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Jesús R.

Álvarez Sanchís – Universidad Complutense de Madrid  Vista de una de las VIVIENDAS excavadas de
Ulaca, puesta al descubierto tras las excava-
ciones de Pérez Herrero en 1970. Algunas de
las viviendas del asentamiento estaban jun-

Ulaca
tas y contaban con paredes medianiles, for-
mando pequeñas manzanas, pero la
mayoría estaban construidas exentas, en
ocasiones parcialmente excavadas en la
roca, adaptándose al terreno. En la parte alta
de la ciudad, las casas suelen ser más com-
plejas, con varias estancias y superficies muy
grandes, que llegan en algún caso a los 400

una ciudad vettona 


hasta los 700 m2. © JESÚS ÁLVAREZ

ESCULTURA DE TORO de granito. Yacía


junto a un manantial en el lugar conocido
como “fuente del Oso”, al pie del oppidum de
Ulaca. Hoy se conserva en la plaza de la igle-
Ulaca es un gran poblado fortificado sia de Solosancho. Esculturas zoomorfas
de finales de la Edad del Hierro que como esta, representando a toros o cerdos,
perteneció a los vettones y que cuenta son muy comunes en todo el territorio vet-
con un enorme interés histórico y tón, donde se conocen más de 400 ejempla-
arqueológico por varias razones. En res, y por lo general han sido vinculadas con una función protectora del ganado o, según otras hipótesis más aceptadas, a su funcionalidad como
primer lugar, es con sus más de 70 ha hitos que demarcarían los terrenos ricos de pastos vinculados a las élites de los oppida. © JESÚS ÁLVAREZ
y más de 3000 m de murallas, uno de
los grandes oppida de la Céltica ramera, ya en las primeras estribaciones septentrionales de Gredos. peyo, según nos relata Apiano (B.C., I.112). Solo un tipo de remate
hispana. En segundo lugar, alberga una serie de estructuras muy bien conservadas, algunas de ellas excepcionales en el Del macizo de la sierra le separa un barranco angosto que se es- así podría permitir que se incendiaran las murallas, aunque cierta-
mundo celta, como un santuario rupestre, una sauna iniciática excavada en la roca y unas impresionantes canteras de parce a este y oeste. En el interior, en la extensa plataforma del mente no tenemos pruebas arqueológicas.
granito. Por último, la reciente localización de una zona de talleres artesanales y un área cementerial abren nuevas cerro, se advierten cimentaciones en piedra de casas y otras es- El poblado se articula en torno a dos grandes vaguadas que lo
perspectivas al conocimiento de la comunidad que vivió en Ulaca hace algo más de dos mil años. tructuras de compartimentación compleja. Se trata de un caserío atraviesan de este a oeste. Se han reconocido más de doscientas
muy disperso, que debía llamar la atención a cualquier extraño, cincuenta casas repartidas en distintos puntos, cifra que se elevaría

A
lrededor del año 250 antes de la Era solo una pequeña inmensa mayoría de sus gentes eran increíblemente modernos: sin apenas ordenación urbana más allá del acomodo que suponen hasta alrededor de las trescientas si se suman las viviendas fuera
porción de vettones, uno de los pueblos más importantes cuidar de los hijos y de las provisiones, las relaciones sexuales, la las vaguadas y las sendas que lo cruzan. Algunas zonas estuvieron de las murallas, al noreste del recinto. La existencia de barrios
que habitaban las tierras occidentales de la Meseta, vivía conducta social, el reparto de la herencia, enterrar y dar culto a prácticamente deshabitadas y seguramente se destinaron a pastos extramuros permite suponer que el recinto fortificado no implicaba
en grandes asentamientos, los mayores de los cuales probable- los muertos, la fe... aunque de forma algo distinta, tal vez más di- y a guardar ganado, base de la economía de estas gentes. una situación de peligro e inestabilidad constante. En los mo-
mente acogían a entre ochocientas y mil quinientas personas. fícil de entender en la actualidad. Apenas conocemos con exactitud Las noticias sobre el yacimiento se remontan al siglo XIX, si mentos de conflicto, la población de alrededor podría refugiarse
Estos sitios albergaban familias que apenas unas generaciones el alcance de los contactos mantenidos entre ellas, aunque es evi- bien la primera descripción exhaustiva se debe a M. Gómez Mo- dentro ya que existiría espacio suficiente. Sabemos que otros op-
antes formaban pequeñas aldeas en los mismos parajes. Sin em- dente que se intercambiaban ideas, materias primas y regalos, reno, al que se encomendó en 1901 la tarea de elaborar el catálogo pida vettones tenían arrabales o barrios periféricos, como Sal-
bargo, la mayoría de los vettones seguía residiendo en pequeñas dentro de los mecanismos habituales y pacíficos de relación social. monumental de la provincia de Ávila. Entre 1914 y 1915 el sitio mantica, la actual Salamanca, conquistada por el cartaginés Aníbal
explotaciones rurales de menos de cincuenta personas. Sitios Fue asimismo una época en la que la población empezó a prote- fue visitado por P. Paris, R. Lantier y H. Breuil, levantando los en el año 220 a. C. Plutarco (Mulierum virtutes, 10) relata que la
que carecían de estructuras complejas y cuyos habitantes debían gerse sistemáticamente contra la guerra, construyendo murallas, dos últimos el plano de sus murallas. Sus trabajos mostraron el ciudad tenía un barrio apartado del centro principal. En general,
pasar la mayor parte del tiempo trabajando las tierras del entorno torres, fosos y campos de piedras hincadas. Estos poblados forti- interés del yacimiento, con un potente sistema de fortificación, la conservación de las ruinas es muy buena –por no haber existido
y produciendo alimentos. Estamos en la época que los arqueólo- ficados fueron característicos de muchas regiones e incluso algunos estructuras monumentales y ajuares domésticos que se relacionan reocupaciones posteriores– y la distribución actual de estructuras
gos denominan la Segunda Edad del Hierro, la última gran fase de ellos fueron ocupados durante varios cientos de años. Otro con otros poblados vettones. La historia posterior está vinculada refleja más o menos la que pudo ser real en la Edad del Hierro.
de la Prehistoria de Europa, en la que conviven sociedades ágra- rasgo perceptible fue la actitud hacia los muertos, que eran inci- a Gutiérrez Palacios y Posac Mon, quienes a finales de los años Los vettones de Ulaca, como los habitantes del resto del valle,
fas, sin escritura, con otras que, como los griegos y romanos, la nerados y guardados en urnas, que luego se depositaban en ce- cuarenta realizaron pequeños sondeos arqueológicos, y Pérez He- no construían un único modelo de vivienda. En muchas partes la
utilizan o empiezan a utilizarla de forma habitual. menterios extensos y bien diferenciados. rrero, quien más tarde excavó dos casas en la zona central. Desde norma era casas pequeñas de planta cuadrada o rectangular junto
La península ibérica era entonces un inmenso territorio po- los años noventa el asentamiento y los alrededores son estudiados a la muralla, o bien grupos de casas con paredes medianiles co-
blado por comunidades en diferente grado de evolución social y El oppidum sistemáticamente por un equipo de arqueólogos españoles y bri- munes formando pequeñas manzanas que delimitarían a su vez
económica. Vivían en pequeñas aldeas agrícolas o en granjas algo El asentamiento fortificado de Ulaca (Solosancho, Ávila), uno de tánicos de la Universidad Complutense de Madrid y de la Uni- pequeñas calles. Las más sencillas de Ulaca son de dimensiones
más grandes, apacentando los rebaños y trabajando las tierras del los más grandes de la Iberia céltica y aún de la Céltica europea, versidad de Sheffield. reducidas, de unos 40 m2 de superficie. Las más grandes, entre
entorno, exactamente igual que sus antepasados habían hecho fue ocupado a finales de la Edad del Hierro (siglos III-I a. C.) por La muralla principal que rodeó el asentamiento conserva un 50 y 250 m2, conservan varias dependencias dedicadas a cubrir
durante generaciones. Los temas cotidianos que preocupaban a la una comunidad del pueblo vettón y se convirtió en el centro más perímetro de 3000 m y encierra una superficie ovalada de más de las diferentes necesidades. La primera era la más importante, con
grande y más importante del valle Amblés, donde también exis- 60 ha. Es de dos paramentos, con bloques grandes y las caras planas el hogar y en ocasiones el banco corrido adosado a la pared, en el
tieron otros grandes asentamientos fortificados, prácticamente vistas al exterior. Se adapta bien al terreno y es de gran aparejo en que según las fuentes solían sentarse a comer encabezados por
ciudades o mejor oppida en la terminología latina. La comunidad lienzos y torreones, sobre todo en las puertas. Se pueden identificar orden de edad. Ocupa la mitad del espacio y a ella se accede
que habitó Ulaca levantó un gran poblado organizado en diversos nueve entradas o interrupciones de la muralla. Dos se reconocen desde el exterior. Las otras habitaciones harían de despensa –donde
sectores o barrios y desapareció tras un abandono con el proceso bien: la puerta noroeste, protegida por varias líneas de muralla que se depositaban los grandes recipientes de cerámica o los aperos
de conquista romana y la paralela emergencia de Obila, la actual la anteceden, y la puerta noreste, con un camino que lleva hasta la de labranza–, cuadra y dormitorio. Las paredes eran de mampos-
Ávila, como gran centro de población de la región. ladera baja, parece que enlosado. Todavía se vislumbran las rampas tería sobre un zócalo de piedra y previsiblemente el techo con en-
La ciudad dominaba estratégicamente el valle desde lo alto por donde discurría este e incluso las huellas de ruedas de carro son tramado vegetal. Otras veces debieron ser solo de piedra e incluso
de un formidable cerro a 1500 m de altitud, en la sierra de la Pa- visibles en algunos puntos. La muralla y las puertas tuvieron que algunas excavadas parcialmente en la roca y de aspecto troglodí-
presentar un imponente aspecto desde el valle. La posibilidad de tico. Se han detectado grupos de viviendas adosadas unas a otras
 Detalle de una de las PUERTAS de Ulaca, con la torre flanqueando
la entrada. La MURALLA tiene una anchura de unos dos metros,
un remate con empalizada de madera, sobre todo en las entradas, con grandes sillares. La organización del espacio podría así reflejar
con las caras internas y externas de mampostería en seco, y un re- está sostenida por el famoso episodio del incendio de las murallas la exteriorización de diferencias sociales, pero también funciones
lleno de piedra en el interior. © JESÚS ÁLVAREZ de Pallantia en el año 74 a. C., tras el asedio de la ciudad por Pom- diferentes, no estrictamente domésticas.
ARQUEOLOGÍA & HISTORIA 33

 Recreación ideal del OPPIDUM DE ULACA visto desde el noroeste.


Desde esta vista, se observan los principales edificios o espacios de
carácter singular, como el santuario, la sauna, las canteras o el toda-
vía mal conocido “torreón”, así como dos de las entradas principales,
al norte y al noroeste. En la parte alta de la ciudad, se observan asi-
mismo algunas viviendas de gran tamaño y un manantial. En la am-
pliación de la izquierda: Vista de detalle del llamado SANTUARIO,
del que se aprecia la presencia de un recinto bien delimitado por la
roca tallada, que probablemente en origen estuvo completada por
un paramento de piedras en los sitios en los que esta era muy baja.
En la esquina sur, destaca el gran altar rupestre escalonado. Derecha:
Reconstrucción ideal del funcionamiento de la SAUNA RITUAL. A
un lado, se ubica la sala principal o “antecámara”, que da paso a una
pequeña sala con dos bancos de piedra colocados a norte y sur. La
parte izquierda, la más baja, correspondería con toda probabilidad
al horno. No está del todo claro si en la sauna se realizaban baños
secos o baños húmedos, es decir si se echaba agua en piedras can-
dentes para provocar vapor, o si simplemente se sudaba por efecto
del calor, aunque es posible se hiciera ambas cosas, y que en inicio
se sudara en seco y luego se retiraran unas piedras candentes del
fuego y se trasladaran a la cámara, donde se les echaría cubos de
agua para aumentar el efecto del vapor húmedo. En la reconstruc-
ción, la antecámara hace los efectos de lugar de reposo, donde los
efectos del calor no son tan intensos. © JORGE MARTÍNEZ CORADA

numento reproduce las saunas de algunos asentamientos conocidos


en la cultura castreña del noroeste de la península ibérica. Su aso-
ciación al agua, al vapor y al fuego en lugares hipogeos, así como
un conocido texto del geógrafo griego Estrabón (III.3.6) relativo a
estas actividades entre las poblaciones del valle del Duero, podrían
relacionarlo con ritos de iniciación de cofradías de guerreros:

De algunos de los pueblos que viven en las inmediacio-


nes del Duero se dice que viven a la manera espartana,
ungiéndose dos veces con grasas y bañándose de sudor
obtenido con piedras candentes, bañándose en agua fría
y tomando una vez al día alimentos puros y simples.

Lo mismo sucedía entre las poblaciones escitas y galorroma-


nas, que mantenían una importante tradición de baños de vapor y
que llamaron la atención a varios escritores de la Antigüedad.
El oppidum alberga otro importante edificio de gran aparejo y
forma de torre, de 14 por 10 m, que nombran “la iglesia” o “el to-
rreón”, rodeado de manantiales y delimitado por un pequeño recinto.
Domina desde el lado sur una importante extensión del área habitada
y por tanto lo que pudo haber sido el trasiego de carros, gentes y
productos. Es tentador vincularlo a una función pública, pero la au-
sencia de excavación impide una interpretación más precisa.
El interior del hábitat alberga vestigios excepcionales, como
las canteras de granito, algo desconocido en otros oppida célticos.
Grandes planchas de piedra se aprovecharon siguiendo las vetas
Los monumentos rupestres expresiones más claras. Además de las peñas talladas, Panoias que volvieran a llevarse a cabo este tipo de prácticas. Puede pen- naturales, rompiendo con cuñas bloques de dimensiones regulares
Los edificios públicos entre los vettones eran muy excepcionales, conserva inscripciones latinas que informan de los sacrificios re- sarse que en Ulaca, por extensión, también se llevaran a cabo. entre 60 y 120 cm de longitud. Hoy es posible medir los bloques
salvo en Ulaca. Tres grandes obras destacan por su interés, situadas alizados. La ceremonia tenía lugar en un edificio que coronaba la Además, la coincidencia de la orientación del altar con la cumbre terminados y no transportados, aquellos grandes todavía sin trocear
en el sector centro-occidental del poblado, relativamente apartadas construcción; mientras, las entrañas de las víctimas se quemaban más alta de las alineaciones de Gredos, bien visibles desde el op- y los solo esbozados mediante los agujeros para trabajar con las
de las concentraciones de casas y no muy distantes unas de otras. en unos nichos o cubetas y la sangre vertía en otros similares, al pidum, no parece casual y estaría buscada intencionadamente, cuñas en su extracción. La cantera occidental se destinó a obtener
La primera y más importante, denominada “santuario” o “altar tiempo que se rendía culto a las divinidades. El sacrificio com- quizá en asociación con algún fenómeno celeste conocido como material para las viviendas, mientras que la del ángulo suroeste,
de sacrificios”, es una estancia rectangular tallada en la roca, de prendía por tanto varias fases; se trata de un ritual que ofrece un la posición del sol en las fechas del solsticio de invierno, lo que junto al recinto fortificado, parece relacionada con la elaboración
16 por 8 m, y asociada a una gran peña, en la que una doble esca- orden y un itinerario determinado. Es conocido por las fuentes de refuerza todavía más la idea de un sacerdocio institucionalizado de grandes sillares para la muralla. La escala de los trabajos de
lera conduce a una plataforma con dos concavidades comunicadas la época que los sacrificios humanos y de animales se celebraban entre los vettones. cantería, la existencia de medidas modulares y la posibilidad de
entre sí. Una de ellas vertía en una tercera, la cual comunica a su entre las comunidades vettonas. De hecho en la cercana Bletisama, En las inmediaciones del altar, en dirección sur, se halla una reconstruir íntegramente el proceso de trabajo confiere a este ha-
vez con la parte inferior de la peña a través de un canal. La sacra- la actual Ledesma (Salamanca), el historiador Plutarco (Quaest. construcción de planta rectangular y 6,4 m de longitud que ha sido llazgo un extraordinario interés. Las canteras dan un aspecto má-
lidad del monumento se entiende a partir de una serie de testimo- Rom. 83) cuenta como a inicios del siglo I a. C. el procónsul P. interpretada como una sauna ritual. Está dividida en tres habita- gico al lugar, parece como si el tiempo se hubiera detenido en la
nios literarios y epigráficos, que encuentran en el santuario por- Craso se molestó por el sacrificio de un hombre y un caballo a ciones: un horno para fuego, una pequeña cámara con dos asientos Edad del Hierro a la espera del retorno de sus gentes para acabar
tugués a cielo abierto de Panoias, en Vila Real, una de sus propósito de la firma de un tratado de paz entre ciudades y prohibió labrados para recibir el baño de vapor y una antecámara. El mo- los trabajos abandonados.
ARQUEOLOGÍA & HISTORIA 35
Ciudades vettonas y verracos  Algunos recipientes cerámicos hallados en una de las posibles estructuras vinculables a talleres
y ÁREAS DE TRABAJO ARTESANAL, al pie de la ladera norte de Ulaca. © JESÚS ÁLVAREZ
U RES
GALLAECI A S T Ulaca como oppidum
Parece que Ulaca fue un oppidum jerarca
entre los vettones, tal vez cabeza de un
mercado regional que floreció aproxima-
VACC AEI damente entre 300 y 50 a. C. Desde el
punto de vista arqueológico es inviable ex-
ro cavar Ulaca en su totalidad. Pero sabemos
Due

RI
que allí se desarrollaron importantes arte-
sanías, como labores de cantería y alfarería

BE
además de la forja de hierro. El recinto su-
perior albergaba casas, talleres, un santua-

TI
rio, una sauna y otras estructuras monu-
Saldeana mentales. La organización interna de este
Salamanca

CEL
Yecla extraordinario asentamiento, rodeado de
Las Merchanas murallas, está impregnada de un determi-
Las Cogotas
La Mesa nado orden colectivo mantenido por un
Sanchorreja
ANI

Ávila fuerte poder político y religioso. Allí vivía


Ciudad Rodrigo y trabajaba una importante población, de

I
V E El Berrueco Ulaca unos 1500 habitantes, que se sentía prote-

N
gida. Seguramente en torno al sitio se lle-

A
T
LUSIT

T varían a cabo encuentros estacionales que


T P
E reunirían a mercaderes, a grupos de pasto-
O El Raso
R res con sus rebaños y a los agricultores del
A valle con el producto de sus cosechas para
C
N

comerciar, realizar trueques, ofrecer oportunidades de esparci- El epílogo es sumamente revelador. Durante los casi cincuenta
Toledo
E

miento y concertar alianzas matrimoniales. años que transcurrieron entre la llegada de Julio César a Hispania
Tajo
Talavera la Vieja Los escasos restos hallados en las viviendas sugieren que el y la intervención de Agripa (19 a. C.) para sofocar el último levan-
S

Alcántara trigo y la cebada, resistentes al clima frío y seco de la región, tamiento de astures y cántabros en el norte peninsular, una parte
La Coraja fueron los cultivos más importantes, con el complemento de unas considerable de las gentes de la Edad del Hierro ya se había habi-
pocas variedades de legumbres y bellotas. Los molinos de granito tuado a los bienes romanos. Por entonces, la edad de oro de las
Cáceres
encontrados evidencian la importancia del consumo de cereales, ciudades vettonas había llegado a su fin.
Villasviejas  À‹–‡•‰‡‘‰”žϐ‹ ‘•†‡Ž‘•˜‡––‘‡• seguramente en forma de gachas y tortas. Los bóvidos resultarían
 ”‹ ‹’ƒŽ‡•›ƒ ‹‹‡–‘•˜‡––‘‡• los animales más valiosos, pero seguramente los rebaños de cabras BIBLIOGRAFÍA
na

 ‘”‘•›˜‡””ƒ ‘•
dia

a y ovejas aportaban más calorías en la alimentación diaria. Una Álvarez-Sanchís, J. R. (2003): Los Vettones, Bibliotheca
Gu
tierra como esta, impregnada de pastos, encinas y manantiales, Archaeologica Hispana, 1. Madrid: Real Academia de la
Otros espacios relevantes es que las nociones de memoria y descendencia no son siempre ayuda a entender el valor de las esculturas de toros y cerdos, los Historia (2.ª edición corregida y ampliada).
En el año 2003 se localizó en la falda norte de Ulaca un sector coincidentes. Así, en el extremo occidental del territorio vettón famosos “verracos”, como elementos usados por las élites de los Álvarez-Sanchís, J.R. (2003): Los Señores del Ganado.
del cementerio formado por encachados tumulares y sepulturas las comunidades practicaban rituales que no dejan huella, tal oppida para reclamar la propiedad y el derecho de uso de los Arqueología de los pueblos prerromanos en el occidente de
de incineración en hoyo, con cerámicas y algunas armas de vez la exposición de los cadáveres a los agentes naturales y pastos en las épocas de calor y estiaje elevado. Varios manantiales Iberia. Madrid: Akal.
hierro y piezas de adorno. En las excavaciones que siguieron animales carroñeros, o bien el arrojamiento de los cuerpos y brotan en lugares próximos a la cumbre y al pie del cerro. De uno Fabián, J. F. (2006): Ruta de los castros vettones de Ávila y su
se comprobó que, además de enterramientos, existió un conjunto cenizas a los ríos. En todo caso, la cuestión de la sociedad en- de ellos, conocido con el expresivo nombre de “Fuente del oso”, entorno. Ávila: Institución Gran Duque de Alba, Diputación
de talleres artesanales. Esto revela una organización del oppidum terrada en Ulaca es algo que deberán resolver las futuras exca- procede un gran toro de granito de más de 2 m de longitud que Provincial de Ávila.
mucho más compleja de lo habitualmente pensado y abre nuevas vaciones. hoy se conserva en Solosancho. Otros semejantes se conocen en Ruiz Zapatero, G. (2005): Castro de Ulaca. Solosancho, Ávila,
perspectivas sobre los barrios artesanales de estos grandes cen- Unos 2 km al suroeste de la ciudad, en el camino que se las inmediaciones de Villaviciosa, que es pedanía del pueblo actual Cuadernos de Patrimonio Abulense, 3. Ávila: Institución
tros. Como en otras partes, el paisaje de la necrópolis sugiere dirige a la sierra, se localiza el llamado “Canto de los responsos”. y que hay que relacionar necesariamente con el poblado prerro- Gran Duque de Alba.
que algunos muertos habían sido importantes ancestros que de- Se trata de una roca que conserva hoy un ritual ancestral relacio- mano. La creación de estos monumentos, como también lo fueron
bían ser recordados por las generaciones futuras. Pero lo cierto nado con el mundo funerario. Consiste en tirar una piedra al pasar los emblemáticos Toros de Guisando o el magnífico ejemplar de Ξ Bibliografía completa en www.despertaferro-ediciones.com
por el camino sobre un canto de grandes dimensiones que simbo- Villanueva del Campillo, debió ser un episodio importante en la
lizaría el contacto con el Más Allá. El rito permitía de este modo organización del paisaje, una forma específica de organizar la
Jesús R. Álvarez Sanchís es profesor titular y director
librarse de las ánimas de los muertos que vagan por terrenos tierra. En torno a los oppida y junto a los pastizales los vettones
del Departamento de Prehistoria de la Universidad
agrestes fuera del mundo urbano. Es relevante que esta ceremonia hicieron alarde y ostentación de estas figuras.
Complutense de Madrid. Ha codirigido excavaciones
perdure en un sitio donde se levanta una sauna iniciática y un Tras las guerras sertorianas (82-72 a. C.) Ulaca no parece estar arqueológicas de importantes yacimientos célticos de
altar de piedra. Estas creencias tienen interesantes paralelos, en habitada de forma permanente (véase Desperta Ferro Antigua y España (Las Cogotas y Ulaca) y Francia (Bibracte y
especial con el mundo celta atlántico, por lo que constituyen un Medieval n.º 5: la República en peligro). Como prácticamente Bourges), y ampliado estudios en las universidades británicas de
ejemplo de pervivencias en el folklore de la Meseta, dato singular nada se halla de vestigios romanos, sí parece verosímil que la Southampton, Reading y Sheffield. Su investigación se centra en las
para reconstruir el sistema social e ideológico de las poblaciones ciudad se despoblase cuando estos colonizan el territorio. Su po- culturas de la Edad del Hierro europea y peninsular, con especial
prerromanas. blación debió trasladarse a la vega con el cambio de era, probable- atención a los pueblos prerromanos de la Meseta. Ha publicado más
mente al lugar que hoy ocupa Ávila, cuya aparente semejanza con de un centenar y medio de libros y artículos sobre estos temas. Desde
 La SAUNA INICIÁTICA vista desde el norte. A la izquierda se ob- 2003 desarrolla un proyecto de prospecciones y excavaciones
serva el espacio destinado al horno, con la obertura que daría calor la ciudad vettona de Obila mencionada por Ptolomeo (Geographia,
II.4) ha originado una identificación hipotética con la ciudad actual. arqueológicas en el valle Amblés y el oppidum de Ulaca.
a las salas contiguas. © JESÚS ÁLVAREZ

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