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Colaboraciones
La revista musical on-line Pitchfork aseguró una vez que yo colaboraría con
cualquiera por una bolsa de Doritos!!]. No lo decían como un elogio, aunque, en
realidad, no estaban muy lejos de la verdad. Contrariamente a lo que insinuaban, soy
bastante quisquilloso a la hora de elegir con quién colaboro, pero también estoy
dispuesto a trabajar con gente que no esperaríais. Me arriesgo a que sea un desastre
porque la gratificación creativa de una colaboración exitosa es enorme. Lo he hecho
toda la vida.
Descubrí muy pronto que colaborar es una parte vital de la esencia de la música, y
una ayuda a la creatividad. A menos que seas un cantante de folk en solitario o un DJ
con ordenador portátil, actuar en directo suele implicar tocar con otros músicos. El
buen funcionamiento de un grupo requiere cierto toma y daca y compromiso creativo.
Aunque suele haber una jerarquía y partes asignadas y acuerdos, las particularidades
interpretativas de cada uno hacen único el sonido del grupo. Y cuando un conjunto
también toma parte en la creación o grabación de una pieza musical, esas tendencias
individuales de expresión son mucho más visibles. Incluso si yo escribiera una
canción y luego la tocara y la cantara con mi guitarra para Talking Heads o para otro
grupo de músicos, la interpretación individual y la técnica de cada uno y su talento
como grupo harían que la versión y ejecución colectiva de esa canción fuera diferente
de la de cualquier otro.
Los músicos añaden inevitablemente cosas que el compositor no había pensado, y
de ello nace a menudo algo muy distinto del resultado al que un músico en solitario
habría llegado. A veces, esta cosa nueva está restringida por la habilidad y la
sensibilidad de los intérpretes, pero más que ser una limitación, esas restricciones
pueden en realidad ser liberadoras. Es curioso que me centre más en las limitaciones
que en el hecho de que algunos músicos puedan tocar una cosa mejor que ningún
otro. Uno se ajusta tanto a las limitaciones como al talento particular de un conjunto
dado de músicos. Los escritores y los compositores aprenden a prever qué puede
pasar musicalmente y qué no. Con el tiempo interiorizas la tendencia y el enfoque
interpretativo de tus compañeros de grupo y, a la larga, ya ni siquiera consideras
componer ciertas partes o en ciertos estilos, porque los músicos con quienes trabajas
no irían con naturalidad en esa dirección. Te ajustas a sus fuerzas; no tratas de invertir
el curso del río o de hacerlo saltar por encima de una montaña, sino que aprovechas
su corriente y su energía para lograr que poco a poco se una a otros afluentes.
Se podría pensar que disponiendo de mejores músicos, con un mayor nivel de
maestría instrumental, el compositor puede ser más versátil, libre y diverso en lo que
escribe, y se podría también pensar que esto es bueno, pero la jerarquía convencional
de destreza musical es engañosa. Los intérpretes con formación clásica son a menudo
NOTACIÓN Y COMUNICACIÓN
No hay demasiados lenguajes para describir y transmitir música aparte de la notación
tradicional, e incluso este método, aun siendo casi universalmente aceptado, sacrifica
muchas cosas. La misma pieza de música escrita puede sonar completamente
diferente según quién la toque. Si Mozart hubiera podido describir con notación
musical cómo quería exactamente que sonara cada aspecto de sus composiciones, no
harían falta múltiples interpretaciones. Cuando hay músicos tocando y grabando
juntos, surgen términos —reales o inventados— para tratar de comunicar matices
musicales. Más funky, más legato, más huecos y espacios, menos bonito, más afilado,
más simple, con más impulso, más inclinado... He dicho todas esas cosas al intentar
describir la dirección musical o el feeling que buscaba. Algunos compositores
recurren a metáforas o analogías. Puede tratarse de comida, sexo, texturas o
a Vedapinie o j h aE ITc
Este enfoque no es tan disparatado como pueda parecer. Aunque esas partituras
no especifican qué notas tocar, sí que sugieren notas más altas o más bajas, con líneas
que suben o descienden, y expresan visualmente cómo los músicos se relacionan
entre ellos. Ese tipo de partitura ve la música como una serie de principios
organizadores, en lugar de como una estricta jerarquía cuyo enfoque generalmente da
como resultado una melodía que se impone por encima de todo lo demás. Es una
alternativa a la posición privilegiada que se le suele dar a la melodía: se trata de
textura, pautas e interrelaciones.
Robert Farris Thompson, profesor de bellas artes en Yale, apuntó que una vez que
te dejas llevar por esta forma de ver, muchas cosas se convierten en «partitura
musical», aunque no hayan sido pensadas para ser tocadas. Según él, en muchos
A HOMBROS DE GIGANTES
Un reciente disco mío, Everything That Happens Will Happen Today, fue bastante
típico en cuanto al proceso de colaboración. Brian Eno, con quien no había trabajado
desde hacía más de veinticinco años, guardaba en el cajón una montaña de temas
principalmente instrumentales que parecían aspirar a convertirse en canciones, en
lugar de temas de música ambiental o de bandas sonoras de películas, pero él no
estaba satisfecho con los intentos que había hecho por completarlos. Puesto que
estaban simplemente acumulando polvo (aunque luego supe que uno fue a parar a
Coldplay), Eno no perdía nada pasándomelos a mí: a menos que yo hiciera algo
horrible con ellos —sobre lo cual acordamos que él tenía derecho de veto—, solo
podíamos salir ganando los dos.
MUNDO DE ENSUEÑO
Red Hot, la organización humanitaria fundada en 1989 para combatir el sida, produce
una serie de discos benéficos en los que promueve colaboraciones entre músicos
dispares. Aunque no es portugués, en 1999 nos propusieron que el compositor y
cantante brasileño Caetano Veloso y yo colaboráramos en una canción para su
recopilación Red Hot + Lisbon. Soy un gran fan de Veloso, con quien ya había
coincidido varias veces, así que la idea de trabajar juntos no era demasiado
descabellada. Por casualidad, en una canción que yo tenía a medias estaba usando un
loop de percusión sacado de uno de sus temas; una ayuda en el proceso de
composición que en algún momento posterior reemplazaría con músicos de verdad.
Algunos compositores pueden componer dentro de su cabeza, pero para mí, cuando
los ritmos que escribo son audibles y algo complejos, escucharlos de verdad orienta
mejor mis líneas melódicas de voz. Que yo estuviera ya componiendo sobre el loop
de una canción de Veloso significaba en cierto sentido que ya habíamos empezado a
colaborar e hizo que la invitación de Red Hot pareciera redundante.
Además, ya tenía una estructura para ella; acordes de guitarra inspirados por una
combinación de clásicos norteamericanos y canciones brasileñas que había estado
aprendiendo de cancioneros. No sonaban mucho a acordes de rock. También tenía
una melodía, pero apenas letra. Los fragmentos que había esbozado trataban de una
chica que pasaba todo su tiempo en clubs nocturnos y discotecas, y apenas tenía
relación con lo que la mayoría de nosotros llama vida diurna. Había quien se lo
reprochaba, pero la letra la defendía diciendo que no había nada malo en el inocente
placer sensual. Parte de la letra me recordaba a Neil Young, por lo menos en la
AJUSTES DRAMATÚRGICOS
Tras la publicación en tapa dura de este libro, el musical Here Lies Love ha debutado
en el escenario. Ha sido bien recibido, lo cual es un gran alivio, y el material continuó
evolucionando y cambiando hasta el estreno.
Leí recientemente un libro de Jack Isenhour titulado He Stopped Loving Her
Today, sobre la grabación de una canción de George Jones que algunos llaman la
mejor canción country de todos los tiempos. ¡Un libro entero sobre la grabación de
una canción!
Bueno, para grabar esa canción se tardaron dieciocho meses, no en sesiones de
grabación consecutivas, por supuesto, sino entre principio y final. Esto es un montón
de tiempo perseverando en una canción. Parte del retraso fue debido a la infame
toxicomanía de Jones; en algún momento sus amigos tuvieron que sujetarlo ante el
micrófono para que cantara. Sorprendentemente, en esas condiciones pudo aún
producir; incluso grabó grandes éxitos durante ese período. Pero se desmoronaba
cuando llegaba a la sección hablada del final de «He Stopped Loving Her Today».
Lo impresionante para mí es cuán colaborativa fue la creación de esa canción. Por
supuesto que Jones le daba a cada tema que cantaba su propia interpretación. Los
pequeños gorjeos vocales que solía añadir no estaban en la composición, por ejemplo.
Pero fue Billy Sherrill, el legendario productor de country, quien tuvo la visión de lo
que la canción podía llegar a ser. Sherrill hizo que el equipo de expertos compositores
que había escrito la versión inicial de la canción la reescribiera tres veces más antes
de darse por satisfecho. Según la autobiografía de Jones I Lived to Tell It All, fue
Sherrill quien les sugirió introducir una estrofa en la que la mujer va a visitarlo una
última vez. Esa estrofa está aún en la canción.
Ese proceso de reescribir, de ser presionado y guiado, me recordó la manera en
que trabajé con el director de teatro Alex Timbers y con el director artístico de Public
Theater, Oskar Eustis, para llevar el musical Here Lies Love al escenario. Como parte
de ese proceso, Alex y Oskar sugerían ocasionalmente no solo dónde se necesitaría
una nueva canción, sino que, como Sherrill, especificaban también qué tenía que
NARRATIVA EMERGENTE
Escribir letras para que encajen en una melodía o métrica previas, tal como hice en
Everything That Happens y en muchos otros discos, es algo que cualquiera que
escriba rimas hace natural e intuitivamente. Todos los raperos improvisan o
componen con un patrón rítmico, por ejemplo. Me habían animado a hacer más
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Hay veces en que sentarme a la mesa e intentar forzar esto no funciona. Nunca
padezco de bloqueo mental, exactamente, pero a veces las cosas van más lentas. En
estos casos me pregunto si la parte consciente de mi mente no está pensando
demasiado, y es exactamente en ese momento cuando más quiero y necesito sorpresas
y extravagancias de las profundidades. Respecto a eso, hay técnicas que ayudan. Por
ejemplo, me voy a hacer footing por el West Side y me llevo una micrograbadora con