Está en la página 1de 13

UNA INTRODUCCION A LA NOCION DE SUJETO

ESCUELA DE PSICOLOGIA SOCIAL


“CONSTRUYENDO ALTERNATIVAS”
Prof. Daniel Gonzalez – Psicólogo Social

SEDE:

Clase Teórica

INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA
SOCIAL y Sus Orígenes

Centro Psicosocial Argentino


Asociación Civil

Personería Jurídica: 1772728 Resolución Ministerial: 01198/06


Perteneciente Al CIOBA Resolución 1204- Gobierno De La Ciudad De Buenos
Aires.
Dirección De Fortalecimiento Institucional Nº 98352427/10-
Ministerio De Trabajo Empleo Y Seguridad Social De La Nación.
Perteneciente Dirección De Capacitación Nacional Del Ministerio De Desarrollo
Social De La Nación Resolución 2832/10
Perteneciente Al (Centro Nacional De Organizaciones De La Comunidad). Del
Concejo Nacional De Políticas Sociales. Resolución: 16457. De Presidencia De La
Nación.

http:// www.escuelapsicosocial.com.ar

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 14


BIOGRAFÍA DE ENRIQUE PICHÓN RIVIÈRE

Enrique Pichón Rivière nació el 25 de junio de 1907 en Ginebra, Suiza,


siendo sus padres franceses (madre oriunda de la ciudad de Lyon y
padre oriundo de la Bretaña francesa). Su padre había tenido dos hijas
y tres varones de un primer matrimonio; al fallecer su esposa, contrajo
segundas nupcias con su cuñada, prima hermana de su mujer fallecida.
Enrique será el único nacido de este segundo matrimonio y, en
consecuencia, el más joven de la familia. Tanto Alphonse como
Joséphine -sus padres- renegaron de su origen burgués, abrazando
ideas progresistas y una actitud de rebeldía a las normas culturales de
la época; ambos eran admiradores de la poesía "rebelde" de Rimbaud y
Baudelaire, de fuertes convicciones socialistas y rechazaban el racismo y los estereotipos
machistas que predominaban en el inicio del siglo XX.

Enrique Pichón Rivière es una de las figuras significativas de nuestra cultura. Maestro de la
Psiquiatría y la Psicología Argentina, su pensamiento ha alcanzado trascendencia en Latino
América y en algunos países europeos.

Falleció en Bs. As., el 16 de julio de 1977.

SUS PRIMEROS AÑOS

En la segunda década del Siglo XX sus padres emigraron a la Argentina, instalándose


inicialmente en el Chaco y luego en Corrientes, en la ciudad de Goya.

El haber crecido en ese entrecruzamiento de culturas, costumbres, formas de pensamiento,


modalidades cotidianas de vida, lo marcó de manera particular, permitiéndole el desarrollo
de un pensamiento singularmente abierto ante la diversidad, lo heterogéneo y sus formas
de coincidencia y articulación.

A la vez, esa multiplicidad de experiencias estimuló su percepción de la relación sujeto


contexto social, lo que sería más tarde uno de los ejes de su elaboración teórica.

Tras una breve experiencia en Rosario, cursó la carrera de medicina en la Universidad de


Buenos Aires, mostrando desde el comienzo de su formación un intenso interés por la
problemática de la patología mental.

Según relatan sus contemporáneos, entre ellos el Dr. Jorg. Jefe de laboratorio del Dr. Mazza,
uno de los descubridores del mal de Chagasdesde su más temprana juventud Enrique
Pichón Rivière se destacaba por su compromiso incansable en la investigación de las
distintas formas de comportamiento humano.

Esto es reafirmado por él en el mencionado prólogo a su obra Del psicoanálisis a la psicología


social, publicada en 1971 cuando sostiene: “…la trayectoria de mi tarea puede

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 15


describirse como la indagación de la estructura y sentido de la conducta, en la que surgió el
descubrimiento de su índole social”… O cuando comenta: ... “mi búsqueda ha sido saber del
hombre y en particular saber de la tristeza”... ya que supone que las pérdidas y la estructura
depresiva que ellas pueden configurar, se convierten en una situación básica operante en la
génesis de la enfermedad mental.

Esa búsqueda lo orientó desde el comienzo hacia el pensamiento psicoanalítico, el que en un


período de estancamiento en el desarrollo de la psiquiatría, aportará elementos claves para
la comprensión de la vida psíquica.

Enrique Pichón Rivière fue uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica Argentina,
y maestro de generaciones de terapeutas e investigadores, que luego brillaron por su
práctica y elaboración teórica.

Sería muy parcial una referencia a Enrique Pichón Rivière, que no lo mostrara en la riqueza
de campos que fueron objeto de su interés y su hacer. Por Ej. El análisis de la vida
cotidiana, que esbozado en su infancia, desarrollará luego a partir de su amistad y trabajo
compartido con Roberto Arlt en este aspecto su maestro y que se convertiría, más tarde y a
partir de su tarea terapéutica, en uno de los ejes de su concepción de la psicología como
esencialmente social.

ARTE Y CREACIÓN

Fue destacado su interés por el arte y el proceso creador, que lo impulsará a investigar la
obra de Picasso, Van Gogh, Artaud, Rimbaud y particularmente la del inspirador del
surrealismo, Isidoro Duccase, autor de Los Cantos de Maldoror.

Esa inquietud estética de Enrique Pichón Rivière, que se expresará en su profundo análisis
de la dialéctica que se despliega entre lo siniestro y lo maravilloso en la creación, le ganaron
el respeto y reconocimiento intelectual de figuras del surrealismo, particularmente de André
Breton, a la vez que su trabajo terapéutico con artistas de nuestro medio lo llevaron a la
comprensión de aconteceres claves en el proceso creador, así como de las vicisitudes,
consientes e inconscientes, del aprendizaje y el descubrimiento.

En estas producciones subjetivas se da con distintas modalidades una contradicción y un


interjuego entre lo que se vive fantaseado e inconscientemente como destruido o como
carencia, y los procesos reparatorios, por los que se recrea, se da nueva vida a lo dañado,
resinificándose así el mundo y el propio sujeto, quien se transforma en tanto transforma la
realidad...

Por ese interés en el arte, la creación y la innovación su casa fue, en más de una ocasión,
espacio de exposición y ámbito de debate de movimientos de vanguardia, como la del
Grupo Madi, el que fundaran, entre otros, el escultor Gyula Kosice, y el pintor Arden Quin.

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 16


Muchos artistas argentinos, particularmente plásticos y literatos, fueron integrantes de su
círculo de relaciones.

Un ejemplo de ello fue la afectuosa amistad que lo unió con el pintor Juan Batlle Planas.
Asimismo trabajó en grupos de reflexión con actores y directores de teatro.

Sus charlas en Ver y Estimar, institución que alcanzó gran relevancia cultural a lo largo de
varias décadas, convocaban a un numeroso público interesado por sus originales
apreciaciones sobre el arte.

Son también significativas, en este tema, conferencias en galerías, museos de bellas artes,
así como sus artículos publicados en prestigiosos medios de nuestro país y del extranjero.

Aunque sin duda entre todas esas actividades, Enrique Pichón Rivière valoraba
especialmente su conferencia en el Café Le Blanc, en Paris organizada por André Breton y
destinada al grupo surrealista, que tenía allí su lugar de encuentro, como el “Flore” lo fue
para Sartre, Beauvoir y otros existencialistas.

A su vez, si bien su producción como creador se plasma en la elaboración de una


concepción psicológica en la que define al sujeto y su vida psíquica como esencialmente
social., Enrique Pichón Rivière transitó brevemente por la poesía, a la vez utilizaba el
collage, como un instrumento de particular riqueza comunicacional, en la que la diversidad
de elementos y su unidad interna, hacían a la riqueza del mensaje.

UN PENSADOR DEL SIGLO XX

La particularidad de su historia vital, la multiplicidad de experiencias culturales y las


situaciones contrastantes que tránsito, hicieron de él un pensador singularmente abierto a
la diversidad de campos de conocimiento. Se perfiló desde su primera juventud como un
sujeto dotado de una particular sensibilidad a los procesos revolucionarios, a las
innovaciones y vicisitudes que en la vida política, en la ciencia, en lo estético y en los
movimientos sociales marcaron intensamente al Siglo XX.

De allí esa condición de apasionado investigador, capaz de trabajar profundidades, no


descuidando nunca la búsqueda de comprensión de lo aparentemente más banal, en lo que
exploraba creativamente, hasta encontrar su sentido oculto. Por ello, como hemos dicho, su
obra en sus múltiples aspectos se inscribe en esa vasta corriente de pensamiento que se
denomina Crítica de la vida cotidiana, que tiene como figura dominante a H. Lefevbre. Esta
corriente emerge en la década del 40, para oscurecerse a partir de los 80 y adquirir nueva
potencia y desarrollo en los últimos años.

PASOS HACIA LA PSICOLOGÍA SOCIAL

Enrique Pichon Rivière no fue un pensador en una sola disciplina, ni un terapeuta

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 17


encerrado en un consultorio. Desde el comienzo, aun antes de recibirse, trabajó en
instituciones psiquiátricas, particularmente en el entonces Hospicio de las Mercedes, hoy
Hospital Borda. Fue en ese periodo que se intensificaron para Enrique Pichon Rivière
interrogantes que

orientarían, más tarde y en forma definitiva, las ideas centrales de un a elaboración


conceptual a la que define como Psicología Social.

¿Por qué afirmará Enrique Pichon Rivière en el año 1965 que “toda psicología, en sentido
estricto es social”? ¿Por qué titula, al conjunto de su obra, que publica en 1971, Del
psicoanálisis a la Psicología Social?

Ese título habla de un pasaje, más aun, de la redefinición de un marco teórico, de la


construcción de un nuevo esquema conceptual, referencial y operativo, con un cambio
sustancial de perspectiva en el análisis del acontecer subjetivo

Para comprender el pensamiento de Enrique Pichón Rivière es necesario recorrer ese


pasaje, analizar prácticas que le plantearon preguntas fundamentales y cuya respuesta lo
llevó a la elaboración de lo que hoy conocemos como Psicología Social Pichoniana.

EL TRABAJO EN EL HOSPITAL PSIQUIÁTRICO

Hemos hecho referencia a su tarea en instituciones psiquiátricas, públicas y privadas. Una


de sus primeras experiencias se desarrolla en el Asilo de Torres. Allí, trabajando con niños y
adolescentes que padecían de retardo mental, Enrique Pichón Rivière observó que entre los
pacientes internados, las patologías de unos, tenían una definida causalidad orgánica. En
tanto otros carecían de esa característica; eran sujetos físicamente armoniosos, con
capacidad para la música, y el desarrollo de muchas habilidades. A la vez que también
evidenciaban un retraso intelectual. Investigando a estos pacientes, constató que los grupos
familiares de los que provenían presentaban características relativamente comunes, en
particular un tipo de relación de intensa sobreprotección del niño o joven denominado “con
dificultades” y que eso se había dado desde su temprana infancia.

A estos pacientes los denominó oligotímicos y trabajó con ellos en la posibilidad de


desarrollo de distintos tipos de aprendizaje, así como el efecto terapéutico e integrador del
juego grupal, en este caso el fútbol, una de sus grandes pasiones.

La experiencia desplegada en el Asilo de Torres dejó en Enrique Pichón Rivière una


inquietud, entonces no tenida en cuenta en los medios psiquiátricos, acerca del rol del
grupo familiar en el desarrollo de ciertas patologías. (Hablamos de las décadas del 40 50).

Esa inquietud se profundizará, y se transformará en indagación sistemática, en la práctica


realizada en el Hospicio de las Mercedes, tanto desde su rol de jefe del servicio de admisión,

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 18


como desde el servicio de adolescentes denominado de la Edad Juvenil, que el creara.

Este último se convirtió en un espacio de formación de psicoterapeutas, no sólo de distintas


partes de Argentina, sino de diversos países de Latinoamérica, ya que se lo consideraba un
servicio modelo, por la calidad de su director y de los docentes que en el colaboraban, entre
los que se contaban, quien entonces era su esposa, Arminda Aberastury, David. Liberman y
otras importantes figuras del psicoanálisis. Contaba a la vez con la cooperación de artistas
como Batlle Planas, Grete Stern y otros, que desde lo creativo se articulaban en la tarea

terapéutica. Su práctica en el Hospicio ahondó interrogantes acerca de la relación entre


procesos interacciónales, estructura y dinámica del grupo familiar y la dialéctica salud
enfermedad.

Este tema, tan profundamente ligado a su pensamiento y a su práctica, será desarrollado en


esta biografía que es, a la vez e inevitablemente, una exposición acerca de su obra.

En el contacto con la institución manicomial pudo visualizar situaciones de aislamiento,


abandonismo médico y familiar. Constatando lo que luego fuera analizado por Foucault: el
carácter de depósito que cumplía esa supuesta institución de salud.

En ella se efectiviza la segregación del paciente mental. Allí recluye y castiga socialmente a
un padecimiento estigmatizado como lo siniestro, lo que debe ser desterrado de la vida social
y familiar.

Otro hecho que movilizó la investigación de Enrique Pichón Rivière fue la problemática del
desarraigo. Muchos de los internados eran inmigrantes extranjeros o del interior del país,
que no habían podido adaptarse a las nuevas condiciones de vida, y al dolor de verse
arrancado de sus raíces y en soledad, condenados al aislamiento.

Eso lo afirmará en la indagación tanto de la incidencia del contexto en el sujeto como del
lugar de la pérdida, de los duelos no elaborados en la génesis de la patología mental.

Es esta práctica la que le mostrará la centralidad, en la tarea terapéutica, de la comprensión


de los procesos vinculares, familiares, grupales, que constituyen escenarios de la
experiencia humana.

A la vez le planteará la necesidad de encarar, en forma conjunta con los pacientes y su


grupo familiar, la transformación de esas realidades, de esas estructuras previas y dolorosas
de relación. Se abocará entonces a la cuestión de las modalidades operativas necesitadas
para dicha comprensión y transformación.

A la vez, y para enfrentar en alguna medida el abandonismo médico, que se sumaba al


familiar, Enrique Pichón Rivière trabajó grupalmente con los enfermeros, quienes tenían
contacto cotidiano con los pacientes y un notable conocimiento empírico.

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 19


Ese conocimiento necesitaba elementos teóricos para conceptualizarse, lo que aportaba
Pichón, a la vez que recibía un inmenso bagaje de experiencia.

Él solía decir, “con ellos enseñé, pero sobre todo aprendí psiquiatría”.

Con esto delineaba Enrique Pichón Rivière su idea de enseñaje, del aprendizaje como un
proceso unitario, como diálogo e intercambio en que los roles del que enseña y el que
aprende se van alternando, ya que se valora la diversidad de saberes, lo que aporta una
experiencia, una pregunta, un concepto, como caminos de conocimiento.

Toda su vida, como terapeuta, como docente, como investigador se guío por esta idea de la
unidad del enseñar y el aprender, de la validez de los saberes de cada sujeto, de la
indisoluble relación entre la teoría y la práctica.

Esto nos dice de un posicionamiento ideológico, coherente con una concepción de sujeto, y
del conocimiento, la que será uno de los fundamentos de la Psicología Social.

GRUPO FAMILIAR: SALUD Y ENFERMEDAD

El llegar a establecer relación entre el proceso del enfermarse y el acontecer del grupo
familiar del paciente constituye hito en el pensamiento de Enrique Pichón Rivière.

Una de sus prácticas más significativas y fecundas, que instalaron en él interrogantes y


delinearon respuestas a esas preguntas, surgieron en el desempeño de sus funciones como
jefe del servicio de admisión, y poco tiempo más tarde, en la creación y dirección del ya
mencionado servicio de la Edad Juvenil.

La tarea de admisión enfrenta al terapeuta con la situación de urgencia psiquiátrica, es


decir, con la eclosión de la crisis del paciente, que se recorta en una relación figura – fondo
con su contexto inmediato.

Lo que Enrique Pichón Rivière observaba eran las formas de llegada a la situación de
internación. El paciente era traído por miembros del grupo familiar, por los vecinos, por la
policía. En los dos últimos casos, ¿qué ocurría? ¿Existía ese grupo familiar? ¿Cuál era el lazo
del paciente con los otros miembros del mismo? Pero lo más rico en información resultaba
obviamente la internación efectuada por la familia. Porque un paciente en crisis, implicaba a
la vez una familia profundamente conmocionada. También en crisis. Lo más manifiesto de
ese momento eran las vivencias y desorganización que desencadenaban en ese grupo la
enfermedad de algunos de sus miembros. Pero en el diálogo que se daba espontáneamente
surgían datos, referencias, inculpaciones recíprocas, definiciones de situación, asunción de
roles que remitían a otros aspectos del acontecer familiar, y que decían de la preexistencia
de la situación crítica. A la vez que develaba ciertas formas de la internalización recíproca,
el argumento familiar, la significación de cada uno para el otro en ese grupo. Procesos todos
estos, de naturaleza inconsciente, que adquirían cierto grado de transparencia en ese
proceso de desestructuración, propio de la situación de crisis A partir del contacto

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 20


espontáneo con la familia, y de estas hipótesis que se delineaban, Enrique Pichon Rivière
instaló una modalidad de abordaje, un encuadre que consistía en sesiones con el paciente y
a la vez reuniones con el grupo familiar, habitualmente con la presencia del paciente. En el
abordaje individual de éste, que Enrique Pichón Rivière realizaba desde su marco
psicoanalítico, trabajaba en la exploración de la estructura y dinámica del mundo interno
de ese sujeto, sus formas de interpretación de la realidad. Y lo hacía a partir del análisis de
la transferencia, la que definirá más tarde no solo como actualización en el aquí y ahora, de
una relación del pasado,

sino como la puesta en escena de un juego de roles inscripto en el mundo interno, lo que
remite a una dramática interna. Hasta aquí la instrumentación de la comprensión
psicoanalítica. Pero a la vez aparecen ya elementos que orientarán una redefinición
conceptual significativa. El trabajo con el grupo familiar permitía observar un ínter juego de
relaciones, registrar lo que surgía en el diálogo, las actitudes, las formas de presencia y
ausencia de sus integrantes A través de estos hechos se hacían crecientemente manifiestos
procesos de los que se podía inferir relaciones de causalidad, no lineal, sino dialéctica y
compleja, entre el acontecer del mundo interno del paciente y las vicisitudes relacionales
del grupo familiar. En ellas estaba también implicado el mundo interno de cada integrante
y su visión y significación de dicho grupo y la diversidad de formas de compartirla con los
otros miembros el mismo.

FAMILIA: MUNDO EXTERNO Y GRUPO INTERNO

Enrique Pichón Rivière elaboró entonces la hipótesis de que esa interpretación de la


realidad, ese delirio, ese tipo de conducta que había llevado a la internación, y antes a la
patología, tenía, entre sus condiciones de producción, la interacción que se daba en el
interior de esa trama familiar. Surge allí su primera caracterización del paciente como
emergente del grupo familiar. Para Enrique Pichón Rivière, el paciente, en el proceso del
enfermarse denuncia la situación imperante en el grupo familiar

Esa denuncia es inconsciente y ciega. Dice de los montos de ansiedad, de la conflictiva, de la


imposibilidad de visualizarla y resolverla, de la pérdida de la tarea, del destino de
frustración de las necesidades de los integrantes, de la falta de continencia. Aun así, en la
dialéctica salud enfermedad, que recorre al paciente como al grupo familiar, éste puede,
muchas veces, tener ciertas percepciones ajustadas de lo que ocurre, aunque esto no pueda
ser procesado por el sujeto en un aprendizaje, en una adaptación activa y transformante de
la realidad. El padecimiento lo conduce a refugiarse en la estereotipia, la rigidización de sus
mecanismos defensivos, lo que lleva a la ruptura con una realidad que no se tolera.

CONCEPTO DE EMERGENTE. PORTAVOZ

Años más tarde, Enrique Pichón Rivière rectificará la caracterización del paciente como
emergente, y dirá que es la enfermedad lo que emerge, como quiebre de lo previo, como
cualidad nueva, en una interacción patogénica. El paciente es visualizado entonces como
portavoz a partir del cual se muestra ese acontecer, aunque, si bien Enrique Pichón Rivière
no lo tematizó específicamente, el análisis de los distintos roles que se juegan en el grupo

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 21


familiar, en esta circunstancia, remiten a la existencia de distintos portavoces que
expresaran diversos aspectos del complejo acontecer grupal- familiar. Por ej. Unos serán
líderes de la depositación masiva, de movimientos de segregación, otros tienen una
percepción más clara de la conflictiva y de que el lugar del paciente se relaciona con la
misma, en un ínter juego de adjudicaciones y asunciones de rol. Intensas ansiedades y
padecimiento implican y recorren, con matices particulares, a todos los integrantes.

GRUPO FAMILIAR: CRISIS Y PATOLOGÍA

¿Qué es observable en un grupo familiar en crisis, ante la emergencia evidente de una


patología en alguno de sus integrantes? En primer término trastornos significativos de la
comunicación, malentendido y sobreentendido. En este plano Enrique Pichón Rivière
consideraba de particular importancia la existencia de los denominados secretos familiares
.El “secreto o misterio familiar” hace referencia a hechos, que más allá de su significación
objetiva, se transforman para algunos miembros, en algo peligroso, vergonzante, o
terrorífico, que debe ser acallado a cualquier precio. A partir de allí se instalan subgrupos:
los conocedores del secreto que tienden a instalar una zona de exclusión en torno a
cualquier situación que pueda tener relación con él mismo. Por otro lado están los que
intuyen o registran inconscientemente la presencia de lo oculto, siendo ese registro un
motivo de perturbación. Como hemos dicho, la situación básica del padecimiento familiar y
las conductas que en él se desarrollan es un alto monto de ansiedad que por momentos se
hace incontrolable y pone, real o fantaseadamente, a los integrantes al borde del caos. Las
conductas defensivas que suelen darse son alianzas, conspiraciones, negación, proyecciones
masivas. Cuando esa proyección masiva se instala, se delinea la situación del portavoz, que
por su propia conflictiva, por situaciones de ambivalencia no elaboradas, tiende a hacerse
cargo de esa ansiedad y enferma. “Por amor y de odio”, dice Enrique Pichón Rivière,
caracterizando a la locura como “la expresión de nuestra incapacidad de tolerar cierto
monto de sufrimiento”.

Cuando la patología estalla, puede darse a continuidad de la proyección masiva


habitualmente liderada por un integrante quizás el más frágil del grupo la construcción de
un mecanismo de seguridad patológico, a nivel grupal familiar. Este consiste en la
depositación masiva de los aspectos atemorizantes, dolorosos, negativos, que recorren a los
integrantes del grupo, en aquel que asume el rol de portavoz. Tiende entonces a configurarse
un proceso de segregación, fantaseado exorcismo de las ansiedades y padecimientos que
recorren ese campo grupal. Según Enrique Pichón Rivière, hacen al núcleo de esas
ansiedades situaciones de duelo no elaboradas, que se corresponden con pérdidas que ese
grupo familiar ha experimentado, y que no ha podido reparar, ni procesar, a veces en más
de una generación Esa situación instalada se incrementa en sus efectos patogénicos en una
interacción en las que todos y cada uno podrían definirse como víctimas y victimarios.
Utilizamos el término victimización para negarlo. En la psiquiatría clásica esa era en gran
medida la concepción del impacto de la enfermedad en el grupo familiar. Desde la misma la
familia era víctima del paciente. Era la familia la que sufría la desgracia. El paciente era

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 22


considerado en gran medida, un verdugo, agresor...o en el mejor de los casos causante de tan
profunda perturbación. Luego se dieron versiones inversas, pero quizás igualmente
disociadas. Me refiero a aquella en que la familia aparece victimizando al paciente. De
hecho, en la complejidad de esa interrelación, el padecimiento los recorre a todos y cada
uno, desarrollándose distintas modalidades de defensa.

Grupo Familiar: Un instrumento terapéutico

Sin embargo, en esa estructura de relaciones puede darse una transformación radical, en
tanto los integrantes de ese grupo familiar, analizándose, tomando conciencia de su
conflictiva y su historia, pueden ir trabajando las ansiedades que los convulsionan,
modificando el carácter patogénico de los vínculos, movilizando roles y aspectos
estereotipados de relación, creciendo en comunicación, aprendizaje y sostén recíproco. En
esta tarea, que no se da sin sufrimiento, pero que implica un dolor mucho menor que aquel
en que se hallan sumergidos, los miembros del grupo familiar pueden construir y transitar
un camino hacia la salud. Enrique Pichón Rivière comentaba que trabajaba en y con el
grupo familiar para que este se convirtiera en una empresa al servicio de la salud,
recuperando su tarea, su continencia y su operatividad perdida.

DEL PSICOANÁLISIS A LA PSICOLOGÍA SOCIAL

A partir básicamente de estas experiencias en el ámbito de la relación salud / enfermedad /


dinámica familiar. Enrique Pichón Rivière irá realizando un cambio de posicionamiento, de
perspectiva en la comprensión del sujeto. Focalizará entonces lo interrelacional, la
interacción como proceso central en la constitución de la subjetividad, en sus dos planos, la
intersubjetividad y la intrasubjetividad.

Este nuevo posicionamiento lo conducirá –en un camino con vicisitudes a la elaboración de


un concepto fundamental en la psicología social. Nos referimos al concepto de vínculo, que
marcará, en un momento, el pasaje del lugar teórico del Psicoanálisis al de una Psicología
definida como Social. Este reposicionamiento se da en tanto se modifica en la búsqueda de
comprender al sujeto y su conducta el objeto de conocimiento e investigación. Esta ya no
estará centrada en la exploración del inconsciente, tarea que se plantea la teoría y práctica
psicoanalítica, sin dejar de lado en su análisis el ínter juego entre procesos consientes e
inconscientes, pasa a un primer plano la indagación del vínculo, como unidad básica de
abordaje y comprensión del sujeto y su ser en una dialéctica permanente entre
intersubjetividad/intrasubjetividad

INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA SOCIAL

A. OBJETIVOS GENERALES

El principal objetivo es ofrecer a los alumnos los contenidos básicos de la asignatura

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 23


mediante el conocimiento de la teoría, conceptos, métodos e investigaciones empíricas de la
Psicología Social. Paralelamente, se pretende desarrollar en los alumnos una nueva forma
de enfocar los temas de estudio, una perspectiva desde la que observar y analizar la
realidad, la perspectiva psicosocial, que les permitirá aplicar más tarde lo aprendido en el
ejercicio futuro de su profesión.

B. PREPARACIÓN DE LA ASIGNATURA

Básicamente, la asignatura puede prepararse por cualquier texto de los manuales


mencionados en la bibliografía. Los contenidos teóricos de cada tema pueden completarse
con las explicaciones dadas en clase, en donde se resaltarán los puntos clave.

C. PROGRAMA DE PRÁCTICAS

OBJETIVOS

Las prácticas se conciben como un complemento aplicado para la formación del alumno, con
ánimo de reforzar las habilidades técnicas y profesionales de los estudiantes de
Psicopedagogía. Las prácticas sirven asimismo para que el alumno comprenda mejor los
conceptos básicos y aplicados de la asignatura, a través de actividades que despierten su
interés y le haga reflexionar sobre la utilidad y aplicación de la Psicología Social en su
campo de especialización.

ACTIVIDADES

1. Prácticas presenciales

Se propone un primer conjunto de prácticas, a ser desarrolladas completamente en el horario


de clases prácticas de la asignatura. Cada práctica concreta se identifica con alguno de los
temas teóricos del programa de la asignatura. El contenido de las prácticas se detalla a
continuación.

2. Trabajo de grupo

Las prácticas presenciales se complementan con un trabajo de campo directamente


relacionado con el tema XII del programa teórico, que ha sido creado como tema peculiar
para los alumnos de psicopedagogía.

Básicamente, los pasos del trabajo son:

Presentación de la práctica por parte del profesor (objetivos, actividades, sistema de


evaluación, etc.).

1. Consulta de material bibliográfico para afrontar las actividades de la práctica.


El alumno debe complementar las sugerencias bibliográficas del profesor con la

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 24


consulta de las pertinentes bases de datos, material de biblioteca, material de
hemeroteca, etc.

2. Investigación fuera del aula. El grupo de alumnos aplica un diseño de


investigación previamente discutido con el profesor, y recoge los datos empíricos
correspondientes.

3. Análisis de datos. Los datos empíricos son tabulados y analizados siguiendo la


metodología que mejor convenga en cada caso.

4. Redacción del informe. El resultado de la práctica es la preparación de un


informe exhaustivo de investigación, siguiendo la estructura tradicional de este tipo
de trabajos.

5. Puesta en común en el aula. Finalmente, todos los grupos de trabajo presentan


públicamente sus informes ante el resto de los compañeros de clase.

DINÁMICA DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA

1. Prácticas presenciales

La asistencia del alumno a las clases prácticas es obligatoria en este caso. En primer lugar, el
profesor propone la temática de la actividad práctica específica que se trate. Posteriormente,
se abre un turno de discusión al respecto, en el que los alumnos tienen ocasión de mostrar
sus opiniones, de tal modo que el profesor pueda corregir errores de concepto o de
comprensión. En una siguiente fase, los alumnos realizan la actividad que se sugiere en la
práctica. Por último, los alumnos exponen los resultados de su reflexión, abriéndose un
turno de discusión que el profesor aprovecha para corregir errores, y realizar sugerencias
sobre la importancia del contenido de la práctica.

En total, la realización de cada una de las prácticas puede durar entre una y dos horas dentro
del horario de prácticas. De este modo, quedan suficientes horas para la realización del
trabajo de campo.

2. Trabajo de campo

El trabajo de campo se establece como una práctica tutorizada. Dadas las características de la
tarea a realizar, la práctica se desarrolla dentro del horario de las clases prácticas, y se
complementa en el horario de tutorías del profesor, y en horas que el grupo de prácticas
pueda necesitar con independencia de éstas.

El trabajo se realiza en grupos reducidos (entre tres y cinco alumnos por grupo), establecidos
el día de la presentación en clase de la práctica. Una vez realizada la presentación, el resto
de horas prácticas presenciales se utilizan como actividad tutorizada, de tal modo que el
profesor tiene ocasión de realizar sugerencias generales a la clase, así como de reunirse y
tratar con cada grupo de alumnos acerca de los problemas y dificultades que se les
plantean. Se reservan dos horas últimas presenciales para realizar la puesta en común de

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 25


todos los grupos de trabajo.

SISTEMA DE EVALUACIÓN

La nota final del alumno tiene en cuenta la evaluación de las dos partes de la asignatura
(teoría y prácticas), siendo obligatorio superar satisfactoriamente ambas para aprobarla. En
general, la nota final se haya tras ponderar las notas de ambas partes, aproximadamente a
razón de 70% la parte teórica y 30% la parte práctica. En concreto, se valorará de la
siguiente manera.

1. Programa de teoría. Examen que consta de preguntas tipo test, que versarán todas
ellas sobre el temario, lo expuesto en clase, la bibliografía recomendada, ampliaciones
de temas, etc.

2. Programa de prácticas. La calificación de las dos partes de las prácticas vendrá


dada por la calidad de la elaboración de las pautas, destacando la claridad expositiva,
el nivel de profundización, la originalidad, etc., pudiendo aportarse críticas
fundamentadas si se estima oportuno.

La Psicología Social es una ciecia empírica en constante crecimiento, gracias a la


inclusión de diferentes conceptos extraídos de revolucionarios tales como:
Sigmund Freud, Carl Gustav Jung, Jacques Lacan, Melanie Klein, Fritz Perls,
Carl Rogers, Jean Piaget, Abraham Maslow, Erich Fromm, Kurt Lewin, Virginia
Satir, Iván Pavlov, Erik Berne y Enrique Pichón Riviere. Además de otros
pensadores innovadores como John Grinder (lingüista) y Richard Bandler
(terapeuta en Gestalt), Jacob Levi Moreno (Psicodrama) y Paulo Freire
(Educación Popular).

Cada uno de ustedes son el futuro de esta profesión, que juntos tenemos la
responsabilidad de hacerla crecer, convirtiéndonos en agentes de cambio!

Escuela de Psicología Social “Construyendo Alternativa” 26

También podría gustarte