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SI SOMOS INFIELES, DIOS PERMANECE FIEL

11 Palabra fiel es esta:

Si somos muertos con Él, también viviremos con Él;

12 Si sufrimos, también reinaremos con Él;

Si le negáremos, Él también nos negará.

13 Si fuéremos infieles, Él permanece fiel;

Él no puede negarse a sí mismo.

2 Tim. 2:11 – 13

Introducción:

Este texto está en medio de la carta y es una especie de cántico, casi como
un poema.

En el contexto de este segundo capítulo, el apóstol Pablo le ha estado


diciendo a Timoteo; en primer lugar, que debe esforzarse en la gracia de
nuestro Señor.

El apóstol Pablo animaba a Timoteo a hacer su parte a pesar de disfrutar de


la gracia de Dios y saber que todo lo que tenía era por gracia.

Timoteo no era llamado a quedarse con los brazos cruzados sino a trabajar,
a esforzarse, a hacer su parte en la labor a la cual Él había sido llamado y
tenía que hacerlo con diligencia.

Sus labores ministeriales le recuerdan que debe ser como un soldado, que
debe estar atento y enfocado en las cosas del Señor y no distraerse en cosas
secundarias.

Pablo también le dice que debe ser como un atleta, que debe competir
según las normas. Y enseña a Timoteo que todo creyente debe vivir según
las reglas, porque si no, al final podemos ser descalificados.

Y al final también le recuerda que, así como el labrador disfruta de los


frutos después de trabajar duro, Timoteo también vería el resultado de su
trabajo y disfrutaría de esos frutos.
Y esos frutos eran las almas:

- Gente convertida al Señor.


- Gente que crecía en la fe.
- Gente que crecía en el conocimiento de Cristo. Eso era el fruto.

Porque el fruto para un pastor, son:

- Los que son pastoreados por Él.


- Los que son discipulados por Él.
- Los que son entrenados por Él.
- El ver cómo cada día conocen más al Señor, ver como cada día su
vida es más transformada a la imagen de Cristo, ver como cada día
crecen más en santidad, ver cómo cada día conocen más
profundamente a su Dios y viven vidas más centradas en Dios.

Ese es el fruto que un pastor disfruta (de nada serviría el crecimiento


numérico, si la vida espiritual de las personas cada vez está más raquítica).

Si, nos gozamos cuando almas llegan, pero, sobre todo, nos gozamos
cuando almas son cambiadas.

No queremos iglesias llenas de gente impía, queremos iglesias llenas de


santos del señor y ese es el fruto del que Timoteo va a disfrutar porque al
final si nosotros hacemos nuestra parte Dios da el fruto el fruto del señor.

Pero Pablo también advertía a Timoteo que la vida del siervo de Dios tenía
sufrimientos.

Pablo le recordaba que Timoteo, que Él había sido desamparado en algunas


ocasiones, quedándose solo y le decía a Timoteo que tenía que sufrir como
buen soldado de JesuCristo.

Al final de todo le recuerda que debía de predicar siempre la sana doctrina.

Pablo le recordaba que, aunque Él estuviera preso, la palabra de Dios nunca


estaría presa.

Recordándole que Pablo estaba en prisión, pero el evangelio seguía


corriendo por las calles de las ciudades y eso nadie lo iba a impedir.

Ese es el contexto. Eso es lo que Pablo le ha dicho a Timoteo hasta este


momento.
Ahora de golpe la carta cambia a un tono distinto, pero con la misma
ilación de ideas. Pablo parece que hace un pequeño poema, un pequeño
cántico que está dividido en dos fragmentos: una parte positiva y una parte
negativa.

La primera parte con dos frases que tienen sabor a promesa y las dos frases
siguientes con un sabor a advertencia.

Por un lado, tenemos esa parte más alentadora y maravillosa que si somos
muertos con Él, también viviremos con Él. Luego que, si sufrimos, también
reinaremos con Él. Esta es la primera parte.

Seguido a ello viene una advertencia de dos frases que, si le negamos a Él,
también nos negará y que si somos infieles Él permanece fiel, pues no
puede negarse a sí mismo.

Lo que vamos a hacer, es desglosar la palabra por palabra, para saber en


profundidad todo lo que Dios ha revelado.

Pablo comienza este poema o este cantico, diciendo:

v. 11 Palabra fiel es esta…

La primera frase de todas:

v. 11 …si somos muertos con Él, también viviremos con Él.

¡Que gloriosa promesa!

Pablo está hablando a un discípulo que posiblemente un día va a enfrentar


la muerte.

Por cierto, Pablo está escribiendo su última carta, sabiendo que Él va a


morir pronto y Pablo tiene una garantía que, si muere con Cristo, vivirá con
Cristo.

O sea, Pablo no ve el final su vida en el momento en el que deje de respirar


en este mundo. Pablo no ve el final de su vida en el instante que cierre sus
ojos en este mundo, porque él sabe que mientras este cerrando los ojos aquí
inmediatamente los estará abriendo en los cielos, ante la presencia de
Cristo.
A esta carta nosotros le decimos: la última carta de Pablo, como si la
historia de Pablo hubiera terminado ahí.

Pero no. Pablo sabía que su historia no terminaba ahí.

- Ahí terminaba su ministerio en esta tierra.


- Ahí terminaba su labor apostólica.
- Ahí terminaba su trabajo ministerial.

Pero no la vida de Pablo porque Pablo sabía que si moría con Cristo viviría
con Él, eternamente.

Hermano ¿te das cuenta como nosotros los creyentes deberíamos de


enfrentarnos a la muerte?

Los creyentes, cuando sabemos que vamos a morir, no nos desesperamos.

- Cuando caemos en cama, no lloramos.


- Cuando llegamos al hospital, no nos deprimimos.
- Cuando el oncólogo nos da aviso de que tenemos cáncer, no nos
desesperamos como si nos esperara una masa oscura, pensando que
aquí se acaba todo y que ya no hay nada. ¡No!

Los cristianos debemos de enfrentar la muerte con seguridad, con confianza


de que abriremos los ojos a una gloria infinita.

Cuando muere un impío, la gente incrédula dice: ve a despedirte de tu


abuela.

Cuando muere un creyente, nosotros decimos: hasta luego.

Yo hace poco dije a mi abuelita: hasta pronto.

Yo mismo me dije: ¿por qué lloras, Marlon? Ella solo duerme.

Hermano, si morimos con Él, viviremos con Él.

Eso nos tiene que dar valor y esperanza para enfrentar cualquier tipo de
muerte.

No lloremos, no nos deprimamos, no nos desalentemos y no demos pena a


este mundo cuando enfrentemos enfermedades que huelen a muerte, porque
lo que estaremos viviendo estará bajo la voluntad de Dios.
Y debemos de estar confiados de que, si llegó el día, no llegó el día del fin,
llegó el día de partir con Él, el día en que lo veamos.

Cuando tú sientas que estás muriendo, has personal las palabras de Cristo y
trata de escucharlo diciéndote: hoy estarás conmigo en el paraíso.

Hermanos, cuando Pablo dice:

v. 11 …si somos muertos con Él, también viviremos con Él.

Por el contexto sabemos que Pablo no se refiere a la muerte espiritual (de


hacer morir al viejo hombre), sino de la muerte física por causa de Cristo.

Se refiere al martirio que puede llegar a experimentar un creyente por decir


que es cristiano y ese martirio llevarlo a la muerte.

La idea que Pablo esta expresando aquí tiene que ver con aquellos que
llegan a derramar su sangre por causa de su fe en Cristo.

Si morimos por Cristo, también viviremos con Él.

TLA

Os aseguro, hermanos, por la satisfacción que siento por vosotros en


Cristo Jesús nuestro Señor, que cada día estoy en peligro de muerte.

1 Co. 15:31 - LBLA

En este lugar la expresión muerte, no tiene nada que ver con una muerte
espiritual. Pablo ya era un nuevo hombre (nueva criatura).

¿A qué se refiere Pablo en que cada día está en peligro de muerte?

Obviamente a una muerte física:

- Era perseguido, era odiado, era amenazado constantemente con


perder su vida por causa de su predicación.

llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para


que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

2 Co. 4:10
Pablo se está refiriendo a los sufrimientos, a los padecimientos.

Él menciona en otra parte que, él ha participado de los sufrimientos de


Cristo, que él ha tenido parte con los sufrimientos de Cristo.

Como está escrito:

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como


ovejas de matadero.

Ro. 8:36

Antes, la muerte era una opción muy probable para los creyentes de aquella
época, porque eran:

- Odiados por causa de Cristo.


- Rechazados por causa de Cristo.
- Perseguidos por causa de Cristo.
- Y muchos sabían que en cualquier momento podrían llegar a morir
por causa de Cristo.

Esa era la realidad de la época.

Esa no es la realidad nuestra, pero si en otros países.

Hoy como si nada podemos decir que somos cristianos, porque no nos
cuesta nada.

Antes, decir que eras cristiano es costaba todo, hasta la propia vida.

En ese tiempo, llegar a casa y decir a papá que habías creído en Cristo
como Señor y Salvador, era ser echado de casa y quedarte en la calle.

Decir en el trabajo que creías en Cristo, era quedarte sin trabajo.

Decir públicamente que eras cristiano, era buscar tu propia muerte.

Hoy, en nuestro país, nadie te escupe por decir que eres cristiano.

Nadie te ve como un paria por creer en Cristo.

A lo mucho, somos excluidos de ciertas actividades o grupos sociales, pero


físicamente hablando, no recibimos el trato duro y cruel que antes recibían
los cristianos.
A nadie en Perú le han cortado el cuello por ser cristiano, a ninguno le han
disparado. Lo máximo malas caras, una burla, un insulto, pero no lo que
enfrentaba nuestros hermanos en aquel entonces.

Si algún momento nos llega el día en el que tenemos que negar a Cristo
para vivir o decir que somos cristianos y morir, recuerda:

Si morimos por Cristo, también viviremos con Él.

TLA

Así que, en su primera frase, Pablo deja la promesa de que viviremos con
Él, si nos aferramos a Él, incluso frente a la muerte.

Segunda frase:

v. 12 Si sufrimos, también reinaremos con Él…

Ahora Pablo entra en su segunda frase que tiene que ver con lo mismo. Lo
va a decir de otra manera, pero su fin es el mismo.

La segunda frase también es una promesa de Dios frente a nuestra


conducta.

La segunda frase habla de nuestra perseverancia.

Si perseveramos, también reinaremos con Él…

LBLA

Pablo dice si perseveramos también reinaremos con Él.

No es la primera vez que aparece esa palabra.

Esa palabra aparece a lo largo de todo el NT y sobre todo Pablo llama en


muchas ocasiones a los creyentes a la perseverancia, solo que a veces usa
palabras distintas:

- Estar firmes
- Seguir
- Proseguir
- Soportar
- Aguantar
Al final todas estas palabras, tienen el mismo sentido y es perseverar, es
mantenernos hasta el final.

Porque él que se mantiene en Cristo hasta el final, reinará con Él.

Esto

- es un llamado a no desistir
- es un llamado a no negar la fe
- es un llamado a no desviarse de los caminos del Señor.
- es un llamado a no decir hoy creo y mañana no, hoy soy creyente y
mañana no, hoy me santificó y mañana no, hoy leo la biblia y
mañana no, hoy oro y mañana no.

Esto es un llamado a mantenernos firmes, en la fe y en las prácticas de la


fe.

Hermanos, hoy estamos aquí porque hombres firmes, perseveraron a través


de la historia en su fe en el Señor Jesucristo. Y perseveraron a pasar la
posta del evangelio de generación en generación.

Llegó hasta nosotros y ahora nos toca ser una generación perseverante, una
generación firme para llevar la posta del evangelio a la siguiente
generación.

Y el día que exhalemos nuestro último aliente de perseverancia, reinaremos


con Él.

Pero hermano, me apena ver nuestra realidad, porque somos una


generación débil en la fe, una generación que tambalea y fluctúa en su vida
cristiana, que no persevera.

Hay gente cristiana que ya se ha reconciliado 2,3,4 veces con Dios.

Un rato está en la fe y a otro rato ya no, otro rato si y otro rato no.

El problema es que no perseveramos. Ahora puedes escuchar este mensaje


y puedes ser tocado y decir: Amén. Pero sales y te dura una semana y luego
a lo mismo.

Hermano, persevera. Persevera en la fe.

Si perseveras en lo poco, si aquí haces todo lo que puedes, das todo de ti e


incluso a ti mismo. Dios te va a preservar en lo mucho.
O sea, si eres fiel en lo poco, Dios te dará ingreso a su Reino en lo mucho.
Reinaras juntamente con Él.

Aclaro. No hablo que tienes que perseverar para lograr tu ingreso al Reino
de los cielos, hablo que si eres hijo de Dios vas a perseverar por la gracia
de Dios y esa es la soberanía de Dios, pero el arduo trabajo lo tienes que
hacer tú.

estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros


la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.

Flp. 1:6

Dios empezó la obra en tu vida y en la mía. Él te va sostener. Él nos va a


perseverar.

¿Por qué digo esto? Porque Dios te llama a perseverar y a veces algunos
cristianos piensan que es por esfuerzo propio que están perseverando.

No quiero que en ningún momento te des golpes en el pecho y digas: yo


estoy perseverando, yo soy fuerte, yo soy grande, yo soy buen cristiano, yo
soy mejor que mis hermanos. ¡No!

Quiero que mires allá arriba y digas: Él me sostiene. Él me preserva y Él


me lleva a perseverar.

Si hoy he orado, si hoy he leído la Biblia, si hoy me levante y me aliste


para venir a la iglesia es porque Él puso en mí el querer como el hacer por
su buena voluntad.

Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y hacia la


perseverancia de Cristo.

2 Tsl. 3:5 - LBLA

Pablo quiere que Dios pueda dirigir a los creyentes de tesalónica hacia el
amor y hacia la perseverancia en Cristo.

Lo que Pablo pide y escribí es dirigido por el E.S., así que, Pablo solo
revela lo que Dios quiere hacer con el creyente.

Dios quiere llevar a sus hijos a la perseverancia y Dios ha dejado los


medios de gracia, y Dios es quien nos capacita y nos alienta con su E.S.,
pero la tarea de perseverar y hacer frente a la gracia de Dios, es nuestra.
Dios no quiere que sus hijos lleven una vida espiritual apática, fría, de
altibajos.

¿Acaso disfrutas con una vida espiritual de altibajos?

Ese cristianismo no se disfruta y lo sabes.

Un cristiano que no persevera, tiene ausencia de gozo.

El creyente que no persevera, cae en los altibajos y finalmente termina


apostatando, como consecuencia nunca reinará nunca con Cristo.

Pero él que perseveré, reinará junto con Él.

Hermano, necesitamos perseverar en Cristo, eso nos llevará a perseverar en


la Palabra, en la oración, en el congregar, en el hacer práctico lo que vamos
entendiendo de las Escrituras, pero necesitamos perseverar en Cristo.

La promesa es un Rey y un Reino, donde reinaremos juntamente con Él.

Y esta es la primera parte del poema o la primera parte del cántico.

Si morimos por Cristo y si perseveramos en Cristo, viviremos con Cristo y


reinaremos con Cristo.

La segunda parte del poema son dos frases que tienen como fin advertir al
creyente.

También son promesas de Dios y Dios las va a cumplir. Pero son promesas
que hacen evidente que Dios dará la justa consecuencia a cada quien de sus
actos.

Tercera frase:

v. 12 … Si le negáremos, Él también nos negará.

Si yo niego a Cristo, Él también me negará.

¿Te das cuenta que Dios no solo deja promesas de bendición, misericordia
y prosperidad, sino que también Dios promete cumplir el pago de nuestros
actos?

En la Biblia no solo hay promesas buenas para nosotros, sino que también
tiene promesas que no son tan agradables para nosotros.
En la Biblia no solo hay promesas de salvación, también hay promesas de
juicio.

Ahora Pablo dice que, si le negamos, Él también nos negará.

Y Pablo solo esta repitiendo Palabras del mismo Jesús:

Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le


negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

Mt. 10:33

Siempre vemos a Jesús como nuestro abogado, a la diestra del padre,


rogando por nosotros, intercediendo por nosotros, cumpliendo sus
promesas, siendo el buen Pastor, el cuidador de las ovejas.

Pero el mismo Jesús también ha dicho: si uno me niega, yo también lo


negaré delante del Padre.

Eso también dijo Jesús.

Dejemos de pintar a un Jesús amoroso y misericordioso, solo la parte


bonita para nosotros. Jesús también ejecutará juicio.

Si enseñamos que Jesús va a abogar por todos, incluso por aquellos que lo
niegan en esta vida, estamos en un error.

Por eso hay un montón de “cristianos” que viven negando a Cristo y siguen
pensando que irán al cielo y que son salvos.

Eso es triste.

¿Cómo negamos a Cristo?

Negación verbal:

Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.

Mt. 26:72

Pedro negó a Cristo de forma verbal y si Pedro se hubiese quedado en ese


pecado y nunca lo hubiese reconocido, nunca hubiera llegado a ser salvo y
tener entrada al Reino de los cielos.
Pero Pedro si reconoció su pecado, confeso su pecado y lloro amargamente
en arrepentimiento.

Es por eso que luego vemos a un Pedro guiando a miles de almas a Cristo,
pastoreándolos y finalmente muriendo en una Cruz como su Señor.

Hermanos, hay muchas formas de negar a Cristo, no solo verbalmente (no


lo veremos por causa del tiempo).

Algún momento alguien pudo negar a Cristo de forma verbal, otros


ocultándolo, no haciendo evidente que son creyentes, escondiendo su
biblia, no hablando de Él (de su Evangelio), viviendo de forma contraria al
cristianismo, compartiendo la vida de un mundano, no orando, no leyendo
la Biblia, no congregando, etc., hay muchas maneras de negar a Cristo.

Si has negado a Cristo en algunas de estas formas, todavía tienes tiempo de


arrepentirte y tener el perdón de Cristo.

Y no creas que al negar a Cristo es que pierdes tu salvación y por eso ya


Cristo no te reconoce como parte de Su Iglesia. NO.

Si niegas a Cristo, con tu vida, solo evidencias que nunca fuiste salvo.

O sea, imagínate a un creyente que:

No ora, no lee la biblia, no se santifica, peca peca peca y cuando llega


domingo va a la iglesia vez en cuando. Y él piensa vivir así toda su vida,
pensando que al final es salvo. Solo porque dijo una oración invitando a
Cristo a ingresar a su corazón y solo porque piensa que la salvación es por
gracia y no por obras, no tiene que hacer más.

Es cierto, la Biblia habla que la salvación es por gracia, pero la Biblia


también habla de como viven aquellos que ya han recibido la Gracia
Salvadora de Dios.

Que nadie se engañe pesando que puede vivir de cualquier manera, el


cristiano solo vive de una única manera y es en la voluntad de Dios.

Solo aquellos que creen ser cristianos y no lo son, son los que viven de
cualquier manera.

Es cierto, el cristiano cae y puede negar a Cristo con su vida, pero el


cristiano no vive en esa práctica, el cristiano se levanta.
Confiesa tu pecado, pon tu fe en Cristo y tendrás la entrada al Reino de
Dios.

Y el día que te pares frente al Padre, no dudarás pensando si Cristo abogará


por ti o te negará.

Si te arrepentiste de haberlo negado (con tu vida, con tus hechos, con tu


boca), Cristo abogará por ti.

Pero si tú lo negaste en múltiples ocasiones y nunca te arrepentiste de ello,


sino que simplemente continuaste tu vida, Cristo te negará delante de Su
Padre.

Y esa es una promesa no tan buena para nosotros, pero es una promesa de
advertencia de parte de Cristo

Pasamos a la cuarta y última frase, que también es una promesa de


advertencia de parte de Cristo.

Cuarta frase:

v. 13 Si fuéremos infieles, Él permanece fiel…

Esta frase sacada de su contexto ha sido muy mal utilizada.

Muchos piensan que la aplicación de esta frase tiene que ver con que, si yo
soy infiel a Dios, Dios siempre será fiel conmigo porque Él no puede dejar
de ser fiel.

Eso tiene un problema muy grande, porque eso crea en la cabeza de


muchos: yo puedo vivir pecando que Dios al final siempre va a ser fiel en
perdonarme, en amarme, en salvarme.

Pero la realidad de este texto, es que es parte de la parte negativa de las


promesas de Cristo para nosotros. Es parte de las promesas de advertencia
de Cristo.

Si fuéremos infieles, Él permanece fiel…

Infiel: apistéo: incrédulo – desobediente.

Poniendo en contexto este verso: Si le negaremos, si nosotros somos


infieles, si nosotros somos incrédulo a Él, si nosotros somos desobedientes
a Él, Dios sigue siendo fiel a sí mismo, a cada Palabra que ha expresado en
las Escrituras, Él es fidedigno, Él es objetivo en cumplir cada una de las
consecuencias que ha prometido cumplir con aquel que es infiel,
desobediente o incrédulo.

… Él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.

…Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se


arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

Nm. 23:19

Él es fiel a sí mismo, Él es fiel en cumplir cada una de sus palabras.

Si nosotros le somos infieles, si nosotros le negamos de alguna manera, Él


es fiel en cumplir su promesa de negarnos delante del Padre.

Yo seré fiel a lo que he dicho, dice Cristo. Si soy infieles yo les garantizo
que seré fiel a mi Palabra de condenarlos.

No piensen que el día que tengamos a Jesús delante nuestro cambiará de


opinión y ya no condenará al que tenga que condenar. No. El condenará al
que deba de condenar, porque es fiel a sí mismo.

Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.

2 Tsl. 3:3

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,


porque fiel es el que prometió.

Hb. 10:23

Fiel es el que prometió. Fiel es el Señor quien nos llamó y nos santifica, y
nos guarda, y nos fortalece, y nos protege del maligno y fiel es Él de
cumplir su promesa de hacernos reinar juntamente con Él.

Hay muchos textos que hablan de la fidelidad de Dios a sí mismo, a


cumplir lo que Él dijo que haría.

Hermanos, al mismo tiempo que la fidelidad de Dios a cumplir su Palabra


nos causa gozo, confianza y esperanza de saber que Dios será quien nos
guarde, nos preserve y nos santifique.
Al mismo tiempo esa fidelidad de Dios a cumplir su Palabra, nos debe de
causar un profundo temor y reverencia al Señor, porque fiel es Él que
cumplirá cada una de sus promesas de castigo, sus promesas de juicio.

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los


fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su
parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Ap. 21:8

Él dio esta promesa de juicio y Él será fiel en cumplirla.

Conclusión:

Hermano, termino diciendo esto:

Si algún momento mueres por causa de Cristo y si perseveras en Cristo,


vivirás y reinarás juntamente con Él.

Pero si lo niegas y eres infiel a Él, el terminará negándote y cumpliendo


fielmente cada una de sus promesas de juicio contigo, por tu infidelidad.

Llévate hoy este mensaje a casa y examina tu corazón, date cuenta de que
maneras estas caminando delante de tu Señor y habla con Él, porque quizás
sea necesario arrepentirte.

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