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Lección 1.

1: Etimología de autonomía
Lección 1.1: Etimología de autonomía
1. Introduccion

Etimología

La palabra "autonomía" proviene del griego antiguo "αὐτονομία" (autonomía), que se compone
de dos partes: "autos" (αὐτός), que significa "uno mismo" o "propio", y "nomos" (νόμος), que se
traduce como "ley" o "norma". Por lo tanto, el término "autonomía" se refiere a la capacidad de
una entidad o individuo para establecer sus propias leyes o normas y gobernarse a sí mismo.

En la antigua Grecia, la autonomía era un concepto fundamental en la organización política de


las ciudades-estado (polis). Se valoraba la capacidad de autogobierno y la capacidad de tomar
decisiones internas sin interferencia externa. La idea de la autonomía también se relacionaba
con la independencia y la autoridad de la polis para gobernarse a sí misma.

Con el tiempo, el concepto de autonomía se reforzará más allá del ámbito político y se aplicará
a otros aspectos de la vida, como la moral, la ética y la individualidad. En el contexto del
derecho, la autonomía se refiere a la capacidad de los individuos para tomar decisiones libres y
autónomas, dentro de los límites establecidos por las leyes y normas sociales.

En resumen, la etimología de la palabra "autonomía" se basa en el griego antiguo y se compone


de las palabras "autos" (uno mismo) y "nomos" (ley), lo que refleja la idea de la capacidad de
autogobierno y establecimiento de normas propias. A lo largo de la historia, el concepto de
autonomía ha evolucionado y se ha aplicado a diferentes ámbitos de la vida humana.

1.2. Noción de autonomía

Origen del concepto

La noción de autonomía tiene sus raíces en la filosofía moral y política. Históricamente, se ha


vinculado con la idea de la autonomía moral propuesta por el filósofo alemán Immanuel Kant en
el siglo XVIII. Kant argumentaba que los seres humanos tienen la capacidad de actuar según su
propia razón y su sentido del deber, en lugar de estar sujetos a mandatos externos. Esta noción
de autonomía se ha expandido y aplicado a otros aspectos de la vida, más allá de la moralidad.

La autonomía es un concepto que se refiere a la capacidad de un individuo o de una entidad para


tomar decisiones y actuar de manera independiente, sin estar sometido a la influencia o control
de otros. Es la capacidad de autogobernarse y dirigir su propia vida de acuerdo con sus propios
valores, intereses y metas.

La noción de autonomía está relacionada con la idea de libertad y autodeterminación. Implica


tener la capacidad de elegir y tomar decisiones informadas sin coacción externa o influencias
indebidas. La autonomía se considera un valor fundamental en la ética y en la filosofía política,
ya que se considera que las personas tienen el derecho intrínseco de ser libres y autónomos.

La autonomía puede aplicarse a diferentes ámbitos de la vida, como la autonomía personal, que
se refiere a la capacidad de una persona para tomar decisiones sobre su propia vida, su cuerpo y
su salud. También se puede hablar de autonomía en el ámbito profesional, donde implica la
capacidad de tomar decisiones y llevar a cabo tareas sin supervisión constante.
Autonomía personal: En el contexto de la autonomía personal, se refiere a la capacidad de una
persona para tomar decisiones libres y autodeterminadas sobre asuntos que proceden de su
propia vida. Esto implica elegir la libertad de qué hacer, cómo actuar y qué valores y metas
perseguir. La autonomía personal se relaciona con cuestiones como la libertad de expresión, la
libertad religiosa, la privacidad y la toma de decisiones sobre el propio cuerpo y salud.

Autonomía en el ámbito profesional: En el contexto laboral, la autonomía se refiere a la


capacidad de un individuo para tomar decisiones y llevar a cabo tareas en su trabajo sin una
supervisión constante o restricciones excesivas. Implica tener la libertad de utilizar el juicio
propio y la creatividad en la toma de decisiones, así como la responsabilidad de los resultados
de esas decisiones.

Es importante destacar que la autonomía no implica la ausencia total de interacción o influencia


de otras personas o instituciones. En la sociedad, las personas están interconectadas y se ven
afectadas por diversas relaciones y estructuras sociales. Sin embargo, la autonomía implica
tener la capacidad de reflexionar y tomar decisiones fundamentales, considerando las diversas
influencias y luego actuar en consecuencia.

1.3. Concepto de autonomía

La noción de autonomía ha evolucionado a lo largo de la historia y ha adquirido diferentes


significados y aplicaciones en diversos contextos. La evolución y aplicación del concepto de
autonomía en:

Filosofía moral y ética

En la filosofía moral y ética, la autonomía se refiere a la capacidad de los individuos para tomar
decisiones morales y éticas basadas en su propio razonamiento y voluntad. Esta idea fue
desarrollada por filósofos como Immanuel Kant, quienes percibieron que la autonomía era
esencial para la moralidad y que los seres humanos deben actuar de acuerdo con su deber moral
autónomamente establecido.

En la Psicología

En psicología, la autonomía se refiere a la capacidad de una persona para gobernarse a sí


misma, tomar decisiones independientes y actuar de acuerdo con su propio sentido de identidad
y valores. La autonomía psicológica es considerada como un componente importante del
bienestar psicológico y se asocia con la sensación de control y autodeterminación.

En el Derecho

En el ámbito del derecho, la autonomía se refiere a la capacidad de los individuos o grupos para
tomar decisiones y actuar de acuerdo con sus propias leyes y normas internas, dentro de los
límites establecidos por el marco legal y social en el que operan. El derecho autonómico se
ocupa de regular y proteger esta capacidad de autogobierno en áreas específicas, como la
descentralización política, el autogobierno local y la protección de los derechos individuales y
colectivos.

Política y gobierno

En el ámbito político, la autonomía se refiere a la capacidad de las entidades subnacionales,


como las regiones, provincias o comunidades, para tomar decisiones y gestionar asuntos
internos sin interferencia externa. Esto se refleja en sistemas políticos como el federalismo, el
regionalismo y la descentralización, donde se busca equilibrar la autoridad central con la
autonomía local.

La autonomía es un concepto multidimensional que abarca aspectos morales, psicológicos,


legales y políticos. Se refiere a la capacidad de autogobierno, toma de decisiones autónomas y
actuación de acuerdo con normas y valores internos. La autonomía se valora como una
expresión de libertad individual y colectiva, y su aplicación varía en diferentes campos y
contextos.

1.4. Autonomía en la antigua Grecia

1.4. Concepto de autonomía en la antigua Grecia

En la antigua Grecia, se desarrolló el concepto de autonomía en el ámbito de la política. La


ciudad-estado de Atenas, por ejemplo, promovió la idea de la autonomía ciudadana, donde los
ciudadanos tenían el derecho y la responsabilidad de participar en el gobierno y la toma de
decisiones políticas.

Atenas es conocida por su sistema democrático, donde los ciudadanos tienen el derecho y la
responsabilidad de participar en la toma de decisiones políticas. Esta forma de gobierno,
conocida como democracia directa, permitía a los ciudadanos tomar decisiones en asambleas y
ejercer influencia en la política de la ciudad-estado.

Los ciudadanos, que eran hombres libres y nacidos en Atenas, tenían el derecho de voz y voto
en la Asamblea, donde se debatían y decidían cuestiones políticas importantes, como leyes y
políticas públicas. Además, los ciudadanos podrán ocupar cargos públicos y participar en los
tribunales judiciales.

El concepto de autonomía ciudadana en la antigua Grecia también se reflejaba en la noción de


isonomía, que significa igualdad ante la ley. Se buscaba que todos los ciudadanos tuvieran los
mismos derechos y oportunidades en el ámbito político, y que las decisiones se tomaran de
manera justa y equitativa.

Sin embargo, es importante señalar que la participación política y la autonomía ciudadana en la


antigua Grecia estaban limitadas a una parte de la población. Las mujeres, los esclavos y los
extranjeros no tenían derechos políticos ni participación en la toma de decisiones.

A pesar de estas limitaciones, el concepto de autonomía ciudadana y participación política en la


antigua Grecia sentó las bases para el desarrollo posterior de la democracia y la importancia de
la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas. La idea de la autonomía política
ciudadana ha influido en las teorías políticas y los sistemas democráticos hasta el día de hoy.

La participación ciudadana en la política era vista como una responsabilidad y un deber cívico.
Los ciudadanos atenienses se reunían periódicamente en la Asamblea y también participaban en
otros organismos políticos, como el Consejo de los Quinientos, encargado de la administración
cotidiana de la ciudad.

1.5. Introducción del concepto autonomía local o municipalía

1.5. Introducción del concepto autonomía local o municipal


El emperador Augusto desempeñó un papel importante en la introducción del concepto de
"autonomía local" o "autonomía municipal" en el imperio.

Después de que Augusto consolidara su poder y estableciera el Principado, tomo medidas para
asegurar la lealtad y estabilidad de las provincias romanas. Permitió que algunas ciudades
provinciales recibieran un estatus especial de autonomía, conocido como "municipium".

Estas ciudades municipales tienen un grado de autogobierno y se les permite mantener sus
propias leyes y administración interna. Si bien siguieron siendo parte del imperio romano y
debieron obedecer las leyes imperiales, tenían cierta autonomía en asuntos locales.

Las ciudades municipales gozaban de varios privilegios y beneficios, como el derecho a tener su
propio gobierno local, elegir a sus magistrados y administrar sus asuntos internos. También
tenían la capacidad de emitir sus propias leyes y reglamentos en el marco de la legislación
romana general.

El estatus de municipio se otorgó a ciudades que demostraron su lealtad y cooperación con el


gobierno romano. Este estatus podría variar en función de la ciudad y las circunstancias
específicas. Algunas ciudades tenían mayor autonomía que otras, dependiendo de su
importancia y contribución al imperio.

El sistema de autonomía local en el Imperio Romano tenía la intención de promover la


estabilidad y la integración en las provincias. Permitía una gestión más eficiente y adaptaba las
realidades locales, al mismo tiempo que tenían la autoridad del gobierno imperial.

Es importante tener en cuenta que, a pesar de la autonomía local, las ciudades municipales
siguieron siendo parte del imperio romano y estaban sujetas a su control y supervisión. El
emperador y el gobierno central tendrán la autoridad suprema y podrán intervenir si mejorarán
que las ciudades no cumplirán con las leyes y políticas imperiales.

En resumen, en el Imperio Romano se estableció el concepto de "autonomía local" o


"autonomía municipal" mediante las cuales ciertas ciudades provinciales recibieron un grado de
autogobierno y pudieron mantener sus propias leyes y administración interna. Esta medida,
aplicada por el emperador Augusto, buscaba promover la estabilidad y la eficiencia en las
provincias, al tiempo que tengan la autoridad central del imperio.

La palabra "autonomía" proviene del _____________________________ "αὐτονομία"


(autonomía), que se compone de dos partes: "autos" (αὐτός), que significa "uno mismo" o
"propio", y "nomos" (νόμος),

griego antiguo

En la antigua Grecia, la autonomía era un concepto fundamental en la organización política de


las ciudades-estado (polis).

verdadero

La noción de autonomía tiene sus raíces en la filosofía moral y ____________


política

La noción de autonomía ha evolucionado a lo largo de la historia y ha adquirido diferentes


significados y aplicaciones en diversos contextos.
verdadero

Lección 1.2: Estructuras de gobierno autónomo la Edad Media


Lección 1.2: Estructuras de gobierno autónomo la Edad Media
Intento: 1

1.1.Contexto de las ciudades-Estado italianas

1. Contexto de las ciudades-Estado italianas

Durante la Edad Media, especialmente en el contexto de las ciudades-Estado italianas, se


desarrollaron estructuras de gobierno autónomo que ejercieron un alto grado de autonomía en
diversos aspectos de la vida política, económica y jurídica.

Las ciudades-Estado italianas, como Venecia, Florencia, Génova y Milán, se caracterizaron por
su independencia política y su capacidad para autogobernarse. Estas ciudades tenían una
organización política y jurídica propia, y ejercían un amplio control sobre sus asuntos internos.

En el ámbito político, las ciudades-Estado italianas tenían sus propias instituciones


gubernamentales, como los consejos y las asambleas ciudadanas, que tomaban decisiones
políticas y legislativas. Estas instituciones estaban formadas por representantes de los diversos
sectores de la sociedad y se encargaban de la administración de la ciudad.

En el ámbito económico, las ciudades-Estado italianas eran centros de comercio y prosperidad


económica. Tenían una gran autonomía en el manejo de su comercio y sus actividades
económicas. Estas ciudades desarrollaron sistemas financieros avanzados, como bancos y
sistemas de intercambio, que impulsaron su crecimiento económico y su influencia en la región.

En el ámbito jurídico, las ciudades-Estado italianas tenían su propio sistema legal y judicial. Se
establecieron estatutos y códigos de leyes locales que regían la vida cotidiana y las relaciones
comerciales. Las ciudades-Estado tenían tribunales y magistrados encargados de administrar
justicia y resolver disputas legales.

1.1. La autonomía de las ciudades-Estado italianas

se basaba en su condición de repúblicas independientes y en su capacidad para defender y


mantener su autonomía frente a las potencias vecinas. Aunque en algunos casos existían
alianzas o vasallajes con poderes externos, las ciudades-Estado italianas gozaban de una relativa
libertad en la toma de decisiones y el gobierno interno.

Es importante tener en cuenta que la autonomía de las ciudades-Estado italianas no era absoluta
y estaba sujeta a cambios y conflictos internos y externos. Además, no todas las ciudades en la
Edad Media gozaban de un grado tan alto de autonomía, ya que la estructura política variaba en
cada región y contexto.

Las ciudades-estado fueron un fenómeno destacado en la Italia medieval y renacentista. Estas


ciudades eran centros urbanos que gozaban de un alto grado de autonomía y autogobierno, tanto
en asuntos políticos como en económicos y culturales. Algunas de las ciudades-estado más
conocidas son Florencia, Venecia y Génova, pero también existieron otras, como Milán, Pisa,
Siena y Bolonia.

Cada ciudad-estado tenía su propio sistema político y administrativo. Por lo general, estaban
gobernadas por una clase dominante de ciudadanos adinerados y poderosos, quienes formaban
parte de los gobiernos locales. Estos gobiernos podrían adoptar diferentes formas, como una
oligarquía, donde un pequeño grupo de familias poderosas tenía el control, o una república,
donde había una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones.

Estas ciudades-estado italianas desempeñaron un papel crucial en el Renacimiento, ya que se


desarrollaron en centros de innovación artística, literaria y científica. El florecimiento cultural y
económico de estas ciudades se debe, en parte, a su autonomía y capacidad para tomar
decisiones sin interferencias externas.

1.2. Las Comunas

3.2. Las comunas

Las comunas se originaron como una respuesta al sistema feudal predominante en la Edad
Media, en el que los señores feudales ejercían un control sobre las tierras y las personas que
vivían en ellas. Las comunas surgieron como una forma de organización autónoma por parte de
los habitantes de una determinada localidad o ciudad, con el objetivo de proteger sus intereses y
ejercer cierto grado de autogobierno.

Las comunas tenían su propia administración, que a menudo estaba encabezada por un alcalde o
un consejo de ciudadanos elegidos. Estas administraciones locales se encargaban de la gestión
de los asuntos cotidianos de la comunidad, como la administración de justicia, el mantenimiento
de infraestructuras, la regulación comercial y la recaudación de impuestos.

Además, las comunas tenían sus propias leyes y regulaciones locales, conocidas como fueros o
cartas de privilegio, que establecían los derechos y deberes de los ciudadanos y protegían sus
intereses frente a los señores feudales y otros poderes externos. Estas leyes y normas eran a
menudo resultado de negociaciones y acuerdos entre los ciudadanos y los señores locales.

La autonomía de las comunas podría variar según el lugar y el momento histórico. Algunas
comunas gozaban de una mayor autonomía y libertades, mientras que otras estaban más
limitadas en su capacidad de autogobierno. Además, las relaciones entre las comunas y los
señores feudales podrían ser complejas y estar sujetas a tensiones y conflictos.

Las comunas desempeñan un papel importante en el desarrollo de las ciudades medievales y en


el surgimiento de una clase urbana próspera. Estas organizaciones autónomas fomentaron la
participación ciudadana y la cooperación entre los habitantes de una comunidad en la gestión de
sus asuntos y la defensa de sus intereses.

A medida que el feudalismo fue dando paso a formas más centralizadas de gobierno, ya los
estados nacionales, muchas comunas perdieron su autonomía y fueron absorbidas por las
autoridades centrales. Sin embargo, el legado de las comunas en términos de autonomía local y
participación ciudadana perduró y sentó las bases para futuros movimientos de
descentralización y autonomía en Europa.

1.3. Gobierno autónomo a nivel local dentro de los territorios feudales

3.3. Gobierno autónomo a nivel local dentro de los territorios feudales

En el sistema feudal europeo, que prevaleció durante la Edad Media, se desarrolló una forma de
gobierno autónomo a nivel local dentro de los territorios feudales. Los señores feudales, que
eran nobles propietarios de tierras, gozaban de cierta autonomía en la administración y el
gobierno de sus feudos.

Los señores feudales tenían el poder de establecer leyes y regulaciones en sus tierras, siempre y
cuando no contradijeran las leyes y normas establecidas por el señor feudal superior o el
monarca. Estas leyes y regulaciones, conocidas como el "ius proprium" eran aplicadas y
administradas en los feudos por los señores feudales y sus representantes.

Dentro de sus feudos, los señores feudales tenían el control sobre diversos aspectos de la vida
local, como la administración de justicia, la recaudación de impuestos, la organización de la
milicia local y la protección de los habitantes del feudo. Ejercían un poder casi soberano en su
territorio, aunque siempre dentro de los límites impuestos por la autoridad feudal superior.

Es importante destacar que el sistema feudal también implicaba una jerarquía de vasallaje, en la
que los señores feudales prestaban lealtad y servicio militar al señor feudal superior o al
monarca. Esto establecía un sistema de relaciones de dependencia y obligaciones recíprocas.

La autonomía de los señores feudales en la administración y el gobierno local variaba en cada


territorio y contexto específico. Algunos señores feudales tenían un mayor grado de autonomía
y podían ejercer un control más directo sobre sus feudos, mientras que otros estaban más sujetos
a la autoridad feudal superior y tenían menos libertad en la toma de decisiones.

En resumen, en el sistema feudal europeo, los señores feudales y los territorios feudales
gozaban de cierta autonomía en la administración y el gobierno local. Los señores feudales
tenían el poder de establecer leyes y regulaciones en sus feudos, siempre dentro de los límites
impuestos por la autoridad feudal superior. Esta autonomía estaba condicionada por las
relaciones de vasallaje y las obligaciones recíprocas en el sistema feudal.

1.4. Cantones suizos

Cantones suizos

Durante la Edad Media, en Suiza, se desarrolló un sistema de gobierno autónomo conocido


como los cantones suizos. Los cantones eran unidades políticas y administrativas autónomas,
con su propia estructura de gobierno y leyes. Cada cantón tenía la capacidad de tomar
decisiones independientes en asuntos internos, aunque también formaban parte de una
confederación más amplia.

El sistema de cantones suizos se basaba en una alianza de comunidades y territorios que se


unieron para formar una confederación. Inicialmente, se crearon tres cantones fundadores: Uri,
Schwyz y Unterwalden, que hubo la Confederación Suiza en 1291. A medida que pasó el
tiempo, otros cantones se unieron a la confederación, y se desarrollaron acuerdos y tratados para
definir las relaciones entre los cantones.
Cada cantón suizo era responsable de su propio gobierno, legislación y administración. Tenían
sus propias asambleas o consejos, y elegían a sus propios líderes. Las decisiones se tomaron de
forma democrática, a través de procesos de consulta y votación interna. Cada cantón también
tenía su propio sistema legal y judicial para resolver disputas y administrar la justicia.

A pesar de la autonomía de cada cantón, los cantones suizos también reconocían la necesidad de
cooperación y defensa mutua. La confederación actuó como una entidad más amplia que
promovía la cooperación y la solidaridad entre los cantones. Esto se reflejaba en la participación
en la Dieta Federal, una asamblea en la que los cantones discutían y tomaban decisiones
conjuntas sobre asuntos de interés común, como la defensa y las relaciones exteriores.

El sistema de cantones suizos permitió la coexistencia de diferentes comunidades y culturas en


un marco de autonomía y autogobierno. Cada cantón podía conservar sus tradiciones y prácticas
locales, al tiempo que participaba en una confederación más amplia que garantizaba la defensa y
la cooperación mutua.

Este sistema de gobierno autónomo de los cantones suizos se mantuvo a lo largo de los siglos, y
sentó las bases para la estructura federal que aún existe en Suiza en la actualidad. La
Confederación Suiza se convirtió en un modelo de gobierno descentralizado y democrático, con
un alto grado de autonomía de los cantones en la toma de decisiones y la administración de
asuntos locales.

Las ciudades-Estado italianas, como Venecia, Florencia, Génova y Milán, se caracterizaron por
su independencia política y su capacidad para_______________________________

Autogobernarse

La autonomía de las ciudades-Estado italianas se basaba en su condición de repúblicas


independientes y en su capacidad para defender y mantener su autonomía frente a las potencias
vecinas.

Verdadero
Las comunas surgieron como una forma de organización autónoma por parte de los habitantes
de una determinada localidad o ciudad, con el objetivo de
_____________________________________________
proteger sus intereses y ejercer cierto grado de autogobierno.

Los señores feudales, que eran nobles propietarios de tierras, gozaban de cierta autonomía en la
administración y el gobierno de sus feudos.

Verdadero

Lección 1.3. Movimientos de independencia

1.1. Derecho de las Indias


1. Derecho de las Indias un grado de autogobierno

Durante la época de la colonización europea, el concepto de derecho de las Indias surgió


como un marco legal y administrativo específico para las colonias americanas establecidas
por las potencias colonizadoras, especialmente por la Corona Española.

Las Leyes de Indias fueron un conjunto de normas y regulaciones promulgadas por la


Corona Española para regular la administración y el gobierno de las colonias americanas.
Estas leyes se produjeron con el propósito de garantizar el control y la organización
eficiente de los territorios coloniales, al tiempo que proporcionaron cierta autonomía legal y
administrativa a las colonias.

El derecho de las Indias reconocía a las colonias americanas ciertos derechos y privilegios,
y les otorgaba un grado de autogobierno en asuntos locales. Las colonias tienen su propia
estructura de gobierno, que aparecieron como los cabildos, encargados de la administración
y el gobierno local.

Las Leyes de Indias establecieron normas sobre diversos aspectos, como el establecimiento
de ciudades y villas, el sistema de tierras y su distribución, la administración de la justicia,
el régimen comercial y la protección de los derechos indígenas. Estas leyes también
abordaron cuestiones relacionadas con la protección y el tratamiento de los indígenas,
aunque en la práctica no siempre se respetaron plenamente.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, a pesar de la existencia del derecho de las
Indias, las colonias americanas seguían siendo dependientes de la autoridad y el control de
la metrópoli. Las decisiones importantes y las políticas clave seguían estando sujetas a la
aprobación y la voluntad de la Corona Española, y las colonias tenían limitaciones en su
capacidad de autogobierno y toma de decisiones.

A pesar de la autonomía y los derechos otorgados por el derecho de las Indias, la autoridad
y la soberanía siguieron siendo dependientes de la Corona Española. Las colonias
americanas estaban sujetas a la supervisión y el control del gobierno central y deberían
cumplir con las políticas y las regulaciones impuestas desde España.

1.2. Independencia en América Latina

3.2. Movimientos de independencia en América Latina

Los movimientos de independencia en América Latina y otras partes del mundo en los
siglos XVIII y XIX fueron procesos históricos en los que las colonias y territorios
colonizados buscaron liberarse del dominio y la interferencia de las potencias coloniales
europeas. Estos movimientos fueron motivados por la búsqueda de autonomía política y el
anhelo de autogobernarse de acuerdo con sus propias leyes y decisiones.

En América Latina, por ejemplo, los movimientos de independencia fueron impulsados por
líderes y grupos que buscaban liberar a sus países del control español y portugués. Estos
movimientos se inspiraron en las ideas de la Ilustración, los principios de la Revolución
Francesa y la independencia de los Estados Unidos.

Las guerras de independencia en América Latina, como la Guerra de Independencia de


Bolivia (1809-1825), la Guerra de independencia de México (1810-1821), la Guerra de
Independencia de Venezuela (1811-1823) y la Guerra de Independencia de Perú (1820-
1824), entre otras, llevaron a la creación de nuevos estados soberanos y el establecimiento
de gobiernos autónomos.

Estas guerras de independencia fueron lideradas por destacados líderes y figuras históricas
como Simón Bolívar, José de San Martín, Miguel Hidalgo y José Martí, entre otros. Estos
líderes lucharon por la emancipación de sus países y la creación de repúblicas
independientes. A través de conflictos armados, alianzas políticas y movimientos populares,
lograron expulsar a las potencias coloniales y establecer nuevos Estados autónomos.
Durante estos procesos, se redactaron constituciones y documentos legales que
establecieron el marco jurídico y político de los nuevos estados independientes. Estas
constituciones, como la Constitución de Cádiz en España (1812) y las constituciones
nacionales de los países latinoamericanos, reflejaban el deseo de establecer sistemas de
gobierno autónomos y garantizar derechos y libertades para sus ciudadanos.

En estas constituciones y en el desarrollo del derecho autonómico en América Latina, se


plasmaban principios como la división de poderes, la protección de los derechos
individuales y colectivos, la participación ciudadana en la toma de decisiones y la soberanía
nacional. Estos sentaron las bases para la consolidación de los principios de la autonomía
política y el desarrollo del derecho autonómico en la región.

De manera similar, en otras partes del mundo, como África, Asia y Oceanía, los
movimientos de independencia se llevaron a cabo para liberarse del dominio colonial y
buscar la autonomía política y el autogobierno. Estos movimientos llevaron al
establecimiento de nuevos estados soberanos y la promulgación de constituciones que
reflejaban la aspiración de autogobernarse y decidir sobre sus propios asuntos internos.

Los movimientos de independencia en el siglo XVIII y XIX marcaron un hito en la historia,


ya que permitieron a las colonias y territorios colonizados alcanzar la autonomía política y
establecieron gobiernos autónomos basados en sus propias leyes y decisiones. Estos
movimientos sentaron las bases para el desarrollo del derecho autonómico en las
constituciones nacionales y la consolidación de la autonomía política en muchos países del
mundo.

1.3. Movimiento de independencia en Bolivia

Movimiento de independencia en Bolivia

El movimiento de independencia en Bolivia fue parte del proceso más amplio de


emancipación de las colonias americanas del dominio español en el siglo XIX. Bolivia,
conocida como Alto Perú en ese momento, desempeñó un papel destacado en la lucha por la
independencia en la región.

El proceso de independencia en Bolivia fue impulsado por una combinación de factores,


como las ideas de la Ilustración, los movimientos independentistas en otras partes de
América Latina y los descontentos locales con el dominio español.

Liderazgo de líderes como Simón Bolívar y Antonio José de Sucre: Dos figuras importantes
en la lucha por la independencia de Bolivia fueron Simón Bolívar y Antonio José de Sucre.
Bolívar, el Libertador, jugó un papel fundamental en la independencia de varios países
latinoamericanos, incluido Bolivia. Sucre, quien fuera discípulo y aliado de Bolívar, lideró
las fuerzas independentistas en varias batallas cruciales en territorio boliviano.
La Batalla de Suipacha: En 1810, las fuerzas independentistas derrotaron a las tropas
realistas en la Batalla de Suipacha, que tuvo lugar en la región del Alto Perú, en lo que
ahora es Bolivia. Esta victoria marcó un punto de inflexión en el proceso de independencia
en la región y allanó el camino para la proclamación de la independencia de Bolivia en
1825.

El 6 de agosto de 1825, Bolivia proclamó oficialmente su independencia del dominio


español. Esta fecha se celebra como el Día de la Independencia de Bolivia. El país tomó su
nombre en honor a Simón Bolívar, quien tuvo una gran influencia en el proceso de
independencia en toda América Latina.

Después de la independencia, Bolivia enfrentó numerosos desafíos, incluidos conflictos


internos, disputas territoriales con países vecinos y problemas económicos y sociales. Estos
desafíos han marcado la historia posterior de Bolivia y han influido en su desarrollo político
y social.

Es importante destacar que el movimiento de independencia en Bolivia no fue un proceso


lineal y uniforme. Hubo diferentes facciones y luchas internas, así como influencias
externas, que afectaron la dinámica de la independencia en la región. Sin embargo, el
movimiento de independencia en Bolivia fue parte integral del proceso más amplio de
liberación de América Latina del dominio colonial y sentó las bases para el establecimiento
de la República de Bolivia.

.4. Batallas claves para la independencia de Bolivia

Batallas claves para la independencia de Bolivia

Durante el movimiento de independencia en Bolivia, se libraron varias batallas clave que


tuvieron un impacto significativo en el logro de la independencia del país.

A continuación, se mencionan algunas de las batallas más destacadas:

Batalla de Suipacha (1810): Esta fue una de las primeras batallas importantes de la guerra
de independencia en el Alto Perú (actual Bolivia). Las fuerzas independentistas lideradas
por el general Juan José Castelli derrotaron a las tropas realistas en la localidad de
Suipacha. Esta victoria fue un hito crucial para el avance del movimiento de independencia
en la región.

Batalla de Ayohuma (1813): Esta batalla tuvo lugar en la región de Ayohuma, cerca de la
actual ciudad de Potosí. Las fuerzas independentistas lideradas por el general Manuel
Belgrano se enfrentaron a las tropas realistas. Aunque la batalla terminó en un empate y no
perforó una victoria decisiva, permitió a las fuerzas independentistas mantener el control de
la región durante un tiempo más.

Batalla de Vilcapugio (1813): Fue otra batalla importante liderada por Manuel Belgrano en
su campaña por la independencia en el Alto Perú. Las tropas independentistas se
enfrentaron a las fuerzas realistas comandadas por el general José Manuel de Goyeneche.
Aunque la batalla resultó en una derrota para las fuerzas independentistas, no impidió que
continuaran luchando por la independencia.

Batalla de Tumusla (1815): Esta batalla tuvo lugar en el departamento de Potosí y enfrentó
a las fuerzas independentistas lideradas por el general José Miguel Lanza contra las tropas
realistas comandadas por el general Joaquín de la Pezuela. Aunque las fuerzas
independentistas sufrieron una derrota en esta batalla, continuaron resistiendo y luchando
por la independencia.

Batalla de Sipe Sipe (1815): Esta batalla se llevó a cabo en la localidad de Sipe Sipe, cerca
de la ciudad de Cochabamba. Las fuerzas independentistas, encabezadas por el general José
Rondeau, se enfrentaron a las tropas realistas dirigidas por el general Joaquín de la Pezuela.
A pesar de que la batalla terminó en un empate, las fuerzas independentistas lograron
mantener su resistencia y avanzar hacia la independencia.

Batalla de Ayopaya (1816): En esta batalla, las fuerzas independentistas lideradas por el
general Eustaquio Méndez se enfrentaron a las tropas realistas en la región de Ayopaya,
cerca de Cochabamba. Aunque la batalla no resultó en una victoria clara para ninguno de
los bandos, las fuerzas independentistas continuaron su lucha por la independencia.

Batalla de La Tablada (1817): Esta batalla tuvo lugar cerca de Cochabamba y enfrentó a las
fuerzas independentistas lideradas por el general Esteban Arze contra las tropas realistas. A
pesar de la derrota de las fuerzas independentistas en esta batalla, su resistencia y
determinación no se vieron afectadas.

Batalla de Ayacucho (1824): Aunque no se libró en territorio boliviano, la Batalla de


Ayacucho, en Perú, tuvo un impacto significativo en el proceso de independencia de
Bolivia. Esta batalla fue la confrontación final entre las fuerzas independentistas lideradas
por Antonio José de Sucre y las tropas realistas comandadas por el virrey José de la Serna.
La victoria de las fuerzas independentistas en Ayacucho marcó el colapso definitivo del
poder español en Sudamérica y allanó el camino para la independencia de Bolivia.

Estas son solo algunas de las batallas más destacadas que se llevaron a cabo durante el
movimiento de independencia en Bolivia. Cada una de ellas contribuyó al proceso general
de liberación del dominio español ya la posterior independencia del país.

1.5. Batallas del Oriente Bolviano

1. El gobierno político militar de Mojos, o Moxos

Expedición de conquista de Andrés Manso: En 1557, Andrés Manso organizó una


expedición de conquista con el objetivo de poblar los territorios más allá de la villa de La
Plata. Juan de Garay, un joven militar, se unió a la expedición y participó en la fundación de
la villa Santo Domingo de la Nueva Rioja en la orilla izquierda del río Condorillos o
Parapetí.

Expedición de Ñuflo de Chaves: En 1558, Ñuflo de Chaves lideró otra expedición con
destacados oficiales como Antón Cabrera, Hernando de Salazar y Rodrigo de Osuna. Esta
expedición se dirigió hacia la comarca de los aborígenes chiquitos, y el 1 de agosto de 1559
fundó una nueva ciudad llamada Nueva Asunción o La Barranca en la orilla derecha del río
Guapay.

Problemas jurisdiccionales entre Manso y Chaves: Durante la conquista, Manso y Chaves se


encontraron en una de las dos villas, lo que terminaron conflictos jurisdiccionales y retrasó
la labor de conquista. Ambos expedicionarios marcharon a Lima a fines del mismo año para
resolver sus disputas ante el virrey marqués de Cañete Andrés Hurtado de Mendoza.
El gobierno político militar de Mojos, o Moxos, fue un área administrativa integrante
del Imperio español dentro del Virreinato del Río de la Plata, coincidente en gran parte con
el departamento del Beni dentro de la actual República de Bolivia.

Desde 1560, Mojos fue una provincia dentro del Virreinato del Perú, vecina de la
nominal provincia de Charcas, que abarcaba teóricamente todo el norte y el este de la actual
Bolivia, pero con la creación de la provincia de Santa Cruz de la Sierra en 1564, hacia el
siglo XVII iría perdiendo territorios quedándole solo el nombre en la región nominal del
norte.

Al desarrollarse las misiones jesuíticas desde 1682, comenzaría a prosperar hasta que el
total de su jurisdicción en 1771 quedó incorporada en la de Santa Cruz de la Sierra,
creándose así su corregimiento y posteriormente, en 1777, dos gobiernos político-militares,
el de Mojos y el de Chiquitos.

Real Ordenanza de Intendentes: En 1782, se emitió la Real Ordenanza de Intendentes, que


dividió el Virreinato del Río de la Plata en ocho intendencias. Como resultado, se
suprimieron los gobiernos subordinados de Moxos y Chiquitos, incorporando sus territorios
a la intendencia de Santa Cruz de la Sierra en asuntos militares.

Subsistió luego durante la guerra de independencia, administrado bajo dependencia del


Virreinato del Perú o de las Provincias Unidas del Río de la Plata, alternativamente, hasta su
anexión definitiva a la intendencia de Santa Cruz de la Sierra en 1822.

En resumen, Mojos fue una provincia que experimentó cambios en su jurisdicción a lo largo
del tiempo y estuvo bajo el control del Virreinato del Perú y del Virreinato del Río de la
Plata. Finalmente, se incorporó a la intendencia de Santa Cruz de la Sierra en 1822.

1.5.1. Batalla de Florida y Batalla de Santa Barbara

2. Batalla de Florida

La batalla de Florida, o batalla de La Florida, ocurrió el 25 de mayo de 1814 en la provincia


Cordillera, en la región noroeste de Bolivia. Fue un enfrentamiento clave durante la guerra
de independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

La batalla se desarrolló en dos etapas: una escaramuza en el río Seco y el conflicto principal
en la misión de Florida. Los comandantes independentistas, los coroneles Ignacio Warnes y
Juan Antonio Álvarez de Arenales, lideraron las fuerzas patriotas, mientras que los realistas
estuvieron bajo el mando del coronel José Joaquín Blanco.

Después de la recuperación de Cochabamba por parte de los realistas, Álvarez de Arenales


y el comandante Diego de la Riva huyeron hacia los valles cruceños. Álvarez de Arenales
buscó unirse a Warnes, gobernador de Santa Cruz de la Sierra, por la ruta de Vallegrande.
Finalmente, lograron establecer comunicación y coordinar un plan para enfrentar al ejército
realista que se aproximaba.

Warnes organizó un ejército formal de alrededor de 1000 hombres, principalmente el


batallón de infantería "Pardos Libres". Por su parte, Blanco comandaba unas 1200 tropas
realistas, incluyendo infantería, caballería y dos piezas de artillería.
La batalla se inició con una escaramuza en el río Seco, donde las fuerzas realistas atacaron a
las avanzadas patriotas lideradas por José Manuel Mercado. Posteriormente, los realistas
avanzaron hacia la misión de Florida, donde se desarrolló el conflicto principal.

Los patriotas adoptaron una estrategia defensiva, con la infantería y la artillería situadas en
la orilla sur del río Piraí, y las unidades de caballería ocultas en los flancos. Los realistas
intentaron cruzar el río y atacar, pero se encontraron con una feroz resistencia por parte de
los patriotas.

La batalla fue intensa, con combates cuerpo a cuerpo y enfrentamientos de caballería.

En medio del combate, Warnes desafió a Blanco a un duelo personal que fue aceptado de
inmediato, mientras que los comandantes patriotas Arenales y De la Riva lideraban sus
tropas en el combate.

inalmente, las fuerzas patriotas lograron repeler el avance realista y derrotar a las tropas de
Blanco. Los realistas se retiraron hacia el pueblo de Florida, donde intentaron reorganizarse,
pero fueron finalmente derrotados.

La victoria en la batalla de Florida fue un logro significativo para los independentistas, ya


que les permitió consolidar su gobierno en Santa Cruz de la Sierra y mantener el proceso
emancipador en las Provincias Unidas del Río de la Plata. Fue un momento clave en la
historia de Bolivia y un paso importante hacia la independencia de las colonias españolas en
América del Sur.

3. Batalla de Santa Barbara

La batalla de Santa Bárbara tuvo lugar el 7 de octubre de 1815 en la estancia de Santa


Bárbara, en la región de Chiquitos de la provincia de Santa Cruz de la Sierra, actual Bolivia.
Fue un enfrentamiento entre las fuerzas independentistas y las fuerzas realistas durante la
guerra de independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Después de la exitosa campaña de Chiquitos liderada por Ignacio Warnes, en la cual forzó
reclutar un número considerable de indígenas para el Ejército Cruceño, se enfrentó al
Ejército Real comandado por Juan Francisco Udaeta y Juan Bautista de Altolaguirre.

La batalla fue una importante victoria para los independentistas, ya que consolidó la victoria
obtenida en la batalla de Florida un año antes y liberó el centro de Sudamérica de la
amenaza realista. Además, protegió la frontera oriental con Brasil.

Previo a la batalla, Warnes había sido reelegido como gobernador de Santa Cruz de la
Sierra y se había enfrentado a varios movimientos políticos internos que amenazaban su
gobierno. Sin embargo, el pueblo cruceño le brindó su apoyo para la campaña de Chiquitos.

Warnes negoció con varias tribus indígenas en su camino hacia Chiquitos y reunió un
contingente de 2000 hombres. La marcha hasta llegar a la estancia de Santa Bárbara
apareció 35 días.

Las fuerzas realistas abandonaron la estancia de Santa Lucía y se dirigieron a Santa


Bárbara, donde se hicieron fuertes. Antes de la batalla, los realistas ordenaron reunir leña
para quemar los cuerpos de los soldados patriotas que caerían en la batalla.
El 7 de octubre, Warnes y sus 2000 hombres se enfrentaron a las fuerzas realistas, que
contaban con aproximadamente 2500 efectivos. El combate resultó en una derrota total de
las fuerzas realistas, con un gran número de prisioneros y armamento capturado por los
independentistas.

Tras la batalla, Warnes emitió un parte de guerra detallando el desarrollo y los resultados de
la contienda. La victoria en la batalla de Santa Bárbara fue concluida y elogiada por
Warnes, quien destacó el valor y la constancia de sus tropas.

Esta victoria consolidó el avance de los independentistas en la región y fortaleció su lucha


por la independencia de las colonias españolas en América del Sur. La batalla de Santa
Bárbara es considerada uno de los momentos clave en la historia de la independencia
boliviana.

1.5.2. Batallas del El Pari

4. Batalla de El Pari

La batalla de El Pari tuvo lugar el 21 de noviembre de 1816 cerca de Santa Cruz de la


Sierra, Bolivia, y es considerada una de las batallas más sangrientas de la guerra de
independencia en América. El enfrentamiento involucró a aproximadamente 3000
combatientes y resultó en una gran cantidad de bajas.

El coronel Ignacio Warnes, quien había sido designado gobernador de Santa Cruz de la
Sierra por el general Manuel Belgrano en 1813, lideraba la Republiqueta de Santa Cruz, una
de las guerrillas que continuaban la lucha independentista en la región después de las
derrotas en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma.

Durante la ausencia de Warnes en una expedición a Chiquitos en 1815, el coronel Santiago


Carreras fue designado en su lugar, pero su gobierno fue inestable debido a su simpatía
hacia los realistas. Carreras fue asesinado por soldados del Batallón de Pardos Libres y
Warnes volvió a Santa Cruz para asumir nuevamente el mando.

El general Joaquín de la Pezuela, quien había tomado Cochabamba en diciembre de 1815,


envió al coronel Francisco Javier Aguilera con un plan de invasión para eliminar a Warnes
ya la Republiqueta de Santa Cruz. Aguilera marchó hacia Santa Cruz con un ejército de
alrededor de 1600 hombres, compuesto por el Batallón Fernando VII, infantes del Talaveras
y dos escuadrones de caballería cochabambinos.

Warnes, consciente de la inminente invasión, buscó avivar el patriotismo del pueblo y del
ejército patriota. Hizo discursos y distribuyó proclamas instando a la defensa de la tierra y
de la propia patria. Además, había recibido una copia del Acta de Independencia de las
Provincias Unidas de Buenos Aires.

La batalla se libró en las afueras de Santa Cruz, en la loma llamada "San José" y sus
alrededores, extendiéndose hacia el río Pari. Durante más de siete horas, ambos ejércitos se
enfrentarán en una lucha encarnizada. Los realistas tenían la ventaja numérica y la
experiencia militar, mientras que los patriotas contaban con la caballería y la artillería.

La batalla resultó en un alto número de bajas en ambos bandos. A medida que avanzaba la
lucha, la caballería patriota derrotó a la caballería enemiga, mientras Warnes lideraba el
ataque contra la infantería realista. Sin embargo, Warnes fue herido y asesinado, lo que
ocasionalmente desconcertó en las filas patriotas.

A pesar de la muerte de Warnes, el comandante Saturnino Salazar debió reorganizar la


infantería patriota y la batalla continuó. Después de más de siete horas de combate, la
batalla llegó a su fin con un gran número de bajas y solo quedó un reducido grupo de
sobrevivientes en ambos bandos.

Los realistas tomaron el control del campo de batalla y exhibieron la cabeza de Warnes en
la Plaza de Armas de Santa Cruz de la Sierra. Aunque los patriotas sufrieron una derrota en
El Pari, la resistencia independentista en la región continuó, y la batalla se convirtió en un
símbolo de la lucha por la libertad en Bolivia.

1.5.3. Revolución de los Domingos y Revolución Federal

5. Revolución de los Domingos

La Revolución de los Domingos fue un levantamiento federalista que tuvo lugar en Santa
Cruz de la Sierra, Bolivia, en enero de 1891. Fue liderado por los coroneles Domingo
Ardaya y José Domingo Ávila, quienes contaron con el apoyo de la Columna del Orden, un
grupo paramilitar.

El objetivo principal de la revuelta era proclamar la federación y establecer una junta


Gubernativa Federal del Oriente, encargada de organizar los "Estados Federales del
Oriente". Para ello, se llevaron a cabo diversas acciones, como la creación del Banco
Federal, la emisión de billetes de curso forzoso y la formación del Ejército Federal, que
crearon una Guardia Nacional y diferentes unidades de infantería, caballería y artillería.

La junta Gubernativa Federal del Oriente se encargó de difundir la idea de la federación en


todas las provincias del departamento, obteniendo el apoyo de regiones como Chiquitos y
Cordillera. Las consignas de la revuelta eran "Federación o Muerte" y "Viva la Federación",
reflejando el deseo de establecer una forma de gobierno federal en la región.

Ante la revuelta, el prefecto del departamento, Horacio Ríos, huyó a Samaipata y solicitó
ayuda al gobierno nacional de Aniceto Arce para sofocar el levantamiento. En respuesta, el
gobierno envió al General Ramón Gonzales ya la Comisión Pacificadora del Oriente para
restaurar el orden en Santa Cruz de la Sierra.

El 20 de febrero de 1891, las fuerzas gubernamentales tomaron la ciudad y dispersaron a los


revolucionarios, muchos de los cuales se dirigieron hacia la región de Chiquitos. La
Comisión Pacificadora del Oriente permaneció en Santa Cruz hasta junio de ese mismo año,
deteniendo a todos los involucrados en la revuelta y entregándolos a la justicia ordinaria.

La Revolución de los Domingos marcó el fin de los intentos violentos de establecer la


federación en la región. Aunque la historiografía no ha profundizado mucho sobre este
levantamiento y sus siete meses de gobierno, se reconoce como un episodio significativo en
la historia de Santa Cruz de la Sierra y en los esfuerzos por obtener una mayor autonomía y
descentralización en Bolivia.

6. Revolución Federal
La guerra civil boliviana, o Guerra Federal, se desarrolló en un contexto de profundos
conflictos sociales y políticos en Bolivia. Los principales antecedentes incluyen la pérdida
del departamento del Litoral en la Guerra del Pacífico, el golpe de Estado contra el
presidente Hilarión Daza Groselle y las disputas sobre la capitalidad entre La Paz y Sucre.

El conflicto enfrentó a dos bandos claramente diferenciados. Por un lado, el bando


conservador, respaldado por las fuerzas armadas, la élite económica y religiosa, defendía un
modelo de orden unitario y centralizado. Por otro lado, el bando liberal, que contaba con el
apoyo del campesinado, los amerindios y pequeños empresarios, buscaba instaurar un
modelo de orden federativo, otorgando mayor autonomía a las regiones.

Durante la guerra, ambos bandos recurrieron a la violencia y cometieron abusos contra la


población civil. Los liberales tenían lazos con Perú, mientras que los conservadores estaban
vinculados a Chile, lo que atrajo el interés de potencias extranjeras en el conflicto.

El enfrentamiento tuvo lugar en diferentes regiones de Bolivia, donde estallaron


revoluciones y contrarrevoluciones que complicaron aún más la situación humanitaria de la
población. Las masacres y persecuciones fueron frecuentes, generando un clima de
violencia generalizada.

Finalmente, el bando liberal modificará la victoria en la guerra civil, lo que cambiará


significativamente en la política boliviana. La capital ejecutiva se trasladó de Sucre a La
Paz, ciudad de origen del bando liberal, aunque esta decisión no significó la instalación
definitiva de una capital nacional.

Sin embargo, las expectativas de cambios sociales y la instauración de un modelo de estado


federal no se cumplieron plenamente en el período de posguerra. Aunque se realizaron
algunas reformas limitadas, el sistema político unitario prevaleció y no se logró una
verdadera transformación en la estructura de poder.

La guerra civil boliviana dejó profundas consecuencias sociales y políticas en el país. Los
indígenas y mestizos, que habían apoyado al bando liberal, se vieron marginados y sus
demandas fueron ignoradas. La élite criolla blanca mantuvo el control del poder político,
económico y cultural, y se produjo la represión de los movimientos indígenas que exigían
cambios y la devolución de sus tierras.

Aunque el bando liberal no mejoró completamente sus objetivos, su lucha por la federación
y la autonomía regional en sus movimientos posteriores y conflictos en Bolivia, como la
revolución de 1952 durante la Guerra Fría. La guerra civil boliviana marcó un hito en la
historia del país, evidenciando las tensiones sociales y las luchas de poder que persistieron
en las décadas posteriores.

1.5.4. Andrés Ibáñez Justiniano y Revolución Federal

7. Andrés Ibáñez Justiniano

Andrés Ibáñez Justiniano fue un político, abogado y revolucionario boliviano que


desempeñó un papel importante en la revolución federal e igualitaria que tuvo lugar en
Santa Cruz entre 1876 y 1877. Encabezó un gobierno federal de corta duración conocido
como la Junta Superior de Oriente. Estado Federal, cuyo objetivo era establecer un sistema
federal autónomo
Ibáñez nació en Puerto Pailas, Departamento de Santa Cruz, el 3 de febrero de 1843. Era
hijo ilegítimo de Francisco Bartolomé Ibáñez Velasco, hacendado de Pailas y Montero
Hoyos, quien se desempeñó como prefecto del departamento en varias ocasiones, y María
del Carmen. Justiniano. Estuvo emparentado con José Miguel de Velasco, expresidente de
Bolivia que ocupó cuatro veces el cargo, y con Antonio Vicente Seoane, uno de los
precursores de la revolución de Santa Cruz el 24 de septiembre de 1810.

Andrés Ibáñez estudió derecho en la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco
Xavier de Chuquisaca en la ciudad de Sucre. Se graduó de abogado y doctor en derecho el 3
de febrero de 1868. Luego ingresó a la política local y se desempeñó como secretario de la
prefectura durante la administración de Tristán Roca. También jugó un papel en la creación
de la bandera de Santa Cruz, que presenta los colores verde y blanco. Ibáñez fue elegido
presidente del consejo municipal (alcalde) en 1868 y luego se desempeñó como diputado
nacional en tres legislaturas: 1872, 1873 y 1874.

Durante las elecciones al Congreso de 1871, Ibáñez enfrentó la oposición de ciertos grupos
en Santa Cruz, pero ganó popularidad entre el electorado, particularmente entre la clase
trabajadora y los artesanos. En Santa Cruz, estos grupos constituían un porcentaje
significativo de votantes calificados bajo el sistema de sufragio censal de la época.

Bajo el liderazgo de Ibáñez, se formó en Santa Cruz en 1872 el "Club Igualitario" (Club de
la Igualdad), y también publicó el periódico El Eco de la Igualdad (El Eco de la Igualdad).
El episodio fundacional del Partido por la Igualdad está asociado a una narrativa conocida
como el 'Manuscrito Lara', que describe la intervención pública de Ibáñez en la plaza
principal de Santa Cruz. Según la historia, después de pronunciar un apasionado discurso en
el que expresó sus ideas políticas y sociales, Ibáñez se quitó la bata y los zapatos de
doctorado, se puso una chaqueta de artesano y caminó descalzo, simbolizando que era como
todos los demás. Luego condujo a sus seguidores por las calles de la ciudad, cantando
"Todos somos iguales". Después de esto, el "Partido de la Igualdad" obtuvo un apoyo
masivo de los artesanos y la gente de Santa Cruz.

Ibáñez fue capturado en la madrugada del 1 de mayo, junto a un reducido grupo de sus
seguidores. Fue sometido a un juicio sumario de guerra y condenado a muerte. Pidió una
confesión, que fue denegada, y antes de su ejecución, escribió una breve carta a su esposa.
Andrés Ibáñez fue ejecutado el 1 de mayo de 1877, junto con sus compañeros.

Su sacrificio en la defensa de los principios de igualdad, tanto en la composición del Estado


como en la estructura social de la época, lo sitúa como precursor de las luchas sociales en el
continente, antecediendo al Haymarket Riot de Chicago el 1 de mayo de 1886.

Los cuerpos de los insurgentes fueron inicialmente enterrados en una fosa común. En 1972
fueron trasladados a Santa Cruz de la Sierra por iniciativa de su descendiente Carlos
Valverde Barbery.

La famosa y desgarradora carta de Andrés Ibáñez a su esposa dice:

San Diego, 1 de mayo de 1877 A la Sra. Anjelica Roca

Hoy me leyeron y me comunicaron mi sentencia de muerte, así que recibirán esta carta
después de mi ejecución. Los últimos latidos de la vida que está por dejar este mundo están
dedicados al huérfano que dejo atrás. Ayer escapé de la muerte, pero fue solo un
aplazamiento. Escucha y lee mi despedida final: Renuncia. Encuentra la felicidad en nuestra
desgracia compartida, y te encomiendo a vivir junto a mi familia, ya que ellos te apoyarán
por el cariño que me tenían. Consuela a nuestra hija Leocadita ya los demás.

ya no puedo escribir; tu Andrés es débil. Adiós, me muero.

Hoy, en ciertos círculos, Andrés Ibáñez es considerado un precursor del federalismo y el


igualitarismo en Bolivia. Sin embargo, según Durán y Pinckert, Ibáñez y el movimiento por
la igualdad no expresaron ninguna preocupación por el federalismo. Sin embargo, es un
hecho indiscutible que el Superior Gobierno Federal proclamó las bases federales del
movimiento en un documento firmado y publicado e incluso ejerció el gobierno en esas
condiciones.

La proclamación de la Junta Superior Federal de Oriente, firmada el 27 de diciembre de


1876, expresaba claramente su postura doctrinal contra el estado unitario: "Se abrirá una era
de paz, igualdad y fraternidad, superando los obstáculos que presenten los sistemas
centralizados y forma tiránica de gobierno unitario".

Andrés Ibáñez demostró a través de sus acciones y escritos que luchaba por la igualdad y se
identificaba con las masas de artesanos y las clases empobrecidas. Denunció a la oligarquía
de su tiempo, llamándola "la vergüenza social". Curiosamente, su imagen ha sido
recuperada por políticos, sindicalistas y empresarios de diversos movimientos, desde
comunistas y socialistas hasta autonomistas y liberales.

Después de muchos años, en 1944, el gobierno boliviano reconoció oficialmente a Andrés


Ibáñez como "servidor de los intereses nacionales" y nombró en su honor a la provincia
donde se encuentra la capital departamental Santa Cruz de la Sierra. La nueva ley de
autonomía en Bolivia lleva el nombre de "Ley Andrés Ibáñez" en su honor. También hay
monumentos, calles y avenidas a lo largo de Bolivia que llevan su nombre.

8. German Busch Becerra

German Busch Becerra (1904-1939) fue un oficial militar y político boliviano que se
desempeñó como el 40º presidente de Bolivia de 1937 a 1939. Desempeñó un papel
importante en la Guerra del Chaco (1932-1935) entre Bolivia y Paraguay, y su presidencia
estuvo marcado por los esfuerzos para modernizar la economía de Bolivia y fortalecer su
posición en el escenario internacional.

Busch nació el 23 de febrero de 1904 en la ciudad de San Javier, Departamento de Santa


Cruz, Bolivia. Siguió una carrera militar y ascendió de rango, y finalmente se convirtió en
general. Busch participó en la Guerra del Chaco, un conflicto por la disputada región del
Chaco Boreal, que era rica en recursos. Obtuvo reconocimiento por su liderazgo y valentía
durante la guerra.

En 1937, Busch lideró un exitoso golpe contra el presidente José Luis Tejada Sorzano y
asumió el poder. Su presidencia se centró en la modernización de la infraestructura y la
economía de Bolivia. Busch implementó proyectos de industrialización, incluido el
establecimiento de empresas estatales, y tenía como objetivo reducir la dependencia
económica de Bolivia de sectores tradicionales como la minería y la agricultura.

Durante su presidencia, Busch también persiguió una agenda nacionalista, afirmando los
reclamos de Bolivia sobre territorios en disputa y buscando fortalecer los lazos con los
países vecinos. Su objetivo era mejorar la posición internacional de Bolivia y promover sus
intereses en los asuntos regionales.

Sin embargo, la presidencia de Busch duró poco. El 23 de agosto de 1939 murió en lo que
se cree que fue un suicidio. Las razones detrás de su muerte siguen siendo objeto de
especulación y debate. Algunos lo atribuyen a presiones personales y políticas, mientras que
otros sugieren que las influencias externas pueden haber influido.

A pesar de la brevedad de su presidencia, Germán Busch sigue siendo una figura destacada
en la historia de Bolivia. Es recordado por su liderazgo militar durante la Guerra del Chaco
y sus esfuerzos por modernizar la economía de Bolivia. Su presidencia representa un
período de transformación política y económica en el país.

Lección 1.4: Derecho autonómico contemporáneo


1.1. Derecho Autonómico en España

El derecho autonómico en la época contemporánea

Se refiere a la regulación jurídica de la autonomía política y administrativa de las regiones o


entidades subnacionales en el contexto actual. Se ha desarrollado principalmente en
aquellos países que han optado por un modelo de gobierno descentralizado o federal, donde
se reconoce cierta autonomía a las regiones o estados federados. A continuación, se
presentan algunos aspectos característicos del derecho autonómico en la época
contemporánea:

Constituciones y Estatutos de Autonomía: La base del derecho autonómico contemporáneo


es la Constitución del país. En ella se fundamentan los principios y mecanismos para la
creación y el funcionamiento de las regiones autónomas. Además, se elaboran Estatutos de
Autonomía, que son leyes específicas que regulan el marco jurídico y las competencias de
cada región autónoma dentro del Estado.

Organización institucional: El derecho autonómico contemporáneo regula la organización


institucional de las regiones autónomas. Esto incluye la estructura de gobierno, los órganos
de representación política (como los parlamentos autonómicos) y los mecanismos de toma
de decisiones. También se establecieron los procedimientos para la elección de autoridades
y la formación de gobiernos regionales.

Competencias autonómicas: Una de las características principales del derecho autonómico


contemporáneo es la distribución de competencias entre el gobierno central y las regiones
autónomas. Las competencias pueden ser exclusivas, compartidas o concurrentes,
dependiendo de lo establecido en la Constitución y los Estatutos de Autonomía. Estas
competencias pueden abarcar áreas como educación, sanidad, justicia, cultura, medio
ambiente, transporte, turismo, entre otras.

Financiación autonómica: El derecho autonómico contemporáneo también regula el sistema


de financiación de las regiones autónomas. Esto incluye la reducción de recursos
económicos desde el gobierno central a las regiones, la fiscalidad propia de cada región
autónoma, los mecanismos de transferencia de recursos y las fórmulas de reparto para
garantizar la autonomía financiera de las regiones.
Relaciones entre el gobierno central y las regiones autónomas: El derecho autonómico
contemporáneo establece las normas y procedimientos para las relaciones entre el gobierno
central y las regiones autónomas. Esto puede incluir mecanismos de coordinación,
consultas, negociaciones y acuerdos entre las diferentes instancias de gobierno. También se
regulan los mecanismos de resolución de conflictos y disputas entre el gobierno central y
las regiones.

Es importante tener en cuenta que el derecho autonómico contemporáneo puede variar entre
los distintos países y sus respectivos sistemas de gobierno descentralizado o federal.
Además, está sujeto a cambios y adaptaciones en respuesta a las demandas y necesidades de
las regiones autónomas, así como a las transformaciones políticas y sociales en cada país.

1. Derecho Autonómico en España

España es un país que se caracteriza por su estructura autonómica. La Constitución española


de 1978 establece un marco legal para el autogobierno de las comunidades autónomas.
Actualmente, España se divide en 17 comunidades autónomas, cada una con su propio
estatuto de autonomía que establece su grado de autogobierno y las competencias que
ejercen en áreas como la educación, la sanidad, la cultura, la justicia y la administración
local.

El derecho autonómico en España permite que las comunidades autónomas tengan una
cierta autonomía en la toma de decisiones y en la gestión de sus asuntos internos. Las
comunidades autónomas tienen la capacidad de elaborar leyes y normas dentro de su ámbito
de competencia, administrar servicios públicos, recaudar impuestos y participar en la toma
de decisiones a nivel nacional a través del Senado.

Constitución y Estatutos de Autonomía: La Constitución Española de 1978 es la norma


fundamental que establece el marco jurídico para la organización del Estado y la
distribución de competencias. Reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que integran España. Asimismo, cada comunidad autónoma
cuenta con su propio Estatuto de Autonomía, que es una ley orgánica que regula su marco
competencial y organizativo dentro del Estado.

Organización institucional: El derecho autonómico en España establece la estructura de


gobierno y los órganos de representación política de las comunidades autónomas. Cada
comunidad autónoma cuenta con un parlamento autonómico y un gobierno autonómico,
liderado por un presidente o presidenta. Estos órganos tienen competencias para la adopción
de decisiones en ámbito como la educación, la sanidad, la cultura, la justicia, la seguridad,
entre otros.

Competencias autonómicas: Uno de los elementos centrales del derecho autonómico en


España es la distribución de competencias entre el gobierno central y las comunidades
autónomas. La Constitución establece un sistema de competencias exclusivas, compartidas
y de ejecución autonómica. Las comunidades autónomas tienen la facultad de legislar y
ejecutar en numerosas áreas, siempre dentro del marco establecido por la Constitución.

Financiación autonómica: El derecho autonómico regula también el sistema de financiación


de las comunidades autónomas. Se establece un sistema de recursos y transferencias
económicas entre el gobierno central y las comunidades autónomas para garantizar su
autonomía financiera y la prestación de servicios públicos esenciales.
Relaciones intergubernamentales: El derecho autonómico en España regula las relaciones y
la cooperación entre el gobierno central y las comunidades autónomas. Se accione
mecanismos de coordinación, consulta y cooperación en la adopción de decisiones, así
como de resolución de conflictos. Destacan los órganos de cooperación interterritorial,
como la Conferencia de Presidentes, donde se reúnen los presidentes autonómicos y el
presidente del gobierno central.

Es importante tener en cuenta que el derecho autonómico en España ha experimentado


cambios y ajustes a lo largo del tiempo para adaptarse a las demandas y necesidades de las
comunidades autónomas. Asimismo, las competencias y el grado de autonomía pueden
variar entre las diferentes comunidades autónomas, en función de lo establecido en sus
respectivos estatutos de Autonomía.

Página siguiente
1.2. Derecho Autonómico en Alemania

2. Derecho Autonómico en Alemania

Alemania es un país federal compuesto por 16 estados federados, conocidos como Länder.
El derecho autonómico en Alemania otorga cierta autonomía a los estados federados en la
toma de decisiones en áreas como la educación, la cultura, el ordenamiento territorial, la
policía y la administración local. Cada estado federado tiene su propia constitución y tiene
la capacidad de legislar y administrar dentro de su territorio.

El derecho autonómico en Alemania se basa en el principio de subsidiariedad, que establece


que las decisiones deben tomarse a nivel local siempre que sea posible. Los estados
federados tienen la responsabilidad de implementar políticas y leyes en áreas específicas, lo
que permite una mayor adaptación a las particularidades regionales y una mayor
participación de los ciudadanos en la toma de decisiones.

El derecho autonómico en Alemania se refiere al conjunto de normas y principios que


regulan la autonomía política y administrativa de los estados federados (Länder) en el
marco de la República Federal de Alemania. Alemania es un país con un sistema federal,
donde se reconoce un alto grado de autonomía a los estados federados.

A continuación, se presentan algunos aspectos destacados del derecho autonómico en


Alemania:

Constitución y Ley Fundamental: La Ley Fundamental de la República Federal de


Alemania es la norma fundamental del país y establece el marco jurídico para la
organización del Estado y la distribución de competencias entre el gobierno central y los
estados federados. Reconoce la autonomía de los estados federados y garantiza su
participación en los asuntos de gobierno.

Organización institucional: El derecho autonómico en Alemania regula la estructura de


gobierno y los órganos de representación política de los estados federados. Cada estado
federado tiene su propio parlamento y gobierno estatal, liderado por un ministro presidente.
Estos órganos tienen competencias para legislar y administrar en áreas como la educación,
la cultura, la policía, la administración local y otras competencias propias del estado.
Competencias autonómicas: Uno de los pilares del derecho autonómico en Alemania es la
distribución de competencias entre el gobierno central y los estados federados. La Ley
Fundamental establece una lista de competencias exclusivas del gobierno federal y, en
principio, todas las demás competencias son de los estados federados. Sin embargo, también
existen competencias concurrentes, donde tanto el gobierno federal como los estados
federados pueden legislar y tomar decisiones.

Tribunal Constitucional Federal: El Tribunal Constitucional Federal es el órgano judicial


supremo en Alemania y desempeña un papel clave en el derecho autonómico. Este tribunal
garantiza la interpretación y el cumplimiento de la Ley Fundamental, y tiene la facultad de
resolver conflictos constitucionales entre el gobierno federal y los estados federados.

Conferencia de Ministros-Presidentes: La Conferencia de Ministros-Presidentes es un


órgano de cooperación y coordinación entre los líderes de los estados federados. Esta
conferencia permite la discusión de asuntos comunes y la adopción de decisiones conjuntas
en áreas de interés general, como la política educativa, la política exterior y la economía.

Es importante destacar que el derecho autonómico en Alemania está respaldado por una
tradición federal sólida y se basa en el principio de subsidiariedad, que busca garantizar que
las decisiones se tomen a un nivel más cercano a los ciudadanos. Los estados federados en
Alemania tienen un alto grado de autonomía en la toma de decisiones y en la administración
de sus propios asuntos, lo que contribuye a un equilibrio entre el gobierno central y los
estados federados.

1.3. Derecho autonómico de Canadá

3. Derecho autonómico de Canadá

Se basa en su sistema de gobierno federal, donde el poder está compartido entre el gobierno
central y las provincias y territorios. Aunque Canadá es un país soberano y tiene un
gobierno central fuerte, también reconoce y garantiza cierta autonomía a las provincias y
territorios en áreas específicas.

Cada provincia y territorio en Canadá tiene su propia legislatura y gobierno local, con la
capacidad de promulgar leyes y tomar decisiones dentro de su jurisdicción. El derecho
autonómico en Canadá permite que las provincias tengan competencias en áreas
importantes como la educación, la salud, la gestión de recursos naturales, la administración
de justicia y el desarrollo económico.

En virtud del derecho autonómico, las provincias pueden establecer políticas y adaptarlas a
sus necesidades y particularidades locales. Por ejemplo, tienen la capacidad de determinar
los programas educativos, los estándares de salud, las políticas de desarrollo económico y la
gestión de recursos naturales, siempre y cuando no entren en conflicto con las leyes
federales y los derechos fundamentales protegidos por la Constitución canadiense.

Aunque las provincias tienen cierta autonomía, es importante destacar que el gobierno
central conserva competencias exclusivas en áreas como la defensa nacional, la política
exterior y el comercio internacional. Además, el gobierno federal tiene el poder de
intervenir en asuntos provinciales cuando considere que es necesario para el bienestar
general de Canadá.
El derecho autonómico en Canadá es un equilibrio entre la autonomía provincial y la
cohesión nacional, permitiendo a las provincias tomar decisiones que sean más relevantes
para sus ciudadanos y adaptadas a sus realidades locales, al tiempo que se mantengan los
lazos y la cooperación entre todas las partes del país.

En resumen, el derecho autonómico en Canadá se basa en su sistema de gobierno federal,


otorgando cierta autonomía a las provincias y territorios en áreas como la educación, la
salud y la gestión de recursos naturales. Esto permite que las provincias tomen decisiones
adaptadas a sus necesidades locales, aunque existen límites y competencias exclusivas del
gobierno federal para garantizar la cohesión y el bienestar general del país.

1.4. Derecho autonómico en otros países

4. Derecho autonómico en otros países

Además de los ejemplos mencionados, hay otros países en el mundo contemporáneo que
también tienen sistemas de derecho autonómico o descentralizado. A continuación, se
presentan algunos ejemplos adicionales:

El derecho autonómico en Suiza

País que se rige por un sistema político basado en el federalismo. El derecho autonómico en
Suiza otorga un alto grado de autonomía a los cantones. Los cantones tienen competencias
en áreas como la educación, la cultura, la justicia, la policía y la administración local.
Tienen sus propias constituciones y legislaturas cantonales, y pueden legislar y tomar
decisiones dentro de su jurisdicción. El gobierno central tiene competencias limitadas y se
promueve una amplia participación ciudadana en la toma de decisiones a nivel local.

En Suiza, el derecho autonómico se refiere al conjunto de normas y principios que regulan


la autonomía política y administrativa de los cantones suizos. Suiza es un país con un
sistema de gobierno federal, donde los cantones tienen un alto grado de autonomía en la
toma de decisiones y en la administración de sus asuntos internos.

A continuación, se presentan algunos aspectos destacados del derecho autonómico en Suiza:

Constitución y Ley de Organización Cantonal: La Constitución Federal de Suiza establece


los principios generales del gobierno federal y los derechos fundamentales. Además, cada
cantón suizo tiene su propia Ley de Organización Cantonal, que regula la estructura de
gobierno, las competencias y los procedimientos administrativos en cada cantón.

Organización institucional: El derecho autonómico en Suiza regula la organización


institucional de los cantones. Cada cantón tiene su propio parlamento cantonal y un
gobierno cantonal, liderado por un ejecutivo, que puede ser una sola persona (como en el
caso del cantón de Uri) o un consejo de varios miembros (como en el caso del cantón de
Zúrich). Estos órganos tienen competencias para legislar y administrar en áreas como la
educación, la salud, la justicia, la infraestructura, entre otros.

Competencias autonómicas: Uno de los aspectos fundamentales del derecho autonómico en


Suiza es la distribución de competencias entre el gobierno federal y los cantones. La
Constitución Federal enumera las competencias exclusivas del gobierno federal, mientras
que todas las demás competencias son de los cantones. Los cantones tienen la facultad de
legislar y tomar decisiones en asuntos locales y regionales, así como en la implementación
de políticas nacionales en su territorio.

Participación ciudadana: El derecho autonómico en Suiza fomenta la participación


ciudadana en la toma de decisiones. Los ciudadanos suizos tienen la posibilidad de influir
en las políticas y las leyes a través de referendos y la iniciativa popular. Esto permite una
mayor participación y control de los ciudadanos en los asuntos autonómicos y garantiza una
democracia directa en la toma de decisiones.

Cooperación intercantonal: Los cantones suizos también mantienen una estrecha


cooperación entre ellos. A través de la Conferencia de Gobiernos Cantonales (Konferenz
der Kantonsregierungen), los cantones pueden discutir asuntos de interés común, compartir
prácticas y coordinar sus acciones en temas como la educación, la economía, el medio
ambiente y la infraestructura.

Es importante destacar que el derecho autonómico en Suiza se basa en el principio de


subsidiariedad, que busca que las decisiones se tomen a nivel más cercano a los ciudadanos
y que el gobierno federal solo intervenga cuando sea necesario. Esto contribuye a un
sistema político descentralizado ya un alto grado de autonomía de los cantones en Suiza.

El derecho autonómico en Estados Unidos

Tienen un sistema de gobierno federal en el que los estados tienen una autonomía
considerable en áreas como la educación, la aplicación de leyes penales, la regulación de
negocios, la administración de programas de bienestar y la gestión de los asuntos internos.
Los estados tienen sus propias constituciones y legislaturas estatales, y tienen la capacidad
de promulgar leyes y tomar decisiones en su jurisdicción.

El derecho autonómico en Australia

Australia es un país federal que otorga un alto grado de autonomía a sus estados y
territorios. Los estados tienen la capacidad de legislar y administrar asuntos en áreas como
la salud, la educación, la justicia y el desarrollo económico. Cada estado tiene su
constitución y parlamento estatal, y se encarga de la toma de decisiones en su jurisdicción.

El derecho autonómico en Brasil

También tiene un sistema de gobierno federal en el que los estados y municipios tienen
cierta autonomía. Los estados tienen la capacidad de legislar y administrar asuntos en áreas
como la educación, la salud y el medio ambiente. Además, los municipios tienen su propia
autonomía y se encargan de la prestación de servicios locales y la administración de asuntos
municipales.

El derecho autonómico en la India

India es una república federal con un sistema de gobierno descentralizado. El país se divide
en estados y territorios de la unión, cada uno con su propia autonomía para legislar y
administrar asuntos en su jurisdicción. Además, India ha implementado un sistema de
gobierno local a través del sistema de panchayats y municipios, que otorga cierta autonomía
en la toma de decisiones a nivel de aldea, bloque y distrito.
1.5. Derecho autonómico en Bolivia

5. Derecho autonómico en Bolivia

En Bolivia, el derecho autonómico se refiere al marco legal y constitucional que establece la


autonomía de las entidades territoriales autónomas en el país. Bolivia es un Estado unitario
descentralizado, lo que significa que existe un gobierno central, pero también se reconoce la
autonomía de los departamentos, municipios e indígenas originarios campesinos.

La Constitución Política del Estado de Bolivia, promulgada en 2009, reconoce y garantiza


la autonomía de los departamentos, regiones indígenas originarios campesinas y
municipios. Estas entidades territoriales autónomas tienen la capacidad de autogobernarse y
administrar sus asuntos internos de acuerdo con sus propias leyes y normas.

El derecho autonómico en Bolivia establece las competencias y atribuciones de las


entidades territoriales autónomas, así como los mecanismos de coordinación y cooperación
entre el gobierno central y las entidades autónomas. Además, se establecieron
procedimientos para la elección y funcionamiento de las autoridades autónomas, como
gobernadores, alcaldes y asambleístas departamentales.

En Bolivia, existen cuatro niveles de autonomía reconocidos en la Constitución:

 Autonomía departamental: Los nueve departamentos de Bolivia tienen la capacidad


de autogobierno en asuntos como la planificación del desarrollo, la gestión del
territorio, la educación, la salud, el turismo y la administración de recursos
naturales.
 Autonomía indígena originaria campesina: Se reconoce la autonomía de los pueblos
indígenas originarios campesinos, que tienen la capacidad de autogobierno y
administración de sus territorios y recursos naturales, de acuerdo con sus propias
normas y costumbres.
 Autonomía regional: Se establece la posibilidad de crear regiones autónomas a
través de la unión de municipios de diferentes departamentos, con el objetivo de
gestionar y administrar asuntos de interés común.
 Autonomía municipal: Los municipios en Bolivia tienen la capacidad de
autogobierno y administración de sus asuntos locales, como la prestación de
servicios públicos, la planificación urbana, la educación y la salud.

El derecho autonómico en Bolivia busca promover una mayor participación ciudadana, la


descentralización del poder y la toma de decisiones más cercanas a las comunidades.
También busca reconocer y proteger los derechos de los pueblos indígenas y campesinos,
así como fomentar el desarrollo equitativo y sostenible en todo el país.

En conclusión, el derecho autonómico en España, Alemania, Canadá y otros países


federales y Bolivia representan diferentes enfoques de descentralización del poder y
otorgamiento de autonomía a las regiones y entidades territoriales. Estos países adoptan la
importancia de adaptar las políticas a las necesidades y particularidades locales, que
permiten una mayor participación ciudadana y una gestión más eficiente de los asuntos
públicos. Estos ejemplos de derecho autonómico representan diferentes enfoques y modelos
de autonomía ya que cada país ha desarrollado su propio marco legal y constitucional para
garantizar la autonomía y el autogobierno a nivel regional o local, buscando un equilibrio
entre la toma de decisiones descentralizada y la cohesión nacional.
Lección 1.5: Autonomía y soberanía estatal
Lección 1.5: Autonomía y soberanía estatal

1.1. Soberanía estatal

La autonomía y la soberanía estatal son conceptos fundamentales en el ámbito de las


relaciones internacionales y la política global. Aunque están relacionados, tienen
significados distintos y se refieren a aspectos diferentes de la gobernanza y la autoridad
política.

1. Soberanía estatal

Se refiere al principio de que un Estado es la autoridad suprema y tiene el derecho exclusivo


de ejercer el poder dentro de su territorio y sobre su población. Esto implica que un Estado
es autónomo y no está subordinado a ninguna otra autoridad externa. La soberanía estatal se
basa en el reconocimiento de la igualdad y la independencia de los Estados en la comunidad
internacional.

La soberanía estatal implica que un Estado tiene el derecho de tomar decisiones internas y
externas sin interferencia externa, siempre y cuando respete las leyes y normas
internacionales. Esto incluye el derecho de establecer y hacer cumplir sus propias leyes,
establecer políticas, gestionar su economía, controlar sus fronteras y representar a su país en
asuntos internacionales. La soberanía estatal es un principio fundamental del sistema de
Estados y es reconocida en el derecho internacional.

Por otro lado, la autonomía se refiere a la capacidad de una entidad dentro de un Estado
para tomar decisiones y actuar de manera autónoma dentro de los límites establecidos por la
autoridad superior. La autonomía puede aplicarse a diferentes niveles dentro de un Estado,
como regiones, provincias o comunidades. La implica autonomía que estas entidades tienen
cierto grado de autogobierno y pueden tomar decisiones en áreas específicas de
competencia, como la educación, la salud o la administración local.

La autonomía puede otorgarse a través de mecanismos legales y políticos, como


constituciones, estatutos de autonomía o acuerdos específicos. Sin embargo, la autonomía
está sujeta a la soberanía estatal y no puede socavar la autoridad suprema del Estado. Las
entidades autónomas deben operar dentro del marco legal y constitucional establecido por el
Estado y no pueden desafiar la autoridad del gobierno central.

1.2. La autonomía y la soberanía estatal

2. La autonomía y la soberanía estatal

Son conceptos relacionados pero distintos en el ámbito de la gobernanza y las relaciones


internacionales. La soberanía estatal se refiere al principio de autoridad suprema de un
Estado en su territorio, mientras que la autonomía se refiere a la capacidad de una entidad
dentro de un Estado para tomar decisiones y actuar de manera autónoma dentro de los
límites establecidos por la autoridad superior. La autonomía está sujeta a la soberanía estatal
y no puede socavar la autoridad suprema del Estado.

Soberanía Estatal:
 La soberanía estatal se basa en el principio de autoridad suprema de un Estado sobre
su territorio y su población. Es un principio fundamental del derecho internacional y
establece que un Estado tiene el derecho exclusivo de tomar decisiones y ejercer el
poder en su territorio sin interferencia externa.
 La soberanía implica que un Estado tiene el derecho de establecer su sistema
político, económico, social y legal, y que los demás Estados deben respetar y
reconocer su autoridad y territorio.
 La soberanía estatal también implica la igualdad soberana de los Estados en las
relaciones internacionales, es decir, todos los Estados, independientemente de su
tamaño o poder, tienen el mismo estatus legal y político en el escenario mundial.

Autonomía:

 La autonomía se refiere a la capacidad de una entidad subnacional o local dentro de


un Estado para tomar decisiones y actuar de manera autónoma dentro de los límites
establecidos por la autoridad superior, que es el Estado central.
 La autonomía implica que la entidad subnacional tiene cierto grado de autogobierno
y puede ejercer poderes y competencias específicas en áreas como la administración
local, la legislación regional, la recaudación de impuestos, la educación, la cultura,
entre otras.
 La autonomía puede manifestarse de diferentes maneras en diferentes países, como
las comunidades autónomas en España, los estados federados en Alemania, los
cantones en Suiza, o las provincias y territorios en Canadá.
 Es importante tener en cuenta que la autonomía está sujeta a la soberanía estatal, lo
que significa que las decisiones y acciones de la entidad subnacional no pueden
socavar la autoridad suprema del Estado y deben estar dentro de los límites
establecidos por la Constitución y las leyes nacionales.

En resumen, la soberanía estatal se refiere al principio de autoridad suprema del Estado


sobre su territorio y población, mientras que la autonomía se refiere a la capacidad de una
entidad subnacional para tomar decisiones y actuar de manera autónoma dentro de los
límites establecidos por el Estado central. Ambos conceptos son fundamentales en la
organización y funcionamiento de los Estados y en las relaciones internacionales.

1.3. Autonomía y soberanía estatal en Bolivia

2. Autonomía y soberanía estatal en Bolivia

En Bolivia, tanto la autonomía como la soberanía estatal son principios fundamentales que
se encuentran consagrados en la Constitución Política del Estado y que definen la estructura
y el funcionamiento del país.

La soberanía estatal en Bolivia se refiere al principio de que el Estado boliviano es la


máxima autoridad dentro de su territorio y tiene plena autoridad para ejercer el poder y
tomar decisiones sin interferencia externa. La soberanía estatal implica que Bolivia tiene el
derecho exclusivo de gobernarse a sí mismo, establecer sus leyes, políticas y aplicar, y
representar a su país en asuntos internacionales.

La autonomía, por su parte, se refiere a la capacidad de las entidades territoriales dentro de


Bolivia, como los departamentos y los municipios, para tomar decisiones y gestionar
asuntos de interés local dentro de los límites establecidos por la Constitución y las leyes. La
autonomía territorial implica que estas entidades tienen la capacidad de ejercer su
autogobierno y tener cierta independencia en la toma de decisiones sobre asuntos que
abandonar a su territorio y población.

En Bolivia, la Constitución Política del Estado reconoce y garantiza la existencia de niveles


de autonomía territorial, como la autonomía departamental y la autonomía municipal. Estas
entidades tienen competencias específicas y facultades para la administración y gestión de
asuntos de interés local, como la planificación del desarrollo, la gestión de recursos
naturales, la prestación de servicios básicos y la promoción de la cultura y la educación.

En el Capítulo II de La Constitución Política del Estado, especifican en el artículo 7 que la


soberanía reside en el pueblo boliviano y se ejerce de forma directa; es inalienable,
inembargable, indivisible, imprescriptible e indelegable, y de ella emanan las funciones y
atribuciones del poder público.

Mientras que en el artículo 8. El Estado asume y promueve como principios ético-morales


de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni
seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida
buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble). II. El Estado se
sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad,
reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de
oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común,
responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes
sociales, para vivir bien.

Artículo 9 Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece la
Constitución y la ley: 1. Constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la
descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar
las identidades plurinacionales. 2. Garantizar el bienestar, el desarrollo, la seguridad y la
protección e igual dignidad de las personas, las naciones, los pueblos y las comunidades, y
fomentar el respeto mutuo y el diálogo intracultural, intercultural y plurilingüe. 3. Reafirmar
y consolidar la unidad del país, y preservar como patrimonio histórico y humano la
diversidad plurinacional. 4. Garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos
y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución. 5. Garantizar el acceso de las
personas a la educación, a la salud y al trabajo. 6. Promover y garantizar el
aprovechamiento responsable y planificado de los recursos naturales, e impulsar su
industrialización, a través del desarrollo y del fortalecimiento de la base productiva en sus
diferentes dimensiones y niveles, así como la conservación del medio ambiente, para el
bienestar de las generaciones actuales y futuras.

Artículo 10 . Bolivia es un Estado pacifista, que promueve la cultura de la paz y el derecho


a la paz, así como la cooperación entre los pueblos de la región y del mundo, a fin de
contribuir al conocimiento mutuo, al desarrollo equitativo y a la promoción de la
interculturalidad, con pleno respeto a la soberanía de los estados. II. Bolivia rechaza toda
guerra de agresión como instrumento de solución a los diferendos y 3 conflictos entre
estados y se reserva el derecho a la legítima defensa en caso de agresión que comprometa la
independencia y la integridad del Estado. III. Se prohíbe la instalación de bases militares
extranjeras en territorio boliviano.

Es importante destacar que la autonomía territorial en Bolivia está sujeta a los límites y las
disposiciones establecidas por la soberanía estatal. Si bien las entidades territoriales tienen
un grado de autonomía en la toma de decisiones y la gestión de asuntos locales, su
actuación debe estar en consonancia con las leyes y políticas nacionales y respetar la
autoridad y la soberanía del Estado boliviano.

En resumen, en Bolivia, la soberanía estatal y la autonomía territorial son principios


fundamentales que se encuentran en la Constitución Política del Estado. La soberanía estatal
establece que Bolivia es la máxima autoridad dentro de su territorio y tiene el derecho
exclusivo de gobernarse a sí mismo, mientras que la autonomía territorial otorga a las
entidades subnacionales la capacidad de ejercer su autogobierno y tomar decisiones en
asuntos de interés local, dentro de los límites establecidos por la Constitución y las leyes
nacionales.

La soberanía estatal implica que un Estado tiene el derecho de tomar decisiones internas y
externas sin interferencia externa, siempre y cuando respete las leyes y normas internacionales.

verdadero

2.- En el artículo 10 se prohíbe la instalación de bases militares extranjeras en territorio


boliviano como medida de soberanía.

verdadero

Lección 2.1: Aspectos generales del derecho autonómico.


Lección 2.1: Aspectos generales del derecho autonómico.

1.1. Marco Constitucional, Objeto, Alcance y Ámbito de Aplicación.

Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, con


autonomías y garantía de libre determinación de las naciones y pueblos indígenas
originarios campesinos. La ley tiene como objetivo regular el régimen de autonomías y las
bases de la organización territorial del Estado. Su alcance abarca aspectos como la
organización territorial, tipos de autonomía, procedimientos para acceder a ella,
mecanismos competenciales y económico-financieros, coordinación entre el nivel central y
las entidades territoriales autónomas, y la participación y control social en estas entidades.
La ley aplica tanto a los órganos del nivel central del Estado como a las entidades
territoriales autónomas.

Artículo 1. (MARCO CONSTITUCIONAL). En el marco de la Constitución Política del


Estado, Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional
Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y
con autonomías, que garantiza la libre determinación de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos preservando la unidad del país.

Artículo 2. (OBJETO). La presente Ley tiene por objeto regular el régimen de autonomías
por mandato del Artículo 271 de la Constitución Política del Estado y las bases de la
organización territorial del Estado establecidos en su Parte Tercera, Artículos 269 al 305.

Artículo 3. (ALCANCE). El alcance de la presente Ley comprende lo siguiente: bases de la


organización territorial del Estado, tipos de autonomía, procedimiento de acceso a la
autonomía y procedimiento de elaboración de Estatutos y Cartas Orgánicas, regímenes
competencial y económico financiero, coordinación entre el nivel central del Estado y las
entidades territoriales autónomas, marco general de la participación y el control social en
las entidades territoriales autónomas.

Artículo 4. (ÁMBITO DE APLICACIÓN). La Ley Marco de Autonomías y


Descentralización tiene como ámbito de aplicación a los órganos del nivel central del
Estado y a las entidades territoriales autónomas.

Esta ley busca establecer un marco legal para el funcionamiento de las autonomías y la
organización territorial en Bolivia, definiendo los derechos y responsabilidades de los
distintos niveles de gobierno y fomentando la participación y el control social en las
decisiones políticas y administrativas del país.

1.2. Principios y definiciones

Art. 5. Principios

El análisis de los principios que rigen la organización territorial y las entidades territoriales
autónomas en Bolivia nos permite comprender la importancia de la autonomía y el
autogobierno en el marco de un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional
Comunitario. Al aplicar estos principios, se busca fortalecer la gobernanza local, la justicia
social y el desarrollo sostenible en las diferentes entidades territoriales autónomas de
Bolivia. Como futuros profesionales del derecho, estarán mejor preparados para abordar los
desafíos legales y administrativos asociados con la autonomía en Bolivia, y contribuirán a
un sistema legal y administrativo más equitativo y efectivo en beneficio de todas las
comunidades del país.

1. Unidad: Se fundamenta en la indivisibilidad de la soberanía y el territorio boliviano,


la cohesión interna del Estado y la aplicación uniforme de las políticas estatales.
2. Voluntariedad: Las naciones y pueblos indígenas originario campesinos y las
ciudadanas y ciudadanos de las entidades territoriales tienen el derecho de acceder a
la autonomía de manera libre y voluntaria, de acuerdo con lo establecido en la
Constitución Política del Estado y la Ley.
3. Solidaridad: Los gobiernos autónomos actuarán conjuntamente con el nivel central
del Estado para satisfacer las necesidades colectivas, mediante la coordinación,
cooperación y el uso de mecanismos redistributivos para garantizar una distribución
equitativa de los recursos.
4. Equidad: La organización territorial, el ejercicio de competencias y la designación
de recursos deben garantizar el desarrollo equilibrado entre las diferentes regiones,
igualdad de oportunidades y acceso a los servicios públicos para toda la población
boliviana.
5. Bien Común: La actuación de los gobiernos autónomos se basa en el interés
colectivo y en la filosofía del vivir bien, propia de las culturas bolivianas, sirviendo
objetivamente a los intereses generales.
6. Autogobierno: En los departamentos, regiones, municipios, y naciones y pueblos
indígenas originarios campesinos, la ciudadanía tiene el derecho de establecer su
propia institucionalidad y elegir directamente a sus autoridades dentro del marco de
la autonomía reconocida por la Constitución.
7. Preexistencia de las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos: Dada su
existencia ancestral y dominio sobre sus territorios, se garantiza la libre
determinación de las naciones y pueblos indígenas originario campesinos,
reconociendo su autonomía, autogobierno, cultura, instituciones y entidades
territoriales.
8. Igualdad: La relación entre las entidades territoriales autónomas se basa en la
armonía, proporcionalidad, trato igualitario y reciprocidad, sin jerarquías ni tutelas
entre ellas.
9. Complementariedad: El régimen de autonomías se sustenta en la concurrencia de
esfuerzos, iniciativas y políticas del nivel central del Estado y los gobiernos
autónomos para superar la desigualdad y garantizar la sostenibilidad del Estado y
las autonomías.
10. Reciprocidad: La relación entre el nivel central del Estado, los gobiernos autónomos
y las administraciones descentralizadas se basa en el respeto mutuo y la
colaboración en beneficio de los habitantes del Estado.
11. Equidad de Género: Las entidades territoriales autónomas garantizan el pleno
ejercicio de los derechos y libertades de mujeres y hombres, promoviendo la justicia
social, igualdad de oportunidades y el desarrollo integral en sus territorios y
gobiernos.
12. Subsidiariedad: La toma de decisiones y provisión de servicios públicos se realiza
desde el gobierno más cercano a la población, a menos que razones de eficiencia y
escala justifiquen lo contrario. El Estado es responsable de garantizar los derechos
de los ciudadanos.
13. Gradualidad: Las entidades territoriales autónomas ejercen progresivamente sus
competencias de acuerdo con sus capacidades propias.
14. Coordinación: Existe una relación armónica y obligatoria entre el nivel central del
Estado y los gobiernos autónomos para garantizar el bienestar, desarrollo y
provisión de bienes y servicios a toda la población boliviana.
15. Lealtad Institucional: Se busca evitar acciones que perjudiquen a otros niveles de
gobierno, promoviendo el diálogo y facilitando la información necesaria para un
buen desempeño. Se respeta el ejercicio legítimo de competencias.
16. Transparencia: Los órganos públicos del nivel central del Estado y las entidades
territoriales autónomas facilitan el acceso a información pública veraz, oportuna,
comprensible y confiable, incluyendo el manejo honesto de los recursos públicos.
17. Participación y Control Social: Se garantiza la participación ciudadana y el control
social sobre la gestión pública, de acuerdo con la Constitución, la Ley y las normas
aplicables.
18. Provisión de Recursos Económicos: La determinación de recursos y su reserva para
el ejercicio de competencias es responsabilidad compartida de los órganos públicos,
y cualquier transferencia o sustitución de competencias debe estar acompañada de
recursos económicos y financieros necesarios.

Estos principios fundamentan las bases para la organización territorial y el funcionamiento


de las entidades territoriales autónomas en Bolivia, promoviendo la igualdad, el bienestar
colectivo, el respeto mutuo, la participación ciudadana y la transparencia en la gestión
pública.

En conclusión, este apartado revela que Bolivia se ha estructurado como un Estado Unitario
Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que garantiza la libre determinación de las
naciones y pueblos indígenas de origen campesino. La Ley Marco de Autonomías y
Descentralización tiene como objetivo regular el régimen de autonomías y las bases de la
organización territorial del Estado. Los establecidos en el contenido, como la unidad, la
voluntariedad, la solidaridad, la equidad y la participación ciudadana, son fundamentales
para promover el desarrollo equilibrado, la igualdad de oportunidades y la justicia social en
las entidades territoriales autónomas de Bolivia.

1.2.1. Definiciones

Art.6. Definiciones

Estas definiciones son fundamentales para comprender y aplicar correctamente los


conceptos relacionados con la organización territorial, la administración de las unidades
territoriales y el reconocimiento de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos
en el marco de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización en Bolivia. Al comprender
estas definiciones, los estudiantes y profesionales del derecho podrán abordar de manera
más precisa y contextualizada los aspectos legales y administrativos relacionados con las
autonomías y la organización territorial en el país.

Con respecto a la organización territorial:

1. Unidad Territorial: Espacio geográfico delimitado para la organización del territorio


del Estado, como departamento, provincia, municipio o territorio indígena
originario campesino.
2. Territorio Indígena Originario Campesino: Territorio ancestral sobre el cual se
constituyen las tierras colectivas o comunitarias de origen de los pueblos indígenas
originarios campesinos, debidamente consolidadas según la ley. Puede adquirir la
categoría de territorio indígena originario campesino mediante un procedimiento
específico establecido en la Constitución Política del Estado.

Respecto a la administración de las unidades territoriales:

1. Entidad Territorial: Institucionalidad que administra y gobierna en la jurisdicción de


una unidad territorial, en concordancia con las facultades y competencias conferidas
por la Constitución Política del Estado y la ley.
2. Descentralización Administrativa: Transferencia de competencias de un órgano
público a una institución de la misma administración sobre la cual ejerce
supervisión.
3. Autonomía: Cualidad gubernativa que adquiere una entidad territorial de acuerdo
con las condiciones y procedimientos establecidos en la Constitución Política del
Estado y la ley. Implica la igualdad jerárquica o de rango constitucional entre
entidades territoriales autónomas, la elección directa de autoridades por parte de los
ciudadanos, la administración de recursos económicos y el ejercicio de facultades
legislativas, reglamentarias, fiscales y ejecutivos por parte de los órganos de
gobierno autónomo, dentro de su jurisdicción territorial y las competencias
establecidas por la Constitución y la ley. La autonomía regional no posee facultades
legislativas.
4. Competencia: Titularidad de atribuciones ejercitables en relación a determinadas
materias establecidas por la Constitución Política del Estado y la ley. Las
competencias pueden ser privativas, exclusivas, concurrentes o compartidas, según
lo establecido en el Artículo 297 de la Constitución Política del Estado.

Respecto a las naciones y pueblos indígenas originario campesinos:

Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos: Pueblos y naciones que existen con
anterioridad a la unidad invasión o colonización, con una sociopolítica, desarrollo histórico,
cultura, instituciones, derecho, rituales, religión, idioma y otras características comunes e
integradas. Están asentados en un territorio ancestral específico y cuentan con instituciones
propias, como los Suyus en tierras altas y las características propias de cada pueblo indígena
en tierras bajas, según lo establecido en la Constitución Política del Estado.

1.3. Bases de régimen de autonomía

El régimen de autonomías en Bolivia, establecidas en la Ley Marco de Autonomías y


Descentralización. Estas bases son fundamentales para comprender el funcionamiento y la
importancia de las autonomías en el contexto político y administrativo del país.

El artículo 7 establece la finalidad del régimen, que es distribuir de manera equilibrada y


sostenible las funciones político-administrativas del Estado, exceptuando la participación
ciudadana, la profundización de la democracia y la satisfacción de las necesidades
colectivas y del desarrollo socioeconómico integral del país.

A continuación, se presentan las multas de los gobiernos autónomos, que incluyen concretar
el carácter plurinacional y autonómico del Estado, promover el desarrollo integral y
equitativo, garantizar el bienestar social y la seguridad de la población, reafirmar y
consolidar la unidad del país respetando la diversidad cultural, promover el desarrollo
económico armónico, preservar los valores culturales e históricos, garantizar la protección
del medio ambiente, favorecer la integración social, promover la participación ciudadana y
defender los principios, valores, derechos y deberes reconocidos en la Constitución y la ley.

El artículo 8 establece las funciones generales de las autonomías, donde se especifica que la
autonomía indígena originaria campesina impulsa el desarrollo integral como naciones y
pueblos, mientras que la autonomía departamental promueve el desarrollo económico,
productivo y social en su. La autonomía municipal impulsa el desarrollo económico local,
humano y urbano, y la autonomía regional promueve el desarrollo económico y social en su
jurisdicción mediante la reglamentación de políticas públicas departamentales en la región.
El artículo 9 describe cómo se ejerce la autonomía, incluyendo la libre elección de
autoridades, la potestad de crear, recaudar y administrar tributos, la facultad legislativa, la
planificación y ejecución de la gestión política, administrativa, técnica, económica,
financiera, cultural y social, el respeto a la autonomía de otras entidades territoriales, la
resolución de controversias, la gestión pública intercultural y el ejercicio de la potestad
jurisdiccional indígena en el caso de las autonomías indígenas originarias campesinas.

Los artículos 10 y 11 fundamentan el régimen jurídico autonómico y la norma supletoria,


indicando que las normas que regulan los aspectos inherentes a las autonomías se
encuentran en la Constitución Política del Estado, la presente Ley, las leyes específicas, los
estatutos autonómicos o cartas orgánicas correspondientes, y la legislación autonómica.

El artículo 12 define la forma de gobierno de las entidades territoriales autónomas como


democrática, participativa, representativa y comunitaria, y establece la independencia,
separación, coordinación y cooperación de los órganos legislativos y ejecutivos.

Finalmente, el artículo 13 señala que el gobierno de las unidades territoriales corresponde a


los gobiernos autónomos departamentales, municipales, regionales ya los gobiernos
autónomos indígenas originarios campesinos, dependiendo de la unidad territorial
correspondiente.

En conclusión, las bases del régimen de autonomías en Bolivia proporcionaron los


cimientos necesarios para una distribución equilibrada y sostenible de las funciones
político-administrativas del Estado en el territorio. A través de la participación ciudadana, la
profundización de la democracia y la satisfacción de las necesidades colectivas, se busca
promover el desarrollo integral, justo y equitativo del pueblo boliviano. Las entidades
territoriales autónomas desempeñan un papel crucial en la consecución de estos objetivos,
impulsando el desarrollo económico, social y cultural en sus respectivas jurisdicciones. La
autonomía se ejerce a través de diversos mecanismos y se fundamenta en la separación y
coordinación de los poderes públicos. El marco jurídico establece las normas que regulan
todos los aspectos inherentes a las autonomías, y se reconoce la supremacía de las normas
autonómicas sobre las del nivel central del Estado. En este contexto, se garantiza la
participación activa de las ciudadanas y ciudadanos, el respeto a la diversidad cultural y la
hubo del medio ambiente. Las bases del régimen de autonomías en Bolivia sientan las bases
para una gestión autónoma, eficiente y transparente en beneficio de todas las bolivianas y
bolivianos.

Lección 2.2: Bases de la organización territorial.


Lección 2.2: Bases de la organización territorial.
1.1. Bases de la organización territorial

El sistema de autonomías y la organización territorial son elementos fundamentales en la


estructura política y administrativa de Bolivia. En el marco de la Constitución Política del
Estado, se fortalecerán las bases para distribuir de manera equilibrada y sostenible las funciones
político-administrativas en el territorio, promoviendo la participación ciudadana, la
profundización de la democracia y el desarrollo integral del país. La finalidad es fortalecer la
cohesión territorial, garantizar la sobera

El artículo 14 establece la finalidad de la organización territorial, que busca fortalecer la


cohesión territorial y garantizar la soberanía, unidad e indivisibilidad del territorio boliviano. Se
busca configurar unidades territoriales integradas de manera armónica y equilibrada para un
mejor ejercicio del gobierno y la administración pública.

El artículo 15 aborda la conformación de nuevas unidades territoriales. Los territorios indígenas


originarios campesinos y las regiones se destruirán en unidades territoriales una vez que
cumplan los requisitos y decidan constituirse en autonomías indígenas originarias campesinas o
autonomías regionales, respectivamente. La creación de nuevas unidades territoriales está sujeta
a una ley especial que regula las condiciones y procedimientos para ello, y debe ser aprobada
por ley de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Se requieren requisitos demográficos mínimos
para la creación de nuevos municipios.

El artículo 16 aborda la modificación y delimitación de las unidades territoriales. La ley


establece los procedimientos para la modificación y delimitación, que implica la creación
simultánea de nuevas unidades territoriales y la fusión de unidades con población inferior a
cinco mil habitantes. Los municipios o regiones que adopten la autonomía indígena originaria
campesina podrán modificar su condición y convertirse en territorio indígena originario
campesino, siempre que consoliden su territorialidad ancestral.

El artículo 17 trata sobre los conflictos de límites entre municipios. Se promueve la resolución
conciliatoria considerando criterios históricos y culturales. En caso de no alcanzar un acuerdo,
los conflictos de límites entre municipios de un mismo departamento y que no afecten los
límites departamentales se resolverán mediante referendo, a solicitud del Órgano Ejecutivo y
convocatoria de la Asamblea Legislativa Plurinacional, administrador por el Órgano Electoral
Plurinacional. Se establecen requisitos y condiciones para la convocatoria a referendo, y se
aclara que no se utilizarán conflictos de límites interdepartamentales.

El régimen de autonomías y la organización territorial en Bolivia representa un importante


avance en la descentralización política y administrativa del país. Estas bases buscan distribuir de
manera equitativa las funciones del Estado en el territorio, garantizando la participación
ciudadana, el desarrollo integral y el respeto a la diversidad cultural. Los gobiernos autónomos,
como depositarios de la confianza ciudadana, tienen la responsabilidad de concretar el carácter
plurinacional y autonómico del Estado, promover el desarrollo socioeconómico, garantizar el
bienestar social, preservar el medio ambiente, promover la integración social y fomentar la
participación ciudadana. Además, se establecen mecanismos de ejercicio de la autonomía, como
la libre elección de autoridades, la facultad legislativa, la planificación y ejecución de la gestión,
entre otros. En resumen, el régimen de autonomías y la organización territorial en Bolivia
contribuyen a fortalecer la democracia, la gobernabilidad y el desarrollo equitativo en todo el
país.

1.2. Espacios de planificación y gestión.

El sistema de organización territorial en Bolivia contempla diferentes espacios de planificación


y gestión que buscan optimizar la administración pública, promover el desarrollo integral y
garantizar una mejor distribución de recursos. Entre estos espacios se encuentran las regiones,
las regiones metropolitanas, los distritos municipales y los distritos municipales indígena
originario campesinos. Cada uno de ellos tiene objetivos específicos y se rigen por normas y
procedimientos propios.

Artículo 18: El artículo establece que las regiones y los distritos municipales serán espacios de
planificación y gestión de la administración pública. Esto implica que se busca que estos
espacios territoriales sirvan como lugares donde se lleven a cabo la planificación estratégica y la
gestión de los recursos y servicios públicos, con el objetivo de promover el desarrollo integral
de las áreas correspondientes.
Artículo 19: En este artículo se define el concepto de región como un espacio territorial
continúo conformado por varios municipios o provincias dentro de un mismo departamento. La
región tiene como objetivo optimizar la planificación y la gestión pública para el desarrollo
integral, promoviendo la coordinación y concurrencia de la inversión pública. Además, se
menciona que las entidades territoriales indígenas originarias campesinas pueden formar parte
de una región si así lo deciden.

Artículo 20: El artículo establece los objetivos de la región como espacio de planificación y
gestión. Estos objetivos incluyen impulsar la armonización entre las políticas y estrategias de
desarrollo local, departamental y nacional, posibilitar la concertación y concurrencia de los
objetivos municipales y de las autonomías indígena originario campesinas, promover el
desarrollo territorial justo y armónico, entre otros. El artículo destaca la importancia de la región
como espacio para la desconcentración administrativa y de servicios del gobierno autónomo
departamental.

Artículo 21: En este artículo se fortalecen los requisitos para la conformación de una región. Se
menciona que una región puede conformarse entre unidades territoriales con continuidad
geográfica que comparten aspectos culturales, lingüísticos, históricos, económicos y
ecosistémicos. Se destaca que una sola provincia excepcionalmente puede constituirse como
una región si cumple con características específicas.

Artículo 22: Este artículo establece el proceso de conformación de una región. Se menciona que
la región se constituye por acuerdo entre las entidades territoriales autónomas municipales o
indígenas originario campesinas, cumpliendo con los objetivos y requisitos establecidos en la
ley. También se menciona que el nivel central del Estado puede conformar macroregiones
estratégicas en función de intereses nacionales sobre recursos naturales, pero estas
macroregiones no pueden constituirse en autonomías regionales.

Artículo 23: Este artículo se refiere a la planificación regional. Establece que los gobiernos
autónomos municipales, las autonomías indígenas originarias campesinas y el gobierno
autónomo departamental llevarán a cabo el proceso de planificación regional. Esto se realizará
bajo las directrices del Sistema de Planificación Integral del Estado, que establecerá metas
mínimas de desarrollo económico y social a alcanzar, considerando las condiciones y
potencialidades de la región. Además, se destaca la importancia de que el nivel central del
Estado incorpore a las regiones constituidas en la planificación estatal y sectorial.

Artículo 24: Este artículo aborda la institucionalidad de la región. Establece que las entidades
territoriales autónomas pertenecientes a la región crearán un Consejo Regional Económico
Social (CRES) como instancia de coordinación. El CRES estará conformado por representantes
de los gobiernos autónomos municipales, autonomías indígenas originarias campesinas,
gobierno autónomo departamental, organizaciones de la sociedad civil y organizaciones
económicas productivas. Las funciones del CRES incluyen realizar procesos de planificación
estratégica participativa, articular la gestión pública, monitorear y evaluar los resultados de la
ejecución del Plan de Desarrollo Regional, generar escenarios y mecanismos de articulación con
la inversión privada, entre otras.

1.2.1. Artículo 25

Artículo 25: se refiere a la creación de regiones metropolitanas. Establece que se crearán por
ley las regiones metropolitanas en las conurbaciones mayores a quinientos mil habitantes. Estas
regiones metropolitanas serán espacios de planificación y gestión de acuerdo con los artículos
280, párrafos I y II, de la Constitución Política del Estado. Además, se menciona que los
municipios comprendidos en una región metropolitana podrán ser parte simultáneamente de otra
región, en función de su desarrollo.
Artículo 26: Este artículo hace referencia a los Consejos Metropolitanos. Establece que en cada
una de las regiones metropolitanas se conformará un Consejo Metropolitano como órgano
superior de coordinación para la administración metropolitana. El Consejo Metropolitano estará
integrado por representantes del gobierno autónomo departamental y de los gobiernos
autónomos municipales correspondientes, así como del nivel central del Estado. Se menciona
que los estatutos autonómicos departamentales y las cartas orgánicas de los municipios deben
contemplar la planificación articulada en función de la región metropolitana y su participación
en el Consejo Metropolitano, de acuerdo con lo que establece la ley.

Artículo 27: Este artículo trata sobre los distritos municipales. Establece que los distritos
municipales son espacios desconcentrados de administración, gestión, planificación,
participación ciudadana y descentralización de servicios. Su organización estará determinada
por la carta orgánica y la legislación municipal, y podrán establecerse subalcaldías en ellos.

Artículo 28: Este artículo se refiere a los distritos municipales indígenas originarios campesinos.
Establece que los municipios crearán estos distritos a iniciativa de las naciones y pueblos
indígenas originarios campesinos. Los distritos pueden basarse o no en territorios indígenas
originarios campesinos, y su creación debe coordinarse con los pueblos y naciones existentes en
su jurisdicción. Se menciona que los distritos indígenas originarios campesinos son espacios
descentralizados y que sus representantes al concejo municipal y sus autoridades propias serán
elegidos según las normas y procedimientos propios establecidos en la carta orgánica o
normativa municipal.

Los espacios de planificación y gestión en la organización territorial de Bolivia desempeñan un


papel fundamental en la optimización de la administración pública y el desarrollo integral. Las
regiones, regiones metropolitanas, distritos municipales y distritos municipales indígenas
originario campesinos constituyen unidades territoriales con funciones específicas, que buscan
armonizar políticas, promover la coordinación y concurrencia de objetivos, así como generar
una mejor distribución de recursos y una planificación articulada. Estos espacios permiten
descentralizar y desconcentrar la gestión, fomentar la participación ciudadana y la
descentralización de servicios. Además, reconocemos la diversidad cultural y la preexistencia de
naciones y pueblos indígenas originarios campesinos, otorgando autonomía y representación a
través de autoridades elegidas por normas y procedimientos propios. En conclusión, estos
espacios de planificación y gestión fortalecen la gobernabilidad, la participación ciudadana y el
desarrollo equitativo en todo el territorio boliviano.
1.3 Mancomunidades.

Artículo 29

Este artículo se refiere a las mancomunidades. Estas son asociaciones voluntarias entre
entidades territoriales autónomas municipales, regionales o indígenas originarias campesinas.
Su objetivo es llevar a cabo acciones conjuntas en el marco de las competencias legalmente
apoyadas a sus integrantes. La mancomunidad debe contar con recursos económicos asignados
por sus integrantes, los cuales estarán estipulados en su convenio mancomunitario. En caso de
establecerlo en el convenio, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas deberá transferir
directamente estos fondos a la cuenta de la mancomunidad. Además, las entidades territoriales
autónomas podrán acceder a otros recursos según los procedimientos definidos en la ley
específica.

En el contexto de los territorios indígenas originario campesinos que trascienden límites


departamentales, se menciona que tienen la posibilidad de constituir autonomías indígenas
originarias campesinas dentro de los límites de cada departamento. Para preservar su unidad de
gestión, pueden establecer mancomunidades entre sí. Las mancomunidades serán normadas
mediante una ley específica.
Este artículo reconoce la importancia de la colaboración y la cooperación entre las entidades
territoriales autónomas para el desarrollo conjunto y la optimización de recursos. Las
mancomunidades permiten unir esfuerzos y compartir recursos en beneficio de sus integrantes,
promoviendo una gestión más eficiente y coordinada. Además, se destaca la necesidad de
preservar la unidad de gestión de los territorios indígenas originarios campesinos a través de las
mancomunidades, lo que contribuye a fortalecer su autonomía y promover su desarrollo
integral. La normativa específica garantizará la regulación adecuada de las mancomunidades y
establecerá los mecanismos para su funcionamiento eficaz.

1.3.1 Diagnóstico de situación de las mancomunidades en Bolivia.

1. Contexto general

Introducción De manera general, las mancomunidades del país tienen dos características
principales según su finalidad. La primera está definida exclusivamente por la asociación de dos
o más municipios para emprender un proyecto conjunto; por ejemplo, la construcción de un
puente u obras de electrificación. A la conclusión del proyecto finaliza también el propósito de
la mancomunidad. La segunda característica se manifiesta en aquellas mancomunidades que —
una vez concluido el proyecto que permitió su conformación— deciden continuar sus
actividades mediante la conformación de un equipo técnico, la elaboración de estatutos y
reglamentos y otros aspectos que consolidan su institucionalidad.

En ese marco, es difícil categorizar a las mancomunidades, por lo menos hasta que se identifica
la continuidad de sus actividades más allá de un objetivo de cumplimiento específico
relacionado con un proyecto que beneficia a dos o más municipios.

Los municipios deciden mancomunarse fundamentalmente por dos factores. Uno, debido a que
una autoridad edil aislada tiene poco peso político ante instancias mayores como la Prefectura y
el Gobierno nacional, por lo que difícilmente hace escuchar sus demandas. Éstas, por lo general,
son delegadas a las secretarías de planificación o de fortalecimiento municipal de instituciones
supra municipales, donde enfrentan obstáculos burocráticos, agudizados en caso de que la
autoridad municipal no esté alineada con el gobierno de turno. El otro factor reside en que la
figura mancomunitaria facilita la captación de recursos para proyectos que demandan una
elevada capacidad económico financiera y cuya gestión sería muy difícil para un solo
municipio.

La experiencia acumulada por las mancomunidades ha sido fortalecida por diferentes programas
de la cooperación internacional, sin la cual, los avances conseguidos hasta el momento hubiesen
sido menores. Cada mancomunidad es una institución con diferentes logros, problemas y
capacidades. Sin embargo, les son comunes una serie de dificultades, como la falta de normativa
sobre su funcionamiento y la carencia de fuentes de financiamiento, las cuales, en el caso de
muchos municipios, son la única forma de emprender obras y proyectos grandes.

Entre los factores más importantes que posicionan a una mancomunidad con visión o
proyección se encuentra, indudablemente, la voluntad política de sus miembros. En algunos
casos, ésta es muy difícil de alcanzar debido a diferencias políticas, problemas de coordinación
y comunicación, y a la poca capacidad financiera y técnica para posicionarse y subsistir.

En la actualidad, muchas autoridades municipales recurren a las mancomunidades sólo con


requerimientos específicos. Pese a ello, éstas han mantenido su presencia y su eficiencia a partir
de proporcionar sus servicios o brindar apoyo mayormente en el área técnica, tratando de dejar
de lado los intereses político partidarios que, como se verá, no forman parte de los principales
problemas de las mancomunidades.
2. Marco legal en materia de mancomunidades.

No hay una ley específica de mancomunidades en el país. Se menciona esa figura en la


Constitución Política del Estado, las leyes de Municipalidades y Descentralización, y varios
decretos.

La situación jurídica de las mancomunidades se origina en la Ley 1551 de Participación


Popular, del 20 de abril de 1994. Ésta concreta la condición jurídica necesaria para equilibrar la
relación entre los gobiernos municipales y es la ley marco del municipalismo boliviano. Dicha
ley, en su Artículo 22, parágrafo II, obliga a los municipios inferiores a 5 mil habitantes a
mancomunarse para recibir y administrar recursos de coparticipación tributaria, con la apertura
de una cuenta fiscal específica para el uso de esos recursos.

El Decreto Supremo 23813, del 30 de junio de 1994 y que reglamenta la Ley de Participación
Popular, ordena en su artículo 6 que los municipios cuya población no exceda los 5 mil
habitantes deben conformar mancomunidades para recibir recursos. Entre las condiciones para
la creación de mancomunidades, están las siguientes:

1) Convenio de mancomunidad aprobado por los concejos o juntas municipales de los


municipios mancomunados;

2) Apertura de una cuenta fiscal; y

3) Elaboración de instrumentos de planificación y programación (programa anual y


presupuesto). Este decreto permite, asimismo, que las mancomunidades elaboren y ejecuten
programas y proyectos con los recursos consignados a su cuenta, previamente aprobados por los
concejos municipales correspondientes.

El Decreto Supremo 23858 o Reglamento de las Organizaciones Territoriales de Base, emitido


el 9 de septiembre de 1994, relaciona dos conceptos de la Ley de Participación Popular:
primero, posibilita la reunión de los consejos provinciales de Participación Popular con las
mancomunidades municipales fortaleciendo las opciones de participación social en el desarrollo
municipal y regional; segundo, fortalece la participación de mancomunidades municipales en la
prestación de servicios públicos de competencia municipal a través de la distritación
administrativa.

Posteriormente, se emite el Decreto Supremo 24447, del 20 de diciembre de 1996 que


reglamenta las leyes 1551 de Participación Popular y 1654 de Descentralización Administrativa.
En dicho decreto hay dos elementos importantes sobre la mancomunidad de municipios:

 La participación de la mancomunidad en la prestación de servicios sociales de


competencia municipal, específicamente en defensorías de la Niñez y Adolescencia.
 Que, “en cumplimiento del artículo 7 de la Ley 1670, del 31 de octubre de 1995, la
prefectura del departamento podrá requerir la mancomunidad de municipios, de acuerdo
con las necesidades de administración de territorio, población y servicios públicos
comunes”.

La Ley 2028 de Municipalidades, del 28 de octubre de 1999, proporciona una mayor base legal
a las mancomunidades al establecer en su Artículo 155 que “Dos o más municipios, a través de
sus gobiernos municipales, de manera voluntaria y en uso de su capacidad asociativa podrán
adquirir responsabilidades mancomunadas, comprometiendo los recursos necesarios para la
realización de fines que les sean comunes”.
El Decreto Supremo 26142, del 6 de agosto de 2001, reglamenta la constitución legal, desarrollo
y disolución de las mancomunidades de municipios, y define a la mancomunidad como “la
asociación voluntaria de dos o más municipios que procura su desarrollo a partir de la
realización de planes, programas y proyectos comunes, dentro de un periodo y marco jurídico
determinado y que requiere de un directorio y una estructura organizativa”.

El mismo decreto establece la estructura y conformación de la mancomunidad, las modalidades


de integración y toma de decisiones, la gestión y planificación mancomunada, el control de los
compromisos de planificación de gestión de recursos, y el uso y fiscalización de éstos.

En referencia a la condición de instancia pública o privada, el Artículo 157 de la Ley 2028 de


Municipalidades prevé que “la mancomunidad municipal que así lo considere podrá constituirse
en sujeto de derecho privado tramitando ante la Prefectura Departamental la personalidad
jurídica como Asociación, con el objeto de desarrollar acciones de inversión concurrente con el
sector público, privado, social y productivo”.

1.4. Características principales de las mancomunidades de Bolivia

1. Condición de actividad.

En base a la metodología utilizada, el presente estudio determinó la existencia de 97


mancomunidades, creadas desde la década de los 90, en los nueve departamentos del país. De
éstas, 39 (40%) se encuentran activas (hasta julio de 2009). El gráfico refleja la condición de
actividad de las mancomunidades a partir de la opinión de los entrevistados —gerentes o
presidentes— de las mancomunidades. Del total indicado, 58 mancomunidades identificadas
(60%) están temporal o definitivamente como inactivas en las funciones de sus directorios y de
sus unidades operativas.

De las 97 mancomunidades halladas, entre activas e inactivas, 19 fueron creadas en el


departamento de La Paz (19,6% del total). Les siguen en cantidad las 12 mancomunidades
fundadas en Potosí. Los datos del gráfico 2.1b expresan la condición territorial de las
mancomunidades activas y no activas en números absolutos.

Como se observa, la mayoría de las mancomunidades emergió de iniciativas de municipios de


tierras altas. Las mancomunidades creadas en La Paz, Oruro y Potosí forman más del 40% de
las activas e inactivas.

Sin embargo, al revisar la ubicación territorial de las mancomunidades activas a la fecha, se


observan cambios importantes sobre el éxito y fracaso de su funcionamiento. Así, de las 39 con
actividad presente, sólo cinco son del departamento de La Paz (12,8%), con lo que la proporción
de mancomunidades de tierras altas disminuye a un 33,3% del total.

En contraste, se observa que el departamento de Santa Cruz es donde está la mayoría de las
mancomunidades activas, es decir, donde mayor estabilidad existió en su funcionamiento. En
este departamento, ocho de 10 mancomunidades creadas se mantienen en actividad.

Donde no hubo sostenibilidad en el funcionamiento de las mancomunidades fue en el Beni. De


las seis asociaciones creadas ninguna registra actividad en esta gestión y sólo 3 municipios de
los 19 del departamento están aglutinados en mancomunidades de carácter interdepartamental.

En el cuadro 2.1 están resumidos los datos obtenidos sobre existencia y actividad de las
mancomunidades en Bolivia.
Como refleja el cuadro, se hallaron 97 mancomunidades. De éstas, 19 se crearon en La Paz,
departamento donde surgió el mayor número de mancomunidades; sin embargo, la mayor parte
de las mancomunidades activas actualmente está en Santa Cruz (20,5%). Ese departamento es
seguido, en número de mancomunidades existentes, por Potosí y Chuquisaca. Hay 6
mancomunidades que tienen a municipios de varios departamentos (interdepartamental). Los
departamentos de Oruro, Tarija y Pando son los que albergan menos mancomunidades; sólo una
por cada departamento. El caso de Oruro es llamativo, pues allí se crearon 10 mancomunidades,
pero nueve no funcionaban en esta gestión.

Una de las conclusiones iniciales de este estudio nos obliga a realizar una discriminación
regional en la relación éxito-fracaso de las mancomunidades creadas. Así, las originadas en
Santa Cruz y Chuquisaca son las que lograron mayor sostenibilidad en el tiempo: 80% de las
mancomunidades fundadas en el primer departamento están activas y 67% lo están en el
segundo.

Al contrario, los departamentos que fracasaron de manera notable son Beni —donde ninguna de
las mancomunidades creadas sigue vigente—; Oruro, con sólo el 10% de permanencia; y La
Paz, con el 26%.

Las mancomunidades interdepartamentales tuvieron un comportamiento regular, pues seis de las


10 creadas (60%) continúan funcionando.

1.1. Directorio de mancomunidades activas.

1.4.1. Características principales de las mancomunidades.

2. Características principales de las mancomunidades.

2.1. . Voluntad de mancomunarse.

Uno de los hallazgos llamativos de esta investigación en su recopilación inicial fue la voluntad
que tuvieron los gobiernos municipales de mancomunarse en todos estos años de
municipalismo. La información obtenida nos indica que el 93% de los municipios del país
crearon una mancomunidad en alguna oportunidad y que el 70% están asociados a
mancomunidades en plena actividad actualmente. Como se observa en el gráfico 2.2.1a, de los
327 municipios del país, 304 se mancomunaron alguna vez y 228 son parte actualmente de una
o varias mancomunidades a la vez.

El cuadro 2.2.1a muestra, además, que 76 municipios (23,2%) se mancomunaron en alguna


oportunidad, pero que a la fecha no son parte activa de estas asociaciones. Se observa que
apenas 23 municipios (10,1%) nunca participaron de una mancomunidad.

También se aprecia que en los departamentos de Chuquisaca, Potosí y Santa Cruz hay el mayor
porcentaje de municipios que integran mancomunidades activas. Todos los municipios del
primer departamento están mancomunados, y en el segundo departamento, 36 de 38 municipios
y de Santa Cruz 52 de 56 municipios.

El Beni es el departamento con menos municipios en mancomunidades activas (sólo 2 de 19).


Este departamento, el de Cochabamba y Oruro son los que tienen el mayor porcentaje de
municipios que nunca participaron de una mancomunidad, Beni con el 15,8%, Cochabamba con
el 20% y Oruro con el 17,1%.
En el gráfico 2.2.1b presentado a continuación, se observan dos barras por departamento que
identifican en forma porcentual los municipios mancomunados en alguna oportunidad y los que
son parte de una que actualmente esté activa.

La línea roja es el promedio nacional de los municipios mancomunados, que llega alrededor del
69,7%. Si esta línea se coteja con las barras que muestran los municipios actualmente
mancomunados, se observa que los municipios de los departamentos de Chuquisaca, Potosí,
Santa Cruz y Tarija son los que están sobre el promedio. En Chuquisaca el cien por ciento de
sus municipios se mancomunó alguna vez y actualmente todos están asociados en alguna
mancomunidad.

En contraste, en Beni se mancomunaron el 84,2% de los municipios, pero sólo el 10,5% de los
19 municipios de ese departamento formaba parte activa de alguna mancomunidad en 2009.

La relación departamental de los 23 municipios que nunca se mancomunaron aparece en el


próximo cuadro (2.2.1b). Se halló una característica fundamental, si se toma en cuenta la
población de las comunas: sólo 2 de los 23 enlistados (8,7%) son de la categoría poblacional
municipal A (hasta 5.000 habitantes).

Esto sugiere que la mayor voluntad de mancomunarse se encuentra en municipios pequeños,


comúnmente de áreas rurales y que, motivados por la posibilidad de encontrar financiamiento
externo que pueda ser utilizado en proyectos estratégicos, han formado la mayor cantidad de
mancomunidades.

La relación departamental de los 23 municipios que nunca se mancomunaron aparece en el


próximo cuadro (2.2.1b). Se halló una característica fundamental, si se toma en cuenta la
población de las comunas: sólo 2 de los 23 enlistados (8,7%) son de la categoría poblacional
municipal A (hasta 5.000 habitantes).

Esto sugiere que la mayor voluntad de mancomunarse se encuentra en municipios pequeños,


comúnmente de áreas rurales y que, motivados por la posibilidad de encontrar financiamiento
externo que pueda ser utilizado en proyectos estratégicos, han formado la mayor cantidad de
mancomunidades.

La mayoría de los municipios de esta lista tienen categoría B o C, es decir, municipios con
5.000 a 49.999 habitantes y que gozan de mayores ventajas comparativas para obtener el
financiamiento de proyectos y programas, lo que desincentiva su participación en
mancomunidades.

Es llamativo que dos municipios capitales —Oruro y Cobija— nunca fueron parte de alguna
mancomunidad, mientras que los municipios más grandes del país, La Paz, El Alto y Santa Cruz
están asociados en mancomunidades de áreas metropolitanas. En cambio, los municipios de
Sucre y Potosí sí son parte activa de mancomunidades que están en pleno funcionamiento,
seguramente influenciados por la extensa fracción rural que tienen sus límites territoriales.

También es notable, en la lista anterior, que el menor porcentaje departamental de municipios


sin intención de mancomunarse se haya dado en La Paz (sólo 4 de los 80 existentes); sin
embargo, si se coteja esta relación con el número de mancomunidades actualmente activas, salta
una contradicción, pues los municipios paceños son los que menos estabilidad le dieron a las
mancomunidades creadas.

2.2. Antigüedad.
La relación de antigüedad de las mancomunidades actualmente activas se remonta al año 1996,
cuando se fundaron las primeras asociaciones de municipios; sin embargo, esta investigación
halló que el 48,8% de las mancomunidades activas fueron creadas entre 2001 y 2003, es decir,
19. Si a ellas se suman las cinco creadas entre 2004 y 2009 tendríamos el 61,6%. Ello significa
que las mancomunidades son relativamente jóvenes, pues se crearon en los últimos ocho años.

En contraposición, el gráfico 2.2.2a muestra que las mancomunidades creadas en la década de


los noventa son 13 y llegan a un 33% de las activas. De esas 13, dos fueron creadas en 1996.

Lo afirmado anteriormente se confirma en el cuadro 2.2.2a. A partir de la condición de


territorialidad de las mancomunidades activas, se muestra que 14 mancomunidades (el 43,7%)
con carácter departamental fueron creadas en el periodo 2001-2003 y en ese mismo tiempo el
66,6% (4 mancomunidades) de las interdepartamentales.

Es importante también realizar este análisis discriminando la información de los nueve


departamentos, de esta manera y como muestra el cuadro 2.2.2b, las mancomunidades más
antiguas están situadas en Santa Cruz (como Gran Chiquitanía y Guarayos), que definitivamente
es el departamento con mayor estabilidad para estas instituciones.

La mirada departamental se sujeta mucho a la nacional, pues la mayoría de las


mancomunidades, por ejemplo de Chuquisaca, Cochabamba, Potosí y las interdepartamentales,
fueron creadas entre los años 2001 y 2003.

También es notable que la única mancomunidad del departamento de Pando que estaba activa
hasta 2009 fue creada en el periodo 2004-2009; es la que reúne a los municipios de Filadelfia y
Bolpebra.

Considerando una agrupación alternativa, por tramos de antigüedad similares, el gráfico


2.2.2b explica la relación de antigüedad de las mancomunidades activas en tres rangos: las
creadas hace 10 años o más, las creadas entre 5 y 9 años atrás y las que lo hicieron hace menos
de 5 años.

Como se observa, las mancomunidades que tie- nen una antigüedad de 5 a 9 años constituyen
al- rededor del 66,7% (26 mancomunidades), sigue en importancia, aunque muy lejos en
cantidad, las creadas hace 10 años o más, con un 20,5% (ocho mancomunidades) y, finalmente,
las que fueron creadas hace menos de cinco años, que alcanzan a tres mancomunidades.

De la lista de mancomunidades activas se extrae la tabla anterior, que muestra que entre los años
1996 y 1999 se fundan las mancomunidades que en la actualidad siguen activas. Sobre esta
informa- ción se destacan los municipios de Santa Cruz, que vieron desde esos años los
beneficios que puede generar la conformación de una mancomunidad. También están en la lista,
municipios de los depar- tamentos de Cochabamba, Tarija y Potosí.

obre las mancomunidades más jóvenes, ya no aparecen los municipios de Santa Cruz y sí los
de tierras altas (La Paz y Potosí) y de Pando en el norte boliviano. En estos departamentos,
salvo Potosí, se carece de estabilidad o regularidad en la institucio- nalidad de las
mancomunidades.

Los datos presentados sugieren que desde el año 2000 la creación de mancomunidades tuvo un
auge, derivado de dos causas, principalmente; a sa- ber, los difíciles años para los ingresos
municipales (2000-2003) obligaron a los gobiernos municipales a unirse para reunir mayores
fondos y gestionar financiamiento externo. La segunda razón fue el giro que la cooperación dio
a sus estrategias de ayuda financiera por una tendencia mundial orientada a la conformación de
mancomunidades. En esa tarea participaron varias agencias y ONG en varios lugares del país,
fundamentalmente en el área rural.

En los últimos años la tendencia a la mancomunización ha declinado por el auge de los ingresos
hidrocarburíferos, el cual ha permitido que los municipios, principalmente los pequeños y
rurales, multipliquen sus presupuestos. Este fenómeno le ha dado otro sentido a su gestión, pues
se enfocaron más en la ejecución de sus altos presupuestos que en lograr proyectos o programas
mancomunados que puedan tener mayor impacto.

2.3. Cantidad de municipios participantes.

No hay una tendencia marcada en el número de municipios que conforman mancomunidades.


No obstante, se destaca que más de la mitad de las mancomunidades existentes están integradas
por más de siete municipios.

Las mancomunidades de varios miembros tienen objetivos de creación referidos al desarrollo


integral institucional o de programas conjuntos de inversión pública. En cambio, las de pocos
muni- cipios (menos de seis) tienen objetivos más temporales en su creación, básicamente
referidos a la ejecución de proyectos específicos.En los datos del cuadro 2.2.3a, se aprecia que
hay cuatro mancomunidades con más de 15 municipios integrantes; se destaca sobre todas la
mancomunidad Unión Trinacional de Aymaras sin Fronteras, que aglomera a 33 municipios
nacionales, sin contar los de Chile y Perú. En contraste, las mancomunidades Filadelfia-
Bolpebra e Incahuasi son las que cuentan con menos integrantes (dos); su unión se debió a
coincidencias programáticas y, sobre todo, territoriales.

Si se coteja estos datos con los de las mancomunidades inactivas (cuadro 2.2.3b), es
interesante observar que ninguna de éstas tuvo más de 10 participantes y que, al contrario de lo
que suce- de en la actualidad, el 60,5% tuvo menos de tres municipios participantes, es decir, 35
mancomunidades.

información se confirma la hipótesis de que las mancomunidades formadas por varios


municipios son más sostenibles, pues se generaron por necesidades y coincidencias de identidad
territorial, cultural o productiva, lo que las condujo a definir objetivos de creación integrales y
con metas a largo plazo.

En cambio, las mancomunidades formadas por pocos municipios tuvieron un carácter muy
coyuntural, principalmente para ejecutar algunos proyectos financiados por la cooperación;
recursos que hacen que estas instituciones tengan objetivos muy artificiales.

2.4. Situación legal, personería jurídica, estatutos y reglamentos.

La situación legal de las mancomunidades activas, medida por la tenencia o no de personería


jurídica, lanza datos que revelan la madurez institucional de estas asociaciones, pues el 84,6%
cuenta con ese requisito legal con el que se tiene acceso, entre otras cosas, a financiamiento y
representación.

El mencionado porcentaje se refiere a que 33 mancomunidades de las 39 activas poseen


los documentos legales en orden. Sólo tres —una de ellas, la que integra también municipios de
Perú y Chile— no cuentan con los documentos necesa- rios, dos tienen sus papeles en trámite, y
de una no se tiene información.

Otra prueba del desarrollo institucional de las mancomunidades activas es la tenencia de


estatutos y reglamentos que norman su dirección y actividades. El estudio halló que el 92,3% de
las mancomunidades tiene estatutos, es decir, tres más que las que poseen personería jurídica.
Del levantamiento realizado, se conoció que sólo una mancomunidad carece de estos
documentos (3%) y dos no brindaron referencias sobre su situación. El resto dijo contar con
papeles.

Este dato es por demás importante porque revela que las mancomunidades tienen claro que para
lograr sus objetivos deben contar con la adecuada documentación y que para obtenerla es
imprescindible emprender ciertos trámites, los cuales, aunque meramente administrativos y
jurídicos, son necesarios para la convivencia transparente entre sus integrantes.

2.5. Asistencia técnica.

Como uno de los principales objetivos de creación de las mancomunidades es el fortalecimiento


de las capacidades institucionales de los municipios participantes, una de las metas comunes de
estas asociaciones es la conformación de un equipo de especialistas en gestión pública
municipal, los cuales deben actuar como capacitadores de funcionarios y autoridades, deben
representar a los municipios en eventos con instituciones estatales y de la cooperación, y
organizar y ejecutar las labores de las áreas de planificación y administración de sus
mancomunidades.

La investigación halló que el 66,7% de las mancomunidades activas, es decir, 26 de las 39,
cuenta con un departamento técnico, principalmente conformado por especialistas sectoriales.

De la sostenibilidad financiera de la mancomunidad depende que ésta pueda mantener un


departamento técnico y brindar seguridad laboral a sus empleados. Las asociaciones cuya fuente
principal de ingreso son los fondos de la cooperación internacional tienen bastantes limitaciones
para sostener a su personal.

En algunos casos, la mancomunidad se sostiene con los aportes de los propios gobiernos
municipales; sin embargo esa fuente tampoco es sostenible, pues el desembolso de recursos en
muchas mancomunidades activas no es regular. Debido a ello, la unidad técnica de una
mancomunidad se dirige en gran medida a la oferta de servicios de capacitación, elaboración de
planes de desarrollo municipal (PDM), programas operativos anuales (POA) y la ejecución de
proyectos.

El gráfico 2.2.5 muestra que la mayor parte de las mancomunidades cuenta con un
departamento técnico (66,7%). Un 25,6% no cuenta en su estructura orgánica con personal de
asistencia especializada; son 10 mancomunidades que seguramente no tienen el financiamiento
para solventar ese gasto.

La porción “No se aplica” se refiere a la mancomunidad Metropolitana de La Paz. Debido a que


se encuentra en plena etapa de construcción de sus principios y objetivos y de gestión del
trámite jurídico respectivo no cuenta aún con asesoramiento técnico contratado con recursos
exclusivos para la mancomunidad.

El título “Sin información” incluye a dos municipios que no brindaron datos sobre el
funcionamiento o no de una unidad técnica en sus mancomunidades.

ncomunidades que funcionan sólo con aportes municipales, se encontró que fueron los objetivos
y visiones comunes, así como la elaboración y ejecución de proyectos específicos los factores
que impulsaron su conformación. Aquellas con diferentes fuentes de financiamiento, además de
objetivos y visiones comunes, también se conformaron por la afinidad cultural y la continuidad
territorial.
1.4.2. Forma de elección de las Autoridades.

3. Forma de elección de las Autoridades.

3.1. Elección de las directivas.

Nueve mancomunidades, que representan el 23,1% del universo estudiado, instalan su mesa
directiva a través de un método de rotación de las autoridades locales participantes en la
mancomunidad.

Finalmente, la investigación identificó a 13 mancomunidades (el 33,3%) que no especificaron


la forma de elección de su directiva. En este grupo también se ubican las mancomunidades que
aún no tienen reglamentos o que sus estatutos no precisan la forma de elección de la directiva.

Entre las mancomunidades de carácter interdepartamental se encontró que la mitad elige


su directiva en base a votación. Es llamativo que en ninguna se practique la rotación de
autoridades, lo cual es una característica específica de la mancomunidad internacional.

Diecisiete mancomunidades activas (43,6%) determinaron en sus estatutos que su mesa


directiva se elija a través de votación en asamblea.

3.2. Temporalidad.
resultados del levantamiento de información en las 39 mancomunidades activas señalan
que en el 61,5% (24) sus mesas directivas son elegidas o rotan cada dos años. Este
porcentaje es seguido, pero muy de lejos, por las opciones “Cada año” y “Cada 2 años y
medio”, cada una con el 12,8%, es decir cinco mancomunidades por cada opción.

El periodo de dos años puede juzgarse de diferentes maneras. A primera vista, parece un
tiempo corto para que la directiva genere planes a mediano y largo plazo, además, hay que
tomar en cuenta los trámites burocráticos de un cambio de autoridades en instituciones
como estas. Sin embargo, también puede ser un tiempo equilibrado para que ninguna
autoridad

Participación de la sociedad civil en la elección de autoridades.

El manejo de la institucionalidad en las mancomunidades todavía tiene características muy


corporativas y aparta a la sociedad civil de sus funciones. Esto se comprueba por el poco
conocimiento que hay, incluso de parte del control social de los municipios acerca de las
actividades de las mancomunidades que componen sus gobiernos municipales.

El proceso de elección de autoridades de las mancomunidades aparta a la sociedad civil. El


estudio halló que sólo tres de las 39 mancomunidades toman en cuenta la opinión de sus
ciudadanos.

mancomunidades (el 35,9%) señalan que sí toman en cuenta la opinión de la sociedad civil
a través de sus comentarios y sugerencias, pero que no la toman en cuenta en la asamblea de
elección de la mesa directiva. Ello puede originarse en el hecho de que para la ciudadanía
las actividades de las mancomunidades son aún desconocidas.
El cuadro 2.3.3, que cruza la participación ciudadana con la condición territorial, muestra
que en las mancomunidades interdepartamentales no hay elección de directiva por voto de
la sociedad civil. Eso plantea la necesidad de que las instituciones incrementen su
legitimidad con mayor presencia de la ciudadanía.

Financiamiento.

4.1. Recursos económicos de las mancomunidades.

El funcionamiento de las mancomunidades requie- re de recursos financieros, los que,


según establece el artículo 15 del Decreto Supremo 261423, “provendrán de la asignación
que realicen los Municipios y/o de Personas de Derecho Público o Privado”.

Para el 87% de las mancomunidades (34), los aportes de los municipios que las conforman
son la principal fuente de financiamiento para su desempeño. Estos recursos, en
promedio, alcanzan al 1,6% de los ingresos de coparticipación tributaria percibidos por los
municipios. En algunos casos esta asignación es mucho más baja, tal como reportan las
mancomunidades del Norte Potosí y Gran Centro Potosí, cuyos aportes municipales
alcanzan a 0,05% y 0,1%

respectivamente. En otros la contribución es elevada, como en las mancomunidades


Chaco Boliviano (Manchabol) y Chaco Chuquisaqueño (5% de los dineros de
coparticipación), y Sud Lípez (15% de esos recursos).

El 35,9% de las mancomunidades (14) cuenta, además, con financiamiento de la


cooperación internacional u ONG; se destacan la Cooperación Técnica Alemana (GTZ),
el Programa de Gobernabilidad para el Desarrollo Territorial Sostenible (Concertar) y el
Programa de Apoyo a la Gestión de la Inversión Municipal (Gespro), que han sido las más
nombradas. Los fondos de este tipo sirven, principalmente, de palanca para iniciar la
gestión de la mancomunidad, financian proyectos específicos y, sobre todo, mantienen al

personal técnico. Lastimosamente son un sostén artificial al que no deben sujetarse las
mancomunidades, pues es demasiado coyuntural y, en realidad, también genera
dependencia y pereza en los esfuerzos por generar ingresos.

El 25,6% de las mancomunidades (10) genera recursos propios a través de la venta de


servicios en áreas legales, operativas, administrativas y de planificación, así como en el
diseño y supervisión de programas de inversión pública, todo esto siempre referido a la
gestión municipal (ver cuadro 2.4.1a).
mancomunidades en función de sus fuentes de recursos muestra que las mancomunidades
cuyo funcionamiento se sos- tiene únicamente con el aporte de los municipios alcanza al
38,5% (15 mancomunidades). Las que

reciben recursos de más de una fuente de financiamiento llegan a 21 (53,8%); es decir,


además de los aportes municipales, reciben fondos de instituciones de cooperación o
generan sus propios recursos (ver gráfico 2.4.1b).

mancomunidades no reciben ingresos de coparticipación de sus municipios mancomunados;


a saber: Incahuasi, Filadelfia-Bolpebra, Unión Trinacional de Aymaras sin Fronteras
(Internacional), Epsa Manchaco Social y Obispo Santiesteban. La mancomunidad de
Incahuasi es la única que funciona exclusivamente con recursos originados por la prestación
de servicios turísticos; internamente, los municipios miembros acordaron que no aportarían
de sus recursos de coparticipación. La mancomunidad Filadelfia-Bolpebra trabaja sólo con
fondos de financiadores externos mediante los proyectos que realizan. La mancomunidad
internacional utiliza la infraestructura de sus proyectos para funcionar.

En el caso de la mancomunidad EPSA Manchaco Social, al ser responsable de los servicios


de agua potable y alcantarillado sanitario en la región del Chaco boliviano, los sistemas de
agua potable de cada municipio cuentan con un crédito fiscal resultado de la prestación de
servicios que corresponde al 13%, pero en lugar de pagar estos impuestos a las instancias
correspondientes, cada sistema de cada municipio aporta este monto a la mancomunidad
para su funcionamiento. Finalmente, la mancomunidad Obispo Santiesteban se sostiene
únicamente con el impuesto a la propiedad rural.

Cabe tomar en cuenta que una mayor proporción de mancomunidades —que entre sus
herramientas para el consenso de objetivos recurren a los planes estratégicos o de desarrollo
— tienen diferentes fuentes de financiamiento (69,2%), y en mucha menor proporción
aquellas que funcionan sólo con el aporte de sus municipios (23,1%). En cambio, entre las
mancomunidades que utilizan los procesos de consulta participativa para el consenso de
objetivos, hay casi una paridad entre las que tienen diferentes fuentes de financiamiento
(50%) y las que cuentan con sólo aportes de municipios (45,5%).

También se observa que entre las que sólo funcionan con aportes de sus municipios, el
66,7% (10 mancomunidades) involucran a la sociedad civil en su elección de autoridades,
aunque en la mayoría de los casos aquélla no tiene derecho a voto. En tanto, del grupo con
financiamiento de diferentes fuentes, sólo un 56,5% reportó la participación de la
ciudadanía en procesos eleccionarios.

Con relación a los criterios de integración de las mancomunidades que funcionan sólo con
aportes municipales, se encontró que fueron los objetivos y visiones comunes, así como la
elaboración y ejecución de proyectos específicos los factores que impulsaron su
conformación. Aquellas con diferentes fuentes de financiamiento, además de objetivos y
visiones comunes, también se conformaron por la afinidad cultural y la continuidad
territorial.

Lección 2.3: Tipos de Autonomías.


Lección 2.3: Tipos de Autonomías.

1.1. Autonomía departamental.

La autonomía departamental busca fortalecer la capacidad de toma de decisiones y la


gestión a nivel departamental, garantizando la representación de diferentes actores y
promoviendo un gobierno más cercano a las necesidades y particularidades de cada
territorio.

El artículo 30 se refiere al gobierno autónomo departamental, el cual está compuesto por


dos órganos principales. En primer lugar, se encuentra la Asamblea Departamental, la cual
tiene facultades deliberativas, fiscalizadoras y legislativas dentro de su ámbito de
competencia. La Asamblea Departamental está integrada por asambleístas departamentales
elegidos mediante sufragio universal, considerando criterios de población, territorio y
equidad de género. Además, también incluye asambleístas departamentales representantes
de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos, quienes son elegidos de
acuerdo a sus normas y procedimientos propios. En segundo lugar, está el Órgano
Ejecutivo, encabezado por una Gobernadora o Gobernador, y compuesto por otras
autoridades departamentales cuyo número y atribuciones son establecidos en el estatuto. La
Gobernadora o Gobernador es elegida mediante sufragio universal en una lista separada de
los asambleístas.

Mientras que el artículo 31 establece que el estatuto autonómico departamental debe definir
el número de asambleístas y la forma de conformación de la Asamblea Departamental.
Además, se menciona que se debe elaborar una legislación de desarrollo de la Ley del
Régimen Electoral para regular estos aspectos.

Por otro lado, el artículo 32 se refiere a la organización institucional del Órgano Ejecutivo
departamental. Se establece que esta organización será reglamentada mediante el estatuto o
la normativa departamental, asegurando la equidad de género y sin contradecir lo
establecido en la Constitución Política del Estado y la presente Ley. Los órganos ejecutivos
de los gobiernos autónomos departamentales adoptarán una estructura orgánica propia de
acuerdo a las necesidades de cada departamento, manteniendo una organización interna
adecuada para coordinarse y relacionarse con la administración del nivel central del Estado.
Además, se menciona que el estatuto puede establecer la figura de una Vicegobernadora o
Vicegobernador como parte del Órgano Ejecutivo departamental.

Se destaca la importancia de la Asamblea Departamental como órgano legislativo y


fiscalizador, compuesta por representantes elegidos democráticamente, incluyendo también
representantes de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos. Asimismo, se
establece la figura del Órgano Ejecutivo encabezado por una Gobernadora o Gobernador,
con autoridades departamentales que estarán definidas en el estatuto.

Estos artículos resaltan la necesidad de contar con una organización institucional sólida y
equitativa, asegurando la participación de diversos sectores de la sociedad y promoviendo la
equidad de género. Además, se menciona la importancia de la coordinación entre el
gobierno autónomo departamental y la administración del nivel central del Estado.

1.2 Autonomía municipal.

En el Capítulo II se aborda el tema de la autonomía municipal, destacando que todos los


municipios existentes en el país, así como los que se creen en el futuro, tienen la condición
de autonomías municipales de manera inherente, sin la necesidad de cumplir requisitos o
procedimientos anteriores. Esta condición de autonomía es irrenunciable y solo podría
modificarse en el caso de que la población decida se convierta en autonomía indígena
originaria campesina, mediante una consulta en referendo.

En el artículo 34, se establece que todos los municipios existentes en el país y los que se
creen en el futuro tienen la condición de autonomías municipales sin necesidad de cumplir
requisitos o procedimientos anteriores. Esta condición de autonomía es irrenunciable y solo
podría modificarse si la población decide convertirse en autonomía indígena originaria
campesina a través de una consulta en referendo. El artículo enfatiza la importancia de la
autonomía municipal como un principio fundamental en la organización territorial del país.

Mientras que el artículo 34 define la estructura del gobierno autónomo municipal. Se


establece que está compuesto por el Concejo Municipal, con facultades deliberativas,
fiscales y legislativas, y por un Órgano Ejecutivo presidido por una Alcaldesa o un Alcalde.
El Concejo Municipal está integrado por concejalas y concejales elegidos
democráticamente, y también puede incluir representantes de naciones y pueblos indígenas
originarios campesinos, según corresponda. El Órgano Ejecutivo tiene autoridades
encargadas de la administración, cuyo número y atribuciones son determinadas en la carta
orgánica o normativa municipal.

Artículo 35: Este artículo establece que la carta orgánica del municipio debe definir el
número de concejalas y concejales y la forma de conformación del Concejo Municipal,
siguiendo lo dispuesto en la Ley del Régimen Electoral. La finalidad es garantizar la
representación equitativa de la población y asegurar un proceso democrático en la
conformación del Concejo Municipal.

Además, el artículo 36 destaca la importancia de la participación y control social en el


ámbito municipal. Establece que la carta orgánica o la norma municipal deben establecer
obligatoriamente, en coordinación con las organizaciones sociales existentes, el ejercicio de
la participación y control social, de acuerdo a lo establecido por la ley. Esto implica
promover la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones y el control de la
gestión pública a nivel local.

En conjunto, estos artículos refuerzan las bases de la autonomía municipal y enfatizan la


importancia de la elección democrática, la representación equitativa y la participación
ciudadana en la toma de decisiones a nivel local. La autonomía municipal permite a los
municipios ejercer su gobierno de manera independiente y adaptada a sus propias realidades
y necesidades, fomentando la descentralización y la participación ciudadana en la gestión
pública.

1.3 Autonomía regional.

En el marco del sistema de autonomías en Bolivia, la autonomía regional juega un papel


fundamental en la planificación y gestión del desarrollo integral de las regiones. Este
concepto se encuentra establecido en la Constitución Política del Estado y la Ley Marco de
Autonomías y Descentralización, y busca fortalecer la participación ciudadana y la toma de
decisiones a nivel regional.

Artículo 37: Este artículo establece la autonomía regional como aquélla que se constituye
por la voluntad de las ciudadanas y los ciudadanos de una región para la planificación y
gestión de su desarrollo integral. La autonomía regional implica la elección de autoridades y
el ejercicio de facultades normativas, administrativas, fiscalizadoras, reglamentarias y
ejecutivas en relación con las competencias conferidas por norma expresa. Se enfatiza que
la autonomía regional debe estar en consonancia con la Constitución Política del Estado y la
presente ley.

Artículo 38: El artículo establece los requisitos para acceder a la autonomía regional. Se
requiere que la región haya formulado y puesto en marcha satisfactoriamente un Plan de
Desarrollo Regional de acuerdo al Sistema de Planificación Integral del Estado. Además,
deben cumplir con todas las condiciones establecidas para la creación de la región como
unidad territorial, según lo estipulado en la Constitución Política del Estado y la ley
correspondiente.

Artículo 39: Este artículo establece la conformación supletoria de la Asamblea Regional en


caso de que aún no entre en vigencia el estatuto regional oa falta de este. Se fundamentan
las reglas para la elección de asambleístas, considerando criterios territoriales y
poblacionales. Además, se establece la representación de las naciones y pueblos indígenas
originarios campesinos en aquellos casos en los que existen en condición de minorías en la
región.

Artículo 40: El artículo se refiere al Órgano Ejecutivo Regional. Se establece que la


estructura de este órgano será definida en el estatuto regional. La máxima autoridad del
Órgano Ejecutivo Regional será la Ejecutiva o el Ejecutivo Regional, quien será elegido por
la asamblea regional de acuerdo a lo establecido en el estatuto. Además, se establece que
una vez elegidas las autoridades de la autonomía regional, no se podrá elegir o designar una
autoridad dependiente del gobierno autónomo departamental en la jurisdicción de la región.

Artículo 41: Este artículo aborda la cuestión de las competencias a la autonomía regional.
Se establece que la aprobación por referendo de la autonomía regional y su estatuto es un
mandato vinculante para la asamblea departamental. La asamblea departamental deberá
aprobar, en un plazo determinado, las competencias que serán conferidas al gobierno
autónomo regional. El alcance de estas competencias incluye funciones reglamentarias,
ejecutivas, reglamentarias-administrativas y técnicas sobre la competencia, pero no la
potestad legislativa, que se mantiene en el gobierno autónomo departamental. Además, una
vez constituida la autonomía regional, esta podrá ejercer competencias delegadas o
transferidas por el nivel central del Estado y otras entidades territoriales. El gobierno
autónomo regional también puede solicitar la transferencia de competencias exclusivas
departamentales, garantizando el traspaso de recursos económicos, bienes e instalaciones
correspondientes. La asamblea regional tiene la facultad normativo-administrativa para
normar sobre las competencias delegadas o transferidas por el nivel central del Estado o las
entidades territoriales autónomas.

En conjunto, estos artículos fundamentan los fundamentos y los procedimientos para la


autonomía regional, incluyendo los requisitos, la conformación de la asamblea y el órgano
ejecutivo regional, la declaración de competencias y la relación con otras entidades
territoriales y el nivel central del Estado. La autonomía regional permite a las regiones tener
un mayor control y participación en la planificación y gestión de su desarrollo integral,
adaptándose a sus necesidades y particularidades territoriales.

1.4 Autonomía indígena originaria campesina.

El régimen de autonomía indígena originaria campesina en Bolivia es una expresión de


reconocimiento y respeto hacia los pueblos indígenas y originarios que conforman el país.
Este régimen se encuentra amparado por la Constitución Política del Estado, la Ley Marco
de Autonomías y Descentralización, y otros instrumentos internacionales.

Artículo 42 - Régimen Autonómico Indígena Originario Campesino: En este artículo se


establece que el régimen autonómico indígena originario campesino se regula de acuerdo a
la Constitución Política del Estado, la presente ley y otros instrumentos legales e
internacionales. Se reconoce que los pueblos indígenas y originarios de Bolivia tienen
derecho a la autonomía en sus territorios ancestrales, en concordancia con los convenios y
declaraciones internacionales sobre derechos indígenas. Se menciona específicamente que
el pueblo afroboliviano también está incluido en este régimen.

Artículo 43 - Carácter de lo Indígena Originario Campesino: En este artículo se establece la


definición y características de lo indígena originario campesino como un concepto
indivisible que identifica a los pueblos y naciones de Bolivia con historia, cultura, territorio,
idioma y organización propia. Se enfatiza que los indígenas, originarios y campesinos
tienen igualdad de condiciones para acceder al derecho a la autonomía en sus territorios. Se
destaca que el pueblo afroboliviano también está incluido en esta categoría.

Artículo 44 - Jurisdicción Territorial de la Autonomía Indígena Originaria Campesina: En


este artículo se establece que los pueblos indígenas y originarios pueden acceder a la
autonomía indígena originaria campesina a través de diferentes niveles territoriales, como el
Territorio Indígena Originario Campesino, el Municipio o la Región Indígena Originaria
Campesina. Se menciona que la conformación de la autonomía indígena originaria
campesina debe cumplir con los requisitos y procedimientos establecidos en la Constitución
y la ley.

Artículo 45 - Gobierno Indígena Originario Campesino: En este artículo se establece que el


gobierno autónomo indígena originario campesino estará conforme por su estatuto de
autonomía, sus normas, instituciones y formas de organización propia. Se mencionan las
facultades que ejercerá este gobierno, como la legislativa, deliberativa, fiscalizadora,
reglamentaria y ejecutiva, dentro de su jurisdicción territorial y de acuerdo a la Constitución
Política del Estado.

Artículo 46 - Denominación: En este artículo se establece que la denominación de


autonomía indígena originaria campesina es común, independientemente de la jurisdicción
territorial en la que se ejerce. Se menciona que la conformación de la autonomía indígena
originaria campesina en una región no implica la disolución de las entidades territoriales
que la conformidad, pero se pueden crear incentivos para la fusión de estas entidades.
También se destaca el derecho de los pueblos indígenas y originarios a definir la
denominación propia de sus entidades territoriales autónomas.

Artículo 47 - Integración Territorial de la Autonomía Indígena Originaria Campesina: En


este artículo se fundamentan las disposiciones relacionadas con la integración territorial de
la autonomía indígena originaria campesina. Se mencionan diferentes escenarios, como la
delimitación de territorios indígenas originarios campesinos, la fusión de entidades
territoriales, la agregación de distritos municipales y la inclusión de comunidades indígenas
originarias campesinas en entidades territoriales existentes. Se destaca que la presencia de
terceros en territorios indígenas originarios campesinos no implica discontinuidad
territorial.

Artículo 48 - Expresión Oral o Escrita de sus Potestades: En este artículo se establece que
las facultades del gobierno autónomo indígena originario campesino pueden expresarse de
manera oral o escrita, siempre y cuando cumplan con los requisitos de registro. Se reconoce
que la acreditación documentada puede ser necesaria en algunos casos.

La autonomía indígena originaria campesina en Bolivia es un mecanismo fundamental para


el reconocimiento y la protección de los derechos y la identidad de los pueblos indígenas y
originarios. Este régimen se rige por la Constitución Política del Estado, la Ley Marco de
Autonomías y Descentralización, y otros instrumentos legales e internacionales. Permite a
estos pueblos ejercer sus facultades legislativas, deliberativas, fiscalizadoras, reglamentarias
y ejecutivas, así como y mantener sus instituciones y formas de organización propias.
Además, la autonomía indígena originaria campesina abarca diferentes niveles territoriales,
como los territorios indígenas originario campesinos, los municipios, las regiones y los
distritos municipales indígena originario campesinos. Es importante destacar que este
régimen promueve la participación activa de los pueblos indígenas y originarios en la toma
de decisiones y en la planificación y gestión del desarrollo integral de sus territorios. La
expresión oral o escrita de sus potestades es reconocida y valorada, siempre que se cumplan
los requisitos establecidos.
Lección 2.4: Procedimiento de acceso a la autonomía y
elaboración de estatutos y cartas orgánicas.
Lección 2.4: Procedimiento de acceso a la autonomía y elaboración de
estatutos y cartas orgánicas.
1.1. Acceso a la autonomía.

En relación con el acceso a la condición de entidades territoriales autónomas, se debilitan


diferentes niveles de autonomía, como la autonomía municipal conferida a todos los
municipios del país, la autonomía departamental conferida por los referendos por autonomía
departamental y la autonomía indígena originaria campesina y autonomía regionales
conferidas por los referendos correspondientes. Estos niveles de autonomía se rigen por lo
dispuesto en la Constitución Política del Estado y la presente Ley.

El acceso a la autonomía puede activarse mediante iniciativa popular para referendo en los
municipios que la integran, o mediante consulta según normas y procedimientos propios. La
conversión de un municipio en autonomía indígena originaria campesina se activa por
iniciativa popular para referendo, impulsada por las autoridades indígenas originarias
campesinas respectivas. La conversión de autonomía regional en autonomía indígena
originaria campesina regional se activa mediante iniciativa popular para referendo, o
consulta según normas y procedimientos propios. Además, se establece que el acceso a la
autonomía indígena originaria campesina en territorios indígenas originarios campesinos se
activa mediante consulta según normas y procedimientos propios, realizados por los
titulares del territorio indígena originario campesino.

El procedimiento de acceso a la autonomía se rige según lo dispuesto en la Ley del


Régimen Electoral. Asimismo, el resultado del referendo o consulta por la autonomía
determina si la entidad territorial adopta la calidad autonómica. En caso de un resultado
negativo, la iniciativa se extinguirá y solo podrá realizarse una nueva una vez transcurrido
un período constitucional.

Artículo 49: Acceso a la autonomía de entidades territoriales

Este artículo establece el acceso a la condición de entidades territoriales autónomas en el


país. Se menciona que todos los municipios del país gozan de autonomía municipal
conferida por la Constitución Política del Estado. Además, se indica que por mandato de los
referendos por autonomía departamental y autonomía indígena originaria campesina, los
departamentos y municipios respectivos acceden a la autonomía de acuerdo a lo establecido
en la Constitución Política del Estado y la presente Ley.

Artículo 50: Iniciativa de acceso a la autonomía

Se refiere al procedimiento de iniciativa para acceder a la autonomía regional e indígena


originaria campesina. Se establece que el acceso a la autonomía regional se activa por
iniciativa popular para referendo en los municipios que la integran, o cuando corresponda
mediante consulta según normas y procedimientos propios. De igual manera, se menciona
que la conversión de municipio en autonomía indígena originaria campesina se activa por
iniciativa popular para referendo, impulsada por las autoridades indígena originario
campesinas respectivas.
Artículo 51: Procedimiento de referendo o consulta

Establece el procedimiento para el referendo por iniciativa popular y la consulta mediante


normas y procedimientos propios. Se indica que el procedimiento de referendo por
iniciativa popular se rige según lo dispuesto en la Ley del Régimen Electoral. Además, se
menciona que el procedimiento de consulta mediante normas y procedimientos propios será
supervisado por el Órgano Electoral Plurinacional, a través del Servicio Intercultural de
Fortalecimiento Democrático (SIFDE), en conformidad a lo establecido para la democracia
comunitaria en la Ley del Régimen Electoral.

El artículo 52 se refiere a los resultados del referendo o consulta por la autonomía. Se


establece que si en el referendo la opción por el "Sí" obtiene la mayoría absoluta de los
votos, la o las entidades territoriales adoptan la cualidad autonómica. En caso de que el
resultado del referendo sea negativo, la iniciativa se extinguirá y no se podrá realizar una
nueva hasta que haya transcurrido el tiempo equivalente a un periodo constitucional.

Artículo 53: Proyecto de estatuto autonómico o carta orgánica

Establece que una vez aprobado el referendo o consulta por la autonomía, los órganos
deliberativos elaborarán participativamente y aprobarán por dos tercios de votos del total de
sus miembros el proyecto de estatuto autonómico o carta orgánica. Se menciona que en el
caso de los departamentos, la asamblea departamental será la encargada de elaborar el
proyecto, mientras que en el caso de los municipios, será el Concejo Municipal.

El artículo 54 establece que los estatutos autonómicos y cartas orgánicas deberán ser
aprobados por referendo para resguardar la seguridad jurídica de las autonomías. Se
menciona que el órgano deliberativo correspondiente que aprobó el proyecto de estatuto
autonómico o carta orgánica solicitará al Órgano Electoral Plurinacional la convocatoria a
referendo en la jurisdicción respectiva para su aprobación, siempre y cuando se cumplan
requisitos como la declaración de constitucionalidad del Tribunal Constitucional
Plurinacional y la existencia de una ley de creación de la unidad territorial correspondiente.

El artículo 55 se refiere a la conformación de los gobiernos autónomos una vez que los
estatutos autonómicos están en vigencia. Establece los plazos y procedimientos para la
conformación de los gobiernos autónomos en diferentes niveles territoriales, ya sea en las
autonomías departamentales, municipales, regionales o indígena originaria campesinas.
Además, se menciona una excepción para los municipios que optaron por constituirse en
autonomías indígena originaria campesinas en el referendo de diciembre de 2009.

El artículo 56 establece los requisitos para el acceso a la autonomía indígena originaria


campesina. Se menciona que, de manera previa a la iniciativa establecida en el artículo 50,
el Ministerio de Autonomía deberá certificar expresamente en cada caso la condición de
territorios ancestrales habitados por los pueblos y naciones indígena originario campesinos.
Además, se establecen requisitos adicionales dependiendo de la conversión de municipio en
autonomía indígena originaria campesina, la conformación de una autonomía indígena
originaria campesina regional o la conformación de una autonomía indígena originaria
campesina en un territorio indígena originario campesino.

El artículo 57 se refiere a la viabilidad gubernativa y base poblacional necesarias para


acceder a la autonomía indígena originaria campesina. Se establece que la viabilidad
gubernativa se acredita con la certificación emitida por el Ministerio de Autonomía, que
evalúa técnicamente el cumplimiento de criterios como la organización y el plan territorial
de la nación o pueblo indígena originario campesino. Además, se establece un criterio de
base poblacional dependiendo de si se trata de naciones y pueblos indígena originario
campesinos de tierras altas o minoritarios.

El artículo 58 se refiere a la afectación territorial distrital o municipal que puede ocurrir en


el proceso de conformación de una autonomía indígena originaria campesina. Se establece
que cuando la conformación de una autonomía indígena originaria campesina afecte los
límites de distritos municipales, el gobierno autónomo municipal correspondiente procederá
a la nueva distritación acordada con el pueblo o nación indígena originario campesino.
Asimismo, se establece que cuando la conformación de una autonomía indígena originaria
campesina afecte los límites municipales, se podrán realizar nuevas.

1.2. Estatutos y cartas orgánicas.

Elaboración de estatutos y cartas orgánicas

Una vez aprobado el referendo o consulta por la autonomía, los órganos deliberativos
correspondientes elaborarán participativamente y aprobarán por dos tercios de votos del
total de sus miembros el proyecto de estatuto autonómico o carta orgánica. En el caso de los
departamentos, la asamblea departamental se encarga de ello, mientras que en los
municipios, el Concejo Municipal asume esta responsabilidad. Para los municipios que
opten por constituirse en autonomías indígenas originaria campesina, se convocará a la
conformación de un órgano deliberativo, incluyendo representación de minorías, de acuerdo
con las normas y procedimientos propios supervisados por el Órgano Electoral
Plurinacional.

Una vez elaborado el proyecto de estatuto autonómico o carta orgánica, se remitirá al


Tribunal Constitucional Plurinacional para su evaluación de constitucionalidad. En caso de
existir observaciones, el Tribunal Constitucional Plurinacional devolverá el proyecto para
su corrección.

La aprobación del estatuto autonómico o carta orgánica se realiza mediante referendo, y


para ello se requiere contar con la declaración de constitucionalidad del Tribunal
Constitucional Plurinacional y, en el caso de una nueva entidad territorial, la aprobación de
la ley de creación correspondiente. El referendo se llevará a cabo dentro de los ciento veinte
días de emitida la convocatoria por parte del Tribunal Electoral Departamental.

Una vez puestos en vigencia los estatutos autonómicos, se conformarán los gobiernos
autónomos en los plazos establecidos. En el caso de las autonomías indígenas originarias
campesinas, se siguen los procedimientos y plazos establecidos en sus propios estatutos,
con la supervisión del Órgano Electoral Plurinacional.

El acceso a la autonomía indígena originaria campesina está sujeto a requisitos como la


certificación de territorios ancestrales por parte del Ministerio de Autonomía, la viabilidad
gubernativa que evalúa la estructura organizacional y el plan territorial de la nación o
pueblo indígena originario campesino, y la base poblacional establecido según el último
censo oficial.

En caso de afectación territorial distrital o municipal, se procederá a la nueva distritación o


delimitación acordada con el pueblo o nación indígena originario campesino
correspondiente, asegurando la continuidad territorial y respetando los derechos territoriales
de las comunidades involucradas.
Artículo 60: Naturaleza jurídica de los estatutos y cartas orgánicas

El artículo 60 establece la naturaleza jurídica de los estatutos y cartas orgánicas de las


entidades territoriales autónomas. Se enfatiza que el estatuto autonómico es la norma
institucional básica, de naturaleza rígida y contenido pactado, reconocida y amparada por la
Constitución Política del Estado. Este estatuto expresa la voluntad de los habitantes, define
sus derechos y deberes, establece las instituciones políticas de las entidades territoriales
autónomas, sus competencias y la financiación, así como los procedimientos para el
desarrollo de las actividades y las relaciones con el Estado. Se destaca que tanto el estatuto
como la carta orgánica están subordinados a la Constitución Política del Estado y tienen
preeminencia sobre la legislación autonómica.

Artículo 61: Proceso de entrada en vigencia de los estatutos y cartas orgánicas

El artículo 61 describe el proceso de entrada en vigencia de los estatutos y cartas orgánicas.


Se establecen dos situaciones diferentes, dependiendo de si los departamentos optaron por
la autonomía en el referendo de diciembre de 2009 o en el referendo de julio de 2006. En el
primer caso, el estatuto autonómico departamental entrará en vigencia una vez que la
Asamblea Departamental lo elabore y apruebe por dos tercios de sus miembros, se someta a
control de constitucionalidad y se someta a referendo aprobatorio en los cinco
departamentos. En el segundo caso, se indica que la Asamblea Departamental deberá
adecuar los estatutos a la Constitución Política del Estado por dos tercios de sus miembros y
someterlos a control de constitucionalidad. Además, se destaca que la aprobación de los
estatutos autonómicos y cartas orgánicas es una condición previa para el ejercicio de la
autonomía en el caso de las autonomías indígena originaria campesinas y las autonomías
regionales.

Artículo 62: Contenidos de los estatutos y cartas orgánicas

El artículo 62 establece los contenidos mínimos que deben tener los estatutos autonómicos o
cartas orgánicas. Estos contenidos incluyen:

1. Declaración de sujeción a la Constitución Política del Estado y las leyes.


2. Identidad de la entidad autónoma.
3. Ubicación de su jurisdicción territorial.
4. Estructura organizativa y la identificación de sus autoridades.
5. Forma de organización del órgano legislativo o deliberativo.
6. Facultades y atribuciones de las autoridades, asegurando el cumplimiento de las
funciones ejecutiva, legislativa y deliberativa.
7. Disposiciones generales sobre planificación, administración de su patrimonio y
régimen financiero, así como establecer claramente las instituciones y autoridades
responsables de la administración y control de recursos fiscales.
8. Previsiones para desconcentrarse administrativamente en caso de necesidad.
9. Mecanismos y formas de participación y control social.
10. Régimen para minorías pertenecientes a naciones y pueblos indígena originario
campesinos o quienes no son parte de ellas.
11. Régimen de igualdad de género, generacional y de personas en situación de
discapacidad.
12. Relaciones institucionales de la entidad autónoma.
13. Procedimiento de reforma del estatuto o carta orgánica, total o parcial.
14. Disposiciones que regulen la transición hacia la aplicación plena del estatuto
autonómico o carta orgánica.

El artículo 63 establece los requisitos para la reforma total o parcial de los estatutos y cartas
orgánicas. Se requiere la aprobación por dos tercios de los miembros del órgano
deliberativo, el control de constitucionalidad a cargo del Tribunal Constitucional
Plurinacional y la realización de un referendo para su aprobación.

En conclusión, el Capítulo II sobre Estatutos y Cartas Orgánicas establece los fundamentos


legales y procesos para la creación, entrada en vigencia y reforma de los estatutos y cartas
orgánicas de las entidades territoriales autónomas en el marco de la Constitución Política
del Estado. Estos instrumentos normativos son de vital importancia, ya que definen los
derechos y deberes de los habitantes, establecen las competencias y estructura organizativa
de las entidades autónomas, y regulan aspectos como la planificación, administración
financiera, participación ciudadana, igualdad de género y relaciones institucionales.

Se destaca que los estatutos y cartas orgánicas deben cumplir con los contenidos mínimos
establecidos, como la sujeción a la Constitución y las leyes, la identidad de la entidad
autónoma, la estructura organizativa, el régimen financiero y la garantía de derechos para
minorías y personas en situación de discapacidad, entre otros aspectos. Además, se
reconoce la importancia de la participación ciudadana y el control social en el desarrollo y
aplicación de estos instrumentos normativos.

La reforma de los estatutos y cartas orgánicas requiere un proceso riguroso, con la


aprobación de dos tercios de los miembros del órgano deliberativo, el control de
constitucionalidad y la realización de un referendo para su aprobación definitiva.

Lección 2.5: Régimen competencial.


Lección 2.5: Régimen competencial.
1. Definición Régimen competencial.

El régimen competencial en el marco de las entidades territoriales autónomas es


fundamental para establecer la distribución de responsabilidades y competencias entre el
nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas. El presente análisis se
centra en el Capítulo I del régimen competencial, que abarca los artículos 64 al 69. En este
contexto, se examinan las competencias exclusivas, concurrentes y compartidas, así como la
gradualidad en el ejercicio de competencias, la compatibilización legislativa y la resolución
de conflictos de competencias.

Artículo 64: Este artículo establece que todas las competencias exclusivas asignadas por la
Constitución a las entidades territoriales autónomas deben ser asumidas obligatoriamente
por ellas. También se menciona que los ingresos asignados a las entidades territoriales
autónomas deben destinarse al financiamiento de todas las competencias establecidas en la
Constitución. Asimismo, se resalta que las entidades territoriales autónomas deben ejercer
sus competencias bajo responsabilidad directa de sus autoridades y sujetarse a los sistemas
de gestión pública, control gubernamental y control jurisdiccional establecidos por ley.

Artículo 65: En este artículo se establece que las competencias concurrentes, que
corresponden tanto al nivel central del Estado como a las entidades territoriales autónomas,
deben ser ejercidas de manera simultánea. Se menciona que la ley de la Asamblea
Legislativa Plurinacional debe distribuir las responsabilidades entre los diferentes niveles en
función de su naturaleza, características y escala de intervención.

Artículo 66: El artículo hace referencia a las competencias compartidas entre el nivel central
del Estado y las entidades territoriales autónomas. Se destaca que la Asamblea Legislativa
Plurinacional tiene la facultad exclusiva de fijar principios, regular de manera general la
materia y dividir las responsabilidades entre ambos niveles. Se menciona que las entidades
territoriales autónomas también pueden dictar legislación de desarrollo, pero esta debe estar
en concordancia con la legislación básica establecida por la Asamblea Legislativa
Plurinacional.

Artículo 67: Este artículo hace referencia a la gradualidad en el ejercicio de competencias


por parte de las entidades territoriales autónomas. Se establece que el Servicio Estatal de
Autonomías, en coordinación con las instancias del nivel central del Estado y las entidades
territoriales autónomas, apoyará el ejercicio gradual de las nuevas competencias. Además,
se menciona que las autonomías indígena originaria campesinas podrán determinar el
ejercicio de competencias relativas a la provisión de servicios públicos en sus territorios,
mediante un proceso concertado con los gobiernos municipales y la suscripción de un
convenio.

Artículo 68: En este artículo se aborda la compatibilización legislativa en caso de disparidad


entre las disposiciones normativas de las entidades territoriales autónomas. Se establece que
la Asamblea Legislativa Plurinacional tiene la facultad de establecer los principios
necesarios para llevar a cabo la compatibilización normativa mediante ley.

Artículo 69: El artículo trata los conflictos de competencias que puedan surgir entre el nivel
central del Estado y las entidades territoriales autónomas, así como entre estas últimas. Se
menciona que estos conflictos pueden resolverse por la vía conciliatoria ante el Servicio
Estatal de Autonomías y, en caso de no ser resueltos, serán remitidos al Tribunal
Constitucional Plurinacional para su resolución final.

El régimen competencial en las entidades territoriales autónomas es esencial para garantizar


una distribución clara y efectiva de responsabilidades y competencias entre el nivel central
del Estado y las entidades territoriales autónomas. Los artículos analizados abordan
aspectos clave, como la obligatoriedad de asumir competencias exclusivas, la distribución
de competencias concurrentes, la facultad de la Asamblea Legislativa Plurinacional para
establecer legislaciones básicas y de desarrollo, la gradualidad en el ejercicio de
competencias, la compatibilización legislativa y la resolución de conflictos de
competencias. Estas disposiciones buscan fortalecer la autonomía de las entidades
territoriales y promover la coordinación y cooperación entre los diferentes niveles de
gobierno para garantizar un eficiente ejercicio de las competencias y el bienestar de la
ciudadanía.

2 Reserva de ley, transferencia, delegación, Competencias no previstas

El presente análisis se centra en el régimen de reserva de ley, transferencia, delegación y


competencias no previstas en el marco de las entidades territoriales autónomas. Los
artículos del 70 al 79 abordan aspectos fundamentales relacionados con la facultad
legislativa, la reserva de ley, la cláusula residual, las competencias concurrentes, la
autonomía regional, así como los procesos de transferencia y delegación de competencias.
Además, se examina el papel del Servicio Estatal de Autonomías en el proceso y la garantía
estatal de la prestación de servicios públicos.

Artículo 70: En este artículo se establece que la transferencia o delegación de competencias


a las entidades territoriales autónomas no implica la pérdida de la facultad legislativa por
parte del nivel central del Estado, a menos que se disponga específicamente en el Artículo
72. Además, se indica que si existe una norma vigente de igual rango para el ejercicio de
una competencia, no será necesaria una nueva ley, debiendo la entidad territorial autónoma
encargarse de su reglamentación y ejecución.

Artículo 71: El artículo se refiere a la reserva de ley y establece que cuando exista un
mandato a ley en el texto constitucional sin especificar la entidad territorial que legislará, se
entiende que la competencia es de exclusividad nacional, a menos que se trate de
competencias exclusivas de una entidad territorial autónoma, en cuyo caso corresponderá a
esta última la legislación respectiva.

Artículo 72: Este artículo se refiere a la cláusula residual y establece que las competencias
no incluidas en el texto constitucional serán atribuidas al nivel central del Estado, el cual
definirá mediante ley su asignación. En otras palabras, las competencias que no estén
expresamente asignadas a las entidades territoriales autónomas serán ejercidas por el nivel
central.

Artículo 73: El artículo aborda las competencias concurrentes de las entidades territoriales
autónomas. Estas entidades pueden ejercer algunas competencias de manera simultánea con
otras entidades territoriales de su jurisdicción. Se menciona que las entidades territoriales
autónomas mantendrán la potestad legislativa, reglamentaria y ejecutiva, estableciendo el
alcance y las áreas de participación de cada entidad territorial en la reglamentación y
ejecución de estas competencias concurrentes.

Artículo 74: Se trata de las competencias de la autonomía regional. Se establece que la


asamblea departamental aprobará por dos tercios de votos el traspaso de competencias a las
autonomías regionales que se constituyan en el departamento. En el caso de las autonomías
indígena originaria campesinas constituidas como región, estas asumirán las competencias
que les sean conferidas por las entidades territoriales autónomas que las conforman,
siguiendo el alcance facultativo establecido en la Constitución Política del Estado.

Artículo 75: Este artículo se refiere a la transferencia de competencias. Se establece que la


transferencia total o parcial de una competencia implica que la entidad territorial autónoma
receptora asume la responsabilidad sobre las materias competenciales transferidas. La
transferencia es definitiva y no puede ser transferida a una tercera entidad territorial
autónoma, limitándose únicamente a su delegación total o parcial. Para que la transferencia
sea efectiva, se requiere la ratificación por ley de los órganos deliberativos de las entidades
territoriales autónomas emisora y receptora.

Artículo 76: Este artículo se refiere a la delegación de competencias. Se establece que la


delegación total o parcial de una competencia implica que el gobierno delegante no pierde
la titularidad de la competencia, siendo la entidad territorial autónoma receptora la
responsable de su ejercicio. La delegación es revocable según lo establecido en el convenio
de delegación y no puede ser transferida ni delegada a una tercera entidad territorial
autónoma. Se menciona que la delegación incluirá los recursos, infraestructura,
equipamiento, instrumentos técnicos y metodológicos, así como la capacitación del personal
que formen parte del ejercicio de la competencia.

Artículo 77: Este artículo se refiere a la participación del Servicio Estatal de Autonomías en
los procesos de transferencia y delegación de competencias. Se establece que toda
transferencia o delegación de competencias entre el nivel central del Estado y las entidades
territoriales autónomas, o entre estas últimas, debe ser comunicada al Servicio Estatal de
Autonomías. Además, el Servicio Estatal de Autonomías emite informes técnicos y
participa en los procesos de transferencia y delegación de competencias, brindando
cooperación técnica cuando sea requerida.

Artículo 78: Este artículo aborda la garantía estatal de la prestación de servicios públicos.
Se establece que los servicios públicos que dejen de ser provistos por una entidad territorial
autónoma podrán ser atendidos por los gobiernos de las entidades territoriales autónomas
dentro de cuyo territorio se encuentre la entidad responsable de su prestación. Para ello, se
requiere la aprobación de una ley por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional,
fijando las condiciones, plazos y restitución al gobierno autónomo impedido, previo
informe del Servicio Estatal de Autonomías.

Artículo 79: El último artículo analizado se refiere a las competencias no previstas en el


capítulo. Se establece que estas competencias deberán ser reguladas por una ley sectorial
aprobada por el nivel al que correspondan, conforme a lo establecido en el Artículo 297 de
la Constitución Política del Estado. En otras palabras, las competencias no contempladas
específicamente en este capítulo deben ser reguladas por leyes sectoriales aprobadas por el
nivel competente.

El régimen de reserva de ley, transferencia, delegación y competencias no previstas


establece las pautas y procedimientos para el ejercicio de las competencias por parte de las
entidades territoriales autónomas. Los artículos analizados resaltan la importancia de la
facultad legislativa y la titularidad de las competencias, así como la necesidad de comunicar
y coordinar las transferencias y delegaciones de competencias con el Servicio Estatal de
Autonomías. Además, se destaca la posibilidad de atender los servicios públicos por parte
de las entidades territoriales autónomas vecinas en caso de que una entidad no pueda
prestarlos. En caso de competencias no previstas, se establece la necesidad de una ley
sectorial aprobada por el nivel correspondiente. Estas disposiciones contribuyen a fortalecer
la autonomía de las entidades territoriales y promover una gestión eficiente y coordinada de
las competencias en beneficio de la ciudadanía.

3. Alcance de las competencias

Análisis del Capítulo III - Alcance de las Competencias:

El Capítulo III del documento se enfoca en el alcance de las competencias otorgadas en los
Artículos 298 al 304 de la Constitución Política del Estado. Este capítulo busca precisar el
alcance concreto de las competencias en base a los tipos de competencias establecidas en el
Artículo 297 de la Constitución.

Artículo 80: El artículo establece que este capítulo tiene como objetivo desarrollar las
competencias destacadas en los artículos mencionados anteriormente y que requieren
precisión en su alcance concreto. Se basa en los tipos de competencias establecidas en el
Artículo 297 de la Constitución.

Artículo 81: El artículo se centra en las competencias relacionadas con la salud. En primer
lugar, se detallan las competencias del nivel central del Estado, que incluyen la elaboración
de la política nacional de salud, la rectoría del Sistema Único de Salud, la elaboración de
normativa relacionada con la salud, la coordinación con instituciones educativas, entre otros
aspectos

Luego, se aborda la competencia compartida entre el nivel central del Estado y los
gobiernos indígenas originarios campesinos en relación con la medicina tradicional. Se
establece que el nivel central del Estado tiene la responsabilidad de establecer la normativa
básica sobre propiedad y derechos intelectuales colectivos de los pueblos indígenas
originarios campesinos en relación con la medicina tradicional. Por su parte, los gobiernos
indígenas originarios campesinos resguardan y registran la propiedad y derechos
intelectuales colectivos de la comunidad sobre los conocimientos y productos de la
medicina tradicional, y promueven su recuperación y uso.

Asimismo, se mencionarán las competencias concurrentes en el ámbito de la salud. Los


gobiernos departamentales autónomos tienen la responsabilidad de formular y aprobar el
Plan Departamental de Salud, ejercer la rectoría en salud a nivel departamental,
proporcionar infraestructura y equipamiento, ejecutar programas epidemiológicos, entre
otras acciones. Los gobiernos municipales autónomos, por su parte, formulan y ejecutan el
Plan Municipal de Salud, implementan el Sistema Único de Salud en su jurisdicción,
administran la infraestructura y equipamiento de los establecimientos de salud, entre otras
responsabilidades. Los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos formulan y
aprueban planes locales de salud.

Artículo 82: Hábitat y Vivienda

El artículo establece las competencias relacionadas con el hábitat y la vivienda. En primer


lugar, se detallan las competencias exclusivas del nivel central del Estado, que incluyen el
diseño y aprobación del régimen del hábitat y la vivienda, la formulación y aprobación de
políticas generales, y la aprobación de la política de servicios básicos relacionados con el
hábitat y la vivienda.

Luego, se aborda la competencia concurrente del nivel central del Estado en coordinación
con los gobiernos departamentales autónomos. En este sentido, se establece la competencia
del nivel central del Estado para establecer normas pertinentes en aspectos habitacionales,
parámetros técnicos de equipamientos y espacios públicos, diseño y ejecución de proyectos
habitacionales piloto, normas para la gestión de riesgos en temáticas habitacionales y apoyo
a la planificación habitacional de las regiones metropolitanas.

Asimismo, se mencionan las competencias de los gobiernos departamentales autónomos,


que incluyen la formulación y ejecución de políticas departamentales del hábitat y la
vivienda, el desarrollo de normas técnicas constructivas, y la elaboración y ejecución de
programas y proyectos de construcción de viviendas.

En el caso de los gobiernos municipales autónomos, se establece su competencia para


formular y aprobar políticas municipales de financiamiento de la vivienda, así como la
ejecución de programas y proyectos de construcción de viviendas, conforme a las políticas
y normas técnicas establecidas por el nivel central del Estado.
Finalmente, se mencionan las competencias de los gobiernos indígenas originarios
campesinos, que se enmarcan en la formulación de políticas de vivienda y urbanismo
conforme a sus prácticas culturales ya las políticas definidas en el nivel central del Estado, y
la ejecución de programas y proyectos de construcción de viviendas.

Artículo 83: Agua Potable y Alcantarillado

El artículo aborda las competencias relacionadas con el agua potable y el alcantarillado. En


primer lugar, se detallan las competencias exclusivas del nivel central del Estado, que
incluyen la formulación y aprobación del régimen y las políticas de servicios básicos del
país, así como la elaboración, financiación y ejecución de proyectos de alcantarillado
sanitario.

Luego, se mencionan las competencias concurrentes del nivel central del Estado y los
gobiernos departamentales autónomos. En este sentido, el nivel central del Estado tiene la
competencia de elaborar, financiar y ejecutar proyectos de agua potable y alcantarillado de
manera concurrente con los otros niveles autonómicos, mientras que los gobiernos
departamentales autónomos tienen la competencia de elaborar, financiar y ejecutar planes y
proyectos de agua potable y alcantarillado en coordinacion con el nivel central del Estado.

Por su parte, los gobiernos municipales autónomos tienen la competencia de ejecutar


programas y proyectos de los servicios de agua potable y alcantarillado, de acuerdo a las
políticas establecidas por el nivel central del Estado. Además, tienen la responsabilidad de
proporcionar los servicios de agua potable y alcantarillado a través de entidades públicas,
cooperativas, comunitarias o mixtas, y de aprobar las tasas de los servicios públicos de agua
potable y alcantarillado.

En el caso de los gobiernos indígenas originarios campesinos, se establece que podrán


ejecutar las competencias municipales en el ámbito de su jurisdicción.

Artículo 84: Educación

El artículo menciona que la distribución de competencias entre el nivel central del Estado y
las entidades territoriales autónomas en materia de educación debe ser regulada por una ley
especial. Se establece que la educación es la función suprema y primera responsabilidad del
Estado, y que debe ser unitaria, pública y universal. El artículo menciona que la gestión del
Sistema de Educación es concurrente con las entidades territoriales autónomas.

Se menciona que la ley especial en materia de educación regulará el desarrollo curricular


descolonizador, teniendo en cuenta las características de cada entidad territorial autónoma
en términos espirituales, territoriales, lingüísticas, culturales, sociales, económicas y
políticas.

Se establece que las relaciones y responsabilidades entre las entidades vinculadas al sector
educación se sujetarán al marco legal vigente anterior a la promulgación de la presente ley,
hasta que se promulgue la ley especial mencionada.

Artículo 85: Telefonía Fija, Móvil y Telecomunicaciones

El artículo aborda las competencias relacionadas con la telefonía fija, móvil y las
telecomunicaciones. En primer lugar, se mencionan las competencias exclusivas del nivel
central del Estado, que incluyen la formulación y aprobación del régimen general y las
políticas de comunicaciones y telecomunicaciones del país, la autorización y fiscalización
de los servicios de telefonía fija, móvil y todas las redes de telecomunicaciones, la
regulación de los servicios de interconexión, y el ejercicio de competencias de control y
fiscalización en telecomunicaciones a nivel nacional.

Luego, se mencionan las competencias concurrentes del nivel central del Estado y los
gobiernos departamentales autónomos. El nivel central del Estado tiene la competencia de
elaborar, financiar y ejecutar subsidiariamente proyectos de telecomunicaciones y
tecnologías de información de manera concurrente con los otros niveles autonómicos.
Además, se establece que el nivel central del Estado fijará los topes de precios para los
servicios de telefonía fija, móvil, larga distancia, telecomunicaciones y tecnologías de
información a nivel nacional.

En el caso de los gobiernos departamentales autónomos, se menciona que deberá supervisar


el uso de las frecuencias electromagnéticas en redes de telecomunicaciones, radiodifusión y
otras, y coadyuvar en la asistencia técnica y planificación de los servicios básicos de
telecomunicaciones.

Los gobiernos municipales autónomos, por su parte, tienen la competencia de autorizar la


instalación de torres y soportes de antenas y redes, en coordinación con las políticas
establecidas por el nivel central del Estado. Además, los gobiernos autorizan las autonomías
indígenas originarias campesinas para el funcionamiento de las radios comunitarias en su
jurisdicción.

Artículo 86: Patrimonio Cultural

El artículo establece las competencias exclusivas del nivel central del Estado, los gobiernos
departamentales autónomos, los gobiernos municipales autónomos y los gobiernos
indígenas originarios campesinos en relación al patrimonio cultural.

El nivel central del Estado tiene las siguientes competencias exclusivas:

Elaborar la Ley Nacional de Patrimonio Cultural.

Definir políticas estatales para la protección, conservación, promoción, recuperación,


traslado, defensa, enajenación, destrucción, lucha, desarrollado o resguardo de yacimientos,
monumentos o bienes arqueológicos, y control del patrimonio cultural material e inmaterial
de interés general y sitios actividades y fallecidos patrimonio cultural de la humanidad, así
como las políticas culturales para la descolonización, investigación, difusión y prácticas de
culturas ancestrales de naciones originarias y pueblos indígenas e idiomas oficiales del
Estado Plurinacional.

Definir, supervisar y financiar la creación de Áreas de Preservación y Protección Estatal.

Control del cumplimiento de las normas de conservación y custodia del patrimonio


histórico, arquitectónico, arqueológico, artístico, religioso, etnográfico y documental.

Autorizar, fiscalizar y supervisar los fondos y recursos dedicados a la investigación,


conservación, promoción y puesta en valor del patrimonio cultural.

Regular el régimen de clasificación y declaración del Patrimonio Cultural del Estado.


Los gobiernos departamentales autónomos tienen las siguientes competencias exclusivas:

Formular y ejecutar políticas de protección, conservación, recuperación, custodia y


promoción del patrimonio cultural departamental y descolonización, investigación y
prácticas culturas de ancestrales de naciones originarias y pueblos indígenas, idiomas
oficiales del Estado Plurinacional, en el marco de las políticas estatales.

Elaborar y desarrollar normativas departamentales para la declaración, protección,


conservación y promoción del patrimonio cultural, histórico, documental, artístico,
monumental, arquitectónico, arqueológico, paleontológico, científico, tangible e intangible
a su cargo, dentro de los parámetros establecidos en la Ley Nacional del Patrimonio
Cultural.

Apoyar y promover al consejo departamental de culturas de su respectivo departamento.

Generar espacios de encuentro e infraestructura para el desarrollo de las actividades


artístico-culturales.

Los gobiernos municipales autónomos tienen las siguientes competencias exclusivas:

Formular y ejecutar políticas de protección, conservación, recuperación, custodia y


promoción del patrimonio cultural municipal y descolonización, investigación y prácticas
de culturas ancestrales de naciones originarias y pueblos indígenas, idiomas del Estado
Plurinacional, en el marco de las políticas estatales.

Elaborar y desarrollar normativas municipales para la declaración, protección, conservación


y promoción del patrimonio cultural, histórico, documental, artístico, monumental,
arquitectónico, arqueológico, paleontológico, científico, tangible e intangible a su cargo,
dentro de los parámetros establecidos en la Ley Nacional del Patrimonio Cultural.

Generar espacios de encuentro e infraestructura para el desarrollo de las actividades


artístico-culturales.

Los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos tienen las siguientes


competencias exclusivas:

Formular y ejecutar políticas de protección, conservación, recuperación, custodia y


promoción del patrimonio cultural municipal y descolonización, investigación y prácticas
de sus culturas ancestrales y sus idiomas, en el marco de las políticas estatales.

Elaborar y desarrollar normativas para la declaración, protección, conservación, promoción


y custodia del patrimonio cultural, histórico, documental, artístico, monumental,
arquitectónico, arqueológico, paleontológico, científico, tangible e intangible a su carga,
dentro de los parámetros establecidos en la Ley Nacional del Patrimonio Cultural.

Promocionar, desarrollar y fortalecer el desarrollo de sus culturas, historia, avance


científico, tradiciones y creencias religiosas, así como la promoción y fortalecimiento de
espacios de encuentros interculturales.

Artículo 87: Recursos Naturales


El artículo establece las competencias relacionadas con los recursos naturales. Se
mencionan las competencias exclusivas del nivel central del Estado, así como las
competencias concurrentes de los gobiernos departamentales autónomos, los gobiernos
municipales autónomos y los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos.

El nivel central del Estado tiene las siguientes competencias exclusivas:

Clasificar el patrimonio natural, departamental, municipal e indígena originario campesino


mediante una ley de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Crear los mecanismos de cobro por el uso y aprovechamiento de los recursos naturales.

Crear y administrar reservas fiscales de recursos naturales.

En cuanto a las competencias concurrentes:

Los gobiernos departamentales autónomos tienen la competencia de ejecutar la política


general de conservación y protección de cuencas, suelos, recursos forestales y bosques.

Los gobiernos municipales autónomos tienen la competencia de ejecutar la política general


de conservación de suelos, recursos forestales y bosques en coordinación con el gobierno
departamental autónomo.

Los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos tienen la competencia de


gestionar y aprovechar sustentablemente los recursos forestales, en el marco de la política y
régimen establecido por el nivel central del Estado, así como implementar acciones y
mecanismos necesarios para la ejecución de la política general de suelos y cuencas.

3.1. Alcance de las competencias (parte 2)

Artículo 88: Biodiversidad y Medio Ambiente

El artículo establece las competencias exclusivas del nivel central del Estado en relación a
la biodiversidad y el medio ambiente.

El nivel central del Estado tiene la competencia exclusiva de diseñar, aprobar y ejecutar el
régimen general de gestión de biodiversidad y medio ambiente, así como elaborar y ejecutar
el régimen de áreas protegidas y administrar las áreas protegidas de interés nacional.

Artículo 89: Recursos Hídricos y Riego

El artículo aborda las competencias relacionadas con los recursos hídricos y el riego. Se
mencionan las competencias exclusivas del nivel central del Estado, así como las
competencias concurrentes de los gobiernos departamentales autónomos, los gobiernos
municipales autónomos y los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos.

El nivel central del Estado tiene las siguientes competencias exclusivas:

Establecer mediante ley el régimen de recursos hídricos y sus servicios, que incluye la
regulación de la gestión integral de cuencas, la definición de políticas del sector, el marco
institucional, las condiciones y restricciones para sus usos y servicios, la otorgación y
regulación de derechos , la regulación respecto al uso y aprovechamiento, la regulación para
la administración de servicios, y la institucionalidad que reconoce la participación de las
organizaciones sociales en el sector.

Definir planes y programas relativos a recursos hídricos y sus servicios.

En cuanto a las competencias concurrentes:

Los gobiernos departamentales autónomos tienen la competencia de elaborar, financiar y


ejecutar proyectos de riego en coordinación con el nivel central del Estado y las entidades
territoriales autónomas.

Los gobiernos municipales autónomos tienen la competencia de elaborar, financiar y


ejecutar proyectos de riego y micro riego en coordinación con el nivel central del Estado,
las entidades territoriales autónomas y los pueblos indígenas originarios campesinos.

Los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos tienen la competencia de


elaborar, financiar, ejecutar y mantener proyectos de riego en coordinación con el nivel
central del Estado y las entidades territoriales autónomas.

Artículo 90: Áridos y Agregados

De acuerdo con la competencia compartida establecida en el numeral 2, parágrafo II del


artículo 304 de la Constitución Política del Estado, el nivel central del Estado tiene la
competencia de establecer áreas de explotación minera de aluvial en las que se depositan
y/o acumulan minerales y metales mezclados con arena o grava, así como áreas de
explotación de áridos y agregados.

Las autonomías indígenas originarias campesinas definirán los mecanismos de participación


y control en el aprovechamiento de áridos y agregados en su jurisdicción.

Los gobiernos municipales tienen la responsabilidad de manejar los áridos y agregados


según lo establecido en el numeral 41, parágrafo I del artículo 302 de la Constitución
Política del Estado, en coordinación con los pueblos indígenas originarios campesinos
cuando corresponda.

Artículo 91: Desarrollo Rural Integral

De acuerdo con la competencia concurrente establecida en el numeral 16, parágrafo II del


artículo 299 de la Constitución Política del Estado, se distribuyen las competencias de la
siguiente manera:

Nivel central del Estado:

1. Formular, aprobar y gestionar políticas, planes, programas y proyectos integrales de


apoyo a la producción agropecuaria, agroforestal, pesca y turismo.
2. Formular y aprobar políticas generales de protección a la producción agropecuaria y
agroindustrial, que contribuyan a la seguridad y soberanía alimentaria del país.
3. Fomentar la recuperación y conocer del conocimiento y tecnologías ancestrales que
contribuyen a la seguridad y soberanía alimentaria.
4. Normar, promover y ejecutar políticas de desarrollo semillero nacional inherentes a
la producción, comercialización, certificación, fiscalización y registro de semillas
para contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria.
5. Ejecutar, regular y establecer mecanismos para el funcionamiento del Sistema de
Innovación Agropecuario y Agroforestal, y la concurrencia en el desarrollo y
coordinación de procesos de innovación y transferencia de ciencia y tecnología.
6. Normar, regular y ejecutar la innovación, investigación y transferencia de
tecnología agropecuaria y forestal, tanto pública como privada, definiendo las líneas
y actividades, así como las condiciones y requisitos para el otorgamiento de
acreditaciones, licencias y otros.
7. Ejecutar los procesos de certificación, fiscalización y registro de toda estructura
botánica sexual o asexual destinada a la siembra, plantación o propagación de una
especie vegetal, animal y microbiológica con fines agropecuarios y forestales.

Gobiernos departamentales autónomos:

1. Formular, aprobar y ejecutar políticas departamentales para la agricultura,


ganadería, caza y pesca, en concordancia con las políticas generales.
2. Fomentar la transformación e incorporación de valor agregado a la producción
agrícola, ganadera y piscícola.

Gobiernos municipales autónomos:

1. Ejecutar las políticas generales sobre agricultura, ganadería, caza y pesca en


concordancia con el Plan General de Desarrollo Rural Integral, en coordinación con
los gobiernos departamentales autónomos.
2. Promover el desarrollo rural integral de acuerdo a sus competencias y en el marco
de la política general.

Los gobiernos indígenas originarios campesinos ejercerán las siguientes competencias de


acuerdo a lo establecido en el presente artículo y la competencia del numeral 8, parágrafo
III del artículo 304 de la Constitución Política del Estado:

1. Formular y aprobar políticas de promoción de la agricultura y ganadería.


2. Formular y aprobar políticas de promoción de la recuperación de los conocimientos
y tecnologías ancestrales, preservando sus fundamentos técnicos y científicos.
3. Adoptar políticas para la recuperación de cultivos y alimentos tradicionales.

Artículo 92: Desarrollo Productivo

De acuerdo con la competencia exclusiva establecida en el numeral 35, parágrafo II del


artículo 298 de la Constitución Política del Estado, el nivel central del Estado tiene las
siguientes competencias exclusivas:

1. Elaborar políticas y estrategias nacionales de desarrollo productivo con la


generación de empleo digno en el marco del Plan General de Desarrollo.
2. Formular políticas dirigidas a promover complejos productivos en todo el territorio
nacional en base al modelo de economía plural.
3. Establecer políticas dirigidas a buscar el acceso a mercados nacionales y promover
compras estatales a favor de las unidades productivas, incluyendo micro, pequeñas,
medianas y grandes empresas, industrias, organizaciones económicas campesinas,
asociaciones, organizaciones de pequeños productores urbanos y/o rurales,
artesanos , organizaciones económicas comunitarias y cooperativas sociales,
precautelando el abastecimiento del mercado interno y promoviendo la
asociatividad de las unidades productivas.
4. Elaborar, aprobar y ejecutar políticas de desarrollo y promoción de la oferta
exportable con valor agregado, priorizando el apoyo a las unidades productivas
reconocidas por la Constitución Política del Estado y garantizando el abastecimiento
del mercado interno.
5. Estructurar y coordinar una institucionalidad para el financiamiento del desarrollo
productivo.
6. Generar y aprobar políticas públicas para elevar la productividad y competitividad
del sector productivo.
7. Formular, aprobar y ejecutar políticas, planes, programas y proyectos de
industrialización de la producción en el Estado Plurinacional.
8. Formular, aprobar y ejecutar políticas, planes, programas y proyectos de
comercialización de la producción en el Estado Plurinacional.
9. Fomentar y fortalecer el desarrollo de las unidades productivas y su organización
administrativa y empresarial.
10. Regular el desarrollo de las unidades productivas y su organización administrativa y
empresarial.
11. Formular, gestionar y ejecutar políticas, planes, programas y proyectos sobre
capacitación técnica y tecnológica en materia productiva.
12. Crear y ejercer tutela en las empresas públicas del sector productivo, caracterizadas
por responder al interés nacional, tener carácter estratégico y ubicarse en cualquier
lugar del Estado Plurinacional.
13. Diseñar, implementar y ejecutar políticas de desarrollo y sostenibilidad de todas las
unidades productivas en el marco de la economía plural.
14. Elaborar políticas y normas para participar, fiscalizar y regular los mercados,
velando por la calidad de los servicios y productos.
15. Diseñar políticas sobre los mecanismos de apoyo administrativo, financiero,
productivo y comercial a las unidades productivas en el marco de la economía
plural.
16. Normar, administrar los registros públicos de comercio, empresas, exportaciones y
protección de la propiedad intelectual.
17. Elaborar políticas orientadas a la protección de la industria nacional.
18. Elaborar políticas orientadas a la seguridad industrial.
19. Diseñar, normar, implementar y ejecutar la acreditación y certificación de calidad,
metrología industrial y científica, y normalización técnica del sector industrial.
20. Diseñar, normar, implementar y ejecutar la acreditación y certificación en el marco
del comercio justo, economía solidaria y producción ecológica.
21. Diseñar, implementar y ejecutar políticas para la aplicación de normas
internacionales en el país.
22. Elaborar, implementar y ejecutar normativas para el sector industrial y de servicios.

Los gobiernos departamentales autónomos tienen competencias exclusivas y concurrentes


en relación al desarrollo productivo, como formular y ejecutar políticas departamentales,
promover la transformación e incorporación de valor agregado a la producción, entre otras.

Los gobiernos municipales autónomos tienen competencias exclusivas en relación al


desarrollo productivo a nivel municipal, como promover programas de infraestructura
productiva, formular y ejecutar proyectos de infraestructura para el acceso a mercados
locales, fomentar y fortalecer el desarrollo de las unidades productivas, entre otras.
Los gobiernos indígenas originarios campesinos tienen competencias específicas en el
desarrollo productivo, como fomentar la recuperación de saberes y tecnologías ancestrales,
promover la agricultura y ganadería, y adoptar políticas para la recuperación de cultivos y
alimentos tradicionales.

Artículo 93: Planificación

El nivel central del Estado tiene la competencia privativa de conducir y regular el proceso
de planificación del desarrollo económico, social y cultural del país, incorporando las
previsiones de las entidades territoriales autónomas. Además, tiene la responsabilidad de
diseñar e implementar el Sistema de Planificación Integral del Estado mediante una ley
aprobada por la Asamblea Legislativa Plurinacional, incorporando a las entidades
territoriales autónomas y formulando y aplicando el Plan General de Desarrollo, el cual es
de cumplimiento obligatorio para todos los actores, entidades públicas y entidades
territoriales autónomas.

Los gobiernos departamentales autónomos tienen competencias exclusivas de diseñar y


establecer el plan de desarrollo económico y social del departamento, coordinar los
procesos de planificación de los municipios y las autonomías indígenas originario
campesinas de su jurisdicción, y promover el desarrollo productivo.

Los gobiernos municipales autónomos tienen competencias exclusivas de elaborar, aprobar


y ejecutar el Plan de Desarrollo Municipal, coordinar los procesos de planificación de los
municipios y las autonomías indígenas originario campesinas de su jurisdicción, y crear una
instancia de planificación participativa y garantizar su funcionamiento.

Los gobiernos indígenas originarios campesinos tienen competencias exclusivas de definir e


implementar sus propias formas de desarrollo económico, social, político, organizativo y
cultural, en sujeción a una ley especial, y participar en los procesos de planificación
coordinados por los gobiernos departamentales.

Artículo 94: Ordenamiento Territorial

El artículo 94 establece las competencias exclusivas en materia de ordenamiento territorial


para los diferentes niveles de gobierno en Bolivia: el nivel central del Estado, los gobiernos
departamentales autónomos, los gobiernos municipales autónomos y los gobiernos
indígenas originario campesinos autónomos.

El nivel central del Estado tiene la responsabilidad de diseñar la política nacional de


planificación y el Plan Nacional de Ordenamiento Territorial. Esto implica establecer
normas técnicas obligatorias y proporcionar directrices para la elaboración de planes de
ordenamiento territorial y uso del suelo a nivel departamental, municipal y de las
autonomías indígenas originarias campesinas. También debe coordinar las acciones entre el
nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas.

Los gobiernos departamentales autónomos son responsables de diseñar el Plan de


Ordenamiento Territorial Departamental en coordinación con los municipios y las
autonomías indígenas originarias campesinas. También tienen la tarea de diseñar y ejecutar
el Plan Departamental de Uso de Suelos en coordinación con los gobiernos municipales e
indígenas originarios campesinos.
Los gobiernos municipales autónomos tienen la competencia exclusiva de diseñar el Plan de
Ordenamiento Territorial Municipal en coordinación con el gobierno departamental y las
autonomías indígenas originarias campesinas. Además, son responsables de diseñar y
ejecutar el Plan de Uso de Suelos del municipio en coordinación con el gobierno
departamental y las autonomías indígenas originarias campesinas.

Por último, los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos tienen la


competencia exclusiva de diseñar y ejecutar el Plan de Uso de Suelos de la entidad
territorial indígena originario campesina en coordinación con los gobiernos departamentales
y municipales. También se encargan de planificar y regular la ocupación territorial en su
jurisdicción, incluyendo la redistribución poblacional de acuerdo con sus prácticas
culturales.

En resumen, el artículo 94 distribuye las responsabilidades y competencias en materia de


ordenamiento territorial entre los diferentes niveles de gobierno en Bolivia. Cada nivel tiene
funciones específicas para diseñar y ejecutar planes de ordenamiento territorial y uso del
suelo, con el objetivo de lograr una planificación integral y coordinada del territorio.
Además, se destaca la importancia de la coordinación entre los diferentes niveles de
gobierno y la participación de las autonomías indígenas originarias campesinas en este
proceso.

Artículo 95: Turismo

El artículo 95 establece las competencias exclusivas en materia de turismo para el nivel


central del Estado, los gobiernos departamentales autónomos, los gobiernos municipales
autónomos y los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos.

El nivel central del Estado tiene la responsabilidad de elaborar las políticas generales y el
régimen de turismo, así como implementar el Plan Nacional de Turismo en coordinación
con las entidades territoriales autónomas. También debe promover y fomentar los
emprendimientos turísticos de las comunidades indígenas originarias campesinas y
organizaciones de la sociedad civil, establecer sistemas de categorización y certificación de
prestadores de servicios turísticos, y desarrollar un sistema de información sobre la oferta
turística nacional.

Los gobiernos departamentales autónomos son responsables de diseñar e implementar el


Plan Departamental de Turismo en coordinación con las entidades territoriales autónomas.
También deben establecer políticas de turismo departamental, promover y proteger el
turismo comunitario, supervisar y controlar los servicios turísticos, y autorizar y supervisar
las operaciones de medios de transporte turístico en el departamento.

Los gobiernos municipales autónomos tienen la competencia exclusiva de diseñar e


implementar el Plan Municipal de Turismo, formular políticas de turismo local, realizar
inversiones en infraestructura pública para el turismo y supervisar y controlar los servicios
turísticos dentro de su.

Los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos tienen la responsabilidad de


formular y aprobar políticas de turismo sostenible, ejecutar programas y proyectos para
promover emprendimientos turísticos comunitarios, y diseñar, implementar y administrar
servicios de asistencia al turista en su. También se encargan de supervisar y fiscalizar la
operación de medios de transporte turístico.
En resumen, el artículo 95 establece las competencias y responsabilidades de los diferentes
niveles de gobierno en materia de turismo. Cada nivel tiene tareas específicas para formular
políticas, planificar, promover y regular el turismo, así como para garantizar la calidad de
los servicios turísticos y proteger los derechos de los usuarios. Se destaca la importancia de
promover el turismo comunitario y el desarrollo sostenible en este ámbito.

Artículo 96: Transportes

El artículo 96 establece las competencias exclusivas en materia de transportes para el nivel


central del Estado, los gobiernos departamentales autónomos, los gobiernos municipales
autónomos y los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos.

El nivel central del Estado tiene la responsabilidad de formular y aprobar políticas estatales
en transporte, planificar y regular la aviación civil, establecer criterios técnicos y estándares
mínimos para el transporte, y ejercer competencias sobre el transporte fluvial, lacustre y
marítimo de integración nacional e internacional . También debe participar en la
determinación de políticas internacionales de transporte.

Los gobiernos departamentales autónomos tienen la competencia exclusiva de aprobar


políticas departamentales de transporte, planificar y promover el desarrollo del transporte
interprovincial por carretera, ferrocarril, fluvial y otros medios, y regular el servicio y las
tarifas de transporte interprovincial e intermunicipal.

Los gobiernos municipales autónomos tienen la responsabilidad de planificar y desarrollar


el transporte urbano, implementar el registro de vehículos automotores, regular las tarifas de
transporte en su área de jurisdicción y supervisar el funcionamiento de los servicios de
transporte definidos como atribución municipal.

Los gobiernos indígenas originarios campesinos autónomos tienen la competencia exclusiva


de mantener y administrar caminos vecinales y comunales, construir caminos vecinales y
comunales en coordinación con otros niveles de gobierno, y supervisar y fiscalizar la
operación de medios de transporte en su territorio.

El artículo 97 establece que la distribución de competencias entre el nivel central del Estado
y las entidades territoriales autónomas en materia de energía y sus fuentes deben ser
reguladas por una ley sectorial del nivel central del Estado. Esta ley definirá la política,
planificación y régimen del sector energético en Bolivia.

El artículo menciona que esta distribución de competencias se basará en los mandatos


establecidos en los artículos 378, 298, 299, 300 de la Constitución Política del Estado. En
particular, se hace referencia a la competencia exclusiva de los gobiernos departamentales
autónomos en el numeral 6 y 16 del artículo 300, ya la competencia exclusiva de los
gobiernos municipales autónomos en el numeral 12 del artículo 302. Asimismo, se
menciona la competencia concurrente en el numeral 7 del artículo 299.

En resumen, el artículo 97 establece que la distribución de competencias en materia de


energía entre el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas debe ser
regulada por una ley sectorial. Esta ley definirá la política, planificación y régimen del
sector energético, tomando en cuenta las competencias exclusivas y concurrentes
establecidas en la Constitución.

Artículo 98: Seguridad Ciudadana


El artículo 98 establece que la competencia en seguridad ciudadana debe ser regulada por
una ley especial, considerando que el Estado es el garante de los derechos fundamentales y
la seguridad ciudadana es una función esencial contemplada en la Constitución Política del
Estado.

Se menciona que el ejercicio de la competencia concurrente en seguridad ciudadana por


parte de las entidades territoriales autónomas debe sujetarse a la ley especial emitida por el
nivel central del Estado. Esta ley se basa en la competencia concurrente establecida en el
numeral 13 del artículo 299 de la Constitución Política del Estado.

En resumen, el artículo 98 establece que la competencia en seguridad ciudadana debe ser


regulada por una ley especial. El ejercicio de esta competencia por parte de las entidades
territoriales autónomas está sujeto a dicha ley, emitida por el nivel central del Estado, de
acuerdo a la competencia concurrente establecida en la Constitución.

Artículo 99: Relaciones Internacionales

El artículo 99 establece que la distribución y ejercicio de la competencia compartida en


relaciones internacionales entre el nivel central del Estado y las entidades territoriales
autónomas deben ser reguladas por ley. Se menciona que las relaciones e intercambios
internacionales, así como la negociación, suscripción y ratificación de tratados
internacionales, responden a las multas del Estado en función de la unidad, soberanía e
intereses del pueblo.

El artículo hace referencia al numeral 5 del artículo 299 de la Constitución Política del
Estado, que establece la competencia compartida en relaciones internacionales. Esta
competencia debe ser regulada por una ley para definir la distribución y ejercicio de dicha
competencia entre el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas.

En resumen, el artículo 99 establece que la distribución y ejercicio de la competencia


compartida en relaciones internacionales entre el nivel central del Estado y las entidades
territoriales autónomas deben ser reguladas por ley. Se busca definir la forma en que se
llevarán a cabo las relaciones e intercambios internacionales y la negociación de tratados
internacionales, considerando las multas del Estado.

Artículo 100: Gestión de Riesgos y Atención de Desastres Naturales

El artículo 100 establece la distribución de competencias en materia de gestión de riesgos y


atención de desastres naturales. En primer lugar, el nivel central del Estado tiene
competencias exclusivas que incluyen la coordinación del Sistema Nacional de Reducción
de Riesgos y Atención de Desastres y Emergencias (SISRADE), establecer criterios y
parámetros para evaluar, monitorear y reportar los niveles de riesgo de desastre, generar e
integrar información sobre amenazas, definir políticas y articular sistemas de alerta
temprana, entre otras responsabilidades.

Los gobiernos departamentales autónomos tienen competencias exclusivas que incluyen


conformar y liderar comités departamentales de reducción de riesgo y atención de desastres,
definir políticas y proyectos de reducción de riesgos, realizar evaluaciones del riesgo,
establecer sistemas de alerta temprana a nivel departamental, entre otras.

Los gobiernos municipales autónomos tienen competencias exclusivas que incluyen ser
parte del Sistema Nacional de Reducción de Riesgos y Atención de Desastres y
Emergencias (SISRADE) a nivel municipal, conformar y liderar comités municipales de
reducción de riesgo y atención de desastres, aplicar la metodología de evaluación del riesgo,
gestionar y consolidar información municipal sobre riesgo y desastres, entre otras.

Los gobiernos de las autonomías indígenas originarias campesinas son parte del sistema
nacional de prevención y gestión de riesgos, desarrollando y desarrollando sus propios
sistemas de prevención y gestión de riesgos en el ámbito de su jurisdicción, basados en sus
conocimientos ancestrales sobre el hábitat.

En resumen, el artículo 100 establece la distribución de competencias en materia de gestión


de riesgos y atención de desastres naturales. Cada nivel de gobierno tiene competencias
exclusivas para coordinar, planificar y ejecutar acciones relacionadas con la reducción de
riesgos y la atención de desastres, en concordancia con los principios y sistemas
establecidos a nivel nacional.

2.6 Régimen económico financiero.


2.6 Régimen económico financiero.
1. Objeto y lineamientos.

El régimen económico financiero de las entidades territoriales autónomas en Bolivia tiene


como objetivo regular la provisión y administración de recursos en cumplimiento de lo
establecido en la Constitución Política del Estado. Este régimen establece lineamientos
generales que promueven la sostenibilidad financiera, la autonomía económica, la equidad,
la coordinación y la propuesta de recursos para abordar las desigualdades y la erradicación
de la pobreza. A través de este marco normativo, se busca fortalecer la capacidad de las
entidades territoriales autónomas para ejercer sus competencias y brindar servicios públicos
de calidad a la población.

Artículo 101: Objeto

Regular el régimen económico financiero en cumplimiento de lo establecido en la


Constitución Política del Estado, en el ámbito de aplicación de la presente Ley. El régimen
económico financiero regula la protección de recursos a las entidades territoriales
autónomas y las facultades para su administración, con el fin de ejercer y cumplir sus
competencias en concordancia con la Constitución Política del Estado, su Artículo 340 y las
disposiciones legales vigentes. Las entidades territoriales autónomas financiarán el ejercicio
de sus competencias con los recursos consignados en sus presupuestos institucionales, de
acuerdo con las disposiciones legales aplicables.

Artículo 102: Lineamientos Generales La administración de los recursos de las entidades


territoriales autónomas se llevará a cabo siguiendo los siguientes lineamientos:

1. Sostenibilidad financiera de la prestación de servicios públicos, garantizada por las


entidades territoriales autónomas, asegurando que su programación operativa y
estratégica plurianuales estén en consonancia con la disponibilidad efectiva de
recursos.
2. Autonomía económica financiera, permitiendo a las entidades territoriales
autónomas decidir sobre el uso de sus recursos y ejercer las facultades para generar
y ampliar los recursos económicos y financieros dentro de su jurisdicción y
competencias.
3. Equidad con solidaridad entre todas las autonomías, mediante la implementación
concertada de mecanismos que contribuyan a una distribución más equitativa de los
recursos disponibles para el financiamiento de sus competencias.
4. Coordinación constructiva y lealtad institucional entre las entidades territoriales
autónomas para la implementación de cualquier medida que tenga un impacto en los
recursos de otras entidades dentro de su jurisdicción.
5. Asignación de recursos suficientes para la eliminación de las desigualdades
sociales, de género y la erradicación de la pobreza.

El régimen económico financiero de las entidades territoriales autónomas en Bolivia


desempeña un papel fundamental en la gestión de recursos y el ejercicio de competencias a
nivel local. Los lineamientos establecidos buscan garantizar la sostenibilidad financiera de
los servicios públicos, la autonomía en la toma de decisiones económicas, la equidad en la
distribución de recursos, la coordinación entre entidades y la disposición de recursos para
abordar desigualdades y la erradicación de la pobreza. Al fortalecer el régimen económico
financiero, se fomenta el desarrollo local, se potencia la capacidad de las entidades
territoriales autónomas y se contribuye al bienestar de la población.

2. Recursos de las entidades territoriales autónomas.

Los recursos son fundamentales para que las entidades territoriales autónomas en Bolivia
puedan cumplir con sus responsabilidades y brindar servicios a la población. El artículo 103
establece que los recursos de estas entidades incluyen ingresos tributarios, no tributarios,
transferencias, donaciones, créditos y otros beneficios no monetarios. Estos recursos son
utilizados para ampliar la capacidad de las entidades territoriales autónomas y proporcionar
bienes y servicios a la población de su territorio. Además, el artículo 103 también destaca la
importancia de formular y ejecutar políticas y presupuestos con recursos propios para
abordar la pobreza, la exclusión social, la igualdad de género y el vivir bien.

Artículo 103: Este artículo establece los recursos de las entidades territoriales autónomas en
Bolivia. Se mencionan diversas fuentes de recursos, como ingresos tributarios, ingresos no
tributarios, transferencias del nivel central del Estado u otras entidades territoriales
autónomas, donaciones, créditos y otros beneficios no monetarios. Estos recursos son
fundamentales para que las entidades territoriales autónomas puedan cumplir con sus
responsabilidades y brindar bienes y servicios a la población en su territorio. Además, se
destaca la importancia de formular y ejecutar políticas y presupuestos con recursos propios
para abordar la pobreza, la exclusión social, la igualdad de género y el vivir bien en sus
distintas dimensiones.

Artículo 104: Este artículo se refiere específicamente a los recursos de las entidades
territoriales autónomas departamentales. Entre los recursos se encuentran las regalías
departamentales establecidas por la Constitución y las leyes vigentes, los impuestos de
carácter departamental, las tasas y contribuciones especiales, las patentes por la explotación
de recursos naturales, los ingresos por venta de bienes y servicios, los legados , donaciones
y otros ingresos similares, los créditos y empréstitos internos y externos, y las transferencias
por participación en la recaudación del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y del
Impuesto Especial a los Hidrocarburos y Derivados (IEHD). Estos recursos permiten a las
entidades departamentales financiar sus competencias y actividades en beneficio de la
población.

Artículo 105: En este artículo se detallan los recursos de las entidades territoriales
autónomas municipales. Entre los recursos se incluyen los impuestos creados de acuerdo a
la legislación básica, las tasas, patentes y contribuciones especiales, los ingresos por venta
de bienes y servicios, los legados, donaciones y otros ingresos similares, los créditos y
empréstitos internos y externos, las transferencias por coparticipación tributaria y el
Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), y las transferencias por delegación o
transferencia de competencias. Estos recursos son esenciales para que las entidades
municipales puedan cumplir con sus funciones y brindar servicios públicos a la comunidad
local.

Artículo 106: Se trata de los recursos de las entidades territoriales autónomas indígenas
originarias campesinas. Entre los recursos se encuentran los impuestos asignados a su
administración, las tasas, patentes y contribuciones especiales, los ingresos por venta de
bienes y servicios, los legados, donaciones y otros ingresos similares, los créditos y
empréstitos internos y externos, las transferencias de regalías departamentales por
explotación de recursos naturales, las transferencias por coparticipación tributaria e
Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), y las transferencias por delegación o
transferencia de competencias. Estos recursos permiten a las entidades indígenas originarias
campesinas llevar a cabo sus funciones y proyectos en su territorio, teniendo en cuenta su
cultura y conocimientos ancestrales.

Artículo 107: Este artículo se refiere a los recursos de las entidades territoriales autónomas
regionales. Los recursos incluyen las tasas y contribuciones especiales establecidas por ley,
los ingresos por venta de bienes y servicios, los legados, donaciones y otros ingresos
similares, las transferencias de regalías departamentales por explotación de recursos
naturales, los ingresos transferidos desde las entidades territoriales autónomas que las
componen, y las transferencias por delegación o transferencia de competencias. Estos
recursos son administrados por las entidades regionales y les permiten cumplir con sus
responsabilidades y proyectos en su ámbito territorial

Los recursos son elementos clave para el funcionamiento y desarrollo de las entidades
territoriales autónomas en Bolivia. El artículo 103 deja en claro que estas entidades cuentan
con una variedad de fuentes de recursos, que van desde ingresos tributarios hasta
transferencias y donaciones. Estos recursos son utilizados para fortalecer la capacidad de las
entidades territoriales autónomas y garantizar la prestación de servicios públicos a la
población. Es importante que estas entidades ejerzan una administración eficiente y
transparente de estos recursos, en cumplimiento de las disposiciones legales vigentes. De
esta manera, se promueve el desarrollo local, se abordan las desigualdades y se fomenta el
bienestar de la población en cada territorio autónomo.

3. Administración de recursos de las Entidades territoriales autónomas.

El régimen de administración de recursos de las entidades territoriales autónomas es un


aspecto fundamental para garantizar su funcionamiento y capacidad de brindar bienes y
servicios a la población. En este contexto, los artículos 108 y 109 de la normativa regulan
aspectos clave como la tesorería, el crédito público y el patrimonio de estas entidades. Estos
artículos establecen lineamientos y procedimientos para la gestión financiera y la asignación
de activos, asegurando así la sostenibilidad económica y financiera de las entidades
territoriales autónomas.

Artículo 108: Este artículo se centra en la tesorería y el crédito público de las entidades
territoriales autónomas. Estipula que estas entidades deben establecer y poner en
funcionamiento las tesorerías correspondientes de acuerdo con los principios, normas y
procedimientos emitidos por el ministerio responsable de las finanzas públicas. Las
autoridades ejecutivas, asambleas y concejos de las entidades territoriales autónomas
pueden solicitar expresamente al ministerio responsable de las finanzas públicas la apertura,
cierre y modificación de cuentas corrientes fiscales. Asimismo, se menciona que se puede
abrir una cuenta corriente fiscal específica para la administración de los gastos de
funcionamiento de la asamblea departamental o regional. Los Ejecutivos Seccionales,
Subgobernadores y Corregidores también pueden solicitar la apertura de una cuenta
corriente fiscal y su habilitación de firmas. En caso de que la solicitud no sea atendida en un
plazo determinado, la asamblea departamental puede realizar la solicitud directamente.
Además, se establecen requisitos y procedimientos para la contratación de endeudamiento
público interno o externo, incluida la justificación técnica y la autorización correspondiente.
Se prohíben los préstamos entre entidades territoriales autónomas, y se establece que el
repago de la deuda pública es responsabilidad exclusiva de las entidades territoriales
autónomas.

Artículo 109: Este artículo se refiere al patrimonio de las entidades territoriales autónomas.
Estipula que estas entidades son propietarias de los bienes muebles, inmuebles, derechos y
otros activos atribuidos en el marco del proceso de asignación competencial previsto en la
Constitución Política del Estado y la presente Ley. También se establece que las entidades
territoriales autónomas regionales administrarán los bienes que les sean asignados por los
gobiernos autónomos departamentales o municipales.

En resumen, el Artículo 108 se centra en la gestión de la tesorería y el crédito público de las


entidades territoriales autónomas, mientras que el Artículo 109 aborda la propiedad y
administración de los activos por parte de estas entidades. Estos artículos son importantes
para establecer los mecanismos de financiamiento y la gestión de los recursos en el marco
de la autonomía de las entidades territoriales.

4. Transferencias.

Las transferencias constituyen un mecanismo clave para el financiamiento de las


competencias y responsabilidades de las entidades territoriales autónomas. Los artículos
110, 111 y 112 de la normativa establecen disposiciones importantes en relación con las
transferencias entre el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas, la
distribución equitativa de recursos y el financiamiento de competencias concurrentes. Estos
artículos buscan asegurar una distribución justa de los recursos y promover la coordinación
entre las diferentes instancias gubernamentales.

Artículo 110: En este artículo se establece que las transferencias entre el nivel central del
Estado y las entidades territoriales autónomas son los recursos destinados al financiamiento
de competencias, obligaciones y responsabilidades. Además, se mencionan dos tipos de
transferencias: las transferencias entre las propias entidades territoriales autónomas y las
transferencias a organizaciones económico productivas y organizaciones territoriales. Se
enfatiza que el uso y destino de estos recursos debe ser autorizado mediante normas del
Órgano Legislativo de los gobiernos autónomos. Este artículo destaca la importancia de las
transferencias para el funcionamiento y desarrollo de las entidades territoriales autónomas.

Artículo 111: El artículo se centra en la distribución equitativa de los recursos provenientes


de la explotación de recursos naturales. Se enfatiza la necesidad de considerar las
necesidades diferenciadas de la población en las unidades territoriales para reducir las
desigualdades de acceso a los recursos productivos y las desigualdades regionales. También
se menciona la importancia de erradicar la pobreza y la exclusión social y económica en
todas sus dimensiones. Además, se insta a las entidades territoriales autónomas a establecer
mecanismos que garanticen la distribución equitativa de estos recursos a nivel
departamental.

Artículo 112: Este artículo aborda el financiamiento de competencias concurrentes entre el


nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas. Se menciona que el nivel
central y las entidades deben definir el financiamiento correspondiente a la transferencia o
delegación de competencias. Se destaca la importancia de establecer criterios para el costeo
de la competencia a ser transferida o delegada, así como el financiamiento correspondiente.
Además, se menciona la posibilidad de que las entidades territoriales autónomas celebren
acuerdos y convenios para la ejecución de programas y proyectos concurrentes, asegurando
la transferencia de los recursos comprometidos.

En general, estos artículos enfatizan la importancia de las transferencias para el


financiamiento de competencias y el desarrollo equitativo en las entidades territoriales
autónomas. Se busca promover la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades
regionales, asegurando que los recursos sean asignados de manera justa y eficiente.
También se hace hincapié en la coordinación entre el nivel central y las entidades
territoriales autónomas para garantizar el adecuado funcionamiento de programas y
proyectos concurrentes.

5. Gestión presupuestaria y responsabilidad fiscal.

En el capítulo V del marco normativo de las entidades territoriales autónomas, se aborda la


gestión presupuestaria y la responsabilidad fiscal. Estos aspectos son fundamentales para
garantizar una adecuada administración de los recursos públicos y asegurar la sostenibilidad
financiera de dichas entidades. A lo largo de los artículos analizados se detallan aspectos
como la administración pública, la elaboración y ejecución de los presupuestos, la
sostenibilidad fiscal y financiera, así como los mecanismos de control y la posibilidad de
débito automático en caso de incumplimientos.

Artículo 113: Este artículo establece que la administración pública de las entidades
territoriales autónomas debe regirse por las normas de gestión pública establecidas en la
Constitución Política del Estado y las disposiciones legales vigentes. Además, se menciona
que las entidades territoriales autónomas deben establecer su escala salarial y planilla
presupuestaria de acuerdo con los criterios y lineamientos de política salarial establecidos
por la ley. También se destaca la obligación de utilizar el sistema oficial de información
fiscal autorizado por el ministerio responsable de las finanzas públicas.

Artículo 114: En este artículo se aborda el presupuesto de las entidades territoriales


autónomas. Se menciona que los presupuestos se rigen por el Plan General de Desarrollo,
que incluye los planes de desarrollo de las entidades territoriales autónomas, así como por el
Presupuesto General del Estado. Se destaca que el proceso presupuestario está sujeto a
disposiciones legales, directrices y el clasificador presupuestario emitidos por el nivel
central del Estado. Se hace hincapié en la importancia de garantizar la sostenibilidad
financiera a mediano y largo plazo y se enfatiza la necesidad de una planificación integral y
articulada que incorpore mecanismos de participación y control social.

Artículo 115: Este artículo se centra en la sostenibilidad fiscal y financiera de las entidades
territoriales autónomas. Se establece que deben aprobar sus presupuestos según el principio
de equilibrio fiscal y sujetarse a los límites fiscales globales establecidos por el ministerio
responsable de las finanzas públicas. Se destaca la responsabilidad de las asambleas
legislativas de los gobiernos autónomos en fiscalizar el cumplimiento de los objetivos,
metas y resultados de gestión, así como el uso y destino de los recursos públicos. Además,
se menciona la posibilidad de establecer mecanismos de previsión de recursos para mitigar
las fluctuaciones de ingresos provenientes de la explotación de recursos naturales.

Artículo 116: En este artículo se autoriza el débito automático por parte del ministerio
responsable de las finanzas públicas en caso de incumplimiento de convenios y
obligaciones contraídas por las entidades territoriales autónomas, así como por daños
ocasionados al patrimonio estatal. Se establece que los convenios deben incluir las
condiciones y plazos para la realización del débito automático. El procedimiento para el
débito automático implica la fundamentación de la necesidad, un informe técnico y legal, y
la realización del débito en la cuenta bancaria del beneficiario para el cumplimiento de la
obligación contraída.

Estos artículos resaltan la importancia de la gestión presupuestaria y la responsabilidad


fiscal en las entidades territoriales autónomas. Se busca garantizar una administración
eficiente y transparente de los recursos públicos, establecer límites y equilibrios financieros,
y promover la participación y control social en la planificación y ejecución presupuestaria.
También se establecen medidas para el cumplimiento de obligaciones y la protección del
patrimonio estatal en caso de incumplimientos.

6. Fondo de desarrollo productivo solidario.

El Fondo de Desarrollo Productivo Solidario es una iniciativa establecida en el marco


normativo de las entidades territoriales autónomas con el objetivo de promover el desarrollo
productivo en todo el territorio nacional. Este fondo se implementa a través de una ley
específica de la Asamblea Legislativa Plurinacional y busca contribuir a una distribución
más equitativa de los beneficios generados por la explotación de los recursos naturales.

Los recursos para este fondo provienen de recaudaciones adicionales del Impuesto Directo a
los Hidrocarburos (IDH), que se generan cuando los precios de exportación de gas natural
superan los parámetros establecidos en la ley específica. Estos recursos adicionales se
destinarán al financiamiento de proyectos estratégicos que impulsen el desarrollo
productivo.

Artículo 117: Este artículo establece el objeto del Fondo de Desarrollo Productivo
Solidario, el cual tiene como propósito promover el desarrollo productivo en todo el
territorio nacional. El nivel central del Estado, en coordinación con las entidades
territoriales autónomas, será responsable de establecer este fondo a través de una ley
específica de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Artículo 118: En este artículo se determinan los recursos que se destinarán al Fondo de
Desarrollo Productivo Solidario. Estos recursos provendrán de recaudaciones adicionales
del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), generadas cuando los precios de
exportación de gas natural superen los parámetros establecidos en la ley específica.

Artículo 119: Se establecen los tres mecanismos de implementación del Fondo de


Desarrollo Productivo Solidario. El mecanismo solidario tiene como objetivo financiar a los
gobiernos autónomos departamentales menos favorecidos en la distribución de recursos
económicos, siguiendo criterios de equidad en la asignación de recursos. El mecanismo de
reserva y estabilización acumula recursos en gestiones fiscales con recaudaciones
adicionales para reducir la variabilidad de los ingresos y financiar gastos prioritarios en
gestiones con recaudaciones fiscales reducidas. Por último, el mecanismo de fomento al
desarrollo productivo busca impulsar el desarrollo económico productivo en todos los
departamentos, priorizando aquellos con menor grado de desarrollo económico y social.

En conclusión, el análisis de estos artículos muestra que el Fondo de Desarrollo Productivo


Solidario tiene como objetivo promover el desarrollo productivo y la equidad en la
distribución de los beneficios de la explotación de recursos naturales. Se establece su
financiamiento a través de recaudaciones adicionales del IDH y se implementa mediante
tres mecanismos que buscan financiar a los gobiernos autónomos menos favorecidos,
estabilizar los ingresos fiscales y promover el desarrollo productivo en todo el país. Este
fondo representa un instrumento importante para impulsar la economía y reducir las
desigualdades en el territorio nacional.

2.7 Coordinación entre el nivel central del estado y las entidades


territoriales autónomas.
2.7 Coordinación entre el nivel central del estado y las entidades territoriales
autónomas.
1. Coordinación.

El Título VII de la Ley de Autonomías y Descentralización aborda el tema de la


coordinación entre el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas. Este
aspecto es fundamental para el funcionamiento adecuado del Estado Plurinacional con
autonomías y garantiza la fluidez de la información y la colaboración en diversos ámbitos.
El artículo 120 establece la obligación de coordinación y la importancia de mantener un
flujo constante de información, mientras que el artículo 121 describe los mecanismos e
instrumentos mínimos de coordinación.

Artículo 120: Este artículo establece la coordinación como una obligación fundamental
entre el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas. La coordinación se
basa en el flujo constante y adecuado de información en los ámbitos político, técnico,
programático, económico y financiero. Se establece que esta coordinación se llevará a cabo
a través de la institucionalidad y normativa establecida en la ley, así como a través de
acuerdos y convenios que puedan ser establecidos entre las partes.

Artículo 121: Se especifican los mecanismos e instrumentos mínimos de coordinación entre


el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas. Estos mecanismos e
instrumentos son los siguientes: 1) Consejo Nacional de Autonomías para la coordinación
política, 2) Servicio Estatal de Autonomías como entidad encargada de la coordinación
técnica y el fortalecimiento de la gestión autonómica, 3) Sistema de Planificación Integral
del Estado como instrumento para la coordinación programática, económica y social, 4)
Consejos de Coordinación Sectorial, 5) normas e instrumentos técnicos para la coordinación
financiera basados en lo establecido en la presente ley, y 6) acuerdos y convenios
intergubernativos entre las entidades territoriales autónomas.

En conclusión, estos artículos establecen la importancia de la coordinación entre el nivel


central del Estado y las entidades territoriales autónomas como una obligación fundamental.
Se determinan los mecanismos e instrumentos de coordinación en diferentes ámbitos para
asegurar un funcionamiento adecuado del Estado Plurinacional con autonomías. Esta
coordinación busca garantizar el flujo de información y promover la colaboración entre las
partes, tanto a través de la institucionalidad y normativa establecida, como mediante
acuerdos y convenios que puedan ser establecidos.

2. Consejo nacional de autonomías.

El Consejo Nacional de Autonomías es una instancia fundamental en el marco del gobierno


plurinacional de Bolivia, que tiene como objetivo principal promover la coordinación y
concertación entre el nivel central del Estado y las entidades territoriales autónomas. En
este análisis, examinaremos su composición, funcionamiento y las competencias que le son
atribuidas.

El Consejo Nacional de Autonomías desempeña un papel crucial en la coordinación y


consulta entre el gobierno plurinacional y las entidades territoriales autónomas en Bolivia.
Su composición, con representantes del nivel central del Estado, las gobernaciones, las
asociaciones municipales y las autonomías indígena originarias campesinas, garantiza la
participación de diversos actores en la toma de decisiones. El Consejo se reúne
regularmente y sus acuerdos, adoptados por consenso, se convierten en convenios
intergubernativos vinculantes para las partes.

Artículo 122: El artículo establece la creación del Consejo Nacional de Autonomías como
una instancia consultiva y permanente de coordinación entre el gobierno plurinacional y las
entidades territoriales autónomas en Bolivia. Su propósito es facilitar la coordinación,
consulta, deliberación, proposición y concertación en temas relacionados con la autonomía.
El Consejo se convierte en un espacio de diálogo y toma de decisiones para garantizar una
adecuada relación entre el nivel central del Estado y las entidades autónomas.

Artículo 123: Este artículo detalla la composición del Consejo Nacional de Autonomías.
Los miembros incluyen a la Presidenta o Presidente del Estado Plurinacional, tres Ministras
o Ministros del Órgano Ejecutivo Plurinacional (Ministra o Ministro de la Presidencia, de
Planificación del Desarrollo y de Autonomía), las Gobernadoras o Gobernadores de los
nueve departamentos, representantes de la Federación de Asociaciones Municipales de
Bolivia, representantes de las autonomías indígena originaria campesinas y un representante
de las autonomías regionales. Esta composición diversa busca garantizar la participación de
diferentes niveles y actores en la toma de decisiones.

Artículo 124: El artículo se refiere al funcionamiento del Consejo Nacional de Autonomías.


Establece que el Consejo se reunirá ordinariamente dos veces al año, convocado por su
Presidenta o Presidente, y extraordinariamente cuando sea necesario, a solicitud de un tercio
de sus miembros. Los acuerdos tomados en el Consejo deben ser consensuados y, en caso
necesario, se traducirán en convenios intergubernativos que serán vinculantes para las
partes. El Consejo cuenta con una Secretaría Técnica a cargo del Ministerio de Autonomía,
que brinda apoyo administrativo, logístico y técnico. Las disposiciones adicionales sobre el
funcionamiento del Consejo se establecerán en un reglamento interno aprobado por el
propio Consejo.

En general, estos artículos establecen las bases para la creación y funcionamiento del
Consejo Nacional de Autonomías, asegurando la participación de diferentes actores y
niveles de gobierno en la coordinación y toma de decisiones. El Consejo se convierte en un
espacio clave para promover la concertación y la coordinación entre el nivel central del
Estado y las entidades territoriales autónomas, contribuyendo así al fortalecimiento del
sistema de autonomías en Bolivia.

3. Servicio estatal de autonomías.

El Consejo Nacional de Autonomías se configura como una instancia consultiva y


permanente de coordinación, compuesta por representantes del gobierno central,
gobernadores, asociaciones municipales, autonomías indígena originaria campesinas y
autonomías regionales. Su función principal es la concertación y proposición de políticas
relacionadas con las autonomías.

Por su parte, el Servicio Estatal de Autonomías es creado como una entidad pública
descentralizada, con autonomía técnica, administrativa y presupuestaria. Su misión es
brindar apoyo técnico, asistencia y consultoría a las entidades territoriales autónomas y al
nivel central en la implementación y desarrollo del régimen de autonomías.

Ambas instancias tienen atribuciones específicas en términos de competencias, economía


financiera, normativa e información. Se destacan sus roles en la conciliación de
competencias, la distribución de recursos, el análisis normativo y la generación de
información oficial relacionada con las autonomías.

En el artículo 125 establece la creación del Servicio Estatal de Autonomías como una
entidad pública descentralizada, bajo la supervisión del Ministerio de Autonomía. El
Servicio tiene personalidad jurídica de derecho público y goza de autonomía en su gestión
técnica, administrativa y presupuestaria. Su objetivo principal es brindar consultoría, apoyo
y asistencia técnica a las entidades territoriales autónomas y al nivel central del Estado en la
implementación y desarrollo del régimen de autonomías en Bolivia.

Artículo 126: El Servicio Estatal de Autonomías se define como un organismo de consulta,


apoyo y asistencia técnica. Su labor consiste en proporcionar orientación técnica a las
entidades territoriales autónomas y al nivel central del Estado en el proceso de
implementación del régimen de autonomías establecido en la Constitución Política del
Estado.

Artículo 127: Se detalla la estructura del Servicio Estatal de Autonomías, que incluye una
Directora o Director Ejecutivo como máxima autoridad ejecutiva, nombrado/a a través de
un proceso de selección, y diversas direcciones, jefaturas y unidades técnico-operativas
establecidas mediante Decreto Supremo. La estructura organizativa del Servicio se
establecerá con el fin de garantizar su eficacia y capacidad de apoyo técnico.

Artículo 128: El artículo establece las condiciones de la máxima autoridad ejecutiva del
Servicio Estatal de Autonomías. Se establece que ejercerá sus funciones por un período de
seis años y podrá ser suspendida temporalmente si enfrenta acusaciones formales que
conlleven procesamiento penal o responsabilidad administrativa o civil. La destitución de la
autoridad se da en caso de sentencia ejecutoriada por delitos cometidos en el ejercicio de
sus funciones o por condena a pena privativa de libertad por delitos dolosos.

Artículo 129: El Servicio Estatal de Autonomías tiene diversas atribuciones, que abarcan
diferentes ámbitos. En el ámbito competencial, se encarga de promover la conciliación y
emitir informes técnicos sobre competencias entre el nivel central del Estado y las entidades
territoriales autónomas. En el ámbito económico financiero, propone mecanismos y
fórmulas de distribución de recursos, brinda asistencia técnica en transferencia
competencial y analiza situaciones que afecten el régimen económico financiero. En el
ámbito normativo, administra un registro de normas relacionadas con el régimen
autonómico y recomienda iniciativas de compatibilización legislativa. Además, en el ámbito
de la información, procesa y evalúa el desarrollo del proceso autonómico y proporciona
información pública oficial.

Estos artículos establecen el marco institucional del Servicio Estatal de Autonomías, su


objetivo, estructura, autoridad ejecutiva, atribuciones y ámbitos de trabajo. El Servicio se
configura como una entidad clave en la promoción y fortalecimiento del régimen de
autonomías en Bolivia, brindando asesoramiento técnico y apoyo a las entidades
territoriales autónomas y al nivel central del Estado en diversos aspectos relacionados con la
autonomía.

4. Planificación.

El Sistema de Planificación Integral del Estado es una herramienta fundamental en Bolivia


para promover el desarrollo equitativo y sostenible. A través de normas, procesos y
mecanismos, este sistema busca recopilar propuestas de diversos actores y garantizar la
participación de los gobiernos autónomos en la planificación territorial. En este contexto,
los artículos 130 y 131 de la normativa establecen los fundamentos y responsabilidades de
este sistema. En esta tarea, exploraremos en detalle estos artículos y su importancia en el
panorama de la planificación y desarrollo en Bolivia.

Artículo 130: El artículo establece que el Sistema de Planificación Integral del Estado en
Bolivia es un conjunto de normas, procesos y mecanismos mediante los cuales las entidades
del sector público recopilan propuestas de diversos actores para tomar decisiones que
promuevan el desarrollo equitativo y la igualdad de oportunidades. Este sistema estará
orientado por la concepción del "vivir bien" como objetivo supremo del Estado
Plurinacional.

Artículo 131: En este artículo se destaca que la planificación integral consolida la


planificación del desarrollo con la organización territorial, teniendo en cuenta la economía
plural, el uso del territorio y las estructuras organizativas del Estado. La planificación
territorial es responsabilidad de los gobiernos autónomos y debe estar coordinada con el
nivel central del Estado y la planificación sectorial. Se establece la obligación de
proporcionar información mutua entre el gobierno central y los gobiernos autónomos sobre
los planes, programas y proyectos, para una coordinación efectiva.

Los artículos 130 y 131 destacan la importancia de recopilar propuestas de diversos actores,
promover la participación de los gobiernos autónomos y coordinar la planificación
territorial con el nivel central del Estado. Este enfoque integral y participativo busca
asegurar que las políticas y proyectos de desarrollo sean inclusivos, respetando la diversidad
sociocultural y promoviendo el "vivir bien" como objetivo supremo del Estado
Plurinacional. El Sistema de Planificación Integral del Estado brinda un marco sólido para
la toma de decisiones informadas y estratégicas, así como para la cooperación entre los
diferentes niveles de gobierno, sentando las bases para un futuro próspero y sostenible en
Bolivia.

5. Consejos de coordinación sectorial.

Los Consejos de Coordinación Sectorial desempeñan un papel fundamental en la


coordinación de asuntos sectoriales entre el gobierno central y los gobiernos autónomos en
Bolivia. El artículo 132 de la normativa establece que estos consejos son instancias
consultivas, de proposición y concertación, y están compuestos por la Ministra o Ministro a
cargo del sector correspondiente y la autoridad competente del sector en los gobiernos
autónomos, cuando corresponda.

Además, se establece que los Consejos de Coordinación Sectorial son presididos por la
Ministra o Ministro del sector y se reúnen a convocatoria de esta autoridad o a solicitud de
cualquiera de sus miembros. El artículo establece la naturaleza y el propósito de los
Consejos de Coordinación Sectorial.

Estos consejos se crean con el objetivo de facilitar la coordinación y la toma de decisiones


entre el gobierno central y los gobiernos autónomos en asuntos específicos de cada sector.
Su función principal es actuar como espacios de consulta, propuesta y concertación,
permitiendo la participación de ambas partes y asegurando una coordinación efectiva en
temas sectoriales. Esto implica que los consejos actúan como mecanismos de colaboración
entre el nivel central del Estado y los gobiernos autónomos para abordar y resolver los
desafíos sectoriales de manera conjunta.

En resumen, los Consejos de Coordinación Sectorial tienen como objetivo principal facilitar
la coordinación y la toma de decisiones entre el gobierno central y los gobiernos autónomos
en asuntos específicos de cada sector. Estas instancias permiten la participación de ambas
partes y promueven la concertación de propuestas y soluciones en beneficio del desarrollo
sectorial y del país en general. Al reunirse periódicamente, se busca garantizar una
comunicación fluida y una colaboración efectiva en la implementación de políticas y
proyectos sectoriales en Bolivia.

6. Acuerdos y obligaciones.

Capítulo VI de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, que aborda los aspectos


relacionados con los acuerdos y obligaciones en el marco de la autonomía territorial en
Bolivia. En este análisis, examinaremos los artículos 133, 134, 135, 136 y 137, los cuales
tratan sobre los acuerdos intergubernativos, los consejos de coordinación sectorial, la
obligatoriedad de publicación e información, el cumplimiento de obligaciones y la
fiscalización y control gubernamental.

Artículo 133: Este artículo establece que los acuerdos intergubernativos entre entidades
territoriales autónomas y el nivel central del Estado son vinculantes una vez ratificados por
sus respectivos órganos deliberativos. Además, prohíbe la federación de gobiernos
autónomos departamentales que tomen decisiones políticas colegiadas y vinculantes, y
establece sanciones por incumplimiento.

Artículo 134: En este artículo se establece que los gobiernos autónomos de territorios
indígena originarios campesinos asumirán las competencias municipales de acuerdo a su
proceso de desarrollo institucional, y podrán contar con un consejo de coordinación
intergubernativo. El consejo estará conformado por el Servicio Estatal de Autonomías, los
gobiernos autónomos municipales y el gobierno autónomo del territorio indígena originario
campesino, y se encargará de coordinar y establecer acuerdos intergubernativos.

Artículo 135: Este artículo establece la obligatoriedad de publicación e información por


parte de las entidades territoriales autónomas. Se requiere la creación de una gaceta oficial
de publicaciones de normas, y se establece la obligación de presentar información requerida
por distintas instituciones y órganos del Estado. Asimismo, las autoridades de los gobiernos
autónomos deben presentarse personalmente para brindar información y respuestas a la
Asamblea Legislativa Plurinacional.

Artículo 136: El artículo establece que todas las entidades territoriales autónomas deben
cumplir las obligaciones establecidas por la Constitución Política del Estado y las leyes, y
que es su responsabilidad velar por la unidad e integridad del Estado Plurinacional. El
incumplimiento de estas obligaciones conlleva sanciones de acuerdo con la Constitución y
las leyes.

Artículo 137: En este artículo se menciona que la fiscalización a los órganos ejecutivos de
los gobiernos autónomos es ejercida por los órganos deliberativos de cada entidad
territorial. Se establece que los procedimientos, actos, informes y resultados de la
fiscalización deben ser abiertos, transparentes y públicos. El control gubernamental es
ejercido por la Contraloría General del Estado y otros mecanismos institucionales
establecidos por la ley. Los estatutos o cartas orgánicas pueden establecer mecanismos
adicionales de control y fiscalización, siempre dentro del marco legal. Ninguna norma de
los gobiernos autónomos puede impedir el ejercicio de la fiscalización y el control
gubernamental establecidos en este artículo.

A través de los artículos analizados, se destaca la importancia de establecer acuerdos


intergubernativos entre entidades territoriales autónomas y el nivel central del Estado, con
el fin de promover el desarrollo coordinado y la implementación conjunta de programas y
proyectos. Además, se subraya la relevancia de la transparencia y la obligatoriedad de la
publicación de normas, así como de proporcionar información requerida por diferentes
instituciones del Estado.

Asimismo, se resalta la responsabilidad de las entidades territoriales autónomas de cumplir


con las obligaciones establecidas y velar por la unidad e integridad del Estado
Plurinacional. Finalmente, se enfatiza la importancia de la fiscalización y el control
gubernamental, tanto a nivel interno como a través de la Contraloría General del Estado,
para garantizar la rendición de cuentas y la transparencia en el ejercicio de las competencias
autonómicas. En conjunto, estos elementos contribuyen al fortalecimiento de la autonomía
territorial y al cumplimiento de los principios establecidos en la Constitución Política del
Estado.

2.8. Marco general de la participación y control social en las


entidades territoriales autónomas
2.8. Marco general de la participación y control social en las entidades
territoriales autónomas

1. Participación social

El Capítulo I del Marco General de la Participación y Control Social en las Entidades


Territoriales Autónomas se centra en la participación social como un elemento fundamental
en la gestión pública. Los artículos 138, 139, 140 y 141 establecen los principios y
mecanismos necesarios para garantizar la participación ciudadana, la transparencia y la
rendición de cuentas en los gobiernos autónomos.
El Marco General de la Participación y Control Social en las Entidades Territoriales
Autónomas establece los lineamientos fundamentales para promover la participación
ciudadana y garantizar la transparencia en la gestión pública. A través de una serie de
artículos, se enfatiza la importancia de la participación social, la rendición de cuentas y la
transparencia en los gobiernos autónomos. Estos principios buscan fortalecer la democracia
y fomentar una mayor interacción entre las autoridades y la sociedad civil en la toma de
decisiones.

Por ende, en el artículo 138 establece que la normativa de los gobiernos autónomos debe
asegurar la participación y el control social sin discriminación, abarcando aspectos como la
elaboración de políticas públicas, la planificación, el seguimiento y la evaluación.

El artículo 139 destaca la importancia de la gestión participativa, asegurando la existencia


de espacios de participación ciudadana en la planificación, seguimiento, evaluación y
control social de las políticas públicas. Además, se mencionan aspectos como la
participación directa, la iniciativa legislativa ciudadana, el referendo y la consulta previa.

La transparencia es abordada en el artículo 140, donde se establece la obligación de los


gobiernos autónomos de publicar de manera regular y accesible información relacionada
con sus planes, programas, proyectos, contrataciones y ejecución financiera. Asimismo, se
resalta la importancia de responder a los requerimientos de información y garantizar el
acceso efectivo a la misma.

Finalmente, el artículo 141 enfatiza la rendición de cuentas de las máximas autoridades


ejecutivas de los gobiernos autónomos. Se establece la obligación de realizar rendiciones
públicas de cuentas al menos dos veces al año, cubriendo todas las áreas de responsabilidad
del gobierno autónomo. Se destaca la necesidad de difundir previamente el informe por
escrito y garantizar la participación de la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad
civil en estos actos.

En conjunto, estos artículos promueven la participación ciudadana activa, la transparencia


en la gestión pública y la rendición de cuentas como elementos fundamentales para
fortalecer la democracia y el control social en las entidades territoriales autónomas.

Además, destacan la necesidad de garantizar la participación ciudadana en la elaboración de


políticas públicas, la planificación y el control social. Destacando la importancia de la
transparencia en la gestión, la rendición de cuentas y el acceso a la información por parte de
la ciudadanía. Estos elementos son fundamentales para fortalecer la confianza en las
instituciones y promover una mayor responsabilidad por parte de las autoridades. En
conjunto, estos principios contribuyen a construir una sociedad más participativa, informada
y comprometida con el desarrollo de las entidades territoriales autónomas.

2. Control social

El control social y la participación ciudadana son elementos fundamentales en el


funcionamiento de las entidades territoriales autónomas. Estos mecanismos permiten a la
ciudadanía ejercer vigilancia y supervisión sobre la gestión pública, garantizando la
transparencia, la rendición de cuentas y la adecuada ejecución de proyectos y programas. En
el Capítulo II del marco general de la participación y control social, se establecen las
garantías y limitaciones para el ejercicio del control social, reconociendo la importancia de
la participación activa de la sociedad civil en la toma de decisiones y la construcción de un
gobierno más inclusivo y responsable.

Artículo 142: Este artículo establece que la normativa de los gobiernos autónomos debe
garantizar el ejercicio del control social por parte de la ciudadanía y sus organizaciones. Se
reconoce la importancia de que la sociedad civil pueda ejercer el control sobre la gestión
pública de acuerdo con lo establecido en la Constitución Política del Estado y la ley.

Artículo 143: En este artículo se establece que el control social no puede retrasar, impedir o
suspender la ejecución o continuidad de proyectos, programas, planes y actos
administrativos, a menos que se demuestre un evidente y potencial daño a los intereses y al
patrimonio del Estado, así como a los intereses o derechos colectivos establecidos en la
Constitución Política del Estado. Sin embargo, para determinar este potencial daño, se
requiere la intervención de una autoridad competente.

En resumen, el Capítulo II sobre Control Social enfatiza la importancia de garantizar el


ejercicio del control social por parte de la ciudadanía y sus organizaciones. Se reconoce el
derecho de la sociedad civil a supervisar y evaluar la gestión pública. Sin embargo, se
establece la necesidad de equilibrar este control con la continuidad de los proyectos y actos
administrativos, siempre y cuando no se afecten los intereses y derechos colectivos. Esto
resalta la importancia de una participación ciudadana activa y responsable en la supervisión
de la gestión pública, sin comprometer el desarrollo y el bienestar de la comunidad en
general.

2.9. Suspensión temporal y destitución de autoridades electas


departamentales, regionales y municipales
2.9. Suspensión temporal y destitución de autoridades electas
departamentales, regionales y municipales
1. Suspensión temporal.

El proceso de suspensión temporal y destitución de autoridades elegidas en entidades


territoriales autónomas es un tema de gran relevancia en el marco de la gobernabilidad y el
ejercicio de la justicia. El Capítulo I de este marco aborda específicamente la suspensión
temporal de las autoridades departamentales, regionales y municipales en casos en los que
se dicta una Acusación Formal en su contra. El procedimiento establecido para llevar a cabo
esta suspensión garantiza un trámite sumario y la designación de una autoridad interna
durante el período de enjuiciamiento. Además, se enfatiza la importancia de la restitución
inmediata de la autoridad suspendida si el juez determina su inocencia al concluir el juicio.
El artículo concluye destacando que la autoridad interina ejercerá sus funciones hasta que se
llegue a una resolución en el caso de la autoridad suspendida. Este marco establece un
mecanismo legal para garantizar la imparcialidad y la debida aplicación de la justicia en los
casos que involucran a las autoridades elegidas en las entidades territoriales autónomas.

Artículo 144: El artículo establece la posibilidad de la suspensión temporal de las


autoridades elegidas en entidades territoriales autónomas cuando se dicte en su contra una
Acusación Formal. Esta medida busca asegurar que las autoridades enfrenten un proceso
judicial sin ejercer su cargo, evitando posibles interferencias o influencias indebidas en el
proceso legal.
Artículo 145: El artículo detalla el procedimiento que se debe seguir para llevar a cabo la
suspensión temporal de una autoridad. Destaca que el órgano deliberativo correspondiente
de la entidad territorial autónoma debe comunicarse con el fiscal y, de manera sumaria,
tomar la decisión de suspender temporalmente a la autoridad acusada. Además, se establece
que durante la suspensión, se designará una autoridad interina que reemplazará
temporalmente a la autoridad suspendida.

En el artículo 146 se aborda la restitución de la autoridad suspendida en caso de que el juez


determine su inocencia al concluir el juicio. Se establece que en la misma sentencia en la
que se declara la inocencia, se debe disponer la restitución inmediata al cargo de la
autoridad suspendida. Además, se menciona la posibilidad de que las partes involucradas y
el Ministerio Público puedan hacer uso de los recursos legales correspondientes.

Artículo 147: El artículo señala que la autoridad interina, designada durante la suspensión
temporal, ejercerá sus funciones hasta que se concluya el juicio de la autoridad suspendida.
Esto asegura la continuidad de la gestión y el ejercicio de las funciones correspondientes
mientras se lleva a cabo el proceso legal.

En general, este conjunto de artículos establece un marco legal para la suspensión temporal
de autoridades elegidas en entidades territoriales autónomas en casos de Acusación Formal.
Se enfoca en garantizar un procedimiento sumario, la designación de autoridades interinas y
la restitución inmediata en caso de que se determine la inocencia. Estas medidas buscan
salvar la imparcialidad y la justicia en los procesos legales relacionados con las autoridades
elegidas.

2. Destitución.

Estos procesos son parte de un marco legal que establece las medidas a tomar en caso de
acusación formal y sentencia condenatoria ejecutoriada contra gobernadoras, gobernadores,
alcaldes, alcaldesas, asambleístas departamentales y regionales, y concejalas y concejales.
Las disposiciones detallan los procedimientos, la designación de autoridades interinas y las
consecuencias de las sentencias condenatorias. Este marco busca garantizar la
transparencia, la rendición de cuentas y la continuidad en el ejercicio de los cargos públicos,
manteniendo la estabilidad en las entidades territoriales autónomas.

Artículo 148: El artículo establece que, en caso de una sentencia condenatoria ejecutoriada,
la suspensión de la autoridad se mantendrá hasta que dicha sentencia adquiera ejecutoria.
En este punto, se produce la destitución de la autoridad enjuiciada, lo que implica la pérdida
definitiva de su cargo.

Artículo 149: En este artículo se aborda la titularidad y las consecuencias de la destitución


en diferentes escenarios. En el caso de gobernadoras, gobernadores, alcaldes y alcaldesas, si
la destitución ocurre antes de la mitad de su mandato, se deben convocar a nuevas
elecciones en un plazo máximo de ciento veinte (120) días. Sin embargo, si la sentencia
condenatoria ejecutoriada se dicta después de la mitad del mandato, la autoridad interna que
fue designada durante la suspensión adquiere la titularidad y completa el período restante.

En resumen, estos artículos fundamentan las consecuencias de una sentencia condenatoria


ejecutoriada, que resulta en la destitución de la autoridad enjuiciada. Además, se detallan
las acciones a seguir en términos de convocatoria a nuevas elecciones o la asunción de la
titularidad por parte de la autoridad interina, dependiendo del momento en que se produzca
la destitución. Esto asegura la continuidad y estabilidad en el ejercicio de los cargos
públicos y la representación en las entidades territoriales autónomas.

Lección 3.1: Aspectos generales del derecho municipal


Lección 3.1: Aspectos generales del derecho municipal
1.1. Etimología

1. Generalidades

En los albores del desarrollo de la sociedad humana, los hombres para asegurar su
supervivencia y satisfacer sus necesidades constituyen espontáneamente formas de
autogobierno local. La base fue la FAMILIA, núcleo primario de organización sobre las que
se asentaron otras formas de organización de carácter familiar, social, política y jurídico.

Para Luis Antonio Reyes, la 1ra. organización natural es la familia que llegó a conformar el
clan, cuando los clanes se asociaron nació la tribu y a la vez conformaron el imperio,
existiendo distintos grados de evolución para integrar la comunidad asentada en los estados,
tiene carácter local debido al carácter de solidaridad entre sus miembros y esto impone las
siguientes formas de organización (ejem: el municipio, el ayuntamiento, la comuna el
cabildo, el ayllu).

2. El municipio

Dermizaki: El municipio se remonta a la época primitiva, tiene su fundamento en la


sociología, en los núcleos familiares existen relaciones de vecindad, amistad, solidaridad
que persiguen fines y propósitos de beneficio colectivo. El municipio como fenómeno
social en el resultado de un desarrollo LA AUTARQUIA que responde a un carácter de
agrupamiento asociativo de hombres y familias.

El municipio es una sociedad política que no adquiere la calidad de soberano, por cuando se
encuentra sometida a la potestad suprema del poder estatal (soberanía estatal).

3. La comunidad y la sociedad

Recasen Sichen: la comunidad es un grupo de carácter originario constituido por sujeto,


unos por una solidaridad, la cual no son autores deliberados.

Ramiro Villarroel Claure: es un círculo de hombres que viven y habitan pacíficamente uno
al lado el otro, pero que no están unidos sino esencialmente separados.

1.1.1. El municipio según algunos tratadistas

4. El municipio según algunos tratadistas

Adolfo Posada: el municipio es como un núcleo social determinado o definido por las
necesidades de la vecindad.

Roberto Dromí: el municipio es como una comunidad local de ciudadanía, por tanto, una
célula política esencial de estructura orgánica de la administración general del estado a la
que se encomienda la administración y ejecución de obras y servicios públicos de interés
social.

Juan Ugarte Cortez: el municipio es una comunidad básica, republicana y democrática, que
es una comunidad autónoma e independiente.

Luis Antonio Reyes: el municipio es una célula básica de tejido institucional que facilitan y
concretan las expresiones locales, aglutinando a su comunidad en la satisfacción a sus
necesidades.

Néstor Osvaldo loza: el municipio es una persona jurídica de existencia necesaria, que
gozando de autonomía integral, constituyen un gobierno local para la defensa del vecino, y
el desarrollo humano a través de políticas públicas que mejoren la calidad de vida dentro de
los municipios; es de carácter natural y sustento sociológico reconocido por la constitución.

El municipio como hecho anterior al derecho

La construcción jurídica posterior del municipio nace en Roma, cuya característica fue el
reconocimiento de la Autonomía Municipal por parte del poder superior o central fué en
Roma donde el andamiaje jurídico se otorgó al municipio la categoría de realidad jurídica.

La característica es: la familia como institución social primigenia, la asociación de familia


(clan), reunión de clanes tribus, reunión de tribus por agregación como producto de un
proceso socio- histórico, el municipio tiene categoría jurídica y política, parte del estado.

En el municipio español similar al romano se agrega los ayuntamientos (reunión o juntas de


personas) que nace en la familia y concluye en el ayuntamiento.

5. Teorías sobre el origen del municipio

Si el estado antecedió, al municipio; o el municipio antecedió al estado; Si el municipio es


creación de la ley o una entidad natural anterior a la ley, o si el municipio es una entidad
autónoma o autárquica; existían varias teorías o escuelas.

 La escuela legalista, su máximo exponente es Hans kelsen, para quien el municipio


se halla subsumido dentro de la totalidad de orden jurídico estatal y que no existe
sino en virtud de una delegación estatal.

Horacio Rosatti y Rafael Bielsa también representa a esta escuela, finalmente Fernando
Albi concluye: “sin estado no puede existir municipio” ESTA ESCUELA EXCLUYE LO
SOCIAL E HISTORICO.

El municipio es el resultado de la creación de una normativa jurídica o de la voluntad de un


poder superior.

 La escuela y naturalista: Afirma que el municipio es anterior al estado según


Fernando Albi: “el municipio es una sociedad anterior al estado, que debe ser
reconocida por esta donde quiera que exista; fundamenta: "El municipio es una
sociedad natural anterior a la voluntad del estado y que los individuos reconocen al
estado con los individuos.
 El municipio en el contexto internacional: la organización iberoamericana de
cooperación intermunicipal con cede en España, el 22 de noviembre de 1990,
respecto a las autonomías municipales, dice: “Los municipios constituyen una
sociedad natural, formada por cuerpos vivos, anteriores a la voluntad del estado,
cuya existencia se reconoce en nuestros días como institución político-social, de
participación popular, democrática y autónoma”.

1.2. Elementos del municipio

1.2. Elementos del municipio

Los elementos constitutivos del municipio son tres: población, territorio y poder.

Población: se encuentra asentado en un territorio que comprende el municipio, está


conformado por los integrantes de la nación.

Territorio: es el escenario geográfico donde el aspecto poblacional o demográfico tiene su


realización y por consiguiente el poder local o gobierno municipal. C.P.E .art. 269.- está
dividido en unidades políticas de administración que comprende los departamento,
provincias y municipios y pueblos indígenas originarios y campesinos.

Poder: es la faculta y jurisdicción de mandar o gobernar y se encuentra constituido por


el conjunto de autoridades que conforman el gobierno del municipio en sus respectivas
funciones.

1. Clases de municipios: Néstor Osvaldo losa, como clasifica los municipios sobre la base
de la voluntad política local de la siguiente manera:

 El municipio - Ciudad. - cuya jurisdicción, y competencia comprenden el área


urbana, hasta donde llegan los servicios prestados por la municipalidad hasta
superar los límites de las mismas.
 El municipio - Partido. - comprende el área urbana y el área rural, se basa en la
conformación de delegaciones municipales a cargo de un delegado elegido por el
pueblo y que es propuesto por el intendente. (ver legislación argentina)
 Municipio - Distrito. - esta clase de municipio integra al municipio-ciudad y al
municipio-partido. La base de su organización constituye la comuna como comisión
vecinal, elegida por voto popular de sus pobladores.

Ver ley 1551 (ley de participación popular, art. 12 y 14) .

En cuanto a la igualdad jurídica de los municipios TODOS SON IGUALES ANTES LA


LEY. Ver C.P.E. Art 200, parágrafo I.

La ley fundamental de la nación no reconoce clases o tipos de municipios con menor o


superior jerarquía si no que consagra que TODOS LOS MUNIPIOS SON IGUALES POR
ANTE LA LEY .

2. El municipio y la municipalidad según nuestra legislación. - ver C.P.E. Art. 283 y


siguiente.

El municipio debe estar a cargo de los gobiernos municipales autónomos.


El municipio: la ley de municipalidades 2028 de 28 octubre de 1999 en su art. 3ero dice:
Municipio es una unidad territorial, política y administrativamente organizada en la
jurisdicción y con los habitantes de la sección de provincia. Base del ordenamiento
territorial del Estado Unitarios y Democrático Boliviano.

Ley Orgánica Municipal del 10 de enero de 1995 art.1ro. Se refiere: Municipio gobierno
local autónomo. La entidad de derecho público, con personalidad jurídica reconocida y de
patrimonio propio, represente al conjunto de vecinos asentados en una jurisdicción
territorial determinada, cuya finalidad es la satisfacción de las necesidades de la vida en
comunidad.

Ver Ley 2028 corregida: art 12 de la ley 1551: señale la jurídico territorial de los gobiernos
municipales en la sección de provincias estableciendo que habrá un solo Gobierno
Municipal en cada sección de provincia, así como en la Capital del Departamento y su
respectiva Sección de Provincia.

La municipalidad: Ley de Municipalidades art.3 párrafo III

ES LA ENTIDAD AUTÓNOMA DE DERECHO PÚBLICO CON PERSONALIDAD


JURÍDICA Y PATRIMONIO PROPIO QUE REPRESENTA INSTITUCIONALMENTE
AL MUNICIPIO.

Lugar donde se reúnen las autoridades municipales y se encuentran los funcionarios y


empleados.

1.3. Naturaleza del municipio

1.3. Naturaleza del municipio

1. La ciudad y su origen. - ciudad deriva del latín CIVITAS que quiere decir población
mayor que las villas.

Horacio D. Rosatti dice: conjunto de los ciudadanos de un estado o ciudad; la ciudad es


sinónimo de una urbe, metrópolis, capital o localidad.

La ciudad es una construcción artificial (no natural) producto de la experiencia del hombre.

Clases de ciudades: LA POLIS o ciudades–estado en GRECIA, civitas en roma, ciudades


militares en la edad media, ciudades libres y no libres y las comunas, hasta las formas más
diferentes y complejas de nuestra época. En la edad media en España la ciudad no tenía
señor y estaba regida por el rey quien tenía el privilegio de enviar a sus procuradores a las
cortes con la finalidad de negociar las tasas o avales a cambio de la otorgación de los
fueros.

La ciudad se denominaba VILLA sin importar su tamaño; por eso Madrid, es capital de
España a partir de 1561.

Concepto político de ciudad: son conglomerados urbanos con entidad de capitalidad y


mayor importancia en la región que asume los poderes del estado o nación. Ciudad
capitalina; por extensión, se aplica o se denomina a cualesquiera entidad administrativa con
alguna autonomía a nivel de municipio. PUEBLO es una jerarquía optativa.

2. Morfología de ciudades. - el crecimiento ampliado y complejo ha dado lugar a una


morfología ejemplo: la metrópolis y megalópolis.

La metrópolis. - metrópolis del griego METER quiere decir madre y polis significa ciudad.
Es aquella ciudad principal cuyo crecimiento tiene continuidad más allá de sus límites
exteriores, llegando hacia otras ciudades menores Conformando una sola mancha urbana
(conurbación).

Megalópolis. - mega =a millón y polis = ciudad; se refiere al número de la población, tiene


carácter demográfico, contiene una acentuada densidad poblacional e implica una
concentración de millones de pobladores. Tanto en la metrópolis como en la megalópolis, se
experimenta el crecimiento de la ciudad debido a la migración interna y externa que hacen
crecer los anillos o cinturones de barrios pobres, como los tugurios, suburbios, barriales o
como en Santa Cruz las zonas periféricas.

Problemas en los países dependientes o en vías de desarrollo, el crecimiento genera


problema de carácter urbano en los servicios básicos, infraestructura, uso adecuado del
suelo, etc.

 De carácter social: barrios pobres y marginales, falta de vivienda, desempleados,


subempleados, actividad informal, etc.
 De carácter medio ambiental: población, contaminación, ruidos molestos o
acústicos, etc.
 De carácter de seguridad pública – privada: el crecimiento de la delincuencia,
inseguridad ciudadana, prostitución, etc.

1.3.1. Origen de la ciudad

3. Origen de la ciudad para José Picó y para Erick Sanchis dicen: “hace aproximadamente
10.000 años, el hombre aprendió a cultivar y domesticar animales, dejó de ser recolector y
cazador y combinó estas actividades con la agricultura y el pastoreo para asegurar su
subsistencia permitiendo una mayor concentración de población y la aparición de los
primeros asentamientos humanos estables. Con la agricultura aumentó la población, cuya
asentación dió lugar al nacimiento de las ciudades”.

Mientras que Augusto Jordán Pando “ciudad es un hecho trascendental para la humanidad;
emerge de la situación que los hombres se asientan en la tierra y se coligen en tribus; es el
surgimiento de ALDEAS primero y de ciudades después, aparecen como producto de la
solidaridad, cooperación y las vecindades, constituyéndose el germen de la comunidad
política y de derecho como orden reglado”.

Definición

Según el diccionario de ciencias jurídicas sociales y económicas de Víctor De Santo,


CIUDAD ES LA CONCENTRACION IMPORTANTE DE POBLACION HUMANA,
EDIFICIOS Y CALLES y que aparte de su sentido histórico, su interés jurídico, radica en
su organización municipal que afecta a las ciudades, villas, aldeas y cualquier poblado.

4. Sociología urbana
Según la Dr. Rosa Gómez Redondo: la sociología urbana tiene por objeto el estudio de los
procesos sociales que se generan en la ciudad y su evolución, por tanto, bajo esta
denominación se agrupan los estudios sobre ciudad como medio físico y cultural en donde
se producen las relaciones sociales que aportan análisis y explicaciones de gran interés
sobre las sociedades contemporáneas.

El urbanismo, según la Real Academia Española define: Urbanismo es el conjunto de


conocimientos que se refieren al estudio de la creación, desarrollo reforma y progreso de los
poblados en orden de las necesidades materiales de la vida humana.

El urbanismo es una disciplina científica de un contenido amplio que abarca además la


ordenación integral del territorio mediante la planificación y proposición de modelos.

5. Derecho urbanístico (Argentina) según Roberto Dromi: La doctrina nacional no


reconoce la autonomía científica del llamado derecho urbanístico, aunque nace de la base de
una administración urbanística caracterizada por normas aisladas: conjunto de disposiciones
legales y administrativas aplicables en la creación de reformas y progreso de ciudades
conlleva al nacimiento del urbanismo. En Bolivia, no existe derecho Urbanístico como
materia de disciplina jurídica Independiente. No forma parte de derecho administrativo, ni
de Der. Municipal, siendo precario su estudio como rama del conocimiento jurídico.

La población destinataria de los servicios públicos municipales: como elemento esencial


del municipio se encuentra la población, la que existe dentro de una circunscripción
territorial. La población es la destinataria de los servicios públicos que deben ser provistos y
materializados por el gobierno municipal.

Necesidades básicas: el aprovisionamiento de los alimentos, control de higiene, seguridad


de la población, etc. Los planes y programas de desarrollo urbano en general tienen su
objetivo de satisfacer las necesidades de la comunidad.

6. Conformación del gobierno municipal: Se denomina soberanía a la suprema potestad


del poder del Estado que tiene la capacidad de someter y sobreponerse a cualquier otro
poder de las asociaciones humanas; la soberanía se constituye en un elemento de modo de
ser el poder estatal conjuntamente con el derecho. Según Fellineck citado por Augusto
Jordán Pardo.

El municipio expresión de la democracia local: Abrahán Lincoln: “la democracia es el


gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”.

Según Gonnen Wern Otto, derecho Municipal alemán “los municipios representan la
realización de la democracia a escala local, una república democrática es algo articulado
que se constituye de abajo hacia arriba.

Para Alexis de Tocqueville una nación puede establecer un sistema de gobierno libre, pero
si el espíritu de las instituciones, municipales, no pueden tener el espíritu de libertad; el
municipio es la escuela de la democracia.

7. La ciudad según nuestra legislación administrativa: Pablo Dermizaki en su obra


derecho administrativo menciona la ley del 16 de nov. 1910 mediante el cual se dispuso que
se designaran ciudades, la población con 10.000 o más habitantes que cuenten con escuela
primaria en la que se eduquen por los menos niños de ambos sexos. Este título se otorgará
previo un proceso administrativo. Por el que se justifican las condiciones preescritas
mediante informe del Prefecto del Departamento, del Concejo Municipal, de La Corte y El
Fiscal de Distrito.

1.4. Fuentes del Derecho Municipal

1.4. Fuentes del Derecho Municipal

1. El municipio romano

La palabra municipio viene de la voz latina munera = el tributo que debían pagar los aliados
del imperio romano; los aliados tenían la calidad de contribuyentes o tributarios del imperio
romano. Municeps = ciudadanos de un municipio.

Para Eusebio Gironda: El municipio como sociedad política distinta al estado surgió en
roma en el siglo V antes de nuestra era cristiana fue el fundamento y base del ESTADO y
cuyo origen se define como posesión de función o el poder de tomar las contribuciones
impuestas para los ciudadanos.

Recién en la época de Augusto cuando se extiende la ciudadanía a todos los hombres libres
los cargos públicos del municipio adquieran importanciay se desarrolla su propia
importancia y se desarrolla su propia identidad. En el derecho Romano los habitantes de
dichas ciudades no contaban con la capacidad de ejercer los habitantes de dichas ciudades
no contaban con la capacidad de ejercer los derechos políticos, los cuales estaban
reservados exclusivamente a los ciudadanos romanos, pero se debían respetar el derecho
civil de estos.

La autonomía en roma

El municipio romano tenía una autonomía de carácter administrativo local, que consistía en
la libre elección de sus autoridades por parte de la población. Sus autoridades tenían las
siguientes atribuciones: la seguridad ciudadana de la población, mediante la organización de
la policía y la administración de la justicia, la provisión de los alimentos, el cuidado de la
higiene en los alimentos, etc.

La lex julia municipalis del año 45 AC:

En roma surgen los funcionarios EDILES que atendían las necesidades de la ciudad y de la
población y aseguraban las provisiones de los alimentos. La palabra edil viene de la voz
latina del derecho Romano que significa edificio o construcción. Estos funcionarios
desempeñaban la tarea del cuidado, conservación de edificios y templos, circulación,
moralidad, servicios de incendio, guardia nocturna etc. El cargo lo desempeñaban los
miembros llamados “ediles, plebeyos” y a partir de año 367 a.c. estos cargos lo ocupaban
los patricios llamados ediles curales.

La ley Julia Municipalis dictada por Julio César (Cayo Julio) el año 45 A.C. Tuvo un
contenido y alcance para su aplicación sobre todas, las ciudades existentes en la península
de Italia y sobre las ciudades Colonias Romanas.

Mediante esta ley los municipios estaban constituidos por ciudades y debían estar
organizados en curias; estas tenían, la obligación de cumplir con los cargos de carácter
tributario, así el pueblo constituido en asamblea general podía elegir a los magistrados
(Dictador Pretor, Edil).

 La organización del municipio, se regía en virtud a dicha ley. Un cuerpo colegiado


de 4 funcionarios elegidos anualmente los cuales dos cumplían la función de
Pretores investidos de autoridad de poder judicial y los otros dos tenían facultad
para el ejercicio de policía edilicia, los cuales le dieron el carácter autónomo a la
administración y gobierno del Municipio Romano.
 Las ciudades conquistadas o aliadas mantuvieron el municipio; la autonomía en las
ciudades que consistía en la elección de autoridades por parte de sus habitantes
dando lugar a la institución del Municipio Romano.

Carácter urbano

El Municipio Romano se desarrolló en torno a la ciudad por lo que el carácter urbano fue
fundamental y no existen datos que puedan corroborar el carácter urbano rural o carácter
rural. El carácter político administrativo, se desarrolló fundamentalmente en las ciudades
concebida como centro de las actividades de la población y del asentamiento de las
autoridades públicas.

1.4.1. El municipio Español

2. El municipio Español

Antecedentes del municipio español

Antes que España fuera invadida y ocupada por los moros, ya existían formas de
organización de carácter local de sus antiguos pobladores, además ya se había conocido la
existencia de los alcaldes y de las “junta de hombres” (ayuntamiento), que estaba presidido
por un presidente o cabeza de cada ayuntamiento con la finalidad de atender y responder el
interés común.

Fernando Galviz en lengua vascongada sostiene que existe la palabra ALCALTÍA que
quiere decir “el que usa frecuentemente el poder”.

Juan Ugarte Cortés afirma que el municipio español tiene sus orígenes en el derecho
Romano y visigódico; de ser así no se negaría la importancia de las instituciones de carácter
municipal que los romanos respetaron al tener conocimiento de su existencia en España.

Hecho histórico.- En el año 1300, los reinos de España detienen la guerra contra los moros
en su propósito de reconquistar sus territorios, así crearon los instrumentos normativos para
su legislación, mediante los cuales se instituyen los FUEROS destinados al gobierno y la
administración de las villas o ciudades. El rey y el reino resolvían los conflictos mediante
pactos, las cortes de todos los reinos permanecen separados y se crean los concejos de rey,
los cuales recogen por escrito las decisiones en documentos que se conocen como
CONSTITUCION para obligar al rey a su cumplimiento.

 Reino Aragonés.- Dicho municipio era autónomo, frente al rey y los señores
feudales, gracias a sus fueros; el representante del rey era el veguer que tenía
funciones judiciales gubernativas y militar.
 La corona de castilla.- Crea algunas instituciones como la audiencia de 1371, el
concejo real de 1385 y la casa de cuentas y las cortes que representan al reino.
El concejo.- En el modelo municipal castellano el concejo era el lugar donde se podía
debatir y decidir. Alfonso XI creó la figura de los corregidores como representante del
poder real en los municipios.

La ley del fuero de leon.- Durante el reinado de Alfonso V en el año 1121 se otorgó el
fuero de león, mediante el cual uno o dos individuos de la corporación (miembros
deliberantes) con el titulo de alcalde podían ejercer funciones investidas de autoridad
jurisdiccional en materia civil y criminal; podían conocer causa civiles y por consiguiente
administrar justicia.

Esta ley se refiere a la existencia de concejo municipal y a la vigencia de los alcaldes, el


concejo estaba compuesto por varias personas, formaban una corporación (cuerpo
deliberante), de entre los cuales se podía elegir al alcalde estos podían administrar Justicia
civil y criminal en virtud de dicha ley. El concejo municipal o cuerpo deliberante se
constituye como la autoridad superior respecto a los alcaldes. Los ayuntamientos fueron
fundamentos que sirvieron posteriormente para constituir los cabildos como en las colonias
americanas.

Clases de alcaldes.- Según Fernando Galviz en España, existieron una diversidad de


alcaldes como ser: los ordinarios, los mayores, los pedáneos, de la casa y de corte de
cuarteles, de la cuadra, de la mesta de barrio, de la hermandad, de obras y bosques; por su
importancia citamos los tres primeros.

 Los alcaldes ordinarios eran elegidos por los vecinos y tenían la jurisdicción y
competencia de administrar justicia en materia civil y criminal.
 Los alcaldes mayores eran elegidos por los corregidores o gobernadores políticos y
militares y tenían jurisdicción y competencia de administrar justicia en materia civil
y militar, estaban investidos de funciones de carácter económico y administrativo.
 Los alcaldes pedáneos recibían esta denominación desde roma y podían
administrar justicia en forma limitada es decir en las causas civiles cuya cuantía no
debía exceder a los 600 maravedos (antigua moneda española de bajo valor).

Ordenamiento de alcalá.- durante el reinado de Alfonso XI, las cortes de Alcalá de 1348
promulgaron un cuerpo jurídico que posteriormente se denominó ordenamiento de Alcalá,
mediante el cual se hace referencia a la existencia de los alcaldes y de los corregidores,
como dice Manuel Ortiz de Zúñiga, citado por Fernando Galviz, hacen suponer que estas
autoridades tenían vigencia con mucha anterioridad y que podían presidir los ayuntamientos
o municipios invertidos con facultades y desempeño de funciones económicos y
administrativos y ordinarios.

Gobernaron dentro de la estructura administrativa de las colonias en América. Este cuerpo


legal es la evolución del derecho español, fue un instrumento esencial para el derecho
Romano y canónico tal y como habían sido elaborado por juristas italianos y franceses.

El ayuntamiento.- la denominación ayuntamiento tiene origen en la reunión de junte de


varias personas de una población local, constituida como forma de gobierno también local;
el ayuntamiento como forma municipal es originaria de España; la palabra significa:
AYUNTAR O JUNTAR A LAS PERSONAS, también se puede comprender como el lugar
donde funciona la MUNICIPALIDAD O SE ENCUENTRA LA CASA CONSISTORIAL
MUNICIPAL.

1.5. Municipio – Municipalidad y Gobierno Municipal


1.5. Municipio – Municipalidad y Gobierno Municipal

Municipio.- Es la unidad territorial, político y administrativamente organizada en la


jurisdicción y con los habitantes de la sección de provincia, base del ordenamiento
territorial del estado unitario y democrático Boliviano, según el Art. 03 apartado 1 de la Ley
de Municipalidades (Abrogadada). El Municipio es una unidad político-administrativa que
comprende a la sección de provincia como una división o delimitación dentro de la
organización administrativa territorial del Estado

Ver y analizar Capítulo Cuarto Autonomía Municipal del Art. 283-284 de la C.P.E.

Municipalidad.- Quiere decir institución de derecho público que representa al municipio


institucionalmente, el municipio forma parte del Estado y contribuye a la realización de sus
fines. Institución del derecho Público que representa al municipio o se designa al lugar
donde se encuentra la sede administrativa municipal, el palacio con su historial, donde están
los servidores públicos o empleados municipales

Gobierno municipal.- Ver Capítulo Quinto Órganos Ejecutivos de los Gobiernos


Autónomos Art. 285 - 286 - 287 de la C.P.E. Concordante con el Art. 16 (Atribuciones del
Concejo Municipal del Numeral 1 al 35 de la ley 482 del 09 de Enero del 2014 (Ley de
Gobiernos Autónomos Municipales)

 Estructura organizativa.- Ver capitulo IV Órgano Ejecutivo Municipal Art. 24, 25,
26 ,27, 28 y 29 de la Ley 482 del 09 de Enero del 2014 (Ley de Gobiernos
Autónomos Municipales)
 Bienes de Dominio Municipal.- Ver Capitulo V Bienes de Dominio Municipal Art.
30, 31, 32, 33, 34 y 35 de la Ley 482 del 09 de Enero del 2014 (Ley de Gobiernos
Autónomos Municipales)
 Ver Capitulo VI Valores Financiero y deuda Municipal Art. 36 y 37 de la Ley 482
del 09 de Enero del 2014 (Ley de Gobiernos Autónomos Municipales)
 Participación y control Social Ver capitulo VII Art. 38 y 39 de la Ley 482 del 09 de
Enero del 2014 (Ley de Gobiernos Autónomos Municipales)

1.6. La autonomía municipal

1.6. La autonomía municipal

La palabra autonomía significa gobernarse a sí mismo o ejercer el autogobierno:

 Victor de Santo: potestad que dentro del estado pueden gozar municipios,
provincias, regiones u otras entidades de él, para seguir intereses particulares de su
vida interior, mediante normas y órganos de gobierno propios.
 Trentín: “es una prerrogativa propia de las colectividades públicas menores
(provincias, Lander, países, cantones, estados particulares y municipios). Para
concurrir dentro de la organización estadual al ejercicio de la soberanía”.

Es la cualidad, concedida por el estado a ciertas corporaciones, para darse su propio estatuto
de gobierno y administración, dentro de los parámetros permitidos por la CPE, según
Augusto Jordán Quiroga “es una autonomía bajo la tutela del estado”.

Autonomía municipal
Es gobernarse a sí mismo y autogobernarse con plenas facultades de autonormatividad,
pudiendo elegir libremente a sus propias autoridades, libre de cualquier dependencia,
control o tutela de otros órganos que responden a un poder superior.

Raíces históricas de la autonomía local: el español Luciano Parejo Alfonso sostiene que
las raíces son 4:

1. La teoría Pouvoir municipal formulada Henrion Pansey tiene sus bases en el


municipio medieval y lo ubica en el cuarto poder enunciado por Monstesquiu (poder
legislativo, ejecutivo, judicial).
2. La doctrina germánica, formulada por Reilchs Freiherr, Karl Von Und Zum Stein,
formula una técnica de articulación de abajo hacia arriba de la representación del
pueblo como una forma de participación del pueblo. Como forma de participación.
3. Doctrina de la descentralización: formulada por el jurista Hauriov a fines del siglo
xx y que consiste para corregir los excesos centralizadores de la construcción
napoleónica.
4. El gobierno local pierde toda colaboración de sistema contrapuesto al estado,
consistiendo en una instancia intermedia entre este y la sociedad para el
autogobierno responsable de la misma en tareas estatales y dentro de los límites de
las leyes estatales “la autonomía es el resultado de un proceso histórico diferenciado
de los pueblos que expresaban una forma de autodeterminación de los pueblos sobre
el autogobierno y la autoadministración estamentalmente manifestados.

Concepciones principales sobre la autonomía municipal

Según el tratadista Roberto Dromi: ubica el municipio como entidad política con poder
originario con la misión asignada del gobierno local ubicándose en una estructura de nivel
estatal con la finalidad de proveer condiciones y necesidades para el logro común. El
municipio es una entidad natural producto de un proceso histórico de la organización de la
comunidad política como requerimiento base de conformidad cívica y equipamiento
institucional mínimo destinatario del estado en su nivel más próximo al individuo.

Otras concepciones sobre la autonomía municipal

La teoría realista de Rodolfo Gneist: para este autor, autonomía viene a ser un sistema de
constitución de los cuerpos locales, por medio del cual la administración d estos últimos se
conducen a través de funcionarios honorarios. La autonomía equivaldría a una participación
jurídica de los ciudadanos del estado a favor de dichos cuerpos locales.

La autarquía es una facultad que se concede a las personas jurídicas para administrarse a sí
mismos; esto es, para obrar libremente en la obtención de sus fines propios; se trata de una
actividad paralela a la del estado.

Autonomía o autarquía

Autonomía significa auto legislarse y autarquía administrase a sí mismo baja la tuición de


un órgano de administración pública jerárquica.

1.7. Concejo municipal como órgano legislativo, deliberativo y fiscalizador


1.7. Concejo municipal como órgano legislativo, deliberativo y fiscalizador

1.- ESTRUCTURA ORGANIZATIVA: En los Gobiernos Autónomos Municipales dónde


se efectúe la separación administrativa de órganos, se establecerá una estructura
organizativa del Órgano Legislativo, conforme a su reglamente general (ver y analizar Art.
15 Ley 482).

2.-ATRIBUCIONES DEL CONCEJO MUNICIPAL: El concejo Municipal tiene las


siguientes atribuciones:

I. Elaborar y aprobar el Reglamento General del Concejo Municipal, por 2/3 de votos
del total de sus miembros.
II. Organizar su directiva conforme a su reglamento general, respetando los principios
de equidad e igualdad entre mujeres y hombres.
III. Conformar y designar a la comisión de ética en la primera sesión ordinaria. Esta
comisión ejercerá autoridad en el marco de las atribuciones y funciones aprobadas
expresamente por el Concejo Municipal.
IV. En el ámbito de sus facultades y competencias, dictar leyes municipales y
resoluciones, interpretarlas derogarlas, abrogarlas y modificarlas.
V. Elaborar, aprobar y ejecutar su programa operativo anual (POA). Presupuesto y sus
reformulados.
VI. Designar a la máxima autoridad ejecutiva del Concejo Municipal, quien atenderá
todo lo relativo al sistema administrativo y financiero, de conformidad a lo
dispuesto en el reglamento general del Concejo Municipal.
VII. Aprobar o ratificar convenios, de acuerdo a ley municipal.
VIII. Aprobar contratos de acuerdo a ley municipal.
IX. Aprobar contratos de arrendamiento y comodato, de acuerdo a ley municipal.
X. Aprobar en 30 días calendario, el plan de desarrollo municipal a propuesta del
Órgano Ejecutivo Municipal, de acuerdo a lineamientos del Órgano Rector.
XI. Aprobar la delimitación de áreas urbanas propuesta por el Órgano Ejecutivo
Municipal en concordancia con la normativa vigente.
XII. Aprobar el plan de ordenamiento territorial municipal, que incluye el uso de suelos
y la ocupación del territorio, de acuerdo a políticas de planificación territorial y
ordenamiento territorial del nivel central del estado, en coordinación con los planes
del nivel central del Estado, departamentales e indígenas.
XIII. Aprobar el pan de ordenamiento urbano y territorial propuesto por el Órgano
Ejecutivo Municipal, en concordancia con la normativa vigente.
XIV. Aprobar dentro de los 15 días hábiles de su presentación, el programa operativo
anual, presupuesto municipal y sus reformulados, presentados por la alcaldesa y el
alcalde en base al plan de desarrollo municipal. En caso de no ser aprobado por el
Concejo Municipal en el plazo señalado, se darán por aprobados .
XV. Fiscalizar a la alcaldesa o alcalde, secretarias o secretarios y otras autoridades del
Órgano Ejecutivo Municipal, sus atribuciones y empresas públicas, a través de
peticiones de informes escritos y orales, inspecciones y otros medios de
fiscalización previstos en la normativa vigente.
XVI. Autorizar la participación del gobierno autónomo municipal en las empresas
públicas creadas por otros niveles de gobierno, dentro de la jurisdicción municipal.
XVII. Autorizar la creación de empresas municipales en su jurisdicción.
XVIII. Aprobar, modificar o suprimir mediante ley municipal, las tasas y patentes a la
actividad económica y contribuciones especiales de carácter municipal.
XIX. A propuesta del órgano ejecutivo municipal, aprobar, modificar o suprimir mediante
ley municipal, los impuestos de dominio exclusivo del gobierno autónomo
municipal, en conformidad con el Art. 323 de la CPE, la disposición adicional
primera y segunda de la ley N: 031Marco de autonomías y descentralización, la ley
N: 154 de clasificación y definición de impuestos y de la regulación para la creación
y/o modificación de impuestos de dominio de los gobiernos autónomos, y el código
tributario Boliviano.
XX. Aprobar mediante ley municipal, la emisión y/o compra de títulos valores,
cumpliendo la normativa vigente.
XXI. Autorizar mediante resolución emitida por el voto de 2/3 del total de sus miembros,
la enajenación de bienes de dominio público y de patrimonio institucional del
gobierno autónomo municipal, para que la alcaldesa o el alcalde prosiga con lo
dispuesto en el numeral 13 del Art. 158 de la CPE.
XXII. Aprobar mediante ley municipal por 2/3 de votos, la enajenación de bienes
patrimoniales municipales, debiendo cumplir con lo dispuesto en la ley del nivel
central del Estado.
XXIII. Aprobar la constitución de empréstitos, que comprometan las rentas del gobierno
autónomo municipal, de conformidad a la normativa vigente.
XXIV. Autorizar la participación del gobierno autónomo municipal, en la conformación de
regiones, mancomunidades, asociaciones, hermanamientos y organismos
municipales, públicos y privados, nacionales o internacionales.
XXV. A propuesta del órgano ejecutivo municipal, aprobar la ley municipal que
establecerá los requisitos y procedimientos generales para la creación de distritos
municipales, teniendo en cuenta como criterios mínimos la dimensión poblacional y
territorial, provisión de servicios públicos e infraestructura.
XXVI. Aprobar mediante ley municipal, la creación de distritos municipales o distritos
municipales indígenas originarios campesinos, en el marco de la ley
correspondiente.
XXVII. Aprobar mediante ley municipal, los requisitos para la instalación de torres, soporte
de antenas o redes, en el marco del régimen general y las políticas al nivel central
del Estado.
XXVIII. Aprobar mediante ley municipal los requisitos para la provisión de servicios
básicos.
XXIX. Nominar calles, avenidas, plazas, parques y establecimientos de educación y salud,
en función a criterios establecidos en la ley municipal.
XXX. Designar con mayoría absoluta de votos del total de sus miembros, a la concejala o
al concejal titular y en ejercicio, para que ejerza la suplencia temporal en caso de
ausencia o impedimento el cargo de alcaldesa o alcalde. La concejala o concejal
designado debe ser del mismo partido político, agrupación ciudadana u
organización de la nación o pueblo indígena originario campesino al cual pertenece
la alcaldesa o el alcalde. En caso de que no hubiere, podrá ser designado cualquiera
de los concejales.
XXXI. Presentar informes de rendición de cuentas en audiencias públicas por lo menos 2
veces al año, respetando criterios de equidad de género o interculturalidad.
XXXII. Fiscalizar la implementación de los planes municipales, en concordancia con el
sistema de planificación integral del Estado – SPIE y la aplicación de sus
instrumentos.
XXXIII. Denunciar hechos de acoso y violencia política hacia las mujeres ante la autoridad
competente.
XXXIV. Autorizar mediante ley municipal por 2/3 del total de los miembros del concejo
municipal la expropiación de bienes privados, considerando la previa declaratoria
de utilidad pública, el previo pago de indemnización pública, avalúo o justi precio
de acuerdo al informe pericial o acuerdo entre partes sin que proceda la
compensación por otro bien público.
SESIONES DEL CONCEJO MUNICIPAL:

I. Las sesiones del concejo municipal son públicas, pueden ser ordinarias o
extraordinarias, y su convocatoria será pública y por escrito.
II. Por 2/3 de votos del total de miembros del concejo, la sesión podrá declararse
reservada cuando afecte o perjudique la dignidad personal.
III. Mediante reglamento se establecerá las sesiones en plenario y en comisiones, el
quoróm mínimo, el número de sesiones ordinarias por semana y las características
de las sesiones.
IV. Los actos del concejo municipal, deberán cumplir obligatoriamente con lo previsto
en el reglamento general del concejo municipal.

SESIONES EXTRAORDINARIAS:

I. Las sesiones extraordinarias del concejo municipal serán convocadas públicamente


y por escrito por la presidenta o el presidente, con al menos 48 horas de
anticipación, sujetas a un temario en específico y adjuntando antecedentes.
II. Se podrá prescindir de estos requisitos, en caso de emergencia o desastre que afecte
a la población o al territorio del Gobierno Autónomo Municipal.

AUDIENCIAS PÚBLICAS:

Las audiencias públicas del concejo municipal y de las comisiones, tienen por objeto
atender de forma directa a los ciudadanos y ciudadanos, sea en forma individual o colectiva,
para tratar asuntos relativos al cumplimiento de sus atribuciones. El reglamento general del
concejo municipal establecerá la periodicidad y el procedimiento de las audiencias públicas,
que son distintas a las sesiones del concejo municipal y de sus comisiones

1.8. El Gobierno municipal

1.8. El Gobierno municipal

Alcalde municipal

Es la autoridad encargada del gobierno inmediato de cada pueblo o ciudad.

 Fernando Galvis: La palabra alcalde es de origen árabe que significa al-qadi, (el
juez). "Qadi" viene del verbo qada, o sea "juzgar". De aquí los musulmanes
desarrollaron la cultura de la ciudad y sus instituciones urbanas. En la edad media se
les denomina burgomaestre a la autoridad pública que ejercía la función
administrativa o ejecutiva del poder local.

El alcalde municipal es la autoridad ejecutiva que representa al gobierno municipal y que


debe responder de sus actos y por los de sus subordinados por ante el concejo municipal.

Elección del alcalde o alcaldesa

 Cuando el candidato obtiene la mayoría absoluta en sufragio popular.


 Cuando el candidato no obtiene la mayoría de votos, se elige sobre los 2 primeros
candidatos por mayoría absoluta del total de los miembros del concejo municipal en
forma oral o nominal.
 Cuando se producen empates se vuelve a repetir la elección por 2 veces
consecutivas en forma oral o nominal.
 Cuando se produce empate, se elige al candidato que logró la mayoría simple en la
elección municipal, proclamándose mediante resolución municipal.
 El presidente (a) del concejo municipal, una vez elegido el alcalde, procederá a
administrarle posesión al cargo en el acto

Incompatibilidad:

Para el desempeño del alcalde (a) municipal es incompatible el ejercicio de cualquier otra
función pública, menos la docencia universitaria.

Compatibilidad:

El código electoral, en su Art.110, considera que la docencia universitaria, la dirigencia


sindical y los conjueces judiciales son compatibles cuando se trata del desempeño de todos
los mandatos que emanen directamente del voto popular.

Para acceder al cargo de alcalde (a) municipal, la condición es ser concejal (a), elegido en
sufragio popular.

Atribuciones del alcalde (a) municipal

La alcaldesa o alcalde municipal tiene las siguientes atribuciones: las señaladas en el Art. 26
de la ley N: 482:

I. Representar al Gobierno Autónomo Municipal.


II. Presentar proyectos de ley municipal al concejo municipal.
III. Promulgar las leyes municipales u observarlas cuando corresponda.
IV. Dictar decretos municipales, conjuntamente con las y los secretarios municipales.
V. Dictar decretos ediles.
VI. Aprobar su estructura organizativa mediante decreto municipal.
VII. Proponer y ejecutar políticas públicas del Gobierno Autónomo Municipal.
VIII. Designar mediante decreto edil a las secretarias y secretarios municipales, sub
alcaldes (a) de distritos municipales y autoridades de entidades desconcentradas
municipales, con criterio de equidad social y de género en la participación, en el
marco de la interculturalidad.
IX. Designar mediante decreto edil a las máximas autoridades ejecutivas de las
empresas municipales y de las entidades descentralizadas municipales, en función a
los principios de equidad social y de género en la participación e igualdad y
complementariedad.
X. Dirigir la gestión pública municipal.
XI. Coordinar y supervisar las acciones del órgano ejecutivo.
XII. Proponer al concejo municipal, para su aprobación, mediante ley municipal, el
plan de desarrollo municipal, el plan municipal de ordenamiento territorial y la
delimitación de áreas urbanas.
XIII. Presentar el programa de operación anual y el presupuesto del órgano ejecutivo
municipal y sus reformulados.
Complementar las atribuciones del órgano ejecutivo municipal, atribución 14,
15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,25,26,27,28,29, señaladas en el Art. 26 de la ley 482 (Ley de
Gobiernos Autónomos Municipales)

1.9. Bienes de dominio municipal

1.9. Bienes de dominio municipal

1. Los bienes municipales de dominio público se clasifican en:

 Bienes municipales de dominio público


 Bienes de patrimonio institucional
 Bienes municipales patrimoniales

2. Bienes municipales de dominio público:

Son aquellos destinados al uso irrestricto de la comunidad, estos bienes comprenden, sin
que esta disposición sea limitativa:

 Calles, avenidas, aceras, cordones de acera, pasos a nivel, puentes, pasarelas,


pasajes, caminos vecinales y comunales, túneles y demás vías de tránsito.
 Plazas, parques, bosques declarados públicos, áreas protegidas municipales y otras
áreas verdes y espacios destinados al esparcimiento colectivo y a la preservación del
patrimonio cultural.
 Bienes declarados vacantes por autoridad competente, en favor del Gobierno
Autónomo Municipal.
 Ríos hasta 25 metros a cada lado del borde de máxima crecida, riachuelos,
torrenteras y quebradas con sus lechos, aires y taludes hasta su coronamiento.

3. Bienes de patrimonio institucional

Son bienes de patrimonio institucional de propiedad del Gobierno Autónomo Municipal,


todos los que no estén destinados a la administración municipal y/o prestación de un
servicio municipal y sean bienes de dominio público.

4. Uso temporal de bienes de dominio público

Corresponde al Órgano Ejecutivo Municipal proponer al Concejo Municipal, regule


mediante ley el uso temporal de bienes de dominio público municipal

5. Bienes municipales patrimoniales.

Son bienes municipales patrimoniales, todos los bienes del Gobierno Autónomo Municipal,
sea que los mismos sean destinados a la administración municipal y/o prestación de un
servicio público municipal.

6. Bienes del patrimonio histórico-cultural y arquitectónico del estado

I. Los bienes patrimoniales arquitectónico pre colombinos, coloniales, republicanos


históricos, ecológicos y arquitectónicos del Estado, localizados en el territorio de la
jurisdicción municipal, se encuentran bajo la protección del Estado y destinados
inexcusablemente al uso y disfrute de la colectividad, de acuerdo a Ley Nacional.
II. El Gobierno Autónomo Municipal, en coordinación con organismos nacionales e
internacionales competentes, precautelará y promoverá la conservación,
preservación y mantenimiento de los bienes del patrimonio histórico-cultural y
arquitectónico del Estado, en su jurisdicción.

1.10. Contratos y concesiones municipales

1.10. Contratos y concesiones municipales

El contrato

Es el acuerdo de 2 o más voluntades para crear, modificar o extinguir derechos y


obligaciones. Ver Art.450 del C.C. “hay contrato cuando 2 o más personas se ponen de
acuerdo para constituir, modificar o extinguir entre sí una relación jurídica.

Contrato administrativo

 Garrone: Contrato administrativo, es el acuerdo de voluntades, generador de


obligaciones celebrado entre un órgano del Estado, en ejercicio de las funciones
administrativas que le competen, con otro órgano administrativo o con un particular
o administrador, para satisfacer finalidades públicas.
 Pablo Dermizaky: El contrato administrativo es el que celebra la administración
pública (para nosotros también en el caso de la administración local), con una
persona particular, para realizar una obra o prestar un servicio de utilidad pública.
 Roberto Dromi: El contrato administrativo es toda declaración bilateral o de
voluntad común, productora de efectos jurídicos entre 2 personas, de los cuales una
está en ejercicio de la función administrativa. Es un acuerdo de 2 o más voluntades
celebrado expresamente por la administración pública (sea a nivel central,
departamental o local), con un particular con el objeto de realizar obras o la
prestación de servicios en beneficio del interés público.

Requisitos de fondo y de forma

Los contratos administrativos, para que tengan eficacia jurídica, deben cumplir
determinados requisitos, sin los cuales estos pueden estar viciados de nulidad o
anulabilidad. Por lo que es importante en su constitución la observancia de los requisitos de
fondo y forma.

 Requisitos de fondo: se refieren a los sujetos o partes contratantes al consentimiento


de voluntades, objeto, causa y requisito de forma se refiere a la formalidad o
solemnidad que debe concurrir para la formación del contrato.
 Sujetos que intervienen: Por una parte, el Gobierno Autónomo Municipal,
representado por el alcalde Municipal, por otra parte, el particular o contratista (la
administración pública municipal y el particular).

El consentimiento, consiste en el acuerdo de voluntades que debe estar libre de todo error,
dolo y violencia (voluntad de las partes).
El objeto del contrato administrativo se refiere a la materia o sustancia del mismo, puede ser
la realización de una obra pública o prestación de un servicio público; es lo que da lugar a la
celebración del contrato (construcción de un puente, servicio de agua potable, etc.)

La causa; siempre será de interés público o el beneficio a favor de la población (lícita).

La forma del contrato administrativo, debe cumplirse con aquellas normas

Sobre las condiciones que regulan en proceso de contratación de bienes, obras y servicios
generales o servicio de consultores.

Carácter y naturaleza jurídica de los contratos administrativos

Según Dermizaky. Estos contratos son bilaterales, porque, por una parte, interviene la
municipalidad como contratante y por otra un particular o contratista. Son conmutativos,
por lo que los derechos y obligaciones que contraen ambas partes son recíprocas y son
intuito personal, por cuanto el contratista debe reunir determinadas condiciones de orden
legal, Eje.: la capacidad profesional, técnico, administrativo, financiero, etc.

Contratos que puede suscribir el alcalde

Contratos en general aprobados por el POA, cuando este es aprobado por el concejo
municipal, el alcalde debe formar estos contratos que emergen del cumplimiento del mismo.
La fiscalización es potestad del concejo municipal, sobre la ejecución y cumplimiento de
los contratos.

1.11. Limitaciones al derecho de propiedad

1.11. Limitaciones al derecho de propiedad

La propiedad

Víctor de santo: la propiedad es el derecho o facultad de gozar y disponer de una cosa, con
exclusión de lo ajeno, y de reclamar la devolución de ella si está en poder de otro.

 El Art. 105 del Código civil establece: “La propiedad es un poder jurídico que
permite usar, gozar y disponer de una cosa y debe ejercerse en forma compatible
con el interés colectivo, dentro de los límites y con las obligaciones que establece el
ordenamiento jurídico”
 El Art. 57 del código civil establece: La expropiación se impondrá por causa de
necesidad o utilidad pública, calificada conforme a la ley y previa indemnización
justa. La propiedad inmueble urbana no está sujeta a reversión. El uso y goce del
ejercicio de la propiedad se encuentra limitado por la ley y en materia de derecho
municipal, mediante normas técnico administrativas, en función del interés
colectivo. Su ejercicio no debe ser concebido en términos absolutos o de libre
arbitrio del titular, por cuanto prevalece el interés colectivo sobre el interés
particular.

Roberto Dromi: El fundamento de las limitaciones a la propiedad privada son una exigencia
de la solidaridad social, que se impone como reglamentación legal a su ejercicio.
El empleo del suelo necesariamente debe adecuarse a los planes, proyectos, programas y
políticas de desarrollo urbanístico conforme a los reglamentos del uso de suelo, de
edificaciones, del manejo de cuencas y ríos, etc.

 Los gobiernos Municipales, en el marco de sus atribuciones y competencias,


promueve, fórmula y agenda planes de ordenamiento urbano y crea los mecanismos
necesarios que permitan el acceso de la población a zonas en condiciones
urbanizables, dando preferencia a los sectores de bajos ingresos económicos.
 La normativa municipal vigente indica que la planificación de la expansión
territorial y especial de las ciudades dentro del ordenamiento territorial regional,
deberá incorporar variables ambientales. Esta disposición legal obliga al gobierno
municipal incorporar el aspecto ambiental en la formulación y ejecución de
políticas, planes y programas y proyectos urbanos. El conjunto de las limitaciones al
ejercicio de la titularidad de derecho propietario, sobre un bien inmueble, sean
privados o públicos, se califican en: Restricciones administrativas y servidumbres
públicas.

Restricciones administrativas

Estas limitaciones responden a la planificación urbana y al interés público, y no afecta a la


disposición de la propiedad cuya facultad corresponde a su legítimo titular. La propiedad
permanece incólume, pero las restricciones se establecen para el mejor condicionamiento
del ejercicio de su derecho dentro de la convivencia social, y generalmente se identifican
con el poder de policía municipal. El propietario de un bien inmueble, no está impedido de
realizar los actos de enajenación a cualquier título, a favor de terceras personas, sino que
debe adecuar el ejercicio de su derecho propietario al cumplimiento de las normas técnicos,
administrativas municipales.

La imposición de las restricciones administrativas al titular de un derecho propietario de un


bien inmueble, no constituye obligación alguna para el gobierno municipal, por
resarcimiento de daños o perjuicios, o la indemnización, conforme a la normativa municipal
vigente.

Servidumbre Públicas

Consiste en que el legítimo propietario de un bien inmueble en veneficio propio, realiza


actos de uso sobre un bien inmueble ajeno, impidiendo que el titular de este último pueda
ejercer en su totalidad el ejercicio de sus derechos.

1.12. La expropiación municipal

1.12. La expropiación municipal

Roberto Dromi: Es el instituto del derecho público mediante el cual el Estado, para el
cumplimiento de un fin de utilidad pública, priva coactivamente de la propiedad de un bien
a su titular, siguiendo un determinado procedimiento, y pagando una indemnización previa,
en dinero, integralmente justa y única.

Cabanellas: La expropiación es un desposeimiento o privación de la propiedad, por causa de


la utilidad pública o interés preferente, a cambio de una indemnización previa.
Expropiación: Consiste en la transferencia forzosa de un bien inmueble que en virtud de la
ley se impone a un particular o legítimo propietario a favor de una identidad pública, previa
declaratoria de necesidad y utilidad pública, mediante ley municipal. (Ver y analizar Art. 57
de la C.P.E y Art. 108 del código civil.

Propiedad expropiatoria.

El gobierno municipal por disposición de la C.P.E goza de la potestad de la expropiación


forzosa sobre los bienes inmuebles de los particulares.

Requisitos legales para la expropiación.

La expropiación procede mediante ley municipal, sancionada por 2/3 de votos del total de
sus miembros del concejo municipal, cuando se encuentra fundada en la existencia de un
plan, proyecto o programa de desarrollo, aprobado con anterioridad, los cuales deben
justificar la declaratoria de necesidad y utilidad pública, como condición Sine qua non.

La necesidad puede ser considerada como la causa que inevitablemente se produce en forma
efectiva, directa y material. En tanto, la utilidad pública es el interés o por el bien de la
sociedad.

Improcedencia de la justificación posterior.

La justificación de declaratoria de necesidad y utilidad pública y la existencia del plan,


proyecto o programas de desarrollo, no pueden darse en forma posterior a la ley municipal
de expropiación, en cuyo caso, podría darse la impugnación legal por la parte afectada,
aduciendo la tutela de la constitución y de la ley.

Pago del justiprecio.

La indemnización o justiprecio es el pago que debe efectuar el gobierno municipal, a favor


de quien acredite ser legítimo propietario del bien inmueble objeto de la expropiación
(Puede ser acordado entre las partes, o establecido por la autoridad competente, previo
avaluó pericial.

El valor, justiprecio o indemnización por concepto de expropiación, debe ser programado


en el presupuesto municipal de la gestión respectiva, como gasto de inversión.

Toda inversión pública obedece a la utilidad y necesidad pública, de tal forma que una
expropiación obedece a ella.

Lección 3.2: Gobierno autonómico municipal


Lección 3.2: Gobierno autonómico municipal
2.1. Constitución del gobierno autónomo municipal

2.1. Constitución del gobierno autónomo municipal

La Ley de Gobiernos Autónomos Municipales tiene como objetivo regular la estructura y


funcionamiento de los gobiernos autónomos municipales, en aquellos casos en que no
cuenten con su Carta Orgánica Municipal vigente o no hayan legislado en el ámbito de sus
competencias. La normativa establece la obligatoriedad de cumplir con la normativa
municipal emitida por el gobierno autónomo, el pago de tributos municipales y el cuidado
de los bienes públicos. El gobierno autónomo municipal se compone del Concejo
Municipal, como órgano legislativo y deliberativo, y del Órgano Ejecutivo. Se establece la
separación administrativa de órganos en los municipios con más de cincuenta mil
habitantes, y se detalla el proceso de elaboración y aprobación del presupuesto municipal.
Asimismo, se prohíben ciertas actividades y se garantizan incompatibilidades para las
autoridades y servidores públicos del gobierno municipal. La ley también establece los
casos de renuncia, ausencia y pérdida de mandato de las autoridades municipales. La
jerarquía normativa municipal se establece en función de los órganos emisores, y se
establece la obligación de remitir la normativa al Servicio Estatal de Autonomías.

Artículo 1: Este artículo establece que el objeto de la Ley de Gobiernos Autónomos


Municipales es regular la estructura organizativa y funcionamiento de los gobiernos
autónomos municipales de manera supletoria. Esto significa que la ley se aplicará en
aquellos casos en los que los municipios no tengan su propia Carta Orgánica Municipal
vigente o no hayan legislado en el ámbito de sus competencias.

Artículo 2: En este artículo se especifica que la ley se aplica a las Entidades Territoriales
Autónomas Municipales que no cuentan con su Carta Orgánica Municipal vigente, y/o en lo
que no han legislado en el ámbito de sus competencias. Esto garantiza que los municipios
que no han desarrollado su propia normativa interna pueden regirse por la ley supletoria.

Artículo 3: Se establece que la normativa legal emitida por el Gobierno Autónomo


Municipal en su jurisdicción es de carácter obligatorio para todas las personas naturales o
colectivas, públicas o privadas. Además, se establece la obligación de pagar los tributos
municipales y cuidar los bienes públicos. Esto busca garantizar el cumplimiento de las
normas municipales y promover la participación ciudadana en el desarrollo local.

Artículo 4: Este artículo describe la estructura del Gobierno Autónomo Municipal,


compuesta por el Concejo Municipal como órgano legislativo, deliberativo y fiscalizador, y
el Órgano Ejecutivo. Se destaca la importancia de la independencia, separación,
coordinación y cooperación entre estos órganos para un buen funcionamiento municipal.

Artículo 5: Establece la obligación de la separación administrativa de órganos en los


Gobiernos Autónomos Municipales con más de cincuenta mil habitantes, con el fin de
garantizar una gestión eficiente y adecuada a las necesidades de la población. En los
municipios con menos de cincuenta mil habitantes, esta separación puede ser progresiva
según su capacidad administrativa y financiera.

2.1. Constitución del gobierno autónomo municipal (parte 2)

Artículo 6: Se refiere al presupuesto municipal, el cual se divide en el presupuesto del


Órgano Ejecutivo y el presupuesto del Concejo Municipal. El Concejo Municipal aprueba
su propio presupuesto, que luego es remitido al Órgano Ejecutivo Municipal para su
consolidación. También se menciona la existencia del Tesoro Municipal, administrado por
el Órgano Ejecutivo Municipal, para asignaciones presupuestarias a las empresas e
instituciones municipales.

Artículo 7: Establece que las autoridades del Gobierno Autónomo Municipal toman
posesión de sus cargos en acto público y ante la máxima autoridad de la Jurisdicción
Ordinaria o la autoridad más cercana al municipio. Esto garantiza la transparencia y
legitimidad en el inicio de su mandato.
Artículo 8: Se prohíbe el ejercicio simultáneo de otra función pública, remunerada o no, por
parte de las autoridades y servidores públicos del Gobierno Autónomo Municipal. Se
mencionan algunas excepciones, como la docencia universitaria y la representación en
asociaciones municipales, siempre y cuando estén directamente relacionadas con el cargo y
no sean remuneradas.

Artículo 9: Establece las incompatibilidades para las autoridades y servidores públicos del
Gobierno Autónomo Municipal con capacidad de decisión. Se prohíbe adquirir bienes
públicos municipales, suscribir contratos relacionados con sus intereses personales o de sus
familiares, y tener relaciones contractuales con el Gobierno Autónomo Municipal.

Artículo 10: Regula el proceso de renuncia de alcaldes, concejales y otras autoridades


municipales. Establece que la renuncia debe ser presentada de forma personal y escrita ante
el Concejo Municipal y el Órgano Electoral, y no surtirá efecto si no se cumplen ambos
requisitos.

Artículo 11: Establece que la ausencia temporal de la alcaldesa o alcalde, concejales u otras
autoridades municipales válidas será cuando sea por impedimento jurisdiccional o
competencia, y tendrá efectos legales hasta que cesen los impedimentos.

Artículo 12: Se detallan las circunstancias en las cuales la alcaldesa o alcalde, concejales y
otras autoridades municipales pueden perder su mandato, como una sentencia condenatoria,
ejecutoriada, renuncia expresa, revocatoria de mandato, fallecimiento o incapacidad
permanente declarada por una autoridad jurisdiccional competente.

Artículo 13: Establece la jerarquía normativa municipal, donde se señala que las leyes
municipales tienen preeminencia, seguidas de los decretos y resoluciones emitidas por el
órgano legislativo y ejecutivo del Gobierno Autónomo Municipal.

Artículo 14: Establece la obligación de los Gobiernos Autónomos Municipales de remitir al


Servicio Estatal de Autonomías (SEA) toda la normativa emitida para su registro en un
plazo máximo de quince días hábiles después de su publicación. Esto busca centralizar y
sistematizar la información normativa municipal.

En resumen, la Ley de Gobiernos Autónomos Municipales regula la estructura y


funcionamiento de los gobiernos autónomos municipales, presenta las competencias,
obligaciones, prohibiciones y procedimientos a seguir. Busca promover la autonomía y la
eficiencia en la gestión municipal, garantizando la separación de poderes y el cumplimiento
de las normas municipales. Además, establece la jerarquía normativa municipal y la
obligación de remitir la normativa al Servicio Estatal de Autonomías para su registro.

2.2. La autonomía municipal

2.2. La autonomía municipal

La Autonomía

La palabra autonomía significa gobernarse a sí mismo o ejercer el autogobierno:


 Víctor de Santo: potestad que dentro del estado pueden gozar municipios,
provincias, regiones u otras entidades de él, para seguir intereses particulares de su
vida interior, mediante normas y órganos de gobierno propios.
 Trentín: “es una prerrogativa propia de las colectividades públicas menores
(provincias, Lander, países, cantones, estados particulares y municipios). Para
concurrir dentro de la organización estadual al ejercicio de la soberanía”.

Es la cualidad, concedida por el estado a ciertas corporaciones, para darse su propio estatuto
de gobierno y administración, dentro de los parámetros permitidos por la CPE, según
Augusto Jordán Quiroga “es una autonomía bajo la tutela del estado”.

Autonomía Municipal

Es gobernarse a sí mismo y autogobernarse con plenas facultades de autonormatividad,


pudiendo elegir libremente a sus propias autoridades, libre de cualquier dependencia,
control o tutela de otros órganos que responden a un poder superior.

Raíces históricas de la autonomía local: el español Luciano parejo Alfonso sostiene que
las raíces son 4:

1. La teoría Pouvoir municipal formulada Henrion Pansey tiene sus bases en el


municipio medieval y lo ubica en el cuarto poder enunciado por Monstesquiu (poder
legislativo, ejecutivo, judicial).
2. La doctrina germánica, formulada por Reilchs Freiherr, Karl Von Und Zum Stein,
formula una técnica de articulación de abajo hacia arriba de la representación del
pueblo como una forma de participación del pueblo. Como forma de participación.
3. Doctrina de la descentralización: formulada por el jurista Hauriov a fines del siglo
xx y que consiste para corregir los excesos centralizadores de la construcción
napoleónica.
4. El gobierno local pierde toda colaboración de sistema contrapuesto al estado,
consistiendo en un instancia intermedia entre este y la sociedad para el autogobierno
responsable de la misma en tareas estatales y dentro de los límites de las leyes
estatales “la autonomía es el resultado de un proceso histórico diferenciado de los
pueblos que expresaban una forma de autodeterminación de los pueblos sobre el
autogobierno y la autoadministración estamentalmente manifestados.

Concepciones principales sobre la autonomía municipal:

Según el tratadista Roberto Dromi: ubica el municipio como entidad política con poder
originario con la misión asignada del gobierno local ubicándose en una estructura de nivel
estatal con la finalidad de proveer condiciones y necesidades para el logro común. El
municipio es una entidad natural producto de un proceso histórico de la organización de la
comunidad política como requerimiento base de conformidad cívica y equipamiento
institucional mínimo destinatario del estado en su nivel más próximo al individuo.

Otras concepciones sobre autonomía municipal

La teoría realista de Rodolfo Gneist: para este autor, autonomía viene a ser un sistema de
constitución de los cuerpos locales, por medio del cual la administración de estos últimos se
conducen a través de funcionarios honorarios. La autonomía equivaldría a una participación
jurídica de los ciudadanos del estado a favor de dichos cuerpos locales.
2.2. La autonomía municipal (parte2)

La Ley de Gobiernos autónomos de Gobiernos municipales

En esta Ley se menciona que el gobierno autónomo municipal está compuesto por un
Concejo Municipal y un órgano ejecutivo presidido por la Alcaldesa o el Alcalde. El
Concejo Municipal tiene facultades deliberativas, fiscalizadoras y legislativas municipales
dentro de su ámbito de competencia. Además, se menciona que el Concejo Municipal estará
compuesto por concejalas y concejales elegidos mediante sufragio universal.

También se menciona la posibilidad de que en municipios donde existen naciones o pueblos


indígenas originarios campesinos, y que no constituyan una autonomía indígena originaria
campesina, pueden elegir sus representantes directamente ante el Concejo Municipal
utilizando normas y procedimientos propios, de acuerdo a la Carta Orgánica Municipal.

La Ley establecerá los criterios generales para la elección y cálculo del número de
concejalas y concejales municipales, mientras que la Carta Orgánica Municipal definirá su
aplicación de acuerdo a la realidad y condiciones específicas de cada una. Además, se
menciona que el Concejo Municipal podrá elaborar el proyecto de Carta Orgánica, la cual
será aprobada según lo dispuesto por la Constitución.

Artículo 283: Este artículo establece que el gobierno autónomo municipal está compuesto
por dos partes principales: el Concejo Municipal y un órgano ejecutivo encabezado por la
Alcaldesa o el Alcalde. El Concejo Municipal tiene facultades deliberativas, fiscalizadoras y
legislativas en el ámbito de sus competencias. En resumen, se establece la estructura básica
del gobierno municipal.

Artículo 284:

Inciso I: Este inciso establece que el Concejo Municipal estará compuesto por concejalas y
concejales elegidos mediante sufragio universal. Aquí se garantiza el principio de
representación democrática en la elección de los concejales municipales.

Inciso II: En los municipios donde existen naciones o pueblos indígenas originarios
campesinos que no constituyen una autonomía indígena originaria campesina, se les otorga
la posibilidad de elegir directamente a sus representantes ante el Concejo Municipal. Esta
elección se realizará mediante normas y procedimientos propios, de acuerdo a la Carta
Orgánica Municipal. Este inciso busca garantizar la participación y representación de los
pueblos indígenas en el gobierno municipal.

Inciso III: Se establece que la Ley determinará los criterios generales para la elección y
cálculo del número de concejalas y concejales municipales. Esto significa que existe una
regulación legal que establece los parámetros para la elección de los representantes
municipales.

Según este inciso, el Concejo Municipal tiene la facultad de elaborar el proyecto de Carta
Orgánica Municipal. La Carta Orgánica es un instrumento legal que establece la
organización y funcionamiento del gobierno municipal. Sin embargo, su aprobación debe
realizarse de acuerdo con lo dispuesto por la Constitución. Esto indica que existe un proceso
específico para la aprobación de la Carta Orgánica, que debe cumplir con los requisitos
constitucionales.
En general, estos artículos fundamentan las bases para la autonomía municipal. Definen la
estructura del gobierno municipal, el proceso de elección de los concejales, la participación
de los pueblos indígenas y la posibilidad de elaborar una Carta Orgánica Municipal. Estos
elementos son importantes para garantizar la representación y la toma de decisiones a nivel
local, de acuerdo con las necesidades y características de cada municipio.

2.3. Jurisdicción y competencia municipal

2.3. Jurisdicción y competencia municipal

La jurisdicción y competencia municipal están fundamentadas principalmente en la


Constitución Política del Estado y en la Ley de Municipalidades. A continuación, se
detallan estas leyes:

 Constitución Política del Estado: La Constitución de Bolivia reconoce y garantiza la


autonomía de los gobiernos municipales como una forma de descentralización del
poder. Establece los principios generales de la autonomía municipal y define los
límites y competencias de los municipios. En particular, los artículos 269 al 293 de
la Constitución se dedican a la organización y funciones de los gobiernos
municipales.
 Ley de Municipalidades: La Ley de Municipalidades es la norma específica que
regula la organización, funcionamiento y competencias de los gobiernos
municipales en Bolivia. Esta ley establece los principios, derechos y deberes de los
municipios, así como las competencias exclusivas y compartidas entre los niveles de
gobierno (nacional, departamental y municipal). La Ley de Municipalidades
también establece el régimen electoral municipal, el régimen económico-financiero
y otros aspectos relacionados con la administración y gestión municipal.

En la Constitución Política del Estado de Bolivia, los artículos que fortalecen los
fundamentos legales de la jurisdicción y competencia municipal son los siguientes:

Artículo 263: Reconoce la autonomía de los gobiernos municipales como una forma de
descentralización del poder.

Artículo 264: Establece que los gobiernos municipales tienen competencia exclusiva y
concurrente en áreas específicas, como el desarrollo humano, la educación, la salud, el
medio ambiente, la cultura, entre otros.

Artículo 266: Establece que los municipios tienen competencia para establecer y
administrar su régimen económico-financiero.

Artículo 267: Reconoce la facultad de los municipios para elaborar y aprobar sus propias
cartas orgánicas municipales, las cuales fundamentan su organización, funciones y
competencias.

Artículo 268: Establece que los municipios tienen competencia para administrar y gestionar
su territorio y recursos naturales, en el marco de la legislación nacional.

Artículo 269: Reconoce la facultad de los municipios para establecer, regular y fiscalizar
servicios públicos en su jurisdicción.
Artículo 270: Establece que los municipios tienen competencia para participar en la
planificación y gestión del desarrollo económico y social en su territorio.

Artículo 271: Reconoce la facultad de los municipios para promover y regular la


participación ciudadana en la toma de decisiones y la gestión municipal.

Artículo 273: Establece que los municipios tienen competencia para promover y preservar
su patrimonio cultural y natural.

En resumen, en Bolivia, la jurisdicción y competencia municipal están respaldadas


principalmente por la Constitución Política del Estado y la Ley de Municipalidades. Estas
leyes fundamentan los fundamentos legales, los principios y las responsabilidades de los
gobiernos municipales en el ejercicio de su autonomía y en la toma de decisiones que
surgen a sus respectivas jurisdicciones.

Lección 3.3: Consejo municipal como órgano legislativo,


deliberativo y fiscalizador
Lección 3.3: Consejo municipal como órgano legislativo, deliberativo y
fiscalizador
3.1 Estructura organizativa y atribuciones del consejo municipal

3.1 Estructura organizativa y atribuciones del consejo municipal

La Ley N° 482, promulgada el 9 de enero de 2014, es una normativa legal en Bolivia que
establece disposiciones relacionadas con la autonomía municipal y la gestión local. Esta ley
proporciona un marco normativo para el funcionamiento de los Gobiernos Autónomos
Municipales y regula las atribuciones y competencias del Concejo Municipal. A través de
esta legislación, se busca fortalecer la participación ciudadana, promover la
descentralización y brindar autonomía a los municipios, permitiéndoles tomar decisiones y
ejercer un gobierno local efectivo

Artículo 15: Este artículo establece que en los Gobiernos Autónomos Municipales donde se
realice una separación administrativa de órganos, se debe establecer una estructura
organizativa del Órgano Legislativo de acuerdo con su Reglamento General. Esto implica
que se debe definir y organizar la estructura interna del Concejo Municipal, considerando
las disposiciones establecidas en el Reglamento General.

Artículo 16: Este artículo detalla las atribuciones del Concejo Municipal. A continuación, se
presenta un análisis de cada una de estas atribuciones:

1. Elaborar y aprobar el Reglamento General del Concejo Municipal: El Concejo


Municipal tiene la responsabilidad de establecer y aprobar su propio Reglamento
General, que establece las normas y procedimientos internos para su
funcionamiento.
2. Organizar su Directiva conforme a su Reglamento General, respetando los
principios de equidad e igualdad entre mujeres y hombres: El Concejo Municipal
debe organizar su Directiva, que incluye a sus autoridades como el presidente o
presidenta del Concejo, de acuerdo con su Reglamento General y teniendo en
cuenta los principios de equidad e igualdad de género.
3. Conforme y designar a la Comisión de Ética: El Concejo Municipal debe conformar
y designar la Comisión de Ética, la cual tiene autoridad dentro de las atribuciones y
funciones aprobadas expresamente por el Concejo Municipal.
4. Dictar Leyes Municipales y Resoluciones: El Concejo Municipal tiene la facultad
de emitir Leyes Municipales y Resoluciones, las cuales tienen carácter normativo y
son vinculantes dentro de la jurisdicción municipal.
5. Elaborar, aprobar y ejecutar su Programa Operativo Anual, Presupuesto y sus
reformulados: El Concejo Municipal es responsable de elaborar, aprobar y ejecutar
su Programa Operativo Anual y su Presupuesto, incluyendo posibles
reformulaciones, en concordancia con el Plan de Desarrollo Municipal.
6. Designar a la Máxima Autoridad Ejecutiva del Concejo Municipal: El Concejo
Municipal tiene la atribución de designar a la Máxima Autoridad Ejecutiva del
Concejo, quien se encargará de los aspectos administrativos y financieros del
gobierno municipal, de acuerdo con el Reglamento General del Concejo Municipal.
7. Aprobar o ratificar convenios: El Concejo Municipal tiene la competencia para
aprobar o ratificar convenios en los que el Gobierno Autónomo Municipal participa,
de acuerdo con la Ley Municipal correspondiente.
8. Aprobar contratos: El Concejo Municipal tiene la facultad de aprobar contratos,
según lo establecido en la Ley Municipal correspondiente.
9. Aprobar contratos de arrendamiento y comodato: El Concejo Municipal tiene la
autoridad para aprobar contratos de arrendamiento y comodato, de acuerdo con la
Ley Municipal correspondiente.
10. Aprobar en 30 días calendario el Plan de Desarrollo Municipal: El Concejo
Municipal debe aprobar el Plan de Desarrollo Municipal, presentado por el Órgano
Ejecutivo Municipal, dentro de un plazo máximo de 30 días calendario, de acuerdo
con los lineamientos del Órgano Rector.
11. Aprobar la delimitación de áreas urbanas propuesta por el Órgano Ejecutivo
Municipal: El Concejo Municipal tiene la competencia para aprobar la delimitación
de áreas urbanas propuesta por el Órgano Ejecutivo Municipal, en concordancia con
la normativa vigente.
12. Aprobar el Plan de Ordenamiento Territorial Municipal: El Concejo Municipal tiene
la atribución de aprobar el Plan de Ordenamiento Territorial Municipal, que incluye
el uso de suelos y la ocupación del territorio, en coordinación con los planes del
nivel central del Estado, departamentales e indígenas.
13. Aprobar el Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial propuesto por el Órgano
Ejecutivo Municipal: El Concejo Municipal debe aprobar el Plan de Ordenamiento
Urbano y Territorial propuesto por el Órgano Ejecutivo Municipal, en concordancia
con la normativa vigente.
14. Aprobar el Programa Operativo Anual, Presupuesto Municipal y sus reformulados:
El Concejo Municipal debe aprobar el Programa Operativo Anual, Presupuesto
Municipal y sus reformulados presentados por la Alcaldesa o el Alcalde, modificado
en el Plan de Desarrollo Municipal. Si no se aprueba en el plazo señalado, se darán
por aprobados.
15. Fiscalizar a la Alcaldesa o Alcalde, Secretarias o Secretarios y otras autoridades del
Órgano Ejecutivo Municipal: El Concejo Municipal tiene la responsabilidad de
fiscalizar la gestión de la Alcaldesa o el Alcalde, las Secretarias o Secretarios y
otras autoridades del Órgano Ejecutivo Municipal, utilizando diferentes medios de
fiscalización prevista en la normativa vigente, como solicitudes de informes escritos
y orales, inspección, entre otros.
16. Autorizar la participación del Gobierno Autónomo Municipal en las Empresas
Públicas creadas por otros niveles de gobierno: El Concejo Municipal debe
autorizar la participación del Gobierno Autónomo Municipal en las Empresas
Públicas creadas por otros niveles de gobierno dentro de su municipal.
17. Autorizar la creación de Empresas Públicas Municipales en su jurisdicción: El
Concejo Municipal tiene la atribución de autorizar la creación de Empresas Públicas
Municipales dentro de su jurisdicción.
18. Aprobar, modificar o suprimir Tasas y Patentes a la actividad económica y
contribuciones especiales de carácter municipal: El Concejo Municipal tiene la
facultad de aprobar, modificar o suprimir Tasas y Patentes relacionadas con la
actividad económica y contribuciones especiales de carácter municipal.
19. Aprobar, modificar o suprimir impuestos de dominio exclusivo del Gobierno
Autónomo Municipal: El Concejo Municipal puede aprobar, modificar o suprimir
impuestos que sean de dominio exclusivo del Gobierno Autónomo Municipal, de
acuerdo con la normativa correspondiente.
20. Aprobar la emisión y/o compra de títulos valores: El Concejo Municipal tiene la
autoridad para aprobar la emisión y/o compra de valores, siempre y cuando cumpla
con la normativa vigente.
21. Autorizar la enajenación de bienes de dominio público y de patrimonio institucional
del Gobierno Autónomo Municipal: El Concejo Municipal debe autorizar la
enajenación de bienes de dominio público y de patrimonio institucional del
Gobierno Autónomo Municipal, para que la Alcaldesa o el Alcalde proceda según
lo establecido en la Constitución Política del Estado.
22. Aprobar la enajenación de Bienes Patrimoniales Municipales: El Concejo Municipal
tiene la competencia para aprobar la enajenación de Bienes Patrimoniales
Municipales, cumpliendo con lo dispuesto en la ley del nivel central del Estado.
23. Aprobar la constitución de empréstitos que comprometan las rentas del Gobierno
Autónomo Municipal: El Concejo Municipal tiene la facultad de aprobar la
constitución de empréstitos que comprometan las rentas del Gobierno Autónomo
Municipal, siguiendo la normativa vigente.
24. Autorizar la participación del Gobierno Autónomo Municipal en la conformación de
regiones, mancomunidades, asociaciones, hermanamientos y organismos
municipales, públicos y privados, nacionales o internacionales: El Concejo
Municipal debe autorizar la participación del Gobierno Autónomo Municipal en la
conformación de diferentes organismos y asociaciones, ya sea a nivel nacional o
internacional, dentro de su jurisdicción municipal.

3.1 Estructura organizativa y atribuciones del consejo municipal (parte 2)

25. Aprobar los requisitos y procedimientos generales para la creación de Distritos


Municipales: El Concejo Municipal tiene la responsabilidad de aprobar los
requisitos y procedimientos generales para la creación de Distritos Municipales,
considerando aspectos como la dimensión poblacional, territorial, provisión de
servicios públicos e infraestructura.
26. Aprobar la creación de Distritos Municipales o Distritos Municipales Indígena
Originario Campesinos: El Concejo Municipal puede aprobar la creación de
Distritos Municipales o Distritos Municipales Indígena Originario Campesinos, de
acuerdo con la Ley correspondiente.
27. Aprobar los requisitos para la instalación de torres, soportes de antenas o redes: El
Concejo Municipal tiene la atribución de aprobar los requisitos para la instalación
de torres, soportes de antenas o redes, considerando la normativa vigente y las
políticas establecidas por el nivel central del Estado.
28. Aprobar los requisitos para la provisión de Servicios Básicos: El Concejo Municipal
tiene la competencia para aprobar los requisitos necesarios para la provisión de
Servicios Básicos dentro de su jurisdicción municipal.
29. Nominar calles, avenidas, plazas, parques y establecimientos de educación y salud:
El Concejo Municipal tiene la facultad de nominar calles, avenidas, plazas, parques
y establecimientos de educación y salud, siguiendo los criterios establecidos en la
Ley Municipal correspondiente.
30. Designar a la suplente temporal del cargo de Alcaldesa o Alcalde: El Concejo
Municipal tiene la responsabilidad de designar a la Concejala o al Concejal titular y
en para que ejerza la suplencia temporal en caso de ejercicio ausencia o
impedimento de la Alcaldesa o el Alcalde. Esta designación debe cumplir con
ciertos criterios, como ser del mismo partido político, agrupación ciudadana u
organización de la nación o pueblo indígena originario campesino al cual pertenece
la Alcaldesa o el Alcalde.
31. Aprobar el procedimiento para otorgar honores, distinciones, condecoraciones y
premios por servicios a la comunidad: El Concejo Municipal tiene la atribución de
aprobar el procedimiento para otorgar honores, distinciones, condecoraciones y
premios por servicios a la comunidad, reconociendo y valorando a aquellos que han
contribuido de manera destacada.
32. Presentar informes de rendición de cuentas en audiencias públicas: El Concejo
Municipal debe presentar informes de rendición de cuentas en audiencias públicas
al menos dos veces al año, respetando los criterios de equidad de género e
interculturalidad.
33. Fiscalizar la implementación de los Planes Municipales: El Concejo Municipal tiene
la responsabilidad de fiscalizar la implementación de los Planes Municipales, en
concordancia con el Sistema de Planificación Integral del Estado (SPIE) y la
aplicación de sus instrumentos.
34. hechos de Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres: El Concejo Municipal tiene
la competencia de denunciar hechos de Acoso y Violencia Política hacia las
Mujeres ante la autoridad competente, en cumplimiento de las disposiciones legales
para prevenir y sancionar este tipo de violencia.
35. Autorizar la expropiación de bienes privados: El Concejo Municipal puede autorizar
la expropiación de bienes privados en casos de utilidad pública, previo pago de una
indemnización justa y cumpliendo con los procedimientos establecidos en la
normativa correspondiente.

El artículo 15 destaca la importancia de establecer una estructura organizativa adecuada del


Órgano Legislativo en los Gobiernos Autónomos Municipales que hayan realizado una
separación administrativa de órganos. Esto implica la necesidad de definir y organizar la
estructura interna del Concejo Municipal, en línea con el Reglamento General
correspondiente.

Por su parte, el artículo 16 detalla las atribuciones del Concejo Municipal, abarcando una
amplia gama de responsabilidades. Estas atribuciones incluyen la elaboración y aprobación
del Reglamento General del Concejo Municipal, la designación de la Directiva del Concejo
respetando la equidad de género, la creación y designación de la Comisión de Ética, la
emisión de Leyes Municipales y Resoluciones, entre otros aspectos. Además, el Concejo
Municipal es responsable de aprobar y ejecutar el Programa Operativo Anual, el
Presupuesto y sus reformulados, así como de fiscalizar la gestión de la Alcaldesa o el
Alcalde y otras autoridades del Órgano Ejecutivo Municipal.
Estos artículos son fundamentales para establecer la estructura y las responsabilidades del
Concejo Municipal, garantizando su adecuado funcionamiento y su capacidad para tomar
decisiones y ejercer un gobierno local efectivo. Asimismo, reforzarán la importancia de la
participación ciudadana y la rendición de cuentas en el ámbito municipal, promoviendo la
transparencia y la gobernanza participativa en beneficio de la comunidad local.

3.2. Concejalas y concejales suplentes y las Comisiones

3.2. Concejalas y concejales suplentes y las Comisiones

El Artículo 17 se enfoca en las disposiciones relacionadas con las Concejalas y Concejales


Suplentes, proporcionando las condiciones en las que pueden desempeñar cargos en la
administración pública y asumir la titularidad en caso de ausencia o impedimento de los
titulares. Por su parte, el Artículo 18 se refiere a las Comisiones Permanentes y Especiales
del Concejo Municipal, destacando la importancia de adaptar su conformación y funciones
a las necesidades y características de cada municipio.

Estos artículos son parte de un marco legal que busca garantizar el correcto funcionamiento
de los Concejos Municipales, fomentando la participación ciudadana y la eficiente gestión
local. A través de estas disposiciones, se busca fortalecer la representación y el gobierno
local, permitiendo una administración adecuada y adaptada a las particularidades de cada
municipio.

Artículo 17. (CONCEJALAS Y CONCEJALES SUPLENTES).

I. Mientras no ejerzan de forma permanente el cargo de Concejales Titulares, las Concejalas


y los Concejales Suplentes podrán desempeñar cargos en la administración pública, con
excepción de aquellos cargos en el propio Gobierno Autónomo Municipal de su jurisdicción
o cualquiera de sus reparticiones.

II. Las Concejalas y los Concejales Suplentes asumirán la titularidad cuando las Concejalas
o Concejales Titulares dejen sus funciones por ausencia temporal, impedimento, por fallo
judicial ejecutoriado, o ante renuncia o impedimento definitivo.

Artículo 18. (COMISIONES). Las Comisiones Permanentes y Especiales del Concejo


Municipal, se determinarán en el Reglamento General del Concejo Municipal, de acuerdo a
la realidad de cada Municipio.

Artículo 17: Este artículo establece las disposiciones relacionadas con las Concejalas y
Concejales Suplentes. Se menciona que mientras no ejerzan de forma permanente el cargo
de Concejales Titulares, los suplentes pueden desempeñar cargos en la administración
pública, con excepción de aquellos cargos en el propio Gobierno Autónomo Municipal de
su jurisdicción o en cualquiera de sus reparticiones. Además, se establece que los
Concejalas y Concejales Suplentes asumirán la titularidad cuando las Concejalas o
Concejales Titulares dejen sus funciones debido a ausencia temporal, impedimento, fallo
judicial ejecutoriado, renuncia o impedimento definitivo.

Por otra parte, el artículo 18 trata sobre las Comisiones Permanentes y Especiales del
Concejo Municipal. Se establece que la determinación de estas comisiones se realizará en el
Reglamento General del Concejo Municipal, de acuerdo con la realidad de cada municipio.
Esto implica que la conformación y funciones de las comisiones se adaptarán a las
necesidades y particularidades de cada localidad.
Los artículos analizados de la Ley N° 482 abordan aspectos relacionados con las Concejalas
y Concejales Suplentes, así como las Comisiones del Concejo Municipal.

En conjunto, estos artículos brindan un marco normativo para la participación y


funcionamiento de los Concejos Municipales, asegurando la continuidad y organización de
las funciones y la adaptabilidad a las particularidades de cada municipio.

3.3. Sesiones del consejo municipal y las audiencias públicas

3.3. Sesiones del consejo municipal y las audiencias públicas

Artículo 19: Este artículo establece las disposiciones relacionadas con las sesiones del
Concejo Municipal. Destaca que las sesiones son públicas y pueden ser ordinarias o
extraordinarias. La convocatoria a las sesiones debe ser pública y por escrito. Además, se
menciona que la sesión puede declararse reservada por dos tercios de votos del total de
miembros del Concejo Municipal cuando afecte o perjudique la dignidad personal. Se
establece que mediante reglamento se determinarán las sesiones en plenario y en
comisiones, el quórum mínimo, el número de sesiones ordinarias por semana y las
características de las sesiones. Por último, se menciona que los actos del Concejo Municipal
deben cumplir con lo establecido en el Reglamento General del Concejo Municipal.

Artículo 20: En este artículo se fundamentan las disposiciones sobre las sesiones
extraordinarias del Concejo Municipal. Se menciona que estas sesiones deben ser
convocadas públicamente y por escrito por la Presidenta o el Presidente del Concejo
Municipal, con al menos cuarenta y ocho horas de anticipación, adjuntando un temario
específico y los antecedentes correspondientes. Sin embargo, se establece que en casos de
emergencia o desastre que afecten a la población o al territorio del Gobierno Autónomo
Municipal, se podrá prescindir de estos requisitos.

Artículo 21: Este artículo se refiere a las audiencias públicas del Concejo Municipal y las
Comisiones. Estas audiencias tienen como objetivo atender de forma directa a las
ciudadanas y ciudadanos, ya sea de forma individual o colectiva, para tratar asuntos
relacionados con el cumplimiento de las atribuciones del Concejo Municipal. Se menciona
que el Reglamento General del Concejo Municipal establecerá la periodicidad y el
procedimiento de las audiencias públicas, las cuales se diferenciarán de las sesiones del
Concejo Municipal y sus Comisiones.

Artículo 22: Este artículo aborda la iniciativa legislativa en el ámbito de las competencias
exclusivas de los Gobiernos Autónomos Municipales. Se establece que tienen la facultad de
presentar propuestas legislativas las ciudadanas y ciudadanos, las organizaciones sociales,
las concejalas y concejales, y el Órgano Ejecutivo Municipal. Además, se menciona que el
Concejo Municipal aprobará los procedimientos y requisitos para ejercer la facultad de
iniciativa legislativa de las ciudadanas y ciudadanos, así como de las organizaciones
sociales, a través de una Ley Municipal.

Conclusión:

Los artículos analizados de la Ley N° 482 proporcionan un marco normativo para las
sesiones del Concejo Municipal, tanto ordinarias como extraordinarias. Se enfatiza la
importancia de que las sesiones sean públicas y se establezcan requisitos específicos para
las sesiones extraordinarias. Además, se destaca la realización de audiencias públicas para
atender directamente a las ciudadanas y ciudadanos en asuntos relevantes. Por último, se
establece la facultad de iniciativa legislativa para diversos actores, y se señala que el
Concejo Municipal definirá los procedimientos y requisitos para ejercer esta facultad. Estas
disposiciones fomentan la transparencia, la participación ciudadana y la toma de decisiones
inclusivas en el ámbito municipal.

3.4. Procedimiento legislativo

3.4. Procedimiento legislativo

El artículo 23 de la Ley N° 482 establece un procedimiento claro y detallado para la


elaboración y promulgación de Leyes Municipales. Este proceso garantiza la participación
de diferentes instancias, como el Concejo Municipal y las comisiones correspondientes, así
como la consideración de informes técnicos y la consulta sobre recursos económicos.
Además, se establecieron mecanismos para reintroducir un proyecto rechazado en una
legislatura siguiente, siempre y cuando se presenten nuevos elementos de discusión o se
subsanen. La promulgación de las Leyes Municipales recae en el Órgano Ejecutivo
Municipal o la Alcaldesa o el Alcalde, y se destaca la obligatoriedad de cumplimiento a
partir de su publicación.

El artículo 23 establece el procedimiento legislativo para los Proyectos de Ley Municipal. A


continuación, se presentan las etapas y disposiciones clave:

1. Presentación del Proyecto de Ley: El Proyecto de Ley Municipal presentado en


ejercicio de la facultad de iniciativa legislativa se remitirá al Concejo Municipal y
se asignará a la Comisión o Comisiones correspondientes según su temática.
Además, se permite la acumulación de otras iniciativas similares en el mismo
trámite.
2. Informe técnico-legal: Cuando el Proyecto de Ley Municipal sea iniciativa del
Órgano Ejecutivo Municipal, se seguirá un informe técnico-legal para respaldarlo.
3. Consulta por recursos económicos: Si el Proyecto de Ley Municipal presentado por
un miembro del Órgano Legislativo compromete recursos económicos, se remitirá
en consulta al Órgano Ejecutivo para garantizar la sostenibilidad financiera.
4. Tratamiento en el Pleno del Concejo Municipal: Una vez que el Proyecto de Ley
Municipal cuente con el informe de las Comisiones correspondientes, pasará a
consideración del Pleno del Concejo Municipal. Allí, se debatirá en su estación en
grande y en detalle, pudiendo ser modificado, rechazado o aprobado. La aprobación
mayoritariamente absoluta del total de los miembros del Concejo Municipal, salvo
excepciones establecidas en la Ley y el Reglamento General del Concejo Municipal.
5. Plazo de pronunciamiento de las Comisiones: Si las Comisiones correspondientes
no emiten su pronunciamiento sobre el Proyecto de Ley Municipal en un plazo de
treinta (30) días calendario, el Pleno del Concejo Municipal podrá considerarlo una
solicitud de la Concejala o Concejal proyectista o del Órgano ejecutivo municipal.
6. Rechazo y reintroducción del Proyecto de Ley: Si el Proyecto de Ley Municipal es
rechazado en su tratamiento por el Concejo Municipal, podrá ser propuesto
nuevamente en la legislatura siguiente, siempre y cuando se presenten nuevos
elementos de discusión o se subsanen las observaciones.
7. Promulgación de la Ley Municipal: Una vez que el Proyecto de Ley Municipal sea
aprobado, se remitirá al Órgano Ejecutivo Municipal para su promulgación como
Ley Municipal. En caso de que la Alcaldesa o el Alcalde realice observaciones a la
Ley, estas se dirigirán al Concejo Municipal. Si el Concejo Municipal considera
fundadas las observaciones, modificará la Ley y la devolverá al Órgano Ejecutivo
Municipal para su promulgación. En caso de que el Concejo Municipal considere
infundadas las observaciones, la Ley Municipal será promulgada por la Presidenta o
el Presidente del Concejo Municipal. Las decisiones del Concejo Municipal se
tomarán por la mayoría absoluta del total de sus miembros.
8. Promulgación por la Alcaldesa o el Alcalde: Si la Ley Municipal no es observada
por el Órgano Ejecutivo Municipal dentro del plazo correspondiente, será
promulgada por la Alcaldesa o el Alcalde. Las Leyes Municipales no promulgadas
por el Órgano Ejecutivo Municipal en los plazos establecidos también serán
promulgadas por la Presidenta o el Presidente del Concejo Municipal.
9. Cumplimiento obligatorio de las Leyes Municipales: Las Leyes Municipales serán
de cumplimiento obligatorio a partir del día de su publicación en el medio oficial
establecido por el Gobierno Autónomo Municipal, a menos que en ellas se
establezca un plazo diferente para su entrada en vigencia.

Conclusión:

El artículo 23 de la Ley N° 482 describe el procedimiento legislativo para los Proyectos de


Ley Municipal. Establece las etapas desde la presentación del proyecto hasta su
promulgación como Ley Municipal, incluyendo la solicitud a las comisiones
correspondientes, la consideración en el Pleno del Concejo Municipal, el plazo de
pronunciamiento de las comisiones, las observaciones y modificaciones, y la promulgación
por parte del Órgano Ejecutivo Municipal o la Alcaldesa o el Alcalde. Además, se enfatiza
que las Leyes Municipales son de cumplimiento obligatorio desde su publicación, a menos
que se especifique un plazo diferente. Este artículo garantiza un proceso transparente y
participativo en la elaboración de leyes a nivel municipal.

Lección 3.4: Órgano ejecutivo municipal


Lección 3.4: Órgano ejecutivo municipal
4.1. Estructura organizativa

4.1. Estructura organizativa

El artículo 24 de la Ley N° 482 establece la estructura organizativa del Órgano Ejecutivo


Municipal.

I. El Órgano Ejecutivo estará conformado por:

 a) La Alcaldesa o el Alcalde Municipal.


 b) Las Secretarías Municipales.

Asimismo, podrá incluir en su estructura:

 a) Sub Alcaldías.
 b) Entidades Desconcentradas Municipales.
 c) Entidades Descentralizadas Municipales.
 d) Empresas Municipales.

II. En los distritos municipales indígena originario campesinos, las naciones y pueblos
indígena originario campesinos, elegirán a sus autoridades por normas y procedimientos
propios.
Análisis del artículo 25:

El artículo 25 establece la aprobación de la estructura organizativa del Órgano Ejecutivo. A


continuación, se presentan las disposiciones clave:

1. Aprobación de la estructura organizativa: El Órgano Ejecutivo aprobará su


estructura organizativa mediante un Decreto Municipal. Esto implica que se
establecerá la organización interna y las responsabilidades de las diferentes
unidades y entidades que componen el Órgano Ejecutivo.
2. Unidad de Transparencia: En los Gobiernos Autónomos Municipales con más de
cincuenta mil (50.000) habitantes, según los resultados oficiales del último Censo
de Población y Vivienda, se deberá incluir la creación de una Unidad de
Transparencia. Esta unidad se encargará de promover y garantizar la transparencia
en la gestión municipal, asegurando el acceso a la información pública y el
cumplimiento de las normativas relacionadas con la transparencia y rendición de
cuentas.

Conclusión:

Los artículos 24 y 25 de la Ley N° 482 fundamentaron la estructura organizativa y la


aprobación de la misma para el Órgano Ejecutivo Municipal. El Órgano Ejecutivo está
compuesto por la Alcaldesa o el Alcalde Municipal y las Secretarías Municipales, y puede
incluir otros elementos como las Sub Alcaldías, Entidades Desconcentradas Municipales,
Entidades Descentralizadas Municipales y Empresas Municipales. Además, se destaca la
importancia de la transparencia mediante la inclusión de una Unidad de Transparencia en
los Gobiernos Autónomos Municipales con una población superior a cincuenta mil
habitantes. La aprobación de la estructura organizativa se realiza mediante un Decreto
Municipal. Estas disposiciones aseguran una estructura organizativa clara y la promoción de
la transparencia en la gestión municipal.

4.2. Atribuciones de la alcaldesa o el alcalde municipal

4.2. Atribuciones de la alcaldesa o el alcalde municipal

El artículo 26 de la Ley N° 482 enumera las atribuciones de la Alcaldesa o el Alcalde


Municipal. A continuación, se presentan las disposiciones clave:

1. Representación del Gobierno Autónomo Municipal: La Alcaldesa o el Alcalde


Municipal actúa como representante del Gobierno Autónomo Municipal en sus
diferentes funciones y responsabilidades.
2. Presentación de Proyectos de Ley Municipal: La Alcaldesa o el Alcalde Municipal
tiene la facultad de presentar Proyectos de Ley Municipal ante el Concejo
Municipal para su aprobación y aprobación.
3. Promulgación y observación de Leyes Municipales: La Alcaldesa o el Alcalde
Municipal puede promulgar las Leyes Municipales aprobadas por el Concejo
Municipal o realizar observaciones cuando sea necesario.
4. Dictado de Decretos Municipales y Decretos Ediles: La Alcaldesa o el Alcalde
Municipal puede emitir Decretos Municipales y Decretos Ediles, en conjunto con
las y los Secretarios Municipales, para establecer disposiciones y normativas en el
ámbito municipal.
5. Aprobación de la estructura organizativa: La Alcaldesa o el Alcalde Municipal tiene
la facultad de aprobar la estructura organizativa del Órgano Ejecutivo mediante un
Decreto Municipal.
6. Propuesta y ejecución de políticas públicas municipales: La Alcaldesa o el Alcalde
Municipal propone y ejecuta políticas públicas en el marco de sus competencias y
responsabilidades.
7. Designación de autoridades municipales: La Alcaldesa o el Alcalde Municipal
designa, a través de un Decreto Edil, a las Secretarias y los Secretarios Municipales,
Sub Alcaldes o Sub Alcaldes de Distritos Municipales, y Autoridades de Entidades
Desconcentradas Municipales, garantizando criterios de equidad social y de género
en la participación.
8. Dirección de la Gestión Pública Municipal: La Alcaldesa o el Alcalde Municipal
tiene la responsabilidad de dirigir la gestión pública municipal y supervisar las
acciones del Órgano Ejecutivo.
9. Presentación de planes, presupuestos y programas: La Alcaldesa o el Alcalde
Municipal presenta el Plan de Desarrollo Municipal, el Plan Municipal de
Ordenamiento Territorial, el Programa de Operaciones Anual y el Presupuesto del
Órgano Ejecutivo Municipal, así como sus reformulaciones, ante el Concejo
Municipal para su consideración y aprobación.
10. Otras atribuciones: La Alcaldesa o el Alcalde Municipal también tiene atribuciones
relacionadas con la creación, modificación o supresión de tasas, patentes y
contribuciones especiales, la resolución de recursos administrativos, la demolición
de inmuebles que no cumplen con las normas, la firma de convenios y contratos,
entre otras.

Análisis del artículo 27:

El artículo 27 establece que el Concejo Municipal no puede destituir o suspender a la


Alcaldesa o el Alcalde electo, ni aplicar ningún otro mecanismo que prive del ejercicio del
cargo, a menos que esté enmarcado en lo dispuesto por la Constitución Política del Estado,
la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, y la presente Ley. Esto implica que
cualquier acto que pretenda afectar el ejercicio del cargo de la Alcaldesa o el Alcalde debe
estar respaldado por la normativa correspondiente y no tendrá efectos legales si no se
cumple con estos requisitos.

Conclusión:

Los artículos 26 y 27 de la Ley N° 482 fundamentan las atribuciones de la Alcaldesa o el


Alcalde Municipal y las garantías en el ejercicio de su cargo. La Alcaldesa o el Alcalde
Municipal representa al Gobierno Autónomo Municipal, presenta proyectos de ley,
promulga o observa las leyes municipales, emite decretos municipales y decretos ediles,
aprueba la estructura organizativa, propone y ejecuta políticas públicas, designa autoridades
municipales, dirige la gestión pública municipal, presenta planos, presupuestos y
programas, entre otras atribuciones. Además, el artículo 27 establece que el Concejo
Municipal no puede destituir o suspender al Alcalde o Alcaldesa electo, ni privar del
ejercicio de

cargo, a menos que se cumplan los requisitos legales establecidos en la normativa vigente.
4.3. Secretarias y secretarios municipales y sus atribuciones

4.3. Secretarias y secretarios municipales y sus atribuciones


El papel de las Secretarías Municipales dentro del Órgano Ejecutivo del Gobierno
Autónomo Municipal. Se establece que estas Secretarías son responsables de ejecutar las
actividades del Gobierno Municipal y dependen directamente de la Alcaldesa o el Alcalde.
Además, se menciona que su número puede variar según la población y la capacidad
financiera del municipio. Asimismo, se destaca que las Secretarías Municipales tienen
atribuciones y funciones específicas relacionadas con la formulación de políticas, la
dirección de la gestión municipal, la emisión de normas administrativas, la coordinación
con otras Secretarías, la rendición de informes y la participación en la planificación y
planificación evaluación de la gestión municipal.

Artículo 28: Este artículo establece que las actividades del Órgano Ejecutivo del Gobierno
Autónomo Municipal se llevan a cabo a través de las Secretarías o Secretarios Municipales.
Estas Secretarías dependen directamente de la Alcaldesa o el Alcalde, asumiendo plena
responsabilidad por los actos de administración que realicen. Además, se establece que la
cantidad de Secretarías Municipales puede variar según el tamaño de la población y la
capacidad financiera del Gobierno Autónomo Municipal.

Artículo 29: En este artículo se detallan las atribuciones y funciones de las Secretarías
Municipales. Algunas de estas atribuciones incluyen:

1. Proponer y coadyuvar en la formulación de políticas generales con enfoque de


género, generacional e interculturalidad.
2. Dirigir y proponer políticas municipales dentro de su competencia.
3. Dirigir la gestión de la Administración Pública Municipal dentro de su área de
competencia.
4. Dictar normas administrativas dentro de su competencia.
5. Proponer y suscribir proyectos de Decretos Municipales.
6. Resolver asuntos administrativos relacionados con la Secretaría Municipal a su
cargo.
7. Presentar informes solicitados por la Alcaldesa o Alcalde y el Concejo Municipal.
8. Coordinar con otras Secretarías Municipales para la planificación y ejecución de
políticas municipales.
9. Promover y realizar actividades de evaluación y control de la Gestión Pública.
10. Proporcione información completa y veraz sobre el uso de los recursos a quienes lo
solicitan.
11. Participar en reuniones del Gabinete Municipal y otras instancias de coordinación.
12. Elaborar el presupuesto de su Secretaría, contribuir al presupuesto municipal y
rendir cuentas de su ejecución.
13. Firmar Decretos Municipales y Resoluciones Administrativas Municipales
relacionadas con su área de atribuciones.
14. Proponer políticas, estrategias, acciones y proyectos normativos a la Alcaldesa o
Alcalde.
15. Designar y remover personal de la Secretaría de acuerdo con la ley.
16. Presentar la memoria y rendición de cuentas anual de la Secretaría.
17. Cumplir con las disposiciones legales sobre gestión por resultados.
18. Garantizar la transparencia de la información y la administración de los recursos
asignados.
19. Participar en la elaboración de planes de desarrollo municipal y otros planes.
20. Emitir Resoluciones Administrativas dentro de sus atribuciones.
21. Implementar los Planes Municipales en cumplimiento del Sistema de Planificación
Integral del Estado - SPIE.
En resumen, este análisis muestra las responsabilidades y facultades que tienen las
Secretarías Municipales en el Gobierno Autónomo Municipal. Estas atribuciones abarcan
desde la formulación de políticas hasta la coordinación con otras Secretarías, la
administración de recursos y la rendición de cuentas. Además, se destaca la importancia de
la transparencia, la participación en la planificación y el cumplimiento de la normativa
vigente en la gestión municipal.

Lección 3.5: Bienes de dominio municipal


Lección 3.5: Bienes de dominio municipal
5.1. Bienes de dominio municipal

5.1. Bienes de dominio municipal

Artículo 30. (BIENES DE DOMINIO MUNICIPAL). Los bienes de dominio municipal se


clasifican en:

 Bienes Municipales de Dominio Público.


 Bienes de Patrimonio Institucional.
 Bienes Municipales Patrimoniales.

Los Bienes de Patrimonio Institucional son aquellos que pertenecen al Gobierno Autónomo
Municipal y no están destinados a la administración municipal ni a la prestación de
servicios públicos municipales. Por otro lado, los Bienes de Dominio Público son aquellos
que están destinados al uso irrestricto de la comunidad, como calles, plazas, áreas verdes y
ríos.

Además, se destaca la importancia del uso regular temporal de los Bienes de Dominio
Público a través de una ley propuesta por el Órgano Ejecutivo Municipal y aprobada por el
Concejo Municipal. Esto permite establecer normas y condiciones para el uso temporal de
estos bienes por parte de terceros o para actividades específicas.

Por último, se mencionan los Bienes Municipales Patrimoniales, que son aquellos bienes
del Gobierno Autónomo Municipal destinados a la administración municipal y/oa la
prestación de servicios públicos municipales.

Artículo 31: En este artículo se detalla la definición y ejemplos de los Bienes Municipales
de Dominio Público. Estos bienes son aquellos destinados para el uso irrestricto de la
comunidad. Algunos ejemplos como son:

a) Calles, avenidas, aceras, cordones de acera, pasos a nivel, puentes, pasarelas, pasajes,
caminos vecinales y comunales, túneles y otras vías de tránsito.

b) Plazas, parques, bosques declarados públicos, áreas protegidas municipales y otras áreas
verdes y espacios destinados al esparcimiento colectivo ya la tenían del patrimonio cultural.

c) Bienes declarados vacantes por autoridad competente en favor del Gobierno Autónomo
Municipal.

d) Ríos hasta veinticinco (25) metros a cada lado del borde de máxima crecida, riachuelos,
torrenteras y quebradas con sus lechos, aires y taludes hasta su coronamiento.
Estos ejemplos no son exhaustivos, lo que implica que existen otros tipos de bienes
municipales de dominio público que no están especificados en el artículo.

En resumen, los artículos fundamentan la clasificación de los bienes de dominio municipal


en tres categorías y definen los Bienes Municipales de Dominio Público como aquellos
destinados al uso irrestricto de la comunidad. Además, se proporcionaron ejemplos de estos
bienes, incluyendo calles, plazas, áreas verdes y ríos, entre otros.

5.2. Bienes de patrimonio institucional

5.2. Bienes de patrimonio institucional

Los Bienes de Patrimonio Institucional son aquellos que pertenecen al Gobierno Autónomo
Municipal y no están destinados a la administración municipal ni a la prestación de
servicios públicos municipales.

En este contenido se abordan los artículos 32 y 33 de una normativa relacionada con el


gobierno autónomo municipal. El artículo 32 se refiere a los Bienes de Patrimonio
Institucional, los cuales son propiedad del gobierno municipal y no están destinados a la
administración oa la prestación de servicios públicos municipales, ni son considerados
bienes de dominio público. Por su parte, el artículo 33 trata sobre el uso temporal de los
Bienes de Dominio Público Municipal, donde se establece que es responsabilidad del
órgano ejecutivo municipal proponer al concejo municipal la regulación mediante una ley
para este tipo de uso.

Artículo 32: En este artículo se establece que los Bienes de Patrimonio Institucional son
aquellos que pertenecen al Gobierno Autónomo Municipal y que no están destinados a la
administración municipal, la prestación de servicios públicos municipales ni son bienes de
dominio público. En otras palabras, son aquellos bienes que no tienen un propósito
específico en la gestión o servicio público, pero aún son propiedad del municipio.

Artículo 33: En este artículo se establece que corresponde al Órgano Ejecutivo Municipal
proponente al Concejo Municipal la regulación, a través de una ley, del uso temporal de los
Bienes de Dominio Público Municipal. Esto implica que se establecerán normas y
condiciones para el uso temporal de estos bienes por parte de terceros o para actividades
específicas.

Estos artículos son relevantes en el marco normativo de los gobiernos municipales, ya que
brindan pautas claras sobre la gestión de los bienes municipales y su uso. Al definir los
Bienes de Patrimonio Institucional y establecer normas para el uso temporal de los Bienes
de Dominio Público, se busca garantizar una administración eficiente de los recursos
municipales y promover el interés público.

5.3. Bienes municipales patrimoniales

5.3. Bienes municipales patrimoniales

Los Bienes Municipales Patrimoniales son activos que el municipio posee y utiliza para
llevar a cabo sus funciones administrativas y brindar servicios a la comunidad. Esto puede
incluir edificios, terrenos y otras infraestructuras necesarias para el funcionamiento de las
oficinas municipales, así como instalaciones que permiten la prestación de servicios
públicos locales.

El reconocimiento de los Bienes Municipales Patrimoniales destaca la importancia de que el


Gobierno Autónomo Municipal cuide, administre y mantenga estos activos para cumplir
con sus responsabilidades y atender las necesidades de la comunidad a la que sirve.

El artículo 34 establece que los Bienes Municipales Patrimoniales son todos los bienes del
Gobierno Autónomo Municipal, sin importar si están destinados a la administración
municipal o la prestación de servicios públicos municipales. En otras palabras, estos bienes
son propiedad del municipio y están relacionados con su función administrativa y la
provisión de servicios a la comunidad.

Esta clasificación abarca una amplia gama de bienes que son utilizados por el Gobierno
Autónomo Municipal para llevar a cabo sus tareas administrativas y brindar servicios a los
ciudadanos. Puede incluir edificios y terrenos utilizados para oficinas administrativas,
centros de atención al público, instalaciones municipales, infraestructuras y otros activos
necesarios para el funcionamiento y la prestación de servicios públicos locales.

La categoría de Bienes Municipales Patrimoniales es importante porque reconoce que el


Gobierno Autónomo Municipal tiene la responsabilidad de administrar y estos bienes para
cumplir con su función pública y atender las necesidades de la comunidad a la que sirve.

5.4. Bienes del patrimonio histórico – cultural y arquitectónico del estado

5.4. Bienes del patrimonio histórico – cultural y arquitectónico del estado

El artículo establece que estos bienes, que abarcan aspectos arqueológicos, precolombinos,
coloniales, republicanos, ecológicos y arquitectónicos, se encuentran bajo la protección del
Estado y están destinados al uso y disfrute de la colectividad, en cumplimiento de la ley
nacional.

Además, se menciona la responsabilidad del Gobierno Autónomo Municipal en


coordinación con organismos nacionales e internacionales competentes para preservar,
conservar y mantener estos bienes de su jurisdicción.
El artículo 35 aborda los bienes del patrimonio histórico-cultural y arquitectónico del
Estado. A continuación, se presenta un análisis del contenido de este artículo:

I. En esta sección, se establece que los bienes patrimoniales, incluyendo aquellos de


naturaleza arqueológica, precolombina, colonial, republicana, ecológica y arquitectónica,
que se encuentran dentro del territorio de la jurisdicción municipal, están protegidos por el
Estado y están destinados al uso y disfrute de la colectividad. Se hace referencia a que esto
se rige de acuerdo a una ley nacional, lo que implica que existe una normativa específica
que regula la protección y el uso de estos bienes.

II. En esta sección se establece la responsabilidad del Gobierno Autónomo Municipal en


coordinación con organismos nacionales e internacionales competentes, para salvar,
promover y conservar los bienes del patrimonio histórico-cultural y arquitectónico del
Estado presentes dentro de su jurisdicción. Esto implica que el Gobierno Municipal debe
tomar medidas para preservar y mantener estos bienes, en colaboración con las instituciones
y organizaciones pertinentes.
En resumen, el artículo 35 señala la importancia de proteger y preservar los bienes del
patrimonio histórico-cultural y arquitectónico del Estado presente en el ámbito municipal.
Estos bienes se destinan al uso y disfrute de la colectividad y están bajo la protección del
Estado. El Gobierno Autónomo Municipal tiene la responsabilidad de coordinar con
organismos competentes para asegurar la conservación y mantenimiento de estos valiosos
activos patrimoniales.

Lección 3.6.: Valores financieros y deuda municipal; Lección


3.7.: Participación y control social
Lección 3.6.: Valores financieros y deuda municipal; Lección 3.7.:
Participación y control social
6. Valores financieros y deuda municipal

6. Valores financieros y deuda municipal

Los valores financieros se refieren a instrumentos o activos financieros que representan


derechos de propiedad o de crédito de una persona o entidad. Estos valores pueden incluir
acciones, bonos, certificados de depósito, fondos mutuos, entre otros. Los gobiernos
autónomos municipales tienen la posibilidad de invertir en valores financieros, siguiendo
las políticas establecidas por el órgano rector del Sistema de Tesorería y Crédito Público,
siempre y cuando no afecten el cumplimiento de sus obligaciones y la ejecución de la
inversión pública.

Por ejemplo: Valores financieros Un gobierno autónomo municipal decide invertir parte de
sus fondos en valores financieros. Para ello, adquiera acciones de empresas locales que
cotizan en la bolsa de valores. Estas acciones representan una participación en la propiedad
de las empresas y ofrecen la posibilidad de obtener ganancias a través de dividendos y la
apreciación del valor de las acciones en el mercado.

Mientras que en el ejemplo de deuda municipal: Un gobierno autónomo municipal necesita


financiar la construcción de infraestructuras importantes, como la ampliación de una red de
transporte público. Para obtener los recursos necesarios, decida emitir bonos municipales.
Estos bonos son títulos de deuda que se venden al público y prometen pagar intereses
periódicos y devolver el capital invertido al vencimiento. Los inversionistas interesados en
respaldar el proyecto compraron los bonos, brindando al gobierno municipal los fondos
necesarios para llevar a cabo la obra. A lo largo del tiempo, el gobierno municipal debe
hacer frente al pago de los intereses y la devolución del capital a los tenedores de los bonos.

Por otro lado, la deuda municipal se refiere a la obtención de recursos financieros por parte
de un gobierno autónomo municipal a través de préstamos o emisión de bonos. Los
gobiernos municipales pueden contraer deuda siguiendo las normas de endeudamiento del
Estado y las disposiciones legales vigentes. La contratación de deuda debe estar en
concordancia con la Constitución Política del Estado y las normas de gestión pública. Es
importante que los gobiernos municipales cumplan con los requisitos y procedimientos
establecidos para asegurar la sostenibilidad financiera y el adecuado manejo de la deuda,
impidiendo comprometer su capacidad de pago y el cumplimiento de sus responsabilidades
financieras.

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6.1. Inversión en valores financieros

6.1. Inversión en valores financieros

El artículo establece que, bajo ciertas condiciones, los municipios tienen la autoridad para
invertir en títulos valores, de acuerdo con las políticas de prudencia y rentabilidad
establecida por el órgano rector del Sistema de Tesorería y Crédito Público.

Esto implica que los municipios tienen la posibilidad de utilizar parte de sus recursos para
invertir en instrumentos financieros con el objetivo de obtener rendimientos económicos.
Sin embargo, es importante destacar que esta inversión debe ser realizada de manera
responsable y sin comprometer el cumplimiento de las obligaciones del municipio ni la
ejecución de la inversión pública.

El artículo 36 trata sobre la inversión en valores financieros por parte de los Gobiernos
Autónomos Municipales. A continuación se presenta un análisis de su contenido:

El artículo establece que los Gobiernos Autónomos Municipales tienen la capacidad de


realizar inversiones en títulos valores, siempre y cuando sigan las políticas de prudencia y
rentabilidad establecidas por el órgano rector del Sistema de Tesorería y Crédito Público.
Esta disposición implica que los municipios pueden invertir parte de sus recursos en
instrumentos financieros para obtener rendimientos económicos.

Sin embargo, se destaca que estas inversiones no deben afectar el cumplimiento de las
obligaciones del municipio ni la ejecución de la inversión pública. Esto implica que la
inversión en valores financieros debe realizarse de manera responsable y prudente, teniendo
en cuenta que las obligaciones del municipio y las necesidades de inversión pública no
deben ser comprometidas.

En resumen, el artículo 36 permite a los Gobiernos Autónomos Municipales realizar


inversiones en valores financieros, siempre y cuando sigan las políticas de prudencia y
rentabilidad establecidas. Sin embargo, se enfatiza que estas inversiones no deben
perjudicar el cumplimiento de las obligaciones del municipio ni la ejecución de la inversión
pública. Esto asegura que las inversiones se realicen de manera responsable y bajo la
responsabilidad exclusiva del municipio.

6.2. Contratación de deuda municipal

6.2. Contratación de deuda municipal

La contratación de deuda municipal se refiere al proceso mediante el cual un gobierno


autónomo municipal adquiere préstamos o emite bonos para obtener recursos financieros
adicionales. Esta deuda se utiliza para financiar proyectos de inversión o cubrir gastos
operativos, cuando los ingresos disponibles no son suficientes para cubrir dichas
necesidades.

La contratación de deuda municipal implica establecer acuerdos con prestamistas o


inversionistas, en los que se estipulan las condiciones del préstamo, como el monto, plazo,
tasa de interés y las garantías ofrecidas. Estos acuerdos están sujetos a regulaciones y
normas establecidas por el nivel central del Estado y por los órganos rectores del sistema de
tesorería y crédito público.
Se establece que, para contraer cualquier tipo de deuda, los municipios deben cumplir con
las normas de endeudamiento aprobadas por el nivel central del Estado y emitidas por el
órgano rector del Sistema Nacional de Tesorería y Crédito Público. Además, deben seguir
las disposiciones establecidas en la Ley del Mercado de Valores y sus reglamentos, cuando
sean aplicables.

Se resalta que la contratación de deuda municipal debe estar en conformidad con la


Constitución Política del Estado, las normas de gestión pública y las disposiciones legales
vigentes. Esto implica que los municipios deben cumplir con el marco legal y financiero
establecido para garantizar una gestión adecuada de la deuda y salvaguardar los intereses y
responsabilidades de la entidad municipal.

El artículo 37 se refiere a la contratación de deuda por parte de los Gobiernos Autónomos


Municipales. A continuación, se presenta un análisis de su contenido:

I. En esta sección se establece que los Gobiernos Autónomos Municipales solo pueden
contraer deuda siguiendo todas las normas de endeudamiento aprobadas por el nivel central
del Estado y emitidas por el órgano rector del Sistema Nacional de Tesorería y Crédito
Público. Además, se menciona que también deben cumplir con la Ley del Mercado de
Valores y sus reglamentos en caso de que apliquen. Esto implica que los municipios deben
seguir las regulaciones y lineamientos establecidos a nivel estatal para el endeudamiento,
garantizando un marco legal y financiero adecuado.

II. En esta sección se establece que la contratación de cualquier tipo de endeudamiento por
parte de los Gobiernos Autónomos Municipales debe regirse por lo establecido en la
Constitución Política del Estado, así como por las normas de gestión pública y
disposiciones legales vigentes. Esto significa que los municipios deben cumplir con las
leyes y pertinentes en términos de gestión financiera y endeudamiento público.

En resumen, el artículo 37 establece que los Gobiernos Autónomos Municipales solo


pueden contraer deuda cumpliendo con todas las normas de endeudamiento establecidas por
el nivel central del Estado y el órgano rector del Sistema Nacional de Tesorería y Crédito
Público. Además, deben seguir las disposiciones legales vigentes y las normas de gestión
pública. Esto garantiza que la contratación de deuda por parte de los municipios se realice
dentro de un marco legal y financiero adecuado, respetando las disposiciones establecidas a
nivel nacional.

7. Participación y control social

Tema 7. Participación y control social

La participación y control social se refiere a la inclusión activa de la ciudadanía en la toma


de decisiones y en el seguimiento de la gestión pública. Implica el derecho y la capacidad
de los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil para influir, supervisar y evaluar
las políticas públicas, los programas y proyectos, así como el desempeño de las autoridades
y entidades gubernamentales.

La participación y control social busca fortalecer la democracia y promover una gestión


pública más transparente, responsable y orientada al interés general. Permite que la
ciudadanía se involucre en la definición de las prioridades, formule propuestas, presente
demandas y ejerza un rol activo en la fiscalización de los recursos y la rendición de cuentas.
Este proceso se lleva a cabo a través de diferentes mecanismos, como la participación en
audiencias públicas, consultas ciudadanas, mesas de diálogo, consejos ciudadanos,
observatorios ciudadanos, entre otros. Además, implica el acceso a la información oportuna
y clara, la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas por parte de las
autoridades.

La participación y control social fortalece la relación entre la ciudadanía y el gobierno,


fomentando la confianza, la legitimidad y la responsabilidad mutua. Contribuye a una
gestión más eficiente y efectiva, al permitir que las decisiones se tomen de manera
informada, considerando las necesidades y expectativas de la sociedad en su conjunto.

Aquí tienes tres ejemplos de participación y control social según la Ley N° 482:

Audiencias públicas: La Ley N° 482 establece la obligatoriedad de que los Gobiernos


Autónomos Municipales realicen audiencias públicas al menos dos veces al año. En estas
audiencias, se brinda a la ciudadanía la oportunidad de expresar sus opiniones, inquietudes
y propuestas sobre las políticas, proyectos y acciones del gobierno municipal. Es un
mecanismo para garantizar la participación directa de los ciudadanos en la toma de
decisiones y la rendición de cuentas por parte de las autoridades.

Control social sobre el presupuesto municipal: La Ley N° 482 también establece la


obligación de que los Gobiernos Autónomos Municipales sometan el Plan Operativo Anual
y el Presupuesto Institucional a la participación y control social. Esto implica que se deben
generar espacios de diálogo y consultar con la ciudadanía para que pueda opinar y
supervisar el uso de los recursos públicos. Los ciudadanos pueden revisar y evaluar los
proyectos y programas propuestos, y brindar recomendaciones para asegurar una gestión
eficiente y transparente de los fondos municipales.

Comités de Vigilancia: La Ley N° 482 establece la creación de Comités de Vigilancia en


los Gobiernos Autónomos Municipales, conformados por representantes de la sociedad
civil. Estos comités tienen la función de vigilar y controlar la gestión pública en el ámbito
municipal, velando por el cumplimiento de las normas, la transparencia y la rendición de
cuentas. Realizan seguimiento a los proyectos y programas municipales, emiten informes y
recomendaciones, y promueven la participación ciudadana en la toma de decisiones.

7.1. Espacio formales

7.1. Espacio formales

Se establece la obligación de generar instancias o espacios formales que permitan la


participación ciudadana en al menos dos aspectos clave: la formulación del Plan Operativo
Anual y el Presupuesto Institucional (incluyendo sus reformulados) y la rendición de
cuentas.

Se destaca que los Gobiernos Autónomos Municipales tienen la facultad de crear otros
espacios adicionales para garantizar la participación y control social. Sin embargo, se puede
enfatizar que los municipios no definen, organizan o validan las organizaciones de la
sociedad civil, ni atribuir exclusividad única a una jerarquía organizativa en el ejercicio de
la participación y el control social, en concordancia con lo establecido en la Constitución
Política del Estado.
El artículo 38 se refiere a la participación y control social en los Gobiernos Autónomos
Municipales. A continuación, se proporciona un análisis del contenido de este artículo:

I. En esta sección se establece que los Gobiernos Autónomos Municipales deben crear
instancias o espacios formales de participación y control social para permitir el
pronunciamiento de la ciudadanía en al menos dos aspectos: la formulación del Plan
Operativo Anual y el Presupuesto Institucional (incluyendo sus reformulados ) y la
rendición de cuentas. Esto implica que los municipios deben facilitar la participación de la
sociedad en la toma de decisiones sobre estos aspectos clave de la gestión pública y
asegurar la transparencia y la rendición de cuentas ante la ciudadanía.

II. En esta sección se menciona que los Gobiernos Autónomos Municipales también pueden
crear otros tipos de espacios o instancias para garantizar la participación y control social.
Esto significa que los municipios tienen la posibilidad de establecer mecanismos
adicionales para involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones y en el seguimiento de
la gestión municipal.

tercero En esta sección se establece que los Gobiernos Autónomos Municipales no pueden
definir, organizar o validar a las organizaciones de la sociedad civil, ni atribuir exclusividad
a una única jerarquía organizativa en el ejercicio de la participación y control social. Esto se
basa en lo dispuesto en el Parágrafo V del Artículo 241 de la Constitución Política del
Estado, que busca garantizar la diversidad y la pluralidad de las organizaciones de la
sociedad civil en los procesos de participación ciudadana.

En resumen, el artículo 38 enfatiza la importancia de generar espacios formales de


participación y control social en los Gobiernos Autónomos Municipales. Se mencionan dos
aspectos clave en los que la ciudadanía debe tener voz: la formulación del Plan Operativo
Anual y el Presupuesto Institucional, así como la rendición de cuentas. Además, se destaca
la posibilidad de crear otros espacios para fomentar la participación ciudadana. Se subraya
que los municipios deben garantizar la diversidad y la pluralidad de las organizaciones de la
sociedad civil en estos procesos de participación y control social.

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7.2. Pronunciamiento del control social

7.2. Pronunciamiento del control social

Este artículo se enfoca en la presentación del pronunciamiento del Control Social por parte
de los Gobiernos Autónomos Municipales. Se establece la obligación de los municipios de
presentar este pronunciamiento al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas para la
formulación del Plan Operativo Anual y Presupuesto.

El pronunciamiento del Control Social representa la opinión y aportes de la ciudadanía y las


organizaciones de la sociedad civil en la toma de decisiones sobre la planificación y
destinación de recursos municipales. Al presentar este pronunciamiento, los municipios
demuestran su compromiso con la participación ciudadana, la transparencia y la rendición
de cuentas en la gestión pública.
La presentación del pronunciamiento del Control Social al Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas fortalece la legitimidad y la calidad de la gestión municipal, ya que se
incorporan las perspectivas y necesidades de la comunidad en la planificación y gestión del
Plan Operativo Anual y Presupuesto.

El artículo 39 establece la obligación de los Gobiernos Autónomos Municipales de


presentar al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas el pronunciamiento del Control
Social correspondiente para la formulación del Plan Operativo Anual y Presupuesto.

Esta disposición implica que los municipios deben recabar el pronunciamiento del Control
Social, que representa la opinión y aportes de la ciudadanía y las organizaciones de la
sociedad civil, para la elaboración de estos importantes documentos de planificación y
gestión. El pronunciamiento del Control Social permite incorporar las perspectivas y
necesidades de la comunidad en la toma de decisiones sobre el plan y el presupuesto
municipal.

Al presentar el pronunciamiento del Control Social al Ministerio de Economía y Finanzas


Públicas, los Gobiernos Autónomos Municipales demuestran su compromiso con la
transparencia, la participación ciudadana y la rendición de cuentas en la gestión pública.
Este paso asegura que las decisiones de planificación y reserva de recursos tendrán en
cuenta las voces y preocupaciones de la comunidad, fortaleciendo así la legitimidad y la
calidad de la gestión municipal.

En resumen, el artículo 39 establece la obligación de los Gobiernos Autónomos


Municipales de presentar al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas el
pronunciamiento del Control Social para la formulación del Plan Operativo Anual y
Presupuesto. Esta disposición fomenta la participación ciudadana y la transparencia en la
toma de decisiones y contribuye a una gestión municipal más inclusiva y responsable.

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