Está en la página 1de 154

Historia de la

Astronomía
I. Prehistoria y Antigüedad

Christian Nitschelm
Centro de Astronomía
Universidad de Antofagasta
Christian Nitschelm
Unidad de Astronomía
Facultad de Ciencias Básicas
Universidad de Antofagasta
Oficina 03 / Teléfono: 055 2637.597
E-mail: christian.nitschelm@gmail.com
Pagina Web:
http://www.astrosurf.com/nitschelm/index_spanish.html
Currículum (en inglés):
http://www.astrosurf.com/nitschelm/cv_english.html
Resumen
Este curso de interés general, dado durante un
semestre, trata concisamente de la historia de
la astronomía desde la prehistoria hasta el fin
del siglo XVIII. Trata de mostrar la evolución de
la comprensión del mundo que nos rodea
durante las diferentes épocas que han
precedido la nuestra, especialmente el milagro
griego, la transmisión de los conocimientos
astronómicos durante toda la época medieval y
la explosión de las ideas nuevas durante el
Renacimiento y los siglos siguientes.
1. La Antigüedad clásica: Poder analizar el modo de razonamiento
filosófico y reproducir los razonamientos matemáticos y geométricos
que permitieron a los filósofos y astrónomos griegos (Platón, Eudoxos,
Calipos, Aristóteles, Aristarco, Arquímedes, Hiparco, Ptolomeo, entre
otros) de dar explicaciones coherentes los movimientos aparentes del
Sol, de la Luna, de los planetas y de la esfera de las estrellas fijas.
2. El Renacimiento: Desde la revolución copernicana (1515 y 1543)
hasta el juicio de Galileo (1633): Poder comparar y explicar el
avenimiento del sistema heliocéntrico y las ideas y las análisis de
Copérnico, Tycho Brahe, Kepler, Galileo y otros a través de sus obras.
3. El siglo XVII: Entre el juicio de Galileo y la revolución newtoniana:
Poder relacionar el nacimiento y el primer desarrollo de la óptica
moderna, de la mecánica celeste y del cálculo diferencial, con Galileo,
Kepler, Newton, Halley, Leibniz, etc.
4. El aspecto filosófico: Poder asimilar la evolución global del
pensamiento científico entre la Antigüedad y el siglo XVII, incluso hasta
nuestra era, y su implicación sobre la filosofía natural y la
epistemología.
5. La relación entre ciencia y fe: Interpretar los problemas históricos
que desembocaron en el juicio de Galileo y sus consecuencias.
Problemática
¿Como medir la escala temporal antes del año 1?
El concepto de año 0 fue introducido en el año 1740 por el
astrónomo francés Jacques Cassini para facilitar la cuenta de los
años anteriores al año 1 de nuestra era (sin embargo, un estudio
recién parecería indicar que la idea vendría de su padre, Jean-
Dominique Cassini, quien lo habría propuesto desde el fin del
siglo XVII). El año 1 antes de nuestra fue entonces notado 0,
mientras tanto el año 2 antes de nuestra era fue escrito 1, y
sucesivamente, por ejemplo 100 antes de nuestra era
escribiéndose 99. Sin embargo, los arqueólogos y los
historiadores conservaron la notación antigua/clásica por los años
provenientes de la era cristiana. El año origen de nuestro
calendario quedó bien el año 1 de nuestra era y la cuenta de los
siglos no fue modificada en el calendario, los astrónomos no
habiendo cambiado la costumbre.
Prehistoria
Miedo, mitos y primeras observaciones
Prehistoria
Las condiciones de vida regidas por la alternancia del día y la
noche, el movimiento general del Sol (de Este a Oeste), la Luna,
las estrellas, el ciclo anual de las estaciones y la variable duración
del día en el transcurso del año, han inducido desde muy
temprano, la necesidad de poblar el cielo con numerosas
divinidades, a quienes se les atribuía el movimiento de los
cuerpos celestes. Así, el culto a los astros nace probablemente en
los orígenes de la humanidad, unido a la incomprensión de este
orden. La astrología, históricamente aparece tarde, teniendo sus
profundas raíces en la “divinización” de los cuerpos celestes. Los
espectaculares fenómenos como eclipses, parciales o totales, y
cometas, ayudaron al crecimiento de este tipo de creencias, así
como la creación de temores colectivos frente a las supuestas
furias de una o varias divinidades. La idea de agrupar las estrellas
en constelaciones nació mucho tiempo antes que la aparición de
las grandes civilizaciones de la Antigüedad.
Prehistoria
La astronomía nació en la observación de los movimientos más
sencillos de los astros y sus aspectos, como las salidas y puestas
de Sol, equinoccios y solsticios. La necesidad de tener un
calendario solar relativamente fiable para la agricultura en
desarrollo, ciertamente pudo tener una gran influencia en la
emergencia de los conocimientos astronómicos. Así como, la
observación elemental del ciclo de lunación que los diferentes
pueblos neolíticos a menudo intentaron conectar con el año solar,
intentando construir así un calendario luna-solar suficientemente
fiable para poder satisfacer los deseos de los campesinos
sedentarios.
Prehistoria
Algunos observatorios megalíticos, templos religiosos y
necrópolis, han subsistido hasta nuestra época, los Cromlechs
(Stonehenge en Inglaterra, Callanish en Escocia), construidos
generalmente con círculos de piedras erguidas o menhires.
Ciertas asignaciones de menhires (en Carnac, Francia) y ciertos
dólmenes (neolítico superior, entre 2550 y 1000). En América
del Norte, las ''ruedas medicinales'', que fueron construidas
durante un largo periodo, entre 2500 y +1700, también parecen
haber sido utilizadas como observatorios, para la observación de
las salidas y puestas de los astros. Incluso con la ausencia de la
escritura durante la prehistoria, los conocimientos astronómicos
pudieron ser grabados esquemáticamente sobre huesos o rocas,
especialmente dentro de cuevas, mostrando claramente
representaciones del Sol, fases lunares, constelaciones o la
aparición de una brillante supernova...
Prehistoria
Europa:
Menhires,
dólmenes
y cromlechs
Stonehenge (Inglaterra)
Stonehenge (Inglaterra)
Stonehenge (Inglaterra)
Callanish (Escocia)
Carnac
(Francia)
America
del Norte:
Ruedas
medicinales
Observaciones de supernovas históricas
por pueblos que no conocieron la escritura:
Anasazi indios en el Cañón de Chaco, USA

http://www.astronomy.pomona.edu/archeo/outside/chaco/
nebula.html
Antigüedad preclásica
El reino de los dios y de los mitos
• Mesopotamía
1. Periodo primitivo
1.1. Época paleo-babilónica
1.2. Épocas kasita y asiría antigua
1.3. Gran época asiría
2. Periodo de iluminación
2.1. Épocas neo-babilónica y persa
2.2. Época seléucida (helenística)
• Egipto
• Israel
• India
• China
Mesopotamía
3000 años de historia y de desarrollo de los conocimientos:
• La cosmogonía mesopotámica permaneció la misma
durante los tres mil años de historia. Era constituida de una
Tierra plana rodeada de un hemisferio superior portando la
totalidad de los cuerpos celestes. Esencialmente, por
razones religiosas y “adivinatorias”, ésta cosmogonía fue
poco realista y muy antropocéntrica, como todas las
cosmogonías de la época. De todos modos, en las
civilizaciones de la antigüedad preclásica, nunca se tuvo
una intuición de la esfericidad terrestre.
• La evolución de los conocimientos mesopotámicos en
astronomía se efectuó sobre dos periodos: el periodo
primitivo (1800, 611), más antiguo, y el periodo de
iluminación (611, 75 de nuestra era), más recién. Estos
conocimientos influenciaron bastante las concepciones
astronómicas griegas y occidentales.
Cosmogonía mesopotámica primitiva
Mesopotamía
1. Periodo primitivo
1.1. Época paleo-babilónica (entre 1800 y 1530)
Durante la época paleo-babilónica, una corporación de magos
astrónomos observaban constantemente los fenómenos celestes
para deducir de éstos, el porvenir del reino y del príncipe. Estas
observaciones del Sol, la Luna, los planetas y las estrellas
permitieron a estos magos descubrir algunas nociones de
astronomía de posición. Registraron las salidas y puestas de los
astros, el movimiento diurno de la bóveda celeste, además de la
existencia de un movimiento cíclico anual. La duración del año fue
estimada rápidamente en 365 días. Fue elaborado un calendario
lunar. La predicción de las fases de la Luna y la observación de
las transiciones del planeta Venus entre lucero del atardecer y
lucero del amanecer, fueron las principales actividades de los
magos en esta época.
Mesopotamía
1. Periodo primitivo
1.2. Épocas kasita y asiría antigua
Entre 1530 y 900, los magos mesopotámicos precisaron las
nociones de la trayectoria anual del Sol, después llamada “círculo
eclíptico”, y de banda zodiacal donde se encuentran siempre los
planetas y la Luna, banda centrada en el círculo eclíptico.
Definieron seis constelaciones zodiacales que a la fecha se
siguen usando. Este número de seis fue poco a poco aumentado
por sus sucesores a ocho, diez, once y, finalmente, doce.
Establecieron también una lista de las constelaciones que salen o
apuestan al mismo tiempo que el Sol durante el año. Las primeras
reglas de aritmética fueron inventadas para calcular la duración
del día y la noche. Alrededor de 1100, las observaciones de
estrellas o de fenómenos celestes, como los eclipses de Sol y
Luna, fueron agrupadas en catálogos.
El rey asirio
Mesopotamía Asurbanipal
1. Periodo primitivo
1.3. Gran época asiría
Entre 900 y 611, se escribieron
numerosos textos describiendo
fenómenos celestes con sus supuestas
implicaciones astrológicas. El instante del
pasaje al meridiano de ciertas estrellas
fue utilizado para dar la hora de noche.
Catálogos de estrellas y almanaques
fueron compilados, mientras tanto, las
observaciones de eclipses fueron
sistemáticamente registradas con
precisión desde 730 y clasificadas con
cuidado dentro de bibliotecas de gran
amplitud.
2. Periodo de iluminación Mesopotamía
2.1. Épocas neo-babilónica y persa
Entre 611 y 330, los magos astrónomos babilónicos registraron
las posiciones de la Luna y de los cinco planetas principales
utilizando las coordenadas eclípticas (590) y establecieron las
bases de la astronomía matemática (500). En la época del rey
de Persia Cambises II (525), la división del zodiaco (360°) en
doce partes iguales de 30° era utilizada corrientemente. En esta
época, las tablillas de arcilla servían todavía como soporte de la
información, con la utilización de una escritura muy similar a la
que fue inventada 2500 años antes por los sumerios. La
observación precisa de los eclipses durante varios siglos por los
magos astrónomos babilónicos llegó al descubrimiento del ciclo
de Metón (19 años) y quizás del Saros (18 años 111 días 8 h).
Estos ciclos permitían la predicción aproximada de los eclipses y
la creación de catálogos para eclipses más precisos que antes.
Mesopotamía
2. Periodo de iluminación
2.2. Época seléucida (helenística)
El periodo de iluminación terminó con la época seléucida
(helenística) (322, 75 de nuestra era), durante la cual los
sacerdotes astrónomos elaboraron una teoría aritmética de la
Luna y de los planetas. Introdujeron el grado de arco como unidad
de ángulo y lo utilizaron como medición del tiempo para lo que
concierne al movimiento diurno (quince grados para una hora
sideral), a partir de la constatación muy antigua de una duración
del año, alrededor de 360 días. El círculo entero tomó entonces
un valor de 360°. El grado fue dividido en sesenta minutos y el
minuto en sesenta segundos, por utilización de la división
sexagesimal en uso dentro de toda Mesopotamia durante treinta
siglos, y por generalización del caso del círculo zodiacal, ya
dividido en doce partes de treinta grados desde largo tiempo.
Egipto
A pesar de lo que dijeron ciertos filósofos griegos, la antigua
civilización egipcia jamás ha sido implicada en la ciencia
astronómica y no contribuyó de manera importante a su
desarrollo. Solamente los sacerdotes, poseedores de un saber
celosamente guardado, tuvieron vagos conocimientos de las
cosas del cielo. La creación de una escritura y la unificación del
país, bajo el reinado de un faraón único alrededor del 3000
(después de más de mil años de civilización), no permitieron a los
conocimientos astronómicos cruzar el límite de la adivinación y de
la mitología conectadas al faraón, considerado como una
divinidad. Sin embargo, según ellos, las estrellas no tenían ningún
carácter divino, lo que explica porque la astrología nunca apareció
en Egipto antes de la época helenística. La cosmogonía egipcia,
bastante cercana de la admitida en Mesopotamia, suponía que la
diosa del cielo Nut, se apoyaba en el círculo del horizonte con sus
pies y manos. Este círculo del horizonte estaba sostenido por el
dios de la Tierra, Geb. El dios solar, Amón-Ra, cruzaba a diario el
cielo de Este a Oeste…
Egipto:
Nut y Geb
(Cielo y Tierra)
Amón-Re
(dios solar)
Egipto: Amón-Re, el dios solar
¿Amón-Re
y/o Atón?
Atón: dios del
disco solar
(Akhenatón)
Según muchos autores antiguos, el año egipcio se había fijado en
365 días, lo que habría inducido a una lenta deriva del calendario
respecto a las estaciones, según un ciclo de 1460 años. Así,
después de 730 años, se tendría el verano en invierno y
viceversa. Sin embargo, esta interpretación causa controversia en
autores más recientes quienes piensan que el año de 365 días ¼
era conocido por los egipcios. Las crecidas del río Nilo eran
también previstas cada año por la observación de la salida
heliaca de Sirius que se produce algunos días antes. La medición
de los doce meses del año fue hecha con la ayuda de 36 periodos
de diez días, los decanatos, cada decanato siendo definido por la
salida heliaca de una estrella seleccionada por los sacerdotes
egipcios desde 2200. La existencia de estrellas australes
invisibles desde Egipto y visibles más al sur era conocida por
algunos sacerdotes, los cuales no divulgaron esta información por
motivos religiosos.
Observando el cielo durante mucho tiempo, los egipcios
aprendieron a determinar la dirección del Norte, como lo muestra
la orientación precisa según el eje Norte-Sur de las pirámides,
construidas alrededor del 2700, y, quizás la del gran corredor de
la Gran Pirámide hacia la estrella polar de la época, Thuban (
Draconis), al paso inferior (esta alineación causa mucha
controversia en la mayoría de los especialistas y podría venir de
un simple azar, debido a la excelente orientación Norte-Sur de la
Gran Pirámide).
Debido a su complicado uso, las matemáticas egipcias
quedaron sin mucho desarrollo hasta la llegada de Alejandro
Magno. Sin embargo, después de la conquista, los estudios
científicos fueron favorecidos dentro del marco prestigioso de la
gran biblioteca de Alejandría, durante el reinado de los faraones
Lágidas. El modelo geo-heliocéntrico de Heráclides de Ponto (¡si
es que realmente él es el autor de este modelo!), que tomó más
tarde el nombre de sistema egipcio, fue entonces adoptado por
algunos filósofos locales (esto causa mucha controversia).
Época helenística: El zodiaco de Denderah
Israel
Los conocimientos astronómicos del pueblo de Israel fueron
siempre más o menos nulos, a pesar de algunas alusiones
cosmogónicas vagas y la mención de algunas constelaciones en
ciertos libros del Antiguo Testamento. Ciertas incoherencias e
inverosimilitudes resaltan, por otra parte, esta ausencia de
conocimientos, especialmente la supuesta parada de los
movimientos aparentes del Sol y de la Luna durante casi un día
entero para permitir que Josué venciera a los enemigos de Israel
o el llamado movimiento al revés del Sol para consolidar la fe de
un rey de Jerusalén llamado Ezequías. Por lo mismo, los
conocimientos geográficos fueron muy limitados, acompañados
por una cosmogonía ingenua.
Israel
Israel
Los hebreos utilizaron desde sus orígenes, un calendario lunar de
doce meses, cerca de 354 días, que servía para fijar las
diferentes fiestas religiosas, especialmente la fiesta de Pascua
durante el mes de Nisán. El año de 12 meses era entonces
llamado año común. Sin embargo, la mala aproximación en la
duración del año estableció la introducción de un mes
suplementario cada dos o tres años, lo que daba un año
embolísmico, cerca de 384 días. La semana de siete días, con el
reposo sagrado del séptimo día llamado Sabbat, tuvo una
importancia esencial en el calendario hebreo, a pesar de la
ausencia real en la conexión entre la duración del la lunación (29
d 12 h 44 min) y la de la semana.
India
India
Una astronomía religiosa (védica)
El año hindú estaba fijado en 360 días, con doce meses de 30
días, por los más antiguos textos védicos, espacialmente el
Rgveda y el Atharvaveda. Un treceavo mes se intercalaba para
compensar la deriva del calendario respecto al año trópico.
Paralelamente, 27 (¿28?) constelaciones zodiacales fueron
utilizadas desde el principio de la civilización hindú como sistema
de marcación de los movimientos de la Luna, del Sol y de los
planetas mayores. Alrededor del 1000, los astrónomos hindúes
comenzaron a observar los movimientos del Sol y la Luna, y a
establecer también, calendarios de tipo luna-solar, los cuales se
hicieron más y más precisos, especialmente con el inicio de los
contactos con la Mesopotamia y, después, con Grecia.
La utilización de instrumentos más elaborados de origen griego y
mesopotámico permitió cerca del año cero, una mejora del
preciso de las mediciones. Las astronomías occidentales fueron
así parcialmente utilizadas para colmar las carencias de
conocimientos.

No obstante, la astronomía védica nunca fue muy desarrollada y


una cosmogonía cíclica de origen religioso fue instaurada e
incluida dentro de los textos sagrados. Según esta cosmogonía,
la Tierra, plana, en forma de disco circular, y condenada a
reorganizaciones cíclicas, era llevada por cuatro elefantes
colocados sobre la concha de una tortuga gigante nadando en la
superficie de un mar gigantesco. La bóveda celeste estaba
encima de la Tierra. Una primera forma de astrología hindú, de
origen mesopotámico fue desarrollada durante tres o cuatro
siglos, antes de dejar el espacio a una nueva, de origen griega,
cerca del año cero.
India
China
Quizás de manera legendaria, China habría tenido un desarrollo
precoz de la astronomía durante casi tres milenios desde 2600,
y después una detención relativa debido a la extensión tentacular
de la burocracia china, poco después del principio de nuestra era,
lo que generó un abandono parcial de los estudios astronómicos.
El primer observatorio chino (¿mítico?) habría sido construido
cerca del 2600 para ayudar a establecer un calendario fiable. Al
contrario de este mito probable, es absolutamente cierto que la
predicción de los eclipses, en un reino tan grande, se volvió
rápidamente un trabajo importante, prioritario incluso, para los
astrónomos imperiales quienes acumularon numerosas
observaciones de la Luna y del Sol durante varios siglos. Una
leyenda china muy antigua decía que dos astrónomos de esa
época habrían sido condenados a pena de muerte por no haber
anunciado tempranamente un eclipse de Sol.
China
La duración del año era conocida desde tiempos inmemoriales,
con un valor de 365 días ¼. Poco a poco, los astrónomos chinos
fueron capaces de predecir ciertos eclipses más o menos
matemáticamente, descubriendo muy temprano los ciclos de
Metón de 19 años (el tchang) y de Calipos de 76 años (el pou), y,
probablemente, el ciclo del Saros.
Al contrario de muchas otras culturas de la Antigüedad, China
siempre ha conocido el uso de la numeración decimal, los
primeros textos grabados sobre huesos lo mostraron claramente.
Paralelamente a la evolución de la astronomía china antigua, una
astrología totalmente diferente de la astrología mesopotámica,
pero igualmente estéril, fue practicada por astrólogos al servicio
del gobierno y especializados en la realización de almanaques de
predicción para cada año. Esta astrología creció al momento de la
decadencia de la astronomía.
China
Las estrellas fueron agrupadas tempranamente en constelaciones
durante la historia de la antigua China. De manera más o menos
legendaria, el cinturón zodiacal habría sido dividido en 28
constelaciones zodiacales, las mansiones, desde 2380, mientras
tanto 28 estrellas correspondientes eran seleccionadas en la zona
ecuatorial para definir los 28 sieous (refugios o mansiones). Las
observaciones rigurosas y seguidas de los movimientos del Sol, la
Luna y los planetas, y también los fenómenos astronómicos, se
iniciaron cerca de 1650, permitiendo establecer una crónica
precisa, especialmente para los acontecimientos raros que fueron
catalogados (eclipses de Luna a partir de 1360, eclipses de Sol
desde 1216, cometas, novas y supernovas en la misma época).
Las primeras inscripciones sobre huesos, hechas durante esta
época, sirvieron para anotar estas observaciones.
Cerca del final del siglo IV antes de nuestra era, en la época de
los Reinados Combatientes, 1464 estrellas fueron catalogadas de
manera muy precisa por tres astrónomos, Cheu Chen, Kan To y
Wou Hien, y agrupadas en 284 constelaciones, con el uso de
coordenadas ecuatoriales parecidas a las nuestras. Eran usadas
debido al uso de un grado un poco diferente del que usamos, un
círculo completo compuesto de 365° ¼ (el polo norte celeste era
entonces a 91° 5/16 del ecuador celeste, en declinación), y con la
utilización de los sieous para la medición de la ascensión recta.
Cerca del principio de nuestra era, al final de la dinastía Han, el
astrónomo Yi Hi descubrió el fenómeno de precesión de los
equinoccios, notando que la estrella polar de su época, llamada el
pivote celeste, no era la misma que la que tenía esta función
alrededor de mil años antes, llamada estrella del emperador
celeste. Una instrumentación rudimentaria, compuesta
principalmente de tubos de mirada y de esferas armilares muy
simplificadas, fue desarrollada algunos siglos antes de nuestra
era y utilizada durante varios siglos después.
Sin embargo, alrededor del año 120 de
nuestra era, el astrónomo chino Zhang
Heng desarrolló una esfera armilar
muy elaborada que podía simular los
movimientos aparentes de las dos
luminarias, Sol y Luna, y de los cinco
planetas conocidos de los chinos de la
Antigüedad. Los movimientos de esta
esfera armilar eran regulados por un
dispositivo hidráulico conectado con
una clepsidra (reloj de agua ya
conocido antes de nuestra era). Uno
de los objetivos de esta construcción
muy ingeniosa era mejorar el
calendario imperial y, entonces, el
ritmo de vida del emperador. Zhang Heng
Antigüedad clásica
El milagro griego
El advenimiento
de la racionalidad
Desde la idea de un mundo
dirigido por los dios hasta
explicaciones racionales y (a veces)
muy modernas para explicar
el funcionamiento de la naturaleza.
Durante aproximadamente 800 años, los filósofos y astrónomos
griegos pasaron de la idea de una Tierra plana ubicada al centro
de un universo pequeño y cerrado a la idea de una Tierra
esférica, eventualmente móvil en el espacio, incluso alrededor del
Sol, y en rotación alrededor de su eje polar. Esta Tierra era
entonces un punto cualquiera, de tamaño despreciable frente al
Universo, lo cual era probablemente de tamaño infinito, según el
modelo atomista (visión epicúrea). Finalmente, se orientaron
hacia una posición intermedia de una Tierra esférica inmóvil al
centro de un universo de tamaño restringido en movimiento
alrededor de ella. El Universo era cerrado, limitado por la esfera
de las estrellas fijas, y rodeado, eventualmente, por la nada o por
los dioses (visión aristotélica) o por un vacío extra-cósmico infinito
(visión estoica), a fin de salvar las apariencias. Los filósofos
griegos han buscado siempre “salvar las apariencias” o “salvar los
fenómenos”. Se ha dado el nombre de milagro griego a este
advenimiento del racionalismo en tierra griega durante la
Antigüedad clásica.
625 antes de
nuestra era
Escuela milesia
La escuela filosófica griega más antigua
Escuela milesia: Tales de Mileto
Al principio del siglo VI antes de nuestra era, Tales de Mileto,
fundador de la escuela filosófica milesia, fue el primero en seguir
una gestión racional para tratar de encontrar una explicación de
carácter “científico” para los fenómenos naturales observables en
el Universo visible, que era, según él, principalmente compuesto
de agua. Continuó no obstante pensando que la Tierra era de
forma plana geométricamente. No propuso ningún modelo
cosmogónico. Según él, el principio de todo era el agua. Según
Heródoto de Halicarnaso, Tales ha sido capaz de predecir el
eclipse total de Sol del 28 de mayo de 584, lo que ocurrió
durante una famosa batalla entre los medos y los lidios,
produciendo una parada rápida de los combates.
Escuela milesia: Anaximandro de Mileto
Anaximandro de Mileto (¿discípulo de Tales?) propuso cerca de
570 la idea que los planetas eran ruedas llenas de fuego girando
alrededor de la Tierra. Esta idea fue la primera tentativa
cosmogónica griega tratando de representar los fenómenos
astronómicos con la ayuda de un modelo mecánico. El pensaba
también que la Tierra era de forma cilíndrica y que la parte
habitada correspondió a la región plana superior del cilindro, el
Universo compuesto de un vacío ilimitado y la Tierra en equilibro
en su medio sin soporte material. Según él, el ilimitado (el
“ápeiron” de los griegos) era el principio de todo.
Escuela milesia: Anaximenes de Mileto
Anaxímenes de Mileto (¿otro discípulo de Tales o discípulo de
Anaximandro?) conservó la idea de una Tierra plana flotando
sobre el aire, lo cual era el principio de todo. Según ciertos
comentaristas (pero eso queda todavía dudoso), habría
desarrollado las ideas de Anaximandro e imaginado los astros
como cuerpos fijados a esferas en revolución, siendo así el
primero en suponer la existencia de las esferas celestes que
constituyeron el aspecto dominante de la cosmología propuesta
por los filósofos griegos y medievales.
Siglo V antes de nuestra era
Escuela milesia tardía:

Anaxágoras de Clazomene
Anaxágoras de Clazomene, filósofo milesio del siglo V quien vivió
en Atenas, propuso cerca de 450 la idea de que la Tierra y los
planetas eran solamente piedras de gran tamaño en movimiento
en el espacio. El dio también la explicación exacta del mecanismo
de los eclipses.

Arquelao de Mileto
Discípulo de Anaxágoras de Clazomene y maestro de Socrates
Escuela pitagórica
Escuela pitagórica: Pitágoras de Samos
Durante el siglo VI y a principios del siglo V antes de nuestra era,
Pitágoras de Samos, fundador de la escuela pitagórica, y sus
discípulos, los filósofos pitagóricos, afirmaron la esfericidad de la
Tierra, el Sol y la Luna pareciendo notoriamente esféricos, y
supusieron que el Universo debía tener también una forma
geométrica esférica perfecta. En efecto, según Pitágoras y sus
discípulos, la esfera era la forma perfecta (divina) por esencia,
mientras tanto el movimiento perfecto (divino) era solamente
circular. Ciertos pitagóricos pensaban igualmente que la Tierra
podría estar en movimiento alrededor de un “Fuego Central”,
siguiendo una órbita perfecta, de naturaleza circular. Sin
embargo, Pitágoras quizás es sólo un personaje mítico quien le
habría dado su nombre a la escuela – ¿la secta? – pitagórica.
La perfección
de la esfera
Escuela pitagórica y los eleatas
Difusión rápida de la idea de esfericidad
del mundo, del cielo y de la Tierra
Influenciado por las ideas pitagóricas, el filósofo Parménides de
Elea (principio del siglo V) afirmó la esfericidad de la Tierra de
manera muy clara, así como la idea de que la Luna recibía su luz
del Sol. El filósofo Alcmeón de Crotona (principio del siglo V) fue
igualmente muy influenciado por estas ideas. Afirmaba que el
movimiento de los planetas seguía leyes físicas y que ellas
cumplían movimientos en sentido directo, de la misma forma que
la Luna y el Sol, pero sin observar que estos movimientos a veces
podían ser igualmente retrógrados con puntos intermediarios
estacionarios.
Escuela pitagórica: Filolao de Crotona
Ciertos pitagóricos tardíos introdujeron una Anti-Tierra localizada
entre el Fuego Central y la Tierra, para servir de pantalla de
protección. Filolao de Crotona, pitagórico disidente del siglo V,
tomó esta idea cosmogónica y construyó un modelo de Universo,
compuesto del Fuego Central y, girando alrededor de él según
círculos concéntricos contenidos en esferas cristalinas, por orden
de distancia (orden pitagórico), de la Anti-Tierra, de la Tierra, la
Luna, el Sol, Venus, Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno y de la
esfera de las estrellas fijas, mucho más lejana del Fuego Central.
El pitagórico Hiketas de Siracusa (también del siglo V) habría
modificado el sistema de Filolao y dotado a la Tierra de un
movimiento de rotación diurna alrededor de su eje, mientras tanto,
cerca del 400, el filósofo Ecfanto de Siracusa habría rechazado
la idea de Fuego Central, remplazándolo por la Tierra y
explicando así el movimiento diurno de la bóveda celeste por la
rotación diurna de la Tierra, localizada en el centro del Universo.
Filolao Todos los cuerpos celestes
giran alrededor del Fuego
Central, lo cual esta
escondido desde la Tierra
por la Anti-Tierra. Desde el
centro hasta la ultima
esfera, les cuerpos
celestes son el Fuego
Central, la Anti-Tierra, la
Tierra, la Luna, el Sol, los
cinco planetas (Venus,
Mercurio, Marte, Júpiter y
Saturno, según el orden de
los pitagóricos) y las
estrellas.
La música celeste: Los pitagóricos estaban convencidos
que existió una música celeste, a menudo llamada armonía de las
esferas, lo que correspondió a una analogía entre las distancias
planetarias y los intervalos musicales. La teoría del movimiento de
los cuerpos celestes debía tratar de poner en evidencia esta
analogía, por el estudio de las estructuras matemáticas llevada a
esta teoría a fin de poder escuchar esta música celeste. Además,
los pitagóricos pensaban que el conocimiento de los números y
de sus propiedades permitía el conocimiento del Universo.
Empédocles: El filósofo Empédocles de Agrigento propuso la
idea que el Universo estaba compuesto de cuatro elementos
fundamentales, que llamó tierra, agua, aire y fuego, elementos
dos por dos conectados u opuestos por el amor o por el odio.
Estos elementos poseían características intrínsecas como calor o
frío, seco o mojado. Un siglo después, el filósofo Aristóteles se
inspiró en estas ideas y construyó su física con ellas. Empédocles
dijo igualmente que "Dios es una esfera infinita cuyo centro esta
por todas partes y la circunferencia, en ninguna parte".
Los atomistas

Leucipo de ¿Abdera?
Demócrito de Abdera
El siglo V antes de nuestra era vio igualmente la aparición de la
filosofía atomista dentro de la ciudad de Abdera. En efecto,
Leucipo y Demócrito, el segundo siendo probablemente un
discípulo del primero, fueron los iniciadores de esta filosofía
donde el Universo, de tamaño infinito, estaba compuesto por una
infinidad de átomos, entidades físicas irreductibles, en movimiento
en el vacío. Estas ideas fueron desarrolladas un siglo después
por el filósofo Epicuro de Samos.
Escuela atomista: Leucipo
Nació a principios del siglo V antes de nuestra era,
probablemente en Mileto (Jonia) o en Abdera (Tracia).
Tradicionalmente se afirma que él fue el fundador de la escuela
atomista. Se le atribuyen dos obras, "El gran orden cósmico" en la
que exponía la concepción atomista del mundo y "Sobre la
mente", donde criticaba la teoría de Anaxágoras según lo cual la
mente es la fuerza que mueve todas las cosas. A Leucipo se
deben las ideas básicas de la concepción atomista, mientras que
a su discípulo Demócrito se debe su desarrollo, difusión y
articulación en un sistema filosófico completo y coherente.
Escuela atomista: Demócrito:
Demócrito nació en Abdera (Tracia), el año 460 y murió en 360,
siendo contemporáneo de Sócrates. Según Demócrito, cada
átomo posee las mismas características que Parménides de Elea
atribuía al ser: El átomo es sólido, lleno e inmutable. La existencia
del vacío, que es una especie de no-ser, explica la multiplicidad y
el cambio ya que, siendo lo que separa los átomos, permite el
movimiento, la generación y la corrupción, al permitir los
desplazamientos y los choques de los átomos.
Metón y Euctemón
Autores de calendarios agrícolas, los astrónomos Metón y
Euctemón observaron alrededor del 432 que 19 años solares de
365 días ¼ correspondieron con bastante precisión a 235
lunaciones medias (mes lunar, de valor 29 días 12 horas 44
minutos 2.8 segundos). Propusieron entonces un ciclo de 19 años
a fin de poder dar una mejor armonización entre los meses
lunares y los años solares. Euctemón mostró también la
desigualdad de las estaciones contando el número de días
separando los equinoccios de los solsticios.
Platón y la Academia de Atenas
Influenciado por las ideas pitagóricas, el filósofo Platón de Atenas,
discípulo de Sócrates, fue el primero en proponer el modelo
geocéntrico clásico, a fin de salvar las apariencias. En su obra El
Timeo, la Tierra esférica era supuestamente fija, y su centro
geométrico coincidiendo con el del Universo. La Luna, el Sol y los
planetas giraban alrededor de este centro según órbitas circulares
perfectas descritas con velocidad angular constante. Las estrellas
eran llevadas por una última esfera, llamada esfera de las
estrellas fijas, en movimiento regular alrededor de la Tierra. Sin
embargo, pudo ser posible que, para él, la Tierra habría podido
ser animada de un movimiento de rotación alrededor de su eje (el
pasaje concernido del Timeo es de hecho bastante confuso).
Pero, su teoría no explicó correctamente los movimientos
retrógrados de los planetas, lo que lo llevó a pedir la resolución
del problema a matemáticos de la Academia de Atenas,
especialmente al astrónomo Eudoxo de Cnidos. Por otro lado,
Platón describió el mecanismo de los eclipses de Luna como
siendo la sombra de la Tierra cruzando la superficie de la Luna.
Platón (temprano) Modelo de las dos esferas
Todos los objetos celestes Platón es el primero a combinar les
giran alrededor de la Tierra, movimientos circulares regulares. Todas
con diferentes velocidades las estrellas (esfera exterior) hacen su
constantes y distancias, todos revolución en un día. La esfera exterior
los movimientos se hacen en mueve también la segunda, la esfera de
un plano fundamental. compensación. Sol, Luna y planetas tienen
cada uno un movimiento relativo a las
estrellas fijas en la esfera exterior.
Eudoxo de Cnidos
Eudoxo de Cnidos, matemático, discípulo de Platón y miembro de
la Academia de Atenas, dio una descripción precisa puramente
matemática del movimiento de los planetas, por utilización de una
combinación de esferas homocéntricas centradas en el centro de
la Tierra. La esfera más exterior llevaba todas las estrellas fijas.
Estas esferas, donde algunas llevaban los siete astros móviles,
Sol, Luna y los planetas, eran animadas a través de movimientos
circulares uniformes alrededor de ejes diferentes, lo que permitió
explicar los movimientos irregulares de los planetas y sus
retrogradaciones, así como también el movimiento aparente de
las estrellas alrededor de la Tierra. Por utilización de veintisiete
esferas homocéntricas encajadas, consiguió reproducir más o
menos correctamente los movimientos planetarios, incluso los
movimientos de retrogradación. Sin embargo, con tal modelo, no
era posible explicar las variaciones de brillo de los planetas, a
menudo importantes.
El Sol se mueve
Pero la Luna …y tampoco
a lo largo del
no lo hace… los planetas
circulo eclíptico

Explicación Explicación de Eudoxo:


de Platón: 3 esferas 4 esferas
2 esferas Sol y Luna planetas
Eudoxo: La Luna puede ahora moverse al interior del zodiaco,
mientras tanto el Sol se mueve a lo largo del circulo eclíptico. Los planetas
pueden ahora moverse al interior del zodiaco y tener movimientos
retrógrados. La esfera exterior esta generando la rotación diurna, mientras
tanto la segunda esfera esta generando el movimiento a lo largo del
eclíptico como en el modelo de Platón. Las dos esferas interiores están
incluidas para generar una figura geométrica llamada hippopede: Cuando
esta combinado con los dos otros movimientos de las dos esferas
exteriores, el resultado obtenido es muy similar al movimiento retrogrado:

Centrar la curva
hippopede en el Sol
da elongaciones
limitadas, lo que es
muy útil por
Mercurio y Venus.
Calipos: El astrónomo Calipos de Calipos hizo el sistema de Eudoxo
todavía más complejo utilizando
Cirico fue un continuador de Eudoxo. modelos con cuatro y cinco
A fin de explicar de mejor manera los esferas. Una motivación por un
modelo a cinco esferas por el Sol
fenómenos astronómicos, perfeccionó era muy probablemente un ensayo
el sistema de las esferas de dar una explicación a las
homocéntricas y aumentó el número desigualdades de las estaciones.
de esferas encajadas hasta treinta y
cuatro. Sin embargo, conservó los
principios de la inmovilidad de la
Tierra al centro del Universo y del
movimiento de rotación de la esfera
de las estrellas fijas, en 23h 56min 4s
alrededor del eje polar celeste. Mejoró
también el ciclo de Metón
proponiendo una era calíptica de
periodo 76 años, equivaliendo a
cuatro veces el ciclo de 19 años.
Aristóteles (384, 322)
Filósofo y científico griego, considerado, junto a Platón y
Sócrates, como uno de los pensadores más destacados de la
antigua filosofía griega y posiblemente el más influyente en el
conjunto de toda la filosofía occidental.
Aristóteles: El filósofo Aristóteles de Estagira, discípulo
disidente de Platón y preceptor de Alejandro Magno, elaboró un
orden del mundo de una unidad y cohesión tales que se impondrá
durante muchos siglos como la única representación del cosmos
conforme a las exigencias de la razón y a los datos de los
sentidos. Según él, el dominio celeste incluido entre la esfera de
las estrellas fijas y la de la Luna estaba compuesto de un quinto
elemento perfecto e incorruptible que él llamó éter. Las estrellas y
planetas fueron así ubicados en el dominio de la pureza. Éstas
podían ser animadas solamente de un movimiento natural circular
alrededor del centro del Universo, como todos los cuerpos
perfectos incorruptibles. Los orbes encajados que sostenían los
diferentes cuerpos celestes supuestamente tenían una realidad
física concreta y ser de naturaleza cristalina y perfecta.
Como Platón y Eudoxo, adoptó el orden de los pitagóricos, la
Tierra en el centro del Universo, la Luna, el Sol, Venus, Mercurio,
Marte, Júpiter, Saturno y la esfera de las estrellas fijas. Este
orden fue llamado orden de los físicos después de él.
Aristóteles: Buscando salvar las apariencias, fue inducido a
remodelar el sistema de las esferas homocéntricas creado por
Eudoxo y perfeccionado por Calipos. Así, se aumentó el número
de esferas hasta cincuenta y cinco, para poder explicar
correctamente los movimientos planetarios independiente los
unos de los otros. Impulsado por lo que Aristóteles llamó el primer
motor (que, según él, era de naturaleza divina), la esfera más
externa contenía fijas a todas las estrellas y las impulsaba en su
movimiento de rotación diurno en 23h 56min 4s alrededor de la
Tierra. Supuestamente inmóvil, de forma esférica y rodeada por la
región sublunar, la Tierra estaba ubicada al centro de nuestro
Universo. Era el dominio de existencia de los cuatro elementos, la
tierra, el agua, el aire y el fuego, los cuales no podían moverse
naturalmente sino verticalmente, hacia arriba o abajo según su
naturaleza, y también el dominio de la generación y de la
corrupción, del impuro y de los cuerpos graves (con peso).
Aristóteles
Aristóteles expuso su visión del mundo en sus obras esenciales
De Caelo (Tratado del Cielo), la Física y la Metafísica. El modelo
cosmológico de Aristóteles correspondía a un universo cerrado de
pequeño tamaño donde la Tierra ocupaba el centro, y, por lo
tanto, una visión muy antropocéntrica del mundo.

Por otra parte, Aristóteles dio igualmente una estimación de


63.000 km para la circunferencia del globo terrestre, lo que era
demasiado exagerado. :
Repartición de los cuarto elementos del
dominio corruptible, según Aristóteles

Estructura del
Universo según
Aristóteles
Estructura del
Universo según
Aristóteles
Una de las aportaciones características de la filosofía de
Aristóteles fue la nueva noción de causalidad. Aristóteles
propuso cuatro tipos de causas explicatorias:
La causa material (materia de la que está compuesta una
cosa),
La causa eficiente o motriz (fuente de movimiento,
generación o cambio)
La causa formal (la especie, el tipo o la clase)
La causa final (objetivo o pleno desarrollo de un individuo,
o la función planeada de una construcción o de un invento).
Ejemplo: La causa material de una estatua es el mármol
en que se ha esculpido; la causa eficiente, el escultor; la
causa formal, la forma que el escultor ha dado a la estatua
(Hermes o Afrodita, por ejemplo); y la causa final, su
función (ser una obra de arte).
Movimiento natural o violento

El movimiento natural podía ser hacia arriba o hacia abajo en la


Tierra, en donde los cuerpos pesados (como una piedra)
tendían naturalmente a ir hacia abajo, y los cuerpos livianos
(como el humo) tendían naturalmente a ir hacia arriba. Esto
ocurría así porque los objetos buscaban sus lugares naturales
de reposo y, por ser movimientos naturales, no estaban
provocados por ninguna fuerza.
El movimiento violento era un movimiento impuesto, originado por
la acción de fuerzas que actuaban sobre un cuerpo: tiraban o
empujaban. Los cuerpos en su estado natural de reposo no
podían moverse por sí mismos, sino que era necesario
aplicarles en permanencia una fuerza (empujarlos o tirarlos)
para que se muevan.
Durante muchos siglos, la idea de que la Tierra estaba en su lugar
natural de reposo fue muy aceptada y, ya que ponerla en
movimiento requería de una enorme fuerza, lo más lógico era
pensar que la Tierra no se movía, sino que el resto del Universo
se movía alrededor de ella. De esta manera, el Sol era el que
giraba alrededor de la Tierra.
La astronomía heliocéntrica
Heráclides: Durante el siglo IV antes de nuestra era,
siguiendo la idea de los pitagóricos Hiketas y Ecfanto, el filósofo
Heráclides de Ponto (o de Heraclea) propuso el movimiento de
rotación de la Tierra alrededor de su eje como explicación de la
rotación diurna. Admitió igualmente (pero esto es actualmente
una controversia para varios especialistas) que los planetas
Mercurio y Venus giraban alrededor del Sol y no alrededor de la
Tierra, creando así el modelo geo-heliocéntrico que fue a menudo
utilizado entre la Antigüedad y el Renacimiento y que dejó una
puerta largamente abierta hacia el heliocentrismo. También, la
existencia de este último modelo habría podido inspirar la teoría
geométrica de los movimientos planetarios, construida debido a
una combinación de círculos excéntricos, deferentes y epiciclos…
La astronomía heliocéntrica
Aristarco de Samos: Aristarco de Samos propuso una
teoría heliocéntrica bien estructurada como explicación del
movimiento de los planetas. Supuso que la esfera de las estrellas
fijas era muy lejana, a fin de justificar la ausencia de paralaje
anual detectable y que la Tierra estaba animada por un
movimiento de revolución alrededor del Sol y de un movimiento
de rotación alrededor de su eje. Aunque Aristarco fue un genial
precursor de Copérnico, sus teorías no encontraron mucho éxito.
Él fue considerado sacrílego por haber osado desplazar el hogar
del mundo. Probó igualmente determinar el tamaño de la Luna y
su distancia, pero los valores que determinó eran bastante lejanos
de los valores reales. Sus estimaciones de la distancia y del
tamaño del Sol eran totalmente extravagantes.
La astronomía heliocéntrica

Seleuco: Cerca del 150, el babilónico Seleuco concluyó que


las mareas estaban correlacionadas con las fases de la Luna.
Reintrodujo igualmente el sistema de Aristarco, considerando que
describió la estructura física real del Universo, en oposición total
con la física de Aristóteles. Sin embargo, su toma de posición en
favor del sistema heliocéntrico, no encontró ninguna repercusión
durante los siglos siguientes.
La astronomía heliocéntrica

Aristaco y Seleuco, precursores de Copérnico


Aristarcos:
"Aristarco de Samos escribió un libro con ciertas hipótesis, donde
está asumido que el Universo está muchas veces más grande
que lo que está admitido de manera común a nuestra época. Está
suponiendo que las estrellas fijas y el Sol permanecen inmóviles,
que la Tierra está animada de un movimiento alrededor del Sol
siguiendo la circunferencia de un círculo... y que la esfera de las
estrellas fijas, la cual tiene el mismo centro que lo del Sol, es tan
grande que el círculo orbital de la Tierra que él está imaginando
dentro de esta hipótesis está en la misma proporción con la
distancia de las estrellas fijas que el centro de una esfera lo hace
con su superficie." Arquímedes.
Aristarcos:
¿Por qué esta (muy buena) idea ha sido rechazada?
¿Razones religiosas?
¿Perjuicio primitivo en favor de una Tierra estable?
Se debe anotar que hay también buenas razones científicas:
1) Aristarco no puede explicar los fenómenos de manera tan
buena como la astronomía usual (paralaje, desigualdad de las
estaciones, precesión de los equinoccios).
2) No tuvo contestación contra los argumentos estándares por
una Tierra estable (efectos esperados inducidos por una Tierra
móvil no detectados, por ejemplo viento, desintegración).
3) No tuvo ninguna física para remplazar la física de una Tierra
central (y entonces nada para remplazar la física de Aristóteles).
4) Astronomía y cosmología basada sobre una Tierra central
progresaron de muy buena manera con Hiparco y Ptolomeo.
La noción de paralaje
Si la Terra está orbitando alrededor del Sol en un año, entonces
hay una diferencia significativa en sus posiciones a intervalos de
seis meses. Este efecto podría estar detectable relativamente a
las estrellas fijas, que deberían aparecer siendo en posiciones
ligeramente diferentes. De hecho, es difícil de medir este efecto,
debido a la pequeñez de la orbita terrestre con respecto a las
distancias de las estrellas, mientras tanto la paralaje estelar no
fue detectada antes de 1838. Paralaje de  Centauri (la estrella
más cercana) = 0”.75, donde 1° = 60' = 3600”. Para detectar este
efecto, se debe observar una estrella cercana, una ubicada a una
distancia de 4 años-luz, y no 40, 400 o 4.000 años-luz. ¿A qué
distancia se ubica una estrella? ¿Son a la misma distancia dos
estrellas de mismo brillo? ¿O es una más cercana pero más débil
y la otra más lejana, pero más brillante? Por los griegos, las
estrellas estaban relativamente cercanas (justo más allá que
Saturno) y estaban todas a la misma distancia.
Paralaje anual
A
R
I
Medición de
S
las distancias
T
de la Luna
A
y del Sol
R
C
O
Distancias de la Luna y del Sol

Según Aristarco,  = 87°

=>

Pero, ahora, sabemos que  = 89°51’24”


RL RT RS

 L T S
Aristarco:
Geometría del sistema Tierra Luna Sol y medición del ángulo STL.
Calculo de Aristarco: TS/TL = 1/cos(STL) = 1/cos(87°) = 19.1
Calculo moderno: TS/TL = 1/cos(STL) = 1/cos(89°51’24”) = 399.9
Por otra parte, los diámetros aparentes de la Luna y del Sol aparecen como
siendo iguales: θ0 [radians]  tan(θ0) = RT/TL = RS/TS => x = RS/RL = TS/TL
Por fin, durante un eclipse total de Luna, se puede ver que la Luna tiene un
diámetro menor que la sombra de la Tierra a la distancia TL. Rsombra = RL.
Estimación de Aristarco:  = 2 (valor moderno:  = 2.587).
L/Rsombra = T/RT = S/RS
 L/RL = (L+TL)/RT = (L+TL+TS)/RS
 L * (RTRL) = RL * TL
 L = RL * TL / (RTRL)
 TL / (RTRL) = (TL * (RT / (RTRL)) + TS)/ RS
 TL * (RSRT) = TS * (RTRL)
 x = TS/TL = RS/RL = (RSRT)/(RTRL)
 RS * RT  RS * RL = RS * RL  RT * RL
 (1+) * RS * RL = RT * (RS + RL)
 (1+) = RT * (1/RL + 1/RS) = RT/RL + RT/RS
Tenemos: (1+) = RT / RS + RT/RL y: x = RS/RL = TS/TL
Entonces: RT/RS (1 + RS/RL) = RT/RS (1+x) = (1+)
y: RT/RL (1 + RL/RS) = RT/RL (1+1/x) = (1+)
Finalmente: RS/RT = (1+x)/(1+)
y: RL/RT = (1+1/x)/(1+)

Quantity Formula Value Actual value


x x = RS/RL ~19 399.9
  = Rsombra/RL 2 2.587
θ0 [grados] (180/)θ0 [rad] 1° 0.259°
RS/RT (1+x) / (1+) 6.67 108.9
RT/RL  x(1+) / (1+x) 2.85 3.67
TL/RT (180/θ0)*RL/RT 20 60.21
TS/R (TL/R )*(TS/TL) 380 23456
La astronomía geocéntrica
Al final del
siglo IV y
durante el
siglo III
antes de
nuestra era

El orden de los
matemáticos
Piteas de Masalia
Salido de Gades (Cádiz), el geógrafo y navegador griego Piteas
de Masalia iba a explorar cerca del 330 las regiones nórdicas a
fin de verificar que, no muy lejos del círculo polar, el Sol no se
puso muy cerca del solsticio de verano. Después de su regreso,
escribió un tratado de Geografía Matemática.

Autólico de Pitano
A la misma época, Autólico de Pitano compuso sus tratados sobre
La Esfera en Movimiento y sobre Las Salidas y Puestas Heliacas,
ambos nos siendo llegados.
Aristillo y Timoquaris
Alrededor del 300, los astrónomos alejandrinos Aristillo y
Timoquaris utilizaron las coordenadas eclípticas para catalogar
las estrellas más brillantes y los planetas. Estuvieron dentro de
los primeros astrónomos trabajando en el ámbito de la biblioteca
de Alejandría, llamada el Museo y fundada por el faraón egipcio,
Ptolomeo I Sóter en el 304.

Arato de Soli
Cerca del  270, probablemente en Alejandría, el poeta Arato de
Soli escribió en versos el tratado de Los Fenómenos de Eudoxo,
dando una visión accesible a todos de los movimientos de la
esfera celeste. Un siglo después, Hiparco hizo una critica severa
de los errores e imprecisiones contenidas dentro este poema, lo
que no impidió que este texto fuese recuperado, comentado y
transformado, con el nombre genérico de aratea, por muchos
divulgadores griegos y romanos posteriores a Hiparco.
Arquímedes
Arquímedes de Siracusa, físico y
genial inventor, calculó una
circunferencia de la Tierra igual a
47.000 km, valor todavía
demasiado alto, pero ya más
razonable. Construyó planetarios
para explicar el movimiento de los
cuerpos celestes alrededor de la
Tierra. Dejó una obra notable,
incluso un tratado llamado
Arenario donde citaba y describía
la teoría heliocéntrica de Aristarco
de Samos, su contemporáneo, sin,
no obstante, afiliarse a ésta.
Eratóstenes de Cirene
Eratóstenes, astrónomo agregado a la biblioteca de Alejandría,
determinó un valor de 250.000 estadios griegos ( 40.000 km) de
la circunferencia terrestre, valor muy preciso para la época, por
utilización de las propiedades de la sombra del Sol al mediodía
verdadero durante el solsticio de verano en Alejandría (Sol a 7°12’
del Cenit) y en Siena, sobre el trópico del Cáncer (Sol al Cenit).
Esta medición condujo a una geografía matemática precisa.

Calculo hecho
por Eratóstenes:
PTierra = d12 360°/12

PTierra = 50 d12
Apolonío de Pergea
El matemático Apolonio de Pergea demostró la equivalencia entre
la teoría de los círculos deferentes y epiciclos, ya conocida en su
época y, quizás, ¿resultante de la teoría geo-heliocéntrica emitida
un siglo antes por Heráclides de Ponto?, y la hipótesis de los
círculos excéntricos en la descripción de los movimientos
aparentemente irregulares de los planetas, fijando así el centro de
los movimientos planetarios lejos del centro de la Tierra. Escribió
igualmente un tratado Sobre las secciones cónicas donde llamó a
las curvas elipse, parábola e hipérbola.
Apolonío de Pergea

P
P

T=C  C
T

Círculos deferentes y epiciclos Círculo excéntrico


Hiparco
Considerado como el astrónomo más
importante de toda la Antigüedad clásica,
Hiparco de Nicea observó con rigor entre 161
y 127 desde Rodas y Alejandría. Descubrió un
montón de fenómenos antes insospechados.
Hiparco de Nicea determinó un valor de 365d 5h 55min 12s para
la duración del año trópico, valor más preciso que todo lo que
había sido propuesto antes, sin embargo, todavía sobreestimado
con respecto al valor verdadero igual a 365d 5h 48min 46s.
Estimó las distancias Tierra-Luna y Tierra-Sol, así como también
los tamaños reales de estos astros, obteniendo un valor
realmente correcto para la distancia Tierra-Luna y el tamaño de la
Luna, y un valor diez veces demasiado pequeño para la distancia
Tierra-Sol. Sin embargo, encontró que el Sol debería ser diez
veces más grande que la Tierra.
Hiparco
Por lo que concierne a las matemáticas, Hiparco fue el fundador
de la trigonometría, simplificando mucho la geometría esférica.
Observó con una precisión jamás alcanzada antes, alrededor de
diez minutos de arco, debido a una instrumentación mejorada.
Trabajó en la mejora de la determinación de las coordenadas
geográficas, longitud y latitud, por utilización de los eclipses de
Luna y estableció una lista de eclipses futuras sobre 600 años.
Hiparco descubrió por la observación, varias irregularidades del
movimiento de la Luna, así también la ecuación del centro de
periodicidad anual en la trayectoria del Sol por el estudio de su
movimiento a lo largo de la eclíptica durante el año.
Hiparco
Determinó igualmente, con una excelente precisión, un valor de
29d 12h 44min 2,5s para el mes sinódico lunar (la lunación).
Estudiando por otra parte los movimientos planetarios y su
irregularidades, perfeccionó la teoría de los círculos deferentes y
epiciclos y reintrodujo la noción de excéntrico definida por
Apolonio a fin de obtener, por combinación de estos diferentes
círculos, una explicación precisa y coherente de los movimientos
planetarios dentro de una visión geocéntrica del Universo. Sin
embargo, observó que el sistema de las esferas homocéntricas
propuesto por Eudoxo y Aristóteles era falso.
Combinación de círculos deferentes, epiciclos y excéntricos
P P P

T=C + C = C
T T

Inigualdad de las estaciones


Explicación de Hiparco Explicación de Kepler
La precesión de los equinoccios
Hiparco completó el primer catálogo de las estrellas fijas que
daba las longitudes y latitudes eclípticas de 850 estrellas, quizás
después de la observación de una nova brillante que apareció en
el 133 dentro de la constelación del Escorpión. Comparando sus
propias observaciones de la longitud eclíptica de la estrella Spica
( Virginis) a las de Aristillo y Timoquaris efectuadas un siglo y
medio antes, encontró una diferencia de 2° 1/2 que él explicó muy
juiciosamente, gracias al fenómeno de precesión de los
equinoccios. Estimó a 46" (actualmente: 50,26") el valor anual del
movimiento de retrogradación del punto vernal al largo del círculo
eclíptico. Descubrió que la duración del año trópico, que estimó
igual a 365d 5h 55min 12s, difería sensiblemente con la del año
sideral, que determinó precisamente igual a 365d 6h 10min.
Eligiendo el punto vernal como origen de las coordenadas, todas
las estrellas tenían así sus coordenadas cambiando según un
movimiento global, con respecto al tiempo.
La era de los divulgadores

El principio de la época romana en Grecia coincidió con el fin de


los descubrimientos en astronomía, y al principio de la era de los
divulgadores, la cual se terminó algunos siglos después el año
cero con los neoplatónicos. Poco después de Hiparco y los
progresos enormes que él había realizado, Teodos de Laodicea
escribió algunos tratados de divulgación científica sobre la
geometría esférica aplicada a las esferas celestes y a sus
movimientos. Posidonio de Apamea, como imitador genial,
construyó un planetario como Arquímedes, escribió un tratado de
geografía matemática como Piteas, probó rivalizar con
Eratóstenes midiendo la circunferencia terrestre y corrigió los
cálculos de Hiparco sobre las distancias de la Luna y del Sol
dando un valor correcto para la primera y se equivocó en un
factor dos para la segunda.
La era de los divulgadores

Cerca del 70, el escritor Geminos de Rodas escribió un tratado


elementarlo de geografía matemática y de astronomía.
Cleomedes, alrededor del año 100 de nuestra era, escribió un
tratado basado en la enseñanza de Posidonio, y también la física
de Aristóteles, mientras tanto, en la misma época, el filósofo Teón
de Esmirna dejó un espacio importante a la astronomía en su
obra.

Solamente la enseñanza de la astronomía y el comentario de las


obras de los filósofos, fueron practicadas en Grecia durante los
siglos siguientes, incluso por los neoplatónicos y los
neopitagóricos, además de los estudios fundamentales de
Claudio Ptolomeo de Alejandría.
La era de los divulgadores

Este periodo entre Hiparco y Ptolomeo fue igualmente una época


de racionalidad débil, de misticismo y de oscurantismo, donde se
escribió numerosos tratados de arte adivinatorio y de astrología
basados sobre el geocentrismo para explicar como los astros
divinos e incorruptibles podían actuar sobre la Tierra y sus
habitantes corruptibles. La astrología siguió la orientación que
había comenzado durante la última época babilónica y perdió su
carácter exclusivamente real para dirigirse hacia el simple ser
humano. Sin embargo, la mayoría de las escuelas filosóficas
griegas, especialmente los académicos, los epicúreos y los
escépticos, así también una parte de los aristotélicos, quedaron
bastante recelosos, incluso a veces decididamente hostiles a la
astrología. Solamente los filósofos estoicos le encontraron un
cierto valor, según su teoría de la simpatía universal..
Claudio Ptolomeo
Claudio Ptolomeo de Alejandría fue el último astrónomo
importante de la Antigüedad, así como un enciclopedista. Estuvo
activo entre 127 y 141 de nuestra era y produjo algunas obras
mayores que fueron referencia durante más de quince siglos,
especialmente su Geografía, su Composición Matemática (o Gran
Sintaxis), que fue llamada Almagesto por los astrónomos árabes
medievales, y sus Hipótesis de los Planetas donde trató de dar
una explicación física a los orbes que llevaron los diferentes
planetas. En el Almagesto, hizo una síntesis de los ocho siglos de
la astronomía griega antes de su época y explicó su propia
contribución. Usando las mediciones de Hiparco y de Posidonio,
determinó un valor casi exacto de la distancia Tierra-Luna y
descubrió la evección, irregularidad importante del movimiento de
la Luna. Utilizando los datos colectados por Hiparco, construyó un
catálogo de más de mil estrellas, introduciendo los cambios de
coordenadas debidos a la precesión de los equinoccios. Fijó de
manera errónea el valor de la constante de precesión en un grado
por siglo (36"/año), valor conservado por los eruditos medievales.
Utilizando las observaciones de Hiparco y, también, otras más
antiguas, Ptolomeo perfeccionó el sistema del mundo propuesto
por su ilustre predecesor. Esencialmente geocéntrico, el modelo
consistía en una representación geométrica compleja de los
movimientos planetarios y daba una determinación de las
posiciones de los planetas con una precisión jamás alcanzada
antes. A fin de poder explicar sus retrogradaciones y sus
variaciones de brillo, combinó los círculos deferentes y epiciclos
utilizados por Hiparco con los círculos excéntricos introducidos
por Apolonio, el movimiento del centro del círculo epiciclo sobre el
círculo deferente efectuándose de manera uniforme alrededor del
punto ecuante, simétrico del centro de la Tierra con respecto al
centro del círculo deferente. Perteneciendo al dominio aristotélico
corruptible, la Tierra era siempre considerada como inmóvil en el
centro del Universo, mientras tanto, la bóveda celeste,
incorruptible, continuaba a describir su movimiento perfecto de
rotación diurno alrededor de este punto.
Apolonio y Hiparco
Ptolomeo: Introducción del punto equanto E
P P
T T
C C
E E

Casos de Venus y Mercurio


El movimiento de un planeta
en el modelo propuesto por Claudio Ptolomeo

¡No es un modelo simple de movimiento!


Claudio Ptolomeo
A pesar de una confusión entre apariencia y realidad, la teoría
geométrica geocéntrica de Ptolomeo ha representado una
culminación del genio matemático griego, dando a los
movimientos planetarios una perfección geométrica que fue
largamente utilizada durante más de catorce siglos por los
griegos, los árabes y los escolásticos latinos. Cuando, durante el
siglo XVII, la naturaleza verdadera de los movimientos planetarios
fue finalmente conocida, se comprobó que la visión del mundo de
Claudio Ptolomeo describía correctamente los movimientos
planetarios aparentemente vistos por un observador localizado en
un punto de la superficie terrestre y disponiendo solamente de
una instrumentación reducida.
Claudio Ptolomeo
Claudio Ptolomeo fue igualmente un enciclopedista de la
astrología antigua que sintetizó en cuatro tratados agrupados
sobre el nombre Tetrabiblia, obras que, en su espíritu, eran
totalmente distintos de sus estudios astronómicos. Ptolomeo
consideraba todavía esta mística divinidad como una ciencia,
pero sin reales bases astronómicas. Eso contribuyó a dar a la
astrología un estatuto de cuasi-ciencia durante los siglos
ulteriores, especialmente durante la época medieval, estatuto que
esta pseudo-ciencia no debió haber adquirido jamás.
El cielo de Ptolomeo

Antinoüs
Tres diferentes concepciones
filosóficas griegas importantes
en el ámbito de la
historia de la astronomía
Tres sistemas filosóficos rivales tuvieron dominación sobre el
mundo mediterráneo en la época de la Antigüedad clásica (Grecia
clásica y Roma). Tomando sus orígenes en la filosofía milesia y
dentro de las ideas pitagóricas muy fértiles, han influenciado de
manera importante la historia de las ciencias y de la cultura
occidental. Cada uno de estos tres sistemas está representando
un interés peculiar en la evolución de las ideas entre la
Antigüedad clásica y nuestra época, habiendo influenciado mucho
las teorías cosmológicas propuestas desde la época griega, así
como la historia de la astronomía hasta ahora.
La concepción epicúrea (atomista)

La teoría atomista de la materia viene probablemente de una de


las ideas fértiles del filósofo Pitágoras, quien vivió en el siglo VI
antes de nuestra era. Él postulaba (al igual que sus posteriores
discípulos) que todos los cuerpos físicos tendrían una
composición de puntos geométricos en relación matemática. Esta
idea de Pitágoras fue desarrollada por Anaxágoras, el último
filósofo milesio, durante el siglo V antes de nuestra era. Según él,
“el espíritu tiene sobre su dominación un universo
inconmensurable, en el cual, cada cosa sobre la Tierra y el cielo
es una combinación de gránulos pequeñísimos y obedece a leyes
universales”.
La concepción epicúrea (atomista)

El filósofo Leucipo de Abdera, también durante el siglo V,


transformó los puntos de Pitágoras y los gránulos de Anaxágoras
en entidades físicas irreductibles e indestructibles llamadas
átomos. Su discípulo Demócrito de Abdera, alrededor de fines del
siglo V antes de nuestra era, perfeccionó la teoría atomista.
Según él, los átomos constituyen las divisiones más pequeñas
posibles de la materia, y sus asociaciones y relaciones
matemáticas explican las propiedades de todos los cuerpos
sensibles. Sólo los átomos y el vacío infinito tienen existencia,
todo el resto es opinión del espíritu o convención de los sentidos.
La concepción epicúrea (atomista)
Así, existe una conexión entre la noción de un universo infinito y
la teoría atomista. Un número enorme de átomos implica una
repetición hasta el infinito: Más lejano que el horizonte, el
Universo es muy parecido a lo que es cerca de nosotros. Las
formas pueden cambiar, la textura fundamental del motivo
cósmico queda igual. Estos postulados implican el concepto de
uniformidad cósmica, base actual de la cosmología moderna
(principio cosmológico). El mundo natural tiene una extensión sin
límites y es autónomo afuera del control de los dioses eventuales
con poderes limitados. Durante veinte y cinco siglos, la idea de un
universo infinito lleno de una multiplicidad de mundos ha
influenciado en la historia de las ciencias, de la filosofía y de las
religiones, a tal punto que, todavía tiene una gran influencia en
nuestra época.
La concepción epicúrea (atomista)

Epicuro, a fines del siglo IV y principio del siglo III antes de


nuestra era, adoptó la esencia de la filosofía atomista, negó los
dioses como fuerzas que controlan el mundo natural e invocó más
frecuentemente posible causas físicas para la explicación de los
fenómenos. Él enseñó que la percepción de los sentidos era la
base de todos los conocimientos. Propuso también una teoría
global de la ética y así fue muy conocido durante la Antigüedad.
Sin embargo, el epicureísmo, demasiado orientado hacia el
ateísmo, fue criticado de manera muy fuerte por los platónicos,
los estoicos y finalmente por los cristianos.
Lucrecio, en su poema épico “De la naturaleza” escrito alrededor
del 55 antes de nuestra era, aparece como un firme defensor del
sistema atomista. Según él, los átomos son eternos y se
desplazan libremente en un vacío infinito. Pueden chocar y
combinarse, formando la textura material de mundos
innumerables. Las estrellas, ya identificadas como soles lejanos,
se iluminan y brillan durante periodos muy largos, antes de ver su
brillo decaer para disolverse en el desorden cósmico. En cada
lugar donde nacen nuevos mundos, la vida puede aparecer y
desarrollarse, las criaturas inteligentes pueden aparecer y las
civilizaciones pueden prosperar. Después, estos mundos se
disuelven y los átomos vuelven a su ciclo. Sólo el vacío y los
átomos son eternos e indestructibles. Las almas y los dioses, si
tienen existencia, son igualmente compuestos de átomos. A
veces, estos átomos pueden tener desviaciones impredecibles
durante colisiones mutuas, lo que permite explicar el azar y el
libre albedrío.
De Rerum Natura
(De la naturaleza)
Lucrecio
La concepción epicúrea (atomista)
Será en el modelo de universo infinito de los pensadores
epicúreos antiguos, que tendremos el problema del enigma de la
oscuridad. La extensión infinita de este universo con una
población uniforme de un número infinito de estrellas debería
inducir un cielo uniformemente brillante y no el cielo oscuro
observado. Los pensadores epicúreos atomistas de la antigüedad
no fueron capaces de ver esta paradoja, pero aún así poseen un
merito enorme.
Al lado del sistema atomista, el filósofo Empédocles de Agrigento,
quien vivió en el siglo V antes de nuestra era, escribió que “Dios
es una esfera infinita cuyo centro está por todas partes y la
circunferencia, en ninguna parte”. Esta frase fue utilizada varias
veces, con la sustitución de la palabra “Dios” con la palabra
“Universo”, hasta el Renacimiento.
Durante los siglos V y IV antes de
nuestra era y con el uso de órbitas
La concepción celestes y los movimientos
aristotélica circulares perfectos definidos por
los pitagóricos, Sócrates (quizás),
Platón, Eudoxo de Cnidos y otros
construyeron una geometría
cósmica de esferas celestes
encajadas centradas en la Tierra y
todas contenidas en una esfera
más externa llamada la esfera de
las estrellas fijas. Esta última esfera
fue considerada así, como el límite
último de nuestro Universo, mundo
cerrado de pequeño tamaño sin
exterior o rodeado por la divinidad.
Este postulado dio la segunda gran
concepción de la Antigüedad.
En la mitad del siglo IV antes de nuestra era, el filósofo Aristóteles
transformó el sistema de esferas geocéntricas en un sistema
físico de tamaño finito ordenado por principios eternos. Las
esferas celestes de forma inmortal y de naturaleza cristalina
estaban compuestas de un elemento único e incorruptible llamado
“Éter”. Ellas estaban dotadas de movimientos circulares perfectos.
Algunas de estas esferas llevaban, según un orden ascendente,
los astros móviles (o errantes), Luna, Sol, Venus, Mercurio,
Marte, Júpiter y Saturno (orden pitagórico adoptado también por
Platón y Eudoxo, llamado después orden de los físicos), y giraban
a distintas velocidades alrededor de ejes inclinados. La esfera de
las estrellas fijas recibió su movimiento de lo que Aristóteles llamó
“el primer motor” de esencia divina. Una luz etérea llenaba todo el
espacio debajo de la bóveda celeste. Nada existía fuera de la
esfera de las estrellas fijas, ni espacio, ni vacío, ni tiempo.
La Tierra y las regiones sublunares fueron formadas de los cuatro
elementos corruptibles, el fuego, el aire, el agua y la tierra, con
formas mortales y con movimientos lejanos de la perfección. El
fuego, por su virtud de ligereza, buscaba al cielo, la tierra por su
virtud de gravedad buscaba el centro del mundo, el aire y el agua
fueron localizados entre estos dos polos extremos.
Los astrónomos Hiparco, en el siglo II antes de nuestra era, y
Ptolomeo, en el siglo II de nuestra era, propusieron un sistema
astronómico geométrico que difiere bastante del esquema
aristotélico. Introdujeron los círculos excéntricos, deferentes y
epiciclos como explicación sencilla a los movimientos planetarios
de aproximación y alejamiento de la Tierra, la cual conservaba su
posición central. El tamaño del Universo quedó finito siempre con
la esfera de las estrellas fijas como un límite final. El orden
planetario estaba modificado según la secuencia: Luna, Mercurio,
Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno (orden de los matemáticos).
Durante los siglos siguientes los neoplatónicos de Alejandría
añadieron ornamentación angelical al sistema aristotélico.
Durante la época medieval, los astrónomos árabes estudiaron y
divulgaron las ideas de Aristóteles y Ptolomeo. Después los
teólogos musulmanes, judíos y cristianos utilizaron el sistema de
las esferas homocéntricas y la astronomía geométrica como
bases de sus cosmogonías respectivas.
La concepción aristotélica
Es claro que, con su pequeño tamaño y límites, el Universo
aristotélico presenta un enigma que no se puede resolver: ¿Que
hay más allá del límite del Universo? Desde el interior, ¿Que sería
el porvenir de un objeto desplazado más allá de este límite? Este
problema, llamado enigma de la frontera cósmica, fue descrito por
primera vez por el geómetra Arquitas de Tarento, contemporáneo
de Platón. Arquitas se preguntaba: ¿donde podría ir una jabalina
lanzada hacia la frontera cósmica por el famoso guerrero griego
Aquiles, de fuerza legendaria? Sin embargo, no es menos claro
que, la limitación del Universo, en el sistema aristotélico, entrega
una respuesta sencilla al enigma de la oscuridad nocturna: el
cielo es oscuro porque el Universo no es de tamaño infinito y el
número de estrellas es limitado.
La concepción estoica
La filosofía estoica, que tiene su origen entre el final del siglo IV y
el principio del siglo III antes de nuestra era, fue creada por Zenón
de Kition. Esta concepción trata principalmente de una disciplina
sobre la vida frente a la adversidad y el destino. El hombre
estoico debe tener una fortaleza moral y ser animoso. El espíritu
divino tiene presencia en cualquier lugar de la Tierra y del cielo,
más exuberante o declinante en el mundo a lo largo del paso del
tiempo. Los principios éticos de deber y justicia fueron las bases
del sistema estoico. En este sistema, las personas pudieron
encontrar una filosofía, religión, moraleja y una ciencia. Este
sistema entregó una influencia muy importante a la civilización
occidental, sus conceptos, valores y su código de honor
especialmente en el mundo medieval. La concepción estoica del
mundo fue equivalente a la comprensión científica moderna del
Universo.
El enigma de la frontera cósmica, que fue imposible de resolver
mediante la concepción aristotélica, encontró una solución
elegante dentro del pensamiento filosófico estoico. Los filósofos
estoicos eliminaron el concepto de frontera exterior y adoptaron el
concepto de un cosmos de tamaño finito repleto de estrellas y
rodeado de un vacío extra-cósmico infinito y sin estrellas. Durante
la Antigüedad y la Edad Media, el sistema estoico fue similar al
sistema aristotélico privado de su frontera exterior.
Tomando diversas formas, la concepción astronómica de los
estoicos estuvo presente durante más de 2000 años hasta el
principio del siglo XX, cuando Hubble probó la existencia de los
objetos extra-galácticos. Desde el siglo XVII hasta principios del
siglo XX, esta concepción entregó una explicación sencilla al
enigma de la oscuridad: La noche era oscura porque podemos
ver la oscuridad del vacío extra-cósmico infinito y porque hay un
número finito de estrellas. El sistema estoico constituyó la base
de la cosmología del final del siglo XIX a la época del nacimiento
de la astrofísica y tuvo un gran éxito entre 1870 y 1920.
La concepción estoica
Las observaciones del siglo XX acabaron con el sistema estoico,
probando la existencia de objetos muy lejanos más allá de
nuestra Galaxia. No se encontró ningún límite de nuestro
Universo con un hipotético vacío extra-cósmico. Hoy en día,
sabemos que no vivimos en un universo estoico.
Aristotelismo Estoicismo Epicureismo
Universo finito Universo finito Universo infinito
rodeado por un vacío
extra-cósmico infinito
Numero de estrellas Numero de estrellas Numero de estrellas
finito finito infinito
Enigma de la frontera Ninguna paradoja Paradoja de
cósmica (Arquitas de Chéseaux-Olbers
Tarento)
Antigüedad Antigüedad Antigüedad
Edad Media (< 1277) Edad Media (> 1277)
Renacimiento
desde el siglo XVII desde el siglo XVI
hasta el siglo XIX hasta el siglo XIX
(esp. después 1870) (esp. antes 1870)
siglo XX (< 1920) siglo XX (> 1920)
El imperio romano
Dentro del mundo romano, muchos aficionados a la astronomía
dejaron tratados de divulgación, pero ninguno de ellos fue
realmente un científico, debiéndoles casi todo su conocimiento a
la ciencia griega. Entre el segundo siglo antes de nuestra era y el
siglo V de nuestra era, numerosos autores latinos o griegos,
principalmente Varro, Cicerón, Lucrecio, Vitruvio, Virgilio, Ovidio,
Higino, Manilio, Germánico, Columela, Séneca, Lucano, Plinio el
Viejo, Plutarco, Apuleyo, Ampelio, Censorino, Avieno, Calcidio,
Teón de Alejandría (autor de un comentario del Almagesto de
Claudio Ptolomeo), Hipatia de Alejandría (hija de Teón), Macrobio
y Marciano Capella, escribieron aratea, comentarios o tratados de
divulgación, a menudo según un modo poético, de la astronomía
griega, utilizando las hipótesis geocéntricas de Platón, de
Aristóteles o de Ptolomeo, incluso la ingeniosa hipótesis geo-
heliocéntrica de Heráclides de Ponto.
El imperio romano
Especialmente, Calcidio, Macrobio y Marciano Capella adoptaron
una visión geo-heliocéntrica que fue usada algunas veces durante
la Edad Media alta, especialmente por Juan Escoto Erígena, y
más tarde, por Tycho Brahe.
El modelo geo-heliocéntrico
(fin de la Antigüedad, Edad Media, Renacimiento)
Al parecer, Heráclides de
Ponto propuso que Venus y
Mercurio podrían Girar
alrededor del Sol. Al final de
la Antigüedad, algunos
autores propusieron (¿de
nuevo?) este sistema como
explicación de los
movimientos aparentes de
estos dos planetas y,
después, otros propusieron
de incluir Marte y Júpiter
(Juan Escoto Erígena), y
finalmente Saturno.
El imperio romano
Siguiendo los consejos del astrónomo Sosígenes de Alejandría
(quien además observó que los diámetros aparentes de la Luna y
del Sol eran variables), Julio César reformó en 45 el calendario
romano por utilización de un año de 365 días ¼. El calendario
romano antiguo, de tipo luna-solar era muy impreciso y bastante
incómodo, lo que imponía esta reforma. Curiosamente, Sosígenes
no usó el valor más preciso del año trópico establecido por
Hiparco un siglo antes. El nuevo calendario tomó ulteriormente el
nombre de juliano y fue utilizado por la jerarquía religiosa de la
iglesia católica hasta 1582.
Los romanos, como los griegos durante la época romana, eran a
menudo de una credulidad sin límites y firmes adeptos al arte de
la adivinación en todas sus formas, así como la astrología judicial.
Sin embargo, algunos pensadores más racionalistas como el
filósofo griego Carnéades, Cicerón, Lucrecio o el filósofo romano
Favorinus de Arelate quedaron (con razón) bastante
desconfiados, incluso muy críticos, frente a la astrología,
siguiendo en eso la mayoría de las escuelas filosóficas griegas.
Ciertos de ellos fueron resueltamente opuestos a esta doctrina.
Esta actitud crítica fue felizmente seguida por ciertos eruditos
medievales.
La iglesia cristiana recién nacida, adoptó el geocentrismo
platónico y lo transformó poco a poco en un dogma. En efecto, la
posición central de la Tierra, y entonces de la humanidad
corruptible, rodeada por los astros incorruptibles convergía bien
con la doctrina de la fe.
El imperio romano
A pesar de la perdida rápida de la mayoría de los textos originales
de Aristóteles y de Ptolomeo en casi todo el occidente cristiano,
las ideas geocéntricas y geo-heliocéntricas perduraron hasta
principios de la Edad Media, debido a la difusión de los textos de
Calcidio, de Macrobio y de Marciano Capella.
Sin embargo, una condena sin reserva a la astrología fue
expresada por los padres de la iglesia, especialmente por San
Agustín, con una muy buena argumentación (se pide a los
estudiantes de buscar esta argumentación en la biblioteca de la
Universidad), dentro de su libro Las Confesiones, escrito
alrededor del año 400.
Bibliografía: Textos guías:
1. Hockey, T., Trimble, V. and Williams, T. R. (editors) (2007) The Biographical Encyclopedia of
Astronomers, collective work, Springler Science+Business Media, LLC, New York, USA. in two volumes.
2. Dreyer, J. L. E. (1953) A History of Astronomy from Thales to Kepler. Dover, New York.
3. Kuhn, Th. Estructura de las revoluciones científicas. Editorial Fondo de Cultura Económica.
Bibliografía complementaria:
1. Carroll, B., Ostlie, (1996) D. An introduction to modern astrophysics. Addison Wesley, Reading.
2. Ferries, T. (1980) Galaxies, Thames and Hudson, London, 1980.
3. Harrison, E. (1987) Darkness at Night. Harvard University Press, Cambridge.
4. Hoskin, M. (editor) (1984-1996) The General History of Astronomy. Cambridge University Press,
Cambridge, in four volumes.
5. Nitschelm, C. (2007) El enigma de la oscuridad del cielo. ¿Por qué la noche es oscura?:
http://www.astrosurf.com/nitschelm/Noche_oscura.htm.
6. Wilson, C. (1989) Astronomy from Kepler to Newton, Variorum Reprints, London.
7. Stengers Isabelle, Les affaires Galilée, in : Serres Michel. Éléments d’histoire des sciences, Bordas,
Paris 1989.
8. Koiré A., Études galiléennes, Hermann, Paris 1966.
9. Galileo Galilei, Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo ptolemáico y copérnico.
10. Galileo Galilei, Carta a la Sra. Cristina de Lorena, Gran Duquesa de Toscana.
11. Russell, B. Religión y ciencia. Editorial Fondo de Cultura Económica.
12. Toulmin, S. La trama de los cielos. Editorial Edudeba.
13. Truesdell, C. Ensayos de historia de la mecánica. Editorial Tecnos.
14. Rossi, P. Los filósofos, las máquinas. Editorial Labor.
15. Ortega y Gasset, J. En torno a Galileo. Editorial Espasa Calpe.
16. Hoyle,F. Nicolás Copérnico. Editorial Alianza.
17. Kearney, H. Orígenes de la ciencia moderna. Editorial Guadarrama.
18. Burtt, E. Los orígenes metafísicos de la ciencia moderna. Editorial Taurus.

También podría gustarte