violencia contra periodistas ingresan a sis-
temas de justicia penal ya de por sí colapsados,
debido a los volúmenes de criminalidad existentes
en Guatemala, Honduras y El Salvador. Sin em-
bargo, su resolución de manera positiva crea con-
fianza en el propio sistema de justicia y genera
conciencia entre periodistas y demás personas in-
 10
volucradas en la actividad mediática, así como en
la población en general, sobre la capacidad de la
justicia de funcionar en favor de las víctimas y de
la superación de la impunidad, con la contraloría
Cuadernos de discusión de CI - 11
y la presión correspondiente y a pesar de la gran
complejidad que posee este sistema.
En tanto que garantes de la libre expresión y del
acceso a la información de la población, los perio-
distas se conciben a sí mismos como defensores
de los derechos humanos y de la misma manera
son considerados por diversos instrumentos de de-
rechos humanos.
En el ámbito de los derechos humanos, el tema de
la seguridad de los periodistas ha ido adquiriendo
un espacio cada vez más relevante. A partir de
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
sus compromisos internacionales en materia de
derechos humanos, los Estados también deben
informar sobre los casos de violación que se dan
en este ámbito y sobre las actividades de preven-
ción, protección y procesamiento judicial para los
casos de amenaza y ataque contra los periodistas.
Este deber de reportar no puede ser entendido ex-
clusivamente como un mecanismo de rendición
de cuentas de los Estados de cara a los acuerdos
internacionales que han firmado. En cambio, debe
considerarse como un elemento clave de la cons-
trucción de políticas públicas para la prevención,
protección y procuración de justicia respecto de
los crímenes cometidos contra periodistas. Sin
procedimientos legales adecuados de producción
y manejo de información sobre la seguridad de los
periodistas es difícil desarrollar políticas públicas
eficaces y eficientes basadas en evidencias. Adi-
cionalmente, este permanente ejercicio también
facilita las estrategias de cooperación, tanto al
interior de los Estados como con otras naciones y
con los sistemas internacionales.
La centralidad del EPU
Son diversos los mecanismos de supervisión in-
ternacional de derechos humanos que solicitan
información de parte de los Estados signatarios.
Por su condición de Estados miembros de la Or-
ganización de las Naciones Unidas (ONU) y de la
Organización de Estados Americanos (OEA), Gua-
temala, El Salvador y Honduras deben reportar a
mecanismos de los sistemas universal e interame-
ricano de protección de los derechos humanos.
En este sentido, El Salvador prevé remitir su próxi-
mo informe escrito al Examen Periódico Universal
(EPU), novedoso mecanismo del Consejo de Dere-
1 Sobre la forma en la que han sido abordadas las cuestiones relativas a la seguridad de los periodistas de los tres países en el
EPU, ver: https://www.upr-info.org/es
2 Comité de Derechos Humanos, Observaciones finales sobre el segundo informe periódico de Honduras (CCPR/C/HND/CO/2
Distr. General 22 de agosto de 2017), Observaciones finales sobre el cuarto informe periódico de Guatemala (CCPR/C/
GTM/CO/4 Distr. general 9 de mayo de 2018) y Observaciones finales sobre el séptimo informe periódico de El Salvador
(CCPR/C/SLV/CO/7 Distr. general 5 de abril de 2018). Disponibles en: https://bit.ly/2RBtkMs, https://bit.ly/2qxuRrs y
https://bit.ly/2RxJnL6.
chos Humanos de Naciones Unidas, en el segundo
semestre del año 2019, mientras que Honduras
lo hará durante el primer semestre del año 2020.
Debido a que Guatemala se sometió a dicho exa-
men a finales del año 2017, su próximo informe
de medio término está previsto para el primer se-
mestre del año 2020.
Si bien, a partir de diversos tratados internacio-
nales y procedimientos especiales, los Estados
deben informar a una diversidad de organismos
dependientes del Consejo de Derechos Humanos,
el EPU debe ser especialmente destacado, dada la
relevancia que ha ido adquiriendo en los últimos
años. Para cada ciclo del EPU, los Estados no solo
son llamados a reportar sobre la situación presen-
te en función de sus respectivas obligaciones y
compromisos, sino también a rendir cuentas sobre
el cumplimiento de las recomendaciones que reci-
bieron, especialmente las que aceptaron en ciclos
anteriores. Para el caso, los tres países en los que
se centra este documento están dando seguimien-
to a las recomendaciones recibidas sobre la cues-
tión de la seguridad de los periodistas, además de
informar sobre sus avances al respecto.1
El Comité de Derechos Humanos, que supervisa
la aplicación del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, examinó el segundo informe pe-
riódico de Honduras en julio de 2017, y el cuarto
informe de Guatemala y el séptimo de El Salvador
en marzo de 2018. En sus observaciones finales
a los tres informes, el Comité manifestó su preo-
cupación por los actos de violencia e intimidación
cometidos contra los defensores de los derechos
humanos y contra periodistas.2
Sistema Interamericano de Derechos
Humanos, UNESCO y Agenda 2030
En cuanto al Sistema Interamericano de Dere-
chos Humanos (SIDH), Guatemala, El Salvador y
Honduras, además de ser Estados miembros de la
OEA, son Estados partes de la Convención Ameri-
cana sobre Derechos Humanos. Conforme a ello,
los gobiernos deben atender las solicitudes de in-
formación sobre las medidas que adoptan para la
mejora de la situación de los derechos humanos
en sus países, lo que incluye la información que
utiliza la Relatoría Especial para la Libertad de
Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) para elaborar sus
informes anuales y temáticos. Por ejemplo, en el
año 2013 se publicó un informe titulado Violencia
contra periodistas y trabajadores de medios: Es-

tándares interamericanos y prácticas nacionales
sobre prevención, protección y procuración de la
justicia.3
Por otro lado, tanto Guatemala como Honduras y
El Salvador son Estados miembros de la UNESCO.
Como tales, estos países responden de manera vo-
luntaria a las solicitudes de información que rea-
liza la Directora General de la UNESCO sobre el
estado del seguimiento judicial de los asesinatos
de periodistas condenados por esta organización.
El informe que elabora la Directora General cada
dos años enumera tanto a los países que han res-
pondido, junto con un resumen de sus respuestas,
como a aquellos que no lo han hecho. Guatemala,
Honduras y El Salvador respondieron a los pedidos
de información para el informe de 20164 y pro-
porcionaron información concreta sobre el estado
de las investigaciones judiciales de los casos de
asesinatos de periodistas condenados por la Di-
rectora General.
Adicionalmente, a partir de sus acuerdos con la
ONU y la OEA, Guatemala y Honduras, respectiva-
mente, han acogido organismos de investigación
en apoyo de sus sistemas de justicia: la Comisión
Internacional contra la Impunidad en Guatemala
(CICIG) y la Misión de Apoyo contra la Corrupción
y la Impunidad en Honduras (MACCIH). Ambos
países también deben proporcionar información a
estas entidades.
Es preciso destacar de manera particular el indi-
cador 16. 10.1. (Número de casos verificados de
homicidio, secuestro, desaparición forzada, deten-
ción arbitraria y tortura de periodistas, miembros
asociados de los medios de comunicación, sindi-
calistas y defensores de los derechos humanos,
en los 12 meses anteriores) del objetivo 16 de los
ODS de la Agenda 2030. Esto significa que por
primera vez se incorpora como una meta común
a los derechos humanos y al desarrollo sosteni-
ble la reducción de los ataques contra periodistas.
Esto constituye una ventana de oportunidad, dado
que tanto Guatemala como Honduras y El Salva-
dor han dado muestras evidentes de ser partícipes
activos en el seguimiento y la implementación de
la Agenda 2030. Así, los tres países han creado
estructuras para dichos efectos y han adoptado la
práctica de presentar Exámenes Nacionales para
la Revisión Voluntaria en el proceso de implemen-
tación de la Agenda 2030. De hecho, El Salvador
es uno de los quince países del mundo elegidos
por Naciones Unidas para la implementación ace-
lerada de los ODS. A esto se suma que el Foro Po-
lítico de Alto Nivel (FPAN, espacio interguberna-
mental que da seguimiento a la implementación
de la Agenda de Desarrollo Sostenible) revisará en
profundidad el cumplimiento del ODS 16 en el
año 2019, cuando se reúna por primera vez bajo
3 Disponible en: https://bit.ly/1nOMkT0.
4 Disponible en: https://bit.ly/2AP2oU7 .
11
los auspicios de la Asamblea General de Naciones
Unidas.
Los informes como catalizadores de
diálogos nacionales
Como punto de partida, es preciso tener en claro
que los mecanismos internacionales se constru-
yen con el propósito de que tengan repercusión en
la esfera nacional. La presentación de informes,
en sí mismo un mecanismo de protección de de-
rechos humanos, cobra sentido en la medida en
que genera un diálogo con la comunidad interna-
cional, pero sobre todo entre los actores locales,
tanto en ocasión de su elaboración como para el
seguimiento de las recomendaciones que se rea-
lizan. De nada vale un mecanismo internacional
que se agote en la esfera internacional propiamen-
te tal pero que no posea un efecto en las realida-
des nacionales. Los mecanismos internacionales
resultan valiosos cuando generan espacios y posi-
bilidades de diálogo en el plano nacional, en base
a la evaluación de la realidad local que previamen-
te se ha llevado a cabo a partir de los estándares
internacionales.
Los informes sobre la situación de los derechos
humanos ya no consisten en compilaciones más
o menos ordenadas de la información aportada
por diferentes instituciones: hoy estos informes
involucran ejercicios de integración y discusión,
a partir de los cuales se visibilizan problemas y
se adelantan soluciones. De la misma manera, los
procesos de seguimiento de las recomendaciones,
la etapa con mayor potencial para provocar cam-
bios positivos en las prácticas estatales y sociales,
incluyen la definición de estrategias para superar
las conductas que vulneran derechos humanos y
la determinación de tiempos y responsables de
realizar acciones de corrección y mejora, además
de las estrategias de seguimiento de las recomen-
daciones.
En la siguiente sección se presenta un conjunto
de reflexiones y medidas dirigidas a los tres países
del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala,
Honduras y El Salvador). Estas buscan mejorar la
coordinación entre actores clave para el uso de
los mecanismos de reporte sobre violaciones a de-
rechos humanos en relación con la seguridad de
los periodistas y la lucha contra la impunidad de
los crímenes cometidos en su contra, así como el
seguimiento de las recomendaciones elaboradas
por los diversos mecanismos internacionales de
supervisión de los derechos humanos.
 12

II. La seguridad de los periodistas en la biental que beneficie a todos, incluidos mujeres,
Agenda 2030 niños, jóvenes y generaciones futuras.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es
Cuadernos de discusión de CI - 11

“un plan de acción para las personas, el planeta

Los ODS y los derechos humanos5
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible6
presenta una visión ambiciosa del desarrollo sos-
tenible e integra sus dimensiones económica, so-
cial y ambiental. Esta nueva Agenda es la expre-
sión de los deseos, aspiraciones y prioridades de
la comunidad internacional para el período 2016-
2030. La Agenda 2030 es un instrumento trans-
formador, que pone la igualdad y dignidad de las
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
y la prosperidad” y “busca fortalecer la paz uni-
versal en un concepto más amplio de la libertad”.
Se trata de un plan integral de acción estructura-
do en cuatro partes principales:
I. Visión y principios para transformar nuestro
mundo según lo enunciado en la Declaración
II. Marco de resultados para los ODS globales
III. Medios de implementación y Alianza Global
IV. Seguimiento y Revisión.

personas en el centro y llama a cambiar nuestro

estilo de desarrollo, respetando el medio ambien-
te. Es un compromiso universal adquirido tanto
por países desarrollados como en desarrollo, en
el marco de una alianza mundial reforzada, que
toma en cuenta los medios de implementación
para realizar el cambio y la prevención de desas-
tres por eventos naturales extremos, así como la
mitigación y adaptación al cambio climático.
Esta Agenda aspira a un mundo más justo, basado
en derechos, equitativo e inclusivo y compromete
a todas las partes interesadas a trabajar unidos en
la promoción del crecimiento económico inclusi-
vo y sostenible, desarrollo social y protección am-
El marco de resultados de la Agenda 2030 inclu-
ye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y 169
metas. Con los Objetivos “se pretende retomar los
Objetivos de Desarrollo del Milenio y conseguir
lo que estos no lograron”. Adicionalmente, estos
Objetivos son “integrales e indivisibles y conju-
gan las tres dimensiones del desarrollo sostenible:
económica, social y ambiental”. Por otra parte, los
Objetivos de Desarrollo Sostenible son “de aplica-
ción universal, teniendo en cuenta las diferentes
realidades, capacidades y niveles de desarrollo de
cada país y respetando sus políticas y prioridades
nacionales”. Las metas, por su parte, se definen
como “ambiciosas y globales, donde cada gobier-

5 La mayor parte de los párrafos y el gráfico de esta parte introductoria han sido extraídos de: Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL), Naciones Unidas, Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Una oportunidad para
América Latina y el Caribe, enero de 2018, disponible en: https://bit.ly/2KRw75l; Grupo de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, Transversalización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Guía de referencia para los Equipos de las
Naciones Unidas en los países, febrero de 2016, disponible en: https://bit.ly/2F3dgS7; The Danish Institute for Human Rights
y Denmark’s National Human Rights Institution, Los Derechos Humanos en el Seguimiento y Examen de la Agenda 2030 para
el Desarrollo Sostenible, mayo 2016, disponible en: https://bit.ly/2qyA42h
6 Resolución aprobada por la Asamblea General el 25 de septiembre de 2015, A/RES/70/1, disponible en: https://bit.ly/1O9BczJ

no fijará sus propias metas nacionales, guiándose
por la ambiciosa aspiración general, pero toman-
do en consideración las circunstancias del país”.
Finalmente, un elemento importante consiste en
que “cada gobierno decidirá también la forma de
incorporar esas aspiraciones y metas mundiales
en los procesos de planificación, las políticas y las
estrategias nacionales”.
La Agenda 2030 establece que el propósito del
Seguimiento y Examen (SYE) es garantizar una
rendición de cuentas y que los mecanismos SYE
sean incluyentes, participativos, transparentes, y
que se centren en las personas, además de poseer
una perspectiva de género y respetar los derechos
humanos, prestando especial atención a los más
pobres, los más vulnerables y los más rezagados.
Estos principios reflejan los principios del enfo-
que basado en los derechos humanos para el de-
sarrollo, que deben guiar tanto el diseño como la
puesta en funcionamiento de los mecanismos de
SYE. Los mecanismos acordados, tales como los
informes, son voluntarios y liderados por el país en
cuestión y no contemplan mecanismos de examen
independientes o disposiciones de recomendacio-
nes directas a los Estados. Desde esta perspecti-
va, al destacar cómo los ODS se sustentan en los
instrumentos internacionales de derechos huma-
nos, jurídicamente vinculantes para los Estados
signatarios y con órganos de vigilancia institucio-
nalizados, se agrega una dimensión de rendición
de cuentas que de otra manera estaría ausente.
Es preciso recordar que la Agenda 2030 no es una
agenda de la Organización de las Naciones Uni-
das (ONU), sino un acuerdo entre los 193 Estados
miembros de esta organización, que eligen los ob-
jetivos que consideran relevantes. Asimismo, para
el seguimiento de los ODS no se creó un organis-
mo de seguimiento: en cambio, algunos organis-
mos fueron encomendados como custodios de de-
terminados temas y poseen el mandato de facilitar
a los Estados su seguimiento. Sin embargo, estos
organismos no pueden exigir información a los Es-
tados, ya que los reportes son voluntarios y el Foro
Político de Alto Nivel (FPAN), es un espacio de los
propios altos funcionarios que lo integran.
Indicador 16.10.1: ambiciosa agenda de
supervisión global de la seguridad de los
periodistas
El objetivo 16, dedicado a la “Paz, justicia e ins-
tituciones sólidas”, posee carácter intersectorial
y combina distintos temas tales como seguridad,
migración y derechos humanos:
Objetivo 16: Promover sociedades pacífi-
cas e inclusivas para el desarrollo soste-
7 Resolución aprobada por la Asamblea General el 6 de julio de 2017, A/RES/71/313, documento disponible en:
https://bit.ly/2zxo8Sl
13
nible, facilitar el acceso a la justicia para
todos y construir a todos los niveles insti-
tuciones eficaces e inclusivas que rindan
cuentas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas
adoptó en 2017 un Marco de indicadores mun-
diales para los Objetivos de Desarrollo Sostenible
y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible, desarrollado por el Grupo Interinstitu-
cional y de Expertos sobre ODS (IAEG-SDG, por
sus siglas en inglés), previamente aprobado por
la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas
(UNSC, por sus siglas en inglés)7. En este instru-
mento, el objetivo 16 se desagrega en 12 metas,
una de las cuales es la meta 10:
16.10. Garantizar el acceso público a la
información y proteger las libertades fun-
damentales, de conformidad con las leyes
nacionales y los acuerdos internacionales.
A su vez, uno de los dos indicadores de dicha
meta es el siguiente:
16.10.1 Número de casos verificados de
homicidio, secuestro, desaparición forza-
da, detención arbitraria y tortura de perio-
distas, miembros asociados de los medios
de comunicación, sindicalistas y defenso-
res de los derechos humanos, en los 12
meses anteriores.
Se trata de uno de los indicadores clasificados por
el IAEG-SDG como de Nivel III, es decir que es un
indicador para el cual la metodología y la recopi-
lación de datos aún no está totalmente disponible.
El indicador 16.10.1 constituye un reconocimien-
to de la importancia del monitoreo global de la vio-
lencia contra los periodistas, además de plantear
una ambiciosa agenda que demanda un sistema
integral de supervisión que logre captar el alcan-
ce y la naturaleza de las amenazas (tanto letales
como no letales) utilizadas diariamente para si-
lenciar a los periodistas, que incorpore los aportes
de la sociedad civil y la academia y que desarrolle
capacidades locales de supervisión.
El desarrollo de un sistema de estas característi-
cas plantea importantes desafíos metodológicos:
I. El acceso a información confiable sobre los
abusos. Cualquier intento de mejorar el mo-
nitoreo de la violencia contra los periodistas
debe abordar la dificultad de la generación
de datos de calidad, y
II. La categorización y sistematización de esta
información. Las definiciones de las formas
de violencia deben poseer una consistencia
conceptual tal que permita aplicarlas en dis-
tintos contextos y sistemas de monitoreo,
 14

incluso mediante la jerarquización y la sub poseer dificultades para la producción de informa-

categorización.
La Oficina del Alto Comisionado de la Naciones
Cuadernos de discusión de CI - 11
ción en base a estándares estadísticos, debido a
la inexistencia de registros que permitan generar
datos de calidad para dar seguimiento al indicador

Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH),

como organismo custodio de este indicador junto
con la UNESCO y la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), tiene la responsabilidad de re-
unir datos de los países miembros mediante los
mecanismos de presentación de informes, con el
fin de reunir aquellos que sean comparables a ni-
vel internacional en los diferentes ámbitos esta-
dísticos, apoyar el aumento de la adopción y el
cumplimiento de las normas convenidas interna-
cionalmente y fortalecer la capacidad estadística
nacional,8 incluso mediante la provisión y actua-
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
16.10.1.
Ciertamente, superar estas dificultades es una ta-
rea compleja, ya que implica transformar proce-
dimentalmente algunos elementos o mecanismos
propios del diseño de las políticas públicas en ma-
teria de justicia y seguridad, lo cual va más allá
de la medición de un indicador y se relaciona con
el enfoque global de las políticas. Con todo, los
efectos positivos para la democracia y el desarro-
llo que se pueden generar al abordar la seguridad
de los periodistas, actualmente un tema sensible

lización de metadatos. Así, la OACNUDH, como en la región, amerita realizar el esfuerzo.

organismo custodio, y la UNESCO y la OIT, como
asociados, han comenzado a desarrollar la meto-
dología de dicho indicador. El FPAN 2019: espacio propicio para
destacar y discutir el tema de la
La OACNUDH además ha desarrollado un texto
de orientaciones denominado Un enfoque basado seguridad de los periodistas
en Derechos Humanos a los datos (HRBAD, por
sus siglas en inglés).9 Asimismo, ha examinado
El FPAN se reunió en 2013 y 2014 de manera
el papel que pueden desempeñar las Oficinas Na-
excepcional, pero a partir del año 2015 se reúne
cionales de Estadística (ONEs), las Instituciones
anualmente a nivel ministerial, bajo el auspicio
Nacionales de Derechos Humanos (INDH) y las
del Consejo Económico y Social (ECOSOC), y cada
Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en tér-
cuatro años a nivel de jefes de Estado y de gobier-
minos de medir los indicadores de derechos hu-
no, bajo los auspicios de la Asamblea General de
manos a nivel nacional. Finalmente, la OACNUDH
la ONU. La primera reunión de este nivel se lleva-
ha realizado consultas con múltiples partes inte-
rá a cabo por primera vez en el año 2019, ocasión
resadas para abordar cuestiones técnicas relacio-
en la que se darán pautas políticas al más alto
nadas con el marco conceptual y metodológico
nivel además de impulso político, movilización de
propuesto para los tres indicadores de Nivel III de
recursos y la financiación necesaria para acelerar
los cuales es custodio, con el objeto de identificar
la implementación de la Agenda 2030. Además
y medir a los “grupos que pueden quedar atrás” y
de constituir un punto de inflexión, el Foro Políti-
de desarrollar indicadores de ODS sensibles a los
co de Alto Nivel 2019 revisará en profundidad el
derechos humanos. La Oficina continúa compro-
cumplimiento del ODS 16 y otros cinco objetivos.
metiéndose a brindar apoyo a los actores naciona-
les y a facilitar la revisión e intercambio de buenas Debido a la escasa cantidad de Estados que, al
prácticas sobre HRBAD y el desglose de datos e momento de redactar este informe, se habían com-
indicadores de ODS relevantes.10 prometido a reportar sobre el indicador 16.10.1,
existe el riesgo de que se lo excluya de las siguien-
Debido a que los Exámenes Nacionales Volunta-
tes etapas de seguimiento a la Agenda 2030. Por
rios requieren una adecuación a los estándares
ello, debemos estimular a los Estados a que, a
internacionales en materia de producción de es-
pesar de las dificultades que podrían enfrentar
tadísticas, entre los actores que producen la infor-
a la hora de recabar información para reportar
mación deben existir acuerdos que especifiquen
sobre este indicador, aprovechen la oportunidad
cuáles son los datos que permiten reportar sobre
que constituye el FPAN 2019 para discutir sus
el indicador. En este sentido, para reportar sobre
experiencias, aciertos, problemas y fracasos con
el indicador 16.10.1, los sistemas judiciales, los
la comunidad internacional, a fin de generar un
ministerios públicos o fiscalías y las policías de-
diálogo sobre las mejores prácticas en la tarea de
berían determinar la factibilidad de reportar sobre
reportar sobre el tema. Por ejemplo, resulta impor-
dicho indicador global.
tante definir previamente el alcance del indicador
Este indicador no ha sido priorizado, por lo que no y ajustarlo en función de los estándares normati-
está siendo reportado. Las instituciones de Gua- vos y la protección y promoción de las libertades
temala, Honduras y El Salvador han manifestado fundamentales, la meta misma de los ODS.

8 Véase el Informe del Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible,
E/CN.3/2017/2, párrafo 28, disponible en https://bit.ly/2F6UWYD
9 Disponible en https://bit.ly/1VTxnzV
10 Véase Multi-stakeholder Consultation on Human Rights Indicators for the 2030 Agenda for Sustainable Development, 5-6
de septiembre de 2017, Ginebra, Suiza, disponible en: https://bit.ly/2Qpah7N.
 15

Proyecto “Voces del Sur”: la unificación de indicadores es posible

El proyecto Voces del Sur reúne a
varias organizaciones de la región
andina reconocidas por su lucha
en la defensa de la libertad de
expresión (Instituto Prensa y Socie-
dad [IPYS], de Perú, la Asociación
Nacional de la Prensa de Bolivia,
[ANP], Fundación Andina para la
Observación y Estudio de Medios
[FUNDAMEDIOS], de Ecuador,
IPYS, de Venezuela, y la Fundación
para la Libertad de Prensa, [FLIP],
de Colombia), con el objetivo de
trabajar en la creación de indica-
dores regionales para el monitoreo
y reporte de casos de violación de
la libertad de expresión. El proyecto
busca crear una herramienta que
sirva de guía para las organizacio-
nes pares y que permita generar
análisis comparativos consistentes
sobre la situación de la libertad de
expresión en la región.
Las organizaciones se reunieron
en septiembre de 2017 en Quito,
Ecuador, para la construcción de
los indicadores, que luego fueron
puestos a consideración y valida-
dos por la RELE de la CIDH.
A principios de 2018 se presentó un
primer informe con los indicadores
unificados, y en marzo de 2018 se
expusieron sus resultados en una
audiencia temática realizada en
Bogotá ante la CIDH, en su período
de audiencias nro. 167.
En el mes de abril de 2018, a
partir de la reunión de Intercambio
Internacional por la Libertad de Ex-
presión (IFEX) que se celebró en la
ciudad de Quito, las organizaciones
de Voces del Sur decidieron acoplar
el sistema común de monitoreo
a las necesidades de monitorear
el indicador 16.10.1 de los ODS y
desarrollar una plataforma web re-
gional para registrar este trabajo.

III. Hoja de Ruta para mejorar los
mecanismos de reporte sobre
violaciones a los derechos humanos
en el ámbito de la seguridad de los
periodistas
En esta sección se presentan los pasos a seguir
para la mejora de la coordinación entre los actores
que participan en la formulación de informes so-
bre la seguridad de los periodistas y que realizan
los seguimientos de las recomendaciones realiza-
das por los mecanismos internacionales de super-
visión de derechos humanos.
Sensibilizar a los funcionarios y otros
actores clave
Posición de partida
Hoy en día, prácticamente todos los países del
mundo incorporan en su legislación nacional los
tratados y el derecho internacional de los dere-
chos humanos en general, y en ocasiones con
precedencia sobre la ley nacional. Junto con las
disposiciones constitucionales propias, esto obli-
garía a los Estados a funcionar bajo esquemas de
derechos humanos, de lo que se desprende que
los servidores públicos deberían asumir que sus
funciones son, en esencia, formas de respetar,
cumplir o satisfacer tales derechos.
Sin embargo, en la región aún no termina de im-
plantarse el enfoque de derechos humanos en el
ejercicio de la función pública. Así, quienes ejer-
cen esta función (incluso los funcionarios involu-
crados con la seguridad de los periodistas) aún no
terminan de asumir su rol como garantes de los
derechos humanos, al menos de forma generali-
zada.
En consecuencia, a la hora de elaborar informes o
cumplir con las recomendaciones realizadas des-
de los mecanismos de supervisión internacional
de derechos humanos, estos funcionarios no son
conscientes de su vinculación con esta temática.
Así, su labor corre el riesgo de no realizarse de
la manera más eficiente y eficaz posible para los
objetivos últimos que persigue este tipo de ejer-
cicios.
En cuanto a los periodistas y sus organizaciones,
si bien como actores de la sociedad civil, se conci-
ben a sí mismos como defensores de los derechos
humanos, no se debe dar por sentado que asuman
este rol con plena conciencia de los alcances e
implicaciones que conlleva.
Escenario esperado
La adopción del enfoque de derechos humanos
por parte de los diversos actores estatales y socia-
les, depende en gran medida de los procesos cul-
turales y de desarrollo político de cada sociedad,
pero también de lo que se conoce como “trans-
versalización de los derechos humanos”, es decir,
el abordaje de todas las cuestiones a partir de la
perspectiva de los derechos humanos.
 16

Los debates y discusiones sobre las políticas y
medidas necesarias para abordar la cuestión de
la seguridad de los periodistas representan una
ocasión propicia para que las INDH y los organis-
Cuadernos de discusión de CI - 11
ral de esta discusión, debido a las diferencias en
la producción de políticas públicas eficientes de
seguridad de periodistas dirigidos a hombres y a
mujeres.

mos no gubernamentales e internacionales de de-

rechos humanos, invoquen los estándares de de-
rechos humanos y apliquen esta perspectiva para Fortalecer la capacidad de reporte y
el abordaje de los casos y problemas planteados. seguimiento de recomendaciones
El tema de la seguridad de los periodistas debe
ser abordado por los actores estatales, de la so-
ciedad civil e internacionales en tanto que tema Posición de partida
de derechos humanos. Como tal, debe ser objeto
En los informes sobre derechos humanos, los com-
de reporte y seguimiento de recomendaciones por
ponentes relativos al tema de la seguridad de los
parte de los diversos actores involucrados y puede
periodistas aún son bastante débiles, pues a pesar
motivar la implementación de procesos de sensi-
de la gravedad de los ataques, que llegan incluso
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...

bilización en derechos humanos para funcionarios

al asesinato, se trata de una cuestión aún “nove-
y actores de la sociedad civil, como los propios
dosa” como tema de derechos humanos, según lo
periodistas, sus organizaciones y representantes
manifiestan los propios funcionarios responsables
de los grupos de empresas de medios.
de coordinar la elaboración de informes.
Parte de los esfuerzos de sensibilización deben
Por otro lado, las personas responsables de pro-
orientarse a contrarrestar el discurso que conside-
porcionar información sobre el tema suelen ma-
ra que no hay razón para que los crímenes contra
nifestar desconocimiento sobre el destino y el
periodistas sean objeto de un tratamiento espe-
propósito de la información que se les requiere,
cial. En cambio, y tal como lo expresan los diver-
además de estimar que mejorarían la calidad de
sos actores consultados, los ataques a periodistas
su aporte si este no fuera el caso.
son ataques contra ciudadanos que ejercen la li-
bertad de expresión y, por ende, al atentar contra Los ataques contra los defensores de los derechos
esos ciudadanos se atenta contra toda la pobla- humanos y contra los comunicadores sociales sue-
ción. Este enfoque, conocido como el “enfoque de len ser consecuencia de situaciones violatorias a
la libertad de expresión”, es el que debe guiar la derechos humanos que se han generado en esce-
investigación y el procesamiento judicial de estos narios de conflictividad comunes en la región, ta-
delitos. les como los que ocurren por la minería, el crimen
organizado, el narcotráfico, la trata de personas
Aparte de los ya mencionados, a la hora de diseñar
y la corrupción. Ello deriva en ataques directos a
estrategias de sensibilización sobre el tema otros
las personas involucradas y en ataques colatera-
sectores que también deben tomarse en cuenta
les a los periodistas que cubren tales situaciones
son el de los integrantes de comisiones de dere-
conflictivas y que en ocasiones asumen posiciones
chos humanos y el de los funcionarios de los po-
activas. No tomar en cuenta tales realidades pue-
deres legislativos.
de incidir en las interpretaciones de los ataques
Si bien por el momento el tema de la seguridad que sufren los periodistas y, por tanto, en la forma
de los periodistas se centra en las amenazas que en la que se reportan los ataques y las respuestas
estos sufren hacia su vida y su integridad perso- a estos.
nal, en la actualidad la cuestión tiende a expan-
En general, los actores clave manifiestan desco-
dirse hacia la dimensión social y económica en las
nocer o al menos no contribuir al Informe de la
que los periodistas ejercen su profesión—esto es,
Directora General de la UNESCO sobre la segu-
principalmente sus condiciones laborales, de se-
ridad de los periodistas y el peligro de la impu-
guridad social y de salud. Como toda actividad, su
nidad. Incluso quienes coordinan la elaboración
calidad depende de la posibilidad de ejercerla en
de informes manifiestan desconocer las instancias
un ambiente libre, con las debidas salvaguardas
a través de las cuales se hace llegar la informa-
para las condiciones básicas de vida y bienestar.
ción oficial a la UNESCO para la elaboración de
En otras palabras, buenas condiciones laborales y
dicho informe. Asimismo, también se desconocen
de seguridad social de los periodistas redundan en
el Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre
un periodismo de calidad, independiente y veraz.
la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de
Este es otro aspecto que también debe ser inclui-
la Impunidad11 y los Indicadores de Seguridad de
do en los esfuerzos de sensibilización.
los Periodistas.12
Finalmente, también debe incluirse una pers-
pectiva transversal de género en el marco gene-

11 Aprobado por el Consejo de directores ejecutivos de organismos de las Naciones Unidas el 12 de Abril de 2012, disponible
en: https://bit.ly/2REtqTr .
12 Disponible en: https://bit.ly/2JJq1jx .

Escenario esperado
A fin de que, como se aspira, la elaboración de
informes y el seguimiento de las recomendaciones
sean procesos participativos y transparentes, los
funcionarios encargados de su coordinación y los
actores estatales, de la sociedad civil e internacio-
nales deben ser conscientes de las implicancias
de la tarea, y deben poseer formación suficiente
sobre los temas que se reportan, sobre el funcio-
namiento de los mecanismos de reporte y sobre
los aspectos técnicos (jurídicos y estadísticos)
necesarios para generar información útil, valiosa
y relevante para los mecanismos a los que se re-
porta.
Tal como lo solicitan los diversos actores consul-
tados, es preciso crear o fortalecer procesos de
formación que proporcionen herramientas para
la adecuada recolección y sistematización de la
información, a fin de atender de la mejor mane-
ra posible los requerimientos de información y
para que los reportes sean lo más útiles posibles
para el organismo o mecanismo solicitante. Uno
de los efectos de la implementación de este tipo
de acciones consistirá en la visibilización de las
diversas funciones de la institucionalidad estatal,
tales como los sistemas de justicia, los ministerios
públicos y los poderes legislativos, que no siempre
se reconocen como productores de información
pública y estratégica debido al desconocimiento
sobre la importancia y los objetivos perseguidos
con la información que se les requiere.
Se debe considerar que los esfuerzos de preven-
ción, protección y procesamiento dirigidos a la lu-
cha contra la impunidad deben tener un enfoque
regional, ya que si algunas de las condiciones que
generan vulnerabilidad en la situación de periodis-
tas son regionales (como el crimen organizado o la
conflictividad causada por la minería), los países
están sometidos a las mismas amenazas que han
motivado ataques en sus vecinos, o que en aque-
llos países donde aún la violencia hacia los perio-
distas no es significativa, se registre un repentino
aumento de estos casos por la existencia de vasos
comunicantes y por las influencias mutuas al in-
terior de la región. Por esta razón, la formación
de los actores sobre los procesos de elaboración
de informes y seguimiento de recomendaciones,
los análisis y las discusiones deben incluir tales
fenómenos regionales, así como la construcción
de indicadores regionales comunes.
Debe considerarse que, además del tema o los
conjuntos de temas que abarca, cada informe
posee sus propias especificidades, que van des-
de el número máximo de páginas o el requisito
de consignar datos recogidos mediante el uso de
determinados indicadores y bajo determinados
estándares estadísticos. Esto requiere una forma-
ción cada vez más integral y especializada de los
individuos que remiten informes o que proveen
información para su elaboración.
17
Particularmente, el Informe de la Directora Ge-
neral de la UNESCO sobre la seguridad de los
periodistas y el peligro de la impunidad, un ins-
trumento tan específico sobre la temática, debe
ser resaltado a través de su amplia difusión y dis-
cusión. En cada país debe conocerse la forma en
la que se reporta a la UNESCO, abriendo así la
posibilidad de contribuir o complementar la infor-
mación que lo alimenta.
Los procesos formativos deben formar parte de es-
trategias y/o planes generales de acción junto con
otras acciones, como los mecanismos de control
cruzados entre organismos estatales y los de con-
trol social (observatorios, por ejemplo). Asimismo,
es necesario implementar mecanismos legales e
institucionales de respuesta que involucren al res-
to de poderes estatales y no únicamente al Ejecu-
tivo, así como desarrollar marcos normativos para
la implementación de las recomendaciones reali-
zadas por organismos internacionales de derechos
humanos.
También es importante incluir en los talleres for-
mativos el estudio de prácticas exitosas y desafíos,
tanto dentro del mismo Estado como de otros.
En general, se espera que los actores, desde su
respectiva posición en la elaboración de informes
y el seguimiento de recomendaciones, conozcan la
utilidad de sus aportes y las acciones que podrían
llevar a cabo además de proporcionar información,
sobre la base de la mejora de sus capacidades.
Fortalecer los espacios de elaboración
de informes y seguimiento de las
recomendaciones
Posición de partida
Si bien los mecanismos para la elaboración de los
informes y el seguimiento a las recomendaciones
que emanan de los organismos internacionales
varían según cada país, se pueden distinguir tres
tipos de actores en este proceso:
• Los entes Coordinadores de su elaboración
y seguimiento. Esta labor, históricamente a
cargo de las cancillerías, ha comenzado a
ser asumida por comisiones presidenciales,
secretarías de Estado o ministerios, con
amplias facultades de convocatoria.
• Actores Clave del Estado y la sociedad civil
a los que se les solicita información, partici-
pación en la elaboración y presentación del
informe, o su articulación en la estrategia
de seguimiento de las recomendaciones.
• En apoyo tanto a Coordinadores, como a
Actores Clave, organismos internacionales,
como, por ejemplo, la OACNUDH y el Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF). Estos organismos suelen tener
 18
experiencia de apoyo en este campo, con el
objeto no solo de mejorar la calidad de los
informes, sino también de convertir su for-
mulación y el seguimiento a las recomenda-
Cuadernos de discusión de CI - 11
ciones en auténticos ejercicios de diálogo.
Las INDH y las OSC habitualmente envían co-
municaciones, dirigen peticiones y remiten infor-
mación de manera oficiosa a los diferentes me-
canismos internacionales de derechos humanos
y a organismos especializados como la UNESCO.
Particularmente las primeras, notifican sobre los
documentos que publican a los organismos inter-
nacionales de derechos humanos involucrados en
la temática, tales como los comités de derechos
humanos que funcionan en el sistema universal a
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
partir de tratados de derechos humanos, al Relator
Especial sobre la promoción y protección del dere-
cho a la libertad de opinión y de expresión, al Re-
lator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales,
sumarias o arbitrarias,13 a la CIDH y su RELE, y,
eventualmente, a otros organismos especializados
pero no estrictamente dedicados a la protección
de los derechos humanos.
Los organismos internacionales de derechos hu-
manos o los organismos especializados como la
UNESCO suelen solicitar información sistemática
o puntual sobre ataques a periodistas a la Procura-
duría de Derechos Humanos de Guatemala (PDH),
a la Comisión Nacional de Derechos Humanos de
Honduras (CONADEH) y a la Procuraduría para la
Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador
(PDDH) en su calidad de INDH. Estas institucio-
nes, conforme los Principios de París,14 y a fin de
mantener su independencia, elaboran sus propios
informes y han establecido relaciones directas con
los mecanismos internacionales de derechos hu-
manos, además de remitir información a las ins-
tancias que se encargan de coordinar los informes
de Estado de cada país. Los informes de estas
entidades gozan hoy en día de mucho peso en los
mecanismos internacionales, e incluso se han lle-
gado a establecer fructíferas relaciones bilaterales
con dichos mecanismos, a efectos de compartir
preocupaciones sobre aspectos específicos de la
situación de los derechos humanos en sus países.
De hecho, las INDH manifiestan que consideran
como propias las recomendaciones formuladas en
el Examen Periódico Universal y otras instancias
internacionales. En algunos casos exigen su cum-
plimiento a través de denuncias públicas en los
medios de comunicación nacionales e internacio-
nales.
Entre las OSC se ha venido consolidando la prácti-
ca de conformar grupos de organizaciones que, de
acuerdo a los temas y a los ciclos propios de los
distintos informes, o con ocasión de las visitas de
13 Ambos Relatores Especiales son parte de los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos de Naciones
Unidas.
14 Principios relativos al estatuto de las instituciones nacionales de promoción y protección de los derechos humanos (los
“Principios de París”), resolución 48/134 de la Asamblea General, de 20 de diciembre de 1993, anexo.
relatores, preparan informes en los que resaltan
puntos de especial preocupación. Esta práctica ha
sido estimulada y apoyada.
Por otro lado, muchos periodistas y/o las asocia-
ciones que los integran, vinculadas a organiza-
ciones internacionales de la sociedad civil, como
Reporteros sin Fronteras (RSF), Intercambio In-
ternacional por la Libertad de Expresión (IFEX) o
la Federación Internacional de Periodistas (IFJ),
están constantemente denunciando casos y situa-
ciones a estos organismos, que a su vez alimentan
a los mecanismos internacionales de supervisión.
Estas prácticas han contribuido a que las OSC, y
particularmente las organizaciones de periodistas,
conozcan cada vez mejor las herramientas dis-
ponibles para denunciar los ataques de los que
son víctima, y aprendan a remitir información de
acuerdo a las clasificaciones y categorizaciones
que cada formato de reporte requiere. Aunque no-
vedoso, se trata de un aprendizaje para nada ajeno
a un sector integrado por profesionales dedicados
a la producción de información.
Escenario esperado
Los responsables de la elaboración y el segui-
miento de informes están realizando ejercicios
participativos cada vez con mayor frecuencia, no
solo con instituciones estatales, sino también con
OSC. Se trata de una práctica que debe ser forta-
lecida, mejorada y profesionalizada.
Independientemente de su participación por
cuenta propia y de las distancias que deben ser
guardadas para no generar conflictos de intereses,
la participación de las OSC y las INDH en la ela-
boración de informes y en el seguimiento de reco-
mendaciones podría aumentar y mejorar, si tales
ejercicios se conducen con sistematicidad y trans-
parencia. En particular, su participación podría
contribuir a generar consensos que trasciendan a
la mera elaboración de informes, sobre la base del
principio de buena fe y la obligación de los Esta-
dos de reportar a los órganos de supervisión y de
fundamentarse en el derecho internacional.
En esa línea, y tal como ha sido requerido por las
OSC y las INDH, es preciso compartir las herra-
mientas que se utilizan para recopilar información,
para evaluar el desempeño de las instituciones y
para dar seguimiento a las cuestiones relativas a
la seguridad de los periodistas. Asimismo, deben
establecerse claramente los momentos del calen-
dario del ciclo de los informes en los que espera
su participación, incluso para la generación de
estrategias de cumplimiento de recomendaciones.
En particular, el seguimiento a las recomendacio-
nes provenientes del EPU o de los informes de

las Relatorías se presta a la sectorialización, lo
cual propicia la creación de mesas de seguimien-
to a recomendaciones específicas en materia de
seguridad de los periodistas. Para el caso, puede
aprovecharse el ciclo del EPU dedicado al diálogo
cuando los Estados aceptan las recomendaciones
que le han sido dirigidas.
El valor del acompañamiento de la OACNUDH
en procesos de construcción de informes y segui-
miento de recomendaciones es reconocido por ac-
tores de gobierno, como las INDH, y por las OSC.
Este reconocimiento debe ser retomado para el
tema de la seguridad de los periodistas, en con-
junto con la UNESCO y la CIDH, pues estas orga-
nizaciones, desde sus respectivas posiciones, po-
seen gran visibilidad gracias a su larga trayectoria
de trabajo en el tema.
La capacidad de convocatoria al interior de la so-
ciedad civil que han tenido la OACNUDH, la CIDH
y la UNESCO debería también ser expandida de
manera más estructurada hacia los procesos de
elaboración de informes y seguimiento de reco-
mendaciones.
Las OSC han manifestado que, si bien su capa-
cidad de monitoreo para registrar casos no de-
nunciados es limitada, por los recursos que ello
implica, de todas maneras lo han hecho en algún
momento. Estos esfuerzos constituyen útiles com-
plementos a la información de situaciones denun-
ciadas, pues representan la cifra gris que no apa-
rece en los informes oficiales. Al tener una mejor
idea del sub registro se pueden realizar análisis
relativos a la confianza en las instituciones o a la
cultura de denuncia, por ejemplo, lo cual amerita
la incorporación de formas de cooperación técni-
ca y financiera para llevar adelante este tipo de
iniciativas.
El incentivo, el fortalecimiento, la réplica y los
intercambios de buenas prácticas pueden ser el
destino de acciones de cooperación entre países,
con el apoyo de las organizaciones internaciona-
les.
Próximamente se prevé instalar sistemas virtuales
para la elaboración de informes y el seguimiento
de recomendaciones, alimentados por operadores
institucionales responsables de su cumplimiento
y abiertos al público. Estos sistemas serán he-
rramientas útiles para dar seguimiento tanto a la
cuestión de la seguridad de los periodistas como a
los demás temas de derechos humanos, siempre y
cuando se discutan y consensúen con los actores
involucrados y funcionen de manera dinámica y
flexible. Los tres países sobre los que trata este
documento (El Salvador respecto de los ODS, y
Guatemala y Honduras respecto del conjunto de
recomendaciones provenientes de mecanismos de
supervisión) se encuentran próximos a instalar es-
tos sistemas, que deberían incluir entre sus ítems
a la cuestión de la seguridad de los periodistas.
19
Por otra parte, Guatemala y El Salvador están in-
tentando construir o relanzar políticas de protec-
ción a periodistas. Para los actores de la sociedad
civil (en especial las asociaciones de periodistas)
y los actores internacionales como la UNESCO, la
OACNUDH y la CIDH, es el momento de tomar
cartas en el asunto.
De manera general, hay que recordar que los Es-
tados que cuentan con legislación específica o
práctica y con sistemas y mecanismos institucio-
nales oficiales para el cumplimiento de decisiones
y recomendaciones internacionales de derechos
humanos han logrado dar una importante respues-
ta a esos compromisos internacionales. Por ello,
sería deseable que Guatemala, Honduras y El Sal-
vador procedieran a revisar sus respectivos marcos
normativos y prácticas de funcionamiento, a fin de
consolidarlos jurídica y orgánicamente.
Los organismos internacionales con el mandato de
asistir a los Estados en el tema de la seguridad
de los periodistas, particularmente bajo el Plan de
Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad
de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad
y el ODS 16, deberían intentar generar acuerdos
interagenciales para uniformar las solicitudes rea-
lizadas a los Estados, e incluso acordar indicado-
res comunes entre el sistema interamericano y el
sistema universal.
Adicionalmente, estos mismos organismos, lidera-
dos por la UNESCO, podrían crear un banco inter-
nacional de datos con la información recolectada
sobre la situación de la violencia contra los perio-
distas en los distintos países de la región, con he-
rramientas digitales que permitan un eficiente se-
guimiento de las recomendaciones y la aplicación
de indicadores, valiéndose de las líneas de base
construidas con la información estadística que
van aportando los Estados durante estos ejercicios
de reporte a los mecanismos internacionales de
supervisión, cuyos informes incluyen las violacio-
nes, los avances y las buenas prácticas en curso.
Finalmente, se insiste en el hecho de que los pro-
cesos para la elaboración de informes y el segui-
miento de recomendaciones deben convertirse en
espacios para la articulación de actores estatales
(como las INDH), las OSC (particularmente las or-
ganizaciones de periodistas y de derechos huma-
nos) y los organismos internacionales. Se trata de
espacios dedicados a desarrollar estrategias para
la prevención, la protección y el procesamiento,
donde deben poder ser escuchadas las voces de
las personas que ejercen el periodismo individual
y colectivamente (en especial si ejercen como co-
municadores independientes), quienes desempe-
ñan los distintos roles propios del ejercicio perio-
dístico (columnistas, reporteros) y de las distintas
plataformas (radio, televisión, medios digitales,
entre otros), y quienes realizan su labor periodís-
tica en las regiones o comunidades más alejadas
de las metrópolis.
 20
IV. Recomendaciones para mejorar
los mecanismos de reporte sobre
violaciones a los derechos humanos
Cuadernos de discusión de CI - 11
en el ámbito de la seguridad de los
periodistas en Guatemala, Honduras y El
Salvador
Sobre la base del Plan de Acción de las Naciones
Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas y la
Cuestión de la Impunidad, la UNESCO ha venido
animando a los Estados a adoptar planes nacionales
para la seguridad de los periodistas y la lucha contra
la impunidad.
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
En apoyo a la construcción de los planes nacionales
y de manera complementaria a la Hoja de Ruta an-
tes expuesta, a continuación se propone una serie de
recomendaciones con particular énfasis en los meca-
nismos de reporte de los ataques perpetrados contra
periodistas como forma de violación de derechos hu-
manos y en el cumplimiento de las recomendaciones
elaboradas por los mecanismos de supervisión sobre
esta cuestión. Se describen algunas medidas y ac-
ciones específicas, en especial para la mejora de la
coordinación entre los actores que participan en la
formulación de informes sobre la seguridad de los pe-
riodistas y el seguimiento a las recomendaciones, que
deberían ser adoptadas por actores del Estado, de la
sociedad civil e internacionales, para la construcción
y la aplicación de los planes nacionales y la Hoja de
Ruta.
Recomendaciones en relación con la
Agenda 2030
Incorporar el indicador 16.10.1
Se propone a Guatemala, Honduras y El Salvador
que, conforme los mecanismos que han generado
para dar seguimiento a la Agenda 2030 y reportar los
avances en el cumplimiento de los ODS, se planteen
la discusión acerca de la mejor manera de incorporar
el indicador mundial 16.10.1 en sus respectivos me-
canismos de supervisión.
Una forma de cooperación que podrían implementar
para tal propósito es la facilitación de intercambios, a
fin de conocer las experiencias y las buenas prácticas
dentro y fuera de la región, de aquellos países que
sí están reportando dicho indicador. Conocer cómo
otros países miden este indicador propicia el debate
al interior de los países y de sus instituciones sobre
cómo generar la información a partir de los estándares
estadísticos internacionales. Asimismo, permitiría re-
Recomendaciones
visar los parámetros utilizados por los gobiernos para
medir determinados temas, valorando no solamente
la factibilidad de medir sino también de capturar la
información en el momento.
Incluir el indicador 16.10.1 en los sistemas
virtuales de seguimiento
Se recomienda incluir la cuestión de la seguridad de
los periodistas entre los ítems de seguimiento en los
sistemas virtuales para la elaboración de informes y
seguimiento de recomendaciones, que están próxi-
mos a funcionar en El Salvador respecto de los ODS,
y en Guatemala y Honduras, respecto del conjunto
de Recomendaciones provenientes de mecanismos
de supervisión, comenzando específicamente por la
información que debe ser reportada conforme al indi-
cador 16.10.1.
Deberían introducirse distintas formas de coopera-
ción para la introducción de este indicador en tales
sistemas virtuales de seguimiento, pues iniciaría la
práctica de reportar sobre dicho tema a partir de es-
tándares estadísticos internacionales.
Participar en el FPAN 2019
Además de la información que ya producen según los
indicadores que han priorizado, se invita a los Esta-
dos a considerar la posibilidad de presentar informa-
ción adicional en el marco del FPAN, a partir de los
denominados indicadores indirectos o “proxy” sobre
casos de ataques a periodistas y trabajadores de los
medios de comunicación. Por ejemplo, podrían reco-
pilar las denuncias realizadas en sedes policiales y
fiscalías sobre ataques a periodistas, incluso cuando
no se tenga plena certeza sobre la existencia de una
relación con la actividad periodística ejercida por las
víctimas.
En esa línea, se insta a organizaciones como la OAC-
NUDH, la UNESCO, la CIDH, el UNODC y el Progra-
ma de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
así como organizaciones internacionales de la socie-
dad civil que han venido dando soporte y seguimiento
al tema de la seguridad de los periodistas, a ofrecer
el apoyo necesario para que Guatemala, Honduras y
El Salvador aporten al foro información que permita
contribuir a la supervisión global sobre el tema y re-
porten plenamente el indicador 16.10.1.
Recomendaciones para fortalecer
capacidad de reporte y seguimiento de
recomendaciones
Distribuir responsabilidades al interior de la
estructura del Estado
Al interior del Estado diversas instituciones poseen
responsabilidades en cuanto a la cuestión de la se-
guridad de los periodistas y a los protocolos a aplicar
cuando los periodistas son víctima de ataques, inclu-
so de asesinato. Si bien el Estado, tomado como una
unidad, es el responsable último en casos de viola-
ción de derechos humanos, es importante determinar
de qué manera funciona la cadena de responsabili-
dades que se activa a partir de la ocurrencia de una
violación grave.

Esta secuencia de responsabilidades (la investigación
de los delitos, el procesamiento de los casos denun-
ciados, el establecimiento de responsabilidades, la
sanción de los autores de crímenes contra periodis-
tas, así como las acciones de reparación a las vícti-
mas y sus familiares), deben ser establecidas según
las diferentes competencias institucionales y con-
forme indicadores que deben ser exhaustivamente
precisados, con mayor nivel de detalle que el mero
registro de la cantidad de casos procesados y de las
condenas y dando cuenta de los esfuerzos de cada
operador en cada etapa sucesiva.
Ampliar la información reportada sobre la lucha
contra la impunidad
Además de informar sobre el estado de las investi-
gaciones de los casos, los Estados, las INDH y OSC
también deben informar sobre las acciones colatera-
les importantes también llevadas a cabo, tales como
las iniciativas orientadas a crear, fortalecer o dar
efectividad a una ley o a una política de protección
de periodistas. De la misma manera, deben informar
qué instituciones participan en este tipo de acciones,
sobre la existencia de mesas o grupos de trabajo de-
dicados a la protección de periodistas, el papel de la
INDH y del Ministerio Público en este tema, así como
otras acciones e iniciativas que complementen los in-
formes sobre el estado de las investigaciones o de los
procesos judiciales iniciados con ocasión de ataques
a periodistas.
Complementariamente, otros avances en el proceso
judicial que también deben ser reportados son: las
órdenes de captura giradas en contra de los autores
materiales e intelectuales y de los cómplices de un
ataque, pericias, medidas de protección solicitadas y
ejecutadas, y la apertura de juicios. Respecto de los
delitos menos graves cometidos contra periodistas,
también deben reportarse las soluciones alternativas,
tomadas a partir de criterios de oportunidad y bajo
parámetros de la justicia restaurativa para ofrecer
reparación a las víctimas, tales como las disculpas
públicas y los resarcimientos monetarios.
Los delitos precursores del asesinato, como las ame-
nazas y las campañas de desprestigio, no solo deben
ser reportados, sino además deben servir como acti-
vadores de alertas nacionales e internacionales.
Un dato que debe ser reportado es la creación y la
aplicación de protocolos de investigación, y de aten-
ción y protección a las víctimas. Ya Guatemala y Hon-
duras cuentan con leyes e instrumentos de política
al respecto, aunque su efectividad y uso sistemáti-
co deben ser objeto de reporte y de incorporación y
puesta en práctica en el seguimiento de las recomen-
daciones.
Las OSC deben valerse de pedidos de acceso a la
información pública para obtener datos junto a los
actores estatales.
21
Registrar procesamientos y condenas, pero
también establecer la verdad
Cuando se reporta o se reciben informes en relación
con el procesamiento de denuncias, debe prestarse
atención a la capacidad de policías y fiscalías de ge-
nerar la prueba que posibilite el establecimiento de
la verdad de lo ocurrido en los casos de ataques con-
tra periodistas, así como las valoraciones judiciales al
respecto. Al reportar las acciones de justicia, más allá
de dar a conocer el avance de las investigaciones y
el número alcanzado de condenas, datos ciertamente
relevantes, interesa también saber si se ha logrado
establecer la verdad de los hechos ocurridos, en par-
ticular las relaciones entre los hechos reportados y las
actividades periodísticas que ejercían las víctimas.
Con respecto a las investigaciones de crímenes contra
periodistas, aparte del cumplimiento de los estánda-
res de diligencia debida, a partir de los principios de
oficiosidad, oportunidad, competencia, independen-
cia e imparcialidad, exhaustividad y participación de
las víctimas y sus familiares, un aspecto que debería
ser desarrollado en los informes de derechos huma-
nos es la capacidad de estas investigaciones de de-
terminar los móviles de los ataques que sufren los
periodistas y, más allá de la determinación de los au-
tores materiales, la capacidad de dilucidar la relación
entre el ataque y la labor periodística, detallando los
grupos de poder que promueven los ataques al verse
afectados por dicha labor.
Por ello, al reportar los avances en materia judicial,
además de referirse al estado de la investigación y
la condena, es preciso mencionar si se determinó la
verdad de lo ocurrido, es decir, la relación existente
entre el hecho y la actividad periodística de la víc-
tima y si las investigaciones y eventuales condenas
conllevaron además el conocimiento de las causas,
condiciones y alcances del crimen cometido. En otras
palabras, si ha sido satisfecho el derecho de las víc-
timas, sus familiares y la sociedad en general a cono-
cer la verdad.
Construir y adoptar indicadores, condición para
el seguimiento de objetivos y la elaboración de
políticas
Tanto la adopción de indicadores globales sobre la
seguridad de los periodistas (como los que se han
creado para el seguimiento de los ODS) como la cons-
trucción y adopción de indicadores propios, requie-
ren el consenso técnico y político de los ministerios
o secretarías responsables de la seguridad pública,
las policías, las fiscalías, los órganos de justicia y los
organismos de derechos humanos. Este esfuerzo po-
dría comenzar por la unificación del lenguaje, a fin
de poder determinar claramente a qué se refiere cada
institución cuando utiliza determinadas categorías.
Así, se trata de un paso previo indispensable para
conocer los avances realizados en el tema y para ins-
talar sistemas eficientes de alerta, ya que, si bien la
independencia de los actores de justicia es un princi-
pio esencial de la democracia, la interdependencia es
 22
una realidad que torna necesaria la articulación, en
particular cuando hay vidas en juego.
Además de las sentencias, es importante consignar
Cuadernos de discusión de CI - 11
los esfuerzos que realizan diariamente las policías y
las fiscalías. En ocasiones, los procesos judiciales y
las acciones previas para llegar a ellos son tan dilata-
dos que se podrían estar ocultando los esfuerzos de
los distintos operadores en el procesamiento de los
ataques a periodistas.
Las primeras diligencias a cargo de la policía, segui-
das del procesamiento de las denuncias y la adecua-
da valoración y resolución por los órganos de justicia,
es una secuencia que depende de una adecuada arti-
culación entre los diferentes actores. En los casos de
ataques a periodistas, todos los actores deben com-
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
partir un conocimiento común del contexto en el que
dichos ataques ocurren y de los elementos a ponderar
para relacionarlos con el ejercicio de su actividad.
Los Indicadores de Seguridad de los Periodistas pro-
ducidos por la UNESCO son una herramienta dispo-
nible que puede ser adaptada para los distintos con-
textos nacionales.
Relacionar los crímenes con la actividad
periodística
Los reportes deben consignar si la determinación de
la existencia de una relación entre los crímenes y el
ejercicio de la función periodística es una línea prio-
ritaria de las investigaciones, basada en políticas de
persecución penal que impidan el descarte o deses-
timación automática de la posibilidad de que el ejer-
cicio periodístico sea el móvil de los crímenes contra
periodistas, que siempre será considerado como una
motivación de estos crímenes.
Frente a la frecuente opinión que considera que los
crímenes contra periodistas no deberían ser objeto
de un tratamiento especial, se puede traer a cuenta
las palabras de un miembro del Ministerio Público
de Guatemala, quien explicaba que un ataque a un
periodista nunca se dirige exclusivamente contra un
ciudadano, sino contra uno que ejerce la libertad de
expresión, por lo que al atentar contra ese ciudada-
no se atenta también contra toda la población. Este
enfoque de la libertad de expresión es el que debe
adoptarse a la hora de investigar y procesar ese delito.
Algunos representantes del Ministerio Público de
Guatemala han manifestado que su política consiste
en nunca descartar la hipótesis de que un atentado a
un periodista o comunicador es un acto de censura y
un ataque contra la libertad de expresión. Los funcio-
narios inicialmente siguen esa línea de investigación
primaria y luego, de acuerdo con las recomendacio-
nes de la RELE de la CIDH, realizan un análisis en
profundidad sobre las fuentes, el lugar de trabajo del
Recomendaciones
periodista, los medios y las publicaciones realizadas
o en preparación, a partir del presupuesto de que el
hecho representa una forma de censura y un ataque
contra la libertad de expresión. Este enfoque podría
ser denominado “enfoque de libertad de expresión”,
y los informes deben mencionar explícitamente si ha
primado dicho enfoque o si esta línea de investiga-
ción ha sido automática o rápidamente descartada.
Identificar los nuevos escenarios de amenazas y
ataques
Los periodistas enfrentan situaciones particulares
en momentos de tensión social o en períodos elec-
torales. Por ejemplo, se ha reportado la expulsión de
periodistas de las instancias de recuento de votos, a
pesar de que esta situación no se encuentre explícita-
mente establecida en la legislación electoral. Al con-
trario, este tipo de acciones atenta no solo contra la
libertad de prensa sino también contra la transparen-
cia de los actos electorales. Es necesario caracterizar
de manera más precisa esos nuevos escenarios a fin
de poder reportarlos de mejor manera. Esto implica
establecer nuevas categorías que deben incluirse en
los informes, que luego develarán las nuevas formas
de amenazas y ataques que están sufriendo los perio-
distas en tales coyunturas electorales. Este ejemplo
puede ser extrapolado a otros escenarios, tales como
la cobertura periodística de protestas sociales, o las
amenazas a los periodistas en el entorno digital.
Evitar el abuso de las figuras delictivas
Es necesario prestar especial atención a situaciones
en las que se aplican los tipos penales de manera
amplia, por ejemplo, cuando se aplican las figuras
delictivas al ámbito de la actividad informática pese
a que las conductas aún no se encuentran explícita-
mente tipificadas. Esto atenta frontalmente contra el
principio de legalidad y representa un abuso de los
aparatos de justicia en beneficio de ciertos grupos
de poder.
La reputación solo debe estar garantizada por el de-
recho civil en los casos en que la persona ofendida
sea un funcionario público o una persona pública, o
bien un particular que se haya involucrado volunta-
riamente en asuntos de interés público. Los Estados
deben reportar sobre la despenalización de las leyes
que castigan las expresiones ofensivas contra funcio-
narios públicos, conocidas como leyes de desacato,
que protegen los derechos al honor y a la integridad
moral. Si bien tales derechos sin dudas deben estar
sujetos a formas de protección, estas no deben hacer
nugatorio el ejercicio de las dimensiones esenciales
de la libertad de expresión como derecho humano.
En esta línea, otro aspecto preocupante, que no debe
dejar de ser visibilizado en los informes para perpe-
tuar su vigilancia internacional, es la aplicación del
delito de hurto de fluidos para perseguir a las radios
comunitarias afincadas en comunidades indígenas de
Guatemala. Se trata de un ejemplo actual de uso del
derecho penal en contra de la libertad de expresión,
situación que debe encontrar respuestas en el ámbi-
to local y en la que los mecanismos internacionales
pueden ser utilizados con mayor proactividad para
contribuir a su superación.

Reportar las buenas prácticas
Debe recordarse que los informes, aparte de hacer
notar los hechos violatorios, deben incluir los avances
alcanzados en el cumplimiento de los derechos. La
obligación de los Estados y de los demás actores que
reportan a los mecanismos internacionales es infor-
mar objetivamente sobre los avances y los retrocesos,
las dificultades y los retos.
La inclusión de las buenas prácticas en los reportes
debe ser estimulada. Darlas a conocer en el ámbito
internacional refuerza su continuidad y mejora e in-
centiva los intercambios y la cooperación horizontal.
A continuación, se mencionan algunos ejemplos de
buenas prácticas que han sido o deberían ser inclui-
das en los reportes:
• Guatemala ha creado el foro interinstitucional
de seguimiento de derechos humanos, un espa-
cio donde interactúan más de cuarenta insti-
tuciones estatales. Cuando comienza el ciclo
de preparación de informes, se llevan a cabo
instancias de capacitación sobre los tratados
sobre los que se responderá y sobre los órganos
a los que se dirigirán los informes, así como so-
bre la periodicidad, la importancia y la relevan-
cia de elaborar ese informe. Asimismo, también
se incluyen las directrices del Estado para las
respuestas que se elaborarán y, conforme a
estas líneas, se analizan las recomendaciones
recibidas previamente y las listas de cuestio-
nes a tratar. En este espacio se trasladan las
solicitudes de información y se reparten las
responsabilidades entre las instituciones por
segmentos de los reportes, o, en su caso, para
el cumplimiento de las recomendaciones, de
acuerdo con las competencias de cada una.
Esta buena práctica merece ser analizada, po-
tenciada y compartida, pues incorpora elemen-
tos de formación y de articulación que diversos
actores han calificado como necesarios para la
mejora de los procesos de formulación de infor-
mes y seguimiento de recomendaciones.
• La aplicación de esquemas tradicionales de
protección de víctimas a los ataques a periodis-
tas no suele ser la medida más adecuada, pues
implican que los periodistas deban someterse a
procesos de acogida en centros especializados
para su atención, con rigurosos protocolos de
seguridad, o la asignación de policías en los lu-
gares de residencia y trabajo de las personas en
riesgo. En muchos casos, tales medidas resultan
totalmente inadecuadas.
La protección a los periodistas en particular re-
quiere su adecuación a la exposición pública de
estos actores, a su necesidad de conservar su
vinculación con sus comunidades, pues en ellas
y para ellas es que los periodistas desarrollan
sus labores. En esta línea puede mencionarse el
como ejemplo de buena práctica de Radio Vic-
15 Disponible en: https://bit.ly/2wfcLQI
23
toria de El Salvador (emisora comunitaria), un
caso con muchos implicados, en el cual perio-
distas y activistas medioambientales sufrían de
amenazas. En el marco del cumplimento de una
medida cautelar dictada por la CIDH, se propuso
la implementación de un mecanismo de rondas
a partir del modelo de la policía comunitaria,
implementado por vecinos solidarios. Esta solu-
ción funcionaba muchísimo mejor que la asig-
nación de un policía de la unidad de protección,
medida con la que las personas afectadas no se
sentían cómodas. Además de rechazar ese tipo
de medida por la pérdida de intimidad familiar,
la oposición se fundaba en los costos asociados,
tales como la alimentación del policía asignado,
carga considerable para personas de bajos in-
gresos.
• Guatemala cuenta con la Instancia de Análisis
de Ataques contra Defensores de Derechos Hu-
manos y Periodistas, una Unidad especializada
del Ministerio de Gobernación, desde la que se
convoca al Ministerio Público, a la Comisión
Presidencial de Derechos Humanos (COPRE-
DEH), a la PDH, al Ministerio de Trabajo, así
como a actores de sociedad civil, periodistas,
sindicalistas, además de la OACNUDH como
observador.
• Ya que las INDH de Guatemala, Honduras y El
Salvador habitualmente dan seguimiento a las
recomendaciones provenientes de los mecanis-
mos internacionales de supervisión de derechos
humanos, tal práctica podría dirigirse a generar
espacios de seguimiento de esas recomenda-
ciones, a convocatoria de las entidades que por
su función deben coordinar este seguimiento,
para que lo hagan de forma participativa y
transparente.
• En breve, el Ministerio Público de Guatemala
montará módulos formativos sobre libertad de
expresión en la plataforma virtual de su unidad
de capacitación. Esta tarea ha sido coordinada
con organizaciones de la sociedad civil, que
reportan este esfuerzo como una buena prácti-
ca, tanto por la coordinación establecida como
por la inclusión del tema en la formación de
fiscales.
• El Centro de Monitoreo de Agresiones contra la
Prensa, instalado en la Asociación de Perio-
distas de El Salvador (APES), en coordinación
con y apoyado por entidades internacionales,
ha elaborado y presentado un Informe sobre
Libertad de Prensa15 sobre el período electoral
más reciente. En esta misma línea, a partir
de la convocatoria de la APES, se ha creado
una Mesa para la Protección de Periodistas
y Trabajadores de Medios Relacionados a la
Información, integrada por organizaciones de
periodistas, defensores de derechos humanos,
universidades, profesionales y la Procuradu-
 24
ría para la Defensa de los Derechos Humanos
(PDDH).
Estos esfuerzos deben ser potenciados y valora-
Cuadernos de discusión de CI - 11
dos, no solo como buenas prácticas, sino tam-
bién como instancias productoras de informa-
ción para la elaboración de informes y para el
traslado directo de información a los mecanis-
mos de seguimiento, así como a otras instancias
que deben integrarse a los procesos de cumpli-
miento de recomendaciones. La mesa funciona
de manera sistemática y ya ha dado respuestas
estratégicas. Es interesante mencionar que, si
bien la PDDH funge como una especie de secre-
taría técnica y que las autoridades de seguridad
pública han mostrado interés en asistir a las re-
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
uniones de la mesa en calidad de observadoras,
se trata de un espacio conducido por la socie-
dad civil.
• Mientras que Guatemala cuenta con una Uni-
dad Fiscal de Delitos contra Periodistas, las
fiscalías de Honduras y El Salvador cuentan,
por su parte, con unidades de derechos hu-
manos que podrían generar áreas de atención
especializadas. Asimismo, Guatemala aprobó
en el año 2014 un Protocolo de Implementa-
ción de Medidas de Seguridad Inmediatas y
Preventivas en favor de las y los defensores de
derechos humanos, que fue concebido como
un mecanismo útil de prevención y protección
de la vida, la seguridad personal, familiar y
material de las personas defensoras de dere-
chos humanos, categoría que comprende a las
personas que ejercen el periodismo.
• Paraguay ha creado un mecanismo de recep-
ción de denuncias que genera responsabilida-
des compartidas y funge como mecanismo de
monitoreo y seguimiento de los casos de forma
permanente. Este mecanismo consiste en la
creación de un grupo de la aplicación WhatsA-
pp, donde todas las instituciones reportan la
recepción de denuncias, delimitan su campo
de responsabilidad e informan permanente-
mente sobre la situación de cada caso, lo que
ha permitido estar en total comunicación en
tiempo real.
• A instancias de la Secretaría de Información y
Comunicación de la Presidencia de Paraguay,
se creó la Mesa Interinstitucional de Poderes
del Estado, conformada por organismos fisca-
les, contralorías ciudadanas y organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales, que se
reúne de forma periódica para controlar el se-
guimiento de los casos y plantear nuevos temas
para la agenda nacional.
• Paraguay ha creado el Sistema de Monitoreo
Recomendaciones
de Resultados de Derechos Humanos y de los
ODS (SIMORE), sobre la que se ha informado,
comunicado y capacitado. Asimismo, el SIMO-
RE actualmente coopera para la conformación
de una base de datos de todas las recomen-
daciones de la CIDH en el Sistema Intera-
mericano de Monitoreo de Recomendaciones
(SIMORE-Interamericano), un mecanismo de
rendición de cuentas, transparencia y acceso a
la información.
• La CIDH ha creado el Programa Especial de
Seguimiento de Recomendaciones (Programa
21), que ha implementado acciones articula-
das para el seguimiento de recomendaciones
en todos los mecanismos (informes de casos,
resoluciones de medidas cautelares, infor-
mes temáticos y de país, y el seguimiento de
acuerdos de soluciones amistosas). El Progra-
ma también busca reforzar el diálogo entre los
Estados, la sociedad civil y los peticionarios
para la elaboración de estrategias conjuntas
con organismos internacionales y otros actores
para la verificación de la implementación de
las recomendaciones.
• La UNESCO, en alianza con la Relatoría Espe-
cial de Libertad de Expresión de la CIDH, y en
estrecha cooperación con la Cumbre Judicial
Iberoamericana y la Red Iberoamericana de
Escuelas Judiciales, ha desarrollado la Iniciati-
va “Escuela para Jueces: Lecciones de libertad
de información y expresión desde y para los
tribunales de América Latina”(Jueces), por la
cual más de 8.000 operadores judiciales de
la región han sido capacitados en los estánda-
res internacionales de libertad de expresión,
acceso a la información pública y seguridad de
periodistas.
Tratar los ataques a periodistas como violaciones
de derechos humanos
A menudo, la situación de los periodistas se encuen-
tra inserta en o asociada a la situación de los defen-
sores de derechos humanos, lo genera una situación
de ambivalencia: por un lado se ha establecido que
el ejercicio del periodismo es en gran medida una
labor de defensa de los derechos humanos, pero, por
el otro, colocar la situación de los periodistas en este
marco podría equiparar su labor con circunstancias
muy propias de los defensores de derechos humanos,
ocultando particularidades del ejercicio del periodis-
mo que deben ser de especial preocupación a efectos
de darles seguimiento desde los mecanismos de pro-
tección de derechos humanos.
El tema de la seguridad de los periodistas debe ir
cobrando su espacio propio dentro de los mecanis-
mos de protección de los derechos humanos, al igual
que en los informes a los mecanismos de supervisión.
Asimismo, las políticas estatales de persecución pe-
nal deberán darle la prioridad que amerita a los deli-
tos que configuran los ataques a periodistas, por sus
efectos expansivos.

Recomendaciones para fortalecer los
espacios de elaboración de informes y
seguimiento de recomendaciones
Alentar la participación de las INDH y las OSC
Las INDH y las OSC deben buscar formas de partici-
par en espacios de discusión y construcción de polí-
ticas u otro tipo de instrumentos que dan respuesta
a recomendaciones provenientes de los mecanismos
internacionales de supervisión. Un ejemplo es la par-
ticipación de la PDH de Guatemala en el diseño del
Protocolo de implementación de medidas de segu-
ridad inmediatas y preventivas a favor de las y los
defensores de derechos humanos, un proceso en el
cual la PDH, sin perder su autonomía, ha participado
como observadora, ha facilitado insumos y, en gene-
ral, ha dado seguimiento al proceso, sin avalarlo ne-
cesariamente.
En estas instancias, y en general en todas las ins-
tancias de coordinación interinstitucional, las INDH
y las OSC deberían constituirse en celosas garantes
de la incorporación del enfoque de género, a fin de
visibilizar las formas específicas en las que hombres
y mujeres se ven afectados a raíz del ejercicio de la
actividad periodística.
Involucrar a la academia
Se sugiere que carreras tales como periodismo, co-
municaciones y derecho revisen sus planes de estu-
dio a fin de identificar la asignaturas o actividades
complementarias en las que podría incluirse la te-
mática de los mecanismos de prevención, protección
y procesamiento de los ataques contra periodistas.
Esto generaría capacidades para enfrentar, detectar
y denunciar las amenazas a la libertad de expresión.
Los periodistas deben familiarizarse con los instru-
mentos de protección de los derechos humanos desde
su formación académica. Así, las escuelas de perio-
dismo deberían incorporar en sus mallas curriculares
materias en las que se estudien los mecanismos de
derechos humanos a los que pueden acudir quienes
sufran amenazas en el ejercicio de la actividad pe-
riodística, así como las comunicaciones y la presen-
tación de informes a mecanismos internacionales de
supervisión de derechos humanos y los mecanismos
de prevención de amenazas, como las que se generan
en las redes sociales.
Asimismo, la academia debe formar y habituar a los
estudiantes a realizar ejercicios permanentes de aná-
lisis de los contextos, debido a que estos son cam-
biantes y demandan la actualización permanente del
periodista, quien debe ser capaz de hacer una lectura
de la realidad y tomar las medidas necesarias para su
propia seguridad.
Por otra parte, la academia, con sus centros de pen-
samiento y seguimiento de las realidades nacionales,
también debe incluirse en los mecanismos de reporte
y en el seguimiento de las recomendaciones, por su
25
capacidad para involucrarse en la elaboración de es-
trategias y acciones de cumplimiento y seguimiento
crítico.
Incluir las demandas de los periodistas
Las asociaciones gremiales de periodistas demandan,
entre otros aspectos, la elaboración de protocolos
de actuación ante ataques y amenazas, fiscales es-
pecializados y el entrenamiento de policías sobre la
relación entre el periodista y el agente de seguridad.
Estas demandas deben ser incluidas en los reportes y
deben ser elementos a tomar en cuenta para el cum-
plimiento de recomendaciones, como componentes
de dichas estrategias.
Evitar pedidos de información de último momento
Un aspecto puramente operativo pero que puede a re-
presentar una diferencia en la calidad de la informa-
ción remitida, tiene relación con los plazos asignados
por los organismos de coordinación para la elabora-
ción de los informes. Los pedidos de información de
último momento van en desmedro de la cantidad y,
en especial, de la calidad de la información que se
remite. Por esta razón, se sugiere hacer los pedidos
con suficiente antelación a los vencimientos de los
plazos con los que operan los distintos mecanismos.
Traducir las recomendaciones
Dada la interculturalidad y diversidad lingüística gua-
temalteca, la traducción de las recomendaciones es
condición indispensable para su amplia divulgación,
discusión y seguimiento por parte de comunidades y
organizaciones de los pueblos originarios.
Replicar el SIMORE de Paraguay
Se sugiere que, siguiendo el ejemplo de Guatemala
y Honduras, también El Salvador considere la posi-
bilidad de replicar la experiencia del SIMORE de Pa-
raguay para monitorear y hacer seguimiento de los
casos. Como se mencionó, el SIMORE permite hacer
seguimiento de los resultados en tiempo real, además
de agilizar los plazos y, con ello, contribuir a la rápida
distribución de responsabilidades en la investigación
de los casos entre policías, fiscales y operadores de
justicia, y, por tanto, a la transparencia y a la búsque-
da de la verdad.
Asimismo, la UNESCO podría crear un sistema se-
mejante a escala global, para el seguimiento de los
casos de violencia contra los periodistas.
Crear indicadores precisos, generadores de
interacción y unificados
Los indicadores que se desarrollen tanto a nivel global
como regional y nacional, deben ser capaces de ge-
nerar interacción interinstitucional, a fin de fomentar
la participación multisectorial y lograr un mecanismo
de control que involucre a todos los actores del proce-
so periodístico. Es preciso evitar los indicadores que
dificulten la obtención de información debido a su
 26
imprecisión, vaguedad o excesiva delimitación. Los
mismos indicadores deberían satisfacer diversos me-
canismos de supervisión, para evitar la duplicación
innecesaria de esfuerzos por parte de los productores
Cuadernos de discusión de CI - 11
y los captadores de información. Asimismo, lo ideal
es que estén unificados en los niveles regionales y
sub regionales.
Se advierte que la creación de una excesiva cantidad
de indicadores podría generar la posibilidad de que
no se atienda su uso y que los Estados decidan no
reportar sobre ellos.
El debate pendiente
Es necesario generar un debate sobre la competencia
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
del Estado para supervisar fenómenos tales como el
de uso de las redes sociales para difundir discursos
de odio o para hostigar y criminalizar a los periodis-
tas. Este debate deberá dirigirse a describir los fenó-
menos y a trabajar la prevención y, eventualmente,
la implementación de las acciones administrativas y
penales adecuadas, que eviten la imposición de limi-
taciones exageradas sobre la libertad de expresión.
Recomendaciones para fortalecer la
actividad de los organismos internacionales
Proporcionar recomendaciones y pautas claras
Los actores nacionales valoran que las recomendacio-
nes que emanan de los organismos internacionales
estén formuladas de manera precisa. Esta claridad
permite formular estrategias de cumplimiento y se-
guimiento con resultados y propósitos alcanzables.
Asimismo, también se valora la claridad en las pautas
dirigidas a los Estados para el cumplimiento de sus
obligaciones de reporte y en los pedidos de informa-
ción a otros actores.
Democratizar las visitas de funcionarios
internacionales de derechos humanos
Las visitas de los funcionarios de organismos interna-
cionales, tales como los de la OACNUDH, las Rela-
torías, los Comités de Derechos Humanos y la CIDH,
deben ser planificadas y conducidas de manera más
democrática. Particularmente, cuando se trate de vi-
sitas relacionadas con la libertad de expresión, estas
deben incorporar contactos con los distintos actores
de las comunicaciones: gremios de periodistas, or-
ganizaciones de derechos humanos que trabajan en
temas de libertad de expresión y organizaciones de
medios en sus diversas expresiones, entre otras.
Incluir temas especializados de los actores de
Recomendaciones
justicia y la precisión de tipos penales en la
formación de los actores de justicia
En la lucha contra la impunidad de los delitos come-
tidos contra periodistas, la formación de los actores
de justicia, que se lleva a cabo gracias a la coope-
ración internacional, debe incorporar el tema de la
prueba y su valoración en los casos de los crímenes
contra la libertad de expresión. Esto, tanto debido a
lo insuficiente que resulta la acostumbrada prueba
testimonial, como por la utilización de la tecnología
en los ataques contra ciertas formas de periodismo.
En este marco, la Iniciativa Jueces para la formación
de operadores judiciales de Iberoamérica sobre liber-
tad de expresión, acceso a la información pública y
seguridad de periodistas, liderada por la UNESCO,
debe ser ampliada y fortalecida.
En las instancias de formación de los actores vincu-
lados a la justicia, como las policías, es preciso forta-
lecer la actividad probatoria en el procesamiento de
los delitos cometidos contra la actividad periodística,
para la adecuada recolección, traslado y posterior va-
loración de la prueba, para evitar los resultados in-
fructuosos.
Puntualmente, se requiere el apoyo técnico-jurídico
de los organismos internacionales para la construc-
ción de propuestas legislativas dirigidas a la defini-
ción precisa y el perfeccionamiento de los tipos pe-
nales y sus agravantes. Por ejemplo, ciertas formas
de coacción o amenazas de las que suelen ser vícti-
mas los periodistas, en ocasiones son desestimadas
judicialmente por no encajar de manera plena en los
tipos penales actualmente reconocidos.
Divulgar y formar sobre las herramientas creadas
por la UNESCO
La UNESCO debe desarrollar procesos de divulgación
y formación sobre el Plan de Acción de las Nacio-
nes Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas y la
Cuestión de la Impunidad, los Indicadores de Segu-
ridad de los Periodistas y el Informe de la Directora
General de la UNESCO sobre la seguridad de los pe-
riodistas y el peligro de la impunidad. Estas herra-
mientas deben ser presentadas como instrumentos
capaces de incidir en la prevención y la protección
ante ataques a periodistas y de manera particular, de
mejorar la calidad de los informes y el seguimiento de
las recomendaciones.
Informar a los actores clave que proporcionan
información
Los organismos internacionales a cargo de los me-
canismos de supervisión deben dar a conocer a los
actores que proporcionan información la forma en la
que esta información será procesada, los resultados
obtenidos y los procesos que se espera sean genera-
dos una vez emitidas las conclusiones y recomenda-
ciones.
Es importante que los actores estatales y de la socie-
dad civil que proporcionan información o que parti-
cipan en el cumplimiento de recomendaciones, co-
nozcan el propósito de su contribución y que exista
un proceso de retroalimentación mediante la cual se
les informe sobre las repercusiones de la información
provista, las valoraciones y cualquier otro aporte. Por
ejemplo, deben ser informados en caso de que se
haya decidido realizar mayores asignaciones de re-
 27

cursos a las áreas involucradas con el seguimiento de

casos de ataque a periodistas.
De manera particular, las INDH y las OSC solicitan
una devolución de parte de los organismos internacio-
nales a los que remiten información, donde se men-
cione si la información ha resultado o no de utilidad, y
las razones de ello. Así, estos organismos plantean la
necesidad de que los requerimientos de información
sean claros, a fin de poder responder asertivamente.

Observaciones finales
Se sugiere la creación de un foro de discusión virtual
que permita analizar y consensuar los planes nacio-
nales a nivel latinoamericano, así como la creación de
un foro de periodistas latinoamericanos por la seguri-
dad, con el apoyo de la UNESCO y otras instituciones
interesadas.
También se propone socializar el presente documen-
to, en especial las recomendaciones dirigidas a los
países del Triángulo Norte de Centroamérica, para
luego consensuar un conjunto de recomendaciones
que podrán proponerse a nivel latinoamericano.
 28
V. Anexos
Cuadernos de discusión de CI - 11
1. Descripción del proceso de consulta
realizado
Este documento, formulado en el marco del pro-
yecto La coordinación estratégica y la coopera-
ción: Promoción de la Seguridad de los Periodis-
tas en América Central, implicó la realización de
un proceso de consulta que abarcó a actores clave
de gobierno, de la sociedad civil y de organismos
internacionales. Inicialmente incluyó únicamente
a representantes de países del llamado Triángulo
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos...
Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y
El Salvador), y luego se extendió a actores de otras
latitudes. En el siguiente apartado se presenta el
listado completo de las personas e instituciones
que participaron en esta consulta.
El proceso de consulta incluyó entrevistas a pro-
fundidad y cuestionarios sobre el tema a actores
clave de Guatemala, Honduras y El Salvador que
fungen como responsables de los procesos de
elaboración de informes sobre violaciones de de-
rechos humanos y seguimiento de recomendacio-
nes, en el ámbito de la seguridad de los periodis-
tas y la lucha contra la impunidad de los crímenes
cometidos en su contra, así como otros actores
clave.
Después de sistematizados los insumos obtenidos
de las entrevistas y las respuestas a los cuestiona-
rios, se procedió a la elaboración de documentos
borradores que fueron sometidos a un Taller de
Validación realizado el 18 de mayo de 2018 en
San Salvador, El Salvador. En el taller participa-
ron actores clave de Guatemala, Honduras y El
Salvador, y representantes de organizaciones de
Ecuador, Paraguay, México, el Reino de los Países
Bajos y del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos vinculados con la temática.
El Taller cumplió con sus objetivos por la calidad
de los aportes y de la reflexión sobre la temática,
lo que contribuyó sustantivamente a la elabora-
ción del presente documento.
2. Lista de participantes en la consulta
Guatemala
• William Oswaldo Ramírez
Encargado de la Dirección de Investigación
e Informes de la Comisión Presidencial de
Derechos Humanos, COPREDEH
• Gabriela Morales
Dirección de Defensores de Derechos Hu-
manos, COPREDEH
• Maritza Álvarez
Dirección de Planificación, COPREDEH
• Sonia Elizabeth Montes Valenzuela
Ministerio Público, Fiscalía de Derechos
Humanos, Unidad de Delitos contra Perio-
distas
• Rosalidia Navarro y Luis Daniel Ordoñez
Agentes Fiscales del Ministerio Público,
Fiscalía de Derechos Humanos, Unidad de
Delitos cometidos contra Periodistas
• Carlos Freddy Ochoa
Dirección de Investigación de Derechos
Humanos de la Procuraduría de Derechos
Humanos (PDH)
• Ruth del Valle
Jefa de Investigadores, Dirección de Investi-
gación de Derechos Humanos, PDH
• María José Ortega Sunuc
Coordinadora de la Instancia de Análisis
de Ataques contra Defensores de Derechos
Humanos y Periodistas del Viceministerio de
Seguridad del Ministerio de Gobernación
• Evelyn Blank
Directora Asociación Civitas
• Anabella Rivera
Directora Instituto DEMOS
• Aldo Magoga
Consultor UNESCO
Honduras
• Ana Lourdes Ramírez
Jefa de la Unidad de Recepción de Casos
y Reacción Inmediata de la Dirección del
Sistema Nacional de Protección, Secretaría
de Derechos Humanos
• Eddy Tabora
Director Comité de Libre Expresión (C-LI-
BRE)
• Wilfredo Oseguera
Director de la Carrera de Comunicación Uni-
versidad Metropolitana de Honduras
El Salvador
• María Silvia Guillén
Comisionada Presidencial para los Derechos
Humanos
• Walter Gerardo Alegría
Procurador Adjunto para la defensa de los
derechos de las personas migrantes y segu-
ridad ciudadana, PDDH.
• Tania Camila Rosa
Directora General de Derechos Humanos del
Ministerio de Relaciones Exteriores
• Gloria Evelyn Martínez
Directora de Sistemas Internacionales de
 29

Protección del Ministerio de Relaciones México

Exteriores
• Claudia Esperanza Aguilar Garza
Asesora del Despacho del Ministerio de
Relaciones Exteriores
• Edgardo Alberto Amaya Cobar
Director de Información y Análisis del Mi-
nisterio de Justicia y Seguridad Pública
• Sonia Elizabeth Cortéz de Madriz
Procuradora General de la República
• Guadalupe Hernández de Espinoza
Subsecretaria de Inclusión Social
• César Baldemar Flores Murillo
Comisionado por el Director General de la
Policía Nacional Civil
• Julia Dalila Arriaza
Presidenta Asociación de Periodistas de El
Salvador (APES)
• Arely Franco Ramos
Jefa del Departamento de Periodismo Uni-
versidad de El Salvador (UES)
• Marlon Hernández Anzora
Consultor UNESCO
• Corte Suprema de Justicia
Paraguay
• Edward Bogado
Director General de Educación para el Bien-
estar de la Secretaría de Comunicación de
la Presidencia de la República (SICOM)
• Julio Colin
Artículo 19 Oficina Regional de México-Cen-
troamérica
• Benjamín Fernández
CINU México
Reino de los Países Bajos
• Leon Willems y Mira Chowdhury,
Free Press Unlimited
Oficina del Relator Especial de Libertad de
Expresión de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH)
• Melissa Cabrera
Gerenta de Proyectos de la Oficina del
Relator Especial de Libertad de Expresión
de la CIDH
• Fernanda Dos Anjos
Coordinadora de la Sección de Seguimiento
de Recomendaciones de la CIDH
UNESCO
• Guilherme Canela Godoi, Consejero de Co-
municación e Información, Oficina Regional
de Ciencias de la UNESCO para América
Latina y el Caribe

Ecuador
• César Ricaurte
Director Ejecutivo Fundamedios
 30
La seguridad de los periodistas en las agendas de derechos humanos... Cuadernos de discusión de CI - 11
 31

Acerca de los autores:

Oscar Antonio Pérez

Periodista y comunicador social, con experiencia en Comunicación para el Desarrollo con
énfasis en gestión de medios de comunicación social. Gestor de redes radiofónicas naciona-
les y regionales. Capacitador y asesor en procesos participativos de planificación estratégica.
Consultor de organizaciones nacionales e internacionales. Actualmente es Presidente-Director
de la Fundación Comunicándonos, Director General de VOCES Diario digital y Representante
para Centroamérica de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC).

Luis Enrique Salazar Flores

Abogado, ha trabajado para organizaciones de derechos humanos y en instituciones públi-
cas salvadoreñas tales como la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y el
Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia, además de
haber ejercido la docencia universitaria. Actualmente es consultor en temas relacionados con
derechos humanos, justicia transicional y derechos de la niñez y la juventud.
Cuadernos de Discusión de Comunicación e Información:

#1. Gasto público en la educación de América Latina. ¿Puede servir a los propósitos de la Declaración de París sobre los
Recursos Educativos Abiertos? Amalia Toledo, Carolina Botero y Luisa Guzmán (También disponible en inglés)

#2. La información y el conocimiento abierto en el contexto de la cooperación multilateral: Aspectos clave para la revisión del
Acuerdo Regional No.7 de ALADI - Juan Carlos Lara y Carolina Rossini

#3. Principios y “buenas prácticas” para los medios públicos en América Latina. Martín Becerra y Silvio Waisbord.

#4 Guía político- pedagógica sobre la incorporación de la temática de libertad de expresión y de acceso a la información
pública en la formación de operadores judiciales en América Latina. Catalina Botero.

#5 Regulación independiente de la radio y teledifusión: Una revisión de políticas y prácticas internacionales. Eve Salomon.
(También disponible en inglés y portugués)

#6 Internet y la libertad de expresión. Andrew Puddephatt. (También disponible en inglés y portugués)

#7 Concentración de medios y libertad de expresión: normas globales y consecuencias para las Américas. Toby Mendel, Ángel
García Castillejo y Gustavo Gómez. (También disponible en inglés).

#8 Acceso a la información: Lecciones de la América Latina. Bill Orme. (También disponible en inglés)

#9 Guía para operadores judiciales sobre la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible con énfasis en el ODS 16. Javier
Benech

# 10 Mejores prácticas para orientar el diálogo entre el Poder Judical y la prensa. Guía para jueces y periodistas.

Oficina de la UNESCO en Montevideo

Sector Comunicación e Información
Luis Piera 1992, Piso 2
Montevideo 11200, Uruguay
www.unesco.org/montevideo
montevideo@unesco.org
tel. (598) 2413 2075 -- fax (598) 2 413 2094