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HABILIDADES SOCIALES 1
UNIDAD DIDÁCTICA 5
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
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1.- Introducción. 3
Bibliografía. 13
Otras definiciones se refieren a ellos como “aquel estado de tensión que surge entre dos
o más partes porque tienen intereses iguales, diferentes u opuestos sobre alguien o sobre algo,
que ven difícilmente compatible o compartible con equidad entre ellos.
¿Por qué la mayoría de las personas rechazan el conflicto? La propia palabra “conflicto”
lleva a la equivoca idea de algo negativo, pero ninguna definición formal lo describe como
negativo o positivo. Para muchas personas, la palabra conflicto en sí se asocia a ira, odio y a
previsión de experiencias desagradables o perjudiciales. Sin embargo, un conflicto no
necesariamente tiene que ser negativo. Tampoco se debe confundir conflicto con “violencia”;
ésta se ha de entender como una señal de que el conflicto se está resolviendo de manera
inadecuada, y de que existe una ruptura en las negociaciones y entendimientos entre las
personas. En conclusión: Los conflictos solo serán negativos si se resuelven negativamente.
Según la relación. -
Intrapersonales o individuales. -
Estos conflictos son de origen interno (valores, circunstancias íntimas, etc.). Suelen
generar ansiedad, inestabilidad o desequilibrio y, cuando se mantienen cierto tiempo, pueden
causar estrés o trastornos psicológicos.
- Frustración: Cuando las personas fracasan al obtener alguna meta propuesta suelen
reaccionar con conductas defensivas.
- Conflicto de intereses: Las motivaciones personales que operan al mismo tiempo pueden
llegar a ser incompatibles:
· Atracción-atracción: Cuando todas las alternativas son igualmente atractivas, pero sólo
se puede optar por una. El conflicto se crea precisamente porque sólo se puede elegir
una alternativa positiva. Por ejemplo, una persona sólo tiene dinero para comprar un
libro, pero le gustan dos.
· Evitación-evitación: Cuando se enfrentan dos opciones desfavorables, pero se debe
optar por una de ellas. Por ejemplo, quedarse a estudiar para un examen y no salir por
la noche; o bien, salir por la noche y suspender el examen.
· Atracción-evitación: Cuando una misma opción posee cualidades positivas y negativas a
la vez. La persona desea lograr ciertas metas, pero no quedará libre de cierto daño, ya
que se encontrará ante una situación de atracción seguida por el deseo de evitarla. Por
ejemplo, cuando se hace una dieta para adelgazar y se es invitado a una suculenta cena
de compromiso social.
- El conflicto de roles o papeles: Todas las personas tienen varios roles o patrones de
conducta esperados. En algunos casos estos roles esperados se contradicen con los que se
percibe de esta persona o con sus actuaciones. Por ejemplo, cuando las normas de una
organización son ambiguas, el rol actuado puede resultar muy diferente al esperado y
generar conflicto.
Intergrupal: Ocurre entre distintos grupos, por ejemplo, dentro de una misma organización,
como puede ser entre distintos departamentos.
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Resultados funcionales:
Un conflicto es funcional (o tiene resultados funcionales) cuando apoya las metas del
grupo y mejora su desempeño, por ejemplo estimulando la calidad de decisiones, creatividad,
interés entre los miembros, etc. Puede incluso dar lugar a problemas y liberar tensiones por
producirse un ambiente de autoevaluación y cambio. Como consecuencia, aumenta la calidad
en la toma de decisiones. Ante un problema determinado se suele poner en duda el
funcionamiento vigente de las cosas (situación actual) y ello provoca la creación de ideas
nuevas, de reevaluación de los objetivos, de las actividades, etc., estimulando al grupo hacia su
mejora.
Resultados disfuncionales:
Un grupo que no tenga conflictos de ningún tipo o que tenga un grado demasiado alto de
ellos verá obstaculizadas sus metas. Un nivel deasiado bajo de conflictividad en el grupo puede
producir estancamiento por falta de motivación, interés, etc. Sin embargo, un grado excesivo de
conflicto puede poner en peligro la eficacia del grupo disminuyendo la satisfacción de los
miembros y repercutiendo en la productividad.
Como conclusión, el nivel óptimo de conflicto es aquel en que hay suficientes diferencias
para impedir el estancamiento, estimular la creatividad, permitir la liberación de tensiones y
apuntar al cambio.
Cada persona aborda los conflictos de una manera determinada. En muchas ocasiones,
los conflictos externos reflejan los problemas internos que no se han resuelto adecuadamente.
Además, quienes viven el conflicto como algo negativo suele optar por alguna de las conductas
siguientes (que no suelen ni resolver la situación, ni conseguir que la persona se sienta mejor):
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Ignorar o evitar los conflictos: El conflicto puede hacer que algunas personas repriman
sus reacciones emocionales y tomen otros caminos, evitando la situación o abandonándola,
casi siempre por desconocimiento de la forma de afrontar el conflicto. Puede incluso quedar
la sensación de haber dejado algo a medias. Además, al evitar el conflicto puede provocar
cierto alivio, pero pasado un tiempo, el conflicto podría reaparecer de una forma más grave.
Demorar la situación: Esta conducta no lleva a ninguna parte. Puede tener las mismas
consecuencias que la situación anterior, alargando incluso el malestar, agravando el
problema, etc.
Enfrentarse al conflicto:
Cada una de las partes de un conflicto debe definir el propio conflicto (¿cuál es el
conflicto en sí?; ¿en qué consiste el conflicto?) y delimitar claramente las diferentes posiciones
e intereses tal como los vive de forma personal hasta llegar al consenso sobre la importancia o
magnitud del problema.
Las posiciones son lo que cada parte trata de alcanzar, y pueden constituir la causa del
conflicto. Los intereses son las razones por las cuales se desea satisfacer el objetivo (es decir,
alcanzar dicha posición). Las posiciones indican el “qué” y los intereses indican los “motivos
Alicia Vela / Diana Ramón/ Maje Aparicio
CFGS Educación Infantil / 2023-24
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personales”. Hay que averiguar las razones que subyacen al deseo de conseguir algo para
poder resolver el conflicto adecuadamente.
Por lo general, los intereses son más importantes que las posiciones y mientras no se
comprendan ni se acepte su naturaleza no se estará en el camino de solucionar el conflicto. Por
ello es muy importante clarificar cuáles son los intereses, pues, si se consigue satisfacerlos
ofreciendo varias posibilidades y alternativas por ambas partes, las posiciones pueden
sacrificarse. Por el contrario, si sólo se intenta resolver las posiciones, se puede entrar en un 7
conflicto interminable.
No obstante, averiguar los intereses reales de una persona puede ser una tarea
complicada puesto que se trata del trasfondo real del conflicto. Tras aquello que parece un
objetivo que dos personas se disputan, puede haber intereses que no necesariamente tienen
que ser excluyentes entre sí. Así podrían comprender cuáles son sus verdaderas necesidades y
comenzar a resolver el conflicto. Normalmente, ello implica que, además, ambas partes cedan.
- Respeto por los puntos de vista de la otra persona, aunque no se esté de acuerdo con
ellos.
- Tolerancia.
- Paciencia.
- Escuchar sin interrumpir hasta que toque el turno.
- Autocontrol.
- No prejuzgar.
- Sinceridad.
- Humildad. Reconocer que no siempre se puede tener la razón y dar cabida a la
posibilidad de que uno mismo esté equivocado.
Definir el problema: Describir el problema de la forma más objetiva posible, contestando a cuestiones
como:
· Averiguar si existen cuestiones poco importantes para una parte que, sin embargo, sean muy
importantes para la otra, en las que se pueda ceder.
· Averiguar si hay cuestiones poco importantes para la otra parte y muy importantes para la propia,
que se puedan obtener.
· ¿Qué se está dispuesto a ceder?
· ¿Qué no se está dispuesto a ceder? (margen entre lo deseable y lo inaceptable).
- La justicia: La solución viene determinada por la intervención del poder del Estado, a través
de los tribunales.
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- La mediación: Se trata de la intervención de una tercera parte imparcial que asiste y facilita
la negociación de ambas partes, sin cuya intervención el acuerdo hubiera sido difícil de
alcanzar.
Vías endógenas:
- Confrontación: Representa la ley del más fuerte. Es la forma más primaria de resolver los
conflictos. Siempre genera una parte ganadora y una perdedora.
- Negociación: Técnica basada en el diálogo entre dos o más personas que se influencian
recíprocamente. Lleva a un acuerdo e implica que ambas partes estén dispuestas a
interactuar en provecho mutuo.
5.1.- La Negociación.-
Supone la mejor vía para la resolución de conflictos. La filosofía de esta teoría es:
“Negociar soluciones sin perdedor: todos ganan, todos ceden”.
ESTRATEGIAS NEGOCIADORAS.-
Según la información explicada en el párrafo anterior, existen tres tipos de estrategias en función
de los rasgos que predominen en la predisposición a negociar y en el proceso negociador:
Estrategia competitiva: Se basa en un estilo de confrontación en el que una parte procura maximizar
sus intereses en detrimento de la otra. El lema de esta estrategia sería “yo gano, tú pierdes”, en la que la
parte competitiva se muestra firme y persuasiva y utiliza técnicas intimidatorias y engañosas para
alcanzar sus objetivos.
Estrategia cooperativa o integradora: Parte del principio asumido por las partes de que la negociación
es un proceso integrador y que las diferentes partes trabajarán para la consecución de los beneficios
comunes y compartidos, además de sentirse satisfechas con los acuerdos alcanzados. Esta estrategia 10
responde al lema “tú ganas – yo gano”. Es la mejor opción siempre que las partes estén comprometidas
con esta finalidad.
1. Describir lo que cada parte quiere: Se trata de decir a la parte contraria con toda sinceridad lo que
se quiere.
2. Describir lo que cada parte siente: Consiste en gestionar los sentimientos que el conflicto genera
y expresarlos a la otra parte bajo un marco de respeto mutuo.
3. Intercambiar las razones de cada posición: Cuando ambas partes se han escuchado
atentamente y saben lo que sienten y desean, es necesario que se comuniquen las verdaderas
razones de sus posiciones.
4. Comprender el punto de vista de la parte contraria: Empatizar, “ponerse en los zapatos del otro”.
5. Buscar opciones en las que ambos se beneficien: Generar soluciones conjuntamente. Antes de
llegar a un acuerdo podría ser necesario reformular el problema para que surjan nuevas
orientaciones. La negociación sólo será posible si existe una zona de posible acuerdo: espacio de
confluencia de intereses dentro de cuyos límites es posible alcanzar un acuerdo.
6. Llegar a un acuerdo equilibrado: Se tienen en cuenta las ganancias y las pérdidas de cada parte
para llegar a un equilibrio en el que no haya un perdedor ni un ganador.
7. Finalización o cierre: Consiste en la formalización o compromiso del acuerdo trabajado por ambas
partes.
Estas habilidades se adquieren con la práctica. Todas ellas están impregnadas de las
técnicas comunicativas estudiadas, añadiendo algunas tácticas que pueden ayudar en la
negociación. Las más importantes son las siguientes:
- No facilitar concesiones a la otra parte: Cada parte se debe ganar su objetivo, ya que, si lo
consigue mediante su propio esfuerzo, la motivación por continuar será mayor.
- No comprometerse a nada concreto desde el principio: La negociación debe seguir un
proceso hasta llegar a un acuerdo mutuo final.
- No dejar los asuntos de mayor importancia para el final: El tiempo podría agotarse y el
núcleo principal requiere siempre más tiempo.
- No terminar dando la sensación de haberse salido con la suya: En las negociaciones no hay
victorias ni derrotas.
Alicia Vela / Diana Ramón/ Maje Aparicio
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5.2.- La Mediación.-
El mediador no toma decisiones por ninguna de las partes, sino que facilita la
comunicación entre ambas, explorando posibles acuerdos e informando de las consecuencias
de una posible ruptura. La persona mediadora se centrará en las necesidades e intereses de las
personas en conflicto (en lugar de las posiciones de partida), sin dejar de lado sus sentimientos
y emociones.
Principios de la mediación:
El proceso de mediación. -
Existen unas etapas que normalmente se van a seguir en cualquier proceso de mediación. Éstas
son las siguientes:
Preparación de la negociación. -
Antes del comienzo, la persona mediadora deberá invertir un tiempo en investigar toda la
información posible sobre cada una de las partes y sobre el conflicto (causas, evolución. Origen y
contexto en el que se produce). También podría empezar a esbozar hipotéticas vías de posibles
soluciones.
Deben establecerse pautas que guiarán el proceso. La persona mediadora explicará las
funciones que le corresponde haciendo hincapié en su carácter neutral e imparcial. Entre los contenidos
importantes que deberá transmitir, se encuentran:
Cada parte explicará su propia versión del conflicto: origen, evolución, negociaciones realizadas,
estado actual, etc. Esto permitirá que cada parte conozca la versión de la otra y podrá detectar los puntos
de desacuerdo. El mediador/a podrá unificar las diferentes versiones y localizará los aspectos más
significativos del conflicto, y podrá pedir que se aclaren los aspectos que no han quedado claros.
El proceso de la negociación. -
En otros casos el proceso será más costoso y el mediador/a podrá utilizar las siguientes
estrategias:
- Empezar a buscar acuerdos, desde los más triviales hasta los más controvertidos.
- Detectar los verdaderos intereses de cada parte para encontrar zonas de acuerdo.
- Plantear nuevas alternativas que amplíen la posible zona de acuerdo.
La finalización de la negociación. -
BIBLIOGRAFÍA:
Castillo, Silvia; Sánchez, Manuela (2009): “Habilidades Sociales”. Editorial Altamar.
Escales Sánchez, Rebeca; Pujantell Obiols, Mireia (2014): “Habilidades Sociales”. Editorial
Macmillan.
Peñafiel, Eva; Serrano, Cristina (2010): “Habilidades Sociales”. Editorial Editex.