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Escenarios de

la Guerra Civil
EN LA PROVINCIA DE HUESCA

I PASEOS POR LA HISTORIA I


Escenarios de
la Guerra Civil
EN LA PROVINCIA DE HUESCA
Escenarios de la Guerra Civil en
la provincia de Huesca

Coordinación: equipo de redacción de Prames

Textos: José Luis Pano

Fotografías: Archivo Prames: 9, 10, 11, 12, 14, 15, 16, 17, 19, 21
AB., 23, 25, 26, 27, 32, 42, 47; Comarca de Los Monegros: 20, 21 ar.,
24; Fundación Llanos del Hospital: 45; Guza: 30; Museo de la Bolsa de
Bielsa: 46; Cristina Navarro: 44; Miguel Ángel Ortega Martínez: 13; José
Ángel Pérez Marcuello: 40, 41, 43; José Luis Pano: portada, 3, 8, 18,
28, 31, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39

Diseño, maquetación y tratamiento de imágenes:


equipo gráfico de Prames

Edita:
Prames • Camino de los Molinos, 32 • 50015 Zaragoza
www.prames.com

ISBN: 978-84-8321-904-1

DL: Z 1509-2019

Impreso en Aragón (España) y en papel reciclado.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación


de esta obra solo puede ser realizada con la autorización previa de sus titulares, salvo
excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos,
www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

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ÍNDICE PRÓLOGO
5

El frente de Huesca
8

La Ruta Orwell
18

La Línea del Cinca


29

Guerra Civil en el Pirineo


39

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I PRÓLOGO I

La colección Paseos por la historia de la provincia de Huesca es una


iniciativa de la Diputación de Huesca que busca acercar nuestro pasado
a los habitantes y visitantes de nuestra provincia.

Desde la Antigüedad a fechas relativamente recientes, el territorio


oscense permite adentrarse en las numerosas páginas de la historia a las
que debemos nuestro presente. Una de las últimas, luctuosa y todavía
emocionalmente viva, es la que se refiere a la guerra civil de 1936-1939.
Con un Aragón dividido prácticamente en dos, trincheras, búnkeres y
otras infraestructuras de ambos bandos se repartieron en las diferentes
líneas de frente o alrededor de la ciudad de Huesca.

Con el paso del tiempo, estas construcciones han adquirido el valor de


vestigios que merecen ser conservados, visitados e interpretados. En
nuestra provincia, además, se suma la estancia del escritor británico
George Orwell, quien nos legó testimonio escrito de la misma.

Todas estas huellas de la Guerra Civil, todos estos escenarios son sin
duda un magnífico recurso para comprender nuestra historia más
reciente y ser capaces de divulgarla.
Diputación Provincial de Huesca

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Mapa
Escenarios de la Guerra Civil en la provincia de Huesca
I INTRODUCCIÓN I

El 18 dejulio de 1936, daba comienzo la Guerra Civil española (1936-1939),


cuando una parte del Ejército español, dirigido por el general Francisco
Franco, se sublevó contra el Gobierno de la II República. Al no tener el éxito
esperado, el territorio español quedó dividido entre el bando republicano y el
bando sublevado franquista (autodenominado “nacional”), iniciándose así el
conflicto.

Por su parte, Aragón tuvo un papel muy importante durante todo el desarrollo
de la guerra. Desde el inicio del conflicto, el territorio aragonés quedó dividido
en un extenso frente de 350 km de norte a sur, repartido entre los dos bandos
enfrentados: el bando sublevado, que contó desde sus inicios con las tres capitales
de provincia (Huesca, Zaragoza y Teruel); y el bando republicano, que controló las
tres quintas partes del territorio aragonés. Desde el inicio del conflicto, la provincia
de Huesca quedó dividida entre los dos beligerantes, que se decidieron a fortificar
sus posiciones.
Los republicanos, a través de las columnas de milicianos salidas desde
Cataluña, tuvieron como objetivo prioritario la conquista de la ciudad de Huesca,
sometiéndola a un cerco intenso a partir del 30 de septiembre de 1936, tras la
conquista republicana de Siétamo y Estrecho Quinto; unas acciones, por otra parte,
que ralentizaron el avance republicano hacia la capital, pudiendo los sublevados
organizar mejor su defensa.
Se desarrollaron duros combates en torno a la ciudad de Huesca, siendo todos
infructuosos para los intereses republicanos. Igualmente, también los combates
se reprodujeron a lo largo de la provincia, desde el norte, en torno a Sabiñánigo,
Gavín y Biescas, a más al sur, en Alcubierre, así como en Tardienta, Santa Quiteria
–perteneciente a esta última localidad monegrina– y Almudévar.
Asimismo, ambos bandos fortificaron sus posiciones defensivas, a través de
nidos de ametralladoras, trincheras, refugios, etc., llegando a desarrollar, el bando
republicano, diferentes líneas defensivas, siendo la más importante la línea
fortificada del Cinca.
Sin embargo, el frente en la provincia apenas varió durante buena parte del
conflicto, en concreto, hasta finales de marzo de 1938, cuando la ofensiva del
bando sublevado hizo que las fuerzas republicanas se retiraran hacia Cataluña. En
cambio, en el norte, el avance del ejército del bando sublevado fue más lento debido
al terreno de alta montaña, quedando embolsada en la zona de Bielsa la 43 División
republicana, que tuvo que cruzar la frontera francesa finalmente a mediados de
junio, acabando así los combates en toda la provincia, pero quedando herederos de
este conflicto un sinfín de vestigios distribuidos a lo largo del territorio.

Adrián Cabezas, historiador del GRIEGC


(Grupo de Recuperación e Investigación de Estudios de la Guerra Civil)

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

El frente de Huesca
El alzamiento militar de 18 de julio de 1936 triunfó en Huesca capital. Desde
ese mismo momento, la provincia quedó dividida en dos, la zona franquista
o nacional, con capital en Huesca, y la republicana, con capital en Barbastro.
Para las tropas leales a la II República, tomar Huesca se convirtió en una
obsesión y en una misión urgente. A la historia popular de este conflicto ha
pasado la frase ‘tomaremos café en Huesca’ en boca de los milicianos que
preparaban la ofensiva sobre la ciudad. Pero ese café nunca llegó, aunque los
republicanos estuvieron a las puertas de Huesca, e incluso la consiguieron
rodear sin llegar a cerrar el cerco.

La propia geografía de la ciudad y su entorno, la depresión conocida como La


Hoya de Huesca, condicionó la ubicación de las zonas fortificadas en la carretera
de Barbastro, el Estrecho Quinto, así como en la carretera a Almudévar, territorio
controlado por el bando sublevado.
El frente se estabilizó en Fornillos, Montearagón y Estrecho Quinto por el norte
y el este. El cerco duró desde septiembre de 1936 hasta marzo de 1938 cuando se
produce la ofensiva franquista hacia Cataluña y Levante.
Durante el asedio, ambos bandos excavaron una red de trincheras y levantaron
fortines cuyos restos aún se conservan y pueden ser visitados como Torresecas,
Montearagón, Huesca ciudad y Estrecho Quinto, Fornillos, Tierz, Loporzano,
Almudévar, Siétamo, entre otras, gracias a las intervenciones realizadas por la
Comarca de la Hoya.

Vistas hacia Huesca desde el búnker de Montearagón

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Huesca ciudad
Parque de los Mártires de la Libertad
Podemos empezar por el parque urbano de los Mártires de la Libertad, al norte de
la ciudad. De reciente creación, acoge un mausoleo en forma de pirámide con 545
prismas de piedra de Fiscal, realizado por Pedro Lafuente, como símbolo de los
545 fusilados en este paraje por la represión franquista desde 1936 a 1945.
Parque de los Mártires de la Libertad

Tumbas de Fermín y Galán


En el cementerio de Huesca
encontramos las tumbas de los capitanes
Fermín Galán y Ángel García Hernández,
que protagonizaron la sublevación
republicana de Jaca en diciembre de
1930. Sus tumbas fueron declaradas
en 2017 Bien de Interés Cultural por el
Placa conmemorativa en el cementerio de Huesca Gobierno de Aragón.

Ermita Loreto
Para llegar hay que tomar el camino de Huesca a Banariés y, a mitad del mismo,
seguir las indicaciones.
El edificio fue cuartel general avanzado de los milicianos italianos durante todo
el tiempo que se mantuvo el asedio republicano sobre la ciudad de Huesca. Todavía
conserva en una de sus fachadas la leyenda escrita en rojo sobre fondo blanco

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

«Castillo Errico Malatesta» en honor


de uno de los grandes teóricos del
anarquismo moderno, el italiano Errico
Malatesta (1853-1932).

La Granja
Este antiguo edificio, en la carretera de
Monflorite a Huesca, estuvo ocupado
por las milicias antifascistas de aviación
durante el sitio a Huesca y allí estuvo el
escritor británico y miliciano del POUM
George Orwell, quien describe así el
lugar en su libro Homenaje a Cataluña,
obra imprescindible para conocer
cómo fue la Guerra Civil en el frente de
Huesca: «La Granja, nuestro almacén
Lateral de la ermita de Loreto donde se puede obsevar la y cocina, probablemente había sido
lenyenda escrita «Castillo Errico Malatesta»
alguna un vez convento. Tenía grandes
patios y dependencias exteriores (…)
toda habitación que no estuviera en uso
había sido convertida en letrina –un
horrible amontonamiento de muebles
destrozados y excrementos (…)».

Fachada principal de La Granja

Fortín nacional
Se encuentra saliendo de Huesca en dirección a Ayerbe. Fortín nido de obra y de forma
circular (paralelepípedo), con una abertura de entrada y tres troneras. Formaba parte de
la defensa de la ciudad ante el cerco impuesto por los republicanos.

Fortín republicano
Situado entre Huesca y Tierz. Se accede por un camino paralelo a la carretera a
Barbastro, por detrás de las instalaciones deportivas. El fortín se ubica a la derecha
de la pista, encima de una acequia utilizada como trinchera.
Solo quedan restos de la pared oeste, su tronera y dos mirillas. Es fácil reconocerlo
porque mirándolo de frente se asemeja a un tiburón o una ballena.
Por su situación relativa debía ser un puesto tirador de primera línea frente al
enemigo asentado en Torre La Piedra y en la posición Cierzo. Les separaban de ellos una
«línea impenetrable de alambradas y ametralladoras» (G. Orwell, Homenaje a Cataluña).

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Impactos en la ermita de Salas


Fue una posición franquista en el sitio de Huesca. La fachada este y la torre
campanario presentan una gran cantidad de impactos de fusilería y de artillería. En
su parte alta estuvo instalada una ametralladora.
Otra ermita que fue posición defensiva de la ciudad fue la de Santa Lucía. Situada
al lado de la actual residencia psiquiátrica, al oeste de la ciudad, no tiene ningún
rastro de la guerra. Sin embargo, en la parte de atrás de la edificación queda una
suave loma donde se aprecia un dibujo de trinchera y en donde se encontraron
algunos casquillos de fusil.

Posición del Manicomio


Fachada en ruinas de lo que fue el edificio. En muchas zonas se aprecian los
impactos de bala.
Este lugar fue testigo de las acciones en defensa de la ciudad de Huesca, de los
intentos de socorro a Estrecho Quinto y de los ataques que sufrió el 17 de marzo de
1937 por el batallón de choque del POUM. En esta acción participó el escritor inglés
George Orwell. Cuando estuvo en poder de los defensores de Huesca formó parte
de lo que se llamó Subsector Hospital Nuevo y estaba considerada la posición como
una avanzadilla.

Vista panorámica y restos del pozo de tirador en las lomas de Los Tetones

Lomas Los Tetones


Se accede desde el polígono industrial de Huesca de la carretera de Barbastro o
desde el pueblo de Quicena.
En las dos lomas se excavaron ramales de comunicación, trincheras y un pozo
de tirador, en un collado, labrado en piedra con una inscripción que reza «Calle del
General Mola».
Las dos lomas fueron muy disputadas por ambos bandos, llegando a estar por
momentos de la contienda una en poder de cada ejército.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Fornillos de Apiés
El pueblo de Fornillos fue uno de los emplazamientos importantes del Ejército
republicano en su intento de tomar Huesca. Fue ocupado por milicianos
anarquistas a principios de septiembre de 1936. En la localidad se encuentran
varios vestigios de la Guerra Civil como los siguientes.

Rincón del combatiente


Un espacio para el descanso o el ocio en los periodos libres que dejaba la guerra. Se
accede por una carretera que va al pantano o por la «pista de los rojos». En una gran
piedra, de dos metros de alto por cuatro de ancho, se grabó la leyenda ‘El rincón del
combatiente’ y dos estrellas de cinco puntas en un círculo. Junto a ella hay restos
de lo que pudieron ser habitáculos para los soldados.

Rincón del combatiente

Caño
Los caños de la ladera del cementerio sirvieron para almacenar tinajas de agua. Son
excavaciones con forma de tubo con galerías a ambos lados que sirvieron como
refugio de tropa y civiles durante los bombardeos de la artillería o de la aviación.

Cueva Dionisio
En el entorno del depósito de agua se encuentra una pequeña gruta que pudo haber
sido empleada como polvorín. Posee inscripciones labradas en las piedras. También
se especula que allí pudo albergarse el Centro de Transmisiones que coordinó la
ofensiva contra Huesca en junio de 1937. Recibe el nombre de un personaje de la
localidad que la habitó.

Pista de los rojos


Pista de tierra en buen estado construida por las tropas republicanas para enlazar
los pueblos al norte de Huesca y abastecer a las unidades cercantes desde su
retaguardia situada en Barbastro. Se puede acceder desde el pueblo tomando el
camino que sale a la derecha de la iglesia o por la carretera que lleva a la presa.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Tierz
En este municipio se encuentran posiciones defensivas como la del Estrecho
Quinto y las trincheras de El Saso. Se accede por el cementerio y una vez
pasado el circuito de motocross, hay que tomar la pista que asciende al Saso.
La zona de trincheras y cuevas está señalizada.

Tres fortines repartidos a lo largo de las laderas


que acceden a la zona de cuevas, con varios
habitáculos, y trincheras. Esta posición contaba
con nido circular, fortín y búnker semicircular, de
hormigón y con troneras. Además hubo galerías Restos de trincheras en El Saso, Tierz

subterráneas.
El Ayuntamiento y la Comarca de la Hoya
de Huesca han recuperado parte del ramal de
trinchera y limpiado las entradas a las cuevas y
al fortín de ametralladoras, construidas a final
de 1936 por el coronel Villalba. En 1937 recibió
la visita del presidente de la Generalidad de
Cataluña Luis Companys i Jover (1882-1940).
Pasado el cementerio, a la derecha, se
encuentra una cabaña de pastores de piedra
en forma de iglú, con una puerta de acceso y
pequeñas ventanas verticales. En sus piedras
hay grabadas inscripciones del POUM, nombres
y fechas: «Revolta (revuelta)»; «1936»; «POUM»,
debajo de la Hoz y el Martillo; «JAS», etc.

Montearagón-Quicena
A las faldas del castillo de Montearagón, en Quicena, se construyó un nido de
ametralladoras, recuperado en los últimos años. Se trata de un fortín circular
descubierto. Se complementa esta posición con un ramal de trincheras en las
alturas Corona Figueras y Montearagón.

El castillo fue defendido por los Voluntarios de Santiago y soldados del Galicia 19
que cedieron la posición a los guardias de asalto, de guarnición en Fornillos, el 29
de septiembre de 1936. En un principio el entorno formaba parte de la posición
defensiva franquista de Estrecho Quinto. Ésta estaba formada por Loporzano,
alturas de Tierz y el mencionado castillo de Montearagón. Posteriormente, las tropas
republicanas que cercaban la ciudad se fortificaron también en la zona.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Nido de ametralladoras en las faldas del castillo de Montearagón

Fortines Estrecho Quinto


Controlaban la carretera de Barbastro a Huesca y el avance republicano.

El nido y el primer fortín están bastante bien conservados. Son semicirculares


descubiertos con troneras de hormigón. El búnker de ametralladora conserva muy
bien la entrada de cemento y el pasadizo de obra que conducía al fortín propiamente
dicho. Los arcos enterrados indican que en ese lugar hubo una galería subterránea.
En otra posición encontramos cuevas refugios excavadas manualmente con varios
habitáculos. Aparecen muchas inscripciones.
Los franquistas aguantaron en esta posición, con una férrea defensa, hasta que se
les acabaron los víveres, y tuvieron que regresar de noche hasta Huesca cruzando
las líneas republicanas.
Búnkeres de Estrecho Quinto

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Cementerio de Loporzano
Fue una posición defensiva nacional, tomada por los republicanos. En la
puerta y en las paredes del campo santo se conservan las huellas de los
impactos.

En una pequeña loma de forma cónica se atisba un ligero dibujo de trinchera, poco
excavada, que sirvió como avanzadilla para el ejército sublevado.

Almudévar
Almudévar fue una posición crucial para el ejército franquista. Tras hacerse
con ella al inicio de la Guerra Civil, se evitó desde esta posición el avance del
cerco de Huesca por el sur. No obstante, en la zona tuvieron lugar intensos
combates en un afán por ganar metros al enemigo.

Al este de Almudévar, en las lomas, se aprecian ligeramente los dibujos de las


trincheras. Allí se encuentra el Mogote y Crucetas, una fortificación circular con un
nido de ametralladoras, cuyo fuego dominaba una gran extensión de terreno.

La Licorera
Antiguo edificio ocupado por las posiciones franquistas. En la fachada este conserva
varios impactos de proyectil de cañón.

La Licorera fue opcupada por posiciones franquistas

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

La posición se encontraba en primera línea de contacto y fue protagonista durante


toda la guerra, tanto en sus comienzos como en el devenir de los acontecimientos,
en varias acciones. En la mañana del 21 de julio de 1936, los componentes de
una sección de guardias de asalto procedentes de Huesca se enfrentaron a unos
paisanos armados en la zona de las Crucetas y La Licorera… Más tarde, el 12 de
noviembre de este primer año de guerra, la posición fue ocupada por voluntarios
sublevados pertenecientes al Tercio de Requetés de Nuestra Señora del Pilar.

Vicién
La localidad contó con un refugio antiaéreo, nido de ametralladoras, cueva de
transmisiones y un polvorín, elementos, que se encuentran en el pueblo o en
sus cercanías y que han sido recuperados para su vista.

El pozo de hielo fue usado como polvorín y las cuevas como refugio, así como
punto de telecomunicaciones como se aprecia en el grabado de una de ellas:
«Transmisiones. 141 brigada, 32 división., 1-1-38», y una estrella de cinco puntas
dentro de un círculo rojo. Están ubicadas en una pequeña loma al norte y al lado
de pueblo. Poseen varias habitaciones y entradas, en una de las cuáles se lee la
inscripción CNT FAI del año 1937.
Al este, detrás del cementerio, se ubicó un nido de ametralladoras circular con un
ramal de entrada, para abatir aviones.
La reconstrucción de la ermita de San Gregorio arrasó la posición que fue construida
para que los carabineros frenarán el avance franquista en marzo de 1938.

Restos de un nido
de ametralladoras

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

La Ruta Orwell
La comarca de Los Monegros es uno de los territorios de la provincia de
Huesca donde mejor se conservan los vestigios de Guerra Civil. Su ubicación
estratégica, en plena línea del frente de Huesca, le llevó a ser el centro de
importantes operaciones militares del ejército republicano y las milicias
anarquistas venidas de Cataluña, así como de las contraofensivas del bando
franquista. Muy cerca de Sariñena, en Albalatillo, se encontraba el aeródromo
militar más importante del ejército republicano en la provincia, y a lo largo
de la sierra de Alcubierre se dispuso una serie de fortificaciones, pertrechos
militares y elementos de defensa civil para tratar de contener al enemigo
franquista procedente de Huesca o Zaragoza. Por su parte, el bando sublevado
también dispuso de sus defensas en la localidad de la provincia zaragozana,
pero perteneciente a esta comarca, de Leciñena.

La zona de frente fue determinante para que proliferaran muchas de las posiciones
defensivas, pero importante ha sido la voluntad de la comarca monegrina para
recuperar estos escenarios bélicos, conocidos internacionalmente por la presencia
durante el conflicto armado del escritor británico y miliciano del POUM George
Orwell, que los inmortalizó en su obra Homenaje a Cataluña. Orwell, que vino como
corresponsal de guerra, decidió alistarse en Barcelona en la milicia del POUM (Partido
Obrero de Unificación Marxista) y en 1937 fue destinado a Monte Irazo donde pasó 4
meses. De sus vivencias, nació este relato en primera persona, fiel reflejo de cómo era
la vida en el frente y que nos describe las miserias de la guerra.
La figura y la presencia de Orwell en la zona ha servido como pretexto para crear
hace unos años una reconocida ruta que recorre la sierra de Alcubierre con propuestas
como visitas guiadas, centro de interpretación sobre la contienda y periódicas
recreaciones históricas que atraen a muchos amantes de la historia y curiosos.

Vistas desde las Tres Huegas hacia los llanos de la Violada

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Centro de interpretación de
la Guerra Civil de Robres
Comenzamos la visita a la comarca de Los Monegros en Robres para conocer
a fondo el contexto del conflicto (1936-1939) y su desarrollo. En Robres se
encuentra el Centro de Interpretación, Estudios y Documentación de la Guerra
Civil en Aragón. Se ubica en el edificio rehabilitado de las antiguas Escuelas y
alberga importante documentación, prensa de la época, audiovisuales y objetos
originales extraídos de las trincheras para conocer el periodo histórico que
abarca desde la proclamación de la II República, el conflicto bélico, el exilio
y la dictadura franquista. También cuenta con una sala para exposiciones
itinerantes.

En este museo se nos cuenta la biografía de los personajes más significativos de la


Guerra Civil en Huesca como Ramón Acín, María Domínguez o George Orwell.
Es una visita obligada para estudiosos de este periodo y también para todo tipo de
públicos que quieran conocer el capítulo más trágico del siglo XX de nuestro país.
En Robres también se encuentran algunos vestigios de la Guerra Civil, como un
refugio antiaéreo en los bajos de la iglesia de San Pedro (un pasillo largo y estrecho
construido de cemento).
Ya en las afueras de la localidad se encuentra el refugio de la Pajera, en un
montículo conocido como Grada Blanca’(Val Socarrada). En la vaguada se excavaron
seis cuevas, la de mayor tamaño para albergar hasta diecisiete personas, la Cueva
del Capitán, en cuyo techo se grabó una estrella de cinco puntas dentro de un anillo
circular de un metro de diámetro.
Robres albergó a la plana mayor y la compañía de reconocimiento del tercer
Regimiento, denominado «URSS nº 3».
Interior del Centro
de Interpretación
de la Guerra Civil de
Robres

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

HORARIO Centro de Interpretación

Fines de semana y festivos:


de 12.00 a 14.00 y de 16.30 a 18.30.
En verano: sábados, domingos y festivos:
de 11.00 a 14.00.
Cerrado los fines de semana:
del 24 y 25 y del 31 de diciembre y 1 de enero.
Para visitas guiadas a las trincheras y el
centro (para grupos) concertar en el
974 570 090.

La Ruta Orwell
Alcubierre es el límite natural entre las provincias de Huesca y Zaragoza y esa
privilegiada posición estratégica determinó la construcción de un entramado
de trincheras, alambradas, ramales de comunicación, abrigos pasivos ligeros,
pozos de tirador, observatorios, refugios, nidos de ametralladoras… de
ambos bandos. Una amplía red que tuvo su mejor expresión en el Monte
Iranzo, célebre porque allí vivió y combatió George Orwell. De hecho en
la reconstrucción de estas posiciones se ha tenido muy en cuenta las
descripciones que el periodista, escritor y miliciano británico plasma en
su Homenaje a Cataluña, donde cuenta cómo era la vida en el frente de
Monegros en los primeros compases de 1937.

La ruta puede comenzar en el Centro de Interpretación de la Guerra Civil de


Robres o en el cercano Monte Iranzo, conocido como Loma Orwell. Se accede
por la carretera que une Leciñena con Alcubierre. Se encuentra bien señalizada.
El desvío nos lleva a una pista de tierra por la que se llega a la fortificación, que
ocupa unos cien metros de frente. Allí se suceden pozos de tirador individuales

Reconstrucción de trincheras
en la ruta

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

y uno doble, asentamientos para armas colectivas, abrigos para personal y


pertrechos, los ramales de comunicación, observatorios, una casamata, trincheras,
sacos terreros de protección y un obstáculo perimetral tejido de alambradas, que
pudieron complementarse en el momento del conflicto con campos de minas y
otros obstáculos naturales o artificiales, y vivacs o zona de vida donde los soldados
pasaban los momentos de tregua o «la guerra en punto muerto» como lo describió
Orwell en su Homenaje a Cataluña.

Visitas guíadas con recreacionistas en Alcubierre

Las milicias y el ejército republicano resistieron en el Monte Iranzo y Pucero hasta


marzo de 1938, cuando se produjo la ofensiva franquista para tomar el este de la
provincia, en su avance hacia Cataluña y Levante.
Los restos presentan un buen estado fruto de las acciones de conservación de la
Comarca, que organiza de forma periódica recreaciones históricas y visitas guiadas.
También se puede visitar de forma libre. El buen cuidado del entorno, su fácil acceso
y su buena interpretación le han merecido recibir el Sello de Excelencia Turística
como una de las mejores rutas de Aragón, valorada por los usuarios.

Las Tres Huegas de Leciñena


La Ruta de las Tres Huegas se centra en la posición defensiva construida por
el bando sublevado en la localidad zaragozana de Leciñena, en la línea de
avanzada en la sierra de Alcubierre, tras tomar la población el 12 de octubre
de 1936 tropas de la 5ª División Orgánica de Zaragoza.

Las tropas franquistas que habían colocado su puesto de mando en el frente


de Monegros, en Leciñena, se hicieron fuertes en el cerro de Santa Quiteria,
en Tardienta, y San Simón, en la localidad zaragozana, donde se apostaron
legionarios, falangistas de la Segunda Bandera Móvil de Aragón, el Regimiento de
Carros Ligeros de Combate nº 2 y soldados regulares enfrentados a los milicianos

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

del POUM, la Columna Carlos Marx y el Ejército republicano hasta que se disolvió
el frente por el definitivo avance franquista.
La zona conocida como Tres Huegas («huega» o «güega», en aragonés, significa
mojón, límite o separación de términos, en este caso Leciñena, Robres y
Alcubierre).
La posición fue rehabilitada hace unos años, sirvió como vivac o campamento y
refugio para las tropas de un ejército en campaña.

Trincheras de las Tres Huegas Momumento de San Simón

En esta zona nos encontraremos con puesto de mando, abrigos de descanso,


vivac con zona de cocinas, pozos, aljibes, refugio para el pelotón en un abrigo
ubicado en una estratégica ladera en la que se pueden rastrear las huellas de otros
asentamientos habilitados en su tiempo, una cueva refugio para el alto mando,
plataforma zona observatorio, trincheras o ramales de comunicación.
En esta ruta se puede visitar también la cota San Simón, monolito conmemorativo
que recuerda a los caídos del bando franquista. Fue levantado a comienzos de los
años 40 en el monte Puig Ladrón (699 metros) para recordar las gestas conseguidas
desde esta posición por tropas franquistas y falangistas que, sorprendidas por un
rápido ataque del Ejército republicano, el 9 de abril de 1937, supieron sobreponerse,
contraatacar y recuperar las posiciones perdidas. En esta ofensiva y contraofensiva
murieron centenares de soldados de ambos bandos, y fue una gesta glosada por
la prensa franquista de la época y la historiografía del Movimiento posterior. El
monolito que recuerda la batalla presenta además de la leyenda, la cruz, el yugo y las
flechas, la Gran Cruz Laureada de San Fernando (máxima condecoración militar que
premia el valor a quienes ponen en riesgo la propia vida en el servicio de las armas).
Esta posición se encuentra en el punto kilométrico 33,5 de la carretera de
Zaragoza a Sariñena.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Santa Quiteria, Tardienta


En el entorno de la ermita de Santa Quiteria (533 metros) se ubicaba una
posición geoestratégica de vital relevancia, ya que desde ese punto del frente
se controlaban las carreteras de Huesca y Zaragoza, la vía del tren y la llanura
de Almudévar. La disputada posición, desde los inicios de la contienda, y la
amplia meseta al norte de la sierra de Alcubierre protagonizaron algunas de
las páginas más sobrecogedoras de la Guerra Civil en el frente de Huesca.
Su control permitía un privilegiado observatorio para prevenir la defensa o
planificar el ataque.

Estuvo en poder republicana hasta el 19 de octubre cuando las tropas sublevadas le


arrebataron el control de esta emblemática altura, a costa de numerosas bajas por
ambos bandos.
Allí se encuentra un pozo –observatorio reconstruido– y un asentamiento
defensivo completo con cabida para ametralladoras y armas.
Para llegar a este paraje, uno de los más emblemáticos de la Guerra Civil en
Aragón, se toma el desvío que indica Barrio Espada a la entrada de la localidad
desde Almudévar por la A-1211 y se recorren 5 kilómetros hasta la ermita.

Trinchera y pozo observatorio en el entorno de la ermita de Santa Quiteria, Tardienta

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

El búnker de Lanaja
Lanaja cuenta con un sólido emplazamiento para ametralladoras o también
para fusil ametrallador construido por ingenieros y soldados del Ejército
republicano.

La imponente estructura de hormigón armado protegía como fortín y observatorio


en un ángulo de 180o un vasto territorio en dirección noroeste y noreste, hacia
donde se abren sus aspilleras, y posibles lugares de penetración del ejército
sublevado, bien a través de la sierra de Alcubierre, bien desde la población de
Almudévar, en poder de los militares insurgentes.
El entorno del búnker constituyó un conjunto defensivo hoy prácticamente
inexistente, enmarcado en la denominada Línea Lenin de defensa comprendida
entre las localidades de Marcén, Poleñino y Lanaja. Se ha reconstruido, no obstante,
un tramo de trinchera o ramal de comunicación excavado para el servicio de
proveedores, sirvientes y municionamiento de las máquinas, que permite mostrar, al
tiempo, una imagen muy aproximada de la oportunidad estratégica de la posición.
El estado de conservación de este búnker es bueno, a pesar de que en los años
de penurias económicas del primer franquismo se extrajo parte de la estructura
metálica para la venta como chatarra dejando sensibles huellas en su interior.
Para llegar al búnker hay que tomar la carretera de Cantalobos, a 200 metros del
desvío de la A-129, en la denominada partida Valdugato o Alforjetas.

Búnker de Lanaja

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Refugio antiaéreo de Monegrillo


El cerro de El Castillo, en la parte alta de Monegrillo, alberga excavado en su
interior un refugio antiaéreo, compuesto por una red de galerías de unos 185
m de longitud total, sumando un espacio de unos 25 m2. Con una altura que
oscila entre 1,65 y 2,5 m, y una anchura entre 1 y 1,5 m, el enclave recrea el
ambiente original de las galerías durante la Guerra Civil. Las galerías mejor
conservadas son también las que tienen una mayor amplitud, quedando el
resto cerradas al paso, pero visibles en su aspecto original.

En su construcción se utilizó madera de sabina, abundante en la zona, para dar


solidez a las galerías, que se alumbraban con lámparas de carburo y velas. Las
galerías horadan la loma y confluyen en una zona central que articula el sistema
defensivo conocido como «abrigo en galería de mina».

Interior y exterior del refugio


antiaéreo de Monegrillo

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Fuente del Saso y


aeródromo de Albalatillo
Fuente construida en 1937 por el ejército republicano para dar servicio a
la base aérea del cercano aeródromo que albergó primero a la escuadrilla
republicana Alas Rojas y posteriormente a pilotos soviéticos. Consta de una
estructura rectangular, aunque irregular, de grandes dimensiones (15 x 10 m).
Se divide en dos partes diferenciadas, una de la época y otra posterior.

A la izquierda se aprecia la primera obra, fechada en 1937, consistente en una gran


plataforma hormigonada circundada por las pilas, caños de agua y sobraderos
que cubren la zona embalsada. Todo el ámbito se remata por unas escaleras
componiendo un atractivo graderío.
La segunda fase fue construida en 1970, reconvirtiéndola en una zona de recreo
para los vecinos.
Para acceder a este enclave hay que tomar la carretera HU-V-8301, Sariñena-
Albalatillo. A menos de trescientos metros de lo que fue el aeródromo hay un
camino de tierra en buen estado que conduce a una zona de recreo y al depósito de
agua. Unas escaleras dan acceso a la fuente del Saso.
El aeródromo de Albalatillo se ubica a un kilómetro al norte de la localidad, en
dirección a Sariñena. La rosa de los vientos se ubica en una propiedad privada, a
la izquierda de la carretera, sobre lo que queda en pie de la pista de aterrizaje. Los
restos de fortines se encuentran en la línea que bordea la explanada, orientados
hacia el oeste y la vaguada. Al otro lado de la carretera Albalatillo-Sariñena se
ubican los restos de lo que fue el campamento de los pilotos.
Además, en la zona hay restos de lo que fue un pozo tirador circular y se intuye
lo que pudo ser un abrigo refugio. Todo el perímetro exterior está recorrido por
ramales de trincheras, abrigos subterráneos y restos de búnkeres de obra.

Aeródromo de Albalatillo Fuente del Saso

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

La Línea del Cinca


Iniciada la Guerra Civil, la provincia de Huesca quedó sesgada en dos zonas:
la occidental bajo el control del bando sublevado y la oriental, en manos
de la República. Esta última quedó bajo la influencia política y militar de la
Generalitat de Cataluña, que quiso crear una línea defensiva de retaguardia
al frente de Aragón. Esta estructura defensiva recibió el nombre de Línea del
Cinca al bordear el río desde el punto más septentrional, Boltaña, hasta el
sur, Fraga, enlazando con la línea de fortificaciones ya en suelo catalán y que
llegaban hasta Gandesa, prácticamente en la desembocadura del Ebro.

El Estado Mayor del Comité Central de Milicias de Barcelona comenzó la


construcción de la Línea de Agosto el 6 de agosto de 1936, apenas dos semanas
después del estallido de la contienda, con tres principales sectores: Monzón, Fraga
y Gandesa. Esta línea contó con posiciones defensivas de trincheras, observatorios,
refugios, pistas militares, puestos de artillería y nidos de ametralladoras en Boltaña,
El Grado, Naval, Estada (puente de las Pilas), Castejón del Puente, Fonz, Selgua-
Monzón y Fraga.
En enero de 1937, se encontraban construidos más de 7 kilómetros de trincheras;
13 kilómetros de caminos cubiertos; centenares de nidos de ametralladoras
acompañados con los correspondientes refugios para tropas y diversos
asentamientos artilleros. El sector de Monzón fue uno de los puntos fuertes de
la línea, compuesto por las posiciones de Selgua, Monzón y Castejón del Puente.
Se construyeron solo en este sector 66 emplazamientos para ametralladoras,
atrincheramientos para 4.000 soldados y tres emplazamientos artilleros
En total, fueron 120 kilómetros de línea fortificada, lo que la convirtió en la
principal estructura defensiva construida en el Aragón republicano para evitar la
invasión de Cataluña por el norte del Ebro. Un propósito estéril, ya que, pese a la
magnitud de la construcción, ésta apenas fue utilizada ante el rápido avance de las
tropas franquistas en la primavera de 1938.

Naval
Trincheras del tozal de Pisa y de Bolero
Naval constituye la parte más septentrional de las posiciones de la línea defensiva
del Cinca que se han recuperado y adaptado para ser visitadas. La estratégica
ubicación que ocupa la villa alfarera, en la frontera de las comarcas de Somontano
de Barbastro y Sobrarbe o, lo que es lo mismo, entre el llano y la montaña, fue
aprovechada por el bando republicano para levantar dos posiciones: las trincheras
del tozal de Pisa y de Bolero, ambas recuperadas gracias a una subvención
concedida por la Diputación Provincial de Huesca.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Desde estas trincheras se domina la sierra de Arbe y el barranco donde se


encuentran las milenarias salinas, así como la antigua carretera hacia Francia.
Desde el mismo salinar de Rolda se puede realizar una ruta circular para recorrerlas,
ascendiendo por una pista de un desnivel acumulado de unos 300 metros.
Las trincheras de Pisa se ubican en el entorno de la ermita de Santa Quitera (siglo
XVI) y cerca de los restos de lo que fue el castillo de Piedra Pisada. Al igual que
en las de Bolero, donde se controla el casco urbano, todavía se pueden recorrer
los nidos de ametralladora y los refugios construidos. Para su construcción se
aprovechó el terreno rocoso de los tozales donde se ubicaron las trincheras, los
observatorios con aspilleras o ventanas, los pozos de tiro con fúsil o mortero, los
nidos de ametralladora, los pasillos o ramales de comunicación y las zonas de vida,
la parte más segura del entramado. En las trincheras todavía se pueden ver las
iniciales del sindicato anarquista de la CNT.
Naval cayó en manos franquistas el 29 de marzo de 1938, tras la contundente
ofensiva nacional en todo el frente de Huesca hasta sobrepasar el Cinca en su
avance a Cataluña.
Trinchera e iniciales
de la CNT grabadas
en las paredes

Tras la Guerra Civil, el bando ganador ordenó


destruir este tipo de emplazamientos con
detonaciones. Los desmoronamientos y
escombros que el visitante se encontrará son
consecuencia de esa decisión.

Estada-Estadilla
Puente de las Pilas
Frente al puente de las Pilas, dos «ojos» de hormigón excavados en una loma nos
recuerdan la existencia de la posición defensiva de Estada y Estadilla, una de las más
destacadas de la Línea del Cinca, ya que era el camino natural del avance franquista
por la carretera de Barbastro, en caso, como así fue, de tomar la capital del Somontano.
Las fortificaciones se levantarán en el Batán, en el término municipal de Estada,
y también en cerros aledaños, flanqueando la carretera de Estadilla. Su estado
de conservación es bueno, pero su acceso algo complicado, si bien desde el
Ayuntamiento se está trabajando para acondicionar el entorno.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Este emplazamiento constaba de nidos de ametralladora, varios metros de zona de


trincheras y habitáculos a base de ladrillos, dos búnkeres prácticamente unidos y
ramales de comunicación.
En la memoria técnica de las obras se indica la siguiente descripción que nos
habla de la magnitud de la obra, que, como el resto, apenas ofreció resistencia al
avance relámpago franquista: «Para defender el paso del río Cinca por el puente de
Estadilla se ha construido una cabeza de puente en la orilla izquierda del río, con
atrincheramiento para 75 hombres y cuatro nidos de ametralladoras.
En el monte de Bal, situado al norte de Estadilla, se ha emplazado una batería
de cuatro piezas de 10.5 cm, que batirán el sector que comprende desde el puente
de Estadilla hasta el de El Grado, y atrincheramiento para 200 hombres y cuatro
ametralladoras. Todo ello con los abrigos y repuestos correspondientes. Para el
servicio de esta posición se está construyendo una pista desde Estadilla, con una
longitud de 2 kilómetros.
Nido de ametralladora

Inscripciones en la pared

Entre el monte Bal y la posición de El Grado de la orilla izquierda del Cinca, se


emplazarán a distancia de 1.000 a 1.500 metros una de otra, posiciones para cerrar
el intervalo citado, posiciones que serán capaz cada una para 2 ametralladoras y 50
hombres, necesitándose cuatro de estas posiciones».
La Línea del Cinca estuvo plagada de espías franquistas que emitieron informes al
ejército nacional. En uno de ellos hablan así de la posición del puente de las Pilas:
«Antes de llegar a Barbastro es donde la línea reúne las características de solidez
que la distinguen […] entre Estada y Estadilla, existe una trinchera de más de 2
kilómetros de longitud con algunos nidos de ametralladoras, construidos con cemento,
protegido todo esto con emplazamientos para baterías de calibre pequeño y mediano.
Otra trinchera de una extensión de unos 500 metros, reforzada por nidos de
ametralladoras, abrigos para el personal y pequeños depósitos de municiones, todo
ello construido en cemento, se descubre entre los pueblos de Estadilla y Fonz, con
objeto de flanquear la anterior».

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Castejón del Puente


El complejo defensivo de Castejón del Puente es uno de los más amplios y
mejor conservados de la Línea del Cinca, debido a que no hubo combate en
este enclave, tras el abandono de los soldados republicanos hacia Cataluña,
debido a la ofensiva franquista de marzo de 1938, pero también por las
actuaciones realizadas por el Ayuntamiento en varias campañas, gracias a la
ayuda de la Diputación Provincial de Huesca, y que permiten su fácil visita.

Trincheras y refugio de Castejón del Puente

Refugios, nidos de ametralladoras, búnkeres, zonas de vida, fortines y abrigos


subterráneos, refugios, observatorio y cientos de metros de ramales de
comunicación y de trincheras bordean dos lomas en el denominado cerro de
las Aguaderas, al oeste de Monzón y muy cerca de la carretera. Se accede por la
carretera antigua del pueblo desde Barbastro. Perfectamente camufladas, apenas se
ven desde la carretera.
Este complejo defensivo fue el más importante del sector de Monzón de la Línea
del Cinca, ya que protegía el aeródromo, el acceso por ferrocarril desde Cataluña
y la carretera nacional de Barbastro a Monzón. Además vigilaba el paso del Cinca
y cruzaba fuegos con las posiciones de Fonz. Las trincheras construidas podrían
albergar a 2.500 hombres, además de contar con emplazamientos para 36
ametralladoras y piezas artilleras, uno para una batería de obuses de 155 mm y otro
para una batería de cañones de 75 mm. Se construyeron caminos cubiertos para la
comunicación de unas trincheras con otras y tres kilómetros de pistas de acceso.
El 30 de marzo de 1938, la localidad fue ocupada por las tropas del bando
sublevado y las trincheras se abandonaron. El aeródromo fue utilizado durante
el episodio de la Bolsa de Bielsa. El general franquista Sagardía, de la 62 División,
afirmó tras tomar la localidad que «pudo mostrarse como modelo en su género.
Bien disimulada, con campo de tiro despejado, protegida contra la artillería de
pequeño y mediano calibre».

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

El aeródromo de Castejón del Puente, uno de los más importantes del frente
de Huesca, conserva en buen estado la torre de control y también la casa de
los pilotos, edificio de tres plantas, construida con ladrillo caravista. La pista de
aterrizaje está oculta bajo campos de cultivo de cereal. Se encuentra a la entrada
del pueblo por la carretera Nacional 240, viniendo desde Barbastro, a la derecha,
justo en el cruce con la carretera HU- 8500.
El aeródromo de Castejón del Puente contó con una nutrida presencia de
aviadores rusos, cuya memoria todavía recuerdan los más viejos de la localidad.
Para conocer algo más sobre la Guerra Civil en Castejón del Puente y sobre su
historia en general, se puede visitar el Centro de las Vías de Comunicación y Transporte
‘La Malena’ (974 404 466/974 404 810/619 425 146), dedicado al papel tan crucial que
jugaron los distintos medios de comunicación en el desarrollo de esta población.

Fonz
El emplazamiento de Fonz era uno de los principales de la Línea del Cinca por
su posición artillera que dominaban la carretera de Barbastro a Monzón, así
como la sierra de la Carrodilla. Se ubica en el cerro junto a la ermita de San
José y el mirador y pilaret de Santa Bárbara. Desde la plaza Mayor se accede
en dirección a la sierra de la Carrodilla tomando las rutas senderistas de Palau
y del Ojo de la Fuente.

La posición de Fonz contó con una zona de observatorio, un entramado de trincheras,


algunas cubiertas bajo maderos, y un imponente emplazamiento artillero excavado
bajo el cerro de San José que en algunas de sus partes ha quedado derruido. Este
asentamiento artillero estaba dividido en dos secciones, cada una de ellas construida
en galería a través de pasillos subterráneos. Cada sección contaba con una entrada
de acceso que llevaba a un pasillo central subterráneo y desde aquí se diversificaba
a través de galerías subterráneas hasta los emplazamientos de cada pieza. En total,
cuatro bocas donde se ubicaban cuatro cañones Schneider de 155 mm. Tenía un

Acceso al subterráneo

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

alcance de 11.500 metros, con una cadencia de tiro de 3 disparos por minuto y un peso
en batería de 3.300 kg. Cruzaba sus fuegos con una media sección artillera compuesta
de 2 piezas de 75 mm situada en el castillo de Monzón y otra batería también de 75
mm situada en Estada; todo ello proporcionando un amplio radio de fuego.
En la memoria técnica de las obras se indica que en la posición de Fonz «se
instalarán seis posiciones para ametralladoras y 40 hombres cada una para cerrar el
intervalo entre Estadilla y Castejón del puente».
La posición de Fonz destacaba también por la construcción de una pista de 1.900
metros para conectar la localidad con la ermita. Así como había también puestos
militares en la vecina población de Cofita, perteneciente a este municipio.
El Ayuntamiento creó en 2018 una ruta para visitar la posición artillera de
Fonz, con paneles descriptivos y cerró los accesos a los túneles dado el riesgo
de derrumbe. Sin embargo se puede visitar su entrada y obtener una idea de la
magnitud de esta red horadada en la roca.

Monzón
El castillo de Monzón, testigo de tantas contiendas bélicas desde la Edad
Media, Moderna y Contemporánea, también fue escenario militar en la Guerra
Civil. Su privilegiada situación y su elevación le configuraban una posición
estratégica para dominar el paso hacia Cataluña por la carretera y también
cruzar fuego con otras posiciones de la comarca como Fonz y Binaced.

Aprovechando un asentamiento artillero ya existente de la guerra de la


Independencia, se emplazaron en la falda de la fortaleza templaria cuatro piezas
de artillería de 105 mm. Dos de las piezas se instalaron con frente sur para cruzar
fuegos con la batería de artillería de Binaced; mientras que las otras dos lo hicieron
con frente norte para cruzar sus fuegos con la batería de artillería de Fonz. Por otro
lado, en el castillo también se llegó a instalar un cañón automático antiaéreo de
20 mm para hacer frente a los bombardeos aéreos que sufrió la ciudad de Monzón
durante la guerra.

Vista interior y exterior de las cañoneras en las faldas del castillo de Monzón

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Otro enclave testigo de la Guerra Civil en la capital del Cinca Medio es el hito colocado
junto al antiguo hospital de San Francisco y ahora Conservatorio de Miguel Fleta
que recuerda el paso por la ciudad de George Orwell. A raíz de una herida de bala en
el cuello, ocasionada en el frente de Huesca el 20 de mayo de 1937, lo trasladaron
a los hospitales de Siétamo, Barbastro, Lérida y Barcelona, y luego volvió para que
le sellasen el documento de la incapacidad física en su unidad de combate. En este
segundo viaje durmió en Monzón. El mismo Orwell relató en su obra Homenaje a
Cataluña, donde describe su estancia en el frente de Aragón, su paso por Monzón,
plasmado en la placa: «Dormí una noche en el Hospital de Monzón, donde debía ver
a la junta médica. En la cama de al lado había un guarda de asalto con una herida
sobre el ojo izquierdo. Se mostró cordial y me dio cigarrillos. Me dijo: «En Barcelona
hubiéramos disparado el uno contra el otro». Y ambos nos reímos. En el Hospital de
Monzón el médico me hizo el examen habitual, me aseguró con el mismo tono alegre
que nunca recuperaría la voz y me firmó el certificado».

Selgua
El complejo defensivo de Selgua es uno de los más imponentes de la Línea
de Cinca. Una extensa red de trincheras, refugios y nidos de ametralladoras
serpentea en la llanura sita entre dos ejes carreteros: la N-240, principal
acceso a Cataluña, y la carretera A-1223 hacia los Monegros. Su ubicación
estratégica sirvió para controlar estos importantes pasos, así como el
ferrocarril y los accesos a los aeródromos de Sariñena y Castejón del Puente.
Así como para cerrar un posible avance desde Huesca por ambas carreteras, ya
que los nidos de ametralladora llegan hasta el río Cinca.

Acceso a uno de los


refugios de Selgua

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Interior

La trinchera situada a la derecha de la carretera de Selgua a Berbegal contaba con


numerosos refugios de diferentes tamaños para los soldados así como polvorines
que servían de resguardo para el material. Igualmente, en la misma trinchera se
encontraban en las entradas de cada refugio unos grandes bloques de hormigón
que servían de protección para sus ocupantes en caso de ataque artillero.
Las fortificaciones que defendía la carretera A-1223 cuentan con numerosos
refugios y abrigos subterráneos que podrían resguardar a unos 700 soldados. Estos
refugios tenían diferentes tamaños y estaban conectados la mayoría de ellos a
través de trincheras.
Otros elementos eran los polvorines, construidos bajo tierra y con blindaje y
condiciones de permeabilidad.
Con respecto a los nidos de ametralladoras, en este sector destacan dos dobles
situados a cada lado de la carretera con el objetivo de batirla ante cualquier avance
de las tropas nacionales. Cada uno de ellos contaba con su respectivo refugio para
sus ocupantes y con una extensa trinchera que también servía de evacuación.
Los nidos de ametralladoras podían ser de diferente tipo según su disposición y
los materiales de construcción utilizados, encontrándose nidos de ametralladora
realizados de mampostería, ladrillo, cemento, material metálico o de hormigón
armado, así como otros más simples realizados a cielo abierto (a barbeta), semi
enterrados y con sacos terreros.
Además, esta fortificación se complementa con las del cerro de la ermita de San
Salvador, desde donde se domina todo el barranco de la Clamor. En este sector se
construyeron un total de diez nidos para ametralladoras, teniendo como objetivo
batir los diferentes caminos y sendas que venían de Barbastro, además de poder
cruzar fuegos con las fortificaciones de las lomas de Monzón, en Castejón el Puente
En esta zona proliferan los refugios excavados en roca, algunos incluso con
cubierta reforzada, que permitía alojar a la tropa durante los ataques aéreos o
artilleros. Estos refugios sirvieron también de abrigo para los soldados ante las
inclemencias del tiempo, así como simples lugares de descanso temporal. En total,

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

en este sector existieron refugios para albergar un total de 800 hombres, lo que
hace una idea del gran número de refugios existentes en este sector.
La loma situada debajo de la ermita de San Salvador se fortificó con varios
elementos donde destacaba una extensa trinchera que comunicaba con un nido de
ametralladoras, contando además con dos refugios excavados en la roca
comunicados entre sí. Cerca de estas posiciones se encontraba un aljibe, cortado
en la roca que servía para recoger el agua de la lluvia y poder así abastecer a los
soldados que guarnecían estas posiciones defensivas.
Como vestigios de esta época, en el interior de la ermita, aún se conservan
algunas huellas del conflicto, como son los relieves en una de sus paredes de varios
fusiles y cuchillos utilizados por los soldados que ocuparon estas fortificaciones.

Fraga
La posición más al sur de la Línea del Cinca es la de Fraga, que pudo recibir el
nombre de El Escorpión. Contó con un ramal de trincheras, ahora cubiertas por
la vegetación y la erosión, un fortín y dos cuevas.

Se conserva un nido de ametralladora en la partida de la Concepción, y había otros


dos en la zona de la Ventosa, pero fueron enterrados por las obras para colocar una
tubería de agua de boca en 2012. Posteriormente a su deterioro, fueron catalogados
como patrimonio histórico por el Gobierno de Aragón.
En el mandato de 2015-2019, se puso en marcha un parque de la memoria,
aprovechando la existencia de un polvorín, en buen estado de conservación, situado
en la zona de la Concepción, muy cerca del nido de ametralladora arriba citado, que
el consistorio fragatino acondicionó en el año 2017 con ánimo de poner en marcha
una ruta histórica y un programa cultural.

Cueva

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Guerra Civil en el Pirineo

La Jacetania
Aeródromo de Berdún
Uno de los más de cien aeródromos construidos por ambos bandos durante la
Guerra Civil en Aragón. El de Berdún es un aeródromo denominado auxiliar, para
realizar aterrizajes de emergencia y fue construido por el ejército franquista
El aeródromo se ubica en el punto kilométrico 315 de la N-240. A un kilómetro
y medio de Berdún en dirección a Pamplona. El aeródromo se encuentra en una
llanura a la izquierda de la carretera, después de subir una cuesta pronunciada y
antes de cruzar el río Veral.
Actualmente, hay campos de cultivo sobre lo que en su día fue la pista. Pero se
conserva en buen estado la torre de control. También contó con varios barracones,
uno de ellos reconstruido para uso de una empresa, y otros tres en estado de
ruina, solo conservan las paredes. En la fachada de uno de ellos se conserva una
inscripción del ejército del aire de Franco. Una pista de tierra lleva directamente
hasta estos edificios.
Bajo la vegetación existe una estructura subterránea que va dominando el
entorno y también algunos restos de edificaciones fortificadas a lo largo de lo que
fue la pista.

Restos de la torre de control del aeródromo de Berdún

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Cementerio de Navasa
En las paredes de ambos lados de la puerta principal del cementerio se conserva el
escrito «Soldados de España, Presentes», a grandes letras y en perfecto estado de
conservación. En la fachada oeste, también permanecen los restos de lo que fue un
monolito de homenaje con letras apenas legibles.
El control de la carretera de Navasa fue vital para los franquistas, evitando así que los
republicanos pudieran tomar Jaca. Entre los pueblos de Rapún e Ibort se estableció un
frente, utilizando los parapetos naturales que presenta la orografía del terreno.

Alto Gállego
Puindino en Sieso de Jaca
Loma atrincherada en la cota de Puindino, con varias cotas, con escaso dibujo de
ramales, pero con restos de dos fortines –nidos circulares de piedra seca trabada
con algo de cemento–.
La cota principal es la de 1.037 m y aún se ven los dibujos de trinchera y
parapetos de piedra seca. Mientras que desde la cota 744, desde los parapetos de
piedra seca y los nidos de tirador orientados hacia el río Gállego y la vía férrea
Huesca-Jaca, constituyen un punto estratégico de la defensa de Sabiñánigo por los
sublevados. Desde esta posición se controlaba el pueblo de Latrás, donde estaba la
72 brigada mixta republicana.
Posición de Puindino (Latre)

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Posiciones de Santa Cruz (Latrás)

Posición de San Félix en Estallo


Ubicada en la cota 1.000, cuenta con tres nidos enterrados; y en la cota 900, más
cerca del pueblo, existen tres pozos de tirador circulares de piedra seca con troneras.
El pozo de tirador es circular. Construido de piedra seca, presenta una abertura de
entrada continuación de un ramal de trinchera y cuatro troneras o aspilleras. Desde
él podían disparar a la vez sus armas hasta cuatro soldados.
Sus defensores, las tropas sublevadas, destruyeron la posición para evitar que el
ejército republicano tomara Caldearenas. Desde esta posición se domina todo el
valle del Gállego.

Fortines Senegüé y Yebra de Basa


Senegüé presenta un buen complejo defensivo compuesto por 6 búnkeres de
hormigón. Se accede a ellos por la pista a Lárrede, por el camino de los glaciares. Su
construcción sirvió para la defensa de Sabiñánigo ante los ataques republicanos.
Los fortines de Yebra de Basa, también levantados por el ejército nacional, son
tres de obra de distinta construcción, antes de la llegada del invierno de 1936. Se
supone que estaban unidos con trincheras o ramales de comunicación. Además
cuentan con parapetos de piedra seca. Para llegar a ellos hay que acceder hasta la
ermita de Santa Orosia. Se encuentran a 1 kilómetro al este de la ermita.
Toda esa zona: Yebra, Santa Orosia, Oturia… fue objeto de cruentos combates por el
dominio de Sabiñánigo, generando una elevada cantidad de bajas en ambos bandos.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Trincheras y búnker de San Pelay, Gavín


Se accede saliendo desde la calle que parte de la iglesia en dirección a unos chalés.
Junto al monasterio románico de San Pelay, siglo XI, existen a ambos lados restos
de trincheras que se complementaría con importantes construcciones levantadas
por el Ejército del Este de la República en el Cerro de Lucas. El búnker es una
construcción de cemento hormigonado con una tronera. En su interior se instaló
una ametralladora. El pueblo de Gavín fue tomado por el ejército republicano el 23
de septiembre de 1937.

Fuerte de Santa Elena


Se encuentra sobre la carretera A-136 de Biescas a Sallent de Gállego. Se puede llegar
andando o a través de una pista señalizada. El precedente de la zona fortificada de
Santa Elena es una torre de época de Felipe II, si bien el actual fuerte de Santa Elena
data de finales del siglo XIX. Durante los siglos tuvo una gran relevancia histórica por
su posición estratégica, también aprovechada en la contienda civil de 1936. Las tropas
franquistas se apostaron en él y en el congosto de Santa Elena tras la retirada de
Biescas el 24 de septiembre de 1937, tapando el avance republicano al valle de Tena y
la conexión con Francia. El ya de por sí inexpugnable fuerte, se acondicionó con otras
posiciones defensivas y con un fortín de avanzada con un pelotón en el puente. Todo
ello para defender el congosto de Santa Elena.
Fuerte de Santa
Elena (Biescas)

Tumba de soldados republicanos en el Molino de Escartín


Los combates en el frente del Serrablo y en el valle de Guarguera fueron muy
intensos a raíz los intentos por tomar Sabiñánigo y Biescas, y se cobraron muchas
vidas de soldados. En la partida del Molino de Escartín se encuentra las tumbas de
soldados del ejército popular que han sido recuperadas y estudiadas por Círculo
Republicano del Alto Gállego, que instaló una escultura a modo de mausoleo
conmemorativo de los combatientes caídos.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

En el Molino de Escartín, la 27 División Recuperación de la


estableció la instalación de un hospital de memoria
campaña para enterrar a los enfermos que El Círculo Republicano del
no sobrevivía de las heridas del combate. En Alto Gállego ha documentado
total hay 74 tumbas más dos preparadas para y cartografiado una veintena
futuros fallecidos. El hospital estuvo funcionado de espacios vinculados con
entre el 20 de septiembre y el 8 de noviembre los conflicto por toda esta
de 1937. Al frente estaba el doctor Gonzalo comarca, creando varias
Aguiló y las enfermeras, en su mayoría, eran rutas que atraviesan diversas
voluntarias brigadistas, habitualmente británicas posiciones, como los que se
o australianas, que querían apoyar la causa encuentran en Pierrefunda,
republicana frente a la amenaza del fascismo. La ermita de San Clemente,
zona albergó otros hospitales de campaña como puente de Guarga, cerro
Asín de Broto, Villovas y Castillo de Lerés. de los Ángeles, mirador de
Las tierras del Alto Gállego vieron nacer en Agüelo, Santa Cruz…
abril de 1937 la 43 División, la denominada “La
Gloriosa”, que protagonizaría la Bolsa de Bielsa,
tras la reorganización del bando republicano
que, a partir de ahora, paso a llamarse Ejército
Popular de la República, compuesto por
soldados, carabineros y milicianos.

Tumbas de Molino de Escartín

La Ribagorza
Puente de Montañana
El puente colgante sobre el Noguera Ribagorzana fue construido por la 2ª compañía
de Zapadores de Tenerife de la 63 división, el 4 de abril de 1938, en el avance de las
tropas de Franco hacia Cataluña. Es una pasarela colgante de unos 50 metros de
longitud que sustituyó al antiguo puente, volado en la retirada republicana al oeste
en marzo de 1938.
Otros puentes volados por los republicanos para obstaculizar el avance franquista
fueron los de Sariñena, 27 de marzo, y Pertusa, 28 de marzo, sobre el Alcanadre, y
los de Monzón, Albalate y Fraga sobre el Cinca, en los días siguientes. En Lascellas,
los propios vecinos quemaron el puente colgante sobre el Alcanadre al poco de
estallar la Guerra Civil para impedir que llegarAn a la localidad las partidas de
franquistas en misión de represión de la población. El ejército republicano lo
reconstruyó para después, en su retirada, destruirlo definitivamente en marzo de
1938. Todavía se conservan los dos estribos pétreos, como testigos del puente.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Puente de la
localidad

Parapetos y trincheras en Collado Sahún


El collado de Sahún se encuentra a una altitud superior a los 2.000 m. Esta posición
consta de un conjunto de parapetos y abrigos circulares a retaguardia, y una
trinchera desdibujada, orientada a hacia la pista que viene de Sahún. Los parapetos
fueron construidos con piedra seca en forma de abrigos dobles.
Por esta zona accedió la 4ª Agrupación «Lombana» en la ofensiva final franquista
para expulsar del valle de Bielsa a la 43 División el 9 de junio de 1938.
Un poco más al sur se encuentra el collado Coronas y el monte Pientes (así llamado
en Plan) o Cazanía (así llamado en Chía), donde también existen al menos dos
parapetos de piedra seca que ya están muy deteriorados. Por este punto accedió la 2ª
Agrupación Moriones, también para terminar con el episodio de la Bolsa de Bielsa.

Posición Tozal del Vado en Benasque


Ubicada en los llanos del Hospital de Benasque, en el corazón de los Pirineos.
Constaba de un puesto de mando y pozos de tirador de largo perímetro de la loma.
Esta posición de control y defensiva se enlazaba físicamente a través de ramales de
comunicación y quizás, con los pozos más alejados, mediante un cable telefónico.
Se cree que pudieron existir otros dos puntos defensivos más a unos 100 metros
de distancia en lugares estratégico y elevados, formando un círculo alrededor del
hospital.
En el entorno del tozal se han encontrado restos de lo que podrían ser cabañas
de piedras que albergarían a los puestos de mando o de guardia. Una de ellas
se ha reconstruido en medio del tozal. La tropa se alojaría en el hospital. La
posición se complementaría con una red de alambradas alrededor, como en otras
fortificaciones.
Fue durante la historia un punto estratégico para controlar, por parte de
carabineros, Guardia Civil de frontera y ejército, el valle y los caminos hacia Francia
y al valle de Arán. En la Guerra Civil no se registraron combates en esta zona. El

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

valle y la posición fueron testigos del éxodo de la


División 31 de forma desordenada hacia Francia,
a la localidad vecina de Bagnères-de-Luchon.
Durante la posguerra fue cuando más
efectivos del ejército de Franco se desplegaron
en la frontera, ya que estos caminos eran
frecuentados por partidas de maquis y
contrabandistas.
Asimismo, los llanos del Hospital formaron
parte de la Línea P construida por Franco a lo
largo de toda la cordillera en previsión de un
ataque de tropas aliadas. Benasque, Gistaín, La
Renclusa, Casa Cabellud o el puerto de la Piacada
son algunos de los emplazamientos de la Línea P Sobre estas líneas y, abajo, Tozal del Vado
de Benasque
en la Alta Ribagorza. Estas estructuras constaban
de búnkeres, nidos de ametralladoras y abrigos
de hormigón. Si bien el faraónico proyecto se
descartó en 1954 cuando las grandes potencias
reconocieron oficialmente el gobierno dictatorial
de Franco.
La posición fue recuperada gracias a las
actuaciones de Patrimonio del Gobierno
de Aragón, dentro de su programa Amarga
Memoria, y de la Fundación Llanos del Hospital
de Benasque que ha promovido su puesta en
valor y su visita. Un recorrido por la zona puede
durar en torno a 1 hora.

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

Sobrarbe
Museo de la Bolsa de Bielsa
La ofensiva terrestre franquista de Aragón, apoyada por la aviación, comenzó el 9 de
marzo de 1938 y terminó el 20 de abril, a excepción del episodio conocido como la
Bolsa de Bielsa. Una heroica resistencia de la división 43 del ejército republicano que
permaneció en la localidad pirenaica conteniendo el avance franquista, mientras
la población civil huía al exilio en Francia. El 17 de junio, las tropas republicanas
pasaron a Francia y la guerra terminó en Aragón.
El paso franquista por la localidad pirenaica fue devastador, con sus bombardeos
aéreos sobre las viviendas, y ha quedado inmortalizado en este museo sito en el
ayuntamiento, un elegante edificio de piedra del siglo XVI. El museo está dedicado
a la vida y al rico patrimonio y etnológico del valle de Bielsa. La planta baja nos
presenta los modos de vida de la sociedad tradicional belsetana y la segunda se
centra en el carnaval, seña de identidad de la población pirenaica junto a su bello
paisaje. Carnavales que se celebraron incluso durante la dictadura franquista y que
nos hablan de los ritos ancestrales llenos de simbolismo. Otro lugar dentro de esta
sala está dedicado al espacio doméstico.
Pero el espacio que nos interesa se encuentra en la primera planta. Lo protagoniza
la Bolsa de Bielsa, episodio dramático ocurrido en la primavera de 1938 y que se ha
convertido en un símbolo de la Guerra Civil en la provincia de Huesca. El éxodo de

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I ESCENARIOS DE LA GUERRA CIVIL EN LA PROVINCIA DE HUESCA I

la población civil y de las tropas leales


a la República fue captado por varias
fotografías que se muestran junto a
algunos momentos de los ataques.
También se muestra documentación
original y un audiovisual que recoge
testimonios reales, armamento y
objetos de la época.
Los responsables del museo ofrecen
visitas guiadas y la visita completa
suele durar una hora y media.
Para rememorar la resistencia
heroica de la 43 División y el trágico
exilio aragonés, del que muchos ya no
volvieron, la Asociación de la Bolsa de
Bielsa organiza a mediados de junio
unas jornadas divulgativas para dar
a conocer estos hechos y ascender al
puerto Biello por el mismo camino que
lo hiciera la población civil en
junio de 1938.

Horarios

Julio, agosto, septiembre, Semana Santa, Navidad y periodos vacacionales:


de martes a domingo, a partir de las 17.00 hasta el último pase a las 19.00.
Resto del año:
concertar cita en secretaria@bielsa.com o en el teléfono 974 501 000.
Dispone de audio guías para invidentes, solicitar la posibilidad de tocar objetos
concertando cita previamente.

Laspuña
Refugio antiaéreo
Una gruta subterránea en Laspuña sirvió como refugio antiaéreo durante la
contienda y es que la población se vio directamente implicada en los combates
entre la 43 División republicana y el ejército franquista en el episodio denominado
la Bolsa de Bielsa.
Laspuña, junto con Escalona, Belsierre y Puyarruego, fueron la puerta de entrada
al valle de Bielsa, desde donde la 43 División contuvo a los nacionales hasta que
consiguieron atravesar los Pirineos.

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Esta guía recorre los lugares donde se levantaron posiciones
defensivas de ambos bandos de la contienda y que, gracias a las
ayudas públicas de administraciones como la Diputación Provincial de
Huesca, comarcas y ayuntamientos, se han recuperado para darlas a
conocer entre los vecinos y visitantes de nuestro territorio.
Por tanto, muchos de ellos son espacios preparados para la visita y a
donde se puede acceder fácilmente. Asimismo, se incluyen otros que,
a pesar de no haber sido recuperados, bien merecen una visita por la
relevancia que tuvieron en el conflicto y por la belleza de su entorno.

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