Está en la página 1de 10

Alba Lucía Solorza Fernández

Santiago de Cali – Colombia


Maestra en Artes Plásticas
Universidad de Caldas

Tres esculturas reproducidas


en pequeño formato,
Para que las disfrutes en tu hogar y en tu oficina
De la serie FAUNA Y FLORA
Identidad – conservación

“Coexistencia”

Objetivo: visibilizar algunas especies de fauna y flora que se han cruzado en


mi camino
para concientizarnos, para entender un poco el comportamiento de la
naturaleza, para sensibilizarnos.

De esta manera realizar acciones de conservación desde cualquier lugar.


Ref. FF1001
BARRANQUERO - un vigía, Momotus aecuatorialis
Materiales: lámina de Acero calibre 18 y 28
Pintura electrostática
Policromía en frío
Protección poliuretano

Dimensiones: h.0.23 m x 0.07 m x 0.13 m


Valor: $110.000
Ref. FF1002
COLIBRÍ DE CIUDAD coruscans
Materiales: l lámina de Acero calibre 18 y 28
Pintura electrostática
Policromía en frío
Protección poliuretano

Dimensiones: h.0.30 m x 0.11 m x 0.17 m


valor: $110.000
Ref. FF1003
BARBUDITO DE PÁRAMO Oxipogon stiubelli
Materiales: lámina de Acero calibre 18 y 28
Pintura electrostática
Policromía en frío
Protección poliuretano

Dimensiones: h.0.28 m x 0.11 m x 0.15 m


Valor: $110.000
Coexistencia y resiliencia: interacciones ecológicas en escenarios climáticos adversos

Entre Tierra de Fuego y Alaska más de 360 especies de colibríes polinizan 7000 especies de plantas.
Además del polen, los colibríes transportan diminutos ácaros en sus picos, que se valen de sus
hospederos como medio de transporte para visitar las flores y beber del mismo néctar del que se
alimentan las aves. Las interacciones mutualistas y antagonistas entre los colibríes, los ácaros, los
insectos polinizadores y las flores, conforman redes complejas de las que depende buena parte la
integridad de muchos ecosistemas.

Aunque es bien sabido que la destrucción y degradación de los ecosistemas planetarios han abierto
el camino a la sexta extinción masiva de especies, el cambio climático global, en conjunción con
estos fenómenos antropogénicos, también está reconfigurando la composición de las comunidades
ecológicas. El movimiento latitudinal de especies que huyen de climas adversos desde el Ecuador
hacia los polos o desde tierras bajas hacia mayores altitudes en las montañas y el cambio en la ruta
migratoria de las especies, son solo algunos ejemplos. En escenarios presentes y futuros de un clima
más cálido, la floración de las plantas está perdiendo la sincronía con los tiempos en que los
animales las necesitan. Estos fenómenos, particularmente complejos y esenciales, avanzan de
forma más sutil, pero contundente, en el planeta. La pérdida y transformación abrupta de las
interacciones, están disminuyendo la resistencia y la resiliencia de los ecosistemas.
Ante la crisis de la biodiversidad generada en el Antropoceno (la época dominada por la especie
humana), además de la extinción masiva de especies, se están desarticulando y re-ensamblando
comunidades ecológicas. Muchas interacciones pueden perderse incluso antes de la extinción de
las especies. Por lo tanto, es inaplazable la protección de ecosistemas nativos, además de generar
conectividad y redes de reservas. La restauración ecológica debe ir más allá de plantar árboles.
Debe girar en torno al sostenimiento de interacciones mutualistas, que son procesos
fundamentales para el sostenimiento presente y futuro de los ecosistemas planetarios.

Reflexiones en torno a la obra “Coexistencia”


biólogo. Juan Alejandro Morales.

También podría gustarte