Está en la página 1de 2

ANTE LOS DESASTRES NATURALES, RESPONSABILIDAD POLÍTICA Y

SOLIDARIDAD SOCIAL.
Literalmente en el Perú, hoy, nos llueve sobre mojado. Además de una crisis
política marcada por la muerte de más de 60 peruanos y peruanas, quienes
exigían y defendían su derecho político a tener un gobierno legítimo, que
represente realmente al Perú, hoy nos caen lluvias que, lejos de ser
bienvenidas para la agricultura y ganadería, traen muerte y destrucción a los
pueblos peruanos. Hasta ayer ya se contaban más 61 muertos y más de 12 mil
damnificados/as en el país. Realmente, nuestro país está marcado por una
mala racha. Y los gobiernos de turno y los políticos no hacen más que hacerse
los tontos/as. No dejemos que la desesperanza crezca más y más. Quiero
plantear tres reflexiones al respecto.
1. La historia de los desastres naturales se repite. Y se repetirá miles de veces
como un eterno retorno del cual aprendemos tan poco. La naturaleza nos
ha dado un margen de cinco años para que, con conocimiento de causas,
prevenir desastres humanos a través del ordenamiento territorial rural y
urbano; mediante la construcción de infraestructura que disminuya el
impacto de las lluvias en las poblaciones vulnerables; y con una población
educada para responder con prontitud frente a los desastres naturales.
Nada de eso. La Autoridad para la reconstrucción con Cambio se convirtió
más bien en una fuente de corrupción y viveza para miles de funcionarios
puestos por cada gobierno de turno. Miles de soles echados al agua.
2. ¿Qué hacen las autoridades? Poco o nada. Con la lluvia ya encima, de
nada vale lo que se pueda hacer hoy. Una vez más nuestros gobernantes
han mostrado que no resuelven problemas. Que los estados de emergencia
sólo sirven para incrementar la corrupción. Demandamos autoridades más
creativas. El reclamo también se hace extensivo a la academia, a las
universidades, a los centros de la ciencia. Nuestras ciudades tienen
problemas de ingeniería, ciudades como Piura sin drenajes, con lagunas en
varios sectores de la ciudad, incluso en avenidas construidas
recientemente. Las universidades deben promover la investigación sobre el
territorio regional. El conocimiento científico del territorio deberías impulsar
infraestructura acorde al clima regional.
3. Finalmente, estos momentos límites de crisis exigen de nosotros/as las
peruanas una ciudadanía empática y solidaria. No dejar al otro peruano/a
sólo/a frente al desastre natural. Podemos apoyar organizadamente con
cosas materiales, víveres, dinero, o ayuda en la reconstrucción de
viviendas. Canalizar esas ayudas a través de instituciones que generan
confianza de modo que los aportes vayan realmente a la población que la
necesita. Cada ciudadano puede movilizar a sus vecinos/as a poner un
granito de arena para alguien que realmente hoy lo necesita. Desde radio
Cutivalú promovemos la solidaridad ciudadana en favor de aquellas familias
que lo han perdido todo, algunas incluso han perdido familiares. Estos
desastres deben sacar lo mejor de nuestra persona: la empatía y la
solidaridad con el más vulnerable. No esperemos que las autoridades nos
digan qué hacer. Ojalá ellas asumieran su responsabilidad política frente la
falta de previsión.

También podría gustarte