Comunicación social en la realidad latinoamericana

A través de la historia, la comunicación ha representado la forma más importante de

expresión y entendimiento, como seres sociales, los humanos tenemos la necesidad natural de
expresar nuestros sentimientos, pensamientos, de generar formas de interpretar y hacer saber
nuestros deseos, metas y propósitos.

En este sentido, la comunicación se convierte en un fenómeno social necesario, la forma

fidedigna del entendimiento y la comprensión. Al vivir en sociedad, construímos nuestro
destino en conjunto, alcanzamos metas globales como equipo que somos.

La realidad latinoamericana, no dista en muchos aspectos de la realidad internacional, es

decir, las dificultades aparentes que se perciben en otros continentes, son también nuestra
realidad contextualizada. Por ejemplo uno de éstos flagelos es la evolución tecnológica como
substituto de la comunicación presencial.

En tiempos modernos, las omnipresentes herramientas tecnológicas nos colocan en una

paradoja, por un lado multiplicamos nuestras posibilidades de comunicarnos, estamos aquí,
allá y en todos lados, videollamadas, podcast, mensajes directos, etc, la realidad nos garantiza
poder estar en contacto con nuestros seres queridos, así como también conocer personas en
línea, desde este punto de vidas, las posibilidades son realmente amplias, significativas, toda
vez que podemos extender nuestro pensamiento a cualquier parte del mundo.

Por otro lado, hay que decir que ésta evolución tecnológica es muy relativa, puesto que,
pese a su gran utilidad no sustituye en lo más mínimo a la realidad y calidez humana. Esa
presencialidad que añade el carácter, humano, el carácter imperfecto, el contexto imprevisto,
la emoción inesperada, todo ello forma parte de la forma tradicional de la comunicación.
Nuestra realidad está dividida.

La comunicación social no pierde su importancia, mantiene su vigencia, pero la realidad es

diferente, sobran las herramientas pero escasea la calidez humana. Uno de los mayores retos
de la realidad latinoamericana sin duda es formar a las nuevas generaciones bajo este modelo
de realidad que sobrepasa los límites de lo imposible. Avanzamos a pasos gigantes,
tecnológicamente, pero no debemos permitirnos involucionar en cuanto al carácter humano
de nuestra comunidad.

Así, la realidad latinoamericana convive con ésta fuerte y característica necesidad de

expresión, circunstancialmente en un contexto comprometido. Aprovechar la tecnología de la
forma posible puede ser el factor de cambio y la ventana hacia el éxito.
 No se puede negar, que la evolución de la ciencia y tecnología nos dota de nuevas
capacidades, no caer como víctimas de ésta adictiva red social es un gran reto, pero saber
disfrutarlo es también positivo. Poder estar en contacto directo con cualquier persona
alrededor del mundo es un privilegio de nuestra era. El gran desafío es saber canalizarlo con
sabiduría.

En Latinoamérica siempre nos hemos caracterizado y diferenciado del resto del mundo por
nuestra calidez, esa facilidad para expresar lo que sentimos con franqueza, dentro del contexto
de la comunicación social es y será muy importante para la nuevas generaciones estar al tanto
de nuestras raíces, no olvidar nuestra esencia y potenciar esa facilidad de expresión, esa
garantía de transparencia, ese, de alguna manera, ese icónico carácter de extroversión (en
comparación con otras sociedades) que nos caracteriza y asegura vivir con alegría, pasión y
honestidad.

La comunicación social guarda, y ella constituye en si misma, una garantía de entendimiento

al prójimo, de resolución de conflictos, fundamental en el desarrollo de la educación, y de
todos los aspectos humanos que nos rodean.

Integrantes:
James Garner C.I. 30.349.461
Rodríguez Yorbelis C.I. 31.704.801
Vásquez Atahualpa C.I. 19.817.056
Educación Idiomas, Mención Inglés
Sección 20700