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UNIDAD 3
Introducción
El estudio científico del SNC ha puesto al descubierto que este cuenta con algunas
particularidades que le son propias y que son necesarias revisarlas para comprender
cabalmente su funcionamiento y organización. Esta unidad se ocupa de algunas de estas
particularidades. Así, se revisa:
El sistema nervioso, al igual que otros sistemas, está regido por una serie de principios
(verdades fundamentales) y leyes que permiten entender su estructura, funcionamiento,
organización y relaciones, es decir, su dinámica. Entre los más importantes consideraremos
los siguientes:
Vía visual: los nervios ópticos se cruzan formando el quiasma óptico o decusación visual.
Vía algésica, térmica y táctil: los haces que conducen información dolorosa, térmica y
táctil, el haz espino-talámico lateral se cruza en la médula espinal.
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Vía motora voluntaria: el haz piramidal cruzado y el haz piramidal directo, se cruzan a
nivel de la cara anterior del bulbo raquídeo y del cordón anterior de la médula espinal,
respectivamente.
Vías sensitivas: los haces que conducen la sensibilidad profunda consciente (haces de Goll
y de Burdach), se cruzan en la cara posterior del bulbo, formando la decusación sensitiva.
a) Son estaciones donde se hacen conexiones interneuronales (se pasa la información de una
neurona a otra).
8) Principio de la plasticidad:
La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene el cerebro para modificarse a sí mismo en
cuanto a organización estructural y funcional. Las conexiones neuronales se modifican
constantemente (se crean, crecen, se fortalecen, se debilitan, se atrofian o desaparecen). La
plasticidad por sí sola no garantiza estas consecuencias, siempre debe ir acompañada de la
estimulación al cerebro, es decir, por la práctica o entrenamiento de una función a través
del HACER.
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Consecuencias de la plasticidad:
Las neuronas aprenden tareas nuevas (la plasticidad es esencial para el aprendizaje), pero
también las mantienen, las perfeccionan, refuerzan u olvidan.
Cambio y evolución de la mentalidad y formas de pensar.
Desarrollo del pensamiento.
Recuerdo y olvido de información.
Recuperación del cerebro luego de una lesión.
Pueden darse procesos como la memoria corto y largo plazo, la atención, la concentración.
Aunque los hemisferios cerebrales tienen una estructura morfológica simétrica, ciertas
funciones intelectuales son desempeñadas por un único hemisferio, es por eso que se dice que
existe una asimetría cerebral. Actualmente se entiende por asimetría cerebral a la
participación diferencial de cada hemisferio en la adquisición y realización de diferentes
funciones cognitivas. Existe una mayor o menor activación de uno u otro hemisferio
dependiendo de la tarea a realizar, o sea, cada hemisferio se especializa en determinadas
funciones.
Los primeros en reparar sobre esta asimetría fueron Marc Dax (1836) y Broca (1863),
al demostrar que las lesiones del hemisferio izquierdo producían alteraciones en el lenguaje.
Brown-Séquard (1874) le asignó al hemisferio izquierdo el calificativo de “dominante” o
“mayor”. El hemisferio derecho fue considerado durante décadas, el hemisferio “menor”,
“silencioso” o “mudo”. Sin embargo, luego de la Segunda Guerra Mundial, numerosas
investigaciones demostraron la dominancia de este hemisferio para las habilidades espaciales,
construccionales, musicales, emocionales y atencionales. Se reconoció desde entonces la
participación activa y complementaria entre ambos hemisferios en el desarrollo y desempeño
de las actividades cognitivas.
Grafico A: parte dorsal del embrión con vesícula cefálica y conducto neural (vista posterior)
Grafico B: I, II y III son las 3 vesículas primitivas (vista posterior).
Grafico C: formación de las 5 partes del sistema nervioso central (vista posterior).
Hormonas.
Factores de crecimiento (como el tipo de alimentación de la madre, y por tanto, del
embrión).
Moléculas de adhesión celular que hacen que unas neuronas se peguen con otras.
Señales intercelulares (señales por las que se comunican las células).
Sustancias que hay en la sangre de la madre.
Genéticos.
Durante el viaje migratorio los neuroblastos son protegidos, guiados y alimentados por las
células gliales (llamadas en esta etapa glía radial), mismas que forman un andamio a lo largo
del cual migran las neuronas. Una vez que las neuronas llegan a sus lugares finales, las
células gliales se quedan, pero cambian su forma y sus propiedades moleculares para realizar
funciones diferentes. Aparecen dos tipos de glía: un primer grupo formado por las astroglías o
astrocitos y un segundo grupo constituido por las oligodendroglias (en el SNC) y las células
de Schwann (en el SNP).
Las investigaciones demuestran que el patrón inicial del embrión, tanto del cuerpo como
de la estructura cerebral, es femenino. Por ello, los hombres tienen algunos rasgos femeninos
como los pezones y las glándulas mamarias que, a pesar de no funcionar, retienen el potencial
de producir leche.
Hoy en día se sabe que, entre las seis y ocho semanas de gestación, el embrión masculino
(XY) recibe una dosis masiva de hormonas masculinas llamadas andrógenos que son las
encargadas de crear los testículos y una segunda dosis que es la responsable de transformar la
estructura cerebral femenina inicial en masculina. Si el feto masculino no recibe suficiente
cantidad de hormonas en ese momento, puede ocurrir que la futura persona tenga una
tendencia homosexual. Por otro lado, si el embrión XY no recibe ninguna dosis hormonal,
nacerá con un cerebro completamente femenino, pero con genitales masculinos, esta persona
será un transexual, por lo que pertenecerá biológicamente a un sexo, pero que en realidad le
correspondería ser biológicamente del otro sexo.
3.5.1: La homosexualidad
sean hombres. Por cada lesbiana (cuerpo femenino con estructura cerebral masculinizada)
existen de 8 a 10 hombres homosexuales. Muchos de ellos erróneamente creen que su
homosexualidad es una elección, palabra que provoca actitudes y opiniones negativas por
parte de la mayoría de la sociedad. Los homosexuales y lesbianas no eligen su tendencia
sexual. La mayoría de los científicos y sexólogos están de acuerdo en que la homosexualidad
no se puede alterar ya que la mayoría de casos se desarrollan dentro del útero por lo que la
orientación es incontrolable por la persona.
3.5.3: Lesbianismo
Si el feto tiene la estructura genética femenina (XX) y el cerebro recibe una dosis de
hormonas masculinas, el resultado es un cuerpo femenino con estructura cerebral masculina.
Durante la pubertad, normalmente les crece más vello corporal y facial y suelen tener mejor
coordinación entre ojos y manos cuando juegan a deportes con la pelota. Un alto porcentaje
de ellas se convierte en lesbianas. La dosis accidental de hormonas masculinas puede produ-
cirse si la madre en estado de embarazo está tomando medicamentos que contienen altos
niveles de hormonas masculinas como, por ejemplo, algunos tipos de píldoras
anticonceptivas, medicamentos para diabéticos, etc.
Los transexuales sienten desde la temprana infancia que han nacido con el sexo biológico que
no les corresponde. La zona cerebral responsable de la conducta sexual se denomina
hipotálamo y se caracteriza por ser bastante más pequeña en las mujeres que en los hombres.
En 1995, el investigador Dick Swaab y su equipo del Instituto Holandés de Investigación
Cerebral fueron los primeros en demostrar que el hipotálamo en los transexuales varones
tenía el tamaño del de una mujer y a veces incluso inferior. Esta investigación confirma que
la identidad sexual parece derivar de la interacción entre el desarrollo del cerebro y las hor-
monas sexuales. La persona que propuso esta teoría por vez primera fue el científico alemán
Gunther Dórner, que descubrió que el hipotálamo de los hombres homosexuales tenía el
mismo tamaño que el de la mujer.
En términos concretos, se podría decir que hay dos centros principales que están relacionados
con la sexualidad humana: