Antes de la difusión del cristianismo, el mundo mediterráneo y oriental, excepto el
pueblo de Israel, era politeísta. A pesar de la expansión del cristianismo en el mundo antiguo, hacia el siglo VI, la cultura árabe, de origen semita como los hebreos, estaba conformada por clanes beduinos, pastores nómadas, pequeñas urbes, comerciantes y campesinos, mayoritariamente practicantes de religiones animistas y politeístas. Además, estaban política y culturalmente dispersos, por lo que tenían en común a penas la familia de lenguas árabes y el intercambio comercial. En el siglo VII d.C. el profeta Mahoma recibió su primera revelación de Alá, esto cambiaría de manera decisiva el curso de la historia mundial: el islam. La civilización islámica se origina en una región asiática, prácticamente desértica, es la península arábica. El término islam proviene del árabe al islãm. La persona que practica el islam se denomina musulmán, Mahoma fue el último de los profetas enviados por Alá y al que reveló el Corán (libro sagrado del islam). En los inicios de su predicación Mahoma tuvo que enfrentarse a la oposición de los dirigentes que no aceptaban el carácter monoteísta de la nueva religión. A causa de ese conflicto, Mahoma se vio obligado a huir a la ciudad de Medina en el año 622. Esta huida se conoce con el nombre de hégira y constituye la fecha de inicio del calendario musulmán SUNÍES Y CHIÍES El islam, con casi 1400 años de historia, cuenta con más de 1300 millones de seguidores divididos principalmente en suníes y chiíes. La división entre estas dos corrientes surgió t ras la muerte de Mahoma en el año 632. Los chiíes apoyaron al yerno y primo de Mahoma, Ali, mientras que los suníes optaron por Abu-Bakr, suegro de Mahoma, El sunismo predomina en países como Arabia Saudita, Siria y Omán, mientras que el chiismo tiene presencia en Irán, Irak, Bahréin y Líbano.