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Harmonia Mundi
Tú eres la misica, mientras la misica dura.
T. S. Eliot
Hasta aqui hemos hablado de cómo se distribuye la misica, de cómo influye en ella
la arquitectura y de muchas otras cosas, pero ¢por qué necesitamos musica? ;Tiene
alguna importancia? ;De dónde surgi6?
Lejos de ser un mero entretenimiento, la música, argiiiria yo, es parte de lo que
nos hace humanos. Su valor préctico es quizd un poco más dificil de determinar, por
lo menos en nuestra forma actual de pensar, que el de las matematicas o la medicina,
pero muchos convendrán que, para una persona que oye, una vida sin misica es una
vida significativamente menguada.
Todo empezé con un sonido. «En el principio era la Palabra», nos dice la Biblia.
Nos cuentan que fue el sonido de la voz de Dios lo que caus6 que Algo surgiera de la
Nada. No soy propenso a tomarme literalmente tales cosas. Dudo que «Palabra»
signifique aqui una silaba o una articulacién de la voz. Me imagino esa «Palabra»,
ese evento sonoro, más como una vibracién celestial que como una palabra real. Tal
vez podriamos ir un poco más alld y pensar que esta antigua metdfora refleja algún
tipo de intuicién relacionada con el Big Bang, concebible como una especie de
inmenso «sonido» que sigue expandiéndose desde su teérico principio, del cual se
formé nuestro mundo y todos los otros. Si fue esta la «Palabra» que Dios gritó,
entonces estamos todos de acuerdo. En cualquier caso, parece significativo que la
metafora elegida fuera una palabra y no un dibujo, un texto o incluso una danza.
Bajo este supuesto, la clave de la creacién pudo estar en el sonido, pero el Big
Bang no fue exactamente música. Muchas teorias tratan de explicar cémo se formó la
musica. Algunos dicen que la música se originé con los sonidos no verbales que las
madres transmiten a sus hijos, mientras que otros conectan la misica a sonidos de la
naturaleza o a voces de animales, o como medio de incitar a los guerreros a un estado
de trance. El musicélogo Joseph Jordania sugiere que el silencio absoluto suele ser
percibido como sefial de peligro, con lo que se usaban zumbidos y silbidos para llenar
esos alarmantes espacios vacios. Sigue sin haber veredicto sobre cudl de estas teorias
es la correcta, pero hay acuerdo en que la música surgi6 al mismo tiempo que las
personas.
La evidencia mas temprana que tenemos de música hecha por el hombre
primitivo se remonta a 45 000 afios atrds. Los neandertales y otros «cavernicolas»
tocaban flautas que parecen haber estado basadas en lo que hoy llamamos escalas
diaténicas. La escala diaténica es la escala musical más común entre nosotros en la
actualidad: siete notas, con la nota nimero ocho a una octava de la primera. Si tocas
Un musicélogo canadiense, Robert Fink, propone que las notas producidas por
los agujeros de esa flauta de hueso son el principio de la escala diaténica: do, re, mi,
falll. Fink sugiere que si nos imaginamos una versién alargada de la flauta, (fig. B)
podriamos tocar con ella el resto de la escala diaténica que usamos. No todo el
mundo estd de acuerdo con esto, pero existen firmes evidencias de que los sumerios
(c. 3100-2000 a. C.) y los babilonios (c. 2000-1600 a. C.) usaban esa misma escala.
Una escala diaténica en tablillas cuneiformes halladas en Nippur (hoy dia Irak) data
de 2000 a C. Se han encontrado instrumentos musicales en sepulturas
mesopotamicas, y hay imagenes de musicos tocando el arpa, percusiones y flautas en
ceremonias, en un mural de la Tumba de los Arpistas, en Egipto, que data de 1200 a.
C. La prevalencia de relaciones e intervalos entre notas que producen quintas, cuartas
y sextas en esos instrumentos corresponden a armonias consonantes aún reconocibles
para nosotros. «Consonantes», en este caso, significa armonias percibidas como
«estables» y determinadas, mientras que las armonias disonantes son las percibidas
como inestables, temporales y «deseosas» de avanzar hacia otra cosa. Consonante,
según esos descubrimientos, es lo que a nosotros como humanos por lo general nos
parece armoénicamente agradable de escuchar, y esto ha llevado a los cientificos a
creer que quizd poseamos una predisposicién biolégica innata por ciertas
correlaciones musicales.
o0
He aqui la reproduccion de una tablilla encontrada en Ugarit, en la actual Siria,
con el vestigio más antiguo de escritura musical completa, de 1400 a. C. (fig. C). Está
descrita como un himno a Nikkal, la diosa de los huertos. Contiene instrucciones para
el cantante y para la misica de acompafiamiento, tocada con lira. Otros fragmentos
cuneiformes describen cémo hay que afinar la lira, lo cual nos permite saber que
usaban una escala diaténica. Para mi sorpresa, algunos de esos himnos citan incluso
el nombre del compositor. Ya habia individuos reconocidos por ser buenos en esa
cosa llamada música.
Los seguidores de Pitdgoras (hacia 590 a. C.) eran llamados acusmaticos porque
escuchaban las conferencias de su maestro mientras él permanecia oculto tras una
cortina. Quizd con esto se pretendia ayudarlos a concentrarse en sus palabras y no en
ademanes que pudieran distraer la atencién. Pitágoras estimaba que debia de haber
una razón divina detrds de nuestra tendencia a encontrar algunas armonias e
intervalos de notas concretas más agradables al oido que otras. Sefialó que habia
congruencias matemdticas detrds de esas notas; fenómeno que observé por primera
vez al pasar por delante de un taller de forja y reparar en que el sonido metélico de
los diferentes martillos encajaban en intervalos musicales. ¢ Por qué? Era la relacién
entre el diferente peso de los martillos: del sonido de un martillo de cinco kilos al de
uno de dos kilos y medio habia una octava de diferencia. Del mismo modo, una
cuerda pulsada a tres cuartos de su longitud produce una nota en un intervalo de
cuarta justa con el sonido del largo total de la cuerda. Este intervalo arménico es muy
comun y nos resulta agradable. Si pulsamos a dos tercios de la longitud de la cuerda,
entonces la nota es una quinta justa, y en la mitad de la cuerda producird una nota
exactamente una octava mas alta que el largo total de la cuerda. No hace falta decir
que todo esto es un poco misterioso, tétrico incluso. ; Por qué es asi?
Pitagoras suponia que los dioses suelen preferir niimeros pequefios como los de
tales fracciones, porque la simplicidad es siempre más profundamente elegante.
Pitagoras era algo asi como un chalado de los niimeros, de manera que el hecho de
que hubieran bases matematicas para las más comunes armonias musicales le
resultaba muy excitante. Era como descifrar una clave del universo. Pitdgoras
identificé tres clases de musica: la instrumental, la humana y la celestial. La musica
tocada con instrumentos por mortales era considerada un palido eco de la música
celestial «original», idea que parece presagiar la metifora de las sombras en la
caverna de Plat6n. La misica celestial, la que tratamos de imitar —de donde emanan
las armonias divinas—, existe realmente, dijo Pitagoras, y esta misica tiene su origen
en las esferas que «sostienen» los planetas. El creia que los planetas estaban sujetos a
Kepler no quedo satisfecho con la exactitud de su teoria, por lo que buscé en las
\
l‘mi}cr\
Saturno
Neptuno
Plutén
Asi que parecia mas lógico (para mi) abandonar la unidad astronémica y
concentrarse solo en las proporciones. Al hacer esto, la féormula se hace
mucho mas simple: no tiene que hacer dos cosas al mismo tiempo. Esta nueva
férmula no es solo más simple, sino que pierde su «geocentricismo». Asi
puedes aplicarla igualmente a otros sistemas orbitales —los diminutos
«sistemas solares» de las lunas alrededor de Jupiter, Saturno, Urano y
Neptuno, por ejemplo— jy aparece el mismo conjunto de proporciones!
Subyacente a todas las órbitas de esas lunas y de esos planetas hay un modelo
de proporciones, como las proporciones musicales que subyacen en un
teclado. De la misma forma que en muchos instrumentos estás restringido a
tocar ciertas proporciones musicales, lo mismo parece ocurrir con la
disposicién de esas lunas. Algunos sistemas «tocan» —u ocupan— ciertas
orbitas, mientras que otras quedan vacias. Al tocar diferentes órbitas, esos
sistemas generan una variedad de acordes. Acordes que reconocemos. Si yo
escribiera en un trozo de papel una simplificacién de la formula de Bode y se
la mostrara a un musicélogo, este me preguntaria: «;Por qué me muestras la
férmula de la serie arménica?». En otras palabras, la ley de Bode da una serie
ORIENTE
MUSICA Y EMOCION
Purves llevó un paso mas alla su interpretacién de los datos recogidos por su equipo.
En un estudio de 2009 trataron de ver si el habla alegre (excitada, lo llamaron ellos)
da lugar a vocales de tonos con tendencia a encajar en escalas mayores, mientras que
el habla triste (retraida) produce notas con tendencia a las escalas menores. jAtrevida
afirmacién! Yo habria pensado que tales connotaciones emocionales de escala mayor
o menor tenian que estar determinadas culturalmente, dada la variedad de misica que
hay en el mundo. Recuerdo que en una gira en la que tocaba musica con muchos
ritmos latinos, hubo publicos y criticos (sobre todo anglosajones) que pensaron que
todo aquello era musica feliz, por lo animado de los ritmos. (Tal vez hubo también
una insinuacién de que era misica más frivola, pero dejaremos ese prejuicio aparte).
Cantaba muchas de las canciones en tonalidad menor, y para mi tenian cierta
vibracién melancélica, aunque contrarrestada por esos vivos ritmos sincopados. ¢Tal
vez la «alegria» de los ritmos se antepuso a lo melancélico de las melodias para esos
oyentes en particular? Aparentemente si, aunque muchas letras de canciones de salsa
y de flamenco, por ejemplo, son tragicas.
No era la primera vez que alguien sugeria la correspondencia entre mayor y
alegre, y menor y triste. Segun el ensayista cientifico Philip Ball, cuando alguien le
observó al musicélogo Deryck Cooke que la misica eslava y mucha de la espaiiola
usan claves menores para la música alegre, Cooke respondié que esa gente lo pasaba
tan mal en la vida que no sabian siquiera qué es la alegria.
En 1999, los psicélogos musicales Balkwill y Thompson llevaron a cabo un
experimento en la York University para tratar de determinar cuán culturalmente
especificos podian ser esos indicios emocionales. Les pidieron a oyentes occidentales
que escucharan muisica indostani y de los indios navajos y dijeran si les parecia alegre
o triste: los resultados fueron bastante exactos. Sin embargo, tal como sefiala Ball,
habia indicios, como tempo y timbre, que podian guiar facilmente la respuesta. Ball
explica también que, antes del Renacimiento, en Europa no habia conexién entre la
tristeza y las tonalidades menores, por lo que los factores culturales pueden llegar a
¢ME SIENTES?
MUSICA Y RITUAL
LA GRAN DECEPCION
NO MUSICA
En 1969, la UNESCO aprobé una resolucién que definia un derecho humano del que
no se habla demasiado: el derecho al silencio. Creo que se refieren a lo que ocurre
cuando ponen una fabrica ruidosa o un campo de tiro al lado de tu casa, o si una
discoteca abre debajo de tu apartamento. No significa que puedas pedir que quiten los
temas clasicos de rock que suenan en un restaurante, o que puedas ponerle un bozal al
tipo que tienes al lado hablando a gritos por su teléfono mévil en el tren. Es una idea
atractiva, no obstante; a pesar de nuestro innato temor al silencio absoluto,
deberiamos tener derecho al esporadico descanso auditivo, para experimentar, aunque
sea brevemente, un momento de aire sénico fresco. Tener un momento de meditacién,
un espacio para aclararse las ideas, es un bonito concepto de derecho humano.
Cage escribi6 un libro titulado, algo irénicamente, Silence. Irénico porque Cage
se estaba haciendo cada vez mas notorio por el ruido y el caos en sus composiciones.
En una ocasién afirmé que el silencio no existe para nosotros. En su propésito de
experimentarlo entré en la cimara anecoica de Bell Labs, una sala aislada de todo
sonido exterior, con paredes disefiadas para inhibir la reflexion de sonidos. Un
espacio actsticamente muerto. A los pocos momentos oyó un ruido sordo y un
zumbido, y le explicaron que era el latido de su corazén y el sonido de su sangre
fluyendo por sus venas y arterias. Sonaban más fuerte de lo que él esperaba, pero
bueno. Un poco después oyó otro sonido, un silbido agudo, y le explicaron que era su
sistema nervioso. Entonces Cage se dio cuenta de que para los seres humanos no hay
tal cosa como silencio absoluto, y esa anécdota se convirtié en su forma de explicar
su decision de, en lugar de luchar por contener los sonidos del mundo,
compartimentar la musica como algo externo al ruidoso e incontrolable mundo de
sonidos, dejarlos entrar: «Dejar que los sonidos sean ellos mismos, y no el vehiculo
de teorias artificiales o expresiones de sentimientos humanos»['%, Al menos
conceptualmente, el mundo entero se convertia asi en música.
Otros usaron longitud y duracién para crear música más parecida a los fenémenos
del mundo. A mediados de los afios ochenta, Morton Feldman compuso una pieza
para cuarteto de cuerda que dura seis horas. «Toda mi generacion estaba obsesionada
por la pieza de entre veinte y veinticinco minutos. Era nuestro reloj. Todos
MUSICA AUTOORGANIZADA
iTARTA DE QUESO!
Como parte de mi gira promocional del libro el afio pasado, en Boston hablé en
publico con el cientifico cognitivo Steven Pinker, el hombre que se habia referido a la
musica como «tarta de queso auditiva». Veamos si puedo parafrasear lo que él queria
decir: Pinker sugiere que la tarta de queso es apetecible debido a la propension
humana a apreciar los sabores dulces y grasos, que en un momento anterior en
nuestra evolucién eran buenos para nosotros, estaban muy buscados y eran dificiles
de conseguir. La musica, sugiere él, resulta atractiva para los humanos porque varias
adaptaciones se han combinado para que nuestro cerebro sea receptivo a sus
cualidades. La muisica sintetiza estimulos diferentes y evocativos de la evolucién,
pero puede que no sea algo, sugiere él, a lo que nuestra evolucién nos ha llevado a
apreciar o disfrutar de por si, ya que no estd claro que un gusto especifico por la
musica consiguiera que a nuestros antepasados les sobrevivieran más hijos (no más
de lo que un gusto especifico por la tarta de queso habria podido conseguir). Es la
version evolutiva de las enjutas, un concepto propuesto por Gould y Lewontin que he
mencionado antes en este capitulo y que aparece ilustrado debajo (fig. M).