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El camino de Sebastián

Riiiiiing! -suena un teléfono a lo lejos

Alo? –respondí

Si? Hijo a hola como estas- dijo mi mama

Bien ma y tu-le dije

¿Sebas hijo si te acuerdas ese refugio que creaste hace nueve años? -pregunto

Si- le respondí de nuevo

Sigue aquí-me dijo

Tire el teléfono fijo al piso por sorpresa. De repente un recuerdo vino a mi mente fue hace catorce
años cuando quise aprender a montar caballo, en esa época tenía siete años, en primer intento me
caí y me seguí cayendo y hasta la tercera lo peor es que era con mi potro uno de tres años que
apenas yo podía montar y finalmente lo logre fue difícil y quede raspado muy feo, pero lo logre y
era muy normal que fuera en caballo a algún lugar de repente volví a la realidad y quede pensando
que la permanencia eran los recuerdos que teníamos en nuestra mente pero seguí mi camino
hacia anapoima.

Cuando llegue a anapoima fui a la alcaldía a que me atendieran para comprar las tierras en las que
estaba mi refugio mientras esperaba me vino a la mente otro recuerdo vagamente me acuerde fue
hace nueve años cuando el mono (un apodo de emperador para el) estudio roma y Egipto y obligo
a todos a que se vistieran de egipcios y vivieran su vida, así y yo me convertí en el robín Hood de
Egipto o san Antonio. Y volví a la realidad donde estaba comprando las tierras de pronto se me
ocurrió llamar a mis otros compañeros que vivieron eso conmigo. Primero fui por Ana Sofía que
era mi compañera o mi mejor amiga que de una vez arranco y vino. También a Jaime que espero
para responderme, pero fue rápido para acá y final y su compañera Gabriela.

Cuando llegamos nos acordamos de lo que nos dijo la profe de filosofía que todo tenía un
movimiento o todo se movía y ese movimiento y permanencia era la memoria y la amistad la
amistad se movía, pero devolvía a un ciclo de encontrarse como el agua, pero al igual teníamos
que mirar que había de nosotros para llevárnoslo al acostarme y dormir en una hamaca soñé con
uno de esos recuerdos y era el de yako mi halcón peregrino que lo encontré cuando tenía doce
años(yo no el halcón) y se encariño conmigo yo lo llevaba en una cuchilla igual a la de assasins
creed y ellos estaban a mi lado.
El fuego una cosa a la que no hay que tenerle miedo, sino que respeto eso era el fuego que conocí
con la quemada que le dieron a la tienda en una misión fallida de salvar tráfico en el reino o
imperio del mono, era algo extraño, pero nosotros éramos normales a la vista de los niños y
héroes, pero eso no era para los adultos. Para convertirme en eso que fui a los 12 tuve que
entrenar por tres años todo lo que se armería egipcia, físico, parkour pero lo mas importante
respetar el ser

Era muy confuso que nuestras cosas siguieran intactas tanto lo arcos como las espadas y las cosas
importantes como los diarios de caminos que tomaban los soldados del emperador, pero era
importante el rio que no creció para nada el agua lo dejo intacto eso era lo que me sorprendió,
pero después de todo lo que viví era normal toda esa vida los niños de los lugareños seguían
jugando lo mismo asi hasta que se aburran y se acabe no haciendo ese ciclo repetitivo.

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