Está en la página 1de 10

ROSARIO DE NAVIDAD

INTRODUCCIÓN:
En estos Misterios contemplaremos y comprenderemos el sentido de la Redención por el
Nacimiento del Salvador. Misterios que nos adentran a meditar sobre la verdadera Navidad
que los Cristianos hemos de vivir.

Misterios que de manera mística (asistidos por la Gracia de la Santísima Trinidad), nos
detendremos para vivir esos momentos de Esa Hora de Gracia (Lc2,14), y Guardar en
Nuestro Corazón (Lc2,19) esos tesoros para contemplar y Adorar al Redentor como lo
hicieron los pastores (Lc2,16-18) y los reyes de oriente (Mt2,11); sobre todo como lo
hicieron sus Benditos Padres, la Virgen María (Lc1,27) y el Justo José (Mt1,19).

Pidamos la asistencia de la Santísima Virgen María y del Señor San José para que preparen
nuestros corazones como lo hicieron con el establo de Belén, para que nazca el Señor en un
lugar digno y lleno de amor. Nuestro corazón a similitud del establo de Belén esta
maloliente, sucio, oscuro, lleno de maleza; todo ello ocasionado por el pecado, por los
pecados capitales y la falta de amor en él. Pues que la Joven Virgen (Is7,14 y Mt1,23) y el
Hombre Justo y Bueno (Mt1,19) preparen nuestros corazones para Amar a Jesús, y así El
pueda hacer su morada en nosotros (Jn14,23).

INICIAMOS

• LA SEÑAL DE LA CRUZ…

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

• ORACION AL ESPIRITU SANTO…

V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu
amor. Envía, Señor, tu Espíritu y todo será creado.
R. Y renovarás la faz de la tierra.

OREMOS: Oh Dios Padre nuestro, derrama los dones de tu Espíritu sobre el mundo:
enviaste El Espíritu a tu Iglesia para iniciar la enseñanza del evangelio; que sea ahora tu
Espíritu el que continúe trabajando en el mundo a través de los corazones de todos los
que creen en ti. Por Cristo Nuestro Señor, Amén.
• CREDO DE LOS APOSTOLES…

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de
los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

• ACTO DE CONTRICION…

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haberte
ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de
pecado, confesarme y cumplir la penitencia. Te ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en
satisfacción de todos mis pecados. Amén.

1.PRIMER MISTERIO: EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS (Lc 2,6-7).

Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto y dio a luz a su hijo
primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para
ellos en la sala principal de la casa.
En este primer misterio contemplamos la sencillez en la que nació el Salvador; sin tomar de
su condición divina quiso nacer en lo más escondido y apartado, alejado de los lujos y
comodidades de las grandes ciudades.

Al nacer en el establo de Belén, nos refiere de que más de los lujos y comodidades, el Amor
y la Unidad Familiar son de vital importancia para mantener ese lazo que hoy día falta en
las familias y que caracterizo a la SAGRADA FAMILIA DE NAZARETH.

Y que como la Virgen María y San José Adoraron y Amaron a Dios hecho hombre, nosotros
lo Adoremos y Amemos en el Pan de Vida de la Santa Eucaristía (Jn6).

1 Padre Nuestro, 10 Ave María y 1 Gloria…

Jaculatoria: José y María preparen mi corazón para que nazca el Niño Jesús.

2.SEGUNDO MISTERIO: EL ANGEL DEL SEÑOR REVELA AL REDENTOR (Lc2,9-


12)

Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron
muy asustados. Pero el ángel les dijo: 'No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una
buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo: “hoy, en la ciudad de
David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo
reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un
pesebre”

Los pastores gente humilde y sencilla fueron a quienes el Señor quiso manifestarles la
Redención, su presencia física como el Mesías, el Señor (Lc2,11). Refiriéndonos así lo dicho
en los Evangelios (Mt11,25 y Lc10,21) donde da gracias ala Padre por revelarle sus misterios
a la gente sencilla. Invitándonos a vivir así en tal sencillez y humildad, donde a pesar de
todas las gracias y dones que tengamos, la virtud de la humildad sea la atracción de los
misterios del Cielo. Pidamos también que en nuestro interior seamos asistidos por nuestro
Ángel Custodio a quien hemos de obedecer como lo hicieron los pastores con el Ángel del
Señor; y cuando estemos ante su presencia Eucarística nos diga (el Ángel): ¡felices los ojos
que ven lo que ustedes ven! (Lc10,23-24).

1 Padre Nuestro, 10 Ave María y 1 Gloria…

Jaculatoria: José y María preparen mi corazón para que nazca el Niño Jesús.

3.TERCER MISTERIO: LA ALABANZA DE LOS ANGELES POR EL NACIMIENTO


DEL SEÑOR Y REDENTOR DE LOS HOMBRES (Lc2,13-14)

De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios
con estas palabras: “Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres:
ésta es la hora de su gracia”.

Los Ángeles como los primeros en alabar y adorar a Dios, nos invitan a llenarnos de gozo
como ellos ante la presencia del Señor. Gozo el cual en cada acto Eucarístico debemos
expresar al Amor de Dios cada que asistamos a la Santa Misa para comulgar el Cuerpo del
Señor y cuando estemos ante su presencia en el Sagrario o Santísimo, donde en la
pequeñez del Pan nos refiere esa pequeñez del Niño Jesús en el Pesebre de Belén.
Aceptemos ese gran Amor de Dios a los hombres (Jn3,16).
1 Padre Nuestro, 10 Ave María y 1 Gloria…

Jaculatoria: José y María preparen mi corazón para que nazca el Niño Jesús.

4.CUARTO MISTERIO: LOS PASTORES ENCUENTRAN AL ASEÑOR JUNTO A


MARÍA Y JOSÉ (Lc2,15-20)

Después de que los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
'Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a
conocer. Fueron apresuradamente y hallaron a María y a José con el recién nacido
acostado en el pesebre. Entonces contaron lo que los ángeles les habían dicho del
niño. Todos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que
decían. María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar
en su interior. Después los pastores regresaron alabando y glorificando a Dios por todo lo
que habían visto y oído, tal como los ángeles se lo habían anunciado.

Dice Nuestra Madre en el Magnificat, canto donde Alabó a Dios: “derriba del trono a los
poderosos y enaltece a los humildes” (Lc1,52); es lo que hace el Señor con los humildes;
mandando a los pastores en ser los primeros embajadores en recibirlo, y los enaltece por
su sencillez como los primeros privilegiados en conocerle.

Que nosotros a imitación de los pastores vayamos presurosos al encuentro del Señor en la
Eucaristía, y contemos a los demás las maravillas que El ha hecho en nuestras vidas
(Lc8,39); y guardar como Nuestra Madre esos acontecimientos en nuestro corazón
(Lc2,19).

1 Padre Nuestro, 10 Ave María y 1 Gloria…

Jaculatoria: José y María preparen mi corazón para que nazca el Niño Jesús.

5.QUINTO MISTERIO: LOS REYES ENCUENTRAN AL NIÑO JESÚS, LO ADORAN


Y LE ENTREGAN SUS DONES (Mt2,9-12)

Los Magos se pusieron en camino; y fíjense: la estrella que habían visto en el Oriente iba
delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. ¡Qué alegría más
grande: habían visto otra vez la estrella! Al entrar en la casa vieron al niño con María, su
madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus
regalos de oro, incienso y mirra. Luego se les avisó en sueños que no volvieran donde
Herodes, así que regresaron a su país por otro camino.

Los magos o reyes de oriente nos dan una clara muestra de su amor al Verdadero Señor; a
pesar de sus estatutos de reyes y después de ir a donde creyeron estuviera el Único Rey,
siguen su camino en busca de quien es la verdad (Jn14,6), el Verdadero Rey de reyes
(Ap19,16). Igual nos enseñan de la obediencia a la Voluntad Divina y no se dejan llevar por
los intereses soberbios de otros lideres de gobierno, como en su caso Herodes. También
muestran su mirada fija al Cielo, manteniendo esa Esperanza, señal de que están en busca
de la verdad, verdad que Dios les señala en el pesebre de Belén donde encuentran ese
tesoro y se postran para Alabar y Adorar al Señor, Rey de reyes (Ap19,16), y saciar sus
almas por quien es el motivo de su trayecto, y le entregan su autoridad, poder, riquezas y
vidas; donde al regresar a sus naciones no dudemos del gobierno recto que han de haber
regido, así como lo hicieron gobernantes Santos como San Luis Rey de Francia o los tres
reyes santos de Hungría que fueron San Ladislao, San Emerico, San Esteban.

1 Padre Nuestro, 10 Ave María y 1 Gloria…

Jaculatoria: José y María preparen mi corazón para que nazca el Niño Jesús.

Oremos por las intenciones del Papa y las necesidades de la Iglesia:


*Padre Nuestro

*Dios te Salve María Santísima Hija de Dios Padre, Virgen Purísima y Castísima antes del
parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines; Llena eres de Gracia,
el Señor es contigo…

*Dios te Salve María Santísima Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima y Castísima durante el
parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes; Llena eres de
Gracia, el Señor es contigo…

*Dios te Salve María Santísima Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima y Castísima
después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames,
nuestras almas para que las salves y nuestras necesidades para que las remedies; Llena
eres de Gracia, el Señor es contigo…

*Dios te salve, María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen


concebida sin mancha del pecado original: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A tí llamamos los desterrados hijos de
Eva, a tí suplicamos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora
abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce
Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de
Cristo.
LETANIAS
Señor, ten piedad de nosotros (2)

Cristo, ten piedad de nosotros (2)

Señor, ten piedad de nosotros (2)

Cristo, óyenos (2)

Cristo, escúchanos (2)

Dios Padre Celestia, Ten piedad de nosotros

Dios Hijo Redentor del mundo, Ten piedad de nosotros

Dios Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros

Santísima Trinidad un solo Dios, Ten piedad de nosotros

Jesús verbo encarnado en el vientre de la Virgen María, Ten piedad de nosotros

Jesús que estuviste nueve meses en el vientre de la Virgen María, Ten piedad de nosotros

Jesús que naciste en el establo de Belén, Ten piedad de nosotros

Jesús que fuiste anunciado por los Ángeles a los pastores, Ten piedad de nosotros

Jesús que eres Alabado por los Ángeles por tu nacimiento, Ten piedad de nosotros

Jesús que fuiste visto por los pastores el día de tu nacimiento, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño Adorado por los reyes, Ten piedad de nosotros

Jesús recién nacido, Ten piedad de nosotros

Jesús que naciste siendo el Salvador, Ten piedad de nosotros

Jesús que naciste siendo el Mesías, Ten piedad de nosotros

Jesús que naciste siendo el Señor, Ten piedad de nosotros

Jesús bebé, Ten piedad de nosotros

Jesús Hijo de la Virgen María, Ten piedad de nosotros


Jesús Hijo de José Justo, Ten piedad de nosotros

Jesús nacido en la pobreza, Ten piedad de nosotros

Jesús recién nacido que siendo Dios te desprendiste de todo, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño terror de los malvados, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño espanto de los gobernantes malos, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño Alegría de la Sagrada Familia, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño Gozo de la Sagrada Familia, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño Amor de la Sagrada Familia, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño que te gestas en todo vientre materno, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño reflejado en todo niño en gestación, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño reflejado en todo niño nacido, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño reflejado en todo niño no nacido (abortado), Ten piedad de nosotros

Jesús Niño oculto en cada Hostia Consagrada, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño Paz de los corazones, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño Paz del mundo, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño que quieres ser amado por toda la humanidad, Ten piedad de nosotros

Jesús Niño que quieres de cuna nuestros corazones, Ten piedad de nosotros

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, escúchanos Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
ORACIÓN AL NACIMIENTO DE JESÚS
En el humilde pesebre es en donde Jesús aparece más grande y más glorioso.

Dios acababa de dar a la tierra un Salvador y en los brazos de María en éxtasis, los Ángeles
adoran al Verbo encarnado. ¡Que lección para nuestra fe! El tiempo no disminuye la
profundidad del misterio; los siglos pasan por delante de este pesebre bendito, el cual nos
conserva y nos transmite el recuerdo del nacimiento de Jesucristo, ¡sublime y encantadora
prueba del amor de Dios hacia nosotros! Si vosotros no podéis olvidar vuestra madre,
vuestra familia, vuestra patria, cristianos no olvidéis al que ha nacido para salvarnos.

Oración. Dios Todo Poderoso, que derramáis hoy sobre nosotros la nueva luz de vuestro
Verbo encarnado, haced que la fe de este misterio se infunda también en nuestros
corazones. Señor y Dios nuestro, haced del mismo modo, te lo rogarnos, que celebrando
con alegría la Natividad de N. S. Jesucristo, merezcamos, por una vida digna de El, gozar de
su presencia. Así sea.

ORACIÓN AL NIÑO DE BELÉN


DE JUAN XXIII
Dulce Niño de Belén, haz que penetremos con toda el alma en este profundo misterio de
la Navidad. Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan, a veces con tanta
violencia, y que tú sólo puedes dar. Ayúdales a conocerse mejor y a vivir fraternalmente
como hijos del mismo Padre.

Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza. Despierta en su corazón el


amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en tu caridad. Y danos a todos tu celeste
paz. Amén

También podría gustarte