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Te lo pongo en formato auto narrativo ya que va con el lore.

Ésta es la historia de un pequeño ser al cual le gustaba contar historias.

Poblado natal

Este, era un pequeño mediano de no más de 8 años, que vivía feliz en su poblado alejado
del resto de las poblaciones humanas. Aunque de vez en cuando se pasaban visitantes, el poblado
estaba muy aislado, pero eso no era un problema ya que de ahí mismo podían sacar todo lo que
necesitaban para vivir, el joven Astirin se pasaba los días corriendo y jugando, ayudaban en casa
cuando hacía falta y en sus ratos a solas, tocaba el laúd el qual le había enseñado a tocar su
madre, pero lo que más le gustaba, era la noche de fin de ciclo, donde en la posada de la vieja
ginny, Rike el cuenta cuentos se ponía a contar historias del mundo, teneis que entender que para
un pueblo tan aislado como ese y para un chiquillo como yo, eso era un momento de aventura,
diversión, emoción y aprendizaje como ningún otro, poco a poco fue cojiendo aprecio, casi
adoración por lo que hacie Rike, tanto, que decidió que algún día cuando fuese mayor saldría a ver
mundo y a descubrir las mejores historias de este, preguntaría, investigaría y hasta viviría
momentos insólitos con tal de acumular infinidad de estas, con tal de vivir una vida emocionante y
en un final, retirarse a su poblado y vivir como el cuentacuentos de este, un final feliz, pero claro,
sabía que esto sería poco probable ya que estaba destinado a heredar la profesión de sus padres
como los zapateros del pueblo...
Pasaron los años y Astrin prosiguió con su vida, hasta que un dia, a sus 16 años un curioso
hombre llegó al poblado.

El joven mediano estaba tocando relajado al lado de un pequeño árbol de una colina desde donde
se veía todo el poblado, cuando un se dio cuenta que ha su lado, un joven humano estaba sentado
observando, llevaba un flautín colgado del cuello, las ropas más extravagantes que nunca hubiese
visto y una funda alargada en su espalda. Me paré en seco y nos quedamos mirándonos.
Entonces él dijo:-sigue, sigue, por favor, no pares por mi.- A lo que yo, nervioso me quedé callado,
viendo mi reacción el joven se puso a reír y me dio un par de palmadas en el hombro,
sorprendentemente eso me relajo al instante, nos pusimos a hablar un poco y al final decidimos
que seguiría tocando y a cambio él me enseñaría algo asombroso. Así lo hicimos, y para cuando
acabé de tocar, el ya estaba acercándose el flautín a los labios, entonces, una suave melodía
empezó a sonar y con ella, gotitas de agua empezaron a alzarse de un pequeño charco que
teníamos cerca, estas, bailaban al son de la música, y al acabar de tocar, explotaron en pequeño
copos de nieve. Magia! Estaba claro que eso había sido magia de esa que salía en los cuentos
fantásticos del viejo Rike, me dejó maravillado. -Tienes un don para la música chico, te gustaría
aprender a hacer algo así? Yo tenía ya algunas responsabilidades en casa y sabía cuál era mi
futuro en el poblado, así que sabía que no podía irme, pero mis viejos sueños afloraron y vi que
esa era mi oportunidad así que como se dice en todas las aventuras fantásticas, asentí sin dudas y
me lancé a mi destino!
Lógicamente no fue todo tan fácil, tuve que soportar las quejas de mi familia los cuales estaban en
contra de que dejase el pueblo y el oficio familiar, mis compañeros también intentaron disuadirlo,
pero yo me mantuve firme y me fuí con el músico del pueblo, rodeado de decepción y
desaprobación.

(ciudad donde estudié)


Alvin, así se llamaba, me llevo a lo que parecía una ciudad enorme y prestigiosa y en esta
se encontraba una enorme construcción. -Esta, es la meca de la música, y aquí aprenderás a tocar
de verdad. Allí fue donde empezaron mis días como estudiante de música, y con ellos, llegó la
magia, y poco a poco vi como mi futuro deseado se iba volviendo mas y mas claro. Habían
muchos tipos de especializaciones dentro de la escuela, había algunos que se centran en ser
artistas que llamen la atención mundialmente, estos se especializaban en hacer de sus
actuaciones lo más espectaculares posibles, combinando la música y la magia para hacer
espectáculos imposibles y dejar a la gente asombrada,​ la escuela de la rosa​.
Otros se centran (por raro que parezca) en el combate, al tocar, sentías que tu sangre hervía y te
creías capaz de derrotar a cualquiera, también aprovechaban su magia para hacerse
increíblemente útiles en la batalla, la mayoría trabajan para el ejército o como mercenarios, ​la
escuela de la espada.
Y para acabar estaban aquellos que perfeccionan su música y el arte de la palabra para llegar a lo
más hondo de la mente y de los corazones de la gente para causar una mayor impresión, estos se
encargaban de llevar los pedidos más delicados, de gestionar los problemas de la organización y
de tratar con la gente más peligrosa que venían a quejarse o a causar problemas, ​la escuela de la
mariposa​.
Lógicamente esa fue la que más me llamó, ya que, seamos sinceros, si quieres conseguir todas
las historias y secretos del mundo? Qué mejor que llegar a lo más hondo de las personas que
conoces?

Mi época en la escuela de bardos fué breve pero intensa. En los 3 años que estuve allí conocí a
mucha gente, mejoré inmensamente mis conocimientos musicales aprendiendo así a tocar el
flautín (a petición de mi padrino, ​Alvin​ ) y aprendí los fundamentos de la magia! Eso me tenía
maravillado, era capaz de hacer cosas increíbles! A través de mi música, era capaz de hacer cosas
increíbles! Comunicarme con gente sin pronunciar una palabra, entender a los animales, dormir a
gente que estaba bailando enérgicamente minutos antes y un sinfín de cosas más. Durante estos
años conocí a mucha gente, pero si he de remarcar a los más importantes para mí estos fueron mi
tutor,​Arturin​ el cual era parte de la escuela de la mariposa, aquella a la que yo aspiraba, y mi
ahora mejor amigo, ​Riku​ parte de la escuela de la espada, el cual me ha dado innumerables
consejos y al cual le debo la vida, ya que sin el preciado regalo que me hizo, ni yo mismo sé si
seguiría con vida. Este, fué ni más ni menos que un laúd el cual, puede que no fuese tan bonito o
extravagante como los que la mayoría de músicos como esos de la escuela de la rosa o la mayoría
de la mía propia usan, pero para mi, era precioso, y lo más importante,tenía una pequeña cuchilla
escondida lista para inyectar cualquier veneno, mi amigo dijo que me sería útil ahí fuera a pesar de
mis reiteradas discusiones con él en contra de l violencia.

Al acabar estos tres años, se dió mi aprendizaje básico por acabado y todos me animaron a
lanzarse al mundo (los maestros, mi compañero se marchó hace mucho tiempo a vivir su vida
como cazarrecompensas). Mi tutor, me regaló un precioso sombrero mágico, el cual me permitía
cambiarse al instante las ropas que llevase encima. -Para que puedas camuflarse con la gente allà
donde vayas mi pequeño aprendiz…- Me dijo. Yo por mi parte, estaba ansioso de salir al mundo
exterior de nuevo y probar mis nuevas habilidades, y mucho más importante, empezar con la
colecta de información de la que dependía mi destino.

Assir

El primer sitio al que fuí fué ha Assir, siempre me había interesado mucho la cultura élfica y la raza
me suscita cierta curiosidad, así que decidí pasar un tiempo en esa ciudad. Mi primer mes me lo
pasé por los barrios exteriores, donde me hice un hueco en una pequeña posada donde me
dejaban dormir,comer y hasta me pagaban por tocar unas cuantas noches a la semana, al fin y al
cabo, mis habilidades estaban a un buen nivel, así que lo veía lógico. El dueño de esa taberna se
llamaba ​Tremor ​-era de unos cuarentaitantos , con su pelo y mostacho rojizos y siempre con una
sonrisa en la cara, me hice buen amigo de él y nuestras largas noches de discusiones y
deliberaciones junto a unas buenas jarras de cerveza forjaron una fuerte amistad entre nosotros, al
entrar el segundo mes, un encuentro fortuito hizo empezar a girar mi rueda de la suerte, estaba
tocando, como de costumbre en la posada, cuando un joven elfo de unos 35 años el qual en
estado de embriaguez, se me echó encima y me derramo lo que le quedaba de copa encima, él
instantáneamente se disculpó, y se veía muy importunado así que yo no me enfadé le dije que todo
quedaría perdonado si me invitaba a una comida decente el próximo día, él aceptó encantado y se
despidió diciendo que le esperara en la plaza central a mediodía. Claramente, esta era una
estratagema que tenía pensada para poder acercarme a una família que formase parte del consejo
y ya le tenía echado el ojo a este joven, ​Víctor ​era el primogénito de uno de los formantes del
consejo así que estaba claro que tenía influencia y lo más importante, história. Con el tiempo y mi
encanto personal nos fuimos conociendo y acabamos haciéndonos amigos, a pesar de que mi plan
inicial era utilizarlo para acercarse a los elfos, al final me cayó tan bien como el que más, era un
chico sincero alegre e inocente no había razón alguna para no llevarme con él.

En este tiempo aprendí una gran cantidad de cosas sobre la cultura élfica, algunas que incluso se
consideraban tabúes, pero no surgió ningún problema. A finales del tercer mes, empezaron a llegar
noticias de que en ***** había empezado una guerra civil, rumores sobre batallas por el poder,
príncipes asesinados y reinas desaparecidas surgían por aquí y por allá, así que decidí empacar
mis cosas y dirigirse hacia ahí para escucharlo de primera mano, mi tiempo en Assir había
acabado.

Hacia Cellarius

Mi viaje hacía ​Cellarius​, la capital de ****** fue arduo y peligroso, a las semanas de empezar el
viaje un par de asaltadores me debieron ver débil y me atacaron por la noche, yo estaba tranquilo
y confiado, nunca había peleado en mi vida así que no os debería sorprender que a pesar de mi
magia no pudiese defenderme, me ataron y amordazaron. Pero en medio de la noche, cuando
estaban ya un poco bebidos les hice señas y me quitaron la mordaza, les dije que si querían
podía tocar para ellos y que si les animaba, a lo mejor podrían compartir algo de su comida
conmigo. Ellos, aceptaron, y yo empecé a tocar, delicadamente, empecé a imbuirnos con una
sencilla canción la cual estaba imbuida con cierta magia adormecedora, uno de ellos se durmió,
pero el otro parecía resistir, así que me acerque a él, saqué rápidamente la pequeña cuchilla
escondida en el mástil de mi laúd y acuchilló hacia el, yo no era un experto, así que solo le hice
un pequeño corte en la mejilla, pero eso fue suficiente, el asaltante cayó dormido gracias al
veneno adormecedor que había en la hoja. Los até y me fuí en cuanto antes.

A los dos días de viaje me encontré con un curioso personaje, era solo un poco más alto que yo,
pero bastante más fornido y con una buena barba tan negra como el carbón, era un enano! De
estos no habían muchos por aquí así que me gusto encontrarme con uno, hablamos un poco, y al
ver que nos dirigimos al mismo sitio, decidimos ir juntos, atravesamos las montañas en unas
pocas semanas, y yo, como no, aproveché para empaparme de conocimiento de la cultura
enana. ​Gundrick ​y yo nos acostumbramos rápido el uno al otro pero el viaje acabó pronto, al pie
de la cadena montañosa estaba su poblado, así que nos despedimos, y seguí mi camino.

Cellarius

Al final, al cabo de 1 mes de viaje en total, llegué a Cellarius, sus vistas eran preciosas. En esta
ciudad fue donde comprendí lo que significa una deidad, y lo reales que son, nunca olvidaré el
milagroso haz de luz que descendía del cielo hasta el mismo centro de la ciudad, o de esa magia
realizada por simples clérigos, proveniente de este mismo Dios al qual todos adoran en este
reino, Pero, nunca he entendido esta manía de los humanos de subyugar ante una entidad
superior a ellos a cambio de un poco de poder, pero bueno, en todas las historias, siempre pasa
algo así, así que no soy nadie para opinar al respecto.

Creencias y valores.

Tiene una buena impresión del imperio actual, parece dejar a la mayoría de gente en paz sin
demasiadas restricciones, y eso es lo que a él le gusta, aborrece la esclavitud y el racismo, pero
entiende que en ciertos sitios han estado tanto tiempo acostumbrados a ello que les costarà
deshacer esa idea errónea de la convivencia que tenían.

No le gusta la gente demasiado prepotente, demasiado falsa o que solo piensen en sí mismos.
No acaba de entender tampoco a aquellos que se preocupan por los demás antes que de uno
mismo, los ve como imbéciles bonachones con necesidad de sentirse bien con ellos mismos.

Le gusta pasarlo bien, vivir aventuras, conocer gente y historias. Sabe que es un poco bonachón,
y que cae bien a la gente, y a veces se aprovecha de ello, pero nunca con mala intención. Nunca
tiene la intención de perjudicar a nadie que no se lo merezca, y al recolectar historias, en la
medida de lo que cabe, intenta no revelar secretos íntimos. Aborrece el combate ya que no quiere
hacer daño a ningún ser vivo sin una razón de peso detrás. Dicho esto, no tolera las faltas de
respeto hacia él o sus compañeros así que suele buscar maneras alternativas de devolver el
golpe que sea que haya recibido.

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