LOS DOS MUNDOS
escandalosos; todo un torrente
sta historia, mi histo-
ria comienza como un
acontecimiento de la
época en que yo tenia 10 años.
De dos polos opuestos suría el dia y la
noche.
Un mundo lo constitui la casa paterna.
Este mundo me resultaba muy familiar
se llamaba padre y madre, amor y
severidad, ejemplo y colegio.
A este mundo pertenecía un tenue
esplendor, claridad y limpieza. Había
que estar dentro de él para que la vida
fuera clara, limpia, bella y ordenada.
El otro mundo, sin embargo, comen-
zaba en medio de nuestra propia casa
y era total mente diferente: Olía de
otra manera hablaba de otra manera
prometía y exigía otras cosas. En este
segundo mundo existían criadas y
aprendices.
historias de aparecidos y rumores
multi color de cosas terribles salva-
jes y crueles.
Y lo más extraño era como linda-
ban estos dos mundos y lo cerca
que estaban el uno del otro.
Por ejemplo nuestra criada Lina,
cuando por la noche rezaba en el
cuarto de estar con la familia y
cantaba con su voz clara, sentada
junto a la puerta, pertenecia ente-
ramente al mundo de mis padres .
Pero despues en la cocina o en
la leñera, cuando me contaba el
cuento del hombrecillo sin cabeza o
cuando discutia con la vecinas en la
carnicería, era otra distinta perte-
necia al otro mundo.
Y así sucedía con todo; y más con
migo mismo, si yo pertenecia al
mundo claro y recto, era el hijo de
mis padres; pero a donde quiera
que dirigiera la vista y el oido siem-
pre estaba allí lo otro y tambien
vivia hay en ese otro mumdo.
De vez en cuando prefería vivir en
el mundo prohibido y muchas ve-
ces la buelta a la claridad, aunque
fuera muy necesaria y bella me
parecia una buelta a algo menos
hermoso más aburrido y vacío.
A veces sabía que mi meta en la
vida era llegar a ser como mis pa-
dres tan claro y limpio, superior y
ordenado como ellos; pero el ca-
mino era largo, y para llegar a la
meta había que ir al colegio y es-
tudir, y el camino era siempre bor-
deado el otro mundo más oscuro;
a veces lo atravesaba y no era del
todo imposible quedarse y undir-
se en él. Habia historias de niños
perdidos a quienes esto habia su-
cedido, y yo las leía con verdadera
pasión.
y perdidos siempre resulta más
atractivo y, si se hubiera podido
decir o confesar, daba casi pena
que el hijo pródigo se arrepintiera
y volviera. Pero aquello ni se desia
ni se pensaba solo existia como
presentimiento y posibilidad muy
dentro de la conciencia.
Mis hermabas tambien pertenecian
al mundo claro. Estaban, así me
parecía a mi, más cerca de nues-
tros padres; más modosas y con
menos defectos que yo.
Tambien tenian imperfecciones y
faltas, pero a mi me parecia que no
eran tan defectos profundos; no,
no les pasaba como a mi que es-
taban más cecra del mundo oscuro
y sentia agobiabte y doloróso el
contacto con el mal.

El retorno al hogar paterno y bien-

estar era siempre redentor y gran-
dioso y yo sentia que aquello era
lo unico bello y deseable; pero la
parte de la historia que se desarro-
lla entre los malos
Una tarde en que no teíamos clase
vagaba con dos chicos cuando se
nos unio un chico mayor, más fuer-
te y brutal que nosotros, de unos
13 años alumno de la escuela e
hijo de un sastre.
Su padre era un bebedor cronico
y toda la familia tenia mala fama.
Conocia bien a Franz Kromer le
tenia miedo y no me gustaba que
se nos uniera. Bajo su mando de-
cendimos a la orilla del río junto al
puente.
Yo me sentia muy incomodo en su
compañia, sin embargo me sentia
contento de que me tratara como a
los demas. Por fin nos sentamos en
el suelo, se inicio una conversacion
y los chicos comensaron a hablar
de sus travesuras.
Yo me quede callado pero tenia
miedo de llamar la atencion con
mi silencio y llamar la atencion de
Kromer.
Despues de un rato, del puro mie-
do que tenia empecé a contar una
historia.
Invente que en un huerto serca del
molino habia robado por la noche,
con ayuda de un amigo, un saco
de manzanas de las más finas , al
termina me relato espere algunos
aplausos; al fin y acabo me habia-
dejado llevar por la fantacia. Sin
embargo los dos chicos más peque-
ños se quedaron callados y Kromer
solo se limito a preguntar si era
verdad, a lo que yo respondi que
si. Luego de eso timidamente dije
que tenia que ir a casa pero, para
mi mala suerte Kromer y yo vivia-
mos en la misma direccion haci que
no me quedo otra de otra más que
regresar a mi casa acompañado de
Kromer.
Cuando estaba a punto de llegar a
mi casa acompañado de Kromer.
Kromer me sujeto de un brazo y
me dijo que el molinero habia ofre-
sido dos marcos a cambio de infor-
macion sobre el ladron le implore
que no dijiera nada, pero la unica
forma de hacerlo era solo si me so-
metia a el, y sin tener otra opcion
lo hice sin pensarlo.
 Caín
onoci a mi salvacion de
una manera total mente
inesperada. En el colegio había in-
gresado hacía poco un nuevo alum-
no. Era el hijo de una viuda rica,
que había venido a vivir a nuestra
ciudad.
Iba a una clase superior a la mía
y tenía unos años más; pero a mí
como a todos me llamó en seguida
la atención. E l parecía mucho ma-
yor de lo que era. Entre nosotros
se movía extraño y maduro, como
un señor. No era popular, no parti-
cipaba en los juegos, únicamente
su tono seguro y decidido frente
a los profesores nos gustaba. Se
llamaba Max Demian.
Un día, como solía ocurrir en nues-
tro colegio, instaron en nuestra
clases en nuestra espaciosa aula.
Esta clase era la de Demian.
Esé día nos tocaba Historia Sagra-
da. Nos explicaban la historia de
Caín y Abel yo miraba de reojo a
Demian. En el fondo no me sim-
patizaba; al contrario, sentia algo
contra el. Pero yo me sentia obliga-
do a verlo.
Si hoy recuerdo el aspecto que te-
nía Demian entonces, puedo decir
que era diferente de todos los de-
más y que tenía una personalidad
muy definida.
Al terminar la clase, salió detrás
de mí. Cuando los demás se dis-
persaron, me alcanzó y saludó. Me
pregunto que si podiamos ii un rato
juntos a lo que yo accedi, despues
de un rato le conte donde estaba
mi casa, y para mi sorpresa el ya
sabia donde era. Me conto que le
parecia curioso un objeto que se
allaba ensima de la puerta, supuse
que se refería al escudo sobre el
portón. Timidamente le dije que no
sabia lo que era a lo que el respon-
dio ‘‘creo que es un gavilán‘‘.
Seguimos caminando. De pronto
Demian se rió.
Y comezo a hablarme sobre la clase
de hoy, sobre el relato de Caín y
me pregunto que si me gustaba.

La verdad a mi no me interesaba
pero mis nervios no me dejaron
decir eso, haci que le respondi que
me parecia interesante. Demian
solo se limito a darme unas palma-
das en le espalda y decirme que no
era necesario que fingiera, que esa
historia es muy interesante y rara
mucho más que la mayoría que se
tratan en clase.

Demian me dijo que tal vez mucho

de lo que nos decian en clase era
verdad, pero ¿si lo veiamos desde
otro punto de vista?, por que darle
una proteccion que infunde miedo
a aquel que mato a su hermano
eso le parecia raro. Pero intrigado
le pregunte ¿pero cómo vas a in-
terpretar si no la historia?

A lo que el respondio pues muy

sencillo.
 El mal Demian comenzo a explicarle a
Sinclair que si miras detenidamente

la-
a alguien puedes adivinar o ma-
nipular sus movientos o actitudes
que tomara antes de que la realice,
fue entonces cuando le explica a
Sinclair lo que habia provocado. el
cambio de sitio en la clase.
iempo despues Sin-
clair no esta muy
Demian queria cambiarse de asien-
atento a la clase, otras cosas le
to pero no sabia a donde irse y
interesan más apesar de su buena
siguio así por unos días hasta que
voluntad,un dia el profesor ha-
por fin con los hechos ocurridos
bla de Caín. Sinclair duerme, pero
confirmo que queria estar a lado de
nota como una llamada, despeja su
Sinclair por que los dos deseaban
mente y ve a Demian, que lo mira
este hecho.
desde su silla. Demin y Sinclair se
entendia por medio de gestos sin
En otra de la clases el profesor
tener la necesidad de hablar, no se
habla del “buen ladrón”. Sinclair no
mezclaban en el juego de los de-
es tan esceptico como Demian y se
más, pero a Demian le interesaba
defiende de algunas interpretacio-
el carcter de los demás, adivinaba
nes de este, un dia en la xclase de
lo que iban a hacer e incluso pare-
religión Demian le dice a Sinclair
cia que provocaba sus movimien-
que cuando un ladrón se arrepentia
tos.
era un cobarde dado a que temia
por las consecuencias de lo que
Sinclair le pregunta si de verdad
habia hecho, si en cambio el ladrón
puede mandar sobre otros, trans-
que no se arrepentia era un valien-
mitir sus pensamientos.
te ya que que nunca se arrepintio
de lo que hizo.
Despues que la mitad del mundo
era religiosa y la otra mitad era
pecadora, entonces seria mejor
crear un nuevo dios que uniera el
bien y el mal y así todo el mundo
estaria unido, le comento sobre
su idea, si acas o tendriamos que
adorar al Dios y al Demonio o si no
habria que hacerse un dios que in-
cluyera tambien al Demonio y ante
el que no hubiera que taparse la
cara cuando suceden las cosas más
naturales del mundo, estas ideas
aunque al ser un duro golpe en la
mentalidad infantil de Sinclair, le
enciende una nueva luz.

Entonces cuenta a Demian su vi-

sión de los dos mundos Este com-
prende que Sinclair esta en la linea
y le escucha con esa mirada fasci-
nante ya conocida.

Cuando Sinclair trata de alargar

más el tema, Demian opina que es
mejor no hablar demasiado.

Sinclair cambia de escuela y tiene

que irse a vivir fuera de casa, pier-
de todo contacto con Demian.
 Beatriz
ntonces al irse, la niñez
de Sinclair se derrumba,
se queda solo, se convier-
te en un chico que no se lleva con
nadie y no le va muy bien en la es-
cuela y solo se la pasa en su cuarto,
un día Sinclair que salio a dar un
paseo se encuentra con
Alfredo Beck el más grandulón de
sus compañeros, continuaron plati-
can y lo invita a tomar vino, los dos
se dirigen hacia la cantina.
Sinclair se exedio de copas hasta el
punto de perder el control de sus
actos, esto se convierte en una ru-
tina para e pero cada vez se ponen
peor las cosas, casi lo expulsan de
la escuela por no poner atencion en
clase, su papa ya no lo quiere te-
ner en casa por su conducta, pero
el sigue continuando con su vida
nocturna sin limites.
Pasa el tiempo y Sinclair ve a una
chica, pero no es capaz de hablar
con ella ni presentarse, solo queda
totalmente enamorado de aquella
hermosa mujer.
El la toma como inspiración para
seguir adelante para verla cada dia
más, como no sabia su nombre de-
cide nombrala Beatriz, el comienza
a tratar de retratar a la chica pero
ninguno de los retratos logra acer-
carse a la cara de sus amada, sin
darse cuenta cada vez los retratos
empiezan a parecer a una persona
que el conoce pero no logra recor-
dar quien es.
Un día se da cuenta que tiene un
gran parecido a su gran amigo
Demian y que nunca ha dejado de
pensar en el, Sinclair retoma las
energias comienza a salir bien en la
escuela, comienza a ser mas ex-
presivo con los demás y deja de ir
a las cantinas.
El paja- Despues al terminar la melodia el
pianista salio y sinclair lo siguio. El

ro rom-
pianista llego hasta una cantina,
entro y se sento en una esquina,
Sinclair se le acerco y le pregunto

pe el
sobre Abraxas el musico, lo llevo a
casa, y frente al fuego empezarón
a reflexionar, no quiso darle mu-
cha explicación, pero al parecer
Abraxas era un dios relacionado al
fuego.
inclair en una de sus vaca-
ciones va a visitar su pueblo Ellos se convirtieron en buenos
y se encuentra a Demian, pero casi amigos por que las platicas que te-
no platican, y no se dan la dirección nian eran muy pero muy parecidas
y donde se pueden contactar, solo a las que solia tener con Demian.
Demian saca el tema de un dios en
le cielo y el infierno de Abrxas, de Pistorius tambien sabia algunos
regreso a la universidad estuvo toda consejos y ensañansas que Demian
la clase de Filosofia antigua pensan- le habia enseñado a Sinclair.
do en ese dios, cuando el profesor
menciono Abraxas diciendo que era
un dios de una secta que encerraba
el bien y el mal, Sinclair recordo que
durante sus multiples paseos en la
ciudad recordo escuchar musica de
un piano proveniente de una capilla
y un dia que caminaba frente a la
capilla se detuvo a escuchar la bella
melodia.
La lucha Sinclair le dijo que no podia contro-
larlo que el mismo tenia que con-

de
trolarse entonces Knauer se moles-
to por que no era la respuesta que
esperaba y le dijo que era la misma
basura que todos y que tambien

Jacob
tenia sus asquerosos secretos que
algun dia seria revelados.

Sinclair en ese momento se lleno

de incomodidad pero se le quito al
llegar a casa y ver sus dibujos con
tan pofundo fevor, recordo a su
l dia siguiente Pistorius
famila, el escudo de la puerta de
habla con Sinclair de
su casa a su madre y la pintura de
sus sueños de como era
una exptraña pintura de mujer la
que estaba estudiando para ser un
cual le ocasiono tal impresión que
sacerdote y por que dejo todo, por
comenzo a pintarla, al terminar ese
que no le era grato mentir, ya que
dibujo que contenia tantos sueños
un principio se habia encomendado
lo miro fijamente por que no sabie
a Jehova mucho antes de conocer a
en quien se habia inspirado, en ese
Abraxas, Sinclair le dice que enton-
momento se pueso de rodillas y
ces hubiera sido un buen sacerdote,
ante el lo llamo madre, prostituta,
a lo que el responde diciendo que
perdida y tambien Abraxas, esa era
no, por eso seria mentir diciendo que
una lucha como la del angel Jacob.
dios era un heroe al no ser así, un
dia al salir de la escuela noto que un
Una noche Sinclair no podia dormir
muchacho llamado knauer comenzo
así que tomo su sombrero y salio
a seguirlo para pedirle consejos de
caminando como sonámbulo.
como tener una espirituailidad pura
para deja de pensar en sexo.
Parecia como si buscara algo lo
cual no sabia que era hasta que
llego al edificio de construcción su-
mido entre tinieblas, entre la cual
escucho que lo llamaban, era Kn-
auer que le pregunto como lo habia
encontrado, Sinclair le contesto que
el no lo estaba busncando, Knauer
estaba apunto de suicidarse,
Sinclair le hizo ver que lo que es-
taba apunto de hacer estaba mal y
que ese no era el camino indicado,
Sinclair lo llevo de vuelta a la ciu-
dad y lo llevo a casa.
 Eva
un dia Sinclair vuelve
al pueblo, para inves-
tigar donde vive su amigo pero no
consigue nada, en la casa donde
vivia estab habitada por una se-
ñora desconocida la cual le enseño
un album de fotos donde contenia
una de la familia Demian la cual
estaba la mujer con la que soño y
retrato que resluto ser la madre de
Demian.

Sinclair parte su viaje en busca de

Demian y de su amada su inspira-
ción buscaba el rosto de esa perso-
na llamada Eva